Las FPL y la confrontación de líneas políticas en la coyuntura electoral de mayo de 1976. Roberto Pineda

En 1976 las fuerzas políticas aglutinadas en la Unión Nacional Opositora, UNO, integrada por el Partido Demócrata Cristiano, PDC, el socialdemócrata Movimiento Nacional Revolucionario, MNR, y la comunista Unión Democrática Nacionalista, UDN; debido a múltiples actos del régimen militar para ilegalizarles candidaturas,  decidieron retirarse y no participar en las elecciones municipales y legislativas de marzo de ese año.

Frente a este hecho, y en el marco de una intensa lucha ideológica, reacciona el boletín mensual de las Fuerzas Populares de Liberación, FPL, El Rebelde No. 43, de mayo de ese mismo año. Comenta El Rebelde que “dadas las condiciones concretas existentes, NO FUE POSIBLE a los sectores –burgueses y pequeño burgueses de oposición LLEVAR SU PARTICIPACION ELECTORAL HASTA EL FINAL.”

Agrega que “su línea electorera, sus llamamientos al pueblo a votar, no pudieron llevarlos hasta su culminación. De tal manera, su lema de:”Tu voto es decisivo”, promovido durante te meses, tuvo que ser cambiado apresuradamente por el de “No votes”. El lema de “las elecciones son el único camino del pueblo para propiciar los cambios que el país necesita” (proclamado en discursos y publicaciones) tuvo que ser cambiado al retirarse en vísperas de las mismas, para proclamar que, según ellos, lo que corresponde es “el rescate de la constitucionalidad”.

En segundo lugar,  consideran con respecto a  la UNO que “tanto su línea electorera de participación, como la de abstención pasiva final, tenían la misma raíz y por consiguiente estuvieron empapada de legalismo, oportunismo y reformismo burgués, por lo que no ayudaron ni podían ayudar a levantar el ánimo combativo de los sectores del pueblo y, llegado “el momento culminante” sembraron gran confusión, desmoralización y defraudación  sobre aquellos sectores que habían sido ilusionados con el espejismo de que los problemas se pueden resolver por la vía electoral.”

Estima El Rebelde que “es útil señalar  que uno de los evidentes resultados de esa línea electorera y oportunista, al repetirse sistemáticamente, es que han ido hundiendo a ese sector en una cada vez más profunda incapacidad orgánica operativa (si es que alguna vez la tuvo) y de disposición objetiva y práctica para intentar siquiera darle respuestas adecuadas frente a los fraudes e imposiciones. Así, frente a los deseos de algunos sectores obreros en 1972de declarar la huelga general después de las elecciones presidenciales, la posición de las dirigencias electoreras fue de una abierta y vergonzosa disuasión con el lema de: “usaremos la inteligencia en vez de la violencia de las masas.”

Como tercer elemento de análisis señala que “Los mis recalcitrantes electoreros, aquellos que estaban dispuestos a seguir ese camino incluso en las peores condiciones de engaño al pueblo por parte del régimen y que estaban dispuestos a seguir a éste en su farsa aunque sólo fuera por conseguir una alcaldía, un diputado o un alguacil, resultaron ser los estrategas de la corriente oportunista tradicional ( que se conocen como revisionistas de derecha) –el partido comunista salvadoreño- que hasta última hora mostraron su inconformidad con el retiro.”

Otro elemento argumentan,  fue que “en esta ocasión se puso una vez más de manifiesto, con toda fuerza, quién es el que manda dentro de la alianza electorera: el pilotaje y la hegemonía de los sectores burgueses que dirigen al demócrata cristiano y que imponen su hegemonía de clase burguesa sobre cualquier otro sector de dicha alianza y que le imprimen en lo estratégico el sello de sus intereses clasistas burgueses a toda ella en su conjunto. Y no importa que los oportunistas proclamen falsamente que representan los intereses de la clase obrera.”

Se pregunta El Rebelde: “¿cómo fue enjuiciada esta dura realidad por los tradicionales oportunistas?  Y responde: “ciegos por un dogmatismo recalcitrante, dirigen el malestar que les producen sus desaciertos no hacia sus propios errores, sino contra el cliché que cómodamente se han formado: contra lo que ellos llaman el “ultraizquierdismo”, aplicando esa denominación a toda una gama de corrientes de diversa naturaleza que en el desarrollo del proceso revolucionario han ido surgiendo en el país.”

Añade que “de poco sirve que se enfilen las baterías dogmáticas y recalcitrantes desde las páginas del periódico que expresa el pensamiento oportunista,  electorero y reformista burgués: “Voz Popular” contra los sectores más avanzados del pueblo.”

Continua diciendo que “negar el desarrollo de la Guerra Prolongada del pueblo conduce a sus redactores a una ceguera y obcecación en la defensa de sus lineamientos erróneos, que les ha vuelto incapaces para enjuiciar los nuevos elementos objetivos que están presentes en la vida nacional y centroamericana.”

“Así, en los artículos publicados recientemente, intitulados: “Apuntes para el balance de la jornada electoral”, tratan de presentar la bancarrota de su desprestigiada línea electoral como un triunfo político.”

Indica El Rebelde refiriéndose a la UNO que “poniendo “al mal tiempo buena cara”, adoptan un aire triunfalista y arrogante, señalando como muy positivas consecuencias del retiro de las elecciones: 1) El abandono por parte de las direcciones de los 3 partidos de su indiferencia y su mayor incorporación a las tareas de movilización ( ¿cuáles?). Dicen que el retiro electoral provocó un “brusco incremento del apoyo popular”  a la Uno (con lo que indirectamente están reconociendo la frialdad popular a la línea de participación  electorera).

“Qué es lo que la vida ha demostrado?” se pregunta el analista de El Rebelde y responde ( en mayúsculas en el original): “Que la única línea que se apegó a la realidad,  la única orientación política que muestra ser consecuente para la lucha del pueblo frente a sus enemigos, es la línea basada en la estrategia político-militar de la Guerra Prolongada del pueblo:”

 Añade que “sólo ella ha mostrado que es capaz de extraer de la realidad nacional actual un análisis integral y de concreciones tácticas, equilibrado y práctico para incorporar al pueblo a escalones ascendentes de lucha. En este sentido ¿cuál fue la línea política promovida por las F P L en la reciente coyuntura electoral?¿Fue esta línea confirmada por la vida?·

“La línea político-militar de las F P L planteada en la reciente coyuntura electoral de acuerdo con su estrategia revolucionaria político-militar facilitó la incorporación de crecientes sectores populares a la acción combativa en sus diversas formas contra la tiranía militar fascistoide y sus amos: el imperialismo yanqui y la burguesía criolla.”

He aquí algunos elementos básicos de la línea de las FPL en ese momento:

“Adoptar una actitud combativa en la coyuntura electoral significa NO SOLO REPUDIAR LA PARTICIPACION EN LAS URNAS ELECTORALES, NO SOLO NEGARSE A VOTAR, sino que combatir ese camino, desacreditar ese recurso de los explotadores, cada uno en el nivel y con los medios organizados que tenga a su alcance: la propaganda secreta y abierta, verbal y escrita, la lucha reivindicativa combativa de las masas, y la lucha armada por parte de las unidades armadas revolucionarias del pueblo. No se trata de que todos adopten la misma modalidad y los mismos recursos, sino que el conjunto de los distintos planos y modalidades de acción contra la alternativa reaccionaria burguesa configuran la respuesta de los sectores avanzados del pueblo a la maniobra electoral de la reacción interna y el imperialismo y a todos los que les hacen el juego sumándose al electorerismo burgués y pequeño burgués…” (EL REBELDE, No. 37-Nov. 1975).

Y continua citando a El Rebelde No. 37, de noviembre de 1975: “La táctica revolucionaria del pueblo en la coyuntura electoral, en este período en que la Guerra Revolucionaria se desarrolla, tiene que abarcar toda la gama de modalidades de actividad y lucha del pueblo que pueda ayudarle eficazmente a desarrollar el proceso revolucionario y combinarle estrechamente.”

“Por un lado las acciones de la guerrilla revolucionaria, se esforzaran por mostrar  las masas el camino del combate armado contra los enemigos del pueblo…Los órganos armados revolucionarios en el seno de las masas han de esforzarse por sabotear los intentos de las clases dominantes por engañar a las clases obrera y campesina….Las masas populares deben esforzase por elevar su combatividad y la intensidad de sus luchas reivindicativas económicas y sociales, la lucha contra la represión política, los crímenes y atropellos antidemocráticos del régimen, contra el escalamiento de las medidas de tipo fascista y por el desenmascaramiento y denuncia de la farsa electoral. Y cada ciudadano consciente en la medida de sus capacidades y posibilidades, podrá hacer labor  activa de desenmascaramiento del engaño electoral, del fraude, de la imposición, la mentira y de la servil actitud del electorerismo “opositor.” ( hasta aquí la cita).

Concluye el análisis de El Rebelde asegurando que “las FPL continuarán modesta pero persistentemente en su deber de orientar al proletariado y demás sectores populares hacia su  incorporación a las tareas político-militares de la Guerra  Prolongada del Pueblo!

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