5. CONCLUSIONES GENERALES: LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL LA LUCHA DE CLASES Y LA REPRODUCCIÓN DE CAPITAL EN LA ACTUALIDAD.

Noviembre 21, 2010 El Modo de Producción capitalistas se ha reajustado y el modelo económico agroexportador, ha sido liquidado. Las nuevas formas de acumulación y reproducción de capital están basadas en una combinación de valorización de capital vía del comercio, los servicios, la industria manufacturera textil, y principalmente del control financiero del dinero, del ahorro, del crédito y de actividades económicas claves para apropiarse del excedente económico interno y de las remesas.

Existen nuevos niveles de desarrollo de las fuerzas productivas, hay una nueva composición de la fuerza de trabajo social según las categorías y grupos ocupacionales por área geográfica y sexo. Hay una redistribución y ajuste de la población urbana y rural afectada por la migración. Las vías de transporte y comunicación hay crecido y mejorado sin llegar a satisfacer las necesidades surgidas.

La dinámica demográfica, las actividades de trabajo de la población, la producción y el ingresos distribuido, la calidad de vida de las clases y capas sociales y el vinculo del comercio exterior muestran los rasgos del ajuste del modo de producción capitalista sufrido en el periodo 1979-2003.

Pero ante la liquidación del modelo económico anterior todavía no hay “motores de acumulación” que le den identidad a este nuevo modelo económico neoliberal.

El nuevo Estado Neoliberal estimula un modelo económico inestable, donde pueden verse algunas características.
Existe una preponderancia del capital dinero y no de la tierra, de la manufactura textil y no la producción industrial, mayor empleo en la ciudad y no el campo, un mayor proletariado urbano junto a una creciente ejército de reserva y disminución del campesinado; mayor peso del proletariado mujer y no el hombre, y en el caso de las capas sociales se ha debilitado la capa militar.

Dentro de las actividades económicas predomina la expansión del comercio de bienes importados y no la producción interior; la expansión de los servicios, en donde los financieros tienen el poder económico, seguida de la producción industrial textil y la disminución en la producción del resto de industrias. Se intensifica la producción diversificada de mercancías agrícolas y no del café, el crecimiento de la caña de azúcar y el crecimiento de los granos básicos. El sector ganadero y la silvicultura son muy dinámicos aunque su peso sea menor.

La facción capitalista financiera hegemoniza y controla el capital dinero, liderando a la clase capitalista dentro del Bloque Hegemónico Empresarial. El campesinado ha sido reducido y empobrecido sometido a un continuo proceso de depauperación o en su defecto, siendo expulsados al exterior.

El proletariado ha crecido en número, pero poco en conciencia, debido a que el grueso, es decir, las mujeres sufren mayor explotación y dominación que los hombres. Las capas surgidas del ajuste del modo de producción son volubles proclives hacia la inercia social. La lucha de clases se libra escondida de la conciencia pública, bajo la lucha entre partidos políticos. Herencia de la situación revolucionaria donde las alianzas entre clases y capas organizadas actúan contra las instituciones controladas por las fuerzas políticas de los capitalistas.

En síntesis el nuevo modelo económico neoliberal es inestable y no esta definido económicamente cuales son las formas particulares de acumulación de capital.

Algunos rasgos de las formas de acumulación son: la valorización mediante el comercio y la venta de servicios así como de la explotación de los trabajadores de estas actividades junto a la maquila.

El nuevo modelo económico esta fundamentado en una fuente y/o uso del excedente basado en la apropiación y control de ahorro, consumo, crédito, inversión y FBK a partir de la captación de las TEN, es decir las remesas familiares.

Su proceso de acumulación indica una producción de mercancías no agrícolas como la predominante y muestra una forma de inserción internacional como proveedores de fuerza de trabajo obrera y campesina al mercado agrícola y urbano, así como vendedores de productos de consumo “nostálgicos” para la masa proletariado salvadoreños en EE.UU., junto a la exportación de mercancías no agrícola al mercado centroamericano.

En términos generales hay un nuevo balance del poder entre las clases y las capas sociales. Los 5 grupos de poder económicos o NFE agrupados en el BHE, son el nuevo rostro de la clase capitalista salvadoreña.

Las masas de proletarios y capas populares no están articuladas en frente organizados, sino descentralizados en pequeños agrupamientos con reivindicaciones sectoriales y diversas.

Las capas de ingresos medios en proceso de depauperación son vacilantes y por lo inestable del modelo económico son vacilantes para aceptar su condición proletaria, viéndose arrastrados por el aparato ideológico de la clase capitalista.

1.1. MODOS DE PRODUCCIÓN PRECAPITALISTAS (1525 – 1660)

1.1. MODOS DE PRODUCCIÓN PRECAPITALISTAS (1525 – 1660) Noviembre 11, 2010 Reconoceremos 3 fases de la conquista: La lucha armada, un medio para llegar al sometimiento económico, siendo la evangelización y la creación del gobierno un tercer momento de consolidación.

La conquista económica es equivalente al despojo de las fuentes de riqueza de los indios: apropiación de las tierras y sometimiento o esclavitud.[1] Esta creó inicialmente un estado de esclavización y tributación de los pueblos conquistados mediante dos instituciones, coloniales: La Encomienda y el Repartimiento , como lo señala Flores Macal2 y Cardenal, en un periodo inicial que no sobrepasa 20 años (entre 1536 y 1542) la distribución de tierras y población era una practica virtualmente esclavista3.

Luego se configuraron “las nuevas leyes”(1542) y los llamados “defensores de indios”, se crearon para defender los intereses de la corona “sacarlos (a los indios) de la mano de conquistadores y convertirlos en tributarios del rey”. Llevó la lucha entre conquistadores, colonos y sus descendientes con la corona española, a colocar al indígena en un plano intermedio de la servidumbre, se libraron de quedar como esclavos pero no pasaron a ser trabajadores libres4.

Se crearon dos nuevas instituciones: La Nueva Encomienda, que era “una concesión, librada por el rey a favor de un español con merito de conquista y colonización, consistente en percibir los tributos de un conglomerado indígena…”. Y El Nuevo Repartimiento de indios, que era un “sistema que obligaba a los nativos a trabajar por temporadas en las haciendas, retornando con estricta regularidad a sus pueblos para trabajar en su propio sustento y en la producción de tributos”[5].

Para los planes de las nuevas leyes era imprescindible controlar a los indios: “los indígenas no podía pasar efectivamente a vasallos tributarios del rey, ni esté podía ceder parte de los tributos (Nueva Encomienda), ni sería posible suministrar a las haciendas periódicamente mano de obra indígena (Nuevo Repartimiento), mientras no hubiere centros de población perfectamente establecidos y controlados por autoridad”. A toda ésta labor se le llamó, “Reducción de Indios”[6] o pueblos de indios.
“El pueblo de indios: era una concentración de fuerza de trabajo, controlada por los grupos dominantes disponible en tres formas diferentes: 1) gratuita forzosa; 2) semi-gratuita forzosa; y 3) asalariada muy barata. La ultima sin posibilidad de desplazar las otras dos formas.”

El resultado de las nuevas leyes en el caso “salvadoreño” fue el vasallaje tributario de los indios y la reducción (cotos poblacionales indígenas) que surgieron como formas de explotación-dominación7.

La apropiación de los medios de producción, fundamentalmente la tierra y la fuerza de trabajo social indígena fue el problema concreto de la sociedad colonial.
El problema de la tierra tiene sus raíces en la organización económica de la colonia, siguiendo a Martínez Peláez, señala cinco principios que normarán la política agraria de aquel periodo histórico:
1) El señorío, de la corona española con derecho de conquista sobre todas las tierras de las provincias conquistadas en su nombre.
2) La tierra como aliciente, factor condicionante del latifundio en las colonias. Consistía en que el rey ofrecía y cedía una riqueza que no había poseído antes de momento de cederla el ceder tierra e indios fue el principal aliciente empleado.
3) La tierra como fuente de ingresos para las cajas reales, bajo el procedimiento de la “composición de tierra”, un procedimiento normalizado para apropiarse de la tierra.
4) La preservación de las tierras de los indios, donde pudieran ser controlados, trabajar para sustentarse, para tributar, y para estar en condiciones de ir a trabajar para otros. Un principio básico de la política agraria colonial.[8]
5) El bloqueo agrario de los mestizos: la política de negación de tierras a los mestizos pobres, en constante aumento demográfico fue un factor que estimulo el crecimiento del latifundio.

El latifundio y las tierras comunales9, eran las que realmente formaba el cuadro del agro colonial. A pesar que existió la propiedad rústica mediana y pequeña de indios ricos y ladinos, estas son fenómenos poco generalizados.

La tierra sin indios no valía nada, el gran valor de los indios como creadores de valor, aconsejaba la adquisición de grandes extensiones de tierra.[10] La ideología de los criollos, “el criollismo” reproducían prejuicios acerca de estos, la realidad histórica era otra11: el indio estaba obligado a acudir al trabajo de las haciendas y labores coloniales bajo la presión del sistema de repartimientos; el indio tenía que trabajar también para producir tributo al rey; y después de trabajar para los hacendados y para el rey- o los encomenderos-, el indio tenía que trabajar para sostenerse asimismo y a su familia. El indio es el trabajador de la tierra.

El problema de las epidemias, de las pestes de la viruela y de sarampión causó estragos en los pueblos de indios12. La implantación colonial provocó una verdadera catástrofe demográfica: se estima que la población de “El Salvador” desciende de 130,000 a 60,000 habitantes en éste brevísimo periodo, y no pocos núcleos desaparecen.

El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas se reflejaba en las técnicas que se pusieron en manos de los indios, que giraban entorno a la azada, el machete y el hacha y en menor proporción el uso del arado, con esa capacidad productiva, la explotación asalariada hubiera arrojado ganancias insignificantes, que no estimulaban ni consolidaban la colonización; el salario hubiera coexistido artificialmente junto a una capacidad productiva que correspondía a etapas de desarrollo económico anteriores al capitalismo más incipiente.

Los mestizos no formaron clases, sino capas13— en cuyo seno maduraba eventualmente una clase social14-. En el campo se formaron núcleos rurales de gente mestiza y/o ladina15, con gran importancia numérica que revelaba una capa media de mestizos pobres, trabajadores, segunda fuerza productora explotada después de los indios.[16]

El mestizaje configuro tres capas medias urbanas: la plebe, los artesanos y la capa media alta urbana. La plebe, hacía referencia exclusivamente su nivel de pobreza y a cierta conducta general que aparecía como propia de la gente, masa pobre de la ciudad. Los artesanos, a pesar de ser un sector de trabajadores definidos – e importantes- por rasgos comunes a todos los oficios17 mostraban una falta de cohesión y unida. La gran mayoría de los trabajadores artesanales pertenecen a la plebe, es decir a la gente pobre o paupérrima de la ciudad. Un grupo reducido de artesanos acomodados integraba, junto a un grupo de proveedores no artesanales una capa media urbana de abastecedores acomodados. Las capas medias urbanas, caracterizada como pequeños propietarios explotadores de obreros y empleados de comercio, se incorporaron a la clase media alta, embrión débil de la pequeña burguesía.[18].

Gradualmente en la reproducción del esquema colonial, se van borrando los matices étnicos dentro del gran conjunto, pero comienza a ser evidentes las diferencias de orden económico y social, tanto en el campo como en la ciudad.

El modo de producción colonial se afinco en la apropiación de la tierra y el sometimiento de la fuerza de trabajo social indígena y ladina, que se reprodujo, mediante un modelo de monocultivo de exportación dependiente19. El modelo integrado por el Cacao y el Bálsamo que desde el siglo XIII hasta el XVI (± 300 años) fueron los monocultivos iniciales.
El Cacao fue el primer producto agrícola de exportación, origen también de la primera gran crisis.

En “El Salvador”, las plantaciones de los Izalcos, entre 1540 y 1550 fueron reconocidas como las más ricas de la audiencia de Guatemala, y cobro mayor importancia con el proceso de conquista y cierre de las plantaciones principales20. Se cultivaba Cacao periféricamente en otras partes como Santa Ana, San Miguel, y el Valle del Jiboa.

La explotación del cacao de los Izalcos se llevó a cabo bajo el régimen de la Nueva Encomienda. Fue tan intensa la explotación que en 1556, la mayoría de los habitantes nativos habían muerto. Se necesitaba más fuerza de trabajo, y debieron traer indígenas de otras regiones. Otro rasgo fue que los encomenderos y sus descendientes se enriquecieron extorsionando a los indígenas con el pretexto del tributo. Se impone la lógica que en la época de decadencia, esta afectaba en primacía a la población indígena. En el caso de El Bálsamo, la demanda se difundió después de la conquista, pues se uso como ungüento, medicamento y cosmético, era común en Nueva España y Europa, lo mismo que el Cacao, los mercaderes españoles obtenían el Bálsamo de los indígenas mediante la Nueva Encomienda.

[1] La falsa superioridad española, nace de la inferioridad tecnológica y cultural en general de los pueblos indios, en los primeros contactos en la lucha armada; el posterior sometimiento económico y conversión del indio—esclavitud y servidumbre— en fuente de riqueza para el nuevo grupo dominante; y de allí la inferioridad general permanente, derivada de las condiciones a que quedaron reducidos los nativos.
[2] Flores Macal, Mario “Origen, desarrollo y crisis de las formas de dominación en El Salvador”. Ed. San José Costa Rica SECASA 1983 Pág. 11 y siguientes.
[3] Eran “exportados desde las regiones mas densas como Sonsonate, Escuintla, Choluteca, estrecho de Rivas y Nicoya con destino a Panamá, Antillas y Nueva España.
[4] En el caso “salvadoreño”, diremos que el 3 de noviembre de 1548 llego a San Salvador una delegación que convoco una audiencia donde debería asistir cuanto tuvieren esclavos, en tal audiencia se dio la libertad a estos a pesar de la protesta de sus dueños y de sus justificaciones. Léase: Flores Macal, Mario Op Cit Pág. 11.
[5] Martínez Peláez, Severo “La Patria del Criollo” Ensayo de interpretación de la Realidad Colonial Guatemalteca. Editorial EDUCA octava edición 1981 Centroamérica. Pagina 93-103
[6] Se aplico la reducción en la diversidad de indios (pipiles y lencas generalmente), se busco erradicar “los pajuiles y xacales”- Eran grupos de indios afuera del control colonial, clandestinos y prófugos de los poblados, que vivían en la montaña o terrenos aislados.-
[7] Flores Macal, Mario Op Cit. Pág. 7 y siguientes.
[8] Permite comprender por qué la sociedad colonial exigía la existencia de tierras en que los indígenas podían trabajar para sustentarse, para tributar, y para estar en condiciones de ir a trabajar en forma casi gratuita a las haciendas y labores y a otras empresas de los grupos dominantes. También incluía el interés económico de la monarquía; para que los indios permanecieran en sus pueblos, y fuera posible controlados para la tributación era indispensable que tuvieran ahí unas tierras suficientes para no ir a buscar a otra parte.
[9] Sobre las tierras de los pueblos de indios es necesario explicarlo un poco más, se puede distinguirse tres tipos de tierras de indios existentes: En primer lugar, aquellas llamadas “ejidos” , “ejidos o pastos” o “montes y pastajes”: era la tierra indispensable y de uso común en los alrededor del pueblo para recolectar madera y otro material de construcción, madera y hojas secas para leña, espacio para exponer al aire y el sol hilos y telas y para soltar animales de propiedad particular. El segundo plano- y de mayor importancia- las tierras comunales, llamadas de muchas maneras: comunes, de comunidad, comunes de sementera, comunes de labranza y sementera. El punto de partida de estas tierras fueron las que la corona les concedió a todos los pueblos en la época en que fueron creados la época de las reducciones. Fue corriente llamar ejidos al conjunto de aquéllas tierras comunales, englobando las de sementera y las que eran los propiamente ejidos.
[10] El valor de una hacienda incluía su derecho a un número determinado indios de repartimiento.; también se compraban labores y haciendas con el objetivo de no cultivarlas para disponer de sus indios de repartimiento en los trabajos de otra empresa agrícola. Martínez Peláez, Severo Op Cit. Paginas 235 –247
[11] 1) los indios son haraganes, no trabajan si no se les obliga; 2) los indios son inclinados al vicio y que aumentan entre ellos las borracheras-escándalo si no se les tiene ocupados con el trabajo obligatorio; 3) los indios no padecen pobreza, viven conformes y tranquilos.
[12] En conjeturas sobre las razones de la desaparición casi completa del cultivo del cacao y en la recolección de bálsamo en El Salvador, plantea que las epidemias de viruela, de sarampión, seguidas de una endemia de malaria y posiblemente de fiebre amarilla en las zonas bajas de la región, fue la causa principal de la disminución vertiginosa de la población. Browing, David. “El Salvador: la tierra y el hombre” Ed. DG. PP MINED. El Salvador 1973. Pág. 119.
[13] Una capa social— diferenciándola de la clase social— es un grupo numeroso de personas que, en una sociedad, presentan un nivel de riqueza o de pobreza semejante, pero que, debido que no desempeñan una función económica común y bien definida en el régimen de producción y de propiedad, tampoco reconoce intereses económicos comunes ni reaccionan con solidaridad que es propia de las clases. Con la salvedad que en situaciones históricas determinadas, son arrastradas estas capas por las clases y puede actuar en una dirección bastante precisa. Martínez Peláez, Severo Op Cit. Páginas 264-347.
[14] las clases sociales, si realmente lo son, se definen por su unidad de función económica y de intereses, que les son esenciales, y no por su ubicación relativa a otros grupos La ubicación relativa puede emplearse como un elemento de definición de las capas como carentes de unidad funcional, y aún allí es insuficiente y requiere el señalamiento de otras características.
[15] Conjunto de personas que no eran indias ni españolas o criollos que incluye mestizos y negros.
[16] Los ladinos rurales aparecen en las haciendas, como “familias de asiento”; eran trabajadores agrícolas libres, desprovisto de tierra de cualquier otro medio de producción, y, en consecuencia, económicamente apresados y explotados, que trabajaban a cambio de usufructo de la tierra ajena que habitaban sin llegar a ser trabajadores asalariados estrictamente .
[17] Talleres pequeños, jerarquías de maestros, oficiales y aprendices, empleo de instrumentos relativamente simples y no otra fuerza que la humana.
[18] La capa media alta no era exclusivamente una capa urbana, se prolongaba y completada en la capa media alta rural, de los pueblos, y estaban presente en donde hubiera propietarios de rango medio no colonial.
[19] La agricultura colonial, estaba compuesta por dos áreas: primero, la agricultura de subsistencia, esta producción material de medios de consumo era la base del trabajo indígena que soportaba la “Economía de exportación” o producción para el comercio, sin colocar los metales preciosos, esta producción era agrícola, por ello la concentración en productos primarios o sea minerales y vegetales básicos. En esta operaba un ciclo basado en un producto principal y otro secundario sujeto a la demanda de la metrópoli o del mercado europeo y luego a las provincias.
[20] Había plantaciones en las dos costas de la audiencia sin embargo la fuente principal de Cacao estuvo en la franja de los suelos volcánicos muy fértiles, a lo largo de la costa del pacifico, desde Tehuantepec hasta las llanuras noroccidentales y de las costas de Nicaragua hasta Nicoya.

El Salvador: el 1ro. de mayo y la unidad de la izquierda

9 de mayo de 2013 1ro. de Mayo 2013: un movimiento popular masivo y diverso Las decenas de miles de hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras, del campo y de la ciudad, jóvenes y adultos, que recorrieron las calles y avenidas de nuestra capital simbolizan la voluntad mayoritaria y unitaria de respaldar el actual proceso de cambios así como de exigir su profundización y continuidad.

Este fue el mensaje principal: respaldo pero a la vez exigencia. Respaldo al gobierno del FMLN surgido en 2009 con la derrota de ARENA. Exigencia para el gobierno del presidente Funes de romper con el modelo neoliberal. La lección es que existe un poderoso potencial de fuerzas sociales para avanzar en el proceso de democratización y de cambios. Estamos a la ofensiva. Podemos y debemos avanzar, definir el rumbo desde la calle. Obtener más victorias. Es tiempo de cambio.

Tiempo de impulsar una estrategia audaz y combativa desde el movimiento popular. La gente respondió masivamente al llamado a la marcha y nos dijo que esta dispuesta a luchar y que confía en nosotros. Nos corresponde diseñar la estrategia y la táctica para que esta lucha se realice y sea exitosa. Y que no sea ahogada en el mar de la pasividad prevaleciente. Esta marcha puede ser la señal inicial de un nuevo momento de participación popular.

Pero también podemos reducir los límites del enfrentamiento social a la comodidad del claustro parlamentario y de la feria electoral. Son las alternativas existentes. Y podrían fácilmente hacernos perder esta magnifica oportunidad. Pero también pueden hasta ser complementarias en la medida que nos permitan acumular fuerzas y construir poder popular.

Esta vez el punto de llegada de la marcha fue la plaza del Salvador del Mundo. La cabeza de la marcha estaba en la 25 Ave. Norte y la cola en el Reloj de Flores. Era una poderosa demostración de fuerza y de unidad. Las dos principales reivindicaciones eran el aumento al salario mínimo y el rechazo a la Ley de Asocios Público-Privado. Y el listado de convocantes se había ampliado hasta incluir a la CSTS, Conphas, Cirac, FSNP, MPR-12, FSS, Festraspes, Cofevi, etc. El MPR-12 encabezaba la marcha.

Pero debe registrarse también que de nuevo y ya por ya varios años hubo otra marcha de algunos sindicatos como AGEPYM, CTS, CSS y de algunas agrupaciones estudiantiles universitarias. Al privilegiar su visión “anticapitalista” y de rechazo al FMLN, se automarginaron del contacto directo con los miles de trabajadores organizados que desfilaron hasta el Salvador del Mundo.

Lo interesante es que las principales banderas de lucha de ambas marchas eran las mismas: rechazo a la ley de la Función Publica; rechazo a la ley de asocio público privado; incremento al salario mínimo y respaldo a la ley de medicamentos.

La mera convocatoria a dos marchas revela la existencia de dos concepciones y visiones sobre el desarrollo del actual proceso político iniciado en el 2009 con la llegada del FMLN y sus aliados democráticos al gobierno central.

Hay un sector de la izquierda, tanto organizada como no organizada, tanto al interior del país como fuera, que considera que el gobierno de Funes y del FMLN es un gobierno de derecha, y que nada ha cambiado. Y que la dirección principal de la lucha es por derrocar este gobierno pro imperialista.

Dentro de este sector hay que distinguir a los que inicialmente apoyaron a Funes como candidato presidencial del FMLN, de los que rechazan categóricamente cualquier participación electoral. Este sector es actualmente una fuerza social marginal, pero puede crecer.

Hay otro sector vinculado al FMLN, que considera que el gobierno de Funes es un avance significativo en el camino a construir una correlación de fuerzas que aísle a la oligarquía y permita revertir el modelo neoliberal. Y que es un gobierno en disputa en el que las fuerzas de izquierda necesitan fortalecer su presencia.

Y lo clave es garantizar la continuidad del proyecto político iniciado en 2009. El grueso del movimiento popular respalda esta visión de cambio. Es la tendencia mayoritaria. El 1 de mayo lo confirmó fehacientemente.

¿Como establecer un puente de diálogo y de unidad de acción entre estos dos sectores? Este es uno de los desafíos principales que enfrenta la izquierda para cumplir su rol dirigente de este complejo proceso. Y este es un problema que rebasa lo electoral y esta vinculado a la construcción del sujeto de la revolución.

Y pasa por el desarrollo de espacios de debate político e ideológico. Y pasa también y principalmente por el despliegue de la lucha popular. Es en las grandes batallas sociales donde podemos encontrarnos y reconocernos. Ya lo hemos vivido en el pasado. Recordemos las Marchas Blancas contra la privatización de la salud.

A finales de 1979 la crisis política obligó a los diversos contingentes de la izquierda a buscar la unidad para proyectarse como alternativa real de poder. Y a dejar en el baúl de los recuerdos las acaloradas polémicas y las abigarradas expresiones orgánicas para fundirse en un solo puño político-militar de cuatro letras.

Y las diferencias no desaparecieron, se trasladaron a una inesperada larga guerra con cinco ejércitos coordinados e incluso todavía se mantienen hoy como partido político, y con muy buena salud, pero bajo una misma tienda y en una misma casa. Y el que se sale de la casa pierde. Y es por eso que hay hoy muchas voces fuera de la casa.

Pero es claro que necesitamos para avanzar como movimiento popular una casa con muchas ventanas y muchas voces. Solo así se podrá construir el coro que encabece de nuevo el asalto al cielo…desde lo que Eduardo llama las nuevas vanguardias.

En aquella época, principios de los años ochenta, la realidad se encargo de lanzar por la borda incluso dos tesis que se consideraban en la izquierda artículos de fe. El primero, la brevedad del enfrentamiento final o la toma del poder. La insurrección soñada era cuestión de un fin de semana o lo más una semana. Y era una lucha urbana, a lo bolchevique, que iba a librarse fundamentalmente en el Bulevar del Ejército, donde estaba concentrado el proletariado industrial.

Al final fueron doce largos años y peleados desde campamentos guerrilleros en el campo, rurales. Mao desplazó a Lenin en la práctica. Y para rematar a los dogmas, en 1992 no hubo entrada triunfal guerrillera a San Salvador, no hubo victoria militar, sino un pacto político negociado y firmado en México, que modificó el sistema político sin modificar el sistema económico. Abrió un periodo ya prolongado y ojala sin retroceso, de democratización, de libertades públicas.

Funes espadeando con la ANEP, con los Candidatos Presidenciales, con Obama y en la Cumbre de Managua

El presidente Funes es un espadachín nato. Mantiene incluso desde antes de su llegada a la presidencia la espada desenvainada y bien afilada. Y no vacila en usarla contra los que osan criticar a su gobierno o los que desafían la mítica y hasta bíblica bondad de sus políticas sociales.

Recientemente presenciamos como logró evadir la emboscada tendida por la oligarquía en el XIII Enade y de ribete les enrostró su falta de patriotismo, les invitó a sumarse a los esfuerzos que se realizan desde el debilitado CES e incluso les reitero su papel de capitán del barco y ansioso de atacar a los roedores, los cuales últimamente manejan la tesis de la “responsabilidad social empresarial” como arma ideológica para ocultar su nefasto papel histórico.

Asimismo obligó a los cuatro presidenciables a visitarlo en Casa Presidencial y escuchar pacientemente acerca de los diversos proyectos que ejecuta su gobierno. Y ese mismo día viajó a reunirse con el presidente Obama y pudo observar que la presidenta de Costa Rica le esta disputando su papel de aliado estratégico. Y finalmente en Managua logra con Lobo y Ortega garantizar que el Golfo de Fonseca sea un espacio de paz. Lo que no pudo evitar fue que la Selecta bajara al puesto 85 de la FIFA.

¿Es la clase obrera salvadoreña la clase dirigente?

La clase obrera salvadoreña del siglo XXI es el resultado de los complejos procesos internacionales de globalización financiera así como de las modificaciones al interior de nuestra formación económico-social de sus fuerzas productivas y de sus relaciones de producción.

En la actualidad, en el marco del modelo económico neoliberal impuesto a partir de la llegada de ARENA al gobierno en 1989, registramos la disminución del sector industrial y del sector artesanal, el fortalecimiento de la manufactura textil maquilera vinculada a empresas extranjeras y con esto del peso de las mujeres en nuestro proletariado y de su perfil urbano. Además es un modelo basado en la captación por medio del comercio de las remesas familiares.

Así como la desnacionalización de la economía con la venta de las principales empresas y bancos –TACA, ILC, Banco Agrícola, Cuscatlán, Salvadoreño, CESSA, La Despensa de Don Juan entre otras- al capital internacional; la casi desaparición del sector agro-industrial, la disminución del campesinado como clase social; y la emigración masiva hacia Estados Unidos de amplios contingentes de trabajadores rurales y urbanos.

También la proletarización acelerada de sectores de capas medias y entre estas el debilitamiento de la capa militar, y la emergencia de un mayoritario sector de trabajadores del sector informal como resultado del crecimiento de los desocupados, del ejército de reserva.

Este es nuestro proletariado. Y es un proletariado que se ha incorporado a la clase obrera multirracial y multinacional de Estados Unidos, de Australia, de Italia y a sus luchas. Un proletariado salvadoreño con mayores niveles numéricos que en el pasado, pero debilitado en su nivel de organización, conciencia de clase y espíritu de lucha, Y esta es la fuerza que puede conducirnos objetivamente al socialismo.

En los últimos veinte años en general el sector servicios acapara un 60 por ciento del PIB, la industria un 25% y la agricultura un 10 %. Es una economía tercerizada en la que la mitad de nuestras exportaciones son manufacturas de baja tecnonología, o sea la industria textil maquilera.

Se observa el crecimiento de centros comerciales donde coexisten y disputan los principales grupos oligárquicos, ejemplo de esto en Antiguo Cuscatlán Multiplaza, Las Cascadas y la Gran Vía, privilegiando la importación de bienes sobre su producción nacional así como la agresiva expansión de los servicios bancarios en su mayoría de propiedad colombiana. Unido esto a una producción cafetalera amenazada por la roya y en franca desventaja frente a la caña de azúcar y los granos básicos.

El proletariado salvadoreño nace a mediados del siglo XIX en los obrajes añileros y en las entonces recién creadas fincas cafetaleras de Santa Tecla y Santa Ana. Surge en el campo como proletariado agrícola, derivado de la vía “junker” de desarrollo de nuestra agricultura.

A principios del siglo XX adquiere rasgos artesanales –sastres, zapateros, panaderos-en las principales ciudades y a mediados de este mismo siglo surge una clase obrera industrial vinculada a los procesos de integración regional. La guerra de 1980-1992 modificó de nuevo el escenario social.

Según datos del periodo 2011-2012 de la DIGESTYC el comercio concentra a 256,627 trabajadores; los servicios a 215,002; la industria a 133,399, el transporte a 15,830, la construcción a 7,427 y otros (que incluye la agroindustria, electricidad, minas y canteras) a 6,229 lo que hace un total de 634,514 trabajadores. Por otra parte, según FUSADES , el 72 por ciento de la población económica activa no tiene un empleo formal, o sea 1.9 millones.

El sector informal emplea a un 49.26 de la PEA. Más de 770,000 salvadoreños se ganan la vida con empleos en el sector informal. Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2011, el 49.26% de la Población Económicamente Activa ocupada en la zona urbana (PEA, que se estima en 1,564, 204) vive de lo que gana en este sector, es decir, 770,608 trabajadores.

Esta es nuestra realidad como proletariado salvadoreño. Y esto explica que las luchas sociales de clase de los últimos años estén encabezadas por sectores de capas medias, como empleados estatales, incluso médicos con su propio sindicato, como en la gran lucha en el 2002 contra la privatización de la salud; las luchas de las comunidades por el derecho al agua, por una vivienda digna, por el derecho a vender en las calles, las luchas de los maestros por un salario digno; la lucha de los jóvenes por ingresar a la UES, la lucha contra la flexibilización laboral, etc.

La clase obrera se ha modificado en su composición y esta disminución de su peso social influye fuertemente en lo sindical e incluso en lo político. Determina el predominio de sectores de la pequeña burguesía en la conducción del proceso revolucionario. Influye en nuestra visión de mundo. Y en nuestro caso, casi siempre ha sido así.

Incluso las figuras principales de nuestra izquierda, proceden desde Farabundo Martí y Arturo Romero con la excepción de Daniel Castaneda, Salvador Cayetano Carpio y José Luís Merino hasta Fabio Castillo y Schafik Handal, de las capas medias. No obstante esto, es claro que la alternativa al capitalismo, la transición, la ruptura del sistema esta vinculada al fortalecimiento del proletariado salvadoreño.

El proletariado salvadoreño es el sujeto histórico del cambio por su papel en el proceso de producción. Es la contraparte obligada de los sectores oligárquicos y de las corporaciones transnacionales. Pero por otra parte, es un papel que debe ganar, que debe disputar. Y que puede ser arrebatado.

Hay fuerzas sociales emergentes que le imprimen su propio estilo a la conducción del proceso político. Por ejemplo que favorecen la horizontalidad y el trabajo en redes por encima del centralismo leninista, que se origina en la visión de fábrica. O que priorizan la lucha contra el androcentrismo sobre la lucha de clases, etc. O la lucha cultural sobre la lucha política.Y hay lucha por la hegemonía en el movimiento popular y social. En particular de la pequeña burguesía originada en la UES o en la UCA.

La clase obrera salvadoreña es fuerza motriz o sujeto histórico en la medida que actúa y asume en la práctica y no en la teoría ese papel, no por simple decreto. En la medida que adquiera conciencia de clase y se ponga al frente de la lucha popular. Y esto esta vinculado al papel que desempeña la fuerza dirigente del proceso, que es el siguiente tema que comentaremos.

¿Es el FMLN el partido que necesitamos?

Existe en un sector de la izquierda la tesis e incluso hasta la convicción que el FMLN ha dejado de ser un partido de izquierda, o al menos su dirección. Argumentan que es un partido aliado o subordinado a otros partidos de derecha; que ha abandonado sus ideales de cambio social; que se dedica a administrar el sistema y que representa una nueva clase empresarial en ascenso.

Consideramos que el FMLN es el fruto histórico de un largo proceso de lucha que arranca desde las primeras huelgas de artesanos a finales de la primera década del siglo pasado. Y que pasa por la creación del Partido Comunista en marzo de 1930 como partido revolucionario de la clase obrera; por su experiencia electoral e insurreccional de 1932; por la amarga derrota de ese mismo año; por las jornadas revolucionarias de 1944; 1960; por el surgimiento de las organizaciones político-militares a principios y mediados de los años setenta; por la construcción de inmensas organizaciones de masas que ya unidas confluyeron en un ejercito popular revolucionario en los años ochenta; y luego por la construcción de un poderoso partido de masas. El cariño y el respeto de nuestro pueblo a estas cuatro letras entroncan con esta historia.

Durante buena parte de este trayecto reseñado, durante sesenta años, la existencia de una dictadura militar de derecha obligó a los revolucionarios a construir organizaciones clandestinas, cerradas, altamente selectivas. La derrota de la dictadura y la conquista de la democracia, permitió a partir de 1992 el despliegue y construcción de un ejército político diferente: un gran partido de masas, con una composición clasista diversa en lo político y en lo ideológico. De Lenin pasamos a Gramsci en la práctica.

En la actualidad el FMLN es un partido con un alto nivel de acumulación política nacional e internacional que se expresa en la presencia política territorial en los 262 municipios del país. Con una significativa presencia legislativa y de consejos municipales. Con la dirección de varios ministerios de gobierno central. Con presencia en la PNC.

Con una fuerte maquinaria electoral. Con influencia en la Corte Suprema de Justicia. Con fuerte presencia en el movimiento popular y social. Con un proyecto económico basado en Alba Petróleo. Con participación destacada en el Foro de Sao Paulo.

Pero a la vez es un partido de izquierda que en su estrategia política desde 1994 prioriza el enfrentamiento parlamentario sobre el enfrentamiento social; que no define con claridad su posición ante el gobierno norteamericano como expresión suprema del sistema capitalita imperial; y que no establece de manera diáfana cual es su rumbo estratégico.

A la raíz de estos posicionamientos del FMLN, se encuentra el hecho que luego de los Acuerdos de Paz de 1992, y en el marco del derrumbe de lo que se conoció como socialismo real, las cinco fuerzas que lo integraban abandonan gradualmente tres pilares que habían caracterizado e identificado a la izquierda salvadoreña por décadas: la teoría leninista de la organización de vanguardia, el carácter de clase del partido y la ideología marxista.

No obstante esto, el FMLN continúa siendo la fuerza política que expresa los intereses de los sectores populares, se enfrenta periódicamente a las fuerzas de derecha en los torneos electorales y conduce de manera diaria el enfrentamiento de clase. No se percibe en el horizonte cercano una modificación de este papel. Las ilusiones no son realidades.

Pero la profundización del reformismo, la colaboración de clases y una orientación pragmática hacia la socialdemocracia, pueden conducir en el horizonte lejano a la búsqueda de nuevas vanguardias. Esto ya ha sucedido en el pasado.

Pero a condición que las fuerzas emergentes de izquierda abandonen a la vez su sectarismo y dogmatismo, que las mantienen prisioneras en la marginalidad política. Al final, es la gente la que reconoce la voz de sus dirigentes y los sigue. Y en la actualidad continua reconociendo a la dirección del FMLN. Es un hecho.-

Tesis de discusión sobre el Partido de la Revolución

Tesis de discusión sobre el Partido de la Revolución

DE TRIBUNA POPULAR 8 MAYO, 2013

bandera_pcvCaracas, 8 may. 2013, Tribuna Popular TP.- A continuación reeditamos el documento emanado por el XIII Congreso del Partido Comunista de Venezuela en torno a la discusión realizada sobre el Partido de la Revolución a proposito del llamado realizado por el Presidente Chávez a conformar el Partido Unico. El congreso fue realizado el 3 y 4 de marzo del 2007.

TESIS DE DISCUSIÓN SOBRE EL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN

I.- Una caracterización necesaria de la Revolución

El Partido Comunista de Venezuela (PCV), en su reciente 12 Congreso consideró que transitamos un proceso revolucionario de liberación nacional que debe culminar con éxito las tareas de recuperación plena de la soberanía e independencia nacional, avanzar en la conquista de la justicia e igualdad social; profundización de la democracia popular revolucionaria, de contenido participativo y protagónico, de transformación y liquidación del viejo Estado oligárquico burgués y que, para lograr cumplir las tareas históricas que maduran en la sociedad, tiene que avanzar necesariamente hacia la superación del injusto modo de producción capitalista, de explotación del hombre por el hombre, principal causa de todas las desigualdades y amenazas que afectan a la humanidad.

Esta definición nos permite identificar como el enemigo principal del proceso revolucionario, y por ende, de nuestro país, al imperialismo, particularmente al Estadounidense y en consecuencia, considerar las fuerzas motrices de la revolución, en su fase actual de transición, representadas por amplios sectores de la clase obrera, de los trabajadores y trabajadoras en general, del campesinado como fundamental aliado de estos, la pequeña burguesía, capas medias e intelectualidad progresista. Y la naturaleza de esta alianza que debemos construir y mantener como pueblo, movimiento popular y Estado revolucionarios, con el liderazgo indiscutible del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, para avanzar victoriosamente rumbo al socialismo.

Hemos señalado reiteradamente que la resolución definitiva de la contradicción principal de la Revolución Bolivariana y el imperialismo Estadounidense, demanda la más amplia unidad nacional, continental y mundial, de fuerzas populares y gobiernos progresistas, así como alianzas estratégicas y tácticas de alcance continental y mundial, que favorezcan la consolidación de una nueva correlación de fuerzas a favor de la lucha de los pueblos y del progreso social, consolidando la tendencia multipolar en desarrollo.

II.- La composición, carácter y contenido de la alianza antiimperialista

Esta fase del proceso revolucionario, demanda la más amplia unidad nacional antiimperialista, que objetivamente viene dada por la construcción de una multifacética alianza de clases y capas sociales, que va desde la burguesía no monopólica (la que no mantiene vínculos de subordinación al gran capital transnacional imperialista), la pequeña burguesía, las capas medias, la clase obrera y demás sectores de trabajadores/ trabajadoras, el campesinado y otras capas sociales explotadas.

Se trata de una alianza de clases y capas sociales, en torno a un programa mínimo de transformaciones democráticas y populares, comprometidas con el desarrollo socioeconómico (desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción) y la liquidación del dominio oligárquico e imperialista. Este bloque de fuerzas nacional-patriótico-revolucionario, coincide en el objetivo antiimperialista, pero a la vez, defiende intereses diferenciados y entre los factores de la alianza se desarrolla la lucha de clases por la dirección del proceso, con el fin de establecer contenidos, límites, ritmos y profundidad del mismo, según los particulares intereses de cada factor social allí representado. Es esta una alianza de clases que presenta a lo interno, contradicciones no antagónicas, que permiten su unidad táctica, y antagónicas que se definirán en el futuro.

En nuestras definiciones políticas, hemos afirmado que este bloque o alianza, por su propia naturaleza policlasista, demanda para el cumplimiento de las tareas de liberación nacional, una instancia de integración con independencia orgánica, en donde las contradicciones no impidan el cumplimiento de políticas coincidentes en lo estratégico. Esta estructura la definimos como un FRENTE AMPLIO NACIONAL PATRIOTICO, en torno a un programa, con normas estatutarias y de funcionamiento de obligatorio cumplimiento para el conjunto de sus componentes, una estructura orgánica y la dirección colectiva, liderada por el Presidente Hugo Chávez Frías.

El liderazgo del proceso es ejercido no solo por el Presidente Chávez que es consecuente antiimperialista, antioligárquico, impulsor de la democracia popular y revolucionaria, con visión y perspectiva socialista, sino por sectores de la pequeña burguesía y capas medias, militares y civiles, que mantienen una solapada y en veces abierta conducta anticomunista y oportunista, que impide y retraza el avance de las transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales, que han madurado en el transcurso del proceso.

Necesario es indicar que el proceso revolucionario bolivariano cuenta entre sus conquistas con una experiencia acumulada en décadas de luchas de diverso signo, que se han potenciado en estos años de gobierno del presidente Chávez, lo cual ha producido un importante salto cualitativo en la conciencia social, en el plano político y organizativo de considerables sectores populares.

III.- Acumular fuerzas populares revolucionarias por el Socialismo

En nuestro propósito de acumular fuerzas para avanzar hacia el socialismo, desarrollamos simultáneamente a la más amplia unidad nacional antiimperialista señalada; una política de articulación y unidad estratégica, entre el conjunto de los factores que integran el movimiento popular revolucionario, no solo a nivel nacional sino internacional.

Las fuerzas de clara postura marxista y marxista-leninista, estamos convencidas –tal como lo enseña la experiencia histórica de lucha de otros pueblos y la propia nuestra– que el proceso de tránsito al socialismo exacerba las contradicciones de clase, produciendo nuevas definiciones, deslindes, reagrupamientos y recomposición de alianzas, cuyo desenlace estará en correspondencia con la correlación de fuerzas que logremos construir.

De allí entonces, que ese curso y desenvolvimiento previsible de los acontecimientos de la lucha de clases, nos demande superar las inmensas debilidades presentes en uno de los sujetos fundamentales de la Revolución Socialista: la Clase Obrera y demás sectores de trabajadores/trabajadoras.

Ganar la conciencia de los diversos sectores de la clase obrera para el socialismo, elevar su nivel de organización, superar la división orgánica del movimiento obrero y sindical, y contribuir en la transformación de la clase en vanguardia de la revolución social, es la tarea más importante y urgente del Partido Comunista de Venezuela.

Solo por ese camino se podrá superar a favor de las fuerzas consecuentemente revolucionarias y en interés del pueblo trabajador, la contradicción fundamental existente en la sociedad capitalista, la que se expresa en la producción colectiva de los bienes materiales versus apropiación individual de la plusvalía, resultante de dicho proceso productivo e intelectual, creando así las condiciones materiales y espirituales, objetivas y subjetivas, para la construcción del socialismo.

Estamos, en consecuencia proponiendo la creación de los Consejos de Trabajadores, como expresión política unitaria de éstos, por encima de su condición gremial o sindical, a fin de que sus intereses se encuentren legítimamente representados y puedan actuar de manera revolucionaria en el control de los centros de trabajo, el diseño, ejecución y seguimiento de sus políticas y procesos laborales, de producción y distribución social de sus ganancias, y como expresión del poder popular que incluso trascienda el ámbito de los lugares de trabajo para que influya en los de vivienda y en los territorios de los consejos comunales para imprimirles a éstos el sello de la conducción proletaria y los cambios de conciencia necesarios para la construcción del socialismo.

IV.- Las amenazas de restauración

En esta fase de revolución bolivariana, la lucha por el poder político se ha inclinado a favor de las fuerzas patrióticas y revolucionarias. Esto quedó claramente demostrado en el referendo presidencial de agosto de 2004, con la victoria del ¡NO! y en las elecciones del 3 de diciembre pasado, que tuvieron como precedentes la lucha violenta por el control estatal, entre finales del 2001 (leyes habilitantes) y mediados del 2003, pasando por el golpe fascista de abril del 2002 y el sabotaje petrolero.

Las Misiones, la creciente inversión en educación, salud, vivienda, ciencia y tecnología, las grandes obras de infraestructura, la preocupación por el ser humano que la gente siente muy de cerca, la denuncia y superación de las deformaciones que amenazan el proceso (corrupción, burocratismo, ineficiencia e ineficacia en las instituciones del Estado, individualismo, nuevo riquismo y conformación de grupos económicos emergentes seudo revolucionarios, la mentira reiterada en cuanto al desarrollo de proyectos, el formalismo, el reformismo, la disputa interna por controlar los cargos públicos, etcétera), la apelación al pueblo para enfrentarlos, el impulso de la democracia participativa y protagónica en lo político y económico (Consejos Comunales, EPS, Cooperativas, mesas técnicas, núcleos de desarrollo endógenos, sistema micro financieros), por señalar algunas de las más relevantes realizaciones que forman parte de los diez objetivos estratégicos y, más recientemente, los cinco ejes esbozados para la campaña electoral: Ética Socialista, Modelo Productivo Socialista, Democracia Protagónica y Revolucionaria, Geopolítica Nacional y Potencia Energética Mundial, y los cinco motores constituyentes son objetivos de una inmensa trascendencia histórica y transformadora que demandan un nuevo nivel ideopolítico y organizativo en los movimientos sociales, en el Estado y en los Partidos políticos.

El liderazgo de Chávez tiene en la actualidad una proyección continental y mundial, que le impone también inmensas responsabilidades internacionales. El ser referente de pueblos y gobernantes, sirve a los intereses de la revolución bolivariana y a la consolidación de las tendencias progresistas a nivel mundial.

Superada la situación de dualidad de poderes, que subsistió hasta agosto del 2004; relanzada la economía, con tasas de crecimiento sostenido en los últimos tres años; una relativa mejoría en la calidad de vida de millones de compatriotas; con un prestigio continental y mundial y la legitimidad conferida por el pueblo al liderazgo de Chávez, afloran y se manifiestan, como es lógico, en sus más diversas formas la descomposición que se viene incubando y desarrollando en la institucionalidad contenida en el viejo Estado burgués y en el seno de una parte importante de las fuerzas políticas y sociales identificadas con el proceso revolucionario.

Es preciso destacar que en los actuales momentos se produce otro tipo de dualidad de poderes, en la estructura estatal, que responde a intereses y comandos grupales que se encuentran a espaldas de los intereses populares y se constituye en obstáculo para el despliegue de las potencialidades transformadoras de la revolución.

Esta estructura se expresa en forma de masivas y sistemáticas prácticas de burocratización y corruptelas, que en buena medida están asociadas a la existencia de un aparato estatal heredado de un sistema que se necesita sepultar y la presencia de sectores de partidos políticos y cuadros tecnócratas que ejercen el poder sin ningún tipo de compromiso revolucionario. De hecho, las debilidades institucionales que exhiben las transformaciones representan uno de los mayores problemas que debemos afrontar en la nueva fase del proceso político venezolano.

La contundencia de la victoria patriótica en las recientes elecciones (un poco más del 63% de los votos sufragados se emitieron a favor del Comandante Chávez) y las inmensas movilizaciones populares previamente organizadas, sirvieron de acciones disuasivas para impedir la activación del plan desestabilizador de la oposición oligárquico imperialista, a lo cual se suma su decisión táctico-estratégica de acumular fuerza social y política para futuros desenlaces en la confrontación de clases.

La oposición surge con un importante nivel de recomposición de sus fuerzas, que en la actualidad pasa por la definición de sus liderazgos internos, pero que no nos quepa duda vendrá a utilizar todos los resquicios constitucionales y legales para promover la presión social, incluso aprovechando los reclamos de lo que ellos denominan “chavismo popular”, para promover la desestabilización social, política y militar en procura de restaurar el régimen oligárquico burgués. Este objetivo estratégico de la contrarrevolución encuentra un marco de limitaciones objetivas y subjetivas en la misma medida que no logra superar un conjunto de debilidades políticas y orgánicas que le impiden, en la actualidad, poner en serio riesgo el proceso de cambios, entre las que se cuentan: la división, dispersión y confrontación interna, la falta de cohesión programática, el desgastado liderazgo que no logra alcanzar niveles de legitimidad social.

Forma parte de esta estrategia oposicionista la línea de acercamiento que propicia el imperialismo Estadounidense, no solo en forma directa sino a través de otros presidentes latinoamericanos (hasta ahora visualizamos principalmente a Uribe y Alan García) y europeos, con el objeto de lograr flexibilizaciones en la línea política central que orienta el proceso y facilitar la cooptación de cuadros de su propio seno.

V.- El Partido de la Revolución

Básicamente, se trata de que desde un Estado burgués como el que aun pervive en Venezuela, no se puede dirigir la revolución. Históricamente este Estado no es capaz de negarse a sí mismo, y además de su carácter y esencia, se encuentra en una situación de creciente descomposición. Éste, por tanto, es un Estado que aun no es revolucionario, por cuanto mantiene su naturaleza y valores burgueses.

Lo anterior demanda la existencia y acción de una vanguardia revolucionaria, que dirija organizada, colectiva y cohesionadamente el esfuerzo creador de las masas. Que propugne valores, principios y conductas dirigidas a superar la hegemonía cultural burguesa dominante. Que coadyuve en conjunción con el colectivo popular organizado en el ejercicio del control social y político del proceso entendido como totalidad.

Es en este contexto, en que además se ejercita predominantemente, en forma casi exclusiva, una dirección individual del proceso revolucionario desde instancias gubernamentales, en que el presidente Chávez presenta la propuesta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Ciertamente, la revolución, en tanto hecho esencialmente político, demanda un órgano de dirección revolucionaria capaz no sólo de arrebatarle ese liderazgo al Estado burgués, sino de destruirlo y construir un Estado de4mocrático popular revolucionario.

Ese órgano político es necesariamente un Partido, integrado por cuadros revolucionarios y revolucionarias, que visualice, conceptualice y establezca determinaciones integrales, totalizadoras y de conjunto con respecto a la sociedad y no sectoriales como acontece con las visiones que, en general, aprecian desde una posición de grupo (un ministerio o instituto) las tareas que deben acometerse, a la vez que, lógicamente, justifican acríticamente su propia actuación.

El Partido que pueda asumir este rol debe ser capaz, como vanguardia política de la revolución, de generar un enfoque global del proceso sociopolítico, que le permita articular a las masas y facilitarles no solo el control del Estado sino el ejercicio del poder directo sobre y desde las esferas estatales.

VI.- La decisión del Comandante Chávez

Con fecha 15 de diciembre de 2006, en el acto de homenaje a las escuadras, pelotones y batallones del Comando Miranda, que se efectuó en el Teatro Teresa Carreño, el presidente Chávez lanzó el decreto constitutivo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En general, de dicha exposición se desprenden los siguientes planteamientos políticos:

Decreta, en su condición de Presidente del MVR, la disolución del Movimiento Quinta República, previa explicación de que cada momento histórico demanda un nuevo instrumento político.
El PSUV se constituye a partir de las escuadras, pelotones y batallones, por tanto no debe permitirse la disolución de ninguna de estas instancias. Se orienta a los y las comandantes de éstas a levantar el censo de militantes, simpatizantes y amigos y amigas, para conocer y organizar la base organizativa del Partido.
El PSUV será una organización política democrática. Sus dirigentes serán electos en forma directa por la militancia.
Su programa es el socialismo etno-indígena, cristiano y autóctono, al cual incorpora referencias marxistas.
Invitó a los demás Partidos a discutir su decisión y a participarle lo que decidan, afirmando que en base a su experiencia pasada una discusión sobre el tema es una pérdida de tiempo y él no tiene tiempo para perder en esas discusiones.
Afirmó que el Partido que no decida disolverse e incorporarse al PSUV queda en libertad de seguir su camino, pero que saldrá del gobierno. Quiero gobernar con un solo Partido, enfatizó.
Prometió que la nueva dirección del PSUV no estará conformada a dedo ni por los mismos viejos dirigentes de los Partidos y no aspira verse en una mesa sentado con las mismas caras, porque sería una burla.
Invitó a todos los sectores a incorporarse al PSUV: pueblos indígenas, trabajadores y trabajadoras, profesionales y técnicos, jóvenes, mujeres, empresarios nacionalistas, campesinos y campesinas.
Informó que hay un equipo que viene trabajando con él en esta tarea y se encargará de coordinar el proceso en forma directa con las escuadras, pelotones y batallones.

En intervenciones posteriores efectuadas durante la primera quincena del mes de enero de 2007, el presidente Chávez, a la vez que ha ratificado su decisión de conformar dicho Partido Socialista Unido de Venezuela o de la Revolución, ha entregado nuevas opiniones en cuanto a la necesidad de discutir democráticamente su planteamiento en el seno de todas las organizaciones del proceso, precisando que dicho objetivo requiere ser conversado, discutido y acordado.

En una primera aproximación al carácter y contenido de clase del PSUV, con la lectura que realizamos de las intervenciones del presidente Chávez, podríamos indicar que el mismo cuenta entre sus características con las siguientes:

Un gran Partido de masas, que intenta integrar orgánicamente a todos los movimientos sociales y agrupaciones políticas, a todos los ciudadanos y ciudadanas sin distingo de ideología que se identifican con Chávez, iniciando por aquellos que estuvieron articulados en la estructura del Comando Miranda a nivel de escuadras, pelotones y batallones.
Un Partido policlasista, que incorpora en su seno a ciudadanos y ciudadanas provenientes de las distintas clases y capas sociales que deseen integrarse, que con ellos y ellas se integran también las ideologías, postulados y cultura política en las que fundamentan su práctica concreta, reproduciendo en su seno los antagonismos de las diversas clases.
Un Partido cuyo carácter ideológico se expresará mayoritariamente en la identidad con el líder, en las ideas que conforman el árbol de las tres raíces, pero que también contará con una franja de militantes con conciencia antiimperialista y hasta marxista.

VII.- Lo que hemos venido planteando desde el PCV

Como es del conocimiento general, numerosos Partidos y movimientos que apoyan al Comandante Chávez han informado su inmediata adhesión a dicha decisión y, consecuencialmente, la disolución de los mismos, posición que saludamos toda vez que contribuye a facilitar los procesos de integración de fuerzas sociales y políticas ideológicamente afines.

El Partido Comunista de Venezuela (PCV), en cumplimiento de sus principios y normas de vida interna, heredero de una cultura comunista que privilegia el debate y las decisiones colectivas, decidió en sus organismos de dirección nacional, desde un primer momento, adelantar la más profunda discusión interna en el marco de un proceso congresual que defina la postura oficial de la organización.

En lo que respecta a la construcción del instrumento ideológico, político y orgánico de la revolución, nos hemos pronunciado en diversas oportunidades en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), afirmando que es oportuno, pertinente y necesario avanzar en la construcción de la vanguardia colectiva y unificada de la revolución.

Demanda en tal sentido presentamos ya para el año 1998-99, cuando planteamos que el “Polo Patriótico” se transformase en un frente político y social, con normas precisas de funcionamiento y una instancia colectiva de dirección, que permitiese transitar desde la unidad de acción el camino de la unidad orgánica. Igual planteamiento levantamos con los llamados Comando Ayacucho y Comando de la Revolución. En todas las oportunidades no recibimos respuesta del liderazgo del proceso, ni mucho menos acciones concretas en la dirección planteada.

Partimos de la convicción de que un proceso revolucionario sin la existencia de un Estado Mayor, de una dirección colectiva y unificada, pese a las inmensas cualidades del líder, no está en condiciones de cohesionar las fuerzas, alinearlas en la dirección principal de la acción, dirigir y controlar el plan concreto de acción política y, en consecuencia, adelantar las tareas que demanda dicho proceso.

Por tanto, respaldamos por principio y necesidad política objetiva de la revolución el planteamiento formulado por el Comandante Chávez, en el entendido que a partir de éste se abría un fructífero debate ideopolítico y orgánico que debía llevarnos a un Congreso Ideológico en el cual se perfilasen las bases ideológicas, programáticas y orgánicas de la nueva organización, que debía ser el producto de la más amplia discusión democrática en el seno de las organizaciones y del conjunto del pueblo.

Ese debate, a su vez, nos permitiría abordar en profundidad el tema del Socialismo, que es uno de los objetivos fundamentales, estratégico, de nuestra existencia en tanto Partido Comunista, así como un imperativo histórico de la revolución de liberación nacional.

Manifestamos que la construcción de este Partido implica un proceso, expresado en una gran movilización ideológica que requiere fuerza, madurez y voluntad política, que al definir el perfil conceptual de la organización prefigure la condición de militante, entendiendo que un Partido revolucionario debe estar formado por revolucionarias y revolucionarios.

Este proceso implica maduración y culminación de fases que deben desarrollarse: 1) Definición del carácter ideológico del Partido; 2) Determinación de su programa; 3) Definición de su línea política (táctica); 4) Forma y principios organizativos; 5) Carácter de cuadros y de masas del Partido; 6) Su disciplina, deberes y derechos; 7) Carácter revolucionario y de clase de la organización. Estos son aspectos fundamentales que debían darse en el debate que en su momento planteó el Presidente Chávez.

De la misma manera se considera que la propia composición del Partido exige un nivel de depuración, pues no es posible aceptar en calidad de militantes personas de conductas corruptas, burocráticas o ajenas al proyecto estratégico de país, que es el socialismo.

Afirmamos que para el Partido Comunista de Venezuela, la iniciativa presidencial, dada nuestra concepción marxista-leninista, fundamentada en el centralismo democrático, exige el mayor debate interno dentro de la organización, de los colectivos de la Juventud Comunista y fuerzas amigas del movimiento popular y revolucionario para tomar una decisión final en un Congreso nacional partidista.

Consideramos que el proceso avanzaría en base a una metodología sustentada en la conformación de una instancia unitaria que, liderada por el Comandante Chávez, impulsaría la creación de los espacios para el debate y la construcción colectiva, cuya primera fase culminaría con la realización este año del Congreso ideológico propuesto por el Presidente, para definir el rumbo de la nueva organización, su carácter y forma organizativa y para su estrategia y su táctica.

Ello implicaba la conformación de espacios de articulación en todos los niveles y esferas de la sociedad, tanto en lo territorial como sectorial, en cuyo seno y de cara a las masas populares se desarrollaría un proceso de intenso y fructífero debate de las tesis de los diversos movimientos. Constituir una organización con cuadros y activistas de diversas agrupaciones exige un nivel de encuentro en lo concreto, reconocimiento e incluso construcción de afectos mutuos.

VIII.- El Partido que necesitamos para avanzar hacia el Socialismo

El PCV es consciente que en una sociedad dividida en clases (y Venezuela lo es), los Partidos políticos representan los intereses de esas clases y que tales Partidos son las herramientas más importantes para la lucha por acceder al poder o por mantenerse en él. La importancia de esto ha quedado demostrada en más de ocho elecciones que han sido ganadas a la oposición, elecciones en las cuales el papel fundamental de organización, movilización y legitimación ha Estado a cargo de dichos Partidos.

La existencia de Partidos políticos está vinculada a la división de la sociedad en clases y a la heterogeneidad de éstas, a las diferencias de intereses de las clases y los grupos que las forman. El Partido político es uno de los instrumentos más importantes de los que una clase (o uno de sus sectores) utiliza para combatir por sus intereses.

La Primera Conferencia Nacional del PCV, llevada a cabo en 1937, estuvo signada por el dilema de ser un Partido con claro perfil clasista, asumiendo el Marxismo-leninismo, como nuestra base ideológica y orgánica y como teoría para la praxis revolucionaria y la transformación de la sociedad capitalista en sociedad socialista o nos manteníamos militando al interior de los Partidos policlasistas.

En aquel histórico debate optamos por “Dar la cara”, asumiendo el reto de transitar y asumir consecuentemente las diversas formas de lucha que nos demandó la historia en procura de los objetivos que nos planteamos: ser parte de la vanguardia colectiva de la revolución venezolana, aportando nuestro esfuerzo y voluntad consciente en la lucha por liberar a la patria de la dominación oligárquico-imperialista y romper las cadenas de la explotación capitalista, contribuyendo a la definitiva liberación de la clase obrera y con ella de toda la sociedad, y avanzar en la construcción del Socialismo.

Cuando afirmamos nuestra voluntad consciente de transitar un camino de unidad orgánica de las fuerzas revolucionarias y populares, sin hacer dejación de nuestros principios fundamentales y nuestros objetivos estratégicos, nos estamos pronunciando por un instrumento revolucionario que tenga en cuenta que para construir la nueva sociedad requerimos de un Partido con las siguientes características:

En lo ideológico:

En virtud de la amplia gama de postulados teóricos o la ausencia de estos en las fuerzas “chavistas”, se prevé una larga discusión teórica. A pesar de ello, su definición es de vital importancia. Para nosotros, los comunistas, es evidente que, partiendo del carácter antiimperialista y el rumbo socialista de esta revolución, el partido socialista unido debe fundamentarse en el marxismo -en el entendido de que ser marxista en los actuales momentos significa, a su vez, ser leninista. Asimismo, el fundamento ideológico debe recoger lo más avanzado del pensamiento revolucionario de nuestro pueblo, empezando por el bolivarianismo. Pero la esencia ideológica debe ser el marxismo.

Este planteamiento es producto de una realidad ampliamente comprobable a lo largo de la historia que indica, que solo el marxismo da respuestas científicas a la búsqueda de estrategias para derrotar al capitalismo y construir una sociedad socialista.

La constitución del partido debe representar el rompimiento definitivo con toda manifestación de reformismo y colaboracionismo de clase, con proyectos socialdemócratas de maquillaje de un sistema de injusticias, que proponen cambios subalternos que dejen intacta su esencia explotadora. Este programa debe también constituir la superación de concepciones nacionalistas que ofrecen respuestas parciales a los problemas del desarrollo social en la actualidad.

Bajo cualquier circunstancia, se debe tratar de un partido ideológicamente unido

En lo programático:

La definición del fundamento ideológico debe ir de la mano con la formulación de un programa revolucionario que tenga como objetivos estratégicos la lucha antiimperialista con una definida orientación socialista.

En relación a las vías para alcanzar esas metas, en la identificación de las contradicciones del proceso, en la forma de abordar la lucha en el momento concreto, en el contenido que se le da a estos objetivos, en su caracterización conceptual, debe existir una orientación consecuentemente revolucionaria para la acción transformadora. Se deben garantizar claridad y objetividad en la formulación de políticas y vías para alcanzar los objetivos estratégicos. Debe existir una absoluta coherencia entre la doctrina, la línea política y las propuestas programáticas.

En tal sentido, la discusión en torno a la definición del socialismo del siglo XXI es de crucial importancia porque sintetiza el complejo de objetivos que perseguimos. Al respecto, presentamos más adelante en este documento los rasgos fundamentales de ese socialismo desde la óptica de los y las comunistas venezolanos/as.

En lo organizativo:

A este debate, los comunistas traemos la propuesta leninista de organización. Pensamos que sin unidad interna, sin centralismo democrático, sin disciplina revolucionaria, sin identificación plena con una línea política, sin crítica y autocrítica, sin dirección colectiva, sin presencia orgánica en el seno de las masas, no será posible construir la vanguardia de la revolución bolivariana y avanzar en su perspectiva socialista.

El partido de la revolución no puede constituir un híbrido de organizaciones partidistas, una amalgama de estructuras, aunque es preciso advertir que, al menos al inicio, será difícil evitar la actuación de grupos, corrientes y fracciones internas. Este no es el mejor de los escenarios, pero es una posibilidad real.

En tal sentido, la tarea de quienes coincidimos en un partido orgánicamente unido, sin fisuras ni fracciones, consistirá en explicar que la unidad tiene algún sentido sólo si es consecuente con los objetivos estratégicos.

Por supuesto, la unidad no excluye la posibilidad y necesidad de discutir y debatir siempre sobre la base de los principios democráticamente a todos los niveles y a profundidad los asuntos que aquejan al partido y a la sociedad en su totalidad. Pero una vez tomada la decisión se deberá garantizar la unidad de acción.

¿Partido de “masas” o de “cuadros”?

Este partido deberá estar conformado por los mejores cuadros de la revolución, por sus mejores exponentes, los/as más claros/as ideológicamente, los/as más honestos/as y los/as más abnegados/as, los/as que cumplan con las mayores exigencias en cuanto a la conciencia revolucionaria, la disciplina, la actuación práctica y, por supuesto, la ética. El fundamento ético del partido será de fundamental importancia para cumplir con su misión de dirigir al pueblo venezolano en la construcción del socialismo.

No tiene que ser necesariamente un partido muy numeroso para que pueda cumplir con su misión. Debe predominar la calidad. Esto significa que no todos podrán ingresar. Deberán existir criterios y parámetros para la incorporación, lo cual permitiría la depuración de las fuerzas revolucionarias de arribistas, burócratas, corruptos.

De tal manera que lo que estamos proponiendo es un partido revolucionario de cuadros y de masas, en el sentido que sus miembros serán cuadros probados de la revolución que, en un contexto de desarrollo de la conciencia revolucionaria del pueblo como el actual, permitirá la conformación de un destacamento numeroso de militantes. La masificación de los cuadros se irá incrementando al calor de las luchas de clases, lo cual permitirá el engrosamiento de sus filas.

La actuación revolucionaria.

El partido socialista unido tendrá como principal tarea conquistar la vanguardia de las luchas populares y, de esa forma, nutrirse de lo mejor de sus representantes, lo que a la postre significaría un enorme salto cualitativo en términos del fortalecimiento de la revolución venezolana.

El partido debe ser una manifestación consecuente de la unidad entre teoría y práctica revolucionaria. No puede ser un proyecto político basado en la formulación de estrategias acertadas, de propuestas inobjetables desde el punto de vista de los retos que enfrenta la revolución, pero que en su accionar se encuentra divorciado de aquellos.

Debe garantizar la ejecución de una gestión ajustada a los principios programáticos, evitando cualquier fricción y contradicción entre las medidas adoptadas y los intereses fundamentales del pueblo. No podrá seguir los pasos de partidos que se autodenominaron (y autodenominan) populares que instrumentan gestiones gubernamentales que lesionan los intereses del pueblo, vergonzosos muros de contención de la protesta popular.

Un elemento muy significativo en este contexto lo representa el rol del partido de la revolución en la construcción del Estado democrático popular revolucionario.

El partido debe exhibir un accionar en el actual período de transición al socialismo, que permita inclinar la balanza en la lucha por el control del poder político a favor de las fuerzas más consecuentes de la revolución bolivariana. Este partido debe ser un destacamento fundamental en la construcción del Estado socialista.

El apoyo popular capaz de desplegar el partido de la revolución no sólo depende de la buena gestión administrativa al frente del gobierno a todos los niveles, luchando contra la corrupción, la ineficiencia, el burocratismo.

Más aún, este debe convertirse en un modelo de eficiencia revolucionaria en todos los frentes de las luchas populares. Se tienen que establecer las más estrechas relaciones con las masas populares. En estos momentos no hay organización política capaz de hacerlo, por lo que se torna inaplazable la tarea de crear la estructura de dirección de las masas.

El partido no será una alcabala de las instancias del poder ni intermediario en su ejercicio, sino el principal promotor de la participación democrática de las masas mediante la educación y organización del pueblo, todo ello en función de desarrollar el poder popular, convertir al pueblo en protagonista conciente de la construcción de la nueva sociedad. En una revolución pacífica y democrática como la nuestra, este elemento adquiere un valor especial, pues no es la violencia revolucionaria la que establece el nuevo orden mediante la imposición abrupta de nuevas realidades, sino el constante accionar revolucionario del pueblo trabajador organizado, lo que permitirá el desplazamiento progresivo de las viejas estructuras.

El carácter de clase.

Al referimos a la vinculación con las masas, tenemos que hacer un énfasis especial en el vínculo con la clase obrera. Si nos planteamos erradicar el capitalismo, debemos convertirnos en la organización política, en el interprete genuino de los intereses de la clase social que, por su posición en la estructura socioeconómica no sólo resulta directamente afectada por la explotación capitalista y, por lo tanto, objetivamente interesada en la supresión de la esclavitud asalariada, sino que con la consecución de este último objetivo libera al resto de la sociedad del régimen de explotación, pues al estar desprovista de medios de producción, objetivamente no aspira a conquistarlos para la explotación de otras clases sociales.

Esta clase social no es otra que la clase obrera, por lo que el partido de la revolución deberá ser por su contenido, por su política, por su composición, por su ideología, por los intereses que encarna el partido de la clase obrera y de todo el pueblo trabajador. Por supuesto, a este partido también entrarán miembros de otras clases y capas de la sociedad, pero los intereses que éste encarnará deberán ser los de la clase obrera, si queremos ser consistentes con el objetivo programático de naturaleza estratégica que perseguimos: el socialismo.

Este contenido clasista bien definido del partido socialista unido es una necesidad histórica y no está reñido con el carácter antiimperialista de la revolución bolivariana en la actualidad. Esta fase de nuestra revolución exige, efectivamente, una amplia alianza de clases y factores en torno a los objetivos de la liberación nacional. Aprovechar todas las contradicciones y divergencias que puedan existir entre sectores de la burguesía grande y pequeña, por un lado, y el imperialismo, por el otro, es una de las tareas primordiales, pero esta alianza no debe producirse en el seno del partido de la revolución, especialmente cuando reconocemos que el rumbo de esta revolución apunta al socialismo.

Esto implica que entre las tareas de mayor trascendencia del partido socialista unido, se encuentra el diseño de una política capaz de conquistar el movimiento sindical para adecentarlo, para erradicar los enormes vicios incubados como consecuencia de las tremendas perversiones del reformismo, de las prácticas desarrolladas por los sindicatos patronales y de los efectos del clientelismo, para romper definitivamente con su atomización, para convertirlo en una fuerza de primera línea en la construcción de una nueva sociedad.

El partido no puede convertirse en un partido policlasista. Las limitaciones de este tipo de partido son ampliamente conocidas en nuestra historia: se diluye el carácter revolucionario del partido, se subordinan los intereses anticapitalistas del pueblo trabajador a los intereses del capital sobre la base de reacomodos, concesiones y dádivas, se suplanta la lucha de clases como mecanismo de transformación por la conciliación de clases con la finalidad de estabilizar el sistema, se sustituye la revolución por la reforma, se desdibuja el horizonte histórico socialista, con el cual solo la clase obrera está orgánicamente vinculada.

Las amplias alianzas clasistas tendrán otros escenarios distintos al partido, como por ejemplo, los frentes.

Uno de los muchos aspectos que involucra el contenido clasista del partido es su carácter internacionalista. La clase obrera es una clase social con poderosas ramificaciones a lo largo del planeta y, de la misma manera, con una plataforma internacional de lucha contra la dominación planetaria del capitalismo. En el contexto actual de la expansión global de las corporaciones trasnacionales con devastadoras repercusiones en los pueblos del mundo, esto juega un rol de primer orden. De tal forma que deberán existir no sólo relaciones de amistad con los destacamentos de trabajadores en todo el mundo, sino una amplia coordinación de acciones conjuntas en contra de la dominación imperialista.

El debate.

Estos son elementos que consideramos de fundamental importancia para el diseño del partido que requiere la revolución venezolana, los cuales sometemos a la más amplia discusión del pueblo bolivariano y, especialmente, de nuestros aliados, confiados en que la racionalidad revolucionaria, y no la fortaleza electoral, se impondrá en la búsqueda de consenso.

En todo caso, la construcción del nuevo partido no será un acto único, sino un proceso muy dinámico.

En síntesis:

Un Partido selectivo, integrado no por quienes lo deseen solamente, sino por las mujeres y los hombres que cumplan con un determinado perfil para convertirse en cuadro revolucionario, lo cual implica valores ético-morales, principios y conductas en correspondencia con la nueva sociedad socialista que luchamos por construir.
Un Partido construido al calor de la lucha de las masas, en consulta abierta con ellas, en cuyo proceso se exprese la más amplia crítica y autocrítica.
Un Partido al cual se pertenezca no por simple voluntariedad, sino por meritos, al cual sea difícil entrar por sus elevadas exigencias de cualidades morales hacia sus integrantes y que por esa razón sea aun más difícil mantenerse en sus filas.
Un Partido que exija a sus miembros como único privilegio ponerse a la vanguardia en las diversas luchas de clases.
Un Partido que sepa aplicar con suficiente rigor y flexibilidad, según las circunstancias, el principio del centralismo democrático y que jamás lo convierta en centralismo burocrático.
Un Partido con elevada capacidad crítica y autocrítica, individual y colectiva.
Un Partido cuya autoridad esté sustentada en el carácter ejemplar individual y colectivo de sus integrantes.
Un Partido que asuma a las organizaciones sociales como sujetos activos de participación, protagonismo y transformación revolucionaria de la sociedad y no como simples instrumentos de aplicación de las definiciones que establezcan sus órganos dirigentes y militancia.
Un Partido que tenga como fundamental misión la promoción de la educación, formación, organización y participación del pueblo para su autogobierno Socialista. Que combine la teoría con la práctica revolucionaria.
Un Partido que vele en primer lugar por los intereses generales del pueblo venezolano y se proponga eliminar todas las formas de explotación del ser humano engendradas por la sociedad dividida en clases, particularmente las generadas por el capitalismo.
Un Partido con capacidad práctica y teórica para proponer y convencer de la justeza del proyecto Socialista para el pueblo venezolano. Que se haya forjado en las luchas del pueblo, compartido sus sacrificios, sus triunfos y sus derrotas.
Un Partido con sólida unidad ideológica, política y orgánica.
Un Partido con clara definición de carácter estratégico, cuyo programa se haya confrontado y se confronte en la dura lucha de clases.
Un Partido internacionalista que de y reciba la solidaridad de las fuerzas progresistas y democráticas del mundo.
Un Partido con dirección colectiva, definida ideología Marxista-leninista, fuente de inspiración incluso de la teología de la liberación y método del conocimiento que ha probado históricamente ser la más consecuente para aproximarse al conocimiento de la realidad y transformarla.
Un Partido con clara definición de clase y con capacidad de liderar los procesos de liberación del pueblo, sus aliados y a la patria.
Un Partido con independencia frente al Estado y a la burguesía.

IX Tesis Programáticas del XII Congreso Nacional del PCV

El socialismo es una formación socioeconómica que tiene una serie de rasgos generales pero que, en su concreción práctica, tiene que considerar las condiciones históricas, la totalidad de condiciones objetivas y subjetivas concretas, imperantes en cada uno de los países.

En cuanto a sus rasgos generales tenemos:

a) la socialización de la propiedad sobre los principales medios de producción, sin que se excluya la posibilidad de convivencia de otras formas de propiedad, social o privada;

b) el régimen político debe estar caracterizado por la democracia socialista, esto es, un sistema de amplias libertades políticas y civiles, que le permitan al pueblo una intensa y amplia participación en la toma de decisiones y en la concreción de las mismas a todos los niveles gubernamentales;

c) el Estado debe adquirir un nítido carácter socialista. Esto significa que el desarrollo del poder popular conduzca a su fusión con el ejercicio del poder desde las estructuras del Estado. En pocas palabras, el Estado socialista como forma de realización del poder popular;

d) el desarrollo de una verdadera revolución cultural, que tenga como centro el marxismo y otras corrientes del pensamiento revolucionario y progresista, nacional e internacional;

e) la presencia de una verdadera vanguardia revolucionaria que sirva de guía al pueblo en la construcción de ese sistema social;

f) el despliegue de los mecanismos de defensa militar y político-militar de las conquistas revolucionarias.

En tal sentido, la transición al socialismo en Venezuela, proceso que se concretará a partir del impulso de las luchas de la clase obrera y demás sectores populares, requiere de las siguientes condiciones:

a) desarrollo de la vanguardia política de la clase obrera;

b) conquista del poder político a través del Estado por parte del pueblo trabajador;

c) desarrollo de las fuerzas productivas, especialmente en la industria, con la finalidad de desplegar la base material de la sociedad y desarrollar a la clase obrera como clase social fundamental en el tránsito al socialismo;

d) fortalecimiento de la propiedad estatal como expresión futura de la propiedad socialista;

e) debilitamiento y posterior supresión de los mecanismos de explotación y dominación imperialista;

f) instauración de mecanismos de planificación de la economía nacional, que estén en capacidad de controlar las fuerzas del mercado;

g) erradicación de las relaciones de producción latifundistas en el campo;

h) desarrollo de la educación del pueblo trabajador para colocarlo en capacidad de dirigir política y económicamente a la sociedad;

i) estímulo a formas de propiedad social, que en una primera fase adoptará formas colectivas como las cooperativas, la cogestión, la autogestión, etcétera.;

j) integración económica sobre la base de la cooperación con economías de la región latinoamericana y del Caribe;

k) fortalecimiento de la capacidad de defensa del gobierno revolucionario.

Uno de los aspectos más relevantes de la transición tiene que ver con el contenido, ritmo, forma y tiempo de duración. Es decir, la esencia e intensidad de los cambios en ese período, los mecanismos concretos para transitarlo y los espacios de tiempo requeridos. Estos aspectos expresan claramente la dialéctica existente entre las leyes generales de la transición, por una parte, y las condiciones históricas de su materialización, por la otra. En tal sentido, podríamos destacar un grupo de factores que inciden en buena medida en estas variables:

a) el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas;

b) el grado de desarrollo de la clase obrera y de su vanguardia revolucionaria;

c) el grado de descomposición de la clase dominante y sus instrumentos de dominio;

d) los niveles de resistencia a los cambios hacia el socialismo por parte de la reacción;

e) los niveles de dependencia y formas de intervención del imperialismo;

f) los niveles culturales y educativos alcanzados por el pueblo;

g) la situación económica, tanto en lo estructural, como en lo coyuntural;

h) el desarrollo alcanzado por la propiedad estatal y colectiva.

IV y V Plenos del Comité Central

del Partido Comunista de Venezuela (PCV)

Caracas, 21 de diciembre de 2006 y 18 de enero de 2007

Segundo congreso de la UST: un paso más en la construcción del partido revolucionario

17 de Abril de 2013 El pasado 16 y 17 de marzo la Unidad Socialista de los Trabajadores, sección salvadoreña de la LIT-CI, realizó su segundo congreso como parte fundamental del proceso de construcción de una nueva alternativa clasista, revolucionaria y socialista, para la clase trabajadora de nuestro país.

Lo consideramos como un nuevo paso hacia adelante en la construcción de nuestra organización; la presencia de militantes de diferentes departamentos del país, puso de manifiesto el entusiasmo y convicción con la cual encaramos esta gran tarea.

Como parte de nuestra tradición internacionalista, contamos con la participación de delegados de los partidos hermanos de la región; el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) de Honduras, el Partido de los Trabajadores (PT) de Costa Rica y delegados de la LITCI, quienes fueron parte de las discusiones que se dieron en el marco de los documentos políticos y programáticos del congreso.

Las principales discusiones

Una de las discusiones centrales del congreso fue la caracterización y el balance del gobierno Funes-cúpula FMLN durante estos 4 años de gobierno. Pese a las ilusiones que ha despertado en las mases, y de proclamarse como profundamente opuesto a los mandatos del partido ARENA, su mandato ha comprobado que es claramente un gobierno burgués.

Luego del desgaste del proyecto tradicional burgués arenero, este gobierno ha servido para que la burguesía implementara políticas que en un gobierno burgués normal no podía, como la militarización de las cárceles y del país en general, incrementar los impuestos, atacar las mínimas conquistas y derechos de los trabajadores con reglamentos como el de recursos humanos para el Ministerio de Salud y el actual paquetazo de leyes, entre las que destaca el Anteproyecto de Ley de la Función pública.

Otro tema importante el cual se plasmó en el debate y en el documento nacional fue las repercusiones de la crisis económica mundial en El Salvador. La dolarización, las consecuencias de la implementación del TLC con EE. UU., así como la grave crisis financiera del Estado, han profundizado la dependencia y el carácter colonial de la economía salvadoreña, el alza generalizada en el costo de la vida para los trabajadores, pero a su vez se han aumentado las ganancias de los empresarios y las transnacionales.

En relación con la dinámica del movimiento de masas, concluimos que después de más de cuatro años de gobierno de Funes- FMLN, este ha hecho retroceder las luchas de todos los sectores populares, ocasionando que no se vivan en el país grandes movilizaciones por la defensa de los derechos de la clase trabajadora; este retroceso se debe a que en primer lugar el gobierno se aprovechó de las ilusiones para anestesiar al movimiento de masas que venía en ascenso y en segundo lugar creó las mesasde negociación con sindicatos y organizaciones populares, donde ha diluido las movilizaciones, desgastado dirigencias y generado cansancio y frustración de las bases.

Otra discusión de mucha importancia tiene que ver con la reorganización del movimiento de masas, la cual tiene su reflejo en la formación de una pequeña vanguardia de sindicatos, la cual se ha mantenido en la lucha y que, como decíamos, se expresa en la creación de organizaciones como la Coordinadora Sindical Salvadoreña.

Algunos elementos de balance en nuestra construcción

Es importante destacar que, pese a los altibajos que hemos tenido, nos hemos mantenido firmes en la batalla contra el oportunismo y el sectarismo, lo cual se refleja en el mantenimiento de una política principista frente al gobierno de frente popular. Esto no es cosa menor: ante la presión de un gobierno que se reivindica de izquierda, nuestra organización mantuvo una política independiente y de denuncia del carácter antipopular y antiobrero, cuando buena parte de esa izquierda capitulaba a su proyecto político de conciliación de clases.

Esto, por supuesto no se ha hecho en abstracto: sabemos que cualquier partido trotskista serio y consecuente debe volcarse hacia el movimiento de masas a desarrollar y construir su programa con los sectores explotados. Por eso nuestra organización, con todas sus debilidades, ha sido partícipe en este periodo del incipiente proceso de reorganización a nivel sindical, expresado en la Coordinadora Sindical Salvadoreña (CSS). En este espacio es vital en un marco de agravamiento de los ataques por parte del gobierno y de traición de las cúpulas sindicales; por eso continuaremos apoyando y fortaleciendo la CSS como alternativa clasista e independiente a la patronal y a la burocracia.

Tareas y resoluciones del II congreso.

Uno de los mayores éxitos del congreso lo constituyen sin lugar a dudas, el poder discutir fraternalmente y votar de manera democrática las tareas organizativas y políticas desprendidas del análisis que hacíamos de la situación de la realidad nacional, es decir, el qué hacer ante esta realidad. Por eso, hubo acuerdo en que la principal tarea del partido para el próximo periodo es la lucha por la independencia de clase, política y sindical, tanto a nivel propagandístico como en las luchas concretas, en la organización sindical, en el ejercicio de la democracia obrera, en las elecciones burguesas, es decir en la lucha política y demás terrenos específicos.

Otra tarea importante se relaciona con la respuesta de la clase trabajadora a los distintos aspectos de la crisis que se está descargando sobre sus hombros; en este sentido, la necesidad de construir y discutir un plan obrero y popular ante la crisis capitalista se hace urgente. Dicho plan debe incluir los siguientes elementos: aumento general de salarios, moratoria al pago de la deuda externa, estatización de empresas privatizadas, defensa del derecho de huelga y organización sindical, entre otras medidas.

Por otro lado, las principales resoluciones se enfocaron en lo siguiente:

● Luchar junto con los sindicatos para promover y fortalecer espacios unitarios del movimiento de masas, dotándolos de un programa clasista, independiente y de lucha, para que se conviertan en un polo alternativo para organizar al sindicalismo clasista y aquellas organizaciones que enfrenten al gobierno y rompan con su política.

● Promover la defensa de los derechos de los estudiantes y la creación de asociaciones estudiantiles de manera democrática y con participación de las bases estudiantiles, teniendo como base la construcción de un tercer polo estudiantil independiente del gobierno y la derecha. Este polo se abocará, entre otras cosas, a defender la educación pública, gratuita y de calidad, así como la alianza obrero estudiantil.

● Se impulsará la conformación de secretarías de mujeres en los colectivos y asociaciones estudiantiles y sindicatos con el objetivo de incorporar las demandas de las mujeres en nuestro programa y acción cotidiana hacia el movimiento de masas, de modo que permita combatir el machismo y la opresión al interno de las organizaciones de la clase trabajadora y en el conjunto de la sociedad.

● De cara a los procesos electorales presidenciales del 2014 y legislativos del 2015, se acordó iniciar la discusión a lo interno del partido, que lleva a la caracterización concreta de dichos escenarios y defina las tácticas más apropiadas para la intervención.

El congreso sin duda fue un paso hacia adelante con miras a fortalecer nuestra organización, la cual, tiene como referente obligado a la LIT-CI. Por eso, al concluir el siempre emotivo canto a la internacional, nos vamos con la claridad de que, de la mano con las tareas de construcción de la UST, está la construcción del partido mundial que luche por la revolución socialista.

Movimientos electorales y correlaciones políticas (Parte I)

7 de Mayo de 2013. En la campaña electoral funcionan dos agrupamientos. En el primer agrupamiento actúan dos grandes tiendas constituidas por ARENA y el partido FMLN. ARENA expresa a una oligarquía decadente y el FMLN a una burguesía emergente. Ambos de derecha y compartiendo la búsqueda del control del aparato del Estado, toda vez que siendo sectores empresariales, necesitan del aparato estatal para asegurar la buena marcha de sus negocios. Volveremos sobre esto más adelante.

El segundo agrupamiento, constituido por el Movimiento Unidad y la candidatura del ex presidente Tony Saca, constituye la posibilidad de un proyecto burgués confrontado con el tradicional proyecto oligárquico.

Históricamente asistimos, muy probablemente, a la finalización del viejo Estado oligárquico montado en nuestro país desde finales del siglo XIX, que se ha mantenido, con algunas modificaciones, década tras década, incluso, con algunas Constituciones Políticas. Al quebrarse el predominio del sector cafetalero y al entrar en crisis planetaria el capitalismo neoliberal y la hegemonía del imperio estadounidense, en nuestro país se derrumba el viejo poder oligárquico y también su Estado y su bloque histórico. Este resulta ser el escenario político en el que se desarrolla la actual campaña electoral, y esto explica, aunque no suficientemente, por qué la confrontación electoral se desarrolla entre 3 proyectos de derecha, sin que juegue, aparentemente, ningún proyecto popular.

Por supuesto que es un momento de contradicciones, y es en este terreno, en el de las contradicciones, donde podemos encontrar las luces necesarias para entender lo que ocurre. Hemos dicho que entre ARENA y el partido FMLN funciona el interés común en el aparato estatal, y no funciona, todavía no, el verdadero interés, consistente en que la cúpula del partido FMLN constituye una nueva clase social burguesa con condiciones de formar una nueva fracción dominante dentro de una clase dominante que continúa pendiente de ser definida.

El final de la oligarquía cafetalera inició un vacío histórico y ese vacío es el que está llenando esta nueva cúpula empresarial partidaria. Hasta ahora, los sectores dominantes habían surgido, movidos por factores externos, vinculados a la tierra y jefeados por grupos familiares de origen extranjero, ya sea europeos o árabes. En el caso de la cúpula del FMLN, se trata de grupos humanos provenientes de la guerrilla del FMLN, que fue un agrupamiento político integrado por comunistas, anticomunistas y no comunistas, con predominancia de clases medias, vinculadas por un proyecto anti dictatorial pero no antisistémico.

Al final de la guerra de 20 años, las organizaciones integrantes se auto disolvieron para formar al partido nominado con el mismo nombre, y así, con el manto heroico de la guerrilla heroica, se hicieron parte del sistema político, sus mayores defensores y usufructuadores. Paso a paso, llegaron a ser una nueva burguesía con fuertes vasos comunicantes clasistas y empresariales que lo vinculan con la oligarquía que habita en ARENA; aunque estos vínculos no sean, por el momento, evidentes para la población ni para los electores, ni para algunos miembros de los dos partidos.

Hay que saber que ninguna de estas dos cúpulas partidarias piensa al aparato del Estado como fuerza subversiva para transformar la sociedad o al Estado mismo. Ambos entienden que se trata del botín a capturar, usufructuar y defender.

El ex presidente Saca significa, hasta ahora, el conflicto entre una cabeza oligárquica y una cabeza burguesa. Este conflicto puede ir más allá de la mera reacción ante la decisión de ARENA de expulsarlo de sus filas. Por supuesto que los alcances y profundidades dependerán de la cabeza política de Saca, de su compromiso, de su decisión de jugar un papel histórico, de sus aliados y alianzas, y de su voluntad o claridad de dejar de ser, en caso de ganar las elecciones, un presidente más, y convertirse en instrumento de transformación.

En este escenario, los candidatos de las dos tiendas electorales son figuras políticas débiles y debilitadas, sin capacidad cohesionadora ni discurso convocante, sin carisma y sin propuestas que anuncien transformaciones; más bien se trata de discursos similares. Aunque el candidato Quijano tiene la ventaja de poder hablar de un gobierno como el actual, caracterizado por la incapacidad y la falta de imaginación y la débil comunicación con las personas de carne y hueso.

En cuanto a Washington, hay que saber que hasta ahora, la Casa Blanca parece inclinarse hacia el entendimiento con sus viejos amigos y conocidos del partido ARENA. El imperio no parece entender el enorme potencial que para sus intereses ofrece la cúpula del partido FMLN.

En cuanto a Saca y su Movimiento Unidad, las encuestas últimas lo favorecen por encima del candidato Sánchez Cerén y cerca del candidato Quijano, aun cuando no se conocen planteamientos programáticos que anuncien un nuevo rumbo para el país, una nueva política o una nueva manera de hacer política. Pareciera que su ventaja depende del repudio ciudadano a las cúpulas arenera y del partido FMLN, y de la cuidadosa campaña que hasta ahora ha llevado el candidato Saca.

50 AÑOS DE REFORMA UNIVERSITARIA NO SON NADA PARA LAS MENTES DOLARIZADAS

1.EL PRIMERO DE MARZO DE 1963, el Dr. Fabio Castillo Figueroa, fue elegido Rector de la Universidad de El Salvador, único centro de estudios superiores que existía en el país desde 1841. Desde su fundación la UES, no había sido reformada en 122 años.

2.EN 1963 LA CORPORACION UNIVERSITARIA eligió Rector, al Dr. Fabio Castillo Figueroa, a fin de que emprendiera el desarrollo académico, renovara la docencia y propiciara con su experiencia de educador universitario, la creación y científica que no se practicaba en la UES, o era casi inexistente.

3.EL NUEVO RECTOR COMPRENDIÓ de inmediato que sobre las precarias bases académico-docentes que había en la UES, sería imposible obtener resultados importantes, sino se reformaba aspectos fundamentales de la misma; era indispensable formar al profesorado en el exterior, con estudios avanzados en ciencias sociales, ciencias naturales y matemática, con nivel científico.

4. EL AÑO 1963 FUE EMBLEMÁTICO en la historia de la educación universitaria de El Salvador. En abril de aquel año, el Consejo Superior Universitario, nombró la Comisión de Reforma Universitaria, que fue integrada por los Doctores, Fabio Castillo Figueroa; Alejandro Dagoberto Marroquín, decano de Humanidades; Mario Flores Macal, Profesor de Derecho; Alfonso Trejos Willis, conocido Educador costarricense; y los representantes de la Asociación General de Estudiantes Universitarios, AGEUS, Víctor Manuel Valle y Albino Tinetti.

5. LOS OBJETIVOS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA fueron expuestos en tres secciones: “A) Sección de reformas pedagógico-técnicas, y comprendía, “Organización y desarrollo del sistema de ciclos; Establecimiento de calendario escolar, uniformidad en todas las facultades; Departamentalización de las facultades; concentración de la Docencia; Nueva orientación de la docencia; Establecimiento del sistema de unidades de mérito, etc.

6. EN LA SECCION B, de Democratización de los servicios universitarios, se planteó la creación del desarrollo de bienestar universitario; Servicio de asistencia a profesores; Oficina central de Becas; Residencias universitarias y comedores.

7. EN LA SECCION C, se planteó una amplia reforma administrativa, empezando por la creación de la carrera del personal administrativo universitario; Reglamentación del sistema de trabajo; Capacitación del personal bibliotecario, etc. “ (Siembra de Vientos, El Salvador 1960-69, Dr. Víctor Valle,( Costa Rica, 1993)

8. AL FINALIZAR EL PRIMER AÑO de la Reforma Universitaria, la UES contaba con la cantidad de 3.263 alumnos, y en al año 1972, nueve años después del inicio reformista, los militares invadieron la UES; ésta ya contaba con 13.000 alumnos, o sea que experimentó un notable crecimiento de 10.000 nuevos alumnos, en los rectorados de los Doctores, Fabio Castillo Figueroa, José María Méndez y Rafael Menjivar. La UES ya había superado el elitismo, y recibía estudiantes de clases pobres.

9. EN EL AÑO 1962 LA UES ofrecía 21 carreras, casi todas liberales o sea que graduaba profesionales para que fueran al mercado a venderle al pueblo, conocimientos aprendidos en la universidad pagada por el pueblo; al momento que los militares invadieron la UES, ya ofrecía 40 carreras balanceadas para el desarrollo nacional de la economía y la sociedad.

10. LA REFORMA UNIVERSITARIA fue la más grande obra académica, educativa y cultural de El Salvador en todo el siglo XX; sin embargo, en el mes de marzo de este 2013, cuando se han cumplido 50 años de aquel gran acontecimiento académico, ni los estudiantes beneficiados con la Reforma que ahora suman alrededor de 50.000, ni los 2.000 profesores, etc., han tenido ni una sola palabra que valore aquellos grandes esfuerzos reformistas que le costaron al pueblo, centenares de vidas de luchadore

s asesinados .

11. USTEDES NO PREGUNTEN en qué lugar se levanta el obelisco conmemorativo de los 50 años del inicio de aquel gran acontecimiento que se denominó Reforma Universitaria, porque no existe eso, ni siquiera existe una placa recordatoria en alguna esquina por tal motivo. Tampoco pregunten qué fue de la autoestima de aquella formidable Comunidad Universitaria de los domingos de trabajo voluntario que encabezó el Dr. Fabio Castillo Figueroa, porque nada de eso existe. Tampoco pregunten ¿qué fue de los valores patrióticos que en el pasado enarboló la UES, donde estudió Farabundo Martí?; aquellos que ayer fueron valores patrióticos para la mayoría de estudiantes, profesores, etc., terminaron siendo artículos de segunda categoría, igual que la moral revolucionaria, en el mercado neoliberal dolarizado. La actual UES, es un fiel reflejo de la putrefacta situación política del Estado salvadoreño y los partidos políticos que lo dominan.

Realizan Dialogo de País por la UES que queremos

CIUDAD UNIVERSITARIA, 3 de mayo de 2013 (SIEP) Trabajadores, estudiantes, docentes y profesionales de la Universidad de El Salvador se reunieron esta mañana en el marco del Diálogo de País que impulsa la fórmula presidencial del FMLN para construir su programa de Gobierno.

La actividad fue inaugurada por el Dr. Julio Oliva, Decano de la facultad de Derecho, quien expresó que “es un honor que realicen esta reunión aquí en esta facultad donde estudio Farabundo Martí, Roque Dalton, Schafik Handal y tantos hombres y mujerea que dieron su vida por los cambios de nuestra sociedad…”

“La Universidad que necesitamos: una Universidad para la transformación Social y la Democracia” es el título del documento base que fue discutido por cuatro mesas de trabajo y que luego será entregado a los candidatos del FMLN Salvador Sánchez Ceren y Oscar Ortíz.

Entre las conclusiones de este encuentro universitario estuvieron las de fortalecer la alianza estudiantil-docente-trabajador; la de impulsar una reforma universitaria que cambie el andamiaje jurídico institucional heredado de la intervención militar de 1972 y recuperar el rol de conciencia crítica de la sociedad salvadoreña.

Oscar Fernández, dirigente histórico del movimiento estudiantil clausuró el evento explicando que “fueron en estas aulas y en estos pasillos universitarios que se diseño la teoría de revolución y hoy debemos de mantener ese espíritu rebelde, subversivo, de compromiso con las mayorías populares y con un nuevo El Salvador.”

¿QUÉ COSAS PERMANECEN COMO CERTEZAS? Entrevista a Paulo Freire

¿QUÉ COSAS PERMANECEN COMO CERTEZAS?

Entrevista a Paulo Freire por Susana Villarán, Gloria Helfer y Manuel Iguíñiz realizada en la televisión peruana y posteriormente publicada en Tarea. Revista de educación y cultura, núm30, Lima, diciembre de 1992. En, p.213-220

(…)

Susana Villarán: Hay algo que me llamó la atención desde la primera vez que leí tus escritos y que ayer volví a leer en la Pedagogía del oprimido: que hay mucha violencia hoy en día en nuestro país; estamos viviendo un momento de extrema violencia y de una violencia que a veces supera nuestra capacidad de resistir y de comprender. Es la oposición entre sectarismo y radicalidad. Yo quería que dijeras algo a este pueblo, a nuestro país, a nosotros, a mí, a todos los que estamos viviendo esta búsqueda de radicalidad, pero que estamos luchando contra el sectarismo, que hoy en día está encarnado tal vez por uno de esos grupos más criminales que la América Latina y el mundo ya han conocido. ¿Qué nos puedes decir sobre esto?

Paulo Freire:

Tú sabes que concuerdo contigo. Ahora, en este libro que estoy terminando sobre la Pedagogía del oprimido, dediqué algunas páginas a esta cuestión de lo nuevo, a la radicalidad y al sectarismo. Ahora soy todavía más radical, estoy más distante de cualquier posición sectaria, considero destructivo el sectarismo.

El sectario es un enfermo, es un caso absolutamente patológico, es la distorsión de la realidad.

No es posible concebir este comportamiento en término de normalidad psíquica. No es posible que en un estado de normalidad alguien se arrogue tal derecho de juzgar, de sancionar al mundo, como el sectario se arroga. El sectario no tiene un milímetro de capacidad para convivir con el diferente, y esto no es normal.

Para mí, una de las construcciones que tenemos que enfrentar es esta virtud fantástica, la cual no es solamente una virtud teológica, sino revolucionaria, que es la virtud de buscar la unidad en la diversidad.

El sectario es incapaz de vivir cinco minutos con una persona que piense diferente a él. Esto es absurdo, es realmente enfermizo.

Como educador y político –porque como educador yo no podría dejar de ser político-, en mi país soy militante de un partido progresista que, para los sectarios, no lo es. Es un partido de los trabajadores, un partido que tiene sueños ideales socialistas, pero que, para los sectarios, traicionó a la revolución.

A nosotros nos parece que somos revolucionarios, y no hay por qué no decir la palabra: somos revolucionarios, pero no somos sectarios, aunque también tengamos, entre nosotros a personas sectarias.

Yo haría una especie de llamado a todos los jóvenes que me escuchan para que cuenten hasta diez antes de tomar una posición sectaria. Radicalicen –esto es otra cosa-, pero jamás se entreguen a la locura, porque eso los frena, los separa de la historia.

Distorsionar la realidad histórica es una enfermedad que les da a aquellos que sufren nla convicción de que son dueños de la verdad y, que no hay una posición individual de la verdad.. Que esa gente medite para reconstruirse como revolucionarios.

Gloria Helfer: (GH): ¿Y en cuanto a la radicalidad?

PF: La radicalidad, al contrario, se nutre precisamente de una posibilidad extraordinaria de convivir con el contrario, de aprender con el diferente, de hacer esfuerzos.

La radicalidad no significa que yo no acepte discutir con el oponente, con auqel que es contrario a mí. NO significa que yo ceda a las posiciones contrarias; significa que incluso estando contra él, reconozco también su derecho a expresarse.

Para mí, ese respeto a la diferencia identifica, reconoce a la persona radical. Es aquella que va hasta las raíces y después vuelve con la fuerza de las raíces, pero rebasa sus límites. El radical jamás se atribuye así mismo la posesión de la comprensión del mundo. Para el sectario, solamente él es infalible; para el radical, puede ser que haya otras verdades.

Gloria Helfer: En esta situación sobre la cual estamos hablando, tan terrible, háblenos de sus sueños y de las esperanzas. ¿Cómo es la esperanza en estos momentos?

Paulo Freire: A veces parece difícil tener esperanza en momentos difíciles de la historia, pero es exactamente en esos momentos cuando la esperanza hace falta.

Ayer por la noche dije que una esperanza sin compromiso, una esperanza que simplemente es lírica, resulta en nada. Hay que tener esperanza viviendo, tiene que ser una esperanza militante. Necesito militar mientras espero un futuro diferente.

Los tiempos de crisis son exactamente los tiempos en que tenemos que estar esperanzados. Insisto y digo a los educadores jóvenes de este país, como hombre experimentado que vivió momentos de mucha dificultad: individual, política, socialmente en el país, históricamente, que jamás me permití no tener esperanza, porque la muerte de la esperanza, en muchos sentidos, ¡es nuestra propia muerte!

Lección 0: Bienvenido a esta aventura

Qué bueno que te diste a la tarea de estudiar esta lengua… Seguro que has llegado acá por algunas razones:-Tu novi@ es vasc@.-Tienes orígenes vascos y quieres entender esa lengua que le oías a tus antepasados y no le entendías.-Eres open-mind.-Te encantan los idiomas.-Estás hasta el gorro de inglés, francés, alemán e italiano.Si es así, bienvenido a esta aventura.

Ahora te voy a dar una breve introducción de lo que es el euskera. Verás… es una lengua que es completamente diferente al español, pero lo es también del inglés; es más, no tiene que ver con ninguna lengua romance ni indoeuropea. Se podría considerar que es una lengua aislada. Hay muchas teorías para esta lengua: que salió del Cáucaso (donde están Armenia, Georgia y Azerbaiyán), que ya estaba ahí, que surgió del norte de África… nunca se ha aclarado esta teoría. Esta lengua tiene más de 5 000 años. Creo que ustedes han oído hablar de las Glosas Emilianenses, documento que se creía era el origen del español. Resulta que este monje Manuel Gómez Moreno, también hizo anotaciones en euskera. En las glosas 31 y 42, que dicen así:
jzioqui dugu/guec ajutu ez dugu (hemos prendido, no nos hemos arrojado). Esto allá por los siglos X y XI. De ahí en adelante, se empezó a desarrollar, primero en monasterios y luego por todo el País Vasco… hasta el siglo XIX, que con la hegemonía del español, el euskera se empezó a ver como lengua de los estratos bajos de las zonas del País Vasco y Navarra, y comenzó a perder fuerza. Posteriormente tenemos la Guerra Civil Española, que dio freno al desarrollo del euskera so pena de muerte. Cuando acabó la dictadura franquista, hubo un resurgimiento, aunque no ha sido tan fuerte como en el caso del catalán. Ante esto, han surgido varios intentos por normalizar la lengua, como es el caso del euskera batua, que es de lo que hablaremos ahora.

El euskera batua es el euskera que se usa oficialmente en publicaciones, en televisión y en ikas-tolas (escuelas donde el euskera es lengua oficial), lo cual no nos quita hablar de los euskalkis (o dialectos) del euskera. En euskera, batua es unificado, lo cual nos puede hablar de lo que trata. El euskera batua viene principalmente del euskera de Guipúzcoa (más adelante hablaremos del País Vasco).

No sé si has estudiado lenguas como latín o griego. Es que en estas lenguas hay casos; es decir, todo se declina y estas declinaciones dan un sentido de preposiciones. Como después podrán ver, la pronunciación es muy fácil. Lo realmente interesante es cuando se viene la gramática… Ahí si se verá, como decimos los mexicanos, lo que es amar a Dios en tierra de indios.
Ahora bien, ¿cómo vamos a trabajar? Miren, cada lunes, miércoles y viernes habrá una nueva entrada al blog, y tratando de poner tantos ejercicios como sean posibles. Ante la imposibilidad de hacer una conversación oral por aquí, lo recomendable sería encontrarte con un vasco para practicar, lo cual si eres vasco ya lo tienes de gane…

En la siguiente entrada…comenzaremos a aprender el alfabeto;también veremos un poco de vocabulario,y concluiremos con una breve descripción de Euskadi.
Eroriz ikasten da oinez (Proverbio vasco: Cayendo se aprende a andar)
Lección 1: Alfabeto vasco, vocabulario y Euskadi
Primero hagamos una recapitulación de la lección pasada:
Hicimos un repaso de las causas del por qué llegaste aquí, vimos un poco de historia del euskera, la situación del euskera, la variante que vamos a aprender, algunas advertencias y la forma de trabajar… Ahora sí, vamos a trabajar.
Alfabeto vasco

El alfabeto vasco consta de las siguientes letras.
A a B be D de DD de bikoitza E e F efe G ge H hatxe I i J iota K ka L ele M eme N ene Ñ eñe O o P pe
R erre S ese T te TT te bikoitza U u X ixa Z zeta

Los sonidos son muy similares al español, salvo en estas letras G: siempre tendrá sonido suave ante todas las letras, incluída la e e i.
H: en Iparralde (más adelante veremos a qué parte corresponde) suena aspirada; en el resto de Euskadi, no.
J: puede sonar como la j de jeep, aunque en zonas como Guipúzcoa, suene como la j del español.
S: como la s española.
Z: muchos dirán que es como la s de nosotros los mexicanos, pero yo creo que es más suave, pues aquí la lengua al tocar el paladar deja pasar lo menos posible de aire.
X: como sh del inglés.
TS: como la ch pero un poco más suave.
TX: como nuestra ch.
TZ: como la tz nuestra, en Azcapotzalco.
DD y TT: es una palatización. Para entendernos, basta recordar cómo pronuncian los estadounidenses la d y la t para recordarnos. Estas letras tienen un sentido de carácter diminutivo.
I ante L y N: las palatiza. Esto quiere decir que si va il, sonará a ll y si va in, sonará ñ.
Las letras C, Ç, CH, Q, V, W y Y se emplean solamente en préstamos.

Ahora, seguramente te estarás preguntando: ¿cómo se acentúa esta lengua? ¿Cómo le doy ese carácter para pronunciarlo? Ahora te voy a dar una noticia: no existe acento gráfico. Esto tiene su ventaja y su desventaja: nos facilita la lectura, pero no quiere decir que no haya entonación; al contrario, ésta varía según la zona. Por eso mi encominación a oír todo lo que puedas en euskera. Lo que puedo hacer es dar una acentuación orientativa: que te señale dónde por principio de cuentas se acentúa. Ya cuando vayamos avanzados, si lo quito no habrá problema.

Vocabulario básico
Ya visto el abecedario, toca saber algunas palabritas que te ayudarán en tu próximo viaje hacia el País Vasco y/o a saludar a un vasco:
Kaixo: Hola (notar que la vocal acentuada va en negrita).
Aupa o Epa: Hola (más informal).
Ongi etorri: Bienvenido.
Agur: Adiós
Ondo ibili: Que te vaya bien (lit: que andes bien).
Ondo izan: Que estés bien.
Ondo pasa: Que te la pases bien.
Berdin: Igualmente.
Egunon: Buenos días (lit: buen día).
Eguerdion: Buenas tardes (solo se aplica cuando es medio día, pues lit: buen medio día).
Arratsaldeon: Buenas tardes (cuando es la tarde, lit: buena tarde).
Gabon: Buenas noches (lit: buena noche). Nota: no confundir con el país africano Gabón.
Eskerrik asko: Muchas gracias.
Mila esker: Mil gracias.
Ez horregatik: De nada (lit: no por eso).
Bai: Sí.
Ez: No.
Agian: Tal vez.
Euskal Herria
Ahora que hemos visto lo básico, toca ver lo que es el contexto geográfico. Euskal Herria (quiere decir: el pueblo vasco) es un espacio cultural situado a ambos lados de los Pirineos, entre los estados español y francés. Tiene una extensión de 20 664 kilómetros cuadrados, y cuenta con tres millones de habitantes, de los cuales, dos millones y medio tienen ciudadanía española. Comprende siete territorios de tres comunidades: dos de España y una francesa. Las comunidades son, en España: Navarra (Nafarroa). La comunidad y el territorio más grande de Euskal Herria. Su capital es Pamplona (Iruña).
País Vasco (Euskadi). La comunidad más poblada. Su capital es Vitoria (Gasteiz). Cuenta con tres territorios: Álava (Araba), cuya capital es Vitoria-Gasteiz; Vizcaya (Bizkaia), cuya capital es Bilbao (Bilbo), y Guipúzcoa (Gipuzkoa), cuya capital es San Sebastián (Donostia).
País Vasco Francés (Iparralde, que quiere decir: lado norte). La comunidad más pequeña y menos poblada. Desgraciadamente aquí no cuenta con reconocimiento oficial. Cuenta con tres territorios: Labort-Labourd (Lapurdi), cuya capital es San Juan de Luz- Saint-Jean-de-Lux (Donibane Lohizune); Baja Navarra- Basse-Navarre (Nafarroa Beherea), cuya capital es San Juan Pie de Puerto- Saint-Jean-Pied-de-Port (Donibane Garazi), y Sola-Soule (Zuberoa), cuya capital es Mauleón-Licharre – Mauléon-Licharre (Maule-Letxarre).
En la siguiente entrada: Comenzaremos a ver el verbo ser (en su forma singular), los pronombres, veremos más vocabulario, el artículo y la orden de las oraciones.
Mila esker
Lección 2: Verbo ser, demostrativos y adjetivos
Primero que nada, veamos lo que estuvimos haciendo la lección pasada: Vimos el alfabeto y su pronunciación, también vimos vocabulario básico y cerramos hablando de Euskal Herria.
Ahora, vamos a empezar lo bueno: Empezaremos con los demostrativos. Cabe mencionar que en el vasco no hay sexo (en Euskadi tampoco ;)), sino que se basan en la cercanía (no sé si han aprendido japonés, que es el mismo sistema):
hau: este, est@ (o sea, algo cercano al que habla)
hori: ese, es@ (o sea, cercano al escucha)
hura: aquel, aquell@ (algo distante).
Ahora bien, el verbo izan (ser, estar, y también tener, como veremos más adelante) tiene las siguientes formas con las personas en singular:
NI naiz (yo soy, yo estoy)
ZU zara (tú eres, tú estás)
HURA da (él es, él está)
Normalmente para verbos se usa el pronombre HURA. También, como en el inglés, ZU puede significar tú o usted. Ya mucho más adelante comenzaremos a ver el trato de HI, que es un trato de camaradería.
El verbo izan normalmente responder a los interrogativos nor (quién), zer (qué) y/o zein (cuál). Lo bueno de esto es que ya podemos hacer oraciones básicas con estos conocimientos; pero, como dijera Raúl Velasco (q.e.p.d.), aún hay más.
Es muy diferente el orden de las palabras en el euskera, sobre todo si es afirmativa la oración. En el caso de las oraciones afirmativas, el elemento clave de la oración viene inmediatamente antes del verbo. Como en el alemán, usualmente tenemos este orden:
Sujeto-Complemento-Verbo.
Ejemplo: Hura, Izaskun da
Sin embargo, en el caso de la oración negativa, toma este orden:
Sujeto-Ez (recordar que ez es no)-Verbo-Complemento
Ejemplo: Hori ez da gizona.
También, cabe mencionar que ez seguida de algunas consonantes provoca cambios (esos los veremos más adelante). Por lo pronto, ez da se pronuncia ezta (ezta)
Para las oraciones interrogativas (oséase preguntas) viene este orden:
Nor/Zer-Verbo-Sujeto?
Ejemplo: Nor da hau?
En preguntas que respondemos con Bai/Ez, toma el mismo orden que las afirmativas (y como veremos más adelante, algunas otras partículas):
Sujeto-Complemento-Verbo?
Ejemplo: Hau, Koldo da?
Ahora tenemos el primer vocabulario. Trata de memorizarlo bien:
gizon: hombre
emakume: mujer
mutil: chavo, chico
neska: chava, chica
buru: cabeza
begi: ojo
esku: mano
liburu: libro
herri: como vimos en la lección anterior, pueblo
bide: camino
mendi: monte
auto: coche (aunque también lo encuentran como kotxe)
etxe: casa (como veremos más adelante, tiene un sentido muy fuerte para los vascos).
Ahora te preguntarás, ¿por qué tenemos gizon en el vocabulario pero en uno de los ejemplos viene Hori ez da gizona? Esto es porque tenemos la palabra diciendo: el hombre, que es algo que trabaja el caso nor (recordar que en el euskera todo se declina, y cada declinación aquí se le llama caso). El caso nor nos va a responder qué o quién y lo reconocemos llanamente como el artículo. Lo reconocemos porque al final se le agrega una a. Las palabras generalmente las vas a encontrar en un diccionario como te las estoy dando, o mejor dicho, las palabras estarán en mugagabe (de muga: límite, y gabe: sin). Ejemplo:
gizon: hombre ——> gizona: el hombre
Otra pregunta frecuente es: ¿entonces por qué aparece neska? Porque así es su mugagabe, y si la palabra termina en a queda una única a. O sea que dependiendo el contexto, neska puede significar tanto chava como la chava.
El artículo se usa mucho más en euskera que en español. También funciona como determinante. Los determinantes son, además del artículo, los demostrativos. Y también un determinante es bat (significado: un, un@); sin embargo, bat lo ocupamos generalmente cuando queremos indicar que hay una, y sono una cosa. Estos determinantes van al final del sintagma (nombre o grupo). En el sintagma podría ir también un adjetivo, que generalmente va después del nombre, y así sería un sintagma:
Nombre-Adjetivo-Determinante
Ejemplos:
emakumea: la mujer
gizon hau: este hombre
berria: el(la) nuev@ (aunque también es la noticia)
neska txikia: la chava pequeña
etxe handi hura: aquella casa grande
mutil gazte bat: un chavo joven.
Y para hacer el ejercicio siguiente vamos a echar mano de otro vocabulario. Apréndetelo bien:
gazte (o gazte): joven.
zahar: viejo
berri (o berri): nuevo
polit: bonito
itsusi: feo
handi: grande
txiki: pequeño
luze: largo
gauza: cosa
Este es el ejercicio. Las soluciones vendrán dos lecciones después (para no hacer trampa). No te pido que me las mandes, pues estoy seguro que no eres un niño chiquito que necesita que te arreen, pero intenta hacerlos porque es una buena forma que aprender el idioma.
El ejercicio es: Traduce en euskera las siguientes oraciones.
1.- El libro. El libro pequeño. Este libro pequeño.
2.- La chava. Esa chava. Esa chava joven.
3.- El chavo. Este chavo. Este chavo feo.
4.- El hombre. El hombre viejo. Aquel hombre viejo.
5.- La casa. La casa nueva. Aquella casa nueva.
6.- Un pueblo. Un pueblo bonito. Ese pueblo bonito.
7.- Una cosa. Una cosa grande. Aquella cosa grande (caballero, jejejeje).
8.- Un camino. Un largo camino. Este camino largo.
9.- Un auto (¿recuerdan Atínale al precio? Yo sí, jejeje). Un auto nuevo. Ese auto nuevo.
En la siguiente entrada:
Seguiremos con más ejercicios,
Comenzaremos a responder textos en euskera
y veremos unas cosas más de fonética.
Mila esker