Libro de Roberto Pineda sobre movimientos populares en El Salvador 1810-2010

Libro de Roberto Pineda sobre movimientos populares en El Salvador 1810-2010

SAN SALVADOR, 7 de octubre de 2014 (SIEP) “Es una contribución al conocimiento de las raíces populares de las luchas sociales que ha vivido nuestro país en los últimos doscientos años…”indicó Roberto Pineda, autor de Las luchas de los movimientos populares en El Salvador 1810-2010.

La obra de 120 páginas, sale a la luz bajo el sello de Ediciones Prometeo Liberado y pasa revista a las principales expresiones de lucha popular a partir de los esfuerzos por liberarse del yugo español hasta las luchas del siglo XXI por la democracia y el socialismo.

Agregó Pineda que “el hilo conductor de esta obra es la continuidad existente entre los esfuerzos independentistas de los sectores liberales del siglo pasado; pasando por la larga lucha contra la dictadura militar; contra la oligarquía y el imperialismo; por la guerra popular revolucionaria; hasta la batalla por la conquista de un gobierno democrático.”

Concluyó que “entregamos un instrumento de análisis y debate, para que el movimiento popular pueda continuar avanzando; fortalezca su visión estratégica y afine su disposición táctica; para que fortalezca sus principios e identifique su trayectoria histórica de lucha y de victorias”

La vez que que el Chele Foremost iba a reclutar a Schafik…. Entrevista con Ricardo Martínez (segunda versión)

La vez que que el Chele Foremost iba a reclutar a Schafik…. Entrevista con Ricardo Martínez
BRISBANE, Australia, 1 de octubre de 2014 (SIEP) “Era mediados de abril de año 72 y realizaba por la mañana mi recorrido habitual repartiendo productos lácteos de la empresa Foremost en mi furgoneta por la Colonia El Roble, cerca de la U…”nos comparte Ricardo Martínez, revolucionario salvadoreño.

“Cuando de repente veo en una esquina un rollo de volantes diseminados por el suelo, me acerco a leer y alcanzo a distinguir en letras rojas: ¡La paz para los ricos ha terminado! ¡La guerra del pueblo ha comenzado! ¡puta! me digo, ¿qué es esto? Parqueo el carro rápido y me bajo a recogerlos.

“Y decido comenzar a repartirlos, yo ya era sindicalista y enemigo de la dictadura militar y el mensaje me llegaba, me tocaba…y aunque no estaba organizado políticamente andaba buscando donde meterme para luchar.

Tranquilamente me fui por ese pasaje repartiendo bajo las puertas de las casas, como en la quinta casa, cuando me retire oí que abrieron la puerta y salió un señor y me llamó. Ya lo conocía, era el esposo de Doña Blanquita.”

“Al acercarme, me dijo: Hola Chelito ¿cómo has estado? ¿Y vos andás repartiendo esto? Le dijo que sí. ¿Y cómo andas repartiendo esto así? ¿No ves que te van a capturar? Y me invitó a su casa. Por mi mente pasó la idea: ¡aquí tengo ya mi primer reclute para la causa! Le explique como había obtenido los volantes. Nos tomamos un café y luego regrese a mis labores.”
“Quedamos de vernos en la U y fui. Me explicó como estaba la situación política del país y hasta la situación internacional. Me tuvo como tres horas. Le pregunte si era profesor de ahí y me dijo que no. Al final me regaló un folleto con su nombre y entonces descubrí que se trataba del mismísimo Schafik, del que ya había oído hablar. Al pasar lo días fui invitado a un circulo de estudios y finalmente llegue a ser miembro también del PCS.

La vez que el Chele Foremost iba a reclutar a Schafik…Entrevista con Ricardo Martínez

BRISBANE, Australia, 1 de octubre de 2014 (SIEP) “Comencé a trabajar en la Foremost en 1968 como repartidor de leche en una furgoneta, en esos momentos pasaba momentos muy difíciles por falta de empleo y cuando llene los papeles di un numero falso de licencia de conducir motos para poder conseguir el trabajo…” nos comparte el revolucionario salvadoreño Ricardo Martínez.

Agrega que “en ese año me afilie al sindicato, no conocia a Schafik, repartia la leche en toda la zona de la colonia Libertad, col San José, parte de Miralvalle y alrededores de la U. Una mañana observe en un predio baldío un manojo de hojas volantes, las recogí y al ver el contenido dije: ¡Puta! Esto esta vergón que lo lea la gente, iba dejando la leche en las casas y dejaba en cada una un volante para que lo leyeran los clientes.”

A Schafik le pasaba dejando todos los dias un bote de leche, nunca lo miraba a él solamente a su esposa Doña Blanquita, porque ella recibía la leche y me pagaba, era una costumbre platicar un par de minutos con los clientes lo cual hacia con ella en esas conversaciones notaba que ellos tenían simpatía por las causas populares.”
Ese día le di a ella el volante diciéndole, mire lea esto con su esposo que está muy bueno, Doña Blanquita me dijo: Espere un momento aquí esta mi esposo para que platique con él. Hola chelito me dijo Schafik, donde encontró ese volante me preguntó, respondiéndole yo como lo había obtenido.”
“Mire le dije yo léalo bien que está muy bueno el boletín y le voy a dejar otros más para darle a la gente y que se concienticen, a lo que Schafik me respondió:, está bien déjelos, me gustaría preguntarle si tiene tiempo esta semana para que nos reunamos en la U para que hablemos de esto y otras cosas más, fui a la cita que duro casi tres horas donde me dio toda una charla de economía política, materialismo dialectico y mucho mas saliendo de la U nuevito de mi forma de pensar y con muchas ganas de luchar.”
-Disculpe le dije, ¿Usted es profesor aquí? No me dijo le voy a regalar este folleto escrito por mi y va ver quién soy yo, allí me di cuenta que Schafik era miembro del PCS, con los días fui invitado a un circulo de estudios y finalmente llegue a ser miembro también del PCS.”

El medio oriente y el laberinto imperial

El medio oriente y el laberinto imperial
octubre 01, 2014 Voces Comentar
Publicado en: Actualidad, Contracorriente – Dagoberto Gutiérrez, Nacionales

Dagoberto Gutiérrez

El imperio estadounidense ha decidido recomponer la estructura de poder del Medio Oriente. Esta es una necesidad para afrontar la crisis que le dobla el espinazo, ya que, como nunca, necesita control sobre el petróleo, y la actual composición de la geografía, la economía y el poder, construidas por las antiguas potencias coloniales europeas, ya no parecen responder a las acuciantes necesidades estadounidenses.

Se trata de antiguas fronteras estatales que partieron en su momento a las naciones, que inventaron Estados y dividieron pueblos, y establecieron, en definitiva, estructuras geográficassuficientes, en ese momento, para controlar los accesos a las riquezas que debajo de las arenas esperaban por los monopolios.

En este propósito se mueve decisivamente Washington, arrastrando, por momentos a regañadientes, a una Unión Europea quebrantada por su crisis y disminuida en sus poderes militares. Si observamos atentamente el curso de los acontecimientos, nos podemos dar cuenta que todo parece estar dispuesto para una nueva confrontación de las dimensiones de la primera y segunda guerras europeas, de esas que han sido llamadas mundiales, por sus repercusiones. Sería una tercera guerra mundial, con las características propias del momento.

Ocurre que los protagonistas parecen ser los mismos, pero jugando papeles diferentes. En la primera y segunda guerras, Estados Unidos intervino en el momento más oportuno y necesario para sus intereses, y supo capturar la mejor parte del botín. A estas alturas, sabemos que la primera y la segunda guerra constituyen una sola, y en ambas, lo que llamamos la parte europea de Occidente, se enfrenta a Rusia, que era como la parte asiática y la gran amenaza. En estos momentos, sin embargo, es Estados Unidos el que aparece como el motor del conflicto, y el escenario es un terreno inmediato al territorio de la antigua Unión Soviética. Tanto Europa como Estados Unidos coinciden en considerar a Rusia el enemigo a derrotar, justamente porque en el territorioruso se encuentran los materiales minerales y energéticos que se necesitan para mantener en pie la civilización occidental. Y el Medio Oriente es el territorio movedizo, construido una y otra vez, que constituye en el mundo de hoy un área sensible de influencia y con
trol, donde colisionan los intereses rusos, europeos, estadounidenses, iraníes y chinos.

En las dos confrontaciones anteriores, el mapa capitalista planteó la confrontación entre Alemania y las otras potencias europeas y estadounidenses, pero hoy aparece el poderío chino y el poder ruso, involucrados y mezclados con todo el andamiaje capitalista actual, con inversiones, con intercambios, con capacidad de producción, compra y venta, pero con una permanente y clara diferenciación civilizatoria, definiendo intereses y posiciones que desde el Oriente no solo compiten sino confrontan con el Occidente. El papel actual de China es un factor nuevo que, sin jugar el papel ruso en la confrontación, ha de ser considerado un factor movedizo en la coyuntura. Al mismo tiempo, también es considerable el papel del llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica).

Aparentemente no se trata de la confrontación socialismo-capitalismo. En una apariencia real estamos ante una peligrosísima confrontación inter-capitalista, en donde las antiguas potencias capitalistas que anteriormente controlaban sin control el planeta, están perdiendo ese control e intentan, a cualquier costo, recuperarlo, y establecer un nuevo juego y nuevas reglas del juego.

En ese afán, necesitan un mayor control, una nueva distribución del planeta, una reestructuración de antiguas fronteras, y un cerco que impida que el Oriente emerja como el poder por encima de Occidente. Todo esto no parece posible de ser logrado sin guerra, y aquí hay que saber que en este tema siempre hay cálculos equivocados y sueños sin fundamentos.

Estados Unidos decide romper el poder establecido en Libia para acceder a su petróleo, destruyen al Estado libio y matan a su líder, MuammarKhadafi; cambian en Egipto a su antigua aliado, en medio de un levantamiento bien organizado, y al final de un penoso proceso, instauran su régimen y ponen a su hombre de presidente, el General Al Sisi. Por supuesto, en Libia, el poder estadounidense levantado desde las oficinas transnacionales ha terminado favoreciendo el fortalecimiento del sector árabe más hostil a Washington, y una guerra sin control sacude todo el país. Y en Egipto, aunque aparentemente hay más estabilidad y control, los acontecimientos siguen siendo movedizos.

Cuando Washington organiza la guerra contra el gobierno sirio de Bashar al Assad, sus estrategas consideraron elementalmente que el presidente sirio no resistiría el embate militar durante 6 meses; sin embargo, ocurre que el presidente sirio ha logrado acuerdos estratégicos con las poblaciones asentadas en ese antiguo territorio, y siguiendo la tradición de su padre,Hafez al-Asad, tiene acuerdos y alianzas permanentes con las poblaciones Kurdas del norte sirio, fronterizo con Turquía, y tiene un juego equilibrado entre la población suní, mayoritario en Siria, y la chiita minoritaria, a una de cuyas minorías pertenece la familia presidencial siria.

Ahora bien, Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania armaron, financiaron y entrenaron a sectores fundamentalistas para lanzarlos contra Damasco, sin considerar el impacto que esto tendría en toda la región, sobre todo en Irak. No olvidemos que al derrocar y matar a Sadam Husein, el imperio estadounidense destruyó el único factor de estabilización en la región, y la poblaciónsuni, que en Irak controlaba el poder con Sadam,fue desalojada violentamente de ese poder, y sustituida con la mano sucia estadounidense, por un presidente kurdo, y así, los antiguos dueños del poder pasaron a ser perseguidos, reprimidos, encarcelados, sin consideración.

Todo ese desalojo generó poderosas resistencias y rebeliones, como la de Faluya, contra la ocupación estadounidense. Al producirse el levantamiento en Siria, estos sectores sunitas iraquíes participaron y se fortalecieron, y así, el dinero y las armas estadounidenses pasaron a ayudar a sus enemigos.

Una vez controlados los territorios sirios al norte, en las fronteras turcas e iraquíes, importantes sectores de los alzados contra Damasco, se zafan del control de Washington y de Europa y se convierten en el Estado Islámico de Irak y del Levante, y de aquí estalla toda la crisis, porque los actuales acontecimientos aparecen como una continuación de la guerra de Irak, como errores estratégicos de la Casa Blanca, y como desconocimientos geopolíticos. Sin embargo, no podemos concluir que todo lo que ocurre se debe a errores.

Washington construye en Irak un nuevo ejército que sustituye al de Saddam Husein, pero éste, a su vez, se disuelve ante la fuerza militar del Estado Islámico, y abandona el norte petrolero, porque ese ejército iraquí-estadounidense es una mezcla de sunitas y chiitas, pero además, es una verdadera empresa comercial en donde los grados militares han sido comprados a precios altísimos, los de general, y a precios menores los de teniente o capitán, y ningún soldado está dispuesto a pelear en lo que no creen. Por eso Washington descubrió en la emergencia que no tiene soldados en Irak, tampoco gobierno, y que ahora, una vez más, está en la necesidad de enviar nuevamente soldados al terreno para disputar el territorio a ese ejército fundamentalista. Para Barak Obama, que es un presidente débil e inseguro, el tema es áspero, porque sabiendo que el envío de tropas estadounidenses a esa zona es una grave derrota a su política, sabe, al mismo tiempo, que no tiene alternativa. Los bombardeos aéreos, por espectaculares quue sean, no aseguran el control del territorio para los dueños del aire.

Toda esa coyuntura ha aflojado y soltado las antiguas amarras coloniales, y los pueblos, convertidos en Estados, recuperan sus identidades y buscan constituirse en los Estados correspondientes, fuera del control colonial.

A estas alturas de los acontecimientos, se puede considerar que Irak ya no existe como Estado, porque los sunitas son los dueños del poder central, digamos de Bagdad y sus territorios, los chiitas, del sur, y los kurdos, que no son árabes, están en su mejor momento histórico, aunque como nunca aparece lo abigarrado de los intereses de las poblaciones kurdas.

Se llama Kurdistán a la región situada al norte de Irak, de Siria, Turquía e Irán. Es una zona de unos 300 mil kilómetros cuadrados que limita al norte con Georgia, Armenia y Azerbaijan, con unos 23 millones de habitantes y 3 sectores humanos bien delimitados.

Los kurdosiraquíes aparecen como aliados de los Estados Unidos y de las potencias europeas, como centro y territorio de inversiones, como un mundo occidental. Se puede pensar que a estas alturas de los acontecimientos, Washington y Europa apoyan y arman a esta parte kurda dirigida por Barsani, que es, a su vez, enemiga de Bashar al Assad.

La parte kurda turca es la población revolucionaria dirigida por el PKK, y cuyo líder, Okalam, es prisionero del ejército turco, en una isla del Mar de Mármara. Esta guerrilla es la que se enfrenta exitosamente al Estado Islámico en el norte de Siria, es aliada de Damasco y es la que protege a la población civil desde posiciones revolucionarias. Por ahora, los kurdos iraníes se mantienen estables.

Turquía tiene una posición artera en todo el conflicto porque respaldó a los fundamentalistas contra Damasco. Es enemiga del gobierno sirio, disputa el control de las aguas del Éufrates, que nace en Turquía, que tiene fronteras porosas con Siria, con Irak y con Irán, pero que hasta ahora se mantiene renuente a embarcarse de manera abierta en los planes militares de Washington, pero sigue respaldando a sectores del Estado Islámico.

Estados Unidos está bombardeando posiciones del Estado Islámico en Siria y se supone que la Casa Blanca entiende que Bashar puede tener en este momento la condición de interlocutor válido, porque de otro modo, de caer Damasco, todo ese territorio será controlado por el Estado Islámico, y los intereses imperiales no pasan cómodamente por las navajas afiladas de los fundamentalistas.

Dejamos pendiente el papel de Rusia en estos acontecimientos y la relación de estos hechos con la situación de Ucrania. Conviene ponerle atención a la conducta de Alemania, porque, como dijimos al principio, las piezas están dispuestas para una tercera confrontación de alcance mundial y tenemos que ver cómo debe moverse nuestro pequeño país en ese escenario.

San Salvador, 01 de octubre del 2014.

Entrevista al Partido Comunista de Venezuela (PCV)

Entrevista al Partido Comunista de Venezuela (PCV)

sep 29

Publicado por Julio

Decidí realizar una entrevista mediante e-mail al Partido Comunista de Venezuela, básicamente porque, al ser un partido diferente al PSUV, partido gobernante en el país, sabía que podían aportar un punto de vista diferente al que aporta el PSUV, la cual cosa ayuda analizar mejor la situación del país.

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La verdad es que me he encontrado perplejo ante el buen trato, la buena respuesta y el punto de vista que ha aportado el PCV con esta entrevista, me han sorprendido gratamente. Agradecemos, pues, el trato cordial del PCV y del Consejo de Redacción del Partido, Tribuna Popular.

Además, os enlazamos un .pdf donde leer la entrevista. CUESTIONARIO Mundo Republicano

1- ¿Cuál es la situación del PCV actualmente? ¿Es una fuerza con bastante apoyo y que tiene su eco mediático o más bien son una fuerza pequeña? ¿Con cuántos diputados cuentan?

El PCV tiene representación parlamentaria en todos los niveles de la estructura política del Estado venezolano: un diputado en el Parlamento Latinoamericano, tres en la Asamblea Nacional, 12 en distintos Consejos Legislativos Estadales, y 65 concejales municipales. Todo ello es resultado de la todavía modesta pero creciente votación que aporta nuestro Partido – dentro de la coalición de organizaciones que impulsa el proceso de cambios– en cada uno de los procesos electorales que tienen lugar en Venezuela prácticamente todos los años. Nuestra fortaleza, medida en términos de participación electoral, es actualmente alrededor de 3% de los votos a escala nacional, pero en ciertas zonas del país ese porcentaje es muchísimo mayor, y en algunos municipios hemos alcanzado votaciones que van desde el 25% hasta 42%, a resultas de lo cual contamos en la actualidad con 5 alcaldes militantes del PCV.

Estamos creciendo también en número de miembros, en los últimos tiempos con algo más de rapidez que lo habitual, siempre en estrecha relación con el desarrollo general del Partido; pero ni el crecimiento numérico de nuestras filas ni la mejoría de nuestros resultados electorales miden efectivamente el verdadero progreso de nuestro Partido ni señala nuestra perspectiva futura. Nos definimos como un Partido de cuadros con proyección de masas, que aspira a generar una ruptura del sistema capitalista, sus instituciones y valores, no a administrarlo; por lo que obtener victorias electorales no está entre nuestras principales preocupaciones, sino mucho más la calidad de nuestros organismos y cuadros, por lo que jerarquizamos nuestros esfuerzos a garantizar la formación político-ideológica de nuestros militantes y el correcto funcionamiento de nuestros organismos, para influir cada vez más y mejor en la necesaria concientización, organización y movilización revolucionaria del pueblo trabajador.

Por su trayectoria y por su consecuencia junto a las luchas de los trabajadores, las posiciones del PCV tienen peso en la opinión pública y en los escenarios políticos. Además, tenemos en la actualidad un espacio de influencia amplio y significativo en el ambiente obrero-sindical, y en menor medida entre las organizaciones campesinas, las organizaciones y movimientos de mujeres y las organizaciones comunales. Asimismo, la Juventud Comunista de Venezuela tiene su actividad de masas propia, especialmente en los espacios de jóvenes trabajadores y de estudiantes.

2- ¿Cuál es la relación del PCV con el PSUV? ¿Qué diferencias hay entre las políticas de uno y del otro?

Formalmente, ambos partidos somos miembros del llamado “Gran Polo Patriótico”, amplia coalición que desde 2011 integra a docenas de organizaciones políticas y sociales de todo el país, y que debería servir como espacio para la dirección colectiva del proceso de cambios, para el debate de políticas, para el análisis crítico y autocrítico de las decisiones gubernamentales, y para la definición de lineamientos estratégicos con la participación de todas las organizaciones que estamos comprometidas en este proyecto.

Pero en la realidad, esta instancia funciona apenas como un aparato utilitarista de movilización electoral, y no cumple ni ha cumplido su misión como “comando supremo” del proceso político. El PSUV, valido de su enorme tamaño y su condición de partido de gobierno, ha mantenido generalmente una actitud hegemonista, frente a nuestro Partido y frente a los demás integrantes del GPP, y no ha permitido nunca que se desarrolle la posibilidad de un espacio de debate y construcción colectiva. Esto ha causado no pocas fricciones entre nuestros partidos desde el propio inicio del gobierno del Presidente Chávez, cuya formación militar y estilo personal de mando limitaban las posibilidades de articulación e intercambios.

Las relaciones con el Presidente Maduro, quien proviene de la militancia política de izquierda y tiene experiencia como activista en diversos ambientes sociales y especialmente en los medios sindicales, han sido hasta ahora menos tensas, pero esto no se ha traducido en mejoras reales en cuanto al funcionamiento del GPP ni en cuanto a la construcción de espacios de auténtica dirección colectiva.

Confluimos con el PSUV especialmente en el objetivo de la lucha antiimperialista, tomando en cuenta que es un partido poli-clasista; de orientación reformista; con un perfil ideológico difuso en el que se articulan elementos democratacristianos, socialdemócratas, nacionalistas y marxistas; controlado en lo fundamental por fuerzas de origen pequeño-burgués y de las capas medias. En la perspectiva de la Revolución Socialista –aun por conquistar–, en el proceso de definición y deslindes de la lucha de clases, consideramos que los sectores progresistas del PSUV podrán jugar un importante papel.

3- ¿Suelen confluir en las decisiones del Gobierno o suelen estar en contra?

El PCV mantiene una posición autónoma, crítica y propositiva ante el gobierno y ante el PSUV. Esto significa que, aunque dentro del contexto de las agudas contradicciones que enfrentan a Venezuela con el imperialismo global, mantenemos nuestro apoyo al gobierno como lo hemos hecho desde 1999, nos reservamos el derecho a exponer nuestros propios planteamientos acerca de la situación nacional y nuestras opiniones y valoraciones sobre las políticas adelantadas por el gobierno. Tanto en las páginas de nuestro periódico, Tribuna Popular, como en el marco de la rueda de prensa semanal que sostiene nuestro Buró Político todos los lunes, damos a conocer públicamente, de manera cordial pero franca y directa, nuestras divergencias con el gobierno, que son especialmente agudas en materia de política económica y en materia de asuntos laborales.

Es compleja la situación en que se encuentra nuestro Partido desde 1999: no somos ni queremos ser oposición a un gobierno que pese a todo continúa teniendo una orientación general popular, democrática y antiimperialista; pero no somos ni podemos ser parte de un gobierno al que consideramos expresión de fuerzas que, por su naturaleza y vocación histórica, se oponen a la profundización revolucionaria de los cambios democráticos con miras a una perspectiva socialista en nuestro país.

Nuestro Comité Central, el pasado mes de julio, lo resumió en una declaración política: “El PCV […] nunca ha centrado su accionar ni su política en la búsqueda de cargos o prebendas. La razón de ser del PCV no es ocupar Ministerios o puestos en instituciones del Estado burgués, sino constituirnos legítimamente en fuerza concientizadora, organizadora y movilizadora de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, para la lucha antiimperialista, la defensa de la independencia, el impulso del desarrollo soberano y la conquista del Poder para la construcción de la sociedad socialista.”

4- Según el punto de vista del PCV, ¿cuál es el estado de la Revolución en Venezuela, si es que la hay?

Esta pregunta ya ha quedado parcialmente respondida, pero podemos ser más precisos y enfáticos: no creemos que haya habido revolución alguna en Venezuela en 1999. El 14º Congreso Nacional de nuestro Partido, reunido en agosto de 2011, lo expresó así: “Lo que ha ocurrido, esencialmente, es que la burguesía asociada y subordinada a los monopolios imperialistas […] que ejercía el dominio del Estado […] ha sido desplazada del control estatal, pero en general no por las clases y capas realmente interesadas en un cambio revolucionario. Son otros segmentos de la burguesía, y fundamentalmente de la pequeña burguesía, asociados a ciertos grupos e individualidades civiles y militares, quienes, pese a la resistencia de factores progresistas y revolucionarios, ahora determinan la tendencia dominante en la dirección del Estado, no para transformarlo y crear un Estado Democrático-Popular Revolucionario, sino para administrar la renta petrolera bajo monopolio estatal, introduciendo reformas sociales y políticas, pero preservando el modelo económico rentista tradicional y el tipo de Estado burgués que corresponde a tal modelo, altamente burocratizado, elitesco, ineficiente, corrupto, populista y asistencialista.”

En los cuatro últimos años, se ha venido observando un desgaste creciente del impulso y el nivel de apoyo popular que tuvo ese proceso de cambios desde su inicio, desgaste que se detuvo y revirtió parcialmente por la reacción emocional del pueblo ante la enfermedad y muerte del Presidente Chávez. La transición al gobierno ahora presidido por Nicolás Maduro se cumplió con relativa normalidad y sin grandes sobresaltos, pero desde entonces ha quedado cada vez más en evidencia que la tendencia hacia el desgaste continúa y hasta se acentúa, ahora agravada por los severos problemas económicos que enfrenta el país. Adicionalmente, persiste el empeño de algunos grupos de la extrema derecha nacional, auspiciados y apoyados por intereses imperialistas globales (que tienen sus sedes principales de coordinación y dirección en EE.UU., Colombia y España), en derrocar por cualquier vía al legítimo gobierno nacional y revertir los cambios habidos en los últimos 15 años. Hasta ahora les ha sido imposible lograr sus objetivos, principalmente debido a las fortalezas que todavía mantiene el proceso de cambios, pero también en alguna medida como resultado de sus propias divisiones internas. No obstante, siguen siendo un peligro latente.

5- ¿En qué luchas está centrando los esfuerzos el PCV?

La 13ª Conferencia Nacional de nuestro Partido, recién concluida en agosto de este año, acaba de ratificar y enfatizar la línea política del PCV hacia la construcción de un bloque obrero-popular revolucionario integrado por las fuerzas políticas y sociales genuinamente comprometidas con la profundización de los cambios hacia una verdadera revolución. Este bloque, ya en construcción alrededor de un núcleo central conformado por los sectores más conscientes y organizados del movimiento obrero-sindical, está llamado a disputar el poder político en Venezuela en el mediano plazo.

Ello requiere avanzar aceleradamente hacia un cambio en la correlación de fuerzas, que es en la actualidad abrumadoramente contraria a tal posibilidad por estar clara y decididamente bajo el control de una coalición de sectores de la pequeña burguesía en auge, de la burguesía comercial-importadora, y del capital financiero. Para lograr tal cosa, estamos haciendo esfuerzos intensificados en la organización y fortalecimiento del núcleo central obrero-sindical de este bloque de fuerzas, lo que, por cierto, nos está llevando a una nueva ronda de confrontaciones cada vez más agudas con el gobierno y su política en materia laboral y sindical, que es en general favorable a los intereses patronales y contraria a la organización autónoma y clasista de las y los trabajadores.

6- Según vuestro punto de vista, ¿se está produciendo una reducción de la pobreza en Venezuela? ¿Cómo creen que está la sociedad venezolana a día de hoy?

Hubo efectivamente una sustancial reducción de la pobreza entre los años 2004-2010, en comparación con los niveles existentes antes de 1999. Ello fue en buena medida resultado de los planes extraordinarios (llamados “Misiones”) puestos en práctica por el gobierno nacional para atender las necesidades sociales más urgentes, los cuales lograron resultados muy exitosos en plazos relativamente cortos gracias al abundante financiamiento que recibieron del gobierno y al masivo apoyo popular de que disfrutaron.

Desde 2011, y especialmente en 2013 y 2014, no obstante, este avance se ha desacelerado, debido por un lado a las dificultades financieras que atraviesa el país, y por otro lado, a los vicios y deformaciones que han aparecido en las propias “Misiones”. La persistencia de las dificultades económicas nacionales al día de hoy, la improvisación, el coyunturalismo y el efectismo, hacen temer por la continuidad a mediano plazo de esos esfuerzos sociales, y por la sostenibilidad de los avances logrados.

7- ¿Que políticas aplicaríais para mejorar la vida de los venezolanos y venezolanas?

Desde hace más de un año, y con mayor fuerza tras la reciente 13ª Conferencia Nacional de nuestro Partido, hemos venido proponiendo una “Nueva y Revolucionaria Política Económica”, fundamentalmente distinta de la aplicada por el gobierno a lo largo de estos años, que no ha sido capaz de evitar las tremendas dificultades que enfrenta el país en esta materia y hasta podría haberlas agravado.

Esta “Nueva Política” es una propuesta amplia y completa de reorganización de la economía nacional desde sus propias bases, e incluye entre otros puntos: un programa general de industrialización y estímulo a la economía productiva con generación de empleos de calidad; la nacionalización completa de la banca y el sistema financiero; la nacionalización completa del comercio exterior, a fin de evitar los efectos perniciosos de la importación de bienes y servicios que deberíamos producir nacionalmente, y de la hemorragia de divisas que esa importación requiere; la reforma integral del sistema tributario, con eliminación del IVA y aumento sustancial de los impuestos al capital; el establecimiento de un sistema de planificación central participativa de la economía; el reordenamiento de las finanzas públicas y del gasto presupuestario del Estado sin afectar los intereses del pueblo y los trabajadores. Hay un vivo y creciente interés en diversos sectores de la clase trabajadora y el pueblo todo por nuestras propuestas, ante las estrecheces que hoy enfrenta el país y ante la perspectiva de que éstas se agraven en el futuro cercano, ya sea por la persistencia de la actual política económica o por la introducción de reformas con negativo impacto en los sectores populares.

8- Hace poco pudimos leer la noticia de que el gobierno de Venezuela estaba construyendo casas abrigo para niños huérfanos de Palestina. ¿Es cierta? ¿Cómo se encuentran las obras de las casas o ya están hechas?

Entendemos que el gobierno nacional ha tenido un nuevo gesto de solidaridad internacionalista con el pueblo palestino, al cual siempre ha apoyado tanto en los foros políticos y diplomáticos mundiales como a través de acciones concretas de ayuda humanitaria. Es cierto que en este caso ha habido un ofrecimiento del gobierno venezolano de recibir grupos de niños y adolescentes palestinos que hayan sufrido la desarticulación de su grupo familiar como resultado de los recientes ataques sionistas contra la franja de Gaza, pero no contamos con la información sobre el estado actual de las conversaciones con el gobierno palestino al respecto.

En todo caso, el gobierno venezolano tiene en marcha desde hace unos tres años un gigantesco plan de construcción de viviendas, denominado “Gran Misión Vivienda Venezuela”, que ha producido y entregado a familias de bajos ingresos unas 700 mil unidades habitacionales totalmente equipadas y amuebladas, virtualmente sin costo alguno. No nos sorprendería que, de concretarse el traslado de grupos de huérfanos palestinos a nuestro país, se destinen a este fin algunas de las decenas de miles de unidades actualmente en construcción.

Lo que sí podemos asegurar es que esos niños serían tan bien recibidos como lo han sido siempre los numerosísimos árabes de distinto origen que han inmigrado a nuestro país por distintas razones y se han establecido aquí desde la llamada Segunda Guerra Mundial, como lo fueron los cientos de miles de refugiados de la Guerra Civil española que aquí encontraron su nuevo hogar, o como lo son en la actualidad los refugiados de guerra colombianos que han venido a nuestro país huyendo de la dura situación que persiste en el suyo.

9- ¿Qué opináis del proceso de independencia de Catalunya?

Con todo respeto por los asuntos internos y las políticas de las organizaciones progresistas y revolucionarias del Estado español y de cada una de las Comunidades Autónomas que por ahora lo integran, una independencia que garantice la consolidación del poder de la burguesía catalana sobre el pueblo trabajador de ese territorio, sería un avance tan pequeño y tímido que no merece en nuestra opinión tanta atención como la que se le ha dado. Y esa es precisamente la dirección en que parecen soplar los vientos predominantes en la mayoría de las Comunidades Autónomas en que se ha planteado seriamente el tema de la independencia: proyectos independentistas impulsados por coaliciones bajo la clara hegemonía de fuerzas de derecha y centroderecha (CiU en Catalunya, PNV en Euskal Herria, etc.), que han logrado cooptar a amplios sectores populares con legítimos y muy respetables sentimientos nacionalistas, pero cuyos intereses de clase no serán favorecidos en lo absoluto por una independencia lograda bajo las condiciones que imponga la correlación de fuerzas existente, de orientación y contenido claramente antipopulares. Estimamos de todas maneras que el referendo independentista planteado para Catalunya, sean cuales sean sus resultados, es un evento que puede tener consecuencias progresistas para toda España, al reabrir o reactivar oportunidades y debates políticos de mayor trascendencia, que han estado en general cerrados por décadas.

10- ¿Cómo veis la situación de España? ¿Veis posible que las fuerzas de izquierda puedan volver a conseguir el poder?

Habría que empezar, de nuevo con todo respeto, por definir con claridad qué o quién es la “izquierda” en la España actual. La frase “volver a conseguir el poder” sugiere que las fuerzas de izquierda lo han tenido en el pasado más o menos reciente, y eso, desde nuestro punto de vista, no es verdad.

Desde nuestra perspectiva, el PSOE es, como en general lo son todos los partidos llamados “socialistas” de Europa occidental, partícipe consciente y deliberado de un arreglo muy similar al esquema bi-partidista que regía en nuestro país hasta fines del siglo pasado, y que permite un cierto grado de alternabilidad “democrática” entre actores políticos que están, en lo esencial, todos comprometidos con la estabilidad y la perpetuación del estado de cosas reinante. Son por lo tanto de “izquierda” sólo dentro del estrecho marco definido por ese arreglo, por ejemplo en comparación con el PP; pero en cuanto a su potencial para impulsar cambios profundos hacia la genuina democratización del Estado español, no son de izquierda en lo absoluto.

La constitución post-franquista creó un marco jurídico que garantiza la continuidad del actual estado de cosas en España sobre la base de tres soportes político-institucionales igualmente comprometidos en sostener la llamada gobernabilidad: la monarquía, la “izquierda” y la derecha (esta última sin comillas). Y los acontecimientos de los últimos meses, que pudieron poner en jaque esa gobernabilidad si el partido “socialista” hubiera hecho honor a su nombre e historia remota y se hubiera opuesto a la perpetuación de la monarquía, así lo demuestran: nada puede esperarse de esa clase de “izquierda” si acaso llega a ganar las elecciones en el futuro, lo que no parece improbable.

Clases sociales y revolución en El Salvador de 1979

Clases sociales y revolución en El Salvador de 1979
Por Roberto Pineda 26 de septiembre de 2014

La necesidad de contar con un instrumental teórico que le permitiera orientarse en la complejidad de la situación político-social salvadoreña, para poder así enrumbar sus esfuerzos por una parte hacia la derrota de la dictadura militar y la conquista de un gobierno democrático y por otra, el desafío de fortalecer la voluntad colectiva del viraje hacia la lucha armada, definieron las líneas maestras del VII Congreso del Partido Comunista de El Salvador, PCS.

E VII Congreso fue celebrado en abril de 1979 en una residencia en la calle hacia Los Planes de Renderos, en la más absoluta clandestinidad. El congreso anterior se había celebrado en agosto de 1970 y el siguiente se realizó en marzo de 1993. Al final aparecen breves biografías de Norma Guevara, José Luís Merino y Farid Handal.

El VII Congreso del Partido Comunista de El Salvador. Abril de 1979

El VII Congreso del Partido Comunista de El Salvador, eligió una nueva dirección del partido, discutió y aprobó nuevos Estatutos y principalmente se enfocó en el debate y aprobación del documento Fundamentos y Tesis de la Línea General del Partido Comunista de El Salvador, que constituye sin duda alguna uno de los documentos teóricos fundamentales de los comunistas salvadoreños.

Este documento se divide en tres partes. La primera parte trata sobre los Fundamentos y Tesis de la Línea General del PCS y se divide en tres secciones: el esquema del desarrollo seguido por el capitalismo y la formación económico-social salvadoreña en conjunto; el sistema político de dominación y la Dialéctica de la crisis estructural.

La segunda parte comprende cinco capítulos: sobre el carácter y las fuerzas motrices de la revolución que madura en el país; sobre las Vías de la Revolución y Formas de lucha; sobre la Conquista de la Dirección de la Revolución Democrática, Antiimperialista por el Proletariado y su Partido; sobre el Frente Único y el aprovechamiento de las contradicciones en el campo enemigo y sobre la línea internacional del PCS. Y la tercera parte, que no fue de conocimiento público, trata sobre las Tesis de Organización. A continuación hacemos una síntesis de este importante documento.

En febrero de 1988 la periodista chilena Marta Harnecker entrevista al entonces Comandante Simón sobre el viraje del PCS a la lucha armada y este se refiere al VII Congreso de la siguiente forma:

“¿En qué momento tú sitúas el salto ideológico en el Partido, es decir, el abandono de los esquemas reformistas acerca de cómo llevar adelante el proceso revolucionario?
En el VII Congreso de abril de 1979, cuando decidimos virar hacia la lucha armada, aunque como te decía, fue culminación de un proceso de lucha ideológica interna, largo y sostenido.
A ver, explica un poco más eso.
Bueno. Cuando nosotros a finales del año 76, en la campaña electoral, le decíamos a las
masas: “hay que prepararse para defender con la violencia los resultados en las elecciones”, ése era ya un planteamiento de poder. Pero no era el planteamiento del poder revolucionario propiamente tal, sino del poder así, en general. ¿Quién iba a ganar el poder? Estas fuerzas democráticas asociadas en las urnas, que eran las que estaban capitaneando todo aquello.
Como lo de Allende, digamos, la vía pacífica…
No era tanto la vía pacífica, porque no tenía cabida en nuestro país. Nunca hubo elecciones como las de Chile. El nuestro era un planteamiento diferente: el acceso al poder a través de una rápida insurrección en la que una parte del ejército reaccionaba y le abría campo a aquel hombre que había ganado las elecciones, pero que, de hecho, implicaba que se mantenían las estructuras del estado burgués. Lo que debería ocurrir era una simple recomposición del gobierno. Creo que hay un hecho de 1985 que ilustra bien aquella idea nuestra en las elecciones de 1977: lo que pasó en Filipinas, el ascenso de Corazón Aquino al gobierno impulsado por la rebelde acción popular contra el fraude en las elecciones y el golpe militar que derribó a Ferdinando Marcos. Ese era más o menos el diseño nuestro.
¿Y eso es lo que cambia en el VII Congreso?
Sí, aunque empieza a cambiar antes, en febrero y marzo de 1977. Después hubo vacilación, retroceso, luego viene la convocatoria al congreso y, a propósito de ella, se inicia el análisis crítico de todo ese período en la propia dirección. Surge la posición autocrítica, viene el debate en el Partido y en la juventud. La discusión fue promovida por la dirección del Partido, la cual elaboró y bajó los documentos que sirvieron de base para ese debate, los que, con el aporte de los militantes, fueron enriquecidos. Cuando llegamos al congreso llevábamos un verdadero enfoque revolucionario. El congreso es
el salto.

El nuevo Comité Central, al que fueron incorporados los principales dirigentes de la Juventud Comunista y numerosos cuadros frescos surgidos de los escalones intermedios del Partido, adoptó medidas organizativas en gran escala para asegurar en la práctica el viraje del Partido. Así surgió entre nosotros el concepto de Partido en guerra, cuya idea central es hacer apto al Partido para cumplir su misión en la guerra. Ya desde antes de celebrarse el VII Congreso, el viraje del Partido había tomado un curso resuelto. Antes del golpe de estado de octubre nosotros estábamos empezando a realizar nuestra lucha armada, ya teníamos unidades realizando las primeras acciones, pequeñas acciones, claro.

Durante 1980 el paso a la lucha armada se aceleró y, por supuesto, con nuestra participación en la ofensiva del FMLN del 10 de enero de 1981, el viraje se consumó definitivamente. En nuestro caso se confirmó, pues, que en política no hay transformaciones instantáneas, ni químicamente puras. Pero en lo que se refiere a la dirección, había triunfado, ya desde el congreso, la posición correcta. Incluso el congreso es un salto en el enfoque unitario con respecto a las demás fuerzas
revolucionarias.

Nosotros habíamos venido planteando durante años la unidad de las fuerzas revolucionarias, pero, una cosa es la unidad de las fuerzas revolucionarias para que apoyen aquel otro proyecto, en una especie de unidad de acción, y otra cosa es la unidad de las fuerzas revolucionarias para construir la vanguardia de la revolución. Por eso yo te decía en la entrevista que tú me hiciste en 1982: El Partido Comunista no puede aportar a la unidad de las fuerzas revolucionarias si él mismo no rompe con el reformismo.

En el caso nuestro, no ocurrió que pasáramos de una posición contra la unidad a una posición a favor de ella, como ha sido el caso de algunos Partidos Comunistas de Suramérica. Nosotros estuvimos siempre por la unidad y lo que hubo fue un cambio de calidad en nuestra tesis sobre la unidad: pasamos de un planteamiento reformista a un planteamiento revolucionario del problema.
¿Y por lo tanto a impulsar lo que unos llaman la plurivanguardia, y otros el plurisujeto de la vanguardia o la vanguardia-síntesis…?
Sí, sí, seguro. La tesis que se plantea y aprueba en el congreso es la que sostiene que el
proceso de la unidad de las fuerzas revolucionarias debe ser el proceso de la construcción de la vanguardia de la revolución. Por eso te digo que el VII Congreso fue un salto ideológico en todo sentido.”

Por otra parte, en el VIII Congreso del PCS, realizado en 1993 en las faldas del Cerro de Guazapa se hace una valoración sobre el VII Congreso, la cual transcribimos:
“Después de las protestas violentas de febrero de 1977 impulsadas por el PC en defensa de la victoria electoral y del pleno del CC en abril de ese año en que se decidiera realizar el viraje hacia la lucha armada, transcurrieron dos “largos” años de intenso debate interno antes de que el VII Congreso, celebrado en abril de 1979, reafirmara la decisión del viraje.
A esas alturas, la lucha armada venía desarrollándose de forma creciente, impulsada por otras organizaciones revolucionarias, ante el cierre cada vez mayor por parte de la dictadura de espacios para otras formas de lucha y la profundización de la represión.
La incorporación del Partido a la lucha armada formaba parte de una respuesta más integral a los problemas fundamentales de la revolución. El Congreso dotó al PC de la necesaria fundamentación y proyección histórica; dejando claramente establecido el carácter democrático y antimperialista de esta primera etapa de la revolución con rumbo al socialismo, y en correspondencia con ello precisó las tareas principales de la misma. Resolvió el viejo y falso dilema teórico de la izquierda revolucionaria y en particular de los PC de contraponer la revolución democrática a la revolución socialista como si se tratara de dos revoluciones completamente separadas.
El séptimo congreso de nuestro partido aunque no logró percibir que nos encontrábamos en vísperas de la entrada a la guerra propiamente, abordó el problema de la vía de la revolución reafirmando la tesis general de que había que combinar todas las formas de lucha. Aunque de manera insuficiente, identificó a las fuerzas sociales interesadas en llevar adelante la revolución democrática; trazó los rasgos principales de la política de alianzas y los del enemigo principal de la revolución y se pronunció anticipadamente por la unidad revolucionaria del país.
El viraje acordado era integral y ponía el acento en la solución del problema del poder. Sólo faltaba que el Partido adoptara una conducta política práctica, en concordancia con esas decisiones, trazándose así, la consigna de construir un partido en guerra lo cual demostraba la determinación de consumar la incorporación plena a la lucha armada.
El triunfo de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, el 19 de julio, confirmó en lo fundamental las líneas trazadas en el Congreso. En particular le dio un impulso grande a la línea de la unidad de la izquierda, adoptada por el PC en el VII Congreso, guiado por la verdad refrendada por las experiencias revolucionarias mundiales pasadas y recientes de que para resolver bien el problema de la vanguardia es absolutamente necesario resolver bien el problema de la unidad de la izquierda.”
Fundamentos y Tesis de la Línea General del Partido Comunista de El Salvador

I. Esquema del Desarrollo seguido por el Capitalismo y la Formación económico-social salvadoreña en conjunto

A. – Tres etapas del desarrollo del capitalismo

Considera el documento del PCS que “el desarrollo del capitalismo, hasta su triunfo absoluto como formación económico-social en El Salvador, recorrió tres etapas: “los orígenes del capitalismo se remontan en nuestro país al último tercio del siglo XVIII, vinculados a la producción y explotación del añil. La agro-exportación del añil nació bajo el estimulo y condicionamiento de la creciente demanda de tintas para la industria textil de los países europeos más desarrollados en el sentido capitalista (Países Bajos, Inglaterra, etc.), que se encontraban entonces en pleno despliegue de la “revolución industrial.”

La segunda etapa “es la más larga; se desenvolvió durante un siglo vinculada a la aro-exportación del Café, desde mediados del siglo XIX hasta los años cincuenta del siglo XX. Aunque durante la primera etapa se crearon algunas premisas socio-económicas internas par e sucesivo desarrollo del capitalismo, ellas eran muy débiles. Esta segunda etapa fue en esencia, como la primera, un proceso inducido desde el exterior por la expansión de capitalismo europeo y, desde principios de este siglo, crecientemente también pro al expansión del capitalismo norteamericano, y no una transformación dinamizada principalmente por el desarrollo interior de la sociedad en nuestro país.”

La tercera etapa “se inició en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial y, más exactamente, desde “el golpe de los Mayores”, en diciembre de 1948, que originó una nueva faceta de la dictadura militar y del papel del Estado en el desarrollo económico nacional. En esta etapa, el desarrollo del capitalismo se dinamizó vinculado en parte a al diversificación de la agro-exportación (con el algodón y el azúcar) pero principalmente a ala industrialización seudo sustitutiva de importaciones, cobijada en el mercado común centroamericano.”

B. Rasgos históricos de la formación económico-social salvadoreña

Considera que “en El Salvador el capitalismo se originó como un proceso de ruptura y desintegración lenta e incompleta de las estructuras económico-sociales y la super-estructura político-ideológica de la formación colonial (mezcla feudal-esclavista comunitario primitiva, con predominio feudal), por la acción de una fuerza externa a ellas; la fuerza expansiva del capitalismo europeo occidental. Por otra parte, en nuestro país el capitalismo se “asentó” primero en ciertas ramas de la agricultura y , desde allí, e extendió al comercio, a los transportes y, mucho más tarde, a la industria.”

Sostiene que “la primera etapa del desarrollo del capitalismo en nuestro país se desenvolvió cuando el capitalismo internacional más avanzado se encontraba en las condiciones pre-monopolistas y no se había impuesto todavía como sistema dominante mundial. La segunda etapa del desarrollo del capitalismo “salvadoreño” transcurrió cuando el capitalismo internacional realizaba su tránsito al capitalismo monopolista, hacia el imperialismo. La tercera etapa del desarrollo del capitalismo…transcurrió cuando EE.UU. se convirtió en la potencia imperialista hegemónica a nivel mundial y absolutizó su dominio sobre América Latina.”

II.- Característica Actual de la Formación Económica-Social Salvadoreña y su Crisis

A.- Aspectos Generales

Afirma que “El Salvador es hoy un país capitalista dependiente, con un desarrollo mediano de agudos contrastes: mientras por un lado han surgido incluso monopolios nacionales privados y estatales y se ha formado una oligarquía financiera, por otro lado arrastra no pocos remanentes pre-capitalistas, en especial, un grave problema agrario. El país soporta una antigua dictadura militar derechista, ahora en trance de fascistización.”

“El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas es aún bajo, avanza con lentitud, desequilibrios y deformidades; la agro-exportación de café, algodón y azúcar tiene todavía un peso decisivo en la economía nacional; al sujetan al mercado internacional dominado por los monopolios imperialistas.”

B.- El problema agrario

Plantea que “la mayor parte de la tierra disponible para la agricultura es propiedad de un puñado de grandes terratenientes:1, 961 latifundios, que son menos del uno por ciento del total de explotaciones agropecuarias…en el extremo opuesto hay 252,481 minifundios, que son el 93% del total de explotaciones y poseen en conjunto 572,579 manzanas, es decir, sólo el 27% de la tierra agrícola. A causa del monopolio sobre la tierra, las tres cuartas partes de la población del campo, carecen en absoluto de propiedad sobre la tierra.”

“Los niveles más altos del desarrollo de la agricultura están en los cultivos de exportación (café, algodón, caña de azúcar). Estos cultivos son la mayor fuente de empleo en el campo, pero solo durante temporadas que, en conjunto, no son mayores de 4-5 meses en el año. En e tiempo restante reina la desocupación y ello permite mantener, en provecho de los señores de la tierra y de los empresarios de la agro-exportación en general, un nivel miserable de salarios para las masas trabajadoras del campo.”

¿Dos caminos de solución alternativos para el problema agrario?

Subraya que “la vía terrateniente de desarrollo del capitalismo en la agricultura es la que se ha venido practicando en nuestro país desde principios de siglo pasado. Para empujar el carro de la historia por este camino, incluso se despojó a las masas trabajadoras de la tierra ejidal y comunal…”

“El camino terrateniente de desarrollo capitalista ha consistido en una parcial y paulatina eliminación de las supervivencias pre-capitalistas por medio de la conversión de los latifundios semi feudales donde predominaban la renta de la tierra como relación económica fundamental entre los terratenientes explotadores y los campesinos explotados, en latifundios capitalistas, donde predomina el salario como relación económica entre los empresarios de la agricultura y los trabajadores. La tierra continua siendo propiedad de los terratenientes.”

C.- Las clases sociales en El Salvador

Establece que “las clases fundamentales de esta sociedad son la burguesía y el proletariado; por otro lado, existen junto a ellas clases y capas secundarias: los terratenientes, los campesinos, la pequeña burguesía, las capas intermedias (capas medias urbanas y las llamadas “capas marginales”) y el lumpen proletariado.”

Las clases fundamentales

“Son clases fundamentales aquellas sin las cuales es imposible la existencia del modo de producción predominante ( en nuestro caso, el capitalismo)y que, a su vez, deben su origen a dicho modo de producción.”

La Burguesía

Considera que “si se tiene en cuenta su vinculación con los monopolios imperialistas extranjeros “interiorizados” en nuestro país y con el creciente sector del capitalismo de Estado, en la burguesía se distinguen varios agrupamientos formados por ejecutivos y asociados de las sucursales de dichos monopolios de las empresas de capital mixto; o por altos ejecutivos de las empresas capitalistas estatales (CEPA, CEL, INSAFI, FSV, FIGAPE, FNV, COFINTA, etc.), algunos de los cuales son la vez ricos empresarios privados.”

“Si se tiene en cuenta su ubicación en las distintas ramas de la actividad económica, la burguesía comprende varios sectores: burguesía agraria (en fuerte medida, agro-exportadora) burguesía industrial, burguesía bancaria, burguesía comercial (en la cual se comprende la de los servicios). En el curso de las últimas dos décadas ha tenido lugar l fusión de ciertos grupos de banqueros, industriales, empresarios agro-exportadores, comerciantes, capitalistas de las sucursales de los monopolios extranjeros o vinculados a ellos y/o a las empresas estatales, dando origen a una oligarquía financiera muy rica que se encuentra hoy en plena expansión de su poderío.”

El proletariado

Según este documento “se integra fundamentalmente pro dos sectores: el proletariado industrial y, en general urbano y el proletariado agropecuario. En el proletariado industrial y urbano debe distinguirse a los obreros de la industria moderna, la construcción, la electricidad y el transporte, que son un típico fruto del desarrollo capitalista, ya los operarios de tipo artesanal.”

Mientras que “el proletariado agropecuario lo forman en gran mayoría trabajadores asalariados no calificados, llamados jornaleros, pero también los trabajadores calificados de beneficios de café, ingenios azucareros, establos y haciendas ganaderas modernas, salineras y empresas pesqueras, plantas almacenadoras, conductores y mantenedores de maquinaria agrícola y transporte automotriz, operarios artesanos radicados en cantones y poblaciones rurales.”

Las clases secundarias. La pequeña burguesía

Ubica el documento en este sector social “a los artesanos con talleres operados por ellos mismos o con sus familiares: telares manuales, zapaterías, sastrerías, costurerías, elaboración de sombreros de palma, lazos y demás jarcias, joyerías, peluquerías salas de belleza, talleres de reparaciones diversas, etc.”

Incluye también “locatarias de los mercados y plazas otros pequeños comerciantes propietarios de pulperías o establecimientos vinculados a la esfera de los servicios; operados por ellos mimos o con ayuda de familiares, como molinos de nixtamal, comedores, tortillerías o pupuserías, otros pequeños propietarios, como taxistas y demás transportistas dueños de los vehículos que manejan, fumigadores dueños de los equipos operados por ellos, etc., y l categoría con menores ingresos de los pequeños rentistas.”

Los terratenientes

Opina que “la clase de los terratenientes no desaparece con el desarrollo capitalista. Ellos por lo general se transforman en ricos arrendadores de su tierra y hacen una vida cada vez más parasitaria: muchos se limitan a depositar sus rentas en los bancos del país o del extranjero. Algunos se insertan dentro de la burguesía ( grande o media) invirtiendo sus renta en actividades económicas modernas, no agropecuarias y continúan también siendo terratenientes.”

El campesinado

Explica que “son trabajadores que realizan cultivos propios , ya sea en tierra de su propiedad, o en tierra ajena por cuyo uso pagan una renta en dinero (“terraje” o alquiler) en producto (“censo”) en trabajo (“obligación), o combinadas estas tres modalidades. Se distinguen tres capas: pobres, medios y ricos. Los campesinos pobres o semi-proletarios no poseen tierra propia, sus cultivos, laborados por ellos mimos, sólo les permite obtener una escasa producción para subsistir una parte del año; durante la otra parte se desplazan hacia las plantaciones capitalistas y también, en cierta medida, a las obras de construcción y carreteras y trabajan allí por salario.”

Las Capas Sociales Intermedias

Enfatiza que son “agrupamientos numerosos de la población…que se encuentran situadas entre el proletariado y la burguesía, o debajo del proletariado, entre este y el lumpen proletariado. Son capas intermedias las capas medias urbanas y las “capas marginales. Las capas medias urbanas realizan un trabajo predominantemente de tipo intelectual y cuyos ingresos no provienen de la explotación del trabajo ajeno sino es realizado directamente por ellos.”

Incluye en estos sectores a “los profesionistas libres (médicos, abogados, dentistas, que ejercen su profesión por cuenta propia; cierto tipo de empleados ligados a formas atrasadas de la producción, el comercio, los servicios y la administración pública (empleados de la gran mayoría de alcaldías, juzgados, beneficios de café, tiendas en las ciudades del interior del país, ciertas categorías de parteras y enfermeras “prácticas”, de maestros de escuela, etc., de sacerdotes y sub-oficiales de filas, comisionistas –“coyotes”- . A las de este tipo las llamaremos “capas medias tradicionales”.

Otra parte de las capas medias urbanas, que llamaremos “modernas” se han originado y continúan ensanchándose como resultado del desarrollo del capitalismo dependiente, están ligadas a la industria, el comercio, los servicios y la administración pública; técnicos, contables, empleados de oficina (de bancos, empresas industriales, administración pública, empresas comerciales o de servicio, etc.), profesionistas, estudiantado universitario, artistas, periodistas, investigadores científicos, la mayor parte de los maestros de la educación primaria , media y superior, vendedores comisionistas y promotores de ventas, etc. Entre las capas medias se distinguen básicamente tres grandes sectores: el sector asalariado, la intelectualidad y el sector pequeño propietario.”

Las capas marginales

Son consideradas como “grupos muy numerosos de personas que no cuentan con medios de producción y no tienen un lugar estable dentro del sistema de la producción y la organización social del trabajo…viven en un desempleo crónico, enmascarado por las actividades a veces mercantiles, a veces en la esfera de los servicios personales , ocasionalmente en la pequeña producción artesanal(ventas callejeras, servicio domestico, reparaciones ambulantes de calzado, fontanería, etc.) o por breves períodos de ocupación como peones de la construcción, etc….Son le fruto de l expansión del capitalismo en la agricultura, de la desposesión de miles de campesinos, de la extensión de la miseria en el campo.”

El lumpen-proletariado

Los identifica como “un capa formada por elementos desclasados: ladrones, prostitutas, narcotraficantes, bandidos en general. El lumpen-proletariado ha crecido considerablemente durante las últimas tres décadas, cuando se aceleró la expansión del capitalismo como modo de producción….La conducta política del lumpen-proletariado es sumamente inestable, pero en general es una capa dispuesta a venderse a la reacción….es fuente de reclutamiento de las bandas de asesinos, torturadores y demás esbirros, cuyas filas han experimentado un gran crecimiento durante los años setenta, en el proceso de escalada represiva fascista.”

Algunas peculiaridades de las clases y capas sociales salvadoreñas

Apunta “con respecto al proletariado, ya hemos dicho que en su mayoría esta formado por los asalariados agropecuarios y la mayoría de estos son trabajadores de temporada, entre los que se mezcla gran número de campesinos pobres. Por lo que refiere a nuestra clase obrera en particular, se mezclan en ella los obreros industriales (fabriles, de la construcción, transportes y electricidad), con obreros de tipo artesanal, que en verdad son supervivencias del capitalismo temprano e incluso representan a veces remanentes pre-capitalistas aún fuertes (aunque ya no mayoritarios).”

Agrega que “todos estos factores tienen su reflejo en la incompleta formación de la conciencia clasista de nuestro proletariado en general, y de nuestra clase obrera en particular, así como también en su débil organización. Al mismo tiempo, algunas de estas características ofrecen la posibilidad de adelantar con cierta facilidad el trabajo por la alianza obrero-campesina.”

El sistema político de dominación, evolución y crisis

Establece que “desde los comienzos del siglo actual, una parte de las tendencias objetivas del desarrollo capitalista en nuestro país, necesitaban para abrirse paso de un sistema político flexible y liberalizado. Grupos de la ascendente burguesía y algunos políticos ligados a la surgente intelectualidad, expresaban esta corriente. El primer intento en la dirección apuntada fue emprendido por el breve gobierno del Dr. Manuel Enrique Araujo (1911 a 1913. El gobierno de Don Pío Romero Bosque (1927-1931) fue el punto de viraje hacia un tímido proceso de liberalización del sistema político, lo cual se había convertido en una necesidad inaplazable en la segunda mitad de los años veinte.”

Señala que “a lo largo de sus 47 años de existencia, la dictadura militar derechista ha sufrido modificaciones en el contenido de los intereses clasitas por ella representados y defendidos, en sus pautas para el desarrollo nacional y en sus formas o métodos de gobernar. En general, pueden considerarse tres fases de esta evolución de la dictadura militar de derecha.”

Primera fase de la dictadura militar derechista: diciembre de 1931 a diciembre de 1948

Durante esta fase “la dictadura militar representaba y defendía, por sobre todo, los intereses de la oligarquía cafetalera, agro-exportadora y terrateniente. Su política económica fue el principal obstáculo que impidió en El Salvador la diversificación de la economía nacional y, en particular, el movimiento de industrialización sustitutiva de importaciones, que caracterizó la evolución de los países del cono sur del continente, después de la gran crisis económica, durante l Segunda Guerra Mundial y la inmediata post-guerra.”

Agrega que “un aspecto sobresaliente del régimen fue el hecho d que todo el mando estatal estaba estructurado bajo la autoridad personal del Presidente de la República, lo cual era inherente la tendencia a la permanencia indefinida del tirano en ese cargo, rodeado por su equipo de jefes militares de confianza, que envejecían junto con él en a cumbre del poder.”

Segunda fase de la dictadura militar derechista: del 14 de diciembre de 1948 a la guerra contra Honduras (14 de julio de 1969)

Considera que “el Golpe de estado de los Mayores abrió una nueva fase de l dictadura militar en cuya dirección se conjugaron inicialmente varias tendencias y sectores: la intelectualidad reformista civil y la joven oficialidad, frustradas en 1944, que aspiraban a la democratización del sistema político; grupo de la burguesía interesados en la diversificación d e economía nacional, entre los que se incluían algunos elementos agro-exportadores que habían iniciado la diversificación de sus propias inversiones y la aspiración, profundamente enraizada en el cuerpo de oficiales del Ejército, de asegurarse una mecanismo de relevo periódico en el mando político y la administración estatal.”

Señala que “se inició lo que podríamos llamar una apertura democrática limitada e inestable, varias veces cerrada y varias veces abierta. El estado asumió el papel de activo promotor de la industrialización, d el agro-exportación y de la reorientación del crédito bancario, se emitió una legislación incentivadota de la industria; se dinamizó al electrificación; se procedió a la construcción de una red moderna de carreteras, comunicaciones telefónicas y telegráficas, etc.”

Tercera fase de la dictadura militar derechista: de 14 de julio de 1969 a los días actuales

Establece que “al abrirse esta fase d la crisis estructural, surgió un nuevo brote de reformismo impregnado con las concepciones desarrollistas pro-imperialistas, en el aparato militar y civil de estado. Desde los finales del gobierno de Sánchez Hernández hasta los finales del gobierno del Coronel Mollina , esta corriente reformista caracterizada por su timidez y vacilación, se vino disputando la supremacía con la vieja tendencia conservadora y ultraderechista que ha sido la razón de ser de la dictadura militar.”

Concluye que “la dictadura militar derechista, abocada su propia caducidad histórica y empujada por los círculos más reaccionarios de la oligarquía financiera, de los terratenientes, de las transnacionales y del estado imperialista yanqui, ha buscado sobrevivir mediante la fascistización, pero no ha logrado institucionalizar este modelo. Al mismo tiempo, la alternativa de una nueva apertura democrática se le presenta hoy sumamente riesgosa: las contradicciones estructurales del sistema son ya muy agudas, el movimiento popular revolucionario ha experimentado un extraordinario desarrollo, la burguesía y el gobierno han perdido en proporción muy grande su base de apoyo político.”

Dialéctica de la crisis estructural. La crisis del sistema político y la dependencia.

Opina que “las espectaculares posibilidades de desarrollo de las fuerzas productivas que abre el mundo de hoy, en plena revolución científico-técnica, se encuentran bloqueadas para nuestro país por su propia estructura, es decir, por su sistema de relaciones de propiedad, producción, intercambio, distribución y la supeditación de su economía al imperialismo. La dependencia y el problema agrario, que inherentes al capitalismo dependiente que impera en nuestro país, constituyen los principales frenos al desarrollo nacional.”

Añade que “en el marco de la crisis estructural y política ha tenido lugar un fuerte incremento de la actividad financiera especulativa, principalmente en derredor de la industria de la construcción y las inversiones turísticas, ha adelantado el aburguesamiento de los latifundios y la proletarización de los campesinos, ha adelantado grandemente el proceso de fusión entre el capital bancario, industrial , comercial y agro-exportador, configurándose una oligarquía financiera, monopolista, “modernizante”, cada vez más entrelazada con las transnacionales imperialistas y sumamente poderosa.”

Concluye que “en El Salvador sonó la hora de la verdad, el combate abierto en la encrucijada de dos vías alternativas fundamentales de salida a la crisis de las estructuras y del sistema político: la solución revolucionaria democrática anti-imperialista, rumbo al socialismo; y la salida burguesa contrarrevolucionaria fascista, con o sin lapsos aperturistas o de “democracia restringida”, rumbo al capitalismo monopolista y monopolista de Estado dependiente.”

Norma Guevara

Nace en el departamento de La Unión. En 1973 se incorpora a la UES como estudiante de la carrera de Educción, ingresa al Frente de Acción Universitaria, FAU. Luego en 1974 a la Juventud Comunista (JCS). En el VII Congreso del PCS de abril de 1979 es electa para integrar la Comisión Política. Forma parte desde 1976 de la dirección del partido Unión Democrática Nacionalista (UDN) y representa a este en enero de 1980 en la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM). Durante la Guerra Popular Revolucionaria Celia formó parte de la conducción del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Al concluir el conflicto armado, forma parte de la Comisión para la Paz (COPAZ). En la actualidad es jefa de fracción del FMLN en la Asamblea Legislativa.

José Luís Merino

Nace en Santa Tecla en 1953. En 1966 se incorpora al movimiento sindical. En 1970 ingresa al Partido Comunista. Dirigente de la Juventud Obrera Salvadoreña (JOS). Dirigente de la Juventud Comunista de El Salvador (JCS). En 1974 asiste a la Escuela de Cuadros del PCUS. Participa del VII Congreso del PCS y pasa a integrar su Comisión Política. En 1981 Ramiro asume la conducción de las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), brazo armado del PCS. Ha sido diputado del PARLACEN, es miembro de la Comisión Política del FMLN; uno de los principales asesores de la empresa Alba Petróleo y candidato a diputado de la Asamblea Legislativa para las elecciones de 2015.

Farid Handal (1936 Usulutan 1994 La Habana)

En 1960 se incorpora al Partido Comunista. En 1964 asiste a la escuela de Cuadros en la URSS. En 1967 es parte del equipo de oradores de la campaña presidencial que realiza el PAR llevando como candidato al Dr. Fabio Castillo. En 1970 y 1974 es candidato a alcalde de Usulutan por el partido UDN. En 1981 Moisés forma parte de la Comisión Financiera (COFIN) del FMLN y viaja a Estados Unidos y Canadá. Ismael también impulsa la formación de CISPES en Estado Unidos y luego del Frente Mundial en Solidaridad con la Lucha del Pueblo Salvadoreño, en la ciudad de México. Muere en La Habana, Cuba en 1994.

Manifiesto del Comité Central del Partido Comunista a las clases trabajadoras de la República: obreros, campesinos y soldados

Manifiesto del Comité Central del Partido Comunista a las clases trabajadoras de la República: obreros, campesinos y soldados

Camaradas:

El Partido Comunista, que es el Director del Proletariado hacia la victoria final que solo podrá alcanzarse hasta que hayan sido suprimidas el hambre, la desocupación y todas las demás formas de esclavitud a que la clase rica y el imperialismo nos condenan a nosotros los trabajadores, ha sostenido para bien de los trabajadores una lucha encarnizada contra los gobernantes y los grandes propietarios. Primeramente los ricos y su gobierno trataron de desacreditarlo diciendo que el Partido Comunista era una banda de ladrones. Ladrones nosotros, los trabajadores, a quienes se nos roba nuestro trabajo, pagándonos un jornal miserable; nosotros a quienes están matando lentamente, condenándonos a vivir en mesones cochinos, sin agua, sin luz, o en cuarteles hediondos o trabajando día y noche en el campo bajo la lluvia y el sol. Somos calificados de ladrones por exigir el jornal que se nos debe, disminución en las horas de trabajo y en los terrajes, que son tan grandes que los ricos se quedan con casi toda la cosecha, robándonos el trabajo.

A las calumnias agregaron la muerte, los palos, las cárceles y la expulsión del país para camaradas luchadores de nuestra clase. Así hemos visto las matanzas de trabajadores y trabajadoras y hasta de niños y ancianos proletarios de Santa Tecla, Sonsonate y Zaragoza y en estos momentos en Ahuachapán. Nosotros, los trabajadores, según los ricos, no tenemos derecho a nada, no debemos hablar. Nuestros periódicos han sido suprimidos, nuestras cartas, abiertas y robadas. En nuestra lucha por poner alcaldes y diputados de nuestra misma clase, a pesar que el Partido Comunista es el más grande y disciplinado, el gobierno y los ricos descaradamente nos demostraron que mientras la clase rica no caiga de poder por la fuerza de todos nosotros, siempre seremos sus esclavos. En Ahuachapán, después que no dejaron votar a nuestros camaradas, la guardia, por orden de los ricos, los maltrató. Valientemente nuestros compañeros de Ahuachapán están con lar armas en la mano defendiéndose de los asesinos.

En presencia de todo esto, el Comité Central del Partido Comunista, que representa la opinión de todos los trabajadores y trabajadoras de la República y que cuenta con el apoyo moral y material de todos los trabajadores del mundo, y bajo la dirección de la Internacional Comunista,

Ordena:

El armamento de todos los obreros y campesinos y el establecimiento del Cuartel General del Ejército Rojo de El Salvador.
La insurrección general de los trabajadores y trabajadoras hasta establecer un gobierno de obreros, campesinos y soldados.
Camaradas obreros: ¡ármense y defiendan la Revolución Proletaria! Camaradas ferrocarrileros: ¡tomen los ferrocarriles y pónganlos al servicio de la revolución!
Camaradas campesinos: ¡toman las tierras de las grandes haciendas y fincas y protejan al que actualmente tiene un pedazo de tierra y defiendan sus conquistas revolucionarias con las armas, sin piedad para los ricos!
Camaradas soldados: ¡no disparen ni un solo tiro contra los obreros y campesinos revolucionarios¡ ¡Maten a los jefes y oficiales! ¡Pónganse a las órdenes de los camaradas soldados que han sido nombrados Comandantes Rojos por este Comité Central!
Camaradas: ¡formemos consejos de obreros, campesinos y soldados!

¡Todo el poder a los consejos de obreros, campesinos y soldados!

San Salvador, a 21 de enero de 1932. Dado en el Cuartel General del Ejército Rojo de El Salvador. El Comité Central.

CEM reproduce llamado a la insurrección popular de enero de 1932

CEM reproduce llamado a la insurrección popular de enero de 1932

SAN SALVADOR, 25 de septiembre de 2014 (SIEP) “El llamado a la insurrección de obreros, campesinos y soldados realizado por el Partido Comunista en enero de 1932 es un documento fundamental en la historia del movimiento revolucionario salvadoreño…” expreso el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas, CEM “Sarbelio Navarrete.”

Agregó que “el rescate de nuestra valiosa herencia revolucionaria es una tarea permanente, para garantizar que las nuevas generaciones de luchadores sociales se eduquen y orienten desde los principios del compromiso con la lucha por la democracia y el socialismo, en las nuevas batallas de este siglo XXI.”

Señaló que “este llamado del 21 de enero de 1932 que desencadenó una insurrección que fue derrotada y sus dirigentes fusilados, entre estos Farabundo Martí, fue replicado muchos años después, el 10 de enero de 1981 con el inicio de la Guerra Popular Revolucionaria por parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN y continúa en la actualidad en cada municipio donde hay lucha social.”

“Mientras la clase rica no caiga del poder por la fuerza de todos nosotros, siempre seremos sus esclavos…”es la enseñanza magistral que nos dejaron nuestros abuelos y abuelas que se levantaron con las armas en la mano hace más de ochenta años para enfrentarse a la dictadura militar y conquistar el derecho a un nuevo país, subrayó el Coordinador del CEM.

Concluyó Pineda afirmando que “defender nuestras tradiciones revolucionarias es una tarea de honor, particularmente en estos tiempos, cuando historiadores de la derecha, nacionales y extranjeros, pretenden negar o reducir el glorioso papel de conducción revolucionaria del Partido Comunista, en estos acontecimientos.”

Chavismo y Sandinismo: los roles se invierten

NICARAGUA.- Chavismo y Sandinismo: los roles se invierten
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El Presidente Nicolás Maduro quiere seguir el ejemplo del Presidente Daniel Ortega

Por Melchor Benavente

A finales de Agosto salió publicada en El Nuevo Diario y en La Prensa, una importante aunque corta noticia que fue recibida con indiferencia por los lectores. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela y heredero oficial del chavismo, anunciaba que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ayudaría a formar una escuela de cuadros en Venezuela.

Concretamente Maduró declaró: “Hoy estuvimos hablando hace apenas hace unos minutos con el presidente Daniel Ortega (…) allí nos pusimos de acuerdo en la cooperación que nos está dando el Frente Sandinista para montar la escuela de formación de cuadros y dirigentes socialistas de Venezuela”. (Nuevo Diario, 27/8/2014).

Hace algunos años, cuando los vibrantes discursos antiimperialistas del coronel Hugo Chávez estremecían a la izquierda en América Latina, el chavismo se había convertido en una fuente de inspiración revolucionaria, superando incluso el ejemplo de la revolución cubana que pasaba por momentos difíciles y grandes penurias materiales. Las nuevas generaciones de izquierdistas veneraban más la figura de Hugo Chávez que la de Fidel Castro, a pesar que el primero se declaraba públicamente como admirador del segundo.

Y es que con el auge del mercado de materias primas, y cierto “boom” de las economías en América Latina, la riqueza petrolera de Venezuela, bajo el control del chavismo, contribuyó a mucho a crear la gran ilusión de que el “Socialismo del Siglo XXI” era posible sin necesidad romper abruptamente con el capitalismo y el imperialismo norteamericano, ni pasar por los traumas y escaseces de la revolución cubana.

Bajo el apogeo del chavismo se creó la Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas (ALBA), como una nueva alternativa revolucionaria. La ideología dominante o hegemónica era el chavismo. Los petrodólares ayudaron mucho a la consolidación de este proyecto de integración de la burguesía emergente, hasta que la crisis económica mundial se encargó de acabar con estas ilusiones reformistas.

Al estancarse los precios internacionales del petróleo, el modelo de capitalismo de Estado en Venezuela, asentado fundamentalmente en la renta petrolera, entró en crisis casi al mismo tiempo del fallecimiento prematuro del coronel Hugo Chávez.

El chavismo se ha logrado mantener por más de quince años en el poder (1999-2014) utilizando la renta petrolera para financiar programas de asistencia social que le han garantizado los votos necesarios. Al no realizar las profundas transformaciones revolucionarias en la economía, los petrodólares fueron utilizados para importar alimentos y casi todos los productos que Venezuela consume. Este modelo funcionó hasta hace poco. Actualmente la crisis de Venezuela es más que evidente, provocando constantes ofensivas de la derecha que presiona para negociar y, si es posible, recuperar el poder.

Antes el sandinismo era un ferviente seguidor del chavismo. Venezuela era la fuente de inspiración. El convenio con PETROCARIBE proporcionó al gobierno sandinista los fondos necesarios para que el sandinismo consolidara el poder. Pero a diferencia del discurso estridente del difunto Hugo Chávez, quien fustigaba de manera verbal pero permanente al imperio norteamericano, el presidente Daniel Ortega manejó un discurso ajustado a sus propias necesidades políticas de sobrevivencia y de consolidación del poder. En algunos momentos, Ortega acompañó al chavismo, en otros guardo cierta distancia y en otros momentos sencillamente guardó silencio, dejo de aplaudir.

Debido a que Nicaragua no contaba con los millonarios recursos petroleros, la estrategia del sandinismo fue más pragmática: aprovechó al máximo los recursos del convenio petrolero, promovió alianzas con los empresarios del COSEP (a los cuales confiscó durante la revolución), aplicó las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) mitigando el ajuste con programas de asistencia social financiados con fondos venezolanos.

En materia de lucha contra el narcotráfico el gobierno sandinista mantiene excelentes relaciones con Estados Unidos, aprovecha al máximo al tratado CAFTA-DR para expandir las exportaciones, y maneja una prudente política de alianzas con Rusia, China y cualquier gobierno al que pueda sacar provecho.

Y esta estrategia de aplicar un crudo neoliberalismo con remedios sociales le ha dado ciertos resultados al FSLN, al grado que la economía nicaragüense crece moderadamente, superando largos años de estancamiento. Esta relativa mejoría económica ha permitido al FSLN imponer un régimen bonapartista y mantener una clara hegemonía política.

El presidente Maduro ahora quiere imitar al presidente Ortega en todo. Los roles se han invertido. El chavismo bajo la conducción de Maduro está desarrollando un giro a la derecha en relación a su mentor Chávez, y el principal obstáculo que tiene son las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que fueron educadas en el esplendor del chavismo.

Maduro quiere que la escuela de cuadros que montará el FSLN en Venezuela, ayude a cambiar la mentalidad de los cuadros del PSUV, y los prepare para tomar un rumbo parecido al que el FSLN ha aplicado desde que recuperó el poder en el año 2007.

El valiente e histórico gesto de Bachelet

El valiente e histórico gesto de Bachelet

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Es hora que la sociedad se sincere y hablemos con la verdad del pasado terrible que fueron los años de las dictaduras y de la guerra

“Basta ya de esperas dolorosas y de silencios injustificados. Lo he dicho estos días y lo repito hoy: es el momento de hermanarnos en la verdad. Y para ello es fundamental que quienes tienen información relevante, sean civiles o militares, la entreguen”, aseveró recientemente la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, al anunciar que su gobierno enviará al parlamento una propuesta de Ley para que se anule la Amnistía que el dictador Augusto Pinochet promulgó en su momento y que ha dejado crímenes de lesa humanidad en la impunidad.

El gesto de Bachelet es no sólo correcto, simbólico e histórico, sino necesario y ejemplar. Las guerras y las dictaduras en Latinoamérica han terminado y la construcción de la democracia no admite otra cosa que la verdad y la justicia.

En El Salvador, después de más de 20 años de terminada la guerra civil, la impunidad prevalece y carcome nuestra democracia. Para evadir su responsabilidad el anterior presidente le tiró al parlamento la encomienda, haciendo creer que él no tenía iniciativa de ley para promover la anulación de la amnistía, pero ello no era cierto. Lo que no tuvo Mauricio Funes fue coraje ni voluntad de hacer lo que la presidenta Bachelet ha hecho recientemente.

¿Qué consecuencia puede haber en la acción de un mandatario, el pasado y el presente, que rinde homenaje a las víctimas de las represiones y de los crímenes de lesa humanidad, pero no manda a anular la amnistía oprobiosa que mantiene a un grupúsculo de victimarios impunes?

Recordamos que en la actualidad el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, de los seis sacerdotes jesuitas, de Roque Dalton y de otros miles, están en la impunidad y sus asesinos bien felices y hasta protegidos con el manto oficial.

Es hora que la sociedad se sincere y hablemos con la verdad del pasado terrible que fueron los años de las dictaduras y de la guerra. La verdad necesita ser enfrentada para que nos curemos del mal de la violencia y la impunidad que prevalece. Creer otra cosa es ir contra la historia.