En 1972 fui del Partido Socialista Puertorriqueño

SAN SALVADOR, 1 de julio de 2013 (SIEP) A principios de 1971 junto con mi mamá (Adela) y mi sobrino (Carlos Ernesto) salimos rumbo a la ciudad de Nueva York. Abandonaba el tercer piso del edificio D de la Colonia Atlacatl, donde había vivido por tres años. Antes vivía en la Colonia La Rábida, en la 10 ma. Avenida Norte No. 1615, en el Taller de Mecánica Pineda.

Me acuerdo que me fui con un saco verde cuadriculado comprado para la ocasión en el almacén Schwartz del centro de San Salvador y con zapatos nuevos color tabaco de hebilla al lado. Salimos del viejo aeropuerto de Ilopango en un avión de TACA hacia Miami. Empezaba lo que fue la mayor aventura de mi vida. En Miami abordamos un avión de Eastern y ya la comida y el idioma eran diferentes. A mediodía de ese viernes estábamos en Estados Unidos. Y al comenzar la noche en el Aeropuerto Kennedy de la Ciudad de Nueva York.

Al llegar nos estaba esperando mi hermana junto con su compañero panameño de nombre Frank, que desayunaba con bananas. El frío invernal y el viento golpeador impactó sobre mi saquito verde tropical y también el sonido de una tonada de los Jackson Five, que se escuchaba en la radio del vehiculo que todavía no logro identificar. Y al salir de las grandes autopistas nos fuimos acercando a lo que sería por dos años mi hogar: el tercer piso del edificio 245 de la Avenida Cromwell y la Calle 167 de El Bronx.

Y lo interesante era que las piscinas y jardines imaginados se iban transformando en basureros y rincones oscuros cubiertos de graffiti. Esa primera noche compartí un camarote con mi sobrino Carlos Ernesto. Yo arriba con la amenaza de caerme. Y algunas veces me pasó pero caía parado No costó dormirnos porque frente a nuestra ventana pasaba el tren número 4 rumbo a Woodlawn y podía escucharse la voz del maquinista: one hundred sixty seven street. Al despertarnos descubrimos la nieve y abrimos la ventana para tocarla. Estábamos en otro mundo.

Ese sábado me entregaron un abrigo amarillo de corduroy y nos llevaron de paseo al Parque Central. Me impresiono la roca que competía con la tierra. Nueva York era de roca. Nos compraron los famosos hot dogs y soda de almuerzo. A la gaseosa se le llamaba soda. Y en el parque escuche por vez primera otros acentos, en especial los caribeños, puertorriqueños, cubanos, dominicanos. Y vi otras razas que no conocía: los afroamericanos, los europeoamericanos, los asiaticoamericanos. Descubrí que no éramos blancos, éramos latinos o hispanos. Y me sorprendió la prisa de la gente, la gente caminaba en un ritmo extraño, apresurada. Y es un ritmo que se le pega por toda la vida.

El lunes empecé la escuela, me pusieron en sexto grado. La clase era en inglés y no entendía absolutamente nada. La maestra blanca me preguntaba y los demás se reían. Pero había un puertorriqueño de nombre Jimmy que me traducía, es el boricua con el pelo más negro que jamás haya visto. Y luego otro puertorriqueño de nombre Junior que le decían Bacalao y vivía a la vuelta de mi casa, se hizo mi amigo. Ese lunes salí por la noche por primera vez solo, con mi pantalón acampanado y de rayas a colores, y recorrí un parque que quedaba frente a mi escuela y me fume un primer cigarro de dos cajetillas de Delta que había llevado escondidas.

Al regresar a la casa notaron que había fumado. Estuve poco tiempo en esa escuela porque luego me trasladaron a una que quedaba un poco más lejos, como a seis cuadras de distancia, pero que contaba con un Programa Bilingüe, y los maestros eran cubanos y puertorriqueños. El director se llamaba Franklin Irizarry, puertorriqueño, que estudiaba Leyes. Era muy serio, disciplinado. Había un maestro cubano de literatura, de nombre Jorge.

Y mis amigos y amigas venían de todos los rincones de América Latina y el Caribe. Jorge y Sergio eran argentinos, Pedro era cubano, Edelmiro era puertorriqueño, Iván era ecuatoriano. Mi primera novia fue una puertorriqueña de nombre Evelyn pero estuve enamorado de otra puertorriqueña de nombre Rosa Rodríguez y nunca pude ser su novio, ella me miraba muy intelectual y que no podía bailar y muy metido en política. El papá la llevaba a la escuela por las mañanas, pero a veces me le pegaba a platicar. Y la acompañaba a la salida cerca de donde vivía. Pero nunca me aceptó.

Tenía la costumbre de subir a las estaciones de los trenes subterráneos y pasarme leyendo periódicos de otros países latinoamericanos. Me gustaban los artículos históricos de la revista mexicana Alarma. Y si algún periódico me interesaba lo compraba, fuera colombiano, ecuatoriano, mexicano, dominicano o puertorriqueño. También me gustaba recorrer las bibliotecas públicas en búsqueda de la nueva novelística latinoamericana. Era un reto descubrir una nueva biblioteca y caminar hasta encontrarla.

Y a la par de mi apartamento vivía un poeta del Grupo Guajana y la vez que vi su biblioteca, un cuarto entero con las cuatro paredes tapizadas de libros y una mesa de trabajo al centro, quede impresionado, maravillado y soñé con tener una parecida y creo que lo logre en diversos momentos. Los libros siempre me han llamado la atención. El color y diseño de su portada, el tipo de letra, el olor, y me hubiera gustado trabajar en una biblioteca porque he sido conejo de bibliotecas. Me gusta leer los títulos de los estantes.

Durante el receso para el almuerzo que duraba dos horas siempre aprovechábamos para salir y viajar con nuestros pases estudiantiles por buses o trenes. Íbamos a veces hasta Manhatan. Una vez con Iván nos fuimos hasta el parque del Shea Stadium que queda al final de Queens. Un viaje como de hora y media por tren desde nuestro punto de salida. Hubo un maestro con el que nos hicimos amigos. Puertorriqueño, intelectual, olvido su nombre, déjame ver..Arnaldo Rodríguez, conversábamos y se admiraba que estuviera organizado en el PSP, él era simpatizante independentista, muy culto y desenvuelto, muy seguro de si mismo.

Una vez me propuse visitar el lugar que habíamos visitado un fin de semana, o sea el Parque Central. Quería ver de cerca de los hippies, conocerlos, intercambiar impresiones. Era un sábado y comence a caminar: pase el Yankee Stadium que quedaba en la calle 161 a unas cuadras de mi casa, luego llegue a las 149, cruce un puente que une el Bronx y Manhatan, llegue a la 125 en pleno Barrio puertorriqueño, y camine al oeste hacia el Harlem Negro, y luego hacia downtown, llegue a la 86 y descubri el Museo Metropolitano, y segui bajando estaba ya en la Quinta Avenida, en la 62 me interne al parque y logre llegar al lago y a la plaza donde estaban algunos fumando marihuana y disfrutando.

Pero comprendí que había una barrera cultural inmensa ya que la mayoría eran blancos, aunque había negros y latinos, estaba por medio el idioma y la edad. Era apenas un niñote doce años. Pero este viaje lo repetí algunas veces, llegando incluso hasta Washington Square, en pleno Village. Y también camine hasta Fordham Avenue en el Bronx.

Mi regalo de cumpleaños: la Obra Revolucionaria del Che Guevara

En el día de mi cumpleaños de ese año 1971 (doce años) fui con mi hermana Esther a comprar mi regalo ansiado a una librería de la calle 14 en Manhatan. Era la Obra Revolucionaria del Che Guevara y me lo empecé a devorar en el tren de regreso y no pare hasta concluirlo. Había encontrado muy temprano la lámpara que me daría las respuestas a mi vida. El prólogo era de Roberto Fernández Retamar. Y el primer libro los Pasajes de la Guerra Revolucionaria.

Y ahí comprendí los sacrificios realizados por el pueblo cubano para conquistar su liberación. El segundo libro La Guerra de Guerrillas. Y luego estaban sus discursos y escritos. El Socialismo y el hombre en Cuba. Y me impactó fuertemente El Mensaje a la Tricontinental. Hay que crear dos, tres Vietnam…y En cualquier lugar que la muerte nos sorprenda, bienvenida sea… Y me gustaron sus cartas, a sus hijos, a Fidel: Otros pueblos necesitan el concurso de mis modestos esfuerzos…Lo leí y lo releí. Me formó políticamente y definió mi vida.

En junio de 1971 y no en agosto como recordaba, leí en el semanario Claridad que compraba religiosamente en la estación del tren de la calle 125 una invitación para participar en el contingente independentista del Desfile Puertorriqueño. Lo hice y esto cambiaría mi vida por completo porque me permitió pasar de la lectura al activismo político
Mi primera experiencia política la viví con el Partido Socialista Puertorriqueño, el PSP. Los conocimientos que había adquirido con mi lectura del Che Guevara, los enriquecí con el ejemplo y las enseñanzas del Maestro puertorriqueño Pedro Albizu Campos: la Patria es valor y sacrificio. Y del Apóstol cubano José Martí: la carta a Manuel Mercado: ya estoy en peligro de dar mi vida… Fue una experiencia inolvidable, aprendí de cada uno de los compañeros y compañeras que integraban el comité del Barrio del PSP.
Me acuerdo que había sábados que los dedicábamos a visitar a simpatizantes y amigos, íbamos como misioneros del independentismo, a los edificios, platicar, a concientizar. Y los miércoles luego d elas reuniones pasábamos a tomar café con leche a un restaurante cubano. O vendiendo el periódico Claridad. Me acuerdo también de las marchas contra la guerra en Vietnam y mi curiosidad por la diversidad de la izquierda estadounidense. Nuestro corazón estaba en la Isla, en la Patria ocupada que había que liberar…pero otra Patria me esperaba.
El primer Primero de Mayo en el que participe fue en 1972, una marcha que salió de la calle 125 y Séptima Avenida. Me acuerdo que al salir de la estación del subway presencie ya los diversos destacamentos, estaba una afroamericano con un cartel: el pode rnace del cañón de un fusil y la foto clásica de Mao. Banderas puertorriqueñas. Banderas negras-verdes y rojas del Black Power. Y los veteranos de Vietnam con sus medallas y algunos en sillas de ruedas. Consignas en español e inglés. Me gustaba en las marchas hacer una recopilación de periódicos y boletines: Daily World, Palante, The Socialist, Workers World, el Comité MINP, Desafío/Challenge, etc.
Una vez llevaron al local del PSP una revista de la OCLAE con un artículo sobre las luchas estudiantiles en El Salvador y mi corazón se estremeció al ver en una foto a estudiantes salvadoreñas con los uniformes del Central de Señoritas y que se solidarizaban con los maestros en huelga y también al ver la actitud agresiva de los agentes de la Policía Nacional. Miles de ideas y recuerdos se agolparon en mi mente. Pensé como el Che que había otro pueblo –el mío- que demandaba el concurso de mis modestos esfuerzos. Y me fui preparando mentalmente para regresar a El Salvador a luchar. En mi familia no comprendieron pero respetaron mi decisión. Llame a mi hermano Carlos para pedirle que me recibiera. Lo note sorprendido pero accedió.

Siempre me llamó la atención el proceso de construcción del sentido de nacionalidad del puertorriqueño. Es más, pienso que adquirí conciencia de nacionalidad primero como puertorriqueño que como salvadoreño. En mi caso el nacionalismo era un pensamiento reaccionario, en su caso ser nacionalista era ser patriota, ser independentista. En su caso significaba despojarse de una poderosa argolla ideológica colonial.
En mi experiencia era diferente, nací salvadoreño, incluso había hasta un rechazo de los símbolos nacionales que habían sido expropiados por los militares como la bandera, el escudo y el himno. El azul y blanco eran los colores oficiales de la dictadura militar. Y las gestas independentistas del yugo español habían concluido hace mucho tiempo. En su caso, se trataba de construir la nacionalidad y el Maestro Albizu y el Partido Nacionalista y luego el Partido Socialista era símbolo de este proceso. El valor supremo del hombre es el valor, decía.
También me encantaba como habían logrado construir un poderoso movimiento cultural alternativo a la colonia, en pintura, teatro, literatura y en música. Estaba el Grupo Taoné. El Jíbaro de Orocovis, El Topo, Roy Brown. El rescate cultural de la plena y la música tradicional. En El Salvador no se había vivido esa experiencia.
El primer regreso a la Patria
Regreso un domingo de principios de 1973, había estado fuera por dos años, pero me parecían siglos. Todo había cambiado. Regreso de nuevo por Ilopango. Al salir del avión siento la bocanada de dragón, el golpe del típico calor de mediodía. Pero es un calor seco, diferente al de Nueva York. Regreso al mismo apartamento que había dejado. Mis compañeros de infancia han crecido. Entablo conversación. Reinicio con ellos el hábito de fumar y aprendo también con ellos a echarme los tragos. Puro Muñekof con boca de mango. También ellos han realizado su experiencia política. Y la mayoría de familias de este edificio D son progresistas, opositores al régimen militar.
Me cuentan de la huelga de los maestros de ANDES 21 de Junio en la que han participado, de la lucha por llevar a la presidencia al Ing. José Napoleón Duarte y el fraude descarado cometido por el ejército; del golpe de estado del 25 de marzo de 1972 y los combates entre la Guardia Nacional y los soldado de la 1ra. Brigada de Infantería. Y también de la llegada de Santana y el concierto entre nubes de humo de marihuana en el Cine Terraza. Entre los amigos más cercanos de esa época estaban Víctor Hugo Cruz, Alfonso Padilla (Foncho) y su hermano Alejandro; y Nelson Jovel. Era mi núcleo del barrio, la cherada.
Me matricule en el Instituto Cervantes en noveno grado. Era otro escenario. El director era de apellido Retana, y hablaba con acento español. El subdirector era Roque Castaneda, fumador empedernido. Y quizás por esto permitía que fumáramos en los recreos. Los reyes de la clase eran mis compañeros basketbolistas. Los profesores se esmeraban en pasarles las materias. Los nerds eran despreciados y humillados. Y yo estaba en la categoría de los políticos, los que sabían de historia y literatura. Había organizado el Consejo de Alumnos y en ese esfuerzo conocí a un amigo de toda la vida, Guillermo Campos y a un amigo que después fue camarada, a Nelson Guevara, que cayó en los años ochenta combatiendo en las filas de las FAL. Guillermo ya desde esa época se especializaba en conseguir novias soñadas y Nelson era un poeta social que le publicaban en El Mundo.
El 1ro. de mayo de 1973 asisto a la marcha. Tengo 14 años y es mi primer primero de mayo en El Salvador. La marcha sale del reloj de Flores de la Avenida Independencia. Todo me parece interesante y revelador. Están los sindicatos con siglas que desconozco, algunas parecen trabalenguas, como FESTIAVTCES, esta la FUSS, FENASTRAS, el SUEP. Están las mujeres costureras. Me llama mucho la atención el contingente del Bachillerato en Artes. Son muy llamativos por sus ropas negras de anarquistas. Y van cantando: cuando querrá Dios del Cielo, que la tortilla se vuelva, que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda! Y lo gritan apasionadamente:¡mierda! Son canciones de la Guerra Civil española. Increíble. Y también me impacto esta consigna combativa: ¡Gorilas Hijos de puta…los estudiantes somos vergones!
Voy emocionado tratando de leer cada manta y captar cada consigna. El pueblo unido, jamás será vencido. La marcha concluye en la Plaza Libertad. Me impresionan dos discursos, de alguien de tez blanca, que hace un análisis político de la dictadura militar y del gobierno de Molina, se trataba de Rafael Aguiñada Carranza del UDN y de alguien de tez morena, que sacó una Constitución y fue artículo por artículo leyéndolo y preguntándose: cual independencia? Cual democracia? Cual derecho a la salud? Cual derecho a la educación? Era Julio Cesar Castro Belloso, secretario general de la FUSS.
El contacto con AES
Al llegar a mi casa les comento a mis amigos que asistí a la marcha de los trabajadores y uno de ellos, Nelson Jovel me propone presentarme a una compañera de donde él estudia, del Nuevo Liceo Centroamericano, de nombre Vladimira Landaverde, que esta relacionada con los sindicatos. Acepto. Para esa época surgió la moda de quitarse el pelo rapado y Nelson lo hizo y yo también. Así que cuando llego a conocerla llego rapado y explicando que recién había llegado de Estados Unidos. Notó sus hermosos ojos verdes un poco sorprendidos por el aspecto, pero se atreve a invitarme a una reunión de la Asociación de Estudiantes de Secundaria, AES, que se iba a realizar por la tarde de un día de esa semana en el edificio del ACUS, cerca de la Embajada de Estados Unidos.
Voy a la reunión y soy el primero en llegar como ocurrirá a lo largo de mi vida. Poco a poco van apareciendo. Llega una joven delgada, de anteojos, blanca, pecosa, de nombre Dinora Aguiñada, que estudiaba en el Central de Señoritas y su prima Sonia, morena, gordita, colocha, que me acuerdo le pregunte indiscretamente si estaba mal de la garganta y me dijo: no, así hablo yo. Luego llegó Vladimira y me presentó. Me miraban intrigados y confundidos cuando les hable sobre la necesidad de integrarse a la lucha por la independencia de Puerto Rico. Llegó Guillermo Castro, del INSFRAMEN. Éramos la comisión de organización de AES y se estaba planificando una asamblea general para el próximo mes de julio. Reuniones: los miércoles a las 4 p.m.
La Asamblea General se realizó en un salón del Instituto Técnico Ricaldone. Rafael Aguiñada Deras, Lito, presentó un informe del trabajo realizado. Habíamos alrededor de 25 participantes. Ahí conocí a amigos y amigas de toda la vida y a amigos y amigas que cayeron luchando. Entre los asistentes me acuerdo de Agustín Najarro, Guillermo Castro, Rafael y Dinora Aguiñada, Vladimira Landaverde, Tito Bazán, Ramón Portillo, Schafik Jorge Handal . Se elige un nuevo comité ejecutivo, entrega su cargo como secretario general Rafael Aguiñada ( INSFRAMEN) y se elige en ausencia a Rogelio Cacerez (Instituto Orantes). De Organización queda Tito Bazán, de Propaganda, Agustín Najarro, de Finanzas Dinora Aguiñada, y de Conflictos Roberto Pineda. Cuando íbamos ya de salida apareció Rogelio y le contamos que había sido electo secretario general, pero no le sorprendió.
Supe entonces que AES fue formada en 1968 para apoyar la primera huelga de ANDES 21 de Junio y que su primer secretario general fue Ernesto Morales del INSFRAMEN. Me acuerdo que en esa época había mucha convivencia, una vez hicimos una excursión en tren a Amapulapa y otra vez fuimos a una atolada al cantón El Limón de Soyapango. Hacíamos rifas para obtener fondos y nos reuníamos en la iglesia de la Miramonte, en la cancha de fútbol de la Iglesia Episcopal, o en el Ricaldone, o atrás del edificio de ACUS.
Mi primera actividad como secretario de Conflictos la hice acompañado por Guillermo Campos. Es más, él fue el que me aviso que cerca de su casa, él vivía en Las Colinas en el Instituto República de Corea de la Zacamil, los estudiantes del tercer ciclo se habían tomado el edificio y se habían declarado en huelga exigiendo la destitución del director por represivo y corrupto. Decidimos ir a expresarles nuestro apoyo como AES. Llegamos, nos identificamos y solicitamos hablar con la conducción de la huelga.
Nos entraron al edificio y en la reunión cuando escuchaba hablar al líder del grupo le notaba un acento familiar y su rostro también me resultaba conocido. Y en el desarrollo de la reunión le pregunte como se llamaba y me dijo René Francisco Pineda. Era mi hermano. Hermano por parte de papá. Hubo un tiempo que incluso vivimos juntos. Fue una gran alegría encontrármelo luchando. Y dos años después volvimos a coincidir en el Nuevo Liceo Centroamericano pero estaba ya tranquilizado, indiferente a la política.
Una vez Rogelio me invita a su casa y vamos. Vive en la Colonia Santa Lucía. Pero ahí viven también Agustín, Guillermo, Ramón y Tito. Entonces una visita equivalía a un recorrido por las diversas casas, en especial la de Guillermo y Tito. Ramón vivía donde Tito, le habían dado posada junto con su perrita. Y Rogelio entraba en la sacristía de la Iglesia Católica como Juan por su casa. Y el recorrido completo incluía entonces también visitar la iglesia católica.
Y también ellos a su vez me visitaron en la Colonia Atlacatl. Se cultivaba una amistad muy fuerte. En especial en ese periodo fui amigo de Rogelio, de Guillermo y de Ramón. Rogelio era originario de La Unión y vivía junto con su hermana. Una vez un fin de semana viajamos a visitar a su familia a La Unión, nos fuimos en tren, salimos a las 6 de la mañana y llegamos a las 6 de la tarde. Fueron doce horas de pláticas, siestas, discusiones, lecturas, comidas típicas. En el puerto el calor era insoportable, muy parecido al de Nueva York en verano. Húmedo. Se dormía en tijera de lona sin abrigarse. Fuimos al muelle. Y visitamos a un viejo luchador comunista, zapatero, que orgullosos nos sacó un Estado y la Revolución de Lenin y conversó sobre la realidad internacional y los triunfos del socialismo. Rogelio murió en 1978 debido a complicaciones con el cerebro.
Ramón era un joven campesino y se enorgullecía de serlo. Y una vez nos invitó a Guillermo y a mi para visitar a su familia en Chalatenango, fuimos y cultivaban sandía dulcísimo a la orilla del río Lempa, que fue cruzado a nado por Guillermo. Otra vez me llevó a Cara Sucia, donde su papá era mandador de una finca de café, y me acuerdo de los campesinos en cuclillas conversando durante la noche, y de una tormenta que nos cayó y no pudimos guarecernos, y del local de ATACES y de los camaradas campesinos que también hablaban de Cuba y de socialismo. Y un día fuimos donde el Poeta Campesino, que se llamaba Manuel y que recitaba sus poemas largos y rurales. Por cierto luego me visitó en San Salvador y establecimos una cálida amistad. Ramón hoy vive en Canadá desafiando al frío con una finca salvadoreña.
Guillermo era un joven muy activo que después de bachillerato estudiaba Ingeniería en la UES, y fue el que nos involucró con el Movimiento Estudiantil Cristiano, MEC. Muchas veces me quede a dormir en su casa, que era posada también para muchos. En febrero de 1980 regresando de una actividad de la FUMEC en Panamá es detenido en la frontera y desaparecido. Guillermo siempre estaba invitando a actividades.
1974: AES y la marcha por la reducción del pasaje al transporte público
A principios del año 1974 se nos presentó en AES una coyuntura muy favorable como resultado de la decisión del gobierno de aumentar el pasaje al transporte público de 10 a 15 centavos. Esto generó un descontento generalizado. Y las reuniones se volvieron asambleas. Y a finales de febrero convocamos a una marcha en contra del aumento. La convocatoria fue para el Parque Cuscatlán. En ese año me había pasado a estudiar al Nuevo Liceo Centroamericano porque ya no me recibieron en el Cervantes por mis actividades “subversivas.”
Y para nuestra sorpresa fueron llegando grupos y grupos de estudiantes, del INSFRAMEN, de la ENCO, todo el Bachillerato en Artes, de los colegios del centro de San Salvador, incluso hasta de Mejicanos, Ciudad Delgado y Soyapango. Y realizamos una marcha como de cinco mil estudiantes que como un gigantesco gusano llegó al centro y primer se pasó al Ministerio de Economía y entró una comisión a reunirse, el ministro era y la marcha siguió hasta Educación donde entró otra comisión. Y se comprometieron a darnos carnets a los estudiantes para que pagáramos 10 centavos ¡Lo habíamos logrado! ¡El pueblo unido, jamás será vencido!
De esta coyuntura AES salió fortalecida con la incorporación de nuevos cuadros. Una nueva generación de líderes estudiantiles surgidos al fragor de esta batalla. Entre estos se encontraba Benito Lara , Mafalda, que venía del Instituto Obrero José Celestino Castro, Jorge Molina, el famoso Candelita, del Colegio David J. Guzmán; un fuerte contingente del Bachillerato en Artes incluyendo a líderes que después abrazaron el ERP y las FPL, como Oscar Arevalo y Denis Belloso .
La conducción de AES pasó a manos de Francisco Osorio, estudiante de teatro del Bachillerato en Artes, conocido como Bigote Chuco o Cicuta por su destreza en la ironía y sus comentarios ácidos, quizás aprendidos de sus maestros argentinos del grupo Once Al Sur. Los miembros del grupo de teatro Sol del Río 32: Saúl, Fidel, Leo Arguello, el Chele Fernando Umaña, Roberto Salinas. Y también Fernando Segura, teatrero pero no de los Soles. Llegaron Napoleón Rodríguez y Edgar Nuñez del Instituto José Manuel Arce. Llegaron Godofredo Echeverría y Francisco Astasio, músicos del bachillerato en Artes.
Llego Amilcar Estrada del Bachillerato Pedagógico, que luego fue un destacado agitador para el tiempo de la Coordinadora Revolucionaria de Masas y termino desaparecido. Llegó Darold Veliz del Colegio Simón Bolívar. Y su amigo Cesar, y las inseparables Maritsa y Blanca del Alberto Masferrer, la primera trigueña y la segunda casi albina, El Gordo Rodolfo “Fofo”, que después fue del MERS. Rodolfo Bazaglia, Víctor Ramos, Silvia “La Negra”, el Indio Rafael Aquino, también del Celestino. Toni Sosa del Liceo Cristiano, que después se integró al PRTC. Roberto Zepeda de Acción Cívica Militar. Víctor Quintanilla “Pucho” y Oscar “Media lata.”Víctor que también era teatrero y cantante, muere en 1980 en la toma por las LP-28 del local del PDC, habíamos ingresado juntos a la JCS.

Y desde entonces se asume el local de la FUSS, Avenida Cuscatlan No. 630, como local oficial de AES. Ahí vivíamos…nos reuníamos, hacíamos mantas, nos prestaban el mimeógrafo para imprimir nuestros boletines, nos quedábamos a dormir, fumábamos… Asistíamos a los cursos de marxismo que daba Raul Padilla Vela, me acuerdo de Roberto Salinas que era padillista; además ibamos religiosamente a las tomas de posesión de las juntas directivas de los sindicatos, en especial Benito Lara,en la antigua UTF o frente a la iglesia de Concepción, en el local del sindicato de Bebidas y Gaseosas. Y a veces hasta en la misma FUSS.

Nos habían prohibido hcer reuniones de base (cèlula) pero muchos ahi las hacíamos. Y conocimos y nos hicimos amigos de Matías, que se suponía era oreja pero muy fraternal, a Darío de los panificadores; a Constanza. Cristina Avilez, fallecida recientemente y diputada al PARLACEN, era la secretaria de la FUSS. Y estaban las costureras.Y frente a la FUSS el Comedor de la despues compañera Olimpia, y su hija Elida, que se casó luego con Candelita, y que en los ochenta a los dos los desaparecieron. Y ahi conocimos a Daniel Castaneda, que llegaba a visitar, era elegante.

Y cuando abrieron la UES a mediados de año también nos trasladamos como AES hacia los locales de la SECE con Julio Martínez, de la SECH con Toni Martínez, y del FAU, con Evelio Ruano, Roberto Ceballos, Gladis Méndez, Norma Guevara y luego llegó Carlos Ruiz.

Y durante ese año estuvimos en AGEUS ya que el presidente era Manuel Franco. El local de AGEUS quedaba la final de un pasillo que conduce a los laboratorios de Matemática. A veces conseguíamos vales para ir a almorzar en el Comedor Universitario. Las residencias estudiantiles ya habían desaparecido. El FAU tenía dos expresiones internas, evidentes pero negadas. El Ala –Cran, o sea los duros, los ortodoxos, que aglutinaban a Manuel Franco, Norma Guevara, Rolando Mata, y al que se incorporo por afinidad el Diablito Carlos Ruiz, en el 74, al regresar de la URSS. Y estaba el Ala Chevere, los fumadores y amantes de fiestas, los poetas donde estaba Abraham, Roberto Ceballos, el Chele Melcocha, Luis Castro (que sigue en la UES), etc. A estos últimos la dirección de la Jotace periódicamente los ponían a estudiar el útil folleto Contra el Liberalismo, del camarada Mao.

Una vez en AGEUS nos encontramos con Carlos Arias, del FUERSA, y era muy simpático, hiperactivo y ahí mismo sacó las tijeras para reclutarnos, nos estuvo enamorando, era muy atrevido, per amablemente le explicamos que nuestro corazón ya tenía dueño. Andaba sobre…buscando sangre joven para lo que se venía…

Un pasatiempo muy frecuente era la requisa de libros. La leyenda cuenta que fue Rogelio Cacerez el iniciador de esta tradición juvenil que se ejercitaba en las principales librerías del centro y de la cual no pude librarme, ya que fue luego fue aprendida por Guillermo Castro y elevada al rango de ciencia por los jóvenes de AES, en especial Jorge Molina, Darold Velis, y mi persona. Cada día como víctimas de una adicción incurable organizábamos safaris a las librerías Universal, San Pablo, incluso se rumoraba que ni el esmero de Domingo Santacruz para proteger las obras marxistas de la Librería Pablo Neruda resistió oso embates de esta tropa saqueadora de libros.

Al final nos ubicaron y ya no nos permitían ingresar, por lo que tuvimos que extender nuestras actividades hacia las librerías de las universidades entonces existentes, aunque aquí era más riesgoso porque revisaban a la salida. “Joven, levántese la camisa.” Incluso reclutamos a Mauricio Lizama, un estudiante del David J. Guzmán, de anteojos, de barba y de hablar acatarrado, que luego fue el líder máximo del MERS.

Luego de esta coyuntura nos invitaron a una reunión en Suchitoto, era para crear el Frente de Acción Popular Unificada, FAPU. Fuimos con compañeros de la FUSS. Era muy interesante. Estaban sacerdotes coordinando la reunión, estaba Chencho y su hermano Higinio Alas, y creo que también Tilo Sánchez, pero estaban vestidos de civil, no ensabanados. Y con un lenguaje radical. Venían de vivir o estaban viviendo la experiencia de enfrentarse junto con comunidades campesinas de Chalatenango a la inundación de sus propiedades para construir el lago artificial Cerrón Grande.

Primera vez que presenciábamos a curas progresistas en el movimiento popular y esto nos animaba mucho, en especial a los que en la JC estaban vinculados al MEC. Luego las reuniones fueron en la Basílica, creo que el cura de la iglesia era Monseñor Ricardo Urioste. Ya para el 1 de mayo del 1974 participó el FAPU, el primer FAPU que fue unitario, porque luego la Resistencia Nacional lo asumió como su frente de masas.

A finales del 73 Ramón Portillo me había entregado los estatutos de la Juventud Comunista para que los estudiara, “hay me decís si tenés alguna pregunta…” y me había hablado del Partido. Pero fue hasta mediados del 74 que Guillermo Castro me informó que nos iban a juramentar. El acto iba a tener lugar en la sacristía de la Iglesia de la Col. Santa Lucía. Llegó y me encuentro con Guillermo, Rogelio, que supongo militaban en la misma célula y el que nos iba a bautizar era un personaje salido de la clandestinidad, hijo nos contaban del mismísimo Miguel Mármol, era Guillermo Ramirios.

Hablaba, habla pausadamente y con voz modulada, y con mucha seguridad nos impuso el compromiso de luchar por el socialismo y defender los intereses de la clase obrera a Víctor Quintanilla, a Oscar y a mi persona. Éramos ya militantes de la Juventud Comunista. Asumo el pseudónimo de Renato por el Discurso del Método de Descartes. Era ya la segunda organización política a la que ingresaba: PSP y luego PCS.
Me enviaron a una célula de calle (había también de empresas) que estaba ubicada en Ciudad Delgado. El responsable se llamaba Luis García y era de una familia de sastres comunistas comenzando por su papá que era a la vez síndico de la alcaldía municipal por el UDN. Y el local de este partido se convirtió en nuestro lugar para reuniones ya que estaba ubicada frente a la farmacia La Salud, en plena calle Juan Bertis.

En la célula militaba también Carlos García, y Reyes Martínez, conocido luego en las FAL como Raiponi. Eran los miembros locales. Los García vivían en un hoyo cerca de la Escuela Juana López. Y eran sastres por lo que estudiaban en la noche. No fumaban ni tomaban. Pero doy testimonio que Luís – bajo de estatura, moreno, pelo liso y con anteojos culo de botella- era un gran bailarín de rock and roll. Me han contado que a Luís para la guerra lo desaparecieron mientras que a Carlos lo vi en los ochenta con las FAL en el Volcán. Y en un principio estuvo Carlos Luna, también sastre, del FAU, que vivía en Paleca, que después cayó combatiendo en las FAL, creo como Capitán Alex.

En aquellos tiempos tempestuosos había un inmenso esfuerzo por adquirir una cultura general y una formación política marxista sólida, y los diversos frentes universitarios y sociedades estudiantiles publicaban en grandes tirajes las obras principales del pensamiento marxista así como de la teoría de la dependencia.
En ese periodo leí mucho a Lenin. Había compañeros que iban a México a traer literatura revolucionaria marxista. Me devore El Estado y la Revolución, Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo,. El imperialismo, fase superior del capitalismo, Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, las tesis de Abril, Cartas desde lejos, etc., etc. Y naturalmente Locs Conceptos elementales del Materialismo Histórico de la chilena Marta Harnecker, que era libro de cabecera. Ah y hay que agregar Acerca de la Contradicción del Presidente Mao, el amado por los camaradas.

Había un inusitado renacimiento cultural que luego desapareció y que se expresaba en la proliferación como hongos luego de una tormenta de grupos musicales y de teatro. Estaba en un inicio Mahu-Cutah, luego la banda Tepehuani, el Sol del Río 32, el grupo experimental de teatro, TEC., etc. En 1974 AGEUS presidida por Manuel Franco, que estudiaba simultáneamente derecho y relaciones Internacionales y vivía en San Jacinto, organizó el 1er. Festival Latinoamericano de Teatro y vinieron grupos de Guatemala, Costa Rica y de Colombia, incluyendo a La Candelaria, que presentó Ciudad Dorada, la historia de una familia campesina que emigra a la ciudad. Cada día del festival circuló un boletín de noticias muy bien elaborado, artístico. Ojala se conserven copias. También estuvo para esa época el grupo musical argentino Quinteto Tiempo. Se imaginan el Auditórium de Derecho repleto y escuchando:
“Por qué me preguntas compañera ¿Donde fue mi sangre si lo sabes?
Una sola esperanza nos decía adelante adelaaaaaaaaante!
Fue por vos mujer por nuestros sueños que cayó a mi pecho el estandarte
una sola esperanza Nos deciiiiiiiia adelante adelaaaaaaaante!
Pero ellos triunfaron sin pena ni gloria el sable silencia y huye a las sombras
del rio coral que inundó las calles su gloria llamaba dicieeeeeeeeeeeendo adelante adelaaaaaaaaaante! Dame tu ternura en estos dias que la calma huele a tempestades
si la lucha es larga si la lucha es larga el río está llamando y
sieeeeeeeempre adelante adelaaaaaaaaaante…
(RECITADO) ADELANTE COMPAÑERA SALGAMOS A LAS CALLES, NO NOS DETENGAMOS Y HAGAMOS QUE ESTO ANDE… Adelante Adelante Adelante Adelante…”

Me estremezco al recordar, eso nos daba una fuerza inmensa para entregar nuestras vidas. Y al final las entregamos, unos podemos contarlo y otros nos dejaron. También estuvo de moda: te recuerdo Amanda, la calle mojada…la cantaba tanto que estuve a punto de perder mí nombre oficial de El Chileno por el de Calle Mojada.

El teatro estaba en auge tanto que junto con Toni Sosa, que nos conocíamos desde pequeños ya que vivimos un tiempo en el mismo edificio D de la Colonia Atlacatl, nos integramos a las clases del teatro Universitario dirigido por el Maestro Edmundo Barbero. Los ensayos eran donde esta hoy la Escuela de Relaciones Internacionales. El nos platicaba de la España del Año 36 y como tuvo que exilarse. Era un republicano español al que admirábamos mucho por su consecuencia, por sus principios.

Olvidaba mencionar a Chile. El golpe contra Allende del 11 de septiembre de 1973 nos golpeó fuertemente. En el primer aniversario en 1974, salimos en manifestación para denunciar a los militares traidores y hablábamos de Chile pero pensábamos en El Salvador. La solidaridad con Chile fue mi segunda escuela de cariño hacia un pueblo en lucha, antes había sido por Vietnam. Incluso desde entonces la música chilena se impuso como el estilo dominante de las agrupaciones musicales progresistas. Y desde entonces cantamos como himno oficial de la izquierda salvadoreña: “De pie cantar que el pueblo va triunfar, avanzan ya canciones de unidad, y tu mujer vendrás junto a mí, y en tu cantar mil voces de combate se alzaran, dirán canción de libertad…”

En esa marcha del primer aniversario, que por cierto salió en la portada del primer número de Voz Popular, me acuerdo que marchamos desde el Parque Cuscatlan por la calle Arce, y a la altura del edificio de ANTEL, un vigilante disparó e hirió en una oreja a Víctor Quintanilla.No fue de gravedad y continuamos la marcha hacia el Parque Libertad donde realizamos un mitin de solidaridad con el pueblo chileno.

En AES la Junta Directiva se había modificado en 1974: Roberto Osorio era el secretario general, Tito Bazán, el de organización, yo seguí un tiempo en Conflictos y luego pase a Organización, Darold en propaganda, Benito en Finanzas, Amílcar Estrada en Educación, Jorge Molina en Relaciones. Estaban también del Celestino Castro pero he olvidado sus nombres. Y en 1975 se vuelve a modificar. Tito Bazán asume como secretario general, Roberto Pineda como secretario de organización, Jorge Molina de Conflictos, Víctor Ramos, de educación, Jorge Montalvo(a) Pato Baleado, de Cultura, Benito Lara, Finanzas. Hay ya una fuerte presencia del Celestino Castro.

Como AES marchamos el 1 de mayo de 1974. Incluso unos días antes fui capturado junto con otros compañeros porque habíamos tapizado de invitaciones a la marcha el Palacio Nacional. Fue una marcha convocada por FUSS, FESTIAVTCES y FENASTRAS.
En agosto del 74 experimente mi primer asesinato político. Se trataba de un joven sindicalista y militante del PCS, originario de Apopa, Jorge Alberto Moran Cornejo. Lo asesinaron en el arenal del río Acelhuate a una cuadra y media al sur del local de la FUSS, donde lo velamos y de donde salimos a enterrarlo al cementerio. Esa misma semana realizamos un reparto a medianoche en la Colonia Santa Lucía de un manifiesto del PCS condenando este asesinato.

A finales del 74 y principios del 75 AES dejó de ser la tienda común de las diversas expresiones de la izquierda en secundaria. Los primeros en irse fueron los del ERP y constituyeron el Frente Revolucionario de Estudiantes Luís Moreno, el FRELM. Luego se fueron los de la FPL para formar el Movimiento de Estudiantes Revolucionario de secundaria, MERS. Y la última escisión fue a finales del 75 con la salida de Darold Velis, Toni Sosa y Cesar que trabajaban ya con la Liga para la Liberación, núcleo abierto de lo que después fue el PRTC. Luego la RN crea ARDES.
De estas diversas expresiones organizativas que reflejaban diversos núcleos ideológicos, es el MERS, el que tiene un desarrollo extraordinario tanto en cantidad como en calidad, o sea en presencia territorial y en despliegue de creatividad y espíritu combativo. Su vinculación con el Bloque Popular Revolucionario y en particular con ANDES 21 de Junio, les permitió crecer y desarrollarse en todo el país. Sus núcleos básicos estaban en el Instituto Damián Villacorta de Santa Tecla y en el Instituto de San Sebastián, en San Vicente.
La lucha ideológica a partir de finales de 1974 fue intensa. Estaba en el equipo de “los revis” y los del PCS y JCS éramos acusados de electoreros y reformistas mientras a las otras fuerzas de izquierda (FPL, ERP, RN y PRTC) las acusábamos de “los ultras”: hegemonistas y aventureros pequeño burgueses. Durante un periodo se publico en nuestro semanario Voz Popular, que vendíamos religiosamente tipo Testigos de Jehová, Nuestra Polémica con la Ultra Izquierda, escrito me imagino por Schafik. Y por otra parte, en El Rebelde y Por la Causa Proletaria, nos llovían puteadas. Al final fue de este licuado cinco años después que surgió el FMLN.

Me acuerdo que estudiábamos bastante para poder debatir y defender nuestra línea política…pero a veces nos superaban. El caso de Darold fue ejemplar. Con el Evangelio según Lenin (el Que hacer?) en determinado momento nos acusó de reformistas, siendo miembro de la Comisión Nacional de Secundaria de la JCS. Con Tito Bazán y mi persona, nos ganó la discusión. Y llegó Lito Aguiñada al rescate, y nos ganó la discusión. Llegó José Luís Merino al rescate, y nos ganó la discusión. Y tuvo que llegar al cuarto round, el mismísimo Emilio (Schafik)- por cierto a reunión fue en mi casa en la Col. Atlacatl- y tampoco pudo rebatirle. A las semanas nos abandonó orgánicamente porque ideológicamente lo había hecho mucho antes. Algunos años después me lo encontré en una casa de seguridad, y le pregunte: ¿qué ondas? ¿Qué andas haciendo? A reunión. Reunión de la Comandancia General con Marcial y Simón incluidos.

Nosotros en AES seguimos creciendo, incluso llegamos a tener presencia en doce departamentos e impulsamos importantes huelgas estudiantiles en los institutos nacionales de Aguilares, Quezaltepeque. Nosotros teníamos base en el IBNSAFRAMEN, INSA, el Isidro Menéndez de San Miguel. Y en especial en Chalchuapa, Santa Ana y san Miguel , donde había JC y AES.

En 1975 conmemoramos “el 28 de marzo” el 45 aniversario de fundación del PCS. Hicimos pegas de un póster alusivo al aniversario. Y fui seleccionado por mi célula de la Jotace para participar en un acto solemne y clandestino que se desarrolló en la Colonia La Esperanza, con la presencia como invitada de honor de Rosita Castellanos, una camarada tica muy elegante que fue la esposa de Raúl Castellanos Figueroa, dirigente histórico del PCS que murió en Moscú en octubre de 1970. En la Mesa de Honor y como oradores estaban Emilio (Schafik Handal) Camilo (Dagoberto Gutiérrez) y Rosita. Y creo que también Miguelito Mármol, Daniel Castaneda y . El discurso de Schafik, al que llamábamos El Chafo, fue memorable, muy documentado.
Y como AES participamos en la marcha del 1 de mayo, que de nuevo salió del Reloj de Flores. Tengo entonces 16 años. Fue una marcha dedicada al triunfo del pueblo vietnamita y a su victoria y a la lucha de las trabajadoras en huelga de Texas Instruments. En el sector de la Juventud se adoptó el estilo universitario de detenerse, dejar que la marcha avanzara y luego salir corriendo gritando UUUUUUUUUU!

Seguimos como AES en la FUSS donde habitaban pintorescos personajes. Como Miguelito Cea, viejito enojado, fumador, alcohólico frustrado. Se dedicaba a empastar libros y había estado en la URSS, en la RPCh y exilado en la Argentina a principios de los años 50. Nos hablaba mucho sobre Europa y los sindicatos soviéticos. Como Raúl Padilla Vela, profesor de física en colegios de secundaria, conocedor y divulgador del marxismo en diversas generaciones de obreros. Padilla Vela tenía un club de fans, en su mayoría jóvenes, que se llamaba Círculo de Estudios Francisco Gavidia, entre los que estaban jóvenes de la JOS y Roberto salinas, del Bachillerato en Artes.

Como Chamba, que era mongolito pero publicaba un periódico mensual llamado La Semilla. Como Matías, simpático y amigable, que era el secretario general del Sindicato de Empleados Particulares, del cual se sospechaba públicamente que era “oreja” pero manejaba con destreza la línea política partidaria. Y muchos llegaban a preguntarle por el famoso “informe político.”Víctor (a) Dientefrío, el Conserje, que nos acompañaba en las desveladas antes de las marchas. Y que fue desaparecido en San Marcos. Como el Gordo Constanza, especialista in fieri de derecho sindical. Y compartíamos espacio con la Juventud Obrera Salvadoreña, dirigida por José Luís Merino, quien había regresado el 74 de la Escuela de Cuadros del PCUS, y creo que al regresar Chepe Luis le tocó el turno a Lito Aguiñada.

El 30 de julio de 1975

A finales de julio nos enteramos que el ejército había reprimido a los universitarios en Santa Ana, que en el marco de las fiestas patronales habían organizado un desfile bufo, incluso habían violentado la autonomía universitaria. Eran nuestros compañeros del FAU conducidos por El Cacho o sea Salvador Cárcamo.
El día siguiente nos convocaron como AES para una reunión por la tarde en el local de la Orquesta Filarmónica para consensuar una respuesta unificada. Por el FAU llegó Roberto “Esquizofrenia” y por AES mi persona. Estaba también compañeros de UR-19 y de FUERZA que habían ganado AGEUS; y de la Liga para la Liberación. El acuerdo básico fue convocar para una marcha el próximo miércoles 30 de julio conducida por AGEUS, de la UES hacia la Plaza Libertad para denunciar la intervención militar en el CUO. Cada quien se llevo el acuerdo para su respectiva organización. Por cierto era una época de intensa pugna política por la conducción del movimiento popular. Como AES nos reunimos el lunes para planificar nuestra participación en la marcha. A esta altura era ya el encargado de Organización de AES.

Ese miércoles me levante temprano y me dirigí hacia la Universidad, estuve ahí hasta cerca de las 11 de la mañana cuando salí para ir al Tercer Ciclo, que quedaba a la par de la U, arriba de Derecho. En cada local de las organizaciones estudiantiles había una actividad febril de impresión de boletines y elaboración de mantas condenando la intervención militar en el CUO. Al llegar al tercer Ciclo entre y busque a mi contacto, el presidente del Concejo de Alumnos, de nombre Rafael …. Lo ubique y empezamos a ir de salón en salón agitando para que salieran, logramos sacar un buen contingente y lo llevamos para el auditórium de Derecho.
Estaban bastante entretenidos porque en el auditórium había ensayo de la Danza Universitaria y el ensayo se convirtió en presentación. A mediodía hubo que comer churritos y los que podían gaseosa. Pero había mucho movimiento. Gente que iba y venía. Como a las 2 y media empezamos a movernos para el portón del IVU. La marcha la encabezaba AGEUS. Como AES íbamos en medio, después del FAU que iba después del UR-19, que por cierto a la salida hubo un conato de pelea. Salimos, el cielo estaba nublado con amenaza de tormenta. Al pasar por la Embajada gringa les dimos los respectivos saludos: ¿Qué le pasó a Superman? Le dieron verga en el Vietnam! Y ¡UUUUUUUUU!

Luego de la Embajada empezó una lluvia fina que refrescaba y empezaron a circular rumores que adelante estaban los animales. Nos pusimos nerviosos pero seguimos caminando, lo que si con nuestra manta de AES decidimos adelantarnos y nos fuimos detrás de la manta de AGEUS. Al llegar ya cerca del triangulo del paso a desnivel pudimos distinguir claramente las tanquetas. La autodefensa comenzó a funcionar. Y se inició la balacera.

Unos compañeros se tiraban por el paso a desnivel, otros corrían hacia la Tutunichapa, y en mi caso, decidí correr hacia el Central de Señoritas, pero luego al ver tropa del ejército en ese lado regrese y me salte el muro del Seguro. Unas enfermeras estaban ayudando a los que caíamos al otro lado y nos ingresaron al edifico, subimos al sexto piso. Estaban conmigo Francisco Osorio y Benito Lara. Pasamos como media hora y luego salimos con medicinas que nos regalaron para fingir que éramos pacientes.

Al salir vimos sangre en las calles. Nos fuimos caminando hacia la FUSS. Ahí nos estábamos reagrupando sin haberlo planificado. Empezamos a ver quienes faltaban. No estaba Candelita. Fuimos a buscarlo, y ya estaba en su casa. Faltaba Amílcar. Fimos a buscarlo. No estaba en su casa pero había llamado que estaba bien. Hasta el siguiente día nos enteramos que había caído Roberto Miranda, estudiante de arquitectura y militante de la JCS. Asimismo habían capturado a Efraín Mejía del Celestino Castro.

Nelson Domínguez: “ detrás de los cipotes del triciclo que iban adelante de la manifestacion íbamos los del inframen que también llegaron a sacarnos los compás de la u cuando aparecieron las tanquetas sobre la 25 de sur a norte yo logre meterme a uno de los chalets que estaban frente a la policlinica y me heche todo el rollo de una soberana taleguiada que les metieron unos gorilas a unas compas y me recuerdo de un compañero que andaba con un perro a ese compa lo masacraron los gorilas creo que eran de la primera brigada…”

Luego nos fuimos para la U, al local del FAU y ahí supimos que el siguiente día iba a ver una manifestación de mujeres, de luto por los caídos. Esta marcha concluyó en la Plaza Gerardo Barrios y al llegar ¡Catedral había sido tomada! Había integrantes de todas las fuerzas e izquierda. Por el FAU creo que estaba Antonio Martínez, que era estudiante de Sociología y el presidente de la SECH. Nos quedamos ahí. Llevamos aparatos de sonido y comenzó una inmensa jornada de educación y movilización popular.
Había una manta gigantesca que decía: GOBIERNO ASESINO. Había tribuna abierta y los integrantes de las diversas organizaciones populares se turnaban para dar sus mensajes. Fue una semana agitadísima. Como AES nos trasladamos afuera de Catedral. Ahí nos reuníamos y desde ahí activábamos. Hacíamos colectas populares y pedíamos sprays en las ventas de pintura para hacer pintas. La gente estaba en la calle y exigía juicio y castigo para los criminales, para el presidente Molina y el ministro de justicia Romero. ..
Continuara…

Brasil: Mensaje de las calles

Las manifestaciones en las calles del Brasil traen de cabeza a los analistas y cientistas políticos. Dirigentes partidarios y líderes políticos se preguntan perplejos: ¿quién lidera ese movimiento si nosotros no estamos en él?

Recuerdo cuando dejé la cárcel a fines de 1973. Al entrar en ella, cuatro años antes, predominaba el movimiento estudiantil en la contestación a la dictadura. Al salir encontré un movimiento social comunidades eclesiales de base, oposición sindical, grupos de madres, lucha contra la carestía que me sorprendió. Desde lo alto de mi vanguardismo elitista me hice la pregunta: ¿cómo es posible si nosotros los líderes estábamos encarcelados?

Con esa misma perplejidad encaró Marx la Comuna de París en 1871; la izquierda francesa el Mayo de 1968; y la izquierda mundial la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética en 1989.

“La vida sobrepasa a la idea”, decía mi hermano de hábito santo Tomás de Aquino en el siglo 13. Ahora aquí, en el Brasil, todos los liderazgos políticos encaran confusos y despechados las recientes manifestaciones de la calle. Con el mismo interrogante envidioso con que la izquierda histórica del Brasil miró el surgimiento del PT en 1980: ¿qué historia es ésa de que ahora los proletarios quieren ser la vanguardia del proletariado?

Históricamente éramos los líderes de la izquierda brasileña hombres oriundos de la clase media (Astrogildo Pereira, Mario Aves y João Amazonas), de los círculos militares (Prestes, Gregorio Bezerra, Apolonio de Carvalho) y de la intelectualidad (Gorender y Cayo Prado Junior). Marighella fue uno de los pocos líderes de las clases populares.

El mensaje de las calles es sencillo: nuestros gobiernos se alejaron de la base social. Para usar una categoría marxista, la sociedad política se divorció de la sociedad civil, peligro al que ya aludí en el libro “La mosca azul. Reflexión sobre el poder”, en el año 2005.

La sociedad política ejecutivo, legislativo y judicial se convenció de que representaba de hecho al pueblo brasileño y mantenía bajo control a los movimientos representativos de la sociedad civil, como sucede hoy con la UNE y la CUT.

No sólo de pan vive el hombre, indicó Jesús. Aunque diez años de gobierno del PT hayan mejorado las condiciones sociales y económicas del país, el pueblo no vio saciada su hambre de belleza (educación, cultura y participación política).

El gobierno del PT optó por una gobernabilidad asegurada por el Congreso Nacional, en el que todavía perduran los “300 pícaros” denunciados por Lula. Se despreció la gobernabilidad apoyada en los movimientos sociales, como hizo Evo Morales, con éxito, en Bolivia.

De ese modo nuestro gobierno poco a poco perdió los anillos para conservar los dedos. Creyó que todo permanecería como antes en el cuartel de Abrantes. Sea porque la oposición está deteriorada por sus propios pleitos internos, sea porque considera a Eduardo Campos y a Marina Silva meros instrumentos de ensayo.

Lo que ni la Abin (ojos y oídos secretos del gobierno) previó fue el súbito tsunami popular invadiendo las calles del país en pleno período de la Copa de Confederaciones, cuando se esperaba que todos estuvieran con su atención puesta en los juegos.

Ahora el gobierno inventa el discurso de que sin partidos no hay política ni democracia. Pero basta con una hora de clase de enseñanza media para aprender que la democracia nació en Grecia muchos siglos antes de la era cristiana y mucho antes aún de la aparición de los partidos políticos.

Hoy la mayoría de los partidos niega la democracia al impedir un gobierno del pueblo con el pueblo. No basta con pretender gobernar para el pueblo y ya considerarse demócrata. El pueblo en las calles exige nuevos mecanismos de participación democrática, mientras manifiesta su desconfianza en los partidos. Éstos están obligados a renovar sus métodos políticos o serán atropellados por la sociedad civil.

He ahí el mensaje de las calles: democracia participativa, no sólo delegativa, o sea gobierno del pueblo con el pueblo y para el pueblo. Eso no es utopía, desde que no se considere modelo perpetuo el pluripartidismo y se admita que el régimen democrático puede y debe generar nuevos estilos de participación popular en las esferas del poder.

Pronunciamiento No. 2 del Movimiento NO a la Privatización de la UES

¡POR UN 30 DE JULIO EN DEFENSA DE LA AUTONOMIA UNIVERSITARIA! ¡NO A LA PRIVATIZACION DE LA UES! A la comunidad universitaria y pueblo salvadoreño: El pasado mes de mayo nuestro Movimiento NO a la Privatización de la Universidad de El Salvador, ante la amenaza de incluir a la UES en la Ley de Asocios Público Privado, hizo un llamado a la Comunidad Universitaria PARA MOVILIZARSE que fue atendido y que incluyó una combativa y significativa marcha hacia la Asamblea Legislativa.

Pudimos juntos y abandonando diferencias, detener esta amenaza externa y lograr eliminar de esa nefasta ley la inclusión de nuestra Alma Máter. Pero la tarea no ha concluido. El enemigo privatizador sigue actuando porque vivimos en un mundo y en una sociedad capitalista en donde la educación es vista como una mercancía. Y la UES esta en la mira.

En los últimos veinte años nuestra Universidad ha estado sometida a un peligroso proceso de dispersión ideológica y de debilitamiento del pensamiento y la organización de izquierda, que ha permitido el desarrollo de diversas expresiones de privatización, como la concesión de servicios, que desde las facultades y desde las mismas autoridades centrales amenazan la autonomía universitaria, fomentan la corrupción y justifican un presupuesto insuficiente.

El tomar conciencia de esta realidad de avance de la derecha en la UES, demanda una visión crítica de nuestra pasividad, y la exigencia de denunciar y exigir que se respete el carácter público de nuestra Universidad, así como de reivindicar su rol histórico de conciencia social y de acompañamiento a las luchas populares..

La tendencia privatizadora que debemos denunciar y combatir se expresa en la actualidad tanto en el área de la visión filosófica como en lo académico y lo administrativo. Exponemos a continuación algunas de sus manifestaciones.

A nivel filosófico:

1. En el planteamiento curricular, herencia de las diversas intervenciones militares, que privilegia el libre mercado y que prepara empleados calificados y obedientes al servicio del capital nacional y de las corporaciones transnacionales.
2. En la visión mercantilista y elitista de la educación, que promueve la venta de servicios y la lógica empresarial como los pilares básicos de su quehacer educativo, liberando al Estado de su responsabilidad constitucional.
3. En el fomento del emprendedurismo como la “estrategia” para alcanzar el desarrollo nacional y lograr un empleo adecuado. La visión es convertir a los profesionales en “exitosos” empresarios neoliberales.
4. El mismo proceso de selección para ingresar a la UES es un proceso viciado y elitista, orientado a descalificar a miles de estudiantes, lo que niega su carácter público y refleja una institución discriminatoria y sesgada.

A nivel académico y de proyección:

1. En la Facultad de CCHH se implementa desde hace algunos años un lucrativo “negocio” de clases de inglés para sectores populares, que debería de ser parte de la extensión universitaria. Y este “ejemplo” se esta ya implementando en las multidisciplinarias.
2. Los programas de maestría y doctorado se realizan desde la modalidad de “autofinanciables” Esto significa que no están contemplados en los presupuestos de las facultades, se cobran altas cuotas y sus docentes son horas clase y víctimas de la flexibilización laboral.
3. El Equipo de Fútbol se conduce desde una visión mercantilista y elitista, y con el “desinteresado” patrocinio de Canal 4 de TCS y otras empresas. Y aunque cuenta con una inversión millonaria no tiene un solo estudiante universitario entre sus integrantes.
4. La sospechosa entrega propuesta por la Facultad de Agronomía de un Doctorado Honoris Causa al Embajador de Corea del Sur.
5. El elitista programa de Jóvenes Talentos y sus millonarios recursos en una Universidad con un presupuesto exiguo.

A nivel administrativo:

1. En el esfuerzo por favorecer los intereses de las grandes cadenas de comida rápida como el Biggest, por encima del Comedor Universitario y de las ventas de comida populares.
2. En el esfuerzo por favorecer agencias privadas de seguridad por encima de fortalecer la Seguridad institucional, como en el caso de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura.
3. En el esfuerzo por favorecer agencias de limpieza privadas sobre esta función administrativa institucional, como ha sido propuesto por las facultades de Agronomía y Ciencias naturales y Matemática.
4. El reciente incremento del cobro del parqueo para el sector estudiantil y para particulares.
5. Nos preocupa que al final la administración de los Portones sea entregada a manos “privadas” para su administración y rechazamos que alegando problemas de “delincuencia” se este cerrando las puertas a los sectores populares. Pretenden las Autoridades Centrales convertir a la UES en una gran fábrica, cerrada, callada y vigilada. Solo faltan los grilletes.

Frente a esta situación, como Movimiento NO a la Privatización de la UES hemos iniciado una campaña educativa con mantas en las facultades, y expresamos públicamente nuestra decisión inquebrantable de defender el carácter público de nuestra Universidad, y de luchar contra aquellos y aquellas que pretenden convertir a nuestra gloriosa Alma Máter en una universidad domesticada y al servicio del capital nacional e internacional. Es por estas razones que te exhortamos a convertir este 30 de Julio en una Jornada Universitaria contra la Privatización. ¡Por un verdadero cogobierno estudiantil!

CES SETUES MRDUES APTUES MPTIES MOTUES
Ciudad Universitaria, 4 de

Ingredients for a movement that can transform our country

June 28 2013 I have written before that the people’s movement that is now emerging doesn’t yet possess the transformative power of the movement of the 1930s. That movement set in motion an era of broad, deep-going, democratic, anti-corporate restructuring of our political and economic institutions – and also changed the thinking of tens of milliions.

But what today’s movement does possess is the potential to develop in that direction. All of which begs the question:

How do we accelerate this transition from a movement with transformative potential to a movement with transformative power and capacity?

Here are a few thoughts:

  • Contrary to what some on the left think, the starting point of transformative politics isn’t political desires and wish list, but a sober and concrete assessment of the balance of class and social forces on the ground, not least of which is the political consciousness of the majority of working-class people and what they are ready to fight for.

And by this measure, a movement with transformative hopes must be up to its ears in the struggle for jobs, a higher minimum wage, immigration reform, gun control, infrastructure renewal, abortion rights, protecting the climate, preserving earned-benefit programs, marriage equality, voting rights, saving public education, reversing the sequester, winning a federal budget favoring people’s needs, cutting the military budget, and many more issues at the federal, state and local level.

It should also be an energetic part of the struggle to give the Republican Party a licking in next year’s congressional elections. Defeating right-wing extremist candidates is the key link in moving the whole chain of struggle forward. It will take an expansive coalition of voters, including independents, centrists and even some moderate Republicans.

Far from a diversion, these democratic struggles to protect, extend and deepen political, economic and social reforms and change the balance of forces in our nation’s capital and beyond are the incubator of a movement that possesses the necessary unity, understanding and capacity to effect more basic changes, which I will come back to below.

I realize that many people feel frustrated with the Democratic Party. Who doesn’t?

In the past 30 years the top layers of the Democratic Party have not fundamentally resisted the main direction of neoliberalism – that is, the supremacy of capitalist markets, deregulation, financialization, the pruning of government’s role, and an economics that redistributes wealth upward.

In fact, at many important turning points, Democratic Party leaders have brokered deals and greased the skids for neoliberal policies.

It was Bill Clinton who campaigned for NAFTA, squeezed the heart out of the safety net welfare program, lobbied hard for bank deregulation, and famously said, “The era of big government is over.”

At the same time, the Democratic Party has been a necessary, albeit inconsistent, component (at this stage of struggle) of the broad “small d” democratic coalition blocking the imposition of some of the worst features of the extreme right’s agenda, not to mention its more ambitious effort to gain unchallenged dominance over the federal government, thereby enabling the right to impose an authoritarian and austere form of capitalism on the American people.

Moreover, since 2008 the Obama administration has advanced many positive reform initiatives which the movement would be foolish not to welcome and support – the latest of which is the administration’s new efforts to curb carbon emissions.

Finally, the mass base of the Democratic Party includes major sections of the people’s movement and a substantial layer of progressive elected representatives who, while not completely happy with the centrist positions of its top leaders, are still not ready to bid goodbye and join a new political/electoral party.

In these circumstances, it would be foolhardy to refuse in advance to cooperate with the Democratic Party as a whole or sections of it under any conditions. That would be a prescription for marginalization.

Nor would it bring the movement any closer to building a new political vehicle that consistently speaks for a broad array of people and organizations who feel the crushing weight of the corporate class and its political sponsors. In fact, it would move its realization further away.

  • Vital to building a transformative movement is an understanding of which social forces have to be brought together for progressive and radical change. Not any kind of movement can make fundamental change; it takes more than the left, more than progressives, more than radicalized youth. A transformative movement will only materialize to the extent that it is able to attract the working class and its organized sector, people of color, women and youth into its center.

New movements like Occupy can have a dramatic impact on the political discourse of the country and stimulate a surge of activity, but to see them as the hub of a broader movement with progressive and radical aspirations, as some did, betrays any understanding of the power relationships in capitalist society.

  • A commitment to participate in every arena of struggle, flexible tactics, a readiness to employ various forms of struggle, and robust use of social media are imperative. The allergy that some on the left display toward electoral forms of struggle – sometimes dismissively called “electoralism” – is wrongheaded. As I see it, a movement that entertains transformative objectives will leave a larger and larger and increasingly independent electoral footprint on the political landscape going forward.
  • A constant struggle for unity in all its forms is an overriding task. At its core is the fight against racism, male supremacy, nativism, homophobia and other forms of inequality and oppression.

The search for common ground and a common program of action is not at loggerheads with the fight for equality. In fact, the common ground will be wider, deeper and more durable to the degree that the broader movement vigorously fights for equality in all its forms.

In recent decades vast political, economic, social and demographic transformations have occurred, but the fight for full racial equality retains its overarching importance. And white people and white workers in their own interests should be in the middle of this fight.

  • The revitalization of the movement’s own political and organizational capacities to reach, mobilize, and unite millions is an essential part of the mix. For a number of years people’s organizations and the left – all of which are too small and not yet fully attuned to the times in which we live (and I include the Communist Party here) – have been exploring new ways of thinking and organizing in order to expand their size, influence, and power. Some successes have been achieved no doubt, but this process of renewal and growth has a still considerable distance to go.
  • A vision of deep-going democratization (radical reforms) of our economic and political institutions has to be combined with small bore reform struggles. In this era of economic stagnation, multiple crises and shrinking democracy, the reforms applied in the post-World-War-II period no longer suffice. What is needed is a program that breathes new life into our democracy and challenges the logic, profits, prerogatives and growth imperative of corporate capitalism. Among other things, some public ownership is in order at the level of the commanding heights of economy (for example, the financial sector) and an expansion of worker/locally owned and operated businesses.
  • A willingness to challenge the harmful growth of the coercive powers of the state and the military-industrial complex with its far-flung network of bases, both of which are rationalized in the name of fighting the “war on terror,” can’t be sidestepped.
  • Transforming the economy along sustainable lines and make the world a habitable for human beings and other species is an existential imperative. In the words of the notable climate scientist James Hansen, we are facing a “planetary emergency.”
  • “Keep Hope Alive.” The three-decades-old neoliberal corporate offensive, ramrodded first of all by right-wing extremism, galvanized resistance. But it also crushed the hopes of countless numbers of people in the possibility of social change. Thus a task of a movement with transformative desires is to articulate a compelling and hopeful narrative that convinces millions that collective avenues of action will bring changes for the better in their everyday lives.

The above is not meant to be exhaustive, but only to outline in broad strokes some directions that the people’s movement should consider in order to qualitatively ramp up its transformative power and capacity. I’m sure readers of People’s World have other ideas on this subject that merit close consideration as well. So let’s compare notes and in the meantime continue to fight the good fight.

The left needs to stop self-marginalizing

For too long the left has not been a major player on our political scene. It hasn’t been sitting on its hands, but it can’t claim the same political authority that the left commanded in earlier periods of the last century, which not coincidentally were marked by major social advances.

But that could well change in the coming decade. The left has the opportunity in the coming years to move from the margins into the mainstream of political life, to leave its distinctive stamp on the nation’s politics.

I say this because the socio-political environment is changing in left-friendly ways.

The era of relative capitalist stability and broadly shared prosperity is long behind us. Slow growth, stagnation, growing inequality, and multiple and interlocking crises – some global in scope – have become the main markers of capitalist development.

The thinking of substantial sections of the American people is changing. While these changes go in contradictory directions, one current runs in a democratic, progressive and even radical direction on a range of issues from marriage equality to taxing the rich to cutting the military budget to climate change to socialism.

The labor movement, facing a crisis of survival, is renewing and renovating itself. While the process is uneven and its outcome uncertain, labor’s new directions are already blowing fresh winds into the working class and democratic struggles.

New alliances on the people’s side of class and democratic struggles are cropping up in reaction to the increasingly apparent need for deeper and broader unity.

A rising anger is evident among growing numbers of people. Emblematic of this trend is the growth of mass, nonviolent civil disobedience actions by broad sections of the people’s movement.

Millions have engaged in the political arena in dramatic fashion in the past two presidential elections, despite systematic Republican efforts to block them.

Anti-racism is gaining ground, and is doing so in the face of an amped-up racist offensive coming from right-wing extremism and its corporate backers.

Most importantly, a loosely organized, multi-leveled movement – maybe coalition is a better term – is slowly maturing within the nation’s body politic. It doesn’t yet have transformative capacity, that is, the ability to realign politics, institutions, and mass thinking in a consistently progressive, anti-corporate direction, but it has the potential to grow in that direction.

But to take full advantage of this new opportunity the left can’t simply rewind and play the same tape that has guided its thinking and activity for longer than I care to remember.

To begin with, it requires shedding some modes of thinking – a mentality and practice of self-marginalization – that have either outlived their day or never had much value.

I would include:

  • The belief that the danger of co-optation is a reason to keep a distance from reform struggles and electoral politics. As I see it, if the left doesn’t put itself in a position where it stands a chance of actually being co-opted, it isn’t really serious about mass politics.
  • The view that politics has few complexities, change is driven only from the ground up, and stages of struggle are for the faint-hearted and “reformists.”
  • A notion that differences within elite circles on foreign and domestic policies is of no strategic or tactical significance. A recent example was the sweepingly negative reaction of too many on the left to President Obama’s speech on the “war on terrorism,” a speech which in my view – and that of other sober-minded progressives – showed some retreat from past policies and provided some openings for mass struggle that were not formerly there.
  • A “logic” that holds that because capitalism as a system can’t be reformed in the sense of eliminating its crisis tendencies and contradictions, no grounds exist to struggle for reforms within capitalism’s framework.
  • A view that the two main parties of capitalism are carbon copies of one another – this in an era when right-wing extremism has taken over the GOP and imposition of an authoritarian form of capitalism has become its overarching political project.
  • An attitude that the role of the left is always to double the bet. So that I’m not misunderstood: left demands have a place in class and people’s struggles, but they are neither the takeoff point for united action nor the singular thing that the left brings to mass struggles.
  • A habit of looking for political purity which might exist in theory, but has never found a place in broad coalitions – the only reliable vehicle of social change – where people of varied views and interests gather, contest their views, but in the end struggle against a common foe.
  • A pronounced predisposition to under-appreciate the role of labor and its growing layer of progressive leaders.
  • A tendency to create false oppositions between electoral forms of action and direct action, or, to put it differently, between struggles against the state and struggles within the state. In its crudest form, it smugly declares, “Politics are of no importance, only struggle around issues matters.”
  • A penchant to elaborate tactics – that is demands, forms of struggle, attitudes toward compromise and alliances, and so on – apart from a concrete estimate of the balance of class and social forces at any given moment.
  • A new and growing view that the corporate hold on the federal government is so all-encompassing that struggles over policies and direction at that level are no longer viable.
  • An attitude that the main task is to simply resist unrestrained corporate power, rather than addressing the harder task of making strategic and tactical linkages to move, not a handful of people, but millions forward – incrementally and to the next stage of struggle.
  • An underestimation of the importance of the fight for equality in general and racial equality in particular. The search for common ground and a common program of action is not in contradiction with the fight for equality. In fact, the common ground will be wider, deeper and more durable to the degree the broader movement vigorously fights for equality in all of its forms.

While in recent decades vast political, economic, social and demographic transformations have occurred, the fight against racism retains its overarching importance.

Anyone who devalues this struggle limits the sweep of any victory at best. At worst, it provides an opening to the most backward sections of our ruling class to gain ascendancy. And racist filth has ramped up since Barack Obama’s election five years ago.

A firm and broad rebuff to this counteroffensive is imperative. White people, in particular white workers, in their own interests should be in the middle of this fight.

  • An under-appreciation that the struggle for reforms and democracy is the ground on which higher and deeper levels of unity and understanding emerge, which in turn are the necessary scaffolding of any movement that hopes to be the agent of fundamental progressive and radical change.

Shedding these old modes of thinking is only a first step for the left in becoming a major player in U.S. politics. It also has to be combined with the articulation of and fight for an expansive, unifying, and forward-looking politics that has an eye to meeting millions on the ground they occupy and moving with them to higher ground, where the wellsprings of economic security, political democracy, substantive equality, durable peace, and human freedom can fully open up.

It is a challenge, but a challenge the left must meet.

“Al FMLN le quedan camisetas del Che, pero las convicciones de izquierda las perdió”

Por David Ernesto Pérez SAN SALVADOR – Julia Evelyn Martínez, economista y catedrática de la Universidad Centroamericana (UCA) está muy pendiente de las protestas sociales en Brasil. Dice que los acontecimientos en el coloso del Sur deben ser un espejo para todos los partidos de izquierdas de América Latina.

La ex directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), tiene su propia explicación del dicho malestar social: el modelo de desarrollo brasilero profundizó la brecha entre los más ricos y los más pobres.

Claro, la feminista admite que Brasil, durante la presidencia de Luiz Inácio Lula Da Silva, sacó de la pobreza a 23 millones de brasileños, empero, lo hizo ejecutando programas sociales que no son la solución real a los problemas de las sociedades latinoamericanas.

Además, señala que el Partido de los Trabajadores (PT) – el cual sirvió de plataforma a Lula y a la actual presidenta, Dilma Rousseff – ahora que está presente la efervescencia, lamenta dos cosas: haberse alejado de sus bases y empeñarse en ser una maquinaria electoral.

Martínez traslada ese lamento al oficialista Frente Farabundo Martí (FMLN), y cree que está en la misma ruta: lejos de los ideales de los partidos de izquierdas, pero cerca de ser un instituto político obsesionado con los periodos electorales, las encuestas y la sonrisa en la televisión.

“Esa cúpula (FMLN), de principios y valores de la izquierda le quedan muy pocos, creo que no le quedan más que discursos, alguna que otra camiseta del Che Guevara o de Farabundo Martí, que deben usar los fines de semana, pero la ideología, las ideas, las convicciones de izquierda, las han perdido, las han debilitado, porque han puesto, ante todo, el tema de ganar elecciones”, expresa la feminista.

En entrevista con Cruzcalle, Martínez hace una revisión a su salida del ISDEMU, los cambios en la garantía a los derechos de las mujeres de este gobierno y las perspectivas del Frente rumbo a la carrera presidencial.

¿Qué fue lo primero que pensó el día de su destitución?

A mí no me sorprendió, la destitución se venía manejando desde hace días atrás, a mí directamente nunca, de frente, me informaron que estaba en un proceso de destitución, ni siquiera me habían dicho que pusiera mi renuncia, al contrario, diez días antes de la destitución se me había ratificado en mi cargo, en el pleno de la junta del ISDEMU, inclusive, se habían hecho algunos señalamientos del buen trabajo que estaba realizando y como el ISDEMU había logrado elevar su perfil y sacarlo de la oscuridad y el anonimato.

Sin embargo, yo sabía que desde la situación del Consenso de Brasilia, donde tomé la decisión de no poner observaciones al Consenso, de aceptar la necesidad de hacer un debate en el país sobre las leyes restrictivas de interrupción del embarazo y las implicaciones en la salud de las mujeres…

¿Desde ahí comienzan las desavenencias?

Empezó una especie de problema entre algunas autoridades gubernamentales y mi persona, le doy un caso: en ese entonces se dijo que Cancillería había enviado una carta a CEPAL desdiciéndose y poniendo reservas al Consenso de Brasilia, yo me di cuenta, por información de la CEPAL, que tal carta nunca se envió, y si ustedes preguntan a CEPAL o Cancillería dónde está la carta que enviaron a CEPAL, les dirán que no existe tal carta, entonces yo reclamé: muéstrenme la carta, quiero saber cómo es que me han desautorizado, pero no había tal carta.

Luego hubo otro problema: cuando ratifiqué el Consenso de Brasilia, he señalado que lo hago amparada en que, El Salvador, ha quitado las reservas al Plan de Acción de la Conferencia del Cairo, que los gobiernos de ARENA habían puesto reservas en el tema de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.

Yo sabía que, un mes antes, también Cancillería había enviado una carta al Secretario General de Naciones Unidas solicitando que El Salvador retiraba esas reservas y adoptaba plenamente el Plan de Acción del Cairo en donde se reconocen los derechos sexuales y reproductivos, entonces me amparé a eso, y luego sale Cancillería desdiciéndose que no ha retirado tales reservas, cuando yo tenía la carta y se las mostré a las autoridades.

Ya la tensión estaba llegando al límite…

Había muchas, no sé si llamarlas diferencias, porque este Gobierno creo que sí tenía las buenas intenciones de trabajar en favor de los derechos de las mujeres, de avanzar en los temas de la igualdad, de equidad de género, y también creo que este Gobierno tenía las buenas intenciones de adoptar todos los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos que, los gobiernos anteriores de ARENA, se habían opuesto a aplicar.

Estaba convencida de esto y por ello, cuando a mí me convocan a formar parte del ISDEMU, inmediatamente digo que sí, porque quería ser parte de este gran proceso de transformaciones que yo miraba, en el lado de la izquierda no le miraba, a las reformas económicas esperanzas, porque sabía quienes están en el Gabinete económico, de ese lado sabía que no habría avances.

Lamentablemente, esas buenas intenciones fueron rápidamente perdiéndose en la realidad y al chocar con los grupos de poder, aquí en El Salvador, quien define la agenda de género del Gobierno es el Arzobispo de San Salvador (José Luis Escobar Alas), es la Nunciatura Apostólica, los grupos provida, los editoriales del Diario de Hoy, de la Prensa Gráfica, son las cámaras empresariales, en otras palabras son los sondeos de opinión pública,

¿Pero desde la trinchera de los derechos de la mujer?

Sí estaba convencida que habría avance, de cambiar este modelo machista, patriarcal y avanzar en una sociedad en donde los derechos de hombres y mujeres fueran respetados, y en donde la erradicación a la violencia y los derechos contra las mujeres, no fuera solamente un discurso, sino una práctica.

Lamentablemente, esas buenas intenciones fueron rápidamente perdiéndose en la realidad y al chocar con los grupos de poder, aquí en El Salvador, quien define la agenda de género del Gobierno es el Arzobispo de San Salvador (José Luis Escobar Alas), es la Nunciatura Apostólica, los grupos provida, los editoriales del Diario de Hoy, de la Prensa Gráfica, son las cámaras empresariales, en otras palabras son los sondeos de opinión pública, y este Gobierno, desafortunadamente, así como está sucediendo a muchos gobiernos progresistas de Suramérica, gobierna y toma sus decisiones de políticas públicas, a partir de lo que son sus eh…

Su imagen, los sondeos de opinión pública…

Sí, su popularidad, entonces, cuando saben que un tema les va a quitar puntos, o una persona está restando esa popularidad, entonces hacen el cambio y adaptan su política pública esa cuestión, entonces lamentablemente, me tocó experimentar en carne propia esa realidad; yo no me arrepiento para nada haber pasado (administración Funes), fue una de las mejores experiencias que he tenido, eso equivale, yo digo, a una maestría en políticas públicas, porque logré ver, en vivo y en directo, lo que es el poder, y no en los libros de textos.

¿Qué destaca más en su gestión?

Se puede ver un antes y un después en mi gestión en el ISDEMU: antes era un instituto desconocido, irrespetado, no se le reconocía su labor, siempre se creyó que sólo atendía a las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y cosas como esas.

Con mi gestión, no digo con mi persona porque no creo en protagonismos, gracias a esa junta directiva y el plan quinquenal donde estaban definidas ciertas políticas públicas y la necesidad de una nueva política en favor de la mujer, se avanzó mucho

¿Cuáles son esos avances?

Fue haber una nueva política de la mujer con una perspectiva de género, más integral y se incluyeron temas anteriormente no considerados, por ejemplo la autonomía económica y de mujeres rurales, entre otros.

Adicionalmente, durante mi gestión se hizo todo un proceso de articulación del rol de rectoría de políticas públicas, con el resto de ministerios y otras instancias para asegurar y monitorear, que realmente en las agendas de las instituciones se incorporara el tema de la igualdad de género y la no discriminación.

Y mire, quiero decirle que esto no dejó de incomodar a muchos funcionarios; durante esta gestión fue que, por ejemplo, los señalamientos a dos expresidentes de la Lotería Nacional, a quienes se les abrió expedientes por acoso sexual; se logró, además, detener unas acciones de apoyo a acosadores y a hombres que ejercían violencia sexual contra mujeres en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).

En tercer lugar fue que se le dio impulso a la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres, y a la Ley de Igualdad y no Discriminación contra las Mujeres; yo solamente pude vivir la primera, es decir, en mi gestión, pero en ambas me siento parte del proceso.

¿El Gobierno avanzó en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres?

No, para nada, ese es el gran… pero antes, quiero reconocer que se ha avanzado mucho, y cualquiera que diga que el tema de los derechos de las mujeres, en este Gobierno, y no digo en mi administración del ISDEMU, sino hasta el momento, no se ha avanzado, creo que no tiene una visión clara de la realidad, porque se han hecho grandes avances, y se sigue avanzando.

En este momento se está aplicando la nueva Política Nacional de la Mujer, yo también reconozco que hay un plan para la igualdad, que tiene medidas sustantivas e importantes, y bueno este modelo de Ciudad Mujer, que contribuye grandemente a llevar servicios a mujeres madres, y especialmente de los sectores más pobres de la población.

Pero, lamentablemente eso no basta, porque para transformar esta realidad de violencia y discriminación, no bastan leyes, políticas o servicios, se necesita transformar la cultura salvadoreña que implica cambiar estos estereotipos, cambiar los programas de televisión que ponen a la mujer en papeles, los anuncios publicitarios…

¿Qué implicaría cambiar eso?

Chocar con el sector privado, implica entrar con la Asociación de Medios Publicitarios y con las agencias de publicidad, no tanto con las empresas, sino que con estos dos sectores que son poderosísimos y que no están dispuestos a ceder.

Segundo: necesita cómo reducir embarazos adolescentes, en estos momentos, en el país son una tercera parte de todos los embarazos a nivel nacional.

De esos, un 40 por ciento, de acuerdo a un Estudio del Banco Mundial, no son embarazos consensuados, sino que son violaciones, ¿y quiénes las están agrediendo? Son personas en los entornos más próximos.

Viene el restante 60 por ciento, que es porque las niñas inician su vida sexual de manera temprana, pero no tienen información sobre el uso de métodos de planificación familiar, para no quedar embarazadas, y porque desconocen qué implicaciones puede tener una relación sexual y que pueden quedar embarazadas, entonces se necesita educación sexual.

Desde temprana edad…

Se necesita desde la primaria, y una educación explicita, que diga las cosas como son, y no ande hablando de las abejitas, las mariposas y las flores.

Pero eso provocará que la Iglesia se escandalice

Sí, también que las niñas tengan acceso a método anticonceptivos y, cuando queden embarazadas por una violaciones, darles acceso a la posibilidad de interrumpir ese embarazo, porque de lo contrario esas madres adolescentes tienen mayores dificultades de ingresar al mercado laboral en condiciones, digamos, adecuadas, y sus hijos e hijas tienen una alta probabilidad de crecer en la pobreza y la marginación.

Y se entra en el círculo vicioso de la pobreza…

Pero uno dice: si eso es así, ¿por qué no se hace? No se hace porque, si lo quiere hacer el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud, el presidente, entonces ya llama el Arzobispo de San Salvador, o el Nuncio Apostólico y empiezan a recordarles que eso no se hace, que eso no se debe y empiezan a atacar…

¿Y esto de la llamada es literal?

Literalmente, bueno… no sé si lo llama o se reúnen a almorzar, pero sí hace… la Iglesia Católica o la figura del Arzobispo, tiene una gran influencia sobre la Casa Presidencial.

¿Pierde el Gobierno una oportunidad histórica?

Sí, una gran oportunidad histórica, pero si me permite terminar, en el embarazo en adolescentes, solo si se reconoce el problema; yo he escuchado a la primera Dama (Vanda Pignato), a la directora del ISDEMU (Yanira Argueta) hablando que eso es un problema, ¡pero a nosotros no nos sirve que nos digan que eso es un problema, porque ya lo sabemos! La cuestión es ¿cómo se hará para solucionar ese problema? Eso implica entrar de frente a estos grupos de poder, y eso no se hace, entonces, se queda en discurso y se atienden a todas las niñas madres en Ciudad Mujer.

Entonces, el Gobierno está perdiendo la oportunidad, le queda todavía un año, pero creo que puede rectificar, todavía puede, yo espero cosas importantes y como va de salida, creo que las presiones de estos grupos de poder van a ir disminuyendo y debería enviar una propuesta de reformas al Código Penal que le haga cumplir con lo comprometido en el Consenso de Brasilia y las recomendaciones de los organismos de Naciones Unidas.

El Gobierno no llegó solo al poder, el FMLN también es parte de él. ¿Ve coherencia en el actuar del partido oficialista con el pensamiento de izquierdas?

Al FMLN, creo que le ha sucedido lo mismo que le pasó Partido de los Trabajadores (PT), de Brasil, que se ha separado en dos vertientes: una, las bases territoriales, las comunidades, organizaciones militando, que mantienen, en un gran porcentaje, esos valores, esos principios y esa coherencia de los valores de la izquierda, entre estos valores está la igualdad de género, y la no discriminación de género, entonces esa gente es la que pone los votos, la que pone la cara, la que moviliza, esa gente sí está.

La otra vertiente es la electoral, es la que tiene algunos cuadros medios, y la Comisión Política, y esa lamentablemente, a esa cúpula, de principios y valores de la izquierda le quedan muy pocos, creo que no le quedan más que discursos, alguna que otra camiseta del Che Guevara o de Farabundo Martí, que deben usar los fines de semana, pero la ideología, las ideas, las convicciones de izquierda, las han perdido, las han debilitado, porque han puesto, ante todo, el tema de ganar elecciones.

Entonces, es una cúpula que todas las decisiones las toman en base a una coyuntura: cuántos votos gana, cuántos votos pierde.

Lamentablemente, eso le puede funcionar ganando elecciones, pero no le sirve cuando está en el gobierno, porque estando ahí no se puede seguir, indefinidamente, con la popularidad o ganando votos, sino que se deben asumir los retos del país, la sociedad, y las demandas de los sectores sociales que han depositado la confianza, y esa confianza se traduce en votos.

Se ha vuelto pragmática…

Se ha moderado, dicen algunos, pero no creo eso, más bien se ha transformado, ahora es una cúpula con ideología y práctica de la socialdemocracia, y sabemos que ésta es una corriente de pensamiento que cree que es posible lograr el desarrollo de la sociedad, que se puede humanizar el capitalismo y, que se pueden lograr algunas concesiones, de tipo social sobre todo, y por eso hacen tanto énfasis en los zapatos, vasos de leche, etcétera.

Creo que esta vertiente electoral se ha transformado en una vertiente socialdemócrata, y en ese sentido, hace ya bastante tiempo dejó de ser izquierda; sin embargo, ahí hay un problema: usted tiene las bases que siguen siendo de izquierdas, porque son de izquierda, y mire, se lo digo porque, gracias a mi trabajo yo me reúno para dar charlas, seminarios, talleres, es decir, voy mucho a las comunidades, la gente que milita en el FMLN, realmente es gente de izquierda, por eso insisto, y no tienen absolutamente, o sea, están totalmente separadas de las cosas y las prioridades, entonces esa es una brecha, entre las bases de izquierda y una dirigencia socialdemócrata; más temprano que tarde, esa incoherencia tendrá que resolverse, yo esperaría, porque soy una optimista, ¿cómo se llama?

Persistente…

Irremediable, quiero ser así, creo que es posible que esa cúpula vuelva a reencontrarse con esas bases.

¿Estas bases le hacen comentarios sobre la cúpula?

Sí.

¿Qué le comentan?

Comentarios críticos, sin embargo, son bases disciplinadas, saben eso que se llama disciplina de partido; pueden expresar postura críticas, por ejemplo, hay un caso, no mencionaré la comunidad, pero estaba dando un taller sobre soberanía alimentaria, y entonces alguien me decía: “mire, el problema es que quien está afectando la soberanía alimentaria en el país es Alba Alimentos, porque nos está dando créditos, y los créditos nos los dan en insumos, y los insumos no son agroecológicos, sino que son insumos tradicionales (fertilizantes, insecticidas), todo derivado del petróleo. Por otra parte, los créditos los tenemos que pagar con la cosecha, y nos limita la disponibilidad que tenemos en las comunidades para nuestra alimentación”.

Se ha moderado, dicen algunos, pero no creo eso, más bien se ha transformado, ahora es una cúpula con ideología y práctica de la socialdemocracia, y sabemos que ésta es una corriente de pensamiento que cree que es posible lograr el desarrollo de la sociedad, que se puede humanizar el capitalismo

Tiene la gente la capacidad de decir: esto que queremos, la soberanía alimentaria, nos lo están afectando Alba Alimentos, o los Asocios Público – Privados, tienen esas reflexiones.

Cuando llega el momento, estas personas van con disciplina a votar por el FMLN; yo no las veo como personas domesticadas…

Aferradas al proyecto histórico…

Creen en el proyecto histórico, están convencidas que este es un proceso de transición, y que esto va a dar lugar a un cambio, a crear condiciones para que próximo gobierno ya liderado por el proyecto histórico revolucionario y socialista del FMLN, vaya a hacer este cambio.

Ojalá, yo espero que así sea, no por el bien de la dirigencia, sino porque estas personas se lo merecen, estas bases tan disciplinadas, tan coherentes, tan solidarias entre sí, pero también El Salvador se merece un partido de izquierda que pueda ser conductor de toda esta lucha, contra el neoliberalismo en primer lugar, y después contra el capitalismo y pueda promover en el país esa otra sociedad, por la cual tantas personas han ofrendado sus vidas.

Hagamos un ejercicio: ¿qué piensa Julia Evelyn cuando en un spot televisivo escucha la oferta electoral de Sánchez Cerén y Óscar Ortiz?

¡Ja, ja, ja! ¿Cómo así?

¿Qué interpreta de la oferta electoral?

Primero: no veo mayor diferencia de la oferta de la derecha, entre lo que ofrece Tony Saca y su partido UNIDAD, o lo que ofrece ARENA. Primero, creo que están partiendo de diagnósticos totalmente equivocados, que no son los correctos, todo lo reducen a… por ejemplo, en la economía, todo lo reducen a un problema de crecimiento económico. ¿Cuál es la oferta del FMLN?

Crecimiento económico…

Más que eso, ¿ARENA? Cómo lograr el crecimiento económico. ¿Saca? El crecimiento económico. Están ofreciendo lo mismo, poca claridad sobre cuáles son los problemas y los desafíos; sin embargo, en el caso del FMLN, creo que hay que tener un poco de comprensión porque todavía están haciendo las consultas, y todavía está en proceso de elaboración la propuesta económica y social.

Pero como usted me pregunta qué siento, siempre digo “¡que desperdicio de espacio, de esfuerzos, de dinero y que poca diferenciación con la oferta de la derecha!”

¿Está el país saliendo del neoliberalismo?

Al contrario, ahí es donde me vuelvo pesimista, porque si usted ve todo lo que ha hecho este gobierno en la parte económica, es profundizar el modelo neoliberal, no solo lo ha profundizado sino que lo modernizado, y eso no lo hace cualquiera, es decir, el neoliberalismo que tenemos en este momento no es el mismo que tenía Cristiani (Alfredo) o Calderón Sol (Armando), es diferente, por ejemplo, con esta figura de los asocios públicos, es uno de los mecanismos mediante los cuales el neoliberalismo trata de aumentar la tasa de ganancia del capital, posibilitando no privatizaciones, sino que las concesiones de 50 a cien años estando en manos privadas.

Ahora, al FMLN mantener esta separación con las bases, y solo utilizarlas en momentos electorales, o para apoyarse solo con los sectores de extrema pobreza, es peligroso porque se distancian de otros sectores que, tradicionalmente, son los apoyos de los partidos de izquierdas

Entonces, eso es parte del neoliberalismo superior, yo lo llamo el “neoliberalismo recargado”, y eso no solo lo digo yo, el Dr. Carlos Acevedo lo dijo con mayor claridad y mayor conocimiento.

Y uno dice, “bueno, pero ya vamos a terminar y va a venir un nuevo gobierno de izquierda, el gobierno del profesor Sánchez Cerén y Óscar Ortiz y no van a permitir más neoliberalismo”, pero mire apoyaron la ley de Asocios Públicos – Privados, están la próxima semana por aprobar el ADA (libre comercio con Europa), están creando una serie de condiciones que, después un gobierno de izquierda, un gobierno que quiera realmente cambiar este modelo neoliberal, no pueda hacer realmente estos cambios, porque ya van a estar hechas las concesiones, el FOMILENIO, el Asocio para el Crecimiento, vamos a estar con el CAFTA y el ADA, y a mí me preocupa que, en lugar de ver y de volcarnos a la integración del proyecto ALBA, nos acabamos de integrar como observadores a la Alianza del Pacífico.

¿Cree que si el FMLN llega al poder luchará, de verdad, contra la acumulación de la riqueza?

Es que depende de qué FMLN llegue al poder, porque si llega el FMLN socialdemócrata no va a hacer nada de eso, al contrario, promoverá una mayor concentración de la riqueza, a lo mejor va a tener menos gente pobre, porque en Brasil eso es lo que ha pasado, con políticas sociales como por ejemplo con la Bolsa de la Familia, han logrado sacar en diez años a 23 millones de brasileños de la pobreza, pero la desigualdad se ha incrementado: la brecha entre los que tienen mucho y tienen muy poco se incrementa, y eso polariza la sociedad, la desintegra, la fragmenta, entonces un gobierno del FMLN con el corte socialdemócrata va a seguir con el neoliberalismo, solamente que con mucho gasto social.

Pero si llega un FMLN realmente, yo no quiero decir que llegue a hacer la revolución socialista o instaurar la dictadura del proletariado, no soy ingenua, no es eso, pero si un gobierno del FMLN con una plataforma, con un proyecto histórico revolucionario, anticapitalista si puede, poco a poco, ir haciendo esos cambios que vayan desmontando, primero el neoliberalismo, y después, poco a poco, el capitalismo; yo sí creo que se pueda hacer, pero debe ser un FMLN que haya recobrado su mentalidad de izquierda y su práctica de izquierda, entonces todo dependerá de qué es lo que llegue.

¿Qué consecuencias le podrá traer al FMLN alejarse de su proyecto histórico?

Las mismas consecuencias que le están pasando al PT de Brasil, en este momento toda la izquierda latinoamericana debería enfocar la situación en Brasil.

El PT logró, con una amplia base popular, el gobierno de Lula (Luiz Inácio) y ahora de Dilma Rousseff, sin embargo lo que hizo el PT fue separarse de las bases, y lo reconoció Lula, que se volvieron casi una empresa electoral, entonces, ¿qué pasa en las calles? De pronto hay una cantidad de demandas, de movilizaciones, de gente que está expresando su descontento y a decirles a los partidos políticos, especialmente al PT, que no quiere nada más con los políticos.

Ahora, al FMLN mantener esta separación con las bases, y solo utilizarlas en momentos electorales, o para apoyarse solo con los sectores de extrema pobreza, es peligroso porque se distancian de otros sectores que, tradicionalmente, son los apoyos de los partidos de izquierdas; en un mediano plazo, las demandas de estos sectores que se sienten abandonados y no representados, simplemente explotan, pero sin ninguna dirección.

¿Cree que el resto de pequeños partidos de izquierda si representan esos ideales que supuestamente abandonó el FMLN?

Eh, no. ¿Dígame uno?

Por ejemplo, el Movimiento Nuevo País de Dagoberto Gutiérrez en próxima alianza con Jorge Meléndez del PSD…

Mire, en el momento que Dagoberto se alíe con ese Partido Socialdemócrata, de este señor Jonás, en ese momento dejo de ser de izquierda, porque se convertiría en un instrumento de la socialdemocracia.

No mire, es como que me dijera que CDU, o cómo se llama

Cambio Democrático…

Que ese es un partido de izquierda, es socialdemócrata, y ya dijimos que estos partidos lo que buscan es una cosa que, Antonio Gramsci llama la “revolución pasiva”, que es: que las masas no hagan la revolución, sino que los cambios que necesita el capitalismo para mejorar, los haga la burguesía con el apoyo de estos partidos.

En el momento (concrete pacto con Jonás), y ojalá que no lo haga Dagoberto, en ese momento dejo de ser de izquierdas. Pero usted puede decir que él tiene discurso, es más, yo a él lo admiro y le tengo mucho aprecio, pero aquí no se trata de buenas intenciones, sino que a la gente se le reconoce por sus frutos, y creo que ese partido no dará buenos frutos.

¿Cree que el FMLN pueda recibir el “voto de castigo” por estos años en el poder?

No, ¿cómo se le va castigar? ¿Qué haríamos? ¿Votar por la derecha? Yo jamás votaría por la derecha, y lo más cercano que tengo en el país es el FMLN, y se lo digo con esa sinceridad, cuando realmente una está interesada en mejorar, o en que las cosas no empeoren en el país, se lo voy a poner en esos términos, yo estoy interesada en que, para las próximas elecciones, las cosas no empeoren en el país, así se lo digo, y sé que para que no pase hay que evitar que ARENA regrese al gobierno y evitar que, el partido ese de UNIDAD, gane.

Si para evitar eso debemos buscar otras opciones, pues hagámoslo, pero que tristeza que debamos de pensar así en el FMLN, un partido que puede evitar que las cosas empeoren.

Es hora que el gobierno se alíe con el pueblo:MST

25 de junio de 2013 En entrevista, Joao Pedro Stédile, integrante de la directiva del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, habla sobre el significado y las perspectivas de las movilizaciones en Brasil.

–¿Cómo analiza usted las recientes manifestaciones que vienen sacudiendo a Brasil en los últimos días? ¿Cuál es la base económica que las ha producido?

–Hay diversas evaluaciones de por qué están ocurriendo estas manifestaciones. Me sumo al análisis de la profesora Erminia Maricato, que es nuestra mayor especialista en temas urbanos y que actuó en el Ministerio de Ciudades en la gestión de Olivio Dutra. Ella defiende la tesis de que existe una crisis urbana instalada en las ciudades brasileñas, provocada por la actual etapa del capitalismo financiero. Hubo una enorme especulación inmobiliaria que elevó 150 por ciento los precios de los alquileres y de los terrenos en los últimos tres años. El capital financió –sin ningún control gubernamental– la venta de automóviles y el envío de esos dineros al exterior, lo que transformó nuestro tránsito en un caos. Mientras, en los últimos 10 años no hubo inversión en el transporte público. El programa habitacional Mi Casa, Mi Vida, empujó a los pobres hacia las periferias, sin adicionar condiciones de infraestructura.

“Todo eso generó una crisis estructural y que las personas estén viviendo en un infierno en las grandes ciudades, perdiendo tres o cuatro horas por día en el tránsito, cuando podrían estar con sus familias, estudiando o participando en actividades culturales.

A eso se suma la pésima calidad de los servicios públicos, en especial los de salud y también los de educación, desde la escuela primaria y la enseñanza media, de la que los estudiantes salen sin saber redactar. Y la enseñanza superior cambió locales de ventas de diplomas por una de prestaciones donde están 70 por ciento de los estudiantes universitarios.
–Y desde el punto de vista político, ¿por qué sucedió?
–Los 15 años de neoliberalismo, más los últimos 10 años de un gobierno de convivencia de clases, transformaron el modo de hacer política en apenas un referente de los intereses del capital. Los partidos políticos envejecieron sus prácticas políticas y se transformaron en meras siglas que aglutinan, en su mayoría, a oportunistas que quieren ascender en sus cargos o entrar a la disputa por los recursos públicos.

“Todos los jóvenes nacidos después de las ‘directas ya’ [N de la R: 1984, al final de la dictadura] no tuvieron oportunidad de participar en política. Hoy, para disputar cualquier cargo, por ejemplo de edil, el candidato precisa tener más de 3 millones de reales; un diputado cuesta alrededor de 10 millones [un dólar equivale a 2.24 reales]. Los capitalistas pagan y después los políticos obedecen. La juventud está hasta la madre de esa forma de política burguesa, mercantil. Pero lo más grave fue que los partidos de la izquierda institucional, todos ellos, se amoldaron a esos métodos. Envejecieron y se burocratizaron. Y, por tanto, generaron en la juventud ojeriza, distanciamiento, con esa forma de actuar. Y tienen razón: la juventud no es apolítica, al contrario; tan es así que sacó la política a las calles, aunque no tuviera definida conciencia de su significado. Sin embargo, está diciendo que no aguanta más ver en la televisión esas prácticas políticas, que secuestran el voto de las personas basándose en la mentira y la manipulación. Es que los partidos de izquierda precisan reaprender que su papel es organizar la lucha social y politizar a la clase trabajadora. Si no, caerán en la fosa común… de la historia.”

¿Por qué ahora?

–¿Y por qué las manifestaciones estallaron hasta ahora?

–Probablemente haya sido la suma de diversos factores del carácter de la sicología de masas, más que de una decisión planeada. Se sumó todo el clima que comenté, más las denuncias de la superfacturación de las obras de los estadios, lo que resultó en un acicate para el pueblo. Observen algunos episodios. La red Globo recibió del gobierno del estado de Río de Janeiro y del municipio de la ciudad 20 millones de reales de dinero público para organizar el showcito de apenas dos horas del sorteo de la Copa Confederaciones. ¡El estadio de Brasilia costó mil 400 millones, en tanto no existe transporte público en la ciudad! La dictadura de la FIFA y la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) es explícita y se impuso –junto con las pillerías–, y los gobiernos se sometieron. La reinauguración de Maracaná fue una venda que intentaron poner al pueblo brasileño. Las fotos eran claras: ¡en el mayor templo mundial no había ningún negro o mestizo! Y entonces, lo del aumento de las tarifas de ómnibus fue apenas la chispa para encender el sentimiento generalizado de revuelta, de indignación. La gasolina para la chispa vino del gobierno paulista de (Geraldo) Alkmin que, protegido por los medios de comunicación que financia, está acostumbrado a golpear al pueblo impunemente, como hizo en (el barrio de) Pinheirinho (en la ciudad de San José dos Campos) y en otros sitios rurales y urbanos, mandando a la policía a cometer una barbarie. Ahí fue que todo mundo reaccionó.

Ahora bien: la juventud despertó. En eso hay mérito del Movimiento Pase Libre, que supo capitalizar esa insatisfacción popular y organizó las protestas en el momento justo.

–¿Por qué la clase trabajadora aún no ha salido a las calles?
–Es verdad; la clase trabajadora aún no está en las calles. Quienes están en las calles son los hijos de la clase media, los de clase media baja y también algunos jóvenes de los que André Singer llamaría subproletariado, que estudian y trabajan en el sector de los servicios, que vieron mejoradas las condiciones de consumo, pero que además quieren ser oídos. Estos últimos aparecieron en algunas capitales estatales y en las periferias.
“La reducción de la tarifa del transporte público interesaba mucho a todo el pueblo y ese fue el acierto del Movimiento Pase Libre, que supo convocar movilizaciones en nombre de los intereses más generales. Y el pueblo apoyó esas manifestaciones y eso está expresado en los índices de popularidad de los jóvenes, sobre todo cuando fueron reprimidos.

La clase trabajadora demora en moverse, pero cuando lo hace afecta directamente al capital, lo cual todavía no ha sucedido. Creo que las organizaciones que hacen los enlaces con la clase trabajadora aún no han comprendido el momento y tienen un comportamiento tímido. Pero la clase, como clase, creo que está dispuesta a luchar. Fíjese que las huelgas por temas reivindicativos salariales ya recuperó la ocurrencia de los 80. Entiendo que se trata de una cuestión de tiempo para que los enlaces con la clase trabajadora acierten en las banderas que la hagan mover. En los últimos días se percibe que en algunas ciudades menores y en las periferias de las grandes ya comienzan a haber manifestaciones con banderas de reivindicaciones bien formalizadas. Eso es muy importante.
–¿Y las voces del MST y los campesinos?

–Es verdad. En las capitales donde tenemos asentamientos y agricultores familiares más próximos a lo urbano, ya estamos participando. Incluso doy testimonio de que fuimos muy bien recibidos con nuestra bandera verde y nuestra reivindicación de reforma agraria y alimentos saludables y baratos para todo el pueblo. Entiendo que en las próximas semanas podrá haber una adhesión mayor, incluso realizando manifestaciones de campesinos en las terminales y municipios del interior. Entre nuestra militancia está todo el mundo loco por entrar en la lucha y movilizarse. Espero que se muevan rápido…

–¿Cuál es su opinión acerca de la violencia que ha ocurrido en algunas manifestaciones?
–Bueno, primero hay que relativizar. La burguesía, a través de sus televisoras, ha empleado la táctica de asustar al pueblo colocando imágenes de desaforados rompiendo alguna cosa. Son los menores casos, que resultan insignificantes ante los millares de personas que se movilizaron. A la derecha le interesa incrustar en el imaginario de la población que esos son actos impulsados por vagos, y al final, si hubiese caos, imputar la culpa al gobierno y exigir la presencia de las fuerzas armadas. Espero que el gobierno no cometa la bestialidad de llamar a la guardia nacional y a las fuerzas armadas para reprimir las manifestaciones. ¡Eso es todo lo que la derecha sueña!
“Quien está provocando los actos de violencia es la forma de intervención de la policía militar. La PM fue preparada desde la dictadura militar para tratar al pueblo siempre como enemigo. Y en los estados gobernados por los tucanos (N de la R: Partidos de la Social Democracia Brasileña: Sao Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais) aún cuenta con las promesas de impunidad.

Hay grupos derechistas organizados, con orientación de hacer provocaciones y cometer saqueos. En Sao Paulo actuaron grupos fascistas y contrataron marginales del campo. En Río de Janeiro actuaron los grupos de choque organizados que protegen a los políticos conservadores. Y claro, hay también un substrato de lúmpenes que aparecen en cualquier movilización popular, sea en los estadios, carnaval, hasta en la fiesta de una iglesia, intentando sacar provecho.

–Entonces, ¿hay lucha de clase en las calles o es sólo la juventud manifestando su indignación?
–Es claro que hay una lucha de clases en la calle, envuelta, todavía, en una disputa ideológica. Lo que es más grave es que la propia juventud movilizada por su origen de clase no tiene conciencia de que está participando de una lucha ideológica. Vean: ellos están haciendo política de la mejor forma posible, en la calle. Y ahí nos escriben: ¿estamos contra los partidos y la política? Es por eso que han sido tan diversas y difusas sus expresiones. Está sucediendo en cada ciudad, en cada manifestación; hay una disputa ideológica permanente de lucha de los intereses de clase. Los jóvenes están siendo disputados por las ideas de la derecha y por la izquierda, por los capitalistas y la clase trabajadora.

“Por otro lado, son evidentes las señales de la derecha, mucho mejor articulada, y de sus servicios de inteligencia, que usan Internet, se esconden detrás de distintas máscaras o intentan generar círculos concéntricos con noticias y opiniones en las redes sociales. De repente, un mensaje extraño genera millares de otros. Y de ahí se pasan a difundir resultados como si ellos fuesen una expresión mayoritaria. Esos mecanismos de manipulación fueron usados por la CIA y el Departamento de Estado estadunidense en la primavera árabe, en las tentativas de desestabilización en Venezuela, en la guerra de Siria. Y es claro que ellos están operando aquí también para alcanzar sus objetivos.”
Protestas manipuladas

–¿Cuáles son los objetivos de la derecha y cuáles sus propuestas?
–La clase dominante, los capitalistas, los intereses imperialistas de los estadunidenses y sus portavoces ideológicos que aparecen en televisión todos los días tienen un gran objetivo: desgastar al máximo el gobierno de Dilma, adelgazar las formas organizativas de la clase trabajadora, derrotar cualquier propuesta de cambio estructural en la sociedad brasileña y ganar las elecciones de 2014 para recomponer una hegemonía total al frente del Estado brasileño, lo que ahora está en disputa.

“Para alcanzar esos objetivos ellos están aún tanteando, alternando sus tácticas. Hay veces que provocan la violencia, para descolocar las metas de los jóvenes. Otras veces incrustan sus mensajes en las consignas de los jóvenes. Por ejemplo, la manifestación del sábado, aunque pequeña, en Sao Paulo fue totalmente manipulada por sectores derechistas que pautaron la lucha sólo contra la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 37 –que reduce las atribuciones del ministerio público– con una terminología extrañamente escrita de forma similar y en el mismo orden. Ciertamente, la mayoría de los jóvenes ni siquiera sabían de qué se trataba. Y es un tema secundario para el pueblo, pero la derecha está intentando levantar banderas de moralidad, como hizo en el pasado la UDN (partido de la derecha, fundado en 1945). Eso es lo que están haciendo en el Congreso, luego, para llevarlo a las calles.

“He visto en las redes sociales que controla la derecha, además del PEC 37: pedidos de expulsión en el Senado o transparencia en los gastos; declarar la corrupción como un crimen hediondo y el fin del fuero especial de los políticos. Ya los grupos más fascistas gritan ‘¡Fora Dilma!’ y abajo firman por su impeachment. Felizmente, esas banderas no tienen nada que ver con las condiciones de vida de las masas, aunque ellas puedan ser manipuladas por los medios: objetivamente pueden resultar en un tiro en el pie. Al final, es la burguesía brasileña, sus empresarios y políticos quienes son los mayores corruptos y corruptores. ¿Quién se apropió de los gastos exagerados de la copa?: ¡la red Globo y las empresas empresariales!”
Los desafíos
–¿Cuales son los desafíos de tienen ante sí la clase trabajadora y las organizaciones populares y los partidos de izquierda?
–Los desafíos son muchos. Primero debemos tener conciencia de la naturaleza de esas manifestaciones e irnos para la calle, a disputar corazones y mentes para politizar esa juventud que no tiene experiencia en la lucha de clases. Segundo, la clase trabajadora precisa movilizar, salir a la calle, manifestarse en las fábricas, campos y construcciones, como diría Geraldo Vandré. Levantar sus demandas para resolver los problemas concretos de clase desde el punto de vista político y económico. Tercero, precisamos explicarle al pueblo quiénes son sus principales enemigos. Y, ahora son los bancos, las empresas trasnacionales que tomaron cuenta de nuestra economía, los latifundistas del agronegocio y los especuladores.

“Precisamos tomar la iniciativa de pautar el debate en la sociedad y exigir la aprobación del proyecto de reducción de la jornada de trabajo a 40 horas; exigir que la prioridad de inversiones públicas sea en salud, educación, reforma agraria. Pero para eso el gobierno debe recortar porcentajes de ganancia y redefinir los recursos del superávit primario, aquellos 200 mil millones que todos los años van para los apenas 20 mil ricos, rentistas, creadores de una deuda interna que nunca hicimos, aportar en inversiones sociales y productivas. Y eso es lo que la lucha de clase pone enfrente del gobierno de Dilma: ¿los recursos públicos se volcarán para la burguesía rentista o para resolver los problemas del pueblo?

“Aprobar en régimen de urgencia –para que esté vigente en las próximas elecciones– una reforma política de gran aliento, que por lo menos instituya el financiamiento público exclusivo de la campaña; derecho a revocación de mandato y plebiscitos.
“Se precisa una reforma tributaria que vuelva a cobrar impuestos a las exportaciones primarias e impacte los ingresos de los más ricos, reduzca los impuestos de los más pobres, que son los que más pagan.

“Es necesario que el gobierno suspenda las licitaciones sobre el petróleo y todas las concesiones privatizadoras de minas y otras áreas públicas. De nada sirve aplicar royalties en el petróleo para financiar educación, si esos impuestos representan apenas 8 por ciento de la renta petrolera mientras el 92 por ciento va a dar a las empresas trasnacionales que se quedarán con el crudo en las licitaciones.

“Una reforma urbana estructural es necesaria para que vuelva a priorizarse el transporte público, de calidad y con tarifa cero. Ya está probado que no es caro ni difícil instituir transporte gratuito para las masas de las capitales. Asimismo, controlar la especulación inmobiliaria.
“Finalmente, precisamos aprovechar y aprobar el proyecto de conferencia nacional de comunicación, ampliamente representativa, de democratización de los medios y acabar con el monopolio de la Globo, y para que el pueblo y sus organizaciones populares tengan amplio acceso a comunicarse, a crear sus propios medios con recursos públicos. Oí de diversos movimientos juveniles que están articulando las marchas, que tal vez esa sea la única bandera que unifica a todos: ¡Abajo el monopolio de la Globo!
Pero que esas banderas tengan eco en la sociedad y presionen al gobierno y a los políticos solamente ocurrirá si la clase trabajadora se moviliza.
Enfrentar a la clase dominante

–¿Qué debiera hacer el gobierno ahora?

–Espero que el gobierno tenga la sensibilidad y la inteligencia de aprovechar ese apoyo, ese clamor que viene de las calles –que es apenas una síntesis de una conciencia difusa de la sociedad– de que es necesario cambiar. Y cambiar a favor del pueblo. Para eso el gobierno precisa enfrentar a la clase dominante en todos los aspectos. Enfrentar a la burguesía rentista, desarticulando lo que recibe por intereses y aplicando el capital en inversiones en áreas que resuelvan los problemas de la gente. Promover, de inmediato, las reformas políticas, tributarias. Conducir la aprobación del proyecto de democratización de los medios de comunicación. Crear mecanismos para grandes inversiones en transporte público que conduzcan al final a la tarifa cero. Acelerar la reforma agraria en un proyecto de producción de alimentos aportados para el mercado interno.

“Garantizar de inmediato la aplicación de 10 por ciento del PIB en recursos públicos para educación en todos los niveles, desde las estancias infantiles en las grandes ciudades, enseñanza fundamental de calidad, y hacer universal el acceso de los jóvenes a las universidades públicas.
Sin eso, cundirá la decepción y el gobierno entregará a la derecha la iniciativa, se harán nuevas manifestaciones intentando desgastar al gobierno hasta las elecciones de 2014. Es hora de que el gobierno se alíe con el pueblo o deberá pagar la factura en el futuro.

–¿Qué perspectivas le ve a las movilizaciones en los próximos meses?

–Todo aún es una incógnita frente al hecho de que los jóvenes y las masas están en disputa. Por eso las fuerzas populares y los partidos de izquierda precisan involucrar todas sus energías en salir a la calle: manifestarse, colocar las banderas de lucha por las reformas que interesan al pueblo. La derecha va a hacer la misma cosa y también levantará sus consignas, conservadoras, atrasadas, de criminalización y estigmatización de las ideas de cambios sociales. Estamos en plena batalla ideológica, que nadie sabe cuál será el resultado. En cada ciudad, cada manifestación, precisamos disputar corazones y mentes. Quien se quede fuera se quedará fuera de la historia.

*Entrevista realizada por el diario brasileño Brasil de Fato para su edición del 25 de junio. Se publica simultáneamente en La Jornada con la autorización de Joao Pedro Stédile, integrante de la directiva del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.

Aquiles Montoya, el economista marxista

Falleció este viernes a la 11 am. Antes de morir envió su último artículo para ContraPunto, en un mensaje a los jóvenes a cultivarse intelectualmente, como todo un Maestro SAN SALVADOR –27 de enerop de 2012. No lo conocí personalmente mucho; una vez llegó a mi casa para recoger un chihuahuita que le regalamos a Julia Evelyn y a él, y la conversación sobre temas de mutuo interés se prolongó por largas horas. Eso fue hace casi dos años. Aquella noche suscribimos el compromiso para que se convirtiera en colaborador de ContraPunto, compromiso que cumplió hasta unas horas antes de morir.

Audaz en su planteamiento económico en contra del capitalismo y ni se diga contra el neoliberalismo; impulsor de la teoría de la economía solidaria y polémico en el desarrollo de sus teorías políticas.

Todo esto fue reflejado en sus escritos y en sus ideas que divulgó desde la UCA, donde fue académico y últimamente en ContraPunto.

Yo le decía Maestro. Alguna vez tuvimos encontronazos en privado, pero él siempre fue respetuoso, aunque padecía de “la terquedad del izote”.

Este viernes en horas de la mañana, como a las 7 am había un mensaje suyo en mi buzón:

Juan

Este quizà sea mi ùltimo artìculo

Adios

El registro de envío decía: 00:10 (hace 7 horas)

Me dije: ahí está Aquiles con sus bromas, aunque él mismo me había enviado varios mensajes en el que me advertía que estaba muy mal de salud.

Aquiles Montoya fue un Maestro en todo momento y se preocupó por enseñar a sus alumnos. Su último artículo, que a continuación reproducimos, es una de sus cátedras.

He quedado profundamente impresionado con su fallecimiento porque algunas personas de su entorno me cuentan que estaba sumido en una profunda depresión y tristeza, lo cual no refleja en su último artículo, sino todo lo contrario: llama a luchar.

Nos duele y nos dolerá en ContraPunto su ausencia.

Nuestro homenaje al Maestro es continuar siendo críticos de la realidad que vivimos, pero forjarnos cada vez más con intelectuales al servicio de la sociedad.

Con este postulado, Maestro, te decimos adiós.

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La importancia de poseer una mente abierta

Aquiles Montoya (*)

SAN JOSÉ VILLANUEVA – Siempre he manifestado ser un economista marxista y pienso que, en lo poco que me queda de vida, no encontraré una teoría que me permita comprender de mejor manera el capitalismo. Actualmente, hasta los más acérrimos enemigos de Marx, recomiendan su estudio para comprender la crisis actual del capitalismo. Pero si encontrara una mejor teoría, sin ninguna duda que la abandonaría, como abandoné la máquina de escribir por la computadora.

Ahora bien, lo antes dicho, no significa que yo sea marxista, porque eso del ¨marxismo¨, o del ¨socialismo científico¨, yo aún no lo alcanzo a comprender. Me explico. Si Stalin se declaraba marxista, y sus acciones se justificaban con el marxismo, yo, ciertamente no soy marxista. Como tampoco comparto las ideas políticas de Marx en cuánto al cómo transformar el capitalismo, por ejemplo, lo de la dictadura del proletariado. Aunque si comparto su ideal comunista. Pero ese ideal, esa utopía, no era exclusiva de Marx. También lo fue de los llamados socialistas utópicos: de Pruodon, de quien Marx, hasta se burló en su obra ·La miseria de la filosofía·, o de los anarquistas como Bakunin, y Kropotkin, cuyas ideas, cuyos planteamientos, deberían, al menos, conocerse. Al igual que los de Rosa Luxemburgo, en su lucha contra el reformismo de Berstein y los dirigentes de la socialdemocracia alemana.

Pero, desafortunadamente, en nuestro medio, en este paísito nuestro de mierda, cualquier fulano que sabe leer y escribir, que no es lo mismo que comprender, se atreve a manifestar que yo los quiero ¨salvequear¨, cuando recomiendo leer a Rosa Luxemburgo, como si la problemática económica, social y política de la que me ocupo, fuese un vulgar juego de poquer.

Estoy viejo en edad, pero mi mente sigue joven y abierta a las nuevas y a las viejas ideas, por tal razón es que en esta ocasión deseo compartir con los jóvenes y los viejos, de mente joven, algunas ideas de los anarquistas. No para que se hagan anarquistas –aunque esa es una decisión muy personal- sino para que se percaten, si es que no lo han hecho, de que así como el ¨Mundo es ancho y ajeno¨ en términos de propiedad, también el mundo de las ideas es ancho y ajeno, en términos de conocimiento.

Citaré en esta ocasión algunos planteamientos de Kropotkin, anarquista ruso, a quien Lenin guardaba mucho respeto, aunque fuese su adversario político, pero que tienen gran actualidad. Así escribía Prokoptin:

“A los jóvenes”

Quizás se esté resignando. Como no ve salida a la situación, es posible que se diga a sí mismo: “¡Ya generaciones enteras sufrieron la misma suerte, y yo que no puedo cambiar nada, tengo que sufrirla también! Pues a trabajar, y a vivir de la mejor manera.

¡Vale! Pero la misma vida se va a encargar de que usted se dé cuenta.

Algún día estallará la crisis, una de esas crisis, ya no pasajera como antes, sino que fulmina toda una industria, que echa a la miseria a millares de trabajadores, que diezma las familias. Usted luchará, como los demás, en contra de esta calamidad. Pero pronto se dará cuenta cómo su esposa, su hijo, su amigo, sucumben poco a poco por la escasez, se debilitan bajo sus ojos y, por faltar la comida, acaban por morir en un camastro, mientras que la vida, despreocupándose de quienes perecen, pregona sus alegres ondulaciones en las calles de la gran ciudad, risueña de sol. Usted comprenderá entonces lo asqueroso de aquella sociedad, pensará en las causas de la crisis y la mirada de usted sondeará toda la hondura de esa iniquidad que expone millares de seres humanos a la codicia de un puñado de gandules; entenderá que los socialistas [anarquistas] tienen razón cuando dicen que la sociedad actual tiene que ser, y puede ser transformada totalmente.

Otro día, cuando su amo le busque, para una nueva reducción de sueldos, para quitarle aún algo de dinero para redondear más su fortuna, usted protestará; pero le contestará con prepotencia: “Vaya a pacer hierba, si no quiere trabajar por este precio.” Comprenderá entonces que el amo no sólo quiere esquilmarle como un cordero sino que le considera además como de raza inferior; el amo, que no se conforma con mantenerle entre sus garras con el sueldo, aspira aún a que se convierta usted en esclavo total. Entonces, o tendrá que plegar las espaldas, o renunciará al sentimiento de la dignidad humana y acabará por sufrir todas las humillaciones; o la sangre le subirá a la cabeza, tendrá horror a la pendiente por la que resbala, reaccionará, despedido y echado a la calle, comprenderá entonces que los socialistas [anarquistas] tienen razón cuando dicen: “¡Rebélate! ¡Rebélate contra la esclavitud económica, porque ella es la causa de todas las esclavitudes!” Entonces usted vendrá a tomar su sitio en las filas socialistas y obrará con ellos para libertar a todos los esclavos: económicos, políticos y sociales.¨(Fin de cita)

¿Qué les parece? ¿Tenía o no razón Kropotkin? Aunque éste y otros autores no aparezcan en los manuales, que han sido como el catecismo para algunos, dizque intelectuales de izquierda. Los planteamientos de este viejo intelectual ruso tienen tanta actualidad, que me ha parecido una responsabilidad política el desempolvarlos y darlos a la luz, en un medio como el nuestro, que poco o nada conoce de las ideas anarquistas.

Y a los indignados de nuestra época que ocupan plazas y parques, Kropotkin les dice:

¨Tomar posesión, en nombre del pueblo de los depósitos de trigo, de las tiendas atiborradas de vestimentas, de las casas habitables. No despilfarrar nada, organizarse de inmediato para llenar todos los vacíos, atender todas las necesidades, satisfacer todas las necesidades de producir, ya no para dar beneficios a nadie sino para que la sociedad viva y se desarrolle. […] “¡Pan, la revolución necesita pan! ¡Que otros se ocupen de lanzar circulares de versos rimbombantes! ¡Que otros se cuelguen todos los galones que sus hombros puedan soportar! ¡Que otros finalmente hagan peroratas sobre las libertades políticas! […] Nuestra tarea específica será la de obrar de manera tal que desde los primeros días de la revolución y mientras ésta dure no haya un sólo hombre en el territorio insurrecto a quien le falte el pan.

La idea burguesa consistió en perorar acerca de los grandes principios, o más bien acerca de las grandes mentiras. La idea popular consistirá en asegurar pan para todos. Mientras los burgueses y los trabajadores se harán los grandes hombres en los corrillos, mientras la “gente práctica” discutirá indefinidamente acerca de las formas de gobierno, nosotros, los “utopistas”, tendremos que pensar en el pan cotidiano.

Tenemos la audacia de afirmar que cada uno debe y puede comer según el hambre que tenga, que la revolución vencerá a través del pan de todos.

Como se sabe, somos utopistas, tan utopistas, en efecto, que llevamos nuestra utopía hasta creer que la revolución deberá y podrá asegurar a todos la vivienda, el vestido y el pan; esto no les gusta nada a los burgueses rojos o azules, porque saben perfectamente que un pueblo que comerá según el hambre que tenga será dificilísimo de dominar.¨(Fin de cita)

Y en cuanto a la igualdad de género Kropotkin, manifiesta:

¨Los mismos que desean la emancipación del género humano no han incluido a la mujer dentro de su sueño de emancipación y consideran indigno de su elevada dignidad masculina pensar “en esos asuntos de cocina”, que han cargado sobre los hombros del gran paño de lágrimas: la mujer.¨

Emancipar a la mujer no es abrirle las puertas de la universidad, de los tribunales y del parlamento. La mujer así emancipada desplaza siempre hacia otra mujer los trabajos domésticos. Emancipar a la mujer es liberarla del trabajo embrutecedor de la cocina y del lavadero; es organizarse de tal manera que pueda alimentar y criar a sus hijos, si así le parece, sin perder la posibilidad de asumir la parte que le corresponde en la vida social.¨(Fin de cita).

Generalmente cuando se habla de anarquismo en nuestro medio, se hace de manera despectiva, pero no porque se conozcan sus ideas, su filosofía, sus planteamientos, sino porque en nuestro medio los pocos que se autodenominan marxistas, ni siquiera conocen a Marx, sino que los manuales, ya no digamos el pensamiento de Rosa Luxemburgo, de Gramsci, de los socialistas utópicos, etc.

Para un intelectual político y revolucionario, pienso yo, que es necesario no quedarse, no conformarse con las lecturas de Marx o de Lenin, ya no digamos con el maestro de muchos políticos modernos, como el tal N. Bobio que, no es ni siquiera revolucionario. Y por otra parte, atender a la realidad y ser creativos, esto es, aprender a pensar y proponer sus ideas, pueden ser aceptadas o no. Pero eso es lo menos importante, por eso, cito a Kropotkin, alguien que ha sido ignorado a pesar de tener gran racionalidad y actualidad en su pensamiento.

Adiós muchachos, los quiero mucho, pero por favor cultívense!

LA PROMOCIÓN CHE GUEVARA 1971

Mi tata me decía que desde chiquito siempre fui un cuerudo, era su manera de alentarme cuando le contaba los intentos que había hecho por incitar ex-compañeros a organizar una reunión, como lo hacen varias promociones de otros años, pero no encontraba entusiasmo y le decía que una golondrina nunca hace verano.

He tratado de reunir y revivir los restos de la vívida unión y entrega que mostró el Quinto Curso del Instituto Nacional del año escolar 1971. Estoy seguro que si esa Promoción no fue única, al menos es imposible duplicarla. Pero entonces, en 1971, era la primera vez que se vio algo así en todo El Salvador.

Una Promoción de secundaria que por primera vez en la historia de El Salvador, estremeció las principales arterias y calles de San Salvador con protestas y demostraciones públicas. Nunca antes el estudiante de secundaria había protagonizado disturbios en la nación, hasta entonces eso era territorio exclusivo de los universitarios.

Una Promoción que había escogido democráticamente y desafiantemente el nombre que simbolizaba Revolución y Socialismo: Che Guevara. Una Promoción que decidió, democráticamente, y por primera vez en la historia del Instituto Nacional, presentarse a los actos de graduación en uniforme, y no con el tradicional “traje entero”. Una Promoción, en fin, que decidió ser la primera en negarse a estrechar la mano a un Ministro de Educación, y al Director del Instituto, don Chalo, durante la entrega de títulos.

Una Promoción rebelde, estudiosa, pero más madura políticamente, y con un casi perfecto liderazgo… como ninguna otra… esa fue la Promoción 1971 “Ernesto Ché Guevara” del Instituto Nacional “General Francisco Menéndez”… y que honrosamente soy parte de ella Quiero hacer un homenaje a esas 500 góndolas del 71…, y a los nuevos bachilleres de mi terruño que, como mi Promoción hace 36 años, terminan sus estudios de secundaria…

¡Felicidades, y mucho ánimo compañeros bachilleres…!

UN DÍA DE GRADUACIÓN

La Huelga de ANDES 21 de Junio
1971 fue un año turbulento, el magisterio nacional sindicalizado en A.N.D.E.S 21 de Junio, había decretado huelga nacional por mejoras en beneficios y la Ley del Escalafón.
Era la segunda huelga de maestros (la primera en 1968) contra el gobierno del Presidente tapón Sánchez Hernández. Pero en 1971 tapón reprimió la huelga y apresó a Mélida Anaya Montes, líder de ANDES… consecuencia de ésto vinieron las manifestaciones, masacres, y aprisionamiento durante el resto del año.
La planilla de docentes en el Instituto Nacional estaba partida, la mayoría apoyaba el paro, pero una minoría, y entre ellos el director don Chalo, no apoyaban la huelga. No se podía ser entre camagüe y elote, por lo que don Chalo fue tildado de “pecenista”, y en esos días era suficiente para ser odiado, hostigado y hasta se le echaba bola negra. Entonces un día en el mes de Julio la bola se comenzó a regar en el plantel de salir a la calle en manifestación en apoyo de los maestros.
Increíblemente nadie se ahuevó y casi todos salimos a las 10 de la mañana a organizarnos. Aunque la principal razón de apoyo se pensaría era para irse a la casa, fue realmente asombrosa la respuesta al llamado; por supuesto, algunos se fueron para sus casas, pero la mayoría respondió a la convocatoria y fue al desfile. Había entre 5-10 líderes salidos de la nada, que nadie había nombrado, pero que imprimieron disciplina y organización hasta el Día de Graduación.
500 futuros bachilleres liderando a casi dos mil estudiantes de otros cursos, todos bien uniformados, la mayoría chavos y chavas virguitos, quienes salieron gritando a todo pulmón por la 25 Avenida Norte “-gorilas, hijosdeputa, los estudiantes somos vergones… che, che, che, che…
La manifestación llegó al Central de Señoritas por el Hospital de Maternidad, pero la directora y el personal echaron candado a los portones y aunque las chavas querían salir, no pudieron… entonces nos dirigimos al Anexo del Central de Señoritas, situado entonces en el edificio que hoy aloja la Alcaldía Municipal de San Salvador y que antes de llegar a ser Anexo, fue el caserón que hospedó al Instituto Nacional por años.
En 1971, el Instituto Nacional aún no era llamado INFRAMEN, sino así: Instituto, o Nacional, a secas, y la prensa nacional lo refería como las siglas de cobre en el cuello del uniforme: IN. Para nosotros INFRAMEN era el nombre del periódico mensual que teníamos intramuros.
Al llegar al antiguo caserón del Anexo del Central de Señoritas ¡increíblemente!, las chavas con su uniforme color blanco, como candelitas de yeso, nos esperaban afuera organizándose en fila india sobre lo que hoy es Avenida Juan Pablo Primero.
¡Qué belleza!, el estrógeno ruge en las cuzcatlecas, crema y nata de la adolescencia femenina salvadoreña, capitalinas de clase media y baja en sus 13,14, y 15 años, todas en el otrora Plan Básico, esperándonos organizadas afuera para ir hacer bulla en apoyo de los maestros salvadoreños. Muchas de ellas caerían durante la sublevación mestiza contra la Patria del Criollo en los 80s.
El desfile era ya respetable y nos dirigimos al Palacio Nacional haciendo trabazones por todos lados. En el Palacio Nacional hicimos sentada y un minuto de silencio en pleno mediodía de ese día de Julio… y eso fue todo, luego nos dispersamos y calabaza, calabaza, cada quién pa su casa… y al llegar a casa pues a gritar a todo pulmón “mamá tengo hambre”.
El gobierno acusó a organizaciones de la Universidad Nacional de haber organizado esa manifestación, yo puedo hoy afirmar que eso fue falso, nosotros decidimos desfilar por voluntad propia, nadie nos dio paja, fue como un inevitable huracán de hormonas haciendo bulla en San Salvador. Hicimos dos manifestaciones más y la segunda fue porque don Chalo quiso reprimir y vengar las protestas prohibiendo a los líderes entrar al plantel a clases.
Ese día todos suspendimos clases para apoyarlos, hicimos un pequeño mitin en la entrada, cerrando la calle por supuesto, y decidimos salir en manifestación de nuevo pero debido más que todo a que se estaba haciendo chapupa eso de las manifestaciones, y segundo el motivo, ¿porqué y para qué?, la huelga de maestros había terminado hacía unos días, por el desfile que rápidamente se armó fue pequeño, quizás 600 compañeros, pero no menos bulliciosos, y nos gustaba el jelengue.
Las manifestaciones generalmente se dirigían a la plaza Libertad… pues hacia allí desfilamos esa mañana… y llegamos sin problema dos horas después… “pero al momento llegó un bus gris lleno de cuilios que se paró en el lado sur del parque intimidándonos, con este primer movimiento de la chota la mayoría salió escupida corriendo para sus casas, pero entre 75-100 estudiantes nos quedamos y continuamos oyendo a nuestro líder que subido en el monumento gritaba contra el imperialismo yanqui y el imperialismo inglés. la cuilia hace amague de salirse del bus pero los compañeros no se achican… la animala se abalanzó sobre nosotros y fue cuando salimos todos en guinda…” (extracto de un diario personal)

Viernes 2 de Junio de 1972
Finalmente todo culminó con la sangrienta manifestación del 15 de Septiembre de 1971. Luego llegaron los privados en Diciembre, la fiesta de graduación en Enero/72, el examen de admisión en la Universidad Nacional en Febrero… y finalmente la graduación el dos de Junio.
Ya habíamos decidido desde Septiembre que no íbamos a presentarnos en “traje de gala” como se acostumbraba, sino uniformados, y ese mismo día decidimos ponerle nombre a la promoción lo cual cuento desde mi punto de vista en el pasaje de Don Chalo. Sin embargo, no se nos permitió poner el nombre de la Promoción en la tarjeta de invitación al acto, solamente se nos permitió escribirlo críptico, difícil de leer, en la escarapela de la Promoción presentada.
Tradicionalmente los nombres de graduaciones de bachilleres en los centros de estudios llevaban nombre de profesores, ex-profesores, ex-estudiantes, o algún notable… nosotros decidimos quebrar esa tradición y votamos en mayoría por llamarnos Promoción Che Guevara.
El cine o teatro Popular, o “el Pulgoso”, como le llamábamos en mi barrio por el vergo de pulgas, chinches y telepates que se traían de allí, era el cine más barato de San Salvador hasta 1966. Era de pura madera y lámina, sucio, maloliente, gradas de madera, como en los circos, y letrina de fosa; también se organizaban matinés de lucha libre y boxeo profesional, el edificio era cuadrado y por el dolor de nuca después, era paloma quedar en los lados, pero eran las tablas más baratas, pues las sillas de “ringside” no había butacas aún allí estaba fuera de mi alcance. Hasta mis 10 años, en este cine vi decenas de películas, triples por cinco centavos los domingos a la 1 pm. eran mis favoritos aunque saliera con un espantoso dolor de cabeza y nuca.
El cine Modelo, México, Cápitol, América y el Pulgoso era la diversión de la currunchunchún de San Salvador en los años 50s y 60s, pues la televisión era inalcanzable.
El Pulgoso fue demolido en 1966, y en su lugar se construyó el precioso cine Libertad, yo entré por primera vez un inolvidable 28 de Diciembre de 1967 a ver la película el Gran Escape cuando una reventazón de cuetes nos sacó espantados del cine. Los puestos de pólvora enfrente del cine habían agarrado fuego, y mi madre tenía puesto allí, cuando salía en carrera del cine vi a mi madre corriendo a mi encuentro, ¡fue el momento más feliz de mi vida!… Pero mi madre, que murió un año después, en 1968, ya no estaría en el cine Libertad para mi graduación de bachiller en 1972.
En la mesa entregando los diplomas estaban la Ministro de Educación Licenciada Antonia Portillo de Galindo, el profesor Humberto Perla Flores, el subdirector Mario Aguilar, y el director Gonzálo de Jesús Hernández, el popular don Chalo (son los nombres que escribí en mi diario, pero estoy seguro habían otros maestros y ex-maestros). La entrega de diplomas se hizo en orden alfabético, de la A-LL, y M-Z.

El Rechazo

Entonces algo que no habíamos acordado comenzó a suceder, los primeros estudiantes en subir a recoger el diploma entregado por la Ministro Galindo le dejaban la mano tendida, no sólo a ella sino también a don Chalo, sólo estrechaban la mano al burrito Perla y los otros maestros.
Aunque no eran todos pues algunos si estrechaban manos con ellos, la mayoría no lo hacía, ignoraba a los dos a propósito. La Ministro y don Chalo se veían totalmente ahuevados y sin saber que hacer… Yo tampoco tenía idea que putas iba hacer cuando llegara mi turno de subir al estrado, pues de ésto no se había hablado. Le pregunté a mi gran alero a la par, aquél también estaba asombrado y dudoso… había un ronroneo entre la mara, y cuchicheo entre los familiares en las filas de atrás… al terminar la letra LL, don Chalo paró la entrega y dio un receso de 15 minutos.

Fue entonces cuando nuestro máximo líder prácticamente asaltó el estrado y agarró el micrófono de la mesa, un profesor trata de detenerlo, pero él simplemente lo ignora, don Chalo le dice algo al oído pero él se niega a regresar el micrófono y comienza más o menos así (esta parte la escribí en mi diario): “compañeros, a pesar de la represión de la dictadura y la represión de la dirección del Instituto tratando de detenernos, nada ha podido evitar que hoy nos graduemos, así como nada ni nadie detendrá a nuestro pueblo en su lucha por su libertad…” y siguió hablando por alrededor de cinco minutos echándole verga a la dictadura y chinas a don Chalo…, y dramáticamente terminó diciendo “… che Guevara, hoy te saludamos, ¡Viva El Salvador libre!”, levantando el puño izquierdo en alto.
Los familiares estaban confusos y muchos parecían horrorizados.La señora Ministro de Educación Portillo de Galindo se levantó con muestras claras de hallarse emputada y se despidió del evento.
Yo sentí un gran alivio. Una semana después el Ministerio de Educación anunciada la prohibición de nombres a las promociones en los planteles nacionales… Pero yo sí le di la mano a don Chalo… Aunque no se la hubiera dado a la Ministro… Era una Ministro fraudelanta.
OCTUBRE/2007

La generación patria o muerte en El Salvador

Creo que hay una “Generación Patria o Muerte” en El Salvador. Está formada por aquellos que nacimos a fines de los treinta y principios de los cuarenta en el siglo veinte y que soñamos con la inevitabilidad de la revolución social.

El 4 de marzo, recién pasado, se conmemo-raron los 50 años de la explosión, en los muelles de La Habana, del barco francés La Coubre. La Revolución cubana era muy joven. Había comenzado un año antes con el triunfo de los rebeldes de Fidel Castro sobre el ejército del dictador Batista.

Al día siguiente, en el funeral de los centenares de muertos por este indudable sabotaje homicida urdido para amilanar a los revolucionarios cubanos, un fotógrafo –Alberto Korda- tomó la célebre foto del Che Guevara que, durante varias décadas, ha decorado o ilustrado múltiples expresiones políticas y culturales.

La foto estuvo en la portada del primer Diario del Che en Bolivia, que publicó la Editorial Siglo XXI y que compré apenas salió en México, en julio de 1968, estando de paso por esa ciudad, en los días en que una celebración del aniversario del comienzo de la rebelión de Fidel Castro -el 26 de julio de 1953, dio lugar a disturbios que culminaron en octubre de 1968 con la “matanza de Tlatelolco”.

En el mismo acto en que fue tomada la famosa foto del Che, Fidel Castro con indignación y resolución pronunció por primera vez el concepto que después tomó la forma de “Patria o Muerte: venceremos”.

Muchos jóvenes, principalmente de América Latina, éramos en 1960 admiradores de la Revolución Cubana y su fogoso dirigente. Podría decirse que había una Generación Patria o Muerte de revolucionarios e izquierdistas de El Salvador. En 1960 se dieron en el país hechos políticos que estuvieron a punto de abrir paréntesis y alimentar esperanzas. El gobierno militar de José María Lemus se deterioró en pocos meses y entró en un período de gran represión política.

Entonces se configuró la Generación Patria o Muerte. La dirigencia estudiantil universitaria y los políticos de izquierda movilizaron a la población y en tres meses –de agosto a octubre de 1960- derrocaron al gobierno militar de Lemus, por medio de un movimiento cívico-militar que tuvo como fuerzas concurrentes a sectores de izquierda y a grupos ligados el antecesor de Lemus, el también militar Oscar Osorio.

Esa generación universitaria Patria o Muerte era variopinta. La dictadura homogenizaba a todos los opositores políticos como comunistas; pero había de todo. La Generación Patria o Muerte incluía a Miguel Sáenz Varela, Manlio Argueta, Roberto Armijo, Roque Dalton, Ivo Alvarenga, Albino Tinetti, Eduardo Badía Serra, Josefina Guirola, Guadalupe Flores, Mario Moreira, Tomás Guerra, Eduardo Castillo Urrutia, Gustavo Pineda Marchelli, Miguel Parada, Antonio Osegueda, Roberto Góchez, Víctor Marroquín, Santiago Ruiz Granadino, Alfredo Castro Quezada, Manuel de Paz, Manuel Gavidia, Ernesto Ramírez Guatemala, Joaquín Figueroa Villalta, Félix Villatoro y muchos más.

Schafik Handal, Juan José Vides y Mario Flores Macal eran un poco mayores. Raúl Castellanos Figueroa, Rodrigo Antonio Gamero, Jorge Arias Gómez y Roberto Castellanos Calvo tenían aún más años; pero con todos ellos interactuó la Generación Patria o Muerte. Muchos nombres quedan en las gavetas escondidas de la memoria. Que me perdonen.

Cantábamos la Marcha del 26 de Julio, recitábamos Patria Exacta de Osvaldo Escobar Velado, lo mismo armábamos un mitin relámpago que entonábamos una canción de la República Española. Insultábamos a Francisco Franco y recitábamos: “Valiente la Policía/orden de los coroneles/ en la hora más amarga/mataron a dos mujeres”.

Todos tuvimos algo que ver en la caída de Lemus el 26 de octubre de 1960 y casi todos creímos que había llegado el tiempo de Patria o Muerte a El Salvador. Quizá ilusamente creíamos que la Universidad era como el país o viceversa.

En 1960 solamente existía la Universidad de El Salvador y todos los mencionados pasaron por las aulas de las facultades de la Universidad. La primera universidad privada, la UCA, se fundó en 1965 con base en una Ley de Universidades Privadas que aprobó la Asamblea Legislativa durante el Gobierno del Coronel Julio Rivera.,

El tiempo pasó. Los jóvenes universitarios de la Generación Patria o Muerte comenzaron a diferenciarse. Unos se hicieron social demócratas de apariencia o de corazón, otros hicieron aflorar su arraigado anti-comunismo, unos optaron por la Dolce Vita (por cierto también este año se cumplen 50 años de esa señera película de Fellini), unos se volcaron a terminar sus estudios, muchos murieron y algunos siguieron en la izquierda y aún luchan por un país con democracia, justicia social y dignidad para todos.

Quizá el saldo humano más reconfortante para los luchadores sea que en la Generación Patria o Muerte ha habido revolucionarios de toda la vida, que lo fueron desde antes del Concilio Vaticano II y han continuado como revolucionarios después de la caída del Muro de Berlín. Algunos de ellos, han proyectado sus luchas a través de sus hijos y de las siguientes generaciones.

Se me ocurre, como evidencia gráfica de la vigencia de lo que se sembró hace 50 años, recordar una fotografía del día cuando cayó el Coronel Lemus, el 26 de octubre de 1960. La foto recoge el instante en que Roque Dalton sale de la Penitenciaría Central, donde lo tenían secuestrado y desaparecido, y el compañero solidario que está a su lado dándole la bienvenida a la libertad es Eduardo Badía Serra, quien hace 50 años era un dirigente estudiantil del frente revolucionario de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de El Salvador y ahora es Vice Ministro de Educación.

Pasados 50 años de estos hechos recordados, puede concluirse que la marcha ha sido larga. Lo que actualmente vive El Salvador –en sus esplendores y en sus miserias- tiene largas raíces. Lo que importa es que las generaciones jóvenes asuman con pasión la esperanza de un mundo mejor. Algo queda y, sobre todo, la esperanza no muere.

¿Tenemos ahora, en El Salvador, el equivalente a la Generación Patria o Muerte?