De candidatos presidenciales y proyectos políticos del FMLN

16 Febrero 2010 GUATEMALA-No olvido una máxima que con frecuencia mencionaba uno de mis mejores profesores de ciencias políticas; él decía: en política es importante tener la razón, pero es más importante tenerla a tiempo. Esto implica que en política tener la razón en cualquier punto que sea, si esta llega a destiempo, es decir, si es prematura o tardía, no sirve para mucho, al contrario puede resultar contraproducente.

El mensaje del máximo dirigente del FMLN, Medardo González, que para la próxima elección presidencial llevarán un candidato propio, del partido, no es políticamente oportuno y más expresaría o bien un mensaje dirigido a “tranquilizar” los ánimos de sus bases más ideologizadas o radicales que no son la mayoría o bien un deseo insatisfecho de lo que siempre se quiso pero que la realidad les impuso de manera contundente en 20 años y tres elecciones presidenciales previas.

Hay lecciones de la historia que valdría la pena aprender. Si bien con la candidatura de Schafick Handal en el 2004 se consolidó el voto duro del frente y se logró aumentar el caudal electoral, se debiera recordar que las dos mejores competencias electorales presidenciales en que el FMLN fue más competitivo y en las que tuvo la capacidad de generar incertidumbre en los resultados y de constituirse en opción real de poder frente a la derecha fue en 1994 con un candidato que no era miembro del FMLN, Rubén Zamora, con quién obligó a la derecha a una segunda vuelta frente a Armando Calderón Sol, y la elección de 2009 con Mauricio Funes en la que al final se erigió con la victoria, y a fuerza de objetividad no por una abrumadora mayoría.

Consideramos que aquel mensaje ya aludido no es oportuno ni políticamente correcto por tres razones básicas. En primer lugar, a priori o de forma muy anticipada estarían poniendo obstáculos o en el peor de los casos, cerrando la posibilidad de abrirse a una amplia alianza de fuerzas sociales y políticas que garanticen la continuidad del cambio y de la construcción de un consenso político más amplio, más plural y más representativo, más estable y de mayor alcance. Adelantar criterios y posicionarse con el tema de las candidaturas no abona a la intención y necesidad de crear o consolidar esa amplia alianza con miras a profundizar el cambio.

En segundo lugar, puede conducir a la tentación y al error estratégico de confundir el gobierno con el poder. Estamos de acuerdo que en las condiciones actuales y dada la naturaleza del sistema político vigente, la construcción de poder demanda de las conquistas electorales y del control del gobierno y del aparato de Estado como medio y no como fin. Sin embargo, anteponer la lógica electoral como objetivo a la construcción de un sujeto social y político de cambio más plural y más democrático, no es lo más inteligente. La dirigencia del FMLN debiera orientar sus energías y sus discursos, cuidándose de no caer en los nocivos hegemonismos, a la construcción de un sujeto social y político que trascienda las fronteras partidarias y de izquierda revolucionaria, así como a la definición de una estrategia y un proyecto político viable o realizable en el contexto nacional, regional y mundial actual que presente claras orientaciones tácticas y estratégicas y líneas de orientación políticas, económicas, sociales e ideológicas que potencie la adhesión discursiva y activa de los más amplios sectores vivos del país, de forma que se lo apropien y lo hagan suyo pues es la única forma de volverlo realizable y sostenible y de continuar o profundizar el cambio.

Como bien lo intuyen algunos de sus dirigentes, aquel objetivo inmediato que se propuso el FMLN de sacar a ARENA del poder sigue siendo en cierto modo una tarea pendiente, pues si bien ya no controlan la dirección del Órgano Ejecutivo, siguen enquistados en las estructuras más internas y profundas del poder y el sistema político mismo y buena parte de su diseño institucional sigue estando hecho a la medida y conveniencia de aquellos poderes fácticos económica y políticamente muy influyentes que tal expresión partidaria representa. El logro pleno de aquel objetivo inmediato podría verse erosionado por una estrategia y un pensamiento político muy cortoplacista.

En este contexto la dirigencia del FMLN debiera cuidarse además de no caer en el error de sobrevalorar su capacidad política y su fuerza electoral y subestimar la capacidad de recomposición de la derecha y de su mostrada habilidad de adaptación a los nuevos entornos.

En tercer lugar, se sigue cayendo en el error de “poner la carreta delante de los bueyes”, lo que en las condiciones actuales del país y por la alta responsabilidad que un amplio sector de la población le ha delegado como partido para conducir el Órgano Ejecutivo ya no es aceptable. Antes de aventurarse con la idea de los “candidatos de hueso rojo”, deberían enarbolar la bandera y asumir el liderazgo para la construcción de un plan de nación de largo plazo que supere el cortoplacismo quinquenal, que perfile el tipo de sociedad deseable y que El Salvador necesita a 20 ó 25 años plazo, que sea coherente y viable, que responda a las presentes y futuras demandas económicas, políticas, sociales y culturales del país que apunten a darle viabilidad y sostenibilidad a un verdadero cambio estructural, de sociedad y de modelo de desarrollo y no sólo a introducir tímidos cambios al patrón de acumulación de capital en el marco del mismo modelo de sociedad imperante.

Este plan debiera ser el referente de cualquier candidato a la presidencia para las elecciones del 2014, independientemente de que sea de “hueso rojo” o de “corazón más plural y más democrático”. Es fácil entender que la construcción de este tipo de plan requiere de la construcción de consensos que vayan más allá de los consensos mínimos relativos a la formas de acceso y ejercicio del poder y la toma de decisiones, de los mecanismos para resolver los conflictos, y en su conjunto sobre el modelo de vida económica, social y política a la que aspiramos como salvadoreños. Este consenso mínimo sólo es el punto de partida que en cierto modo y con algunas limitaciones está contenido en los principios constitucionales y que también animaron y dieron sustento a los Acuerdos de Paz. Un plan de nación de largo alcance requiere de amplios consensos y del concurso de todos los sectores productivos y representativos del país y que no es posible ni viable que lo asuma una sola fuerza política, por muy fuerte, representativa y preclara que sea o que se considere. Esta será la única forma de abandonar la estrecha visión y práctica que nos ha llevado a lógica perversa e inmediatista de “refundar la democracia” cada cinco años, pues cada presidente que es elegido se erige como el Robin Hood o el que “ahora sí” hará las cosas diferentes.

Sería un error dejarse llevar nuevamente por el vanguardismo o el hegemonismo que si bien les rindió algún fruto en y durante la guerra como frente guerrillero, debiera entenderse que en el marco de la competencia electoral y la nueva experiencia democrática por la que atraviesa el país tales concepciones y prácticas políticas tienden a restar y no a sumar, a dividir y excluir pero no a unir o incluir.

Para el FMLN apostarle a capitalizar la popularidad de Funes, sobre todo si logra sostenerse con los mismos niveles de aceptación en la percepción ciudadana hasta el final de su mandato, sin introducir de fondo serios cambios en su democratización interna como partido y de su enraizamiento con los sectores sociales que supone representar, en la definición con mayor claridad de su proyecto político, así como en la formación de nuevos liderazgos tampoco sería una apuesta segura. Baste ver el ejemplo de La Concertación Democrática en Chile en la recién pasada elección presidencial, donde el candidato oficialista fue derrotado en la segunda vuelta o ballotage por la oposición de derecha, a pesar de la alta popularidad con la que termina su mandato la Presidenta Bachelet; la experiencia y el resultado del PT en Brasil en la próxima elección presidencial de octubre de 2010 podría ser para la dirigencia del FMLN un laboratorio a estudiar muy de cerca del que podría derivar importantes lecciones.

Si la lucha es por profundizar la democracia en El Salvador el FMLN tiene que trabajar no sólo por hacer un buen gobierno sino también por fortalecer su institucionalidad como partido de forma tal que cuando le corresponda de nuevo asumir el rol de oposición, muy previsible en un régimen democrático, lo encuentre preparado para hacerlo sin traumas tan profundos ni exorcismos políticos como le ha tocado a ARENA ni, tal como le sucedió a éste último, lo encuentre anclando su fuerza y potencial electoral en el control del aparato del Estado y en el manejo clientelar de los recursos públicos. Este desafío exige de la actual dirigencia del FMLN una visión más futurista y menos encerrada en lo electoral.

(*) Sociólogo y colaborador de ContraPunto

La Coordinadora Sindical Salvadoreña como expresión unitaria de las luchas

9 de abril de 2013 El nacimiento de la Coordinadora Sindical Salvadoreña (CSS), tiene su antecedente en otros esfuerzos por lograr la unidad de los sindicatos que se mantienen en lucha y con exigencias al actual gobierno. Desde el 2012 varios gremios del sector público vienen dando la pelea por superar su aislamiento, mediante la unidad ante la compleja situación económica que vive la clase trabajadora.

En la UST creemos que esta necesidad de unidad de todos estos sindicatos responde fundamentalmente a que una naciente vanguardia de sindicatos que mediante sus luchas, ya sea por aumentos salariales, contrato colectivo, etc., ha hecho la experiencia de enfrentar de manera directa la política anti sindical del gobierno de Funes y el FMLN, ahora concretada de manera más sistemática en el anteproyecto de Ley de La Función Pública.

El nacimiento de la CSS marca un paso muy importante en este proceso inicial de reorganización, el cual ya divide aguas entre los dos polos del sindicalismo salvadoreño: el primero, el que se aglutina en la CSS y organiza a los sindicatos más combativos y el segundo polo, el cual se mantiene como apéndice del FMLN, legitimando sus políticas y maniatando de pies y manos a los trabajadores para que no se movilicen.

Pasar de la unidad en la acción a la unidad programática

La consigna que motivó el nacimiento de la CSS fue en un primer momento la necesidad de derrotar el Anteproyecto de Ley de la Función Pública, porque constituye en ataque directo a los derechos fundamentales de todos los trabajadores; sin embargo, la realidad de la situación actual está haciendo que la Coordinadora se plantee ir más allá, hacia una lucha de conjunto.

El camino recorrido hasta el momento demuestra que la CSS debe de transcender y comenzar a discutir seriamente, la necesidad de darle un carácter mas orgánico y permanente, como un instrumento de lucha de los trabajadores: el cemento que debe de darle firmeza a este nuevo momento es la discusión y creación de un programa de lucha de la CSS. Este debe aglutinar las consignas más sentidas de todos los sectores populares, vinculándose con más organizaciones del movimiento de masas.

Marcha del 21 de marzo: primer esfuerzo unitario de lucha contra los planes de ajuste del gobierno Funes-FMLN

A eso de las 8 de la mañana distintas organizaciones sindicales y populares se dieron cita frente a la Catedral Metropolitana rumbo a la Asamblea Legislativa, para movilizarse contra el paquetazo de leyes. Más de mil personas acudieron al llamado de la Coordinadora Sindical Salvadoreña a lo largo y ancho del país; organizaciones como SITRASALUD, SITRAMHA, SIMEDUCO, y distintos sindicatos de trabajadores municipales aglutinados en FESITRAMES dijeron presente, además de una delegación de estudiantes de CONTRACORRIENTE y del Colectivo 25 de Julio. Mención especial merecen los compañeros del Sindicato de Trabajadores Municipales de Santa Ana (SITRAMSA), quienes movilizaron en dos buses a más de 150 personas.

Debemos destacar la importancia de esta movilización, tomando en cuenta la coyuntura en que se encuentra el movimiento sindical. La gran mayoría de organizaciones se encuentran alineadas a las políticas del gobierno, y abiertamente reconocen “aspectos positivos” de la Ley de la Función Pública; de ahí que se sentaran en la mesa de negociación. De forma vergonzosa en los hechos respaldan el accionar y la justificación de los sectores burgueses de este país, quienes han manifestado que los trabajadores estatales gozan de sendos privilegios y son los responsables del déficit en las finanzas públicas.

Creemos que la movilización del pasado 21 de marzo fue muy progresiva, ya que agrupa a lo mejor del sindicalismo independiente y clasista que no ha sido cómplice de las negociaciones con el gobierno y que, con esta primera medida, ha optado por la movilización como método de lucha privilegiado.

Pese a lo valiosa que fue de esta jornada, la consideramos un primer paso en una lucha de largo alcance de cara al entierro definitivo del paquetazo de ajustes. Además de lo que apuntábamos antes (construir un plan de lucha que unifique a los sectores que se han distanciado del FMLN), la CSS debe desarrollar un trabajo de base mucho más sostenido y constante, con asambleas en los centros de trabajo, charlas, foros de discusión para que sean cada vez más los sectores que se sumen a construir esta iniciativa unitaria de lucha. El trabajo de base realizado por los compañeros y compañeras de SITRAMSA debe ser un ejemplo a seguir.

1 de mayo: jornada de lucha contra el paquetazo y por la defensa del salario mínimo

En este sentido, la Coordinadora ya discute la posibilidad de marchar como bloque el 1 de mayo. Esto es muy importante, ya que no solo busca recuperar el significado histórico de esta fecha, sino que permite iniciar un proceso de discusión con distintos sectores del movimiento sindical y popular que no se encuentran dentro de la CSS pero con quienes coincidimos en la marcha del 21 con la perspectiva de fortalecer un polo alternativo e independiente a la política traidora de la burocracia sindical.

Desde la UST hemos respaldado distintas iniciativas como la del pasado 21 de marzo (de hecho, fuimos el único partido político con presencia en la marcha), así como otras luchas protagonizadas por los trabajadores públicos. Por eso respaldamos y acudiremos de lleno al llamado de la CSS con miras a conformar una columna, el 1 de mayo, contra el paquetazo de leyes, por la defensa de las organizaciones y las libertades sindicales, en favor de un único salario mínimo partiendo del más alto y por un aumento general de salarios. Consideramos fundamental consolidar este espacio como un foro de debate más allá de esta fecha, el cual sirva para dotar a estos sectores de un plan unitario común.

La cooperación entre Rusia y China: el nuevo enfoque geoestratégico que pone fin al poder de Occidente

La cooperación entre Rusia y China: el nuevo enfoque geoestratégico que pone fin al poder de Occidente

Lunes 14 de noviembre de 2011 por CEPRID

Alberto Cruz

CEPRID

Rusia está a punto de dar un giro de gran calado a su política exterior. La esquizofrenia en que ha vivido durante el mandato de su actual presidente, Dmitri Medvédev, está tocando a su fin (1). Medvédev había venido impulsando un notable giro pro estadounidense y pro occidental a la política exterior en temas como el programa nuclear de Irán, la OTAN o Libia (justificó los bombardeos) para, supuestamente, impulsar la modernización del país. El primer ministro, Vladimir Putin, entendía justo lo contrario, que sólo una Rusia con pleno control de los recursos energéticos (uno de sus principales rubros de exportación), así como la recuperación del terreno con los antiguos aliados en la época de la Unión Soviética, mantendrá al país plenamente independiente y con voz en el ámbito geopolítico al tiempo que conseguirá el montante económico suficiente para impulsar la modernización. En el caso de Libia, Putin criticó con dureza a la OTAN por sobrepasar los aspectos recogidos en la Resolución de la ONU respecto al embargo aéreo y los bombardeos contra la población civil.

La batalla entre ambos, que para algunos como el Partido Comunista de Rusia no es más que una moneda de dos caras, se ha decantado a favor del segundo. A pesar de pertenecer al mismo partido, Rusia Unida, Medvédev y Putin mantenían una sorda pugna por la nominación a la presidencia en las elecciones de la primavera de 2012 que se ha resuelto con el menor de los males: el intercambio de cargos. ¿Qué les ha llevado a esta ecléctica postura? El triunfo del Partido Republicano de EEUU en las elecciones de noviembre de 2010. Una de las primeras iniciativas tomadas por los republicanos, que dominan el Congreso estadounidense, fue paralizar la ratificación del nuevo tratado START de control de las armas nucleares estratégicas. Otra, de no menor calado, la aceleración de la estrategia militarista significada por el llamado “escudo antimisiles” que se ubicará en países fronterizos con Rusia y que éste país ve como una amenaza directa.

Medvédev llevaba a gala que había “arrancado” a Obama la necesidad de “consensuar” con Rusia el proyecto de defensa antimisiles. Pero la realidad es que EEUU no consensua este tema con nadie, simplemente impone. Este asunto, muy delicado en Rusia, ha ido mermando las posibilidades de Medvédev y reforzando Putin, que siempre había manifestado que tenía que existir una garantía expresa por parte de EEUU de que el citado proyecto no iba dirigido contra Rusia. Un año después, el tiempo da la razón a Putin al constatarse esta realidad. El ministro de Asuntos Exteriores ruso ha calificado la actitud de EEUU de “insincera” al negarse a dar garantías jurídicas sobre que dicho escudo no apuntará a Rusia (2).

Por lo tanto, las posturas de Putin sobre política exterior salen notablemente reforzadas mientras Medvédev se hunde en el ostracismo aunque vaya a ser el nuevo primer ministro. Si durante la presidencia de éste ha habido dos actores claros y muchas veces contrapuestos, él y Putin, durante la venidera presidencia de Putin sólo habrá una voz en política exterior. Y esa voz cada vez estará más alejada de Occidente, olvidándose de los coqueteos de Medvédev con la OTAN, por lo que volveremos a ver campañas políticas y mediáticas contra Putin como las que se lanzaron durante su anterior etapa como presidente (envenenamiento de espías, asesinato de periodistas, encarcelamiento de oligarcas aliados de Occidente, etc). Además, el intercambio de puestos –“enroque”, según los analistas rusos- refuerza a Rusia Unida de cara a las elecciones de 2012 puesto que da una imagen de unidad en unos momentos en los que era más evidente que nunca las dos posturas que mantenían ambos dirigentes, polarizando a la opinión pública y abriendo espacios cada vez mayores a la oposición de izquierdas. No en vano, cada vez un mayor segmento de la población rusa manifiesta su añoranza respecto a la URSS y nada más y nada menos que un 25% del electorado de Rusia Unida se mostraba dubitativo ante la decisión de volver a votar a esta formación.

El acercamiento a China y el fin del dólar

Putin actúa ya, de hecho, como presidente. Dando un giro de 180 grados respecto a la relación anterior con China se pasa ahora de enemigo a aliado y se plantea una relación estratégica entre los dos países como forma de crear un contrapoder efectivo, tanto político como económico y militar, a Occidente.

Nada más haberse hecho el anuncio de que Putin sería el candidato a presidente, es decir, el sucesor de Medvédev, realizó su primer viaje al exterior. Destino: Beijing. Un viaje, del 9 al 12 de octubre, al que en Occidente no se dio la importancia que tiene. Tal vez en la convicción que aquello que no se publica, no existe. Pero ese viaje era crucial por tres cuestiones: la primera, porque dejaba bien claro que el papel de Rusia en política exterior ya no tenía en cuenta a Occidente; la segunda, porque se planteaba una cooperación energética de gran calado muy alejada de la moribunda Europa Rusia es el mayor productor mundial de energía, China el mayor consumidor; la tercera, porque dicha visita se producía la misma semana en que ambos países habían vetado la resolución que Occidente había presentado en la ONU contra Siria. Una muy rara asociación entre Rusia y China puesto que en contadas ocasiones ha coincidido el veto común sobre alguna cuestión.

Rusia y China nunca han tenido una coincidencia de intereses en Oriente, Próximo o Lejano, y su veto conjunto anuncia que van a tener un papel mucho más protagonista en esas áreas a partir de ahora. Dejan muy patente que no habrá otra Libia y eso supone un enfrentamiento directo con EEUU y la UE y un anuncio muy a tener en cuenta: rusos y chinos han dicho basta a la prepotencia occidental.

La candidatura de Putin a la presidencia ha sido acogida por China con toda clase de bendiciones. “Su vuelta [a la presidencia] es digna de ser bienvenida por todo el mundo, porque las políticas interna y exterior de Rusia tendrán mayor estabilidad y previsibilidad, lo cual es beneficioso para la estabilidad de las relaciones internacionales, especialmente para el desarrollo de las relaciones bilaterales con China”, dice Wang Haiyun, vicepresidente del Instituto de Historia de las Relaciones Chino-Rusas (3).

En este caso el académico fue mucho más discreto que los políticos. El presidente chino, Hu Jintao, dijo que se iniciaba una era de “relación estratégica integral”. Putin, por su parte, fue mucho más agresivo: “La relación entre los dos países no encontrará problemas en ninguna esfera. (…) Hay que terminar con la parasitaria dominación del dólar” (4).

Putin puede ser cualquier cosa, pero no un tonto. La referencia al dólar la hizo en un momento clave puesto que tres días antes de su visita a Beijing el Senado de EEUU había amenazado a China con una guerra comercial si no reevaluaba su moneda para favorecer el comercio mundial –es decir, el de EEUU- dado que para los estadounidenses está infravalorada y eso favorece las exportaciones chinas. En estos momentos es China quien tiene un superávit comercial con EEUU de 273.000 millones de dólares y no al revés. El fin de la “era americana” está mucho más cerca de lo que se cree.

Aunque los chinos no son tan agresivos y tienen como premisa salvaguardar las relaciones con EEUU, la nueva relación con Rusia es equivalente a una situación de “ganar-ganar”. La visita de Putin terminó con la firma de 16 acuerdos económicos y comerciales por valor de más de 6.000 millones de euros, la inversión china de 1.100 millones de euros en un complejo industrial de fundición de aluminio en Siberia y la creación de un fondo común de inversiones de otros 1.000 millones de euros. Rusia, por su parte, va a surtir de petróleo a China a través del oleoducto Skovorodino-Daqing. Hasta ahora la presencia rusa en China era “lenta y limitada”, por lo que el salto que se da es espectacular sobre todo cuando entra en escena la joya de la corona rusa: Gazprom, el primer exportador de gas natural del mundo. China refuerza su talón de Aquiles, el suministro energético, y afianza su protagonismo mundial.

El comercio entre los dos países fue en 2010 de 54.000 millones de euros y en virtud del nuevo acuerdo se espera llegar a los 65.000 millones de euros en 2011, estipulándose en 95.000 millones para el año 2015 y en 200.000 millones para el 2020. Es decir, cuando Putin acceda a la presidencia en 2012 todo su mandato va a estar centrado en este objetivo y Europa y EEUU quedarán relegadas en la estrategia rusa puesto que los aliados occidentales han hecho todo lo posible por dificultar los acuerdos de suministro de gas ruso a Europa (recuérdese el conflicto con Ucrania por el gas). Además, rusos y chinos han estipulado que ese intercambio comercial no tiene por qué estar basado en el dólar.

Los chinos dejan a los nuevos socios el enfrentamiento con Occidente y ellos se benefician de todo. Salvo que EEUU dé el paso que quieren los republicanos en la guerra comercial. Entonces China tendrá que actuar y por eso en EEUU existe un lobby al revés: las principales multinacionales con intereses en China están presionando al Senado para que no se apruebe una ley que será muy peligrosa para sus intereses, lo que heriría aún más la economía estadounidense.

El nuevo bloque político-militar: la Unión Euroasiática

La nueva relación estratégica entre Rusia y China tiene también como objetivo la creación de un bloque político, económico y militar que sirva de contrapeso a EEUU y la UE, la denominada Unión Euroasiática. Es un viejo sueño ruso que plantea la creación de un nuevo polo que haga frente a Occidente. En el lenguaje diplomático ruso, dicha Unión Euroasiática debe convertirse en “un puente efectivo entre Europa y la dinámica región de Asia-Pacífico”. Por eso, reactivan los ejercicios militares conjuntos, su papel en el eje BRICS y se da un nuevo aire a la decaída Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS).

De la OCS forman parte Rusia, China, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán y a sus reuniones acuden como invitados Irán, que ha solicitado su adhesión plena, Pakistán e India, que no puede quedarse al margen del nuevo orden regional y mundial aunque coquetea tanto con EEUU como con la OTAN (Rusia y China no van a dar ningún paso con India hasta estar seguros que este país no es el caballo de Troya de EEUU en la Unión Euroasiática). Lo mismo pasa con Turquía, miembro de la OTAN, que ha solicitado ser considerado “socio de diálogo” de la OCS. Afganistán, Sri Lanka y Mongolia han pedido recientemente ser admitidos en calidad de observadores.

En los últimos dos años la OCS ha sido mantenida casi en hibernación y China había acusado a Rusia de “privar de seriedad” a la OCS por el acercamiento a la OTAN que impulsó Medvédev. Sin embargo, el pasado mes de julio celebró una reunión crucial en Kazajstán. Para sorpresa de casi todos, lo que se discutió fue no sólo el reforzamiento de la cooperación militar sino la adopción de una nueva moneda global y la creación de un banco de desarrollo. ¿Por qué es importante esta revitalización de la OCS? Pues porque estamos hablando de una alianza que engloba a países que cuentan con casi la mitad de la población mundial.

Lo que hay en marcha es una OCS que combina aspectos de una alianza militar como la OTAN con las ventajas económicas de una unión entre países como la UE o la UNASUR, solo que con mucha más población y en constante crecimiento. El proceso se está acelerando y ya se está preparando una nueva reunión, esta vez el San Petersburgo, en la que se va a discutir “el fortalecimiento de la cooperación entre los Estados miembros de la OCS en diversos ámbitos, entre ellos la agricultura, la economía y el comercio, las finanzas, la tecnología y la energía, entre otros” (5). Incluso el FMI y el BM se ven amenazados con la posible instauración de una nueva moneda para las transacciones financieras de estos países. Esta es la razón por la que desde el verano EEUU ha decidido re-enfocar su presencia en Asia y agitar viejos conflictos como el que enfrenta a Vietnam con China a propósito del Mar Meridional de China. El propósito es dificultar al máximo esta integración que puede llegar a dominar rutas estratégicas y desarrollar unas nuevas relaciones políticas, económicas y militares sin la interferencia occidental y, sobre todo, de EEUU.

Los chinos saben que una de sus debilidades estratégicas, la energía, está asegurada con la nueva relación estratégica con Rusia. La otra es su dependencia de las importaciones y exportaciones vía marítima. Por eso está construyendo portaaviones y por eso está reforzando su poder militar y sus alianzas en este campo. Si durante el 90 aniversario de la constitución del Partido Comunista de China se anunció que se estaban buscando emplazamientos para una base naval (6), la primera fuera del territorio chino, ahora ya se ratifica que ha llegado a un acuerdo con Sri Lanka para que la marina de guerra china pueda utilizar el puerto de Hambantuta, uno de los más grandes de esa zona. No debería sorprender, por lo tanto, que Sri Lanka haya pedido ser aceptado en la OCS en calidad de observador.

La alianza estratégica entre Rusia y China se ha fortalecido a raíz de la agresión a Libia. Ambos países fueron cogidos por sorpresa por la decisión de la Liga Árabe, patrocinada e impulsada por Arabia Saudita, y tuvieron una reacción dubitativa que les llevó a abstenerse en la ONU. Pero el contraataque ha sido fulgurante y así lo han puesto de manifiesto tanto con el veto a la resolución sobre Siria como con esta alianza geopolítica. Para Rusia y China la agresión a Libia fue la constatación que las palabras de cambio de Obama al inicio de su mandato no eran más que una táctica y un ejercicio de relaciones públicas que estaba muy lejos de un compromiso serio por la paz o el respeto al derecho internacional. Rusos y chinos son cada vez más conscientes de ello y actúan en consecuencia. Máxime cuando el Secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, no se recata en afirmar que una alianza militar entre Rusia y China supondría “una amenaza para la seguridad nacional de EEUU y para el mundo entero” (7).

Vivimos unos momentos en los que la intensidad de los cambios geopolíticos está al mismo nivel que hace 20 años, con la desaparición de la URSS y el comienzo del mundo unipolar bajo el pomposo nombre de Nuevo Orden Mundial. Ese mundo está desmoronándose. Como se ha dicho antes, el fin de la “era americana” está llegando a su fin. Como una fiera cuando está herida, el imperialismo se vuelve más peligroso y hay un país, Irán, que puede convertirse en la piedra de toque para desbaratar la nueva estrategia ruso-china de Unión Euroasiática en mayor medida que las escaramuzas del Mar Meridional de China. La renovación de las amenazas contra el país persa por su programa nuclear van en esa dirección, poner en un aprieto internacional a dos de sus principales socios económicos y valedores políticos.

Ya lo dijo hace dos décadas Brezinski, ex Consejero de Seguridad Nacional durante la presidencia de Carter: “la primacía global de EEUU depende directamente de la duración y eficacia de su preponderancia en el continente euroasiático”.

Notas

(1) Alberto Cruz, “La deriva pro occidental de Rusia en el enfrentamiento Medvedev-Putin” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1010

(2) Ria Novosti, 31 de octubre de 2011.

(3) Diario del Pueblo, 27 de septiembre de 2011.

(4) Xinhua, 14 de octubre de 2011.

(5) Xinhua, 8 de noviembre de 2011.

(6) Alberto Cruz, “China: Ejército, geopolítica y el retorno a Mao” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1205

(7) Voice of Russia, 14 de septiembre de 2011.

Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor. Su último libro es “La violencia política en la India. Más allá del mito de Gandhi””, editado por La Caída con la colaboración del CEPRID. Los pedidos se pueden hacer a libros@lacaida.info o bien a ceprid@nodo50.org

albercruz@eresmas.com

Ayer como hoy: en contra del AdA con la Unión Europea

Ayer como hoy: en contra del AdA con la Unión Europea

Publicado en Contrapunto, lunes, 08 de abril 2013
Julia Evelyn Martínez
SAN SALVADOR – Hace exactamente cuatro años, gracias a una invitación del Centro para la Defensa del Consumidor de El Salvador (CDC) tuve la oportunidad de participar como expositora en un encuentro de movimientos sociales centroamericanos en Tegucigalpa, reunidos para definir y coordinar estrategias de resistencia en contra de la aprobación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (AdA).

Revisando mis anotaciones, encuentro que fueron tres razones principales en base a las
cuales justifiqué en ese encuentro, mi oposición al AdA. En primer lugar, el AdA es la versión europea del CAFTA. Esto significa que forma parte de la estrategia de expansión global del Capital que tiene como sus principales objetivos, el control transnacional de los sectores estratégicos de la región centroamericana (agua, energía, servicios públicos, servicios financieros, pensiones, tierra, recursos marinos, medicamentos, etc.) y obtener mejores condiciones de rentabilidad para las empresas europeas en las compras gubernamentales, concesiones de obras públicas y mayor protección de patentes.

Este es el espíritu de la AdA, el cual sin embargo, se mantiene oculto gracias al estéril debate que sobre el tema comercial impone tanto la agenda informativa de los medios de comunicación, como las oficinas de los Ministerios de Economía. En este falso debate, el análisis de este instrumento se reduce a la constatación de las obvias asimetrías existentes entre El Salvador y Europa, y la capacidad (o incapacidad) de las empresas nacionales de poder aprovechar “las oportunidades” para aumentar sus exportaciones hacia ese destino.

En segundo lugar, aun cuando el tema comercial no es el tema principal del AdA, es obvio que, pese a las asimetrías existentes, las exportaciones desde El Salvador a Europa aumentarán. Sin embargo, no serán exportaciones de pequeñas o medianas empresas nacionales, sino que serán exportaciones realizadas por empresas europeas radicadas en El Salvador (como la empresa atunera CALVO) que aprovecharán las ventajas del AdA para que sus mercancías entren a los mercados europeos sin pagar aranceles, o bien para que las grandes empresas comerciales salvadoreñas (como SIMAN o SUPERSELECTOS) y/o franquicias europeas (como ZARA o MNG) puedan importar mercancías libres de impuestos desde Europa, para ampliar sus ventas al mercado nacional y desplazar todavía más a la ya debilitada producción salvadoreña.

En tercer lugar, la denominada cooperación para el desarrollo que acompaña al AdA es el envoltorio de regalo que recubre la expoliación de recursos y bienes públicos. Este ofrecimiento cumple el mismo papel que en 1492 cumplieron los espejos y cristales de colores, que los conquistadores entregaron a los indígenas a cambio de sus riquezas. Adicionalmente, debe denunciarse el intenso lobby que la UE está realizando con las organizaciones no gubernamentales que dependen de su cooperación para el financiamiento de sus actividades y de sus planillas, que está logrando el efecto de cooptar sus posturas críticas y/o dividir al movimiento social frente al acuerdo. Cuatro años después, mis convicciones sobre este Acuerdo siguen siendo las mismas, pero el contexto en que se presenta la solicitud de ratificación a la Asamblea Legislativa es más desfavorable para los intereses del pueblo salvadoreño que hace 4 años.

La solicitud de ratificación proviene ahora de un gobierno que se autodefine de izquierda, que goza de un alto nivel de popularidad en las encuestas de opinión y está liderada por funcionarios que hace menos de cuatro años se oponían al AdA. Y esto, puede no solo confundir al movimiento popular sino que amenaza con desmovilizar las protestas de las organizaciones populares y laborales en contra del AdA, en especial, las de aquellas organizaciones que están identificadas con los programas sociales gubernamentales, y que no quieren “hacerle olas” a este gobierno, de cara al proceso electoral de 2014.

Esto es parte de la gran paradoja de la izquierda en América Latina: criticar a las políticas de derecha cuando las hacen los gobiernos y partidos de derecha; justificar y/o tolerar las políticas de derecha cuando las hacen gobiernos y partidos de izquierda. ¿Será aún tiempo que la izquierda salvadoreña tome conciencia del error
histórico de mantenerse en esta paradoja?

Crece apoyo a campaña pro proclamación de San Hugo Chávez

SAN SALVADOR, 10 de abril de 2013 (SIEP) “Cada vez se suman más personas e instituciones a esta Campaña Pro Proclamación de San Hugo Chávez como Patrono de Nuestra Patria Grande Latinoamericana y Caribeña” indicó el Rev. Roberto Pineda, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Explicó que esta campaña surge en Nicaragua bajo la iniciativa de los líderes religiosos Javier Arrué, venezolano y Miguel Descotto, nicaragüense y es asumida en El Salvador por el Movimiento Social y la Iglesia Luterana Popular.

Entre los adherentes se encuentran los principales representantes del movimiento social salvadoreño, entre estos Francisco García, de la Concertación Popular por un País sin Hambre y Seguro, CONPHAS; Israel Montano, de la Coordinadora Intersindical Rafael Aguiñada Carranza; y Wilfredo Berríos, del Frente Sindical Salvadoreño, entre otros.

Concluyó el pastor Pineda que “mediante este esfuerzo los cristianos latinoamericanos y caribeños expresamos nuestro reconocimiento al legado espiritual reflejado en el testimonio de vida y esperanza de nuestro San Hugo Chávez de América.”

Invitan a ILPES a observar elecciones en Venezuela

SAN SALVADOR, 10 de abril de 2013 (SIEP) “Es un gran honor y una gran responsabilidad para nuestra Iglesia Luterana Popular de El Salvador, ILPES, acompañar al pueblo hermano de Venezuela como observadores este 14 de abril en sus elecciones presidenciales…” expresó el Rev. Ricardo Cornejo, pastor de la Iglesia Luterana Popular.

“En nombre del Poder Electoral de la República Bolivariana de Venezuela invito a participar en el Programa de Acompañamiento Internacional Electoral para las elecciones presidenciales del 14 de abril…”expresa la carta enviada por la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Sra. Tibisay Lucena Ramírez.

El Rev. Cornejo asiste en representación de las Comunidades de Fe y Vida, COFEVI, junto con la Licda. María Isabel Villegas, Presidente de la Asociación Cristiana de Mujeres, ACM. Ambos de la ILPES.

Por su parte, la Licda. Villegas indicó que “nos sentimos muy alegres porque vamos a compartir con el pueblo venezolano un nuevo capítulo de su ya largo camino para fortalecer su proyecto democrático que es ejemplo en América Latina y el mundo entero.”

Francisco se desnuda para cubrir la desnudez del Papa

06/04/2013 Saben los historiadores que el Papa del tiempo de san Francisco, Inocencio III (1198-1216), llevó el papado a un apogeo y esplendor como nunca lo había habido antes ni lo habrá después. Hábil político, consiguió que todos los reyes, emperadores y señores feudales, con algunas excepciones, fuesen sus vasallos. Bajo su regencia estaban los dos poderes supremos: el Imperio y el Sacerdocio. Ser sucesor del pescador Pedro era poco para él. Se declaró «representante de Cristo», pero no del Cristo pobre, que andaba por los polvorientos caminos de Palestina, profeta peregrino, anunciador de una radical utopía, la del Reino del amor incondicional al prójimo y a Dios, de la justicia universal, de la fraternidad sin fronteras y de la compasión sin límites. Su Cristo era el Pantocrator, el Señor del Universo, cabeza de la Iglesia y del Cosmos.

Esta visión exaltatoria favoreció la construcción de una Iglesia monárquica, poderosa y rica pero absolutamente secularizada, contraria a todo lo que es evangélico. Tal realidad sólo podía provocar una reacción contraria entre el pueblo. Surgieron los movimientos pauperistas, de laicos, hombres y mujeres y de laicos ricos que se hacían pobres. Predicaban por su cuenta el evangelio en la lengua popular: el evangelio de la pobreza contra el fasto de las cortes, de la sencillez radical contra la sofisticación de los palacios, la adoración al Cristo de Belén y de la Crucifixión contra la exaltación imperial de Cristo Rey todo poderoso. Eran los albigenses, los valdenses, los pobres de Lyon, los seguidores de Francisco, de Domingo y de los siete Siervos de María de Florencia, nobles que se hicieron mendicantes.

A pesar de este fasto, Inocencio III fue sensible a Francisco y a los doce compañeros que lo visitaron, desharrapados, en su palacio de Roma, para pedirle permiso para vivir según el evangelio. Conmovido y con remordimientos, el Papa les concedió un permiso oral. Corría el año 1209. Francisco no olvidaría este gesto generoso.

Pero la historia da sus vueltas. Lo que es verdadero e imperativo, llegado su momento de maduración, se revela con una fuerza volcánica. Y se reveló en 1216 en Perugia adonde fue el Papa Inocencio III a uno de sus palacios.

Súbitamente el Papa muere después de 18 años de pontificado triunfante. Pronto se oyen los sonidos lúgubres del canto gregoriano provenientes de la catedral pontificia. Se entona el grave planctum super Innocentium («el llanto sobre Inocencio»).

Nada detiene a la muerte, señora de todas las vanidades, de toda la pompa, de toda gloria y de todo triunfo. El ataúd del Papa está frente al altar mayor cubierto oropeles, joyas, oro, plata y los signos del doble poder sagrado y secular. Cardenales, emperadores, príncipes, abades y filas sin fin de fieles se suceden en la vigilia. El obispo Jacques de Vitry, llegado de Namur y nombrado después cardenal de Frascati, es quien lo cuenta.

Es medianoche. Todos se retiran apesadumbrados. Solamente la luz vacilante de las velas encendidas proyecta fantasmas en las paredes. El Papa, en otro tiempo siempre rodeado de nobles, está ahora solo con las tinieblas. Y de pronto unos ladrones entran sigilosamente en la catedral. En pocos minutos despojan el cadáver de todas las ropas preciosas, del oro, la plata y las insignias papales.

Ahí yace un cuerpo desnudo, ya casi en descomposición. Se hace realidad lo que Inocencio III dejara registrado en un famoso texto suyo sobre «la miseria de la condición humana». Ahora ella se muestra con toda la crudeza en su propia condición.

Un pobrecito, fétido y miserable, se había escondido en un rincón oscuro de la catedral para velar, rezar y pasar la noche junto al Papa que le fue tan benévolo. Se quitó la túnica rota y sucia, túnica de penitencia, y con ella cubrió las vergüenzas del cadáver ultrajado.

Siniestro destino de la riqueza, grandioso el gesto de la pobreza. La primera no lo salvó del saqueo, la segunda lo salvó de la vergüenza.

Y concluye el cardenal Jacques de Vitry: «Entré en la iglesia y me di cuenta, con plena fe, de cuán breve es la gloria engañosa de este mundo».

Aquel al que todos llamaban Poverello y Fratello nada dijo ni nada pensó. Solo hizo. Quedó desnudo para cubrir la desnudez del Papa que un día le aprobara el modo de vida. Francisco de Asís, fuente inspiradora del Papa Francisco de Roma.

[Leonardo Boff es autor del libro Francisco de Asís: ternura y vigor, Sal Terrae 61995.
Traducción de Mª José Gavito Milano].

Malvinas: Descorriendo el manto de neblina

Además del sentimiento de despojo que despierta y el dolor que sigue produciendo la herida abierta por la caída de parte de una generación, en la batalla desigual de 1982; Malvinas es una situación neocolonial que expresa la relación de dominación y dependencia que, en oposición con la liberación como camino hacia la independencia, caracteriza a la principal contradicción en pugna en nuestro país aun antes de que se constituyera como tal, pero también en la región.

Es imposible comprender con claridad esta historia, si no se advierte el rol central del Reino Unido (RU) como potencia colonialista en la constitución del escenario que viabiliza la etapa imperialista del capitalismo y, en particular, a la Corona Británica (CB) como gestor del sistema financiero transnacional del que continúa siendo uno de sus principales actores.

Se trata de una historia de usura y complicidades vernáculas que tiene hitos entre otros en el empréstito de la Baring Brothers, el Pacto Roca-Runciman y la participación de la CB como prestamista que, además de imponer dependencia financiera, condicionó a nuestro país a ocupar un rol de proveedor de ciertas materias primas y en algunos casos mano de obra barata y sin calificación, lo que lo convirtió en una suerte de factoría.

Nada de esto hubiera sido posible sin la complicidad de una clase que, en defensa de sus intereses minoritarios, actuó y sigue haciéndolo como gerente de la factoría.

Pero también de vastos sectores culturalmente colonizados que, en contradicción con sus propios intereses de clase, actúan en forma funcional a ese bloque social con el que, desde un simbolismo bastante abstracto, construyen empatía y hasta una situación identitaria.

Corriendo hacia adelante

En estas primeras décadas del siglo 21, el capitalismo está reformulándose, como lo hizo siempre, corriendo hacia adelante. Para ello, necesita el fortalecimiento de una instancia supranacional en Europa, capaz de operar en tándem con EE.UU. y Gran Bretaña (GB) en un rediseño global; pero asimismo, se garantiza la apropiación de materia prima para generar energía y alimentos, por medio de la intervención directa o indirecta.

En este punto, cobra relevancia táctica la posibilidad de mantener enclaves coloniales que favorezcan la capacidad disuasiva, pero también el despliegue y la interconexión de fuerzas de intervención directa.

Y del mismo modo opera la consolidación de un sistema financiero que, por medio de la imposición de deuda, condicione la autonomía de los estados nacionales y les impida avanzar en cualquier intento de asociarse en bloques que puedan plantear a la multipolaridad como paradigma político, cultural, social y económico.

De ahí que la ocupación militar de Malvinas, por parte de la Otan, amenace y desafíe abiertamente la seguridad de una región que avanza en un proceso de articulación y autonomía de los bloques políticos globales dominantes, pero también de las imposiciones del sistema financiero transnacional que ellos garantizan.

Esta ocupación tiene, también, una dimensión cultural en tanto se convirtió en un emblema de la dominación imperial y económica, dato que toma trascendencia a partir de las prospecciones que señalan la presencia de hidrocarburos en la cuenca de Malvinas.

Despejando la neblina

En 2010 la empresa Desire Petroleum emplazó la plataforma Ocean Guardian en la zona marítima de exclusión, dispuesta por la CB en torno de las Malvinas, en 1982. Se trató de un desafío abierto de Londres que también y, fundamentalmente, reactualizó una problemática que se potencia a la luz de las necesidades que impone la etapa que atraviesa el modelo del capitalismo financiero transnacional y globalizado.

Desde 1975 GB sabe que hay una cuenca petrolífera en las adyacencias de Malvinas y, desde entonces, está interesado en ella, dato que se corroboró en una serie de prospecciones realizadas en 1998. Pero no fue hasta 2009 que la CB hizo público su interés por avanzar en la explotación de esos recursos.

¿Pero por qué ahora? A nadie escapa que, al capitalismo, la crisis de 2008 le llegó antes de tiempo, incluso, antes de que estuviera en condiciones de avanzar en una reconversión tecnológica que más que necesaria a esta altura se presenta como imprescindible.

Que quede claro: Esta reconversión no está motivada por la intención de evitar que el impacto de la destrucción del medioambiente perjudique, fundamentalmente, a los países pobres. Las razones menos altruistas se motivan en la seria amenaza de una destrucción global de escala bíblica que ensombrece un futuro no tan mediato y hace que algunas barbas, aun las más insensatas, comiencen a ponerse en remojo.

Pero más allá de esto, tal como quedó en claro en las últimas ediciones de la Conferencia sobre Cambio Climático, habrá que esperar por lo menos un par de décadas para que se motorice la adopción de medidas concretas en este sentido.

La cuestión es entonces saber quién y cómo se financia la implementación de tecnologías ya existentes y de escaso o nulo impacto ambiental, que generen la energía necesaria para mantener en marcha la rueda productiva. Lejos de ser original, la respuesta sigue siendo bastante ortodoxa.

Para el proceso de acumulación capitalista originaria que viabilizó la revolución industrial que se multiplicó desde los telares de Manchester, el principal combustible fueron las cargas de personas secuestradas en África, que barcos británicos trasladaron a América.

Y, a poco más de dos siglos, la necesidad de optimizar ganancias, lleva a que el capitalismo se imponga financiar la implementación de nuevas tecnologías con base en los recursos obtenidos exprimiendo hasta la última gota de combustible fósil. Después de todo, aún faltan algunos años para que el efecto invernadero termine por derretir el casquete ártico e inunde la Florida, Holanda o Manhattan.

Acá se presenta otro problema. La extracción de hidrocarburos se vuelve cada vez más cara y EE.UU. se mantiene firme en su decisión de no tocar sus reservas de petróleo, lo que incrementa la demanda de aquel que se extrae más allá de sus fronteras.

Por otra parte, gran parte de los principales yacimientos están en zonas consideradas políticamente inestables y, encima de todo esto, desde hace un par de décadas e impulsado por el enorme crecimiento de su economía, la República Popular China salió a disputar este escenario y lidera la prospección y extracción, por ejemplo en África, lo que incluye la extremadamente rica cuenca del Golfo de Guinea.

Es en este contexto en el que el Atlántico Sur comienza a cobrar una singular relevancia. Confirmando su emergencia como referente de un bloque regional que, más allá de sus asimetrías internas, se afianza en su vocación de actuar en un posible escenario global signado por la multipolaridad, Brasil ingresó al club de países exportadores de petróleo con la prospección y explotación de la Cuenca de Santos, un campo petrolífero de 352.260 km2, a la que se suman las áreas de Tupí, Merluza, Mexilhão, BS-500, Sur, Centro, Júpiter y Carioca.

Por esto, nadie se sorprendió cuando, hace cuatro años, Washington decidió reactivar su Cuarta Flota, en una determinación que señala con claridad que EE.UU. no está dispuesto a resignar su influencia sobre el Atlántico Sur. Pero tampoco deberían sorprender los pasos dados por el RU ya que, no sólo vuelve a reivindicar su rol como potencia colonial con influencia planetaria, sino que además, se garantiza el acceso a un yacimiento hidrocarburífero que, según las prospecciones menos optimistas, le aportaría a la Corona alrededor de medio billón de dólares.

Para que no queden dudas de lo que está en juego, se estima que la cuenca de Malvinas en realidad cuatro áreas sedimentarias que suman cerca de 400 mil km2 aportaría algo así como 12.950 millones de barriles de petróleo.

De acuerdo a las prospecciones, las reservas que poseen las Islas y su cuenca, serían superadas en nuestro continente sólo por las de Venezuela, EE.UU., Brasil y México.

Hugo Chávez o el testimonio de una batalla inconclusa

Hugo Chávez está bienaventuradamente muerto para el imperialismo y sus animales dóciles desparramados por todo el orbe, esos mismos que ya habían escrito su muerte en 2002, esos que nunca se cansaron de prodigarle insultos y odio de clase en sus versiones más descarnadas.

El comandante Hugo Chávez está desoladoramente muerto para el pueblo pobre, para los oprimidos, los luchadores, los soñadores, de Venezuela y Nuestra América. El desamparo se puede leer en sus rostros, en sus ojos empozados de tristeza.

Sus ampulosidades verbales, sus contradicciones, sus transacciones (algunas inevitables para quien ejercía el gobierno de un Estado periférico en este contexto histórico), las coexistencias pactadas que toleró, los funcionarios y figuras indefendibles que buscaron anular toda praxis antisistémica de los y las de abajo y que él, en ocasiones, arropó equívocamente, no deberían ocultarnos las porciones de Chávez más nuestras: los puntos de fisura en la dominación que él hizo posible, los ejercicios de des-alienación y las experiencias de contra-hegemonía que alentó (directa o indirectamente), las porciones de patria que puso a disposición de hombres y mujeres del pueblo que nunca habían tenido patria, el “nosotros” libertario que ayudó a fundar con cascadas de palabras y de acciones, su histórica contribución a la diversificación y enriquecimiento del campo popular en Venezuela y en Nuestra América.

En síntesis: el campo de posibilidades políticas que desbrozó para los y las de abajo, el proceso popular constituyente que supo inaugurar, las posiciones que ayudó a conquistar para los y las que luchan por la justicia y la dignidad en cualquier rincón del planeta. Algo que jamás le han reconocido los y las que se jactan de su inmunidad a las pasiones plebeyas, los y las que se detienen al borde la vida para conservar la fidelidad a algún pensamiento estático y cosificante o a los modelos pulcros como un teorema.

Por supuesto, estos aspectos son ignorados también por quienes entienden y practican el chavismo –dentro y fuera de Venezuela– como un camino apto para conservar los pilares del antiguo régimen, un camino que tapizan con retóricas inflamadas pero invariablemente negadoras de la lucha de clases. Se trata de aspectos sistemáticamente obviados por quienes ven en el chavismo una trinchera para conservar e incrementar sus privilegios; por quienes quieren hacer pasar lo contradictorio por lo distinto; por quienes quieren ocultar los actos de entrega y dominación con una boina roja, con retórica y épica revolucionaria; por quienes defienden nacionalizaciones a medias y desde arriba y un anticapitalismo en cuenta gotas y en los márgenes del sistema.

Empoderamiento y democratización desde abajo versus cooptación y clientelismo.
Revitalización insurgente versus delegación y mediación estatista. Socialismo de Nuestra América versus “posneoliberalismo” y perpetuación del capital globalizado bajo sistemas más o menos progresistas.

Así de paradójica continua la historia de Venezuela. Así de inconcluso permanece este proceso histórico. Así de indefinido lo deja Chávez. Pero… ¿Por cuánto tiempo? No hace falta ejercer el oficio de los augures para percibir que las tendencias libertarias, revolucionarias, antiimperialistas, anticapitalistas (y defensoras del poder popular como camino y meta), no podrán convivir por mucho tiempo con el proyecto del imperio y las clases dominantes, un proyecto que, en lo sustancial, no es antagónico con el de la “boli-burguesía” o la “burocracia bolivariana”, un proyecto extractivista y rentista, (o neo-desarrollista, en el mejor de los casos).

Las alternativas no abundan. Todo indica que si no se dan pasos acelerados y significativos en pos de una transición al socialismo, el destino inmediato será el de una restauración imperialista, que podrá asumir los clásicos perfiles conservadores y reaccionarios o que podrá reivindicar horizontes de “desarrollo” y de “integración social” revestidos de parafernalia pseudo-socialista, incluso sin abjurar de algunas líneas de continuidad respecto del chavismo.

Acaba de morir el hombre que irradiaba fulgores, que encendió chispas de conciencia, que supo alentar el sueño de una vida más abundante en trabajadores, campesinos, estudiantes, vagabundos y poetas.

Acaba de morir el dirigente político herético que desde el lugar menos pensado, en el momento menos esperado, en medio de la inhospitalidad de la posguerra fría, corporizó –desde un gobierno, desde un Estado!– el sueño revolucionario, al tiempo que alentó la integración regional y la multipolaridad.

Acaba de morir el gran comunicador que más allá de las mistificaciones asumió un rol político clave para reinstalar la causa del socialismo en Nuestra América y el mundo, recuperando el valor estratégico del socialismo, reinstalando la idea de su vigencia histórica, retomado el proyecto de traducir Marx a Bolívar, socialismo a Patria, socialismo a Nuestra América. Nada más y nada menos que la cifra de cualquier proceso revolucionario auténtico en este costado del mundo, y no una “contradicción restallante” según la letanía de la izquierda dogmática y eurocéntrica. La izquierda sin sujeto y sin destino, convencida de la incompatibilidad entre el socialismo y la utopía de libertad, soberanía y unidad de los libertadores de Nuestra América.

Raro bonapartismo este que ayudó a convertir a un conjunto de organizaciones y movimientos de la sociedad civil popular en el eslabón más débil de la cadena de colonización y dominación.

Raro bonapartismo este que ayudó a que los oprimidos del país descubran su identidad como clase junto con sus capacidades para transformar la realidad.

Raro bonapartismo este, aún considerando la flexibilidad de tan gastada e inútil categoría teórica. Raro y heréticamente descarriado.
Raro populismo este, si cabe la utilización de otra categoría igual de imprecisa y amplia. Raro, porque cabalgó (y cabalga) sobre una contradicción, y uno de sus polos abriga una potencialidad emancipatoria.

¿Qué rumbos tomará ahora la Revolución Bolivariana? ¿Será el Chávez símbolo tan importante como el Chávez de carne y hueso? ¿Podrá el joven mito conjurar la dispersión? ¿Se invocará su nombre como bandera del proyecto revolucionario y libertario original o será el signo del simulacro de socialismo que impulsan las corporaciones y la burocracia? ¿Se invocará su nombre sólo como sostén de proyectos liberadores o su nombre podrá ser invocado en vano y servir de soporte para una América Latina ajena, de factoría, estancia, fundo, shopping center, zona franca y cuartel policial?

¿Qué harán ahora el imperio y las clases dominantes para eliminar las ansias del pueblo venezolano de dirigirse a sí mismo? No debemos olvidar el proceso histórico con el que se entrelaza indisolublemente la figura de Chávez. Un proceso histórico que arranca, cuanto menos, en el Caracazo de 1989 y que tiene un pico muy alto en puente Llaguno, cuando el golpe de 2002. Mencionamos los hitos más imponentes e históricamente determinantes, pero no pasamos por alto la existencia de infinidad de hitos pequeños, cotidianos y a veces imperceptibles. Este proceso histórico, seguramente, encontrará nuevos cauces. Porque aunque resulte una obviedad, no hay que olvidar que Chávez es también el nombre de una experiencia histórica realizada por el pueblo venezolano, una experiencia que está más abierta que nunca. Chávez es el testimonio de una batalla inconclusa. El sentido presente y futuro de su figura se dirimirá en la práctica, en la lucha de clases y en la lucha de calles.

De todas maneras, hoy nos resultan agobiantes los análisis históricos “macro”. Hoy no nos sirven de consuelo las visiones totalizadoras. Hoy, nosotros, presuntamente inmunizados frente a las patologías caudillescas y las figuras volcánicas, no podemos evitar sentirnos abrumados por la angustia ocasionada por la perdida de una voluntad individual demasiado radiosa y excepcional. Hoy no podemos esquivar la certeza de sabernos más solos en un mundo que nos parece un poco más desencantado que ayer.

Hoy nuestro corazón endeble añora su presencia.
Mañana mismo, seguramente, habrá que comenzar a llenar este vacío: con pueblo brillando con luz propia, con pueblo organizado, unido y conciente, con discusión en la base, con formas de mando populares y democráticas, proyectando las mejores praxis antisistémicas desarrolladas por el pueblo venezolano en los últimos 25 años.
Hasta la victoria siempre, querido comandante.

Lanús Oeste, 5 de marzo de 2013

MCA realiza homenaje a Monseñor Romero en Ayutuxtepeque

AYUTUXTEPEQUE, 24 de marzo de 2013 (SIEP) “La vida de Monseñor Romero, su palabra, su obra, su muerte misma, guían nuestro accionar y nos impulsan desde nuestra fe cristiana a luchar por la justicia…” manifestó el Lic. Humberto Carrillo, Coordinador del Movimiento Ciudadano de Ayutuxtepeque.

El MCA realizó diversas actividades que incluyeron una asamblea general, la colocación de una ofrenda floral en el Monumento a Monseñor Romero a la entrada de la ciudad y la asistencia a una misa en la iglesia católica de esta localidad.

“Cuando construimos esta obra era para marcarle un rumbo a nuestro municipio, un rumbo de progreso y de bienestar, un referente de nuestro ideario…”expresó el exalcalde. Durante la tercera gestión del FMLN, presidida por Carrillo, se construyó este busto así como el Monumento a la Paz frente al Mercado Municipal.

“Lamentablemente la cuarta gestión con la Alcaldesa Bonilla, que va del 2009 al 2012 fue un rotundo fracaso, por lo cual la gente le retiro el apoyo al FMLN, lo que permitió que ARENA arrebatara esta alcaldía…” indicó Silvia Montoya, residente de la segunda etapa de la Col. Santísima Trinidad.

Finalmente, Haydee Vda. de Zuñiga, también dirigente del MCA, subrayó que “como ciudadanos nos seguimos reuniendo porque sabemos y Monseñor Romero nos enseñó que solo la organización popular es capaz de impulsar cambios y de luchar por una mejor calidad de vida para los hombres y mujeres de nuestro municipio.”