Se forjó en los negocios en los duros años 80´s, en una economía en guerra y de fronteras cerradas. Consolidó SIMAN como una cadena líder en El Salvador y dirigió la regionalización de la empresa familiar hasta Guatemala, Nicaragua y Costa Rica.
Con más de 50 años de su vida en la centenaria empresa familiar y dos décadas al frente del negocio, Ricardo Félix Simán Dabdoub se despide de la operación diaria de la empresa fundada por su abuelo en 1921, y pasa a presidir la junta directiva de Grupo ALSICORP.
“Yo soy alguien que ha sido súper activo y operativo. (El nuevo rol) es un cambio no solo para la empresa, sino para mí también”, confiesa Simán. No obstante, concede, “siempre hay que rejuvenecer la dirección de la empresa y estoy muy satisfecho de las personas que han tomado estas responsabilidades”, expresó.
Por primera vez en más de 100 años de existencia, la dirección de la mayor cadena de tiendas por departamentos de Centroamérica será llevada por alguien externo a la familia Simán.
El relevo de uno de los grandes líderes del retail en Centroamérica comenzó a prepararse desde hace unos tres años. El empresario salvadoreño explicó que la empresa tiene acuerdos internos que facilitan la transición. Desde hace unos tres años empezaron a formar un equipo con profesionales y miembros de Junta Directiva externos a la familia Simán, y evaluaron a la gente más destacada para ocupar los puestos.
Fue entonces que seleccionaron a dos nuevos presidentes ejecutivos: Juan Pablo Gálvez, a cargo de dirigir la cadena de almacenes y a Pablo Portillo, para llevar el timón en el negocio de franquicias. “Vemos que lo están haciendo muy bien, ahora estamos adaptándonos a otra forma de trabajar y de supervisar, y a ver las cosas a veces con más calma”, expresó Simán sobre sus sucesores.
Ricardo Simán espera que en el futuro próximo algunos miembros de la familia se puedan integrar a los puestos de dirección de la compañía, pero solo será posible si cumplen con todas las habilidades necesarias para ello.
“Vamos a ver qué oportunidades salen”, responde en son de broma, al hablar del futuro que le depara su salida como presidente y CEO de Almacenes SIMAN a sus 70 años y, aunque comparte que le gustaría seguir dedicándose más a su gran pasión, la fotografía, advierte que todavía no se separará completamente de las operaciones de la empresa, pues ha pasado a presidir la junta directiva de Grupo ALSICORP. “Aquí voy a estar y si se portan mal, vamos a dar un par de coscorrones”, dijo con una sonrisa.
EL TRANSFORMADOR DEL NEGOCIO
Ricardo Simán se unió a la empresa familiar desde los 18 años. Inició en el departamento de mayoreo de productos textiles, el cual terminó cerrando “por la competencia desleal y otros factores”. Luego, a inicios de la década de 1980, se incorporó en el negocio del retail. Eran tiempos turbulentos en El Salvador que el empresario recuerda como una “época muy dura” por el comienzo del conflicto armado y por que además estaban prohibidas las importaciones.
Aunque afirma que no le gusta ver al pasado y que “se le han borrado bastante de los recuerdos”, al rememorar esos comienzos de su trayectoria reconoció que tuvieron que echar mano de mucho ingenio para fabricar localmente lo que podían ofrecer al público y desarrollaron una gran cantidad de proveedores locales, muchos de ellos todavía siguen activos y trabajando con la cadena.
Describió que en aquellos años, Almacenes SIMAN funcionaba como “una empresa de familia, con todos sus pro y con algunos obstáculos para caminar”. Se encaminaron hacia una evolución profesional cuando le nombraron CEO y Presidente de la Junta Directiva. Eran tiempos de cambio y con grandes proyectos por venir.
Entonces, detalló, lo primero por lo que se preocupó fue del adecuado manejo y selección del personal. “Si el recurso humano no está bien atendido, seleccionado y bien compensado, las empresas no van a ninguna parte”. Así, entre sus primeros proyectos destacó el cambio en la forma de seleccionar al personal, con exámenes y evaluaciones mucho más profesionales. Trajeron consultores en diferentes áreas y modernizaron los sistemas de contabilidad y de inventarios.
Para principios de la década de 1990, la marca SIMAN ya tenía tres sucursales bien posicionadas en El Salvador, pero se trazaba la ruta para dar el paso fuera de las fronteras de su país. Así nació en 1993 la tienda del Centro Comercial Los Próceres, ubicada en la Zona 10 de la Ciudad de Guatemala. Después, en 2002 llegaron a Managua, Nicaragua, y en 2009 abrieron su primera tienda en Costa Rica, en Multiplaza Escazú.
EL ESTRATEGA
Simán no solo regionalizó la marca familiar, también logró un importante hito al expandir el negocio por medio de una alianza con el grupo español Inditex, una negociación que fue “un proceso largo”, pero que le dio la llave para operar las codiciadas y exitosas franquicias de moda Zara, Bershka, Stradivarius y Massimo Dutti.
A finales de 2022, Almacenes SIMAN contaba con unos 7.800 empleados directos, la mayoría mujeres (58 %) y con cerca de los 200.000 metros cuadrados de área de venta, el buque insignia de un conglomerado que ahora se conoce como Grupo ALSICORP.
El grupo tiene una huella importante en el sector del retail de Centroamérica y bajo la dirección de Ricardo Simán se compone actualmente de 19 tiendas SIMAN, 17 de Prisma moda, 10 de MAC Cosméticos, Bershka, Pull &Bear y Stradivarius, nueve de Zara, cuatro de Xclaim, Zara Home, Oysho y tres de Massimo Dutti.
El empresario mencionó que la participación de las tiendas de Inditex en el negocio “es un porcentaje importante y va creciendo”, pero ahora la estrategia para este brazo del Grupo ya no es abrir tantas nuevas localidades, sino que las están ampliando y ajustando a las nuevas demandas y generaciones con un estilo vanguardista.
UN CAMINO, GRANDES HISTORIAS
Consultado sobre sus grandes momentos a nivel empresarial, Ricardo Simán destacó que en los últimos años se dieron cambios drásticos en la operatividad de la empresa. Haber conseguido las primeras franquicias con Inditex y el inicio de operaciones de su sitio en Internet fueron hitos importantes, concedió.
Otros momentos que lo desafiaron al frente de la empresa fueron la guerra civil salvadoreña, varios terremotos y, más recientemente, la histórica paralización de las actividades por la pandemia del COVID-19, en 2020. “Nos costó unas pérdidas enormes”, confesó, aunque reconoció que pudieron tomarse acciones para maniobrar en el histórico cierre de actividades.
Durante los primeros meses de la pandemia, pese a que se les permitió comenzar a vender por Internet, el empresario reconoció que no pudieron dar el servicio que habrían esperado brindar a los clientes que se decantaron por el ecommerce durante las primeras semanas de la emergencia. “Tengo que aceptarlo, fallamos en varias oportunidades. Primero por la limitación de personal que teníamos y por la logística. No habíamos tenido esa demanda anteriormente y eso fue un aprendizaje. Pero ese proceso nos hizo saltar a otra forma de trabajar y ahora las ventas por Internet y canales digitales son importantes, pueden andar por un 10 % y creciendo”, acotó el presidente.
Pese a que las nuevas generaciones de consumidores están más familiarizadas con las redes sociales y las compras en línea están en auge, Ricardo Simán cree que la necesidad de interacción del ser humano no va a cambiar y avizora oportunidades para el sector del retail tradicional en la región centroamericana. La experiencia de “llegar a un centro comercial, a una tienda, ver, probarse la ropa, interactuar… creo que eso difícilmente va a desaparecer y, además, a veces va acompañado de alguna diversión. Espero que esa vivencia no desaparezca, no por mi negocio, sino por el ser humano”, consideró.
Las inversiones para el Grupo empresarial no se detienen y dijo que “siempre están buscando nuevas oportunidades”. Ahora se enfocarán en impulsar la nueva la tarjeta Credisiman Visa, ampliar los locales de las franquicias de Inditex, digitalizar el sistema de control de inventarios y el del servicio al cliente, aunque los próximos planes y estrategias corresponderán a los nuevos CEO quienes serán los encargados de diseñar y ejecutar dichos movimientos, los que no le serán del todo ajenos ya que Simán los atenderá desde la presidencia de la Junta Directiva del Grupo ALSICORP.
VISIÓN DE PAÍS, LÍDER GREMIAL
En esta retrospectiva de su trayectoria, a nivel personal, Simán consideró que, por el espíritu que le inculcaron sus padres y tíos, siempre ha buscado dónde servir. Por ello, atesora como uno de sus mayores legados su trabajo al frente de gremiales del sector privado salvadoreño como la Asociación Nacional de la Empresa Privada (1997-2001) y de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, entidad que dirigió entre 1989 y 1990 y en un segundo período entre 1995 y 1996.
“Eso no produce ingresos, más que todo (atrae) riesgos y problemas, pero a mí siempre me ha gustado estar al servicio de la sociedad y de los empresarios. Tuvimos la oportunidad de trabajar muy duro con los gobiernos de aquella época, durante los terremotos de 1986, el Huracán Mitch, el terremoto de 2001… fueron tragedias terribles y (haber podido colaborar) son satisfacciones que uno tiene, ver, que ha podido contribuir en algo a la sociedad que tanto lo necesita. Creo y sostengo que el deber social número uno de un empresario es reinvertir y crear nuevas fuentes de trabajo”, concluyó.