LIBIA: ?Quien es Muamar el Gadafi?

LIBIA: ?Quien es Muamar el Gadafi? Un informe muy completo y veraz.

¿POR QUÉ OCCIDENTE QUIERE DERROCAR Y ASESINAR A GADDAFI?

”EL LEÓN DEL DESIERTO”

Julio César Centeno

El coronel Gaddafi nació en una tienda tribal beduina un 3 de septiembre en 1942. Se graduó de abogado a los 21 años de edad. Luego estudió en la Real Academia Militar de Sandhurst, Inglaterra, y en la Academia Militar Helénica de Grecia.

En 1969, a los 27 años de edad, derrocó al rey Idris, un tirano impuesto por Inglaterra y Francia. Declaró querer ser “el Che Guevara del oriente medio”. Al año siguiente ordenó la expulsión de las bases militares extranjeras de territorio libio. Estableció el llamado “socialismo islámico” por medio del cual se buscaba una democracia directa: el gobierno de las masas a través de Consejos Populares y Comunas. Se creó así la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista. La Yamahiriya: estado de las masas, es un híbrido de Islam, socialismo y democracia directa, ideología que proclama en su Libro Verde. Se estableció un Congreso General del Pueblo, con Gaddafi como su Secretario General. Nacionalizó las empresas petroleras y expulsó a los funcionarios norteamericanos, británicos e italianos que habían dominado y vejado al país durante décadas.

Libia era la sede de la base militar aérea mas grande de los Estados Unidos en el norte de África: Wheelus Air Base. El pentágono mantenía una base para el lanzamiento de misiles a sólo 25 kilómetros de Tripoli. Nunca se lo perdonaron. Fue inmediatamente catalogado como enemigo de los Estados Unidos. Libia fue señalado como un estado paria por defender su derecho a la autodeterminación y la autonomía. Las cosas empeoraron aún más por el papel protagónico de Gaddafi en el embargo petrolero de 1973 contra los Estados Unidos y por su cooperación con la Unión Soviética.

Fue un ferviente seguidor del destacado dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser, especialmente en su lucha por la unión de los pueblos árabes en una gran Nación Árabe. Defendió la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto. Firmó con Nasser la llamada Carta de Trípoli, donde se concretan acuerdos de cooperación militar, estratégica y económica entre Egipto y Libia.

Con la muerte por envenenamiento de Nasser en 1970, Gaddafi tomó el liderazgo del pan-arabismo. Dos años después se anuncia la creación de la Federación de Repúblicas Árabes, integrada entonces por Siria, Egipto, Irak y Libia. Fue también uno de los mas destacados líderes de la Organización de Países No-Alineados.

Gaddafi ha apoyado sin vacilación la causa Palestina durante décadas. En 1972 anunció que Libia apoyaría, entrenaría y financiaría a cualquier árabe dispuesto a defender la causa palestina. Fue inmediatamente catalogado como “terrorista”.

A partir de entonces llovieron acusaciones sobre su participación o apoyo en numerosos atentados terroristas en Roma, Viena, Berlín, Chad, Filipinas, Egipto. Se le acusó de ser el principal punto de apoyo de uno de los terroristas mas connotados de la época: el venezolano Carlos Illich Ramírez, “El Chacal”. Carlos fue capturado en 1994 y cumple desde entonces una condena a cadena perpetua en la prisión La Santé de Paris.

Como es costumbre, contra cualquier jefe de estado que se rebele contra el orden internacional impuesto a los países en desarrollo después de la segunda guerra mundial, se le acusó de participación en el narcotráfico, de fomentar el terrorismo, de desarrollar armas de destrucción masiva, de apoyar a las FARC en Colombia, al IRA (Ejército Republicano Irlandés), a la ETA en España, a Hizbolla en Líbano, a Hamas y otros “terroristas” palestinos. El presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se refería a él como “el perro rabioso del desierto”.El gobierno norteamericano trató varias veces de derrocarlo. En agosto de 1981 la revista Newsweek dio a conocer un plan presentado por el director de la CIA al gobierno norteamericano para asesinar a Gaddafi. Días después dos aviones de guerra norteamericanos atacaron dos aviones Sukhoi libios en espacio aéreo libio. Los aviones norteamericanos habían despegado del portaviones John Kennedy, estacionado frente a las costas libias de mar mediterráneo.

En 1986 Ronald Reagan ordenó el bombardeo de las principales bases militares y edificios gubernamentales en las ciudades de Trípoli y Benghazi, en un intento por asesinar a Gaddafi e incitar la sublevación popular. Los aviones despegaron desde bases norteamericanas en Inglaterra. En el bombardeo murió una de sus hijas menores, Jana, y docenas de oficiales de su entorno mas cercano. El crimen quedó impune. Libia fue rápidamente convertido en un estado paria.

Durante los siguientes 10 años el coronel Gaddafi se convirtió en el Osama Bin Laden de la época. Libia fue cercada. Se le impuso un embargo comercial para forzar el derrocamiento de Gaddafi, similar al que ha padecido Cuba por mas de 50 años.

Fue acusado de ordenar la colocación de una bomba en un avión comercial Boeing 747 de la principal línea aérea de los Estados Unidos para entonces: Pan American. El avión explotó en el aire en diciembre de 1988 sobre la población de Lockerbie, Escocia. Murieron 259 personas que viajaban en el avión y 11 ciudadanos de Lockerbie.

Luego de un largo proceso de negociación, en 1999 Gaddafi entregó a la justicia escocesa a los dos ciudadanos libios acusados de haber colocado los explosivos.

En 1997 Nelson Mandela tuvo la valentía de visitar a Gaddafi en Trípoli, para denunciar la injusticia que se cometía contra ese pueblo por su rebeldía y su intento de decidir su propio destino. Mandela sabía por experiencia propia lo que era ser acusado de crímenes sin que existieran pruebas sobre ellos y sin derecho a la defensa. Había sido liberado de la cárcel 7 años antes, después de 27 años de prisión por su rebeldía ante el régimen discriminatorio de la población negra de Sur África por parte de una minoría blanca de origen europeo. Visitó a Gaddafi siendo el primer presidente de raza negra y el primer presidente electo democráticamente en Sur África.

Su visita fue seguida por la del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de origen Africano. Libia aceptó cancelar 2.700 millones de dólares en compensación a familiares de víctimas de atentados terroristas de los que se acusaba a ciudadanos libios, aunque sin reconocer culpabilidad de la nación Libia. Se levantaron las sanciones internacionales que pesaban sobre el país.

En el 2008 el presidente Bush deja sin efecto las sanciones unilaterales que había impuesto Estados Unidos contra Libia, retirándola de la lista de “estados que apoyan el terrorismo”.

Las transnacionales petroleras se abalanzaron sobre Libia en busca del control de los gigantescos yacimientos de su codiciado petróleo liviano. Lo mismo hicieron los perros de la guerra, ofreciendo armas, desde sofisticados aviones de combate hasta fusiles, ametralladoras y municiones. Muchos se jactaron de haber finalmente obligado a Gaddafi a ceder en sus posiciones radicales.

Ese mismo año Gaddafi recibió la visita de Condoleezza Rice, secretaria de Estado del gobierno norteamericano. Luego desfilaron por Trípoli los jefes de estado de los países que se proclaman dueños del planeta: el primer ministro británico, Tony Blair, seguido por su reemplazo Gordon Bown, el presidente de Francia, Sarkozy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El rey Juan Carlos de España, y Rodríguez Zapatero se humillaron ante él en el 2009 para venderle 3.500 millones de euros en armas. Gaddafi se convirtió en una especie de vedette política en círculos internacionales. Fue invitado a participar por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde fue recibido por el presidente Barak Obama. Fue invitado a visitar Francia, Italia y España, siempre recibido como el “Rey de Reyes” y “el León del Sahara”.

En el 2009 fue electo Secretario General de la Unión Africana. Allí proclamó su determinación a seguir luchando por el establecimiento de la integración de los países africanos y la conformación de los Estados Unidos de África. Su discurso en este foro dejaba en evidencia que sus concepciones radicales y socialistas se mantenían intactas. Los analistas internacionales de las principales empresas de comunicación concluyeron sin embargo que se trataba solo de “retórica populista”.

En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2009, Gaddafi dejó claramente definida su posición. Acusó a Israel del asesinato de John Kennedy; abogó por la solución del conflicto israelí-palestino a través de un estado único. Se refirió al Consejo de Seguridad como “el Consejo del Terror”; criticó la validez de la Asamblea General de la ONU por permitir que sus decisiones sean ignoradas por los países mas poderosos y rompió la Carta de las Naciones Unidas en el podio de los oradores.

En marzo del 2010 uno de sus ocho hijos, Hanibal, fue detenido en Suiza acusado de maltrato a dos empleadas domésticas. Gaddafi suspendió la venta de petróleo y adoptó represalias económicas y comerciales adicionales contra Suiza, llamó a la guerra santa contra ese país y declaró que anhelaba que fuera “barrido del mapa”.

La Unión Europea no se apresuró a denunciar semejante amenaza, asumiendo una posición diametralmente opuesta a la tomada contra Irán por presumiblemente aspirar lo mismo sobre el estado de Israel. Por el contrario, la UE se disculpó públicamente por haber prohibido a unos ciudadanos libios la entrada a Europa a raíz del conflicto entre Suiza y Libia.

El comportamiento de Gaddafi ha sido frecuentemente considerado excéntrico. Cuando visitó la ciudad de Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó autorización para colocar su gigantesca carpa beduina en un parque. Así se hizo. Armó su carpa en los jardines de la mansión del millonario Donald Trump. Allí conducía sus negocios y recibía visitas. Llevó además camellos, para tomar leche fresca al levantarse. Como es su costumbre, viajó acompañado de docenas de jóvenes mujeres guardaespaldas, quienes no sólo lo protegen, sino que se encargan de su cuidado y su alimentación: nunca falta ni el queso de cabra ni los dátiles.

En una reunión cumbre de la Liga Árabe, Gaddafi se puso un guante blanco en su mano derecha. Explicó que trataba de evitar infecciones al estrechar la mano de otros jefes de estado que pudieran haber tenido contacto con funcionarios israelíes.

Algo similar ocurrió cuando visitó Paris, por invitación de Nicolás Sarkozy. Fue recibido como un rey. La visita concluyó con negociaciones para la venta de armas de guerra y la inversión de empresas francesas en el negocio petrolero libio.

Cuando viajó a Roma, como invitado de honor de Silvio Berlusconi, colocó su carpa en un parque en el centro de la ciudad. No llevó los camellos, sino 200 mujeres guardaespaldas que conforman varios anillos de seguridad, armadas con Kalashnikovs.

Las mujeres que custodian a Gaddafi son expertas en artes marciales, en el uso de armas de fuego y de armas blancas, en pilotear aviones, helicópteros y barcazas; son entrenadas como francotiradoras, en el manejo de explosivos y en actividades de espionaje. Berlusconi lo honró con una cena de lujo para 800 personas, apropiada para un Rey.

A pesar de las atenciones y los halagos de Berlusconi, Gaddafi fue particularmente severo con sus anfitriones italianos. Fueron demasiados los crímenes y vejaciones cometidos por Italia durante su ocupación y colonización de Libia desde 1911 hasta 1943. Cuando Berlusconi menos se lo esperaba, Gaddafi se despojó de su ropaje beduino y se vistió de militar. Junto a sus condecoraciones castrenses, se colgó del pecho una fotografía en blanco y negro de 1931.

En la fotografía se encuentra, humillado y encadenado, el héroe libio Omar Al-Mukhtar, rodeado de sus captores italianos. Al-Mukhtar lideró durante veinte años la lucha de los beduinos contra la brutal ocupación italiana. Para él se acuñó el apodo de “el León del Desierto”. Su figura es venerada en Libia. Los fascistas italianos lo ahorcaron en público a los pocos días de haber tomado y divulgado aquella humillante fotografía. Justo antes de morir exclamó: “Sobreviviré a mis verdugos”.

Para entonces Italia se encontraba bajo el dominio de Benito Mussolini. Cuando le preguntaron por qué llevaba esa fotografía en su pecho, Gaddafi, consciente de que el catolicismo es la fe predominante en Italia, proclamó en presencia de Berlusconi: “Para nosotros la imagen de Al-Makhtar es tan sagrada como el crucifijo que llevan algunos de ustedes en el pecho”.

En la lucha por el control del mar de petróleo liviano bajo el suelo libio, durante la segunda guerra mundial, el país se convirtió en el campo de batalla entre las fuerzas nazis bajo el mando de Rommel y las fuerzas británicas bajo el mando de Montgomery. Con la derrota de Italia en la segunda guerra mundial, Libia fue repartida cual trofeo de guerra entre Inglaterra y Francia.

Las continuas luchas de los beduinos por su independencia condujeron a que en 1951 se declarara una monarquía bajo el rey Idris, una marioneta al servicio de los europeos. Para el momento de su independencia Libia no tenía escuelas y contaba con sólo 16 graduados universitarios, formados en el extranjero. La administración continuó así en manos de ingleses, franceses e italianos. Todo cambió con la llegada de Gaddafi al poder en 1969.

Los honores y halagos de que era objeto Gaddafi por parte de los jefes de estado de Europa hasta finales del 2010 cambiaron súbitamente. Sanguinario, loco, tirano, demente, autócrata, asesino, corrupto,psicópata, perro rabioso. Estos y muchos otros adjetivos son usados hoy contra Gaddafi. Los medios de comunicación de todo el mundo, salvo algunas excepciones, se han ensañado contra su figura. El objetivo parece ser destruirlo ante la opinión pública internacional. Algo similar le ocurrió a Saddam Hussein justo ante de la invasión de Irak por parte de fuerzas militares norteamericanas y británicas en el 2003.

Al mismo tiempo, se teje una red de “legalidad” para invadir Libia y deponer al déspota. En la ONU se toma la decisión de expulsar a Libia del Consejo de Derechos Humanos, mientras que la Corte Penal Internacional declara que actuará con agilidad para condenarlo. En paralelo se estimula y apoya a movimientos opositores a Gaddafi para incitar a la rebelión interna, con el propósito de generar un estado de violencia y caos que contribuya a justificar la intervención de las grandes potencias para “pacificar al país y proteger los derechos humanos de sus ciudadanos”.

El objetivo es claro: invadir Libia, deponer a Gaddafi, tomar control de su codiciada riqueza de petróleo liviano, tal y como ocurrió con Irak y como trató infructuosamente de hacerse en Venezuela en el 2002. Tal y como trata de hacerse con Irán y como años atrás se concretó en Arabia Saudita, Kuwait, Katar y los Emiratos Árabes. Las siguientes presas serán Algeria, Venezuela e Irán.

El Gadafi que hoy todos condenan fue recibido y halagado como un gran estadista en la Cumbre del G8 en Italia, invitado por el presidente Barack Obama. Hace sólo unos meses se abrazaba con Sarkozy en Paris, con Tony Blair en Trípoli y con Berlusconi en Roma.

¿Que ocurrió para justificar este cambio tan radical contra Gaddafi? El despertar del pueblo árabe

Protestas populares por el aumento en el precio de los alimentos y la pobreza generalizada derrocó en pocos días a Ben Alí en Túnez. Irónicamente, sólo semanas antes Túnez había sido señalado por Hillary Clinton como el modelo de democracia a seguir en el medio oriente. Las protestas se extendieron de inmediato a Egipto, concluyendo con la remoción del poder de Hosni Mubarak, un dictador apoyado por Estados Unidos durante 30 años. Mubarak recibía de Estados Unidos más de 3.000 millones de dólares anuales, la cooperación más alta proveniente de Washington después de la otorgada a su principal aliado de la región: Israel.

Las protestas en Egipto fueron también inicialmente motivadas por aumentos en los precios de los alimentos, los insoportables niveles de pobreza en que se encuentra la mayor parte de la población, la creciente indignación ante la descarada confabulación de Mubarak con el gobierno de Israel en su criminal opresión al pueblo palestino, la falta de libertades fundamentales y los grotescos niveles de corrupción. La fortuna de Hosni Mubarak se estima en 70.000 millones de dólares. Mientras el 40% de los 80 millones de egipcios viven con menos de dos dólares al día. Egipto mantuvo una suspensión de los derechos fundamentales de la población durante todo el período de dominación de Mubarak, a través de una Ley de Emergencia, con el consentimiento y apoyo de Estados Unidos.

Las analogías que se han querido trazar entre las revueltas en Libia, Túnez y Egipto lucen ficticias. En Libia se canalizaron enormes inversiones petroleras para financiar servicios públicos y gratuitos de salud, educación y vivienda. Se ha promovido el desarrollo económico y se han reducido sustancialmente las desigualdades sociales. El índice de desarrollo humano IDH de Libia es el más alto de África.

Los índices de desempleo son tan bajos que se ha tenido que facilitar la entrada de cientos de miles de trabajadores de otros países: Egipto, Túnez, China, Pakistán.

El consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió recientemente a Libia por su “ambicioso programa de reformas” y su “fuerte rendimiento macroeconómico y el progreso en el realce del papel del sector privado”.

En marzo del 2007 Anthony Gidden, asesor de Tony Blair, publicó un artículo en The Guardian en el que afirma: “Gadafi parece ser genuinamente popular. Libia será en dos o tres décadas una Noruega del norte de África: próspera, igualitaria y progresista”

A diferencia de Túnez o Egipto, Libia es una potencia petrolera. Produce 2 millones de barriles de petróleo liviano cada día, y su producción puede al menos duplicarse. Sin embargo, una buena parte de sus 6 millones de habitantes aún se mantiene en la pobreza. Gaddafi ha sido criticado por haber fomentado el regreso de empresas petroleras europeas y su creciente participación en la actividad petrolera y gasífera. La mayoría de estas empresas operan desde Benghazi desde donde, coincidentalmente, se formó el núcleo de la rebelión contra Gaddafi.

También se le ha criticado por haber contribuido, desde su posición como secretario general de la Unión Africana, a la consolidación de un acuerdo con la OTAN para ampliar sus operaciones militares en Sudan, Somalia y Etiopía. Ha venido promoviendo también un tratado de cooperación militar entre la OTAN y la Unión Africana. Organizaciones radicales dentro y fuera de Libia consideran tales actitudes como traición.

A la cabeza de la insurrección se encuentra el Frente Nacional para la Salvación de Libia (NFSL por sus siglas en inglés). Sus líderes son sistemáticamente presentados como los chicos buenos, en una lucha desigual contra la opresión y la barbarie. Poco se destaca que el FNSL se creo en 1981 en Sudan, bajo la protección del coronel Nimieri, un déspota apoyado por Estados Unidos que gobernó ese desdichado país desde el 77 hasta el 85.

El FNSL realizó su “congreso nacional” en los Estados Unidos en el 2007, con el patrocinio de la NED. A la cabeza se encuentra Ibrahim Sahad, quien realiza acusaciones de toda índole contra el “régimen despótico” de Gaddafi, casi siempre sin ofrecer prueba alguna al respecto y sin que los entrevistadores o editores se las soliciten. Sin embargo, sus planteamientos son transmitidos por las principales agencias de información de todo el mundo como si fuesen ciertas. La misma realidad virtual se divulga como cierta por internet, facebook, twitter.

Significativo es también que los rebeldes de Benghazi hayan bajado la bandera verde de la república de Libia y elevado en su lugar la bandera de tres franjas, roja, blanca y negra, que se usaba durante la monarquía del rey Idris, impuesta por Europa en 1951.

También ha surgido de la nada un presunto Príncipe Senussi, “heredero de la corona”. Fue el rey Idris quien entregó la soberanía nacional al permitir el uso irrestricto de aire, mar y tierra por parte de fuerzas militares británicas. Fue el rey Idris quien firmó el acuerdo para que los Estados Unidos establecieran y administraran sin restricciones la base militar mas grande de África: Wheelus Air Base, cerca de Trípoli. El rey Idris firmó además un convenio para exonerar a Italia de todos los daños que pudieran imputársele como consecuencia de los 30 años de brutal colonización, permitiendo además que la comunidad italiana en Trípoli conservara todos sus propiedades, negocios y privilegios.

Pero la legitimidad o veracidad de los señalamientos contra Gaddafi parecen irrelevantes. Sirven sólo de fachada para alcanzar el objetivo estratégico deseado: la ocupación de Libia. Paul Wolfowitz, quien sirviera como subsecretario de defensa de los Estados Unidos y como presidente del Banco Mundial, arquitecto de la guerra de Irak, publicó una carta abierta al presidente Obama incitándole a convertir a Libia en “un protectorado bajo el control de la OTAN”, en nombre de la “comunidad internacional”. En su editorial del 23 de Febrero 2011, el Wall Street Journal, vocero de los intereses comerciales de los Estados Unidos, sentencia: “Estados Unidos y Europa deben ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gaddafi”.

Simultáneamente, se moviliza al mar territorial libio una flota de guerra norteamericana, mientras en Naciones Unidas y en la Corte Penal Internacional se concreta apresuradamente el marco legal que justifique la invasión. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el 25 de Febrero del 2011 una resolución para que se investiguen los posibles crímenes contra la humanidad que pudiera haber cometido Muammar Gaddafi. Pero, sin que tal investigación haya comenzado, ya Gaddafi ha sido condenado.

Es no sólo irónico, sino hipócrita, que haya sido justamente los Estados Unidos quien ha promovido la moción para que la ONU eleve el caso de Libia ante la Corte Penal Internacional. Estados Unidos nunca ha reconocido la jurisdicción de dicha corte. Se opuso además a su creación en 1998, junto con Israel, Irak y Libia. Tales contradicciones parecen pasar desapercibidas para los medios transnacionales de la información. El comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, ya había señalado hace un par de años que Libia estaba en la lista oficial del Pentágono para ser dominada después de Irak, junto con Siria y la joya de la corona: Irán.

Si se concreta lo que Fidel Castro ha llamado “La guerra inevitable de la OTAN”, se desatará un movimiento de resistencia por todo el mundo Árabe que haga realidad las últimas palabras del León del Desierto: “Sobreviviré a mis verdugos”.

Hacer las lecturas correctas de la realidad

Una persona, una organización, una sociedad determinada y aun la humanidad en su conjunto son capaces de administrar su presente y de ir identificando con claridad las rutas del futuro si se disponen a leer a conciencia las señales del fenómeno real, en cada momento determinado. Esa lectura adecuada requiere aprendizaje y entrenamiento, que tienen que irse probando y perfeccionando a lo largo del tiempo, como en cualquier dinámica de educación formal. Esta es una tarea de asimilación constructiva de conocimientos, que sólo se logra cuando la percepción analítica se junta de manera virtuosa con el ejercicio práctico. La lectura adecuada de la realidad hace posible no sólo la asimilación nutriente de sus lecciones sucesivas sino también la necesaria y periódica evacuación de los desechos históricos. Una forma de digestión, ni más ni menos.

En lo que a una sociedad determinada se refiere, en este caso la nuestra, eso que llamamos lecturas correctas de la realidad se vuelve un imperativo impostergable. Históricamente, los salvadoreños hemos sido reacios, hasta la tozudez, a acercarnos a nuestra propia realidad con ánimo dispuesto a reconocerla, analizarla, interpretarla y así poder irla reconstruyendo en forma progresiva, conforme a las demandas y posibilidades de los tiempos. Esto lo podemos comprobar sin mayores dificultades, sobre todo por los resultados tan complejos y aun escabrosos que, como conglomerado nacional, se han tenido que enfrentar en el decurso de nuestra vida republicana, y de manera más inmediatamente aleccionadora para nosotros, los salvadoreños de este tiempo, a partir del segundo tercio del siglo XX. Veamos algunos ejemplos emblemáticos.

En 1932 estalló el alzamiento indígena-campesino en algunas zonas del occidente del país. En aquel movimiento se montó el recién constituido Partido Comunista Salvadoreño, pero la raíz de lo que estaba ocurriendo era sociológica, no ideológica. Las fuerzas del statu quo reaccionaron de manera esperable, dada la violencia del alzamiento, pero no fueron capaces de procesar lo ocurrido. Quisieron encerrar al fantasma en un sótano y ponerle un carcelero armado en la puerta. No hubo ninguna lectura analítica de la realidad, desde ninguna de las fuerzas ideológicas enfrentadas. Y el país empezó a vivir con aquel trauma introyectado. El efecto traumático se fue complicando decenio tras decenio, alimentando las condiciones de división nacional que condujeron al final hacia el conflicto bélico fratricida. Lección por aprender.

La cronología parece tener su lógica oculta, que de pronto se manifiesta en coincidencias curiosas. El levantamiento del 32 estalló en enero de 1932; el “estallido de la paz” luego de la guerra de los años ochenta se produjo en enero de 1992, exactamente 60 años después. El fenómeno de la paz no fue un hecho común en el ambiente, ni mucho menos. Era la primera vez en nuestra historia que la violencia política quedaba inequívoca y formalmente derrotada. Un acontecimiento de trascendencia superior, en lo moral y en lo político. Pero no hubo en aquel momento ni ha habido después la lectura nacional suficiente y proyectiva de dicho logro que, mucho más que una conquista coyuntural, fue y es una apuesta estructural. Si tal lectura ya se hubiera realizado, de seguro muy otro sería el ánimo prevaleciente en el país.

En 2009 se produjo por fin la alternancia en el ejercicio del poder político, de una manera y con un fondo sin precedentes. Aunque no se puede decir que se haya dado una alternancia plena de la derecha hacia la izquierda, el caso es que hay una realidad sociopolítica en movimiento, que merece una lectura desapasionada y comprensiva. Una vez más, las imágenes ideologizadas, ya muchas de ellas fantasmagóricas, siguen haciéndose sentir, con destellos y resuellos de su vieja capacidad de perturbar los juicios, tanto en la izquierda como en la derecha. Hoy, lo que se impone es hacer una lectura desprejuiciada de la realidad en movimiento. Para todos los actores nacionales tiene la realidad un rol y una tarea. Y a fin de descubrirlos hay que descodificar la realidad, y ponerla al servicio de sí misma.

Esta es hora para el análisis, y por eso se requieren, más que nunca, cabezas frías. Es paradójico que esas cabezas sean las que más escaseen, sobre todo en los distintos ámbitos del liderazgo nacional. Sin esa serenidad básica es prácticamente imposible emprender en serio la construcción de la agenda de nación, a la cual urge dedicarle todas las energías visionarias disponibles. El país no puede seguir en el analfabetismo histórico, desconociéndose a sí mismo como gestor consciente de automodernización sostenible. La sociedad, en sus diversas expresiones, tiene que decidirse a organizar su propia evolución, que hasta ahora se ha venido dando a salto de mata y al vaivén de las circunstancias. Si esto se propicia, podremos espantar prácticamente todos los fantasmas que nos rodean, en función de un proceso que ya dio suficientes indicios de ser permanente.

El emperador regresó feliz a Washington…

“Y el presidente de los Estados Unidos es más presidente de mi país
que el presidente de mi país…”
Roque Dalton

El propósito fundamental de la visita del presidente Obama a El Salvador fue garantizar la seguridad del imperio en su frontera sur, Y El Salvador forma la parte sur de esa frontera. No vino por la amenaza del narcotráfico, o por las inversiones. Vino para asegurarse que El Salvador no formará parte del ALBA. Vino para asegurar una posición de hegemonía regional y lo logró. Misión cumplida. Y por esto el emperador regresó feliz a Washington.

El presidente Obama es el principal gerente, administrador, portavoz, operador de la principal potencia del sistema capitalista en su fase imperial. No decide, pero influye poderosamente. Y vino a bendecir a Funes. Se palabra tiene peso, genera confianza, brilla con la autoridad delegada por las corporaciones que dirigen los dos partidos del sistema político estadounidense, pero en este caso, también con el respaldo de sectores populares del Partido Demócrata, como son los sindicatos, organizaciones de mujeres y minorías étnicas, como afroamericanos y latinos.

La apuesta de Funes

La breve visita de Obama comprobó la existencia de una comunidad de intereses estratégicos entre el Gobierno Funes y el Gobierno USA. Hoy es claro que la apuesta principal del Gobierno Funes y quizás hasta del FMLN, consiste en fortalecer la “alianza igualitaria” con el Gobierno Obama para asegurar la continuidad del segundo capitulo de FOMILENIO así como la inclusión al selecto club de Asocio por el Crecimiento (junto con Tanzania, Ghana y Filipinas), y del programa BRIDGE para la utilización “productiva” de las remesas. En un comprensible juego de ganar–ganar: cambiar alineamiento político por respaldo financiero.

A través de estos tres programas, en sus cálculos, lograran “modernizar” el país: tanto la franja norte como la franja litoral, supuestamente eliminar la pobreza, rehabilitar la agricultura y la industria así como crear una emprendedora clase media. Y seremos como el Miami de CSI. Y para esto van a ampliar el Aeropuerto de Comalapa (y quizás también la Base Militar). Anuncian también un nuevo sistema público de transporte de pasajeros así como invertir en energía renovable.

Pretenden convertir a El Salvador en una gran “zona franca” con mano de obra barata, segura, y lo más importante, que sea un país atractivo para la “inversión extranjera y local.” Es una historia que ya conocíamos desde los tiempos del coronel Rivera y la Alianza para el Progreso. Y al final lo que tuvimos fue una larga guerra.

Y de esta manera asegurar el éxito de este gobierno para Funes y quizás hasta la victoria del 2014 para el FMLN. Y en ese marco, la solución a los problemas de seguridad, desarrollo, pobreza, emigración, energía, estarán vinculados al respaldo que se reciba del “socio” estratégico.

Y en este esquema Funes no se cansa de recordarle a la oligarquía que le corresponde invertir en el país y no fuera como lo están haciendo, pagar sus impuestos y no evadirlos. Si no lo hacen van a quedar fuera de este juego. Y la banca hoy internacional, debe abrir el crédito para los micro, pequeños y medianos empresarios. Y los trabajadores deben apretarse el cinturón, no salir a las calles y confiar en “el cambio.” Y todos algún día viviremos felices, dice la canción.

Y los más afectados por este proceso inevitable, son los sectores de la derecha política, que no encuentran el conjuro que les permita deshacer este hechizo. ¿Y cuándo fue que la izquierda se volvió amiga de los gringos? todavía se preguntan asombrados. El fuerte viento de la realidad les golpea en el rostro. Saben que el 2012 será otro trago amargo. Y no pueden detener la rueda de la historia. E incluso los sectores de la derecha económica se muestran preocupados. Y se lanzan al ruedo político exigiendo “consenso y reglas claras.”

Funes necesita respaldo empresarial y no lo esta logrando. Hay conflictos reales y ficticios. El viaje de Obama en vez de reducirlos, vino a ampliarlos. Es por esto que Funes convoca a los presidentes y secretarios generales de los partidos. Pero los presidentes de ARENA, a excepción de Saca, se niegan a posar para la foto de la unidad nacional. Obama se fue sin la foto. Cristiani, Calderón Sol y Flores le deben una foto a Obama. Y es una foto con factura. La embajadora se encargara de cobrárselas.

El veto de Funes a la propuesta de los partidos

Últimamente la derecha económica y política (ANEP y ARENA) ha aplaudido el veto del presidente Funes al enfoque de los partidos (FMLN, GANA, PCN, PDC,) para cumplir con la resolución de la Corte Suprema de Justicia sobre las candidaturas independientes y las listas electorales. Le temen a una posible avalancha en el 2012 de las cuatro letras sobre fondo rojo. Y es por esto que la derecha esta hablando de listas abiertas y desbloqueadas. Nunca antes lo habían hecho. No es que hayan avanzado, es que están acorralados.

Hay una alianza de momento entre Funes y la oligarquía sobre este tema. No se trata de presiones. Se trata de intereses en común. A Funes le interesa disminuir la victoria del FMLN en el 2012 para conservar o ampliar sus márgenes de maniobra, mientras que a la oligarquía y también a los EE.UU. le interesa disminuir la segura derrota de ARENA. Funes le apuesta a una victoria “razonable” del FMLN, pero le teme a una victoria “aplastante.”

No debemos escandalizarnos por estas alianzas momentáneas entre Funes y la oligarquía o entre el FMLN y Arena, ni absolutizar interpretaciones, ya que son parte de la nueva dinámica de la lucha de clases, que es mucha más compleja y variada incluso que durante el conflicto armado, donde las posiciones eran claras y definidas. Hoy es más complicado y esto es positivo, aunque la izquierda se equivoque. Son errores de partido en el gobierno. Hemos avanzado. No es tampoco de extrañarse que la derecha hoy en la oposición, recurra a banderas, estrategias y lenguaje usados anteriormente por la izquierda.

Hay preocupación también entre los sectores populares. Parece ser que la gestión global, estratégica, la “modernización” de Funes, esta orientada a favorecer a los sectores oligárquicos y corporaciones internacionales. Y si bien hay medidas positivas, que pueden y deben celebrarse como los uniformes y el vaso de leche para los niños, el alto costo de la vida y el desempleo siguen golpeando a los barrios y cantones.

La oligarquía presiona y logra. Los sectores populares seguimos “paralizados” por la victoria del 2009. No estamos presionando lo suficiente. Aunque sea nuestro gobierno, hay que empujarlo a que actué a favor nuestro, sino lo hará mayormente a favor “de los inversionistas.”

La necesidad de un debate en la izquierda

A muchas personas el “regocijo” del FMLN ante la visita de Obama en su contraofensiva imperial, les pareció de un pragmatismo desproporcionado. Pretender que la naturaleza del sistema capitalista en su fase imperial se ha modificado porque es un presidente demócrata es un esfuerzo intelectual digamos arriesgado, para ser benévolos. Y la agresión a Libia lo comprueba. Para no mencionar el bloqueo a Cuba.

La peculiar vía de desarrollo de nuestro proceso revolucionario, a través de una amplia alianza y un triunfo electoral, nos impone la necesidad urgente de abrir un debate sobre el carácter antiimperialista de nuestra revolución. ¿O es una excepcional revolución acompañada por el imperio? Durante los años cuarenta del siglo pasado, la izquierda salvadoreña, es decir el PCS, estuvo influenciado en algún momento por las ideas browderistas de la conciliación de clases y del cambio de la naturaleza del imperialismo. Es interesante que setenta años después en la izquierda salvadoreña nos acerquemos a un debate similar, en el que tratemos sobre la relación entre los principios, las realidades del mundo y las estrategias y tácticas de lucha.

La visita de Obama a la cripta de Monseñor

Entre lo anecdótico de la visita de Obama se encuentra su visita a la cripta de Monseñor Romero. Hay cuatro personajes históricos que rebasan nuestras fronteras nacionales: Farabundo, Roque, Schafik y Monseñor. En ellos se retrata la salvadoreñidad. La visita del principal representante del imperio fue a la tumba de uno de estos y de su entorno: la Catedral Metropolitana. Obama rindió tributo a este gran luchador social y pastor. Fue un gesto de humildad. Son raras las veces en que la soberbia de los imperios se inclina ante la dignidad de los pueblos. Esta fue una de esas ocasiones. Obama visitó a la voz rebelde de este pueblo.

Los agrupamientos en disputa

En América Latina por primera vez en la historia, se han configurado con claridad tres grandes agrupamientos de fuerzas: los países que giran alrededor del ALBA que son Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Los países que gravitan alrededor de Washington: México, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Y los países en disputa, con gobiernos independientes, democráticos o de “izquierda moderada”: Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay y El Salvador. Eppur si muove…

Roberto Pineda
San Salvador, 29 de marzo de 2011

La administración Funes y los desafíos de una política exterior independiente

El 1 de junio de 2009 asumió la presidencia salvadoreña un nuevo gobierno de centro-izquierda dirigido por Mauricio Funes y el FMLN, que tuvo como lema de campaña “el cambio.” Han pasado casi dos años de su gestión y resulta importante evaluar si los postulados de una política exterior independiente han avanzado o lograron predominar los intereses vinculados a la continuidad de la dependencia. Para lograr una aproximación inicial a esta temática, la dividiremos en tres partes: antecedentes, situación actual y escenarios de futuro.

Antecedentes

Durante veinte largos años (1989-2009) las distintas administraciones del partido ARENA heredaron y construyeron una política exterior basada en dos pilares estratégicos: el anticomunismo y el alineamiento con los Estados Unidos.

A partir de esta visión, estos gobiernos de derecha impusieron el TLC, permitieron la instalación de al Base Aérea de Comalapa y de la ILEA, dolarizaron la economía, se negaron a establecer relaciones con Cuba Socialista y la Republica Popular China, e incluso enviaron tropas para apoyar la ocupación de Irak.

Esta política subordinada a Washington era la continuidad de la política exterior seguida por las juntas de gobierno y luego por los gobiernos de Álvaro Magaña y José Napoleón Duarte durante el conflicto armado, periodo (1979-1989) en el que incluso se puso a la orden del día la posibilidad de una intervención militar USA ante el desmoronamiento del ejercito gubernamental, lo que provocó una multimillonaria ayuda militar USA e incluso asesores militares en el terreno. Y mucho más atrás, continuidad de la política exterior de la dictadura militar y los gobiernos del PCN luego de la Revolución Cubana (1959-1979). Y así podríamos seguir y mencionar a los gobiernos del PRUD (1948-1959).

Situación actual

La Administración Funes ha impulsado una nueva arquitectura del Ministerio de Relaciones Exteriores a partir de tres ejes: diplomacia, cooperación y emigración. En cada uno de estos ejes se ha ubicado a nuevos operadores para impulsar el cumplimiento de sus objetivos.

El primer desafío internacional de la Administración Funes fue su postura frente al golpe de estado en contra del presidente hondureño Zelaya a finales junio de 2009. La postura inicial ante esta crisis regional fue beligerante e incluyó el cierre de las fronteras. Pero gradualmente se fue suavizando, fue evolucionando, y desplazándose hacia una posición muy cercana al Departamento de Estado USA. Finalmente el presidente Funes se convirtió en el principal promotor de la reincorporación de Honduras a las instancias regionales así como del reconocimiento al Presidente “electo” Lobo. Hubo una ruptura inicial y luego la conocida continuidad.

En relación a la apertura de nuevas relaciones internacionales, únicamente sobresale Cuba. El presidente Funes rompió con un bloqueo que llevaba casi cuarenta años. Pero se niega a abrir relaciones con la Republica Popular China, con Vietnam, con Irán, y con la Autoridad Nacional Palestina. Y ha fortalecido las ya tradicionales relaciones con Israel y Taiwán, agregando a Colombia a este listado.

Entre los viajes al exterior realizados por Funes así como las visitas al país más destacadas se encuentran la del presidente brasileño Lula da Silva, con quien Funes cultivó una relación privilegiada e intensa, que difícilmente será asumida por la actual presidente brasileña.

Y finalmente, esta la visita del presidente Obama, quien al seleccionar a El Salvador para su gira latinoamericana, claramente identifica al presidente Funes como un mandatario que no obstante surgir de una victoria electoral de la izquierda goza de la confianza de Washington, y merece el calificativo de “aliado estratégico.”

Escenarios de futuro

La tendencia principal se orienta a promover una política exterior que garantice la continuidad y evite las rupturas. Se fortalecerá la coincidencia de visiones con la Administración Obama y la sintonía con el Departamento de Estado USA. Los sectores empresariales de derecha y sus expresiones políticas coinciden con esta visión.

Un segundo escenario es el de siempre garantizar la continuidad pero permitiendo cierto nivel de ruptura, lo que podría manifestarse en coordinar con Washington, pero coquetear con Bruselas, así como tímidos intentos para acercarse a los países árabes.

Y un tercer escenario, el menos probable, de ruptura, de acercarse al sur, a los países que componen el ALBA. Para esto la correlación de fuerzas políticas surgidas de marzo del 2012 tendría que sufrir una fuerte modificación, lo que aumentaría la influencia del FMLN en el Gobierno Funes. Otro factor que podría influir para este desplazamiento a la izquierda será la presión de los sectores populares, actualmente debilitados.

En conclusión puede afirmarse que este primer gobierno de izquierda, en política internacional, se diferencia al antiguo régimen, en la ruptura con la visión anticomunista. Pero se asemeja en su coincidencia –y a veces incluso subordinación- con las políticas de la Casa Blanca.

Los límites de una política internacional independiente están determinados por la correlación de fuerzas interna ya que dentro de los operadores coexisten dos visiones: la de la continuidad que es la predominante y la de la ruptura, que es minoritaria. Pero esto puede cambiar. Lo mismo sucede en los demás campos de la administración pública. El desafío de construir una política internacional independiente y soberana sigue vigente.

Roberto Pineda

San Salvador, 26 de marzo de 2012

La victoria del FMLN del 15 de marzo de 2009

Hay victorias que cambian el curso del río de la historia, la del 15 de marzo de 2009 es una de estas. El FMLN con el candidato presidencial Mauricio Funes derrotó a la derecha. Fue una victoria histórica reciente, con múltiples significados y amplias ondas expansivas, que debemos registrar y evaluar para comprender los acordes de la realidad que debemos de seguir transformando.

En primer lugar esta victoria cierra un ciclo de gobiernos de derecha, que se prolongó por veinte años (1989-2009), y abre un nuevo periodo histórico. Estos veinte años moldearon el rostro social, político, económico y cultural del país. Le dibujaron un apretado perfil de derecha. Modificar este rostro es la tarea estratégica básica de la izquierda política y social. Entre los rasgos de este rostro se encuentran los siguientes:

La derecha logró recuperar antiguos y construir nuevos mecanismos de dominación ideológica en el plano religioso (TBBAI y otras iglesias electrónicas), de la educación superior (ESEN), del arte y la cultura (el auge de los espectáculos), de la investigación (FUSADES) e incluso de la ideología deportiva (Barca y Real Madrid); que le permitieran diversos niveles de hegemonía sobre variados sectores sociales.

A nivel socioeconómico, la oligarquía impuso como estrategia la destrucción del tejido productivo agrícola e industrial, provocando así la expulsión masiva de mano de obra hacia USA, estamos hablando de la salida de una cuarta parte de la población. Esto condujo a un fortalecimiento del capital comercial y bancario. Y últimamente, ante el avance político de la izquierda, la oligarquía financiera decide vender sus activos al capital internacional, que así pasa a formar parte de la clase dominante local.

Paralelamente se desarrolló un proceso acelerado de privatizaciones que entregó al capital internacional la distribución de la energía eléctrica, la telefonía y los fondos de pensiones y no logró privatizar la salud pública ni el agua debido a la fuerte resistencia popular. Asimismo se impulsó un proceso de endeudamiento ya crítico con organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Como la cereza del pastel nos impusieron la dolarización. La contracción del aparato productivo generó un inmenso ejército industrial de reserva, y modificó la composición del movimiento social, ampliando el sector de trabajadores no productivos, vinculados al comercio de sobrevivencia.

Una de las manifestaciones del deterioro social causado por el modelo impuesto por la oligarquía lo constituye la pauperización de regiones como la de la costa, así como la expansión territorial de redes delincuenciales juveniles (MS y 18). A nivel político construyeron un régimen basado en la corrupción y el clientelismo, que en los últimos años se vio forzado a implementar programas de “compensación social.”

Nuestro país fue modificado por procesos aparecidos ya durante el conflicto armado que fueron luego consolidándose: una cuarta parte de la población vive en USA; una mentalidad consumista; predominio del pensamiento conservador en los sectores más empobrecidos, una economía dolarizada y orientada a servicios para captar y “realizar” las remesas, medios de comunicación (TCS, LPG, EDH, etc.) y gremiales empresariales (ANEP y SCIS) jugando claros y abiertos papeles políticos de derecha, un régimen político bipartidista; consolidación de iglesias y universidades conservadoras; crecimiento del sector de la seguridad privada y “enrejamiento” de los vecindarios; privatizaciones de fondos de pensiones, distribución de energía y telefonía; una economía dolarizada, una oligarquía que “cede sus bancos” y se transnacionaliza aceleradamente, un movimiento social débil y atomizado, etc.

Los intereses en pugna

Frente a esta compleja situación, el gobierno de Mauricio Funes y del FMLN tendrá que mostrar resultados palpables en la seguridad, el desarrollo y la democracia. Sus amistades internacionales serán valiosas como la brasileña y estadounidense, pero no suficientes para evitar el desgaste de la inactividad. La gente necesita sentir el cambio en sus estómagos además de disfrutarlo con sus ojos (Recuperación del Centro Histórico de San Salvador).

Existen cinco grandes bloques de fuerzas en pugna, con intereses diversos, pedaleando para lograr alcanzar la conducción del proceso o su influencia significativa. Entre estos bloques de fuerza se encuentra el Gobierno Funes, el FMLN, la Embajada USA, la Oligarquía y el Movimiento Social y Popular. El choque, intercambio, alianzas y disputas de estas cinco fuerzas va configurando el rumbo – interesante y complejo- de este gobierno de centro-izquierda.

El Gobierno Funes y sus aliados más cercanos, necesitan mantener la legitimidad del proyecto anunciado y prometido para asegurarse el respaldo popular, siempre en disputa por los medios de derecha, mientras le aseguran a los sectores dominantes que sus intereses fundamentales no están en peligro, que no tienen porque preocuparse, que el sistema se encuentra a salvo y bien protegido. Y para esto necesitan recursos. Y el país seguirá endeudándose porque no existe voluntad de pasarle la factura a la oligarquía.

El FMLN, por su parte, contando con una poderosa y experimentada maquinaria electoral, necesita asegurar que su caudal electoral siga creciendo y todo parece indicar que así será, lo que le permitirá aumentar sus niveles de influencia en el Gobierno Funes y de esta forma hacer avanzar su agenda estratégica. Y para esto necesitan fortalecer su unidad. Y es por esto que resolverán el problema de las candidaturas internas anticipadamente.

La Embajada USA como representante de la Administración Obama, necesita asegurar que el Gobierno Funes cumpla su papel de aliado incondicional en su enfrentamiento regional contra el polo de gobiernos de izquierda revolucionaria (Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua). La visita a Colombia, Israel y la actitud ante Honduras es muy reveladora de esta tendencia. El interés es evitar un alineamiento político con el Sur y fortalecer el vínculo con el Norte. Lo demás – seguridad, migrantes, etc.- son aspectos secundarios.

La oligarquía necesita urgentemente lograr que ARENA salga de su crisis interna y se posicione ventajosamente en el 2012 así como para evitar el desgaste que esta sufriendo su frente gremial, la ANEP, por su beligerancia partidista. Además necesita unificar y coordinar a sus instrumentos políticos ARENA, GANA, PCN y PDC. Y es fundamental lograr que GANA se aleje del Gobierno Funes y del FMLN. Y evitar que el PCN y el PDC desaparezcan en un nuevo enfrentamiento electoral, como ya sucedió y hubo que resucitarlos. La tarea no esta nada fácil. Y Cristiani es político, no es mago.

Y finalmente el movimiento social y popular necesita desplegar musculo. Es el bloque de fuerzas más débil. Necesita unir fuerzas y comprender que la construcción de poder popular pasa por el despliegue de campañas permanentes de organización, educación política, movilización y finalmente inclinar la balanza de fuerzas hacia una nueva derrota de la derecha, hacia una nueva victoria popular en el 2012, más contundente aun que la lograda hace dos años. Y a la par la construcción de un nuevo rostro para nuestra patria, democrático y socialista. Hacia esa meta nos dirigimos.

Roberto Pineda

San Salvador, 18 de marzo de 2011

¿Hacia donde va la izquierda?

Juan Medrano, un hombre que siempre navegó en la izquierda, cree que el peor negocio que puede hacer el FMLN es tratar de encontrar un candidato presidencial interno porque eso colocará a ese partido en una disputa que lo hará perder terreno. “Cuando se pelean entre ellos siempre pierden”, dice.

Lafitte Fernández
Diario El Mundo
Cuando se escucha hablar a Juan Ramón Medrano, parece un profesor de secundaria que no necesita sermonear a sus alumnos para darse a entender. Habla con pausas, no gesticula mucho pero es filoso con su pensamiento.

En la guerra le llamaban “comandante Balta”. Dicen, quienes le conocieron en esa épocas de sables, monte y balas, que era el único capaz de tomar a un grupo de hombres de vientres abultados, indisciplinados y sin muchos libros en sus cabezas y los convertían en personajes que querían hacer la guerra cargados de ideales y buenos métodos guerreros.

Medrano viene de la guerrilla y aunque se largó del FMLN hace mucho tiempo, todavía hay quienes ahí le respetan. Quizá las diferencias ideológicas, las personalidades fuertes envueltas en las grandes decisiones y la idea de dejar las armas y caminar hacia un centro izquierda, obligó a Juan Ramón a alejarse del poder.

Aunque han pasado años desde su alejamiento, si se quiere tratar de entender al FMLN hay que escuchar a Juan Ramón.

No cree que él camine en el sonambulismo y en clarividencias. Simplemente, tiene una certera disposición hacia el análisis de sus antiguos compañeros porque, creo yo, en el fondo les entiende lo que tienen soterrado en el pensamiento y en el alma.

Con su frente amplia y su cabeza de “presbítero”, quizá camino a la calvicie, un buen día me aventuré a escuchar las interpretaciones que tiene Juan Ramón sobre la izquierda salvadoreña.

En una sala llena de recuerdos del Diario El Mundo, traté de tomar un curso sobre la izquierda con Juan Ramón. Esto es lo que aprendí de él.

Estima que en la izquierda hay tres tendencias. La primera, la más fuerte, la más poderosa en el mejor sentido de esa palabra, la representarían los ex miembros del Partido Comunista.

Son estos quienes tendrían hegemonía en el FMLN. Y esa supremacía la derrochan en su dominio territorial. En cada departamento.

A éstos los ve Juan Ramón como viajeros frecuentes hacia el chavismo y el Socialismo del Siglo XXI. Manejan Alba Petróleos y han sacado buena nota en destrezas para hacer negocios.

En esa primera tendencia, “Balta” ubica a José Luis Merino, Héctor Acevedo, Orestes Posada, Luz Estrella Rodríguez y a otros como el “Diablito” Ruiz.

Como cualquier grupo político, existirían diferencias entre ellos pero son “matices”, a juicio de Medrano.
Aquí incluye también a Roberto Lorenzana pero a él lo ve como el más político de todos. Es el estratega que arma los rompecabezas que se convierten, al fin y al cabo, en el principio de las grandes acciones políticas. A Lorenzana no le interesaría, según su juicio, el lenguaje intiimperialista. Tampoco ajusta su pensamiento a la lucha antiempresarial.

Otro hombre importante dentro del grupo que tiene las riendas del FMLN es el actual presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, y la jefa de la fracción legislativa, Norma Guevara.

Segundo grupo
Una segunda tendencia de la izquierda salvadoreña estaría encabezada por los miembros de las viejas FPL, fundadas, entre otros, por Cayetano Carpio. A estos les atribuye Medrano, una mayor preocupación por aspectos idelógicos, por los principios proletarios y por el rescate del pensamiento de Shafick Handal.

Medrano ve a este grupo más vinculado a Cuba, con mayores preocupaciones por la ideología, por los principios proletarios y por examinar el pensamiento de Shafick Handal.

Este grupo estaría más vinculado al gobierno de Mauricio Funes y algunos de sus principales representantes ocupan cargos importantes en la actual administración como Salvador Sánchez Cerén, Hugo Martínez, Gerson Martínez y Violeta Menjívar, entre otros.

Si estos grupos son los más importantes dentro del FMLN, a “Balta”, había que plantearle una pregunta obligada: ¿Cómo se amarran ambos grupos?

“Hay un pacto fuerte. Bastante firme entre los dos grupos mayoritarios. Las FPL nacieron del PC. Tienen un origen común. Cayetano Carpio fue secretario general del PC. Todo era bastante similar, también las formas de hacer las cosas. Cayetano era como un Obispo. Ahora, hay diferencias pero tienen un arreglo histórico. Sánchez Cerén llegó a un arreglo con la otra gente para buscar a un hombre como Funes como candidato presidencial. Eso los hizo trascender más de un millón de votos”, dice Medrano.

Conforme avanza el tiempo, las posibles candidaturas del FMLN se tornan un enigma. Cada quien pronuncia un nombre. Cada quien tiene sus apuestas. Medrano no sabe quién será el elegido dentro de ese partido, pero, sí pretende saber de dónde podría salir ese candidato.

Cita algunos nombres: de un lado coloca a Gerson Martínez, al Canciller Hugo Martínez a Oscar Ortiz. Ubica más a la izquierda a Sigfrido Reyes y a Roberto Lorenzana.

Cree que cualquiera de los candidatos debe ser potable para los empresarios, no debe despertar incertidumbre y está obligado, a la vez, a sumar.

En toda esta trama entra en juego el anuncio que hizo en su biografía oficial José Luis Merino: llegó la hora de un candidatura de adentro, sentenció en su libro.

Lo que inquieta dentro del análisis político es quién y cómo se designaría ese candidato de “adentro”.
Para Medrano, una disputa interna dentro del FMLN por una candidatura sería bastante desgarrador para ese partido. “Cuando no se ponen de acuerdo, pierden”, asegura echando mano a la historia del FMLN.

¿Quién los pone de acuerdo?, pregunté a Medrano. Responde sin pensarlo dos veces: “Ahí entra Roberto Lorenzana. El juega un papel importante”.

También cree que Medardo González, uno de los tres hombres fuertes del FMLN, jugaría un rol privilegiado. Pero, no deja atrás la influencia de los cubanos y venezolanos y hasta los nicaragüenses que son los que tienen fuerza, experiencia y capacidad de influenciarlos.

La otra izquierda
Dentro de su análisis, Juan Ramón Medrano no deja al lado la izquierda que encabeza Dagoberto Gutiérrez y otras representaciones como la Iglesia Luterana y otros personajes como Salvador Arias.

A esa izquierda, Medrano la coloca dentro de otro eje. Para él existe una diferencia: ésta izquierda no participa del gobierno y, de alguna manera, eso les da más independencia.

También tendría la ventaja de que, al no participar del gobierno, no estará sujeta a resultados como el FMLN. Sus acciones electorales no estarán atadas al vaivén a los resultados en temas como la lucha contra la inseguridad, el desempleo o el desempeño de la economía.

Para Medrano, de la forma como el gobierno haga las cosas y por el compromiso del FMLN con Funes, la izquierda que representa Dagoberto puede agarrar más fuerza o no. Puede capitalizar el voto más radical, sobre todo, porque representan una fuerza social organizada.

“Soy crítico del FMLN cuando comete errores”

¿Qué papel le das a la izquierda de Dagoberto Gutiérrez?
Puede, en un momento, de acuerdo con los resultados de este gobierno del FMLN, quitarle bastante base social del FMLN. Pueden hacer llamamiento a abstención electoral sin proponérselo directamente. Siempre tendrán su peso. Pueden ser duros críticos del FMLN.

¿Hay cambio en el pensamiento de esta izquierda salvadoreña?
Yo creo que sí. La realidad mundial los han obligado a evolucionar. Ahora, con esto del Medio Oriente, y como aliados de Kadafi, los obliga aún más a separarse del socialismo radical.

¿Hay evolución o simplemente cambios?
Han evolucionado. Algunos de ellos son empresarios. Están invirtiendo en el sistema político capitalista. Hay en eso fondos invertidos para el FMLN pero hay reglas del juego que deben cumplir, sobre todo, cuando hay un gran capital. Esas reglas las aprendió hasta Hugo Chávez.

¿Influye en eso Cuba?
La verdad es que el referente de Cuba era el sistema socialista. Eso hace rato se derrumbó. Mira lo que pasó en la Unión Soviética. Devinieron en mafias. Raúl debe hacer una reforma necesaria. Cada vez hay menos socialismo.

Se dice que el planteamiento, incluso dentro de los cubanos, ya no es destruir el sistema sino humanizarlo. ¿Qué crees?
A los ex RN, ex ERP, a los renovadores, reformadores, a Joaquín Villalobos, a Facundo, a Francisco Jovel, a Julio Hernández, a Raúl Mijango los sacaron, entre otros, por eso mismo. Pero tal vez se peleó por ese camino en el momento equivocado y con el método equivocado.

Ahora, es lo que están haciendo ellos. Por esos corrimientos es que se quería que el candidato fuera Abraham Rodríguez y no Rubén Zamora, hace algunos años. Ahora, mira, ven las remesas como un punto clave para la economía. Ahora están aceptando eso. Ahora se busca una posición socialdemócrata que nosotros buscamos antes.

¿Qué les pasó a ustedes?
A nosotros no nos cuajó lo que quisimos hacer, políticamente. Teníamos que acercarnos a planteamientos socialdemócratas porque necesitábamos acuerdos importantes con empresarios y los Estados Unidos.

¿Este FMLN está donde querías estar? ¿Te gusta este FMLN?
Yo soy crítico del FMLN cuando cometen errores de método. Funes es el primer gobierno de izquierda y hay que apoyar la gobernabilidad.

¿Con qué no estarías de acuerdo?
Que busquen un candidato propio para que vengan las medidas socialistas. Ahí no tendrían razón. Con imagen moderada, con alianzas, pueden volver a ganar. Pero con candidato propio mirando a Cuba o a Hugo Chávez o el Socialismo del Siglo XXI la gente no estará con ellos. Con eso no estoy de acuerdo.

¿Necesita el FMLN un candidato de adentro o de afuera?
El FMLN está en discusión interna en medio de dos opciones. Lorenzana dijo, públicamente, que para él no debe ser candidato de adentro. Uno interno, lleva a la disputa interna. Lorenzana sabe que eso no conviene. Necesitan el fenómeno del candidato externo que les de medio millón de votos adicionales. La clase media no milita en el FMLN.

La lucha por el socialismo en El Salvador

La lucha por el socialismo y la democracia en El Salvador determinaron los sueños de la vida de múltiples generaciones de revolucionarios salvadoreños, simbolizados por Agustín Farabundo Martí y Schafik Jorge Handal. Ya en 1913, hace casi cien años, el vicentino Sarbelio Navarrete presenta su tesis doctoral El Estado Centroamericano, desde una óptica marxista.

En 1919 estallan las primeras huelgas de los trabajadores artesanales. Los sacrificios y esfuerzos, la firmeza y sangre derramada de esas generaciones son la acumulación histórica que permitió la victoria popular del 15 de marzo de 2009. El proyecto democrático encarnado en el gobierno Funes no surge por generación espontánea. Es un fruto largamente esperado y luchado.

Por mucho tiempo, desde 1930 con la creación del PCS, la idea de la lucha por la democracia (contra la dictadura militar) estuvo vinculada a la lucha por el socialismo. En la actualidad, el horizonte, el rumbo, no esta claro. Luego del derrumbamiento del sistema socialista en 1989, la situación se tornó muy confusa. Y tuvimos como izquierda que desembarazarnos de dogmas. Y esto fue doloroso pero a la vez liberador. Ya no había partidos ni países guías. Y nos tocaba pensar con cabeza propia.

Y era lo que habíamos venido haciendo desde 1980, al meternos a la guerra. Y algunos desde 1970. Y es lo que se ha venido haciendo en 15 años de lucha electoral. Y en este nuevo momento se requiere imaginarnos un nuevo país. Diseñar un programa político de largo alcance en lo económico, político, social y cultural. Nos corresponde elaborar desde la visión estratégica y no enredarnos en la visión táctica. Estamos hablando de la ruptura de este sistema. Estamos hablando de la toma del poder político. Estamos hablando de socialismo.

Desde 1932 hasta 1992 y enfrentados a una dictadura militar, la izquierda salvadoreña, primero el PCS y luego el FMLN, luchó por la conquista del poder político para transformar la sociedad, para establecer un gobierno democrático con rumbo al socialismo.

Con este propósito, de 1970 a 1980 se crearon y desarrollaron organizaciones político-militares y se realizaron amplias jornadas de alianzas electorales y de lucha de masas; de 1980 a 1992 se construyó un ejercito popular y se desplegó una Guerra Popular Revolucionaria con zonas de control territorial, Chalatenango, Morazán, Guazapa; de 1992 a 2009 se creo y desarrolló un partido político de masas, de izquierda, que acumuló experiencia electoral, en la administración municipal y la lucha parlamentaria; y del 2009 al presente se conquista el Ejecutivo y se hace la experiencia de gobernar – en alianza con otras fuerzas democráticas- el país. Una acumulación política extraordinaria, en lo social, en lo militar, en lo electoral.

Por otra parte, en la práctica política, aunque no necesariamente en la teoría, la visión de conquistar el poder ha sido modificada en los últimos veinte años. El desenlace negociado de la guerra en 1992 determinó la necesidad de someterse a las reglas del sistema político burgués, que fue modificado en parte para finalizar la dictadura militar, pero continuo en esencia inalterable, basado en un sistema de democracia representativa. Y sin tan siquiera aruñar al sistema económico de libre empresa, capitalista, explotador.

El FMLN: una eficiente maquinaria electoral

Desde 1992 se orientó el trabajo revolucionario a la construcción de una poderosa y eficiente maquinaria electoral que derrotara a la derecha en las urnas, y que fuera gradualmente conquistando espacios políticos dentro del aparato de estado. Y la militancia del FMLN hizo la experiencia de trasladar la creatividad, audacia y firmeza de principios del campo militar al campo electoral. Y lo logró.
Pero a su vez esta exitosa estrategia de focalización del esfuerzo político en lo electoral, afectó fuertemente el trabajo con los sectores del movimiento popular, con los intelectuales y en especial con los trabajadores del arte y la cultura. Y se abrió una brecha que sigue vigente.

Y efectivamente desde 1994 el FMLN ha venido ganando alcaldías de las principales ciudades, incluida la de San Salvador, Santa Ana, Santa Tecla, Soyapango, etc.; aumentando el número de diputados de su fracción legislativa, contando actualmente incluso con la presidencia de este órgano; y últimamente colocando varios ministros en el gabinete del Gobierno Funes, incluyendo Gobernación, Obras Publicas, Educación, Justicia. Así como influyendo en el nombramiento de magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Y esto podría ampliarse hasta la Corte de Cuentas, la Fiscalía, etc. No así la Fuerza Armada que se mantiene como la “reserva estratégica” del sistema. Y es poder real, el poder de las armas.

Puede concluirse que el FMLN ha venido acumulando una significativa fuerza política y administra una cuota elevada del poder formal, institucional del país. Es un ente clave, fundamental, del sistema político nacional. Es un pilar estratégico del andamiaje jurídico-político de la nación. Y esto es positivo. Es resultado de esfuerzo, inteligencia, y voluntad de avanzar. Pero no es suficiente. Al final, la oligarquía conserva –aunque disminuidos- los resortes fundamentales del poder económico, que es poder real. Y desde ahí actúa, influye, en algunos casos determina.

La característica esencial de la formación económica social salvadoreña sigue siendo la explotación del trabajo asalariado y su creciente subordinación a los intereses de seguridad del gobierno de los Estados Unidos. Somos un país capitalista atrasado y con la tendencia a convertirnos en una colonia.

¿Dentro o fuera del sistema?

El problema radica en definir: ¿cuando y como se produce la ruptura del sistema? ¿O no va existir ruptura del sistema? En definitiva, dentro del nuevo momento creado a partir de marzo del 2009 ¿Cómo se resuelve el problema del poder? ¿Mediante una guerra de movimientos o mediante una guerra de posiciones?

El imperio y la oligarquía y sus expresiones políticas confían en que el FMLN adopte una naturaleza socialdemócrata o sea en domesticar al tigre y volverlo inofensivo. Ponerle saco y corbata. Castrar su naturaleza de cazador, de luchador social. Y que se mueva exclusivamente en la jaula electoral. Y que abandone los sueños de regresar al calor de la selva de la lucha social, que es su medio natural, el hogar de donde viene, sus raíces históricas. ¿O no es así Farabundo?

La lucha social fue lo que le garantizó al FMLN ser efectivo en la lucha armada de ayer y en la actual lucha electoral. La misma guerra fue una gran lucha social. Ahora las clases dominantes aspiran a que al FMLN se le entreguen las llaves de la hacienda que se llama El Salvador con la confianza que nada suceda. Y puede ser que estén equivocados… ¿o estarán en lo correcto?

El problema fundamental que enfrentamos como izquierda política y social es como y hacia donde avanzar, para efectuar la ruptura. Es un problema de visión estratégica, de rumbo. Y hay como es natural opiniones e intereses diferentes.

Diferentes visiones en la izquierda

Algunos dentro del FMLN han llegado a la conclusión que no puede ni debe de haber ruptura porque el mundo ha cambiado y la globalización bloquea todo esfuerzo liberador, y además –agregan-no podemos pelearnos con el imperio. Y lo que nos corresponde es ir acumulando espacios, llenando posiciones, adaptándonos, desplazando a la derecha política y negociando cuotas de poder con la derecha económica. Es una posición muy parecida a la sostenida por Joaquín Villalobos después de los Acuerdos de Paz, hace veinte años. No es la posición hegemónica, pero va adquiriendo fuerza y puede llegar a serlo. Al imperio le agradaría fortalecer esta corriente de pensamiento.

Otros fuera del FMLN juzgan que lo acumulado hasta el momento, incluyendo la presencia en el gobierno, no contribuye a la causa de la revolución y que se le hace el juego a la derecha, y que el mismo FMLN es hoy de derecha, por lo que corresponde generar nuevas iniciativas de izquierda, claramente anti-sistema y diferenciarse del actual proyecto democrático de Funes. Es una posición muy cómoda, ya que evade asumir la responsabilidad de enrumbar este gran barco del cambio, que mueve a decenas de miles de gente, y en el que seguramente uno puede equivocarse, pero con la gente, y prefiere manejar a su conveniencia embarcaciones seguras, agiles, pero inofensivas.

Una tercera posición es la de aquellos y aquellas que confían en que la acumulación creciente, gradual, de poder institucional (crecimiento del partido, alcaldías, diputados, ministros, magistrados de la CSJ y del TSE, embajadores, directores y comisionados de la PNC, jueces, etc.) permitirá en algún momento, transformarse en una nueva calidad, y permitirá el transito a un nuevo sistema social. Lo que Gramsci llamaba guerra de posiciones para romper la hegemonía dominante.

Otros pensamos que el motor, el detonante de la transición del capitalismo al socialismo es la lucha del movimiento popular y social, fuera y dentro del partido, fuera y dentro del parlamento, fuera y dentro del gobierno. Este es el elemento de ruptura. Y esta vinculado a la construcción de poder popular. La organización y la lucha popular garantiza el paso de un sistema a otro. Es un proceso de acumulación de fuerzas orientado a prepararse para el estallido de una situación revolucionaria. Esta es una visión leninista de toma del poder.

La actual situación de debilidad y atomización del movimiento popular es transitoria. La misma crisis del sistema empuja a la gente diariamente a las calles, aunque de manera dispersa y localizada. Y nos corresponde canalizar toda esa energía y convertirla en organización, unidad y lucha. Y de esta forma avanzar. El capitalismo se sostiene a partir de la débil capacidad de respuesta de los sectores populares. Y esta situación, a corto plazo, favorece a la derechización de la Administración Funes, a que no haya demandas, a que no haya luchas populares. El proceso hay que radicalizarlo.

La lucha de clases en El Salvador es un proceso de mucha riqueza y comprende nuevos escenarios con nuevos actores y actrices. Se ha modificado la clase dominante y también las clases dominadas. Necesitamos profundizar sobre los nuevos sujetos y las nuevas ideas, para seguir empujando la carreta al socialismo. En eso estamos.

Roberto Pineda
San Salvador, 12 de marzo de 2011

El presidente Funes avanza y la derecha sigue paralizada

Como un experimentado equilibrista, el Presidente Funes avanza con paso seguro, por la cuerda floja de la gobernabilidad, hacia el cumplimiento de su proyecto político en alianza con el FMLN. El horizonte es el 2012. Mientras, sus adversarios de la derecha, observan impotentes y no terminan de encontrar la fórmula mágica para hacerlo tambalear y caerse.

Al contrario, la misma derecha mediática reconoce por medio de sus principales casas encuestadoras que la popularidad del Presidente Funes se mantiene en alto. Y que la intensión de voto para el FMLN lo coloca como el partido vencedor de los próximos comicios municipales y legislativos. Esto lo dice la misma media derechista. El Gobierno Funes nació fuerte y sigue fuerte.

Con respecto al Presidente Funes existen en el movimiento popular y social dos posiciones extremas: existen todavía personas que consideran al Presidente Funes como militante del FMLN cuando él claramente ha señalado que es “gobernante de la nación” y hay otro sector, que caracteriza a Funes como una persona de derecha, “al servicio de la oligarquía y el imperialismo.” Ambas posiciones son erradas.

Mauricio Funes es un aliado de la izquierda. Una persona con un pensamiento democrático. Una persona que contribuyó decisivamente a la derrota de la derecha. Y que contribuye en la actualidad a su aislamiento. El Gobierno Funes se va a desplazar a la derecha, al mantenimiento del sistema, si la izquierda política y social se debilita. El Gobierno Funes se va desplazar a la izquierda, a los cambios, si la izquierda política y social se fortalece. Es un problema de correlación de fuerzas, es un problema político, no es un problema ético.

Entramos al tercer mes de este año el mes de Monseñor Romero y el Gobierno Funes toma la iniciativa audaz de convocar a los expresidentes y jefes de los partidos políticos a un foro consultivo. La idea es la de un presidente abierto al dialogo ante un país en problemas.

El país observa. Cristiani, Calderón Sol y Flores cometen la torpeza de responder bruscamente poniendo condiciones y quedan aislados, hasta de las mismas cúpulas empresariales y mediáticas. Saca reacciona tranquilamente aceptando. Los jefes de los partidos también aceptan agradecidos. Funes queda fortalecido. La derecha queda debilitada. Incapaz de construir una oposición visible y exitosa. Funes avanza…

De cara a los cuatro presidentes areneros es una jugada maestra. Si rechazaban el llamado quedaban mal ante la opinión pública. Si aceptaban el llamado quedaban mal ante su militancia. Al final por precipitarse, quedaron mal en los dos sectores. Y en política los errores se pagan caros y la factura pronto tocara a las puertas del COENA y principalmente de Cristiani.
La oligarquía empresarial se niega a pagar impuestos
Durante el mes de febrero la derecha oligárquica estuvo empeñada en justificar su negativa de contribuir financieramente al bienestar de la nación. Nuestro país necesita una reforma tributaria que permita que los que ganan más paguen más. La ANEP como referente de los grandes empresarios se colocó abiertamente como un sector que evade su responsabilidad ciudadana. Obtiene altos índices de rentabilidad en sus empresas y se niega a compartir, incluso prefiere invertir fuera del país.

La idea es que los empresarios contribuyan al bienestar de la población (salud, educación, vivienda, etc.) y que el estado no continúe recurriendo a los préstamos internacionales. El país observaba. Y presenció la actitud antinacional de la ANEP. No hay justificación de los empresarios para evadir los impuestos, como lo vinieron haciendo durante los veinte años de gobiernos areneros. Donde esto se discuta es irrelevante. Y los sectores populares han entrado ya a esta pelea como quedo evidenciado el pasado 2 de marzo con la marcha popular hacia la ANEP. Funes quedó fortalecido…

Asimismo el mes pasado se crearon las condiciones para la focalización del subsidio al gas propano. Este es un proyecto complejo, con muchas dificultades. Pero al final de cuentas va a beneficiar a una franja extensa de los sectores populares. Y afectará a algunos sectores de capas medias.

Habrá que ir haciendo ajustes en el camino, como ya lo están haciendo. El principio es correcto. Hay que focalizar en los sectores más pobres para beneficiarlos. Hay que evitar que sean los empresarios los que se beneficien de los subsidios del estado. Funes quedara fortalecido.
Y si a esto agregamos la entrega de los paquetes escolares, y posteriormente de los uniformes y zapatos a la población estudiantil de primaria y secundaria, por segundo año consecutivo, la población esta ya saboreando los resultados del cambio. Funes y el FMLN quedaran fortalecidos.

¡Yankee come home!

Por otra parte, la visita del presidente Obama viene también a fortalecer al Gobierno Funes. Es la visita del principal representante de la primera potencia mundial. Es la visita del presidente de una nación donde vive la tercera parte de los salvadoreños. Es la visita de un poderoso socio comercial. Es la visita de un país con el que se comparten intereses de seguridad regional. Es paradójico como la visita de un presidente de los Estados Unidos viene a hoy a fortalecer a un proyecto de izquierda, por lo que algunos en la misma izquierda en vez del tradicional yankee como home están diciendo: yankee come home.

Existen, no obstante esto, cuatro nubarrones de tormenta: delincuencia, costo de la vida, corrupción y el transporte público. Estas son cuatro elementos que amenazan hoy por hoy la tranquilidad del Gobierno Funes. Con respecto a la delincuencia, el sentimiento de inseguridad y de frustración ciudadana sigue creciendo. Parece que sacar a los soldados del cuartel para aplanar las calles no ha ayudado mucho. Se necesitan mayores niveles de inteligencia policial y de organización popular. Y sobre todo recursos financieros y un consenso nacional sobre soluciones que todavía no existe. Es un problema que le puede complicar gravemente la gestión presidencial.

El alza al costo de la vida, provocado por factores externos y principalmente por la vigencia de mecanismos internos derivados del modelo económico neoliberal vigente, que beneficia a los empresarios y castiga a los sectores populares, es una bomba de tiempo que solo puede ser desactivada por una firme voluntad gubernamental de romper con el modelo hegemónico ya en crisis. Y no se percibe tal voluntad.

La corrupción existente y el justo castigo de los antiguos corruptos es una reivindicación muy sentida por los sectores populares. El candidato Funes se comprometió durante la campaña y ya hoy como Presidente debe tomar medidas enérgicas y no solamente simbólicas para enfrentar esta peligrosa tendencia de enriquecimiento ilícito en sus funcionarios, la cual quedo en evidencia con el famoso viaje a Israel de dos funcionarios.

Y por ultimo, el recurrente problema del transporte publico. El sentimiento generalizado de la población es que son un sector social irresponsable, peligroso, que goza de impunidad debido a sus vínculos con todos los partidos políticos y que se burla de cualquier tipo de compromiso. Si el Presidente Funes no enfrenta con medidas claras y firmes esta batalla por el bienestar ciudadano quedara como otro presidente al que le doblan los brazos “los buseros.” Y la gente le va pasar factura.

Como conclusión puede afirmarse que hasta hoy el barco del Gobierno Funes navega con viento favorable hacia el 2012. Los nubarrones en el horizonte son manejables. El FMLN sacara ventaja de este viaje. Un viaje que muchos aplauden, incluidos los sectores populares, la mayoría de partidos políticos, los gobiernos de USA y de la Unión Europea e incluso sectores de la derecha mediática, y pocos rechazan, como la cúpula empresarial y ARENA, que al final tendrán que subirse al barco o quedarse a verlo radiante en el horizonte.

Roberto Pineda
San Salvador, 6 de marzo de 2011

La lucha ideológica en El Salvador del siglo XIX

Durante el siglo XIX en El Salvador, las ideas liberales fueron las ideas avanzadas de los sectores populares que se enfrentaban a un sistema ideológico colonial caracterizado por el oscurantismo y el atraso. El estudio de estas ideas y de los sectores sociales y personalidades que les dieron vida es parte integrante de la tradición revolucionaria de nuestro pueblo.

Y esto resulta clave en este año 2011 que se conmemora el bicentenario de las luchas insurreccionales que marcaron nuestra primera independencia política de España. Es importante asimismo profundizar sobre la sociedad colonial y sus contradicciones así como la situación en aquel momento de la metrópoli y del sistema imperial. Son tres núcleos de ideas que trataremos: la sociedad colonial, la metrópoli y la lucha ideológica.

Las ideas del liberalismo derrumbaron a las monarquías europeas

La toma de la Bastilla en 1789 por los sectores populares franceses es uno de los acontecimientos políticos fundamentales de la humanidad. Y sus repercusiones llegaron hasta este alejado rincón del imperio español. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad eran ideas subversivas en aquella época. Y fueron ideas que terminaron destruyendo los palacios de los reyes y sembrando de sueños a los pueblos oprimidos.

Y asimismo la revolución que realizaron las trece colonias británicas en contra de su metrópoli, influyó poderosamente. Las figuras e ideas progresistas de Jorge Washington, de Benjamín Franklin, de John Adams, la creación del Ejercito Continental, la aprobación de la Constitución, la Fiesta del Te allá en Boston, eran hechos conocidos y admirados por los sectores populares.

La revolución francesa y estadounidense abrió una nueva época que modificó la correlación de fuerzas en el continente europeo. Sacudió las monarquías y originó una situación muy peculiar. A principios del siglo XIX; en 1808 Napoleón Bonaparte invade España y obliga al rey Carlos IV y a su hijo Fernando a renunciar, los encarcela e impone como rey a su hermano José Bonaparte. La cabeza del imperio español derrotada y humillada por los franceses.

Pero como respuesta a la invasión francesa, los sectores populares españoles reaccionan organizando la resistencia. Y se extiende por toda España la llama de la rebeldía frente al invasor. Y se forma la Junta Patriótica de Sevilla. Y los españoles luchan por recuperar su independencia. Y en 1812 como resultado de todo este esfuerzo patriótico se convoca a las Cortes de Cádiz, una gran asamblea nacional con representantes de todo el reino e incluso de las colonias. Y en esta asamblea se aprueba una constitución progresista para aquella época. Y todas estas noticias llegaban de Europa y eran leídas con interés. Llenaban los corazones de entusiasmo.

Y como fondo de estos acontecimientos se encontraban las ideas de los enciclopedistas franceses, de Voltaire, de Diderot, que construyeron una teoría para dinamitar el mundo feudal y abrirle el paso a un mundo en el que la burguesía -que era revolucionaria en esa época-ejerciera su dominio. El mismo papel jugaría posteriormente el marxismo como la teoría para derribar el mundo del capitalismo. En síntesis, las ideas liberales en esa época alimentaron los sueños para transformar el mundo. Y sus ecos llegaron hasta estas tierras cuscatlecas.

Las ideas del liberalismo orientaron la lucha por la independencia

¿Cómo era la sociedad colonial en El Salvador? Era una sociedad que giraba alrededor de la Corona Española, alrededor de la voluntad del Rey, con una economía basada en la producción y exportación del añil. Fueron trescientos años de dominación colonial. De 1524 a 1821. Era una sociedad que vivía bajo la sombra del miedo, de la represión. Con un pensamiento monárquico, feudal, aristocratizante. Con una religión que proclamaba a un Cristo imperial. Y profundamente clasista.

Había cinco sectores claramente delimitados. La clase dominante estaba integrada por los españoles peninsulares, que eran los altos funcionarios administrativos y militares. Nacidos en España. Enviados por España. Luego se encontraba a los españoles criollos. Eran hacendados y comerciantes. Eran españoles nacidos en América. Y por eso sufrían discriminación. Luego estaban los mestizos. Eran artesanos y campesinos. Le seguían los mulatos y negros. Eran trabajadores de los obrajes añileros. Y por ultimo se encontraban los indígenas, que vivían de la tierra en sus propias comunidades.

Los criollos junto con los mestizos, mulatos y negros y algunos indígenas fueron la fuerza social que impulsó el proceso de independencia y asumieron las ideas del liberalismo. Se enfrentaron a los españoles peninsulares. Se organizaron y aprovecharon las aperturas que daba la Corona para ir ganando espacios en las alcaldías. Y lograron atraerse a un significativo sector del clero, rompiendo así el control ideológico colonial. Supieron combinar la lucha electoral con la lucha insurreccional, así como impulsar el trabajo internacional y diplomático.

Y surgieron de sus filas figuras como los Hermanos Aguilar, consecuentes luchadores independentistas y antiimperialistas, que sufrieron prisión, destierros, persecución. Personalidades como José Matías Delgado y Manuel José Arce, como Pedro Pablo Castillo y José Santiago Celis. Cada una de estas personalidades contribuyó a la construcción de un pensamiento liberador y de una práctica política independentista.

No obstante esto, en términos de su contribución a la construcción de una identidad nacional existen dos visiones extremas. Hay un sector de historiadores de la derecha que plantea que fueron ellos los padres de la patria. Asimismo hay un sector de historiadores de la izquierda, que sostiene que nuestros próceres únicamente estuvieron animados por la defensa de sus intereses económicos. Considero que debemos de superar este maniqueísmo simplista y valorar en su justo merito el papel que desempeñaron.

Y el debate sobre esta primera generación de luchadores liberales también se extiende para sus continuadores. Divido en cuatro grandes generaciones la causa liberal salvadoreña. La primera es la de los luchadores por la independencia, luego la gesta de Francisco Morazán, le sigue la de Gerardo Barrios para concluir con Francisco Menéndez.

José Matías Delgado y Pedro Pablo Castillo; líderes independentistas

La primera generación liberal, que tuvo como sus más altos exponentes a José Matías Delgado y Pedro Pablo Castillo fue la generación que por diez años, de 1811 a 1821 impulsó la lucha por la independencia. El hecho más destacado fue la insurrección popular del 5 de noviembre de 1811. Luego asumen la conducción del estado y se enfrentan en 1822 a la invasión del Imperio de Iturbide. Organizan la resistencia y derrotan a los invasores. Lograron romper con la dominación colonial. Y fueron antiimperialistas, enfrentaron a dos imperios.

Francisco Morazán y la lucha contra la oligarquía conservadora.

El segundo capítulo de la historia de la causa liberal lo simboliza la gesta heroica del general Francisco Morazán, que de 1827 a 1842 encarnó el proyecto unionista liberal en pugna con el proyecto oligárquico conservador. Durante una década este jefe liberal encabezó diversas campañas de naturaleza político-militar contra la reacción conservadora, con sede en la ciudad de Guatemala y personificada en Rafael Carrera. Incluso expulsó al nefasto Arzobispo Ramón Casaus y Torres, enemigo jurado de los independentistas y de los unionistas.

Morazán impulsó desde la presidencia de la Republica Federal de las Provincias Unidas de Centro América, la construcción de escuelas y carreteras, promovió el libre comercio y la llegada de inmigrantes y capital extranjero; permitió el matrimonio civil y el divorcio, fue separada la Iglesia del estado y proclamó la libertad de religión y de expresión. Y los bienes eclesiásticos fueron confiscados y se abolieron las órdenes religiosas. Y se prohibió e control de la iglesia sobre la educación. Morazán simbolizó una visión política liberal claramente antioligarquica y anticlerical. Murió fusilado por la oligarquía.

Gerardo Barrios y la lucha contra los filibusteros

El tercer capitulo de la historia del liberalismo lo encarna la gesta patriótica de Gerardo Barrios, continuador de Delgado y de Morazán. En 1828, a los 15 años, ingresa al ejército de Francisco Morazán y participa en al Batalla de Gualcho. En 1846 asume la presidencia y ese mismo año conduce las tropas salvadoreñas que se enfrentaron victoriosamente al filibustero William Walker en Nicaragua.

Durante su gobierno impulso la creación de escuelas normales para los maestros de primaria así como la introducción del café. Fue un férreo enemigo del poder de la iglesia. Fue fusilado por los sectores oligárquicos que encabezaba el presidente Dueñas, el 29 de agosto de 1865. Es un símbolo del espíritu internacionalista, antiimperialista, unionista y antioligárquico del pueblo salvadoreño. Igual que Morazán, Barrios murió fusilado por la oligarquía.

Francisco Menéndez, el último caudillo liberal

El presidente Francisco Menéndez fue el último caudillo liberal que se enfrentó a la oligarquía. Su gobierno duro cinco años, de 1885 a 1890. Pero en esos cinco años se logró desplazar a los sectores conservadores del gobierno, en particular al presidente Zaldívar, que pasó a la historia como el presidente que despojó a las comunidades indígenas de sus tierras ancestrales. En 1860 inicio su carrera militar bajo las órdenes del Capitán General Gerardo Barrios. Menéndez dejo para la posteridad la Constitución de 1886, modelo de estatuto nacional avanzado para su época.

La revolución agrarista de Anastasio Aquino

Hay un hecho histórico que sucede doce años después de declarada la independencia. En 1833 se levanta el caudillo indígena Anastasio Aquino y se enfrenta precisamente a los liberales que controlaban el gobierno, se enfrenta a Mariano Prado. Aquino representa una visión ideológica agrarista, indigenista, de lucha por la tierra, y lo relevante es que construye un ejército y se enfrenta a “los blancos independentistas,” a la nueva clase dominante. Aquino murió ahorcado por la oligarquía.

En la visión liberal los indígenas deberían de ser “civilizados”, integrados a la nueva sociedad republicana en su carácter de ciudadanos, deberían de ser asimilados, conducidos hacia el progreso, lo que chocaba con la cosmovisión indígena en la que ellos se veían como comunidad. Y esto llevo a la resistencia y a esta gloriosa rebelión que tuvo como sede las tierras de los nonualcos, en el centro del país.

Y es que como principio de la humanidad, de todas las épocas y naciones, donde existe la opresión surge la resistencia. Y en nuestro caso, por siglos nuestro pueblo ha luchado por mejores condiciones de vida y en contra de la opresión de los imperios, incluso antes de la invasión española de 1524.

La resistencia victoriosa de Jayaque, Talnique y Tamanique.

Hay pasajes de nuestra historia que han sido cubiertos por las brumas del pasado. No hay crónicas ni registros. Pero podemos inferir que estas poblaciones que conservaron sus nombres lencas en medio de amplios y abarcadores territorios de lengua nahuat, fue porque no pudieron sr conquistados. Porque por razones de población o de geografía lograron efectuar una resistencia victoriosa ante la invasión azteca. Y conservaron sus nombres como símbolos de esa resistencia, no fueron asimilados.

Para concluir deseo expresar que existe una profunda continuidad histórica entre las luchas que realizaron estas cuatro generaciones de combatientes liberales del siglo XIX con las luchas de los trabajadores del siglo XX; con las luchas de nuevas generaciones que ya bajo la bandera del marxismo se levantaron en armas en 1932; y desafiaron la dictadura martinista en abril y mayo de 1944, desplegaron la Guerra Popular Revolucionaria de 1980 a 1992, y hoy ya en el siglo XXI han derrotado a la derecha y continúan la lucha por la democracia y el socialismo. Somos parte de una larga tradición de lucha, la lucha no comenzó ayer, comenzó hace mucho tiempo atrás, lucha por la que podemos como universitarios sentirnos orgullosos de ser los herederos y herederas, para poder continuarlas. Gracias.

*Ponencia realizado por el Lic. Roberto Pineda, junto con Lic. Guillermo Campos, en el marco de Cátedra sobre Filosofía Política, realizada en la Universidad de El Salvador el 24 de febrero de 2011.

Realizan charla en UES sobre lucha ideológica en El Salvador del siglo XIX

SAN SALVADOR, 24 de febrero de 2011 (SIEP) “Durante el siglo XIX en El Salvador, las ideas liberales fueron las ideas avanzadas de los sectores populares que se enfrentaban a un sistema ideológico colonial caracterizado por el oscurantismo y el atraso…” expresó esta tarde el Lic. Roberto Pineda, en el marco de la Cátedra sobre Filosofía Política que realiza la Unidad de Posgrados de la Universidad de El Salvador.

Agregó que la sociedad colonial “era una sociedad que giraba alrededor de la Corona Española, alrededor de la voluntad del Rey, con una economía basada en la producción y exportación del añil. Fueron trescientos años de dominación colonial. De 1524 a 1821. Era una sociedad que vivía bajo la sombra del miedo, de la represión.”

Subrayó que “los criollos junto con los mestizos, mulatos y negros y algunos indígenas fueron la fuerza social que impulsó el proceso de independencia y asumieron las ideas del liberalismo. Se enfrentaron a los españoles peninsulares. Se organizaron y aprovecharon las aperturas que daba la Corona para ir ganando espacios en las alcaldías.”

“La primera generación liberal, que tuvo como sus más altos exponentes a José Matías Delgado y Pedro Pablo Castillo fue la generación que por diez años, de 1811 a 1821 impulsó la lucha por la independencia. El hecho más destacado fue la insurrección popular del 5 de noviembre de 1811. Luego asumen la conducción del estado y se enfrentan en 1822 a la invasión del Imperio de Iturbide. Organizan la resistencia y derrotan a los invasores.”

Concluyó que “existe una profunda continuidad histórica entre las luchas que realizaron estas cuatro generaciones de combatientes liberales del siglo XIX con las luchas de los trabajadores del siglo XX; con las luchas de nuevas generaciones que ya bajo la bandera del marxismo se levantaron en armas en 1932; y desafiaron la dictadura martinista en abril y mayo de 1944, desplegaron la Guerra Popular Revolucionaria de 1980 a 1992, y hoy ya en el siglo XXI han derrotado a la derecha y continúan la lucha por la democracia y el socialismo.”