Repensar a los comunistas en América Latina

Repensar a los comunistas en América Latina
Dra. Elvira Concheiro Bórquez
Introducción:

América Latina es una región que ha sufrido enormes cambios que han afectado de manera dramática las condiciones de vida de la mayoría de su población. Las políticas neoliberales seguidas durante los últimos decenios han profundizado la desigualdad y provocado un mayor atraso económico y social, de forma que hoy se está más alejado del desarrollo, de la equidad y de la inclusión política y social que en los años setenta del siglo pasado. Es éste el resultado de una profunda y persistente expoliación por parte de los países centrales del capitalismo globalizado y de las nuevas formas de explotación del trabajo que éste ha impuesto en el mundo entero.

Durante la última década, en respuesta a esta lacerante situación, se han producido importantes movimientos sociales que de diversas formas y a través de muy diversos medios, han cuestionado el rumbo seguido. Es por eso, también, que podemos decir que este es un momento en el que las izquierdas latinoamericanas, muchas de las cuales han triunfado y son hoy gobierno o han estado muy cerca de serlo, enfrentan grandes posibilidades, pero también enormes retos que merecen ser analizados.

No es el propósito de este trabajo adentrarnos en tan vasto e importante asunto. Tan sólo queremos señalar que las expectativas de retorno de las izquierdas que han provocado las multitudinarias movilizaciones realizadas en prácticamente todos los países de América Latina y el Caribe, y, sobre todo, los procesos de cambio iniciados, en particular, en Venezuela, Bolivia y Ecuador, reclaman el análisis de la crisis por la que las izquierdas han atravesado las últimas décadas así como la recuperación de lo mejor de su herencia, con el propósito de poder responder al urgente desafío de construir un proyecto de transformaciones de gran alcance.

Pese a esta apremiante necesidad de contar con perspectivas generales que den sentido a las múltiples luchas que brotan incesantemente ante el deterioro creciente de las grandes mayorías, lo cierto es que, en términos generales, los esfuerzos aún se pierde en múltiples e inconexas reivindicaciones y, con frecuencia, sus análisis y denuncias de la injusticia y la desigualdad que prevalece en el mundo se extravían en el laberinto de la pobreza y la falta de oportunidades. Se reivindica un mundo sin injusticia, sin miseria, sin desigualdades, sin exclusión, sin autoritarismo ni violencia, pero ¿cómo lograrlo?
Las miras, hasta ahora, se detienen en la exigencia de una distribución más equitativa y de creación o ampliación de espacios de participación. Aunque en el espacio latinoamericano lo mencionado resulta no ser de poca importancia, lo cierto es que las raíces que provocan tal desigualdad y regatean continuamente la democracia, permanecen incólumes.

En las limitaciones mencionadas se expresan tanto la desarticulación de las fuerzas de izquierda como las derrotas sufridas por los trabajadores a nivel mundial o, dicho en otras palabras, la pérdida de centralidad del conflicto entre el capital y el trabajo. Lo cual ha provocado que aparezca en la escena política y social “una conflictividad puntual y episódica, fuerte e impetuosa pero al mismo tiempo incapaz de unificar un movimiento social según el objetivo de una reforma del sistema.”

No obstante, en los últimos años el múltiple y disperso proceso de resistencia ha dado lugar a una terca búsqueda en la que han empezado a reconstruirse las izquierdas y a surgir algunos movimientos que, a falta de una pertinente denominación positiva, simplemente se reconocen como “anticapitalistas”. También se han producido un sinnúmero de movimientos y organizaciones que aunque no se designen de alguna forma específica, sus acciones empiezan a estar orientadas al cuestionamiento del régimen socioeconómico de nuestros días o, al menos, de aspectos importantes de este.

De forma simultánea, en Venezuela, Bolivia y, más recientemente, en Ecuador, han accedido al gobierno fuerzas que pugnan por un cambio de rumbo en forma más nítida y radical, abriendo paso a complejos procesos que están en curso y reclaman una nueva reformulación del proyecto anticapitalista. El reto que ha lanzado la revolución bolivariana de pensar el socialismo del siglo XXI; así como la exigencia de desplegar el proceso de descolonización que ha emanado de nuestros pueblos originarios y, en particular, tanto de la selva lacandona como de la cordillera de los Andes, nos obliga a repensar qué puede significar hoy el “anticapitalismo”, o más aún, nos impele a repensar el proyecto de sociedad que debiera superar a la actual.

Estos retos, sin embargo, se han topado con una profunda dificultad, perplejidad, confusión, ausencia de debate, desconcierto, que no permiten aún levantar realmente la mirada y ensanchar el cauce de la elaboración de alternativas emancipadoras. Y es que en esta resistencia, que también es incapacidad, hay historias con las que no se han ajustado cuentas, fenómenos que no han sido analizados y comprendidos, particularmente en relación con el comunismo del siglo XX, el más audaz intento de superar el capitalismo, pero también por ello, el más frustrante y malogrado.

Es, por tanto, nuestra convicción que analizar críticamente la experiencia comunista del siglo XX, su historia de victorias y fracasos, así como su final derrota, como parte medular de la crisis por la que han atravesado las izquierdas del mundo entero, se convierte día a día en una urgencia de la lucha emancipadora de nuestros pueblos.

Si en el terreno de la lucha política ha estado prácticamente ausente el análisis de esta y otras experiencias pasadas, en forma paradójica, en las últimas décadas en particular el fenómeno del comunismo del siglo XX ha suscitado gran interés en espacios académicos (sobre todo norteamericanos), que llevó a la realización de un gran número de estudios. Aunque hacia mediados de la década de los años noventa la mayor parte de esos estudios sobre el comunismo tuvieron un claro propósito político e ideológico, encaminado a presentarlo en forma simplificada como un fenómeno reducible y claramente identificable con las peores atrocidades cometidas en el siglo más violento y destructor de la historia humana, lo cierto es que el interés se ha mantenido, animado sobre todo por la enorme cantidad de documentación que salió a la luz tras la caída de los regímenes del este europeo.

En lo que se ha convertido en una amplia revisión de aspectos medulares de la historia del siglo XX, el esquema interpretativo dominante, cuyos términos no difieren sustancialmente de los utilizados durante la llamada Guerra Fría, ha marcado la pauta de gran parte de las publicaciones realizadas sobre el comunismo, de forma que se han generalizado una serie de estereotipos con los que siempre se denigró a los comunistas, en los que se presentan como hechos comprobados todo aquello que durante décadas no fue más que propaganda ideológica.
Ahora se exhiben documentos secretos con los que se recrea el carácter conspirativo y criminal de un complejo fenómeno que ha sido reducido, casi exclusivamente, a una obscura y totalitaria fuerza al servicio del estado soviético. De forma que estamos ante una situación en la que una rica experiencia histórica, acontecimientos extraordinariamente complejos y contradictorios, así como personajes con vivencias intensas, quedan reducidos a unas cuantas frases repetidas y a una trillada estigmatización.

Es pertinente considerar que hoy existen las condiciones para que el conflicto que subyace en toda sociedad contemporánea, y que en América Latina se ha hecho más visible en los procesos de la última década, pueda ser –tal como escribe Pietro Barcellona— “rediseñado sobre la cuestión fundamental de la actualidad del comunismo en términos absolutamente no reconducibles a las estructuras y a las instituciones de las experiencias de los países del Este (del socialismo estatista, economicista y burocrático –y autoritario, habría que agregar–) ni al paradigma economicista de la redistribución compensatoria de las políticas socialdemócratas”.

Pero para que esto sea posible, es ineludible el conocimiento y análisis de esas experiencias emancipadoras que produjo el siglo XX y que fracasaron.
Estudiar críticamente al comunismo desde y en América Latina

En primer lugar, es evidente que el fenómeno comunista plantea un conjunto de hechos e ideas extraordinariamente amplio y complejo, que no permite que se le reduzca –al menos sin distorsionarlo, como se ha hecho—en una sola de sus facetas. Por el contrario, se hace indispensable estudiarlo desde una mirada amplia y compleja que permita entender la intrincada interrelación del comunismo como una corriente de pensamiento de alcance universal, como un movimiento político revolucionario presente en todo el planeta a través de múltiples formas y acciones y como una expresión estatal que involucró por décadas a más de un tercio de la humanidad y fue componente esencial de la geopolítica mundial, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX.

En otras palabras, frente a la potente construcción ideológica dominante no sólo hace falta una rigurosa reconstrucción histórica de la experiencia comunista que hoy, como nunca antes, es posible gracias a la montaña inmensa de documentos resguardados en los archivos comunistas abiertos apenas en la última década del siglo pasado; sino también es necesario un serio replanteamiento metodológico que permita, entre otras cosas, el desmontaje de ese encadenamiento que comparten la derecha y la izquierda dogmática, que inicia con Marx, pasa por Lenin y llega a Stalin (y a Mao en el caso de China), en lo que se refiere a la emblemática personificación del comunismo; o el desmantelamiento de ese otro encadenamiento, tanto o más perverso, que identifica el comunismo con el bolchevismo, con el estalinismo, con el totalitarismo, en el que el terror y los asesinatos estalinistas son principio y fin que explica todo y hace desaparecer toda diferencia con el nazismo, arrimando hacia el olvido, entre otras muchas cosas, a los millones de muertos provenientes del bando comunista que dejó la Segunda Guerra Mundial.

Con un enfoque diverso podremos distinguir lo que de manera evidente es distinto, aunque mantenga vínculos y relaciones (por momentos acompasadas, por momentos tensas) que resultan en un enmarañado y complejo fenómeno de la mayor importancia. Distinguir, por ejemplo, lo que son numerosos actos de lucha justiciera por transformar las ominosas condiciones de vida y trabajo, de lo que es la lógica de Estado de una gran potencia, es decir, distinguir lo que fueron las luchas y revoluciones encabezadas por los comunistas de lo que representó el poder del Estado soviético.
Distinguir, también, lo que ha sido resultado de lo más avanzado del pensamiento social, como proyecto de transformación radical, de lo que fue su uso y encajonamiento ideológico con fines de dominio; es decir, diferenciar a Marx y los marxistas del llamado marxismo-leninismo; así como el pensamiento de Lenin del leninismo.

Con lo anterior, no pretendemos sugerir algún tipo de justificación, también frecuente en el campo de las izquierdas, o pretender relativizar o desdibujar lo que sin duda es también un componente sustancial del fenómeno comunista del siglo XX, es decir, su historia de crímenes y dictaduras. Por el contrario, de lo que se trata es de proponer simplemente el soporte de las condiciones mínimas para estar en posibilidades de analizar críticamente y comprender esa experiencia y su derrota, al margen de determinaciones ideológicas unilaterales que, particularmente en este tema, son tan frecuentes.

Es indispensable insistir en una visión que sea rigurosa en el análisis histórico, pues con demasiada frecuencia en los estudios que hemos mencionado se filtran imprecisiones o se desvanecen los datos, las fechas precisas que dan sentido a hechos, mismos que, como veremos, sacados de su contexto preciso adquieren un sentido muy diferente.

Ahora bien, lo dicho hasta aquí implica principalmente a los estudios que en el mundo, particularmente anglosajón pero también de los países que anteriormente conformaron el llamado “campo socialista”, se han realizado desde la caída de estos regímenes, pero ¿qué ha sucedido en América Latina? ¿Cómo se ha estudiado el comunismo latinoamericano? ¿Cómo se representan y caracteriza a los comunistas en los países de la región? ¿Cuáles son los rasgos que se destacan de su inserción en el movimiento mundial? En otras palabras: ¿tenemos en y desde esta parte del mundo otras miradas para entender esta expresión política que, a decir de muchos, marcó distintivamente la historia del siglo XX?

En nuestra América –como la nombró José Martí–, el comunismo ha sido pobremente estudiado en general y, especialmente, en los países en los que los comunistas tuvieron poca fuerza política. Más allá de ciertas historias oficiales de los partidos comunistas (algunas, por cierto, no tan malas) o varios libelos anticomunistas, hasta hace poco eran sumamente escasos los estudios serios sobre el tema (y son aún menos los que alcanzaron el nivel, la agudeza y lo bien escrito de los textos sobre el comunismo salvadoreño, y más precisamente sobre las memorias de Miguel Mármol, uno de sus fundadores, que nos dejó el poeta comunista Roque Dalton).
Con ello, no desmerezco en ningún sentido los serios trabajos que han realizado investigadores como Arturo Taracena o Ricardo Melgar, en lo referente al comunismo en Centro América; Carlos Mazzeo o Marcos del Roio, sobre el comunismo brasileño; Hernán Camarero, Horacio Tarkus o Daniel Campeone, del comunismo argentino; Barry Carr, Martínez Verdugo u Horacio Crespo acerca de los comunistas mexicanos, por señalar sólo algunos.

Ciertamente, junto a estos importantes esfuerzos, en las últimas décadas, no sólo por el acceso a mayor documentación sino –paradójicamente– por lo que aparece como ciclo conclusivo de su existencia, en América Latina, un poco más tarde que en otras partes, hemos visto aparecer, además de valiosas memorias de militantes y dirigentes comunistas, un número considerable de nuevos estudios sobre el comunismo que no reparan en la discusión conceptual señalada y que, en buena medida, reproducen elementos del esquema dominante.

Existe un primer implícito particularmente relevante en lo que se refiere al estudio del comunismo, dada la carga política e ideológica que siempre acarrea, pero que es muy cuestionable: los historiadores de hoy se presentan con la bandera de la “objetividad”. Ante lo cual, vale la pena señalar, con honestidad explícita, tal como atinadamente insiste Boaventura de Sousa, que nuestra objetividad, de cara a nuestras realidades, no puede ser neutralidad, porque –decimos nosotros– la injusticia, la miseria, el sufrimiento, la exclusión y violencia que viven y han vivido nuestras sociedades no nos puede ser indiferente. De forma que el compromiso con las luchas que por superar esa situación se han dado y se dan hoy en América Latina, nos debieran dotar de una mirada comprensiva y analítica que, sin dejar de ser crítica, tenga sentido de pertenencia.

Una pertenencia que no se ancla en el pasado, sino que se suma a la reinvención de la emancipación social a la que se refiere el sociólogo portugués. Esa es una de las primeras dificultades, y debiera ser, quizá, una de las primeras particularidades de las otras miradas que podemos tener quienes desde aquí estudiamos a los comunistas, lo mismo que a otras expresiones de las izquierdas.

El tema que abordamos reclama de los investigadores conocimiento y comprensión de lo que significa, por ejemplo, la militancia política, de lo que representan los símbolos y los ideales; de las construcciones teóricas que están detrás de las acciones; de los distintos significados que, en momentos diferentes, tienen los planteamientos políticos. Por lo mismo, la más rigurosa contextualización histórica, se hace aún más indispensable.

Y es eso lo que con harta frecuencia se elude, se omite o se manipula. Con los anteojos de un momento como el actual, en el que se enseñorea la desesperanza y la antipolítica, es sumamente difícil entender los lenguajes y las motivaciones con que se movían los comunistas. Si, además, no reflexionamos sobre los términos que han impuesto quienes, pilares de la guerra fría, se consideran vencedores, nuestras propias temáticas, y los instrumentos conceptuales con los que trabajamos estarán impregnados de una determinada ideología, aunque no seamos conscientes de ello.

Habría, por tanto, que empezar por preguntarnos, como decía Franz Wieacker, el fundamento de nuestras preguntas. Eso debiéramos intentar como cimiento de un análisis sustentadamente crítico y enclavado en nuestra historia y nuestras realidades.
Los estudios sobre la Internacional Comunista en América Latina

En particular, nos detendremos aquí en el tema, que ha renovado el interés de los estudios recientes, de la presencia de la Internacional Comunista en América Latina. En primer lugar, porque el mismo nos remite a los orígenes, al momento en que surgen –y las causas que lo permitieron– el conjunto de organizaciones que se adhirieron al movimiento comunista que emergió con fuerza tras la revolución rusa; asunto que desde siempre hubo quienes se empeñaron en presentarlo como una mera implantación de un fenómeno “externo”, ajeno a nuestra realidad, cargado en muchos sentidos de una connotación negativa (a lo cual contribuyó–con la exclusiva excepción del cardenismo mexicano–, sin duda, la fuerte afirmación nacionalista que se desarrolló en América Latina sobre todo en la primera mitad del siglo XX).
Pero no sólo, sino también porque nos refiere a uno de los aspectos más controvertidos y, quizá menos entendidos, que es la interrelación de la esfera nacional y la proyección internacional que caracterizó de manera más definida al comunismo del siglo XX. Asimismo, es –el de la Internacional Comunista en AL– un tema eludido siempre en las historias generales de la IC y en los que sólo encontramos un estudio más general realizado en la década de los ochenta por un historiador venezolano, junto a otro de un costarricense, pero sobre el que se ha reavivado un gran interés que, con la sola excepción del monumental trabajo del Diccionario Biográfico de la Internacional Comunista en América Latina (1919-1943), se ha canalizado en estudios muy específicos y locales.
De forma que, en estos últimos trabajos, se sigue citando como la obra principal y como referente central el trabajo de Manuel Caballero, escrito sin acceso a la información contenida en los archivos hoy abiertos y la cual adolece, no sólo por lo anterior, de enormes deficiencias.

Repensar a los comunistas desde estas nuestras tierras obliga, tal como señala Jaime Massardo, en primer lugar, a desentrañar las características de una recepción; las peculiaridades de una relación con un “otro”; las maneras de apropiación y recreación; o, parafraseando a Mariátegui, de “creación heroica”.

Sin duda, la corriente comunista tiene su origen en tierras muy lejanas y en un contexto de profunda y sangrienta crisis –la de la Primera Guerra Mundial–, que involucra fundamentalmente a Europa. Como resultado de la irreversible –hasta ahora– división del movimiento de los trabajadores del “viejo” continente, misma que termina por consumarse tras la segunda revolución rusa de 1917, el comunismo aparece como un poderoso movimiento sin fronteras.

Sin embargo, por la dimensión y alcance de la impronta revolucionaria rusa, ese potente movimiento tuvo desde sus inicios un localizado centro de irradiación, el cual, no obstante los lentos medios de comunicación de aquellos tiempos, no tardó tanto en llegar a todos los rincones de planeta.
No era, por cierto, la primera vez que los trabajadores de la “periferia” capitalista, tenían noticia y se sumaran a las luchas y organizaciones de sus pares europeos.
Habría que mencionar, así sea de paso, la influencia que tuvo la Comuna de París en los principales centros fabriles de Latinoamérica, a donde sus hazañas y desventuras llegaron las más de las veces, en el equipaje intangible de los emigrados que poblaron las fábricas de Argentina, Chile, Estados Unidos, y tantos otros lugares. Sin duda, también, la Segunda Internacional, la Internacional Socialista, tuvo aquí presencia no sólo por la continua emigración de fines del siglo XIX sino ya, también, a través de publicaciones y textos que se reprodujeron en nuestra América, de forma que los primeros marxistas latinoamericanos reprodujeron la interpretación dominante en aquella organización y crearon a imagen y semejanza del partido alemán, sus propios instrumentos partidistas. El Partido Socialista argentino de Juan B. Justo sería el más notable de aquellos partidos.

De forma que, cuando en Europa los poderosos partidos obreros se hundían en una profunda división, para dar surgimiento a una nueva corriente que exigía la paz y se disponía a propagar su grito insurrecto para acabar con el capitalismo, en América Latina llegaban los ecos de la proeza de los trabajadores de la ciudad y el campo rusos, en buena medida a través de la prensa que se escandalizaba por la intrepidez bolcheviki, llevando a los revolucionarios latinoamericanos también a transformar sus partidos socialistas en comunistas.

Es innegable, por tanto, que el surgimiento de las organizaciones que se adhirieron al comunismo estuvo bajo el influjo de los acontecimientos lejanos que ocurrían a fines de la segunda década del siglo pasado. Sin embargo, lo relevante es que en América Latina existían ya los receptores de tal experiencia y del entusiasmo que generaba.

Aunque en Argentina, los ecos de la división de los socialistas, haría que en 1918 surgiera el Partido Socialista Internacional, sería en México donde, en 1919, naciera el primer Partido Comunista de estas tierras.

Aunque el proceso de conformación de los partidos adheridos a la Internacional Comunista fue largo y complejo, acorde con las muy distintas condiciones políticas de cada país latinoamericano, en los primeros años de la década de los años veinte surgieron el Partido Comunista de Chile (1921), cuando el Partido Socialista fundado en 1912 por Luis Emilio Recabarren, a instancias de él mismo cambia de nombre, lo mismo que el Partido Socialista de Uruguay y el Partido Socialista Internacional de Argentina, que aquel año adoptan el nombre de Comunistas; en 1922 se organizan los Partidos Comunistas de Brasil, a la cabeza del cual estaba el exlibertario Astrojildo Pereira, el de Guatemala y el de Honduras; en 1925 el de Cuba, con Julio Antonio Mella y Martínez Villena entre sus promotores; en 1926, el de Ecuador, en el que jugó importante papel el comunista mexicano Rafael Ramos Pedrueza, en 1928, el de Paraguay. Entre 1930 y 1931, surgieron los PC de Colombia, Bolivia, Costa Rica, El Salvador y Panamá. Uno de los últimos en adoptar el nombre de Partido Comunista sería el Peruano, que hubo de esperar a la muerte de José Carlos Mariátegui para dejar su denominación de Partido Socialista, en el que el Amauta persistía con propias razones, aunque estuviera adherido a la IC.

En la investigación de los orígenes de cada uno de esos partidos, hay sin duda una diversidad enorme de situaciones, motivaciones, personajes legendarios, que borran de un plumazo toda simplificación o reduccionismo.

Sin embargo, se sigue sosteniendo la visión sobre el surgimiento de los partidos comunistas basada principalmente en la idea de una “importación”, que lo entiende como un proceso ajeno al país en cuestión, en el que la intervención de los “agentes” del Komintern es definitoria. Tal es el caso de México, el cual es relatado por algunos como resultado exclusivo de las acciones de espionaje y diplomacia del “agente” Mijail Gruzenberg, mejor conocido como Mijail Borodin.
Aún en el libro de Paco Ignacio Taibo sobre el origen del comunismo mexicano, que abunda en el relato de un proceso mucho más complejo (y por momentos novelesco), en el que la presencia de Borodin incide básicamente en el nombre del partido que venía conformándose y que, por tanto, no es sino uno de sus componentes junto a muchos otros, la actuación de aquél se explica por momentos como si se tratara ya de un espía ruso del tipo que mucha filmografía norteamericana propagó.
En realidad, sobre todo si hablamos del año 1919, momento en el que este personaje arriba a tierras mexicanas, se trata de un audaz revolucionario dispuesto a vivir una incierta tarea y sus riesgos. Personaje que mantenía lazos amistosos con la primera presidenta de la Internacional Comunista, la cual le pide, dado que Borodin había pasado varios años de exilio en Estados Unidos, cruce el Atlántico para difundir la recién fundación de la IC y busque conversaciones con el gobierno de Venustiano Carranza para abrir paso al establecimiento de relaciones oficiales de la joven República Soviética con México.

En este, como en otros casos, es fundamental tener presente que en aquel tiempo el Estado soviético no era aún más que un prospecto profundamente afectado por la cruenta guerra civil, bastante alejado del que sería bajo el mando de Stalin. De forma que la manera de actuar de sus dirigentes y, aún más de los militantes bolcheviques, distaba enormemente de lo que sería la de los agentes de la maquinaria aceitada de la potencia roja que surgió en la posguerra. Lo contrario permite, sin duda, escribir entretenidas historias de espías, pero no un análisis histórico.
¿Cultura comunista o cultura kominterniana?

Otro aspecto que llama la atención en las actuales investigaciones es el hecho de que cada vez con mayor frecuencia se pone énfasis en el término “kominterniano” que llega a sustituir el de comunista: “hombres del komintern”, “emisarios kominternianos”, “cultura kominterniana”. ¿Qué significado adquiere ese sutil cambio? Al parecer, se trata de enfatizar la pertenencia o sometimiento a un centro mundial, y más puntualmente, a un centro soviético.
Ciertamente, todo partido comunista se concibió desde sus orígenes como parte integrante de una organización mundial, como una sección de la IC (lo cual con frecuencia se exhibía en el propio nombre del partido). Sin embargo, como hemos señalado, ello no significó siempre simple ingerencia externa, o aún más, sometimiento a una determinada fuerza de Estado que define todo, lo somete, lo vigila y controla.

Tal como examina el estudio de Ricardo Melgar sobre los “cominternistas centroamericanos”, el proceso de inicio de una “cultura política cominternista” en América Latina no sólo debe ser fechado entre 1929 y 1933, sino que este debe ser entendido fundamentalmente como un proceso propio, es decir, inmerso en las luchas específicas de cada país o región, aunque tenga siempre el referente de Moscú. Sorprende, por lo mismo, que el autor no repare en la utilización excesiva del término cominterniano (aunque sea sin k).

El importante y, en muchos sentidos, impresionante trabajo realizado por Víctor y Lazar Jeifets y Meter Huber, pese a no utilizar el término señalado, deja, en este sentido, muchas dudas, sobre todo porque no hay precisión en lo que se entiende por los “colaboradores del aparato de la Comintern”. ¿Podría, entonces, considerarse kominterniano a todo aquel que mantuvo alguna relación (así sea fugaz) con los órganos de la IC? Cualquiera que haya participado en alguno de los congresos o reuniones de la IC? ¿Cualquier comunista o no que haya realizado en aquel tiempo un viaje a Moscú? Incluso: ¿Cualquier clase de vínculo con los comunistas lleva a tener relaciones con la IC? Así parece, tal como lo muestra el caso de Sandino, cuya biografía forma parte del mencionado libro sin que realmente se justifique.

No obstante lo señalado, es en otros estudios donde se revela de forma más nítida el sentido de la utilización del término que analizamos. Olga Ulianova, historiadora del comunismo chileno, entiende de la siguiente manera la “cultura kominterniana”:
“…mesiánica y eurocéntrica, la destinación de sus delegados a diversos países se consideraba primordial para asegurar el curso adecuado de la revolución mundial. Sin conocer muchas veces en detalle las más diversas realidades nacionales, pero convencidos de poseer la nueva revelación que salvaría el mundo, los delegados de la Internacional creían ser protagonistas de la Historia, con mayúscula, una especie de nuevos profetas.”
¿Cuándo surge y a través de qué medios esta “cultura”? ¿Quiénes constituyeron o fueron parte de ésta? ¿Todos los comunistas que mantuvieron relaciones con la IC? ¿Todos los extranjeros que participaron de acciones comunistas? ¿Eran parte de ella militantes como Julio Antonio Mella, Farabundo Martí o José Carlos Mariátegui, quienes sin duda participaban de la convicción revolucionaria comunista y, como en el caso de los primeros, estuvieron dispuestos a ofrendar su vida en una lucha que para ellos no tenía fronteras?

En realidad, muchos ejemplos podrían ponerse de militantes comunistas que habiendo, por ejemplo, viajado a Moscú a algún congreso; enviado informes de sus partidos, o incluso haber tenido alguna “misión” por encargo del Ejecutivo comunista, distan mucho del estereotipo del “hombre kominterniano”, del “agente” o “informante” en el que, como hace Ulianova, fácilmente se ubica a todo aquel que tuvo vínculos directos con la IC.
Justamente los casos de Mella, Martí y Mariátegui, no sólo por ser lo más conocidos, ponen en cuestión tal calificativo. Comunistas que nunca concibieron su militancia más que en plena libertad para expresar sus convicciones, al margen de que estuvieran o no en la “línea” de la IC o de sus partidos. En el caso de Mella, incluso, ocurrió, por el contrario, una intervención del agrupamiento internacional para revertir lo que era, sin duda, un exceso disciplinario, por decir lo menos, de la dirección de su partido.

Auspiciada por el acceso a nueva documentación, parte de la historiografía se ha centrado en una verdadera reconstrucción “arqueológica”, en la que momentos que se consideran “oscuros” o personajes que su actividad encubierta mantuvo ocultos o desconocidos para los historiadores, son indagados minuciosamente. En un mundo repleto de momentos de clandestinidad y duras represiones, hay, sin duda, un enorme trabajo de “investigación detectivesca” para averiguar a quién protegía un seudónimo, qué documento prueba tal o cual acción no reconocida por los comunistas, quiénes movían los hilos de una representación que no se sabe bien a qué respondía, etcétera.
Todo lo cual con frecuencia se realiza desde una óptica que, ajena a y desconocedora de los ámbitos de la militancia política y minimizando en los hechos las duras condiciones en las que actuaron los comunistas, muestra profundo desprecio por la voluntad, el coraje y la decisión de sencillos hombres y mujeres movidos exclusivamente por la convicción de poder construir sociedades sin desigualdad y opresión. Una perspectiva que de antemano parte de considerar absurdas las pretensiones revolucionarias (¡más aún si se trata de una revolución mundial!); descabellados sus propósitos; criminales sus métodos; ajeno a nuestra “tradición” que vendría siendo, en suma, el comunismo en América Latina.

En relación al asunto de la “revolución mundial” al que alude Ulianova al definir esa “cultura kominterniana”, no podemos dejar de señalar que se trata de un asunto destacado por más de un historiador del comunismo, pero muy pocas veces abordado con rigurosidad. Por lo demás, es muy cuestionable que se maneje sin distingos más allá de 1924 cuando la IC, tras el fallido y último intento insurreccional en Alemania, resuelve que la situación mundial es de “estabilización del capitalismo”.
Ciertamente, la IC se diferenció permanentemente de la socialdemocracia en su política revolucionaria, aunque pasó por diversas etapas en las que el tono insurreccional se modificó; pero lo que significó entre 1917 y 1924 la idea de la revolución mundial nunca volvió a ser la misma tras el debate encabezado por Stalin sobre la construcción del “socialismo en un solo país”.

En el caso de la lectura latinoamericana de lo que podría significar la dimensión mundial de la lucha comunista, por señalar otro ejemplo, ¿se recupera acaso el planteamiento de Julio Antonio Mella que la hacía empatar con la tradición bolivariana? Ciertamente no.

¿Medias verdades? ¿Énfasis en unos aspectos y rápida mención a otros? ¿Omisiones deliberadas? En estos términos, la falta de rigor analítico no resulta tan inocente. Cuando la mayor parte de los estudios no destacan, ni se detienen a desentrañar, los cambios operados en el seno de la Internacional Comunista, ciertamente a los pocos años de fundada, en el interregno que va de la enfermedad y muerte de Lenin al dominio pleno de Stalin, no sólo incurren en falta de precisión histórica, sino que con ello asumen uno de los sustentos del paradigma dominante que hace aparecer como un proceso continuo, sin rupturas ni resquebrajamientos, la historia del comunismo, la cual, por tanto, no tuvo ni podía tener otro sentido que el gulag.

Es necesario insistir en que al no diferenciar lo que fue el comunismo como movimiento revolucionario y lo que fue como fuerza de Estado (particularmente del Estado bajo el estalinismo que lo define todo, lo somete, lo vigila y controla), el análisis sobre la Internacional Comunista está incapacitado para comprender su complejidad y desentrañar su significado. En este sentido, es relevante analizar, por ejemplo, que se trata de un agrupamiento que, en un primer momento, expresa claramente al mencionado movimiento y, después, queda en el lidero y bajo la permanente tensión de no ser un órgano estatal, pero estar bajo control del partido-Estado soviético; una organización que representa una diversidad extraordinaria en permanente cambio, pero encorsetada pronto bajo rígidas directrices centralizadas.

Si recordamos, por ejemplo, la obra de Aldo Agosti, que investigó sobre los primeros y diversos componentes de la nueva Internacional, hecho que produjo acalorados y enriquecedores debates; si no olvidamos la defensa de los anarquistas perseguidos que, ante Lenin, hicieron varios delegados al tercer congreso de la IC; si tenemos presente la feroz disputa entre los líderes bolcheviques tras la muerte de su principal dirigente, de la que pudo dar cuenta Antonio Gramsci todavía en 1926; si rememoramos la lucha intensa y directa que, hacia fines de los años veinte, aún podía dar Trotsky contra el nuevo secretario general del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (b), nos daremos cuenta de lo diferente, pese a las 21 condiciones aprobadas en 1921, que esta organización será menos de una década después.

El rechazar el camino fácil que nos encajona en una sola de sus facetas, el estalinismo, no significa que se pretenda eludir el hecho contundente que éste representa en la historia del comunismo. Por el contrario. De lo que se trata con esta insistencia es de reclamar una historicidad precisa y una concepción abierta sobre el comunismo que permita comprenderlo en su devenir, en sus contradicciones, en su entramado problemático.
América Latina en la Internacional Comunista

Por último, es necesario abordar un aspecto sobre el cual existe una paradoja. Por un lado, se ha señalado con insistencia (de forma que más parece reproche), que la Internacional Comunista no le dio la misma relevancia a América Latina que la que dio a otras partes del mundo, primero especialmente a algunos países europeos (Alemania, sobre todo), luego a China. Pero, por otro lado, se sostiene la idea de un permanente intervencionismo marcado, además, por la incapacidad de los dirigentes de la IC de captar la realidad de nuestros países.
¿Distancia con la problemática latinoamericana? ¿Se trató siempre de simple traslado mecánico de una política elaborada en Moscú? ¿Fue siempre así? Veamos.

En relación a la primera interrogante, no deja de ser, en cierta forma, sorprendente. ¿Acaso podía ser de otra manera? Lo cierto es que la lucha política más intensa, en los momentos en los se derrumbaban los viejos imperios como resultado de la Primera Guerra Mundial y la revolución rusa se debatía entre la vida y la muerte amenazada por el “cerco sanitario” impuesto por todas las potencias europeas, se desplegaba en otras partes, no en América Latina.

Por otra parte, los comunistas –como todas las corrientes políticas de la primera mitad del siglo XX– no escapaban, ciertamente, de una visión eurocéntrica que dominaba el mundo. Si consideramos lo presente que aún está dicha visión, quizá podamos entender las profundas raíces que tiene y lo difícil que resulta su desmontaje. Con esto, no se quiere justificar una posición, sino tratar de entender en su momento, el complejo entramado cultural en el actuaron los comunistas y, a partir de ello, explicar su proceder, evaluar sus limitaciones y reconocer sus avances.

A partir de esta posición, más bien no deja de llamar la atención que, pese a la distancia y la carga eurocéntrica, en una declaración, publicada en enero de 1921 en L’ Internationale Communiste (num. 15), el Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista tratase por primera vez el tema latinoamericano, con bastante conocimiento (que hace pensar en la intervención de algún comunista cercano a estas realidades) y acierto. En éste, ciertamente, no se deja ver ni traslación mecánica ni ignorancia alguna sobre la situación de nuestros países.
No sólo encontramos una vehemente denuncia del imperialismo norteamericano y la sujeción de AL a sus dictados, sino algunas puntualizaciones sumamente pertinentes. Por ejemplo, en relación al componente campesino de nuestras sociedades y, en particular, a México, leemos:
“El problema agrario es un problema capital. En América del Sur, la economía agrícola ocupa el primer lugar (aun Argentina, el país más desarrollado de América del Sur desde el punto de vista capitalista, cuenta con menos de cuatrocientos mil obreros industriales para una población total de más de ocho millones). Tremendamente explotado, el campesinado vive en una miseria negra, bajo un yugo aplastante, y solo sirve de carne de cañón para los aventureros militares. La experiencia de México es simultáneamente característica y trágica. Los obreros agrícolas se rebelan y hacen revoluciones para verse después despojados de los frutos de su victoria por los capitalistas, los explotadores, los aventureros políticos y los charlatanes socialistas…”
El citado texto que convoca a los comunistas a penetrar entre los campesinos “No con fórmulas y teorías abstractas”… sino con un programa que promueva la unidad de la clase campesina pobre con los obreros, hablaba entonces de dos revoluciones complementarias: la revolución proletaria y la revolución agraria.

El asunto de los sindicatos da pie al Ejecutivo comunista para volver a mencionar el caso de México:
“Los sindicatos que no agrupan a grandes masas industriales (como en Estados Unidos) son de tendencias revolucionarias. Pero ocurre frecuentemente que los líderes de los sindicatos sean traidores: es el caso de México donde Morones y sus semejantes explotan a los trabajadores y utilizan las organizaciones para su beneficio personal. Es importante expulsar a esos jefes y liberar a los sindicatos de los chantajistas y de su influencia reaccionaria.”

¿Será simplemente que se desconoce documentos como el arriba citado, o que de acuerdo a los lugares comunes que se difunden no encaja? Ahora bien, si lo que se busca señalar es la práctica de trasladar mecánicamente fórmulas políticas válidas para otras latitudes (asunto, sin duda, que fue instaurándose con fuerza en el movimiento comunista) y, aún más, develar los mecanismos de presión política para aceptarlas acríticamente, entonces digámoslo directamente y estudiémoslo en lo específico. En particular, ¿desde cuándo se produce?, ¿en qué términos se da?

No hay duda, en efecto, que el dogmatismo y el seguidismo acrítico fueron características instauradas bajo el estalinismo, que marcaron profundamente a los partidos comunistas de todo el planeta, incluso más allá de la muerte de Stalin. Sin embargo, no fue una práctica que no encontrara oposiciones y, en particular, en América Latina podemos destacar algunos casos de suma relevancia como los que hemos mencionado de Mella y Mariátegui, por hablar de personajes relevantes que se opusieron en diversas circunstancias a intentos de dictados impuestos. Pero también podemos señalar partidos que, en tanto tales, no siguieron esa conducta. En particular, el caso de los comunistas costarricenses o, en otros términos el del Partido Comunista Mexicano que, desde los años sesenta, inició un largo y consistente proceso de independencia política, son ejemplos que debemos señalar junto a otros de diferentes partes del mundo.

Con lo anterior estamos tratando de ilustrar que, en una evaluación general, nutrida, sin duda, de la reconstrucción histórica de cada uno de sus componentes, el comunismo latinoamericano no puede ser conceptualizado simplemente como “calco y copia”; como simple instrumento de la política estatal soviética, sin por ello omitir ni un ápice el análisis de la injerencia que por largas décadas y en determinadas circunstancias, el estalinismo y sus secuelas tuvieron en la vida y organización de los comunistas latinoamericanos. Así lo constatan las investigaciones críticas de múltiples acontecimientos y periodos de la vida de los comunistas en la región, en los que se deja ver la permanente tensión entre la dinámica propia de su actuación que define mucho del quehacer cotidiano de sus partidos, y las pretensiones y desplantes hegemónicos de los comunistas soviéticos.

Es en esa dirección que hago mías las palabras de Francisco Fernández Buey, en las que señala:
“Si sigue habiendo comunistas en este mundo es porque el comunismo de los siglos XIX y XX, el de los tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres de los jóvenes de hoy, no ha sido sólo poder y despotismo. Ha sido también ideario y movimiento de liberación de los anónimos por antonomasia. Hay un Libro Blanco del comunismo que está por rescribirse.
Muchas de las páginas de ese Libro, hoy casi desconocido para los más jóvenes, las bosquejaron personas anónimas que dieron lo mejor de sus vidas en la lucha por la libertad en países en los que no había libertad; en la lucha por la universalización del sufragio en países en los que el sufragio era limitado; en la lucha en favor de la democracia en países donde no había democracia; en la lucha en favor de los derechos sociales de la mayoría donde los derechos sociales eran ignorados u otorgados sólo a una minoría. Muchas de esas personas anónimas, en España y en Grecia, en Italia y en Francia, en Inglaterra y en Portugal, y en tantas otras partes del mundo, no tuvieron nunca ningún poder ni tuvieron nada que ver con el estalinismo, ni oprimieron despóticamente a otros semejantes, ni justificaron la razón de Estado, ni se mancharon las manos con la apropiación privada del dinero público.

“Al decir que el Libro Blanco –sigue diciendo– del comunismo está por rescribirse, no estoy proponiendo la restauración de una vieja Leyenda para arrinconar o hacer olvidar otras verdades amargas contenidas en los Libros Negros. No es eso. Ni siquiera estoy hablando de inocencia. Como sugirió Brecht en un poema célebre, tampoco lo mejor del comunismo del siglo XX, el de aquellos que hubieran querido ser amistosos con el prójimo, pudo, en aquellas circunstancias, ser amable. La historia del comunismo del siglo XX tiene que ser vista como lo es, como una tragedia. El siglo XX ha aprendido demasiado sobre el fruto del árbol del Bien y del Mal como para que uno se atreva ahora a emplear la palabra “inocencia” sin más. Hablo, pues, de justicia. Y la justicia es también cosa de la historiografía.”
Francisco Fernández Buey*
En efecto, las mejores y más trágicas (por ello, también más interesantes) páginas de la historia del comunismo latinoamericano están, en muchos sentidos por rescribirse con una visión propia y enclavada en las luchas emancipadoras o, incluso, escribirse, pues se han ignorado. Todo con un ánimo de hacerle justicia.
Bibliografía

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——————, (2005 y 2009), Chile en los archivos soviéticos 1922-31 (primer tomo) y 1931-1935 (segundo tomo), Ed. LOM, Chile.
Waack, William, (1993), Camaradas. Nos arquivos de Moscou. A historia secreta da revolucao brasileira de 1935, Ed. Companhia das Letras, Sao Paulo. Pietro Barcellona, Posmodernidad y comunidad. El retorno de la vinculación social, Ed. Trotta, Madrid, 1992, p.132.

Este aspecto lo hemos desarrollado en el trabajo “El comunismo del siglo XX: una memoria en disputa”, publicado en el libro coordinado por Maya Aguiluz y Norma de los Ríos, Memorias (in)cógnitas en la historia.
Pietro Barcellona, op.cit., p. 135.
En esa categoría de “historias oficiales” podríamos incluir el libro coordinado por Arnoldo Martínez Verdugo, secretario general del Partido Comunista Mexicano (hasta la disolución de éste), Historia del Comunismo en México. Libro, en general, alejado de la simple apología.
Roque Dalton, Miguel Mármol. Los sucesos de 1932 en El Salvador, Ed. Cuicuilco, México, 1982.
A varios de estos autores los hemos reunido en nuestro libro El comunismo: otras miradas desde América Latina, Ed. CEIICH-UNAM, México, 2005.
Boaventura de Sousa Santos, Una epistemología del Sur, Ed. Siglo XXI y FLACSO, Buenos Aires, 2009.
La mayor parte de esas historias de la IC llegan incluso a no mencionar su presencia e intervención en AL. Otras, como la de Pierre Broué, no sólo lo aborda de manera muy sucinta, sino incurriendo en enormes falsedades. Cfe. P. Broué, Histoire de l’Internationale Communiste, 1919-1943, Ed. Fayard, 1997
Manuel Caballero, La Internacional Comunista y la revolución en América Latina, 1919-1943, Segunda Edición, Editorial Nueva Sociedad, caracas, 1987.
Anterior a la caída de la URSS, tenemos también el libro de Rodolfo Cerdas Cruz, La hoz y el machete: la IC, América Latina y la Revolución en Centro América, Ed. Universidad Estatal a Distancia (EUED) de Costa Rica, 1986.
Lazar y Víctor Jeifetz, Peter Huber, la Internacional Comunista en América Latina (1919-1943). Diccionario Biográfico, Ed. Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Moscú y Institut pour l’ histoire d communisme de Ginebra, 2004.
Entre ellos: Alberto Plá, La Internacional Comunista y América Latina: sindicatos y política en Venezuela (1924-1950), Ed. Homo Sapiens, Argentina, 1996; Olga Ulianova, “Levantamiento campesino de Lanquimay y la IC”, mimeo., 2003; de la misma autora Chile en los archivos soviéticos 1922-31 (primer tomo) y 1931-1935 (segundo tomo), Ed. LOM, Chile, 2005 y 2009; Hernán Camarero, A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo del trabajo en la Argentina, 1920-1935, Ed. Siglo XXI, Argentina, 2007; Aníbal Toledo Casanova, Los comunistas y la historia uruguaya, Ed. Orbe, Uruguay, 2008. Al calor de la apertura de los archivos de la IC, aparecieron en Brasil libros como: Paulo Sérgio Pinneiro, Estratégias da illusao. A Revolucao Mundial e o Brasil, 1922-1935; Ed. Companhia das Letras, Sao Paulo, 1992; William Waack, Camaradas. Nos arquivos de Moscou. A historia secreta da revolucao brasileira de 1935, Ed. Companhia das Letras, Sao Paulo, 1993.
Jaime Massardo, “Apuntes para una relectura de la historia del marxismo en América Latina”, en El comunismo: otras miradas desde América Latina, op.cit.
Cfe. Paco Ignacio Taibo, Bolchevikis, op.cit.
Pese al enredo en el que cae con la clasificación de los tipos de agentes o emisarios soviéticos, Manuel Caballero también sostiene que “no se puede hablar de la formación del PC de México como algo ‘artificial’, sino, por el contrario, como algo muy natural en un contexto de crisis y revoluciones.” Op. cit., p. 90.
En referencia a la Komintern, que es la abreviatura en ruso de la Internacional Comunista. En ocasiones se prefiere utilizar la abreviatura en inglés de Comintern.
Ricardo Melgar Bao, “Una cultura política en formación: los cominternistas centroamericanos”, en El comunismo: otras miradas desde América Latina, op. cit., ps. 385-421.
Jeifets, Lazar, Jeifets, Víctor y Meter Huber, La Internacional Comunista y América Latina, 1919-1943. Diccionario Biográfico, Ed. Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias (Moscú) y el Institut pour l’ histoire du communisme (Ginebra), 2004.
Ibid, p. 297. Como es conocido, Augusto César Sandino mantuvo relaciones con el Partido Comunista Mexicano principalmente a través del comunista salvadoreño Farabundo Martí, quien fue cercano colaborador de él, hasta que éste consideró que Sandino había “traicionado” la causa antiimperialista. Aunque se acercó a la Liga Antiimperialista y a la organización Manos fuera de Nicaragua, ambas impulsadas por lo comunistas (entre ellos de forma destacada Julio Antonio Mella), hasta donde sabemos, el luchador nicaragüense nunca tuvo relación alguna con el aparato de la IC, ni viajó a Moscú.
Olga Ulianova, “Develando un mito: emisarios de la Internacional Comunista en Chile”, en Historia, num. 41, vol. 1, enero-junio de 2008, p. 103.
Comité Ejecutivo de la IC, “América del Sur, base colonial del imperialismo norteamericano”, reproducido en M. Löwy, El marxismo en América Latina, Ed. LOM, Santiago de Chile, 2007, p. 85.

La Hemerografía cominternista y América Latina, 1919-1935. Señas, giros y presencias

La Hemerografía cominternista y América Latina, 1919-1935. Señas, giros y presencias
Melgar Bao, Ricardo
Revista Izquierdas, núm. 9, abril, 2011, pp. 79-137
Universidad de Santiago de Chile
Santiago, Chile

A Antonio García de León

Se presenta un cuadro sumario de las principales iniciativas
hemerográficas desarrolladas por la Internacional Comunista en América
Latina entre 1919 y 1935, tanto de las de carácter oficial, como de varias
otras de idéntica filiación pero de significación puntual o particular a cada
uno de los países de la región. Junto con su mención, se señalan diversas
perspectivas acerca del renovado valor metodológico que estas fuentes
poseen para el estudio del comunismo en nuestros países.

Palabras clave: Internacional Comunista, Publicaciones, Propaganda,
espacio comunicacional

We present a summary of the major hemerographic initiatives developed
by the Communist International in Latin America between 1919 and
1935, both form the official character, as several others of the same
parentage but specific or particular meaning to each of the countries
region. Along with his words, we identify different perspectives on the
new methodological value that these sources have for the study of
communism in our countries.

Keywords: Communist International, Publications, Propaganda,
communication space

  • Resultado de investigación UNAM presentado en Segundo Congreso Internacional Ciencias, Culturas, Tecnologías, USACH, Santiago, 30 octubre, 1 y 2 noviembre 2010. Expreso mi reconocimiento a los historiadores Antonio García de León y Salvador Morales, quienes solidariamente me obsequiaron copias de valiosas publicaciones cominternistas. Agradezco también las fraternales críticas y sugerencias al texto brindadas por los historiadores Barry Carr, Arturo Taracena y Perla Jaimes.
    • Peruano, residente en México, antropólogo e historiador. Investigador del Instituto Nacional de Historia y Antropología, México, docente en la UNAM.

Las investigaciones acerca de la Comintern en América Latina durante la última década se han reiniciado, gracias a que los archivos de Moscú, sumados a algunos archivos policiales se abrieron a consulta. Estas fuentes abren nuevas posibilidades a los investigadores, en tiempos en que los lastres ideológicos de la guerra fría parecen haber quedado atrás. Nos interesa para efectos de este trabajo, dotar de visibilidad a la hemerografía cominternista, es
decir, la de los organismos internacionales y la de los organismos continentales.

Los periódicos y revistas de las secciones nacionales de la Internacional Comunista en nuestra región han tenido mejor suerte, no todos, pero sí varios de ellos. Un hecho aislado fue la reproducción digital de El Libertador (1925-1929), vocero de la Liga Antiimperialista de las Américas, a mi cargo. En cambio, la prensa cominternista mexicana ha tenido más continuidad. A la precoz reedición en facsímile de El Machete Ilegal (1929-1933) en 1975,
le siguió Frente a Frente (1933-1938) 19 años después, esfuerzo notable por bregar a contracorriente del desplome editorial sobre tópicos comunistas que acompañó el derrumbe del socialismo real en Europa. En la actualidad, nos encontramos en vísperas de la reedición en DVD de El Machete (1924-1938).

Pero no es nuestra intención presentar un cuadro sumario de los proyectos de
reedición logrados o fallidos en cada uno de nuestros países. Preferimos orientar nuestra mirada y nuestras reflexiones sobre la presencia de América Latina y cada uno de sus países en el principal órgano de prensa cominternista mundial, para luego aproximarnos a otras publicaciones regionales de la misma filiación.

La hemerografía roja: estigma y realidad

Existe una visión prejuiciada y anacrónica sobre el valor de las fuentes
hemerográficas cominternistas. Varios estudiosos las contraponen a las fuentes documentales partidarias y estatales. En ese contexto las fuentes hemerográficas son consideradas equívocamente como secundarias y subalternas frente a las documentales.

Sería más acertado ver su complementariedad. El documentalismo no puede ser celebrado acríticamente. Los documentos apócrifos o su velado sesgo faccional pueden confundir al investigador durante momentos de lucha interna y viraje. Una perspectiva crítica frente al formalismo ingenuo y la precaria axiología de las fuentes de los monocultores del documentalismo o el hemerografismo invita a nuevos enlaces entre sí, sin olvidar la utilidad y valor de los testimonios situados dentro o fuera de los llamados archivos de la palabra. Pero para tal fin debemos avanzar en el proceso de inventario.

En nuestro caso, presentaremos un primer índice de temas y autores, hacia la construcción de un inventario más pormenorizado de las colecciones de periódicos, revistas y boletines cominternistas editados entre 1919 y 1943.

Reiteramos que el juego de enlaces entre el texto extraído de una publicación
periódica o eventual con los de tipo documental, fotográfico, icónico, magnetofónico o fílmico es significativo, sus valores de complementaridad más allá de su asimetría, será pertinente y útil. En muchas ocasiones nos hemos encontrado en fuentes hemerográficas cominternistas: cartas, testimonios, manifiestos, comunicados, fotografías o actas políticamente significativas que no aparecen en los archivos por diversas razones (requisa,
destrucción, extravío).

Cierto es que las fuentes hemerográficas cominternistas no están exentas de riesgos: distorsiones intencionales o involuntarias, silenciamientos,
magnificación de eventos, sucesos o crecimiento orgánico. Pero a pesar de ello, son susceptibles de ser situadas y explicadas en la urdimbre de los procesos políticos vividos.

Las fuentes hemerográficas suelen proyectar un prejuicio ideológico, dada la baja confiabilidad que exhiben tanto los diarios nacionales como los periódicos que en el campo político expresan intereses particulares. A pesar de lo anterior, merecen ser tomados en cuenta. La posición faccional y la ideología ayudan a comprender a los actores en juego durante el periodo que se pretende estudiar. Además de lo anterior, nos brindan datos sobre
la presencia faccional en ciertos frentes de masas, así como sobre sus urgencias, dilemas, preocupaciones y prácticas, más allá de sus exageraciones y silencios.

Consideramos que el universo hemerográfico exhibe sus propias virtudes, a veces nos permiten rastrear en los artículos de modo explícito, sugerido o en lenguaje esópico la fundamentación ideológica y política de un nuevo viraje, o por lo menos sus indicios, sus tendencias en ciernes o en desarrollo. También nos permite escudriñar tanto a las facciones como a las redes existentes a partir de coordenadas discursivas, asistencias e intervenciones en eventos o en reportes de acciones políticas o armadas. Sus obituarios aún en las lindes de la hagiografía ilustran aspectos no conocidos acerca de los cuadros así como acerca del martirologio, arista relevante de su imaginario y ritual político.

Si el periódico expresa el punto de vista y/o los intereses del cuerpo editorial frente a un proceso político o de lucha social o partidaria en la que está participando o sobre el cual, decide brindar una defensa o un parecer disidente, la descripción de un evento, una carta o una imagen circunstanciada, puede ser considerada una fuente primaria. Nos debemos guiar por las siguientes preguntas: ¿qué ha dicho ese periódico o revista sobre esta
problemática, evento o praxis política o social? ¿Cómo lo han dicho o representado en la coyuntura?

Sería más apropiado evaluar cierta heterogeneidad de la prensa cominternista según su diseños, los contenidos de sus secciones y editoriales, así como por el sello que le imprimía su cuerpo de redactores, corresponsales y colaboradores eventuales. Y a partir de lo anterior determinar su relevancia como fuente, la cual bien puede ser considerada como complementaria o aleatoria a las fuentes documentales utilizadas por el investigador.

Incluso en el caso de que los colaboradores del periódico o la revista expresen puntos de vista discrepantes. Y si de estudiar se trata algún periódico o revista por el interés que reviste para el análisis de redes, no debe descuidarse la indagación sobre la propagación de sus ideas e imágenes fuerza, su circuito de irradiación, la pérdida o no de su periodicidad, la afectación de su distribución, así como las variantes de sus modos de recepción.

La inmensa mayoría de los autores son varones y un número apreciable de ellos son latinoamericanos, aunque los cuadros extranjeros parecen representar las visiones más oficiales u oficiosas de la Comintern. Excepcionales son las colaboraciones de mujeres cominternistas. Myra Page, la feminista norteamericana escribió acerca de la reforma agraria mexicana en 1925, país que conocería trece años más tarde. Por su lado, la mexicana María del Refugio García en 1929 ofreció su visión sobre la participación de las mujeres en la lucha de clases del país azteca.

Por todo lo anterior, debemos matizar nuestra manera tradicional de valorar la
utilidad y calidad de las fuentes hemerográficas. Estas últimas exhiben cierta
heterogeneidad la cual se traduce en sus respectivas cualidades informativas.
Evitemos la fetichización de las fuentes, en aras de la complementariedad que ellas poseen.

Los puntos de vista, las pasiones cotidianas o coyunturales, las imágenes que
contienen las revistas y periódicos cominternistas merecen nueva atención y trato por parte de los investigadores. Los tropos de la escritura, la retórica llana o barroca, incendiaria o fría expresan desde la forma muchos signos e indicios relevantes acerca de: los personajes, los frentes de masas, las tramas intrapartidarias, las proyecciones revolucionarias, las escisiones y los caminos accidentados de la negociación el propio seno de la Comintern o con los representantes gubernamentales y otras fuerzas políticas.

Las colecciones de periódicos cominternistas distan de ser accesibles o completas en las hemerotecas públicas en América Latina, mientras que algunos de los archivos reservados de los partidos comunistas, gradualmente han comenzado a abrirse a la consulta externa. Novedad fue la apertura de los “archivos secretos de Moscú” a partir de 1991, los cuales poseen un valor indiscutible, pero son poco accesibles a los investigadores latinoamericanos por falta de recursos. Lo que sabemos acerca de ellos se lo debemos
principalmente más a investigadores europeos que norteamericanos. En la actualidad, dichos fondos comienzan a revelar algunos vacíos de información, parcialmente atribuibles a su traslado de urgencia de Moscú durante la ofensiva militar nazi en 1942. El principal vacío de información acerca de América Latina en los archivos rusos corresponde a los años de la Segunda Guerra Mundial previos a la disolución de la Internacional Comunista el 15 de mayo de 1943.

Complica el análisis el uso de pseudónimos en varios de los colaboradores de la prensa cominternista, en parte explicable por la vida clandestina que vivían varios de ellos. Es difícil identificar en Pick al alemán Wilhelm Pieck, aunque el parecido fonético pueda ser considerado como un indicio. No así en el caso de SINAI, que indiscutiblemente es Sinani. Andrei Volski quien en 1929 escribe una nota necrológica a la muerte de Guadalupe Rodríguez en México, es Stanislav Stanilasvovich Petskovsy. Los firmantes como Gómez como bien lo han señalado Lazar y Víctor Jeifets pueden referir a más de una identidad: Vicente Uribe Galdeano, Jorge Abilio Vivó Escoto, aunque quizás ninguno de
los dos sea el autor del artículo sobre el Perú de 1932.1
1 Jeifets, Lazar et al, La Internacional Comunista y América Latina 1919-1934. Diccionario biográfico,
Moscú: Academia de Ciencias de Moscú, 2004, p.397
Cartografía: luces y contraluces
La cartografía de la prensa cominternista no puede dejar reconocer la primacía que tuvieron el periódico La Correspondencia Internacional y la revista La Internacional Comunista por encima de las demás publicaciones generadas por sus diversos organismos responsables de frentes específicos de su proyección política e ideológica en el mundo.

Mención aparte merecen los voceros de los secretariados y burós cominternistas para todo el continente, o para sus dos privilegiadas áreas: Caribe y Sudamérica. La Correspondencia Internacional cubre la mayor parte de nuestra atención en este trabajo, habiendo rescatado la versión castellana editada en Barcelona y que sometida a censura gubernamental y obligada a cambiar de nombre en diciembre de 1934 por el de Revista Universal.

En cambio, la revista teórica Internacional Comunista únicamente fue
consultada de manera parcial, sin que esto implique desdeñar su relevancia para América Latina. Considérese el hecho de su edición castellana y los varios artículos que salieron sobre problemáticas políticas diversas tanto nacionales como regionales a lo largo de sus páginas.

L’ Internationale Syndicale Rouge vocero de la Internacional Sindical Roja (ISR) posee en sus páginas registros que merecen ser consultados. Luis Fraina ilustra lo anterior en su versión francesa: “Mexique: La lutte pour l’ adhesión â L’Internationale Syndicale Rouge” (L’ISR Nº 1 (12), janvier 1922, París, pp. 70-74). Lo refrenda un artículo de L. Guerrero titulado: “Le muvement ouvrier â Cuba” (L’ISR Nºs ¾. 20 avril 1923, París, pp. 23-24). Independientemente de que la ISR auspiciase la edición de El Trabajador Latinoamericano como vocero de su ramal continental la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), el cotejamiento de L’ISR merece ser tomado en cuenta en sus
diversos idiomas.

La Internacional de Trabajadores de la Enseñanza (ITE) que fundó y animó Henri Barbusse desde París, editaba una publicación del mismo nombre. A partir de la constitución de su ramal continental la Internacional Magisterial Americana (IMA) en 1928, editó un Boletín de amplia circulación en los países del Cono Sur y algunos de América Central. La Internacional Juvenil Comunista (IJC) editó un vocero de igual nombre. En América Latina no se registra la existencia de un vocero regional, sí varios de alcance nacional.
El Secours Rouge Internacional (SRI) publicó un periódico del mismo nombre que contiene valiosa información sobre los cuadros comunistas o líderes sindicales o de movimientos sociales que fueron detenidos, deportados, heridos o muertos. En el continente circularon entre las décadas de los años veinte y treinta diversas ediciones nacionales o regionales. Es menos conocida la prensa de La Internacional Campesina fundada en 1923, más conocida como Krestintern.

El proyecto de Úrsulo Galván de organizar un ramal continental bajo el lema: “¡Campesinos de América Uníos!” fue acompañado de una publicación de vida breve y con una circulación limitada que al parecer no trascendió las fronteras mexicanas. Otros proyectos cominternistas dedicados al frente de los escritores revolucionarios o de las mujeres que tuvieron publicaciones periódicas de corta existencia no deben ser desdeñados como potenciales fuentes de consulta.

Hemos de destacar que la realización de esta guía tuvo un largo, discontinuo y
sinuoso camino entre los años 1978 y 2004. Implicó un periplo que contempló bibliotecas mexicanas (CEMOS y la ENAH), argentinas (CEDINCI y Universidad Nacional de Córdoba), francesas (Biblioteca Nacional de París), italianas (Instituto Antonio Gramsci) y holandesas (Instituto de Historia Social), además de muchas otras públicas y privadas, en las que se encontraron ejemplares aislados y faltantes, todos ellos útiles a nuestros
propósitos.

Razones ajenas a nuestra voluntad nos impidieron consultar el valioso acervo
del BDCIC de Nanterre entre otros. Por último, cabe señalar nuestra propia adquisición de ejemplares sueltos de publicaciones cominternistas en librerías de viejo en cinco países latinoamericanos: Chile, Costa Rica, México, Perú y Uruguay. No es un mapeo exhaustivo sin duda. Se trata más bien de una cartografía en desarrollo que demanda en perspectiva nuevos esfuerzos, recursos y acción colectiva. Con todo, creemos que, a pesar de sus
limitaciones, puede ser útil a los investigadores interesados en la problemática
cominternista o en asuntos vinculados a ella.

LA CORRESPONDENCIA INTERNACIONAL

Esta guía registró un total de 336 artículos sobre América Latina en tres colecciones de La Correspondencia Internacional editadas en lengua inglesa, francesa y española. Hay que señalar, sin embargo, que el cotejamiento de estas fuentes fue parcial, sea porque la versión española fue tardía con respecto a sus símiles europeas, sea porque en su conjunto las colecciones consultadas distaban de ser completas. Las guías hemerográficas de Manuel
Caballero2 y de Eugenia Scarzanella3 nos fueron de gran utilidad para la elaboración de la que venimos presentando.
2 Caballero, Manuel. La Internacional Comunista y América Latina: la sección venezolana, México, D.F.: Ediciones de Pasado y Presente, Siglo XXI Editores, 1978.
3 Scarzanella, Eugenia “L’ America latina nei dibattiti e nella stampa dell’Internazionale Comunista (1928-1935)”, 1967.

Uno de los resultados de esta confrontación parcial indica que el testimonio de Leo Zuckerman es correcto, en el sentido de afirmar que la edición simultánea de La Correspondencia Internacional que él y sus camaradas realizaron durante algún tiempo en París contenía algunas variaciones significativas a las realizadas en otros idiomas.4 Las políticas de lenguaje que subyacen carecen de asepsia política y están marcadas por diferenciadas huellas culturales. El idioma comunica ideología, postura política y marca cultural. Queda del investigador precisar sus alcances políticos según la región, el país y la
coyuntura internacional.
4 Comunicación personal de Leo Zuckerman, México, D.F. 18 de Octubre de 1979.

Queda igualmente pendiente el cotejamiento de estas versiones con aquellas que fueron impresas en lengua rusa y alemana. Fue infructuosa nuestra búsqueda de una reseña crítica del libro La Escena Contemporánea (1925) de José Carlos Mariátegui, presuntamente publicada en las páginas de este vocero cominternista, según la versión de Scarzanella. Quizás, la respuesta positiva se encuentre en algún ejemplar de las ediciones en inglés y ruso, del año de 1926.

La valoración de los 411 artículos registrados dista mucho de concentrar la
producción hemerográfica global sobre América Latina de filiación cominternista, ya que omite los muchos artículos consignados en sus paralelos y diversos órganos sectoriales y regionales. No obstante este elemental señalamiento, el inventario comparativo de este vocero privilegiado de la I.C, nos permitió realizar algunas constataciones.

En primer lugar, que la atención periodística de la I.C. acerca de América Latina precisa marcar un punto de viraje a partir del VI Pleno (Moscú, l7 de febrero al 15 de marzo de 1926), en los últimos meses de hegemonía zinovietista. Este cambio de rumbo ya se había manifestado en los debates y resoluciones del VI Pleno del CEIC realizados un año antes, pero los resultados se hicieron visibles durante este otro mandato. Reforzó esta orientación la aparición del más importante órgano regional: la revista La Correspondencia Sudamericana.

Arturo Taracena nos ha hecho notar que los tres artículos dedicados a Guatemala en 1922, argumentan a favor de considerar a la sección mexicana de la IC como plataforma de propaganda y organización en América Central.
A partir de entonces, independientemente de los cambios de línea política y
dirección, la tendencia en la producción periodística de la I.C. fue creciente, salvo algunas caídas durante los mandatos del VII y IX Plenos del CEIC, pero que no llegaron a alcanzar los niveles previos, salvo el II Pleno. En todos estos años pesó más la atención sobre México y los países del Caribe que la existente en torno a los países del Cono Sur, hecho que no coincide necesariamente con los ritmos y exigencias del desarrollo político y
orgánico de sus diversas secciones latinoamericanas. Entre unos y otros, los países andinos fueron casi virtualmente ignorados por este vocero cominternista.

Para un mejor seguimiento de la guía hemerográfica hemos creído de utilidad
elaborar un cuadro de concentración hemerográfica por congresos y plenos de la I.C., sin perder de vista las referencias nacionales. De su lectura se desprende que, de los diecinueve países aludidos en La Correspondencia Internacional, sólo dos de ellos registraron un tercio del total: México 27.08% y Cuba 15.17%. Sin embargo, estas estimaciones porcentuales cobran otras significaciones al hacer el seguimiento de las coyunturas. Así, por ejemplo, el caso chileno devino en centro de atención durante el mandato del IX Pleno
del CEIC.

En el caso del vocero oficial de la IC, La Correspondencia Internacional hemos decidido diferenciar el análisis de sus referencias en función de dos entradas. La primera evalúa la atención hemerográfica sobre América Latina consignada en el primer cuadro. La segunda, es un puntual inventario por países de los artículos cominternistas aparecidos en esta revista.

Miradas latinoamericanas en La Correspondencia Internacional, 1921-1934
Continentales
y nacionales
Número
de artículos
Eventos orgánicos de la IC
Fechas
III Congreso IC
Junio de 1921
Argentina 2
Chile 1
México 1
Uruguay 3
II Pleno del CEIC Junio de 1922
América Latina 1
Argentina 1
Brasil 1
Guatemala 1
Haití 1
México 2
Uruguay 5
IV Congreso IC
Noviembre de 1922
América Latina 1
Brasil 3
Chile 1
Guatemala 2
México 3
III Pleno del CEIC
Junio de 1923
América Latina 1
Argentina 5
Brasil 1
México 6
V Congreso IC
Junio y julio de 1924
América Latina 1
Argentina 2
México 1
IV Pleno del CEIC
Agosto de 1924
Brasil 1
Chile 2
México 2
V Pleno del CEIC
Marzo y abril de 1925
Argentina 2
Chile 1
México 4
VI Pleno del CEIC Febrero y marzo de
1926
América Latina 5
Brasil 3
México 2
Panamá 1
Perú 2
Uruguay 2
Venezuela 2
VII Pleno del CEIC Noviembre y diciembre
de 1926
América Latina 5
México 5
Nicaragua 6
VIII Pleno del CEIC
Agosto de 1927
América Latina 5
Bolivia 3
Cuba 1
México 2
Nicaragua 1
IX Pleno del CEIC
Febrero de 1928
América Latina 3
Argentina 1
Brasil 2
Cuba 1
México 1
VI Congreso del CEIC
Julio de 1928
América Latina 27
Argentina 1
Bolivia 1
Brasil 4
Colombia 2
Cuba 6
Ecuador 2
México 26
Paraguay 2
Uruguay 1
Venezuela 2
X Pleno del CEIC
Julio de 1929
América Latina 11
Cuba 3
Guatemala 1
Haití 4
México 8
XI Pleno del CEIC
Marzo y abril de 1930
América Latina 16
Argentina 6
Bolivia 1
Brasil 11
Chile 11
Colombia 4
Cuba 11
Dominicana 1
Ecuador 1
El Salvador5 1
México 18
Nicaragua 3
Panamá 1
Paraguay 4
Perú 3
Puerto Rico 1
Uruguay 3
Venezuela 2
XII Pleno del CEIC Agosto y septiembre de
1933
5 Véase la revista Mundo Obrero de Diciembre de 1931 a Abril de 1932.
Colombia 1
Cuba 12
Paraguay 1
Perú 1
Uruguay 1
XIII Pleno del CEIC Noviembre y diciembre
de 1933
América Latina 14
Argentina 9
Bolivia 4
Brasil 11
Chile 5
Colombia 2
Cuba 17
Ecuador 1
Honduras 1
México 10
Paraguay 3
Perú 2
Puerto Rico 2
Uruguay 1
Venezuela 4

FUENTE: La Correspondencia Internacional, Biblioteca Nacional (París), Instituto de Historia Social (Ámsterdam), Biblioteca del Dr. Antonio García de León.

En el mapa hemerográfico que presentamos a continuación, se puede observar que los autores europeos, norteamericanos y asiáticos, desplazaron a los propiamente latinoamericanos. En algunos casos, muy contados, será difícil reconocer la real autoría por el uso de pseudónimos. Esta transparencia de autoría contrasta con la seguida en los órganos regionales y nacionales. De las grandes figuras cominternistas podemos ubicar: al economista y orientalista Eugenio Varga (1926), a Willy Münzemberg el organizador de la Liga Antiimperialista Mundial (1927); a Manabendra Nath Roy (1928), uno de los
fundadores del primer Buró Latinoamericano de la IC y autor junto con Lenin del viraje cominternista hacia los pueblos coloniales y semicoloniales (1920), a Jules Humbert-Droz el principal responsable del Secretariado Latino de la IC bajo la hegemonía bujarinista. De todos ellos, sólo Roy y Humbert-Drotz estuvieron en países latinoamericanos: México (1918-1919) y Argentina (1929) respectivamente.
América Latina en La Correspondencia Internacional
Código
Fecha
Artículos
1
IPC, 19-9-1922, No. 80, p. 598
YAROSHEVSKY, M. “South America and Soviet
Russia”
2
LCI, 20-1-1923, No. 2, pp. 26-27
IPC, 26-1-1923, No. 3, p. 48
“To the workers and peasants of South America”
3
LCI, 29-6-1923, No. 52, p. 384
IPC, 21-6-1923, No. 44, pp. 430-
431
AMTER, I. “Pan-Americanism two Conferences”
4 IPC, 24-7-1924, No. 48, pp. 494,
501
WOLFE, Bertram D. “The struggle against
imperialism in Latin America”
5
LCI, 2-1926, No. 10/11, pp. 160-
162/112-115.
LE SECRÉTARIAT DU C. E. DE L´L. C. PUR
L´AMÉRIQUE LATINE “Projet de theses sur le
mouvement révolutionnaire de l´Amérique Latine”
6
IPC, 4-2-1926, No. 11, p. 155 GEORGE, Harrison. “Yankee imperialism shows its
teeth”
7
LCI, 13-3-1926, No. 32, pp. 287-
288
“L´affaire de Tacna-Arica et l´imperialisme
américain”. Déclaration de la Ligue anti-imperialiste
pour toute l´Amerique.
8
LCI, 25-5-1926, No. 66, p. 753
IPC, 24-5-1926, No. 43, pp. 753-
762
VARGA, E. “World Economic Report. Ist. Quarter of
1926, Point 3. Economic situation in Latin America”
9
IPC, 15-7-1926, No. 52, pp. 878-
879
“The United States and the breakdown of the Tacna-
Arica plebiscite in South America”
10
LCI, 28-11-1926, No. 128, pp.
1537-1539
WILENKIN, J. “La lutte du gouvernement et des
ouvriers contre l´Eglise catholique et l´imperialisme
américain”
11 IPC, 20-12-1926, No. 88, pp. 1539-
1540
VII ECCI: “comrade Codovilla (South America)”
12 LCI, 22-1-1927, No. 12 TANIN, M “L’offensive imperialiste des Etats-Unis.”
13
LCI, 26-1-1927, No. 13, p. 168 ICJ. (CEIC). “Pour l’Indépendence des peuples de
L’Amérique Latine”
14
LCI, 2-2-1927, No. 16, p. 214
IPC, 21-1-1927, No. 7, p. 141
“Le prestige de la diplomatie americaine”
15
IPC, 15-12-1927, No. 71, pp. 1622-
1623
“The Brussels Conference against imperialism”
16
IPC, 22-12-1927, No. 72, pp. 1633-
1635
NZENBERG, Willy. “Growing revolutionary
militancy among the colonial Peoples. The Second
Brussels Conference of the League against
Imperialism”
17 IPC, 22-12-1927, No. 72, pp. 1633-
1635
“Towards a Latin American trade union secretariat”
18
LCI,21-1-1928, No. 6
IPC, 19-1-1928, No. 3, pp. 73-74
ROY, M. N. “The Pan American Congress”
19
LCI, 26-1-1928, No. 8, p. 109
IPC, 25-1-1928, No. 4, pp. 106-107
GHIOLDI, R. “The influence of Leninism in Latin
America”
20
IPC, 16-2-1928, No. 8, pp. 174-175
ENGDAHL, Louis. “American Communist Party
develops defeatist campaign against US Imperialism”
21
LCI, 25-2-1928, No.17
IPC, 23-2-1928, No. 9, pp. 189-190
GEORGE, Harrison. “The Pan American
Conference”
22
LCI, 23-3-1928, No. 30, pp. 394-
395
IPC, 21-3-1928, No. 18, pp. 352-
354.
GHIOLDI, R. “The trade union movement in Latin
America”
23
IPC, 30-7-1928, No. 39, p. 708
“La Revolución en América Latina”
24
IPC, 13-8-1928, No. 49, p. 871
VI World Congress of the C.I. from the Bukharin
reply: “The importance of work in South America”
25
IPC, 31-8-1928, No. 57 MÜNZENBERG, Willy. “The Berlin meeting of the
League against Imperialism”
26
LCI, 24-9-1928, No. 108, p. 1192
IPC, 19-9-1928, No.64, pp. 1150-
1151
VI World Congress of the C. I. Methods of struggle
against imperialist war: “Peluffo (Latin America)”
27
LCI, 19-10-1928, No. 118
IPC, 17-10-1928, No. 72, pp. 1299-
1305
VI World Congress of the questions of the
revolutionary movement in the colonies: “Questions of
the Latin American Countries. Co-report of comrade
Humbert-Droz”
28
IPC, 17-10-1928, No. 72, pp. 1307-
1308
VI World Congress of the C.I. (Answer to Humbert-
Droz): “Comrade Banderas (communist Fraction of
the Peasant’s International)”
29 IPC, 17-10-1928, No. 72, pp. 1315-
1316
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Darcy (YCL)”
30 IPC, 17-10-1928, No. 72, pp. 1319-
1320
VI World Congress of the C.I. (Reply to H-Droz):
“Comrade Gómez (USA)”
31 LCI, 19-10-1928, No.139, pp.
1364-1367
VI World Congress of the C.I. (Reply to H-Droz):
“Comrade Travine”
32
IPC, 25-10-1928, No. 74, pp. 1354-
1355
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Traving (CPSU)”
33
IPC, 25-10-1928, No. 74, pp. 1361-
1363
VI World Congress of the C.I. Continuation of the
discussion on the reports on colonial questions:
Comrade Vasiliev”
34
LCI, 30-10-1928, No. 130, p. 1432
IPC, 30-10-1928, No. 76, pp.1405-
1407
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
Comrade Wolfe (USA)”
35
LCI, 30-11-1928, No. 145, p. 1664
IPC, 21-11-1928, No. 81, pp. 1545-
1546
VI World Congress of the C.I. Report of Comrade
Humbert Droz on the admittance of new sections”
36
IPC, 21-11-1928, No. 81, p. 1531 VI World Congress of the C.I. From the report
Pianitsky on credentials”
37 IPC, 12-12-1928, No. 88, pp. 1659-
1676
“Theses on the revolutionary movement in the
colonies and semi-colonies”
38
LCI, 19-12-1928, No. 152, pp.
1778-1779
IPC, 20-12-1928, No. 90, pp. 1710-
1711
FRANKLYN and HARVEY. “The United States and
Great Britain in Latin America”
39
LCI, 19-12-1928, No. 152, p. 1777
DUBOIS, George. “Le danger de guerre en Amerique
du Sud”
40 IPC, 27-12-1928, No. 91, pp. 1731-
1732
FRANKLIN and HARVEY. “The United States and
Great Britain in Latin America.” (Continued)
41
IPC, 3-1-1929, No. 1, p. 4
FRANKLIN and HARVEY. “The United States and
Great Britain in Latin America”
42
LCI, 9-1-1929, No. 2, p. 20
DUBOIS, George. “Le Conférence Panaméricaine”
43
IPC, 25-1-1929, No. 5, pp. 77-78 MÜNZENBERG, Willy. “The Cologne meeting of the
League against Imperialism”
44 LCI, 26-1-1929, No. 8, p. 85 “La situation en Amérique Latine”
45 LCI, 9-2-1929, No. 12, p. 128 « La commission Latino-Européen de l´ISR »
46
LCI, 9-2-1929, No. 12, p. 239 “Quatrième èchec des tentaives de ptsh de l´axe en
Amerique du sud”
47 LCI, 4-5-1929, No. 37, p. 522
IPC, 10-5-1929, pp. 491-492
CH., M. “Anti-war conference of the Latin American
trade unions”
48
LCI, 24-5-1929, No. 44, pp. 986-
987
MARTÍNEZ, R. A. “L´Amérique latine après le
VII Congrés mondial de l´I. C. ”
49 IPC, 21-6-1929, No. 29, pp. 636-
637
NZENBERG, Willy. “From Brussels to Paris. Two
years of the League against Imperialism”
50
IPC, 9-8-1929, No. 38, pp. 812-813 MÜNZENBERG, Willy. “The Frankfurt Congress of
the League against Imperialism”
51
IPC, 16-8-1929, No. 39, p. 834 LEIBRAND, R. “The first youth’s anti-imperialist
Congress”
52
IPC, 17-9-1929, No. 51, pp. 1094,
1095
X Plenum of the ECCI. Discussion report Kuusinen
and Manuilsky: “Comrade Americo Ledo (Latin
America)”
53
IPC, 17-9-1929, No. 51, pp. 1100-
1101
X Plenum of the ECCI. Discussion report Kuusinen
and Manuilsky: “Comrade Banderas (Communist
Fraction of the Peasant’s International)”
54
IPC, 27-9-1929, No. 54, p. 1171 PADMORE, G. “Revolutionary task in the West
Indies”
55 IPC, 15-10-1929, No. 59, pp. 1269-
1279
X Plenum of the ECCI. Discussion report Thalman
and Losovsky:“Comrade Ramírez (Latin America)”
56
IPC, 1-11-1929, No. 62, p. 1336
“Statement of the All-American League against
Imperialism on the new wave of terror in Latin
America”
57
LCI, 1929, No. 123, p. 1648 « Communication du Présidium du CE de l´IC sur
l´exclusion de Roy »
58 LCI, 4-1-1930, No. 1, p. 7 “PADMORE, George. “Le dévelopement
58economique des Antilles Britanniques”
59 LCI, 1-2-1930, No. 10-11, pp. 100-
103
« Project de thèses pur le mouvement révolutionnaire
de l´Amérique Latine »
60
LCI, 8-2-1930, No. 12, p. 124
KOGAN, M. “The economic crisis in Latin America”
61
LCI, 20-9-1930, No. 79, p. 1056
“Comité mondial contre la guerre imperialiste”
62
IPC, 2-7-1931, No. 35, p. 655
HUNSKY, C. “A new period of development in the
League against Imperialism”
63
IPC, 30-7-1931, No. 40, pp. 751-
752
BELL, John. “The significance of august 23 rd, Antiimperialist
Day”
64
IPC, 3-9-1931, No. 47, pp. 867-868
MOREAU, Albert. “The ‘debt moratorium’ for Latin
America”
65
IPC, 7-4-1932, No. 16, p. 310
RODRIGUEZ, O. “The dictatorship of the American
United Fruit Company”
66
LCI, 8-6-1932, No. 48, p. 519
MARCUCCI. “L’Amérique Latine dans la guerre
imperialiste”
67
LCI, 25-6-1932, No. 53, p. 1343
LOMBARDO TOLEDANO, Vicente. “Pour un
rassemblement des forces démocratiques de
l´Amérique latine ”
68
LCI, 1932, No. 56, p. 623 M., C. “Les investissements de capitaux des E.U. en
Amérique Latine.”
69
LCI, 13-8-1932, No. 67, p. 754
IPC, 11-8-1932, No. 35, pp. 723-
724
LCI, 19-8-1932, No.34, pp.423-
424
RODRÍGUEZ, José. “The new armed conflict in
South America”
70
LCI, 6-8-1932, No. 65, p. 738
IPC, 11-8-1932, No. 35, pp. 743-
744
LCI (e), 21-10-1932, No. 43, pp.
43-44
GOMEZ, J. “Party cadres in the communist parties of
South America and Caribbean America”
71
LCI, 5-10-1932, No. 83, p. 932
LCI (e), 7-10-1932, No.41, pp.
514-515
MARCUCCI, A. “la fascisation de la jeunesse en
Amérique du Sud et du Centre”
72
LCI, 14-10-1932, No. 42, p. 525 MARCUCCI, A. “Corrijamos las posiciones
oportunistas”
73
LCI, 5-11-1932, No. 93, p. 1073
BRANDAO, Octavio. “En Amérique du Sud comme
ailleurs le pacifismo masque la Preparation de la
guerre”
74
LCI, 14-1-1933, No. 4, p. 46 M, V. “Les social-reformistes et la menace de guerre
en Amérique du Sud”
75
LCI, 14-1-1933, No. 4, p. 46
“Aux peuples de L’Amérique Latine (Appel du
Comité Mundial de Lutte contre la Guerre
Imperialiste”
76
IPC, 26-5-1933, No. 23, p. 510
“May Day in South America”
77
LCI, 18-11-1933, No. 93-94 p.
1147
IPC, 17-11-1933, No.50, pp. 1125-
1126
LCI, 24-11-1933, No.50,
pp.810-811
AGOSTI, Hector. P. “Japan in Latin America”
78 IPC, 1-12-1933, No. 52, pp. 1189-
1190
“Increasing white terror in Latin America”
79
IPC, 15-12-1933, No. 55, p. 1245
YOUKELSON, R. “The Pan American Conference
and the aims of American Imperialism”
80
LCI, 13-1-1934, No. 3/4 p. 52
LCI (e), 26-1-1934, No. 5, pp. 83-
84
BYKLOVSKY, A. “Sur quelques journaux de
Syndicats et du parti en Amérique Centrale, aux
Antilles e en Amérique du Sud”
81
IPC, 19-1-1934, No. 3, p. 64
YOUKELSON, R. “The struggle between the USA
and Great Britain in Latin America”
82
LCI, 26-1-1934, No. 5, p. 82 “El terror blanco en los países de América del Sur y
del Caribe”
83
LCI, 14-3-1934, No. 26, p. 500
IPC, 7-5-1934, No. 28, pp. 719-720
LCI (e), 17-4-1934, No. 22, pp.
480-481
XIII Plenum of the ECCI. Discussion on the reports of
comrade Kuusinen, Pieck And Pollit: “Comrade
Morales (Latin America)”
84 LCI (e), 27-7-1934, No. 40, pp.
790-792
GHIOLDI, Rodolfo. “los congresos de Santa Fe y de la
“Democracia Iberoamericana”
85 RU, año II, No.6, 11-1-1935,
pp.12-13.
“El Congreso mundial de los estudiantes contra la
guerra y el fascismo” (representantes por América Latina)
“El Congreso mundial de los estudiantes contra la
guerra y el fascismo”
87 IPC, 25-5-1935, No. 22, p. 593 “Open letter to Haya de la Torre”
88 IPC, 24-8-1935, No. 39
Discussion report Ercoli “Oracia (South
America)”
89 IPC, 31-8-1935, No. 42
Reports on the applications for new members of the
CI “Comrade Wang Ming”
LCI, No. 95-96, p. 1399
90 IPC, 19-10-1935, No. 55, pp. 1364-
1365
MACHADO, Louis, “L’idée du front populaire
progresse en Amerique du Sud”
FUENTES: Se consultaron parcialmente las tres colecciones de La Correspondencia Internacional,
identificables por sus abreviaturas LCI (francesa), LCI e (española) e inglesa (IPC).
A continuación presentamos la relación de artículos por países enlistados en orden alfabético y cronológico publicados en La Correspondencia Internacional, la numeración sigue la asignada a los artículos de tenor regional y continental:
ARGENTINA
Código
Fecha
Artículos
91
LCI, 1-1922, No. 1, p. 15.
GHIOLDI, Rodolfo. “Le parti communiste Argentina”
92
LCI, 1-1922, No. 1, p. 22
IAROCHEUSKI. “En Argentine”
93
LCI, 22-10-1922, No. 81, pp.
624-625
PENELON, J.F. / GRECO, J. “Le parti Communiste
Argentine”
94
LCI, 8-6-1923, No. 46, pp.
342-343
NIN, Andrés. “Le fasciste en Argentine”
95
LCI, 6-7-1923, No. 54, pp.
402-403.
GHIOLDI, Rodolfo. “Le fascisme en Argentine”
96
LCI, 29-8-1923, No. 68, p.
514
NIN, Andrés. “En Argentine. La Dernière General”
97
IPC, 4-10-1923, No. 64, p.
718
NIN, Andrés. “The latest general strike in Argentina”
98
LCI, 16-10-1923, No. 82, pp.
626-627
GHIOLDI, Rodolfo. “La question syndicale en Argentine
99
LCI, 17-6-1924, No. 32, p.
370
NIN, Andrés. “La strategie des gréves des libertaires
Argentins”
100
IPC, 19-6-1924, No. 35, p.
356
GHIOLDI, Rodolfo. “The tactics of the Argentina trade
union leaders”
101
IPC, 7-1-1926, No. 1, p. 7
OLLOYER, R. “The Young Communist League of
Argentina and the Death of Comrade Muller”
102
IPC, 19-1-1928, No. 3, pp. 87-
88.
V.R. “The labor movement in Argentina”
103
IPC, 2-2-1928, No. 6, p. 139
FL. E. “The labor movement in Argentina”
104
IPC, 8-11-1928, No. 78, pp.
1462-1463.
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Ravetto (Argentina)”
105
LCI, 30-8-1930, No. 72, p.
961.
“V Congress ISR: Galves (Argentina)”
106
LCI, 17-9-1930, No. 78, pp.
1046-1047.
PALVE, Enrique. “Le coup d’état en Argentina”
107
LCI, 27-9-1930, No. 81, p.
1073
GANNES, Harry. “Le capital financier des Etats-Unis et
la ‘revolte’ en Argentine.”
108
LCI, 25-7-1931, No. 68, p.
851.
IPC, 30-7-1931, No. 40, p.
744.
GHIOLDI, Rodolfo. “Imperialist contradictions in
Argentina”
109
LCI, 12-8-1931, No. 73, p.
893
IPC, 13-8-1931, No. 42, pp.
781-782.
GHIOLDI, Rodolfo. “The raid on the Soviet Trade
Mission and the persecution of the proletariat in
Argentina”
110
LCI, 29-8-1931, No. 79, p.
948
IPC, 3-9-1931, No. 47, pp.
866-867.
ZEVINE, Z. “The world economic crisis: ‘Argentina
under the control of fish and. . .’ ”
111
LCI, 27-1-1934, No. 7/8, p.
100
“La cellule du frigorifique ‘Anglo’ (Parti Communiste
d’Argentine)”
112
LCI, 10-3-1934, No. 24/25, p.
453
IPC, 9-3-1934, No. 16, p. 402
LCI (e), 16-3-1934, No. 5, pp.
83-84
ALCARAZ, Aurelio. “Argentina’s neutrality in the war
between Bolivia and Paraguay”
113
LCI, 31-3-1934, No. 34/35, p.
639.
LCI (e), 30-3-1934, No. 18,
pp. 364-365.
SOTO, G. “La ‘conspiration communiste’ en Argentine”
114
LCI, 1-6-1935, No. 44-34,
p.655.
“Greve contre les fascistes en Argentina”
115
LCI, 6-7-1935, No. 54-55,
p.782
IPC, 6-7-1935, No. 28, p. 729
RU, año II No. 35, 26-6-1935,
p.7
“Contre le pacte antipopulaire et contre-révolutionaire
de Vargas-Justo”
116
IPC, 17-8-1935, No. 36, p.
947
The discussion of the report of the ECCI to the VII world
Congress “Torres (Argentina)”
117
LCI, No. 104-105, p. 1523
LUCIANO, “Gréve politique contre le gouvernement
fedéral d’Argentine”
118
IPC, 2-12-1935, No. 65, p.
1610-1611
Discussion report Ercoli “Comrade Torres (Argentina)”
119
IPC, 12-12-1935, No. 67, p.
1663
Discussion report Ercoli “Comrade Mora (Argentina)”
BOLIVIA
Código
Fecha
Artículos
120
LCI, 31-8-1927, No. 90, p. 1250
PRAVDA. “A propos de l’Insurrection en Bolivie”
121
IPC, 29-9-1927, No. 55, p. 1226.
S, A. “After the crushing of the revolt in Bolivia”
122
LCI, 5-10-1927, No. 101, p. 1422
GEORGE. “L’ Insurrection en Bolivie”
123
IPC, 20-12-1928, No. 90, pp.
1712-1713
DEUTSCH, G. “Danger of war in South America.
The conflict between Bolivia and Paraguay”
124
LCI, 20-8-1932, No. 69, p. 769
IPC, 18-8-1932, No. 36, pp. 745-
747
MAGGI. “The new war between Bolivia and
Paraguay”
125
LCI, 10-3-1934, No. 24/25, p. 453
IPC, 9-3-1934, No. 16, p. 402
LCI (e), 16-3-1934, No. 5, pp. 83-
84
ALCARAZ, Aurelio. “Argentina’s neutrality in the
war between Bolivia and Paraguay”
126 RU, año I, No. 2,14-12-1934, pp.
8-9
“La guerra entre Bolivia y Paraguay”
127
IPC, 9-2-1935 No.6, pp. 154-155
TORRES, A. “The Conflagration in Chaco”
128
LCI, No. 11/12, p.12.
RU, año II, No.11, 15-2-1935,
pp.13-14.
TORRES, “L’Incende du Chaco”
BRASIL
Código
Fecha
Artículos
129
LCI, 9-8-1922, No. 59, p. 458.
“Le P.C. Brésilien”
130
LCI, No. 36, 1923, pp. 72-73
“El encerrado. Un appel des communistes brésiliens”
131
LCI, 26-1-1923, No. 8, pp. 43-44.
PEREYRA, Astrojildo. “La situation financiere du
Brésil”
132
LCI, 11-4-1923, No. 29, p. 206.
PEREYRA, Astrojildo. “La concurrence Anglo-
Americaine au Brésil”
133
LCI, 28-12-1923, No. 95, p. 732.
LCI, 9-4-1924, No. 21, pp.
230-231.
BRANDAO, O. “Une lettre sur la presse au Brésil”
134 LCI, 19-11-1924, No. 77, pp.
855-856
“P.C. Brasilien. En Amérique medievale; au Brésil
(lettre)”
135
LCI, 3-4-1926, No. 43, pp. 417-
418.
IPC, 1-4-1926, No. 25, p. 394.
D, B. “Letter from Brazil”
136 LCI, 1-9-1926, No. 98, pp. 1093-
1094
“Les dificultés de la propagande communiste au
Brésil”
137
IPC, 9-9-1926, No. ?
BRANDAO, Octavio “…”
138
IPC, 10-5-1928, No. 23, pp. 492-
493
BRANDAO, Octavio. “Persecution of the
revolutionary movement in Brazil”
139
LCI, 30-6-1928, No. 62, p. 724
IPC, 28-6-1928, No. 35, pp. 640-
641.
BRANDAO, Octavio. “The fight between English and
American imperialism in Brazil”
140
LCI, 20-9-1928, No.106, pp.
1131-1132
IPC, 11-9-1928, No. 61, p. 1084-
1085
VI World Congress of the C.I. Continuation of the
discussion of war danger, Ramírez (México) and
González (Brazil)”
141
LCI, 19-10-1928, No. 125, p.
1358
IPC, 25-10-1928, No. 74, pp.
1347-1348
VI World Congress of the C.I. (Reply to H-Droz):
“Comrade Lacerda (Brazil)”
142
IPC, 30-10-1928, No. 76, pp.
1393-1395
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Cárdenas (México)”
143
LCI, 11-5-1929, No. 39, p. 558
IPC, 17-5-1929, No. 23, pp. 514-
515.
Comunist Party of Brazil. “To the working class of
Brazil”
144
LCI, 28-6-1930, No. 55, p. 636 “Le Parti Communiste du Brésil á propos du
Manifeste du Luis Carlos Prestes”
145
LCI, 28-6-1930, No. 55, p. 636. P.C. do Brésil. “A propos du manifeste du Luis A.
Prestes”
146
LCI, 13-8-1930, No. 68, p. 872
BORODINE, Saul. “La situation politique et le
mouvement ouvrier revolutionaire au Brásil”
147
LCI, 15-10-1930, No. 86, pp.
1110-1111
Latino-Americain. “A propos des évenements du
Brésil”
148
LCI, 15-11-1930, No. 95, p. 122
MAJORSKI, J. “La guerre civile au Brésil et la crise
économique”
149
LCI, 20-6-1931, No. 54, p. 711
IPC, 25-6-1931, No. 33, p. 599.
“Appeal from the Red Aid of Brazil”
150
LCI, 10-9-1932, No. 76, p. 854.
IPC, 1-9-1932, No. 39, pp. 818-
819.
LCI, 9-9-1932, No. 37, p. 461-
462
KOELNER, R. “Insurrection and Civil war in
Brazil”
151
LCI, 21-9-1932, No. 79, p. 889.
IPC, 22-9-1932, No. 42, pp. 883-
884.
LCI, 30-9-1932, No. 40, pp.
496-497
BRANDAO, Octavio. “Preparation for the
partitioning of Brazil”
152
LCI, 28-12-1932, No. 109, p.
1277.
BRANDAO, Octavio. “La vague de gréves au Brésil”
153
LCI, 15-2-1933, No. 13, p. 191.
LCI (e), 17-2-1933, No. 8, pp.
124-125
BRANDAO, Octavio. “Le P. C. du Brasil dans les
gréves”
154
LCI, 31-3-1934, No.34/35, p. 639.
IPC, 20-4-1934, No. 24, p. 624.
LCI, 20-4-1934, No. 20, p. 491
PRESTES, L.C. “The struggle of the peasants in
Brazil”
155
RU, año II, No. 7,18-1-1935, p.
11-12
“El Congreso mundial de los estudiantes contra la
guerra y el fascismo” ( reseña de intervenciones de los
delegados de Brasil y México)
156
LCI, 26-1-1935, No. 7/8, p.113
IPC, 26-1-1935 No. 4, p. 101
“L’assesino de jeune communiste Tobías Varchavski
au Brésil”
157
IPC, 4-5-1935 No. 19, p. 525
“Support the Fight of the Workers Masses of Brazil”
158
LCI, 25-5-1935, No. 42-43, p.
655
IPC, 25-5-1935, No. 22
ZENNEIRO, T.O, “La loi pour la protection de l’Etat
au Brésil”
159
LCI, 6-7-1935, No. 54-55, p. 782
IPC, 6-7-1935, No. 28, p. 729
RU, año II, No. 35, 26-6-1935,
p.7
“Contre le pacte antipopulaire et contrerévolutionaire
de Vargas-Justo”
160 RU, año II No. 35,26-7-1935,
p.5-7
“Manifiesto de la Alianza Nacional Libertadora del
Brasil”
161
IPC, 10-8-1935, No. 34-36
The discussion of the report of the ECCI to the VII
world Congress “Comrade Marques (Brazil)”
162
IPC, 17-8-1935, No. 36, p. 945
The discussion of the report of the ECCI to the VII
world Congress “Lacerda (Brasil)”
163
IPC, 28-8-1935, No. 41
Discussion of the report of the Activities of the ECCI
to the VII world Congress “Comrade Marques
(Brazil)”
164
IPC, 2-12-1935, No. 65, pp.
1601-1603
Discussion report Ercoli “Comrade Lacerda
(Brasil)”
165
LCI, No. 122-123, p.1817
IPC, 21-12-1935, No.70, pp.
1718-1720
“L’Insurrection nationale révolutionnaire au Brésil”
CHILE
Código
Fecha
Artículos
166
IPC, 3-3-1922, No. 17, p. 124
MITELBURG, R. J. “The labor and trade union
movement in Chile”
167
LCI, 21-2-1923, No. 15, pp. 102-
103
RECABARREN, L. “Le Mouvement ouvrier au Chili”
168 LCI, 22-10-1924, No. 72, pp.
796-797
GHIOLDI, Rodolfo. “The military coup d’état in
Chile”
IPC, 29-10-1924, No. 76, p. 847.
169
LCI, 28-2-1925, No. 15, pp. 128-
129
ALBERT, R. Nos. Morts1: “Luis Recabarren”
170
LCI, 19-12-1925, No. 123, p.
1047
IPC, 24-12-1925, No. 89, p.
1354.
“Appeal of the ECCI and the RILU against the mass
murders in Chile”
171
LCI, 26-8-1931, No. 77, p. 926
IPC, 27-8-1931, No. 46, pp. 847-
848.
MOREAU, Albert. “Chilean dictator Ibáñez is
overthrown”
172
LCI, 26-9-1931, No. 87, p. 1013
IPC, 24-9-1931, No. 50, pp. 910-
911.
SINANI, G. “The first lesson of the revolt in Chile”
173
LCI, 10-10-1931, No. 91, p.
1043
MONTEZ, J. L. “Insurrection chilienne”
174 LCI, 30-1-1932, No. 8, p. 87
IPC, 28-1-1932, No. 4, p. 63.
MOREAU, Albert. “The fascist regime of Montero in
Chile”
175 LCI, 11-5-1932, No. 39, p. 408
IPC, 5-5-1932, No. 20, p. 403.
LORENZ, E. “The bankruptcy of Chilean saltpeter
trust”
176
LCI, 15-6-1932, No. 50, p. 537
IPC, 16-6-1932, No. 27, pp. 541-
542.
GHIOLDI, R. “The recent upheaval in Chile”
177
LCI, 25-6-1932, No. 53, p. 583
IPC, 23-6-1932, No. 28, pp. 567-
568.
GHIOLDI, R. “The new dictatorship in Chile”
178
LCI, 13-7-1932, No. 58, p. 639.
LCI (e), 15-7-1932, No. 29, p.
364
CH, M. “Les soviets au Chili”
179
LCI, 23-11-1932, No. 98, p.
1124.
LCI, 25-11-1932, No. 59, p.
626
C, L. “Les résultat des élections presidentielles au
Chili”
180
IPC, 7-4-1933, No. 16, p. 368 GREENE, E. P. “The liquidation of the COSACH: a
blow at American imperialism in Chile”
181
LCI, 1-6-1933, No. 52, p. 656.
IPC, 30-6-1933, No. 29, p. 631.
LC I(e), 7-7-1933, No. 28, p. 444
GREENE, E. P. “Fascist methods in Chile”
182
LCI, 15-12-1933, No. 98-99
SINAI, G. “A Cuba se constituent les soviets”
183
LCI, 28-7-1934, No. 60/70, p.
1117.
IPC, 3-8-1934, No. 42, pp. 1078-
1079.
LCI (e), 3-8-1934, No. 41, pp.
801-802
GHIOLDI, Rodolfo. “The situation in Chile”
184
IPC, 17-8-1935, No. 36, p. 949 The discussion of the report of the ECCI to the VII
world Congress “Borges (Chile)”
185
LCI, 14-9-1935, No. 80-81, p.
1021
IPC, 7-9-1935, No.4 3, pp. 1115-
116
“La premiere victoire dans la lutte pour le front
unique au Chili”
186
IPC, 2-12-1935, No. 65, p. 1622
Discussion report Ercoli “Comrade Borges (Chile)”
COLOMBIA
Código
Fecha
Artículos
187 IPC, 8-11-1928, No. 78, pp.
1457-1458
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Cárdenas (Colombia”
188
IPC, 3-1-1929, No.1, pp. 5-6 MARTÍNEZ and HARVEY. “The background of the
struggle in Colombia”
189
LCI, 3-9-1930, No. 74, pp. 1017-
1018
V Congreso ISR: “Pérez (Uruguay), Ganot
(Colombia), Fernández (Cuba)”
190
IPC, 16-7-1931, No. 38, pp. 718-
719.
MOREAU, Albert. “The meaning of the Girardot
strike in Colombia”
191
IPC, 8-10-1931, No. 52, p. 947
MOREAU, Albert. “Unemployment demonstration in
the Colombian Congress”
192
LCI, 15-4-1933, No. 29/30, p. 395 GREENE, E. P. “Le conflict entre la Colombia et le
Pérou”
193
LCI, 19-8-1933, No. 66/67, p. 801 PEREZ, J. “L’armistice entre la Colombie et le
Pérou”
194
LCI, No. 15-16, p. 272
IPC, 23-2-1935, No. 8, p. 228-
229
“The Tension between Colombia and Venezuela”
195
LCI, 26-10-1935, No. 98-99, p.
1439
IPC, 24-9-1935, No. 36, p. 1217-
1818
OTT, Peter. “Lettre de Colombie”
CUBA
Código
Fecha
Artículos
196
LCI, 8-10-1927, No. 102, pp.
1440-1441
IPC, 13-10-1927, No. 57, p.
1273.
KORSUNSKY. “Persecution of the labor movement in
Cuba”
197
IPC, 24-5-1928, No. 28, p. 523
GORKIN. “White terror in Cuba”
198
IPC, 23-11-1928, No. 83, p.
1579
CEIC. “Resolution on the admittance of Communist
Parties of Cuba”
199
IPC, 25-1-1929, No. 5, p. 80
“Protested by League against Imperialism the murder
of Antonio Mella”
200
LCI, 23-1-1929, No. 7, p. 80
Nos Morts: “Julio Antonio Mella”
201
IPC, 1-2-1929, No. 6, p. 95
“Declaration of the CEC of the Workers (communist)
Party of America on the murder of Julio Antonio
Mella”
202
IPC, 1-2-1929, No. 6, p. 96
MARTINEZ, R. A. “Assassination of J. A. Mella by
agents of Yankee Imperialism”
203
LCI, 1-5-1929, No. 36, p. 50
IPC. 3-5-1929, No. 21, pp. 445-
446.
RAOUL. “The crisis of the Machado dictatorship in
Cuba”
204
LCI, 22-1-1930, No. 7, p. 155
FOSTER, William, Hernan “Le III Congrés du Parti
communiste cubain ”
205
LCI, 15-2-1930, No. 14, p. 142
FERRAGUT. “L’Impérialisme yankee á Cuba”
206
IPC, 27-2-1930, No. 11, pp. 194 GANNES, Harry. “The sugar lobby scandal and the
USA imperialist banker’s control of Cuba”
207
IPC, 6-3-1930, No. 12, p. 204 MOREAU, Albert. “Under the Wall Street Machado
regime in Cuba”
208
LCI, 28-6-1930, No. 55, p. 642
IPC, 3-7-1930, No. 31, pp. 562-
563.
FERRAGUT. “The Cuban nationalists as instruments
of yankee imperialism”
209
LCI, 3-4-1930, No. 74, p. 1018
V CONGRESS ISR: Fernandez (Cuba)
210 LCI, 3-9-1930, No. 74, p. 1017-
1018
V Congreso ISR: “Pérez (Uruguay), Ganot
(Colombia), Fernández (Cuba)”
211
IPC, 22-1-1931, No. 3, pp. 62-63 The second anniversary of the murder of Antonio
Mella”
212
LCI¸ 1931, No. 36, p. 508 RAOUL. “La crise de la dictadura de Machado a
Cuba”
213
IPC, 20-8-1931, No. 44, pp. 811-
815
MORALES, Pedro. “The events in Cuba”
214 IPC, 17-9-1931, No. 49, pp. 900-
902
MORALES, Pedro. “Chadbourne sugar plan increases
cuban workers misery”
215
LCI, 29-4-1933, No. 33/34, p.
450
IPC, 28-4-1933, No. 19, p. 433
“Against the persecution of revolutionaries in Cuba”
216
LCI, 27-5-1933, No. 41/42, p.
519
IPC, 12-5-1933, No. 21, p. 466.
GREENE, E. P. “The revolutionary upsurge in Cuba”
217
LCI, 3-6-1933, No. 43/44, p. 542
IPC, 2-6-1933, No. 24, p. 536.
FRANCISCO. “Welles: an outspoken Wall Street
emissary to Cuba”
218 IPC, 11-8-1933, No. 35, pp. 776-
777
FRANCISCO. “The fight for the unemployed in
Cuba”
219
LCI, 19-8-1933, No. 66/67, p.
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IPC, 18-8-1933, No. 36, pp. 782-
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LCI, 25-8-1933, No. 35, p.
552
PEREZ, J. “The revolutionary upheaval in Cuba”
220
IPC, 8-9-1933, No. 39, pp. 847-
849
GREENE, E. P. “Nine years of Machado in Cuba”
221
LCI, 2-9-1933, No. 70-71, p.
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IPC, 8-9-1933, No. 39, pp. 848-
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LCI (e), 8-9-1933, No. 38, pp.
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LCI, 11-9-1933, No. 75-76
IPC, 15-9-1933, No. 41, pp. 884-
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LCI (e), 15-9-1933, No. 39, pp.
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GOMEZ, J. “The revolutionary events in Cuba and
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223
LCI, 23-9-1933, No. 77/78, p. 9.
IPC, 22-9-1933, No. 42, p. 908.
LCI, 20-9-1933, No. 41, pp.
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BOSSE, A. G. “Cuba’s second revolution”
224
LCI, 7-10-1933, No. 81/82, p.
1006
IPC, 6-10-1933, No. 44, pp. 961-
962
“Support the emancipation struggle of the toilers of
Cuba”
225
IPC, 6-10-1933, No. 44, p. 962
“Support the Cuban masses”
226
IPC, 6-10-1933, No. 44, p. 980
BOSSE, A. G. “The Cuban revolution”
227
LCI, 1933, No. 66/67, p. 798
SINANI, G. « A Cuba se constituent les soviets »
228
LCI, 1933, No. 72/73, p. 895
P.C. des E. U. “Une déclaration a popu des événements
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LCI, 28-10-1933, No. 87/88, p.
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IPC, 27-10-1933, No. 47, p.
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LCI, 3-11-1933, No. 47, p.
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230
LCI, 11-11-1933, No. 91/92, p.
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LCI (e), 17-11-1933, No. 49, p.
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“Appel du Secours Rouge du Cuba”
231
LCI, 18, 11, 1933, No. 93/94, p.
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IPC, 17-11-1933, No. 50, p.
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LCI (e), 3-11-1933, No. 47, p.
756
“The situation in Cuba”
232
LCI, 2-12-1933, No. 98/99, p.
1207
IPC, 8-12-1933, No. 54, p. 1218-
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SINANI, G. “Soviet spring in Cuba”
233
LCI, 14-4-1934, No. 38/39.
IPC, 23-3-1934, No. 19, pp. 484-
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LCI, 20-4-1934, No. 23, p.
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GREENE, P. “The bloody Mendieta government in
Cuba”
234 IPC, 4-5-1934, No. 27, pp. 707-
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BYCHOVSKY. “On the weakness of the Communist Party press in Cuba”
235
LCI, 15-6-1934, No. 56/57
IPC, 15-6-1934, No. 34, pp. 909-
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VALENCIA, Manuel. “The second party congress of the CP of Cuba”
236
LCI, 6-7-1934, No. 36, pp.
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“El primero de Mayo en Cuba”
237
IPC, 13-7-1934, No. 39, p. 1012 PATTERSON, William L. “The Convention of the
Cuban IRA”
238 LCI, 28-7-1934, No. 69/70, p.
1133
“Lettre au Comité Exécutive de L’Internationale
Communiste (PC de Cuba)”
239
LCI, 1-12-1934, No. 107-108, p.
1760
IPC, 24-11-1934, No. 59, p.
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GREENE, E. P. “Shaky position of the Mendieta
Government in Cuba”
240 IPC, 30-3-1935, No. 14, p. 379-
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“An Appeal of CP of Cuba ”
241
LCI, 30-3-1935, No. 26-27, p.
436
RU, año II, No. 19, 5-4-1935,
pp.13-14
BOSSE, A.G. “La grève générale á Cuba”
242
IPC, 10-8-1935, No. 34, p. 881
Discussion of the report of the ECCI “Comrade Marín
(Cuba)”
243
LCI, 17-8-1935, No. 67-68, p.
974
IPC, 31-8-1935, No. 42, p. 1090
KOMOROVSKI, Conrad,”Expulsé de Cuba”
244
IPC, 10-10-1935, No. 52, pp.
1301-1302
The discussion of the report of the ECCI to the VII world Congress “Marín (Cuba)”
245 IPC, 21-11-1935, No. 62, pp.
1540-1541
Discussion report Ercoli “Comrade Bueno (Cuba)”
246
LCI, , 14-12-1935, No. 119-120,
p. 174
IPC, 14-12-1935, No. 68, p.
1684-1685
KOMOROVSKI, Conrad, “La terreur á Cuba”
DOMINICANA
Código
Fecha
Artículos
247
LCI, 8-3-1930, No. 22, p. 249
IPC, 6-3-1930, No. 12, p. 202.
L, M. “The insurrectionary movement in Santo
Domingo”
ECUADOR
Código
Fecha
Artículos
248
LCI, 25-9-1928, No. 109, pp.
1181-1183
IPC, 25-9-1928, No. 66, pp.
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VI World Congress of the C.I. Reply to Bujarin on
Draft Programme: “comrade Ricardo Paredes
(Ecuador)”
249 IPC, 25-10-1928, No.74, pp.
1349-1351
VI World Congress of the C.I. (Reply to H-Droz):
“Comrade Paredes (Ecuador)”
250
IPC, 8-9-1932, No. 40, p. 481
KOLNER, R. “The rising in Ecuador”
251
LCI, 15-9-1934, No. 83/84, p.
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IPC, 14-9-1934, No. 48, pp.
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LCI, 21-9-1932, No. 48, p. 921
PAREDES, Ricardo A. “The revolutionary movement of the proletariat in Ecuador”
EL SALVADOR
Código
Fecha
Artículos
252
IPC, 17-3-1932, No. 13, pp. 255-256
RODRIGUEZ, O. “The uprising in Salvador and our immediate tasks”
GUATEMALA
Código
Fecha
Artículos
253
IPC, 9-6-1922, No. 46, p. 348
“The communists of Guatemala to the Communist
Party of Mexico”
254
IPC, 13-11-1922, No. 98, p. 783
STIRNER, Alfred. “From Guatemala”
112
Ricardo Melgar B., La Hemerografía cominternista y América Latina, 1919-1935. Señas, giros y
presencias; Revista www.izquierdas.cl, 9, abril 2011, 79-136
255
LCI, 18-11-1922, No. ? p. 675 STIRNER, Alfred. “Dans un coin perdu de
L’Amérique Centrale: au Guatemala”
256
LCI, 18-9-1929, No. 89, p. 1216
“Le mouvement ouvrier au Guatemala”
HAITÍ
Código
Fecha
Artículos
257
IPC, 30-6-1922, No. 56, p. 412
JONES, D. Ivan. “American Imperialism and the
Negro”
258
LCI, 18- 9-1929, No. 89, p. 1216.
IPC, 18-10-1929, No. 60, pp.
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ROSEMOND, Henry Ch. “USA Imperialism in
Haití”
258
LCI, 28-12-1929, No. 126, pp.
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IPC, 27-12-1929, No. 71, pp.
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WILSON, William. “The revolt in Haití”
259
LCI, 4-1-1930, No. 1, p. 5
“Les victimes du mouvement insurrectionnel á Haití”
260 IPC, 6-2-1930, No. 6, pp. 102-
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GANNES, Harry. “Haití and the struggle against
USA Imperialism”
HONDURAS
Código
Fecha
Artículos
261
LCI, 9-12-1933, No.100-101 PEREZ I. “Le Honduras sous le jong de
l´Imperialisme ”
XICO
Código
Fecha
Artículos
262
LCI, 11-3-1922, No. 19, p. 146 STIRNER, Alfredo. “Le mouvement ouvrier au
Mexique”
263
IPC, 9-6-1922, No. 46, p. 348 “The Communist Party of Mexico to the workers and
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254
LCI, 1922, No. 84, pp. 926-927 STIRNER, H. “La situation au Mexique at la lutte
contre l´Eglise catholique”
265
IPC, 5-4-1923, No. 31, p. 250
“The trade union movement in Mexico”
266
IPC, 26-4-1923, No. 34, p. 293.
NIN, Andrés. “Labor movement in Mexico”6
267
LCI, 6-4-1923, No. 28, pp. 194-
200
ISR. “La lutte de classes au Mexique”
268
LCI, 8-6-1923, No. 46, pp. 1028-
1029
LABORDE, H. “Le fascisme menace le Mexique ”
269
LCI, 29-8-1923, No. 68, p. 870
PICK. “La situation au Mexique et le rôle des socialfascistes

270
IPC, 14-2-1924, No. 11. p. 78
PEPPER, John. “United Status war on Mexico looms
up”
271
LCI, 9-4-1924, No. 21, p. 438
LABORDE, H. “Le fascisme menace le Mexique ”
272
LCI, 9-4-1924, No. 21, pp. 228-
229
STIRNER, A. “Au Mexique”
273
LCI, 14-4-1924, No. 38, p. 488
H. LOEWEN “Le paix du pétrole entre les Etats-Unis
et le Mexique”
274
IPC, 24-7-1924, No. 48, p. 501
WOLFE, Bertrand. “V World Congress.
Continuation of discussion on report of the executive:
Comrade Wolfe (México)”
275
IPC, 5-8-1924, No. 55, p. 579
WOLFE, Bertrand. “V World Congress. Report of
comrade Kolarov on the agrarian question: Comrade
Wolfe (México)”
276
IPC, 11-2-1925, No. 14, p. 188
“The Mexican farmers join the Peasant
International”
6 Reproducido en: Internacional Sindical Roja, No. 24, abril y mayo de 1923, pp. 54-56
277
LCI , 11-4-1925, No. 35, p. 372
“Les scissionnistes a l’oeuvre au Mexique”
278 LCI, 6-1925, No. 64, pp. 1453-
1454
PAGE Myra. “La réforme foncière au Mexique ”
279 LCI, 27-6-1925, No. 65, p. 541
IPC, 18-6-1925, No 51
WOLFE, Bertrand. “Bolshevisation and immediate
tasks of the Mexican Communist Party”
280
LCI, 16-12-1925, No. 122, p.
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IPC, 24-12-1925, No. 89, pp.
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BELLULE, F (Moscou) “L’offensive d’ Ámsterdam
au Mexique.”
281
LCI, 1926, No. 19, p. 163.
IPC, 18-2-1926, No. 13, p. 198.
BELLUGNE, F. “For the unity of the trade union
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LCI, 21-7-1926, No. 84, p. 927
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STIRNER, A. “The position in México and the fight
against the Catholic Church”
283
LCI, 11-1926, No. 130, p. 1598
IPC, 9-12-1926, No. 86, pp.
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STIRNER, A. “The situation in México and the tasks
of the C.P. “
“La situation au Mexique”
284
IPC, 25-11-1926, No. 80, p. 1395.
“México. . . (¿)”
285
LCI, 28-11-1926, No. 130, p.
1557
IPC, 2-12-1926, No. 84, p. 1442.
VILENKIN, J. “The struggles in México”
(o WILENKIN, J.)7
286
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IPC, 4-2-1927, No. 12, pp. 247-
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S., P. “The intervention policy of the United States”
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287
LCI, 5-2-1927, No. 17, p. 228 MILLER, Alfred. “L´ « anticommuniste », refrain
électoral des fascistes mexicains”
288
LCI, 10-9-1927, No. 94, p. 1327
WOLFE, Ella G. “La situation au Mexique”
7 ¿J.Vilenkin o Wilenkin es un pseudónimo o es la misma persona que bajo el nombre IA. Vilenkin publicó
¡Amerikanskii imperializm y revoliutsiia v Nikaragua” en Bol’shevik (Moscow) N°10: May 1929?
289
LCI, 5-11-1927, No. 111, pp.
1584-1585
IPC, 27-10-1927, No. 60, p.
1323-1324.
WICKS, H. M. “Wall Street’s latest Mexican
insurrection”
“Les récentes intrigues des Etats-Unis au Mexique”
290
LCI, 18-4-1928, No. 38
IPC, 4-1928, No. 22, pp. 426-427
LOWEN, H. “The oil peace between the United
Status and México”
291
IPC, 25-7-1928, No. 39, p. 708
VI World Congress of the C. I.: “Speeches of
greeting of Lacerda (South America) and Carrillo
(México)”
292 LCI, 7- 1928, No. 70, p. 814.
IPC, 26-7-1928, No. 40
CARRILLO, Rafael. “The struggle in México”
293 IPC, 8-8-1928, No. 46, p. 819-
822
VI World Congress of the C.I.: “Speeches of Lacerda
(Brazil), Carrillo (México) and Sala (Uruguay)”
294
LCI, 1928,No. 152, p. 1787 “Les différends entre la fédération syndicale et le
gouvernent au Mexique”
295
IPC, 6-9-1928, No. 60, p. 1052
CORK, Jane. “Class forces in México”
296
LCI, 20-9-1928, No.106, pp.
1131-1132
IPC, 11-9-1928, No. 61, pp.
1084-1085
VI World Congress of the C.I. Continuation of the
discussion of war danger, Ramírez (México) and
González (Brazil)”
297
LCI, 20-11-1928, No. 139, p.
1583.
IPC, 8-11-1928, No. 78, pp.
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VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Ramírez (México)”
298
IPC, 3-1-1929, No. 1, pp. 15-16
“The Mexican trade unions and the Portes Gil
government”
299
LCI, 6-2-1929, No. 11, p. 114
“Un village d’enfants du sol au Mexique”
300
LCI, 9-2-1929, No. 12, p. 128
“La conférence syndicale au Mexique”
301
LCI, 16-3-1929, No. 24, p. 313
WOLFE, B. D. “L’insurrection au Mexique”
302
IPC, 29-3-1929, No. 16, pp. 316-
317
“The creation of a Worker’s and Peasant’s Bloc in
México”
303
LCI, 10-4-1929, No. 30, p. 408
“Offensive contre le P.C. du Mexique”
304 LCI, 10-4-1929, No. 30, pp. 407-
408.
RAOUL. “La défaite de la réaction au Mexique”
305 IPC, 12-4-1929, No. 18, pp. 365-
366
WOLFE, Bertrand D. “The Mexican Revolution
‘ends’ ”
306 LCI, 4-5-1929, No. 37, p. 524
IPC, 10-5-1929, No. 22, p. 478
DIAZ RAMIREZ, Manuel. “The Mexican Revolution
and the peasants”
307
LCI, 24-5-1929, No. 44, p. 629
“Les terreur contre les chefs paysans au Mexique”
308
LCI, 24-5-1929, No. 44, p. 629 LEE, Jack. “La lutte pour l´achèvement de la
révolution bourgeoise-nationale au Mexique ”
309
LCI, 15-5-1929, No. 40, p. 575
IPC, 21-6-1929, No. 29, pp. 651-
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GARCIA, María del Refugio. “The women in the
class fights in México”
310
LCI, 1929, No. 47, p. 685
IPC, 7-6-1929, No. 27, p. 604
VOLSKI, Andrei. “Our martyrs: Guadalupe
Rodríguez”
311 LCI, 1929, No. 37, p. 524 « La Révolution Mexicaine et les paysans »
312
LCI, 8-6-1929, No. 48, p. 1073
“D´importants congrès se terminent au Mexique ”
313
LCI, 8-6-1929, No. 48, p. 698
LOZOVSKI, A. “Le Congrès des Syndicats de
l’Amérique Latine”
314
LCI, 15-6-1929, No. 50, p. 735 BANDERAS, Diego. “La persécution du mouvement
paysan au Mexique”
315
LCI, 16-6-1929, No. 51, p. 749
“Persécutions féroces contre mouvement mexicain”
316
LCI, 29-6-1929, No. 54, p. 795.
IPC, 5-7-1929, No. 32, pp. 704-
705
DIAZ RAMIREZ, Manuel. “The white terror in
México”
317
LCI, 17-7-1929, No. 60, pp. 855-
856
IPC, 19-7-1929, No. 34, pp. 732-
733.
“Against fascist reaction in México”. Appeal of the
C.I. to the workers and peasant of México and the
whole world.
318
LCI, 19-7-1929, No. 30
LABORDE, Hernán. ¿Por qué fui desaforado?
319
LCI, 16-9-1929, No. 89, p. 1217.
IPC, 20-9-1929, No. 52, p. 1133
“The presidium of the International Peasant Council
to the National Peasant League of México in
Veracruz”
320
LCI, 4-1-1930, No. 1, p. 5
“Les persécutions au Mexique”
321
LCI, 1930, No. 6, p. 127
“Le Congrès du Parti communiste mexicain ”
322
LCI, 22-1-1930, No. 7, p. 72.
IPC, 23-1-1930, No. 4, pp. 68-69
“Against terror, reaction and betrayal in México”
323 LCI, 1-2-1930, No. 10, pp. 112-
115
PRAVDA. « La rupture des relations entre le
Mexique et l´Union Soviétique »
324
LCI, 15-2-1930, No. 14, p. 139.
IPC, 13-2-1930, No. 7, pp. 118-
119
“Against the fascist government in México which is
imprisoning and murdering the communist
functionaries”
“Contre le gouvernement fasciste du Mexique!”
325
LCI, 5-3-1930, No. 20, p. 425 “Il n´y a pas de place au Mexique pour l´espion
fasciste Trotski ”
326
LCI, 5-3-1930, No. 20, p. 224-
225.
IPC, 6-3-1930, No. 12, pp. 203-
204
GEORGE, Harrison. “México before and after the
break with the Soviet Union”
327
LCI, 1930, No. 20, pp. 418-419
MORRIS, George. “Le gouvernent mexicain
exproprie les magnats du pétrole”
328
LCI, 27-8-1930, No. 71, pp. 946-
948
V Congreso ISR: “Roja (México), Urso (Paraguay)”
329
LCI, 1932, No. 36, pp. 1000-1001
WICKS, H. M. “Les progrès de la révolution
bourgeoise démocratique au Mexique”
330
LCI, No. 39, pp. 888-889
MARTÍNEZ, R. A. “Le lutte du Mexique contre le
fascisme”
331
LCI, 13-8-1930, No. 68
IPC, 14-8-1930, No. 37, pp. 741-
742.
PICK. “The situation in México and the role of the
social fascists”
332
LCI, 27-8,1930, No. 71, p. 94
V CONGRES ISR: Rojas (Mexique)
333
LCI, 30-8-1930, No. 72, pp. 951-
952
IPC, 4-9-1930, No. 41, pp. 859-
860
LABORDE, Hernán. “The political situation in
México”
334
LCI, 24-9-1930, No. 80, p. 1066
ROJO, S. “Le carnage de Matamoros”
335
LCI, 20-9-1930, No. 79, p. 1056
IPC, 18-9-1930, No. 43, pp. 904-
905.
MOREAU, Albert. “War clouds in Mexican horizon”
336
LCI, 1931, No. 85, p. 998 PICK. “Lou nouvelle politique monétaire et la crises
économique au Mexique”
337
LCI, 18-6-1932, No. 51, p. 567
IPC, 16-6-1932, No. 27.
GOMEZ, J. “The Work in a factory nucleus and its
results”
338
LCI, 25-6-1932, No. 53, p. 1343
LOBUENO, Ventura. “Le mouvement nationalrévolutionnaire
de libération au Mexique est en
marche”
339
IPC, 18-8-1932, No. 36, p. 764
PICK. “White terror in México”
340
LCI, 7-1-1933, No. 2, p. 31 MILLER, Alfred. “Le message du président
Cardenas au peuple mexicain”
341
LCI, 14-1-1933, No. 4, p. 92-93 LABORDE, Hernan “Le Mexique sur la voie de la
libération nationale”
342
LCI, 11-2-1933. No. 12, p. 178
VIAMONTE, Eduardo N. “Le terreur au Mexique”
343
LCI, 18-11-1933, No. 93-94, p.
1145.
IPC, 17-11-1933, No. 50, p. 1113.
LCI (e), 24-11-1933, No. 50, pp.
806-807
GOMEZ, J. “The six year plan of the Mexican
government”
344
LCI, 1934, No. 102, p. 1091
C. J. “Les élections présidentielles au Mexique”
119
Ricardo Melgar B., La Hemerografía cominternista y América Latina, 1919-1935. Señas, giros y
presencias; Revista www.izquierdas.cl, 9, abril 2011, 79-136
345
LCI, 3-11-1934, No. 98/99, p.
1599
IPC, 3-11-1934, No. 56, pp.
1491–1492,
GUERRA, Vicente. “The first national congress
against fascism and war in México”
346
RU, año II, No. 7, 18-1-1935, pp.
11-12
“El Congreso mundial de los estudiantes contra la
guerra y el fascismo” ( reseña de intervenciones de los
delegados de Brasil y México)
347
LCI, No. 152 “Les différends entre la Fédération syndicale et le
gouvernement au Mexique”
348
LCI, 20-7-1935, No. 58-59, p.
826
IPC, 13-7-1935, No. 29, p. 755-
756
WIENMAN, Samuel, “Le plan hexenal du Mexique”
349
IPC, 10-8-1934, No. 34, 877 The discussion of the report of the ECCI to the VII
world Congress “Marcano (México)”
350
IPC, 17-8-1935, No. 36, p. 948 The discussion of the report of the ECCI to the VII
world Congress “Serrano (México)”
351
IPC, 28-8-1935, No. 41, p. 1073-
1074
Discussion of the report of the Activities of the ECCI
to the VII world Congress “Comrade Marenco
(México)”
352
IPC, 2-12-1935, No. 65, p. 1607 Discussion report Ercoli “Comrade Serrano
(Mexico)”
NICARAGUA
Código
Fecha
Artículos
353
LCI, 12-1-1927, No. 5, p. 75 GEORGE, Harrison. “Les intrigues des Etats Unis au
Nicaragua”
354
IPC, 28-1-1927, No. 10, p. 211 “Appeal of the Young Communist International
against American imperialism”
355
IPC, 4-2-1927, No. 12, p. 247 ECCI. “ Down with American imperialism in
Nicaragua” (telegraphic extract)
356
LCI, 5-2-1927, No. 17, p. 228
IPC, 4-2-1927, No. 12, pp. 247-
248
S., P. “The intervention policy of the United States”
(Nicaragua & México)
357 IPC, 10-2-1927, No. 13, pp. 272,
273
ECCI. “Down with American imperialism in
Nicaragua” (Full text)
358
LCI, 25-5-1927, No. 57, p. 698
CODOVILLA, (Victorio). “L’occupation définitive
du Nicaragua par l’impérialisme yankee”
359
LCI, 28-1-1928, No. 9, p. 119
IPC, 26-1-1928, No. 5, p. 121.
DE LA PLAZA, Salvador, “The struggle of Nicaragua —the Struggle of Latin America for its Independence.”
359
IPC, 7-5-1931, No. 24, pp. 446-
447
“Statement of the Anti-Imperialist League of the US on Nicaragua”
360
LCI, 25-3-1933, No. 23/24, p. 347
IPC, 24-3-1933, No. 14, p. 323.
LCI (e), 24-3-1933, No. 13, pp.
200-201.
GOMEZ, J. “Sandino’s betrayal of Nicaraguan Independence Movement”
361
IPC. 13-4-1933, No. 17, p. 376 RIVERA, M. “Sandino’s betrayal of the antiimperialism
struggle”
PANAMÁ
Código
Fecha
Artículos
362
LCI, 3-3-1926, No. 15, p. 137 GEORGE, Harrison. “La grève des locataires de
Panama”
363 LCI, 2-7-1932, No. 55, p. 614
LCI, 6-7-1932, No. 28, p. 358
LES nouveaux présidents de Panamá et du
Paraguay”
PARAGUAY
Código
Fecha
Artículos
364
IPC, 25-10-1928, No. 74, p. 1369 VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Ibarrola (Paraguay)”
365 IPC, 20-12-1928, No. 90, pp.
1712-1713
DEUTSCH, G. “Danger of war in South America.
The conflict between Bolivia and Paraguay”
366
LCI, No. 11/12, p.12
TORRES, “L’Incendie du Chaco”
367
LCI, 27-8-1930, No. 71, pp. 946-
948
V Congreso ISR: “Roja (México), Urso (Paraguay)”
368
LCI, 2-7-1932, No. 55, p. 614
LCI, 6-7-1932, No. 28, p. 358
LES nouveaux présidents de Panamá et du
Paraguay”
369
LCI, 20-8-1932, No. 69, p. 769
IPC, 18-8-1932, No. 36, pp. 745-
747
MAGGI. “The new war between Bolivia and
Paraguay”
370
LCI, 7-10-1933, No. 81/82, p.
1000.
LCI (e), 6-10-1933, No. 42, pp.
679-680
“Le mouvement révolutionnaire de Paraguay se
développe dans la lutte contre la guerre” (lettre
d’Assomption)
371
LCI, 10-3-1934, No. 24/25, p. 453
IPC, 9-3-1934, No. 16, p. 402
LCI (e), 16-3-1934, No. 5, pp. 83-
84
ALCARAZ, Aurelio. “Argentina’s neutrality in the
war between Bolivia and Paraguay”
372
RU, año I, No. 2,14-12-1934, pp.
8-9
“La guerra entre Bolivia y Paraguay”
373
IPC, 9-2-1935, No.6, pp. 154-155
TORRES, A. “The Conflagration in Chaco”
PERÚ
Código
Fecha
Artículos
374
LCI, 13-3-1926, No. 32, pp. 287-
288
IPC, 11-3-1926, No. 19, p. 292.
“The Tacna-Arica challenge. Statement of the All-
America Anti-imperialist League”
375
LCI, 21-7-1926, No. 84, p. 927
Ligue Américaine Anti-impérialiste. “Les Etats Unis
el l’Echec du plébiscite de Tacna-Arica dans
l’Amérique du Sud”
376
LCI, 11-6-1932, No. 49, p. 534
IPC, 9-6-1932, No. 26, p. 540.
LCI (e), 3-6-1932, No. 22, pp. 271-
272.
GOMEZ. “The growth of the Communist Party of Peru”
377
LCI, 7-1-1933, No. 2, p. 17
“Le P.C. du Pérou dans la lutte contre le danger de
guerre”
378
LCI, 15-4-1933, No. 29/30, p. 395
GREENE, E. P. “Le conflit entre la Colombie et le
Pérou”
379
LCI, 19-8-1933, No. 66/67, p. 801
PEREZ, J. “L’armistice entre la Colombie et le
Pérou”
380
LCI, 1-6-1935, No. 44-45, p. 659
IPC, 25-5-1935, No. 22, p. 593
“Lettre ouverte a Haya de la Torre”
381
IPC, 19-10-1935, No. 95-96
APRA. “Respuesta al PC del Perú”
PUERTO RICO
Código
Fecha
Artículos
382
IPC, 18-6-1931, No. 32, p. 579-588 BELL, John. “The tasks of the Communist in Porto
Rico”
383 IPC, 3-11-1934, No. 56, pp. 1478-
1479
“The Socialist Party in Puerto Rico”
384
LCI, 1-6-1935, No. 44-45, p. 658
IPC, 4-5-1935, No.19, pp. 513
RU, año II, No. 28, p. 16
WEIENMMAN, Samuel, “Exploitation des
ouvrières de la confection a Porto Rico”
URUGUAY
Código
Fecha
Artículos
385
LCI, 1922, No. 11, p. 34
PELUSO, B. “Le parti Communiste de l’Uruguay”
386
LCI, 22-4-1922, No. 31, p. 239
PINTOS, F. R. “L’ Uruguay”
387
LCI, 5-5-1922, No. 34, pp. 263-
264
PINTOS, F. R. “Le Parti Communiste de l’Uruguay”
123
Ricardo Melgar B., La Hemerografía cominternista y América Latina, 1919-1935. Señas, giros y
presencias; Revista www.izquierdas.cl, 9, abril 2011, 79-136
388
LCI, 1-7-1922, No. 47
ISR. “Message aux prolétaires de l’Uruguay”
389
IPC, 8-8-1928, No. 46, pp. 819-
822
VI World Congress of the C.I.: “Speeches of Lacerda
(Brazil), Carrillo (México) and Sala (Uruguay)”
390
LCI, 12-8-1922, No. 60, p. 463
IPC, 12-8-1922, No. 68, p. 511.
“The communist struggle in trade unions of
Uruguay”
391
LCI, 9-9-1922, No. 68
MARTINEZ, Catalina. “Lettre de l’Uruguay. Le
parti Communiste d’Uruguay.
392
IPC, 3-10-1922, No. 85, p. 644
MARTINEZ, Catalina. “Letter from Uruguay”
393
IPC, 24-6-1926, No. 48, pp. 794-
795
GEORGE, Harrison. “For the unity of the trade
union movement. The Western Marine Worker’s
Conference at Montevideo”
394
LCI, 1926, No. 84
GEORGE, Harrison, “La Conférence des marins et
dockers de Montevideo”
395
IPC, 30-10-1928, No. 76, pp.
1400-1401
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
“Comrade Sala (Uruguay)”
396
LCI, 1-9-1928, No. 96, p. 1034
IPC, 16-11-1928, No. 80, pp.
1505-1506.
SALA, L. “The communist movement in Uruguay”
397
LCI, 3-4-1930, No. 74, p. 1017
V Congres ISR: Pérez (Uruguay).
398
LCI, 3-9-1930, No. 74, pp. 1017-
1018
V Congreso ISR: “Pérez (Uruguay), Ganot
(Colombia), Fernández (Cuba)”
399
LCI, 15-8-1931, No. 74, p. 903
MORALES, Pedro. “L’accroissement de la misère
dans la Suisse Américaine”
124
Ricardo Melgar B., La Hemerografía cominternista y América Latina, 1919-1935. Señas, giros y
presencias; Revista www.izquierdas.cl, 9, abril 2011, 79-136
400
LCI, 29-9-1933, No. 41, pp.
663-664
GONZALEZ ALBERDI, Paulino. “El Partido
Comunista del Uruguay ha celebrado un importante
pleno”
401
IPC, 14-9-1934, No. 48, p. 1265
“Demonstration of behalf of Comrade Rakosi in
Montevideo”
VENEZUELA
Código
Fecha
Artículos
402
LCI, 20-10-1926, No. 113, p.
1274
IPC, 21-10-1926, No. 68, pp.
1180- 1181.
KORSUNSKY, George. “The white terror. The deeds
of horror in Venezuela”
403 IPC, 25-10-1928, No. 74, pp.
1367-1368
VI World Congress of the C.I. (Reply to H- Droz):
Comrade Martínez (Venezuela)”
404
LCI, 19-6-1929, No. 53, p. 749
IPC, 21-6-1929, No. 29, p. 640.
VRIES, A. de. “The incident of Curaçao ”
405
LCI, 26-6-1929, No. 53, p. 778
VANTER, Gerad. “Le conflit de Curaçao ”
406
IPC, 26-5-1933, No. 23, p. 514
“Act for the victims of terror in Venezuela”
407
LCI, 3-6-1933, No. 43/44, p. 542
IPC, 16-6-1933, No. 26, pp. 562-
563.
IMAR, Elisa. “The twenty-fifth year of the
dictatorship of Juan Vicente Gómez”
408
LCI, No. 15-16, p. 272
IPC, 23-2-1935, No. 8, p. 228-
229
“The Tension between Colombia and Venezuela”
409
LCI, 9-3-1935, No. 20-21
IPC, 9-3-1935, No. 10, p. 297
HARMAN, Luis, “La libération des emprisonnes
politique au Venezuela”
410
IPC, 12-12-1935, No. 67, p. 1668
Discussion report Ercoli “Comrade Rivas
(Venezuela)”
411
IPC, 12-12-1935, No. 67, p. 1668
Discussion report Ercoli “Comrade Rivas
(Venezuela)”

La Correspondencia Sudamericana (1926-1930), órgano del Secretariado
Sudamericano de la Internacional Comunista, editado en Buenos Aires. La influencia de Penelón, Codovilla, Gonzáles Alberdi, y los hermanos Ghioldi, es decisiva en la orientación de dicho órgano en sus dos épocas. El peso de la Sección Argentina no admite rival. Entre 1928-1930 hay manifestaciones evidentes de su confrontación con la Sección Mexicana que demandaba una mayor autonomía en sus decisiones políticas.

LCS comenzó a editarse el 15 de abril de 1926 como quincenario, periodicidad que mantuvo casi constante hasta la publicación de su número extraordinario de junio de 1930, con el cual cierra su ciclo de existencia. Su historia se divide en dos épocas: la primera se corresponde con el espíritu del V Congreso y de los VI, VII, VIII y IX Plenos del CEIC, expresando cierta flexibilidad con sus colaboradores (p. ej. Víctor Raúl Haya de la Torre) y los movimientos y reivindicaciones populares sin dirección comunista. La segunda época
traduce la línea izquierdista del VI Congreso, el X Pleno de la I.C., y las directivas de la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana realizada en el curso del mes de junio de 1929.
Nombre de la
publicación
Número
Fecha
Editoriales
La correspondencia
Sudamericana
25 15-06-1927 “La Guerra que viene”
26 30-06-1927 “Nuestro Deber”
27 15-07-1927 “El Peligro Inminente”
28 31-07-1927 “La Lucha Antiimperialista”
29 15-08-1927 “Contra el Partido Comunista”
30-31 15-09-1927 “La Segunda Internacional y la guerra
imperialista”
II Época
1 01-08-1928 “Dos Palabras”
2 15-08-1928 “Sacco y Vanzetti”
3 31-08-1928 “La doctrina Monroe”
4 15-09-1928 “La pregunta de Costa Rica: Sociedad de
Naciones versus Unión Panamericana”
5 30-09-1928 “Los sucesos de Colombia: A las masas
trabajadoras de la América Latina”
6 15-12-1928 “¡Abajo el imperialismo! A propósito del viaje de Hoover”
7 19-01-1929 “Agentes de Machado. Ejecutores del imperialismo, asesinaron a Julio A. Mella”
8 30-01-1929 “Hoover-Irigoyen”
9 01-04-1929 “La Revolución Mejicana”; Convocatoria a la I Conferencia Comunista Latinoamericana”
10 30-04-1929 “La proposición de Sandino al Presidente argentino”
11 05-05-1929 “La situación chilena”
12-13-14 -05-1929 “Primera Conferencia Comunista Latinoamericana”
15 -08-1929 “La importancia de la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana”
16 08-1929 “Jornada Internacional del 1ro. de Agosto”
17 23-08-1929 “Llamado del Secretariado Sudamericano
de la I.C. a las masas trabajadoras de
América Latina con motivo de la jornada
antiimperialista”
18 20-09-1929 “SSA de la IC. Carta abierta a los Partidos
Comunistas de la América Latina sobre los
peligros de derecha”
19 15-10-1929 “El X Plenum del C.E. de la I.C.”
20 01-11-1929 “El Plan Quinquenal de la URSS”
21 20-11-1929 “Bajo el signo de la Autocrítica”
22 01-12-1929 “La aplicación mundial de la nueva línea”
23 31-12-1929 “Plebiscitos Dictatoriales”
24 15-01-1930 “El Fascismo Mexicano”
25 15-02-1930 “Contra la Desocupación”. Instrucciones
del S.S.A. de la I.C.”
26 01-05-1930 “La situación política y los deberes de
nuestros partidos”
27 25-06-1930 “El Plenum Ampliado del Secretariado
Sudamericano de la Internacional
Comunista”
FUENTE: Colecciones de la Biblioteca “José Aricó” de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina; CEDINCI de
Buenos Aires, y CEMOS de México, D.F.

Revista Comunista (1930-1931), órgano del Secretariado Sudamericano de la
Internacional Comunista, editada en Montevideo. La influencia de Codovila, González Alberdi y los hermanos Ghioldi persiste y con ello la hegemonía de la Sección Argentina se consolida. Traduce la línea de la II Conferencia Comunista Latinoamericana de mediados de 1930 y el XI Pleno del CEIC.
El centralismo y la inflexibilidad política se expresaron número a número, artículo a artículo, en su corta existencia. Su primer número salió en Montevideo en septiembre de 1930; el No. 2 en enero-febrero de 1931; el No. 4-5 en mayo-junio de 1931, y el No. 6 y último a fines de 1931. Su irregular periodicidad y distribución contrastan con los atributos del órgano precedente.

La represión y clandestinidad de las secciones nacionales de la IC en la región, aunadas a la línea vanguardista a la que adherían, contribuyeron a su pronto
fracaso. Sus pretensiones de pasar de la prensa de información a la prensa teórica del movimiento comunista latinoamericano como parte del proceso de bolchevización anunciado el 1o. de mayo de 1930 en LCS, No. 26, no pasó de ser una lírica declaración de propósitos. En dicho texto afirmaban:
. . .el S.S.A. pasa a ser en los hechos el director del movimiento
comunista latinoamericano: es esto mismo lo que obliga a transformar
nuestro órgano. Pues si antes podía ser la expresión de una necesidad
revolucionaria manteniendo la información y la coordinación
simplemente, del movimiento continental, hoy no puede ayudar
realmente a dicho movimiento en su actual etapa de desarrollo sin
proceder al análisis leninista de cada problema suscitado por la
revolución.8
Nombre de la
publicación
Número
Fecha
Editoriales
Revista
Comunista
1 -09-1930
2-3 01 y 02-1931 “Por la formación de los partidos”
4-5 05 y 06-1931
6 -12-1931
FUENTES: Biblioteca del autor y del CEDINCI
8 La Correspondencia Sudamericana (Buenos Aires) Nº 26, 1º de Mayo de 1930

Mundo Obrero (1931-1933), dedicado al “Movimiento Proletario Revolucionario y a la Liberación Nacional”, especialmente de los países del Caribe. Se comenzó a editar en Nueva York como mensuario a partir de julio de 1931. Hemos podido consultar su publicación hasta el No. 27 que corresponde al mes de diciembre de 1933, lo que indica solvencia en su regularidad. Su publicación se corresponde parcialmente con las directivas
emanadas del XI y XII Plenos del CEIC. Nos revela una mayor flexibilidad aproximándola más a la primera época de LCS. En los hechos, reemplazó a la Revista Comunista como prensa oficial del movimiento comunista latinoamericano adherido a la IC.

Si bien en la revista hay un énfasis en las cuestiones del Caribe, queda claro que no descuidaron su atención sobre el curso de las luchas particulares emprendidas por las secciones sudamericanas de la IC.

Una lectura analítica de la línea editorial de MO podría dar mayores luces sobre el papel y posición del Buró del Caribe frente a los problemas de su área y de la región en su conjunto. En su primer consejo editorial figuran: Hernán Laborde (México); Leonardo Sánchez, Rubén Martínez Villena (Cuba); Michael Gold, John Dos Passos (EE.UU.); Gustavo Machado (Venezuela); Luis Vidales, Inés Martell (Colombia) y Farabundo Martí (Centro América).
Publicación
Número
Mundo Obrero
1 01-08-1931 “Arrojaremos al imperialismo de la región del Caribe.
¡Hagamos de Mundo Obrero un órgano de masas!
2 01-09-1931 “Rompamos el terror fascista en el Caribe”
3
01-10-1931
“De la vida en la Unión Soviética”
4
01-11-1931
A. Montero. “El terror en Santo Domingo contra el
naciente movimiento revolucionario”
5 -12-1931 E. Negro. “Las próximas luchas revolucionarias y las
tareas de los comunistas en El Salvador”
6 -01-1932 “El Golpe de Estado en El Salvador”
7
-02-1932 Leon Vivaldi. “Lucha contra el terror en el Caribe”
8
-03-1932
“Los levantamientos de masas en El Salvador”
9
-04-1932
“León Vivaldi. Se acentúa el terror en contra del
movimiento Revolucionario en el Caribe”
10
-05-1932
“La lucha contra la guerra en los países del Caribe”
11
-06-1932
Octavio López. “Bajo el régimen del terror en
Venezuela”
12
07-1932
Juan del Campo “Las masas campesinas de México en
la lucha”
13
08-1932
Pio Dávila. “Construyamos el movimiento de los
pioneros rojos en el Caribe”
14
09-1932
“L. Rojas. La Huelga de Inquilinos en Panamá”
15
10-1932
“Conflictos de Guerra imperialista en América del Sur”
16
11-1932
J. Marcel. “El Partido Comunista de Cuba y las
elecciones”
17
12-1932
Pierre Leiva. “Haití. La situación actual y las luchas de
las masas”
18
01-1933
F. Ibañez Miguelez. Las masas en Cuba en la lucha
contra el hambre y el terror
19
02-1933
Alberto Sánchez. “El Congreso Mundial del S.R. y las
secciones de los Países del Caribe”
20-21
03 y 04-1933
Pío Dávila. La traición de Sandino a la lucha
antiimperialista”
22
05-1933
La lucha Anglo-Yanqui en el Conflicto Colombo-
Peruano
23
06-1933
Pedro. A, Coloma. “Panamá: centro de preparativos
para la guerra imperialista”
24
07-1933
La intensificación del Terror en los Países del Caribe
25
08 y 09-1933
Dora Zucker. Costa Rica entra en la arena de las luchas
revolucionarias”
26
10 y 11-1933
Eduardo Viamonte. “La Revolución Cubana en
marcha”
27
12-1933
“Notas Editoriales”
FUENTES: Bibliotecas del CEMOS y del autor.
Luchador del Caribe (1934- ?), Revista Mensual. A pesar de su formal
autoadscrIPCión se trata más de un periódico que de una revista. Consta de 8 páginas y tiene el mismo formato que el de La Correspondencia Internacional. Su primer número fue editado en Nueva York en el mes de septiembre del año 1934. Sólo pudimos rastrear su edición hasta el No. 4, correspondiente a diciembre de 1934. Es de notar que la presencia del mismo administrador de MO. Nos referimos a Walt Carmon. Es probable que este
cambio al igual que los anteriores se corresponda con el XIII Pleno del CEIC y la II Conferencia Comunista Latinoamericana de 1934.

Entre los colaboradores de esta publicación figuraban: el ruso V. Mirochevsky
(Secretariado Latino del CEIC), Rafael Carrillo Azpeytia (México), Luz Díaz (Costa Rica), y Lino Álvarez (Cuba). El Luchador del Caribe al igual que LCS editaba folletos de personalidades cominternistas. Así podemos mencionar a La Crisis, la Depresión y el Movimiento Obrero en la América del Sur y el Caribe (1934) del conocido dirigente estalinista y dirigente de la IC, G. Sinani.

La presentación del Comité de Redacción del LDC traduce el clima de expectativas cifrado en dicha área político-cultural. Los criterios de homogenización fueron más ideológicos que producto de un diagnóstico, la línea y la intuición pretendían tener el monopolio de la traducción y significación de lo real caribeño. Así dice:

La serie de acontecimientos que se desarrollan en los países ribereños del
Mar Caribe; la identidad de propósitos de los movimientos de liberación
nacional y social, su identidad de problemas, urgían la publicación de un
periódico que sirviese de hilo conductor de las experiencias, de los éxitos,
de los errores y de las razones de los primeros y de las causas y formas de
enmendar los segundos, popularizando así la táctica y la estrategia de las
luchas de unos países a otros.9
9 Luchador del Caribe (Nueva York), Año 1, Nº 1, Septiembre de 1934.
Publicación
Número
Fecha
Editoriales
Luchador del Caribe
1
09-1934
“Nuestro Saludo”
2
10-1934
3
11-1934
4
12-1934
V. Mirochevskii. “Comunistas Criollos” de Manuel
Seoane, Indoamérica, Santiago de Chile, 1933”
FUENTE: Biblioteca del Autor.

LAS PRENSAS NACIONALES Y LA IC

A partir del VII Congreso de la IC (1935) desaparecieron las revistas y periódicos del Secretariado Latinoamericano y del Buró del Caribe. Los únicos órganos reconocidos a nivel continental como expresión de la línea de la IC para cada país y la región en su conjunto se inscribirán en los marcos de la lucha antifascista. Ellos fueron: La Correspondencia Internacional en su edición castellana, misma que se había iniciado en 1929 en Barcelona, y la revista La Internacional Comunista, cuya edición castellana fue tardía frente a las editadas en otros idiomas. Esta se inició en abril de 1932 para cubrir el
horizonte militante en España y América Latina. Es probable que este cambio, al igual que los anteriores, tenga correspondencia con las orientaciones del XIII Pleno del CEIC y de la II Conferencia Comunista Latinoamericana de 1934. En la presentación de LIC se resumió su carácter y proyección ideológica y política en los siguientes términos:
. . .elevar el nivel teórico de los Partidos Comunistas de España y
América Latina, para el desarrollo de la lucha de clases en estos países,
para difundir en un plano internacional las experiencias de la lucha de la
clase obrera, la aparición de la I.C. en español tiene una importancia
excepcional, teniendo en cuenta que el órgano del C.E. de la I.C. es un
guía seguro en todas las cuestiones del marxismo-leninismo en todas las
cuestiones actuales, concretas, estratégicas, tácticas, de principio y de
organización, ante los cuales puede encontrarse el movimiento
revolucionario.10
10 La Correspondencia Internacional (Barcelona), Año IV, Nº 17, 29 de Abril de 1932, p. 212.

Queda pendiente el levantamiento del índice contrastado sobre temas
latinoamericanos publicados en esta revista tanto en su edición en lengua castellana como en sus ediciones en lengua francesa e inglesa, lo que no resta relevancia a otras ediciones (ruso, alemán). Tres ejemplos extraídos de las ediciones que nos interesan por ahora, iluminarán su relevancia. Iulli Isakovich Rosovsky bajo el pseudónimo de Julio Gómez publicó “El reclutamiento y la fluctuación en los partidos comunistas de México y Cuba”
(LIC N° 14, 15 de septiembre de 1934). En la versión francesa destacaremos el texto de S.Travine intitulado “Deux mouvements révolutionnaires en Amérique Latine, La Internationale communiste, anne X, N°17, 15 août 1928, y en la edición inglesa el de Mijowsky titulado “Weaknesses and Mistakes of the Communist Press in Cuba”, Communist International, 5 april, 1934.

El Secretariado Sudamericano y el Buró del Caribe de la IC expresaron sus puntos de vista a través de la prensa intermedia. Nos referimos al Trabajador Latinoamericano, órgano de la Confederación Sindical Latinoamericana (CSLA), que se editaba en Montevideo desde el 15 de septiembre de 1928. Su relevo fue realizado por la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), que a partir de 1938 comenzó a editar un boletín propio. Las publicaciones de la CSLA y más tarde de la CTAL, aunque en distinto grado y estilo, tradujeron la línea del frente popular durante el último periodo de
existencia de la IC (1935-1943).

Hacia principios de 1942 se constata un esfuerzo del Secretariado Latino del CEIC en diferenciar una prensa central para el movimiento comunista latinoamericano que se distanció de la prensa intermedia y de las que expresaban los puntos de vista particulares de cada una de las secciones de la IC en el continente. Este proyecto fue la revista Dialéctica, que se publicó desde La Habana y en cuyo primer número colaboró Mirochevsky con su
controvertido ensayo sobre el presunto populismo pequeño burgués de José Carlos Mariátegui. La revista tuvo como director a Carlos Rafael Rodríguez y contó con el apoyo de la IC y de todas y cada una de las secciones nacionales de América Latina. Su primer editorial se encargó de ubicarla en función de su rango frente a las revistas marxistas existentes que editaban las secciones chilena, mexicana y cubana. Así sostuvo:
Revistas como Principios en Chile, Actualidades en México y
Fundamentos en Cuba, dan un impulso poderoso a la difusión del
marxismo. Pero, ceñidas esas publicaciones al marco de los problemas
más inmediatos del momento, quedan a veces, al margen de sus páginas,
innumerables cuestiones que necesitan debatirse y esclarecerse para
orientación de los trabajadores e intelectuales avanzados de nuestra
América.11
11 Dialéctica (La Habana), Revista continental de teoría y estudios marxistas, Año 1, Nº 1, Mayo-Junio de
1942, p.2.

Esta tarea de centralización ideológica se proponía cumplir Dialéctica. Además serviría de tribuna al desarrollo teórico del marxismo latinoamericano “interpretando críticamente la historia de sus países y del continente”. Tal pretensión quedó desvirtuada en el mismo número con la crítica metafísica de la obra de Mariátegui, lo más logrado de la creación marxista en el continente. Dialéctica sobrevivió a la disolución de la IC sin perder su hegemonía en el movimiento comunista latinoamericano.

OTRAS PUBLICACIONES PERIÓDICAS DE LA IC EN AMÉRICA LATINA

El Libertador, órgano de la Liga Antiimperialista de las Américas (1925-1929), editado en México, D. F., y más tarde en Nueva York, fue la publicación de mayor regularidad y audiencia en el concierto continental. A lo largo de sus 22 números mantuvo una flexibilidad política decreciente, pero notable frente a los otros órganos de la IC. Para una valoración crítica y pormenorizada, o para ver el índice de autores y temas véase la edición
facsimilar de 2006.

La Correspondencia Juvenil Sudamericana, que apareció eventual mente como órgano del Secretariado Sudamericano de la Internacional Juvenil Comunista. Sólo tenemos referencias de su publicación a fines de la década del veinte.

Boletín del Bureau Sudamericano de la IC comenzó a editarse semanalmente en Montevideo a fines de 1930. Sólo conocemos el índice de sus 12 primeros números. Dada su rareza, reproducimos a continuación su índice:
Publicación
Número
Sumario
Boletín del Bureau
Sudamericano de la IC
1 – El Reciente Pleno del Bureau Sudamericano de la IC. – Directivas del II Pleno del BSA. de la IC a los CC.CC.
de los Partidos.
2 – Carta del B.S.A. de la 1.0. al P.C. de la Argentina.
3 – El problema de la dirección de los partidos. – Cómo realizar las decisiones. – El trabajo de los partidos entre el semiproletariado y la
pequeña burguesía. – La proletarización de los partidos latinoamericanos y el
trabajo en las células (1ª parte) – Carta al movimiento comunista juvenil – La lucha interimperialista por la América Latina como
parte de la preparación de la guerra. – Los imperialistas preparan la intervención armada
contra la Unión Soviética.
4 – Abajo el gobierno masacrador de Sánchez Cerro. – Las lecciones de las últimas Luchas en el Perú. – Por las Repúblicas Keshwas y Aymarás.
5 – Hacia el frente único de los obreros, campesinos e
indígenas del Perú. – Boletín editado por la C.G.T.P. con motivo de la
masacre de Mal Paso. – Un relato de los crímenes y atropellos del agente
imperialista Sánchez Cerro. – El problema Indígena en Perú, Bolivia, Ecuador y el
Norte Argentino. – La reacción fascista en la Argentina.
6 – La proletarización de los partidos latinoamericanos y el
trabajo celular (II Parte) – Un viraje decisivo en la política de organización (1
Parte).
7 – Un viraje decisivo en la Política de organización
(Conclusión). – Dwight Morrow, embajador de Walt Street y ‘amigo’ de
México – ¿Donde está la Indochina?
8/9 – Tesis adoptada por el B.S.A. de la IC sobre la situación
P.C del Brasil. – Resoluciones del Pleno del B.S.A. de la IC ampliado con
representantes del B Bureau Político y de varios
Comités de Estados del Partido Comunista Brasileño.
10/11 – Tareas del PC del Brasil: frente a las próximas
insurrecciones contrarrevolucionarias; tareas en el
campo y en el movimiento sindical.
12 – Luc Campaña contra la desocupación (25 de febrero al
20 de marzo). – Luchemos por pan y trabajo – Las reivindicaciones en la lucha contra la desocupación. – Los social-fascistas una vez más, quieren salvar al
capitalismo en peligro.

FUENTE: Revista Comunista, Biblioteca del Autor.

Mella, órgano del Buró del Caribe del Socorro Rojo Internacional, editado en Nueva York a partir de 1930. Únicamente tenemos referencias de su publicación. El Obrero del Caribe, editado en Nueva York a partir de 1934 y que apareció como vocero de la línea auspiciada por la CSLA y la ISR en el área del Caribe. Sólo tenemos referencias de su orientación y edición.
La Lucha Obrera, periódico quincenal de información obrera, Montevideo (CSLA), publicado a partir de 1931.

El Trabajador del Mar, órgano mensual del Comité Continental Marítimo,
publicado en Montevideo a partir de 1931.
El Comunista, órgano del Buró del Caribe de la IC. Sólo tenemos referencias de su primer número, publicado en Nueva York en mayo de 1931. Trae los siguientes artículos:
“El papel y las Tareas del BC en Nicaragua, Honduras y El Salvador”; “Misión del PC en la Revolución Española”; “Tareas del Movimiento Revolucionario en Cuba y Venezuela”; “La lucha de los desocupados en Panamá”; “Periódicos y Correspondencia”.
Publicación
El Comunista
1
05-1931
“El papel y las tareas de B. Del Caribe”
136
En lo general, aunque está cartografía hemerográfica cominternista acerca de
América Latina dista de ser completa, dadas las limitaciones de una empresa individual, marcada por nuestras limitaciones económicas y la debilidad de no haber podido formar una red de investigadores interesada en estas fuentes y tópicos.

Más allá de todas las ausencias que puedan ser objeto de reclamo por parte de los especialistas, creemos que se justifica esta entrega. Nos avala el hecho de proponer un inventario más completo que los que en su momento presentasen Scarzanella y Caballero, fuera de aportar algunos elementos críticos. Destacamos en esa dirección, el haber trazado una correlación necesaria entre los hitos político-orgánicos de la IC, con los artículos publicados y sus temáticas o preferencias nacionales.

La revista Mundo Obrero (1930-1933) y el Buró del Caribe de la IC

La revista Mundo Obrero (1930-1933) y el Buró del Caribe de la IC

http://www.pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/763-la-revista-mundo-obrero-1930-1933-y-el-buro-del-caribe-de-la-ic

Teresa de Jesús Campos Domínguez

Resumen: El proceso de inventariar una revista cominternista como Mundo Obrero, tiene como propósito ofrecer una guía hemerográfica con cuatro entradas, que consideramos útiles para los investigadores: Autor, Título, Número y Temática. El valor de la revista como fuente de consulta se sustenta en su carácter regional y en el arco temporal que cubre los duros años de la crisis económica internacional y que potenciaron radicalizadas huelgas, insurrecciones e intentos de conformación de soviets. Para la Comintern, el Caribe incluía a las Antillas Mayores, América Central, México, Colombia y Venezuela.

Palabras clave: Mundo Obrero, Internacional Comunista, Buró del Caribe, revolución

El Buró del Caribe se constituyó el año 1930 y tenía como sede la ciudad de Nueva York, de significativa concentración de migrantes latinoamericanos y de una cantidad no desdeñable de exiliados. Mundo Obrero, es una revista de filiación ideológica cominternista, así lo refrendan sus autores y las cuestiones abordadas en sus páginas. Destacamos los artículos relacionados con la lucha proletaria en el área del Caribe y en general de toda América Latina.
Para la localización de esta revista, 4 de sus números (1, 2, 3, 18) fueron pedidos al extranjero Inglaterra a través del CISCH-Universidad Nacional Autónoma de México; la otra parte (4, 5, 7, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 22, 26) fue facilitada por el Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista (CEMOS) de la Ciudad de México, con la ayuda invaluable de su director y fundador Arnoldo Martínez Verdugo. Otra parte (núms. 6, 8, 9, 19, 10, 21, 23, 25, 27), fue localizada en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México (ENAH), cuyos ejemplares en la actualidad han desaparecido. El tráfico ilegal de este tipo de publicaciones continúa a la alza y es motivo de preocupación en todas las instituciones académicas.
El cuerpo editorial de la revista estuvo integrado por Hernán Laborde (México); Leonardo Fernández Sánchez; Rubén Martínez Villena (Cuba); Michael Gold; John Dos Passos (Estados Unidos); Gustavo Machado (Venezuela); Luis Vidales; Inés Martell (Colombia); Agustín Martí (Centroamérica). El editor original, Alberto Sánchez fue relevado por Rubén Martínez Villena a partir del número 25 (agosto-septiembre de 1933), mientras que el administrador, Walt Carmon se mantuvo al frente de sus quehaceres financieros y de distribución a lo largo de su breve existencia.
Fuente: Pacarina del Sur – http://www.pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/763-la-revista-mundo-obrero-1930-1933-y-el-buro-del-caribe-de-la-ic – Prohibida su reproducción sin citar el origen.
Walt Carmon (1894-1968), fue un periodista y prestigiado editor comunista vinculado a los medios intelectuales de Chicago y Nueva York. En Chicago tuvo a su cargo Labor Defender a partir de 1925, vinculada al Socorro Rojo Internacional así como la distribución de Daily Worker vocero del Partido Comunista de los EEUU desde 1924. Al trasladarse a Nueva York se abocó a la edición de New Masses entre 1929 y 1932. Al desaparecer Mundo Obrero participó en la edición del periódico Luchador del Caribe (1934), versión renovada al servicio del Buró del Caribe de la IC.
Para poder introducirse a la consulta de este trabajo, se realizó la investigación por orden cronológico de los artículos aparecidos según volumen o año, mes, año y número de la revista. Todos los temas aparecen enumerados y al lado la página. Posteriormente viene ordenado según el tema, anarquismo, proletariado, etc. el año y el número de referencia. La selección se hace explícita remitiéndose al apartado anterior -índice cronológico—. A continuación aparece un índice onomástico de los autores de los artículos, cooperantes de la revista y el artículo en que puedan ser localizados.

Mundo Obrero (1930-1933)
Autor Título Número Temática
“Arrojaremos al imperialismo de la región del Caribe. ¡Hagamos de Mundo Obrero un órgano de masas! No. 1, 01-08-1931 Imperialismo
Propósitos de Mundo Obrero No. 1, 01-08-1931 En torno a Mundo Obrero
Jornada internacional contra la guerra No. 1, 01-08-1931 Guerra
Día de la lucha Anti-imperialista No. 1, 01-08-1931 Imperialismo
La labor de los socialistas en el movimiento obrero de Puerto Rico No. 1, 01-08-1931 Socialismo
La significación de la Huelga Girardot-Colombia No. 1, 01-08-1931 Huelga
Las luchas agrarias en Panamá No. 1, 01-08-1931 Campesinos
Trabajo forzado en la Isla de Trinidad No. 1, 01-08-1931 Lucha Proletaria
La desocupación y las marchas de hambre en Cuba No. 1, 01-08-1931 Lucha Proletaria
La clase obrera en las luchas revolucionarias en Puerto Cabeza No. 1, 01-08-1931 Lucha Proletaria
Cómo poner fin a la Guerra Imperialista No. 1, 01-08-1931 Imperialismo
La ley federal del trabajo y los líderes reformistas en México No. 1, 01-08-1931 Lucha Proletaria
En la Unión Soviética. Las nuevas viviendas obreras No. 1, 01-08-1931 Unión Soviética
Bajo el régimen del terror en Venezuela No. 1, 01-08-1931 Dictadura
Rompamos el terror fascista en el Caribe No. 2, 01-09-1931 Fascismo
¡Abajo el Plan Hoover! No. 2, 01-09-1931 Imperialismo
Los mineros del carbón de los Estados Unidos están señalando el camino No. 2, 01-09-1931 Lucha proletaria
Los renegados trotskistas en la Revolución Española No. 2, 01-09-1931 Trotskismo
Desenmascaremos las maniobras anti-clericales del fascista Tejeda No. 2, 01-09-1931 Realidades de América
Shan-Fei, Comunista No. 2, 01-09-1931 Biografía
La “Moratoria de las deudas” para la América Latina No. 2, 01-09-1931 Economía
El anarcosindicalismo: enemigo de la Revolución Española No. 2, 01-09-1931 Anarquismo
Las próximas elecciones en Costa Rica No. 2, 01-09-1931 Elecciones
El derrocamiento del Dictador Ibáñez No. 2, 01-09-1931 Dictadura
Correspondencia obrera y campesina No. 2, 01-09-1931 Corresponsales Obreros
Salvemos a los obreros de Alabama No. 2, 01-09-1931 Juventud proletaria
En la Unión Soviética. El seguro social para los trabajadores No. 2, 01-09-1931 Unión Soviética
De la vida en la Unión Soviética No. 3, 01-10-1931 Unión Soviética
Saludemos el 14 aniversario del poder Soviético No. 3, 01-10-1931 Lucha revolucionaria
Abajo los aplastadores del levantamiento de los Marinos Chilenos No. 3, 01-10-1931 Realidades de América
La crisis del Imperialismo Británico No. 3, 01-10-1931 Imperialismo
La traición de la oposición burguesa en Cuba No. 3, 01-10-1931 Realidades de América
Biografía de Stalin No. 3, 01-10-1931 Biografía
Los preparativos de guerra Imperialista contra la Unión Soviética No. 3, 01-10-1931 Imperialismo
Las luchas de la clase obrera en Cuba y la Unión Sindical No. 3, 01-10-1931 Lucha proletaria
La Unión Soviética ha entrado en el periodo del Sindicalismo No. 3, 01-10-1931 Socialismo
La revolución rusa y los campesinos No. 3, 01-10-1931 Campesinos
Demostraciones de desocupados en el Congreso Colombiano No. 3, 01-10-1931 Lucha proletaria
Turner se ofrece a la burguesía de Panamá para poner fin a la lucha de clases No. 3, 01-10-1931 Imperialismo
El terror blanco en los campos de Jague y Grande Cuba No. 3, 01-10-1931 Terrorismo
Las leyes soviéticas sobre la libertad de conciencias No. 3, 01-10-1931 Unión Soviética
En la Unión Soviética. 518 factorías serán terminadas este año No. 3, 01-10-1931 Unión Soviética
Lucha Final. Vesubio Rojo No. 4, 01-11-1931 Literatura
[Editorial] El Panamericanismo es el escudo de la dominación yanqui en la América Latina No. 4, 01-11-1931 Panamericanismo
[Editorial] El Gobierno Mexicano y la liga de las Naciones. No. 4, 01-11-1931 Realidades de América
[Editorial] Luchas de desocupados en Puerto Rico. No. 4, 01-11-1931 Lucha proletaria
Algunos aspectos de la vida y obra de Vladimir Ilytach Ulianov -Lenin. No. 4, 01-11-1931 Biografía
Montero, A. El terror en Santo Domingo contra el naciente Movimiento Revolucionario No. 4, 01-11-1931 Terrorismo
Gorki, Máximo El aniversario de una decisión histórica. No. 4, 01-11-1931
Los beneficios adquiridos por la clase obrera en la Revolución Rusa No. 4, 01-11-1931 Lucha proletaria
Diez días que estremecieron al mundo. No. 4, 01-11-1931 Lucha revolucionaria
El rol del Partido Comunista en la Revolución Soviética No. 4, 01-11-1931 Comunismo
Las luchas contra la desocupación en Venezuela No. 4, 01-11-1931 Lucha proletaria
Los Partidos Burgueses y las tareas de la clase obrera en Nicaragua No. 4, 01-11-1931 Imperialismo
Queremos libertad. Vesubio Rojo. No. 5, 01-12- 1931 Literatura
La participación imperialista de China y las preparaciones de Guerra contra la Unión Soviética. No. 5, 01-12- 1931 Imperialismo
El día nacional contra la desocupación en los países del caribe. No. 5, 01-12- 1931 Lucha proletaria
Que es lo que los “amigos de la Reconciliación” están haciendo en la América Latina. No. 5, 01-12- 1931 América Latina
Declaraciones de la liga anti-imperialista de los Estados Unidos y de la ANERC No. 5, 01-12- 1931 Antiimperialismo
Una víctima de la monstruosa “justicia” Capitalista Norteamericana No. 5, 01-12- 1931 Antiimperialismo
Las próximas luchas revolucionarias y las tareas de los comunistas en El Salvador No. 5, 01-12- 1931 Comunismo
Los agentes del imperialismo en Puerto Rico de Turistas en Nueva York No. 5, 01-12- 1931 Imperialismo
El aniversario de la Gran Huelga bananera en Colombia. No. 5, 01-12- 1931 Lucha proletaria
Las luchas revolucionarias en el Perú las elecciones y el papel de “APRA” No. 5, 01-12- 1931 APRA
Organicemos los obreros azucareros en Cuba. No. 5, 01-12- 1931 Lucha proletaria
Sección Educativa. Lecciones de Leninismo. (Curso de auto-educación para los obreros y grupos de Estudiantes obreros. No. 5, 01-12- 1931 Educación
La Bandera Roja. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
El golpe de Estado en el Salvador. No. 6, 01-1932 Imperialismo
La Conmemoración Lenin -Liebknecht-Luxemburgo-Mella. No. 6, 01-1932 Comunismo
La gran Marcha Nacional de Hambre hacia Washington en los Estados Unidos. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
La lucha por la hegemonía del proletariado en la Revolución Cubana No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
La Comuna de Cantón. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
Gente sin zapatos. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
Las masas trabajadoras de América Latina y la Revolución China. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
Las elecciones municipales en Colombia. No. 6, 01-1932 Política
La jornada Lenin-Liebknecht-Luxemburgo en el Caribe y la Conmemoración del Asesinato de J. A. Mella. No. 6, 01-1932 Comunismo
Luís Carlos Prestes rompe con su pasado pequeño burgués. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
De nuestros corresponsales obreros. Las luchas actuales del proletariado de Tampa. No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
DE LA UNION SOVIETICA. El rol de las estaciones de máquinas y tractores en la agricultura soviética. No. 6, 01-1932 Unión Soviética
Carta del Club Internacional de emigrados políticos. No. 6, 01-1932 Comunismo
Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto-Educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros). No. 6, 01-1932 Lucha proletaria
Construyamos para mundo obrero una verdadera y amplia circulación de masas. Organicemos grupos pro-Mundo Obrero en las fábricas, talleres, minas, haciendas, etc. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Hacia la celebración del día Internacional de la Mujer. No. 7, 02-1932 Feminismo
[Editorial] Conferencias en lugar de Revolución. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
[Editorial] Provocaciones Imperialistas de Guerra contra la Unión Soviética. No. 7, 02-1932 Unión Soviética
[Editorial] Las luchas revolucionarias de los obreros en Honduras. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Komeder, J. Un moderno capitán Blood. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Vivaldi, León La lucha contra el Terror en el Caribe. No. 7, 02-1932 Antiimperialismo
Protestemos contra el régimen fascista de Montero en Chile. No. 7, 02-1932 Fascismo
Sánchez, Alberto Las luchas de los obreros mexicanos al Norte del Río Grande. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Montero, A. La liberación de la mujer trabajadora No. 7, 02-1932 Feminismo
Simons, William Hacia la Organización del día Nacional contra la desocupación. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Ibañez Miguelez, F. De la Unión Soviética. La liberación de la Mujer en la URSS No. 7, 02-1932 Unión Soviética
Wong, W. Ch. De Nuestros Corresponsales obreros. Apoyemos la huelga de los obreros Chinos en Curazao. Luchemos contra las deportaciones de masas del imperialismo holandés. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Carta de un obrero cubano No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Castro, José Campesinos mexicanos luchan por la tierra. No. 7, 02-1932 Lucha proletaria
Moreau, A. Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto-educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros. No. 7, 02-1932 Comunismo
El Labriego. La Internacional. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
Defendamos la Revolución China. Defendamos la Unión Soviética. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
Los levantamientos de masas en El Salvador. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
El crecimiento del surgimiento revolucionario en España. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
Protestemos contra el terror en El Salvador, Guatemala y Honduras. No. 8, 03-1932 Imperialismo
La Comuna de París. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
Los Anarquistas, la Revolución Rusa y la Dictadura Proletaria. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
El Senado de los Estados Unidos investiga para los tenedores de bonos. No. 8, 03-1932 Imperialismo
La crisis en Guatemala y la lucha contra las persecuciones del gobierno. No. 8, 03-1932 Antiimperialismo
Guatemala
Contra la olimpiada de los imperialistas. La olimpiada de los obreros. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
DE LA UNIÓN SOVIÉTICA. La XVII Conferencia del Partido comunista de la U.R.S.S. y el Segundo Plan Quinquenal. No. 8, 03-1932 Unión Soviética
El Plan Quinquenal en una fábrica Soviética. No. 8, 03-1932 Unión Soviética
Lecciones de Leninismo (Curso de Auto-educación para los obreros y grupos de estudiantes obreros y grupos de estudiantes obreros). No. 8, 03-1932 Comunismo
Obreros tampeños condenados a 53 años de prisión. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
La masacre de Enero 23 en Nariño Colombia. No. 8, 03-1932 Lucha proletaria
Salvemos de la muerte a los nueve jóvenes negros de Scottsboro. No. 9, 04-1932 Lucha proletaria
Manchuria es ya una base de guerra contra la Unión soviética. No. 9, 04-1932 Imperialismo
Armas Trotskystas para la guerra antisoviética. No. 9, 04-1932 Trotskismo
La dictadura de la United Fruit Company. No. 9, 04-1932 Imperialismo
El militarismo y la juventud en el Caribe. No. 9, 04-1932 Imperialismo
Se acentúa el terror contra el movimiento revolucionario en el Caribe. No. 9, 04-1932 Imperialismo
La VIII reunión del concejo central de la Internacional Sindical Roja. No. 9, 04-1932 Comunismo
Por un Primero de Mayo militante en el Caribe. No. 9, 04-1932 Lucha proletaria
La lucha revolucionaria contra el plan Chadbourne en Cuba. No. 9, 04-1932 Lucha proletaria
Las luchas contra la Desocupación en México y Colombia. No. 9, 04-1932 Lucha proletaria
De la Unión Soviética. El segundo Plan Quinquenal. Abolición de Clases en la Unión Soviética. No. 9, 04-1932 Unión Soviética
Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto Educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros.) No. 9, 04-1932 Comunismo
Aseguremos la continuación de Mundo Obrero N0. 10, 05-1932 En torno a Mundo obrero
La lucha contra la guerra en los países del Caribe N0. 10, 05-1932 Lucha proletaria
[Editorial] Próximas luchas electorales N0. 10, 05-1932 Política electoral
[Editorial] Los P.C. en la lucha contra la ofensiva de los Exploradores. N0. 10, 05-1932 Comunismo
A los lectores y amigos de Mundo Obrero N0. 10, 05-1932 En torno a Mundo obrero
Ibañez Miguelez. F. María Pérez en viaje por la URSS visita la redacción de Mundo Obrero N0. 10, 05-1932 En torno a Mundo obrero
Por la defensa del pueblo Chino y de la Unión Soviética. A los obreros, campesinos, negros, indios, estudiantes e intelectuales revolucionarios y a todos los oprimidos de las Américas N0. 10, 05-1932 Comunismo
Paremos el linchamiento de los jóvenes negros de Scottsboro N0. 10, 05-1932 Antiimperialismo
El Imperialismo yanqui construye el Frente Anti-Soviético en América Latina N0. 10, 05-1932 Antiimperialismo
Apuntes históricos sobre el Primero de Mayo N0. 10, 05-1932 Lucha proletaria
La participación de la clase obrera en las elecciones de Nicaragua N0. 10, 05-1932 Política electoral
Aumentan los armamentos en América Latina N0. 10, 05-1932 Militarismo
El Congreso Mundial del Socorro Rojo Internacional N0. 10, 05-1932 Comunismo
Sección Educativa Lecciones de Leninismo. (Curso de Auto-Educación para los obreros y Grupos de estudiantes obreros N0. 10, 05-1932 Comunismo
Todos a la ayuda de Mundo Obrero. No. 11, 06-1932 En torno a Mundo obrero
Esta es la hora de actuar. No. 11, 06-1932 Lucha proletaria
Luchemos por la libertad de los negros de Scottsboro. No. 11, 06-1932 Antiimperialismo
Más marinos para Nicaragua. No. 11, 06-1932 Militarismo
El motín en la Marina peruana y el rol del APRA No. 11, 06-1932 APRA
La movilización de las masas y el Congreso Mundial del Socorro Rojo Internacional. No. 11, 06-1932 Comunismo
Bajo el régimen del Terror en Venezuela. No. 11, 06-1932 Imperialismo
Los juegos olímpicos son medios de preparación de la Guerra Imperialista. No. 11, 06-1932 Imperialismo
Apoyemos el Mitín Atlético Internacional Obrero de Chicago. No. 11, 06-1932 Lucha proletaria
La Campaña Electoral de Bloque Obrero y Campesinos de México. No. 11, 06-1932 Política electoral
Machado concentra el Terror contra la clase obrera y sus organizaciones. No. 11, 06-1932 Imperialismo
Carta de los prisioneros de Tampa. No. 11, 06-1932 Lucha proletaria
De la Unión Soviética. Impresiones. No. 11, 06-1932 Unión Soviética
El deporte en la Unión Soviética. No. 11, 06-1932 Unión Soviética
La política económica del Poder Soviético en China. No. 11, 06-1932 Unión Soviética
Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto Educación para los grupos de Estudiantes Obreros). No. 11, 06-1932 Comunismo
Nuestro primer aniversario. Hemos completado un año en la brecha No. 12, 07-1932 En torno a Mundo obrero
A través del aumento de la Lucha diaria debemos preparar el Día Internacional Contra la Guerra. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
[Editorial] El surgimiento de Huelgas de los obreros y luchas de los campesinos en los países del Caribe. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Recientes acontecimientos en Chile. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Campo, Juan del Las masas campesinas de México en la lucha. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Montero, A. Levantamientos armados en Cuba y las tareas de la clase obrera y su partido. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Palacios, R. Por la lucha revolucionaria independiente del proletariado de Costa Rica. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Ibañez Migueles, F. Apoyemos la campaña a favor de las víctimas de Shangai. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Rojas, L. Por la conquista de obreros coloniales y semicoloniales en EU No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Pascual, L. F. El Primero de Mayo en el Caribe. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Dávila, Pío Las recientes luchas locales de los indios y campesinos en Colombia. No. 12, 07-1932 Lucha proletaria
Mayen, R. Salvemos a El Martillo No. 12, 07-1932 Comunismo
Castro Hernández Continúa el terror contra los obreros y campesinos de Honduras. No. 12, 07-1932 Imperialismo
Moreau, A. Sección Educativa (Curso de Auto-Educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros). No. 12, 07-1932 Comunismo
A los obreros de Tampa. Corrido histórico por Concha Michell. No. 13, 08-1932 Lucha proletaria
Luchemos contra el hambre, el Terror y la Guerra. No. 13, 08-1932 Antiimperialismo
Líderes de la Segunda Internacional tratan de desorganiza el Congreso contra la Guerra. No. 13, 08-1932 Comunismo
Terror social y Demagogia en México. No. 13, 08-1932 Imperialismo
Construyamos el movimiento de los Pioneros Rojos en el Caribe. No. 13, 08-1932 Lucha proletaria
El 35 Congreso Eucarístico y la lucha anti-religiosa. No. 13, 08-1932 Lucha proletaria
Recordemos el asesinato de Sacco y Vanzetti. No. 13, 08-1932 Lucha proletaria
La preparación del Congreso mundial del S.R.I., en los países del Caribe No. 13, 08-1932 Comunismo
Agosto 23 Día Anti-imperialista en la América del Sur y el Caribe. No. 13, 08-1932 Comunismo
La Campaña Electoral del P:C: de los E:U. No. 13, 08-1932 Comunismo
Luchemos por la libertad de los negros de Scottsboro. No. 13, 08-1932 Antiimperialismo
De la Unión Soviética Entrevista concedida por nuestro camarada Stalin escritor alemán Emil Ludwig. No. 13, 08-1932 Unión Soviética
Sección Educativa. Lecciones de Leninismo. (Curso de auto-Educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros). No. 13, 08-1932 Comunismo
En el corazón del Asia. No. 13, 08-1932 Asia
La Revolución de Octubre. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
El Imperialismo japonés extiende su frontera de guerra. No. 14, 09-1932 Imperialismo
Crece el ascenso revolucionario en Alemania. No. 14, 09-1932 Alemania
Abajo la guerra imperialista entre Bolivia y Paraguay. No. 14, 09-1932 Imperialismo
Preparémonos para la celebración del XV aniversario de la Revolución de Octubre. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
La Unión Soviética Baluarte de Paz. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
La huelga de inquilinos en Panamá. No. 14, 09-1932 Lucha proletaria
El Partido Bolchevique y la Revolución de Octubre. Lecciones para el movimiento revolucionario de los países del Caribe. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
La Revolución de Octubre como la salida de la crisis y de la Guerra. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
Los beneficios adquiridos por los niños con la Revolución de Octubre. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
La Marcha de los veteranos a Washington. No. 14, 09-1932 Antiimperialismo
La Revolución de Octubre y las masas campesinas. No. 14, 09-1932 Unión Soviética
Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto-Educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros. No. 14, 09-1932 Comunismo
Episodios Históricos de la Revolución. No. 14, 09-1932 Lucha proletaria
Hijo del Pueblo No. 15, 10- 1932 Comunismo
Soy comunista No. 15, 10- 1932 Comunismo
Conflictos de guerra imperialista en América Latina. No. 15, 10- 1932 Imperialismo
[Editorial] Octubre 10 Día Internacional Scottsboro-Mooney. No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
[Editorial] Apoyemos la Semana Infantil Internacional de Lucha contra el Hambre y la Miseria. No. 15, 10- 1932 Antiimperialismo
Coloma, Pedro A. El Rol de Lenin y Stalin en la Revolución de Octubre. No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
Ortiz, Luis Los Imperialistas, instigadores de la Guerra entre Bolivia y Paraguay No. 15, 10- 1932 Imperialismo
Montero, A. Quince años de intervenciones y sabotaje de los imperialistas contra la U:R:S:S No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
Flores, Ana La Revolución de Octubre Libertó las Naciones oprimidas por la Rusia zarista No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
Palacios, R. Hacia una sociedad sin clase en la Unión Soviética. No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
Dávila, Pío La Juventud en la Unión Soviética y la Revolución de Octubre. No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
Ibañez Migueles, F. Las Marchas de Hambre en México. No. 15, 10- 1932 Lucha proletaria
Moreau, A. Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto-Educación para los obreros y grupos de Estudiantes Obreros). No. 15, 10- 1932 Comunismo
Episodios Históricos de la Revolución. No. 15, 10- 1932 Unión Soviética
R.J.L. Versos al taller No. 16, 11-1932 Comunismo
R.J.L. A martillazos No. 16, 11-1932 Comunismo
Lenin El primer discurso de Lenin después de la Revolución No. 16, 11-1932 Unión Soviética
[Editorial] La Comisión Lytton: Un paso más hacia el desmembramiento de China No. 16, 11-1932 Imperialismo
[Editorial] Las crecientes luchas de las masas chilenas No. 16, 11-1932 Lucha proletaria
Sánchez, Alberto E. El Congreso Mundial del Socorro Rojo Internacional. Su importancia para el movimiento Revolucionario de los países del Caribe No. 16, 11-1932 Comunismo
Marcel., J. El Partido Comunista de Cuba y las Elecciones No. 16, 11-1932 Comunismo
Montero, A. Los sindicatos de la Unión Soviética en la Construcción del socialismo No. 16, 11-1932 Unión Soviética
Flores, Ana El Ejército Rojo y la Revolución de Octubre No. 16, 11-1932 Unión Soviética
Dávila, Pío El actual conflicto de guerra Imperialista entre Bolivia y Paraguay. Rivalidades Agudizadas entre el imperialismo yanqui y el Británico en los países de América del Sur y del Caribe No. 16, 11-1932 Imperialismo
La emancipación de una mujer en la URSS No. 16, 11-1932 Unión Soviética
Bolter, Enrique Nuevos arrestos en Guatemala No. 16, 11-1932 Imperialismo
Simons, William El Congreso Mundial contra la guerra No. 16, 11-1932 Comunismo
Gorki, Máximo Días con Lenin No. 16, 11-1932 Unión Soviética
Moreau, A. Sección Educativa. Lecciones de Leninismo (Curso de Auto-Educación para los obreros y grupos de estudiantes obreros) No. 16, 11-1932 Comunismo
Grupo de Deportados Revolucionarios de las Islas Marías Carta del Grupo de Deportados Revolucionarios de las Islas Marías al Congreso Mundial del SRI No. 17, 12-1932 Antiimperialismo
El XII Pleno de la Internacional Comunista No. 17, 12-1932 Comunismo
[Editorial] Continuemos por la libertad de los negros de Scottsboro No. 17, 12-1932 Antiimperialismo
La jornada Lenin-Liebknecht-Luxemburgo No. 17, 12-1932 Unión Soviética
Leiva, Pierre Haití. La situación actual y las luchas de las masas No. 17, 12-1932 Lucha proletaria
Coloma, Pedro A. Las Elecciones en Cuba, Nicaragua y Honduras No. 17, 12-1932 Política electoral
Davila, Pío El aniversario de la Huelga y Matanza de obreros Bananeros en Colombia No. 17, 12-1932 Lucha proletaria
Fernández, E. Movilicemos las Masas para ganar la Huelga de Inquilinos en Panamá No. 17, 12-1932 Lucha proletaria
Castellanos, L. El próximo Congreso Latinoamericano contra la guerra No. 17, 12-1932 Comunismo
Palacios, R. La campaña Lenin-Liebknecht-Luxemburgo en el Caribe No. 17, 12-1932 Comunismo
Ortiz, Luis Jim Nine. Un comunista militante No. 17, 12-1932 Comunismo
Moreau, A. Sección Educativa Lecciones de Leninismo (Curso de auto-Educación para los obreros y grupos de estudiantes obreros) No. 17, 12-1932 Comunismo
Hacia las luchas revolucionarias de masas bajo la Bandera del Leninismo. No. 18, 01-1933 Comunismo
Se intensifican los preparativos de guerra Imperialista. No. 18, 01-1933 Antiimperialismo
La Próxima reunión del Consejo General de la Confederación Sindical Latino Americana. No. 18, 01-1933 Comunismo
¿Qué puede esperar la América Latina de las últimas elecciones en los Estados Unidos? No. 18, 01-1933 Antiimperialismo
El movimiento revolucionario en Colombia. Frente a la Guerra. No. 18, 01-1933 Antiimperialismo
La próxima zafra en Cuba y los obreros azucareros. No. 18, 01-1933 Lucha proletaria
Movilicemos las masas para el Congreso Antiguerrero Latino Americano No. 18, 01-1933 Comunismo
La expulsión de los 4 ex líderes del Partido Comunista español y sus enseñanzas. No. 18, 01-1933 Lucha proletaria
Se prepara otro Chaco- Boreal en la Frontera Colombo- venezolana. No. 18, 01-1933 Lucha proletaria
La lucha revolucionaria en las Islas Filipinas. No. 18, 01-1933 Lucha proletaria
El Aniversario del levantamiento en El Salvador. No. 18, 01-1933 Lucha proletaria
Sección Educativa. La Concepción Leninista de la Nación. No. 18, 01-1933 Comunismo
El Peonaje de los Mexicanos en los Estados Unidos. No. 18, 01-1933 Lucha proletaria
Comité Mundial de la lucha contra la guerra Imperialista ¡A los pueblos de la América Latina! (Llamamiento del Comité Mundial de Lucha contra la Guerra Imperialista) No. 19, 02-1933 Antiimperialismo
Se precipitan hacia la Guerra Imperialista No. 19, 02-1933 Antiimperialismo
[Editorial] ¿Qué se oculta tras las denunciaciones del pacto de los cinco países centroamericanos? No. 19, 02-1933 Imperialismo
Hitler a la Cabeza de la Dictadura Fascista No. 19, 02-1933 Fascismo
Coloma, Pedro A. El Congreso Estudiantil Anti-guerrero de Chicago No. 19, 02-1933 Comunismo
Sánchez, Alberto El Congreso Mundial del SRI y las secciones de los países del Caribe No. 19, 02-1933 Comunismo
Hernández Rodríguez, Guillermo La lucha Inter-Imperialista a través del conflicto Colombo- Peruano No. 19, 02-1933 Imperialismo
Ruiz Valdés La última revuelta en Honduras No. 19, 02-1933 Honduras
Palacios, R. 1871–En Conmemoración del 62° aniversario de la Comuna de París–1933 No. 19, 02-1933 Lucha proletaria
Martell, Inés El Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Su celebración en los países del Caribe No. 19, 02-1933 Feminismo
Ibañez Miguelez, F. Las Masas en Cuba en la lucha contra el Hambre y el Terror No. 19, 02-1933 Lucha proletaria
León, Felipe Luchas huelguísticas en Colombia No. 19, 02-1933 Lucha proletaria
De la Unión Soviética. La Producción Soviética en 1932 ha aumentado en un 334 por 100 sobre la de ante- guerras. La de Estados Unidos ha decaído en un 84 por ciento No. 19, 02-1933 Unión Soviética
De nuestros corresponsales obreros. La policía de Vázquez-Vela Tejeda y las fuerzas federales atropellan los delegados de la marcha de hambre en Orizaba No. 19, 02-1933 Lucha proletaria
¡Obreros de la región del Caribe: Todos a la ayuda de Mundo Obrero! No. 20-21, 03/04-1933 En torno a Mundo obrero
Apoyemos a la clase obrera alemana en la lucha contra la sangrienta dictadura fascista No. 20-21, 03/04-1933 Lucha proletaria
[Editorial] La crisis bancaria en los Estados Unidos No. 20-21, 03/04-1933 Imperialismo
[Editorial] Por una movilización el Primero de Mayo No. 20-21, 03/04-1933 Lucha proletaria
[Editorial] Intensifiquemos la lucha por la libertad de los negros de Scottsboro No. 20-21, 03/04-1933 Antiimperialismo
Un nuevo juicio para Tom Mooney No. 20-21, 03/04-1933 Imperialismo
Engels Discurso de Engels sobre la tumba de Carlos Marx No. 20-21, 03/04-1933 Marxismo
Imar, Elisa Rasgos biográficos de Carlos Marx No. 20-21, 03/04-1933 Marxismo
Sánchez, Alberto E. La política de hambre del imperialismo yanqui en Puerto Rico No. 20-21, 03/04-1933 Imperialismo
Heredia, Gerardo Algunos aspectos de la lucha contra la guerra en los países del Caribe No. 20-21, 03/04-1933 Antiimperialismo
Ramírez, Jorge Hacia la jornada del Primero de Mayo en los países del Caribe. No. 20-21, 03/04-1933 Comunismo
Martínez Villena, R. Qué significa la transformación del ABC y cuál es el propósito de esta maniobra No. 20-21, 03/04-1933 Imperialismo
Pascual, Luis, F. Sección juvenil. Hacia la Espartaquiada Mundial en Moscú, URSS No. 20-21, 03/04-1933 Unión Soviética
Llanes, Armanda El movimiento revolucionario entre los niños de Cuba No. 20-21, 03/04-1933 Antiimperialismo
Dávila, Pío La traición de Sandino a la lucha anti-imperialista. No. 20-21, 03/04-1933 Antiimperialismo
Brandao, Octavio De la Unión Soviética. En la Usina de automóviles de Moscú. No. 20-21, 03/04-1933 Unión Soviética
Huelgas de Masas en las centrales azucareras de Cuba. No. 20-21, 03/04-1933 Lucha proletaria
Solo la ayuda de los obreros puede ayudarnos a perfeccionar nuestra revista. No. 22, 05-1933 En torno a Mundo obrero
La lucha anglo-yanqui en el conflicto Colombo- Peruano. No. 22, 05-1933 Imperialismo
[Editorial] De bombardeador de Veracruz a Embajador en México No. 22, 05-1933 Imperialismo
[Editorial] El Congreso de la Federación Iberoamericana de Estudiantes No. 22, 05-1933 Comunismo
[Editorial] La lucha por la libertad de los negros de Scottsboro No. 22, 05-1933 Antiimperialismo
Martínez Villena, R. Las contradicciones Internas del Imperialismo yanqui en Cuba y el alza del Movimiento Revolucionario No. 22, 05-1933 Imperialismo
Sánchez, Alberto E. Apuntes sobre los proyectos de programa del Partido Comunista de Puerto Rico No. 22, 05-1933 Comunismo
Palacios, R. Por un frente único contra el Fascismo No. 22, 05-1933 Fascismo
León, Felipe La labor del Congreso Anti-guerrero Latino Americano No. 22, 05-1933 Comunismo
Ruiz Valdez Se agudizan la crisis y el terror en Honduras No. 22, 05-1933 Imperialismo
Leyva, Pierre El Primer Proceso Comunista en Haití y la provocación del Servicio Secreto yanqui No. 22, 05-1933 Comunismo
El frente único y los intereses vitales de las masas trabajadoras en México. (Discurso pronunciado por el delegado del Partido Comunista de México ante la Conferencia Nacional del Frente Único convocado por la CSUM) No. 22, 05-1933 Lucha proletaria
Geiser, Karl Sección Juvenil. El Congreso contra la guerra. No. 22, 05-1933 Comunismo
Ortiz, Luis De la Unión Soviética. El juicio de los saboteadores en Moscú, revela las intrigas y preparativos de guerra de los imperialistas. No. 22, 05-1933 Unión Soviética
Los nuevos contratos colectivos para 1933. No. 22, 05-1933 Lucha proletaria
¿Qué estaremos haciendo a favor de la circulación y sostenimiento de Mundo Obrero? No. 23, 06-1933 En torno a Mundo obrero
[Editorial] Summers Welles, emisario de Wall Street Cuba. No. 23, 06-1933 Imperialismo
[Editorial] El cuervo se adorna con las plumas de pavo real , pero no deja de ser cuervo No. 23, 06-1933 Imperialismo
[Editorial] La URSS, una vez más se declara la paz. No. 23, 06-1933 Unión Soviética
Pascual, Luis F. Hitler en la arena política de relaciones internacionales y la lucha contra el fascismo. No. 23, 06-1933 Fascismo
Imar, Elisa El año veinticinco de la dictadura de Juan Vicente Gómez. No. 23, 06-1933 Dictadura
Sánchez, Alberto E. El Partido Socialista de Puerto Rico y el Imperialismo Yanqui. No. 23, 06-1933 Comunismo
Erderberg, Oscar China arde en el fuego inextinguible de la lucha. Introducción Cuentos de la China Moderna No. 23, 06-1933 Comunismo
Coloma, Pedro A. Panamá: Centro de preparativos para la guerra Imperialista No. 23, 06-1933 Imperialismo
Impidamos que Machado y el Imperialismo yanqui. Asesinen los dirigentes comunistas César Villar, Joaquín Ordoqui y Jorge A. Vivó. (Correspondencia de Cuba). No. 23, 06-1933 Antiimperialismo
Deportaciones en masa de trabajadores mexicanos de los Estados Unidos. No. 23, 06-1933 Imperialismo
La lucha contra los impuestos de Guerra en Colombia N.N. No. 23, 06-1933 Imperialismo
Nuevas Victorias del ejército Rojo Chino. No. 23, 06-1933 Comunismo
Sección Juvenil. Los jóvenes obreros en la Conferencia de Frente Único de la CSUM. No. 23, 06-1933 Comunismo
La juventud inquilina de Panamá continúa su lucha. No. 23, 06-1933 Lucha proletaria
De la Unión Soviética. La enseñanza Técnica de los Obreros. No. 23, 06-1933 Unión Soviética
“El Koljos nos ha librado de la opresión y del yugo Kulak”. No. 23, 06-1933 Comunismo
Zetkin, Clara Llamamiento de Clara Zetkin para la semana Internacional del Socorro Rojo Internacional. No. 24, 07-1933 Comunismo
La intensificación del terror en los países del Caribe. No. 24, 07-1933 Imperialismo
[Editorial] La Conferencia Económica Mundial No. 24, 07-1933 Imperialismo
[Editorial] En memoria de la Camarada Clara Zetkin No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
Lenin El socialismo y la guerra No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
Zucker, Dora Apuntes sobre el Congreso de la Confederación Ibero americana de Estudiantes. No. 24, 07-1933 Comunismo
El Duque Plato del día. No. 24, 07-1933
Ibañez Miguelez, F. La jornada del Primero de Mayo en la región del Caribe. No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
Leiva, Pierre Agosto 1º. Jornada contra la Guerra y por la defensa de la URSS No. 24, 07-1933 Unión Soviética
González, Pedro El llamamiento de la IMOP a los obreros proletarios del Caribe No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
Sánchez, Alberto E. El Partido Socialista de Puerto Rico y el Imperialismo Yanqui No. 24, 07-1933 Comunismo
¡Alerta contra los agentes policíacos! No. 24, 07-1933 Imperialismo
López, Octavio El petróleo y las rivalidades imperialistas en Venezuela No. 24, 07-1933 Imperialismo
Diego Rivera y los millonarios yanquis No. 24, 07-1933 Imperialismo
J.M.F. Sección Juvenil. La militarización y la juventud trabajadora de México No. 24, 07-1933 Comunismo
Nevares Pueblos Emancipados No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
Campo, C. del La agravación de la situación en Honduras No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
De nuestros corresponsales obreros. Las condiciones de vida de los obreros en las centrales “Céspedes” y “Estrellas”, en la provincia de Camagüey, Cuba No. 24, 07-1933 Lucha proletaria
[Editorial] Salvemos el segundo aniversario de Mundo Obrero No. 25, 08/09-1933 En torno a Mundo obrero
Comité Central del Partido Comunista de Cuba Manifiesto No. 25, 08/09-1933 Comunismo
¡Adelante!! Hacia el XIX Día Internacional de la Juventud. No. 25, 08/09-1933 Comunismo
El caso de Scottsboro, símbolo contra la lucha, contra la opresión nacional No. 25, 08/09-1933 Imperialismo
Michelena, Alberto El 23 de Agosto, Día de lucha contra el Imperialismo y la Reacción No. 25, 08/09-1933 Antiimperialismo
Serrano, Pedro La lucha por los mercados en América del Sur y el Caribe. No. 25, 08/09-1933 Lucha proletaria
El peligro de Guerra entre Perú y Colombia subsiste. No. 25, 08/09-1933 Imperialismo
Manifiesto del Partido Comunista de Cuba a los soldados marinos. No. 25, 08/09-1933 Comunismo
El empuje revolucionario de las masas termina con la dictadura machadista. No. 25, 08/09-1933 Antiimperialismo
Costa Rica entra en la arena de las luchas revolucionarias. No. 25, 08/09-1933 Lucha proletaria
Lombardo Toledano, Reformista de “Izquierda” y falsificador del marxismo. No. 25, 08/09-1933 Comunismo
Dos años de Guerra Imperialista en el extremo Oriente. No. 25, 08/09-1933 Imperialismo
Cada lector; subscriptor y agente debe cooperar en arraigar el periódico entre las masas y ampliar su circulación. No. 26, 10/11- 1933 En torno a Mundo obrero
[Editorial] Nubarrones en el horizonte de la Conferencia Pan- Americana. No. 26, 10/11- 1933 Comunismo
[Editorial] Ante el octavo aniversario de la huelga inquilinaria de Panamá. No. 26, 10/11- 1933 Lucha proletaria
Saludo del Partido Comunista de Cuba al Congreso Anti-guerrero de E.U. No. 26, 10/11- 1933 Comunismo
Nevares, J. El buitre azul en Puerto Rico y las crecientes luchas huelguísticas. No. 26, 10/11- 1933 Lucha proletaria
Michelena, Alberto 30 años de vida del Partido Bolchevique Ruso. No. 26, 10/11- 1933 Unión Soviética
K., A. El Congreso Mundial de la Juventud Combatiente. No. 26, 10/11- 1933 Comunismo
Las elecciones municipales en Colombia. No. 26, 10/11- 1933 Política electoral
Ortiz, Luis El XVI aniversario de la Revolución de Octubre. No. 26, 10/11- 1933 Unión Soviética
Viamonte, Eduardo La Revolución Cubana en marcha. No. 26, 10/11- 1933 Revolución cubana
Torero A., Eugenia Nuestras vidas (cuento) No. 26, 10/11- 1933 Revolución cubana
¡Aumentemos el apoyo y la solidaridad al movimiento revolucionario de Cuba! No. 26, 10/11- 1933 Revolución cubana
Laborde, Hernán Lombardo Toledano. Reformista de “Izquierda” y falsificador del marxismo No. 26, 10/11- 1933 Comunismo
Campo, Juan del Las luchas campesinas en la región Norte de Veracruz. No. 26, 10/11- 1933 Lucha proletaria
C.C. del P.C.A. ¡Arranquemos de las garras de los asesinos fascistas a nuestros heroicos camaradas! ¡Movilicemos a las masas laboristas del Caribe en su defensa! No. 26, 10/11- 1933 Comunismo
Delegación anti-imperialista de Estados Unidos en Cuba. No. 27, 12-1933 Antiimperialismo
[Editorial] Notas Editoriales. No. 27, 12-1933
Ortiz, Luis 25 años del régimen de Terror y hambre de Gómez en Venezuela. No. 27, 12-1933 Imperialismo
Comité Central del Partido Comunista de Cuba Opongamos el internacionalismo revolucionario al Pan-americanismo No. 27, 12-1933 Antiimperialismo
Asamblea Nacional Constituyente del Uruguay ¡Abajo la Conferencia Pan Americana! No. 27, 12-1933 Antiimperialismo
Medina, Hugo El terror de Grau San Martín- Batista en Cuba. No. 27, 12-1933 Revolución cubana
Vivaldi, León La comuna de Cantón. No. 27, 12-1933 Comunismo
¡En la picota! No. 27, 12-1933 Comunismo
Palacios, R. Hacia dónde va cuba. No. 27, 12-1933 Revolución cubana
Saludo de Henri Barbusse al Congreso Juvenil de México Contra la Guerra. No. 27, 12-1933 Comunismo
Rojas, L. 15 años de vida en loso Komsomolsk. No. 27, 12-1933 Unión Soviética
Lenin Marxismo y alzamiento. No. 27, 12-1933 Marxismo
Gómez encarcela a periodistas venezolanos que publican noticias sobre la revolución cubana. No. 27, 12-1933 Revolución cubana
Bolter, Enrique El reconocimiento de la Unión Soviética por los Estados Unidos. No. 27, 12-1933 Unión Soviética
Bolter, Enrique ¡Los procesados de Scottsboro en inminente peligro de muerte! No. 27, 12-1933 Imperialismo
Katayama, Sen Nuestros muertos. Sen Katayama. No. 27, 12-1933 Obituario
Otero Silva, Miguel La rotonda No. 27, 12-1933 Fuente: Pacarina del Sur – http://www.pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/763-la-revista-mundo-obrero-1930-1933-y-el-buro-del-caribe-de-la-ic – Prohibida su reproducción sin citar el origen.

Índice onomástico de Mundo Obrero (año y número)

A.
Adams, Marina. 1932: 8; Adler, Frederick. 1932: 13; Alegría, Manuel. 1932: 7; 8; Aiexandrovna, María. 1931: 4; Alonso, Rafael. 1931: 1; Alonso, Sandalio. 1931: 1; Altamirano, Casimiro. 1933: 23; Altamirano, Juan. 1933: 20-21; Álvarez, del Vallo. 1933: 25; Álvarez, Gabriel E. 1932: 7; Álvarez, Perfecto. 1932: 8; Ameglio, Pedro. 1931: 1; Anderson Nexoe, Martín. 1932: 16; Andino, E. 1931: 4; 1933: 1; Andino Oscar. 1932: 7; Andrade Carlos. 1931: 1; Aragón Domingo. 1932: 6; Araujo, Arturo. 1932: 6; Argucia, José María. 1933: 24; Argüello Bolaños, Horacio. 1932: 10; Arias, Francisco. 1931: 1; Armegnac, Quinidio. 1933: 27; Ascencio, Marcelo. 1932: 12; Axelrod, Paul. 1931: 4; Ayala, Daniel. 1931: 2

B.
Babushkin. 1931: 4; Baccine, Julio. 1933: 27; Bach, Federico. 1933: 25; Bailey Forrest. 1933: 18; Baliño, Carlos. 1932: 6; Ballesta, Esteban. 1931: 3; Banegas, Juan. 1932: 12; Baquero, Rafael. 1933: 27; Barbuse, Henri. 1932: 13; 1933: 26, 27; Barcelo, Antonio. 1931: 5; 1932: 11; Bard, Phil. 1931: 4; Bautista Grageda, Manuel. 1932: 9; Bautista Pérez, Juan. 1931: 1; Becquer, J. 1932: 12; Belt, Catharine. 1933: 22; Benitez, Gregorio. 1932: 12; Berenguer B. Dámaso. 1931: 2; Billings Warren, K. 1931: 5; Blanc, Luis. 1931: 1; Blanco, Bernardo. 1933: 19; Blanco y Contreras, Manuel. 1932: 12; Bolter, Enrique. 1933: 27; Bonaparte, Luis. 1933: 19; 20-21; Brandao, Octavio. 1933: 20-21; Brandshaw, Thomas. 1931: 5; Browder, Earl. Brown, Willie. 1932: 6; 1933: 19; Brown Willie. 1932: 14; Bucovich, Juan. 1932: 15; Buchner, J. 1933: 24; Burdolou, M. 1933: 23.

C.
Cabrera, Ramón. 1931: 3; Cachín, Marcel. 1933: 16; Calderán, Rafael. 1931: 2; Calix Herrera. 1932: 12; Calix Matute, Felipe. 1933: 19; Calles, Plutarco E. 1931: 2; 1932: 10, 11; 1933: 25; Campos Albizu. 1933: 24; Campos, Miguel Angel. 1932: 16; Cano, José de Jesús. 1931: 2; Cañas, Fernando. 1932: 12; Carbonell, Luis J. 1931: 3; Cardoza, Wm. 1932: 16; Carmon, Walt. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; 11; 12;13; 14; 15; 16; 17; 1933: 18; 20-2; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Casauranc Puig. 1933: 25; Castaño, Pedro. 1931: 3; Castellanos, L. 1932: 17; Castellán, Armando. 1932: 7; Castilla, Lizandro. 1932: 12; Castrillón, Alberto. 1931: 5; Castro Hernández. 1932: 12; Castro, José. 1931: 3 (36); 4; 1932: 7; Celis, Máximo. 1931: 3; Chacón, Jacinto. 1932: 14; Chadbourne, Thomas. 1931: 5; Chamlee, George W. 1932: 9; Charsky, Lunat. 1931: 4; Chiang Kai-Shek. 1932: 6; Chinguichon, Juan Luis. 1932: 9; Ching Wei Wang. 1932: 6; Choy Yu Lim. 1932: 7; Choy Ye Sem. 1932: 7; Chua-Gen. 1932: 6; Chuan-Fang Sun. 1932: 6; Close, Upton. 1933: 19; Cohen, Fania M. 1933: 18; Coloma A. Pedro. 1933: 19; 23; Conde, Alfredo. 1933: 19; Cordies, Emilio. 1933: 27; Cortés Vargas. 1931: 5; Costa, Miguel. 1932: 6; Creag, Enrique. 1933: 27; Cruz, Pedro Manuel. 1931: 2; Cumes, Antonio. 1932; 9; Cunha, Ed. 1931: 5;

D.
Daniels, Josephus. 1933: 2; Dávila, José María. 1932: 10; Dávila, Pío. 1932: 9; 11; 1933: 18; 20-21; 23; Delano Roosevelt, Franklin. 1931: 1; 1933: 18; De la Selva, Salomón. 1933: 20-21; Del Campo, Juan. 1932: 12; 1933: 26; Del Final, Alberto. 1932: 9; Del Prado, Félix. 1931: 5; Deprez, Marc. 1933: 20-21; Díaz, Juan. 1931: 1; 1932: 12; Díaz, Raúl. 1932: 7; Díaz Verson, Salvador. 1932: 16: Diéguez Castellanos. 1933: 27; Dos Pasos, John. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 17; 1933: 18; 19; 20-21; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Dunn, Robert. 1932: 8; Dwight, W. Wilson. 1931: 4.

E.
Engels, Federico. 1931: 5; 1933: 19; 20-21; Erderberg, Oscar. 1933: 23; Estrada, Heliodoro. 1932: 9; Estrada, José Manuel. 1931: 3; 1932: 7.

F.
Faerion, Francisco. 1931: 2; Fauriel, Oscanio. 1933: 27; Fernández, Crescencio. 1932: 17; Fernández, E. 1932: 17; Fernández Sánchez, Leonardo. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; Fernández Torrac, Francisco. 1933: 27; Ferragut, J. 1932: 8; Fiz, Epifanio. 1931: 1; Flores, Ana. 1932: 15; Flores Córdova, Raúl. 1931: 5; Ford, James W. 1932: 13; Fors, Alfonso. 1932: 12; Foster, William Z. 1932: 5; Frank, Luis. 1932: 8; Frausto, Juan. 1932: 17.

G.
Gales, Luis. 1933: 23; Gamio, Manuel. 1933: 23; Gannes, Henri. 1933: 27; García, Andrés. 1932: 12; García Lobos, José. 1932: 17; García, Miguel A. 1931: 3; García Monje, Joaquín. 1932: 7; García, Sebastián. 1933: 23; Gebel, Natan. 1932: 17; Geiser, Karl. 1933: 19; Gellert, Hugo. 1933: 23; Girón, Antonio. 1933: 19; Gold. Michael. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 16; 17; 1933: 18; 19; 20-21; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Gómez, Cándido. 1932: 17; Gómez, Eugenio. 1933: 27; Gómez, Joaquín. 1931: 3; Gómez, Juan Vicente. 1931: 1; 11; 1933: 20-21; 23; 27; Gómez, Rogelio. 1931: 1; Gómez, R. 1931: 2; González, Gonzalo. 1932: 7; González, Manuel. 1932: 12; González, Pedro. 1933: 24; Gordon, Russell. 1933: 25; Gorki, Máximo. 1931: 4; Granados, Arturo. 1932: 12; Granela, Paz. 1931: 1; Grau, San Martín. 1933: 27; Gropper, William. 1931: 5; Grullón, J. D. 1933: 22; Guggenheim, Clarence.1932: 11; Gutiérrez, Antonio. 1932: 17; Gutierrez, Viriato. 1931: 5.

H.
Hamilton, Salvy. 1933: 18; Hauser, Raymond. 1932: 16; Haya de la Torre. 1931: 5; 1932: 11; Henderson, Donald. 1933: 19; Heredia, Gerardo. 1933: 20-21; Herdon, Angelo. 1933: 25; Hernández, Enrique 1932: 6; Hernández Rodríguez, G. 1932: 6; 1933: 19; Hernández William. 1931: 2; Henríquez, Manuel. 1932: 12; Herrera Angeles, Manuel. 1933: 19; Herrera, Silvio. 1932: 8; Hevia, Aurelio. 1932: 12; Hitler, Adolfo. 1933: 19; 23; 25; Hoover Clark, Herbert. 1931: 1; 2; Holton, James E. 1933: 25; Hoyle, James H. 1931: 5; Hsiang-Chung. 1932: 6; Hughes, Langston. 1932 6; Huiza, Porfirio. 1932: 12; Hurley, Pat. 1932: 11.

I.
Ibáñez, Carlos. 1931: 2; Ibáñez Miguelez, F. 1931; 5; 1932: 7; 8; 9; 10; 11; 12; 1933: 18; 19; Ibarra Angel. 1932: 17; Ibarra, Roberto. 1932: 17; Iglesias, Santiago. 1931: 5; Imar Elisa. 1933: 20-21; 23.

J.
Jiménez, Carlos Maria. 1931; 2; Jiménez Oreámuno. 1932: 2; Jiménez, Ricardo. 1931: 2; Jiménez, Rémulo. 1932: 17; Johnhassen, Anton. 1931: 5; Johnes, Orphan. 1932: 13; Junco, Sandalio. 1933: 23.

K.
Kahattawai, José. 1932: 11; Kamanev. 1931: 4; Katayama, Sen. 1933: 27; Kelso, Byrd. 1931: 5; Kerensky. 1931: 4; Kolontai. 1931: 4; Komfeder, J. 1932: 7; Kropotkin, Pedro. 1931: 1; Kunitz, Joshua. 1933: 13.

L.
Laborde, Hernán. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 9; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 16; 17; 1933: 18; 19; 20-21; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Lao-Tse Tun. 1933: 23; Lavigne, Angel Luis. 1933: 19; Lay, Julius C. 1933: 19; Lazarraga, José. 1933: 27; Ledesma, Juan. 1932: 17; Lee, Yuel. 1932: 13; Leguía, Augusto. 1931: 5; 1932: 8; 11; Leiva, Pierre. 1932: 17; 1933: 22; 24; Lenin. V. I. 1931: 4; 5; 1932: 6; 8; 1933: 27; León Castillo, José. 1932: 9; León, Felipe. 1933: 18; 19; Levonsky, Charles J. 1932: 10; Liebknecht, Carlos. 1932: 6; Ligoria, Pablo. 1932: 9; Limón, Porfirio. 1932: 17; Linares, José. 1933: 25; Litinov, Máximo M. 1933: 27; Llanes, Armando. 1933: 20-21; Loettke, Augusto. 1933: 25; Lombardo Toledano, Vicente. 1933: 19; 25; 26; López, Octavio. 1932: 11; López, Pedro. 1933: 27; Lorente, Sebastián. 1931: 5; Losovski, A. 1932: 9; Lozano, Fernando H. 1932: 17; Lozano, Salomón. 1933: 19; Ludwig, Emil. 1932: 13; Luna, Alfonso. 1932: 8; 9; 10; Luxemburgo, Rosa. 1931: 2; 1932: 6.

M.
Machado, Eduardo. 1931: 3; Machado, Gerardo. 1931: 1; 3; Machado, Gustavo. 1931: 1; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 1933: 19; Madeiros, Celestino F. 1932: 13; Mann, Gertrudis. 1932: 16; Manrique, Alejandro. 1932: 10; Marcel, J. 1932: 16; Marcus Bernard, K. 1933: 20-21; Marenales, Roberto. 1933: 27; Martell, Inés. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 16; 17; 1933: 18; 19; 20-21; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Martí, Agustín. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; Martínez, Eulalio. 1933: 19; Martínez, Maximiliano. 1932: 6; 8; 9; Martínez Villena, Rubén. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 9; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 16; 17; 1933: 18; 19; 20-21; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Marx, Carlos. 1931: 5; 1932: 8; 1933: 20-21; 25; Matheu, Alfredo. 1931: 1; Mayen, R. 1932: 8; 10; 12; Mayers, Bert. 1932: 16; Mazuera, Alfredo. 1932: 7; McArthur, Douglas. 1932: 11; Medina, Hugo. 1933: 27; Medina, Nicomedes. 1933: 23; Medina Vérez. 1933: 25; Mejía, Heliodoro. 1931: 3; Mejía, Manuel. 1931: 3; Mella, Julio Antonio. 1931: 5; 1932: 6; 1933: 18; 19; 27; Mello, Plinio. 1932: 6; Méndez, Raúl. 1933: 23; Méndez Peñate, Roberto. 1932: 12; Mendieta, Carlos.1932: 12; Michel, Concha. 1932: 13; Michelena, Alberto. 1933: 25; 26; Miles, Nelson A. 1933: 20-21; Milián, Milton. 1933: 19; Minor, Robert. 1931: 2; Mira, Adolfo. 1932: 12; Miranda, Fidel. 1932: 17; Miranda, Polo. 1932: 7; Mitchell, Charlie. 1933: 20-21; Moncada, José M. 1931: 4; Montero, A. 1931: 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; 12; 14; 15; 16; Montero, R. 1931: 3; Mooney, Tom. 1931: 5; 1932: 8; 10; 11; 1933: 20-21; Morán Timoteo. 1931: 1; Morales, Bernardino. 1932: 17; Morales, Carlos A. 1932: 10; Morales, Feliciano. 1931: 2; Morales, René. 1932; 16; 17; Morales, Rosendo. 1932: 17; Moreau, Alberto. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 16; 17; Morgan, Ed. 1931: 5; Most, Amicus. 1933: 19; Müeller, Walter. 1933: 25; Mújica, Juan V. 1933: 27; Muñoz, Cupertino. 1933: 23; Mussolini, Benito. 1933: 20-21; Muste, A. J. 1931: 5.

N.
Negro, E. 1931: 1; 5; Nine, Jim. 1932: 11; Nevares, J. 1933: 26; Nolan, Edward. 1931: 5.

O.
Ochar, Bolívar. 1931: 1; Oliveras, Blas. 1931: 1; 1933: 23; Olivares, Francisco. 1933: 20-21; Olaya Herrera, Enrique. 1931: 1; 1932: 18; Ordóñez, Oscar. 1933: 18; Ordoqui, Joaquín. 1933: 23; 25; Ortiz, Luis. 1933: 23; 25; 26; 27; Ortiz Rubio, Pascual. 1931: 2; 4; 1932: 10; 12; 14; Otero Silva, Miguel. 1933: 27; Oxman, F. C. 1931: 5.

P.
Pagan, Bolívar. 1933: 23; Palacios Cerro, Horacio. 1933: 20-21; Palacios, Guillermo. 1932: 17; Palacios, Miguel Angel. 1933: 23; Palacios, R. 1931: 5; 1932: 6; 9; 12; 1933: 19; 27; Pascual, L. F. 1932: 12; 1933: 20-21; 23; Patterson, Heywood. 1933: 27; Patterson, W. D. 1931: 5; Pavón Hipólito. 1932: 12; Pedrazas, J. 1933: 27; Pérez, Fausto. 1932: 17; Pérez, María. 1932: 10; Pino, Lucas. 1932:16; Piña, Francisco. 1931: 3; Piña, Teódulo. 1931: 4; Pléjanov, Jorge. 1931: 4; Pollach, Walter. 1932: 9; Portes Gil, Emilio. 1931: 2; 1932: 6; Prado, Pedro. 1931: 3; Prestes, Luis Carlos. 1932: 6.

Q.
Quesada, Javier. 1932: 14; Quezada, Manuel. 1932: 12; Quintana, Valente. 1931: 5; Quispe, Eduardo. 1931: 5.

R.
Rabines, Eduardo. 1933: 20-21; Rabines, Eudocio. 1933: 20-21; 25; Ramírez, Jorge. 1932: 10; 1933: 20-21; Randolph Hearst, William. 1933: 18; Raso, J. 1932: 17; Reamen, Janet. 1932: 16; Reed, John. 1931: 4; Reriverena, Julio. 1933: 27; Revueltas, José. 1932: 17; Rey, Alfonso. 1933: 23; Reynoso, Jesús. 1932: 17; Riera, Pablo. 1933: 23; Rigal, F. E. 1931: 5; Rivera, Diego. 1933: 23; Rivera, Martínez Prudencio. 1931: 5; 1933: 23; Rivera, Pablo. 1931: 1; Rivera, Primo. 1931: 2; Rivera, Vérulo T. 1933: 19; Roble, José A. 1931: 3; Roddy, Steven R. 1931: 2; Rodríguez, Abelardo. 1933: 19; Rodríguez, Damián. 1933: 19; Rodríguez, Germán A. 1932: 17; Rodríguez, Guillermo. 1931: 3; Rodríguez, M. 1932: 17; Rojas, L. 1933: 27; Roland, Romain. 1932: 13; 16; Rolph, Edwin. 1932: 8; 11; Romero, Vespero. 1932: 8; Rojas, C. 1933: 27; Rosas, L. 1932: 12; Rossell, Alberto. 1932: 11; Rossell, Julio. 1933: 19; Ruge, Arnold. 1933: 20-21; Ruiz Valdez. 1931: 4; 1933: 19.

S.
Sacasa, Jorge. 1933: 20-21; Sacco, Nicolás. 1932: 11; 1933: 20-21; 25; Salsedo, Andrés. 1932: 13; Sanabria, Bruno. 1933: 23; Sánchez, Alberto. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 16; 17; 1933: 18; 19; 20-21; 22; 23; 24; 25; 26; 27; Sánchez Cerro, Luis Miguel. 1931: 5; 1933: 18; Sánchez, Mirabel. 1933: 23; Sánchez Obanda, Antonio. 1932: 9; Sandino, Cesar Augusto. 1931: 1; Sandino, José. 1933: 20-21; Santos, Higinio. 1931: 3; Secades, Amelia A. 1932: 8; Serrano, Pedro. 1933: 25; Shan Fei. 1931: 2; Sheppard, Henri. 1933: 27; Sherwood, M. 1931: 3; Show, Bernard. 1932: 13; Silva, Manuel. 1932: 12; Sirnons, William. 1931: 5; 1932: 7; 1933: 18; Singer, Saúl. 1933: 20-21; Skrypnik, N. 1931: 4; Slodovitz, Shimen. 1932: 12; Smedley, Agnes. 1931: 2; Smith Theresa. 1932: 16; Solís, A. 1931: 3; 1932: 9; 10; 11; Stalin, José. 1931: 3; 1932: 10; 1933: 18; 19; Stewart, George. 1931: 5; Stimson, Leticia. 1932: 6; Subin, Ven. 1933: 18; Sun Chuang Fang. 1932: 6; Swanson, Martín. 1931: 5.

T.
Tallentire, Norman. 1931: 5; Tisch, Tino. 1933: 25; Thomas, Norman. 1932: 7; 10; Torero A. Eugenia. 1933: 26; Trotzky, León. 1931: 2; Trujillo, Rafael. 1931: 5.

U.
Ubico, Jorge. 1932: 8; 9; Uribe, Márquez: 1931: 5.

V.
Valdés, Alfredo. 1932: 6; 8; 9; Valencia, Luis. 1932: 12; Vando, Erasmo. 1933: 20-21; Vargas, Antinio C. 1931: 3; Vanzetti, Bartolomé. 1932: 11; 1933: 20-21; 25; Vázquez, Enrique. 1931: 2; Vázquez, Miguel Ángel. 1932: 9; Vázquez Vela, Gonzalo. 1933: 19; Viamonte, Eduardo. 1933: 26; Vidales, Luis. 1931: 1; 2; 3; 4; 5; 1932: 6; 7; 8; 9; 1933: 18; 19; Villalba, Angel María. 1931: 3; Villagrán, Luis. 1932: 9; Villar, César. 1933: 23; 25; 27; Vincent, Stenio. 1933: 19; Vivaldi, León. 1932: 7; 8; 9; 10; 1933: 25; 27; Vivó, Jorge A. 1933: 23; 25; Von Westpalen, Jenny. 1933: 20-21; Volya, Narodnaya. 1931: 4.

W.
W. Ch. Wong. 1932: 7; Wainwright, Juan Pablo. 1932: 9; 10; Walsh, Frank D. 1931: 5; Wang Ching-Wei. 1932: 6; Weinberg, Israel. 1931: 5; Wilson, Walter. 1933: 18; Wilson, Woodrow. 1933: 18; Will, Rafael. 1932: 9; Wood, Laura. 1933: 18; Wolf, Karl. 1933: 25; Woll, Mathew. 1932: 6; Wupei, Fu. 1932: 6.

Y.
Yotan, B. M. 1932: 10.

Z.
Zapata, Mario. 1932: 8; 9; 10; Zaragoza, Julio. 1931: 2; Zasulitch, Vera. 1931: 4; Zender, J. H. 1932: 17; Zepeda, Pedro J. 1933: 20-21; Zholtousky, I. V. 1932: 10; Zinobiev, Boris. 1931: 4; Zucker, Dora. 1933: 25.

Fuente: Pacarina del Sur – http://www.pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/763-la-revista-mundo-obrero-1930-1933-y-el-buro-del-caribe-de-la-ic – Prohibida su reproducción sin citar el origen.

Julio Antonio Mella en los corazones de Nuestra América

Julio Antonio Mella en los corazones de Nuestra América.

Posted in historia de Cuba, tagged Julio Antonio Mella on enero 8, 2009 | Leave a Comment »

A 80 años de su vil asesinato en México.

Por Orlando Cruz Capote

Cada cierto tiempo la figura atlética de Julio Antonio Mella regresa a todos los cubanos y latinoamericano-caribeños. Sus fotos inmortales, tomadas muy artísticamente por su enamorada Tina Modotti, nos muestran su carisma y personalidad viril. Pero si hurgamos en su historia revolucionaria, martiana y marxista-leninista reafirmaremos que este hombre constituye, sin lugar a dudas, uno de los pilares de la nación cubana y que su pensamiento y acción se inscriben con letra de oro en las mejores tradiciones históricas de la Isla y de Nuestra América.

En el “re-despertar de la conciencia nacional” o la “década crítica” de los años de la tercera década del siglo XX, Mella es uno de los imprescindibles. Luego de la gran frustración de la República martiana, truncada y segada por la intervención y ocupación militar norteamericana de 1898 a 1902, hecho que se repetiría entre 1906 hasta 1909, Julio Antonio Mella significó la necesaria articulación entre la vieja generación mambisa y clasista-revolucionaria y la savia juvenil de la gran hornada que irrumpe y retoma las banderas de la lucha y les reimprime un nuevo accionar e ideario, muy acorde con la nueva situación histórica-concreta. Pero esa ruptura es continuidad, y por lo tanto, una superación dialéctica trascendental. Por eso se encuentra junto con Carlos Baliño, fundador del Partido Revolucionario Cubano de José Martí (1892), otros líderes y simples obreros en la creación del primer Partido Comunista de Cuba en agosto de 1925.

Pero su obra transformadora teórica y práctica no había comenzado en ese instante. Ya estuvo dirigiendo las sesiones de trabajo del Congreso de Estudiantes y es el inspirador máximo del surgimiento de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en 1922, primera organización juvenil cubana. Además está involucrado en la Liga Anticlerical y la Liga Antiimperialista de Cuba, en la Universidad Popular José Martí y en la Agrupación Comunista de La Habana. Es amigo y camarada de lucha de Alfredo López, dirigente obrero que consolida la Federación Obrera de La Habana en 1921, de quien admira su valor y carácter clasista intransigente a pesar de que posee como corriente ideopolítica el anarcosindicalismo. El asesinato del dirigente proletario en 1926, por sicarios de la tiranía de Gerardo Machado (1925-1933) le hace escribir bellas palabras sobre el hombre que llamó su maestro, y le demuestra que el camino emprendido de unir en un solo haz a los estudiantes, los campesinos y otras clases y capas patrióticas de la sociedad cubana de entonces, con los obreros de la ciudad y el campo, eran de una urgencia vital para el triunfo de la Revolución Social en Cuba que, para él, únicamente era la socialista.. También es un hermano, real y de convicción marxista, de una gran parte de esa generación de vanguardia de los años álgidos años de los años 20 de la pasada centuria: Rubén Martínez Villena, Pablo de la Torriente Brau, Gabriel Barceló, Leonardo Fernández Sánchez, Raúl Roa García, Alejo Carpentier, Emilio Roy de Leuchsenring, y muchos otros no tan jóvenes, como Gustavo Aldereguía, Juan Marinello, Isidro Figueroa, etc.

La figura de Mella vuelve de tiempo en tiempo, tal como afirmamos al inicio de este artículo. Pero no sólo es motivo de recuerdo y enseñanza revolucionaria y comunista. Al lado de quienes lo enarbolamos como bandera de combate militante, existen otros que retoman a Mella para intentar denigrarlo, manipular su vida sentimental y, como una mentira reciclada, para hablar de fantasías de complots por parte de sus propios camaradas de lucha y llegar a la falaz conclusión que fue asesinado por estos marxistas, fueran cubanos o mexicanos o agentes de la KGB soviética enviados por J. Stalin. La relación amorosa de Mella con Tina y, después, de esta desprejuiciada, extraordinaria y militante mujer con Vittorio Vidali (Carlos Contreras), comunista italiano que vivió y luchó en nuestras tierras latinoamericana-caribeñas, han servido para escribir miles de páginas de conspiraciones y hasta de un posible crimen pasional. Sin embargo, nada más lejos de la verdad histórica, la cual tenemos que defender a capa y espada, porque el adversario trata, una y otra vez, de confundir, principalmente, a las nuevas generaciones.

¿Por qué Mella otra vez en el 80 aniversario de su asesinato?

Cuando ya se escuchan disímiles voces en foros científicos y se escriben variados artículos, ensayos y libros al interior y exterior de Cuba, acerca de la urgencia de restablecer constructivamente, aunque sin obviar errores e insuficiencias, la historia y la teoría del socialismo sus ideas y las prácticas ejercidas se hace necesario introducir en el debate y la polémica de las ciencias sociales y/o humanísticas otras visiones críticas, basadas en un novedoso material fáctico e interpretativo, que continúen esta tarea con el objetivo de mostrar en su dimensión adecuada ese difícil, complejo y contradictorio decursar histórico. Más que todo se debe participar en la discusión con el diáfano propósito de ayudar en la aproximación a la verdad y no al extravío de la memoria histórica. En este sentido es ineludible recuperar la historia de la etapa fundacional del marxismo y el leninismo en Cuba (1) en sus relaciones con el movimiento comunista internacional y latinoamericano.

Después del derrumbe del socialismo este-europeo y de la Unión Soviética, entre 1989 y 1991, (2) respectivamente, la clase burguesa transnacionalizada, neoconservadora y neoliberal, así como los sectores de la derecha de distinto espectro y sus tanques pensantes (Thins Tanks) desataron una campaña denigrante contra la praxis socialista con el fin supremo de enterrar y olvidar, junto al auto-llamado “socialismo real” término exclusivo y exclusivista, a la teoría marxista, a todos los pensadores de esta escuela y también a los partidarios del pensamiento social crítico. Sobre todo trataron de borrar de la mente de las personas, a escala global, las experiencias acometidas en los distintos países en que éste había triunfado y que se construía de disímiles formas y con diferentes contenidos, en las que sus éxitos y derrotas, principalmente estas últimas, fueron atribuidas completamente a todas las lecturas y elaboraciones de esta cosmovisión del mundo, concepción materialista de la historia, metodología científica, filosofía de la praxis y guía para la acción, lógica y dialéctica, sin realizar una distinción de las diversas corrientes y tendencias que no siempre la representaron dignamente, ni en su letra y mucho menos en su espíritu. La arremetida reaccionaria fue de tal envergadura que muchos se confundieron, otros desertaron y traicionaron, coincidiendo algunos con tales hipótesis y “tesis” cayendo en la trampa de desacralizar y desmitificar, aunque el objetivo era la desacreditación, a la teoría y la práctica más reflexiva, crítica-transformativa y revolucionaria de la historia, debido también a su carácter socioclasista, internacionalista y solidario, ético y humanista universal. (3)

Y esa propensión crítica también se hizo extensiva en América Latina y Cuba, cuando los estudios marxista-leninistas parecieron perder su hegemonía en la educación, en la cultura científica y política, aunque se continuara haciendo profesión de fe en los mismos. También en ese espacio-tiempo se manifestaron otras preferencias teóricas, incluyendo al denominado marxismo occidental bastante pudiente en su teoría pero muy pobre en su práctica y se asumieron acríticamente otras escuelas de pensamiento, corrientes y tendencias, en muchos casos eclécticas. El distanciamiento se hizo más evidente cuando algunas de las agendas de discusión teórica sobre muchas disciplinas de las ciencias sociales, incluida la filosofía, parecían impuestas desde el exterior por las modas postmodernistas, (4) el pensamiento único, el fin de la historia, de las ideologías y las utopías, (5) predominando los estudios y los pensares empíricos, positivistas en esencia, o en su reverso, una teoría abstracta y analítica muy alejada de los problemas sociales y políticos de las sociedades contemporáneas.

A la sazón, no se realizó una “revisión” muy seria y madura sobre ese movimiento comunista en el mundo, en Latinoamérica y en Cuba. Hubo además otras tendencias, como aquellas que se parapetaron tras las variadas asimilaciones y lecturas de un viejo marxismo denominado por algunos como pro-soviético y manualístico, pero que era y sigue siendo ante todo esquemático, reduccionista, sesgado y escolástico, sin lograr distinguir las obras que no eran precisamente de ese corte, elaboradas por una pléyade de importantes científicos sociales marxistas y leninistas de los ex-países socialistas y otros teóricos muy afines a las mismas en las más disímiles latitudes geográficas.

Parecía ser la hora de poner en la picota pública los desastres y los naufragios. Algunos historiadores, filósofos, sociólogos, sicólogos sociales, antropólogos y etnólogos del patio y de la región destacaron a otras figuras políticas y procesos socioeconómicos e ideopolíticos de la historia nacional y regional, objetivos legítimos y necesarios, pero también se ocultaron, se subestimaron y se criticaron fuertemente por otros estudiosos e investigadores a aquellas figuras y proyectos que pertenecían a las fuerzas de la izquierda más radical. Se contrapusieron personalidades y procesos, en los que algunos de ellos parecieron perder su verdadero lugar en la larga historia de las luchas emancipatorias nacional-antiimperialistas y socioclasistas.

Hoy no puede existir un Socialismo del Siglo XXI, en el Siglo XXI o para el Siglo XXI, sin una investigación seria de la historia de las ideas y las prácticas del socialismo del pasado que, inexorablemente, se reflejan en el presente y se proyectan hacia el futuro. Cualquier abandono, por desidia e ignorancia, de lo que ocurrió y de lo que ocurre en el plano de las ideas y las prácticas socialistas podría ser un terrible boomerang que nos golpee una y otra vez. ¿O es que acaso la experiencia socialista cubana, así como la China, la vietnamita, la coreana del norte y la laosiana, con todas los éxitos y limitaciones que podamos advertir en ellas, no provienen del siglo XX y se relanzan hacia el XXI?

Los procesos revolucionarios en América Latina, con sus diferentes matices, como la Venezuela Bolivariana de Hugo Rafael Chávez Frías, la Bolivia del líder social Evo Morales, el Ecuador del presidente Rafael Correa y la Nicaragua del sandinista Daniel Ortega, entre otros, son herederos por muchas rupturas definitorias que se pronuncien, quiéranlo o no, de las elaboraciones y la praxis socialistas de las dos centurias anteriores, desde la elaboración del Manifiesto Comunista en 1848, del primer ensayo obrero-revolucionario en el poder, la Comuna de París en 1871 y de la Revolución Socialista Rusa de octubre de 1917.

Las lecciones, enseñanzas y experiencias históricas no están para ser obviadas sino para ser aprendidas, aprehendidas y comprendidas, además de proceder a su revisión cuidadosa y rigurosa, con la pretensión de criticarlas constructivamente, así como para re-crear y re-inventar algunas de sus partes teórica-metodológicas, hasta reactualizar y eliminar aquello que ya no nos sirve porque el tiempo y las nuevas circunstancias rebasaron los conceptos y los accionares establecidos. Lo que sería contraproducente es que nos demos el lujo de que se repitan los decepcionantes acontecimientos socialistas euro-orientales del siglo XX, por no conocer lo que sucedió realmente en aquellas experiencias históricas.

Al unísono, hoy es necesario apoderarse, realistamente, del tan polémico debate sobre como asumir, respetar y desplegar, con toda la intensidad posible, la inevitable presencia de la emergencia de la diversidad sociocultural, nacional, étnica, racial, de género, etárea, de opciones sexuales, diferencias regionales y locales, etc., de los diferentes movimientos sociales y políticos. (6) Porque todos ellos son signos de la complejidad del sujeto social-popular múltiple contemporáneo. El reconocimiento de las diferencias deviene punto de partida para aceptar la diversidad, siendo la Identidad el punto inicial para reconocer la misma. Y estos ya no pueden ser dicotómicos o antagónicos, simple y llanamente, sino que la mayoría coexisten y urgen de la promoción de interacciones, relaciones sociales basadas en el respeto mutuo, el razonamiento, el fortalecimiento del tejido asociativo, la aportación constructiva y la coherencia ética. (7)

Esa ética de la articulación se construye sobre la base del aprendizaje y desarrollo de la capacidad dialógica, disposición a construir juntos desde saberles, cosmologías y experiencias de acumulación y confrontación distintas, de potenciar identidades y subjetividades hasta el infinito. Es un enfoque ético-político que reconoce la multiplicidad y diversidad del sujeto social alternativo, de sus diferentes conceptualizaciones teóricas y aquellas que se producen desde el sentido común, por la legitimidad de epistemes y de reconocer que nadie en absoluto tiene la verdad absoluta. Donde estén representados el conjunto de demandas emancipatorias y libertarias, independientemente de las tendencias cosmovisivas ensayadas y, hasta confrontadas.

Las alternativas prácticas-transformativas de los tradicionales y nuevos movimientos sociales y políticos, fracasarán si no existe un pensamiento teórico alternativo para ir construyendo, en paralelo, ese socialismo necesario e imprescindible. “Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario”, (8) continuaría expresando Vladimir Ilich Lenin si estuviera hoy con nosotros.

Si asumimos que esta es la situación actual del planeta, agravada por la crisis estructural del sistema capitalista que por primera vez es múltiple: económica-financiera, alimentaría, energética y ambiental-ecológica; del recién comenzado ataque genocida sionista contra los palestinos en a Franja de Gaza territorio ocupado por los israelíes; y asumimos que junto a estas serias calamidades los pueblos de Nuestra América han dado pasos positivos y extraordinarios en su integración complementaria y unidad: el ALBA, UNASUR, Petrocaribe; y que la Revolución Cubana, en su 50 aniversario de la victoria del primero de enero de 1959, ingresó al Grupo de Río y participó por derecho propio en la Primera Cumbre de los Países de América Latina y el Caribe, sin la presencia de extraños los Estados Unidos de América, ni ninguno de sus aliados europeos, tendremos los motivos y las claras sospechas de que los ataques diversionistas, maquiavélicos y manipuladores contra las conciencias de nuestros pueblos van a ir en aumento. Por eso, surge como “ave fénix”, la seudo-historia acerca de la muerte de Mella, ahora publicada en La Jornada de México, aunque el autor del artículo reconoce la verdad histórica. Pero, ¿por qué escribir de una historia pasada que ya está verificada por documentos de la época y otros más recientes?, ¿por qué se tiene que dedicar un artículo para desmentir otra historia violatoria de la realidad?

Algunos antecedentes necesarios del movimiento comunista cubano y latinoamericano.

Al escribir la historia del movimiento comunista latinoamericano y, específicamente, del cubano debemos analizar obligatoriamente la ascendencia real que tuvo sobre estos la III Internacional (Internacional Comunista, IC o KOMINTERN) fundada entre el 2 y el 6 de marzo de 1919, en Moscú, por los bolcheviques rusos y los comunistas de otros países -la mayoría de ellos ex-miembros de los partidos socialdemócratas que se separaron de la II Internacional, por su traición oportunista y socialchovinista-, (9) y por iniciativa del líder del primer Estado socialista del mundo, Vladimir Ilich Lenin que la dirigió hasta su muerte en 1924. A su vez, la Internacional Comunista se auto-disolvió en mayo de 1943. (10) Anteriormente, algunos importantes acontecimientos internacionales y regionales habían repercutido en las luchas nacionales del subcontinente latinoamericano, nos referimos a la Revolución Mexicana (1910-1917), el triunfo de la Revolución Socialista en la Rusia de los Zares, en 1917 y el Movimiento por la Reforma Universitaria de Córdova, Argentina, en 1918.

La influencia de la IC abarcó la mayoría de las soluciones teóricas y prácticas que elaboraron los primeros marxistas y comunistas de la región latinoamericana y caribeña, (11) así como los impactos ineludibles, directos e indirectos, sobre el amplio espectro de las fuerzas de izquierda del continente y, en especial, de Nuestra América. (12) La labor más positiva de la KOMINTERN fue la de darle forma organizativa y de acción definitiva a ese movimiento socialista y comunista en ciernes, de consolidarlo, relacionarlo y depurarlo de sus enemigos externos, encaminarlo e impulsarlo a mayores empeños y conquistas teóricas y prácticas. Pero, además, difundió el marxismo y el leninismo, así como la experiencia de la Gran Revolución Socialista de Octubre, profundizó en el pensamiento y el accionar antiimperialista e internacionalista en el seno del movimiento revolucionario mundial, denunció y desenmascaró las corrientes oportunistas y revisionistas, reformistas y anarquistas, anarcosindicalistas y trotskistas en el seno del movimiento obrero y comunista internacional, ayudó a la educación ideológica y política de la clase obrera, la campesina, las masas trabajadoras manuales e intelectuales, el estudiantado, etc. Esa fue su gran misión histórica. (13)

Sin embargo, no se deben ignorar las semejanzas y diferencias entre las historias de la IC y el movimiento comunista latinoamericano y caribeño que tienen como premisas, primero, el impulso inicial y vital que significó la presencia de la KOMINTERN en la organización, las estructuras, en la construcción de los primeros programas políticos mínimos y máximos de los destacamentos comunistas, en las implementaciones acertadas o no de la teoría y la práctica, de las consumaciones en la estrategia y la táctica, de los métodos y acciones para organizar, dirigir, convocar y movilizar a la clase obrera y las masas populares por los caminos de la Revolución proletaria y socialista; segundo, las maneras independientes de interpretar y resolver por cada partido comunista fundado en esos años, las distintas problemáticas histórico concretas de sus países; tercero, las formas en que aplicaron creadoramente o no el marxismo y el leninismo que se recepcionó, sus percepciones y traducciones incluidas, (14) en las distintas etapas históricas, aportando al enriquecimiento del marxismo o copiando de aquellas versiones que resultaron ser las más esquemáticas y escolásticas. Sin embargo, es correcto reconocer que Carlos Marx y Federico Engels se conocieron a través de Vladimir Ilich Lenin, el teórico y práctico más traducido aunque también tardíamente, (15) sin subestimar las obras de sus seguidores. Y, cuarto, la colaboración teórico práctica entre los comunistas latinoamericanos, los cubanos y la III Internacional se manifestó de diversos modos, con diferentes intensidades en la propia región, sus sub-regiones y en cada país en particular, confiriendo que todo este intercambio colaborativo estuvo contextualizado en los distintos momentos de la propia historia de la Internacional Comunista. (16)

En el transcurso del año 1925, la Internacional Comunista re-inicia una mirada diferente, diríamos más interesada, hacia la región latinoamericana (17) y se re-crea el Secretariado Latinoamericano, radicado en Moscú y, es fundado el Secretariado Sudamericano, con sede en Buenos Aires, Argentina. Más tarde, entre 1930-1931, surgió el Buró del Caribe, con su dirección en Nueva York, en los Estados Unidos de América, a instancia de las peticiones y necesidades de algunas delegaciones nacionales, en específico, las centroamericanas y caribeñas, en la Primera Conferencia de los Partidos Comunistas de América Latina realizada en Buenos Aires, Argentina, en 1929, cuando critican al Secretariado Sudamericano, por no atender de forma igual y adecuada a los destacamentos marxista-leninistas de los diferentes países y sus subregiones. (18)

El primer Partido Comunista de Cuba (PCC) se funda en agosto de 1925. (19) Sus máximos inspiradores fueron, como ya señalamos, Carlos Baliño (20) y Julio Antonio Mella. (21) Era, si se quiere apreciar de esta forma, una época de re-despertar político, pero con mayor pasión y voluntad revolucionaria que con conocimiento profundo de la teoría marxista y de las ideas socialistas. A pesar de las dificultades intrínsecas de una nueva organización que fue duramente golpeada desde sus inicios por la dictadura de Machado (1925-1933) -recordar los procesos anticomunistas de 1925 y 1927-1928, respectivamente-, de las represalias, persecuciones, expulsiones (exilio obligado) y asesinatos de algunos de sus miembros, de la ilegalidad extrema impuesta y de la gran campaña anticomunista en su contra, el partido marxista-leninista cubano ya estuvo en recomposición desde finales de 1927, organizando sus células clandestinas y creciendo en número, organización, capacidad movilizativa y también en influencia política e ideológica, clímax aun prematuro que alcanza desde 1929, (22) y que adquiere otra dimensión, luego de la primera huelga general de masas revolucionaria efectuada el 20 de marzo, las manifestaciones obreras por el Primero de Mayo y los acontecimientos estudiantiles del 30 de septiembre, todas en el año 1930. (23)

El inigualable joven Julio Antonio Mella, el primer marxista orgánico de la Isla, aunque algunos autores plantean que fue Carlos Baliño desplegó su actividad herética e irreverente ante los ojos insólitos de los comunistas de la también denominada Casa Matriz, en el Kremlin, y sus seguidores en la región. No es que no tuviera dificultades mayores, ni que no sufriera incomprensiones por su apreciación y percepción creadora del marxismo y el leninismo, pero su actividad práctica fue exuberante y de un albedrío increíble. Luego de su sanción en el PCC, en 1925, por haber sido indisciplinado y, más que todo por contactar, durante su histórica huelga de hambre, con sectores sociales y políticos de las más diversas afiliaciones ideológicas fue separado, provisionalmente, por dos años de las filas del partido comunista, (24) el propio Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (CEIC) de la III Internacional, le devolvía en 1927, la militancia que él había mantenido incólume, gracias en parte, por el apoyo de los comunistas latinoamericanos y mexicanos (hasta fue miembro y Secretario General del CC del Partido Comunista de México por un tiempo), pero más que todo porque no se sintió jamás castigado y no tuvo nunca una declaración pública suya de queja y de molestia para con sus compañeros de lucha. Su labor dirigente-fundacional durante esos años en la Liga Antiimperialista de las Américas (LADLA), la Asociación de Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos (ANERC) y en el Comité Manos Fuera de Nicaragua (MANFUENIC); su paso como líder por varias organizaciones obreras y campesinas mexicanas; su presencia en el Congreso Mundial contra la Opresión Colonial y el Imperialismo, celebrado en Bruselas en 1927; su visita a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en los primeros meses de ese año; su amistad inquebrantable con Rubén Martínez Villena y otros camaradas cubanos; sus escritos en el periódico de los comunistas mexicanos El Machete; sus mensajes y manifiestos de apoyo a la lucha de los estudiantes, obreros, intelectuales y comunistas cubanos que enviaba clandestinamente a la Isla, lo muestran como un comunista pleno de acción y sin limitaciones. Aunque debe subrayarse que sí padeció las desavenencias y las miradas recelosas de algunos dirigentes comunistas propios, regionales e internacionales que se regían por las orientaciones emanadas de la Internacional Comunista y el PCUS.

Un hombre como él, que ya en 1924 escribía que “(…) No pretendemos implantar en nuestro medio copias serviles de revoluciones hechas por otros hombres en otros climas, […] en algunos puntos no comprendemos ciertas transformaciones, en otros nuestro pensamiento es más avanzado, pero seríamos ciegos si negásemos el paso de avance dado por el hombre en el camino de su liberación […]” (25) y, que en ese propio año expresaba: “(…) La causa del socialismo en general, es la causa del momento, en Cuba, en Rusia, en la India, en los Estados Unidos y en la China. En todas partes. El solo obstáculo es saberlo adaptar a la realidad del medio […]”, (26) entre otras ideas creadoras y originales posteriores, no podía pasar inadvertido para los dogmas y esquemas que estaban tratando de imponerse en el panorama del movimiento comunista internacional.

Pero sin contradecirnos hay que exponer que Mella solo enfrentó los primeros embates y amenazas provocadas por las luchas internas del Partido Comunista de la Unión Soviética, la KOMINTERN y su repercusión en la arena internacional. Por ejemplo, la presencia en el mencionado Congreso de Bruselas, en 1927, del líder de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), Víctor Raúl Haya de la Torre, (27) contrarió al comunista cubano y a otros latinoamericanos, incluyendo al Amauta peruano José Carlos Mariátegui, porque el representante del denominado “Koumintang latinoamericano” fue un invitado de última hora gracias a la iniciativa inconsulta de la IC, posiblemente de su Secretariado Latinoamericano, con sede en Moscú y del Secretariado Sudamericano (1925), con sede en Buenos Aires, bajo las égidas del comunista suizo Embert Droz (que estuvo en ese cargo hasta el año 1931) y del argentino Vittorio Codovilla, respectivamente. Sin embargo, el VI Congreso de la IC se celebra en junio de 1928 y es, en este conclave, en que se aprueba el Programa y los Estatutos de esa organización, consolidándose de una vez y para siempre la pretendida hegemonía y dominación del PCUS sobre el resto del movimiento comunista y obrero internacional. Asimismo también habría que recordar que León Trotsky es separado de las filas del PCUS en 1927 y expulsado de la URSS entre 1928-1929, por lo que estas y otras divergencias enconadas estaban aun, pudiera decirse, en sus inicios. Y Mella es asesinado en México, por sicarios del dictador Machado, el 10 de enero de 1929 (muriendo el 11 por la madrugada en el hospital), por lo que podemos apreciar que esa gran presión desde Moscú aun no era determinante.

Observando de forma analítica y profunda la época, es Rubén Martínez Villena (1898-1934), quien tiene ante sí la necesidad de conducir al PCC y confrontar, sin llegar a la escisión, a la KOMINTERN y sus órganos regionales, promoviendo un reacomodamiento y adecuación con sus lineamientos y directrices, porque este es el momento del enraizamiento del estalinismo en el movimiento comunista internacional y el inicio de los graves obstáculos para las iniciativas singulares y originales de los partidos comunistas y para el propio desarrollo creador de la teoría marxista y leninista. Y también porque es el instante histórico de un auge del movimiento revolucionario y social en Cuba que desencadenó en la Revolución del 33 coincidente, además, con los procesos revolucionarios de Nicaragua (1927-1933), El Salvador (1932) y Brasil (1924-1927-1930), entre otros.

El vil asesinato de Mella.

Es muy poco lo que hay que añadir con respecto al asesinato de Julio Antonio Mella. La pérdida de su vida un 10 de enero de 1929 en realidad muere en el hospital el 11 por la madrugada y es enterrado el 12 fue obra de los sicarios machadistas. Incluso el partido comunista cubano le había enviado algunos mensajes acerca de que en tierras aztecas se encontraban algunos individuos con órdenes muy precisas de matarlo. Ya se había montado un espectáculo propagandístico en su contra aduciendo que había profanado la bandera cubana al pisarla intencionalmente en una actividad y el propio Mella se defendió de esa calumniosa mentira.

Como hombre de acción, Mella no era cobarde, solo eso explica que saliera de noche con Tina y se expusiera a los revólveres de sus asesinos. Según Tina Modotti, sus últimas palabras fueron: “Muero por la Revolución”. Su amigo entrañable, Rubén Martínez Villena lloró de rabia al conocer su muerte y se propuso continuar su obra original y creativa a pesar de las directrices de la Internacional Comunista, y aun más, se comprometió a traer sus cenizas de regreso para Cuba.

Esta acción recayó en la figura de Juan Marinello y otros camaradas, quienes viajan a México en 1933, y logran cremar parte de sus restos mortales en el cementerio de la capital mexicana. Estos fueron traídos a La Habana en un buque y son multitudinariamente recibidos por una parte de la población citadina. Ya se había preparado un pequeño y humilde obelisco en el Parque de la Fraternidad donde, supuestamente, deberían ser depositados sus restos.

El 29 de septiembre fueron veladas sus cenizas en el edificio donde radicaba la Liga Antiimperialista de Cuba, en la calle Reina. Allí habló por última vez en público Rubén Martínez Villena, desde el balcón, con un estado febril muy alto y con su enfermedad la tuberculosis en estado terminal. Allí Villena expresó: “Camaradas, aquí está, pero no en ese montón de cenizas sino en este formidable despliegue de fuerzas […] Pero no estamos sólo aquí para rendir este tributo a sus merecimientos excepcionales. Estamos aquí, sobre todo, porque tenemos el deber de imitarlo, de seguir sus impulsos, de vibrar al calor de su generoso corazón revolucionario. Para eso estamos aquí, camaradas, para rendirle de esta manera a Mella, el único homenaje que le hubiera sido grato: el de hacer buena su caída por la redención de los oprimidos con nuestro propósito de caer también si fuera necesario […]”

Pero el régimen que había sustituido a Machado no iba a permitir que sus cenizas descansaran en paz en tierra cubana, porque ello significaba un símbolo subversivo y una reivindicación política para las masa populares que estaban transitando por un período revolucionario muy complejo. Aunque se había autorizado el entierro por parte del gobierno, la reacción burguesa, liderada por Fulgencio Batista -jefe del ejército-y en pleno contubernio con el embajador estadounidense Welles, comenzó una infernal balacera contra la manifestación popular que estaba en la calle esperando para escoltar las cenizas hasta su última morada. También grupos de derecha como Pro-Ley y Justicia y Ejército Caribe se apostaron y comenzaron a ametrallar al pueblo. Allí muere asesinado el niño pionero Paquito González, cuya organización había sido fundada en 1931 (La Liga de Pioneros de Cuba).

A pesar de la gran matanza y confusión, algunos hombres y mujeres del partido comunista logran sacar las cenizas de Mella y las llevan de forma azarosa hasta la imprenta clandestina del PCC, en la Calle Lamparilla, entre Compostela y Aguacate, en la Habana Vieja. Mella entonces no pudo ser enterrado en su patria.

Tendrían que pasar 26 años para que sus cenizas pudieran reposar en una patria libre y soberana, mientras permanecieron atravesando algunas brutales épocas de persecución y terror, en manos de fieles luchadores revolucionarios que la guardaron con celo y amor. El excelso intelectual y dirigente comunista cubano Juan Marinello Vidaurreta, se la entregó al Comandante en Jefe Fidel Castro después del triunfo revolucionario, y estas fueron depositadas en un mausoleo erigido, prácticamente, delante de la escalinata de su Universidad de La Habana, en ocasión del primer Congreso del Partido Comunista de Cuba en diciembre de 1975. En aquella trascendental ocasión Fidel afirmó: “La reacción persiguió a Mella en vida incansablemente, y lo persiguió también en muerte. Es increíble cómo el pueblo cubano no pudo siquiera dar sepultura a Mella, y cómo los restos mortales de Mella peregrinaron en el clandestinaje para preservarse de la persecución de los enemigos […] Hoy, detrás de las cenizas de Mella, escoltándolas están juntos a los soldados, marchaban también los pioneros. Los pioneros son el símbolo del porvenir, del mañana, de la marcha de la futura de la Revolución, de sus futuras victorias”.

Finalmente, como puede percatarse cualquier lector, esta es la historia real, la auténtica, no aquella que se deriva de lascivas especulaciones y manipulaciones dañinas, enfiladas a causar divisiones y escisiones entre las fuerzas revolucionarias y los pueblos. La Historia como verdad, o aproximación a la misma, es aquella que no miente, porque solo la verdad es revolucionaria. Julio Antonio Mella sigue hoy más que nunca en el corazón de todos los cubanos patriotas, revolucionarios y socialistas. No habrán campañas, artículos, libros y otros textos apócrifos que puedan torcer su estatura de gigante político y líder indiscutible latinoamericano-caribeño.

Notas bibliográficas y referencias:

(1) Angelina Rojas Blaquier Historia del Partido Comunista de Cuba, en Dos Tomos, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2005 y 2006.

(2) Helio Gallardo La crisis del socialismo histórico. Ideología y desafíos, Editorial DEI, Costa Rica, 1991; Colectivo de Autores Cubanos El Derrumbe del Socialismo en Europa del Este. Causas y Consecuencias, Dirección política de las FAR, La Habana, 1992; Colectivo de Autores Cubanos El derrumbe del modelo eurosoviético: una visión desde Cuba, Editorial Félix Varela, La Habana, 1994; Vitali Vorotznikov Mi Verdad, Editora Abril, La Habana, 1995; Camilo Valqui Desde Cuba: el derrumbe del socialismo eurosoviético, Editorial Feijoo, Universidad Central de las Villas, Santa Clara, 1998; Ariel Dacal Díaz y Francisco Brown Infante Rusia. Del socialismo real al capitalismo real, Editorial de Ciencias Sociales y el Centro Memorial Dr. Martin Luther King, JR, La Habana, 2006; Orlando Cruz Capote Unas notas y dos visiones sobre la Perestroika y sus consecuencias, Revista Cubana de Ciencias Sociales, No. 36 – 37, Instituto de Filosofía, La Habana, 2006, pp. 108-126; y, del mismo autor, “Apuntes para un estudio del impacto ideopolítico de la Perestroika en Cuba. 1985-1991”, 2004. Inédito.

(3) Javier Amadeo Mapeando el marxismo; Ellen Meiksins Estado, Democracia y globalización; Pablo González Casanova Colonialismo interno (Una Redefinición); Francois Houtart Los movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto histórico; John Bellamy El Redescubrimiento del Imperialismo; Terry Eagleton ¿Un futuro para el socialismo?, en La Teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas, Atilio Borón, Javier Amadeo y Sabrina González (Compiladores), CLASO, Buenos Aires, 2006.

(4) Alfonso Ibáñez Modernidad y posmodernidad en la política, Memorias (CEMOS), México DF, febrero de 1992, pp. 53-57; Adolfo Sánchez Vázquez Liberalismo y socialismo, en revista Dialéctica, No. 22, primavera de 1992, Puebla, México, 1992; Néstor García Canclini Culturas hibridas: Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Editorial Grijalbo, México, 1995; Frederic Jameson Ensayos sobre el Postmodernismo, Imago Mundi, Buenos Aires, 1995; Pablo Guadarrama Humanismo, Marxismo y Postmodernismo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1998; El Postmoderno, el postmodernismo y su crítica en Criterios, Selección de Desiderio Navarro, Centro Teórico-cultural Criterios, La Habana, 2007.

(5) Ignacio Ramonet Un mundo sin rumbo, Debate, Madrid, 1997; Como nos venden la moto. Información, poder y concentración de medios, Editorial Paidos, Barcelona, 1998; y Propagandas Silenciosas, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 2000; Francis Fukuyama ¿El final de la Historia?, The National Interest, No. 16, 1989, en Comentarios, Artículos y Editoriales, Departamento de Orientación Revolucionaria del CC del PCC, 21 de marzo de 1990, p. 1-7; The End of History and Last Man, Peguin Books, USA, 1992; Samuel Huntington El Choque de las Civilizaciones y la reconfiguración de un nuevo orden mundial, Ediciones Paídos, Ibérica, S.A., Barcelona, 1997; Daniel Bell El fin de las ideologías. Sobre el agotamiento de las ideas políticas en los años cincuenta, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1992; Inmanuel Wallerstein Utopística o las opciones históricas del siglo XXI, Editorial Siglo XXI, México, 1998; Eric Hobsbawm Sobre la historia, Colección crítica, Editorial Grijalbo-Mondalori, Barcelona, 1998; Paul Ricoeur Ideología y utopía, Gedisa editorial, Barcelona, 1998; Yamandú Acosta Utopía y política en América Latina: entre el capitalismo utópico y el nihilista, en Utopía y Praxis Latinoamericana, Año 8, No. 23, oct.-nov., Universidad de Zulia, Venezuela, 2003; Franz Hinkelammert Crítica a la razón utópica, Editorial Desclée de Brouwer, S.A., 2002; Adolfo Sánchez Vázquez A tiempo y destiempo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2004.

(6) Entre ellos podemos mencionar: los indigenistas, étnicos, raciales, ecologistas, alterglobalización capital transnacional neoliberal, los antibélicos, sindicales, comunitarios, barriales; los antideuda externa, feministas, homosexuales (gay); los campesinos (como el Movimiento Sin Tierra y la Vía Campesina del Brasil), los movimientos anti-Tratados de Libre Comercio (como el que se desarrolla en América Latina contra el NAFTA, el ALCA y los TLC), los religiosos (como la Teología de la Liberación, en el subcontinente Latinoamérica y caribeño), las Abuelas de la Plaza de Mayo y las Madres de la Plaza de Mayo, ambos en Argentina, los pro-derechos humanos, los piqueteros, los cocaleros, etc.

(7) Informe Final de Investigación del Grupo de Axiología y Filosofía Social en América Latina (GALFISA), Diversidad e Identidad en los Movimientos Sociales y Políticos en América Latina, Instituto de Filosofía, CITMA, 2006, en Archivo del Instituto de Filosofía.

(8) Vladimir Ilich Lenin ¿Qué hacer?, Obras Escogidas, en Doce Tomos, T. II, Editorial Progreso, Moscú, 1975, p. 22.

(9) Vladimir Ilich Lenin La Bancarrota de la II Internacional, Obras Escogidas (Ob. Cit.), T. V, Editorial Progreso, Moscú, 1976, pp. 219-275.

(10) En el propio 1919, bajo la égida de la KOMINTERN, se creó la Internacional Juvenil Comunista; la Internacional Sindical Roja se fundó en 1920 y la Organización Internacional de Ayuda a los Luchadores de la Revolución, más conocida como el Socorro Rojo Internacional, en 1922, entre otras organizaciones y organismos dirigidos por los comunistas desde su sede en Moscú. Ver: Vladimir Ilich Lenin Las tareas de la III Internacional, Obras Escogidas, T. X,. (OB. Cit), pp. 80-97; Instituto de Marxismo Leninismo La Internacional Comunista, Editorial Progreso, Moscú, s/f; Manuel Caballero La Internacional Comunista y la Revolución latinoamericana. 1919-1943, Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1987.

(11) Antes del surgimiento del Partido Comunista de Cuba (1925) se habían fundado: el Partido Comunista de Argentina, en 1918; México, en 1919; Uruguay, en 1920; Chile, en 1921; Brasil, en 1922; Guatemala, en 1922, y Honduras, en 1924. Mas tarde fueron creados el PC de Ecuador, en 1926; Paraguay, en 1928; Panamá, en 1930; Perú, en 1930; Colombia, en 1930; Venezuela, en 1931; Costa Rica, en 1931, etc.

(12) V. I. Lenin La Tercera Internacional y su lugar en la historia, Obras Escogidas, T. IX., (Ob. Cit.), pp. 403-411.

(13) El marxismo llega a tierras latinoamericanas y caribeñas a través de algunas traducciones de los textos originales de C. Marx, F. Engels y V. I. Lenin, en el siglo XIX y el XX, realizadas en México, Argentina, los Estados Unidos de América y en otros países europeos como España, Portugal y Francia; pero, principalmente, por el arribo de oleadas de inmigrantes europeos y de la prensa ibérica al subcontinente. Las traducciones de los clásicos fueron incompletas y confusas por el desconocimiento del idioma y porque estuvieron influenciadas, en parte, por otras escuelas, tendencias y corrientes de pensamiento. En, Arnulfo Martínez Verdugo Partido Comunista Mexicano. Trayectoria y Perspectivas, Fondo de Cultura Popular, México D.F., México, 1971; Boris N. Brodovich Las Obras de Marx en América Latina, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1977, y Astroghildo Pereira Formacao do PCB (Partido Comunista de Brasil), Lisboa, 1978.

(14) En este esfuerzo por conocer el marxismo-leninismo en América Latina-Caribe hay que destacar, a partir de la década del 20, a la Editorial Europa-América de España; la Anderlecht-Bruselas de Bélgica; de algunas editoriales mexicanas, estadounidenses, argentinas, etc. Asimismo, las publicaciones de las revistas “La Internacional” editada en Moscú y traducida a varios idiomas, en especial, en inglés, francés y alemán; “Venezuela Libre” y “América Libre”, ambas gracias a los esfuerzos de la Liga Antiimperialista de las Américas; “La Correspondencia Sudamericana”, del Secretariado Sudamericano (Argentina); “Mundo Obrero”, del Buró del Caribe, “Luchador del Caribe”; “El Machete” del PC de México, entre otros órganos de prensa comunistas de la región. En Cuba se destacaron los periódicos del primer Partido Comunista de Cuba (1925): “Lucha de Clases” (entre 1924 y 1925), “Justicia” (1925-1927), “El Trabajador” (1931-1933), “Bandera Roja” (1933-35) y “Hoy”, (desde 1938, conjuntamente con “Carta Semanal” (1953-1959), hasta 1965 cuando se funde con el periódico “Revolución” y, se crea, el diario “Granma”. También circularon el diario “Juventud Obrera” (órgano de la Liga Juvenil Comunista fundada entre 1928 y 1929), “Mella”El centinela” (dirigido a los soldados y marinos), “Línea” (del Ala Izquierda Estudiantil-1931), “Confederación” (de la CNOC- 1934), órgano de Defensa Obrera Internacional-1931), “ entre otros.

(15) Orlando Cruz, Ídem; El movimiento revolucionario latinoamericano. Primera Conferencia de los Partidos Comunistas de América Latina, junio de 1929; en Archivo del Instituto de Historia de Cuba.

(16) La historia de las distintas organizaciones socialistas y marxistas que antecedieron al PCC antes de 1925 es la siguiente: Partido Socialista Cubano (1899), Partido Popular (1900), Club de Propaganda Socialista (1903), Partido Obrero (1904), Partido Obrero Socialista (1904), Partido Socialista Internacional (1905), Partido Socialista de Cuba (1906), Agrupación Socialista de La Habana (1918), Agrupación Comunista de La Habana y otras, de ocho regiones del país, entre 1923 y 1925. En Instituto de Historia del Movimiento Comunista y de la Revolución Socialista de Cuba Historia del Movimiento Obrero Cubano. 1865-1958, en dos tomos, Editora Política, La Habana, 1985, y Angelina Rojas Historia del Primer Partido […], Tomo I, Ob. Cit.

(17) Instituto de Historia del Movimiento Comunista y de la Revolución Socialista de Cuba Carlos Baliño. Documentos y Artículos, Editado por el DOR del CC del PCC, La Habana, 1976.

(18) Erasmo Dumpierre Julio Antonio Mella: Biografía, Editorial Orbe, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1975; Pedro Luis Padrón Julio Antonio Mella y el movimiento obrero, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1980.

(19) Rubén Martínez Villena Las contradicciones internas del imperialismo yanqui en Cuba y el alza del movimiento revolucionario, en revista Mundo Obrero, órgano del Buró del Caribe de la IC, mayo 1933, Nueva York, EE.UU., en Archivo del Instituto de Historia de Cuba.

(20) Alfredo Martín Fadragas Mella. Nacimiento de un líder, Ediciones Extramuros, Centro Provincial del Libro y la Literatura, Ciudad de La Habana, 2001.

(21) Aunque, en el juicio interno al que lo sometió el CC del PCC, Mella si estuvo muy irritado y molesto con sus compañeros. En el Acta de dicha reunión Julio Antonio respondió acerca de sí había pedido autorización para la huelga de hambre: “[…] Sólo recibí un posible acuerdo del CC en carta sin firma y sin cuño y en forma tal de injusticia insultante que nunca creí pudiese ser acuerdo de un CC del PC a un moribundo, a los 17 días de huelga.” Y en carta posterior afirmó que “[…] Es una cobardía que se me esté acusando sin haberme juzgado. Solo a envidiosos y cobardes se les ocurre esto. […] sino me dejan defenderme son todos unos miserables” Ver: Acta de la discusión con Julio Antonio Mella, fondo 6, primer Partido Comunista de Cuba y Carta de Julio Antonio Mella al Comité Central, Ídem., en Archivo del Instituto de Historia de Cuba.

(22) Orlando Cruz Capote La Liga Antiimperialista de las Américas: el antiimperialismo y las primeras intenciones de articular el marxismo y el latinoamericanismo en la América Latina y el Caribe. (1925-1935-37). Pendiente de publicar en los Anuarios Martianos. Inédito.

(23) La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se fundó en diciembre de 1922. Mella la visita desde el mes de febrero hasta aproximadamente abril de 1927. Allí participó en el IV Congreso de la Internacional Sindical Roja y se entrevistó con dirigentes del Socorro Rojo Internacional. Además que escribió y discutió diversas ponencias en la KOMINTERN, que fueron publicadas en ese país posteriormente. Ver: Erasmo Dumpierre Julio Antonio Mella. Biografía, Ob. Cit.

(24) Raquel Tibol Julio Antonio Mella en El Machete, Fondo de Cultura Popular, México, 1968.

(25)Julio Antonio Mella Lenine Coronado (febrero de 1924), en Mella. Documentos y Artículos, Instituto de Historia del Movimiento Comunista y de la Revolución Socialista de Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975, pp. 87-88.

(26) Ídem., Los Nuevos Libertadores (noviembre de 1924), p. 124.

(27) La obra escrita, revisionista y oportunista, de Víctor Raúl Haya de la Torre fue prolifera, entre las que podemos citar: “El antiimperialismo y el APRA”; “Construyendo el Aprismo”, “Espacio-Tiempo Histórico”, “30 Años de Aprismo”, etc. En 1931, ya está proponiéndose para la presidencia del Perú, entre otros intentos frustrados que repetiría a lo largo de su vida. Además, mintió cuando creó una farsa al pretender enrolarse en las huestes del famoso “Pequeño Ejército Loco” del General de Hombres Libres Augusto César Sandino, en Nicaragua, hecho que nunca consumó. La visión aprista de que era el campesinado, los estudiantes y las capas de la pequeña y mediana burguesía quienes dirigirían los combates antiimperialistas, fue una revisión profunda del marxismo y el leninismo en América Latina y el Caribe.

(28) Ana Núñez Machín Rubén Martínez Villena, UNEAC, La Habana, 1970; Rubén Martínez Villena, Colección Órbita, Instituto Cubano del Libro, La Habana, diciembre de 1972; Testimonios de varios compañeros de lucha de Rubén Martínez Villena, en revista Santiago, No. 16, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, diciembre de 1974; Ana Núñez Machín El joven Rubén, Editorial Gente Nueva, Ciudad de La Habana, 1981; Raúl Roa García El fuego de la semilla en el surco, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1982; Rubén Martínez Villena Poesía y prosa. Antología, Editorial de Letras Cubanas, La Habana, 1983; Angelina Rojas y Ana Núñez Machín Asela mía, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2000; Olivia Miranda Francisco Rubén Martínez Villena: ideario político, Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP), La Habana, 2003; Carlos E. Reig Romero Correspondencia de Rubén Martínez Villena (mayo 1912-mayo 1933), Selección y Notas del Autor, Editorial Unicornio, La Habana, 2006; Mella, 100 años. Selección, prefacio y notas Ana Cairo, Editorial Oriente, Editorial La Memoria, Santiago de Cuba, La Habana, 2003; Caridad Massón Rubén: desde el recuerdo y la esperanza, Editorial Unicornio, La Habana, 2006.

(23) Podemos mencionar, la lucha del “General de Hombres Libres” Augusto César Sandino y su “Pequeño Ejército Loco” contra la intervención militar norteamericana (1927-1934); la insurrección campesina en El Salvador dirigida por el PC y su dirigente Farabundo Martí (1932) y, el “Movimiento Tenentista” en Brasil (1930-1935), encabezado por Luis Carlos Prestes; también la llamada República Socialista en Chile (1931-1932) y el ascenso del patriotismo militar pequeñoburgués en Bolivia y Paraguay.

Dr. Orlando Cruz Capote, Investigador Auxiliar, Instituto de Filosofía, Cuba

“Disculpanos Mario, te hemos engañado.”

« Discúlpanos, Mario: te hemos engañado », – eran las palabras del Ché. La entrevista con Mario Monje Molina
Víctor L. Jeifets1 y Lazar S. Jeifets2

Hace casi 47 años, el comandante Ramón, a quien el mundo conocía como Ernesto Che Guevara, fue asesinado en Bolivia. La personalidad del revolucionario argentino, uno de los dirigentes de la guerra rebelde en Cuba entre 1956 y 1959 hasta hoy día atrae la atención de los investigadores. El aventurero revolucionario, el Robin Hood rojo, el Saint-Juste marxista, el nuevo Garibaldi, el Don Quijote del comunismo, San Ernesto de La Higuera. Una imagen brillante de Guevara fue dada por el poeta soviético Yaroslav Smeliakov « El Comandante »: « Era la persona responsable de una patria no muy rica, el ministro con la cara de apóstol y una barba de pirata ». … La lista de epítetos es larga. Tras su muerte el 8 de octubre de 1967, docenas de libros y centenares de artículos fueron publicados sobre el ‘guerrillero heroico’, unos por sus partidarios y colegas, otros por académicos. Hasta sus asesinos no perdieron la oportunidad de contar sobre sus encuentros con el dirigente guerrillero.[3] El Che mismo fue historiador de su última epopeya al describirla en el « Diario de Bolivia ».[4]

Sin embargo, siguen en pie las discusiones sobre las razones para escoger a Bolivia como su foco guerrillero. A inicios de los años 1960’s muchos, sin ninguna duda, estaban esperando el suceso de la guerrilla latinoamericana. No obstante, para 1966 ya era obvio que el venezolano Douglas Bravo y sus « Fuerzas Armadas de Liberación Nacional » no podrían triunfar; el grupo de J. R. Masetti en Argentina fracasó, tampoco lograron su victoria Hugo Blanco y Héctor Béjar en el Perú. La situación de la guerrilla guatemalteca (de la Unidad Nacional Revolucionaria) y nicaragüense (del Frente Sandinista de Liberación Nacional) era catastrófica, el levantamiento de Francisco Caamaño en la República Dominicana sufrió una derrota, la guerrilla de FARC y ELN en Colombia estaba en deceso.

El Che actuó en contra de la lógica política y encabezó un grupo guerrillero, el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia. Tras un año fue derrotado por las tropas gubernamentales apoyadas por la CIA estadounidense. ¿Qué motivos estuvieron detrás de la decisión tomada por el revolucionario? La cortina del misterio en algo está movida por las confesiones de una persona que conoció bien al Che Guevara. Hace años, Fidel Castro calificó a este hombre, Mario Monje Molina, como un ‘crítico seudo-revolucionario’ de la guerrilla del Che.

Mario Monje nació en 1929 en una familia campesina y era maestro de oficio. En 1950, junto a varias otras personas fundó el Partido Comunista de Bolivia. Luego logró graduarse de la Escuela Superior del Partido en Moscú y en 1954 ocupó el puesto del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Bolivia. Desempeñaba un papel importante en los inicios de la guerrilla en su país.

Varias páginas del « Diario de Bolivia » están dedicadas a « Estanislao » (Mario Monje) y contienen información sobre las graves divergencias entre Monje y el Che acerca de la lucha guerrillera, sobre todo en Bolivia. Durante décadas la historia fue contada con base en las palabras del propio Che Guevara y los dirigentes cubanos. Monje fue tildado de « cobarde » y « traidor » sin darle siquiera oportunidad de explicar su actitud, que difería de los puntos de vista dominantes en la literatura sobre el tema. Él tampoco quería expresarse mucho para que no pareciera que estaba justificándose.

De acuerdo con lo previsto por Monje, el Che no pudo salir de Bolivia. Murió en aquel país y sus restos estuvieron ahí durante décadas. Sólo años después, los restos del Guerrillero Heroico y de sus compañeros fueron trasladados a Cuba y enterrados solemnemente.

Junto con el Che cayeron los bolivianos Coco (Peredo Leigue), Loro, Julio César Méndez; los cubanos Papi, Joaquín y Marcos; la alemana Tania (Tamara) Bunke; y los peruanos Chang y Negro. Tres años después, otro guerrillero, Inti (el mayor de los hermanos Peredo Leigue), murió durante la explosión de una granada. Otro intento fallido de reiniciar la guerrilla lo emprendió el tercero de los hermanos Peredo Leigue, Osvaldo (Chato). Mario Monje, a su vez, tuvo que abandonar Bolivia por el resto de su vida.

Imagen 1. Mario Monje Molina
http://memim.com/

Hoy día, Bolivia es un país muy diferente de lo que era hace medio siglo. Obviamente, los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional de Ernesto, el « Che » Guevara, contribuyeron a los cambios contemporáneos. Hace décadas fueron derrotados, y triunfaron ahora. Sin embargo, la nueva Bolivia tampoco encontró lugar para Mario Monje.

Ahora se presenta la oportunidad de escuchar otro punto de vista. La plática con Mario Monje en el Instituto de América Latina de Moscú (durante años trabajó como investigador en esa institución académica) duró más de cuatro horas en 1991 y parte de ella no fue autorizada para ser publicada. Sin embargo, lo que queda, cambia sustancialmente las percepciones sobre la historia de la guerrilla boliviana del Che. Varios fragmentos de esa entrevista (que era la primera confesión extensa de Monje),[5] fueron publicados por el periódico Sankt-Peterburgskiie Vedomostiel 9 de octubre de 1992. Más tarde, algunas frases sueltas de las dos entrevistas de Monje aparecieron en el libro de Jon Lee Anderson6 (el periodista se encontró dos veces con Monje en Moscú) aunque sólo se trataba de fragmentos de estas charlas. El texto de la entrevista publicada ahora, es la transcripción de la plática original en ruso y traducida al castellano.

P.- ¿Hoy día, cuál es su actitud hacia el Che como persona y revolucionario? ¿Qué piensa sobre el punto de vista de que él era un aventurero?

R. – Oh, era excelente. Cabe notar la diferencia entre el sentido ruso de la palabra «aventurero» (que es más negativa) y su sentido español. El aventurero busca peligros. El Che era un romántico que deseaba ansiosamente realizar transformaciones sociales. No se trataba de un arribista, ¡para nada! Le gustaba desafiar a cualquier peligro. Así era el Che Guevara.

P. – ¿Cómo se conocieron?

R. – Guevara vino a Bolivia por primera vez en 1954. En aquel entonces el país estaba lleno de extranjeros que querían conocer desde cerca de la revolución boliviana:[7] entre ellos se podía encontrar a comunistas, trotskistas, militantes de otros partidos o gente que había abandonado la militancia. Yo personalmente, en aquellos días estaba recopilando y elaborando materiales para la próxima reforma agraria.[8] Casualmente estába con el Che en el mismo edificio, sin embargo, nuestros caminos no se cruzaron. Éramos jóvenes y desconocidos.

Él buscaba trabajo y consiguió un puesto de doctor en una pequeña mina cerca de La Paz. Sin embargo, después de dos o tres meses prefirió continuar su viaje por América Latina. No tengo ni la menor idea de que lo que estaba pasando por su cabeza. Ya se encontraba en el epicentro de una revolución, pero no participaba en ella. La causa, sí, era importante –él no significaba nada en Bolivia. ¿Qué debe hacer un revolucionario? Pues, obviamente, su obligación es hacer una revolución, según el mismo Guevara escribiría más tarde. Pero acá, en Bolivia, no era nada ni nadie y decidió salir del país. Es un aspecto clave para entender su línea de conducta en los años posteriores.

Ya luego estuvo en Perú y Guatemala, y de nuevo intentó participar en la revolución. Más tarde llegó a México, donde conoció a Fidel Castro. En aquel momento Guevara ya entró en la lucha que entonces era patriótica y todavía no era socialista. En la epopeya cubana el Che ya se había convertido en una figura significativa y tenía la perspectiva de conservar esa relevancia. Por cierto, yo creo que el Che nunca habría podido convertirse en un auténtico marxista-leninista. Era más bien, un jacobino, lo mismo que Lenin y Stalin. Fidel y el Che eran jacobinos, y eran gente sincera. Las circunstancias los cambiaron.

El verdadero encuentro nuestro se ocurrió en Moscú en 1960. Asistí a la Reunión Internacional de los Partidos Comunistas u Obreros.[9] Guevara encabezaba la delegación gubernamental cubana en el dicho evento. Mientras estábamos en la recepción oficial en Kremlin, el joven dirigente del Partido Comunista Hondureño, Rigoberto Padilla10 se acercó a mí proponiéndome ir a conocer al Che. Ambos fuimos a verle: « Comandante, soy de Honduras. – Mucho gusto. – Y yo soy de Bolivia. – Sabes que yo estuve en Bolivia… ». Intercambiamos un par de frases, obviamente la recepción no dejó muchos chances para platicar. Pero en adelante nos encontramos varias veces y nos hicimos amigos.

P. – Algunos investigadores consideran la teoría de la guerra de guerrillas propuesta por Che Guevara como una réplica de las ideas de Mao Tse-Tung…

R. – Ciertamente, había similitudes. Sin embargo, no estaba copiando, el Che estaba experimentando y buscando lo suyo. Claro está que sus ideas eran originales.

P. – Sin embargo, el Che escribió en su diario de 1 de enero de 1967 lo que sigue: «La impresión es que al enterarse por Coco11 de mi decisión de no ceder en las cosas estratégicas, [Monje] se aferró a ese punto para forzar la ruptura, pues sus argumentos son inconsistentes». Según el Che, Usted estaba obstaculizando de todas maneras su proyecto respondiendo negativamente a cualquier propuesta. Entonces, ¿en aquel momento, Ud. no creía en el posible éxito de sus ideas? Hoy día, ¿su actitud es la misma?

R. – Esas palabras significan que apenas el 1 de enero comprendió que entre nosotros no podría hacerse nada. Les explico por qué yo estaba seguro sobre la derrota inevitable. Hay varias cosas claves para entender la historia de una América Latina llena de episodios de lucha política violenta. Desde su mera fundación, los golpes de estado ya acompañaban a los países independientes. Y el deseo de lograr su estabilidad, siempre culminaba en una revolución, sea en México, Guatemala o Bolivia. La revolución cubana fue el clímax de ese proceso. Inicialmente, el triunfo de Castro encendió varias chispas. Ahora me queda claro: el socialismo jamás fue construido en Cuba; Fidel solamente fundó un gran latifundio como el que había tenido su padre. No es socialismo, es despotismo patriarcal. A mi parecer, el Che tampoco podría haberse convertido en un auténtico marxista-leninista.

Segundo factor a destacar. Durante aquellos eventos no había lucha enfrentada entre las dos superpotencias y la lucha en América Latina no era su prioridad. Los acontecimientos cubanos en 1957-1959 no estaban en el epicentro de la confrontación, los intereses de las naciones socialistas ni siquiera eran visibles. Consecuentemente, los Estados Unidos percibieron el levantamiento como una típica revolución hecha por jóvenes latinoamericanos. La opinión pública favorecía a los cubanos rebeldes, la prensa y la televisión organizaban reportajes ‘amistosos’.

Mientras tanto, a los comunistas de Cuba12 les daba igual: según ellos, no era cosa suya, se trataba de trámites democráticos. Solamente el grupo dentro del Partido Socialista Popular, con una gran tradición oportunista (el grupo de Blas Roca, el secretario general del Partido)[13] intentó adaptarse a la situación y hacer un juego doble. Pero cuando la revolución triunfó finalmente con el apoyo general a Castro, todos los comunistas cubanos optaron por pasar a su lado para penetrar en el proceso y dirigir el tren hacia sus rieles. Aníbal Escalante,[14] el secretario del PSP quiso hacerlo. Lo mismo habíamos intentado nosotros en Bolivia en 1952, pero no lo logramos por la poca cantidad de militantes.

Los Estados Unidos a su vez, probaron desviar la revolución cubana como antes lo habían hecho con la boliviana; notemos que las dos revoluciones gozaban de amplio apoyo popular.

En ese momento [Anastas] Mikoyan llegó a Cuba.[15] ¡Era algo inimaginable! Vino para ayudar a profundizar el proceso y dijo a los comunistas: « ¡Tienen que apoyar a Castro, nosotros lo hacemos sin reservas! » Hablé con Mikoyan en Moscú en 1960, junto con otros comunistas latinoamericanos que habían asistido a la reunión internacional. Entonces exclamó: « ¡Cuba es un regalo de Dios! ¡Es un milagro, es nuestro deber apoyarlo! »

Imagen 2. Mario Monje y el Che en Ñancahuazú.
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Entonces el enfrentamiento de las superpotencias comienza. Y la imagen de Castro y la actividad de los comunistas cubanos crecen en la opinión pública mundial hasta hacerse enorme (y, de hecho, era en realidad, poco importante). La propaganda (incluyendo la soviética) les convirtió en figuras míticas, no su trayectoria. Fidel ya figuraba como un hombre en el epicentro de la confrontación y los comunistas de América Latina y la izquierda en general, estaban de su lado.

Tuve un amigo entre los dirigentes cubanos que estuvo con Fidel desde el principio. Una vez me dijo: «Sabes, cuando habíamos triunfado, no queríamos tener nada que ver con los comunistas porque no nos habían ayudado. Y nosotros decíamos que eran una mierda, porque querían cosechar maíz sembrado por nosotros. Si hubieras empezado a hablar conmigo sobre marxismo-leninismo en 1959, te hubiera quitado la cabeza. Pero ahora, en 1961, ¡te digo que soy camarada tuyo!».

Y una tercera cosa. El caudillismo y el liderazgo autoritario siempre fueron parte natural de los procesos latinoamericanos. Los viejos y nuevos jefes, las nuevas alternativas, las nuevas derrotas y los nuevos triunfos fueron una búsqueda permanente de una vía adecuada, como lo hemos visto en Guatemala y Bolivia.

P. – ¿Cree Usted que todo esto formó la base para la guerrilla latinoamericana y causó nuevas divergencias en el movimiento revolucionario en el continente?

R. – Pues, escuchen lo que se refiere a mi caso. Yo era militante activo del Partido Comunista. En 1961 Ramón Aja, el encargado ad interim cubano en Bolivia, se acercó a mí: « Hay que pensar cómo ayudar a los guerrilleros peruanos que ahora están entrenándose en Cuba.[16] Sería más fácil aprovechar la frontera boliviana con su país. Ya empezamos a sondear el suelo sobre la reacción del gobierno de Bolivia ». Le respondí inmediatamente: « No creo que la revolución cubana se repita. Además, estoy decididamente en contra del contacto entre los gobiernos de Cuba y Bolivia con el objeto de apoyar a la guerrilla. El gobierno de Bolivia jamás prestará su ayuda, pero aún peor, hablar con ellos es lo mismo que informar a la CIA y al gobierno de Washington. Tendré que informar al Partido Comunista Peruano ». « Entonces, dijo él ‘te explico que el Partido Comunista Peruano envió esa gente a Cuba, pero ahora no quiere asumir su responsabilidad’.

Intenté intervenir, pero sin éxito alguno. En 1962 Fidel me invitó a Cuba para tratar este asunto. Los cubanos y algunos bolivianos decían sobre mí: « Monje está maniobrando y busca compromisos ». Entonces el Partido [Comunista de Bolivia] decidió enviar también al otro miembro del Buró Político (Hilario Clauré), un enemigo acérrimo de los compromisos.

Tras llegar a Cuba, no logramos hacer una cita con Fidel. Nos dirigimos a los comunistas que ya habíamos conocido (Blas Roca y Ramón Calcines),[17] pero no fueron de mucha ayuda. Nos invitaron, pero no hablaban seriamente. Al mismo tiempo, el teniente del Ejército Rebelde organizó para nosotros el encuentro con el Comandante en Jefe. Fue una sorpresa absoluta. Vimos dos estructuras: una era formal /incluyendo a los dirigentes del Partido Comunista/ y otra que ejercía el verdadero poder /el Ministerio del Interior y el Ejército Rebelde/.

El comandante Piñeiro18 me dijo: « Los peruanos han enviado este grupo, lo hemos capacitado y vamos a ayudarles ». Le objeté: « ¿Para qué carajos lo están haciendo? Los rusos ya lo han intentado acá en los años treinta, impulsaron guerrillas por aquí, luchas armadas por allá, y siempre fracasaron ». Piñeiro respondió: « Esa fue su experiencia. Perdieron por ser europeos. Nosotros tomaremos nuestra propia experiencia. Crearemos una nueva sociedad, la sociedad de los espartanos. Será otra gente, totalmente diferente ».

Fidel, al encontrarse con nosotros, también nos convencía: « Queremos ayudar a esos jóvenes porque tienen la misma oportunidad que a nosotros se nos dio a su tiempo. No quiero que ustedes cambien su modo de pensar. Solo pido que nos ayuden a cumplir nuestra palabra. Ayúdenos para que podamos ayudar a estos chicos. Sus actividades nos soportarán ». Los cubanos usaban este argumento muy seguido. Un compañero cubano me dijo: « Mario, la guerra de guerrillas en América Latina es muy útil para nosotros, porque suaviza la presión ejercida sobre nosotros, y nos da más chances durante nuestro duelo verbal con el enemigo ».

Claure dijo: « Estamos de acuerdo ». Yo no tuve otra opción, porque de cualquier modo lo hubieran hecho, estuviera o no de acuerdo con Claure y los cubanos. Me dirigí a los camaradas peruanos: « Ya decidan el destino del grupo con los cubanos ». Pedí a Blas Roca durante el Congreso del Partido Comunista del Uruguay que discutiera el problema con los dirigentes comunistas peruanos, pero me dijo que no estaba enterado del asunto y no podría ayudar en nada.

Yo de cualquier modo seguí ocupándome del asunto, compré una granja y organicé el encuentro con esa gente.[19] Ustedes encontrarían una contradicción obvia: en teoría yo estaba en desacuerdo, pero no pude rechazar las propuestas de Fidel y del Che. No tuve tantos contactos con el PCUS como Codovilla20 y Arismendi,[21] los dirigentes de los Partidos Comunistas de Argentina y Uruguay. Me conocían poco y casi no confiaban en mí. Era demasiado joven, según ellos. Blas Roca se burlaba de mí: « Eres un mocoso ». Obviamente, no pude contar con su apoyo.

Luego me comunicaron el pedido de Fidel y del Che sobre la organización del regreso del grupo de Masetti (en Cuba encabezaba la Agencia de Información « Prensa Latina ») a su patria: « Ya tienes la experiencia, ayúdales. Son la gente del Che, no tienen que ver con el Partido Comunista de Argentina ».

¿Tenía yo otra opción? Era un político joven e inexperimentado. ¡El mismo Fidel me estaba solicitando ayuda! Sin embargo, luego se lo comuniqué a la dirigencia de mi partido; indignados, ellos informaron al PC de Argentina.

De nuevo me pueden decir que era una contradicción: estando en contra de las guerras civiles y la exportación de revolución, contribuía a que lo hicieran. ¿Por qué? El triunfo de la revolución cubana provocó una euforia. Muchos comunistas estaban dudando de la estrategia de sus propios partidos pensando que el éxito de los castristas podría ser interpretado como una equivocación nuestra.

En 1963, Fidel me dijo mientras ambos estábamos en la ciudad soviética de Volgogrado: « ¡Eres una buena persona! ». Al mismo tiempo, Codovilla me criticaba por oportunista y por tolerar a los ultraizquierdistas.

P. – Según se sabe, la guerrilla en el Perú y en la Argentina ha fracasado. ¿Qué sintió Usted al enterarse de eso?

R. – ¿Quieren saber mis emociones? Cuando regresé a la patria tras terminar los estudios en la Escuela Superior del Partido en Moscú, era como un gallo que sabía cuándo hay que lanzar quiquiriquíes y cómo deben ser. La realidad contradictoria me hizo sentir un burro. Al tropezar con las primeras dificultades quise huir como un conejo. Al encontrar a mi profesor de comunismo científico, le comenté mis sentimientos.

Las dificultades y obstáculos eran numerosos. Recuerdo como en 1963, en una reunión de varios partidos en La Paz estábamos discutiendo la lucha por la democracia. Expresé mi agradecimiento al arzobispo por estar listo de luchar a nuestro lado. Regis Rebray22 que también asistía al evento, estaba indignado y furioso: « ¡¿Cómo un dirigente comunista y un marxista tomaban la mano del arzobispo?! » Y lo dijo dirigiéndose a los comunistas jóvenes, desafiándome abiertamente. No tuvimos contactos personales, porque ni él, ni yo lo quisimos. Para aquel entonces, lo consideraba como uno de los maoístas. Un amigo cercano de Debray, Oscar Zamora,[23] recibía ayuda de parte del embajador chino en Praga.

En 1963, el PC de Bolivia ya estaba lleno de contradicciones y divergencias agudas y al borde de una división. El grupo maoísta de Zamora no estaba bien organizado, sin embargo, era muy influyente. Durante el congreso intenté evitar la ruptura y logré que mi informe fuese aprobado. El representante uruguayo luego me comentó: « Mario, tu partido va a dividirse, tienes que buscar una salida ». Yo intentaba defender la unidad del partido y consideraba que todos los grupos deberían estar representados en la dirigencia, para que la vida demostrara qué alternativa era más viable. Lo propuse a los delegados que estaban en mi contra durante el congreso. Los representantes de los PP.CC. de Chile y Argentina /Teitelboim24 y Piñera25 / estaban criticando fuertemente mi «conciliación». Sin embargo, de nuevo fui electo como secretario del PCB.

Imagen 3. Fidel Castro y Ernesto « Che » Guevara
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Piñera dijo a Kolle26 y Reyes, quienes estaban a cargo de las estructuras de organización del PCB: « ¿Cómo permitieron a Monje hacerlo? ¿Cómo se atrevieron tolerar tanto compromiso? Había que acabar con estos izquierdistas, con estos canallas. Ustedes tenían mayoría. Monje es un oportunista, tal persona no puede dirigir el partido. Es un reconciliador. Jorge, ¿porque no tomas la dirección en tus manos? Y Monje que se vaya ». Volodia Teitelboim estuvo de acuerdo con él.

Era prácticamente un veredicto para mí. Kolle confiaba en mí, pero también creía a lo que decían los viejos y experimentados dirigentes comunistas de otros partidos latinoamericanos. Tras ver cómo ellos me estaban condenando, al otro día declaró que los partidos hermanos del continente y el PCUS (y todos sabían perfectamente bien que el PCUS hablaba por conducto del PC de Argentina) no apoyaban a Monje. Kolle y Reyes comunicaron el contenido de la plática a los demás miembros del CC. Mis posiciones eran muy débiles. Estaba casi solo y planeaban retirarme de la dirección.

P. – ¿Pero Cuba en aquel entonces le apoyó?

R. – Poco tiempo después. Después de un mes recibí una invitación para visitar a Cuba. Le dije a Kolle: « ¿Crees que soy un oportunista? Está bien. Pero no entiendes que tu actitud testaruda llevará a nuestro partido a una ruptura. Yo mejor dejaré de ser parte de la dirigencia, por completo, no quiero verlo. Mejor me voy por mi propia iniciativa, sin esperar que me expulsen. Escribiré un artículo sobre tu actitud y me voy. Pues, será así: escribo el artículo, lo lees, luego me voy y habrá una ruptura ».

A inicios de julio de 1964 fui a Cuba vía Praga. Me encontré a Oscar Zamora y le dije que él tenía que regresar a Bolivia y que era la orden del Comité Central.

En la isla hablé con el Che y estuvimos discutiendo varias cosas fuertemente. Él declaró: « Que me corten mis huevos si [Salvador] Allende27 gana [en las elecciones chilenas de 1964]. Yo reaccioné de la misma manera: « Que me corten los míos si la guerrilla de Douglas Bravo28 gana en Venezuela». El Che me preguntó: « Entonces, ¿no crees en la revolución en Bolivia? » « Claro que no », -fue mi respuesta. « Tienes razón, la guerra de guerrillas es imposible en Bolivia ». « Lo mismo me dijo Fidel en 1963, –comenté– « los guerrilleros no podrían triunfar en Bolivia porque el gobierno estaba realizando la reforma agraria. Cuéntalo a la gente que vino conmigo. No creen que los cubanos están de acuerdo [con mi punto de vista] ». El Che no vaciló en reaccionar: « Por supuesto, les diré. Estuve en Bolivia y vi que el país carece de bosques, no hay donde realizar la guerrilla. Los campesinos tampoco nos apoyarán. Hay que apoyarse con otras fuerzas ». Obviamente, estuve seguro que pensábamos lo mismo.

Pero al mismo tiempo Zamora, el dirigente del grupo maoísta dentro del PCB estuvo en Cuba en agosto (de lo que yo no sabía) y convenció a Fidel y al Che sobre las buenas perspectivas en Bolivia, y de que Monje era culpable del fracaso de la guerrilla en Argentina (por haber informado al PCA la infiltración de los agentes policiacos). Según Zamora, habría que deponer a Monje y fundar un nuevo partido comunista; y los cubanos le dieron el dinero para realizar la ruptura dentro del PCB.

Cuando regresé a Bolivia, la ruptura ya era un hecho. Ante ese dilema tuve que reaccionar y me lancé en contra de los maoístas. Platiqué con Zamora y él declaró que habría que iniciar una nueva lucha usando el ejemplo cubano. Respondí a Zamora: « Oscar, eres un arribista dispuesto a engañar con tal de alcanzar un puesto directivo ». Kolle estaba furioso: « Para que carajos hablabas con este tipo, que vaya al diablo ».

En aquel entonces el Partido Comunista contaba con 5 o 6 mil militantes y ejercía una disciplina férrea, lo que nos permitía ocupar buenas posiciones en el campo político boliviano. Nos empezaban percibir con respeto.

En mi propuesta de convocar a una conferencia comunista continental para evitar una ruptura y unirnos sobre la base del apoyo a la revolución castrista, encontré oposición de ambos bandos. Busqué un encuentro con el representante de la embajada de la URSS y durante nuestra plática él me informó que [Rodney] Arismendi estaba a favor de la idea de convocar la conferencia.

Entonces nosotros, los bolivianos, enviamos en 1964 una delegación a Moscú y Beijing para solicitar ayuda y declarar que estábamos en contra de una ruptura. Moscú dijo que nos apoyaba de manera decidida. Sin embargo, Codovilla me dijo: « Ya me dijeron sobre tu idea y para que te quede claro, ¡estoy en contra! Como siempre tu actitud es oportunista. Voy a informar al PCUS que estoy en contra ». Arismendi y [Arnaldo Martínez] Verdugo29 me estaban apoyando, la actitud del PC de Chile no estaba clara, los cubanos dijeron « sí ».

Mientras Codovilla consideraba que yo quería subordinar los partidos comunistas a los cubanos, el Che estaba seguro de que Monje estaba tejiendo una telaraña para el PCUS y era agente de los rusos, consecuentemente, el Che se expresó en contra de mi plan.

Cuando la conferencia, por fin comenzó en la Habana, fue Codovilla quien la inauguró. Duró una tensa semana. Las reuniones siempre fueron muy difíciles. Enfrentamiento tras enfrentamiento. Entonces Codovilla otra vez se enojó conmigo: « ¿Era esto lo que deseabas? ¿Que todos nosotros nos peleemos? Has puesto una trampa. ¿Quieres llevar a la ruptura a todo el movimiento comunista latinoamericano? ». El penúltimo día planteé la necesidad de defender la unidad comunista sin actividad fraccionaria y sin orientaciones hacia el PCUS o China. Nosotros somos latinoamericanos. No debemos dividir los partidos en otros países. Fidel estaba reflexionando, luego dijo: « Nosotros votaremos a favor de esa resolución ». Todos estuvieron de acuerdo. Entonces propuse enviar de la delegación del PP.CC. grandes latinoamericanos a Moscú y Beijing para comunicar que estábamos en contra de la ruptura. La delegación fue encabezada por Carlos Rafael Rodríguez,[30] a mí también me incluyeron; por fin, era el autor de todo el plan.

Venimos a Moscú, donde el PCUS ya estaba bajo el mando de Leonid Brezhnev e informamos sobre las decisiones tomadas. Los rusos nos dijeron: « Votamos hasta con los pies » / Luego fuimos a Beijing donde nos recibieron con sospechas: « Ah, es la delegación revisionista ». Los chinos discutían enérgicamente. Mao Tse-Tung en Beijing se portaba de manera grosera ofendiendo a la revolución cubana. Kan Sheng31 y Liu Shaoqi32 intentaban provocar más disputas, a ellos les siguió Deng Xiao-Ping.[33] Carlos Rafael Rodríguez se enojó y dijo que los cubanos no continuarían las pláticas.

Rodney Arismendi encabezó una delegación que fue a Cuba para informar sobre los resultados del viaje a Beijing. Yo regresé a Bolivia donde me dijeron que me esperaban en Moscú. De nuevo tomé el camino. Sabía que el Che en aquel momento había ido a Beijing y África del Norte, sin embargo, no tenía una puta idea de qué se trataba.

En Praga me encontré accidentalmente con Emilio Aragonés,[34] quien acompañó al Che en Beijing. Me comunicó que el Che nos consideraba culpables por provocar todo el escándalo en Beijing. Preguntaba dónde se encontraba el Che para aclarar el asunto. Aragonés me dijo: « Fue brevemente a Tanzania ». Me dijo que fuera a La Habana para hablar con Fidel.

P. – Ahora hablaremos sobre los acontecimientos que tenían que ver con la lucha del Che en Bolivia. ¿Porque, a fin de cuentas, escogió a su país para realizar sus teorías?

R. – Los cubanos esperaban unos cinco años de lucha en África, querían crear el frente gigante guerrillero en el Congo /Leopoldville/.[35] Sin embargo, tropezaron con obstáculos invencibles: las creencias chamanistas, la conciencia tribal, falta de confianza a los blancos. A veces los cubanos tenían que combatir solos en contra de los mercenarios blancos que estaban peleando al lado del gobierno. Los dirigentes rebeldes estaban en desacuerdo entre sí, y la mayoría de ellos insistía en que el Che y los cubanos se retiraran.

Entonces propuso su ayuda a Samora Mashel36 en Mozambique, pero éste evitó tomar una decisión. Después el Che estuvo algún tiempo en Europa.

Él no quería, ni podía regresar a Cuba. El Che me dijo: « Marché con el paso de gala. Ahora no puedo volver ni tengo con qué ». Obviamente no quería parecer burlesco. No dudo que habría estado de nuevo designado a algún puesto alto, pero ¿acaso le daría el mismo respeto? El regreso tras el fracaso significaría destruir la leyenda sobre sí mismo.

Imagen 4. El Che Guevara en el Congo
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El tiempo se acabó rápidamente. La gente se reunió en Cuba y solamente esperaba la orden para iniciar la acción. Si hubiera podido ir a la Luna, el Che lo hubiera hecho. Sabía que yo algo estaba preparando en Bolivia y que disponía de estructuras y de contactos con otros países, estaba también enterado sobre algunos comunistas bolivianos listos para participar en una guerrilla. Además, éramos amigos. Cuando hablábamos en la noche del Año Nuevo de 1967, le dije: « Sí, estoy preparando una lucha, pero no es la que tu estas diseñando. No te voy a molestar, te dejaré un camino libre y me ocuparé de mis cosas. Lo único que te pido como amigo es que te vayas, porque acá te matarán ».

P. – ¿Y Fidel qué tuvo que ver con toda esa historia?

R. – Fidel fue el mayor responsable por todo lo ocurrido. Tres personas tienen la culpa: Fidel, el Che y yo mismo. Fidel, sin embargo, nunca quiso reconocer su grado de responsabilidad. Sabía perfectamente bien que no podríamos iniciar una guerra de guerrillas. En la introducción escrita por Fidel al « Diario de Bolivia » del Che Guevara hay muchas cosas inciertas. El dirigente cubano simplemente quería deshacerse de su culpa por el fracaso del Che en Bolivia.

¿Qué pensaba Fidel sobre lo que estaba pasando? Publicó la carta del Che escrita antes de la expedición africana (el 1 de abril de 1965) en octubre, cuando Guevara ya iba a abandonar el Congo. ¿Acaso Fidel no estaba enterado sobre el fracaso del Che al momento de publicar que éste había dejado sus altos puestos en la dirección cubana para ir « hacia nuevos campos de batalla »? Se me hace que lo hizo a propósito.

P. – Regis Debray dijo que el Che fue asesinado dos veces: la primera vez le fusilaron en Bolivia, y la segunda fue cuando su fotografía se convirtió en carteles. ¿El mito de Guevara cerró el camino a Guevara mismo?

R. – El Che no tenía donde regresar. Fidel le invitó venir a Cuba y los dos estaban buscando algún lugar para la expedición. ¿Podría ser Venezuela? Pero los guerrilleros ya estaban disparando sus últimos tiros. El movimiento en Guatemala era muy débil, lo mismo que el peruano. Estaba pensando en Brasil y Argentina. Brizola37 quería participar en todo esto.

Cuando el Che se enteró que yo no quería apoyar el plan de la guerrilla, se fue a Bolivia para tomarme a mí y al PCB por sorpresa y obligarnos a entrar a la acción. Estaba seguro de que yo quería ser líder y pensaba usarlo. Fidel (tras nuestra plática en Cuba) le envió el telegrama: « Monje va a Bolivia con la cabeza llena de fantasías ».

P. – En su diario el Che escribió que había pedido no comunicar nada a los dirigentes del Partido Comunista de Bolivia, pero en otra parte afirmaba: « Estamos internacionalizando la lucha a pesar de la actitud de Estanislao (Monje) ». ¿Significa, entonces, que Usted sabía los pormenores del proyecto y que contaba originalmente con su apoyo?

R. – Yo estaba preocupado porque no sabía dónde se encontraba el Che. El CC del PCUS tampoco disponía de información. El jefe del Departamento Internacional del Comité Central, Boris Ponomariov, me preguntó si yo sabía dónde se encontraba Ernesto Che Guevara. Le contesté que estaba enterado de que antes había ido a África, pero había salido ya y luego se perdió de vista.

Los cubanos nos participaron su asistencia a la Conferencia Tricontinental38 y enviaron una delegación de tres personas. Nos llegó la información de que Zamora recibió invitación también, pero no le limitaron en cuanto a la cantidad de delegados. No podía creerlo e intentaba averiguar si era cierto, no logré hacerlo.

De cualquier modo fui a la Tricontinental. Había que organizar un grupo de bolivianos para estudiar la experiencia cubana y quitarle la iniciativa a Zamora. Para que los cubanos vieran que nosotros, los dirigentes del PCB, también estábamos buscando varias opciones.

Durante la Conferencia Tricontinental Fidel me preguntó sobre mis planes. Le respondí que siempre había posibilidad para rebeliones cuando se agudizaban las divergencias. Yo mismo había participado en dos levantamientos exitosos. Le comuniqué a Fidel que ya disponía de un grupo para entrenamiento militar.

Manuel Piñeiro me dijo después que la actitud mía no le agradaba a Fidel: « ¿Porque no quieres una guerrilla? ¡Piénsalo bien! ». Sabía que los cubanos no me dejarían salir si no participaba en su juego y le dije a Manuel Piñeiro que iba a ver qué era posible hacer. Yo mismo solicité participar en la instrucción militar para demostrar que estaba dispuesto a la lucha.

Mientras tanto pedí que Ramiro Otero39 regresara de Praga y le envié al CC del PCB: « Avisa a la dirección que los cubanos están preparando una guerrilla en Bolivia ». El Buró Político no me creyó y pensó que era un pretexto para quedarme en Cuba. El CC del PCUS en Moscú tampoco confiaba a mis advertencias. ¿Qué tendría que hacer?

Fidel me invitó a emprender un viaje por el interior de Cuba, y mientras estábamos en el avión me contaba cómo habían combatido a las tropas de Batista y demostraba los lugares del combate desde arriba. Entendí que me estaba probando. Le recordé que Bolivia había tenido una larga tradición de insurrecciones populares y que dadas las condiciones de la dictadura militar, era posible que surgiera una nueva. Dije a Fidel: « Si hay algún levantamiento tendremos la posibilidad de tomar el control de la situación. No quiero una guerra civil, prefiero buscar una salida electoral. En ese caso nosotros saldríamos fortalecidos ».

Fidel de nuevo me preguntó: « ¿Qué piensas hacer? Te pido un favor. Sabes, siempre te conocí como un buen internacionalista. Francamente quiero agradecer toda tu ayuda, y ahora sale que un amigo común quiere regresar a su patria. Su carácter y calibre revolucionarios son indudables y nadie podría impedir que vuelva. Él piensa que el mejor lugar por donde pasar es Bolivia. Te pido ayudarle. Podrás hacerlo, siempre ayudabas a la gente ».

« Está bien, lo haré ».

« Escoge la gente, dijo Fidel que le acompañaría hasta la frontera. Si tú y el Partido no están en contra, le podrían acompañar también después de la frontera ».

Nunca pronunció el nombre del Che, sin embargo, entendí de quién se trataba.

Ya imaginaba, por cierto, dónde podría estar el Che. Recuerdo que uno de los dirigentes cubanos me preguntó, para averiguar qué tan informado estaba yo: « ¿Sabes dónde se encuentra ahora el Che?». Le respondí en seguida: « Supongo que debe estar en el país africano cuyo nombre empieza con « C ». Me dijo enojado: « ¡Cabrón! ». Y entendí que adiviné de manera correcta: el Che estaba en Congo.

Fidel confirmó otra vez: « No vamos intervenir en los asuntos interiores de tu país. Ocúpate de tus cosas, y te ayudaremos. Espero que me digas los nombre de la gente ahora y que me comuniques cuantos serían ». Le respondí: « No serían más que tres o cuatro personas. De los que están ahora conmigo: Coco Peredo, Loro Vásquez Viaña, Julio Méndez (El Ñato) y Rodolfo Saldaña ».[40] Fidel anotó los nombres y dijo: « Eso es todo ». Así, nuestra plática se terminó.

Le creí y dije a Humberto Ramírez (el secretario del CC del PCB):[41] « No hay de qué preocuparse, no habrá nada en Bolivia ».

Regresé a Bolivia en julio de 1966 algo enojado, porque mi posición en la dirección del PCB estaba debilitándose. Las elecciones en el PCB estaban aproximándose y empecé a prepararme. Los cubanos me solicitaron buscar un lugar para que se reuniera la gente, entonces decidí comprar una granja. Coco, Loro y Saldaña encontraron una « base » cerca de la frontera con Argentina. Era buena porque estaba en la frontera con Argentina, sin embargo, tras el fracaso de Masetti, la policía estaba vigilándola.

Imagen 5. Campamento en Ñancahuazú, Bolivia.
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Por accidente, encontré en la calle de La Paz un hombre de bigotes, a quien reconocí inmediatamente: era Regis Debray.[42] Comuniqué esto al Secretariado del PCB. Entendí que Debray estaba cumpliendo la tarea de los cubanos y que La Habana quería engañarnos. Envié algunas personas a diferentes regiones para averiguar si gentes extrañas aparecieron allá. A Debray le vieron en La Paz, en Santa Cruz no detectaron a nadie, en Cochabamba vieron a alguien parecido a Debray.

Llamé al cubano:[43] « ¿Que está haciendo Debray acá? ». – « No lo sé, estuvo en Cuba, pero no tengo ni puta idea de que está haciendo en Bolivia ». Le respondí: « Ustedes quieren violar nuestro acuerdo, ¡pero en Bolivia no habrá una guerrilla! Estoy en contra y comunicaré todo a los dirigentes del partido. La historia les condenará ». Todo eso ocurrió en septiembre de 1966.

Un poco antes, en el Pleno del CC del PCB, tomamos la decisión de participar en las elecciones; yo personalmente estaba en contra por considerar que de esa manera estábamos legitimando el régimen del general Barrientos,[44] al mismo tiempo entendía que abstenerse de las elecciones significaba acercarnos a la guerra de guerrillas. No podía, obviamente, decirlo abiertamente, por eso tuve que apoyar públicamente la idea de ir a las elecciones. Las circunstancias convierten a algunas personas en rehenes. A veces podemos hacer lo que queremos, pero no más que la mitad de lo que queremos. Lo demás lo determinan las circunstancias.

P. – Está bien, Ud. tenía sus razones para no apoyar la guerrilla en Bolivia, sin embargo era obvio que militantes jóvenes del PCB no compartían su punto de vista.

R. – Todo dependía fuertemente del factor personal. Inti (Guido Peredo, miembro del CC del PCB),[45] era una persona fuerte y seria y estaba siempre en contra de la idea de una guerra de guerrillas. Apenas le enviamos a La Habana, su hermano Roberto (« Coco ») me advirtió: « Inti es una persona de cierto temperamento, puede cambiar su punto de vista en cualquier momento, y, obviamente, en ese caso le apoyaré a él ».

Luego Coco me contó cómo Inti había sido convertido en un guerrillero: « Hemos encontrado en el hotel al hombre de quien nos había hablado Fidel. Nos preguntó: « ¿Saben quién soy? ». – « No. ¿Es usted uruguayo? ». Entonces él se quitó los dientes falsos y su peluca, tomó una pipa y ‘oscureció’ sus mejillas. « ¡Eres el Che! ». Guevara nos preguntó: « Inti, ¿irías conmigo? Pediré a Mario que te deje ir ». Así perdí a mi amigo. Coco me comunicó que el Che quería hablar conmigo: « Te espera. Te necesita. Piensa iniciar la lucha acá para formar un núcleo guerrillero y entrenar a la gente. El ejército guerrillero crecerá ». Me indigné fuertemente: « Estoy en contra de gente ajena a la cabeza de nuestra guerrilla. Aunque hubieran sido Lenin o Marx ». Coco también se enojó: « ¿Quién eres? ¿Qué has hecho? Y el Che ya ha triunfado en Cuba. Tiene su plan, su organización y dispone de gente ». – « Coco, imagínate que tienes problemas con tu esposa. Y yo, amigo tuyo, vengo a tu casa y te digo: ‘¿No sabes qué hacer?’ Y empiezo a enseñarte ocupando tu espacio en la cama. ¿Te gustaría? Pues es lo mismo ». Pero ya no me estaba escuchando. Cualquier joven haría lo mismo estando en su lugar.

P. – ¿No intentó Ud. esclarecer el asunto con Fidel Castro?

R. – Claro que sí. Enviamos a los hermanos Peredo a Cuba precisamente para eso. Luego fui yo acompañado por Simón Pérez.[46] Y Fidel estuvo de acuerdo en que la revolución boliviana debía ser dirigida por los bolivianos. Propuse convocar una nueva conferencia comunista continental para plantear todos los asuntos y discutirlos. « No lo voy a hacer, me dijo Fidel no seas fastidioso. Oye, ¿y porque no hablas de eso con tu amigo? Habla con el Che. Si él está de acuerdo, tampoco lo voy objetar ».

« ¿Y dónde está? ¿Cuándo podemos vernos? ». Fidel se alejó de mí para preguntar a otra persona (que yo también conocía): « ¿Dónde se encuentra Ramón? ». Esa otra persona en voz baja le respondió: « Cerca de Ñancahuazú ». Lo escuche y otra vez pregunté a Fidel: « ¿Cuál será el lugar del encuentro, dentro o fuera de Bolivia? » Fidel dijo: « Fuera de Bolivia, pero en la frontera ». Pero entendí que me estaba mintiendo.

En aquel momento creía que Fidel y el Che pensaban lo mismo. Pero cuando leí una noticia en « Granma » sobre una gran ayuda económica de la URSS a Cuba, dije: « El asunto está claro. Fidel es un político pragmático y necesita mucho esa ayuda. Estará al lado de la URSS ».

Regresé a Bolivia y me contaron que nuestra gente empezaba a desaparecer. Tras platicar con Kolle decidí convocar el Pleno del Comité Central del PCB en dos semanas, o sea entre el 8 y el 10 de enero. Y en ese momento Coco me comunicó la propuesta del Che sobre una plática.

P. – ¿Fue su último encuentro con el Che?

R. – Sí, este encuentro fue descrito en el Diario de Bolivia.

Tomé el pasaporte extranjero (por si la cita fuera en la frontera), una pistola y salí. Estuve operando de manera legal, entonces mi viaje no era oculto. A todos los dirigentes de las locales del PCB por el camino explicaba la dirección de mi viaje para que supieran dónde buscarme por si acaso. En Camiri dije al militante del partido para que vigilara a dónde me llevaba el coche, para que se comunicara a La Paz si no regresaba en 48 horas.

Cuando ya estuve en la Casa de Calamina vino Inti, y solo entonces apareció el Che. Habíamos cambiado un par de frases generales. Inti me advirtió: « Su plática será histórica. Él apuntará cualquier palabra en su libreta ».

Como a la diez fui a hablar con el Che. Él empezó la conversación: « Desde hace mucho quería hablar contigo. Pero antes que todo debo decir ciertas palabras. Discúlpanos, Mario: te hemos engañado. Yo había pedido a Fidel que hablara contigo. No tiene la culpa. La responsabilidad es mía, él te planteó lo que yo quería, pero ambos teníamos el criterio de no comunicarte ningún plan nuestro. El Papi, el cubano con quien habías hablado acá, es militar y no podía violar el orden recibido. Habíamos ayudado a Oscar Zamora, pero éste resultó ser un cacho de mierda incapaz de cumplir su palabra ». Me aseguró que no iban a enlazarse con los militantes y ex-militantes con simpatías pro-chinas.

Luego reflexioné mucho sobre todo lo que me dijo el Che. ¿Qué tenía que ver con el internacionalismo proletario y con el marxismo?

Coco me declaró: « Ramón no está cuestionando tu posición como líder del PCB. Sólo quiere ser dirigente militar ». Luego, cuando ya hablaba con el Che, entendí bien su plan. Y comprendí de manera perfecta que sería incapaz de dirigir a la gente fiel personalmente al Che.

El Che me propuso quedarse con ellos y encabezar la revolución, yo, por mi parte, exigí más información. Él me habló de la Revolución en América Latina, de preparar la gente en Bolivia. Afirmaba que el ejército boliviano era débil, que podían entrenarse allí los equipos que iban a hacer la revolución en el Perú, en la Argentina. Y el Partido Comunista nuestro podría ayudar en este sentido. Yo le comente: « el ejército puede ser débil, pero va a aprender. Uds. podrán darles golpes iniciales pero ellos les darán golpes después ». Me dijo: « Eres un cobarde ». Yo le dije: « ¿tú eres suicida? ».

« Tú debes ser el líder de la revolución en Bolivia, decía el Che yo sólo seré el dirigente militar. Tu proyecto del levantamiento urbano es lo mismo que acechar por las nubes, mientras yo dispongo del plan de actividades concretas. Tú solo estás perdiendo oportunidades y tiempo ».

Así inició la discusión: « Ahora bien, imaginemos que soy el líder de la revolución y tú solo te ocupas de cosas militares. Pero desde que empieza el combate, el comandante militar se convierte en un líder, mientras el líder político sólo se limita a ser consejero al modo del presidente cubano Dorticos47 en la presencia de Castro. Entonces, ¿quién seré? Efectivamente, ¡tú serías el mayor dirigente! Voy a retirarme de la dirigencia del PCB para ocuparme de toda esa cosa. Todo debe ser bajo el control del partido ». Habíamos hablado durante cuatro horas. Le dije finalmente: « No puedo estar de acuerdo con tu actitud. Te voy a decir francamente: debo ser el líder número uno. ¡Y punto! Te guste o no te guste ». El Che, a su vez, me dio de entender que no cedería en cuanto al mando militar. Le advertí que iba a transmitir todo a la dirección del partido y que sería el partido el que diera su última palabra.

Imagen 6. Coco (Peredo Leigue), Julio Méndez (El Ñato), Loyola Guzmán e Inti Peredo Leigue en Bolivia.
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Los cubanos no sacaron conclusiones correctas de lo ocurrido en Cuba. En la isla habían tenido una lucha en contra de la típica dictadura latinoamericana, era la lucha democrática y patriótica. No hablaban sobre el socialismo, porque no pensaban en el socialismo. América Latina e incluso los Estados Unidos eran solidarios con ellos, la reacción de la prensa y la televisión lo revelaba claramente. A fin de cuentas, toda la historia acabó con el triunfo castrista. Sin embargo, el foco guerrillero del Che era socialista y era muy obvio. Pero el socialismo requiere otras condiciones y otros modos de luchar. El Che no tenía ni un chance para ganar.

Cabe notar, que la lucha armada en Bolivia podría llegar al triunfo. Les daré dos ejemplos desconocidos por el Che.

El primer ejemplo tiene que ver con la Guerra de Independencia. Bolivia (el Alto Perú) era parte del virreinato español. Los rebeldes argentinos entraron a Bolivia para acabar con el dominio español. Una vez, en la noche, las dos tropas estuvieron frente a frente. Sin embargo, nadie combatía en la noche. Los argentinos vieron a los indígenas en las montañas y estaban seguros que eso significaba un triunfo eventual, porque los indígenas les ayudarían. No obstante, los aborígenes prefirieron solo observar. En la mañana los españoles derrotaron a los rebeldes argentinos. Cuando los españoles se fueron, los indígenas habían bajado de las montañas para juntar las armas. Y solamente después iniciaron su guerrilla en contra de los españoles.

El segundo ejemplo ya se refería a nuestra época. Una vez el Partido Comunista de Bolivia había enviado un militante de la ciudad al campo para distribuir volantes. La policía le sacó fuera del pueblo y los pobladores locales no lo objetaron. Entonces hemos buscado a otro comunista, originario de este pueblo. Era tímido y le daba miedo hacer su trabajo, estaba distribuyendo volantes de manera muy cuidadosa para que nadie lo viera. Y la gente local le dijo: « No tengas miedo, ¡hazlo de manera abierta! ». Cuando vino la policía, los pobladores rechazaron entregar al agitador diciendo: « Es de los nuestros ». Obviamente, no significaba que iban a votar por el PCB, pero por lo menos le escuchaban.

Le dije al Che: « Antes de intentar levantar a la gente, mira el color de sus manos. Solamente seguirán a alguien de los suyos. Si fuera contigo y les contara sobre transformaciones mágicas, me escucharían, porque soy como ellos, está bien, casi como ellos. Pero si viniera un indígena de su pueblo y me dijera « ¡Mientes! », ellos le creerán a él.

Cuando hablaba con los militantes bolivianos sentí que estaban bajo presión muy fuerte. Les dije: « Están actuando en contra de la línea del partido y de acuerdo con la línea de los cubanos. Pero si quieren, quédense. No habrá ninguna medida represiva, pero a nombre del partido no actúan. Es mi obligación comunicar todo a la dirigencia del partido ». Méndez48 levantó la mano y vi que quería decir que estaba con el partido. Le dije: « Cállate, que ellos hablen ». Los demás se expresaron por la guerrilla. Entonces dije: « Méndez, eres la única persona entre ellos que conoce el bosque. Debes quedarte para ayudarles. Pero toma en cuenta que es casi seguro que morirás ». Me contestó: « Esta bien, me quedo. Si lo dice Usted, si lo quiere el Partido, me quedo ».[49] En la mañana del 1 de enero Inti me preguntó: « ¿Cuál es tu decisión final? ». – « Mi opinión no ha cambiado. No permitiré reclutar a la gente de dentro del Partido ».

Me acerqué otra vez al Che: « Me voy ». Che: « ¿Te vas como amigo o como enemigo? » – « Depende de ti ». – « Mario, quédate con nosotros ». – « No quiero morir con tu grupo ». – « Podrías ir a Cuba con tu familia ». – « No, mi familia queda conmigo, en Bolivia ». « ¿Estás seguro que todo estará mal con nosotros y que nos van a matar? ». – « ¡Sí, estoy convencido! Lo único que te puedo recomendar como amigo es que te vayas, porque acá te matarán. No voy a ser un obstáculo en tu camino y me voy a alejar de la dirección [del PCB]. Como amigo, te deseo los mayores éxitos. Si triunfaras, puedes encontrarme y fusilar. Entonces diré: ‘¡Muera el marxismo-leninismo! ¡Viva el guevarismo o fidelismo!’ Pero ahora te digo que te vayas ».

Ellos comenzaron a discutir si me dejarían ir o no. Pero el Che dijo firmemente que me había garantizado la seguridad personal. Durante todo el día, mientras esperaba el carro, todavía estaba yo reflexionando. Pero luego fui y todo lo conté al Partido. Inicialmente no me creían, pero conté todo, sin decir los nombres. Que ellos, los guerrilleros, hablen por sí mismos.

P. – ¿El Che perdió porque escogió mal el momento y el país? ¿O tenía que ver con su teoría?

R. – Yo creo que toda su teoría era errónea, aunque vimos ejemplos brillantes de gente revolucionaria y honesta como Camilo Torres y Carlos Marighela. El canto final de la guerrilla lo hemos escuchado en el Perú cuando fue encarcelado el dirigente de « Sendero Luminoso », Guzmán.[50]

P. – ¿Hoy día, no se arrepiente de su rechazo a ayudar a Che Guevara?

R. – En el libro escrito por el periodista e historiador ruso Alexeev El condotiero humilde. El fenómeno de Che Guevara51 se afirma que rechacé la guerrilla por ser nacionalista. Pero no estoy de acuerdo, no tenía que ver ni con nacionalismo, ni con patriotismo. Era y soy hombre de hechos concretos. Y el plan guevarista estaba destinado a ser derrotado desde el inicio.

Notas:

[1] Víctor L. Jeifets, Dr. en Historia, Universidad Estatal de San Petersburgo.

[2] Lazar S. Jeifets, Dr. en Historia, Universidad Estatal de San Petersburgo.

[3] Rodríguez, Félix I. y John Weisman. Guerrero en la sombra. New York: Simon & Schuster, 1989.

[4] El Diario del Che en Bolivia. Noviembre 7, 1966 a Octubre 7, 1967. La Habana: 1968. Las fotocopias del diario del Che Guevara fueron entregadas de manera ilegal a La Habana por el ministro del interior de Bolivia Antonio Arguedas y luego fueron publicadas simultáneamente por una editorial cubana, la editorial Maspero en Francia, la editorial de Feltrinelli en Italia y la revista « Ramparts ». El « Diario de Bolivia » fue publicado también en ruso en el suplemento a la revista Novoie Vremia (18 de octubre de 1968).

[5] A finales de 1992, Monje Molina fue también entrevistado por el periodista ruso Leonard Kosichev y fragmentos de aquella entrevista fueron publicados en ruso en la revista académica Latinskaia Amerika, aunque tampoco recibió mayor difusión.

[6] Lee Anderson, Jon. Che Guevara. Una vida revolucionaria. Barcelona: Emece Editores, 1997.

[7] Se trata de la revolución de 1952, encabezada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro.

[8] La ley sobre reforma agraria fue aprobada el 2 de agosto de 1953 y establecía la prohibición del peonaje. Al mismo tiempo, establecía la entrega de tierras a los campesinos (fueron los terrenos de grandes latifundios) y la fundación de cooperativas agrícolas. Durante 24 años los campesinos tuvieron que pagar esas tierras (con 2% de los intereses anuales). Según los datos oficiales, para 1964 el gobierno entregó 5.6 millones de hectáreas a 158 mil familias.

[9] La Reunión de representantes de 81 partidos comunistas y obreros fue convocado en Moscú con el objeto de discutir los asuntos clave de la situación internacional y de la lucha por la paz, democracia, la soberanía nacional y el socialismo (10 de noviembre – 1 de diciembre de 1960).

[10] Padilla Rush, Rigoberto (1929-1998). Participó en la huelga bananera de 1954. Fue tres veces detenido en Honduras y tuvo que pasar 17 años en el exilio en Cuba, Nicaragua, Bulgaria y la URSS. Durante más de 20 años fue secretario general del Partido Comunista de Honduras. Participó en las actividades de los grupos de la guerrilla hondureña en los 1980’s. Tras regresar a Honduras del exilio fue miembro de la Comisión Política del partido de la Unificación Democrática.

[11] Peredo Leigue, Roberto («Coco») (Cochabamba, 1938 – Quebrada de Batán, 1967). Político y guerrillero boliviano. Fue militante de la Liga de Jóvenes Comunistas de Bolivia, desde 1951 militaba en el PC de Bolivia. Visitó a Cuba en 1962 y 1966, en 1964 y 1965 estuvo dos veces en la URSS. Entre 1963 y 1964 participó en la red de apoyo al Ejército Guerrillero del Pueblo encabezado por Jorge Masetti en Argentina (en la frontera con Bolivia). Miembro del grupo guerrillero del Che en Ñancahuazu en 1966-1967. Nominalmente fue el comandante del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia. Cayó en un combate con la tropa gubernamental.

[12] El Partido Socialista Popular de Cuba no participó en la preparación del asalto a Moncada el 26 de julio de 1953 y tampoco en la organización de guerrilla castrista. Sin embargo, varios miembros del PSP estuvieron entre los dirigentes del Movimiento 26 de julio (por ejemplo, Raúl Castro). Este hecho no frenó las represiones de la dictadura de Batista en contra de los militantes del PSP. El partido estaba organizando una lucha clandestina en contra del gobierno batistiano en las ciudades; más tarde envió sus representantes al Ejército Rebelde (Carlos Rafael Rodríguez y Jorge Risquet Valdéz y otros) y fundó su propio destacamento en Las Villas bajo el mando de Félix Torres, que estaba colaborando con la columna del Che Guevara.

[13] Roca Calderio, Blas (Francisco Wilfredo Calderio) (24.7.1908, Manzanillo-25.4.1987, La Habana). El Secretario General del CC del Partido Comunista de Cuba (1933-1940), de la Unión Revolucionaria Comunista (1939-1944), del Partido Socialista Popular (1944-1961)/ Miembro de la Dirección Nacional y del Secretariado de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (del Partido Único de la Revolución Socialista de Cuba) (1962-1965). Miembro del Secretariado del CC del PCC (1965-1975), encargado por el Departamento de los órganos estatales y jurídicos. Miembro del Buró Político y del Secretariado del CC del PCC (1975-1980), del Buró Político del PCC (1980-1986), del CC del PCC (1986-1987). Presidente de la comisión para la elaboración del borrador de la Constitución de la República de Cuba. Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, vice-presidente del Consejo Estatal de Cuba desde diciembre de 1976 a 1987.

[14] Escalante Dellunde, Aníbal, «Antonio Escobedo», «José Cid», «Antonio», (1909 -11.8.1977). Cubano, hijo del capitán del Ejército Libertador Aníbal E. Beaton. Junto con su padre tomó parte en el Movimiento de los veteranos y patriotas (1924). Estudiante en la Facultad de derecho de la Universidad de la Habana, fue expulsado de la Universidad (05.1927). Abogado. Participó en la preparación del movimiento armado contra el gobierno de G. Machado (1931). Miembro del PCC (1932), del CC del PCC (1934) y del CC y BP del PCC (1935). Miembro del CE de la Liga Antiimperialista de Cuba. Trabajó como organizador de las secciones del PCC en la provincia de Santa Clara, después fue enviado al Oriente con el objetivo de organizar el trabajo sindical y del partido entre los obreros azucareros. Dirigente de la Sección de Agitación y Propaganda del CC del PCC. Instructor del CC del PCC en Guantánamo, desde 1934, instructor del CC en la Habana, miembro del Buró de organización del CC, maestro en la escuela del partido, secretario del Comité del PCC de La Habana. Representante del PCC ante el CEIC (1936-1937). Miembro del Presídium del I Congreso Nacional Extraordinario del PC de México (19-24.03.1940) en el cual H. Laborde y V. Campa fueron expulsados del PCM. Participó como informante sobre Cuba y el mundo en la II Asamblea Nacional del PSP (1944). Diputado del PSP en la Cámara de Representantes de Cuba (1948). Miembro del Consejo Editorial de la revista Fundamentos [1948]. Director del periódico Noticias de Hoy [1951, 1953]. Al mismo tiempo fue director de la Empresa «Noticias de Hoy, S.A.». Secretario general del PSP en funciones, en el tiempo de ausencia de B. Roca [1953]. Miembro del CE, vicesecretario de actas del CN del PSP (1952). Representante del PSP en el XIX Congreso del PCUS (1952). Miembro del CE del PSP, secretario ejecutivo del PSP (1960). Fue delegado del PSP a la conferencia de los 82 partidos comunistas y obreros (Moscú, 1960). Miembro de la dirección de Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y su secretario de organización (1962). Fue expulsado de la dirección de ORI por «sectarismo» (26.3.1962). Recibió permiso para salir a la URSS; en 1962-1964, vivía en Praga (Checoeslovaquia). Fue condenado a 15 años de cárcel por el Tribunal Revolucionario en el proceso de la «microfracción» (1968). Tras su liberación anticipada, fue director de una empresa ganadera en el Sur Este [1977]. Autor del folleto Un año de revolución (La Habana, 20 de enero de 1960) y En torno a la vida de Osvaldo Sánchez (La Habana, 1962).

[15] Miembro del Presídium del CC del PCUS, primer suplente del Consejo de Ministros de la URSS. Anastas Mikoyan visitó a Cuba en febrero de 1960 por la invitación de Fidel Castro para participar en la inauguración de la exposición soviética.

[16] El grupo de Héctor Béjar. En 1963, sus participantes fundaron el Movimiento del 15 de mayo que se fue transformado en el Ejército de Liberación Nacional del Perú.

[17] Calcines, Ramón. Dirigente de obreros azucareros en Las Villas, militante prominente del PSP. Tras la creación de las ORI, fue miembro del Secretariado de las Organizaciones Revolucionarias Integradas de Cuba.

[18] Piñeiro Lozada, Manuel («Barbaroja») (1934-1998). El comandante del Ejército Rebelde. El jefe del Departamento del personal de la Inspección de la Dirigencia del Segundo Frente, comandante del estado mayor del Segundo Frente. Ayudante de Raúl Castro (1959). Comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en Oriente, vice-ministro, y primer vice-ministro de gobernación de Cuba. Miembro del CC del PC de Cuba desde 1965, director del Departamento de Américas del CC del PCC que coordinaba los enlaces con los movimientos revolucionarios de América Latina. Murió en un accidente.

[19] El militante del PCB Julio César Méndez Korné (El Ñato) junto con sus compañeros Orlando Jiménez y Loyola Guzmán estaban organizando por encargo del PCB la red de puntos de apoyo al grupo de guerrilleros peruanos. Todo esto fue supervisado por el miembro del CC del PCB Luis Tellería. El Ñato en 1967 era parte del destacamento guerrillero del Che en Bolivia.

[20] Codovilla, Victorio (1894, Italia – 1970, Moscú). Comunista argentino de origen italiano. Miembro del Partido Socialista de Italia desde 1911, en 1912 emigró a Argentina donde ingresó en el PS local. Uno de los autores de la ruptura en el PSA y uno de los fundadores del Partido Socialista Internacional (desde 1920 – el Partido Comunista de Argentina). Miembro del CC y del Ejecutivo del CC del PCA desde su fundación. En 1926-1928 fue representante del PCA ante el Ejecutivo de la Comintern, en 1928-1930 encabezaba el Buró Sudamericano de la Comintern. En 1941-1963 era secretario del CC del PCA, desde 1963 fue presidente del partido. Le consideran uno de los promotores principales de la línea de Moscú dentro del comunismo latinoamericano.

[21] Arismendi, Rodney (1913, Río Branco, Uruguay – 1989, Uruguay). Prominente comunista uruguayo. Miembro del PCU desde 1931. En 1936—1939 fue secretario de la Federación de la Juventud Comunista del Uruguay, miembro del Comité Distrital del PCU en Montevideo. Desde 1937 fue miembro del CC del PCU. En 1940-1941 fue editor en jefe del periódico del PCU: Justicia, en 1941-1944 fue editor responsable del Diario Popular. Desde 1944 fue miembro del Ejecutivo del CC del PCU. En 1946—1950 fue secretario del Comité Departamental del PCU de Montevideo. En 1951—1955 fue secretario del Comité Nacional del PCU, desde julio de 1955 a octubre de 1955 fue secretario general del CN del PCU. Desde octubre de 1955, tras un golpe dentro del PCU, fue primer secretario del CC del PCU (siguió en ese puesto hasta 1987, cuando fue designado presidente del CC del PCU). En 1971 fue uno de los fundadores del Frente Amplio, una coalición de izquierda. Desde 1956 fue editor en jefe de la revista teórica del PCU Estudios. Desde 1946 fue diputado del parlamento uruguayo. Durante la dictadura encabezaba la dirección clandestina del PCU, en mayo de 1974 fue detenido y en enero de 1975 le expulsaron a la URSS. Vivió en la URSS hasta el fin de la dictadura y restablecimiento de democracia en su país. En 1989 fue electo senador por el Frente Amplio, sin embargo murió antes de asumir el cargo.

[22] Debray, Regis (nació en 1940 en Paris). Filósofo y político francés, discípulo del filósofo famoso Louis Althusser. En 1965 viajó a Cuba. Autor del libro ¿Revolución en revolución? donde sustentaba las tesis de la teoría guevarista del ‘foquismo’. En abril de 1967 fue detenido por las autoridades bolivianas junto con el argentino Ciro Roberto Bustos. Fue condenado a 30 años de la cárcel por entrada ilegal al país, organización de motín y asesinato, sin embargo, cuatro años después fue liberado bajo la presión de Francia y de la campaña de protesta internacional. Luego vivió en Chile y fue una persona cercana al presidente socialista Salvador Allende. En 1973 regresó a Francia y se ocupó de periodismo, literatura y política. Era cercano al socialista Francois Mitterand, quien, tras ser electo como presidente en 1981, designó a Debray al puesto del consejero en asuntos internacionales. En 1984—1985 fue secretario general del consejo gubernamental para el Sur del Pacífico. En 1992 abandonó el servicio estatal y reinició su actividad literaria. Desde 1999 es profesor de sociología en la Universidad de Lyon.

[23] Zamora Medinaceli, Oscar («Motete», «comandante Rolando» (nació el 20 de enero de 1934 en Tarija). Abogado y político boliviano. En su juventud fue militante estudiantil y comunista. En 1954-1958 fue secretario ejecutivo de la Federación Universitaria de Tarija, fue fundador y dirigente de la Unión de Juventud Comunista de Bolivia. Secretario ejecutivo de la Confederación Universitaria Boliviana. En 1961-1964 trabajaba en la Unión Internacional de Estudiantes en Praga. En aquel entonces estableció enlaces fuertes con los comunistas chinos. Tras regresar a Bolivia fundó junto con R. Ruiz González y L. Arratia la fracción pro-maoísta dentro del PCB. En agosto de 1964 junto con otros miembros de esa fracción fue expulsado del PCB y en 1965 fundó el Partido Comunista (marxista-leninista) de Bolivia. Fue parte de la delegación boliviana en la Organización Latinoamericana de Solidaridad en enero de 1966, sin embargo fue expulsado de Cuba. Pero los contactos entre Zamora y los cubanos no estaban rotos. En la introducción a la edición cubana del « Diario de Bolivia », Fidel Castro criticó severamente a Zamora por su incapacidad de apoyar a la guerrilla del Che en 1967. Zamora respondió públicamente a Fidel diciendo que el Che había acusado al mismo Castro de traición y que el plan de participación del PC(ML)B en la lucha armada había sido discutido previamente en Cuba, pero a ellos no les avisaron sobre la llegada del Che. Además, acusó a Castro de reunirse con los ‘revisionistas’ en la Conferencia Comunista Latinoamericana.

En los 1970 dirigió la guerrilla pro-maoísta « La Unión de Campesinos Pobres » (UCAPO) en Santa Cruz. Fue detenido y expulsado a Argentina. Tras regresar a Bolivia se declaró ser « social-demócrata » y partidario de la lucha parlamentaria. Fundador y presidente del Frente Revolucionario de Izquierdas. Varias veces fue electo senador, en 1986 fue presidente del Senado. Fue alcalde de Tarija (1987-1989, 1994-1997). En 1989-1992 fue ministro de trabajo de Bolivia. En 1993 fue candidato a la vice-presidencia (en la fórmula de Hugo Banzer que hace tiempo había acabado con el grupo guerrillero de Zamora). Fue designado embajador de Bolivia en China, pero pronto renunció para participar en las elecciones de 2002. A inicios del siglo XXI fue prefecto del departamento de Tarija. En 2002 fue electo de nuevo al Senado, en 2006 fue electo miembro de la Constituyente de Bolivia, pero renunció en 2007 por cuestiones de salud.

[24] Teitelboim Voloski, Valentin (seudónimo Volodia Teitelboim) (1916, Chillán – 2008, Santiago de Chile). Escritor y poeta, político chileno, secretario general del PC de Chile. Miembro de la Juventud Comunista desde 1932, miembro del PCCH desde 19356. Delegado al Congreso Mundial de Juventud para la defensa de la Paz (Vassar College, 1938). Durante las represiones anticomunistas en la presidencia de González Videla dirigía el periódico comunista El Siglo. En 1956 fue detenido y enviado al campo de concentración Pisagua. Desde 1961 fue diputado del parlamento chileno, desde 1965 fue senador. Tras el golpe de estado de Pinochet fue desaforado y tuvo que pasar a la clandestinidad, luego emigró a la URSS. Miembro de la dirección extranjera del PCCH. En 1987 regresó de manera clandestina a Chile, en 1989 encabezó el Partido Comunista. Autor de varias obras literarias. En 2002 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura.

[25] Piñera, Arnaldo. Miembro del PC de Argentina y de su Comité Central. Era responsable de las relaciones internacionales de su partido entre 1960 y 1976. En 1998 fue autor de Utopía inconclusa del Che Guevara.

[26] Kolle Cueto, Jorge (nació el 20 de abril de 1930 en Zudañes, depto. Chuquisaca, Bolivia- 2007). Maestro de oficio. Miembro del PC de Bolivia desde 1950. Desde 1954 fue miembro del CC del PCB. El segundo secretario del CC del PCB. En 1968 ocupó en vez de M. Monje el puesto del Primer Secretario del CC del PCB y siguió en este puesto hasta 1985. El hermano de Colle Cueto, León, era el general de brigada y comandante de la Fuerza Aérea, partidario del presidente Barrientos. En la reunión en la administración presidencial el 8 de octubre de 1968, León Colle fue la única persona que estuvo en contra del asesinato del Che.

[27] Allende Gossens, Salvador (26.7.1908, Valparaíso – 11.9.1973, Santiago de Chile). Político chileno. Uno de los fundadores del Partido Socialista en 1933, fue electo varias veces suplente del secretario general y secretario general del partido. En 1937 fue electo diputado del congreso chileno. En 1939-1942 fue ministro de salubridad en el gobierno del Frente Popular. En 1945-1970 fue senador, durante algún tiempo ocupaba puestos del vice-presidente y presidente del Senado. Candidato a la presidencia de Chile en 1952, 1958 y 1964 de la coalición de izquierdas. En 1970 fue electo presidente de Chile como candidato del Bloque Unidad Popular. Durante el golpe de estado de 11 de septiembre de 1973 rechazó la demanda de putchistas sobre su renuncia, resistía con armas en la mano y luego se suicidó.

[28] Bravo Mora, Douglas Ignacio (nació el 11 de marzo de 1932 en Cabure, Edo de Falcón, Venezuela). Miembro del PC de Venezuela desde 1946. En 1964 fue expulsado de las filas comunistas. En marzo de 1966 dirigió el Partido de la Revolución Venezolana cuyo brazo armado, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional se fusionó con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Actuaba también en las filas del Frente Guerrillero « José Leonardo Chirinos » en su estado natal. A este frente pertenecieron, entre otros, Teodoro Petkoff y Alí Rodríguez Araque. Participó en los golpes fallidos de estado de 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, fue detenido y luego indultado. Entre los cuadros militares del PRV-FALN más famosos se puede nombrar a Hugo Chávez (formó parte del PRV hasta 1986). En la década de los noventa Douglas Bravo era organizador del Frente Patriótico, la fachada legal del PRV, que estaba en oposición al gobierno de Carlos Andrés Pérez. Tras la salida de Pérez, el FP se desintegró.

[29] Martínez Verdugo, Arnaldo (Pericos, Mocorito, Sinaloa, 12.01.1925-México, D.F., 24.05.2013). Político y líder de izquierda mexicano. Desde muy joven trabajaba de obrero. En 1946 ingresó en el Partido Comunista Mexicano en la Ciudad de México. En 1959 fue elegido miembro del Secretariado del PCM y en 1963 ascendió al puesto del Secretario General del CC del PCM siguiendo en ese cargo hasta 1981. Fue uno de los protagonistas de las negociaciones políticas que en 1978 desembocaron en la primera reforma electoral del régimen que permitió que el PCM obtuviera registro condicionado, pudiera participar en las elecciones de 1979, donde obtuvo 18 diputados de los cuales se desempeñó como coordinador parlamentario. En 1981 dirigió la disolución del PCM y su fusión con otras fuerzas de izquierda que constituyeron el Partido Socialista Unificado de México, el cual lo postuló a la presidencia en las Elecciones de 1982. Posteriormente se unió a las fuerzas que postulaban a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la Presidencia en 1988 y luego al naciente Partido de la Revolución Democrática. Fue diputado federal en 1979-1982, 1985-1988 y 1994-1997. En la gestión de Cuauhtémoc Cárdenas como jefe de Gobierno del Distrito Federal, fungió como delegado en Coyoacán (1997-1999). Era autor de los libros: El PCM: Trayectoria y perspectivas, El Partido Comunista y la reforma política, Crisis política y alternativa comunista y fue coautor y coordinador de Historia del comunismo en México.

[30] Rodríguez, Carlos Rafael (Ciudad de Cienfuegos, Cuba, 23.05.1913-8.12.1997). Egresado de la Universidad de La Habana como Doctor en Derecho Civil y en Ciencias Políticas, Sociales y Económicas (1939). A los 17 años se incorporó a la lucha que libraba el Directorio Estudiantil Universitario en Cienfuegos contra la dictadura de Gerardo Machado, por lo cual sufrió prisión en 1931. En septiembre de 1933 fue miembro del triunvirato que estaba gobernando a Cienfuegos. En 1935 integró el Comité de Huelgas Universitario, que dirigió las luchas estudiantiles. Por estar en desacuerdo con la política ‘entreguista’ del Directorio, renunció a su cargo de Alcalde de Cienfuegos y pasó a formar parte del Ala Izquierda Estudiantil, bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba, organización en la cual militaba desde 1936. Entre 1938 y 1940 codirigió la revista El Comunista. Desde 1939 fue miembro del Comité Nacional del Partido Unión Revolucionaria Comunista, que posteriormente se transformó en Partido Socialista Popular. Fue Ministro sin cartera en el gobierno constitucional de Fulgencio Batista (1943-1944). Ocupaba también cargos directivos en la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales y en la Asociación de Fomento de la Economía Cubana. Como miembro fundador del Partido Socialista Popular (PSP), formó parte de su Buró Ejecutivo Nacional, al que perteneció hasta su disolución en 1960, y de cuyo diario Noticias de Hoy, fue director; fue presidente de la comisión de propaganda del PSP. Vice-secretario del CN del PSP (electo en el VII congreso del partido en 1952). Fue dirigente de la lucha clandestina del PSP contra la dictadura batistiana y en junio de 1958, tras su viaje ilegal por Latinoamérica, el PSP le designó representante del partido ante M-26 y Fidel Castro en Sierra Maestra. En agosto de 1958 coordinaba en La Habana el apoyo a las columnas rebeldes del Che Guevara y Camilo Cienfuegos, tras lo cual regresó a Sierra Maestra. Tras el triunfo castrista fue director del periódico Noticias de Hoy, órgano del Comité Nacional del PSP (1959-1962), miembro de la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas y después de la Dirección Nacional del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (1960-1965), miembro del Consejo de Dirección de Cuba Socialista (1961-1967). Encabezaba el Instituto Nacional de la Reforma Agraria entre 1963 y 1965, luego fue ministro–presidente de la Comisión Nacional de Colaboración Económica y Científico Técnica (1965-1976), entre 1972-1976 fue representante de Cuba en el Consejo de Ayuda Económica Mutua. Encabezaba la delegación del PCC a la Reunión Internacional de los partidos comunistas y obreros en Moscú (1967). Fue viceprimer ministro para el sector de Organismos Exteriores (noviembre de 1972 -diciembre de 1976). Formaba parte del CC del PCC desde su creación en 1965 y del Secretariado del CC (1965-1976), posteriormente fue incluido en el Buró Político del PCC. En 1976 fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y ese mismo año fue electo vicepresidente del Consejo de Estado y vicepresidente del Consejo de Ministros. El hijo de Carlos Rafael, Bruno Rodríguez Parrilla, es el ministro del exterior de Cuba y miembro del Politburo del CC del PCC.

[31] Kan Cheng (1898-16.12.1975) – uno de los dirigentes del PC de China, era también jefe de los servicios secretos del país hasta su muerte. Uno de los principales organizadores de la Revolución Cultural.

Estudiaba sociología en la Universidad de Shanghai. En 1925 ingresó en el Partido Comunista y participaba en sus actividades clandestinas. Estuvo algún tiempo en Moscú como parte de la delegación del PC ante la Comintern o estudiando. Desde 1938 fue miembro del Secretariado del PCC, al mismo tiempo encabezó el servicio de inteligencia del Partido Comunista. Tras el triunfo de Mao en 1949 encabezó el servicio de seguridad estatal. Miembro del Buró Político del CC del PCC desde 1966. Uno de los promotores del personaje de Pol Pot en Cambodia y de su régimen de « Kjmeres Rojos ». En 1980 fue expulsado del PCC post-mortem.

[32] Liu Shaoqui (Hunan, 1898 – Beijing, 1969). Político chino. Presidente de la República Popular China (1959-1968), fue una figura clave en el ascenso al poder del Partido Comunista en aquel país y la consolidación del régimen de Mao, aunque también una de las más señaladas víctimas de la Revolución Cultural llevada a cabo por el líder chino. Recibió formación en la URSS. Tras regresar a China se afilió al PC Chino (1922), contribuyendo a la formación de sus cuadros y ascendiendo rápidamente gracias a su capacidad organizativa: en 1925 fue nombrado presidente de la Federación del Trabajo; en 1927 entró en el CC del partido, y en 1931 fue incluido en el Politburó. Participó en la legendaria Larga Marcha de 1934-1935 y durante esta época llegó a ser considerado el auténtico teórico del Partido, incluso por encima de Mao. Tras la constitución de la República Popular China en 1949, Liu se convirtió en una de las figuras clave del aparato del Partido por su experiencia y capacidad. En abril de 1959 fue nombrado sucesor de Mao al frente de la jefatura del Estado. Junto a Deng Xiaoping, Durante la Revolución Cultural maoísta, en agosto de 1966, perdió su privilegiado segundo puesto en el PC Chino, luego cayó víctima de una campaña de difamación, le calificaron de ser el « Jruschov chino ». En octubre de 1968 fue expulsado de todos los cargos partidarios y en 1969 fue encarcelado. Murió en la cárcel.

[33] Deng Xiaoping (Xiexing, Sichuán, 1904 – Beijing, 1997). Recibió una educación moderna, que completó con estancias en París y Moscú. Tras ingresar en el PC de China en 1924, realizó varias misiones políticas y militares durante la guerra civil en el Sur (1930-1934) hasta que los comunistas hubieron de huir, derrotados por Chang Kai-shek. Participó en la famosa Larga Marcha hasta el establecimiento de una nueva base comunista en Yenan (1934-1936). En ese período se hizo partidario de la línea de Mao Tse-tung. Al estallar la guerra con Japón, era comisario político en el ejército y estableció contactos sólidos con los militares. Miembro del Comité Central del PCC desde 1945, en 1954 fue designado como vice-presidente del gobierno de China comunista y en 1955 se convirtió en secretario general del PCC y miembro del Politburó. Durante la Revolución Cultural fue acusado de practicar política burguesa y fue destituido de altos cargos, obligado a hacer autocrítica de sus « errores ». En 1970 fue enviado a trabajar como obrero fabril. Los cambios políticos en China causados por las peleas entre los grupos en el poder llevaron a la rehabilitación de Deng: fue regresado al CC del PCC y designado viceprimer ministro en 1973. En 1977 se convirtió en el nuevo « hombre fuerte » de China y poco a poco liberalizó la economía china, abriendo espacio para la inversión extranjera y empresarios privados locales. Al mismo tiempo, mantuvo la dictadura política dentro de China y en 1990 reprimió cruelmente la manifestación estudiantil en Tiananmen.

[34] Aragonés Navarro, Emilio (1928-2007). Revolucionario y diplomático cubano. Fue uno de los primeros miembros del Movimiento 26 de Julio y amigo personal de Ernesto Che Guevara. En 1957 comandó el ataque a la base naval de Cienfuegos. Tras el triunfo de la Revolución, fue jefe de Organización y Movilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, siendo clave en el episodio de la invasión de Playa Girón. En 1965 siendo Secretario de Organización del PC de Cuba, viajó al encuentro del Che Guevara que se encontraba desarrollando la guerrilla en solidaridad con los revolucionarios del Congo. Fue designado embajador de Cuba en Argentina en 1973, firmando con Juan Domingo Perón un importante convenio que le posibilitó a Cuba 1.300 millones de dólares. Tras la instauración del régimen militar en Argentina, estaba facilitando el escape de varios argentinos. En 1983 se retiró de la diplomacia.

[35] Los rebeldes congoleses en contra del régimen Joseph Casavubu y Moise Chombe (apoyado por mercenarios extranjeros) solicitaron a Cuba ayudarles, tras lo cual el Che con un gran destacamento de cubanos participó en la guerra en Congo en abril-noviembre de 1965. El núcleo del destacamento fue formado por los militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que eran negros étnicos. El dirigente formal del grupo era el negro Víctor Dreke que antes había entrenado a los combatientes del grupo en Cuba. Entre los militantes del grupo estaban varios participantes famosos de la revolución castrista: José Ramón Machado Ventura (ministro de salud, ahora es el segundo secretario del CC del PC de Cuba), capitán Emilio Aragonés (miembro de la Dirección Nacional del Partido Único de la Revolución Socialista y secretario de organización de la DN del PURSC), el capitán Osmany Cienfuegos (también miembro de la Dirección Nacional del PURSC, ministro de la construcción), el capitán Jorge Risquet Valdés (secretario de organización del PURSC en provincia Oriente), el capitán Aldo Margolles (vice-ministro de interior), el comandante Oscar Fernández Mell (jefe de Estado mayor del Ejercito del Occidente), etc. La presencia de tres de los 16 miembros de la DN del PURSC (Che Guevara, Aragonés y Cienfuegos) es una prueba obvia de la importancia de la operación en Congo para Cuba.

Sin embargo, los voluntarios cubanos no encontraron entendimiento mutuo con los dirigentes locales, sobre todo con Laurent-Désiré Kabila. La operación estaba guardada en secreto absoluto. Más tarde fue publicado un libro de P. I. Taibo II, Félix Guerra y Froilán Escobar, El año que estuvimos en ninguna parte, donde por primera vez fue contada la historia de la epopeya congolesa del Che.

32 años después, en 1997, los rebeldes de Cabila lograron derrocar al régimen de Mobutu, y Cabila se autoproclamó como presidente de la República Democrática de Congo. En 2001 fue asesinado durante un intento del golpe de estado. Su hijo, Joseph Cabila, le siguió en la silla presidencial.

[36] Samora Mashel (1933, Changaan – 19.10.1986). Hijo de campesinos, trabajaba en un hospital de la ciudad de Maputu. En 1936 ingresó en el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO). En 1963 fue enviado por FRELIMO a Tanzania y Algeria para aprender los métodos de lucha guerrillera. Tras regresar desde Algeria fundó en Tanzania el primer campamento de FRELIMO para capacitar a los rebeldes. En 1966 fue designado secretario de defensa de FRELIMO y en 1968 ocupó el puesto del comandante del ejército del frente. Tras la muerte de fundador de FRELIMO, Eduardo Mondlane, era uno de los dirigentes del frente, y desde 1970 era el único líder de FRELIMO. En 1975 ocupó el puesto del presidente de Mozambique. Murió en 1986 en un accidente de avión.

[37] Brizola, Leonel de Mura (Carazinho, Río Grande do Sul, 22 de enero de 1922 – Río de Janeiro, 21 de junio de 2004). Gobernador del estado de Río Grande do Sul en Brasil (1959-1962). Tras la destitución del presidente Janio Quadros organizó la resistencia a los militares y contribuyó al ascenso al poder del vice-presidente João Goulart. En 1964 intentó sin éxito resistir al golpe de estado. Estuvo en exilio durante casi veinte años. Al regresar a la patria dos veces fue electo gobernador del Río de Janeiro (1983–1987 y 1991–1994). Fue uno de los fundadores del Partido Democrático Trabalhista (1979). Vice-presidente de la Internacional Socialista.

[38] La conferencia de solidaridad de pueblos de tres continentes (Tricontinental) convocada en La Habana en enero de 1966. Los participantes de la conferencia fundaron la Organización de Solidaridad con los pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAL).

[39] Representante del PC de Bolivia en la revista internacional Problemas de la paz y del socialismo, que se editaba en Praga (la edición en castellano se llamaba Revista Internacional).

[40] Saldaña, Rodolfo. Miembro del PC de Bolivia, fue uno de los primeros militantes comunistas bolivianos que recibió capacitación militar en Cuba y formaba parte de los cuatro comunistas escogidos por Mario Monje Molina para mantener contactos con los enlaces cubanos. Participaba activamente en la preparación de la guerrilla del Che, el 20 de noviembre de 1967 se encontró con el Che en Ñancahuazu. A Saldaña le tocaba organizar los grupos clandestinos en la ciudad, pero en enero de 1968 el Che decidió incluirlo en el destacamento en el campo. Sin embargo, no logró reunirse con los demás guerrilleros, porque fue detenido por las autoridades. Fue liberado en 1970 tras la liberación de los rehenes alemanes por los guerrilleros bolivianos.

[41] Ramírez Cárdenas, Humberto. Miembro del Buró Político del PC de Bolivia hasta julio de 1987. Suplente del secretario general del CC del PCB. Director del periódico Unidad (1987). Primer secretario del CC del PCB desde julio de 1987. Encabezaba la delegación del PCB al XII Congreso del Partido Comunista rumano en 1979 y a la celebración del aniversario 70 de la Revolución Bolchevique. Representante del PCB en el XXIII congreso del PCUS.

[42] Según P. I. Taibo II, Debray vino a Bolivia con un encargo de Fidel Castro de establecer contactos con los grupos revolucionarios a la izquierda del PCB y averiguar si estarían dispuestos participar en la guerrilla. Al francés le tocaba también hacer análisis político sobre las condiciones en los territorios bolivianos Alto Beni y Chapare. Sin embargo, insiste Taibo II, Regis Debray no estaba enterado en aquel momento que trabajaba para el proyecto del Che. – Taibo II, P.I. Che Guevara. Moscú: Exmo, 2004, p. 606.

[43] Se trata de José María Martínez Tamayo (Ricardo, Papi) (31.3.1936-30.7.1967) que había participado en la lucha rebelde en Cuba, luego estuvo colaborando con la guerrilla en Guatemala y Argentina y era parte del destacamento del Che en Congo; fue el primer combatiente del grupo de Che que vino a Bolivia. Puede también ser que Monje en ese caso se refería a Andrés Barahona López («Renán Montero Corrales, Renán », « Iván », José Monleón) (nació en Cuba a inicios de los años 1930 y falleció en La Habana el 24 de julio de 2009). Fue miembro del Departamento de Américas del PC de Cuba y de los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior de Cuba. Andrés Barahona López participó en la organización del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua en 1960-1961, en 1963-1964 se mudó a Argentina para apoyar al Ejército Guerrillero de los Pobres en Salta. Luego era residente de la red de espionaje cubano en Bolivia y se encargaba de enlaces entre Cuba y el grupo del Che. A inicio de los años setenta, desde Costa Rica apoyaba en la estructura organizativa del FSLN y sus incursiones en Nicaragua, algún tiempo después se integró a la guerrilla sandinista como jefe de las operaciones de inteligencia hasta culminar la ofensiva final en contra de la dictadura de Somoza. Al triunfo de la revolución en Nicaragua en 1979 junto al Comandante de la Revolución Tomás Borge y Comandante de Brigada Lenín Cerna fundan lo que será la Dirección de la Seguridad del Estado (DGSE). Regresó a Cuba al inicio de los años noventa siendo coronel y Comandante de Brigada.

[44] Barrientos Ortuño, René (30 de mayo de 1919 – 27 de abril de 1969). Piloto militar. General. Vice-presidente en la administración de V. Paz Estenssoro. Organizador del golpe de estado. Presidente de Bolivia en 1964-1969. Murió en accidente de avión

[45] Peredo Leiguee, Guido Álvaro /Inti/ (30.04.1938-9.9.1969). Fue dirigente de la Unión de Pioneros de Bolivia, luego trabajaba en la Liga de Jóvenes Comunistas. Fue secretario de la organización del PCB en La Paz y miembro del CC del PCB. Uno de los pocos miembros del destacamento del Che que logró sobrevivir durante la derrota. Luego reinició la actividad del ELN y cayó en un combate en La Paz.

[46] Reyes Rivera, Simón (5.1. 1933, Tarija- Santa Cruz, 1.11.2012). Zapatero de oficio. Miembro del PCB desde 1951. Dirigente de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia. En el V Congreso del PCB en 1985, tras la ruptura, fue electo primer secretario del PCB y ocupaba ese puesto hasta 1987; los disidentes organizaron el Partido Comunista de Bolivia del V Congreso. En 1986 encabezó la delegación boliviana al XXVII congreso del PCUS. Secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (1987-1988). Diputado del parlamento boliviano por el PCB. En sus últimos años se había alejado de la vida política, mientras su partido se convirtió en aliado del gobierno de Evo Morales.

[47] Dorticos Torrado, Osvaldo (17 de abril de 1919, Cienfuegos – 23 de junio de 1983, La Habana). Dirigente del M-26 en Cienfuegos. Fue detenido por las autoridades batistianas, pero logró huir de la cárcel e ir a México en diciembre de 1958. Tras el triunfo de la revolución castrista fue ministro de justicia revolucionaria (1959). Presidente de Cuba de 18 de julio de 1959 a 2 de diciembre de 1976. Miembro de la Dirección Nacional y del Secretariado de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (PURSC) (1962-1965). Miembro del Buró Político y del Secretariado del CC del PCC (1965-1983). Miembro del Consejo Estatal de Cuba (1976-1983), vice-primer-ministro desde diciembre de 1976. vice-presidente del Consejo de Ministros, ministro de justicia (1980-1983). Se suicidó en 1983.

[48] Méndez Korné, Julio César (El Ñato) (23.02.1937, Trinidad, Alto Beni, Bolivia – 15.11.1967, Mataral, Bolivia). Militante del PCB. Fue seleccionado por el PCB para recibir entrenamiento militar en Cuba y visitar la Unión Soviética. En 1966-1967 integró al grupo guerrillero del Che en Ñancahuazú. Junto con el destacamento del Che llegó hasta la Quebrada del Yuro, donde el dirigente guerrillero fue herido y capturado por las tropas bolivianas. Méndez formó parte del grupo que logró romper el cerco de las tropas del gobierno en la Quebrada del Yuro. Sin embargo, él también fue gravemente herido mientras escapaban, en Mataral, el 15 de noviembre de 1967. Impedido de caminar le pidió a sus compañeros que le ultimaran. Su fosa fue encontrada solamente el 13 de febrero de 1998 y los restos de Méndez pasaron a Cuba para enterrarlos en el Memorial de Ernesto Che Guevara en Santa Clara.

[49] Según P. I. Taibo II, Méndez no era tan leal a Monje y al enterarse que el dirigente del PCB no apoyaba la idea de la guerrilla, le calificó de «un cerdo ». – Taibo II, P.I. Op. cit., p. 578.

[50] Guzmán, Abimael («Gonzalo») (nació el 3 de diciembre de 1934 en Mollendo, Perú). Dirigente de la guerrilla maoísta « Sendero Luminoso » en Perú. Egresado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional en Arequipa, luego daba clases de filosofía. Bajo el mando de Guzmán el Sendero Luminoso se convirtió en una de las guerrillas más significativas de América Latina y no estuvo ajena a métodos terroristas. El 12 de septiembre de 1992 Guzmán fue detenido por las autoridades peruanas y luego condenado a cadena perpetua.

[51] Alexeev V. El condotiero humilde. El fenómeno del Che Guevara. Moscú: Politizdat, 1991.

Cómo citar este artículo:

JEIFETS, Víctor L.; JEIFETS, Lazar S., (2014) “« Discúlpanos, Mario: te hemos engañado », – eran las palabras del Ché. La entrevista con Mario Monje Molina”, Pacarina del Sur [En línea], año 5, núm. 21, octubre-diciembre, 2014. ISSN: 2007-2309.
Consultado el Jueves, 19 de Noviembre de 2015.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=1031&catid=4&Itemid=2 Fuente: Pacarina del Sur – http://www.pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/1031-disculpanos-mario-te-hemos-enganado-eran-las-palabras-del-che-la-entrevista-con-mario-monje-molina – Prohibida su reproducción sin citar el origen.

Posicionamiento Político de organizaciones sociales de América Latina y el Caribe hacia la COP 21

Posicionamiento Político de organizaciones sociales de América Latina y el Caribe hacia la COP 21
Noviembre 2015

Los abajo firmantes, organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe:

CONSIDERAMOS
Que la crisis actual no se trata únicamente del calentamiento global. Es también una crisis socioeconómica, política, alimentaria, energética y ecológica. En suma, una crisis sistémica cuyas afectaciones son visibles a nivel global. Esta crisis tiene origen en el sistema capitalista que a su vez se sustenta en un modelo de producción y consumo extractivista, depredador de los bienes comunes y de la fuerza de trabajo, creado en función de favorecer los intereses de las grandes corporaciones transnacionales.

Entre los efectos de la crisis vemos el incremento de la discriminación y la violencia en especial contra las mujeres, las migraciones forzosas, la pérdida de soberanía sobre el patrimonio natural y la imposibilidad de seguir existiendo como comunidades originarias y de vivir en armonía con la Madre Tierra.

Si bien los impactos de la crisis climática son evidentes a nivel global, es en el Sur global donde esas consecuencias se están manifestando de forma aguda por medio de los eventos climáticos extremos, deslaves, deshielos, inundaciones, sequías, entre otras manifestaciones.

Para hacer frente a esta crisis creemos que es necesario un cambio de sistema, que modifique radicalmente nuestros patrones de producción y consumo, y que tenga como objetivo la protección del medio ambiente como forma de hacer posible la sustentabilidad de la vida.

DENUNCIAMOS Y RECHAZAMOS
1. Que el proceso multilateral de las negociaciones del clima, en el ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), ha conducido cada vez más a la privatización, mercantilización y financiarización de la naturaleza y los bienes comunes, desatendiendo las verdaderas causas estructurales del cambio climático. Asimismo, en las tratativas los estados desarrollados han logrado salirse de sus obligaciones y responsabilidades históricas por la crisis del clima. Actualmente se cuenta con una negocación basada en promesas de reducción de emisiones y que implicaría a todos los estados miembros de la Convención.
2. La captura corporativa de la Convención del Clima, que debe ser combatida urgentemente como forma también de proteger el multilateralismo. Somos defensores de ese multilateralismo, crucial para que todos los países puedan participar en las negociaciones y que así los estados en desarrollo puedan reivindicar sus posiciones. No obstante, es necesario seguir alertando de la captura
corporativa de la CMNUCC y luchar para erradicarla.
3. La aceleración de los procesos de privatización, mercantilización y financiarización de la naturaleza como parte de las estrategias utilizadas por las corporaciones, basados en los principios de la economía verde, que no son otra cosa que falsas soluciones a la crisis climática. Esas falsas soluciones a su vez intensifican el acaparamiento de tierras y territorios y profundizan la violación
de derechos de las comunidades locales. Así lo hemos reafirmado en la Conferencia
Latinoamericana sobre Financiarización de la Naturaleza que realizamos en agosto de este año en Belém do Pará, Brasil, muchas de las organizaciones y movimientos sociales abajo firmantes.
4. Las falsas soluciones, que están siendo promovidas y profundizadas para el posible Acuerdo de París. Algunas de ellas son: los mercados de carbono, proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques (REDD), transgénicos, agrocombustibles, megaproyectos hidroeléctricos, centrales nucleares, fractura hidráulica (“fracking”), agricultura climáticamente inteligente, manipulación en gran escala de los sistemas de La Tierra (Geoingeniería), Economía de los Ecosistemas y de la Biodiversidad (TEEB).
5. A las grandes empresas, instituciones financieras internacionales, agencias de desarrollo, entre otros actores que, en complicidad con muchos gobiernos, promueven los marcos institucionales para avanzar aún más en la mercantilización y despojo de nuestros territorios. De esa forma se otorgan nuevos derechos a las grandes corporaciones transnacionales por encima inclusive de la soberanía de nuestros pueblos. Esta arquitectura de la impunidad se expresa en los Tratados de
Libre Comercio (TLC), Tratados Bilaterales de Inversiones (TBI), el Acuerdo Transpacífico (TPP), el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA), la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) y todos aquellos que atentan contra la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Respaldamos el proceso de negociación en el marco del “Grupo de Trabajo intergubernamental de composición abierta sobre las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos”, creado por el Consejo de Derechos Humanos de ONU para instaurar un tratado legal que obligue a las corporaciones transnacionales a respetar los derechos humanos. Seguiremos vigilantes y activos en las negociaciones de ese Grupo de Trabajo.
6. El modelo de dominación y opresión que sustenta la deuda, que a través del pago de los servicios de la deuda externa e interna, continúa desviando los ya de por si limitados recursos existentes para la inversión social. Los recursos desviados podrían utilizarse para hacer frente a las consecuencias que el cambio climático tiene en la vida de nuestros pueblos. Hablamos de una deuda económica, pero también climática, social, ecológica.

DEMANDAMOS

En el camino para la construcción de soluciones reales a la crisis, es urgente:
1. Que los países desarrollados se comprometan a reducciones de emisiones drásticas en base a su responsabilidad histórica y capacidades respectivas, a transferencia de fondos para adaptación y mitigación del cambio climático en el Sur global y a transferencia de tecnologías.
2. Poner fin a los procesos de persecución, desaparición, torturas y asesinatos de luchadores sociales y defensores de los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra, ordenados por corporaciones en América Latina y diversas partes del mundo. Además, parar con la represión y criminalización de la protesta social de parte de numerosos gobiernos.
3. La incorporación y reconocimiento de alternativas para el Buen Vivir, la sustentabilidad de la vida, la defensa de los bienes comunes y la Madre Tierra. En este sentido, reivindicamos las formas de vida de los pueblos indígenas y campesinos, y su cosmovisión en absoluta armonía con la naturaleza, basados en principios de justicia ambiental, social y climática.
4. Que se promueva la libre determinación territorial y el autogobierno, la soberanía alimentaria, un cambio global de la matriz de energía que lleve a la transición de los combustibles fósiles y de lugar a la soberanía energética, la economía solidaria y feminista, el manejo comunitario de los bosques y territorios y del agua. Esto hace parte del paquete de soluciones reales que consideramos urgentes para hacer frente a la crisis sistémica.
5. El cambio de sistema debe implicar una transición justa, a ser construida con los
trabajadores y trabajadoras y el conjunto de la sociedad. Esta transición pasa además por asegurar el empleo decente, la libertad de organización, la garantía de derechos fundamentales como la negociación colectiva, la huelga, el acceso a la salud, el diálogo social, mecanismos que aseguren la recalificación profesional. Pasa también por el establecimiento de una amplia red de seguridad y protección social, entendida como un derecho humano, además de políticas públicas que garanticen formas de trabajo dignas.
6. En ese sentido, reivindicamos la Plataforma de Desarrollo de las Américas (PLADA)
desarrollada por la Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de las América (CSA), que contiene entre otras cosas el marco y el camino de la transición justa que demandamos.
7. Estas ideas presuponen también la ampliación del concepto de trabajo, el reconocimiento del trabajo de las mujeres y el equilibrio entre la producción y reproducción, para que esta última no sea una atribución exclusiva de las mujeres.

DESDE AMÉRICA LATINA NOS SUMAMOS A LAS MOVILIZACIONES

Estamos respaldando el proceso de trabajo e impulso a las manifestaciones de la Coalición Francesa, que aglutina a diversas agrupaciones sociales y organiza las actividades para que nosotros y nosotras, como pueblos del mundo, coloquemos nuestras denucias y demandas en París, y al mismo tiempo en numerosas partes del planeta.

Lo hacemos desde el acumulado que hemos trazado en las luchas y proceso comunes, en momentos como la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Cochabamba (Abril 2010, y que tuvo su segunda edición del 9 al 12 de octubre pasados), la Cumbre de los Pueblos de Río+20 (Junio 2012), la Pre Cop Social de Isla Margarita (Noviembre 2014) y la Cumbre de los Pueblos de Lima (Diciembre 2014).

En este camino que estamos transitando llamamos a fortalecer los lazos de hermandad, solidaridad y acción, en procesos que apunten a la construcción de sociedades y colectividades justas, equitativas, donde los derechos de los pueblos y los de nuestra tierra se respeten.

Convocamos a profundizar las resistencias locales, regionales y globales contra la implementación de las falsas y peligrosas soluciones al cambio climático, al tiempo que aumentar la promoción de las verdaderas soluciones que ya existen y provienen de los pueblos.

Exhortamos a mantener las movilizaciones y la denuncia activa del curso de las negociaciones del clima, que favorece a las grandes corporaciones transnacionales y gobiernos de los países desarrollados.

Finalmente, llamamos a manifestarnos en todos los espacios y territorios para apoyar las más de dos semanas de movilizaciones de París 2015 (del 28 de noviembre al 12 de diciembre). Entendemos que esa instancia será un momento importante de convergencia con organizaciones y movimientos sociales de diversas regiones, en un camino mucho más largo por la justicia climática, que nos debe aportar para acumular fuerzas y seguir adelante en nuestras luchas comunes.

FIRMANTES

Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA)
Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC – Vía Campesina)
Marcha Mundial de las Mujeres (MMM)
Jubileo Sur/Américas
Grupo Carta de Belém
Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC)

El levantamiento de enero de 1932 visto por la Internacional Comunista (marzo de 1932)

El levantamiento de enero de 1932 visto por la Internacional Comunista (marzo de 1932) Roberto Pineda 16 de noviembre de 2015

En marzo de 1932, en la revista teórica mensual del Partido Comunista de Estados Unidos (CPUSA), The Communist, se publica un artículo firmado por O. Rodríguez, en el que se evalúa el entonces reciente levantamiento popular dirigido por el Partido Comunista de El Salvador (PCS) en enero de ese año. En el artículo se reconoce el carácter heroico del levantamiento pero a la vez se hacen interesantes señalamientos críticos sobre esta acción, en particular acerca del programa, del método de lucha, lo que estaría reflejando la posición oficial de la Internacional Comunista al respecto.

Y no obstante que el autor del artículo desconoce el manifiesto del comité central del PCS del 21 de enero de 1932, así como peculiaridades del proceso revolucionario salvadoreño, sus valoraciones en general son muy acertadas. Asimismo es interesante que el cálculo de muertos y heridos no supere a las dos mil personas, así como que se use el concepto de “imperialismo extranjero” para referirse tanto al británico como al yanqui. A continuación reseñamos estos señalamientos así como realizamos la traducción al español del referido artículo.

Los señalamientos.

Luego de manifestar que las “luchas heroicas de obreros y campesinos de Salvador (sic), bajo la dirección del Partido Comunista, en el levantamiento de enero, constituye un hito en el desarrollo del auge revolucionario en los países caribeños y en toda América Latina” y no obstante que “la falta de información completa nos previene en estos momentos de hacer una evaluación completa de las luchas y lecciones del levantamiento en Salvador. Pero un inicio a lo largo de estas línea puede y debe realizarse ya ahora, especialmente a partir que el Manifiesto del Partido Comunista de El Salvador, indica el enfoque de los camaradas sobre el carácter del levantamiento.”

Señala el artículo que “este Manifiesto, que debe de haber aparecido poco antes del desencadenamiento de las luchas, adolece de un número de defectos básicos. Estos defectos son, en nuestra opinión, los siguientes:

1. El Manifiesto no formula algunas demandas políticas básicas y económicas parciales de las masas. No se mencionan las ocho horas, el salario mínimo, ayuda por desempleo y seguro, seguro social en general, que son las demandas básicas parciales de los trabajadores agrícolas e industriales.
2. El Manifiesto no llama a las masas a ninguna acción concreta (huelgas, concentraciones, demostraciones, etc.) No se pude deducir del Manifiesto a que métodos de lucha el Partido llama a las masas a adoptar inmediatamente y que métodos de lucha serán inevitables en las fases superiores de la lucha.
3. El Manifiesto no propone a las masas ninguna forma concreta y definida de organización para la implementación de la lucha. En este punto así como en la cuestión del método de lucha el Manifiesto no menciona ninguna consigna de acción ni de propaganda.
4. Las demandas básicas de la revolución agraria antiimperialista no se establecen con suficiente claridad, especialmente las demandas antiimperialistas (confiscación de todas las empresas imperialistas, cancelación de la deuda externa, retiro de todas las fuerzas armadas y otras del imperialismo extranjero, etc.)

De esto Rodríguez, seguramente integrante del Buro del Caribe de la Internacional Comunista, con sede en Nueva York donde se edita esta revista, (probablemente Manuel Gómez o Albert Moreau) concluye que “esos defectos básicos del Manifiesto claramente muestran un enfoque no leninista a la tarea de desplegar la contraofensiva de los trabajadores y campesinos contra la ofensiva de los explotadores, al ignorar algunas de las demandas básicas parciales de las masas, al fallar en formular consignas claras de acción sobre los métodos de la lucha de masas y las formas de organización y de vincular las consignas de acción con nuestras consignas de propaganda, señalando el curso inevitable del desarrollo de la lucha…”

EL LEVANTAMIENTO EN SALVADOR Por O. Rodrigues

“Las luchas heroicas de los obreros y campesinos de Salvador, bajo la dirección del Partido Comunista, en el levantamiento de enero, constituye un hito en el desarrollo del auge revolucionario en los países caribeños y en toda América Latina. Todos nuestros Partidos tendrán que estudiar las lecciones de estas luchas para poder superar las debilidades, así como reforzar los aspectos fuertes de nuestro movimiento, que han salido a la superficie en el levantamiento salvadoreño.”

“Este levantamiento fue un movimiento de masas de campesinos y trabajadores agrícolas contra las insufribles condiciones de la profundización de la crisis y del terror blanco, contra la intolerable opresión de los terratenientes y capitalistas nativos en alianza con el imperialismo extranjero. Demuestra una tremenda acumulación de energía revolucionaria, preparación para la lucha y autosacrificio de parte de amplias masas de obreros y campesinos bajo las banderas del Partido Comunista. El rápido crecimiento del auge revolucionario entre las masas el cual, en diversos grados, es la característica actual de todos los países caribeños.* Las masas pobremente armadas –prácticamente desarmadas- mantuvieron sus posiciones por más de una semana contra las fuerzas combinadas del gobierno, las bandas armadas fascistas de la juventud “dorada” de los explotadores locales y extranjeros, y de los navíos de guerra y marines de los imperialismos yanqui y británico. A pesar de estos tremendos obstáculos, las masas se habían tomado y sostenido en ciudades tales como la Libertad, Sonsonate, Ahuchapan (sic) y muchos pequeños poblados centrados en la importante región cafetalera del país, extendiéndose alrededor de toda la costa del Pacifico y amenazando seriamente la capital de Salvador. El levantamiento mostró las profundas simpatías para las luchas revolucionarias de las masas que está difundida entre la base del ejército, que en diversas ocasiones, se negó a disparar sobre los insurgentes.”

“Los obreros y campesinos de Salvador, dirigidos por el Partido Comunista, han escrito un imperecedero y glorioso capítulo en la historia del movimiento revolucionario mundial. Con sus vidas y sangre ellos han probado a las masas de luchadores en todos los lugares que en la próxima y superior etapa de lucha, con un Partido Comunista fortalecido y con sindicatos y ligas campesinas más poderosas que serán creadas en el curso de la lucha diaria por las demandas inmediatas de los obreros y campesinos, y por la aplicación de los principios y las tácticas leninistas, la victoria debe y pertenecerá a las masas.”

“Dirigido por los representantes diplomáticos del imperialismo extranjero en San Salvador, y apoyado por navíos de guerra y marines yanquis, ingleses y canadienses, el gobierno de Maximiliano Martínez ha aplastado el levantamiento de enero de los obreros y campesinos, asesinando e hiriendo entre 500 y 2000 personas. El gobierno en alianza con los imperialistas ha desencadenado el más salvaje terror blanco implementado por medio de ejecuciones masivas diarias de todo “sospechoso” de haber participado o simpatizado con el levantamiento. Con especial bestialidad el terror blanco se descarga sobre el Partido Comunista, sindicatos y ligas campesinas. Este desquiciado terror blanco se está rápidamente extendiendo a otros países caribeños, especialmente Guatemala y Honduras, en un esfuerzo desesperado para evitar el crecimiento del auge revolucionario y como una medida de preparativos de guerra bajo la hegemonía del imperialismo extranjero (principalmente yanqui). Es tarea de los Partidos Comunistas de los países caribeños movilizar a las más amplias masas de obreros empelados y desempleados, campesinos, y todos los elementos sinceros antiimperialistas, para una lucha determinada contra el terror blanco, especialmente en Salvador, Guatemala y Honduras, contra la ofensiva general del imperialismo y sus simpatizantes locales (reducciones salariales, desempleo, etc.), contra la guerra de saqueo imperialista en China y por la defensa de la Revolución China y de la Unión Soviética. La lucha contra el terror blanco es una parte esencial de nuestra lucha contra la guerra.”
* * *
“La falta de información completa nos previene en estos momentos de hacer una evaluación completa de las luchas y lecciones del levantamiento en Salvador. Pero un inicio a lo largo de estas líneas puede y debe realizarse ya ahora, especialmente a partir que el Manifiesto del Partido Comunista de El Salvador (publicado en el boletín del PC de Honduras el 1 de enero de 1932), indica el enfoque de los camaradas sobre el carácter del levantamiento.”
“Este Manifiesto, que debe de haber aparecido poco antes del desencadenamiento de las luchas, adolece de un número de defectos básicos. Estos defectos son, en nuestra opinión, los siguientes:

1. El Manifiesto no formula algunas demandas políticas básicas y económicas parciales de las masas. No se mencionan las ocho horas, el salario mínimo, ayuda por desempleo y seguro, seguro social en general, que son las demandas básicas parciales de los trabajadores agrícolas e industriales, mientras tales demandas como el derecho de los obreros y campesinos a organizarse, la libertad de prensa y de reunión, etc., son abordadas en el Manifiesto en una forma negativa al meramente demandar “la abolición de los decretos del 12 de agosto y 30 de octubre. No hay ninguna mención en el Manifiesto de tales demandas parciales de los campesinos como ayuda inmediata a los hambrientos, la abolición de los impuestos, la cancelación de las deudas, la abolición del trabajo forzado y otros servicios a los terratenientes, etc. No hay ninguna demanda parcial para el mejoramiento de las condiciones de las tropas del ejército.”
2. El Manifiesto no llama a las masas a ninguna acción concreta (huelgas, concentraciones, demostraciones, etc.) No se pude deducir del Manifiesto a que métodos de lucha el Partido llama a las masas a adoptar inmediatamente y que métodos de lucha serán inevitables en las fases superiores de la lucha.
3. El Manifiesto no propone a las masas ninguna forma concreta y definida de organización para la implementación de la lucha. En este punto así como en la cuestión del método de lucha el Manifiesto no menciona ninguna consigna de acción (Comités de Acción, Comités Revolucionarios Campesinos, Comités de Acción Obreros-Campesinos) ni de propaganda (Soviets). La tarea básica de organizar Cuerpos de Defensa Obrero-Campesinos está también ausente en el Manifiesto.”
4. Las demandas básicas de la revolución agraria antiimperialista no se establecen con suficiente claridad, especialmente las demandas antiimperialistas (confiscación de todas las empresas imperialistas, cancelación de la deuda externa, retiro de todas las fuerzas armadas y otras del imperialismo extranjero, etc.)

“Esos defectos básicos del Manifiesto claramente muestran un enfoque no leninista a la tarea de desplegar la contraofensiva de los trabajadores y campesinos contra la ofensiva de los explotadores, al ignorar algunas de las demandas básicas parciales de las masas, al fallar en formular consignas claras de acción sobre los métodos de la lucha de masas y las formas de organización y de vincular las consignas de acción con nuestras consignas de propaganda, señalando el curso inevitable del desarrollo de la lucha, limitan el alcance del movimiento de masas, aíslan a la vanguardia revolucionaria de la masa básica de obreros y campesinos, saltándose aquellas fases de la lucha en las cuales las masas maduran para el paso a una fase superior, y fallando en proveer la creación de órganos revolucionarios de lucha de masas, bajo conducción comunista, sin los cuales el movimiento no puede exitosamente subir a una fase superior de lucha. El curso actual de los eventos de enero, el hecho de que la pela comienza con la forma superior de lucha revolucionaria de masas ( el levantamiento)sin los desarrollos previos y la organización de la lucha diaria de las masas por medio de huelgas, demostraciones marchas contra el hambre, etc. Demuestran las mismas debilidades básicas como aquellas contenidas en el Manifiesto. Estas debilidades son el resultado de las tendencias oportunistas en nuestro medio, que tiene un enfoque sectario de “izquierda, putchista sobre las tareas del Partido Comunista. Una de las principales lecciones del levantamiento salvadoreño es el gran peligro de las tendencias putchistas, sectarias de “izquierda” contra las cuales debemos de desplegar la más enérgica lucha a la vez que desarrollamos una lucha sin cuartel contra el oportunismo de derecha –el principal peligro en el presente periodo- que vacila en colocar al Partido a la cabeza de las masas en sus luchas contra la ofensiva terrateniente-burguesa-imperialista.”

“Solo combatiendo implacablemente la variedad oportunista del putchismo –esa variedad que ignora las condiciones objetivas, negándose a aplicar el método leninista del análisis de la relación de fuerzas de clase, convirtiendo a su propia impaciencia en una guía para la acción para el Partido Comunista-podremos implementar una lucha exitosa contra la variedad de derecha del oportunismos, cuyos “análisis objetivos” reflejan la presión de la ideología de la burguesía y de los social fascistas sobre las masas trabajadoras.”

“Los obreros y campesinos de Salvador, bajo la conducción del Partido Comunista, continuaran con energía redoblada la lucha contra la ofensiva de los explotadores, aprendiendo de la derrota como mejor preparar al lucha para la victoria por venir. Nuestros camaradas deben orientar todos sus esfuerzos para mantener el contacto más cercano posible con las masas y realizar con la mayor energía la tarea de organizar y conducir las luchas diarias de los obreros y campesinos por el mejoramiento de sus condiciones. La mayor atención debe ser prestad a la tarea de desarrollar métodos de trabajo ilegal bajo las presentes condiciones de terror, de proteger la organización del Partido de la loca carnicería del enemigo, y al mismo tiempo utilizar incluso las más mínimas posibilidades de trabajo legal de masas, luchando por tales posibilidades, combinando lo ilegal con el trabajo legal y concentrando nuestras actividades en las plantaciones, haciendas y fabricas.

“En la hora cuando los obreros y campesinos de Salvador enfrenten la brutal ofensiva del imperialismo extranjero y los opresores locales, el Partido Comunista de salvador continuara demostrando a las masas que es el único partido capaz y dispuesto a organizar y conducir sus luchas contra los explotadores extranjeros y locales.”

*En la óptica del Buro del Caribe de la Internacional Comunista, el Caribe incluía a México, Centroamérica, el Caribe, Panamá, Colombia y Venezuela.

Las democracias en Centroamérica

Las democracias en Centroamérica

EDELBERTO TORRES-RIVAS

En la pequeña región centroamericana hay por lo menos tres modalidades de democracia como sistema de gobierno, lo que preferimos llamar Estado democrático. La primera es el Estado democrático representativo; en el caso de Costa Rica funciona con normalidad lo que se puede calificar como el Estado liberal avanzado. En esta región, finalmente, el ejemplo para lo bueno y lo malo, es Costa Rica.

La segunda modalidad corresponde al Estado democrático postconflicto, en Nicaragua y El Salvador; en ambos países funcionan formas participativas relativamente avanzadas en relación con sus historias previas. Se diferencian uno del otro en que en Nicaragua la guerra civil se ganó frente a una dictadura familiar; fue una revolución antiautoritaria de toda la nación contra el Estado somocista. En El Salvador la guerra civil, extraordinariamente sangrienta y prolongada, terminó con la nación exhausta, y dejó una democracia electoral que ganó su fuerza y su debilidad al reproducir en la competencia político-electoral las dos fuerzas que pelearon en la guerra: la burguesía agraria organizada en el partido ARENA, de derecha, y el Frente Farabundo Martí, a la izquierda.

El tercer tipo lo ofrecen Honduras y Guatemala, que tienen Estados democráticos débiles, poco representativos, permanentemente al borde del colapso. Llama la atención Honduras que tiene uno de los bipartidismos más prolongados de América Latina y, sin embargo, las reiteradas crisis no son conflictos entre los dos partidos sino fracturas en uno de ellos, el Partido Liberal. En Guatemala, la “contienda” electoral, que no competencia, se produce en un escenario totalmente dominado por fuerzas de derecha; en este país no existen fuerzas políticas de izquierda.

Si se deja por el momento a un lado a Costa Rica, podemos encontrar en los otros cuatro países algunos rasgos comunes. Lo primero y más importante es que el Estado democrático viene funcionando desde hace unas tres décadas, rasgo histórico de la mayor importancia porque esto no solo no había sucedido nunca sino que, de hecho, en la historia de estos países nunca antes hubo una década entera de elecciones democráticas. De modo que las herencias del pasado dejan sus huellas estructurales en las modalidades particulares de cada país, pero la democracia electoral y un Estado que la soporta es común a todos.

El segundo rasgo es que se trata de democracias pobres, muy pobres, y con tasas de crecimiento que en el largo plazo parecen padecer de un cierto estancamiento. La democracia no se apoya en una infraestructura económica que crece y alimenta a los sectores medios, sino en profundas desigualdades que en los hechos producen ciudadanos miserables que ciertamente ya adquirieron el hábito de votar, pero muchos que todavía lo hacen por los espejitos que reciben.

El tercer rasgo del sistema democrático es su inestabilidad. Pese al tiempo transcurrido con un régimen de elecciones periódicas, no podría afirmarse que son democracias consolidadas sino con una fragilidad que aparece reiteradamente. Parecen estar en transición permanente. Este tercer rasgo es contradictorio porque en el pasado la inestabilidad condujo al golpe de Estado y ahora (salvo en Honduras, con el golpe que expulsó a Manuel Zelaya en 2009) eso es difícil, aunque no imposible. Unas provechosas enseñanzas van quedando como prueba de que mantener la legalidad constitucional es importante para el desarrollo nacional.

El cuarto rasgo es la desaparición de los militares como actores políticos. Para ser precisos, la referencia es a la desaparición de las fuerzas armadas como corporación y estructuras operativas. Participan en lo partidario militares a título personal y habría que decir que son muchos los que lo hacen en El Salvador, Nicaragua y Guatemala. En este último país, las mal andanzas de un general contrainsurgente ahora tienen situado al país en la peor crisis del periodo democrático.

El quinto rasgo es la injerencia, la presencia, la impertinencia de Estados Unidos en la política interior de estos pequeños países. Hay quienes exageran al valorar la conducta de EE UU, y consideran que todo cuanto ocurre es obra y voluntad del gran vecino. No es así. Y se puso a prueba hace unos 30 años cuando el sandinismo triunfó en Nicaragua y esto se entendió como una relativa derrota de la política estadounidense. La reacción fue fulminante: hubo procesos de paz en El Salvador y Guatemala. Esto prueba que la sensibilidad del imperio frente a los retos que aparecen de vez en cuando es muy alta, y demuestra que hubo guerra cuando ellos lo quisieron y hubo paz cuando la necesitaron.

Ahora hay democracia porque sus aliados latinoamericanos, en Centroamérica, deben estar en orden y sin cometer las “zanganadas” que algunos países vienen realizando en Suramérica. De hecho, el Estado democrático en Centroamérica se ordena conforme la política estadounidense, pero según la idiosincrasia de cada país. Es el resultado de una vinculación dependiente, pero no colonial. Así, la victoria electoral del Frente Farabundo Martí (FMLN) fue tolerada porque fue una victoria popular. El FMLN fue 15 años atrás la fuerza guerrillera revolucionaria más importante de América Latina. En Nicaragua ha gobernado en distintos momentos el comandante Daniel Ortega, que mantiene lazos económicos y políticos con Venezuela. Este par de ejemplos sirve para mostrar que son distintas las relaciones de dependencia existentes en este momento en comparación con las relaciones coloniales del pasado.

La democracia no puede imitarse ni importarse. Con notorias dificultades, en Centroamérica se van fortaleciendo sus bases.

Los posibles escenarios de la guerra de pensamiento en Cuba. Algunas ideas

Los posibles escenarios de la guerra de pensamiento en Cuba. Algunas ideas

12 Nov 2015

Por Orlando Cruz Capote*
“Si no tenéis cuidado, los periódicos lograrán que odiéis a los oprimidos y améis a los que los oprimen”
Malcolm X

Introducción

Estos son unos apuntes reflexivos críticos sobre la actual desinformación e insuficiente información, tanto externa como interna, sobre la cambiante recomposición orgánica del capitalismo transnacionalizado reflejada en los acelerados procesos de las megafusiones monopólicas corporativas y la paradójica desindustrialización-desnacionalización, en la búsqueda de menores costos y mayores ganancias, la terciarización de la economía en el sector de los servicios, las finanzas, la informatización y la cultura, sin olvidar el auge de la industria de los armamentos muy asociada a la civil altamente tecnificada, más la profundización y el acortamiento en tiempo de las crisis cíclicas del sistema, ahora múltiples,(1) en un entorno también transicional de su geopolítica imperialista con implicaciones en las distintas escalas del orbe, además de las zigzagueantes interacciones de las correlaciones de fuerzas internacionales en todos los espacios-temporales, que nos interroga sobre el cómo funcionará la conexión causa-efecto de éstas con el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba – EE.UU. y la paulatina normalización de los vínculos, que no deben presumir de la voluntad de apoyar a Cuba en la defensa, el fortalecimiento de su independencia, soberanía política y el afán de equidad e igualdad social. (2)

Esta coyuntura conlleva al análisis histórico-político, marxista y crítico de la evolución de este complejo escenario interrelacional global, y el mantenimiento de la dominación y hegemonía de los EE.UU., a pesar de su relativo declive y declinación (3) en cuyas mudanzas está insertada la actualización del modelo socialista cubano (4) que, como escribió José Martí, sin fatalismos sino con pleno derecho a la trinchera activa “(…) El mundo marca, y no se puede ir, ni hombre ni mujer, contra la marca que nos pone el mundo”.(5)

Al unísono, debe realizarse el estudio, profundo y serio, sobre el uso instrumental del nuevo lenguaje de las élites de poder de los centros del capital, en especial el norteño, con la intención de reinstaurar el viejo status quo capitalista dependiente de la Isla con una desafiante ‘guerra de espectro total’, las guerras culturales, ‘los conflictos híbridos’ y las guerras de cuarta generación (4GW).(6)

Urge, entonces, una transparencia, coordinación y articulación coherente. congruente y sistemática del procesamiento en los distintos niveles de información, del funcionamiento del sistema educativo y la enseñanza, en especial la historia y el marxismo, la comunicación y los conocimientos contemporáneos, acerca de los procesos en curso, con vistas a una comprensión aproximada de la presente y futura cambiante realidad, para descubrir en ese ‘neolenguaje’ los diversos significados simbólicos contradictorios de la insistente ‘excepcionalidad’ norteamericana en sus sueños por apoderarse de Cuba, lo que ha estado presente en el imaginario de los círculos de poder y los medios de comunicación de EE.UU., incluyendo amplias capas de su población, (7) desde el siglo decimonónico, el decursar de la pasada centuria, hasta este siglo XXI. (8)

La supremacía de la imagen controvertida de los Estados Unidos de América en sus albores como nación, y en la evolución imperialista posterior, es esgrimida permanentemente para encubrir sus propósitos de neo-colonización en Nuestra América y a nivel planetario, y enaltecer la decisión de luchar por la ‘libertad’ propia y la ajena, partes indispensables de los principios del ‘pensamiento doble’ y sometimiento de las mentes.

La enunciación simultánea de dos ideas y, practicar en una lo contrario, suscita una desintegración de la memoria y consciencia histórica e ideopolítica, impide toda representación y juicio valorativo crítico real, “suprimiendo” la conflictualidad, en búsquedas de consensos artificiales y reales, modificando a individuos y colectividades, poblaciones y clases sociales en sujetos indiferentes ante los elementos de la realidad, petrificando y adocenando todo impulso de pensar y organizar la voluntad espiritual para resistir activamente. (9) Según los ideólogos del imperialismo, la condición de la paz social comienza cuando los explotados y oprimidos colonizados se sienten impotentes.

Ante esa paradójica sustancialidad, si el socialismo está lejos de haber sido transitado o construido en Cuba, más bien se reinicia en circunstancias históricas más complejas, tal empeño constituye por fuerza un HOY. No se puede, por tanto, dejar al libre quehacer del desarrollo de las fuerzas productivas, una visión economista bajo el signo inexorable del mercado que debe ser regulado por el pueblo, con el fin de robustecer y hacer más eficiente al país desde el punto de vista económico, alcanzando el bienestar común, para luego retornar y repensar ideopolítica y culturalmente el socialismo.
Los peligros relacionados ante estas tardanzas, como los comportamientos desideologizadores latentes, nos compulsan a relanzar la persuasión y seducción de una teoría filosófica, política y estética marxista para la reconstrucción práctica socialista en el cuerpo societal desde otras perspectivas actualizadas, con novedosos códigos y métodos democráticos, esencialmente participativos desde abajo (10) y con una impronta cultural-civilizatoria de liberación socialista, contrahegemónica y antistemica al capitalismo. (11)
Tal reclamo ideopolítico y cultural no puede desistir de la prontitud, los raquitismos paralizadores y las prórrogas, ya que en el medio educacional y comunicativo cotidiano no se estudia y escribe con asiduidad, tampoco se argumenta concienzudamente, ni se leen y escuchan señales en el mundo simbólico y de lo político, sobre los vastos conceptos del antimperialismo esencial, con sus novedosas características, el marxismo y leninismo creador articulado ad infinitum con el ideario martiano, acerca del socialismo, la ética socialista y su concreción emancipatoria humanista. La convocatoria a los patriotas, comunistas y revolucionarios al constante el proceso de la repolitización y reideologización de la sociedad constituye una tarea multidimensional que debe acometerse de inmediato. (12)
Habrá que evocar del marxismo, especialmente V. I. Lenin, el cómo se articula en los distintos períodos, etapas y fases, en contextos sociohistóricos concretos, las diferentes tácticas, lo que explicará en última instancia la interrelación entre la flexibilidad táctica, ante coyunturas histórica-políticas, con la intransigencia ideológico-política. Sin dar cuenta de esto, las apelaciones al realismo, la capacidad de reconocer las amenazas, las oportunidades y desafíos, la necesidad de realizar transacciones y compromisos mesurados, siempre justificados por las circunstancias, podrán terminar reduciendo la política revolucionaria a los pretextos sobre planteos pragmáticos de disímiles tipos.
De tal manera, se plantearía qué y cómo hacer este diálogo con los EE.UU. y el mundo del capital transnacional neoliberal, con la colosal influencia de los Tics, (13) para emerger victoriosos en el tránsito socialista cubano, en momentos en que se oculta el discurso belicoso e intimidante de los círculos de poder estadounidenses respecto a Cuba, y se práctica la modelación de un seuda-narración sobre un intercambio y diálogo constructivo entre iguales. (14)
I
En ese entramado contextual, se leía en un editorial de un periódico digital, simpatizante de Cuba por más señas, una interpretación y perspectiva histórica-política predominantemente positiva pero, al mismo tiempo, inadecuada acerca de las causas, los escenarios y el porqué de los resultados en los encuentros y pronunciamientos de altas autoridades estadounidenses y cubanas en el marco del restablecimiento de relaciones diplomáticas y el iniciado largo proceso de normalización entre los EE.UU. y Cuba.
Al valorar los pasos que se estaban originando entre ambas naciones, el diario destacó que “(…) Esa perspectiva es saludable en la medida que apunta a romper un aislamiento económico y comercial que ha sido, desde hace décadas, objeto de rechazo de prácticamente toda la comunidad internacional; que ha significado un castigo injustificable, inhumano y estéril para los cubanos, y cuya persistencia resulta por demás obsoleta en términos políticos se trata [subrayo] de una determinación adoptada en el contexto de un conflicto geoestratégico e ideológico hoy superado y económicos; a fin de cuentas la persistencia de la medida constituye una contradicción a los principios de libre comercio que Washington ha impuesto en otras latitudes del continente y el mundo…”.(15)
La premisa de la equivocada e ingenua apreciación se ‘derivó’ de la notificación acerca del incrementado número de aeropuertos norteamericanos que envían vuelos chárter directos hacia la isla, la primera ronda de negociaciones sobre aviación civil, así como la declaración de la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker, a La Habana, quien afirmó en forma diplomática (aséptica y abstracta en realidad) que ambos gobiernos están en posibilidad de “…construir una relación más abierta”, señalando que Washington también “…quiere ayudar a todos los cubanos a insertarse en la economía mundial y a disfrutar de un mejor nivel de vida, pero también dar al pueblo de los Estados Unidos de aprender sobre Cuba y de desarrollar relaciones con las personas de una isla que está a sólo 90 millas de las costas…”, de su país.
Aunque es cierto que en la fecha de aparición del editorial, todavía no se distinguía la intensa campaña oficial acerca de la presentación del informe cubano contra el bloqueo estadounidense, (16) finalmente aprobado el 27 de octubre en la Asamblea General de las Naciones Unidas con una victoria categórica (17) de 191 países a favor y dos en contra, EE.UU. e Israel,(18) en que señalaron los límites e inoperancia de los tímidos pasos dados por el mandatario Barack Husseim Obama,(19) no podía ser óbice para que un analista objetivo pudiera percatarse que el eufemístico ‘embargo’ extraterritorial estaba vigente, que los castigos y las presiones norteamericanas contra Cuba continuaban, y en realidad eran más crecientes durante esta administración.(20)
Las interrogantes devienen en obligación.
¿Se ‘cerró o esfumó’, de la noche a la mañana, el diferendo histórico, devenido en confrontación al triunfo de la Revolución Cubana, en específico con la aprobación de la Primera Ley de Reforma Agraria en 1959, junto al mesianismo geopolítico del establishment imperialista norteño de pretender ser los dueños del mundo, específicamente apoderarse de Cuba por todos los medios posibles desde hace más de tres siglos? ¿Se superaron de un plumazo las diferencias ideológicas entre ambos países con sistemas socioeconómicos y políticos disímiles, hasta antagónicos? ¿Desapareció el enemigo secular por antonomasia de Cuba, aunque se sustituya la semántica imperial y la jerga retórica de algunos de sus dirigentes, por el ‘vecino’ a 90 millas que ya ni siquiera es adversario de su proyecto revolucionario y socialista?
¿No conocía el diario de la Patria de Benito Juárez cuáles son las condiciones impuestas en el ‘libre comercio internacional’ por parte de EE.UU., ya sea directamente o a través de la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional? ¿Cómo insertarían los EE.UU. a Cuba en la economía capitalista mundial bajo el dominio de las transnacionales neoliberalizadoras, cuyas casas matrices esenciales radican en su territorio, en medio del secreto y perentorio Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP), más la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), con grandes ventajas para Washington?
II
La visión de la prensa extranjera, salvo excepciones, no difiere en muchos matices, lamentablemente, de la percepción interpretativa de algunos amigos-simpatizantes solidarios de la Revolución Cubana en el exterior, de los propios nacionales de la Isla y fuera de ella, no importando relativamente su nivel educacional – cultural, y sí la cultura política, (21) a pesar de la imprescindible articulación que debe existir entre ambas, porque los mediáticos transnacionales, transfronterizos por su esencia globalizadora capitalista, han impuesto la mediocridad empírica y acrítica en los receptores y son raros los ciudadanos, incluyendo algunos intelectuales y políticos, que suelen acercarse a la interpretación del complicado y frágil equilibrio estratégico global del sistema-mundo capitalista, en la que los Estados Unidos, como potencia hegemónica,(22) a lo que se suman sus aliados estratégicos claves, la Unión Europea con los otanistas en primer lugar y Japón, tratan de llevar a cabo sus objetivos de expansión y dominio económico, comercial, financiero y cultural, así como la supuesta defensa ‘moral’ de ‘la democracia y los derechos humanos’, con vistas a proteger su ‘seguridad nacional’ y el ejercicio de hegemonía planetaria.(23)
Asimismo, la deficiencia y carencia de perspectiva crítica tiende a sobrevalorar o subestimar el peso de nuevos actores internacionales, caso de China Popular y Rusia como potencias emergentes, así como los demás integrantes del grupo de los Brics, que anuncian el lento rediseño y reordenamiento de las relaciones internacionales y, con ello, el inicio de una multilateralidad selectiva, pluricéntrica o multipolar.
Las maniobras en el discurso-accionar del marketing político-público, el uso del ‘lenguaje políticamente correcto’ y las ‘redescripciones pragmáticas de la realidad’ en que la re-construcción del lenguaje figurado, retórico y metafórico, como un modo de participación cognoscitiva, ideológica e indagativa-constructora de aceptaciones al servicio del poder imperialista y sus intereses bajo signos de “imperativos morales, nobles y benéficos”, escamotean a la opinión pública los verdaderos enemigos de los pueblos y las naciones, inventando adversarios con una direccionalidad indicada, como es el caso de los traficantes de drogas, personas y armas, y los terroristas “islámicos”, ahora ‘díscolos’ ante sus creadores.
Las fronteras entre los terroristas ‘malos y buenos’ están borrándose por mandato imperial, (24) que venden cual falsa mercancía, quiénes son los agresores reales que difuminan y desaparecen Estados, como lo sucedido en los casos de Afganistán, Irak y Libia la supervivencia de Siria radica en una geopolítica que llamaremos la ruleta ajedrecística rusa convirtiéndolos en chatos territorios donde se evaporan las identidades nacionales, y en los que se despliegan cruentos enfrentamientos étnicos, tribales y religiosos, culturales, conflictos internos aprovechados y exaltados-apoyados desde el exterior.
Tales rejuegos engañosos del pragmatismo político imperialista yanqui, junto a las contradicciones interimperialistas no superadas, contenciosas y convivientes como resultado de incesantes condicionamientos norteños en las negociaciones, pueden situar a la China Popular como el peligro fundamental para los valores e intereses de occidente; en otro momento a Rusia, capaz de ‘devorar a Ucrania’ y amenazar a Europa; a las dos unidas en una alianza estratégica en la llamada ‘la nueva ruta de la seda’; y, más adelante, suman al resto de los Brics para, al unísono, ubicar a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, Nicaragua, y los procesos integracionistas como el Alba-Tcp, Unasur y Celac, como adversarios en su traspatio natural o tercera frontera, en instantes en que los gobiernos progresistas-populares de Nuestra América y los movimientos sociales y políticos reacomodan sus economías y movilizan a los movimientos de masas ante la crisis de la caída de los precios de las ‘commodities’, las presiones financieras de la deuda externa e interna, sumando el accionar de los ‘fondos buitres’, y el probable viraje político de una estrenada ‘clase media’ ‘humo negro’ le llamaba, en su tiempo, Leon Trotsky surgida de las políticas sociales que promovieron la inclusión, a través, de la redistribución y el consumo.
Mientras, la derecha continental se recicla y reestructura sus fuerzas aprestándose a revertir el mal denominado ‘ciclo progresista’ de la región, (25) con amenazas de aplicar el ‘impeachent’ en los parlamentos y con el apoyo del sistema judicial contra los presidentes legítimamente elegidos, acusándolos de casos de corrupción, y la intención de emplear los ‘golpes suaves’, la aplicación del ‘poder duro’(hard power), con golpes de Estado, hasta militares, las intervenciones e injerencias directas, la utilización del ‘poder blando’ e ‘inteligente’ (soft power – smart power),las ‘revoluciones de colores’, los asaltos mediáticos y la profusa instalación de bases militares, partes de una totalidad estratégica hegemónica.
Ante ese maremagno de situaciones y coyunturas políticas, nadie está exento de deslizarse en simplezas y confusiones acerca de la envergadura de los rápidos cambios mundiales y regionales que están sucediéndose, y en cuanto a los propósitos de las relaciones restablecidas entre la Isla, de una parte, y el imperialismo norteamericano, de la otra, así como las nuevas expectativas que pueden abrirse para la nación cubana cuando se logre un intercambio económico, comercial y financiero con los EE.UU., que se intentará concebir de la única forma que saben hacerlo las élites de poder de Washington: desigual y asimétrico, si el Estado cubano no ajusta y limita el mismo.
El qué hacer ante tantos vacíos, lagunas y digresiones informativas, insuficiente conocimiento y deficiente coherencia y sistematización comunicacional,(26) en esta delicada coyuntura histórica-política, se convierte en sí misma en la pregunta del momento, teniendo como respuesta-resolución alternativa, nunca exclusiva, la vivencial práctica transformadora de una mayor y perfeccionada democracia popular directa-participativa, una significativa ampliación-profundización de la política informativa, de los conocimientos y saberes, con una mayor cultura del debate, los diálogos y las polémicas públicas en el seno de la ciudadanía.
Si una de las piedras angulares de la efectividad de las guerras culturales imperialistas y de las penetraciones e injerencias físicas, morales y culturales se encuentran en el nivel de conciencia ideológica, política y ética-cultural que posean las sociedades a las que intentan someter a través de esas guerras de variado tipo, no es ilógico que las elites de poder capitalistas, sus tanques pensantes, sometan a un frío estudio calculador y una medición constante, la “temperatura” sociológica y política de las contradicciones y valores que evolucionan conflictivamente en los Estados que desean conquistar y recolonizar; así como indaguen acuciosamente los grados de violación de la legalidad, la corrupción presente, el estado de las cifras delincuenciales, los niveles de inconformidad, descontento, escepticismo y la pérdida de expectativas presentes y futuras de los disímiles grupos y sectores poblacionales, más la detección de los focos agudos de tensiones internos, todos los cuales se convierten en indicadores a los que dirigen los esfuerzos de su propaganda, que responden a las interrogantes de cómo deben ser “trabajados” y explotados por las guerras psicológicas, de ideas y las culturales. Una veces utilizan las causas, otras los efectos, que alientan y provocarían desordenes no tan aislados, desestabilizaciones más articuladas y el aprovechamiento oportunista de brindar ayuda, con infiltraciones y proposiciones en la labor de ablandamiento de los cuerpos societales hasta llegar a la (des) ingobernabilidad.
Entonces, no es casual que entre los primeros en llegar a Cuba para negociar su espacio en el intercambio entre ambos países, estén las gigantes corporaciones de las comunicaciones, los dueños de Google y el deseo estadounidense de poner a disposición del pueblo cubano las amplias autopistas de internet, a través de su sistema de cables y satélites. (27) La acechanza de la guerra de pensamiento ya tocó a las puertas.
Asimismo, se interpreta con una deficiente interconexión lógica y racional acerca de las visitas a Cuba del presidente de Francia, Francois Hollande, del Sumo Pontífice del Vaticano, Francisco Bergoglio por las razones del exiguo conocimiento popular del significado de ‘las doctrinas sociales de la iglesia’ y porque el Papa es solo representante de una corriente progresista, pero no la predominante en la Santa Sede y las iglesias en las distintas latitudes geográficas, así como de otras personalidades con altos cargos gubernamentales en Europa, delegaciones de empresarios, hombres de negocios, entre otros. Actualmente se está llevando a cabo la continuación, más acelerada, de los diálogos con la Unión Europea (iniciados en 2014), con el fin de que ésta elimine la injerencista ‘Posición Común’, instaurada en 1996, y restablezca la cooperación, sin condicionamientos, con el gobierno revolucionario sobre de los derechos humanos y políticos.(28)
Considerando que estas no son visitas comunes, ni asiduas, como las que realizan numerosos representantes de países amigos, debían ser analizadas con criterios dialécticos rigurosos, en el contexto nacional e internacional, sin brindar la visión apologética acerca que ‘Cuba se abre paso a la inserción internacional de su economía y comercio con ‘consumadas inversiones extranjeras’ en el marco de la nueva política económica, principalmente en la ‘Zona Especial de Desarrollo de Mariel’ (ZEDM), (29) luego de los cambios introducidos, en el 2014, en la política inversionista nacional, porque debe concientizarse que las zonas de desarrollo alcanzan su madurez luego de cinco años y que, la expansión de la inversión extranjera en Cuba nunca será un proceso sensacional y de corto plazo como algunos piensan, más aun cuando persista el bloqueo estadounidense.
Aunque la opacidad pública de las finanzas isleña es notable, no constituye un impedimento para percibir, consecuencia del bloqueo e insuficiencias propias, la escases actual de dinero efectivo, dado por la caída de los precios del níquel + cobalto, rubro importante en las exportaciones nacionales, entre otras materias primas, así como la baja estimación del crecimiento del precio del azúcar en el futuro inmediato, y la posibilidad de aumentar las exportaciones de este producto en el mercado internacional, (30) aunque se resalte la llegada in crescendo de turistas a la Mayor de las Antillas y el potencial de recursos humanos, altamente capacitados, que trabaja en muchos países, que recaudan una parte considerable de las divisas que actualmente necesita el país.
Asimismo, hay que considerar, la desaceleración, recesión y contracción de las economías de los principales socios económicos-comerciales de Cuba, la tendencia a la baja del flujo de inversiones en el mundo y, desde 2014 en la región latinoamericana-caribeña, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Igualmente, deben tenerse en cuenta, las demoras en la aprobación por el gobierno cubano, caso a caso, de cada proyecto inversionista directo; la consideración que la cartera de oportunidades de negocios supone cierto enfoque restrictivo en relación a otras áreas de inversión; la valoración inapropiada del sistema de contratación de fuerza de trabajo en manos del Estado; la insuficiente infraestructura de transporte, de la industria de la construcción, informática y telecomunicaciones en la Isla; los limitados y lentos cambios de la legislación nacional; la dualidad monetaria; la no existencia de licencias para el comercio exterior a actores no estatales; la no viabilidad del sistema financiero; la desindustrialización existente y el carácter burocrático de la gestión estatal. (31)
Por tanto, ante las dificultades, el gobierno revolucionario tiene que asumir, con natural dificultad y precaución, diversos frentes políticos y diplomáticos, económicos y comerciales, ya que se requiere de adecuaciones estructurales más aceleradas en la economía y comercio nacionales,(32) ante estos contactos internacionales que no son habituales, existiendo entre los visitantes, casi todos del Grupo de los Siete (G-7), pocas diferencias y si intenciones comunes, nada ingenuas, si bien se escribe de ‘conversaciones constructivas-respetuosas’.
III
De hecho y para orgullo nacional, existe en la sociedad cubana un espíritu solidario, patriótico y ético, como parte de la experiencia, aprendizaje y el acumulado vital en estos años de transición y logros socialistas, pero también se hacen visibles zonas de desasosiegos e interrogantes, al lado de deslumbramientos y expectativas no es nada casual las banderitas de las barras y las estrellas en casas, autos, gorras y establecimientos privados y estatales, así como fotografías expuestas con imágenes de la república neocolonial,(33) incluso de un liberalismo, consumismo e individualismo acrecentados, junto a desigualdades, inequidades y zonas de marginación, que condicionan el estado anímico societal que pudieran ser fatales para el proceso de actualización del socialismo, si continuaran enraizándose.
Más por la guerra cultural, ideológica y política que se nos avecina, y la pérdida relativa de la hegemonía socialista y el debilitamiento del estudio del marxismo en el país, ante una tangible quiebra de valores, palpable y reconocido.
Pero este ciudadano (a), que es diverso y plural, no ideal como tampoco perfecto, en especial el juvenil, inmerso en un proceso contradictorio de actualización del modelo del socialismo cubano, en realidad un colosal proceso de reformas término evadido en el discurso y los documentos oficiales económicas y sociales, políticas, jurídicas, constitucionales, ideológicas y culturales, que no sólo actualiza sino rectifica, cambia, renueva, reinventa y elimina deformaciones dentro del socialismo, constituye el sujeto social que protagonizará el proceso de transformaciones, si el partido comunista lo orienta, conduce y persuade de modo que éste conozca, comprenda y haga suya la meta del socialismo, en medio de una práctica revolucionaria socialista en la que se empoderará de poder, a través de una efectiva democracia popular, desde abajo hacia arriba y horizontalmente, capaz de enrumbar definitivamente los destinos del país, acompañado de una superación filosófica, al mejor estilo gramsciano, política e ideológica que le permita mayor conciencia y comprometimiento,(34) sin abandonar la ética de la virtud política y los valores de la emancipación humana.(35)
El repensar crítica y creativamente, con escasos límites espaciales y temporales, Raúl Castro lo expresó con apremio de tiempo, sin prisa y sin pausa, en y sobre la Cuba de hoy es urgencia vital para las ciencias sociales, las humanísticas y la filosofía.(36) No sólo para prever negativas consecuencias que serían ya, más o menos, suficientes o no en el contexto actual sino porque actualmente existen muchos sucesos y procesos en marcha que deben ser diagnosticados, pronosticados y realizarles proposiciones de solución, sean o no aceptadas por los decisores políticos, con vistas a repensar críticamente sobre la realidad societaria cubana, y participar en la elaboración teórica-conceptual estratégica que ponga sobre la mesa de discusión las agudas problemáticas de la propia existencia de la nación, la identidad nacional-cultural y la continuación-ruptura superadora del tránsito del modelo socialista próspero y sustentable.
Notas y citas:
(1) Las crisis capitalistas contemporáneas son estructurales y sistémicas, de superproducción y subconsumo, financieras, energéticas, económicas y ecológicas ’interconexión de las crisis’, le denomina el politólogo y economista belga, Eric Toussaint manifestándose a través de explosiones de las “burbujas financieras”, el derrumbe de las bolsas de valores, que dañan por el sobreendeudamiento al crédito utilizable para la inversión y el consumo. Gilberto Valdés Gutiérrez Posneoliberalismo y movimientos antisistémicos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2009; Luciano Vasapollo y Joaquín Arriola Crisis o Big Bang. La crisis sistémica del capital ¿qué, cómo y para quién?, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2010.
(2) Tal apoyo financiero no está dirigido a las empresas estatales cubanas, sino a los emprendedores-cuentapropistas y las nuevas ‘cooperativas’ del sector manufacturero-industrial y de los servicios. La Secretaria de Comercio de EE.UU., Penny Pritzker, en La Habana, el 7 de octubre del año en curso, declaró: “(…) las últimas regulaciones [al referirse a las medidas del presidente Barack Husseim Obama del 18 de septiembre] estaban diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba…” Sergio Rodríguez Gelfenstein El bloqueo estadounidense a Cuba, huella putrefacta de la Guerra Fría, Con Nuestra América (digital), Costa Rica, 24 de octubre de 2015.
(3) El Imperio Recargado, Editores Leo Panitch y Colin Leys, Socialist Register 2005, The Merlin, Londres, CLACSO, Buenos Aires, 2005; Inmanuel Wallerstein La decadencia del poder estadounidense, Capital Intelectual S. A., Ediciones Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur, Buenos Aires, 2006.
(4) Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, VI Congreso del PCC, Editora Política, La Habana, Abril de 2011; Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba, Idem., 2012.
(5) José Martí Carta a Bernarda Toro Pelegrín (esposa del general Máximo Gómez), 11 de abril de 1895, Obras Completas, T. 20, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975, p. 481.
(6) Las guerras culturales remiten al cuestionamiento de la legitimidad de un sistema social, un gobierno y procesos eleccionarios, la sociedad civil, las clases sociales y las creencias; sobre la autoridad moral, el derecho y la razón para la imposición persuasiva. El uso masivo de internet y con ello de virus informáticos para entorpecer y eliminar las comunicaciones, y la idea de espiar en las redes de los Tics, se convierten en la obtención de información valiosa a través de ‘ciberguerreros’. James Davison Hunter Culture Wars: The Struggle to Define America, New York, Basic Books, 1992, en http:// en.wilkipedia.org/wiki/culture_war; Eliades Acosta Matos Imperialismo del siglo XXI: Las Guerras Culturales, Casa Editora Abril, La Habana, 2009; Orlando Cruz Capote ¿Industrias culturales y guerras culturales? Un futuro imprevisible, Revista Cubana de Filosofía. Edición Digital, No. 22. Junio-Diciembre 2012. ISSN: 1817-0137; Jorge Autié González Del Poder Inteligente a la Guerra No Convencional (I y II), Cuba Defensa, (digital), 1 y 3 de julio de 2014; Ignacio Ramonet Los nuevos Estados de vigilancia, Le Monde Diplomatique, Octubre 2015, Francia.
(7) Louis A. Pérez Jr. Cuba en el imaginario de los Estados Unidos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2014.
(8) Report: CSIS Commission on Smart Power: A Smarter, More Secure America, 2007, FastMail WARNING: URL text and host don’t match, possible phishing attempt. URL disabled. Original URL=’http://wwww.crisis.o rg;%20’. Original text=’http://wwww.crisis.org; ‘. For more information on phishing click here.Joseph S. Nye The Changing Nature of American Power (1990); The Paradox of American Power (2002); Soft Power: The Means to Success in World Politics (2004); The Power Game: A Washington Novel (2004); The Benefits of Soft Power, February 8, 2004, en, http://hbswk.hbs.edu/archive/4290.html; The Decline of Soft Power, Foreign Affairs, U.S.A., May-June, 2004.
(9) El General de Ejército, Raúl Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estados y Ministros, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, expresó en Santiago de Cuba, el primero de enero de 2014: “En nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, en menoscabo de los valores, la identidad y la cultura nacionales, favoreciendo el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral”. Raúl Castro Ruz No cederemos ante agresiones, chantajes y amenazas, Cubadebate (digital), 1 de enero de 2014.
(10) “El poder popular que se construye en aras de la superación del capitalismo no es un “contrapoder” ni un “antipoder”; es otro tipo de poder, sobre bases diferentes a las del capital. (…) un proceso integral de creación-construcción de la sociedad superadora de la alienación del capital y su consumismo Todo se va transformando inter-articuladamente marcado por la actividad consciente de los sujetos protagonistas, quienes en su caminar y construir van (auto) constituyéndose en actor colectivo protagonista del cambio. Es un proceso autogestado por los sujetos y, en ese sentido, es a la vez formador de nuevos hombres y nuevas mujeres, creadores y constructores protagónicos de la utopía anhelada. De ahí el lugar central y permanente que -en este proceso ocupa la batalla cultural por la construcción de una hegemonía de liberación.” Isabel Rauber Hegemonía, poder popular y sentido común. Subjetividades e imaginarios interculturales para un nuevo mundo. El debate cultural alter-hegemónico de nuestro tiempo, “Diálogos Culturales de Invierno”, San Salvador, El Salvador, 21 de Julio de 2015.
(11) Orlando Cruz Capote ¿Existen “deudas” con la Modernidad y el liberalismo burgués en Cuba socialista contemporánea? Algunas ideas para un debate, Nodo50.org/cubasigloXXI, No. CXVII, agosto de 2013, (Versión ampliada), y en Revista Cubana de Filosofía. Edición digital, No. 24, Julio-Enero 2014. ISSN. 1817-0137; Clara G. Meyra Segura Los desafíos culturales en la realidad actual de Cuba, Entrevista con Juan Valdés Paz, Las estrategias van produciendo una sociedad distinta a la que teníamos, Rosa Luxemburg Stiftung, Extractado porLa Haine (digital), 2 de noviembre de 2015.
(12) El escritor cubano Luis Toledo Sande expresó que “(…) sería imperdonable cruzarse de brazos y de pensamiento, y dejarles libre el camino a “ingenuos” y a neoliberales proanexionistas, cuyas ideas, o carencia de ellas, sirve objetivamente a las pretensiones imperiales, o a la banalización que les allana a estas el camino. Si el peligro estuviera solamente representado en la estulticia, la chabacanería y la superficialidad, aliadas naturales de la improfesionalidad y las actitudes irresponsables, ya sería grave. Pero tampoco se debe descartar la participación de interesados conscientes. Y no olvidemos que la desidia acaba siendo tan nociva como la complicidad voluntaria, y hasta más peligrosa tal vez”. Luis Toledo Sande Derechos de la cultura cubana, Cubadebate,La Habana,20 octubre 2015.
(13) El compañero Ricardo Alarcón de Quesada, lo expresó de la forma siguiente: “(…) La dictadura mediática es, probablemente, en la actualidad el instrumento más eficaz en la política hegemónica del imperialismo. Domina ampliamente la información a escala planetaria, determina lo que la gente puede saber y bloquea con mano de acero lo que quiere encubrir”. Ricardo Alarcón de Quesada Palabras pronunciadas por el Día Mundial de la Libertad de Prensa, La Habana, 3 de mayo 2011;http://teveo.icrt.cu/trrf6f/.
(14) Orlando Cruz Capote La historia en el debate contemporáneo, Memorias Evento científico: El marxismo y la crisis del pensamiento neoliberal (2000), Editorial Félix Varela, La Habana, 2003, pp. 184-191; René González Barrios El desmontaje de la historia y cómo enfrentarlo, La pupila insomne (digital), 15 de octubre de 2015.
(15) Editorial, Cuba-EE. UU: Normalización plausible y deseable’, ‘La Jornada’ (digital), 8 de octubre de 2015.
(16) El Informe de Cuba sobre la Resolución 69/5: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiera por los Estados Unidos de América contra Cuba”, www.cubavsbloqueo.cu/…/INFORME%20BLOQUEO%202015%20Esp.pdf.
(17) No obstante, el embajador cubano ante la ONU, Rodolfo Valdés Rodríguez, destacó el 27 de octubre, en una entrevista vespertina para el programa la ‘Mesa Redonda’, que la diplomacia tuvo que realizar un arduo trabajo para persuadir a algunos gobiernos del porqué de esa posición contra el bloqueo, debido a las interpretaciones vagas y confusas existentes. Granma, Contundente rechazo al bloqueo en la ONU, Granma, La Habana, 28 de octubre de 2015, p. 1.
(18) El representante de EE.UU. en la ONU, Ronald Godard, declaró sobre el voto negativo que “(…) Lamentamos que el Gobierno de Cuba haya seguido adelante con su resolución anual. El texto se queda corto al reflejar los significativos pasos que se han dado, y el compromiso liderado por el presidente Obama”, a lo que el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, refutó en entrevista de prensa que “(…) No debemos confundir la realidad con los deseos ni las expresiones de buena voluntad. En asuntos como estos, solo puede juzgarse por los hechos. Y los hechos demuestran, con toda claridad, que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba está en plena y completa aplicación.” Agencia de Prensa EFE, 27 de octubre de 2015.
(19) El presidente estadounidense tiene prerrogativas para autorizar el comercio bilateral entre ambos países; el uso del dólar en sus transacciones internacionales y permitir que adquiera en el mercado mundial productos con más del 10 % de componentes estadounidenses; ampliar dentro de las clasificaciones existentes los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba; legalizar la importación de productos fabricados en todo el mundo a partir de materias primas cubanas, así como consentir la venta a crédito de productos no alimenticios a la Isla. Salim Lamrani Las contradicciones de Barack Obama hacia Cuba, Almayadeen (digital), Líbano, 24 de octubre de 2015.
(20) Unos días después otro banco francés, el Crédit Agricole, era multado con más de medio millón de dólares por realizar transacciones financieras con instituciones cubanas.
(21) Darío L. Machado Rodríguez Cultura política en Cuba. Una aproximación sociológica, Casa Editora Abril, La Habana, 2009; Yelina Gómez Martínez Informar no equivale a comunicar. Cinco valores incinerados durante ese trastorno, Alianet, 20 de octubre de 2015, http://www.alainet.org/es/articulo/173122.
(22) Ver artículos y debates en La transición socialista cubana: actualidad, desafíos y perspectivas Instituto de Filosofía, Sello editorial filosofi@.cu, La Habana, 2013; Orlando Cruz Capote El complejo mundo capitalista que rodea a Cuba socialista, http://cubacoraje.blogspot.com/, y otras web de izquierda, septiembre-noviembre 2011.
(23) Los medios de comunicación masivos, los mediáticos, hoy con emisiones rápidas e instantáneas, que debían erigirse en una poderosa herramienta que permitiera mantenernos en continua interrelación cultural con los distintos procesos-sucesos sociales, políticos y económicos, tanto a escala nacional como regional e internacional, no están cumpliendo cabalmente su función educativa-cognoscitiva, analítica-reflexiva, demostrativa y crítica de verdades aproximadas y de diálogos interculturales constructivos. Al contrario están tratando, de manera abierta y encubierta, de homogeneizar y uniformar y, paradójicamente, fragmentar y atomizar a las sociedades con sus informaciones tendenciosas y manipuladoras, construyendo las imágenes, noticias y comentarios con sensacionalismos de variado tipo, relatos banales, reportajes incendiarios, violencias exageradas, mentiras infundadas, coberturas y opiniones parcializadas, censuras de verdades incómodas, terrorismos mediáticos y de Estado contra agrupaciones, naciones y sistemas regímenes es el término peyorativo más utilizado ideopolíticamente adversos al capitalismo dominante, fobias paralizantes introducidas con oscuros propósitos políticos y exacerbación de ánimos contraproducentes a una lógica racional y emancipadora humanista. Orlando Cruz Capote y Lavinia Esther Pérez García Aprender para aprehender y comprender críticamente el mundo actual, Revista Cubana de Filosofía, Instituto de Filosofía. Edición Digital, No. 18. Mayo-Septiembre 2010. ISSN: 1817-0137.
(24) Los grupos de terroristas ‘islámicos’ surgieron y fueron creados como consecuencia de la agresión estadounidense y la OTAN contra Irak, Afganistán y Libia ahora en Siria, y contaron desde el inicio con el irrestricto apoyo logístico por los gobernantes estadounidenses, su aliado Israel y otros países del Golfo Pérsico, con vistas a la recomposición del mapa del Levante y más allá de esas fronteras.
(25) Roger Landa La historicidad del “ciclo progresista” actual. Sus nudos problemáticos, III parte, en tres partes, Alainet (digital), septiembre -octubre de 2015; Aran Aharonian Movimientos sociales: un ciclo que no se detiene, Miradas al Sur (digital), Argentina, 18 de octubre de 2015; Raul Zibechi Se acelera el fin del ciclo progresista sudamericano, La Jornada (digital), 30 de octubre de 2015; Álvaro García Linera Cinco pasos para contrarrestar la vulnerabilidad de los procesos progresistas, Contrainsurgencia, Rebelión (digital), 3 de noviembre de 2015; Katu Arkonada ¿Fin del ciclo progresista o reflujo del cambio de época en América Latina? 7 tesis para el debate, Alainet, 8 de noviembre de 2015, entre otros.
(26) Falta la profundización crítica acerca del pensar-accionar estadounidense en el seno de las organizaciones políticas, de masas y sociales cubanas, porque se desconoce por la mayoría del pueblo las dobles intenciones del ‘espectáculo’ de exponer viejos autos, made in USA, al fondo del acto de apertura de la embajada (18/08/2015), en el malecón habanero, que constituyó un montaje propagandístico subliminal; y que, el Secretario de Estado, John Kerry, contactó ese día, en La Habana, en la residencia del jefe de la Oficina de Intereses, con la gran mayoría de representantes de la contrarrevolución interna (algunos no asistieron mostrando su desafío y presión ante EE.UU.), en la cual los mercenarios mostraron satisfacción por el intercambio sostenido.
(27) Asimismo, no escapan de los radares políticos de las guerras culturales contemporáneas la existencia y aprovechamiento de las mediocridades humanas, los individualismos, las ambiciones, la codicia, los egoísmos, los fatuos protagonismos y egocentrías, las vanidades, el afán de lucro, las ansias de poseer riquezas desmedidas y el deseo de ostentarlas, los privilegios “obtenidos” muy por encima de lo que realmente se obtiene a través del trabajo y con una diferencia abismal con respecto a lo que tienen los demás miembros de la sociedad, los beneficios malhabidos, la pérdida del colectivismo y la solidaridad. John T. Bennet El Pentágono declara que Internet es un dominio de guerra, en The Hill, Washington, U.S.A., 2011, http://thehill.com/blogs/hillicon-valley/technology/171531-pentagon-declares-the-internet-a-domain-of-war; Iroel Sánchez (Ciberespacio) Miedo en el Pentágono: una fórmula peligrosa, La Pupila Insomne, La Habana, 19 de julio de 2011; Deisy Francis Medidor EE.UU: Ciberguerra, piratería y otras especies,publicado por M. H. Lagarde para Cambios en Cuba, 23 de julio de 2011.
(28) Solo destacaremos, además, las visitas del Presidente del Consejo de Estado y Ministros, Raúl Castro Ruz, a la Cumbre de las Américas en Panamá, también a la Cumbre de las Naciones Unidas dedicada a la aprobación de la Agenda de Desarrollo posterior al 2015, al Debate General del 70 Período de Sesiones de la Asamblea General la ONU y la Reunión de Líderes Mundiales sobre Equidad de Género y Empoderamiento de la Mujer, así como las que efectuó a Argelia, Rusia, Italia, Vaticano y México; la del Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y Ministros, Miguel Díaz-Canel, a Bruselas, donde dialogó con la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini. La llegada a Cuba de los presidentes de Panamá, Argentina, Colombia y Serbia, el primer ministro de Italia Matteo Renzi; los cancilleres de Japón, México y los Emiratos Árabes Unidos, etc. Más los múltiples encuentros y visitas de trabajo con las secretarías del gobierno, senadores, representantes y gobernadores estadounidenses, y otros empresarios de ese país.
(29) El diario Granma publicó, recientemente, los primeros ocho usuarios de la ‘Zona Especial Mariel’, con cinco empresas de capital 100 % foráneo, dos cubanas y una mixta, destacándose las corporaciones de México, España, Bélgica, Brasil, Singapur y Estados Unidos. No se mencionó, como en otras ocasiones, a compañías chinas y rusas. Presentan a los primeros ocho usuarios de la Zona Especial Mariel, Granma, La Habana, viernes, 6 de noviembre de 2015, p. 2.
(30) La tasa de formación bruta de capital en Cuba bajó de 10.9 a 7.6 % en los últimos cinco años, obligando a la liquidación de la deuda externa vencida en un 27 % de su valor total, según estimados internacionales, lo que hizo inaplazable su pago, iniciándose un proceso de saneamiento de las finanzas internas y externas. La refinanciación de la deuda externa por algunos países e instituciones bancarias es positivo, aunque su reciclaje futuro es un escenario real, ante la necesidad de créditos, preferiblemente con bajos intereses, e inversiones de capital, en instantes en que la economía nacional está afectada por los ya mencionados bajos precios de sus materias primas y la difícil ubicación de los avanzados productos médicos, farmacéuticos y de la biogenética en el mercado internacional, dado el predominio de las poderosas transnacionales capitalistas. José Luis Rodríguez Valoraciones externas sobre la inversión extranjera en Cuba,Cubadebate, tomado originalmente deCuba contemporánea (digital), 5 de noviembre de 2015.
(31) Estas limitaciones para la capacidad de absorción de la inversión extranjera en Cuba, fueron enunciados por Fulton Amstrong, economista de la American University, coincidiendo, en parte, con las apreciaciones de la CEPAL. Idem.
(32) Jesús Arboleya Una aproximación a las nuevas medidas tomadas por Obama, Progreso Semanal (digital), EE.UU., 20 de septiembre de 2015.
(33) Luis Toledo Sande Porque si está la bandera…, Cubadebate, 16 de octubre de 2015.
(34) Acerca de diversos criterios sobre lo que distingue y define al dirigente político socialista; los mecanismos que aseguran la comunicación entre dirigentes-dirigidos; el peso que da el dirigente a la construcción del consenso y el significado de construir el mismo; entre otras problemáticas, puede leerse Hacer política socialista: un simposio, revista Temas, No. 78, abril-junio 2014, pp. 4-18. Cuba. ¿Actualización del modelo o reforma del Estado?, en Cuba Posible, (digital), 1 de junio de 2015.
(35) Gilberto Valdés Gutiérrez Algunos referentes para soñar y pensar a Cuba, @RevistaTemas, 25-04-2013, http://www.temas.cult.cu/catalejo/economia/Gilberto_Valdes.pdf.
(36) Pablo González Casanova Las nuevas ciencias y las humanidades, De la Academia a la Política, Anthropos Editorial, México, 2004.

*El Dr. Capote es Investigador Auxiliar, Instituto de Filosofía, CITMA, Cuba.

Concreciones diferenciadas iníciales de la conciencia de clase obrera y de la celebración del primer día del Trabajo en Guatemala

Concreciones diferenciadas iníciales de la conciencia de clase obrera y de la celebración del primer día del Trabajo en Guatemala

José Luis BALCÁRCEL ORDÓÑEZ*

  • Filósofo. Guatemalteco. Profesor de tiempo completo titular “A” definitivo, por oposición, con 45 años de antigüedad académica en la facultad de filosofía y letras de la UNAM, en los Colegios de filosofía y de estudios latinoamericanos.

Se trata aquí de procurar restablecer el enfoque filosófico de la dialéctica de las formaciones iníciales, de carácter histórico-social, de la conciencia de clase obrera en Guatemala, y su concreción que condujera a manifestarse en hacer posible celebrar el primer primero de mayo, como día internacional del trabajo.

Según las fuentes hemerográficas de Guatemala, la primera vez que se llevó a cabo en el país la celebración del 1 de mayo como día del trabajo, correspondió a un jueves de 1924.

Así lo consignan de manera expresa dos periódicos. Ambos en primera plana: el Diario de Centro América, de la fecha y del día siguiente, le dedicó comentarios en tono retórico y solemne y reseñó el desarrollo de los festejos, respectivamente. El Imparcial, del 2 de mayo, además de informar de los actos realizados en diferentes partes de la república,
destacó una nota declamatoria alusiva a la conmemoración, la cual, sin duda, estaba preparada para aparecer el día anterior, en que por razones técnicas no circuló el diario y conservó al pie la fecha 1 de mayo como signo de homenaje. Su título: “¡loor al trabajo y honor a sus sacerdotes, los obreros!”, seguramente escrita por el director del periódico, Alejandro Córdova, quien antes había sido telegrafista.

El mismo diario informó el 29 de abril acerca de los preparativos y programas del acontecimiento. En cambio, la versión de un viejo dirigente obrero, perseguido y preso por años, nos proporciona datos e información que resultan diferentes, no sólo con respecto del año en que empezó a celebrarse en el país el día del trabajo, sino en cuanto a lo que concierne al significado que adquirió desde un principio, distinto del convencional de efemérides que trató de asignársele, tal como se refleja en las notas y comentarios de prensa.

En sus breves “Apuntes para la historia del movimiento obrero en guatemala”,1 Antonio Obando Sánchez señala el 1 de mayo de 1922 como la primera celebración del día del trabajo, en la cual, por lo demás, él mismo participó. Y afirma que, durante diez años, los obreros lograron que se celebrara, hasta que la dictadura terminó por cancelarla mediante la represión. Aquello constituyó una muestra de la actitud combativa, de protesta y de planteamiento de demandas, de exigencia de prestaciones por parte de los obreros guatemaltecos.

1 Antonio Obando Sánchez, “Apuntes para la historia del movimiento obrero en guatemala”, antigua Alero, núm. 30, tercera época, mayo-junio, Guatemala, 1978, pp. 76-82.

En otra parte se afirma que en 1921 se llevó a cabo la primera celebración: “En medio
de un gran entusiasmo se celebró por primera vez en Guatemala el día internacional de los Trabajadores, el Primero de Mayo de 1921. Junto a sus demandas específicas y la bandera nacional se alzó su voz solidaria con todos los trabajadores de la tierra”.2

2 Jorge del Valle Matheu y Moisés Castro Morales, Correspondencia Latinoamericana, números 20 y 21, Buenos Aires, marzo, 1927. Alfonso Bauer Paiz, Catalogación de leyes e instituciones del trabajo en Guatemala del periodo 1872-1930, Instituto de investigaciones Económicas y Sociales, universidad de san Carlos de Guatemala, Guatemala, 1965, p. 79. Cfr. Bernardo Alvarado Monzón, “la penetración imperialista, la lucha de clases y las primeras organizaciones marxistas en Guatemala”, Experiencias, números 6, 7 y 8, Guatemala, diciembre, 1961, enero-febrero, 1962. También Huberto Alvarado Arellano, Apuntes para la historia del Partido Guatemalteco del Trabajo, ediciones del PGT, Guatemala, 1975, pp. 5-6.

Sin embargo, adentrado más en la averiguación hemerográfica y documental directas al
respecto, durante una estancia semestral sabática que, con apoyo de la dirección general del
Personal Académico (DGAPA) de nuestra universidad nacional Autónoma de México, me permitió cumplir una invitación del Centro de estudios urbanos y regionales de la universidad de san Carlos de Guatemala, entonces bajo la dirección del doctor óscar Guillermo Peláez Almengor, para investigar la gestación de las ideas y el pensamiento marxistas en el país, y su relación con méxico,3 pude hallar y corroborar informaciones que con claridad y precisión confirman lo siguiente:

Por un lado, haber sido, en realidad, el año de 1921 el de la primera celebración en Guatemala del día del trabajo, el 1 de mayo. Por el otro, que durante años, al menos los últimos de la dictadura de “el señor presidente”, Manuel estrada Cabrera, entre grupos de trabajadores, con todo e imperar en el país un sistema productivo que todavía daba lugar de manera predominante a la integración suya en torno a gremios y mutualidades, por oficio o dedicación, en su seno orgánico —en sus albores si se quiere— venían propagándose niveles y grados de concientización entre los trabajadores, por elementales que todavía se mostraran, tendientes a reclamar para sí, colectivamente: reconocimiento, impulsar luchas por el logro de reivindicaciones y exigir prestaciones, por mínimas que fueran.

Entre ellas la exigencia por reducir el tiempo de la jornada de trabajo a 8 horas. Todo lo cual se pondría de manifiesto a la caída de la dictadura, a la que contribuyeron en lucha armada decisiva los trabajadores, artesanos combatientes, y la instalación del gobierno de los conservadores, contrarios a los liberales, el cual se promovía con oferta y cariz democratizadores. Esa primera celebración del día del trabajo, o fiesta del trabajo como también se le denominó por parte de alguno de los grupos que la conmemoraron, contó con diversas actividades promovidas a través de “actos literarios”, según el sector y posición ideológica que la sustentara hasta con manifestaciones -o desfiles, como tendió a llamárselos en Guatemala aún en tiempo de la revolución de octubre (1944-1954)- y concentraciones. Lo señalamos en plural porque no sucedió que se llevara a cabo entonces una sola manifestación y concentración, sino alrededor de tres, cinco o seis, por separado, conforme a distintas tendencias sustentadas, las que entre manifestaciones o marchas, concentraciones y actos diversos escenificaron esa primigenia conmemoración.

3 el título del protocolo de la investigación correspondiente, actualmente en desarrollo, presentado a DGAPA, es el siguiente: “Proyección de las ideas y el pensamiento marxistas en Guatemala a través de México. su incidencia ideológica en los movimientos obrero, político, cultural e intelectual”. Protocolo presentado en el año 2002, que tiene antecedente de investigación de mi parte en la publicación “el movimiento obrero en la historia
de Guatemala”, incluido en el tomo 2 de la Historia del movimiento obrero en América Latina, coordinado por el doctor Pablo González Casanova (instituto de investigaciones sociales, UNAM-siglo xxi, 1985). Investigación citada en la obra debida a varios autores: Más de 100 años del movimiento obrero urbano en Guatemala. Tomo i: Artesanos y obreros en el período liberal 1887-1944, Asociación de investigación y estudios sociales,
Editorial Piedra Santa, Guatemala, 1991. la investigación citada, incluida en la obra coordinada por el doctor González Casanova, a su vez tiene como referente una mía anterior, publicada en Cuadernos Americanos (México, mayo-junio, año xxxix, vol. CCxxx, núm. 3, 1980), bajo el título de “la primera celebración del día del trabajo y las formaciones iníciales de la conciencia de clase obrera en Guatemala”.

Indudablemente, todo ello ponía de manifiesto un modo de culminación de las modificaciones que demostraban operarse en distintas formaciones de conciencia social entre los trabajadores, como indicador de lo que apuntaba a tornarse movimiento obrero propiamente. Incluso en el medio laboral comenzaban a sonar voces aspirantes a la conversión posible de arribo al sindicalismo, por incipiente que consiguiera llegar a plasmarse su concreción, aprovechando la coyuntura emergente planteada. Baste anotar que ya en 1920, en plena dictadura de Estrada Cabrera, se habían producido varias huelgas y protestas: las de panaderos, telegrafistas, trabajadores cerveceros, barberos, en contra de las cuales el gobierno actuó con medidas de represión extrema.

Más tarde se presentarían planteamientos sobre la necesidad de cambiar modos de organización de los trabajadores que rompieran con la corporativización que venía imponiendo la dictadura para controlar su actividad y utilizarla como supuesta arma de respaldo al régimen, de pretendida adhesión y apoyo al cumplimiento de sus propósitos y designios. Tal sería el caso del llamamiento lanzado por el artesano tipógrafo Nicolás Reyes, ya en 1920, aunque un año antes de aquel primer Primero de mayo (quien, por cierto ironías del destino, en tiempos de la dictadura de Ubico se convertiría por nombramiento de éste en director de la Tipografía Nacional), para que las organizaciones de trabajadores se deslindaran de aquel control impuesto y actuaran con independencia, valiéndose por su cuenta. Hablando, mejor dicho, escribiendo de sindicalismo. Importantísimo criterio que trascendió en texto suyo y en información a la prensa.4
4 Diario de Centro América, Guatemala, 10 de junio de 1920, p. 2.

La que arriba llamamos ironía del destino, tiene explicación, sin embargo, dado que Ubico tomó en cuenta la ruptura de Reyes con los conservadores (el Partido Unionista, que entró en conflicto con los trabajadores, en el fondo por cuestiones de origen clasista), y se hizo a las filas del Partido Liberal.

Por cierto, El Demócrata, periódico que se presentaba como diario independiente, órgano del Partido democrático, defensor de los principios liberales, tratándose de una fracción
escindida del Partido liberal con motivo de la lucha y caída de Estrada Cabrera, misma que
había intervenido en tratar de acelerar dicha caída, publicaba el sábado 30 de abril de 1972
en primera página, en pequeño recuadro de la parte inferior de la misma, de su número de
circulación 252, ya en su año ii: la fiesta del trabajo. Mañana, primero de mayo, a iniciativa de la sociedad “Federación Obrera para la Protección Legal del Trabajo”, celebrarán los obreros de la Capital “la fiesta del trabajo”, según programa que está circulando y que por falta de espacio nos privamos del gusto de publicar. La cultura y el entusiasmo serán las notas predominantes en este festival, digno por todos conceptos de la más franca ponderación.

Por su lado, desde posiciones ideológicas diferentes, en torno a la fecha conmemorativa
inicial del día del trabajo, se dio a la publicidad una convocatoria que a la letra decía:
Con el fin de festejar debidamente la toma de posesión de la nueva Junta Directiva de la
sociedad federada “Gremial de Albañiles” tenemos el honor de invitar a Ud. y apreciable familia para que, con su presencia, dé mayor realce al Acto literario que tendrá lugar
el día 1º de mayo, en la casa número 34 de la 6ª Avenida sur a las 7 p.m., con la cual
tomamos parte en la “FIESTA DEL TRABAJO”, que se inaugura en esta fecha, por acuerdo de la Federación Obrera de Guatemala, y cuya celebración anual tendrá lugar en Centro América. Logramos esta oportunidad para suscribirnos de Ud. sus Altos y ss.ss.
Manuel Francisco Leche, Presidente. Pedro García manzo, secretario.

PROGRAMA.
1º. Discurso oficial, por don Arturo Centeno.
2º. Lectura del Acta de fundación por el socio Toribio Gómez.
3º. Cambio de la Junta directiva.
4º. lectura de la memoria de los trabajos llevados a cabo durante el año de 1920 al 1º de mayo de 1921, por el Secretario saliente.
5º. Disertación científica por el Doctor Eduardo Aguirre Velásquez.
6º. Frases finales por el Br. Emilio García Narváez.5
5 Excélsior, Guatemala, sábado 30 de abril de 1921, primera plana.

Después de celebrado el acto literario conmemorativo señalado, Excélsior (Guatemala, 2/5/1921) recogería el desarrollo del mismo con los siguientes titulares de primera plana:
“EL PROLETARIADO DE GUATEMALA INICIA UN MOVIMIENTO SOCIALISTA”; “EL HORROR A LOS POLÍTICOS PROFESIONALES COMO MEDIO DE DEFENSA DE LAS CLASES TRABAJADORAS CONTRA EL CAPITALISMO”;
“Discurso pronunciado por el doctor Aguirre Velásquez en la ‘gremial de Albañiles’, anoche”.

Volviendo en fechas al aviso de la celebración del primer primero de mayo conmemorativo, el mismo Excélsior de fecha 30 de abril de 1921, en su página 6, titulaba una nota “la
fiesta del trabajo”, con el siguiente contenido: la celebración de esta fecha obrera, decretada por la “Federación Obrera de Guatemala” y que celebran también instituciones de igual índole de muchas naciones, se verificará principalmente en el Hipódromo. En el Parque de Minerva dará por la tarde un concierto la Banda marcial. Punto del programa de celebración es también la manifestación que se organizará en la plazuela del templo de San Sebastián.
La celebración culta de esta fiesta, contribuirá a dar solidez al buen nombre de que
gozan las instituciones obreras de Guatemala.

Conviene traer a cuento que el lugar de la celebración al que se refiere la nota anterior como Parque Minerva, era ni más ni menos que el mismo que “el señor presidente” Manuel Estrada Cabrera había mandado construir, con réplicas en las más importantes ciudades del país, para celebrar frente a sus templos (“templos de minerva” se les denominaron) las fiestas de Minerva, dedicadas a la cultura, el arte y la educación. Tales templos tuvieron por modelo imaginario el Partenón griego, en chiquito. A dichas fiestas asistían importantes personalidades invitadas, para ofrendarle, junto a las multitudes escolares presentes, cálidos ditirambos al tirano. Rubén Darío, José Santos Chocano y Enrique Gómez Carrillo, fueron algunas de ellas.

Sobre los diversos festejos realizados, de nuevo Excélsior volvería a informar en su página
4 del 2 de mayo de 1921. En ella, con el título de “el día de los obreros”, daba cuenta de lo
llevado a cabo: la celebración de la fiesta del trabajo fue, como lo habíamos predicho, una serie de actos cultos del obrerismo, que tiende a elevarse conforme a las modernas orientaciones.

Esta tendencia fue la base de las alocuciones pronunciadas en los puntos marcados
por el programa: en la plaza de san Sebastián, por el obrero Silverio Valenzuela; en la
Plaza del Centro, por el ciudadano Virgilio Narváez, a nombre del Consejo federal; en
el teatro Colón, por el ciudadano Vicente Arriola; y por último, en “la Concordia” por
el Br. César Izaguirre; base sólida que, bien comprendida e interpretada, tiene que hacer
la felicidad de los pueblos.

Por la noche la sociedad federada gremial de Albañiles celebró solemne extraordinaria sesión, en la cual tomó posesión la nueva Junta directiva. En el Hipódromo y Parque de minerva la Banda marcial y dos marinos contribuyeron a dar el domingo el aspecto de un día de fiesta del trabajo.

Por lo que tiene que ver con la concentración o mitin en el parque “la Concordia”, a partir de la revolución de octubre “Parque Enrique Gómez Carrillo”, debemos hacer ver que
se trataba de la conmemoración de los comunistas. En realidad, aquélla no fue otra que la
concentración que llevara a culminar la manifestación o marcha que los comunistas habían
hecho arrancar desde la Plaza de la estación (de los ferrocarriles). Además, cierto era que
“la Concordia” había funcionado como punto de reunión para concentrar otros encuentros
o manifestaciones, como la concentración que se llevaría a efecto el 2 de abril del mismo
1921, para de allí partir al Cementerio general, en donde tendría lugar un acto en homenaje
a Justo Rufino Barrios, frente a su tumba.6
6 Excélsior, Guatemala, 1 de abril de 1921, primera plana. Justo Rufino Barrios, máximo dirigente de la revolución de reforma de 1871, que hizo imperar el liberalismo en el país, en su segunda fase.

Sin embargo, parecería que para la fecha de concentración comunista por el primero de mayo se disponía de más amplios espacios para la concentración, puesto que se había efectuado importante tala de árboles, según noticia de la Gaceta de la Policía Nacional.7
7 Gaceta de la Policía Nacional, año i, del 19 de junio de 1921, p. 22.

Resulta importante saber que en la concentración celebrada en “La Concordia” se enarboló la bandera roja con la hoz y el martillo, plena identificación de la tendencia ideológica que llevara a cabo la conmemoración alusiva al evento.8

8 Información obtenida gracias al testimonio de don Carlos Cáceres Ávila, militante de aquel primer partido comunista que, a la sazón, funcionara en Guatemala. Dicha información me fue comunicada, en decenios anteriores, por mi compañero y amigo, el doctor Carlos Navarrete Cáceres, investigador del instituto de investigaciones Antropológicas de la UNAM, y nieto de aquel participante en el acto de celebración del 1 de mayo.

Importa señalar que el marxismo, y por lo tanto el movimiento comunista al que arriba
aludo por su participación en la primera efeméride del día del trabajo, no constituía entonces ninguna improvisación. Indudablemente de modo clandestino se estudiaba e impulsaba el marxismo. Como puede concluirse, por ejemplo, del texto que por entregas presentara al Excélsior de 13 y 14 de abril del mismo 1921 José Luis Barrientos, en relación con una conferencia que sobre el socialismo científico había pronunciado en días anteriores para “Unificación Obrera” en el edificio de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).

José Luis Barrientos estudiaba a la sazón derecho y actuaba como representante en la AEU, junto a otro compañero también estudiante de derecho, Miguel Ángel Asturias, muchísimo tiempo después Premio nobel de literatura. Juntos actuaron en varias luchas populares y entablaron solidaria relación con organizaciones comunistas mexicanas, sobre todo con motivo del conflicto provocado por Estados Unidos que contrapuso a Panamá con Costa Rica.

Vale la pena recordar acerca de dicho conflicto que con el patrocinio de la AEU se integró la Junta Patriótica de estudiantes universitarios del estado de Guatemala, de la que igualmente formaron parte miguel Ángel Asturias y José Luis Barrientos; asimismo, es importante rememorar que los distintos documentos que se redactaron y distribuyeron con aquel motivo, concluían con la glosa final: “SALUD Y RENOVACIÓN SOCIAL”.9
9 véase, por ejemplo, Excélsior de Guatemala, del 7 de marzo de 1921, p. 3.

Debe descartarse la posibilidad de cualquier celebración anterior en Guatemala, porque
no se tiene ningún indicio de que la haya habido. No sólo porque la prensa de gran tirada no
haya recogido la información. Por lo visto, tampoco lo hizo en 1921, 1922 y 1923. De las
del 21 y 22 no puede inculparse de omisión a El Imparcial, puesto que éste se fundó el 16 de junio de 1922. Nada registran tampoco a este respecto los periódicos de trabajadores o de partidos políticos que se oponían al régimen de Estrada Cabrera (8-ii-98 a 8-iv-20).

Es el caso de El Obrero Libre, que empezó a editarse el 15 de febrero de 1920, bajo la dirección de Silverio Ortiz, autor, a la vez, de unas extraordinarias memorias que recoge Rafael Arévalo Martínez en ¡Ecce Pericles!,10 en las que nada se dice en ese sentido, e, igualmente, ninguna referencia hay en el Unionista, que sale a circulación en la misma fecha que aquél y que, a diferencia suya ser el órgano de la fracción obrera del Partido unionista, expresaba al partido orgánica y políticamente a nivel nacional. No se alude a la fecha o a la conmemoración ni en el número 78 de su primer año, correspondiente al sábado 1 de mayo de 1920, ni en números anteriores o posteriores. Es más, en la edición de ese día ni siquiera aparece mención alguna relacionada con problemas de los obreros, a diferencia de ediciones de otras fechas, como sucede en los números 12, 13, 23, 29 y 53, para citar sólo algunos ejemplos.

10 Rafael Arévalo Martínez. ¡Ecce Pericles!, tipografía nacional, Guatemala, 1945.

En la década anterior al 20, por lo que puede establecerse, en Centroamérica no existía, ni remotamente, la idea del día del trabajo. Así se desprende del Primer Congreso Centroamericano de obreros, celebrado en San Salvador, cuyas resoluciones rezan (“Centenario del Primer grito de independencia de Centro América”, en evidente manifestación de homenaje): “[…] i Base… art. 5º. Recomendar a los jefes de talleres que no suspendan los trabajos por motivo de fiestas civiles o religiosas innecesarias, exceptuando únicamente el día 15 de septiembre”.11
11 El Nuevo Tiempo, Tegucigalpa, Honduras, 24 de enero de 1912, p. 966.

Lo anterior llama la atención porque, de no obedecer a intereses manipuladores tendientes
a evitar la celebración del 1 de mayo, ante repercusiones inmediatas —demasiado inmediatas— previsibles por lo que en este sentido venía preparándose en México, tiene que admitirse que al atraso del movimiento obrero de Centroamérica se sumaba el aislamiento de los trabajadores del movimiento internacional, así como del gobierno, porque de haberlo sabido, el gobierno probablemente hubiera manipulado la fecha, tal como lo hacía con otros aspectos de la actividad obrera, sobre todo durante las campañas reelectorales del “señor presidente”.

El primer supuesto debe desecharse por completo, pues resultaría incompatible con el
conjunto resolutivo del mencionado congreso obrero, que planteó entre otras demandas: que los gobiernos centroamericanos graven con impuestos a las manufactureras extranjeras que de igual clase se elaboren en todos o algunos de los estados […] formación de un Comité en cada estado, que se ocupará en la creación y administración de un fondo especial dedicado a la construcción de casas higiénicas y baratas para obreros pobres […] Para reglamentar las horas de trabajo… conforme a las necesidades de la región, recomendando especialmente sostener como máximo ocho horas diarias para los obreros que trabajan por día, destinando dos horas al almuerzo […] Creación de centros de recreo, casas de salud y asilos para obreros […] …sistema de cédulas personales para los obreros que se trasladen de un estado a otro o de una población a otras, dentro de un mismo estado; en las cuales se hará constar que el portador es miembro activo de alguna de las sociedades confederadas, la cual dará en ella la identificación de las cualidades personales y competencia profesional, y de haber cumplido sus obligaciones de socio.

En todo caso, cabe recordar que aparte de que en Estados Unidos, desde mucho tiempo
atrás se había determinado la festividad de una fecha conmemorativa del día del trabajo, la
Segunda internacional socialista, marxista, acordó en 1889, en París, la celebración del día Internacional del trabajo para que comenzara a celebrarse en 1890; en 1892 insistieron en la necesidad de la conmemoración los sindicatos franceses en Bruselas y en 1893 se estableció su confirmación en Zurich; siempre en el contexto de reivindicaciones como la jornada de ocho horas, la supresión o reglamentación de la jornada nocturna y del trabajo de mujeres y niños. en países de latinoamérica, como es el caso de Chile, el día del trabajo comenzó a celebrarse en 1898, en su primera conmemoración pública, con el antecedente del primer manifiesto de saludo a la fecha, en 1893.12
12 Alejandro Witker, Chile: sociedad y política, Antología, lecturas universitarias, núm. 30, UNAM, México, 1978, pp. 699-700.

En México, el día del trabajo se celebró en 1912 y, sobre todo, en 1913, en forma masiva, teniendo como antecedente la conmemoración en Chihuahua, que se inició en la década de 1890.

La primera mención que se hace en Guatemala del 1 de mayo como fecha conmemorativa
laboral, es la que cita el artículo 40 de la llamada Constitución Obrera Centroamericana,13
y que debió ser el instrumento constitutivo de la Confederación Obrera Centro Americana
(COCA), que se fundó en Guatemala en 1921, a instancias de los jefes de estado de los cinco países, resultado del Congreso Obrero Centro Americano que se reunió el 15 de septiembre, con motivo del Centenario de la independencia, convocado por la federación obrera de Guatemala (“Queda facultado el Consejo federal para pactar con las demás agrupaciones de la América Central la Confederación Obrera Centroamericana”): “Se reconoce día de fiesta obligatoria: 1 de mayo, fiesta del trabajo, y el 15 de septiembre, aniversario de nuestra emancipación política”. Sin embargo, no obstante su fundación en 1919, la COCA, cuya sede sería rotativa por año en cada uno de los países centroamericanos, comenzó a funcionar en Guatemala, precisamente hasta 1924.
13 El Imparcial, 29 de abril de 1924.

La cuestión que aquí se plantea tenía como contexto un medio social de relaciones productivas en donde las actividades laborales se hallaban –predominantemente- aún en la fase artesanal, cuando apenas comenzaban a darse las diferenciaciones de los talleres a las fábricas, y en el que de éstas sólo muy pocas surgieron propiamente como tales; mientras en el campo imperaban rasgos de servidumbre y sólo principiaban a generarse las correspondientes a la explotación capitalista.

De todos modos, hay que tener en cuenta la afirmación de Obando Sánchez: “Antes de la
caída de Manuel Estrada Cabrera no hubo sindicalismo propiamente dicho; hubo sociedades mutualistas”.14
14 Op. cit., “Apuntes para la historia del movimiento obrero en Guatemala”.

El planteamiento del autor alude a los linderos que marcan el inicio de la década de los 20 y si aquí nos interesa establecer la cuenta, el tiempo es sólo para efectos de situar la fecha de la primera celebración del día del trabajo en Guatemala dentro de condiciones bien determinadas. Lo que resulta necesario de tomarse en consideración es lo que tiene que ver con las condiciones de un desarrollo económico y social respecto del cual se producen las posibilidades de desarrollos de clase, ideológicos y, por supuesto, políticos, no sólo en lo que concierne a las organizaciones laborales, y lo que en ello participa y determina el proceso de la conciencia de clase, sino, a nivel nacional, en las interrelaciones con otras clases sociales.
En este sentido, las “Memorias” de Silverio Ortiz son un magnífico y valioso escrito -de
grata lectura, además, por su sencillo bien decir-, fundamental para conocer la actividad gremial y política de los trabajadores guatemaltecos en una época en que eran todavía, más que todo, artesanos transitando hacia el obrerismo. Este documento, que ha resultado muy utilizado por algunos autores, quienes al mencionarlo lo repiten de manera textual, y, sin entrecomillarlo, ha dado lugar a interpretaciones forzadas que llevan a adjudicarle al momento y a las condiciones a las que se refiere, características que corresponderían a una etapa de desarrollo obrero, proletario, ya completamente definido como tal. Pretendiendo desconocer las manipulaciones y la mediatización a que la burguesía sometió a los trabajadores, denominados, aun por ellos mismos, obreros, desde tiempo atrás, muchas veces a través de los dueños de los talleres. Asumir posiciones políticas y de lucha contra la dictadura no forzosamente implicaba decir haberse desarrollado como obrero ni alcanzado la conciencia respectiva.

La lucha por el control del gobierno fue entre fracciones de la burguesía, secundada por artesanos y obreros en ciernes, quienes también estuvieron en primera línea de la lucha, o por delante de la burguesía, combatiendo para ella. Sería absurdo pretender, en cambio, que el tiempo, tan breve, que va del 20 al 21, 22 o 24, y que pasó entre el derrocamiento de la dictadura y la fecha en que se haya celebrado el 1 de mayo, constituyera el elemento transformador de la conciencia social de los trabajadores guatemaltecos y que, automáticamente, se produjo con ello el cambio de las sociedades mutualistas a los sindicatos.

Lo que no puede desconocerse es que la lucha misma contra la dictadura
actuó como coadyuvante que de alguna manera incidió en cambios de actitudes, en modificaciones de convivencia, en transformaciones ideológicas dentro de un contexto nacional que tuvo variantes, pasando por un breve y atenuado democratismo hacia la dictadura otra vez, aunque con las diferentes peculiaridades que le asignó la continuada y creciente penetración imperialista norteamericana. Tampoco podría pretenderse que los cambios, modificaciones y transformaciones aludidas fueran homogéneas y en igual sentido. fue un hecho concreto que entre el 21 y el 22 “surgieron los primeros sindicatos: zapateros, panificadores, albañiles y carpinteros”, recuerda Ovando Sánchez en el mismo lugar.

Otro hecho, no menos concreto, fue que los obreros se integraron en organizaciones que, por sus principios y postulados, muchas veces resultaron divergentes. Algunas, proclives a entrar en juego con los intereses de la burguesía y su estado, en la mediatización que produce tranquilizantes con poco o nada, y otras, por el contrario, adversas y combatientes contra tales intereses.

De ahí que la diferencia que anotamos desde el principio no se reduzca a la discusión simple sobre escuetos datos de carácter temporal, consignados en años, y a la credibilidad
que pueda otorgarse a las respectivas referencias, en donde la historicidad se establecería a
partir del dato público, puesto que así lo asevera la prensa de la época, sino porque así debió ser, cuanto más si con anterioridad la misma nada refiere al respecto. Y de ahí surgiría la duda sobre si el protagonista consultado pudo equivocar las fechas, máxime si no alude a 1921, pues al cabo ha pasado mucho tiempo desde entonces.

El asunto no se limita a fechas, sino la distinción de las mismas queda inserta en la diversidad de concepciones, de tendencias, de actitudes y posiciones en relación con las condiciones existentes, que se llegaron a producir con el desarrollo del movimiento obrero de Guatemala. La diferencia, pues, no radica en que se asiente, por una parte, que aquello se realizó por primera vez en 1924 o que, por otra, se afirme que se produjo en 1921 o 1922, sino en la determinación del contenido de ambas celebraciones, ya que su significado indicará de qué se trataba en cada caso. Así pueden desprenderse, para el estudio del movimiento obrero de Guatemala, las razones que fundamentaron la celebración de 1924 y los factores que produjeron la de 1922.

Lo cual deja al descubierto los elementos que privaron para que la prensa nada hubiera dicho a propósito de las del 21 y 22 y dedicara, en cambio, las primeras planas a la del 24.
La celebración de la que informó la prensa, la de 1924, repetimos, por las peculiaridades que revistió, no pudo haber tenido otro carácter que el de oficial, consistente en un conjunto de actos, organizados a instancias o con el acuerdo de una fracción de la burguesía, por el gobierno pro imperialista y explícitamente anticomunista del general José maría Orellana (5 de diciembre de 1921-26 de septiembre de 1926), dictadura que surgió del golpe de estado al régimen democratizante del terrateniente azucarero Carlos Herrera (8 de abril de 1920-5 de diciembre de 1921), el que, a su vez, se estableció tras el derrocamiento de la dictadura de 22 años de Manuel Estrada Cabrera, con la cual, al iniciarse el siglo, se constituyó plenamente la intervención monopólica norteamericana en el país.

El de Orellana fue un gobierno que para contar con el reconocimiento norteamericano debió renegociar los contratos de la Electric Bond and Share, matriz de la empresa eléctrica de Guatemala, otorgándole mayores concesiones. y legalizar las facilidades que demandaba la Internacional Railways of Central America, subsidiaria de la United Fruit Company y matriz de ferrocarriles internacionales de Centroamérica (IRCA), para construir el tramo de vía férrea que uniría a Guatemala y el Salvador.15
15 Alfonso Bauer Paiz, Cómo opera el capital yanqui en Centroamérica (El caso de Guatemala), editora ibero-mexicana, México, 1956, pp. 55-56.

Y para no dejar lugar a dudas en cuanto a su posición, con base en el acuerdo gubernativo
del 23 de junio de 1922, el gobierno de Orellana erogó $22,422.00, moneda nacional, para
cubrir el valor de 100 quintales de frijol, destinados a los que consideraba hambrientos de
Rusia, tras el triunfo del bolchevismo.16
16 Op. cit., Alfonso Bauer Paiz, Catalogación…, p. 33.

De no haber sido directamente el gobierno el organizador del la celebración del 1 de mayo,
sino auspiciador de la iniciativa de una corriente de trabajadores, canalizada por algunos de
sus dirigentes, o se hubiera tratado de una idea surgida al nivel de los dirigentes, en todo caso el gobierno contó con una central de trabajadores para llevar a cabo la “fiesta del trabajo”, central que respondía a posiciones conciliadoras. Las características que asumieron los festejos laborales, por lo que dice la prensa, el tono mismo de ésta para informar y comentar al respecto al hablar de tono no nos referimos a la cuestión formal estilística, que alguien podría calificar de decimonónica, sino a la expresión y a la función del lenguaje, que trasluce posiciones ideológicas de clase, que el Diario de Centro América, periódico oficial del gobierno, manifestara su solidaridad con la conmemoración y con sus participantes, y que entre éstos estuvieran algunos empresarios, no pueden ser más que evidencias de un interés manifiesto de contrarrestar al movimiento obrero en su desarrollo, de desvirtuar su proceso y mediatizar sus efectos.

De salirle al paso a los alcances derivados de la transformación que comenzaba a producirse en la actitud de núcleos de trabajadores guatemaltecos con la formación de una conciencia que se iba constituyendo, resultado de la asimilación crítica que principiaba a darse colectivamente al atisbar las consecuencias que surgían de las contradicciones que iba engendrando la acumulación capitalista, la concentración del capital y las relaciones de explotación.

Las celebraciones del 21 y del 22 respondían a otros intereses. Constituyeron la expresión del desarrollo de la clase obrera en su proceso de manifestarse activamente de modo combativo. y oportunidad para exponer de manera pública una situación determinada, denunciando inconformidad en ella y con ella; planteamiento de la necesidad de cambio y, mientras tanto, exigencia de reivindicaciones. Fueron esas celebraciones una manera de externar las manifestaciones iníciales del cambio del en sí al para sí de la constitución de la clase.

De ahí la posición de independencia respecto de la que se va distanciando al irse convirtiendo en antagónica, en la formación de un sistema económico determinado que entraña salir a la calle dejando constancia de oposición a ese sistema que se está forjando. Por eso, su solidaridad con otros de otras partes, que son ellos mismos: la clase; la clase obrera guatemalteca comenzaba a existir como tal. No por hacerse presente en la celebración del día del trabajo, sino porque está adquiriendo existencia y cobrando conciencia de ella, organiza la celebración que la exprese públicamente, en actitud de protesta.

Más que de demanda, de exigencia, por necesidad (social que históricamente se iba determinando), se trataba de celebrar las manifestaciones de concreción de la clase, que ya se venía expresando como tal en luchas y batallas concretas relacionadas con intereses concretos de su clase, en el proceso de adquirir su realidad como clase obrera. Los dirigentes y lo que expresaban fueron otros y distintos de los que encarnando aún posiciones de artesanos y propietarios de talleres que participaron, mediatizados por fracciones de la burguesía, en el derrocamiento del dictador, y otros y distintos de los que, también mediatizados por fracciones de la burguesía, celebraría el día del trabajo de 1924.

El Imparcial del 29 de abril publicó comentarios alusivos y dio a conocer el programa de
actividades de la que sería primera celebración oficial del primero de mayo, las cuales, por
cierto, se extendían a varios días:
día primero […] 6 a.m. alborada en la Concordia [hoy parque enrique Gómez Carrillo;
sabemos que en la celebración de los años posteriores la alborada se realizaba en diferentes barrios de la capital]; 9 a.m. sesión pública en el edificio de la exposición. Sgts. actos:
a) Himno al trabajo […] b) saludo a las sociedades obreras […] c) lectura del artículo
40 [ya citado] […] banda [sabemos que se entonaba La Marsellesa] […] e) Conferencia
[…] f) Himno nacional […] Clausura del acto. 2 p.m. reunión de todas las sociedades
obreras y el obrerismo en general en La Concordia, de donde desfilará la gran manifestación hacia el monumento al trabajo [sabemos que se habilitó como tal a la estatua de Fulton, y que a la cabeza de dicha marcha, amenizándola, participó la Banda marcial del
Hospicio nacional de guatemala17], organizándose de la manera siguiente:
A) discursos pronunciados por los obreros Guillermo letona y v. Mérida C.
B) Para la manifestación se observará el orden que sigue: Consejo federal, Comité ejecutivo, sociedades, sindicatos obreros y obrerismo en general.
C) en el Parque Central, frente al Palacio, con el propósito de llevar las peticiones a los poderes del estado, en provecho del obrerismo, llevará la palabra el Presidente del Comité ejecutivo. d) en el Parque Morazán hablará el obrero Concepción Estrada Ruyama. e) en el monumento al trabajo, hablarán los obreros Damián Caniz [el mismo dirigente de artesanos y obreros en la campaña contra la dictadura de estrada Cabrera] y perfecto Lara. f) tribuna libre. g) marimba.
H) 8 p.m. Concierto.

El 11 de junio se llevaría a cabo un concurso infantil de escuelas de la capital (sin que se
anote el tema), lo mismo que un encuentro de fútbol entre equipos de obreros en el Hipódromo del norte. El 1 de junio se realizaría una sesión pública en el teatro Abril para entregar premios entre los participantes de la exposición de la industria nacional, y entre concursantes niños y obreros. Una nota anuncia que del 1 al 18 de mayo, por la noche, se leerían conferencias a cargo de obreros, en presencia de la directiva de la federación obrera. Y a continuación una advertencia: “las personas que hagan uso de la palabra en el trayecto de la manifestación, serán LAS ÚNICAS RESPONSABLES de las opiniones que emitan”.

Ningún indicio mejor para señalar el temor de los imponderables. Lo que a su vez quería decir que otros, y desde antes, se venían pronunciando públicamente respecto de la problemática de los asuntos laborales y, con seguridad, de manera distinta a como lo había planeado la federación obrera de Guatemala para la Protección legal del trabajo. De tal manera las cosas, era de preverse que obreros en desacuerdo con la manipulación pudieran presentarse ahí mismo a manifestar sus posiciones. En efecto, Obando sánchez18 se refiere a las interferencias que los sindicalistas llevaban a cabo entre los mutualistas, agitando en sentido opuesto al de desvirtuar el significado de la conmemoración y el proceso del movimiento obrero, propósito manifiesto de los organizadores.
17 información proporcionada al autor en decenios atrás por el licenciado óscar Benítez Bone, suegro suyo
y quien formara parte en aquel momento de la citada banda marcial.
18 Op. cit., Obando Sánchez, Apuntes…, p. 79.

La central que tuvo a su cargo la celebración de 1924, y que en los años subsiguientes
seguiría actuando en términos de mediatizar el movimiento obrero, según su propia identificación a través de la prensa, y por lo que señalan autores como Obando Sánchez fue, pues, la federación obrera de Guatemala para la Protección legal del trabajo, que para organizar los festejos se apoyaba en el Comité Pro día del trabajo. Dicha central —señala Obando Sánchez—, era en Guatemala, como sus homólogas en los demás países centroamericanos, la organización que tenía personería jurídica […] su composición era de sociedades mutualistas, algunas uniones obreras todas de artesanos […] jamás dio su apoyo y asesoría en los conflictos e intervenía en ellos para venderlos a la patronal y al gobierno.

Era una federación oportunista y traidora que en los años de 1923-24 perteneció a la federación Americana del trabajo (American federation of labor), dirigida entonces por William Green.19
19 Ibidem, pp. 77-78.

Y para precisar mejor posiciones ideológicas y de acción, no está de más recordar que uno
de los oradores de aquel 1 de mayo, expresión por lo tanto de esta tendencia del movimiento obrero guatemalteco, Damián Caniz, fue uno de los dirigentes del bloque obrero, representante más bien de los artesanos y dueños de talleres del partido unionista, de la fracción de la burguesía, cabeza de la lucha que derrocó a la dictadura de Estrada Cabrera. De los que confiaban en una fracción de la burguesía como salvadora de la patria frente a otra fracción de la misma burguesía. Al respecto decía Caniz, comparándolos con un ejemplo que atribuía a Jesucristo:
¿Por qué no vamos nosotros a amar a estos señores que vienen hacia nosotros abandonando sus intereses y familias, sin necesidad alguna? estos hombres poseen un solo interés: salvarnos de la esclavitud […] No dudo que existan hombres avaros que explotan el trabajo del obrero; pero no son todos. Fíjense, los dedos de la mano no son iguales; y lo mismo pasa a los hombres. Estos dos que hemos visitado tienen gran patriotismo; podemos llamarlos “liberales de verdad”, porque darán su vida, si es necesario, para salvar a la patria del despotismo en que vivimos.20

20 Silverio Ortiz, “memorias”, en rafael Arévalo martínez, ¡Ecce Pericles!, p. 357.

En el mismo diario, El Imparcial del 29 de abril, se da a conocer el pronunciamiento
de la federación obrera guatemalteca para la Protección legal del trabajo, dirigida “a los
patrones y los obreros”. No queremos exagerar en la búsqueda de posiciones ideológicas,
propósitos y actitudes que pudieran oscilar entre lo implícito y lo explícito en los textos, pero sí llama la atención el orden de colocar o de situar a quienes buscan llegar a la federación en su mensaje. El documento está precedido del dato informativo que anuncia como actividad “Pro día del trabajo” una exposición industrial que sería inaugurada el mismo día 1 de mayo, en la que se exhibirían artículos enviados por los industriales [sic], haciendo saber que dicha exposición tendría “lugar en una hermosa casa situada en la 6ª Avenida norte, frente al templo de san Sebastián” —y, no obstante la indicación de que al día siguiente se darían todos los pormenores de dicha exposición industrial, parece que el periódico no recibió información al respecto; nada dijo el periódico de lo que se exhibiría— la exposición, “acto al que concurrirán las diferentes asociaciones obreras de la capital”, se hizo en una casa que pudo haber sido el magnífico inmueble, muestra de art nouveau guatemalteco, propiedad de los señores Paiz, empresarios e incipientes industriales.

Entre sus consideraciones, el pronunciamiento expone: “el 1º de mayo ha sido consagrado
universalmente como día del trabajo. Así lo reconoce, también, la Constitución de la Confederación obrera”. Los obreros no tenían un día especial para su socialidad y esparcimiento, en el que con todo el derecho que les asiste, se reunirán en una sola alma, para rendir pleite [sic] homenaje al trabajo y en el que a la vez, demostrarán su fuerza moral y numérica.

Sólo sabía de continuas festividades en las que se cierran los talleres dejándole sin el
sustento propio y de los suyos, lo que desde luego representa una ingratitud.
En vista de ello, las organizaciones obreras de todos los países del mundo han acordado que el 1 de mayo se consagre exclusivamente al trabajo y por tal motivo, las fábricas y los talleres se cierran y los obreros todos, en compactas masas, invaden las calles entonando himnos, agitando sus banderas rojas y pronunciando discursos que, al mismo tiempo que significan el grado progresivo de cultura, son una enérgica protesta contra las diarias ingratitudes de sus explotadores.

Ningún otro día como éste tan a propósito para ejercer los derechos ciudadanos, derechos que ninguna fuerza puede cohibir sin llegar a la arbitrariedad; y es por eso que los obreros guatemaltecos no deben ver con indiferencia el Primero de Mayo, ya que él significa la consagración de la Humanidad Proletaria, al TRABAJO que redime y dignifica.
Desde este año la “federación obrera de Guatemala para la Protección legal del
trabajo” y el “Comité Pro día del trabajo y exposición obrera de Artes e industrias”,
atendiendo al Art. 40 de la Constitución obrera Centroamericana (ya citada y que aparece transcrito a pie de página en la edición periodística), hace un atento llamamiento
a los dueños de fábricas y talleres y constructores de obras para que concedan asueto a
sus trabajadores, sin que sus salarios sufran mengua, e invitan al obrerismo en general
para que asista a los actos que se desarrollarán ese día y en los sucesivos, a fin de que
revistan mayor esplendidez y trascendencia. Guatemala, abril de 1924.

Por la federación obrera, José Félix Quintanam, presidente; Bartolomé Avendaño, vicepresidente; manuel leyva n., secretario del interior; J. víctor Palacios, secretario de relaciones exteriores; Bonifacio tánches, tesorero. Por el comité ejecutivo, Jorge A. García B., presidente; felipe e. molina, vicepresidente; Javier s. soberanis, prosecretario; diego Amenábar, prosecretario; francisco leyva n., tesorero.

Debe recordarse que la federación obrera de Guatemala para la Protección del trabajo y
la Confederación Obrera Centroamericana, de la que aquélla y las federaciones oficiales de
cada país centroamericano formaban parte, recibieron subvenciones, muchas de ellas bastante considerables, desde el año de 1922, tanto para operación y funcionamiento como para la adquisición y construcción de inmuebles de sus sedes y ayudas a sus delegados y representantes. Otras organizaciones mutualistas también las obtuvieron. Lo significativo es que las organizaciones sindicales fueron ajenas a esas prebendas.21
21 véase Alfonso Bauer Paiz, Catalogación…, op. cit., pp. 53-55.

La nota de fondo que publica El Imparcial el 2 de mayo, clamaba:
Hacemos mal en dejar que por las calles urbanas desfilen solamente los gremios de las
artes mecánicas y manuales. Debieran incorporarse a esa procesión santa [sic], los escritores que ilustran al pueblo, los oradores que señalan rutas de bienandanza, los poetas
que presagian mejores días y todos los que operan con su cerebro en el que han recogido
las conquistas del pasado y en el que se incuban los embriones del porvenir.
Obreros son todos los que trabajan en alguna suerte de ocupación que resulte de
utilidad colectiva. Y de los más nobles, si clasificación cupiera, son aquellos que consumen su fósforo encefálico por dar luz a los otros; luz de chispa o luz de sol, el esfuerzo
es siempre meritorio. El mecánico que transforma las fuerzas; el físico que de un imán
sacó raudales de energía eléctrica; el químico que de la retorta en la hornilla produce
sustancias de alimentación y medicina, dando al mundo cuerpos raros, tal como si creara
materia nueva, ellos son los paladines del actual torneo, los matadores de la tradición
homicida, los heraldos de una dicha futura, tan extendida y fácil, que el anhelo de con-
quistarlo constituya hoy la aspiración más alta de los buenos y los libres.

En términos semejantes habla de telegrafistas, de dactilógrafos y de linotipistas, de artesa-
nos en general y de filósofos. De tal manera que se hace pertinente que […] estimulemos, pues, a nuestros con-nacionales, los magos de la herramienta. Confortemos su fe en la salvación de clase y su esperanza en el bienestar a que tienen derecho, mediante una labor perseverante y noble de buenas costumbres […]

El obrero actual ya no es el cataléptico a quien hay que gritar: ¡levántate y anda!, sino
el triunfador a cuyo paso, la civilización clama: ¡asciende siempre! Pero, si bien las proclamas o pronunciamientos, los comentarios, programas y notas de fondo a que hemos aludido se refieren al obrero y al trabajo en abstracto, eludiendo todo lo que pudiera tener relación con los planteamientos que dieron lugar al establecimiento de la celebración; esto es, con todo lo que en concreto tiene que ver con las reivindicaciones como exigencia de la clase obrera, conviene recoger lo que el periódico oficial, Diario de Centro América, dijo el propio día de la efemérides y la información del día siguiente.

En cuanto a la edición de la fecha queda de manifiesto cómo no sólo se mantiene al nivel
de coadyuvar a la mediatización del movimiento obrero, sino que tiene el claro propósito de manipular en el desarrollo de los actos al fijar los lineamientos y el comportamiento que debían observarse por parte de las organizaciones y de los trabajadores participantes para satisfacer completamente los intereses y objetivos de la burguesía y su gobierno representativo.

Por lo que se refiere al número que da cuenta de la celebración ya realizada, hay que ad-
vertir cómo se consumó la maniobra. [Jueves 1º de mayo de 1924:] EL DÍA DEL TRABAJO. Cómo lo celebran nuestros obreros. Por primera vez celebran hoy nuestros obreros el día del trabajo. y lo hacen en una forma progresista y culta, digna de los más sinceros aplausos. En esta fecha del obrerismo internacional, los hombres de nuestras fábricas y talleres dan una demostración pacífica de lo que hacen y pueden hacer en un Certamen que, puede afirmarse, ha de constituir un positivo triunfo.

Sin estridencias ni oratorias de mitin, ni conflictos que no tienen razón de ser porque
no somos un país industrial, nuestros obreros celebran el día del trabajo de una manera
verdaderamente apropiada y digna: exponiendo sus productos en un noble torneo de
estímulo, de cooperación y de entusiasmo. Ya daremos cuenta de la exposición obrera que se inauguró hoy. Entre tanto, nos contentamos con felicitar cordialmente al obrerismo nacional por esta gallarda prueba de progreso y solidaridad.

Aparte de que lo que se desprende de su redacción, de la hora del desfile y de la circulación
del periódico, es que esta nota fue escrita con anterioridad a la celebración —de ahí su carácter normativo—, es reveladora la manera de confundir deliberadamente la actividad del trabajador, su papel en el proceso productivo, los resultados de la producción y los productos propiamente; y confundir también al obrero con el empresario. Por lo demás, se pone en evidencia que se han producido manifestaciones combativas que conviene modificar, según lo plantea. [viernes 2 de mayo de 1924:] EL PRESIDENTE ORELLANA Y LOS OBREROS. Nota Altamente democrática de la manifestación de Ayer tarde. La manifestación se detuvo frente a la Casa de gobierno (8ª calle poniente). En uno de los balcones estaba el Primer magistrado.

El tipógrafo Jorge B. García pidió su venia para hacerle peticiones, a lo que el mandatario accedió gustoso. Indicó García: “la conveniencia de que se suprimiera la renta de licores para que cesara el espectáculo de un estado que se sostiene en parte con la degeneración de sus ciudadanos”.

Soy de la misma opinión, fue la respuesta; y ojalá se pudiera encontrar una renta que
la sustituyera, pues entonces no sólo la suprimiría, sino que establecería el imperio de la
ley seca, en bien de Guatemala.

A otra demanda contestó: “nadie cohíbe el derecho de locomoción y asociación. El hecho mismo de este acto en que se dirigen a mí con toda libertad es prueba de que no se
les prohíben sus manifestaciones lícitas. Yo soy un amigo sincero del obrerismo”.
La petición de libertad del obrero señor del Pinal que según entendemos está sujeto
a proceso por aparecer responsable de una imprenta clandestina cuya captura comentó
ampliamente la prensa, obtuvo la siguiente respuesta:
“diríjanse ustedes al Poder Judicial para que lo sentencie, y si fuera condenado a alguna pena, yo lo indultaré”.

Algunos tópicos más se trataron en ese animado diálogo entre un obrero y el Presidente de la república. Satisfechos los manifestantes de su cortés cordialidad se retiraron gritando vivas entusiastas y espontáneamente al general Orellana. En fin, parecería como si todo hubiera sido coexistencia y cordialidad entre los obreros y el gobierno que además de poner énfasis en lo que entendía por “manifestaciones lícitas”, en octubre de 1923 prohibió el derecho de huelga en los servicios públicos y el mismo año acusó a la liga obrera unionista de grupo obrero con tendencias comunistas, de estar supuestamente comprometida en un golpe de estado.22

22 Ibidem, pp. 34 y 37.

El evento laboral resultó tan meritorio que el gobierno dispuso crear, el 23 de mayo de
aquel año, la Distinción Honorífica Nacional a la Clase Obrera para premiar a quienes resultaran ganadores de un concurso entre los que exhibieran productos en la exposición que se instituyó con motivo de la “fiesta del día del trabajo”, la cual ha dado muestras de la
“aptitud y competencia de la clase obrera”. Se trataba de medallas con la hoz y el martillo
suspendidas por un listón con los colores de la bandera nacional. Las medallas ostentaban
esta leyenda: “en la virtud y el trabajo hallaréis la felicidad” (decreto legislativo 1326).
Indudablemente que si con ellos se lograba dar la imagen que se deseaba, bien valía la pena
mistificar y mitificar en aras de la mediatización en toda su inmediatez.

Lo que no podemos establecer es si fue por oportunismo de los dirigentes de ese 1 de mayo, por presiones de los sectores progresistas del movimiento obrero, o por interés de confundir, que se solicitó ese día al presidente la libertad de Alberto del Pinal, miembro del Partido Comunista.

Las celebraciones del 21 y del 22 tuvieron distintas raíces y respondieron a diferentes objetivos. Fueron organizadas por los trabajadores que constituían otra tendencia del movimiento obrero. Mejor aún, por quienes comenzaban a integrar el movimiento obrero de Guatemala. Eran ellos, en la propia actividad concreta del trabajo, los que venían adquiriendo una actitud crítica de las relaciones en las que se producía su actividad. Se trataba de quienes alcanzaban un grado de desarrollo en el conocimiento de las condiciones en las que se producía su existencia misma y el contenido social de ésta. Del papel que desempeñaban en tales condiciones, y del que les correspondía necesariamente como suyo.

Eran los obreros que tuvieron sus predecesores en aquellos que denunciaron la explotación,
formularon exigencias salariales y plantearon como necesaria la organización para la lucha a favor de sus reivindicaciones en la época de la dictadura de Manuel estrada Cabrera, a diferencia de los artesanos mutualistas que siguieron viendo en la burguesía —y en la propia dictadura— la solución que los liberaría de la esclavitud, tal como quedó dicho antes. Artesanos mutualistas que lo siguieron siendo durante otras dictaduras y que accedieron a sus manipulaciones en la creencia de que los festejos, las promesas y las ayudas resolverían sus problemas.

Los trabajadores de las celebraciones del 21 y el 22 comenzaron a expresar la conciencia
de clase obrera en el país. Con ellos se concretaban las manifestaciones iníciales, ya defini-das, de la determinación del para sí en el proceso de la formación de la clase obrera en Guatemala. Las celebraciones que llevaron a cabo las reuniones del 1 de mayo de 1921 y
1922 y que las siguieron realizando hasta 1932, deben tenerse, por ende, como muestras de
exteriorización pública, de las posibilidades —llevadas a su concreción— de impulsar y desarrollar la lucha por sus reivindicaciones, dirigida contra la burguesía, como clase opuesta, que implicaba forzosamente al gobierno.

Dentro de esta tendencia del movimiento obrero se fue gestando la lucha por la obtención
de reivindicaciones. A ella se debe la conquista de la jornada de ocho horas que comenzó a aplicarse en 1922 para los albañiles, precepto que se había establecido constitucionalmente a nivel centroamericano un año antes (artículo 163 de la Constitución Política de la república de Centroamérica, decretada el 9 de septiembre de 1921: “la jornada máxima obligatoria de trabajo asalariado será de ocho horas diarias. Por cada seis días de trabajo habrá uno de des- canso”), aunque sólo había sido letra muerta, razón por la cual esa tendencia de trabajadores siguió demandando —durante años— su implantación a nivel nacional.

Con manifestación orgánica de esa tendencia se constituyó Unificación Obrera, converti-
da poco después, “con miras políticas de expresión”, en Unificación Obrera Socialista. Los sábados y domingos se reunían sus miembros y simpatizantes en los cines para discutir sus problemas económicos y sociales. Con esa actividad se estimuló el desarrollo de dirigentes obreros y de la membrecía de las organizaciones obreras, lo cual terminó por crear conflictos con el propio gobierno democratizante que se organizó a la caída de la dictadura de estrada Cabrera, el de Carlos Herrera.23
23 Op. cit., Obando Sánchez, Apuntes…, p. 77.

“[El] ala izquierdista de Unificación obrera socialista se reagrupó consecuentemente, fun-
dando el partido de la clase obrera, partido independiente, creado por primera vez en 1922, lo que se denominó Partido Comunista de Centroamérica, sección de Guatemala; que desde su nacimiento hasta 1932, mantuvo la dirección obrera y sindical de Guatemala […].”24
24 Ibidem.

En 1922 se publicó El Comunista, primer periódico de ese partido, muy pronto clausurado
por el gobierno. En 1925 se publicó otro, Vanguardia Proletaria, con un tiraje de mil ejemplares, considerable en aquel momento.25
25 Huberto Alvarado, Apuntes…, op. cit., 1975, p. 7.

Pronto, la organización del partido comunista se extendió de la capital hacia diferentes partes del interior de la república, a Quetzaltenango, Jutiapa y otros lugares.
En contraposición a la federación obrera de Guatemala para la Protección legal del trabajo, con el surgimiento de varios sindicatos en 1923, de panificadores, de tipógrafos, se constituyó la federación regional del trabajo.

La agudización de las contradicciones fue haciéndose mayor a partir de 1921, y a la par que
se integraban los sindicatos se formulaban distintas demandas, sobre todo salariales y en pro de la jornada de ocho horas. Muchas huelgas se fueron produciendo y ya entre el 24 y el 26 se suscitaron varias que causaron gran impacto: la de los muelleros, la de los ferrocarrileros, la de los zapateros; la primera de trabajadoras, en el ramo del café; luego, la de costureras, de carpinteros, de trabajadores de curtimbre, de trabajadores en velas y jabón, y muchas más.26
26 véanse obando sánchez, Alvarado monzón, Huberto Alvarado, op. cit.

Ante el auge de las luchas obreras, en 1926 el gobierno de Orellana restringió el derecho
de huelga. A esa orientación del movimiento obrero correspondieron las celebraciones del 1 de mayo de 1921 y de 1922 y, por lo tanto, la que debió realizarse el 23. Es muy importante destacar que la de 1922 se llevó a cabo con el apoyo de varias organizaciones. Según don Rufino Guerra Cortave,27 22 organizaciones obreras nombraron delegados para integrar el comité organizador. El desarrollo alcanzado por esta tendencia de trabajadores hizo que después de 1924 actuaran conjuntamente con las organizaciones mutualistas, mediatizadas, modificando el contenido de la conmemoración. Los sindicatos llevaban banderas rojas, diferentes a las amarillas que usaban los mutualistas.
27 información vertida a Elisa Benítez Porta, mi esposa y compañera, historiadora formada en la facultad
de filosofía y letras de la UNAM, a quien debo muchos de los datos aquí utilizados, mismos que ella recopiló

Otro rasgo característico fue que para comprometer y legalizar toda acción de calle, llegábamos a la Federación del Trabajo a invitarla para los desfiles y que ella sacara los permisos. Obtenido el permiso les arrebatábamos toda iniciativa y tomábamos en el camino la dirección del desfile. Como ellos no nos daban participación en la tribuna, por ser nosotros “radicales y comunistas”, elegíamos de antemano, o en el camino, a oradores que apostados en parques y lugares propios, disertaban, agitaban y denunciaban sin piedad a los “amarillos”. De ese modo, las masas nos seguían y ganábamos las calles con acciones directas. El desarrollo alcanzado por la tendencia comunista en el movimiento obrero guatemalteco llegó a ser tal que aquélla terminó por dirigirlo, con lo cual la celebración del 1 de mayo se siguió realizando de manera combativa como demostración de la actitud de lucha de los obreros guatemaltecos hasta que Ubico la canceló, reprimiendo la marcha y provocando una masacre en 1932.

Una de las celebraciones más combativas fue la de 1927, entre cuyas consignas destaca aquella que exigía respetar las vidas de Sacco y Vanzetti. Igualmente, en esos últimos años, las que se solidarizaban con la lucha de César Augusto Sandino contra la intervención imperialista norteamericana en Nicaragua. Hasta que se produjo la iniciación del movimiento democrático, nacionalista y popular, volvió a celebrarse en Guatemala el primero de mayo, en 1945, mediante una iniciativa de ley presentada al Congreso revolucionario de la república por el diputado y escritor Luis Cardoza y Aragón.*

  • Agradecimientos: el autor debe reconocer y manifestarle su agradecimiento a quienes le prestaron diversa ayuda, facilitándole acceso informático posible relacionado con la temática concerniente al inicio y desarrollo de las ideas y el pensamiento marxistas en Guatemala a través de México, su incidencia ideológica en los movimientos obrero, político, cultural e intelectual, de la que este texto forma parte parcial. De la Hemeroteca

Nacional “Clemente Marroquín Rojas” de Guatemala, a su directora, la periodista María Eugenia Gordillo y a su equipo de trabajo, así como al infatigable y dedicado lector de información sobre los problemas sociales de la época referida, compañero Edmundo Urrutia; del Archivo Histórico de Centroamérica, a los historiadores Julio Galicia Díaz, entonces su director, y al investigador Carlos Haeussler; del Centro de investigaciones
regionales de mesoamérica (CIRMA), en Antigua Guatemala, a la directora de su Archivo Histórico, la historiadora thelma Porres morfín y a su equipo de trabajo. Del Centro de estudios urbanos y regionales de la universidad de san Carlos de Guatemala, al doctor óscar Guillermo Peláez Almengor, entonces su director, y al investigador de dicho centro, enrique gordillo Castillo, por sus valiosos comentarios y observaciones a los planteamientos al desenvolvimiento inicial de la investigación de la que el presente texto forma parte parcial.

Del Colegio de estudios latinoamericanos de la facultad de filosofía y letras de la UNAM, al doctor Jorge ruedas de la serna, editor del Anuario 2007, por su interés en que este material se diera a conocer aquí y al estudiante de maestría en estudios latinoamericanos, Gabriel Nagore Cárdenas, quien tuvo a su cargo la digitalización del presente material para su publicación.