El Salvador: intervención «imperial» humanitaria y resistencia popular

26 de abril de 2013. “Pero todo cielo tiene su lucifer y todo paraíso su tentación…”
Saramago Obama en su segundo periodo Existe un nuevo equipo manejando la política exterior y la seguridad de Estados Unidos en esta segunda administración del presidente Obama (2012-2016). Lo integran el nuevo secretario de estado John Kerry, el nuevo jefe del Pentagono, el exsenador republicano Chuck Hagel y el nuevo jefe de la CIA; John Brennan.

Es un equipo hábil y experimentado que tratará de recuperar la hegemonía estadounidense en el mundo. Es un equipo que le dará continuidad a la labor realizada desde el inicio de la primera administración Obama (2008-2012) y a la Estrategia de Defensa divulgada oficialmente en enero de 2012.

La Estrategia de Defensa del presidente Obama tiene cinco componentes: fuerzas armadas reducidas en número pero más ágiles y tecnificadas; priorizar la región Asia-Pacífico; construir alianzas de defensa en todos los continentes; mantener capacidad de derrotar a más de un enemigo a la vez y finalmente, priorizar la inversión en nuevas tecnologías ( drones, guerra cibernética, etc).

A diferencia de la politica exterior de Bush, que se basaba en las amenazas y el uso de la fuerza, Obama desde su primera administración ha priorizado la necesidad de robustecer la economía interna, recuperar la hegemonía económica internacional e impulsar la diplomacia de “la presencia discreta.” Esta se basa en sanciones, alianzas, acciones encubiertas y la ciberguerra. Y el uso de drones, de aviones no tripulados.

Y de relaciones públicas que proyecten la tesis del imperio benefactor. Libia fue atacada no para apoderarse de sus reservas de petróleo sino para derribar la “dictadura sanguinaria de Kadafi” y conquistar “la democracia.”Corea del Norte es atacada porque existe en ese país “una grosera tiranía.” Vean CNN para enterarse de lo que pasa en el mundo.

Pero se cuidan de no desplegar tropas sobre el terreno y se prioriza el uso de drones. La guerra aérea sobre la guerra terrestre. Las computadoras de la ciberguerra sobre las botas de las intervenciones. Son mucho más sofisticados, coordinados y realistas. Curiosamente es el alicaído imperio colonial francés y la Unión Europea los que recientemente desplegaron tropas en Malí.

En la guerra terrestre hay bajas y estas conllevan altos costos políticos. Le temen a las lágrimas provocadas por la llegada de ataúdes. Esto explica que así como se realizó en el 2010 la retirada de tropas de Irak hoy se están yendo de Afganistán. Y Guantánamo esta pendiente pero en lista. Están terminando con la vergonzosa herencia de Bush pero a la vez eliminando un gasto militar insoportable para la deteriorada economía imperial.

Las prioridades de la política exterior de Obama son el Oriente Medio ( el conflicto palestino .israelí, Irán) ; la ola terrorista en el Sahel; la región Asia-Pacífico (donde esta China, Japón) y las relaciones con Rusia. Y de estos cuatro el principal es la región Asia-Pacífico que es a donde están gradualmente ubicando el grueso de su poderío militar. Es en estos cuatro ejes que se mueven las coordenadas y las preocupaciones de Washington.

Y aunque América Latina no forma parte de las prioridades actuales del imperio, esta visión nos afecta. Determina políticas, giros y estilos diplomáticos y de presencia militar. Explica la presencia de la embajadora puertorriqueña Aponte. Y de la IV Flota. Y de las bases militares.

Y explica el tratamiento a Cuba y a Venezuela. A Nicaragua, Bolivia y Ecuador. Explica el apoyo a la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia, Mèxico). Y la política “respetuosa” hacia Brasil. Y hasta explica las actuales “diferencias” de nuestro gobierno con el poderoso y cercano “aliado estratégico.”

Y es esta visión estratégica de la administración Obama la que rodeara la próxima reunión con los presidentes centroamericanos el 3 y 4 de mayo en San José Costa Rica. Los temas en agenda son seguridad, comercio y migración. Y en seguridad su esfuerzo prioritario es el combate al tráfico de drogas mediante la CARSI. En comercio el TLC. Y en migración la iniciativa en proceso.

En el caso de El Salvador Obama estará hablando con el presidente de un país que tiene una tercera parte de su población en territorio imperial; una Base Militar bajo el nombre de Centro de Monitoreo del narcotráfico en el Aeropuerto de Comalapa desde el año 2000; un Tratado de Libre Comercio ratificado en el 2004 y la ILEA y su respectiva oficina del FBI desde el 2005.

La resistencia popular global

Por otra parte, la historia sigue su rumbo y los deseos de Obama de un imperio benefactor chocan con las realidades de las crisis financieras del capitalismo; las resistencias nacionales y populares en el mundo, y de las nuevas alianzas internacionales de países emergentes. Entre estas se encuentran la crisis financiera ya permanente de la Unión Europea, uno de sus principales aliados, o el aliado principal. Estados Unidos sigue siendo una superpotencia pero ya no hace lo que se le antoja sino lo que puede.

El fortalecimiento de la alianza conocida como BRICS que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, incluso con la creación reciente de una banca de desarrollo, expresa la emergencia de una situación novedosa de multipolaridad desde el Sur, lo que le mueve el piso a los imperios.

Asimismo la resistencia nacional del pueblo y gobierno sirio contra la arremetida imperial sigue invicta. No han logrado derribarlo como ocurrió con Kadafi. No logran detener el fortalecimiento económico y militar de Irán. También está la victoria electoral de Maduro sobre Carriles en Venezuela. No lograron derrotar este esfuerzo. Existe la resistencia mundial a los imperios.

Intervención “humanitaria” con rostro sonriente de “muchacha salvadoreña”: Más allá del horizonte 2013

Los imperios a lo largo de la historia siempre han disfrazado sus intereses geopolíticos y los han identificado con el progreso de la humanidad. Así han justificado sus intervenciones militares y “humanitarias.”Así fue en Corea, Vietnam, Irak. Así fue en Centroamérica durante los años ochenta del siglo pasado.

Los españoles justificaron su invasión y conquista hace quinientos años alegando que difundían la “civilización y la religión católica.”Los Estados Unidos intervenían en el pasado para defender a nuestras naciones del comunismo y promovían “la democracia y la libertad.” Y lo siguen haciendo.

La semana pasada el ejército estadounidense inició una serie de ejercicios militares “humanitarios” en nuestro país incluso con la llegada de una sonriente joven salvadoreña en el ejército imperial. Esta vez le tocó el turno a Sonsonate y Ahuachapán que disfrutaran durante tres meses de la presencia rotativa de 1,473 soldados del Comando Sur. Atrás han quedado los tiempos de yankee go home…hoy parece ser el tiempo de yankee come home.

Este esfuerzo “humanitario” del imperio benefactor incluye como en anteriores ocasiones la reparación de escuelas, letrinas, puentes, casas comunales y consultas médicas y odontológicas. Se realiza cada dos años. Y en esta vez hasta invitaron a esta fiesta cívica a compadres militares de Canadá. Chile y Colombia. Se trata, explicaron los organizadores, de afianzar relaciones “de amistad” entre los ejércitos participantes.

Hace dos años estuvieron realizando estos “ejercicios” en San Vicente. Y es un proyecto que surgió un año después de los acuerdos de paz de 1992. En 1993 se realizaron los ejercicios militares conjuntos Fuertes Caminos, que se repitieron en 1994 y 1995; los cuales luego adoptaron el nombre de Nuevos Horizontes y se realizaron en 1996, 1998, 2000, 2002, 2005, 2007, 2009 para terminar en Más allá del horizonte en 2011 y 2013. En total han sido 12 ejercicios militares desde 1993. Y los “chelitos” han cubierto casi todo el territorio nacional.

El ENADE 2013

La gran empresa salvadoreña, que aglutina a sectores de la antigua oligarquía transformados en dueños de hoteles, comerciantes, y gestores de bienes raíces, han montado su 13 versión de ENADE, con el sugestivo título de Mejorando empresas, transformando vidas.

Y esta vez han desechado la táctica fallida de elaborar recomendaciones para el gobierno y han optado por publicar un documento dividido en tres partes: listado de sectores y empresas más exitosos del país; resultados de encuesta sobre inversión social empresarial y descripción del modelo de empresario 2024.

La oligarquía pretende presentarse como un sector responsable y también humanitario y de esta forma borrar en la mente popular su conocida tradición autoritaria y explotadora. Incluso se oponen al raquítica aumento del 10% al salario mínimo propuesto por el presidente Funes y lo están regateando a un 8%. Y es esto lo que comprende como valores compartidos y responsabilidad social empresarial. Y es esto lo que la ANEP trata de vendernos como una nueva filosofía humanista y respetuosa del medio ambiente.

Administración Funes

El reciente viaje de dos días del presidente Funes a Washington parece que estuvo orientado principalmente a aclarar “personalmente” malos entendidos con el poderoso “aliado estratégico.”Y es que en la rama latinoamericana de la administración Obama existe desde hace algún tiempo preocupación por diversas situaciones espinosas.

Entre este largo listado de quejas y facturas que también agobian las noches de la embajadora Aponte, sobresalen entre otras las tensas relaciones del Presidente Funes con la cúpula empresarial de ANEP; el estancamiento de Asocio para el Crecimiento; el tácito respaldo a la controversial candidatura de Saca; el inexplicable atraso en la aprobación de la ley de asocio publico-privado, el abierto apoyo presidencial el año pasado al FMLN-GANA en su pugna contra los 4 magistrados de la Sala de lo Constitucional de la CSJ; la elección fallida de los magistrados de la Corte de Cuentas; el retraso en el nombramiento de representantes al tribunal de ética y al Instituto de Libre Acceso a la Información; la sorpresiva destitución del embajador Altschul por el embajador Zamora; los vericuetos de la lucha contra el narcotráfico y el débil apoyo al CARSI; el impacto en empresas farmacéuticas estadounidenses por la Ley de Medicamentos; los indiscretos coqueteos con Venezuela; y hasta la controversial tregua entre pandillas, grupos a las cuales los Estados Unidos considera como “estructuras criminales transnacionales” por lo que opta como AID por realizar un trabajo paralelo en 55 municipios. Y quizás haya más temas. Parece que el cipote les salió rebelde.

Esta preocupación del socio estratégico ha sido expresada con inmejorable sutileza, primeramente por la inesperada alerta para viajar al país y recientemente por el informe del departamento de estado sobre derechos humanos que denuncia la corrupción generalizada en el sistema judicial, violencia y discriminación contra las mujeres e impunidad por violaciones imperante en nuestro país. El secretario de estado John Kerry también lo habrá expresado. Y seguramente dentro de poco el mismo presidente Obama se encargara de recalcarlo en la próxima reunión del SICA en Costa Rica.

Parece ser que para Washington los altos niveles de popularidad del presidente Funes y de su esposa, no son suficientes para aliviar el malestar existente, aunque como premio de consolación y para no despedirlo con las manos vacías, le otorgaron la posibilidad de instalar una planta de ensamblaje de sistemas sensoriales de iluminación. Pero todavía no recibe la confirmación del segundo compacto de los Fondos del Milenio. Lo tienen en lista de espera. Y socando…

El movimiento popular y social

Se acercan las celebraciones del 1 de mayo y lamentablemente ya existen tres convocatorias a marchas separadas, que reflejan la atomización del movimiento sindical, popular y social. Esta convocando la CTD en el Hospital Bloom. Esta convocando la “Izquierda Anticapitalista” en la Minerva de la UES. Y esta convocando la CSTS al Parque Infantil. Triste realidad.

Pero es una realidad del movimiento popular y social heredada y a la vez construida desde al menos dos matrices: la primera es la ofensiva ideológica desplegada por la derecha durante cuarenta años (1970-2010) para debilitar la conciencia política de los sectores populares y obligarlos a rechazar el cambio social y abrazar la “salvación” individual, y priorizar la sobrevivencia impuesta por los cambios en la economía sobre la organización y la lucha.

Ha sido una tormenta cultural neoliberal que nos ha golpeado fuertemente.20 años de ARENA no solo impusieron un modelo económico, sino también cimentaron la hegemonía cultural oligárquica (iglesias, universidades, arte, cultura, deporte, etc.). Y revertir esta tendencia nos va demandar ingentes esfuerzos.

El otro vector esta vinculado a los niveles de frustración popular originados por la lentitud en los cambios a partir de la llegada al gobierno de una coalición de izquierda encabezada por el FMLN y el presidente Funes en 2009. En el 2012 se escuchó el primer campanazo.

Este es un gobierno que es más parecido al pasado de ARENA que al futuro que soñábamos y prometimos en el 2009, y la gente pasa la factura. La gente nos observa, ve la televisión y nos juzga. Nos mira como y donde vivimos. Como nos vestimos. Como actuamos. Saca conclusiones, analiza.

Hemos avanzado pero de tal manera que parece que estamos estancados. Caminamos en cámara lenta. La ley de Medicamentos es un ejemplo. Debería de permitirnos masivas movilizaciones a su favor. Es una valiosa conquista popular de un gobierno de izquierda, que se enfrenta a las transnacionales farmacéuticas.

Pero la gente prefiere ser espectadora. Se la ha educado desde lo electoral a ser espectadora, respetuosa de la legalidad. Incluso en lo electoral, el actual nivel de alianzas es mucho menor que en el 2009, y esto explica en parte que la fórmula no avance en la aceptación popular como se esperaría por su planteamiento programático. La gente protesta mediante las encuestas.

Y aunque hay algunas señales esporádicas pero esperanzadoras en la movilización popular, lo cierto es que estas todavía no maduran lo suficiente como para constituirse en factores que modifiquen la actual dinámica de la lucha de clases, y permitan acercar la necesaria ruptura con el sistema existente. No estamos en ese momento.

Otra matriz importante que explica la actual situación es la visión del FMLN frente al movimiento popular. Es una visión en la cual el movimiento popular y sus luchas son fundamentalmente aspectos complementarios de su estrategia electoral. Lo electoral es lo determinante y la lucha social se considera puede atemorizar a sectores de votantes “indecisos.”

Incluso lo electoral que pudiera ser un factor de movilización y educación política se convierte en factor de adormecimiento y la gente se transforma en espectadora del duelo de titanes en la cancha electoral. Espectadora silenciosa porque no esta ni aplaudiendo. Mejor cambia de canal. Pero al final el esfuerzo por organizar y movilizar hay que hacerlo. La lucha continúa…

La tregua en Washington

16 de Abril de 2013 (El Faro). Escepticismo es la palabra que mejor resume la sensación de Washington respecto a la tregua entre pandillas en El Salvador. Aun ahora, después de una ofensiva oficial que incluyó dos visitas del ministro de Justicia y Seguridad Pública, David Munguía Payés, en poco más de un mes, y a pocos horas de la llegada del presidente Mauricio Funes a la capital de Estados Unidos, las dudas siguen, incluso entre quienes, desde el mundo de las oenegés latinoamericanistas y del de algunos gobiernos locales del área metropolitana, han visto la tregua con optimismo.

Más allá de la estrategia mediática de Seguridad en torno al pacto, que destaca con tino la baja en homicidios y maneja por lo bajo el problema de las extorsiones e incluso niega otros asuntos relacionados a la seguridad pública, como la corrupción y la infiltración del crimen organizado en el Estado, hay dos preguntas que el discurso oficial sigue sin despejar. La primera: en qué consistió el pacto inicial y cuál fue el papel real de la inteligencia del estado y del despacho de Munguía en esa gestión. La segunda: si a la vuelta de un año está claro que la reducción en los homicidios se sostiene, cuál es el plan de la administración Funes para convertir ese pacto inicial en una política pública que trascienda a los mediadores en los que pocos aquí confían y a los líderes pandilleros que han manejado la tregua desde las cárceles.

Debido en gran parte a la falta de respuesta efectiva a esas dudas, como lo dijo hace poco el investigador Douglas Farah a El Diario de Hoy, la comitiva del general Munguía se fue de Washington sin promesas importantes de apoyo financiero y sin nuevos respaldos políticos, más allá del ya garantizado de la OEA. Eso, sin embargo, no significa que no haya aquí, sobre todo en el mundo de los organismos financieros multilaterales, opciones de financiamiento para programas específicos de rehabilitación y prevención.

Hace poco, en un foro organizado por la Washington Office on Latin America (WOLA), una representante del Banco Mundial dijo que aun con la “opacidad” inicial podía haber líneas de crédito abiertas para programas de rehabilitación y reinserción para los llamados municipios libres de violencia. Siempre y cuando el gobierno presente un plan coherente y administradores diferentes de esos planes. Eso no ha pasado.

Lo de nuevos rostros que administren la segunda etapa de esta tregua es lugar común entre los interesados en Washington. Incluso desde las entrañas de la administración, incluso desde sus oficinas más críticas, se empiezan a oír ya, tímidas aún, preguntas sobre quiénes, desde el sector privado o el mismo gobierno Funes, podrían ser referentes alternativos. Quiénes además de Mijango, Colindres y el mismo Munguía, se entiende.

“Muchos pensamos que en estas reuniones conoceríamos un plan más elaborado sobre lo que sigue, sobre todo en el tema de los municipios, pero lo que escuchamos fue más explicación sobre la primera parte, sobre el pacto en sí mismo, y lo que oímos de esa parte no despejó las dudas”, me comentó uno de los funcionarios presentes en reuniones sostenidas por la comitiva salvadoreña la semana pasada. Desde el congreso, una apreciación similar de un asistente: “el problema no es la tregua; hay mucha gente aquí que puede encontrar una lección positiva, incluso replicable. El problema es que cuando alguien viene y te dice que en El Salvador no hay un problema importante de narcotráfico o de crimen organizado, y que todo se reduce a las pandillas, es difícil creerle algo de lo que te está diciendo”, dice este funcionario en referencia a conversaciones en que el ministro restó importancia al tema del narcotráfico en el mapa de la seguridad pública salvadoreña.

Está claro que, a estas alturas, el tema importante en relación a la tregua es el financiamiento. Pasó ya el tiempo político de trascender el balbuceo inicial sobre el pacto, desde la triple versión inicial sobre el traslado de los líderes de la cárcel de máxima seguridad a otros recintos razones humanitarias, recomendación de consejos criminológicos y posible atentado a roquetazos contra los penales hasta el retruécano aquel de no-negociamos-facilitamos-negociamos. Un analista centroamericano sobre tendencias de crimen organizado que trabaja en un tanque de pensamiento aquí lo explica así: “Esa parte del discurso es insostenible para ellos (el gobierno salvadoreño), pero si parten de aceptar que alguien debía de hacer lo feo para de ahí construir y hoy se concentran en eso pueden llegar a algún lado”.

Algún lado es, en esencia, dinero fresco que permita al estado salvadoreño, desde el gobierno central o desde las alcaldías, convertir a los municipios libres de violencia en algo más que una estrategia de comunicaciones o, como temen los más críticos, en territorios de paso libre para la droga. Esto lo explica un trabajador social del condado de Montgomery, en Maryland, uno de los sitios en que las pandillas salvadoreñas tuvieron una fuerte presencia criminal entre mediados de los 90 y el primer lustro de 2000: “No hay veredas mágicas aquí. Es simple. Cuando el tema de la calle está controlado, el estado entra con plata, con un montón de plata para programas sociales que permitan contener el riesgo entre los jóvenes”. Y un policía de Fairfax, condado de Virginia también conocedor de las pandillas salvadoreñas, el teniente Rick Pérez, me lo explicaba así antes de conocer sobre la tregua salvadoreña: “primero es fuerza, inteligencia y trabajo con la comunidad y luego la inversión social”.

Aun hoy, y a pesar del escepticismo, los departamentos de policía de estos condados siguen de cerca la tregua, y lo que esta puede haber implicado para la relación entre los liderazgos de las pandillas en El Salvador y en los barrios aquí en Estados Unidos. Después de todo, no fue hace mucho tiempo que desde las cárceles salvadoreñas se ordenaban asesinatos a ejecutarse en Maryland, Virginia o Nueva Jersey o que miembros de clicas aquí eran parte de redes de narcotráfico (la red de Juan Colorado, por ejemplo, usaba como mulas en Nueva Jersey y College Park, Maryland, a pandilleros locales, según el expediente judicial abierto en El Salvador).

En marzo pasado, a pocos días de revelado el pacto inicial, un policía del condado de Montgomery, en Maryland, me contó que la relación entre los liderazgos de Maryland y El Salvador era, como entre clicas en territorio salvadoreño, heterogéneo. “Es, a veces, un tema de relación personal. Hay quien aquí tiene un hommie allá al que le manda plata o con quien se hacen favores, pero sí hay relaciones y hay movimientos de dineros; es poca plata casi siempre, vía envíos…” La pregunta que este oficial se hacía, al conocer sobre condiciones carcelarias más relajadas, parecía lógica: “bueno, supongo que si estando en Zacatraz lo decía así, con esa palabra, en medio de una conversación en inglés hablaban por celular hasta aquí, hoy será más fácil”.

Ya en el nivel federal, es evidente que a las agencias policiales de Estados Unidos las law enforcement la tregua no les gusta nada. No le gusta al FBI. Tampoco le gusta a quienes, en el Departamento de Estado, manejan la minucia de CARSI, el programa estelar de cooperación en seguridad de la administración Obama con Centro América. En el evento de WOLA que mencioné, uno de estos funcionarios preguntó al panel, del que formé parte: “¿A quién pertenece esta tregua? ¿Le pertenece en realidad a los salvadoreños?” Mi respuesta: hasta ahora, en términos políticos, la tregua le pertenece a los mediadores, al general Munguía y a los líderes de las pandillas que están en las cárceles. Y aunque la baja en los homicidios es, sí, patrimonio del país, la transformación del pacto en política pública pasa por el presidente de la república y su capacidad de gestión.

Y está la otra duda, que viene también de algunas oficinas de la administración, pero sobre todo de oficinas del congreso que escucharon y apoyaron a Funes cuando, al inicio de su quinquenio, vino a Washington y a Nueva York con un fuerte discurso anti crimen organizado que partía de reconocer la infiltración del narco en el estado, no a las pandillas, como la amenaza principal a la estabilidad democrática de Centro América. “Sin una decidida vocación de combatir la infiltración del crimen organizado en las instituciones del estado no será posible enfrentar nuestras enormes metas… Comencemos por nuestra casa, limpiando las instituciones que, como la Policía, han sido presa de la corrupción y la compra de voluntades…”, escucharon los interlocutores más amistosos con la administración Funes, del partido demócrata todos, el discurso presidencial ante el pleno de Naciones Unidas en 2011. Hoy, los mismos interlocutores levantan las cejas cuando oyen al gabinete de seguridad decir que la Policía está limpia, que el crimen organizado es un mal menor y que el pacto entre pandillas es la solución unívoca.

La cita clave del presidente salvadoreño es, sin duda, con el secretario de estado, John Kerry, viejo conocedor de Centroamérica y El Salvador y uno de esos a quienes atentos asistentes informaron sobre el tono inicial del discurso de Funes. Por el formato protocolario de estas reuniones, pero sobre todo porque la situación financiera doméstica lo hace virtualmente imposible, es poco lo que El Salvador puede esperar del Departamento de Estado en términos monetarios. ¿En apoyo político explícito? Está claro que la palabra de un presidente vale mucho más que la de un ministro, e incluso puede ser que Funes logre una frase reproducible en comunicados de prensa. Pero, sin las explicaciones que le faltan entre los viejos aliados de su administración y sin el plan que le vienen pidiendo las multilaterales, poco logrará el presidente al final. Aquí de poco vale la bravata, el retruécano sabatino o la buena fe.

  • El autor es Investigador Asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos de American University en Washington, DC, y miembro del Consejo de Asesores del Center for Democracy in the Americas.

Dagoberto y Joaquín, coincidencia de los diferentes

23 de Abril de 2013 Entre Dagoberto Gutiérrez y Joaquín Villalobos hay diferencias manifiestas antes, durante y después de la guerra insurgente, en la que ambos compartieron responsabilidades dentro de los máximos organismos de jefatura política y militar.

Ellos llegaron casi adolescentes a las actividades revolucionarias, pero por vías distintas: el primero desde el marxismo y el Partido Comunista; el segundo, desde la doctrina social de la Iglesia católica y la democracia cristiana.

A principios de los años setenta, Dagoberto Gutiérrez optó por la lucha pacífica y legal y participó en el diseño y la conducción de una alianza electoral variopinta, la Unión Nacional Opositora, que ganó y fue víctima de fraude en dos elecciones presidenciales consecutivas; Joaquín Villalobos, por su parte, se decantó por la vía armada y fue uno de los fundadores y jefes de esa eficiente maquinaria guerrillera que fue el Ejército Revolucionario del Pueblo.

Ya hacia 1980, ambos postergaron sus diferencias ideológicas y se aliaron políticamente en la fundación del FMLN para hacer la guerra. El mismo Dagoberto Gutiérrez define aquella agrupación, que duró 12 años particularmente intensos, como “una alianza entre comunistas, no comunistas y anticomunistas”.

Después de los Acuerdos de Paz, cuando el FMLN se convirtió en partido político y comenzó a degenerar en mera maquinaria electoral, Dagoberto y Joaquín, aunque por razones diferentes pero de similar orden estratégico, se convirtieron en disidentes, salieron de sus filas y retomaron su formación universitaria. Se puede tener cualquier opinión sobre muchas de las decisiones y acciones de ambos, pero no se puede negar que son de los que ponen su vida en juego por la defensa de sus convicciones.

Asimismo es innegable que, por ahora, ambos son los ideólogos o intelectuales más notables salidos de la izquierda salvadoreña, y que sus respectivas obras analíticas, respaldadas igualmente por la experiencia vital y por el rigor académico, alcanzan niveles modélicos. Pero la diferencia ideológica entre ambos es originaria y se ha mantenido intacta: Dagoberto Gutiérrez siempre ha sido comunista, en tanto que Joaquín Villalobos nunca ha dejado de ser anticomunista.

Lo que permitió que fueran aliados en el FMLN histórico, a pesar de esa manifiesta diferencia ideológica, fue la coincidencia coyuntural de intereses y objetivos políticos, la necesidad de sumar esfuerzos contra un adversario común. Ahora, en otra coyuntura histórica, estos dos líderes parecen encaminarse, otra vez por vías y razones diferentes, a una nueva convergencia política.

Considerando sus últimos posicionamientos respecto a la realidad nacional, podemos decir que ambos coinciden en tres puntos: uno, el poder oligárquico es el principal obstáculo para el desarrollo de país, por tanto su instrumento partidario, ARENA, no debe regresar al poder; dos, dada su pérdida de rumbo estratégico, el FMLN no es la alternativa; tres, Tony Saca y su movimiento UNIDAD, al plantearse como un proyecto de centro capaz de atraer sectores de derecha y de izquierda, pueden romper efectivamente la polarización y generar un imprescindible consenso nacional.

Si se logra entender la complementariedad temporal entre la visión ideológica y el interés político, como si se tratara de la relación entre la estrategia y la táctica, muchos de los prejuicios y de las alarmas que se generan, ante determinados reposicionamientos pragmáticos, perderían sentido. Todos queremos llegar de una vez a la meta elegida, pero ello no siempre es posible dadas las condiciones objetivas. Por eso, aunque sea gradual, todo avance hacia esa meta es necesario.

(Nota: mi nuevo libro, “Héroes bajo sospecha, el lado oscuro de la guerra”, será presentado el próximo jueves en el Teatro Luis Poma, a las 7:30 de la noche. Ahí los espero para seguir debatiendo y compartir un vino).

La huella ecológica de la industria turística

Entrevista con Ivan Murray del Grupo de Investigación en Sostenibilidad y Territorio (GIST) Por Giorgio Trucchi | ALBA SUD-Rel-UITA Ivan Murray es doctor en geografía, docente de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y miembro del Grupo de Investigación en Sostenibilidad y Territorio (GIST).

La Rel aprovechó su presencia en Nicaragua, donde impartió un seminario organizado por Alba Sud y la Carrera de Turismo Sostenible del Departamento de Francés de la UNAN Managua, para conversar con él sobre la sostenibilidad y los impactos globales de la industria turística.

-Se escucha frecuentemente hablar de la industria turística como una industria “amigable con el ambiente”. ¿Cuál es tu opinión?
-Hay que desmitificar todo eso y mirar qué es lo que se esconde detrás de este planteamiento. Para hacer eso, es fundamental hacer una aproximación profunda y lo más verificable en cuanto a información contable posible.

-¿En qué se basa esta metodología?
-Se basa en conceptos como el metabolismo socioeconómico, que lo que intenta hacer es abordar el análisis de los flujos de materiales y energía que hay detrás de un organismo social, ya sea una región, una ciudad o una actividad industrial, como puede ser el turismo. En el caso de Baleares, la industria turística y el lobby pro-turístico han logrado mantener ese mito de una industria ‘amigable con el ambiente’, distanciándola, por ejemplo, de la minería como fuente real de graves impactos ambientales.

-Sin embargo, la industria turística es más compleja
-Es mucho más compleja, porque no se trata solamente de la actividad hotelera, sino de todo lo que va más allá de un Resort turístico. Vemos, por ejemplo, como las economías turísticas son extremadamente dependientes de los recursos naturales procedentes de otras zonas de extracción y también de los vertidos de residuos. En este sentido, necesitan mantener una imagen y continuar con la reproducción de un sueño, evocando paraísos detrás de los cuales se ocultan procesos espaciales de carácter global.

-¿Qué tipo de procesos?
-Cuando hablamos de turismo internacional, debemos tomar en cuenta, por ejemplo, que detrás de cada turista hay miles de kilómetros recorridos, y que por cada kilómetro hay un consumo de unos 40 litros de combustible. Los requerimientos energéticos y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del turismo global se sitúan por encima de las de Alemania y España 1,400 y 739 millones de toneladas de CO2 respectivamente y son casi 300 veces superiores a las de Nicaragua.

-Es un impacto brutal
-Al estar pensada la industria turística en forma de monocultivo, está desplazando otras actividades y desmantelando el tejido productivo, social y de abastecimiento de recursos desde la proximidad, para ir hacia los mercados globales de producción de recursos. Esto significa que estamos desplazando las zonas de extracción de recursos a otros puntos del planeta. Se desmantela toda la actividad productiva en las áreas de influencia turísticas y se crea una creciente dependencia de los recursos procedentes del exterior. Asimismo, ya que el turismo busca crear una burbuja de la realidad, un paréntesis en la vida ordinarias de las personas, se genera una situación de hiperconsumismo, con impactos elevadísimos. Sin embargo, estos impactos mantienen un carácter abstracto y muy poco perceptible, en cuanto la fuente material de los recursos ya está lejos de donde se produce la actividad turística. Transparentar y visibilizar estos procesos es clave para desmantelar esta dinámica.

-¿Qué futuro le ves a ese tipo de industria turística?
-Si consideramos la huella ecológica como la expresión territorial del metabolismo socioeconómico, es decir el área de tierra y mar ecológicamente productiva que se requiere para proveer la energía y los recursos materiales consumidos y absorber los residuos producidos, resulta que la industria turística va a necesitar de un cambio radical. De no darse ese cambio y en medio de un escenario de final del petróleo barato, a mediano y largo plazo la industria turística está condenada a no tener viabilidad.

Discurso en Conferencia Internacional de Partidos Comunistas y Obreros. Moscú. 1969

Queridos camaradas: En nombre del Comité Central del Partido Comunista de El Salvador, saludamos a todos los partidos hermanos aquí representados. La Conferencia Mundial de los Partidos Comunistas y Obreros constituye uno de los acontecimientos de mayor trascendencia en la historia del Movirniento Comunista Internacional. Ella constituye un rudo golpe al imperialismo, responde a las aspiraciones de la humanidad progresista y esta a tono con las responsabilidades que el movimiento comunista tiene como la fuerza dirigente de los pueblos en las tareas revolucionarias.

Al impulsar la unidad del movimiento comunista internacional y la unidad de todas las fuerzas antiimperialistas y progresistas del globo, al orientar la actividad de todos los comunistas hacia el apoyo efectivo alas luchas revolucionarias de los pueblos, la Conferencia Mundial de los Partidos Comunistas y Obreros realiza una tarea de trascendencia incalculable para los destinos de la humanidad. Por ello, el Partido Comunista de El Salvador ha apoyado con todas sus fuerzas la idea de la celebración de esta Conferencia, ha participado en la medida de sus posibilidades en todas las etapas de su preparación y ha enviado su representación, con el encargo de dar su máxima aportación para lograr el fortalecimiento del movimiento comunista en base a los principios inmortales del marxismo-leninismo.

Tiene una gran significacion el hecho de que esta Conferencia se realice en visperas de la celebración del Primer Centenario del nacimiento de Vladimir Ilich Lenin, fundador del Partido Comunista de nuevo tipo y del Primer Estado socialista de la historia: la gran Unión Soviética, piedra angular de la fortaleza de todas las fuerzas revolucionarias y progresistas del mundo, en la lucha hacia un futuro de felicidad para el género humano: el socialismo y el comunismo. Por nuestra parte, creemos que esta Conferencia debe ser dignamente consagrada al gran Jefe del Proletariado Mundial: VLADIMIR ILICH LENIN, ,en cuyas enseñanzas encuentra su firme basamento la unidad del movimiento comunista internacional, para que resista inquebrantablemente los embates de todos los enemigos de la clase obrera- en dimension mundial y alcance las victorias definitivas.

La gran importancia de esta Conferencia estriba en el hecho de que está llamada a convertirse en el punto de viraje en la unidad del movimiento comunista mundial. Sobre la base de la unidad de acción en la lucha contra el imperialismo, se ha de fortalecer cad a vez más la cohesión del movimiento comunista y quedarán claras las vías para la superación definitiva de las divergencias que en los últimos años están dificultando el esfuerzo común en el arduo camino que aún está por delante.

Para los pueblos que aún no se han liberado del yugo imperialista, la Conferencia es de una trascendencia incalculable; porque, al promover la unidad de las tres fuerzas fundamentales revolucionarias en un solo torrente dirigido contra el enemigo común, contribuye a organizar un incontrastable poder de apoyo al esfuerzo interno de los pueblos que llevan a cabo la lucha nacional-liberadora.

Nuestro Partido, que ha participado en la preparación de los materiales que se han presentado a consideración de esta magna Conferencia y que, por consiguiente, está en capacidad de comprender el valor de su excepcional trascendencia; ha dado a nuestra delegación el encargo de firmar entodas sus partes el Documento fundamental, así como el llamamiento a la celebración del Centenario de Vladimir Ilich Lenin, el llamamiento en defensa de la paz mundial y la Resolución en apoyo del pueblo en lucha de Vietnam.

Claro está que no es posible esperar que los documentos que son producto del trabajo colectivo de tan gran número de partidos, puedan contener al pie de la letra todas las ideas y deseos que todos y cada uno de los partidos participantes estimen como el ideal. Por otra parte, a veces se opina que no hay que aprobar más que el III Apartado del Documento fundamental. Sin embargo, nosotros nos pregutamos: ¿cómo van a entender los pueblos una escueta plataforma, sin fundamentarla teóricamente? ¿Estaríamos cumpliendo nuestro. deber de comunistas para con las amplias masas? Lo que necesitamos es mostrarles toda la crueldad del imperialismo, inyectarles odio y combatividad a las masas contra el imperialismo. Y eso no se podría hacer si presentamos sólo una seca plataforma sin vida, sin vigor, sin.entusiasmo. La idea de despedazar el documento es completamente inaceptable para nuestro Partido porque aquel forma un todo único, armónico e indivisible. El Documento fundamental: “Las tareas actuales de la lucha antiimperialista y la unidad de accion de los Partidos Comunistas y Obreros y demás fuerzas antiimperialisras” es el fruto del arduo trabajo de mas de 70 partidos hermanos durante un año, y representa el denominador común para la unidad de acción contra el imperialismo, el camino para fortalecer la unidad del movimiento comunista mundial sobre la base del marxismo-leninismo y la unidad de todo el movimiento antiimperialista. Todos los partidos, en plano de completa igualdad y en ambiente verdaderamente democrático, hemos tenido oportunidad de exponer nuestras ideas, de escuchar las ideas de los demás, de defender las nuestras, de aquilatar las otras; y de toda esta labor ha resultado ese magnífico instrumento para las luchas revolucionarias de los pueblos, al que damos nuestra aprobación en todas sus partes, al mismo tiempo que pedimos a todos los partidos hermanos que lo aprueben entusiastamente.

Al igual que para todos los pueblos, para el salvadoreño, la Conferencia Mundial de los Partidos Comunistas y Obreros constituye un gran estimulo en sus luchas revolucionarias. El pueblo de El Salvador sostiene una intensa y constante batalla contra el dominio económico, político y social del imperialismo yanqui, que se apoya en la oligarquía interna y en el régimen militarista antidemocrático. Los monopolios yanquis penetran cada vez mas en las diversas ramas de la economía: en la industria, en el comercio, en la banca y en la agricultura. El imperialismo yanqui está utilizando como un instrumento de su penetración económica en nuestro país y en el resto de la América Central al Mercado Común y a la Integración Económica Centroamericana. A traves de ellos, se apodera de las industrias, ahoga al capital nacional, explota en forma directa la fuerza de trabajo de nuestra clase obrera y se convierte en un factor directo de la lucha de clases interna. En virtud de este proceso, la lucha directa entre los obreros y los patronos no está circunscrita al terreno del capital interno, sino que, cad a vez en mayor medida, está entablada contra los monopolistas yanquis que, ya sea solos o en compañía de la oligarquía interna, a través de las sociedades de capital mixto, exprimen el sudor de la clase obrera y de los campesinos pobres.

Los imperialistas yanquis ejercen creciente dominio sobre la política interna del gobierno, sobre su política económica, sometiendola a planes ligados estrechamente a los intereses de los monopolios yanquis y controla, a traves de la ejecución de tales planes y del control directo de sus técnicos y comisiones, muchas instituciones del Estado.

Sobre todo, el imperialisrno ha logrado unificar a los ejercitos de América Central en el llamado Consejo de Defensa Centroamericano, instrumento antipatriótico que tiene el objetivo de unificar sus acciones para intervenir conjuntamente contra el movimiento popular en cualquier país de Centro América en el momento en que los imperialistas lo consideren necesario. Junto a esto, ha unificado la acción de los cuerpos policiales centroamericanos bajo su directo asesoramiento. La CIA ha creado organizaciones fascistas como la llamada “Mano Blanca” y la “ORDEN”, para asesinar a los comunistas y demás patriotas. Los instrumentos de la CIA han asesinado ya a varios compañeros en el tiempo reciente, entre ellos, a los camaradas SAUL SANTIAGO CONTRERAS, OSCAR GILBERTO MARTINEZ Y JUAN ALBERTO, VASQUEZ CARCAMO, brutalmente asesinados por la Guardia Nacional en colaboración con las bandas fascistas. Son frecuentes los ametrallamientos y la colocación de bombas en las casas de los comunistas y demás patriotas, así como en los locales de las organizaciones populares.

El pueblo de El Salvador, así como los otros pueblos centroamericanos están unificando en forma creciente sus “fuerzas en la lucha contra el enemigo común, ya que, separados unos de otros, sin coordinar sus esfuerzos comunes, les será más difícil romper las cadenas imperialistas y la opresión de las oligarquías internas. La heroica lucha del pueblo hermano de Guatemala, que combate al imperialismo con las armas en la mano, es nuestra propia lucha; y lo mismo decimos respecto de las valientes luchas que llevan a cabo los.hermanos pueblos de Costa Rica, Panamá, Nicaragua y Honduras que forman la América Central. Estimamos que la acción de nuestros pueblos debe coordinarse cada día más estrechamente, para liberarnos del imperialisrno yanqui.,

El pueblo de El Salvador y su clase motriz fundamental: la clase obrera, saben que en las condiciones de nuestro país, con más de 37 años de dictadura militar prooligárquica y proimperialista, es necesario utilizar todos los medios de lucha adecuados a cada momenta dado. Se organiza, moviliza y lucha diariamente por sus reivindicaciones económicas, políticas y sociales inmediatas y, en el fuego de esas luchas, eleva su conciencia, su organización y su disposición revolucionarias, pues esta completamente claro en nuestro país que debido a las condiciones que han creado los enemigos de su desarrollo independiente el pueblo salvadoreño podrá llegar al Poder sólo a través de la lucha armada, íntimamente ligada a otros medios de lucha política. El Partido Comunista de El Salvador pone todo su empeño en colocarse al frente de las luchas de las masas populares, las conduce en sus combates por las demandas inmediatas y prepara al pueblo para las batallas decisivas por su liberación definitiva.

En otro orden de cuestiones, los comunistas salvadoreños valoramos muy en alto el hecho de que el proyecto de Documento fundamental de la Conferencia señala la enorme trascendencia de la Revolución Cubana, que ha abierto una nueva etapa histórica en América Latina como Primer País Socialista de América. Nuestro Partido ve en la Revolución Cubana el faro que ilumina los caminos futures de nuestros países, fuente de inspiración creciente para los revolucionarios de todo el Continente. Los comunistas salvadoreños consideramos, al mismo tiempo, que uno de nuestros deberes internacionales básicos es la defensa común de la Revolución Cubana frente alas provocaciones y agresiones del imperialismo yanqui, y entendemos que este es un deber de primera importancia para todos los pueblos del mundo. El hecho de que el Documento subraya este deber es, a nuestro juicio, de gran importancia.

Creemos necesario expresar que nosotros tenemos una totalmente diferente concepción sobre los problemas de Checoslovaquia en relacion con lo expuesto por el compañero de Australia; tal vez porque sentimos en carne viva todo el peso de la explotación del imperialismo yanqui; pero no creemos que deba discutirse aquí esa ayuda dada oportunamenre de parte de los hermanos países socialistas a otro país socialista. Despues de conocer la apelación dirigida a todos los partidos hermanos por los cornpañeros checoslovacos, en el sentido de que no perjudiquemos con discusiones prematuras el proceso de normalización de ese país, creemos que es nuestro deber respetar la voluncad y la petición concreta de ese Partido hermano.

Para terminar, cornpañeros, consideramos que la verdadera unidad se basa en los principios marxistas-leninistas, en lucha tanto contra las desviaciones de derecha, como contra las de “izquierda”. Por otra parte, para nosotros esta completarnente claro que el antisovietismo es precisamente el pantano hacia el que han convergido las corrientes antileninistas de ambos tipos, dañinas a la unidad del movimiento comunista internacional. Creemos que es necesario recalcar en este instante, que nuestro partido desde el primer momento se pronunció en contra de las dañinas tendencias de “izquierda” del grupo de Mao Tse-tung, -que ahora se ha convertido en una fuente agresiva de provocación creciente contra la Unión Soviética y otros países socialistas y contra muchos Partidos Comunistas y Obreros. Ha abandonado, prácticamente, la lucha primordial contra el imperialismo, al que objetivamente proporciona gran servicio, al tratar de impedir la unidad de acción de todo el movimiento comunista internacional y de las fuerzas progresistas del mundo. Estamos seguros, al mismo tiempo, que el gran pueblo chino estará en no lejano día en la misma barricada de combate contra el enemigo común.

Compañeros: Con fraternal camaraderia pedimos una vez mas a todos los partidos hermanos aprobar sin vacilaciones los documentos que son base de esta Conferencia, en aras de la unidad de todos los comunistas. En nombre del Partido Comunista de El Salvador, de la Juventud Comunista, de las mujeres progresistas, de la intelectualidad avanzada y de todo el pueblo salvadoreño, saludamos con entusiasmo a esta histórica Conferencia de los Partidos Comunistas y Obreros, que abre nuevas perspectivas para las luchas revolucionarias de todos los pueblos; por la liberación nacional, el socialismo, el progreso social y la paz mundial. Bajo las banderas del Internacionalismo Proletario y en el espíritu de las palabras del “Manifiesto Comunista”: “¡Proletarios de Todos los Países, Uníos!”, adelante, hacia la unidad del movimiento comunista y de todas las fuerzas progresistas del mundo.
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Fuente: Conferencia Internacional de los Partidos Comunistas y Obreros, Moscú, 1969. Praga, Editorial Paz y Socialismo, 1969, pp. 143-147.

Digitalización: Marxists Internet Archive.

Maduro: una victoria necesaria

Era fundamental que ganase Nicolás Maduro, y ganó. Pero ganó a duras penas, lo cual exige desentrañar las causas del bajón sufrido por el chavismo y el notable aumento experimentado por la derecha.

Fue una victoria que puso en evidencia la endeblez metodológica de las encuestas que de uno y otro lado pronosticaban una holgada victoria del candidato chavista. Sobre el veredicto de las urnas lo primero que hay que decir es que su desconocimiento por parte de Henrique Capriles no es en modo alguno sorprendente.

Es lo que señala para casos como este el manual de procedimientos de la CIA y el Departamento de Estado cuando se trata de deslegitimar a un proceso electoral en un país cuyo gobierno no se somete a los dictados del imperio. Si bien la distancia entre uno y otro fue muy pequeña, no tuvo nada de excepcional a la luz de la historia venezolana: en las elecciones presidenciales de 1978 Luis Herrera Campins, candidato del COPEI obtuvo el 46.6 por ciento de los votos contra el 43.4 de su rival de Acción Democrática. Diferencia: 3.3 por ciento, y el segundo reconoció de inmediato el triunfo de su contendor. Antes, en 1968, otro candidato del COPEI, Rafael Caldera, accedió a la presidencia con el 29.1 por ciento de los sufragios, imponiéndose sobre el candidato de AD, Gonzalo Barrios, quien obtuvo el 28.2 por ciento de los votos. Diferencia: 0.9 por ciento y asunto concluido. Más próximo en el tiempo, contrasta con el autoritario empecinamiento de Capriles la actitud del por entonces presidente Hugo Chávez que, en el referendo constitucional del 2007, admitió sin más trámite su derrota cuando la opción por el No obtuvo el 50.6 por ciento de los votos contra el 49.3 por ciento del Si a la reforma que él favorecía. A pesar de que la diferencia fue de poco más del 1 por ciento Chávez reconoció de inmediato el veredicto de las urnas. Toda una lección para el ofuscado perdedor.

Resultados electorales muy ajustados son más frecuentes de lo que se piensa. En Estados Unidos, sin ir más lejos, en la elección presidencial del 7 de Noviembre del 2000 el candidato demócrata Al Gore se impuso en la votación popular con el 48.4 por ciento de los votos, contra el republicano George W. Bush, quien obtuvo el 47.9 de los sufragios. Como se recordará, una fraudulenta maniobra efectuada en el colegio electoral del estado de Florida cuyo gobernador era casualmente Jeb Bush, hermano de George W. obró el milagro de “corregir los errores” en que había caído un sector del electorado de la Florida posibilitando el ascenso de Bush a la Casa Blanca. En suma, el que perdió ganó, y viceversa: todo un ejemplo de soberanía popular de la democracia estadounidense. En las elecciones presidenciales de 1960 John F. Kennedy, con el 49.7 por ciento de los sufragios, se impuso a Richard Nixon que cosechó el 49.6. La diferencia fue de apenas el 0.1 por ciento, poco más de 100.000 votos sobre un total de unos 69 millones, y el resultado fue aceptado sin chistar. Pero en Venezuela las cosas son diferentes y la derecha grita “fraude” y exige un recuento de cada uno de los votos, cuando ya Maduro accedió a efectuar una auditoría. Llama la atención, no obstante, la intolerable injerencia del inefable Barack Obama que no dijo ni una palabra cuando le robaron la elección a Al Gore pero encontró tiempo ayer por la tarde para decir, por boca de su vocero, que era “necesario” y “prudente” un recuento de los votos dado el resultado “extremadamente reñido” de las elecciones venezolanas. ¿Admitiría que un gobernante de otro país le dijera lo que tiene que hacer ante las poco transparentes elecciones estadounidenses?

Dicho lo anterior, ¿cómo explicar la fuga de votos experimentada por el chavismo? Por supuesto, no hay una sola causa. Venezuela transitó desde la aparición de la enfermedad de Chávez (8 de Junio de 2011) por un período en donde las energías gubernamentales estuvieron en gran medida dirigidas a enfrentar los inéditos desafíos que tal situación planteaba para un experimento político signado por el desbordante activismo del líder bolivariano y por el hiper presidencialismo del régimen político construido desde 1998. Esa caracterización en un primer momento molestó a Chávez, pero luego hidalgamente terminó por reconocer que era correcta. Premonitoriamente Fidel le había advertido, ya en el 2001, que debía evitar convertirse “en el alcalde de cada pueblo.” En todo caso, el desconcierto que emanaba de la forzada inactividad de Chávez impactó fuertemente en la gestión de la cosa pública, con el consecuente agravamiento de problemas ya existentes, tales como la inflación, la estampida del dólar, la paralizante burocratización y la inseguridad ciudadana, para no mencionar sino algunos. Problemas, no está demás recordarlo, a los que se había referido más de una vez el propio Chávez y para enfrentar los cuales había planteado la necesidad del “golpe de timón” anunciado en el primer Consejo de Ministros del nuevo ciclo iniciado luego de la victoria del 7 de Octubre del 2012, durante el cual el líder bolivariano hizo un fuerte llamado a la crítica y la autocrítica, exigiendo a sus colaboradores mejorar radicalmente la eficiencia de ministerios y agencias, fortalecer el poder comunal y desarrollar un sistema nacional de medios públicos como ineludibles prerrequisitos de la construcción del socialismo. Señalaba en su intervención que “a veces podemos caer en la ilusión de que por llamar a todo “socialista” … uno puede pensar que con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo.”

De ahí su fuerte exhortación a fortalecer los consejos comunales, la socialización de la economía, la cultura y el poder. Decía, con razón, que “no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se las traga el mar.” Pero junto a estos problemas de la gestión estatal hubo otros factores que también contribuyeron a la creación de un malestar social y un malhumor público: la derecha y el imperialismo trabajaron activamente, como lo hicieran en el Chile de Salvador Allende, para sabotear el funcionamiento de la economía y exasperar el ánimo de la población mediante el metódico desabastecimiento de productos esenciales, los cortes de energía eléctrica, la sospechosa actividad de grupos de paramilitares sembrando el terror en los barrios populares y la persistente campaña de denuncias y agravios en contra de Maduro vehiculizadas y agigantadas por su enorme gravitación en el manejo de los medios de comunicación de masas, facilitando así la deserción de un numeroso contingente de votantes.

La Revolución Bolivariana enfrenta una situación delicada pero que está lejos de ser desesperante o provocar la caída en un angustioso pesimismo. El desfachatado entrometimiento de Washington refleja su urgencia para acabar con la pesadilla chavista “ahora o nunca”, consciente de que se trata de una situación pasajera. Ante esto Maduro como presidente tiene que responder con serena firmeza, evitando caer en las previsibles provocaciones que le tiendan sus enemigos. Es innegable que tiene ante sí una sociedad partida al medio, donde la derecha por primera vez demuestra tener la capacidad para encuadrar y movilizar, al menos en el día de las elecciones, al 50 por ciento del electorado.

Recuperar el predominio en ese terreno no es imposible, pero dependerá menos de la radicalidad de los discursos del oficialismo que de la profundidad y eficiencia de las políticas concretas que adopte Miraflores; dependerá, en suma, de la calidad de la gestión gubernamental para enfrentar los principales problemas que agobian a la población, tema sobre el cual Maduro insistió sensatamente en su discurso de anteanoche. No habría que subestimar, en este cuadro, el hecho de que hasta el 2016 la Asamblea Nacional tendrá una holgada mayoría chavista (95 sobre 165) y que el nuevo presidente contará con el apoyo de 20 de los 23 gobernadores de la República Bolivariana.

La correlación de fuerzas, por lo tanto, sigue mostrando un claro predominio del chavismo, y la respuesta de numerosos gobiernos de la región y de fuera de ella como China y Rusia, entre otros agrega un importante reaseguro para la necesaria gobernabilidad y para avanzar en el impostergable cumplimiento del testamente político de Chávez, el ya aludido “golpe de timón.” Estamos seguros que el bravo pueblo venezolano estará a la altura de las circunstancias y de los retos que plantea la actual coyuntura.

Elección presidencial en Venezuela: Una victoria ajustada para la revolución ¿Y ahora qué?

El candidato bolivariano Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales de Venezuela del 14 de abril por un estrecho margen. Con el 99,12% de los votos escrutados, hubo una participación del 78,71%. Maduro consiguió 7.505.378 votos (50,66%), y Capriles 7.270.403 (49,07%). Capriles declaró que no reconocía el resultado y exigió una auditoría del 100% de los votos.

Los resultados fueron anunciados por la jefa de la Comisión Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena a las 11.45 pm hora local, después de una espera larga y tensa. La razón de la demora, claramente, fue el hecho de que los resultados estaban tan ajustados, ya que se estila anunciarlos sólo una vez contado un número de votos que hiciera irreversible el resultado. Este fue el caso, especialmente, en la medida que la campaña de la oposición había estado difundiendo rumores de que había ganado y que Capriles anunció que el gobierno tenía la intención de “cambiar los resultados”.

Las masas bolivarianas se habían reunido frente al Palacio de Miraflores para celebrar la victoria esperada y Nicolás Maduro les dirigió un discurso. Mientras tanto, el estado de ánimo era sombrío en la sede de la campaña de la oposición. Un pequeño número de partidarios de la oposición organizó disturbios en las áreas residenciales de clase alta, como El Cafetal, en el este de Caracas, quemando neumáticos y bloqueando las calles.

Capriles anunció que no reconocerá los resultados y exigió una auditoría completa del 100% de la votación, alegando que se habían producido más de 3.200 irregularidades. Fue apoyado por el rector de la CNE, Vicente Díaz, quien también pidió una auditoría de todas las urnas. La verdad, sin embargo, es que la oposición había llevado a cabo una campaña implacable durante semanas para tratar de desacreditar a la CNE, y Capriles y otros voceros de oposición denunciaron fraude horas antes de que hubiera sido anunciado cualquier resultado. Esta fue su estrategia desde el principio.

Lo primero que hay que decir acerca de los resultados es que se trata de una nueva victoria electoral de la revolución bolivariana, a pesar de su carácter ajustado. La llamada oposición “democrática” no tuvo ningún problema cuando Capriles ganó la gobernación de Miranda por sólo 40.000 votos, o cuando ganaron el referéndum de la reforma constitucional de 2007 por un estrecho margen (1,4%). En ese momento, la revolución bolivariana aceptó los resultados como democráticos. El patrón es claro, cada vez que la oligarquía gana acepta el resultado, pero cuando pierde, grita fraude.

Como Maduro señaló en su discurso de victoria, Bush fue declarado vencedor de las elecciones presidenciales EE.UU. en 2000, a pesar de conseguir menos votos que su rival (y hubo acusaciones generalizadas de fraude que nunca fueron investigadas). A lo largo de la campaña Maduro insistió en que reconocería los resultados dados por la CNE, incluso aunque éstos le dieran la derrota por un solo voto. Capriles por su parte se había negado a decir que iba a hacer lo mismo, y se negó a firmar un documento por el estilo elaborado por la CNE.

La participación rebasó el 78%, sólo 3 puntos por debajo de la masiva participación del 7 de octubre del año pasado, cuando Chávez fue reelegido. A pesar de todos los intentos de la oposición y del imperialismo de cuestionar el carácter democrático de las elecciones, todos los observadores internacionales coincidieron en que se habían llevado a cabo de una manera libre y justa, y que el sistema de votación era infalible y eficiente.

Las colas de gente para votar el día de las elecciones se habían formado desde la mañana temprano; como es tradicional, los activistas revolucionarios hicieron sonar la diana a las 3am, y un gran número de personas fue a votar a lo largo de la mañana en los barrios obreros. La oposición dio instrucciones a sus partidarios de salir a votar masivamente por la tarde, aunque no parecía haber largas colas en las zonas residenciales de clase media y alta en ningún momento del día. Durante todo el día el ambiente fue tenso, como lo había sido durante los últimos días de la campaña. Paramilitares colombianos y salvadoreños habían sido detenidos en el país, acusados ​​de intentar llevar a cabo acciones desestabilizadoras. Estaban armados y algunos tenían uniformes del ejército venezolano en su poder. Las fuerzas armadas se habían apoderado también de un alijo de armas, municiones y explosivos.

En los medios de comunicación capitalistas se han podido leer toda clase de informes sobre supuestas acciones de violencia contra partidarios de la oposición, pero la verdad es que fueron activistas bolivarianos quienes recibieron todo tipo de provocaciones y de violencia extrema. Vale la pena dar algunos ejemplos. Un grupo de unas docenas de matones de la oposición intentaron prender fuego al edificio del gobernador de Mérida, al final de un mitin de Capriles. Un trabajador de PDVSA, que estaba lanzando fuegos artificiales de celebración al final del enorme mitin de cierre electoral de Maduro el 10 de abril, fue asesinado por dos sicarios en una moto. El 14 de abril mismo, un camarógrafo de la emisora de la televisión comunitaria Barrio TV fue baleado en El Valle mientras informaba sobre las elecciones. Los planes detallados de desestabilización elaborados por la organización juvenil opositora JAVU también fueron descubiertos y publicados. El simpatizante bolivariano, Potro Alvarez, un conocido jugador de béisbol y cantante, fue asaltado por una turba frenética de la oposición mientras iba a votar en el distrito de clase media alta donde vive, en Baruta, al este de Caracas. El mismo día de las elecciones, un grupo de activistas revolucionarios que mantenían un “punto rojo” de información en Los Ruices (este de Caracas) fue rodeado por una multitud furiosa y violenta de la oposición y tuvieron que ser protegidos por la guardia nacional. Cuando se acercaba la hora del cierre de las urnas se produjo un ataque cibernético intenso para piratear las cuentas de Twitter de Maduro, de varios ministros y de destacados activistas bolivarianos, que también resultó en la desfiguración de la página web de la campaña de Maduro y la caída de toda una serie de páginas web del gobierno y de los ministerios. Todo esto fue calculado para crear incertidumbre y miedo en un momento crucial, cuando todo el mundo estaba esperando los resultados de las elecciones. Esta es la verdadera cara de la llamada oposición “democrática”, que son exactamente los mismos individuos, partidos y fuerzas económicas que organizaron el golpe de Estado del 11 de abril de 2002.

Un desglose detallado de los resultados todavía no se ha anunciado, pero por las cifras anunciadas estado por estado se puede ver que la oposición esta vez logró recuperar gran parte del terreno perdido en las elecciones presidenciales del 7 de octubre y en las elecciones regionales de diciembre. Ha ganado en Mérida, Táchira, Zulia, Lara, Nueva Esparta y Miranda, que tenía antes, así como en Anzoátegui, donde ya había ganado en las elecciones para la Asamblea Nacional en 2010. Cabe destacar que la oposición ha ganado en el estado clave de Bolívar, donde se encuentran las principales industrias básicas de propiedad estatal y donde hay un estado de ánimo muy crítico entre la base boliviariana contra el gobernador Rangel y la burocracia en general, debido a su papel en la lucha contra el control obrero. Sin embargo, Maduro ganó en 16 de los 25 estados del país, incluso en el Distrito Capital y en los estados industriales de Carabobo y Aragua.

En su discurso desde el Balcón del Pueblo, en el palacio de Miraflores, Maduro se refirió a un tema que es muy sensible para las masas revolucionarias: la de hacer concesiones o conciliar con la oligarquía y el imperialismo. Él explicó que había recibido una llamada de Capriles una hora antes de que se anunciaran los resultados de las elecciones para ofrecerle un pacto. Maduro dijo que había rechazado cualquier tipo de pacto y que le había respondido que la condición previa para cualquier conversación era el reconocimiento de los resultados electorales, algo que Capriles, por supuesto, se negó a hacer.

Maduro reiteró lo que ya había dicho más temprano ese día, que no habría ningún diálogo con la burguesía y que ya pasó el tiempo en que las cosas se negociaban “a espaldas del pueblo”. Si bien no rechazaba tener charlas o una conversación con “portavoces razonables de la oposición”, insistió en que lo que se necesitaba era un auténtico diálogo “con el trabajador, con el soldado” y que el debate debe ser abierto “en las fábricas, en los barrios, con el fin de desarrollar el Plan de la Patria (el programa electoral con el que Chávez se había presentado) y el legado de Chávez “, y dijo que éste era la “construcción de un país socialista”.

Explicó que durante la campaña se había topado con una sistemática campaña de guerra y sabotaje económico. “En cada estado que visité hubo un apagón del suministro eléctrico, y la energía sólo era restablecida cuando me iba”, explicó. Como cuestión de hecho, unas 23 personas han sido detenidas acusadas de participar en el sabotaje de la red eléctrica. Lo mismo puede decirse del sabotaje de la cadena de suministro de alimentos, con la especulación y el acaparamiento. Por último, reconoció la necesidad de la autocrítica y de una “rectificación a fondo” y de que el pueblo participe en ese proceso.

La dura verdad es que esta fue una victoria, pero sólo por un estrecho margen, que debe servir como una llamada de advertencia seria para la revolución. Desde el 7 de octubre la revolución bolivariana ha perdido 680.000 votos, mientras que Capriles ha ganado el mismo número. El ambiente entre las masas revolucionarias es de celebración por haber logrado una nueva victoria, pero al mismo tiempo hay un malhumor combativo y autocrítico. El descontento acumulado contra la burocracia y los reformistas “bolivarianos” se está convirtiendo en una exigencia para que se tomen acciones combativas contra los saboteadores y los elementos infiltrados dentro del movimiento revolucionario, y en particular contra todos esos alcaldes, gobernadores regionales, y funcionarios locales y estatales que juran por Chávez y se ponen una camisa roja, pero en realidad son sólo arribistas, oportunistas o, peor aún, corruptos. Hay llamamientos crecientes para una purga en el PSUV.

Maduro tiene razón al decir que a lo que la revolución se enfrenta es a una guerra de desgaste económico por parte de la clase dominante. Todas las conclusiones necesarias deben extraerse de esto. La única manera de completar la revolución y defender sus masivas conquistas sociales, es asestando golpes al poder económico de la clase capitalista, que es utilizado para sabotear la voluntad democrática de la mayoría. Esto significa expropiar los medios de producción, los bancos y el latifundio, a fin de permitir la planificación democrática de la economía en interés de la mayoría de la población. Esto en sí mismo permitiría a la revolución hacer frente a problemas tales como la inflación, el acaparamiento y la especulación, que están teniendo claramente el impacto deseado de desgastar la base social de apoyo a la revolución entre los trabajadores y los pobres.

Los problemas de la corrupción y de la burocracia sólo pueden abordarse mediante la introducción del control y de la gestión obrera en todos los niveles de la economía. ¿Cómo es posible que en una empresa estatal como Corpoelec, generadora y distribuidora de electricidad, haya sabotaje generalizado? Los trabajadores revolucionarios de la empresa han venido denunciando esto desde hace algún tiempo. La manera de tratar esto es a través del control obrero, que es la misma manera como pueden ser tratados los problemas de robo e ineficiencia a gran escala de las empresas básicas de Guayana.

El obstáculo en el camino de la adopción de estas medidas no es tanto la fuerza de la oposición. A pesar de su buen resultado electoral del domingo, todavía el 70% de la gente piensa que la presidencia de Chávez fue buena para el país. La inmensa mayoría de la población apoya los programas sociales introducidos. Si un número significativo ha sido convencido por los cantos de sirena de Capriles, es en parte debido a la incapacidad del gobierno para hacer frente a los problemas de desorganización económica que son el resultado de la continuación de la existencia del mercado capitalista, no al contrario. Los dos últimos meses han demostrado que las masas bolivarianas están todavía motivadas y que son muy superiores a las fuerzas de la oposición en lo que respecta a la movilización de masas en las calles.

El obstáculo en el camino de completar la revolución hacia el socialismo no es el “bajo nivel de conciencia de las masas”, como argumentan los reformistas ¡Todo lo contrario! ¿Qué más se puede pedir a las masas de obreros, campesinos, jóvenes, mujeres y pobres bolivarianos? Una y otra vez han demostrado tener un fino instinto revolucionario, una comprensión política muy desarrollada y una voluntad de combate. Ellos son quienes han salvado la revolución en todos los momentos cruciales, como ayer, y la han propulsado hacia adelante después de cada victoria.

La presión sobre la dirigencia bolivariana para que concilie será ahora muy poderosa. Los medios de comunicación burgueses internacionales ya han construido el discurso de un “país dividido”, el “llamamiento desvanecido del chavismo”, que Maduro no tiene “ningún mandato”, etc. The New York Times estuvo presionando para una reconciliación con los Estados Unidos cuando se publicó una declaración del representante de la OEA, y ex gobernador de Nuevo México, Bill Richardson en el sentido de que tanto Maduro como el canciller Elías Jaua se habían aproximado a él:

“Bill Richardson… dijo que Maduro lo llamó aparte después de una reunión de los observadores electorales el sábado y le pidió que llevara un mensaje. “Me dijo: ‘Queremos mejorar la relación con los EE.UU., regularizar la relación’”, dijo Richardson. El ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, se reunió con Richardson el domingo, y le dijo que Venezuela está dispuesta a reanudar las conversaciones que se habían cortado, dijo Richardson”

De lo que el New York Times y la clase dominante de EE.UU. están hablando no es tanto la reanudación de las relaciones diplomáticas sino de que Maduro debe girar a la derecha y conciliar con el imperialismo. Este fue también el significado del mensaje envenenado de apoyo a Maduro del ex presidente brasileño Lula, cuando dijo que debe “formar alianzas con otros sectores”. Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique y principal representante de ATTAC, estaba empujando en la misma dirección anoche en Telesur, cuando se refirió a un “diálogo político con los empresarios, inversores, sectores de la oposición”. Con el asesoramiento de amigos como éstos, ¿quién necesita enemigos?

Una capa de burócratas y arribistas ahora comenzará a considerar si el campo bolivariano es el que les da las mejores garantías para promover sus propias carreras, que es lo único que les interesa. Una serie de gobernadores regionales ya se han unido a la oposición en los últimos años y ahora la presión para que abandonen el barco será mucho más fuerte.

Si la oligarquía fuera inteligente (y eso no es cierto), debería jugar para el mediano plazo, con la combinación de la presión sobre la cuestión del llamado “fraude electoral” y la auditoría de los resultados con el sabotaje económico, mientras que al mismo tiempo ofrece una mano a los diferentes sectores de la burocracia bolivariana.

El pueblo revolucionario trabajador es la única garantía contra estas maniobras, lo que significaría una sentencia de muerte para la revolución. La vanguardia revolucionaria, que está presente en cada barrio obrero, comunidad campesina, fábrica, y cuartel militar necesita organizarse urgentemente en torno a un programa claro de cómo completar la revolución, la forma de llevar a cabo el legado de Hugo Chávez de un país socialista.

El fortalecimiento de la corriente marxista dentro del movimiento bolivariano, que se agrupa alrededor del periódico Lucha de Clases es por lo tanto crucial, ya que el marxismo revolucionario es la única ideología que puede proporcionar una expresión acabada a las aspiraciones revolucionarias instintivas de las masas bolivarianas.

¡Defender el resultado electoral a través de la movilización y la vigilancia de masas!

¡Luchar contra el sabotaje por medio del control obrero!

¡Luchar contra la dislocación económica a través de la expropiación de los medios de producción, los bancos y las grandes haciendas!

¡Construir una fuerte corriente marxista en el movimiento bolivariano!

REFLEXIONES HISTORICAS:

Hoy hace 30 anos que Marcial Tomo la drastica e historica decision de eliminarce fisicamente, se ha escrito y dicho mucho sobre los hechos de Abril que sacudieron la consiencia y pusieron a prueba los niveles de formacion politica ideologica y de consiencia de clase de la miliancia de las FPL y el rumbo que tomaria la revolucion, pues Marcial era el mayor obstaculo que el Comando Central de las FPL y la Comandancia General del FMLN tenian para concretizar el cambio estrategico de la lucha politico-militar en la Guerra de liberacion del Pueblo.

Hasta principios de 1983 se planteaba la toma del poder por la via armada y la instauracion de un Gobierno Democratic o y Revolucionario que sentara la bases y que implementara reformas profundas para dar solucion a los problemas Politico, Sociales y Economicos en la cual estaba sometido el pueblo.
Unos dias antes de la ejecucion de Ana Maria, Marcial habia dado un discurso a un grupo de militantes de las FPL por la celebracion del 13 Aniversario de la Organizacion.

En ese discurso historico y brillante y que ha sido calificado como un verdadero testimonio politico, Marcial plantea claramente los puntos en los cuales se habia centrado la lucha ideological en el seno de la direccion y concretamente en las reunions que el Comando Central habia tenido en la preparacion de los documentos que se precentarian en las reuniones del Consejo Revolucionario.

Los puntos en los cuales Marcial no estaba de acuerdo eran muy importantes no solamente por los cambios objetivos del GDR sino lo mas delicado, el viraje de linea politica-estrategica de las FPL y su futuro como organizacion clasista en defensa de los sagrados intereces del proletariado y el pueblo. Estos cambios radicales en el viraje de la linea eran desconocidos por la mayoria de los militantes.

Despues del discurso de Marcial, hay una tencion en la militancia y en dias posteriores un grupo pequeno de la seguridad personal de Ana Maria planifican la ejecucion de ella, pues Ana Maria era la principal artifice de estos cambios.
Despues de la ejecucion de Ana Maria, Marcial es sometido a fuertes preciones y acusaciones de ser el director intelectual y haber ordenado la ejecucion de Ana Maria. El companero hace una defensa digna y redacta su famosa carta de despedida, en la cual explica los motivos que lo llevan a tomar la decision personal e historica de suicidarse, los enemigos ideologicos dentro de las FPL lanzan una campana a nivel nacional e internacional de desprestigio tratando con ello de manchar su trayectoria revolucionaria y su prestigio ganado por muchos anos de lucha y no con actos propagandisticos si no con su practica y su entrega complea en las luchas y aspiraciones del pueblo.

Esas acusaciones irresponsables y sin aportar ninguna prueba legal son cuestionables y facilmente descartadas en el juicio legal llevado a cabo en Nicaragua y en el cual Marcial es declarado inocente.

Despues de 30 anos de el sacrificion de Marcial no se ha logrado entender en toda su dimencion su decision y en lo personal y despues de vivir esas experiencias y estudiar documentos, entiendo que la decision de Marcial no fue un acto emotivo, ni mucho menos por la perdida de todos sus cargos dentro de la direccion y su grado de comandante en jefe de las FPL.

Para Marcial su vida estaba en las lucha del pueblo y no en mandos de direccion ni grados militares, cuando se le ofrece el “ Exilio dorado” sele estaba apartando del pueblo y sus luchas y esto el companero Marcial no lo aceptaria nunca.
Marcial estaba conciente que la unica forma que toda la militancia de las FPL y el pueblo se dieran cuenta de la lucha ideological exisetente y el cambio de linea tactica era su sacrificio personal.

Marcial se pega el tiro en el Corazon y no en la cabeza o en la boca, como suele suceder en esos casos de suicidio, lo que indica el profundo dolor que le causaba el tomar esa decicion y que en su corazon sentia el dolor y la gran couta de sacrificio y esperanza que el pueblo habia puesto en las FPL.

Con la decision tomada Marcial hace una fuerte denuncia y un acto de protesta, dando una leccion moral y revolucionaria al manipuleo y las vacilaciones de la direccion de las FPL y al cambio en su linea, alejandoce totalmente de los principios que dieron origin y fueron la razon de existir de las FPL.

La muerte de Marcial duele y todos los anos se le recuerda con carino, respeto y admiracion. Pero es mucho mas doloroso el sacrificio del pueblo que ha pagado una alta cuoAta en su lucha por la conquista de una sociedad justa y que ha sido abandonado y traccionado por su supuesta vanguardia politica el FMLN.
Y finalmente su fidelidad a la consigna de REVOLUCION O MUERTE EL PUEBLO ARMADO VENCERA!!!!!. Porque sin la revolucion la vida de Marcial no tenia sentido ni razon.

Por eso en su 30 aniversario de dar su vida por la causa de la revolucion y del proletariado con orgullo decimos COMANDANTE MARCIAL !!!!! HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!!!!!!!!!!

Estas reflexiones han sido escritas por Jose Ricardo Villegas ex militante de las FPL y ex representante de la Federacion Sindical Revolucionaria F.S.R. en Mexico.

Jose Ricardo Villegas.
4/13/2013.

Crisis política e intensa lucha de cúpulas por cuotas de poder: ¡La solución es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente!

En El Salvador se está produciendo una intensa lucha por la recomposición del poder político, entre los sectores que conforman la tradicional clase burguesa y los sectores económicos emergentes que buscan consolidarse como núcleos económicos dominantes. Estos sectores emergentes de la burguesía ya controlan ciertos órganos del aparato del Estado burgués, lo que les permite presionar y negociar con quien más le conviene de cara a la defensa de sus intereses. Esta “toma” de una parte de las instituciones, preocupa a una parte del empresariado salvadoreño tradicional que considera que la democracia está en riesgo, aunque en realidad lo que está en riesgo son sus intereses económicos y políticos y la perdida del control del aparato de Estado.

Una Constitución reaccionaria y antidemocrática

La Constitución de la Republica de El Salvador, vigente desde 1983 con algunas reformas, no fue elaborada con la participación democrática del pueblo salvadoreño. Al contrario, fue impuesta por el imperialismo norteamericano y las clases dominantes en plena Guerra Civil y en momentos en que las Fuerzas Armadas y demás cuerpos represivos de seguridad, junto a los escuadrones de la muerte, masacraban a los dirigentes obreros y populares. Esta Constitución en el artículo 85 sentó las bases de la partidocracia, al establecer que: “El sistema político es pluralista y se expresa por medio de los partidos políticos, que son el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del Gobierno”.

Estos conceptos respondieron a las necesidades y realidades históricas de los sectores de la clase dominante, que en aquel momento buscaba desesperadamente frenar un posible arribo al poder de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que en ese momento libraba la lucha armada y propugnaba por la insurrección popular. Aunque, al mismo tiempo, creó mecanismos institucionales para que la guerrilla del FMLN pudiese desarmarse, abandonar el programa socialista, y participar en la vida política como un partido más, pero amarrado a los preceptos constitucionales que la oligarquía definió en 1983.

Por ello la Constitución de 1983 limitó y continúa limitando la participación política democrática de los trabajadores, campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares, estableciendo rígidos requisitos exigidos para constituir nuevos partidos políticos, e implementando procesos viciados en la inscripción de los mismos.

Las maniobras de ARENA

El partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) nació como una agrupación contrarrevolucionaria, y siempre ha defendido los intereses de los sectores tradicionales de la clase dominante. Después de la derrota electoral del 2009 perdió del poder ejecutivo, así como la hegemonía en la Asamblea Legislativa, como resultado de la división interna que llevó a la fundación del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA). Antes de que se produjera el cambio de correlación de fuerzas dentro de la Asamblea Legislativa, ARENA se atrincheró en el órgano judicial, recurriendo posteriormente a una serie de maniobras como dictar sentencias favorables a la seudo democratización del sistema político, al permitir las candidaturas independientes, el desbloqueo de listas cerradas de candidatos a diputados, etc.

Estas maniobras estaban dirigidas a debilitar políticamente al gobierno de Mauricio Funes y del FMLN, creando mecanismos institucionales que les restasen caudal electoral al FMLN y GANA, este último como expresión partidaria de los sectores burgueses emergentes. Las sentencias de la Sala Constitucional fueron una clara maniobra política que beneficiaba a ARENA, pero al dictarlas dejaron muy claro que los gobiernos de ARENA se basaron en instituciones antidemocráticas, como siempre lo hemos denunciado los socialistas centroamericanos.

Como Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), partiendo de que dichas sentencias sólo buscaban cambiar algo para que todo siguiera igual, declaramos que no apoyábamos las sentencias de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por considerarla una maniobra política de la derecha y porque eran insuficientes para satisfacer los objetivos políticos de la clase trabajadora. Expresamos a la vez que no podíamos permitir ni apoyar restricciones a los derechos democráticos de los trabajadores y del pueblo, como los que fueron realizados en los gobiernos de ARENA.

Como Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) también hemos criticado al gobierno del FMLN porque éste se ha negado a encabezar la lucha por la democratización del sistema político salvadoreño. Hasta ahora las “Reformas Electorales” sólo han beneficiado a ARENA y GANA, no así a la clase trabajadora, ya que continúan vigentes las restricciones que impiden la participación política de los trabajadores, campesinos y pueblos originarios, por lo que sigue siendo necesario luchar por una verdadera democratización del régimen político.

La clase dominante tradicional y el partido ARENA han buscado maneras para evitar que las expresiones políticas de los nuevos grupos económicos emergentes consoliden posiciones dentro de las instituciones del Estado. En este contexto, a pesar que ARENA se recuperó en las pasadas elecciones legislativas de 2012, la repartición de los cargos dentro de la Corte Suprema de Justicia y en la Fiscalía General de la Republica se realizó cuando el FMLN y sus aliados tenían mayoría de diputados en la Asamblea Legislativa

Este es el verdadero origen de la actual crisis política. Este “golpe de mano” del FMLN y sus aliados es considerado “inconstitucional” por ARENA y la clase dominante tradicional. El temor de estos sectores es que en el futuro tendrían que negociar las decisiones judiciales con el FMLN y sus aliados.

La defensa de la Constitución, nueva táctica de la derecha arenera

El nombramiento de los Magistrados por segunda ocasión por parte de la legislatura 2009 -2012 llevó a que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declarara inconstitucional la elección de los magistrados en 2012 y en 2006. Evidentemente, las decisiones de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia contradecían la voluntad de los aliados del FMLN dentro de la Asamblea Legislativa.

Fue así como la Asamblea Legislativa aprobó un acuerdo para interponer una demanda ante la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) contra las ultimas sentencias de la Sala Constitucional de la Corte Suprema, la que ordenó la suspensión de los actos de la Sala de lo Constitucional, validando momentáneamente en los hechos las decisiones de la Asamblea Legislativa de elegir Magistrados en dos ocasiones. Esta resolución de la CCJ fue considera por la Sala Constitucional de la Corte Suprema como “invasión indebida en la justicia constitucional del Estado salvadoreño”, agravando la crisis política y poniendo en tela de juicio los órganos de la integración centroamericana, que fueron reconocidos en su momento por el Estado de El Salvador.

Por su parte, el presidente Mauricio Funes se mostró afín a las resoluciones de la CCJ, debido su temor a que se declaren también inconstitucionales los nombramientos de los militares en los organismos de seguridad, decisión que ha sido cuestionada por muchas organizaciones sociales.

Esta lucha política en las alturas del poder, no beneficia en nada a la clase trabajadora, los campesinos, los pueblos originarios y demás sectores populares. A pesar de ello, la clase dominante tradicional muy astutamente ha logrado arrastrar a ciertas organizaciones a su causa, como es el caso de algunos grupos en Aliados por la Democracia. De igual manera, expresiones políticas de los sectores económicos emergentes, también han manipulado y arrastrado a sectores de masas en esta lucha por el control de los aparatos del Estado.

En este conflicto por el control de la Corte Suprema de Justicias, tanto el FMLN y sus aliados, como ARENA, han apelado a la movilización controlada de sus seguidores, para incidir en la mesa de negociaciones. Ninguno de estos bandos en pugna apela realmente a las masas, porque ambos temen que se cree una dinámica social que no puedan controlar. Ambos enseñan los dientes y los puños, esperando convencer al otro de la necesidad de encontrar una salida negociada.

Chantaje e imposiciones del imperialismo

Esta crisis política ha empezado a preocuparle al imperialismo norteamericano, debido a las buenas relaciones que mantiene con el gobierno de Funes y del FMLN.

El imperialismo también presiona por una salida pactada a dicho conflicto. Para ello ha recurrido al chantaje, amenazando con retirar los programas de cooperación financiera al gobierno y utilizando la figura del presidente Funes, quien parecía no querer involucrarse en el conflicto so pretexto de la independencia de poderes. Pero la dinámica del conflicto obligó a Funes a encabezar el proceso de diálogo entre el FMLN y ARENA.

Funes ha dicho que “Se trata de lograr un ámbito favorable al diálogo y a la construcción de consensos que permita alcanzar acuerdos superadores del conflicto de poderes que vivimos ya desde hace varias semanas… No estoy esperando que al final de esto salga la solución, pero al menos si nos ponemos de acuerdo en cómo comenzar a abordar el problema y el alcance de estas reuniones, con eso diría yo que nos podríamos dar por satisfechos…” (http://www.presidencia.gob.sv)

La dirección del FMLN junto al gobierno de Funes, solamente están presionado para negociar, pero no en función de los intereses de las grandes mayorías, sino para garantizarse cuotas de poder como partido político.

El resultado de las primeras negociaciones entabladas, bajo la mediación del Presidente Funes, indica que tanto ARENA como el FMLN y sus aliados, han llegado a acuerdos parciales que indican la voluntad política de fortalecer el bipartidismo, la repartición de cuotas de poder, a costa de los mismos valores democráticos que ambos sectores dicen representar.

Exijamos la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, libre y soberana

En el 2009, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), planteó la necesidad de terminar con los gobiernos de ARENA. Una vez derrotada la derecha arenera, expresamos total desacuerdo con el gobierno de Unidad Nacional, por ser contrario a los intereses de las grandes mayorías, llamando a la instauración de un gobierno de la clase trabajadora, de campesinos, pueblos originarios y sectores populares en el cual no debía participar ningún burgués.

Era y sigue siendo necesario rechazar todo pacto o negociación con la derecha. Se debía terminar con el sistema antidemocrático, ampliar las libertades, garantías y derechos en beneficio de la clase trabajadora, el campesinado, los pueblos originarios y demás sectores populares, siendo necesarios la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en la cual sea el pueblo quien decida democráticamente los rumbos de la nación.

A pesar de sus maniobras y de los resultados electorales del 2012, la derecha arenera realmente no ha podido recuperarse. Ha perdido el control del órgano judicial y la hegemonía en la Asamblea legislativa, lo que ha generado una crisis del sistema de dominación burgués. Este es el momento en que el FMLN debería luchar desde la Asamblea Legislativa por la derogatoria de la pétrea Constitución de 1983 y reorganizar el Estado en beneficio de las clases oprimidas, pero se niegan a hacerlo. Salvador Sánchez Cerén ha dicho con claridad que el FMLN aspira a realizar reformas constitucionales.

Esta crisis política se produce en el marco de la crisis económica nacional e internacional del sistema capitalista, lo que debe ser aprovechada por la clase trabajadora, el campesinado, los pueblos originarios y demás sectores populares para cambiar el sistema político económico y social imperante.

Un Plan de Lucha para convocar a la Constituyente

Llamamos a las organizaciones sindicales, campesinas, pueblos originarios y populares a construir un frente unitario para reclamar la instalación de una Asamblea Constituyente que implemente un plan de reorganización democrática del Estado. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) proponemos un Plan de Reivindicaciones básicas que debe implementar la Asamblea Nacional Constituyente, así tenemos:

1. Que sea el pueblo quien elija directamente al presidente y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Presidente y Magistrados del Tribunal Supremo Electoral, Presidente y Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, Fiscal general de la república y al Procurador general de la República, así mismo que sea el pueblo quien revoque el mandato a cualquier funcionario publico. Un alto funcionario no debe ganar más allá del salario de un obrero calificado.

2.- Democratización del régimen político lo que implica flexibilizar los requisitos para la creación y legalización de partidos políticos, y de las candidaturas no partidarias que permitan la participación política de los trabajadores, campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares. A nivel municipal los consejos municipales deben ser representativos de todas las expresiones políticas.

3. Incorporación de mecanismos como el referéndum, plebiscito. Etc que permitan la participación democrática y consulta popular en temas de interés nacional.

4. Reconstruir la nación y el estado federal centroamericano.

5. Revertir el proceso de dolarización.

6. Retirar toda protección jurídica que permita a los funcionarios públicos actuar en impunidad tal es el caso del fuero político y militar.

7. Cese de la creciente remilitarización.

8. Garantizar la seguridad, la prevención y combate a la violencia y delincuencia.

9. Por el derecho a la libertad de sindicalización y el derecho a huelga de todos los empleados públicos y municipales, así como también garantías de estabilidad laboral.

10. Despenalización de todos los métodos tradicionales de lucha social.

11. Asegurar que los que tienen más dinero, paguen mas impuestos.

12. Implementación de una reforma agraria integral.

13. Reconocimiento de la existencia y derechos de los pueblos originarios (indígenas).

14. Fortalecer el sistema público de salud con carácter gratuito a niveles que satisfagan las necesidades de la población.

15. Garantizar el acceso de toda la población a una educación gratuita y de calidad en todos los niveles, así como la asignación de un presupuesto justo a la Universidad de El Salvador. Destinar los recursos necesarios para el fortalecimiento del sistema de educación pública, mejorando la excelencia académica y la investigación científica.

16. Aumento general de salarios para los trabajadores públicos y privados de la ciudad y del campo. Que se establezcan salarios mínimos acordes con el monto de la canasta básica, los cuales deben subir automáticamente al ritmo del aumento de la canasta básica. Obligar a los patronos a pagar todas las prestaciones sociales de ley.

17. Plan de construcción de viviendas a bajos precios para todos los trabajadores, sectores populares y campesinos que las necesiten. Eliminación de los asentamientos marginales y entrega de viviendas gratuitas a sus habitantes.

18. Protección del medio ambiente y de los recursos naturales. Terminar con todo proyecto que afecte al medio ambiente y las poblaciones.

19. Renacionalización de las empresas, servicios y recursos privatizados o entregados en concesión.

20. Nacionalización de la banca y del sistema financiero, bajo control de los trabajadores.

21.- Garantizar el Derecho al trabajo y una vida digna para todos. Se debe combatir el desempleo. No a la flexibilización laboral y a los empleos precarios sin goce de prestaciones ni estabilidad. No a la privatización de la seguridad social.

¡!Es hora de democratizar el Salvador en beneficio de los mas pobres!!

Centroamérica, 28 de Julio del 2012

Secretariado Ejecutivo Centroamericano del

PARTIDO SOCIALISTA CENTROAMERICANO (PSOC

El Salvador: programas políticos y programas electorales

12 de abril de 2013 La ausencia de un programa político definido de transformaciones revolucionarias, y su sustitución por programas electorales de naturaleza coyuntural, es una de las expresiones más reveladoras del peso de la visión reformista predominante en el discurso y la práctica del grueso del movimiento revolucionario salvadoreño.

Desprenderse de esta visión reformista y retomar el rumbo revolucionario es uno de los principales desafíos de la izquierda salvadoreña, para poder así aprovechar la extraordinaria acumulación de fuerzas existente e inclinar la balanza social hacia la ruptura del sistema y no hacia su sostenimiento, como sucede en la actualidad.

Para cumplir esta tarea de naturaleza estratégica se requiere poner en tensión la voluntad popular de transformar este sistema capitalita dependiente, por un nuevo tipo de sociedad, la sociedad socialista. Y de esta forma iniciar el esfuerzo histórico por hacer desaparecer las diferencias de clase, la opresión y la explotación.

Sin un programa político, el barco de la revolución navega sin rumbo. Y va dando bandazos hacia la izquierda o hacia la derecha, hacia el oportunismo o hacia el izquierdismo, y puede hasta naufragar. De lo que se trata es de garantizar que el barco llegue al puerto, al puerto del socialismo.

Y una de las más evidentes manifestaciones del peso alcanzado en nuestro pensamiento por la visión reformista, es la ausencia de debate sobre un programa político que defina con claridad los objetivos y las estrategias, tanto a corto como a mediano y largo plazo del movimiento revolucionario salvadoreño. Trabajamos con base a la coyuntura. Afinamos el oído y el olfato de la táctica (programa mínimo) y descuidamos la visión estratégica (programa máximo). No siempre ha sido así.

Y podemos rescatar como valiosa herencia la plataforma de lucha por el poder del Comandante Anastasio Aquino, que construyó un ejército indígena para garantizar el cumplimiento de los famosos Decretos de Tepetitan de 1833 que entre otras cosas, planteaban: “Queden libres de obligación de pagar todos los deudores que se encontraren en el territorio en que hace sentir su fuerza mi gobierno.”

En los últimos noventa años hemos vivido diversas experiencias de construcción de programas y de lucha por el poder. De 1924 a 1928 la lucha por conquistar la jornada laboral de ocho horas fue una bandera reivindicativa prioritaria de la FRTS (programa mínimo) a la vez que se creaban las condiciones para constituir el partido político de la clase obrera y garantizar así la lucha por el socialismo (programa máximo).

En la insurrección de 1932 el objetivo del PCS fue la instauración de soviets. Eran los tiempos de la III Internacional. El socialismo tenía quince años de existir en el mundo en la URSS. El programa no estuvo muy claro pero la decisión de romper con el sistema fue definitiva, categórica. De 1932 a 1944 la bandera fue el derrocamiento del tirano Martínez. De 1944 a 1992 la bandera fue terminar con la dictadura militar. ¿Y ahora?

Durante toda la década del setenta del siglo pasado uno de los puntos más significativos de la lucha ideológica entre las diversas corrientes de izquierda fue precisamente el debate sobre la caracterización del régimen y sobre el programa revolucionario.

Y claro, sobre las formas de lucha y de organización. Y también sobre las corrientes ideológicas internacionales. Se leía y se debatía profusamente, apasionadamente. Discusiones intensas que se daban en las alturas y en la base popular de la izquierda política y social de ese momento, entre los “revis” y los “ñurdos”, entre los “electoreros” y los “ultras.”

Para algunos el régimen era una dictadura militar en escalada fascista, para otros una dictadura militar de derecha, para otros una tiranía militar fascistoide, una dictadura de excepción, etc. Y se hablaba como proyecto de un gobierno democrático antiimperialista y antioligárquico; de un gobierno de obreros y campesinos con hegemonía proletaria, de un gobierno de salvación nacional, etc.

Al final el avance del proceso unitario y la agudización de la crisis nacional impusieron la necesidad de abandonar posiciones dogmáticas y en febrero de 1980 a nivel de CRM se logró coincidir en un planteamiento único: el de la plataforma programática del gobierno democrático revolucionario, que respondía a un nivel concreto de alianzas plasmado en el Frente Democrático Revolucionario. Y posteriormente en la alianza FDR-FMLN.

El corazón de este planteamiento radicaba en lo político en el cese a la represión contra el pueblo y libertad de los presos políticos, así como en lo social la realización de una reforma agraria, la nacionalización de la banca y del comercio exterior. Un mes después, el proyecto contrainsurgente de manera audaz asumía este planteamiento social para quitarle las banderas al proyecto revolucionario.

Posteriormente, los desafíos derivados del avance de la Guerra Popular Revolucionaria y de la profundización de la Intervención Regional del gobierno estadounidense, impusieron la necesidad de una nueva iniciativa táctica plasmada en la propuesta del FMLN-FDR de enero de 1984, llamando a la creación de un Gobierno Provisional de Amplia Participación.

Y todo esto culminó en el proceso de dialogo y negociación que dio origen a los Acuerdos de Paz de enero de 1992. Surgió una nueva institucionalidad, que incluyó la transformación del FMLN de fuerza político-militar a fuerza político-electoral. Y a la búsqueda de conquistar el gobierno mediante la vía electoral, y de esta manera ir acumulando poder político.

El 2009 el FMLN logra conquistar el ejecutivo a través de una amplia alianza de fuerzas democráticas y revolucionarias. En la actualidad esta planteada la renovación de ese mandato popular en el 2014. Han sido veinte años ya de enfrentamiento político con la derecha, durante cinco elecciones presidenciales.

Además de participar en elecciones legislativas y municipales. En el caso de las presidenciales se ha optado por 2 candidatos de fuera del FMLN
(Rubén Zamora en 1994 y Mauricio Funes en 2009)y por tres candidatos de dentro del FMLN (Facundo Guardado en 1999, Schafik Handal en 2004 y Salvador Sánchez Ceren en 2014).

Hay una relación estrecha en lo electoral entre candidato y programa. Un programa excelente puede ser opacado por un candidato débil, mientras que un candidato excelente puede ganar incluso con un programa débil. Influye fuertemente en este campo la magia de la imagen. La percepción se convierte en la realidad. La misma lección se extrae de las experiencias del PAR en 1967 con Fabio Castillo, de la UNO en 1972 con José Napoleón Duarte y en 1977 con el Cnel. Ernesto Claramount.

En conclusión, como movimiento popular tenemos el desafío de construir una propuesta política de largo plazo, que rebase los límites de las competencias electorales. Y no estamos hablando de socialismo como meta a corto plazo pero tampoco estamos hablando de acomodarnos a este sistema capitalista como el mejor de los mundos posibles. Y pensar exclusivamente en la siguiente elección y en el próximo cargo.

Esto no significa abandonar la tarea de seguir derrotando a la derecha en cada elección y de garantizar la continuidad del actual proceso iniciado en el 2009. Esto significa construir desde nuestros lugares de trabajo y territorios organización popular que es poder popular; además una propuesta de Nación desde nuestra visión y necesidades a mediano plazo, digamos veinte años.

Y educar a nuestro pueblo en la necesidad de una ruptura, de un cambio de sistema, en la necesidad de un futuro socialista (programa máximo). Debemos aprender a caminar simultáneamente en estos tres carriles. Es posible y urgente hacerlo.

Movimiento social y popular

La implementación de la Ley de Medicamentos es una de las últimas medidas mediante las cuales el gobierno del presidente Funes expresa su naturaleza popular. Lamentablemente como movimiento popular no hemos tenido la claridad de visión y capacidad de acompañar activamente y solo ha activado el movimiento social vinculado a problemáticas de salud.

Cuando se trata de una gran batalla por la profundización de la democracia social. Pero a diferencia de 2002, en la batalla contra la privatización de la salud, esta vez la movilización popular ha estado bloqueada en parte por la existencia de un gobierno de izquierda.

Es un enfrentamiento social en el cual el Gobierno defiende los intereses populares contra la elite empresarial que se ha beneficiado por décadas de este lucrativo negocio. Pero el gobierno aparece dando la batalla solamente con un débil apoyo. Una excepción fue la masiva movilización del 4 de abril, del Hospital Rosales a la Corte Suprema de Justicia, convocada por el Foro Nacional de Salud.

El presidente Funes si ha comprendido que la batalla por la salud es la que le permitirá quizás cerrar con broche de oro su presidencia y se ha lanzado al ruedo denunciando las maniobras de la derecha para tratar de boicotear la ley de Medicamentos. Son estas actitudes las que mantienen su figura en alto en las preferencias populares.

Lo mismo sucede con otras tres grandes batallas: la del agua, la del transporte y la de las minas. Incluso con la batalla por el aumento salarial anunciado por el Gobierno, en la cual brilla por su ausencia el movimiento sindical. No hay interés en organizar esta lucha en las direcciones sindicales pero tampoco en las bases. Es lamentable, pero es una realidad.

Y mucho menos interés en la población. Prevalece el espíritu de “aceptar lo que nos den” sobre el espíritu de “luchar por lo que es justo.” Es un problema de conducción política y es un problema de estado de ánimo de los sectores populares.

En la batalla del transporte, el esfuerzo gubernamental por garantizar cambios en el sector orientados a beneficiar a la población se ven bloqueados por la actitud cerrada de transportistas que se lucran del caos existente. No hemos tenido la capacidad como movimiento popular de crear un Sindicato de Pasajeros que asuma la defensa de los derechos a un transporte barato y de calidad. Y la población es víctima y espectadora de este duelo entre Viceministerio de Transporte y Transportistas. Esperamos que sea el gobierno el que nos resuelva el problema.

Lo mismo sucede con la batalla del agua, hay un debate en la Asamblea para una Ley del Agua que es acompañado básicamente por ONGs que trabajan en el tema, pero con escasa presencia de las organizaciones comunales, de los sindicatos, de las mujeres.

No se logra captar la integralidad e interconexión de los temas. Y es que esto le correspondería hacerlo a la conducción política, como en el pasado. Definir líneas de acción. Quizás hoy con mayores niveles de consulta. Pero la conducción política esta ausente o preocupada por otros temas. Hay un vacío preocupante.

Y en este caso del agua ANDA juega un papel ambiguo, para ser benévolos. Hay que resaltar que el 4 de abril las comunidades Aragón II y Brisas del Mirador bloquearon a la altura del Rancho Navarra la carretera que conduce al Aeropuerto Internacional de Comalapa exigiendo a ANDA que se les restablezca el servicio de agua, suspendido desde hace dos semanas.

No hemos tenido la capacidad de supervisar desde el movimiento popular a este ente estatal. Y es posible hacerlo, pero estamos paralizados y confundidos. Unos temerosos de atacar al gobierno y hacerle el juego a la derecha y otros preocupados exclusivamente por atacar al gobierno al que consideran de derecha. Debemos de buscar puntos de encuentro. Es urgente.

En la batalla contra las minas, o en general en defensa de nuestros recursos naturales, no hemos tenido la capacidad de doblegar la voluntad colonialista de la italiana ENEL. No hemos logrado construir un frente común contra la amenaza de Cerro Blanco en la frontera con Guatemala.

Y la minera canadiense Pacific Rim continúa amenazante con una demanda hoy por 315 millones de dólares en concepto de indemnización por denegarles el permiso para trabajar en el país, tal como lo denunció la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica..

Es evidente que la derecha empresarial y mediática ha logrado que la izquierda social emprenda cada una de estas batallas separadamente, viendo solo los árboles de su sector y descuidando el bosque del horizonte común, de la lucha amplia por la democracia social.

Esta situación se explica a su vez por la ausencia de un ente popular que sistematice y coordine los diversos esfuerzos y los oriente hacia una meta común. Luego de los Acuerdos de Paz de 1992 el FMLN renunció a jugar este papel. Y este vacío influye poderosamente en la determinación de la actual situación.

Crisis en ARENA

La derrota electoral de marzo de 2009 es un hachazo al pecho que todavía sigue desangrando al partido de la oligarquía. Perdieron el ejecutivo. Es una situación de agonía que lleva ya cuatro años y que no pudo ser curada ni por las labores quirúrgicas de Cristiani ni por el bálsamo de la inesperada victoria electoral del año pasado. ARENA está en peligro de muerte. Y lo saben.

Y parece que no les interesa saberlo porque las pugnas continúan y cada una de las fracciones parece empeñada en lograr la anulación política de su adversario, aunque esto les acarree una nueva derrota electoral en el 2014. Quijano observa impotente como su candidatura es triturada en los trapiches de las intrigas y deserciones legislativas y hasta municipales. Y se lamenta del error cometido al no haber aceptado la conducción del partido.

No obstante esto, no puede subestimarse la capacidad de este partido por readecuar su estrategia y fortalecerse. Ya lo ha hecho en el pasado y puede repetirlo. No olvidemos marzo del año pasado. No olvidemos Apopa, Soyapango, Ilopango, etc. No podemos dormirnos…

Pero cada decisión política parece abrir una nueva herida, como ha sido la designación del candidato a la presidencia y luego la del candidato a la vicepresidencia. Y las deserciones de oficiales en plena batalla que conducen a la irrelevancia legislativa. Y las denuncias internacionales por vínculos terroristas. De continuar esta tendencia a la implosión, la segunda vuelta a estas alturas será seguramente entre Sánchez Ceren y Saca.

En el peldaño 107 del IDH 2012

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD en su Informe sobre el Indice de Desarrollo Humano, IDH 2012 ubica a nuestro país en el preocupante puesto 107. En el 2011 ocupó el puesto 105, o sea que hemos bajado dos posiciones.

El Indice de Desarrollo Humano evalúa tres condiciones: esperanza de vida, escolaridad promedio, e ingreso nacional bruto. Es una medición internacional que inició en 1990 y que este año lleva como titulo: “El ascenso del Sur: progreso humano en un mundo diverso.”

En los primeros lugares de este año se encuentran Noruega, Australia, Estados Unidos, Holanda y Alemania. En los últimos lugares se encuentran (186) Níger, República Democrática del Congo, Mozambique, Chad y Burkina Faso. O sea Europa y Africa. Los imperios y las colonias.

Hay cuatro categorías: muy alto, alto, medio y bajo. El Salvador esta en la franja de IDH Medio. Seguimos a Gabón (106) Surinam (105) y Maldivas (104) y somos seguidos por Bolivia (108) Mongolia (también 108) y Palestina (110). Y no es twitter.En nuestra región, Panamá ocupa el lugar 58, Costa Rica el lugar 69. Belice el 93. Honduras el 121. Nicaragua el 129. Guatemala el 133.-