Luteranos opinan que con TLC inicia nueva lucha por independencia

SAN SALVADOR; 1 de marzo de 2006(SIEP) “El inicio este día del TLC marca también el comienzo de una nueva lucha por la independencia patria, hemos pasado a ser colonia del imperio y estamos en resistencia” dijo el Rev. Ricardo Cornejo, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

“Y es muy significativo también-añadió- que estemos iniciando el periodo de Cuaresma, que hoy sea Miércoles de Ceniza, porque el TLC significa el inicio de una lucha con mucho sacrificio, con mucha penitencia, pero que será al final victoriosa. Estamos en pie de lucha evangélica contra el TLC”

Este dìa inicio en El Salvador el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos que fue firmado el 17 de diciembre de 2004. El TLC afectará fuertemente a diversos sectores populares como vendedores populares, agricultores, sindicatos, e incluso a sectores ganaderos y lecheros.

Diversos pastores de la Iglesia Luterana Popular participaron junto con organizaciones populares en una multitudinaria manifestación que recorrió las principales calles de esta capital y que concluyó en la Plaza Barrios, frente a Catedral Metropolitana.

La pastora luterana indígena Sihuat Tutut manifestó que “también nuestras comunidades indígenas sufrirán el zarpazo de este TLC y del Plan Puebla Panamá, ya que construirán carreteras para transportar productos, pero hundirán más en el desempleo a nuestra gente, ya que destruirán lo poco que queda de la agricultura.”

Asimismo denunció que “los areneros pretenden presentar la pobreza de nuestro pueblo como estampas folklóricos, para promover el turismo, como las canasteras con sus “canastos típicos” cuando de lo que se trata es de mujeres de nuestro pueblo que son marginadas y explotadas por este sistema capitalista.”

Finalmente, el pastor luterano Rigoberto Díaz hizo un llamado a “prepararnos para esta nueva lucha, que sepan las compañías que pretendan venir a explotarnos que se van a encontrar con un pueblo muy digno, muy peleador, el pueblo de Schafik Handal y de Melida Anaya Montes.”

ILPES realizo culto religioso en asamblea de Bloque Popular Social

SAN SALVADOR; 23 de febrero de 2006 (SIEP) “Como Iglesia Luterana Popular rendimos tributo a la memoria de ese gran luchador social que fue nuestro hermano Schafik Handal, a quien consideramos profeta del socialismo en El Salvador” dijo el pastor Rigoberto Díaz, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Agregó que “de la misma manera que Martín Lutero en la Alemania del siglo XVI clavò las 95 Tesis en Wittenberg, Schafik Handal desde muy joven desarrolló una mentalidad crítica ante lo que lo rodeaba y pudo sentir en su corazón el llamado a integrarse a la Huelga General de brazos Caídos en 1944:”

“Y desde esa época- dijo- se identificó con los sufrimientos de nuestro pueblo pobre, y dedicó su pensamiento y su firme voluntad a luchar por la liberación de nuestro país. Pudo haberse vendido a los poderosos pero como Lutero, prefirió seguir los caminos de la lucha, del compromiso con la justicia y la verdad.”

“Y por esto fue perseguido, y fue encarcelado y fue exilado. Y siempre regreso a su patria a continuar la lucha. No pudieron callar su voz y regresò para organizar, para despertar a este pueblo de su letargo y darle la esperanza que surge de la lucha revolucionaria.”

“Y es por esto que hoy estamos aquí, como Bloque Popular Social realizando este Culto de Acción de gracias porque Dios nos concedió un Schafik Handal, un profeta del socialismo, un patriota y un internacionalista, un fiel seguidor en la práctica de nuestro Señor Jesucristo.”

Cristianos ecuatorianos denuncian corrupciòn de obispos

CARTA ABIERTA A MONSEÑOR NESTOR HERRERA PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA

Quito, 20 de febrero de 2006

Monseñor Néstor Herrera
Presente

Estimado Monseñor:

Quienes conformamos la Comisión de Vivencia, Fe y Política, libres de cualquier compromiso con grupos económicos y político-partidistas, y sin otro interés que la construcción del Reino de Dios junto a los pobres, nos permitimos manifestarle nuestras reflexiones y sentimientos frente a las denuncias de corrupción que vinculan a altas autoridades de la Jerarquía eclesial, y que son de conocimiento público. Al margen de las necesarias aclaraciones y de la apertura de sus archivos para que el país pueda conocer toda la documentación sobre el caso, le manifestamos:

1. Como cristianos, seguidores de Jesús, nos avergüenza que altas autoridades de la Iglesia, estén vinculadas en hechos de corrupción. Rechazamos estas prácticas, vengan de donde vengan. Y nos preguntamos: ¿Acaso las mismas no son parte de un modelo de iglesia, que privilegia los negocios, que está aliada al poder, que reproduce una lógica económica mercantil y rentista que está destruyendo el mundo y acabando con la vida, particularmente de los más pobres? Aunque estas acciones se las haga pensando en los pobres nada tienen que ver con la opción por los pobres que hizo Jesús y que ha acogido la iglesia. Y son, sin duda, el anti-testimonio del modelo de iglesia latinoamericana que nació en Medellín y en Puebla y que muchos, desde dentro y desde fuera de la iglesia, pretenden enterrar.

2. No nos convencen los intentos por justificar tales hechos manifestando que se inscribieron dentro de la ley. Aunque fuesen legales, el grave perjuicio ocasionado al estado no deja de ser un robo que perjudica los intereses de los pobres a quienes el estado debe atender. Como cristianos, y aún más, como miembros de la iglesia, debemos recordarle que las acciones de cualquier naturaleza deben ser ante todo morales, aunque para esto se tenga incluso que actuar contra la ley o fuera de ella. La ley sólo nos habla de la legalidad de las acciones pero no de su justicia y de su moral. Ampararse en las leyes no siempre es sinónimo de justicia o de moral, pero ampararse en las leyes para beneficiarse, afectando a otros y particularmente a los más pobres, es un crimen.

3. La iglesia debe dar testimonio de pobreza, tal como lo pidió Paulo VI al inicio de la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano reunida en Medellín, y como fue asumido por los obispos en varios otros encuentros episcopales. Solo así podrá ser verdadera constructora del Reino de Dios que nace desde los pobres. Las acciones asistencialistas, las dádivas obtenidas desde los poderosos para “beneficio” de los pobres, cuando no están acompañadas de un serio proceso de toma de conciencia de la dignidad que tienen los seres humanos, no cambian nada, mas bien, consolidan una estructura injusta, porque condena a los pobres a ser siempre pobres y consagra los privilegios de los poderosos. Dar testimonio de pobreza significa abandonar los privilegios, todos ellos, ponerse al servicio de la liberación de los pobres, compartir sus esfuerzos para liberarse del pecado social y del pecado personal caminando así hacia la liberación integral del ser humano.

4. Estos lamentables hechos son una oportunidad de conversión. Renuncien a los privilegios. Permitan que las autoridades que estén involucradas se sometan a los mismos rigores de la ley a los que están sometidos los pobres. Abran sus cuentas bancarias para que el País sepa que la Iglesia nada tiene que esconder, y si en algo han perjudicado a los pobres, hagan lo que Jesús pidió a Zaqueo, devuelvan el doble a quienes perjudicaron y lo demás entréguenlo a los pobres. Solo así podrán recuperar la confianza de muchos fieles y solo así estarán siendo testimonio vivo de la iglesia que Jesucristo fundó.

Atentamente,

Fabricio Moreno Salas
CI 170530514-0
COMISION DE VIVENCIA, FE Y POLÍTICA
famosa7@hotmail.com

Mensaje a los comunistas

«Mensaje a los Comunistas
Las relaciones tradicionales entre los cristianos y los marxistas, entre la Iglesia y el Partido Comunista pueden hacer surgir sospechas y suposiciones a las relaciones que en el Frente Unido se establezcan entre cristianos y marxistas y entre un sacerdote y el Partido Comunista.
Por eso creo necesario que mis relaciones con el Partido Comunista y su posición dentro del Frente Unido queden muy claras ante el pueblo colombiano.
Yo he dicho que soy revolucionario como colombiano, como sociólogo, como cristiano, como sacerdote. Considero que el Partido Comunista tiene elementos auténticamente revolucionarios y, por lo tanto, no puedo ser anticomunista ni como colombiano, ni como sociólogo, ni como cristiano, ni como sacerdote.
No soy anticomunista como colombiano, porque el anticomunismo se orienta para perseguir a compatriotas inconformes, comunistas o no, de los cuales la mayoría es gente pobre.
No soy anticomunista como sociólogo, porque en los planteamientos comunistas para combatir la pobreza, el hambre, el analfabetismo, la falta de vivienda, la falta de servicios para el pueblo, se encuentran soluciones eficaces y científicas.
No soy anticomunista como cristiano, porque creo que el anticomunismo acarrea una condenación en bloque de todo lo que defienden los comunistas y, entre lo que ellos defienden, hay cosas justas e injustas. Al condenarlos en conjunto, nos exponen a condenar igualmente lo justo y lo injusto, y eso es anticristiano.
No soy anticomunista como sacerdote, porque aunque los mismos comunistas no lo sepan, entre ellos pueden haber muchos que son auténticos cristianos. Si están de buena fe, pueden tener la gracia santificante y si tienen la gracia santificante y aman al prójimo se salvarán. Mi papel como sacerdote, aunque no esté en el ejercicio del culto externo, es lograr que los hombres se encuentren con Dios, y, para eso, el medio más eficaz es hacer que los hombres sirvan al prójimo de acuerdo a su conciencia.
Yo no pienso hacer proselitismo respecto de mis hermanos los comunistas, tratando de llevarlos a que acepten el dogma y a que practiquen el culto de la Iglesia. Pretendo, eso sí, que todos los hombres obren de acuerdo con su conciencia, busquen sinceramente la verdad y amen a su prójimo de forma eficaz.
Los comunistas deben saber muy bien que yo tampoco ingresaré a sus filas, que no soy ni seré comunista, ni como colombiano, ni como sociólogo, ni como cristiano, ni como sacerdote.
Sin embargo, estoy dispuesto a luchar con ellos por objetivos comunes: contra la oligarquía y el dominio de los Estados Unidos, para la toma del poder por parte de la clase popular.
No quiero que la opinión pública me identifique con los comunistas y por eso siempre he querido aparecer ante ella en compañía no solamente de estos, sino de todos los revolucionarios independientes y de otras corrientes.
No importa que la gran prensa se obstine en presentarme como comunista. Prefiero seguir mi conciencia a plegarme a la presión de la oligarquía. Prefiero seguir las normas de los Pontífices de la Iglesia antes que las de los pontífices de nuestras clases dirigentes. Juan XXIII me autoriza para marchar en unidad de acción con los comunistas, cuando dice en su encíclica Pacem in terris:
«Se ha de distinguir también cuidadosamente entre las teorías filosóficas sobre la naturaleza, el origen, el fin del mundo y del hombre, y las iniciativas de orden económico, social, cultural o político, por más que tales iniciativas hayan sido originadas e inspiradas en tales teorías filosóficas; porque las doctrinas, una vez elaboradas y definidas, ya no cambian, mientras que tales iniciativas encontrándose en situaciones históricas continuamente variables, están forzosamente sujetas a los mismos cambios. Además, ¿quién puede negar que, en dictados de la recta razón e intérpretes de las justas aspiraciones del hombre, puedan tener elementos buenos y merecedores de aprobación?»
«Teniendo presente esto, puede a veces suceder que ciertos contactos de orden práctico, que hasta aquí se consideraban como inútiles en absoluto, hoy por el contrario sean provechosos, o puedan llegar a serlo. Determinar si tal momento ha llegado o no, como también establecer las formas y el grado en que hayan de realizarse contactos en orden a conseguir metas positivas, ya sea en el campo económico o social, ya también en el campo cultural o político, son puntos que sólo puede enseñar la virtud de la prudencia, como reguladora que es de todas las virtudes que rigen la vida moral tanto individual como social.»
Cuando la clase popular se tome el poder, gracias a la colaboración de todos los revolucionarios, nuestro pueblo discutirá sobre su orientación religiosa.
El ejemplo de Polonia nos muestra que se puede construir el socialismo sin destruir lo esencial que hay en el cristianismo. Como decía un sacerdote polaco: «Los cristianos tenemos la obligación de contribuir a la construcción del estado socialista siempre y cuando se nos permita adorar a Dios como queremos.»
Camilo Torres.»

Camilo Torres (1929-1966)

Siglos de resistencia y solidaridad forjaron las rebeliones sociales de Colombia. Estas luchas, que nunca padecieron “soledad”, conocieron el primer territorio libre de América en el palenque de La Matuna, dirigido por el esclavo africano Dionisio Biojó, quien murió ejecutado por los españoles (Cartagena, 1621).
Más tarde, la revolución de los comuneros (liderada entre otros por José Antonio Galán, 1781) cuestionó el “mal gobierno” del poder colonial. Las demandas comuneras contribuyeron a forjar el ideal emancipador y en 1809 fueron parcialmente contenidas en el célebre Memorial de agravios, de Camilo Torres, prócer independentista bolivariano (1766-1816).
En el primer lustro de 1960, otro Camilo irrumpe con fuerza en la historia colombiana. Hijo de padre anticlerical y madre crítica de la actitud moralizante de los curas, el joven abandona sus estudios de derecho y en 1954 se ordena sacerdote. Luego estudia ciencias sociales en la Universidad de Lovaina (Bélgica) y en 1959 regresa al país, donde la curia lo nombra capellán de la Universidad Nacional de Bogotá.
Colombia vive en aquellos años la turbia paz del Pacto Nacional, acuerdo celebrado por los ex presidentes Alberto Lleras Camargo (liberal) y Laureano Gómez (conservador) tras la caída del gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla (1953-57). Siniestra y antidemocrática por sus contenidos, la “alternancia” del pacto buscaba conjurar la rivalidad de ambas facciones que habían desangrado el país (1949-53: 300 mil muertos).
En tanto, millares de jóvenes de Colombia y el continente siguen con atención los entretelones de un cimbronazo histórico: la revolución cubana, donde… ¡otro Camilo! (Cienfuegos) había entrado en La Habana con su sombrero guajiro y montado a lomo de mula detrás de los tanques tomados por los rebeldes al ejército represor.
De actividad incesante y febril, Camilo Torres es profesor universitario, técnico en el Instituto de Reforma Agraria, fundador de la Facultad de Sociología junto a intelectuales como Orlando Fals Borda, animador de los estudiantes para que cruzaran sus conocimientos con la realidad de los pobres, presidente del primer Congreso Nacional de Sociología, autor de estudios sobre desarrollo urbano, agropecuario y universitario, y conferencista en ciudades de la sierra y los llanos, de la selva y las costas del Pacífico y el Caribe.
En el interín, otro cimbronazo: el Concilio Ecuménico Vaticano II, convocado por el papa Juan XXIII a pesar de los sectores retrógrados de la Iglesia (11 de octubre de 1962). Y un año después, la publicación de la encíclica Pacem in Terris, centrada en el tema de la paz y la convivencia entre los hombres, los pueblos, las naciones y los bloques de poder en que se dividía el mundo.
En el Concilio, Juan XXIII recuerda a los fieles el deber de tomar parte activa en la vida pública, aboga por el establecimiento de un sistema social regido por la justicia y la dignidad humana y denuncia el lujo sin escrúpulos de un pequeño grupo de privilegiados, que se contrapone a la miseria en que viven las masas de desposeídos (Mater et Magistra, 1961).
En junio de 1963, los curas malos festejan la muerte del papa bueno. Uno destituye a Camilo de su cátedra y así empieza la persecución de quien venía planteando a los cuatro vientos el recurrente y soterrado dilema de los católicos, “hijo de Dios-miembro de la sociedad”. “La eucaristía escribe carece de sentido sin un cambio radical en las estructuras de poder… El asunto no es discutir si el alma es mortal o no cuando el hambre y la miseria lo son.”
En 1964, después que el gobierno de Guillermo León Valencia bombardea con napalm las comunas de Marquetalia (departamento de Tolima), Camilo Torres intenta el contacto con los guerrilleros del Bloque Sur (semillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FARC, 1966). Persuadido de que “el deber de todo cristiano es hacer la revolución”, redacta la Plataforma del Frente Unido del Pueblo colombiano (FUP), donde proclama la abstención electoral. Dos tribunales especiales lo llaman a juicio por los delitos de “subversión”, “atentado a la seguridad del país” y “asociación para delinquir”.
“¡Revisar la sotana/ mi general/ que en la guerrilla cabe/ un sacristán!” El 27 de julio de 1965 Camilo celebra su última misa, cuelga los hábitos y se pone a las órdenes de los comandantes Marco, Antonio y Fabio Vásquez Castaño, fundadores del Ejército de Liberación Nacional (ELN). En los últimos meses de 1965, el cura guerrillero transmite sendos mensajes a los cristianos, a los militares, a los campesinos, a las mujeres, a los sindicalistas, a la oligarquía, a los no alineados, a los desocupados y al FUP.
El 15 de febrero de 1966 Camilo Torres Restrepo muere en combate. Canta el uruguayo Daniel Viglietti: “… cuando iba/ por su fusil…” El cuerpo nunca fue encontrado. Isabel Restrepo, su madre, declaró: “Camilo nació cuando lo mataron”.

Nahuizalco: Foro de Mujeres Salvadoreñas en Resistencia

NAHUIZALCO, 15 de febrero de 2006 (SIEP) “El próximo 10 de marzo realizaremos diversas actividades para conmemorar el Dìa Internacional de las Mujeres así que desde ya los estamos invitando” dijo la Revda. Sihuat Tutut, pastora de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Informò que “iniciaremos con una Ceremonia de Espiritualidad Indígena en las que convocaremos a nuestros antepasados y a nuestros dioses para que nos acompañen así como a Sihuat, nuestra Madre primordial, el origen, nuestra Madre Tierra.”

“Esta actividad de las Comunidades de Fe y Vida, la vamos a realizar en el Parque de esta localidad, frente a la iglesia, donde estaba antes la Ceiba que se cayera con los terremotos del 2001, es un sitio sagrado, donde hay mucha espiritualidad de resistencia, de lucha, de identidad nuestra.”

“Luego vamos a realizar un Foro de Mujeres en Resistencia y vamos a escuchar cuatro testimonios de lucha: el primero, sobre la mujer defendiendo la integridad de la Creación por nuestra hermana Gloria Rivas, dirigente de ACAP, luego el testimonio de una hermana que vive con VIH-SIDA, luego el de una mujer legisladora de izquierda, pensamos invitar a Blanca Flor Bonilla del FMLN.”

“Asimismo habrá un testimonio sobre el papel de la mujer indígena en la lucha por la Resistencia Cultural. Cuatro expresiones poderosas y cuatro experiencias de mucho significado en nuestra vida como pueblo y en nuestra lucha de mujeres contra el imperio.”

“Y no terminamos aquí. Luego vamos a sembrar en este parque histórico, sagrado, una Ceiba, la semilla de una ceiba que fue traída desde Venezuela, desde semillas que recogió un compañero en la tumba de Simón Bolívar. Se imaginan lo que esto significa. La semilla de Bolívar en suelo salvadoreño. Y vamos a invitar a María Eugenia, la Encargada de Negocios de Venezuela para que nos acompañe.”

“Y para concluir tendremos un Convivio. Vamos a saborear la comida nuestra, el sagrado maíz en forma de ticucos, y la horchata y también la chicha. Esperamos que vengan y nos acompañen. Es una cita con nuestro pasado y con nuestro futuro. Los esperamos.”

Luteranos realizan guardia de honor en tumba de Schafik Handal

SAN SALVADOR, 12 de febrero de 2006 (SIEP) “Es para nosotros un alto honor hacer guardia ante la tumba de un revolucionario ya legendario como lo es nuestro hermano Schafik Handal” dijo Rigoberto Díaz, pastor de la Iglesia Luterana Popular.

Díaz, junto con María Isabel Villegas, Gerardo Álvarez, Nadia Pineda, Vilma Letona y Roberto Pineda formaron la guardia de honor como parte del reconocimiento que este domingo realizaron las diversas organizaciones que integran el Bloque Popular Social de El Salvador.

La tumba de Schafik Handal en el cementerio Los Ilustres, en el centro de San Salvador, frente al Mercado Central, se ha convertido en punto de llegada de miles de salvadoreños y salvadoreñas que lo conocieron y que llegan a colocar ofrendas florales.

Guadalupe Erazo, dirigente campesina del BPS indicó que “como sectores populares nos hemos hecho presente para testimoniar nuestro reconocimiento a este querido dirigente popular de izquierda, a quien reconocemos como líder histórico del FMLN.”

Informó que “estamos pidiendo llaves a todo el pueblo para que sirvan para construir el monumento a Schafik que colocaremos en la Plaza del Cristo de la Paz, camino al Aeropuerto. Las laves las pueden depositar aquí o en los locales del FMLN o de las organizaciones populares.”

Concluyó que “la mejor forma de rendir homenaje a Schafik es continuar luchando contra este régimen arenero que condena a la mayoría de la población al desempleo y la pobreza. Es de esa manera como nos identificamos con lo que Schafik decía: la lucha continua.”

Luteranos exigen salida de tropas yankis de Republica Dominicana

SAN SALVADOR; 10 de febrero de 2006 (SIEP) “Con mucha indignación evangélica denunciamos la presencia de tropas estadounidenses en la provincia sureña de Barahona, Republica Dominicana” expresó el Rev. Roberto Pineda, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Indicó que “manifestamos nuestra solidaridad con el combativo pueblo dominicano, el pueblo de Francisco Caamaño, expresamos nuestra seguridad que más temprano que tarde la soberanía de República Dominicana será recuperada.”

“Es importante- dijo- que como cristianos latinoamericanos denunciemos esta nueva agresión contra un pueblo caribeño que se convierte en una amenaza contra el pueblo haitiano, y contra los procesos revolucionarios de Cuba y Venezuela.”

“Hacemos un llamado al Consejo Nacional de Iglesias de los Estados Unidos para que condene esta nueva agresión que el gobierno belicista de George Bush realiza contra un pueblo latinoamericano” dijo el también dirigente del Movimiento Salvadoreño por la Paz.

“Nos mantenemos en oración para que nuestro Señor Jesucristo proporcione la confianza, la decisión y la voluntad al pueblo dominicano para expulsar de nuevo a estos invasores, como lo hicieron en 1916 y en las gloriosas jornadas de abril de 1965.”

“Nos solidarizamos con el heroico pueblo de las hermanas Mirabal, de Juan Pablo Duarte, de Sánchez, de Luperòn, de Manolo Tavarez, estamos seguros que las calles de Santo Domingo y de cada rincón del terruño dominicano se convertirán en trincheras contra la ocupación militar yanqui.”

Finalmente manifestó que “como Iglesia Luterana Popular nos declaramos en oración permanente y vamos a realizar vigilias y peregrinaciones en solidaridad con el pueblo dominicano, nuestro pueblo hermano en el sufrimiento y en la resistencia contra el imperio.”

Los caminos de la fe y de la revolucìòn en El Salvador

LOS CAMINOS DE LA FE Y DE LA REVOLUCION EN EL SALVADOR
A Schafik, In Memoriam

Los caminos de la fe y los caminos de la revoluciòn pocas veces se encuentran. Por lo general marchan separados. La fe convertida en religiòn se vuelve elemento conservador y defensor del orden establecido mientras que las revoluciones aspiran a barrer, borrar, destruir el orden antiguo de los poderosos, incluyendo la dominaciòn de la iglesia.

En la historia de la humanidad, el enfrentamiento entre imperio y naciones oprimidas, entre clase dominante y dominada, dentro de cada cultura, va tegiendo las relaciones entre fe y revolución, entre religiòn y movimientos populares, entre iglesia y resistencia. Cada lucha concreta acerca o aleja estos elementos.

La fe en Yahvè es la fe en la revoluciòn

En la historia de Israel la fe en Yahvè es la fe en la revoluciòn. Fe y revoluciòn se cruzaron en la lucha por la liberaciòn del pueblo hebreo oprimido en Egipto. La fe naciò de la revoluciòn y la revoluciòn surgiò de la fe. De la lucha de liberaciòn surgiò la fe.

Y desde la fe se libraron muchas batallas. La fe en un Dios de Justicia llamado Yahvè fue factor aglutinador y movilizador de los sectores populares hebreos frente al Imperio del faraòn. La figura de Moisès y el libro del Exodo en la Biblia simboliza este cruce de caminos.

La fe permitiò que se abrieran los mares del descontento popular y se encendieran los corazones de indignaciòn frente a la opresiòn egipcia. Y hubo lucha popular que inicio en la palabra y terminò en la espada. Y se derrotò a los explotadores. Y la comunidad de fe marchò al desierto para llegar a la tierra prometida donde brota leche y miel.

El torrente de la fe, los rìos de sufrimiento y de esperanza se habìan venido acumulando desde Abraham y quizas desde Abel y desde Noe. En el sufrimiento surgen las semillas de la resistencia y de la esperanza. En la opresiòn nacen las flores de la lucha y de la victoria. Y habìan pasado muchos años de dolor y de tristeza.

Y los profetas de Israel surgieron para anunciar la alegrìa de la promesa. Y revelaron que en la lucha se encontraba el tesoro de la dignidad. Y denunciaron la soberbia de los poderosos. Y proclamaron la defensa de la viuda, del huerfano y del extranjero. Y fueron amenazados y asesinados. Pero su voz no pudo ser silenciada porque era la voz de Dios.

Y muchos años despues surgiò Jesùs de Nazaret. Y su mensaje de justicia incendiò los corazones de los humildes con el fuego de la verdad. Y Jesùs denuncio a una religiòn y a un Templo alejados de los pobres. Y proclamò el reino de un Dios de Justicia.

Y en Jesùs se uniò de nuevo fe y revoluciòn. Asì como se uniò humanidad y divinidad. Muchos lo siguieron. Y se convirtiò en una amenaza para la religiòn establecida, para el sistema imperial dominante. Entonces los poderosos decidieron eliminarlo. El imperio romano dispuso sacrificarlo.

Jesùs muriò como un rebelde

Y fue crucificado. Muriò como un rebelde. Y su espìritu subversivo encarnò en mujeres y hombres que continuaron predicando en su nombre.
Era un mensaje poderoso que denunciaba las injusticias del imperio. Y la semilla germinò en Marìa, Marta, Pablo, Juan, Pedro y Santiago. Cada uno de estos y de muchos màs llevo el mensaje de justicia por los caminos polvorientos del imperio.

En algun momento de esta historia, quizas con Constantino, los poderosos lograron apoderarse de este mensaje subversivo. Y lo transformaron y lo pusieron al servicio de sus intereses. Y el mensaje rebelde de Jesùs fue cambiado en la oraciòn oficial de Roma. Y la cruz se convirtiò en simbolo del imperio y de la opresiòn, mientras los caminos de la fe y la revoluciòn volvieron a separarse.

Durante el siglo pasado, la mayorìa de revoluciones se realizaron en oposiciòn a la iglesia. La Gran Revoluciòn Socialista de Octubre, la revoluciòn de Vladimir Lenin y del proletariado ruso se hizo enfrentando a la maquinaria ideològica del zar conducida por los popes de la iglesia ortodoxa. Lo mismo sucedió con la revoluciòn china, vietnamita, coreana, etc.

La revoluciòn cubana enfrentò los ataques de una iglesia al servicio de los poderosos y del imperio. Unicamente una minorìa catòlica y protestante se alzaron en defensa del derecho del pueblo a la justicia y al socialismo. Es con la revoluciòn popular sandinista en Nicaragua que se vuelven a encontrar los caminos de la fe y la revoluciòn.

La fe y la revoluciòn en El Salvador

No contamos con elementos suficientes para analizar las relaciones entre fe y revoluciòn antes de la llegada de los invasores españoles en el año 1524. Unicamente sabemos de la existencia de templos indìgenas que fueron abandonados y de monumentos que fueron dañados. De seguro la opresiòn provocò resistencias, pero no sabemos el nombre de los luchadores ni el color de sus banderas.

Lo màs probable es que hayan sido religiones al servicio de la opresiòn, en funciòn de legitimar las relaciones de explotaciòn. No obstante esto, las figuras de Quetzalcoatl en la tradiciòn nahua e Iselaca en la tradiciòn lenca nos abren fuentes para la investigaciòn de raìces de liberaciòn en las tradiciones religiosas indìgenas.

Lo que si sabemos es que la religiòn junto con el idioma fue uno de los instrumentos ideològicos fundamentales en el proceso de ocupaciòn militar del imperio español. En esta època, el imperio enviò a ordenes religiosas para complementar desde la fe el proceso de colonizaciòn. Necesitaban asegurar la resignaciòn.

La cruz del rebelde Jesùs fue de nuevo usada para crucificar a nuestros abuelos y abuelas que se alzaban en armas. La espada de los conquistadores estaba acompañada por la cruz de los misioneros y ambas fueorn clavadas en el corazòn de la resistencia pocomame, chortì, pipil, lenca, cacaopera y ulua.

Durante toda la colonia la religiòn fue un instrumento de dominaciòn ideològica orientada a golpear la cultura de la resistencia y promover la resignaciòn. No obstante esto, la religiòn dominada –con sus rituales y sacerdotes-se refugiò por una parte en las montañas para subsistir y por la otra, penetrò en las visiones de la religiòn dominante.

La religiòn de la resistencia indìgena

Eso explica el àrbol de ceiba vigilante frente a cada iglesia colonial de nuestros pueblos. La religiòn derrotada de los indìgenas le pasò la factura en imágenes a la religiòn victoriosa del imperio. Y la religiosidad indìgena fue de mano en mano, de oraciòn en oraciòn, de templo en templo. Y sigue viva. No pudieron destruirla.

Y de religiòn de la opresiòn de transformò en religiòn de la resistencia indìgena. Y de una fe orientada al culto publico se pasò a una fe que se practicaba en la clandestinidad, de la misma forma que los primeros cristianos en Roma, en las catacumbas. Estas son las vueltas que de la vida de los pueblos en su resistencia frente a los imperios.

Por mucho tiempo el camino de la fe fue el camino de la opresiòn. Y los indìgenas perdieron sus tierras en la tierra porque les ofrecieron tierras en el cielo. Y los altos dignatarios de la iglesia se sentaban a almorzar en las haciendas y luego los domingos bendecìan en sus misas a los terratenientes. Era una iglesia alejada de los pobres y cercana a los ricos.

A principios del siglo XIX la lucha por la independencia acercò por vez primera los caminos de la revoluciòn con los caminos de la fe. Las ideas liberales de libertad, igualdad y fraternidad impulsaron a sacerdotes progresistas a la lucha por la liberaciòn nacional. Y con Josè matìas Delgado se pusieron al frente de las masas independentistas. Y la insurrecciòn en los barrios populares contra el dominio español se organizaba desde las iglesias. Pero no tocaron la tierra.

Y cuando unos años despues los indigenas reclamaron la tierra a los nuevos gobernantes criollos los caminos de la revoluciòn y la fe se alejaron de nuevo. Y la iglesia de la independencia denunciò a los subversivos. Y el comandante indìgena Anastacio Aquino se fue a la Iglesia del Pilar y se puso el manto de san Josè. Y fue condenado por hereje y por insurrecto. Y lo ahorcaron. Ya antes en Jerusalen habìan crucificado a Jesùs.

La insurrecciòn de 1932 avalada por la iglesia

Y asì pasaron muchos años. En 1932 hubo otra insurrecciòn por la tierra que fue derrotada y la iglesia acompañò y celebrò junto con los militares la masacre de miles de indìgenas. Era una iglesia al lado de los explotadores. Los oprimidos, obreros y campesinos, formaron el Partido Comunista en 1930 alejados de la iglesia.

En 1967 un obispo excomulgò a los que votaron por el partido de izquierda PAR que llevaba de candidato al Dr. Fabio Castillo y proponìa una reforma agraria. Y entonces ser de izquierda era ser ateo. Y la derecha era la dueña de las iglesias, eran los religiosos, los que comulgaban cada domingo.

Y en abril de 1969 en Suchitoto se rompe este esquema. Un sacerdote , de nombre Inocencio Alas, responde al llamado de un grupo de campesinos a los que les han arrebatado sus tierras y se acerca al camino de la revoluciòn. En el centro de nuevo esta la lucha por la tierra. Esta la luz encendida en Medellìn. Los campesinos empiezan a perder el miedo. Los terrateniente se preparan para reprimir.

Y a partir de este momento la iglesia catòlica empieza a cambiar. Y van surgiendo las comunidades eclesiales de base. Y el camino de la fe se acerca, hasta fundirse con el de la revoluciòn. Y surge el trabajo de evangelizaciòn liberadora en las comunidades marginales y en el campo.

Y la Biblia empieza a verse con recelo, a recuperar su caràcter subversivo. Y el padre Rutilio Grande inicia su labor organizativa en Aguilares. Y los campesinos realizan marchas en San Salvador para exigir màs tortillas y fresco en el almuerzo. Los campesinos despertaban de nuevo a la lucha por la tierra.

Y en la Zacamil, al norte de San Salvador, el padre Rogelio Ponzeele, nacido en Belgica, iniciaba el camino de Jesùs con una evangelizaciòn comprometida. Y la Biblia volvio a ser lampara para iluminar la resistencia frente al imperio.

El ejemplo subversivo de Monseñor Romero

En 1977 asume como Arzobispo de San Salvador Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Ese mismo año la dictadura militar asesinò al profeta Rutilio Grande. Monseñor Romero denuncia la represiòn y se convierte en la voz de los sin voz. Es asesinado el 24 de marzo de 1980. Con èl la iglesia se hizo pueblo, se hizo revoluciòn.

Luego vino una larga guerra con sacerdotes guerrilleros y sacerdotes fascistas. Una iglesia dividida en una sociedad dividida. Y la luz de Monseñor Romero nos acompañò en las peregrinaciones por la paz. Y en 1989, en plena guerra, militares derechistas asesinaron a cinco sacerdotes jesuitas, entre ellos a Ignacio Ellacurìa. De nuevo la sangre de los màrtires daba testimonio de la iglesia. Los caminos se juntaban.

El 24 de enero de 2006 muriò el dirigente comunista Schafik Handal. Por màs de cincuenta años luchò por la democracia y el socialismo. Y en esa lucha comprendiò el papel de la iglesia. Una vez me contò de sus platicas en los años sesenta con Monseñor Urioste cuando este era parroco de la Iglesia San Francisco.
Luego admirò a Monseñor Romero. Se interesaba por el trabajo ecumènico del Movimiento estudiantil Cristiano. Con Schafik los caminos de la revoluciòn y de la fe de nuevo se encontraron en El Salvador. Monseñor Romero y Schafik Handal emergen como grandes caminantes, como grandes sembradores, como grandes soñadores de la lucha y de la esperanza de nuestro pueblo.

Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular

San Salvador, 4 de febrero de 2006

Homilìa en Exequias de Schafik Handal

HOMILÍA DE MONSEÑOR GREGORIO ROSA CHÁVEZ
EN LAS EXEQUIAS DE SCHAFIK JORGENDAL

Lecturas: Deuteronomio 18, 15-20
Salmo 94
Romanos 14, 7-12
Marcos 1, 21-28

1. Por qué estamos aquí

Es inevitable preguntarnos por qué estamos aquí y responder a la pregunta de por qué se reza, frente a la catedral de San Salvador, por un dirigente político de izquierda. La respuesta es sencilla. Estamos aquí, en primer lugar porque, como dijo Monseñor Rivera cuando un periodista le preguntó por qué propiciaba el diálogo con grupos alzados en armas, respondió: “La Iglesia debe estar abierta a todos porque es madre de todos”. Hoy rezamos por Schafik Handal de la misma manera que, en su oportunidad lo hicimos por otros importantes dirigentes políticos de nuestro país. Ante la majestad de la muerte, todos somos iguales y el único juez justo e imparcial es Dios.

Hay, naturalmente, una respuesta obvia, más inmediata: estamos aquí porque tanto la dirigencia del FMLN, a través de su coordinador, como la familia de Schafik Jorge Handal, lo han solicitado. En un primer momento pidieron a la Iglesia que la misa exequial fuera celebrada en la cripta de esta histórica catedral, junto a la tumba de Monseñor Romero, a lo que el Señor Arzobispo accedió con gusto. Sin embargo, teniendo en cuenta que ese sagrado recinto sería insuficiente para albergar a la multitud que se daría cita hoy, nos pidieron que la misa fuera en esta plaza, frente a la fachada de catedral. Y aquí estamos.

Pero existe otra razón por la cual se han dado cita aquí no sólo personas que militan en las filas del FMLN, sino también salvadoreños y salvadoreñas de distintas opciones políticas, junto a distinguidos invitados e invitadas de diversos países: estamos aquí porque somos un pueblo profundamente religioso que ha venido a hacer una oración por el eterno descanso de Schafik Jorge Handal y por el futuro de El Salvador. Como creyentes, estamos aquí, ante todo para escuchar a Dios a fin de que su palabra ilumine nuestra vida personal y la historia de esta patria tan atribulada.

2. “Ninguno de ustedes vive para sí mismo”

La muerte inesperada de uno de los más importantes dirigentes políticos de El Salvador en el siglo veinte, me recordó la impresionante experiencia que viví, en la madrugada del 26 de noviembre de 1994, cuando asistí a los últimos momentos de otro gran luchador, Monseñor Arturo Rivera Damas. Ambos murieron sin avisarnos previamente, fulminados por un ataque al corazón. Ambos creyeron, como reza el lema del Foro Social Mundial, que “otro mundo es posible”. Y ambos murieron, luchando –cada uno desde su propia perspectiva- por los ideales en los que creían profundamente.

Schafik terminó su largo e intenso peregrinar por este mundo cuando llegaba de un emotivo viaje de Bolivia, ese sufrido país que, como afirman los obispos bolivianos, entra en una fase de gran esperanza y responsabilidad. El tenía la intención de llegar a su casa para continuar su lucha, pero el Señor le llamó a su presencia, desde donde ahora contempla la vida y la muerte en su solemne y plena verdad. Por eso hemos escogido como segunda lectura, el hermoso texto de la carta de San Pablo a los Romanos, donde leemos: “Ninguno de ustedes vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: en la vida y en la muerte somos del Señor. Porque Cristo murió y volvió a la vida para ser Señor de los vivos y de los muertos”. La vida es un don y es una tarea; la vida es una misión y una responsabilidad de la que todos y cada uno daremos cuenta al final de nuestro caminar.

3. “El Señor Dios te suscitará un profeta como yo”.

Las lecturas de este domingo hablan del profeta, del profeta que Dios anuncia en el Antiguo Testamento y del gran profeta Jesús. Con gran emoción hemos escuchado esa promesa que se cumplió en la persona de Monseñor Romero, cuando Moisés habla al pueblo diciendo: “Suscitaré un profeta de entre tus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas”.

Sí, hermanos, somos un pueblo afortunado. Lo reconocemos con gozo y gratitud en esta misma plaza donde, un domingo de Ramos, enterramos precipitadamente a Monseñor Romero y donde cada año nos reunimos en el aniversario de su martirio. Los profetas son grandes y son imprescindibles porque son libres y nos comunican el proyecto maravilloso de Dios, un proyecto que diseña el perfil de un mundo nuevo en el que reinarán la santidad y la gracia, la verdad y la vida, la justicia, el amor y la paz.

4. “¿Qué es esto? Este hablar con autoridad es nuevo”.

Pero Monseñor Romero es grande como profeta porque fue un ejemplar discípulo de Jesús. Todos conocemos las palabras tan bellas que él nos dejó para expresar esta idea: “Todos los que predican a Cristo son voz, pero la voz pasa, los predicadores mueren. Juan Bautista desaparece, sólo queda la Palabra. La Palabra queda y ese es el gran consuelo del que predica. Mi voz desaparecerá, pero mi palabra que es Cristo, quedará en los corazones que la hagan querido acoger”.

Sí, el profeta por excelencia es Jesús. El nos trae la palabra definitiva del Padre. Pero no sólo eso: él es el Evangelio del Padre, la palabra encarnada de Dios. En él coinciden el mensaje y el mensajero. Es la total coherencia. Nada lo puede superar. Por eso la multitud, como nos lo cuenta hoy el evangelio, quedó asombrada de su enseñanza y se preguntaba: “¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen”.

Quisiera concluir la parte bíblica de la homilía evocando una estampa de la primera visita papal a El Salvador. El Santo Padre, durante la misa, nos exhortó a poner fin a la guerra mediante el diálogo. Con palabra vehemente nos llamó asimismo a la reconciliación. Y nos dijo cómo lograrlo: “Con una verdadera conversión a Jesucristo. Con una reconciliación capaz de hermanar a cuantos hoy están separados por muros políticos, sociales, económicos e ideológicos”.

Al año siguiente se iniciaba el diálogo en La Palma. Monseñor Rivera lo recuerda con emoción en su Diario, que aún no se ha publicado:
“El camino presentaba largas caravanas de vehículos con mucha gente con rostros alegres y banderas blancas. La Palma estaba llena de gente y de centenares de periodistas nacionales y extranjeros. A las diez de la mañana se inició la reunión… Se trabajó por cinco horas en un ambiente sereno y positivo. Nunca se alteraron los ánimos… El regreso fue imponente. Había unos tres kilómetros de vehículos. Dios sea bendito por este día de tanto significado por nuestra vida institucional y para la Iglesia.”

5. Memoria y compromiso

Hoy es un día para hacer memoria y para mirar juntos el futuro. En una entrevista televisiva un conocido periodista preguntó a Schafik cómo quería ser recordado. Y el veterano líder político respondió:

“Como lo que he sido. Yo no prefiero que se me hagan elogios infundados o que en torno mío se tejan ditirambos. Yo soy enemigo de eso”.

“Si me van a recordar que me recuerden exactamente como he sido. Como un luchador cuya bandera principal que siempre empuñó es la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo.

“Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha, desde que me incorporé a los trece años…”

“Otra faceta de mi vida política ha sido la de promover el acercamiento y el entendimiento entre distintos sectores y fuerzas que coincidimos en ese propósito de democratizar el país, de darle al pueblo salvadoreño la oportunidad de vivir y prosperar en su tierra con su trabajo”

Schafik murió un día antes de que el Papa Benedicto XVI diera a conocer su primera encíclica. Estoy seguro de que él estaría de acuerdo con estas palabras del Santo Padre sobre la política:
“Es cierto que una norma fundamental del Estado debe ser perseguir la justicia y que el objetivo de un orden social justo es garantizar a cada uno, respetando el principio de subsidiaridad, su parte delosbienes comunes”
(Enclíca “Deus caritas est”, 26).

Y en el número siguiente, añade: “En la difícil situación en la que nos encontramos hoy, a causa también de la globalización de la economía, la doctrina social de la Iglesia se ha convertido en una indicación fundamental, que propone orientaciones válidas mucho más allá de sus confines: estas orientaciones –ante el avance del progreso- se han de afrontar en diálogo con todos los que se preocupan seriamente por el hombre y su mundo” (Ibid., 27).

Por eso la Iglesia ha expresado reiteradamente su profundo aprecio por la acción política. Cito nuevamente a Benedicto XVI:
“La justicia es el objeto y, por tanto, también la medida intrínseca de toda política. La política es más que una simple técnica para determinar los ordenamientos públicos: su origen y su meta están precisamente en la justicia, y ésta es de naturaleza ética” (n. 28).

Estar reunidos esta mañana, en la presencia de Dios, es un compromiso, el compromiso de construir juntos, ejerciendo conscientemente la ciudadanía, un mundo justo, fraterno, solidario y abierto a Dios.

Que descanse en paz Schafik Jorge Handal.

Y que juntos construyamos ese mundo nuevo transformándonos realmente en mujeres y hombres nuevos. Cristo, el profeta de Dios, el hombre nuevo por excelencia, nos acompaña en nuestro compromiso con la historia.

San Salvador, 29 de enero de 2006.