Roberto Cea: A quienes mandan en El Salvador les doy miedo. Por Luis Canizales. Diario 1. 2015

Inicio de los años sesenta.

Es tarde. El escritor José Roberto Cea está reunido con sus amigos en El Paraíso, un rústico bar de San Salvador. En la misma mesa está Roque Dalton, Hildebrando Juárez y Manlio Argueta. Hay cervezas y mucho ruido. En ese lugar los minutos se consumen en debates sobre literatura, política y mujeres.

El tiempo transcurre rápido. Es hora de pagar la cuenta. El mesero está frente a los jóvenes poetas, mientras ellos cruzan miradas entre sí. Comprenden. Nadie tiene dinero y  no queda otra alternativa. Hildebrando se saca un anillo, Manlio se quita el saco, Roque pone sobre la mesa una chaqueta de cuero. Por ahora es suficiente: la cuenta está liquidada. Tal vez mañana haya dinero para recuperar las prendas. Y quizá para un par de cervezas más.

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Tarde de mayo. Afuera el cielo amenaza con derramar una fuerte tormenta. El portón de una casa del Barrio Santa Anita se abre. Un hombre, de cabello blanco, asoma el rostro. Suelta una ligera sonrisa y nos invita a pasar.

José Roberto Cea nos ha recibido en chancletas, camisa blanca y short gris. Horas antes habíamos hablado por teléfono y concertado la entrevista. No hubo reparos. A las tres de la tarde estábamos en su domicilio.

Adentro está oscuro. Al fondo se divisa un amplio patio, aireado, con árboles. Subimos unas escaleras que llevan a una pequeña habitación repleta de libros. Entramos. El poeta nos tiende dos sillas  de madera y luego se acomoda atrás de un escritorio atestado de papeles.

El nombre José Roberto Cea es sinónimo de letras. Ha escrito poesía, novelas, cuentos, ensayos y teatro. Es un prolífico escritor. También ha ejercido como periodista en diversas revistas culturales.

Perteneció a la Generación Comprometida, un grupo de intelectuales que hacían incómodas críticas a los gobiernos militares que gobernaron El Salvador en las décadas de los sesenta y setenta. Por esa razón, algunos tuvieron que salir exiliados a otros países.

El grupo se consolidó poco a poco. Los jóvenes escritores se anudaron por azares de la vida y conformaron una de las generaciones literarias más memorables de El Salvador.

El grupo estaba integrado, entre otras personas, por Italo López Vallecillos,  Manlio Argueta, Roque Dalton, Tirso Canales, Roberto Armijo y José Roberto Cea, quien ahora recuerda algunos pasajes de esa época.

— ¿Y qué sucedió esa tarde en el bar?

— (Risas) Resulta que días antes había ganado los Juegos Florales de Apopa. Quedamos de reunirnos en El Paraíso. Se suponía que todos íbamos a poner dinero, pero al final nadie puso nada. Yo tuve que pagar con el pisto que me habían dado del premio.

— Lo engañaron.

— Sí, sí. Pero a los dos días otra vez la misma babosada. Que hoy sí, todos tenemos que pagar, que no sé qué. Llegamos al bar y todos comenzamos a pedir. A la hora de pagar, nadie tenía nada.Y todos se me quedaban viendo pensando que yo tenía dinero. Entonces, ellos tuvieron que dejar sus pertenencias. Ese fue el pago.

— ¡Jajaja!

— Pero todo era camaradería. Claro, los meseros nos conocían y sabían que éramos jodarria. En uno de los periódicos que editábamos, que se llamaba La Jodarria, poníamos: “¿A dónde van nuestros hijos?, a ponerse a verga a El  Paraíso”. ¡Jajaja! Era un bar de mala muerte.

Foto D1: Salvador Sagastizado

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Los libros y viajes en tranvía 

Nació en abril de 1939. En la pequeña ciudad de Izalco, Sonsonate. Se crió con su abuela. A los siete años comenzó a sentir atracción por los libros. Cuando hacía sus primeras lecturas descubrió que tenía memoria fotográfica. No le costaba recordar las cosas.

Le gustaba declamar poemas, tanto, que para los eventos cívicos escolares siempre lideraba algún acto. Sus regalos predilectos eran los libros. Eso le pedía a su abuela cuando ella le ofrecía comprarle  algún juguete.

Pero los libros en Izalco eran escasos, difíciles de conseguir. Ante la ausencia de bibliotecas y librerías, pagaba tres centavos para trasladarse en un tranvía halado por caballos hasta la biblioteca departamental.

Rodeado de volúmenes antiguos sentía que vivía, porque su vida eran los libros. Leía de todo. Pero fue una lectura que lo marcó para siempre. El libro “Mentiras y verdades” del escritor izalqueño Francisco Herrera Velado, tío del poeta Oswaldo Escobar Velado.

“Yo tengo la primera edición de ese libro que apareció en 1923. Herrera Velado cuenta todas las cosas que sucedían en su medio; que era un medio pequeño burgués, de cafetaleros y productores de tabaco. Era un mundo de terratenientes. Él plantea cosas como el uso de nahuatlismo. Ese libro para mí fue un impacto. Siempre lo anduve cargando”, recuerda.

Por esa época conoció a Claudia Lars, quien llegaba a pasar sus vacaciones en una casa ubicada contigua a la de su abuela.  “Yo tenía un instinto de meterme en esto de la literatura y con Claudia conseguía  libros”.

Cuando finalizó el bachillerato se mudó a la capital. Tenía 16 años. Comenzó a estudiar periodismo en la Universidad Nacional e ingresó en distintos círculos literarios. Conoció al poeta y abogado  Oswaldo Escobar Velado, con quien trabajó en una revista periodística llamada Gallo Gris.

“Eso fue entre 1955 y 1956. En esos años sacar una revista con pasta roja era peligrosísimo. Era sinónimo de comunismo. Pero aún así logramos publicar, por ejemplo, un artículo de Miguel Ángel Asturias que causó un gran impactó. El texto se titulaba “La influencia de la literatura rusa en la literatura latinoamericana”, detalla.

Cea recuerda que un grupo de jóvenes se reunía en torno a Escobar Velado, quien era el director de la revista que se publicaba cada mes. En esa época comenzó a publicar sus primeros libros de poesía.

En esos mismos años, junto a Tirso Canales y Roque Dalton crearon un noticiero llamado “A mediodía”. La noticias eran transmitidas en la radio YSKL. Pero debido a las críticas que lanzaban, fue censurado por el presidente José María Lemus.

Los días sábados tenían un programa denominado “Antología de la palabra: Toro y Espuma”. Ahí aprovechaban pare declamar sus poemas. Era la génesis de una generación que florecía poco apoco.

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Roberto Cea tiene mucha imaginación. Habla sin parar. Recuerda fechas, lugares y anécdotas con facilidad. Su memoria es equiparable a una gruesa enciclopedia donde parece estar  escrita la historia de El Salvador.

Si de algo está convencido a sus 76 años, es que el mejor combustible para vivir es la autenticidad y la coherencia entre las ideas y la forma de actuar.  Quizá eso explique el porqué no ha encajado en un cargo público, ni siquiera en los últimos dos gobiernos de supuesta línea  de izquierda.

— En el gobierno del presidente Mauricio Funes su nombre sonó como uno de los posibles candidatos a dirigir CONCULTURA, ¿por qué cree que no lo eligieron?

—  Al final no me escogieron porque quienes mandan aquí les doy miedo, porque yo trato de ser independiente en ciertos criterios que sean necesarios al momento histórico que necesita el país.

—  ¿Después  trabajó como consultor del Ministerio de Educación, verdad?

—  Fue en 2010 y 2011, mientras estuvo de viceministro Eduardo Badilla Serra. Hice un diagnóstico sobre el modelo educativo que se llama “Descolonizando las conciencias mientras se descoloniza la sociedad”. Claro, los tecnócratas que estaban en el MINED se asustaron, porque lo que planteaba era algo integral.

Cea se pone de pie y hurga entre un rimero de papeles que están en el piso. Saca un voluminoso folder y durante varios minutos explica a detalle el planteamiento que los “tecnócratas” ignoraron.

Foto D1. Salvador Sagastizado. De derecha a izquierda: Manlio Argueta, Roberto Cea, Roberto Armijo y Tirso Canales, en casa de Oswaldo Escobar Velado en 1954.

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La Generación Comprometida

El presidente Óscar Osorio – quien gobernó el país de 1950 a 1956- envió a un selecto grupo de jóvenes talentos a estudiar a Europa. Entre ellos estaba el poeta Italo López Vallecillos, quien recibió una beca para estudiar periodismo en España.

“Italo regresó al país en 1956 y se encontró con un grupo de jóvenes que ya estábamos acercándonos. En ese año todos vivíamos en San Salvador. Yo pertenecía a una organización juvenil llamada “5 de Noviembre”. Hacíamos actividades como leer poesía en los parques”.

López Vallecillos logró que se fundara la Editorial Universitaria. En ese mismo año, Roque Dalton regresó a El Salvador proveniente de Chile. Ya se había incorporado al Partido Comunista. Y es entonces que se crea el Círculo Literario Universitario que aglomera a escritores que dan vida a la Generación Comprometida.

El grupo fue bautizado con ese nombre por Italo López Vallecillos, quien traía influencia del filósofo francés Jean-Paul Sartre. Con el papel que sobraba de la Editorial Universitaria imprimían La Pájara Pinta, una revista de corte cultural.

También salió un periódico llamado La Jodarria, que lo editaba Roque Dalton, Tomás Guerra, Manlio Argueta, Roberto Cea y otros escritores más que criticaban al gobierno en las páginas de ese diario clandestino.

“Era un periódico irreverente, sarcástico, que costaba caro porque después había que desaparecer todo ese material.  Ahí hasta una bomba nos pusieron”, recuerda

Los roces con escritores que eran más afines a los gobiernos militares estaban latentes. Tal era el caso de Waldo Chávez Velasco y Álvaro Menen Desleal. Cea recuerda una anécdota.

“Cuando murió el director de El Diario de Hoy (Napoleón Viera Altamirano) sacaron una carta mía apócrifa diciendo que yo me condolía de la muerte de Altamirano. Y yo no tenía nada que ver con eso. Lo había redactado Álvaro Menen Desleal con Rafael Hasbún, quienes eran servidores del gobierno. Yo mandé una carta diciendo que no tenía nada contra Viera Altamirano, que sentía la muerte del señor, pero que eso no lo había escrito yo. Tiempo después me enseñaron el documento original y comprobamos que había sido redactado en la máquina de Menen Desleal. Eran parte de las luchas ideológicas que había”, dice.

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Afuera llueve. El cielo ha oscurecido. Un foco de luz cenital ilumina la habitación en la que aún continuamos charlando.  En el escritorio hay fotografías de antaño y ediciones de libros antiguos.

Llama mi atención una de las imágenes donde Roberto Cea está junto a Manlio Argueta, Alfonso Kijadaurías y Tirso Canales. Están muy jóvenes y aparecen sentados en un sofá, en la casa de Oswaldo Escobar Velado.

—   ¿Eran muy amigos?, pregunto.

—   (Asiente con la cabeza y un aire de melancolía recorre su rostro).

—   ¿Y ya no se reúnen?

—    Muy poco. Manlio se ha perdido en algunos planteamientos. Yo realmente lo creía más inteligente y hoy me he dado cuenta que no, por todo lo que está haciendo.

—   ¿Imagino está molesto con él porque aceptó trabajar con gobiernos de ARENA?

—    (Asiente de nuevo y responde luego de un corto silencio) No, yo no tengo problemas con nadie. Mire (Cea me extiende un pequeño papel donde se lee: “Dice Manlio que por qué estás así con él”). Es un recado que me envió con una amiga.

Sus labios reflejan una afectuosa sonrisa mientras observa una fotografía añeja donde aparece junto a Manlio en el suelo árido del volcán Irazú de Costa Rica.

Foto D1: Salvador Sagastizado. Roberto Cea con Manlio Argueta y Ernesto Cardenal en el volcán Irazú de Costa Rica.

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Los exilios y  la imprenta

En los años sesenta trabajó con un grupo de guerrilleros que recién habían fundado el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR), coordinado por Schafik Hándal, que  se oponía al régimen militar.

“Yo era responsable de todas las publicaciones de la organización. En el primer escrito que sacó  COPREFA, señalando a los responsables de la guerra, yo era el tercero de la lista. El primero era Salvador Cayetano Carpio y el segundo Shafick Handal.  Alguien decía que yo pagaba con el oro de Moscú. Y yo me preguntaba, ¿cuál oro de Moscú?”.

A inicio de los años setenta vivió en Chile y trabajó en la editorial del presidente Salvador Allende. Regresó al país después del golpe de Estado orquestado por Augusto Pinochet. Pero, la experiencia adquirida le sirvió para montar, en 1973, su propia editorial. La bautizó con el nombre de Canoa Editores.

“Lo primero que hice fue hablar con los profesores para que apoyaran el proyecto. Les conté que en Chile los profesores trabajaban en cooperativas. Creamos una cooperativa,  pero el problema fue que ellos pensaron que así como se imprimían los libros, se iban a vender. El cuello de botella es la distribución. Entonces, ellos comenzaron a recibir los libros y no los pagaban. Todo se vino abajo”, evoca.

Durante la guerra, Cea se dedicó al trabajo editorial. Su libro más vendido fue uno que estaba compuesto por tres tomos: Letras I, II y III. También publicó algunos libros de poesía, ensayos y narrativa.

Estuvo exiliado en Guatemala, Cuba y Costa Rica. Ahí trabajó en la reconocida Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), fundada por Italo López Vallecillos. Recuerda que antes que Roque regresara a El Salvador para integrarse a la guerrilla, dejó dos libros  para que se los editaran. Uno era “Pobrecito poeta que era yo” y el otro “Miguel Mármol y los sucesos de 1932”.

“Cuando salió el libro de Roque, Miguelito estaba en contra del libro. Nos hizo llegar un documento donde planteaba las críticas a ese libro. Nos decía que en algunos pasajes contradecía la línea del Partido Comunista que él había fundado en los años 20. Yo hablé con Italo, le enseñé el documento y me dijo que ya lo había visto. ¿Qué vas hacer?, le pregunté. Hay que publicarlo, me dijo.  Sí, pero consultá, porque a Roque lo acaban de matar en El Salvador y este documento de Miguel  va a justificar su asesinato y eso no lo permitás, le dije. Entonces, Italo se guardó ese documento”.

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En la actualidad, Cea continúa escribiendo. Tiene al menos seis libros inéditos, entre estos, un poema de más de 500 cuartillas llamado “Xipe Tótec con bolivariana carta”. También un libro anecdótico titulado “La última tarde con Roque».

Todos los días se levanta a las cinco de la mañana.  Escribe, revisa textos y da de comer a su perro, un Caniche que permanece junto a él casi todo el tiempo. En el plano económico, sobrevive de la venta de sus libros. Aunque ahora la editorial ya no funciona como antes.

Hace unos meses recibió una propuesta que no pudo más que tomarla a broma. Roberto Cañas, un exlíder guerrillero que compitió por la alcaldía capitalina en la recién pasada elección,  le llamó para decirle que si quería acompañarlo como concejal.

—  ¿Y qué le contestó?, cuestiono.

—  Me puse a reír y le dije que yo no era serio para esos volados. Puta y eso, me dijo.  No, yo no, le contesté. ¡Jajaja!

—  ¿Aún se considera un hombre con pensamiento de izquierda?

—  Yo antes que toda ideología tengo una conciencia crítica. Eso es lo único que sostiene la autenticidad.  Si yo me demuestro que soy honesto conmigo mismo, soy honesto con los demás. Pero si no, no soy honesto con nadie.

—  ¿Todavía se siente un hombre comprometido?

—  Es que mire, acá  tenemos unos políticos ignorantes. Aún siendo de izquierda. Yo se los he dicho y conmigo se molestan, pero yo solo tengo compromiso con la honestidad, con ser coherente con mi discurso. Y si por eso me toca estar como estoy, pues así me estoy. No tengo ningún problema.

Al decir eso, Roberto Cea se pone de pie. En seguida comprendo que la plática ha terminado. Bajamos las gradas en silencio. Afuera está oscuro. La lluvia ha dejado de caer.

JR Cea: un balance histórico generacional de su obra. Alfonso Velis Tobar. 2019. Suplemento Tres Mil de Colatino

Imposible vivir en El Salvador, y no haber oído de la popular poesía de José Roberto Cea, originario de Izalco, al occidente del país, región de tradición indígena y de trágicos sucesos históricos. Ahí se dio en 1932 una rebelión popular  disuelta en sangre por el régimen militar del Gral. Martínez, dictador de 1932 a 1944. Siete años después de aquel genocidio nació José Roberto Cea en 1939, bajo el signo de Aries, en plena dictadura Martinista. El Pichón Cea, como se le  dice cariñosamente. Quien con el tiempo se convertiría, en un poeta y escritor, en un  trabajador por la Cultura. Para mi un orgullo de la historia de la Literatura Salvadoreña, para decirlo a calzón quitado. Hoy casi a 81 años, escribo esto como homenaje a su persona, en este día de su cumpleaños y sobre lo mucho que me hace reflexionar su poesía.

Ahora que vemos, a un Roberto Cea,  vivito y coleando, dicharachero, sonriente, jodión, alegre y andalón, rebosante en vida, salud y ojalá lo tengamos todo el tiempo para gozar de su presencia. Viéndolo crear poesía y gozando de su amistad,  poeta con el mérito de otros, de su generación de 1956. Y que unos ya se fueron. Cea es un poeta testigo de trágicos y violentos sucesos políticos y populares en los últimos casi 69 años. Y el poeta toma conciencia de esos sucesos para dar imagen a través de su obra. Reflejada en narrativa y poética, una realidad histórica, hecha ficción o ficción hecha de la realidad salvadoreña. Trato para los lectores hacer un retrato de Cea y valorar su obra y me imagino que tiene sus detractores también.

Hablar de la trayectoria poética de Cea,  cuya literatura en El Salvador,  mantiene hasta hoy una conducta, y otra, como escritor,  una postura moral,  ante su pueblo. Ser  la literatura con causa justificada una rebeldía social,  ser la gran lengua, el brujo ancestral, el chaman de Izalco y ser la mala lengua de la sociedad (y la mía que también no es muy buena). Una literatura,  ojo al Cristo, alerta a denunciar a los opresores y ser voz de los oprimidos. Es una postura moral,  actitud de compromiso con el pueblo. Poeta, vital ejemplo como escritor, para las generaciones de hoy y mañana. Como cataloga a este tipo de creadores típicos el profesor  italiano, Domingo Miliani, un teórico que concibe a un hombre como “hombre-signo histórico” ,  tal cual Cea,  ha sabido a lo largo de su vida ser un escritor consciente de “Signos literarios”, enmarcado en un contexto histórico. Creando una poesía, que dé rompimientos y continuidades, en el proceso productivo de las letras nacionales. Si hablar de generalidades de su poesía, se caracteriza, por esa clara renovación,  de su estilo expresivo, ameno en sus narraciones, coloquial en su forma del hablar,  muy popular en el uso del lenguaje urbano. Poesía de contenido histórico, antropológico, de protesta social, cuestionando la injusticia, la libertad y la democracia. Una poesía de testimonio social, de temática histórica que Cea sabe poetizar con desenfado, poniendo el dedo en la llaga, entre las paredes del odio,  irónico y sarcástico para dar a cada quien su cucharada moral. Además hay dejos en su buen humor para decir punzantes o con gracia sus expresiones. Como se caracteriza a la poesía latinoamericana de hoy,  la poesía de Cea en El Salvador,  se refleja en esta nueva vanguardia latinoamericana en la poesía de nuestro tiempo.

Como joven inició un estilo de diferentes sensaciones y emociones  al poetizar el espacio geográfico de El Salvador con sentido de identidad diría.  Pero analizada detenidamente su trayectoria poética,  el “Pichón” del grupo de 1956, a los 17 años, fundador del Círculo Literario Universitario “Oswaldo Escobar Velado”, junto a otros poetas y ensayistas  como: Jorge Arias Gómez, Ítalo López Vallecillos, Roque Dalton, Manlio Argueta, Roberto Armijo, Tirso Canales, Napoleón Rodríguez Ruiz, Jorge Cornejo, y otros que escapan a mi memoria, de la llamada “Generación Comprometida” movimiento literario de la década de 1950,  que motiva a la crítica literaria. Una generación rebelde en momentos de beligerancia política. Por esa casualidad,  esos años de 1960, colaboran en el grupo: Otto René Castillo y Árqueles Morales, guatemaltecos exilados, solidarios con la revolución. En nuestra historia hemos visto, poetas de Centroamérica,  de Guatemala, Nicaragua y El Salvador,  dieron la vida, poetas mártires, que cayeron por sus mismos ideales, la utopía de sus sueños,  en la lucha por el pueblo y su obra poética aboga por la liberación nacional, los poetas mencionados se encontraban exilados en nuestro país.

Intentar cuestionar el proceso evolutivo en la poética de Cea, es encontrar un creador,  “conceptuado “hombre-signo histórico” y no insertable, en determinada  corriente de vanguardia,  influencias a los cuales  es difícil sacudirnos, todo por los factores Psico-sensoriales en el flujo y reflujos de la literatura, empozando el espíritu creador.  Por ejemplo Cea, de sus primeros poemas: “Los Días Enemigos” (1956), de “Naufrago Genuino” (1967), “Casi el encuentro” (1964), una poesía adolescente, de juventud,  reflexiva de filosofía existencial en algunos versos, poesía que vino, madurando, labrando contenido y forma, con sentido de compromiso social. Una poesía suya de un demiurgo, lucido, lobo estepario. Sus primeros versos de juventud, creados en circunstancias y situaciones cotidianas, dejos surrealistas, de opinión existencial, oníricas, en la voz de los poetas del verso libre, de esos años.  En un principio de estilo, en elucubración apegados al estilo nerudiano, del que supo escapar el poeta Cea, lo denotan sus “Poemas de Exilio” (1961) Neruda está presente en su tono,  lo que también es privilegio; textos poéticos de protesta social, literatura que trajo persecución política, del régimen militar de 1960, del Chema Lemus a los poetas de su tiempo.

Periodo también se escucha de Roque Dalton García (1935-1975),  poeta que caería bajo un trágico destino, desde joven encarcelado, exilado, por sus ataques al gobierno fascista de la dictadura de los sesenta en adelante. Se oye hablar de poetas muy peculiares como: Roberto Armijo, Alfonso Quijada Urias, Manlio Argueta y de  Ítalo López Vallecillos (QDDG) y por otros extremos creadores de David Escobar Galindo. Quiero recordar el Roberto Cea,  de sus “Poemas, perseguidos, per siguientes” (1962), periodo de una poesía,  en camino de formación de nuevas  expresiones, giros en el lenguaje,  secos, roncos,  aquel estilo, de sus inicios, su ritmo lirico, objetivo o subjetivo, espíritu en trance platicando, comulgando  el misterio de la vida,  la muerte y la esperanza,  con realismo expresivo en sus manos. Así vamos todos en este camino de la creación.

Roque Dalton (1935-1975), es uno de los compañeros de la generación de Cea, desde  1960. Claro la evolución poética, Dalton, es caso especial en el oleaje violento de nuestra cultura política en El Salvador.  Poeta que en entrevista del poeta Mario Benedetti,  en Casa de las Américas,  preguntara a Dalton (1935-1975), de sus influencias poéticas. Roque, el poeta reconoció influencias vanguardistas, primero, nerudiano, surrealista a lo André Bretón,  de Nazin Himet,  el poeta turco;  poetas rusos Essenin y Mayakoski,  influyeron en él,  a lo Jaques Prevert su “Poema de amor”, claro en su forma expresiva, también Vallejo e incluso escribió un ensayo de su poesía “Cesar Vallejo” había influido en su poesía mucho.

Y pareciera que me salgo del tema, pero no queridos lectores,  es a partir de tratar la poética de Cea, hablamos de otros representativos de su entorno. Autores como Roberto Cea y Roque Dalton, Oswaldo Escobar Velado, Pedro Geoffroy Rivas, Alfonso Quijada Urias, José María Cuellar, Roberto Armijo, Manlio Argueta, conscientes de su vanguardia; una forma de “Anti poesía”, a lo Nicanor Parra; “exteriorista” a lo Ernesto Cardenal, Francisco de Quevedo, James Joyce, César Vallejo, en lo antigramatical de las normas; ellos contribuyen  a enriquecer la imaginación y ellos deben también a escritores de la literatura latinoamericana, norteamericana: como: Hemingway, William Faulkner, Jong Sing,  Walt Whitman, Ezra Pound,  Arcibal Mackleys,  influyen en tono creador;  todos ayudan  incluso a romper una novela tradicional, a otra nueva novela latinoamericana, con escritores nuestros como: Carlos Fuentes, Mariano Azuela, Julio Cortázar,  Juan Rulfo, Gabriel García Márquez  y una mejor muestra es la novela de Dalton: “Pobrecito poetas que era yo…” y las de Manlio Argueta, como “Un día en la vida”, novelas que rompen por su forma y manejo del tiempo.  Lo advertimos en la poética de Cea, su proceso temporal, esos cambios recientes, se le siente lo bastante  decantada, más documental, realista y popular que lo denota desde “Los Herederos de Farabundo”, dentro de la historia. Y estoy  hablando de generalidades de o Cea  y no en específico de ninguno de sus libros. Desde la esencia de la poesía, es de esos poetas,  “sujetos de cambio, individual y social”,  imposible para un escritor, a partir de su conciencia de clase,  jamás la poesía ignora  soslayar la historia,  ni los problemas del hombre y la sociedad. Me he fijado en su nueva poesía, “Conceptual”, estilo coral,  a secas, conversacional,  lenguaje urbano,  sin figuras tropológicas, “Poema-ensayo” (Sinfónico), al estilo de crónicas periodísticas en ocasiones. Incluso sin olvidar lo diferenciable en el trayecto gradual de su poesía y su tradición lírica desde juventud, adquirió madurez con el tiempo.  Cea,  rompe a nuevas formas de expresión del verso libre, sus modalidades y de fondo su temática de tendencias históricas.

Cea, en el nivel de otros mencionados, para mi es de los  más representativos de su  entorno y balance generacional como poeta, dramaturgo y narrador y amante de los aspectos historiográficos de la literatura salvadoreña.  Por ello se necesita de una crítica capaz de captar, el rompimiento y seguimiento expresivo de la literatura en el proceso histórico, en el uso del lenguaje de los más representativos de la generación comprometida.  La obra tiene que ser dialéctica, reflejo de espejo de su tiempo, momento que se vive, a partir de la ficción, un marco teórico propio, de un espacio histórico. Con una poesía y un arte que  tiendan a la universalidad y al gozos del espíritu humano. Y cada acción, la temática creadora de Cea, es de vitalidad humana y social.  Debemos un compromiso a una verdad poética. Y la poesía también inventa, imagina el bien, supone utopías para el bien humano, para labrar justicias y libertades.  El que es creador es creador, el poeta sigue siendo poeta venga lo que venga, en  sus facultades expresivas sigue siendo poeta y todos seguirlo siendo hasta el último suspiro de la vida.

A diferencia del Cea, del “Códice de amor”,  de “Todo el Códice” (1967), “Códice liberado”, lenguaje  florido de una vieja raza. Sabe rescatar con el  monologo de su poesía, un hito típico, el sentido mágico de la realidad, recoge tradiciones, mitos, costumbres rituales, filtros amorosos, de fondo en su poesía, hechos históricos y pronunciada por el rescate de la identidad nacional. Poesía imaginativa, con ironía social y política, ocurrente en tropos y expresiones  onomatopeyas. Con esta obra,  de Todo el Códice,  Cea ganó el Premio de poesía “Adonais” de España en 1967. El Cea, de humor negro, andando y jodiendo, y en verso blanco, ameno.  Su mejor muestra “Mester de Picardía” (1968), una poesía de lenguaje simbólico, candente, secreto de picardías, de lengüetazos libidos,  labioso de salivazos y de nuestras  obscenidades para hacer en casa.  Hay una mezcla mágica de lo sexual con lo social, equivale decir que hacer el amor es también como hacer la revolución decía un poeta, no recuerdo su nombre.

Después en 1975 vino “Misa Mitin”, poesía siempre de viraje popular, de fondo un sincretismo religioso, con esa simbiosis de lo autóctono, lo colonizado de una religión en la mente del hombre, lenguaje duro, punzante. Poeta que busca las hondas raíces ancestrales en su empeño de descolonizar una conciencia, al mismo tiempo descolonizar una sociedad,  enajenada, alienada, la publicidad, el consumismo, el amarillismo capitalista. Enfrentando  una realidad falsa y de aparente “modernización”, cuando más atrasados estamos, el subdesarrollo mismo de la cultura,  el puro consumismo, entre los  empuje de una globalización (neoliberal), del imperio que ya parece perder su hegemonía en el mundo. Y vaya la poesía de Cea, a celebrar los héroes y personajes míticos,  históricos como San Simón y el Anima Sola, Bolívar,  Sandino, Farabundo, Anastasio, nuestra nacionalidad por la identidad cultural latinoamericana.

Luego vendría con el tiempo otra poesía con expresión de aires folclóricos, expresión libre, sin abandono del ritmo y la musicalidad del verso,  se palpa en “El Cantar de los Cantares y otros boleros” (1993) Poesía, erótica y social en su ritmo cantado y alabado de lenguaje lirico, con sus bombas coloquiales. Y así entre otros libros de su poesía: “Poemas para seguir cantando (1968), “Poesía revolucionaria y de la otra”, “Realidad Virtual” (1998) Y donde Cea en sus temas de ficción plantea la tesis de la reivindicación social, busca conformar una conciencia  social de participación liberadora.  Una poesía que evoca la gesta del Che, como la epopeya de 1959, con el triunfo de la revolución cubana. Una poesía de peculiar  expresión estética a favor de la felicidad, de la justicia social. Poeta solidario de ese grito que aboga en apoyo a un socialismo del Siglo XXI.  Su obra por lo general,  plantea,  la reivindicación social y económica del pueblo, la nacionalidad, respeto a la soberanía y a los derechos humanos. Crear un clima de paz, con justicia social para el pueblo, que solo sabe de sufrimientos, para construirse un buen futuro. Aquí mismo en nuestro suelo, el poeta se encuentra, ante un ambiente de inconformidad social, un pueblo sumido en un caos de desintegración social, de crisis económica, de falta de trabajo, salud, educación, falto de una vejez digna, sin pensión social, laboral, sin oportunidades, un pueblo desesperado, de ambiente de desconfianza,  miedos de inseguridad. Pero siempre con esperanza de salir de la locura, sin que el miedo nos lleve a perder los sueños. Una sociedad enfrentada a una  cruda realidad que golpea. Entonces el poeta consciente de la lucha social debe tomar una actitud militante en todo momento de coyuntura histórica. Cea, es un intelectual honesto, consecuente  con  su visión  política y visión humana de su obra. Un escritor  astuto que no se deja absorber por el sistema, ni anda en busca de los huesos gordos,  como poetas del alpiste, acomodados y con sus salarios de lujo; un escritor humilde, sencillo y grande por sus virtudes humanas. De ahí, que es un acto heroico, para un escritor  entregarse con pasión y fe en los valores de nuestra cultura y sin andar bailando como un pavo real buscando acomodos o que hagan de ti horma de tu zapato. Toda literatura que sale de su pluma, es consecuente, con su manera de actuar y pensar. Una conducta noble de su parte al imaginar que se sueñan utopías para un futuro no lejano papa gloria de nuestros pueblos.

Cea, escritor de espíritu antiimperialista,  identificado en el camino de la lucha popular,  por la justicia social y por la liberación nacional. En este sentido, sus obras de mejor muestra  “La Guerra Nacional” (1992), llamado El Filibustero siempre, o Siempre el filibustero.” Comprende la trilogía: “Los herederos de Farabundo” (1981), “Los pies sobre la tierra de preseas” (1985) y La “Resistencia Nacional”. Su poética que nos lleva a conocer desde las luchas del filibustero  William Walker de 1860, quería apoderar de Centroamérica, a buenos ojos del imperio yanqui. Su poética nos trae  la lucha contra los Mariner  y  el patriotismo nacionalista de Sandino,  en Nicaragua en 1929,  y a su lado Farabundo Martí como su secretario,  en lucha solidaria contra del imperio Yanqui. Cea, cuenta la historia, en forma coloquial,  describe una época violenta, rescata la memoria histórica. Por ejemplo, habla de la Guerra Nacional, después de la independencia, el caudillismo y las luchas de Morazán, luchas fratricidas entre liberales y conservadores por unir y desunir Centroamérica. En fin toda una historia de fondo en su” Guerra Nacional”, que enfoca la problemática  nacional y centroamericana…

Y loable su temática de fondo en los “Herederos de Farabundo”, en que plasma épicamente la gesta de 1932  del líder salvadoreño Farabundo Martí, héroe popular, y junto a otros compañeros, obreros y universitarios,  mandados por orden del dictador, al paredón de fusilamiento en 1932, sin seguir juicio alguno.  Este Gral. Maximiliano Hernández  Martínez (Promotor de un golpe de estado a Enrique Araujo, hombre de ideales democráticos). Martínez, como presidente,  es alabado por unos, claro por la oligarquía y sus sectores retrógrados.  Aunque  un para otros, un desalmado, un dictador,  asesino por la masacre que hizo, de  30,000 almas en 1932 en solo seis meses. Desde entonces, se implantó un régimen dictatorial, quien mejoro la maquinaria represiva del país.  Todo esto, dicho de fondo hace reflexionar ante  la obras  literarias de Cea, tal cual su trilogía poética, los pasajes del pueblo organizado, su guerra armada. Es una literatura, que refleja lo épico del pasado histórico y el presente cuando evoca  a los herederos de Sandino al triunfo de la revolución Sandinista de 1979 en Nicaragua contra la tiranía de Somoza. Y su literatura, también lleva al reflejo del conflicto armado 1980 a 1992 de nuestro país, resalta  el  “Farabundísmo” y sus herederos, desde 1980 como Frente heroico,  y el recuerdo de sus ofensivas hasta  1989. Porque después a decir verdad lo que uno siente. Quien ahora ya como partido político, común y corriente hay mucha tela que cortar desde su interioridad conspirativa, después de los Acuerdos de Paz de 1992,  ha dejado desencantos, perdiendo simpatía desde su base misma en la mayoría popular. Frente por el que arriesgamos la vida,  pues miles  la dieron por la vida de otros. Frente revolucionario que admiramos, que en un tiempo pasado fue mejor, una esperanza se disipó en nuestra conciencia; a menos que los adueñado del partido lo abandonen como dirigentes,  y claro no quieren perder sus privilegios, al frente se le necesita ver un trabajo concreto,  un giro estratégico, fuerza que se renové desde su cúpula misma. De lo contrario se convertirá en un fósil histórico. Como son los otros partidos del pasado con poca base y con recuerdos malos. Queremos un liderazgo,  que represente por derechos humanos del pueblo. Partido en el pueblo sembró esperanzas  parece lo bastante anquilosados con sus dirigentes, algunos son otros empresarios más,   con una retorica revisionista su discurso. Y un partido acomodado,  que lo hemos visto, cuando le conviene no perder sus privilegios partidarios,  como le hace  el juego a políticos de la derecha, a  los mismos de ayer  sus enemigos de clase, cuando hoy se dan de coqueteos y nalgaditas,  debajo de agua hacen sus pactos absorbidos  por una política neoliberal, un negocio gordo con sus salarios de lujo, mientras el pueblo vive en condiciones económicas infrahumanas.  Frente que no quiere perder sus privilegio en que la política neoliberal, diputados y magistrados, los ha colocado hasta hoy el negocio de la política,  ya bien hartados como lechones gordos,  gozando de la vida en viajes y placeres,  aumentándose cínicamente el salario a costillas de los fiscos del pueblo, mientras se oponen contra un justo salario mínimo para el pueblo.  Este tipo de partidos Arena y el Frente estan labrando su propia tumba,  si bien el frente intento producir, es una esperanza, pero convertirse en un partido tristemente  célebre para solo ser recordado en el tiempo en la nostalgia heroica de su glorioso pasado histórico.  A todo esto me lleva a reflexionar la poética de José Roberto Cea,  como lector a pensar frente al drama social de nuestro pueblo hasta hoy. Esa es la grandeza de José Roberto Cea, de ubicar su conciencia creadora a la par del pueblo y de la historia.  Crear una literatura de resistencia, diferente al tono de la otra poética como “Celebración de Lisistrata” (1986), “De Hospitales y Dibujos” (1974) y su otra “Diálogos con la sangre”, una poesía social, de sarcasmo e ironía.  Un poeta profundamente, meditativo, contemplativo, autentico preocupado por el pueblo y sus problemas. Abogando por erradicar, una sociedad libre de buitres, coyotes y chacales, la cizaña del sistema, devorando las arcas, sin preocupaciones por el pueblo mismo; una oligarquía, solo con ánimos de privatizar, todo para sus huesos, para sus intereses creados, y queriendo una justicia que actúa a sus privilegios de clase, donde anda de por medio,  la corrupción,  el crimen organizado, las maras, la mafia y sus artimañas.

Ahora en cuanto a los teóricos de la literatura, se piensa que la esencia de un texto literario, es su historicidad. Y no se le puede privar de su eje histórico, carecería de sentido, si también se privara esa temática y forma literaria. Todo se caracteriza, en el uso del  lenguaje, de características formales, sociales, de tomar en cuenta la historicidad del escritor y su lenguaje, pues la literatura como una forma de conciencia social,  es un fenómeno de ficción, entonces escritor y lenguaje, son motivo de una función estética, una función histórica, cultural y realismo social para dar imagen…

Estas reflexiones o aproximaciones a la nueva poesía de José Roberto Cea en El Salvador. Hoy a sus 81 años el poeta es fiel al espíritu prolífico de su visión creadora,  y lo encontramos, promoviendo sus textos para la enseñanza de la literatura. Cea vive de su oficio literario, su pasión la poesía y es la literatura la base de todo su quehacer laboral y sustento.  Para su oficio la literatura, es un medio de mejor conocimiento del mundo, de los problemas que atañen al hombre, a la sociedad, su Historia, a enfrentar las diversas circunstancias de la vida y de la muerte. Hemos tratado de señalar con alguna claridad su estilo expresivo, temporal, sus directrices poéticas. Sus obras hablan desde su infancia, adolescencia, la vida social y política, sus amigos de la barra querida de aquellos tiempos. Y en lo narrativo destacan: “De la Guanaxia irredenta” (1987),  sus novelas: “Ninel se fue a la guerra” (1984), “Dime con quién andas y…” (1989), “En este paisito me toco y no me corro” (1989). Cea tiene esa capacidad de reflejar con su imaginación esa plasticidad, de gozo sus narraciones, captan la esencia de los acontecimientos, su numen poético, su inspiración de la realidad social,  de la historia de la revolución salvadoreña y centroamericana.

Recuerdo haber oído de Mario Benedetti, hablando de poesía, en alguna revista, decía  que “Todo lo que se puede decir en un cuento, o en un ensayo, o en una novela, puede también decirse en un poema.” Y la verdad que tiene razón el poeta uruguayo, cuando vemos la nueva poesía latinoamericana de hoy. La nueva estética expresiva de Roberto Cea, en la poesía de hoy cabe todo, caben los datos estadísticos, los anuncios, Hoy  en la Historia, fragmentos de cartas, editoriales, recortes  periodísticos, crónicas, documentos, chistes, anécdotas, putiadas, elogios, malos augurios, fotos, filtros amorosos, rituales, los “refranes y fabulas” cosas que antes eran considerados, elementos propios de la prosa y no de la poesía. Últimamente ha sucedido con la poesía de José Roberto Cea (1939),  desde lo mítico de “Todo el Códice” (1967),  su poesía coral, conceptual, conversacional el Cantar de los Cantares y otros boleros (1992) hasta su más  reciente poesía  Xipe Totec (2016), inédito, en cuanto a forma de mensaje que sabe aplicar, introduciendo una especie de  “Collage” en el discurso poético literario,  documentos  oficiales, y noticias en relación con la historia. Todo esto a reflexionar sobre su más reciente obra “El Xipe Totec”. Cuyo solo título es acto de mítico, símbolo histórico del antepasado,  desarrolla esa visión materialista de la historia, al abordar críticamente su poética. Su más  reciente libro de poesía  “El Xipe Totec” todavía inédito, Roberto Cea, muestra un discurso antropológico y solidario, político, adaptado a lo nuestro. Un texto referido a nuestra  historicidad de nuestro tiempo.

En este tiempo, la poesía de Cea, rompe su estilo tradicional, obedece a un “collage” coloquial,  que converge en un lenguaje de carácter épico.  Existe en esa nueva dirección de su poesía, un ritmo expresivo de excitación emocional y de lucida en memoria histórica; su raciocinio de cómo siente y sabe ver la realidad,  como una película documental,  su poética nueva de las últimas décadas, de voz peculiar, muy suya,  identificada con un pasado violento, una realidad de posguerra, una realidad  aparente, virtual, de esta falsa “modernización”, cuando más atrasados estamos. Por eso gritamos con él: “No lo convoca ni la esperanza el diamante-alegría como recompensa /por construir la sociedad con rostro humano / ya no es de él ni su propia labor /  Trabaja para el esclavista / Es suya la calentura ajena para el ocio / de la sociedad del espectáculo consumista / Su propia mano te señala se señala” (Del Xipe Totec  “Para variar en lo mismo”)

La literatura de Roberto Cea,  da testimonio al abordar los conflictos nacionales, al cuestionar esa mala cizaña, esas Flores del mal. Contra los corrompidos y corrompedores del medio,  pone el dedo en la llaga, combate los males, para cambiar las cosas, conformar, un sistema más justo y más humano; todos deseamos vivir en paz, y la injusticia social impide la paz social,  para vivir la vida en paz, la justicia social es la paz social, con trabajo bien remunerado, esa ciencia de la vida, que ayude a salir del subdesarrollo, del caos en que vivimos,  sin una salud favorable,  vivienda, cultura, educación como base de la conducta en el desarrollo de un pueblo; donde se abran puertas y ventanas con nuevas oportunidades, para no pensar en  abandonar nuestro patio, buscando sueños falsos, lejos de la tierra que te vio nacer, y todo por todos y con afán de alcanzar, esa felicidad de vivir todos esa utopía de país prospero y vivir  entre gente civilizada.

¿Y por qué quiero tanto a Cea, entre otros grandes escritores de su generación de 1956?  Todos aquellos que sentimos esa profunda admiración por su obra literaria les recuerdo a interesarse por su  obra en general.  Al Cea de hoy hay que reconocerle méritos. El poeta tiene derecho a tener una vejez digna, una pensión vitalicia, y ¿qué ha hecho el gobierno por agradecer todo su valioso aporte a la cultura? En otros países al artista, al escritor, se reconoce y se les pensiona. Se pone su nombre en las escuelas y levantan su rostro en monumento. Por hoy Izalco, su tierra natal, inauguro una avenida con su nombre. Cea es uno de los poetas que mas galardones literarios en el país, que honra a las letras nacionales y centroamericanas. Cea merece el Premio Nacional de Cultura, y  ¿Qué espera el Ministerio de Cultura para otorgarle este reconocimiento? ¿Qué espera la Universidad Nacional para otorgar en vida, un Doctorado Honoris Causa? Por sus conocimientos de literatura, por sus aportes intelectuales a la cultura nacional,  y este ensayo es  mi reconocimiento, mi regalo  de mérito y es mejor reconocer ¡en vida hermanos en Vida!… /2018.

PARA VARIAR EN LO MISMO

DIJO un sobreviviente

Ten piedad del que fue compañero

Camino a tu lado y ahora

Comiendo de tus privaciones

Está en la otra orilla

Con el adversario Hundiéndose en la nueva subordinación a la ganancia, la usura

No suda ya nuestros sudores

No lo convoca ni la esperanza el

diamante-alegría como recompensa

por construir la sociedad con rostro humano ya no es de él ni su propia labor

Trabaja para el esclavista

Es suya la calentura ajena para el ocio

de la sociedad del espectáculo consumista

Su propia mano te señala se señala

Se fue por la globalización

de la bolsa de valores dominantes

Está en alto siempre a la baja

Cada sistema económico tiene

su propia semilla de inflación

el es semilla de su bajo poder adquisitivo

Pero tiene su espectáculo neoliberal

Nueva subordinación al lucro,

la usura, ya se dijo ¿Se le agoto el amor?

–Pregunte ¿O no tuvo en verdad?

¿Confundido con la dureza y la debilidad?

No se tiene la muerte fácilmente

Pesados los que no saben morir ni vivir consigo mismo en la justa injusticia de sus deseos (mis deseos no son la realidad)

Y se sintieron nuestros representantes

a veces en el extranjero

Ten piedad del que fue compañero

-insistió el Sobreviviente

Ya no está contra la estupidez del  inteligente consumista

la idiotez del listo que se pasa de tal

la imbecilidad del angelito lucido del sistema ¡Cínico, sin muerte luchadora!

Es un número más pero famoso en masa

Abandonó esta cuerda floja del optimismo

contra la otra muerte que no cesa

Se fue a jugar la comidita y de muñecas

Dolor que te hayas ido para allá

Barbi barbada

Pena que te quedaras sin ser nuestro

¿Nunca lo fuiste de verdad?

Pena y ocultamiento cuando es

mejor con esperanza y vergüenza

¿Quién, qué lo dispersó? – Pregunte

Ten piedad del que fue compañero

-insistió el Sobreviviente

Han llegado los terremotos

siempre están de visitas demenciales

en este Valle de las Hamacas

En nuestro día Pavo Real ¿Quién soy

para no tener piedad de alguien

que se desmoronó y está fuerte

en el fango de la historia con histeria?

¿Solo es de cobre?

¿Se le notó en tampoco el desperdicio?

Aquí está mi piedad

como una flor antigua y nueva

en internet, globalizada

Oro molido entre malezas computarizadas

después será medalla

En él y para el mas allá… Nada más recordarle –insistió el Sobreviviente

Todos tenemos un límite,  un precio tope a veces injusto y la injusticia social impide la paz social y el país no es nuevo

siempre es el mismo de hace unos años Mas espoliado, si, más escombros por ahora  Nuestro es el día Pavo Real

Búscale su lado virtual si es necesario Insiste que el asunto era es por la Humanidad y contra el  neoliberalismo…

Tú, para variar en lo mismo

Incomodo  incomodando

Pero ten piedad del que fue

Todos somos una brizna de paja en el vientre del monstruo…

Nota: Tomado de “Xipe Totec” manuscrito inédito  dado a su servidor por el autor.

Concluyen en UES estudio sobre pedagogía desde el enfoque de derechos humanos aplicada a estudiantes con discapacidades

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 7 de abril de 2025 (SIEP) Una valiosa investigación sobre “La pedagogía desde el  enfoque de derechos humanos aplicada a estudiantes con discapacidades de la Universidad de El Salvador” fue recientemente concluida porlas estudiantes Doris Bonilla e Ivis Barrera.

La investigación formó parte del requisito para graduarse en la Maestría de Derechos Humanos y Educación para la Paz,  que se imparte en la UES y su exitosa defensa ante un jurado académico ya concluyó, por lo que están listas para graduarse.

Los temas medulares de esta investigación son los de discriminación, inclusión, equidad y respeto por la diversidad, y como estos se reflejan en la relación entre docentes y estudiantes con discapacidad  en el Alma Mater.

Este enfoque pedagógico –consideran- aspira a que todos los estudiantes, independientemente de sus condiciones físicas, mentales o sensoriales, tengan acceso a una educación de calidad que promueva su desarrollo integral y les permita participar activamente en la sociedad salvadoreña.

Estiman que los derechos humanos coadyuvan a crear un ambiente educativo que reconoce, valora y protege las necesidades particulares de los estudiantes con discapacidad, y les facilita las herramientas adecuadas para  su plena integración social y académica.

Finalmente, ambas estudiantes, valoran como altamente positivo que la UES promueva el derecho a la educación como un derecho fundamental, entendiendo que la diversidad funcional no debe ser un obstáculo para el acceso y permanencia en el sistema educativo superior.

Presentan en UES novela Pedregales del dolor de Fidel Santacruz

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 4 de abril de 2025 (SIEP) “Esta novela nos deja un bello testimonio literario de amor por la humanidad y de compromiso con la transformación de nuestra sociedad…indicó esta tarde Roberto Pineda, en la presentación de Pedregales de dolor, de Fidel Santacruz (1939…)

Agregó que “como Movimiento Cultural Salvadoreño Prometeo Liberado es un gran honor presentar esta obra, fruto testimonial nacido en las entrañas del conflicto armado vivido por nuestro país en los años ochenta…”

Por su parte, el escritor William Martínez, explicó que “esta obra es un valioso testimonio de la experiencia que vivió Fidel como paramédico  tanto en Chalatenango como en Guazapa, que se suma a una ya extensa obra escrita de poemas, testimonios, otras novelas…”

Añadió que” conocí a Fidel luego de los Acuerdos de Paz de 1992, en el Comité de Reconstrucción de Guazapa, CRD, y luego volvimos a encontrarnos en el Movimiento de Profesionales y Técnicos de El Salvador, MPTIES…”

Compartió Fidel que “cuando el PCS en su séptimo congreso de 1979 adoptó la lucha armada, no di el viraje y me fui para California, para garantizar la educación de mis hijos, pero allá seguí vinculado al Partido, y sentí la necesidad de regresar e incorporarme a la Guerra Popular Revolucionaria, y así lo hice…”

“Y así, viaje a Nicaragua en 1983 a trabajar con los combatientes mutilados de guerra, y desde febrero de 1984 hasta los Acuerdos de Paz, estuve en campamentos guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL, trabajando como paramédico…”

“Inicialmente estuve en Chalatenango en una Escuela Político-Militar de las FAL, compartiendo conocimiento sobre sanidad militar, y luego en Guazapa, en un pequeño Hospital dirigido por el médico internacionalista guatemalteco, Joaquín…”

“Una de nuestras tareas era garantizar que  el campamento guerrillero estuviera convenientemente aseado, para lo cual realizábamos inspecciones de lugares así como de los combatientes, para detectar problemas sanitarios…y claro, durante y después de los combates y bombardeos…”

“En diversas situaciones, ante la naturaleza o ante el sufrimiento de la gente me brotaba la inspiración, y llevaba un cuaderno donde escribía mis impresiones o pensamientos, y durante los sábados culturales, a veces se me pedía que leyera, que participara…”

“Me acuerdo que una vez, un mando que estaba presente, dijo al escucharlos, “tienen su valor…” no sé si habrá sido un elogio o en realidad que pensaba, pero no quise preguntarle…mi último cuaderno lo perdí durante la ofensiva de noviembre del 89, me tocó estar en Ciudad Delgado, enfrentar los bombardeos y mortereos…”

“Uno de los momentos más dolorosos que experimenté fue el de ver morir a un amigo y saber que no se le puede dar toda la atención médica que requiere, me refiero a un combatiente internacionalista dominicano, del PCD, que le explotó una mina y tuvimos que verlo morir…”

“Una vez, luego que se retiró una invasión, hicimos una fiesta, se hacían con una grabadora y cassettes, y la tropa se ponía a bailar, y no se porque se permitió el uso de las lámparas, y lamparazo por aquí, lamparazo por allá, a la madrugada del día siguiente llovían las bombas cabal sobre el campamento, y recuerdo una joven compañera Elizabeth, cruzada en el cuello por una esquirla…”

Entre las obras de Fidel se encuentran la novela A un paso del amor (2000), Cartas y poemas desde California (poesía, 2004), Esplendor otoñal (poesía 2006), Diario de un cuidador de Alzheimer (testimonio y poesía 2012), entre otras.

Resumen de actividades organizadas o apoyadas por el Movimiento Cultural Salvadoreño Prometeo Liberado  (enero-febrero-marzo 2025)

SAN SALVADOR, 31 de marzo de 2025 (SIEP) A continuación presentamos un resumen de actividades organizadas o respaldadas por el Movimiento Cultural Salvadoreño Prometeo Liberado  (enero-febrero-marzo 2025) , las cuales fueron registradas por este Servicio Informativo Ecuménico y Popular.

Crean el Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado.”

SAN SALVADOR, 30 de diciembre de 2024 (SIEP) Un grupo de hombres y mujeres vinculados al quehacer cultural, decidieron esta mañana en el icónico Café Don Pedro de esta capital, fundar el Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado.”

Publican Orígenes y evolución del teatro en Mesoamérica de William Armijo

SAN SALVADOR, 31 de diciembre de 2024 (SIEP) Orígenes y evolución del teatro en Mesoamérica, publicado en España, es el nuevo libro de William Armijo, artista salvadoreño radicado en Francia desde 1978.

Realizan primera entrevista a Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado”

SAN SALVADOR, 3 de enero de 2025 (SIEP) “Nuestros esfuerzos como movimiento están dirigidos hacia la emancipación cultural en nuestra patria…” indicó Guillermo Campos, en entrevista con el periodista Luis Galdámez, de la revista Espacios, en la que también participaron Ivis Barrera, Roberto Pineda y Dimas Castellón.

Presentan proyecto MCS-Prometeo Liberado en Club de Lectura de Biblioteca Chapultepec

SAN SALVADOR, 7 de enero de 2025 (SIEP) El proyecto del Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado”,  fue presentado esta tarde  a más de una docenas de hombres y mujeres, que integran el Club de Lectura de la Biblioteca Chapultepec, en el centro histórico de esta capital.

Convocan a jóvenes de Chalatenango a certamen de poesía “Roberto Armijo”

SAN SALVADOR, 8 de enero de 2025 (SIEP). “Uno de los sueños de Roberto era que la juventud de Chalatenango se preparara  culturalmente y en general de todo el país…y es en este espíritu que como Fundación Roberto Armijo, lanzamos este certamen de poesía…” indicó William Armijo, hermano del poeta fallecido.

Entrevistan a poeta Guillermo Campos en Radio El Mundo

SAN SALVADOR, 14 de enero de 2025 (SIEP) “Aquí en El Salvador se liberó a  Prometeo…”compartió el poeta Guillermo Campos, en entrevista realizada esta noche por la reconocida locutora Aida Mancía, en su prestigioso programa Tu, el amor y la música, de Radio El Mundo.

Realizan en Ateneo de El Salvador exposición fotográfica de René Rodríguez Mina

SAN SALVADOR, 23 de enero de 2025 (SIEP) “Es un gran honor para  el Ateneo de El Salvador inaugurar este exposición fotográfica de nuestro querido amigo René Rodríguez Mina…” indicó Manuel Bonilla, presidente de esta centenaria institución cultural.

Realizan en Parque Cuscatlán reunión del Movimiento Cultural “Prometeo Liberado”

SAN SALVADOR, 25 de enero de 2025 (SIEP) “Este 2025 realizaremos diversas actividades de promoción cultural…”indicó Roberto Pineda, en reunión de coordinación del Movimiento Cultural “Prometeo Liberado” junto con Guillermo Campos, Ivis Barrera, y William Armijo, realizada esta mañana en el Parque Cuscatlán.

Publican libro de Pedro Santacruz: Mi experiencia en la lucha política y revolucionaria de El Salvador (1958-2019)

SAN SALVADOR, 26 de enero de 2025 (SIEP) “Este libro es una valiosa contribución a la memoria histórica de la lucha revolucionaria de los sectores populares salvadoreños…”indicó Roberto Pineda, sobre Mi experiencia en la lucha política y revolucionaria de El Salvador (1958-2019)  de Pedro Santacruz.

Realizan visita a Taller de los Sueños en Armenia

ARMENIA, Sonsonate, 29 de enero de 2025 (SIEP) Un significativo encuentro tuvo lugar este día, entre  cuatro amigos que compartieron sus memorias de la vida y de la lucha en esta ciudad occidental, cuna de las poetisas Claudia Lars  y de Consuelo de Saint-Exúpery.

Presentan libro de William Armijo sobre teatro precolombino en Universidad Tecnológica

SAN SALVADOR, 4 de febrero de 2025 (SIEP) “Es una gran alegría volver a ver a William Armijo y ahora con este fruto, con esta obra que nos conecta con una región como lo es Mesoamérica” expresó la poetisa Silvia Elena Regalado, a nombre del Museo Universitario de Antropología de la UTEC.

Presentan en UES novela de Roberto Pineda: El viaje a San Salvador

SAN SALVADOR, 13 de febrero de 2025 (SIEP) “Esta novela tiene un fuerte contenido de espiritualidad, y no me refiero a lo religioso, sino a la espiritualidad que surge de la lucha por la justicia…expresó Edgar Núñez, al comentar esta tarde en la Pinacoteca de la UES, la novela de Roberto Pineda, titulada El viaje a San Salvador.  

Realizan en UES Recital Poético de René Rodríguez Mina

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 14 de febrero de 2025 (SIEP) Originario de Quezaltepeque, el poeta y fotógrafo René Rodríguez Mina, conocido cariñosamente como Magin, y que vive ya por 17 años en Viena, Austria, ofreció esta tarde un memorable Recital Poético.

Publican Los días y la guerra, poemario de Alfonso Veliz Tobar

SAN SALVADOR, 20 de febrero de 2025 (SIEP)  “Es un  fino retrato en clave poética, de aquellos ya lejanos tiempos de rebelión y de guerra, que fueron los años ochenta del siglo pasado…” indicó el escritor Roberto Pineda, sobre el recién publicado poemario Los días y la guerra de Alfonso Velis Tobar (1949…).

6 poemarios participan ya del 1° Premio de Poesía Roberto Armijo en el departamento de Chalatenango

CHALATENANGO, 25 de febrero de 2025 (SIEP) “El unificar esfuerzos a favor de la juventud chalateca y la cultura es ya un gran logro, y el contar ya con siete poemarios compitiendo es un logro mayor…” afirmó el cantante y músico William Armijo, residente en Francia,  al referirse a la convocatoria para el Primer Premio de Poesía  Roberto Armijo.

Presentan en UES poemario de Alfredo Campos: Luces del anochecer.

SAN SALVADOR, 28 de febrero de 2025 (SIEP) Un selecto grupo de universitarios emprendieron esta tarde un viaje hacia el universo misterioso de la poesía, guiados por el bardo Alfredo Campos y con la brújula de su último poemario, Luces del anochecer.  

Realizan conversatorio en UES con poetisa Silvia Matus

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 7 de marzo de 2025 (SIEP) Su testimonio de vida, de lucha y de poesía fue compartido esta tarde en la UES por la escritora Silvia Matus, invitada por el Movimiento Cultural Prometeo Liberado.

Convocan a Primer Festival de Poesía “Roberto Armijo” en Chalatenango

CHALATENANGO, 10 de marzo de 2025 (SIEP) El   espíritu poético de Roberto Armijo, todo su inmenso amor por este terruño, se traslada desde un otoñal Paris hacia este su hogar  soleado y caluroso,  al 1er. Festival de Poesía  en la Plaza de la Catedral de esta ciudad, el próximo sábado 22 de marzo a partir de las 3 p.m.

Realizan en UES Recital Musical con William Armijo

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 14 de marzo de 2025 (SIEP) La comunidad universitaria volvió a escuchar esta tarde, luego de largos años, la voz de William Armijo, el juglar que en los años setenta, con el pelo largo, una guitarra y una dulzaina, entonaba las primeras canciones de protesta, que convocaban a una sociedad más justa y solidaria.

El vuelo final del cuarto tecolote: el Chele Magaña

METAPAN, Santa Ana, 16 de marzo de 2025 (SIEP) “Este día, desde un río, el cuarto tecolote, el Chele Magaña, desplegó sus alas y alzó el vuelo hacia las estrellas, para juntarse con el bello Arturo, el inefable Octavio y el amable Herbert…” expresó Roberto Pineda, del Movimiento Cultural Salvadoreño Prometeo Liberado.

Presentan en UES libro de William Armijo sobre teatro mesoamericano precolombino

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 18 de marzo de 2025 (SIEP) Orígenes y evolución del teatro en Mesoamérica es el título del libro que presentó esta tarde, en la Pinacoteca de la UES, el cantautor salvadoreño William Armijo, en actividad organizada por la Secretaria de Arte y Cultura del Alma Mater.

Realizan en UES Homenaje al poeta Alfonso Hernández

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 21 de marzo de 2025 (SIEP) En el Alma Mater que lo vio estudiar, organizarse y luchar, se realizó esta tarde un merecido Homenaje al poeta Alfonso Hernández, organizado por el Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado.”

Karina Villatoro, ganadora del certamen de poesía Roberto Armijo en Chalatenango.

CHALATENANGO, 22 de marzo de 2025 (SIEP)  Visiblemente emocionada, Karina Villatoro, joven  estudiante chalateca de 18 años, recibió de manos de William Armijo y Guillermo Campos, el premio por el primer lugar del primer certamen de poesía Roberto Armijo, celebrado en esta ciudad del norte de El Salvador.

Presentan en UES las Historias en silencio del mimo salvadoreño Dimas Castellón

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 28 de marzo de 2025 (SIEP) El arte milenario del teatro mímico hizo su aparición en las aulas del Alma Mater esta tarde, con la presentación del mimo salvadoreño Dimas Castellón, originario de La Unión.  

Primer Informe Trimestral del Movimiento Cultural Salvadoreño Prometeo Liberado.

SAN SALVADOR, 30 de marzo de 2025 (SIEP) Hace tres meses emprendimos un viaje hacia los territorios del arte y la cultura. La tripulación la integraban una docena de hombres y mujeres, poetas y novelistas, teatreros y músicos, en fin inquietos soñadores, que íbamos en busca del vellocino de oro, tras los pasos misteriosos de Quetzalcóatl,  oteando las huellas de la Prudencia, por los senderos lluviosos de un Prometeo liberado…

Primer Informe Trimestral del Movimiento Cultural Salvadoreño Prometeo Liberado.

SAN SALVADOR, 30 de marzo de 2025 (SIEP) Hace tres meses emprendimos un viaje hacia los territorios del arte y la cultura. La tripulación la integraban una docena de hombres y mujeres, poetas y novelistas, teatreros y músicos, en fin inquietos soñadores, que íbamos en busca del vellocino de oro, tras los pasos misteriosos de Quetzalcóatl,  oteando las huellas de la Prudencia, por los senderos lluviosos de un Prometeo liberado…

Tres meses han pasado, y consagrados a Venus y a sus jardines de amistad, hemos desde nuestro barco, desde nuestro tren, desde nuestra ventana en el Alma Mater, presenciado amaneceres y atardeceres, el horizonte de la patria que  se desgaja en un verso, en una melodía, en una imagen, en el sonido del silencio…

Hemos recorrido siete territorios, hemos disfrutado del arte fotográfico de René (Rodríguez), del  verso  nostálgico de Alfredo (Campos), del verso feminista de Silvia (Matus), del verso romántico de Guillermo (Campos), del canto comprometido de William (Armijo), del testimonio poético de Alfonso (Veliz), y del gesto colectivo de Dimas (Castellón).

Y desde esta patria exacta nos comprometemos a seguir caminando…

María Isabel Villegas: una vida dedicada a la lucha por los derechos de las mujeres en El Salvador

INTRODUCCIÓN

María Isabel Villegas  es una activista  feminista reconocida por su incansable labor en la defensa de los derechos de las mujeres en El Salvador. Desde sus inicios en la Universidad de El Salvador en los años ochenta del siglo pasado, hasta su actual participación en la Concertación Feminista Prudencia Ayala, Villegas ha dedicado su vida a la lucha por un El Salvador justo, igualitario y democrático, a través de promover  la igualdad de género, denunciar y combatir la violencia contra las mujeres,  abogar por la salud sexual y reproductiva y en la defensa de las personas que viven con VIH.

Su trayectoria se destaca por su compromiso con la democracia y la igualdad, mediante la organización, la formación política y la movilización de nuevas generaciones de hombres y mujeres comprometidos con estos ideales de transformación social.

RASGOS BIOGRAFICOS

María Isabel Villegas nació el 3 de julio de 1953 en Jucuapa, Usulután,  y vivió en la ciudad oriental de San Miguel. Hija de María Isabel Villegas y Salvador Rivas. Proveniente de una familia humilde de siete hermanos, siendo seis mujeres y un hombre.

Creció en un entorno donde su madre trabajaba vendiendo comida en el mercado y este era una empresa familiar en la que toda su familia participaba, en el caso de Isabel ella se dedicaba a ir de puesto en puesto ofreciendo la comida hecha por su madre, y esto le permitió entablar múltiples amistades con las vendedoras. Y fue mediante este emprendimiento familiar que ella y sus hermanas lograron salir adelante,  acceder a la educación a pesar de las dificultades económicas.

Isabel tuvo una infancia feliz a pesar de las dificultades económicas. Su madre fomentó el amor por la lectura en sus hijas e hijo, que observaban a su madre comprando novelas y leyéndolas. A pesar de los problemas que enfrentó su familia, nunca dejaron de asistir a la escuela. Recuerda su infancia con alegría y gratitud, destacando el apoyo de su madre en su formación educativa.

Empezó a trabajar desde muy joven en la UES en San Miguel y luego se trasladó hacia el campus en San Salvador. Ahí poco a poco fue adquiriendo conciencia de la situación de injusticia que caracterizaba a la sociedad salvadoreña así como del carácter autoritario y represivo del gobierno militar. Esto la empujó a organizarse políticamente en los años ochenta en una fuerza de izquierda así como a involucrarse en las luchas por la autonomía universitaria y por los derechos de las mujeres.

Isabel es madre de seis hijos ya que tuvo dos experiencias matrimoniales, de su primer matrimonio nacieron una hija y dos hijos, Blanca Isabel, Mario Alfredo, y Gerardo Miguel, y de su segundo matrimonio: Adela María, Victoria de la Paz y Nadia Citali.  Con cada uno de sus hijos tiene una relación muy profunda y cercana.

Cuando sus hijos eran pequeños, María Isabel fomentaba el amor por la lectura en casa. Organizaba sesiones de lectura familiar, donde cada uno debía compartir lo que había aprendido de los libros. Esto no solo fortaleció sus lazos familiares, sino que también ayudó a sus hijos e hijas a desarrollar un interés por diversos campos del conocimiento. Solía llevar a sus hijas e hijos a ferias de salud donde enseñaban sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual y el uso de métodos anticonceptivos.

En muchas ocasiones, llevó a sus hijas e hijos a marchas y actividades relacionadas con las luchas populares por la democracia y la justicia. Les enseñó desde pequeños la importancia de identificarse con el sufrimiento de los sectores más golpeados y defender sus derechos, incluyendo a los jóvenes y las mujeres, los indígenas y personas viviendo con VIH, entre otros.  

Recuerda que enseñó a sus hijas e hijos,  a sentirse comprometidos y  orgullosos de participar y aprender sobre la lucha por los derechos de los sectores populares. Una vez, mientras discutían sobre los roles de género en la sociedad, uno de sus hijos le dijo: «Mamá, tú eres la mejor ejemplo de que podemos ser lo que queramos». Este comentario la conmovió y reafirmó su compromiso de seguir luchando por un mundo más igualitario.

Formación profesional, participación política y experiencias

Estudió en la escuela de niñas “Santa Sofía” en San Miguel, la cual era  dirigida por monjas, luego realizo sus estudios universitarios, iniciando con un  Profesorado en Filosofía y Letras, seguido de una Licenciatura en Lenguaje y Literatura en la Universidad Pedagógica. Más tarde, obtuvo una maestría en Educación para la Salud Sexual y Salud Reproductiva en la Universidad de El Salvador (Facultad de Medicina). Su formación académica ha sido importante en su labor como educadora y activista.

Comenzó su participación política en los años 80, específicamente en 1986, cuando trabajaba en la Universidad de El Salvador. Escuchémosla:

“En 1988 se  fundó el Movimiento de Mujeres de la Universidad de El Salvador (MUES), del cual forme parte, y desde donde inició  un espacio para denunciar casos de acoso y violencia, que eran muy comunes. Este movimiento llevó a la creación de la Secretaría de la Mujer en la universidad, donde se nos capacitó a todas  las integrantes en temas de género y violencia contra las mujeres. Este período estuvo marcado por la guerra civil en El Salvador, lo que a veces dificultaba el avance en estas temáticas, dada la situación de represión existente. Sin embargo, el movimiento logró visibilizar denuncias de acoso por parte de profesores, marcando un hito en la lucha por los derechos de las estudiantes  y de la comunidad universitaria en general.

Todas asumimos  con mucha  disciplina el trabajo de ir concienciando a que más mujeres se nos sumaran. Formamos círculos de estudios en las facultades, buscábamos literatura de mujeres…. Hicimos la primera denuncia por acoso en la Facultad de Ciencias y Humanidades…

El Lic. Luis Argueta Antillón, Rector de la UES en esos años,  logró que a través del Concejo Superior Universitario Centro Americano, CSUCA, nos capacitaran sobre el enfoque de género. Estuvo Lily Caballero, hondureña, que fue la primera en darnos a conocer en qué consistía el enfoque de género, luego nos invitaban a eventos en la región y el compromiso de quien asistía era replicar el taller, así fuimos aprendiendo.

Entre los talleres que organizamos como como MUES se encuentran los siguientes:

– La subordinación de las mujeres. Diversos enfoques, sub programa “estudios de la mujer” CSUCA, del 19 de mayo al 10 de junio de 1989.

-Mujer en el sector informal urbano, CSUCA y UNIFEM 20 de agosto de 1990.

-Mujer y Habitat , 21 de junio al 11 de agosto de 1991

Y ¿Que logramos  en la UES? 

“Muchísimo, el que luego de ser un movimiento de mujeres,  pasara a institucionalizarse, a ser  la Secretaria de la Mujer y ahora es incluso un Centro de estudios de Género, para mí ese es  un avance, un gran logro, una conquista social…

Otro logro fue que a solicitud nuestra se creara un espacio para niñas y niños en la Universidad, era como un Centro de Desarrollo Infantil, pero con los cambios en la rectoría de la UES todo esto se fue perdiendo, pero fue de mucho apoyo en aquella época, para un montón de mujeres, incluyéndome. Mi lucha trascendió de la UES,  pues me he destacado como  defensora de los derechos humanos de las mujeres y de la niñez,  de personas que viven con VIH,  así como de los derechos sexuales y reproductivos”.

 María Isabel participó en la Pastoral de la Mujer tanto de la Iglesia Luterana Salvadoreña (ILS) como de la Iglesia Luterana Popular (ILPES), fue directora y fundadora de la Asociación Cristiana Femenina (ACF), de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), de Asociación de Mujeres Salvadoreñas (ADEMUSA), y del Instituto de la Mujer (IMU). Y desde 1994  forma parte de la Concertación Feminista Prudencia Ayala (CFPA).

Asimismo ha participado en diversos cursos, seminarios y conferencias internacionales, en distintos países del mundo tales como Australia, Egipto, Estados Unidos, México, Brasil, Perú, Argentina, España, Hungría, Suecia, Sud África, Ecuador, Ginebra etc.

Sigamos escuchándola:

“Quiero nombrar y rendir homenaje a quienes hicimos  historia con nuestros  aportes y también  impulsando cambios en la UES,  en especial a  Dina Sales quien fuera mi mentora, Leticia de Paul, Gilda Benavides, Victoria Domínguez, y Juana María Valdez, entre otras.  

Puedo afirmar que la mayoría de mujeres que estuvimos involucradas en todo este proceso hemos sido constantes, y aunque muchas fallecieron, las que hemos quedado seguimos en la lucha por la igualdad, equidad y  la NO violencia contra las mujeres y la niñez. Por otra parte, muchas mujeres jóvenes fueron asesinadas, nos queda el reto de reivindicar sus nombres.”

María Isabel también participo junto  con Norma Herrera, Tania Parada, Zoila Quijada, Blanca Coto, Yolanda M. Alvarado, Nicolle Amouroux (Francesa), Vilma Villegas, en el trabajo con  mujeres de los sectores populares, rurales y urbanos, organizadas para la lucha por la transformación social de El Salvador.  

A lo largo de su trayectoria, ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo la resistencia de sistemas patriarcales en varios ámbitos, incluidos el político, educacional y religioso. Sin embargo, ha continuado luchando por la desmitificación de los roles de género y el empoderamiento de las mujeres jóvenes en El Salvador.

María Isabel aconseja a quienes están comenzando a interesarse en las luchas sociales,  que se acerquen a organizaciones como la Concertación Feminista Prudencia Ayala, que están abiertas a recibir a cualquier persona, especialmente a jóvenes. Resalta la importancia de transmitir experiencias y conocimientos adquiridos a través de talleres y capacitaciones. También menciona que es crucial abordar temas de sexualidad y derechos reproductivos en espacios educativos, destacando la necesidad de crear un ambiente donde se pueda hablar abiertamente sobre estos temas.

María Isabel ha mencionado que su trabajo ha sido un permanente proceso de empoderamiento y aprendizaje constante, tanto para ella como para las mujeres a las que ha ayudado.

Reconocimientos y Premios

María Isabel recibió de parte de  ONUSIDA, el reconocimiento por la   creación de la “Política municipal para la prevención del  VIH”, en el Municipio de Aguilares, lo que le permitió viajar a Brasil a presentar su trabajo.  La trayectoria de María Isabel Villegas constituye en sí misma un reconocimiento a su dedicación y compromiso con la lucha por los derechos de las mujeres en El Salvador. Su trabajo ha dejado una huella imborrable en la historia del feminismo salvadoreño y ha inspirado a nuevas generaciones de activistas.

Legado

El legado de Isabel Villegas reside en su perseverancia en la lucha por la igualdad de género y en su incansable labor de formación de nuevas generaciones de luchadoras sociales. Su experiencia de vida, marcada por la superación de la violencia y la discriminación, se convierte en un testimonio de la fuerza y la resiliencia de las mujeres salvadoreñas. Su llamado a las jóvenes a tomar las riendas de la lucha feminista (00:52:26,800) es una invitación a continuar construyendo un futuro más justo e igualitario para todas las mujeres.

Presentan en UES las Historias en silencio del mimo salvadoreño Dimas Castellón

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 28 de marzo de 2025 (SIEP) El arte milenario del teatro mímico hizo su aparición en las aulas del Alma Mater esta tarde, con la presentación del mimo salvadoreño Dimas Castellón, originario de La Unión.  

El uso de gestos y movimientos para comunicar ideas, lo desarrolló Dimas desde su infancia  y nos cuenta que en la escuela las maestras siempre lo buscaban para interpretar papeles en las actividades artísticas.

Tanto así que una vez en su pueblo, en noveno grado, montaron la obra El ahogado, (todos los años se ahogaba un campesino) usando uniformes de la Guardia Nacional y esto le valió la primera golpiza, acusándolo de subversivo, por su claro contenido anti dictatorial.

Esta tarde pudimos presenciar cinco escenas de las catorce que comprende la obra Historias en silencio, en homenaje al mimo francés Marcel Marceau. Entre estas estuvo la cuerda, la bicicleta, el árbol, la ciudad y el ladrón.

En un conversatorio previo, Dimas explicó que en 1975 ingresó al Centro Nacional de Artes, CENAR, en la rama de teatro, porque la vocación por el teatro ya la traía, y desde entonces se ha dedicado a  la actuación,  títeres, pantomima y  canto.  

Explicó que se graduó en 1977 con el montaje de la obra Los criollos, la cual fue presentada en el Teatro Nacional  y se trató de un abordaje teatral de la invasión española, la independencia, la gesta de Anastacio Aquino y el levantamiento de 1932.

Asimismo compartió que en 1978 formó parte del Movimiento de Cultura Popular, MCP y  en los años ochenta de la Asociación Salvadoreña de trabajadores del Arte y la Cultura, ASTAC.

Esta presentación forma parte del conjunto de actividades que cada viernes organiza en la Universidad de El Salvador, el Movimiento Cultural salvadoreño Prometeo Liberado, del cual Dimas es miembro fundador.

Karina Villatoro, ganadora del certamen de poesía Roberto Armijo en Chalatenango.

CHALATENANGO, 22 de marzo de 2025 (SIEP)  Visiblemente emocionada, Karina Villatoro, joven  estudiante chalateca de 18 años, recibió de manos de William Armijo y Guillermo Campos, el premio por el primer lugar del primer certamen de poesía Roberto Armijo, celebrado en esta ciudad del norte de El Salvador.

La joven ganó el primer lugar con su poema Roberto Armijo el poeta que no calla. El segundo lugar le fue adjudicado a Priscila Pascacio de 16 años por el poema Latidos Rotos,  y el tercer lugar correspondió al poema Tierra de ojos de cristal, de la  joven Sandra Archila Tobar.

Asimismo recibió una mención honorifica la joven Ana María Grady por su poema Reminiscencia tejida con metáforas y laureles en filigranas de honor.  Y hubo un premio sorpresa que recayó en Juan Gerardo Alfaro.

William Armijo  de la Fundación Armijo, indicó que “con esta premiación estamos cumpliendo uno de los sueños de mi querido hermano Roberto, que siempre tuvo la visión de una juventud chalateca cercana al arte y la cultura.”

Por su parte, Guillermo Campos, catedrático de la UES e integrante del jurado calificador, expresó su “satisfacción por el alto contenido poético  de estos jóvenes chalatecos, lo que constituye un tesoro cultural para el futuro de El Salvador.”

Tanto William Armijo como Guillermo Campos forman parte del recién creado Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado”, espacio cultural  que respaldó esta iniciativa de la Fundación Roberto Armijo.

Realizan en UES Homenaje al poeta Alfonso Hernández

SAN SALVADOR, Ciudad Universitaria, 21 de marzo de 2025 (SIEP) En el Alma Mater que lo vio estudiar, organizarse y luchar, se realizó esta tarde un merecido Homenaje al poeta Alfonso Hernández, organizado por el Movimiento Cultural Salvadoreño “Prometeo Liberado.”

La actividad fue coordinada por el también poeta Alfonso Veliz Tobar, uno de sus más cercanos compañeros de militancia, ambos de la Resistencia Nacional, RN, una de las organizaciones que originaron en octubre de 1980 el FMLN.

Estas actividades de apoyo al poeta guerrillero fueron acompañadas –incluso arriesgando sus vidas- también por su esposa Emmita, por el poeta Alfonso Quijada Urías y su esposa Celia, por Pepe Rodríguez Ruiz y por otro de sus grandes amigos, el poeta José Roberto Cea, que se encontraba participando del evento.

El poeta Veliz Tobar hizo un recorrido por la trayectoria de vida de Alfonso Hernández, desde su infancia, adolescencia, estudios universitarios, hasta su ingreso a las filas de la revolución salvadoreña, así como a la literatura comprometida.

Alfonso Hernández, conocido como Comandante Gonzalo, y cariñosamente como Chiquiton, nació en San Vicente en 1948  y cayó en combate cuarenta años después, el 10 de noviembre de 1988, en las faldas del volcán de San Salvador.

Hernández fue estudiante de sociología de la UES. En1967 participa en la campaña presidencial del PAR que llevaba como candidato al Dr. Fabio Castillo, luego se organiza en la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, junto on Eduardo Sancho y Luis Felipe Minero.  

Este grupo de jóvenes organiza ese año en San Vicente el grupo literario La Masacuata, con una poesía militante, de denuncia social, en 1968 publican el periódico Adelante y en 1969 se manifiestan en oposición a la guerra contra Honduras. En 1970 Alfonso ingresa a trabajar en el periódico El Independiente, de don Miguel Pinto.

Entre su obra literaria se encuentra, entre otras,  León de Piedra (Ensayo testimonio de la lucha de clases en El Salvador, 1982) Viaje a la humedad” de 1983, Esta es la Hora (Selección de Alfonso Quijada Urías y Alfonso Velis Tobar, de 1989, Ediciones Roque Dalton, México, Managua).

En Arte poética nos confiesa que : En cualquier pedazo de papel/ escribimos el poema,/ En él plasmamos vida, vísceras, sueños./ Una piedra puede ser el poema,/ Un niño, una madre,/ Un caído con sus agujeros inundados de pólvora,/ Una tumba/ O una calle con su caminante lanzando su/ Corazón más allá del amor.

El poeta Hernández tiene el merito de ser uno de  los jóvenes que el 2 de marzo de 1972  recuperó uno de los dos primeros G-3 arrebatados a la Guardia Nacional, en la primera acción armada revolucionaria de lo que luego constituiría el ERP, escindido en mayo de 1975  con la muerte de Roque Dalton.

El poeta Alfonso Veliz Tobar reside en la actualidad en London, Canadá, y desde ahí, además del cultivo de una poesía comprometida, realiza una impresionante labor erudita como historiador de la evolución de la literatura salvadoreña.