Pedro Geoffroy Rivas

Pedro Geoffroy Rivas

Lunes 10 de febrero 2008
Ricardo Lindo
redaccion@centroamerica21.com

Pedro Geoffroy Rivas
Poesía
Canciones en el viento, (1933).
Rumbo (1935).
Para cantar mañana (1935).
Solo Amor (1963)
Yulcuicat (1965).
Cuadernos del Exilio
Los nietos del jaguar (1977)
Vida, pasión y muerte del Antihombre (1978)

Antropología y Lingüística
Toponimia náhuat de Cuscatlán (1961, corregida y aumentada 1973)
El español que hablamos en El Salvador (1969 y 1975)
El nahuát de Cuscatlán – Apuntes para una gramática Tentativa (1969)
Mi Alberto Masferrer (1953)
La lengua salvadoreña (1978)

Exigente hasta la intransigencia, de carácter explosivo, Pedro era puteador en todo el salvadoreño sentido de la palabra. Por eso le dijo Hugo Lindo una vez: “Vos no sos académico de la lengua, sino académico de la mala lengua”. Y a nadie, salvo a él, trataba mi padre de vos. Le decía eso también porque Pedro, quien manejaba el lenguaje con absoluta corrección, proponía un absurdo, abandonar el castellano y asumir la “lengua salvadoreña”. Según él, habría que institucionalizar expresiones cantinflescas como “ibir a una fiesta pero siempre no fui”. Pretendía ignorar la enorme ventaja que significa recorrer las tres cuartas partes del continente y atravesar el Atlántico sin cambiar de idioma, tener acceso a la literatura, a las canciones, al cine de más de una veintena de países, participar de la múltiple riqueza que el español implica, aunque haya sido impuesto originalmente por la fuerza, como suelen serlo las lenguas de los imperios. No creo que lo pretendiera realmente, como tampoco creo que García Márquez, proponiendo “enterrar la H prehistórica” buscara modificar la ortografía de un modo tan brutal. En ambos casos, deseaban llamar la atención del mundo académico sobre los peligros que implica aferrarse al pasado sacralizándolo e ignorar que, organismo vivo, el lenguaje va siendo modificado por los pueblos y es función de las academias estar atentas a esa evolución, estudiarla e integrarla.

Algo de esto sugiere Marcel Proust cuando corrige a una muchacha de servicio que habla mal francés y después se pregunta qué sentido tiene eso, si él, al hablar buen francés, está hablando mal latín.

Hay ahora una nueva gramática castellana que desconozco y que brilla por su ausencia en las librerías salvadoreñas. En ella, al parecer, mucho de lo que la Real Academia daba por malo es ahora bueno. Eso está bien, pero dadas las circunstancias debo por de pronto conformarme con escribir este artículo conforme a normas que en parte han de ser obsoletas. Sólo he integrado dos innovaciones que la prensa dio a conocer en su momento: ya no es necesario acentuar este, ese, aquel, cuando son pronombres personales, ni la palabra aun cuando significa todavía. Pero esa revisión general reivindica a Pedro Geoffroy Rivas y a los lingüistas que, como él, solicitaron una democratización del castellano.

El contradictorio Pedro

Pero volvamos al contradictorio Pedro, que hablaba buen castellano y propugnaba por el malo, que salió de una rica familia de terratenientes y se hizo comunista, que se volcaba hacia el futuro e indagaba las antiguas fuentes de la literatura nahuatl, que se volvió ferviente anticomunista con la misma fuerza que antes comunista, que evolucionó de joven revoltoso a viejo revoltoso y atrabiliario.

Lo recuerdo canoso, seco, enérgico, de bigote blanco, con aire de hacendado de película mejicana, cuando aun era amigo de Hugo Lindo, a comienzos de los años sesenta. Distaba aun mucho del viejo de respiración cansada y caudalosas barbas que llegó a ser director del Museo Nacional de Antropología.

No muchos amigos le quedaban a Pedro en el ambiente cultural de los sesenta, y también se encargó, andado los días, de putear a Hugo Lindo. Hugo Lindo hubiera podido reaccionar con filosófica complacencia, pero lo hizo intransigente y explosivo. Se habían dado la piedra con el coyol. Pero bien. Por aquellas fechas Pedro hablaba pestes de todo el mundo y en particular de la Generación Comprometida , (“esos ignorantes”) pero tenía ciertas figuras intocables. Una era Neruda. Otra, Claudia Lars, de la cual le oí recitar sonetos de memoria, afirmando que eran los mejores que se hubieran hecho en nuestro país. Mas tarde supe que había insultado al rector de la Universidad Nacional por haberse atrevido a hablar mal de Pablo Neruda. El santoral no se toca y aunque él ya no se contaba entre los marxistas se seguía contando entre los nerudianos, conciente, como era, de que el valor de la poesía se sitúa por encima de las opciones políticas.

En cuanto a los miembros de la Generación Comprometida , vieron en él un guía en sus inicios y se apartaron al verlo renegar de sus ideales políticos, aunque algo sintieron de una deuda pendiente. Así, cuando Roque Dalton escribe su novela Pobrecito poeta que era yo , toma el título de un verso de Pedro que aparece en Vida, pasión y muerte del Antihombre:

Pobrecito poeta que era yo, burgués y bueno.

Espermatozoide de abogado con clientela…

Sospecho que el adverso juicio de Pedro estaba motivado por el rencor. Los comprometidos andaban por los treinta años, de modo que era irracional pedirles que tuvieran su vasta cultura, y algunos ya estaban creando obras que han perdurado.

Pese a su carácter y a sus desplantes, nadie dudó de la importancia de sus escritos, ni como poeta, ni como lingüista, ni como antropólogo, y la admiración y el respeto fueron creciendo en torno suyo. Cuando unos jóvenes hippies fueron a consultarle sobre unos signos mayas, él dio su docta opinión. Ellos replicaron que Salarrué los había interpretado de muy distinta manera.

—¡Y ese h. de p. qué sabe! –respondió Pedro.

Fueron a contarle a Salarrué lo sucedido y el viejo se sacudió el comentario con la mano y respondió apacible:

—Tiene razón, si yo no sé nada.

Genio y figura. La arrogancia de Pedro, sabedor de su superioridad de científico. La humildad de Salarrué, quien reconocía ese mérito.

Era poesía verdadera, y sus versos eran versos

Y sí, el aporte de Pedro fue grande. Los versos arriba citados eran absolutamente inusuales al momento de su publicación. En los listados de sus obras que he podido consultar, Vida, pasión y muerte figura como publicada en 1978, pero se trata de una reedición. Es una obra anterior en décadas y pertenece a su momento de revolucionario expulsado del país de continuo.

Al hacer su autocrítica, Pedro cuestionaba los valores de su estrato social, pero iba más lejos. Estaba abriendo las puertas a una poesía desconocida en nuestro medio, en la que ingresaban temas reservados hasta entonces a la prosa, en un lenguaje conversacional. Pero era poesía verdadera y sus versos eran versos. Hoy el lenguaje conversacional y el verso libre han ganado la partida, pero rara vez podemos decir otro tanto. Se escriben sentimientos que han de ser ciertos, pero no nos llegan, y el autor o la autora nos afirman que son versos esa prosa mal tijereteada, donde el ritmo está ausente. Faltos de idea poética, que es muy distinta a la idea aprobada por el catedrático, faltos de música de las palabras, sólo pueden decir que contaron lo que piensan o sienten sin levantar el vuelo.

Mas no se agota en ese tono la voz de Pedro, que tiene muchos registros. Él mismo fue un consumado cultivador del soneto y otras sonoridades salen de su garganta cuando aborda el tema indígena, adoptando sonidos forestales.

En cuanto a los escritos de Pedro Geoffroy antropólogo, de Pedro Geoffroy lingüista, se siguen consultando con provecho.

Me dio Pedro ocasión de externar reflexiones que lo tocan tangencialmente y me he alargado más de lo debido, pero a quienes me hayan aguantado hasta el final les reservo una sabrosa anécdota.

Mi madre quiso saber donde está enterrado y preguntó a su viuda:

—¿Dónde está Pedro?

— No sé, pero no creo que en el cielo, porque era muy bravo…

Los designios de Dios son inescrutables, pero sabemos que brilla como un astro en el firmamento de nuestras letras.

Pedro Geoffroy Rivas nació en Santa Ana el 16 de septiembre 1908 y falleció en San Salvador el 10 de noviembre 1979

Miriam Makeva: «Na ku pende Malaika»

Estoy aquí en Chiapas, en San Cristóbal de las Casas.

Anoche, en pleno síndrome de abstinencia musical, entré a uno de esos sitios de Internet, donde uno elige un cantante o una cantante y comienza a escuchar su música seguida de otros interpretes que el sistema ‘entiende’ tienen que ver con el estilo elegido.

Escribí “Miriam Makeba”, comenzó a sonar el tanta veces escuchado Pata pata, luego el sitio ‘entendió’ mal eso del estilo y lo relacionó con un interprete que nada tenía que ver con lo que buscaba. Cerré la página, y me quedé con la voz de “Mamá África” acompañándome.

Anoche, a muchos kilómetros de Chiapas, en Castel Volturno al sur de Italia, Miriam Makeba subía a un escenario luego de tres años de haberse retirado por problemas de salud. En esa misma ciudad, hace un mes, la camorra asesinó a inmigrantes africanos . Como ocurre en esos casos, la ciudad asocia su nombre al término ‘masacre’, y de esa manera nombramos lo que no podemos soportar, ni entender.

Pese a su débil estado, hizo el esfuerzo de cantar nuevamente contra el racismo, y en respaldo al escritor Roberto Saviano, quien denunció la trata de personas y el asesinato de migrantes en régimen de esclavitud, por lo que la camorra le hizo saber que no llegaría vivo al 2009.

Miriam Makeba cumplió con su compromiso vital . Subió al escenario en silla de ruedas, acompañada por su nieta. Cantó tres canciones, con las manos juntas; la última canción fue Pata Pata. Recibió una gran ovación del público, cerró los ojos y no volvió a abrirlos. Murió pocos minutos después en la clínica Pineta Grande.

A veces parece que, por incorporados, nos cuesta reconocer el valor que tienen las artistas y los artistas que con su compromiso ponen letra y música a nuestros sueños. Aquellas y aquellos que con sus denuncias nos sublevan, nos mueven a rebelarnos, nos hacen parte de una rebelión más grande y abarcativa, que supera lo personal.

A mi juicio, Miriam Makeba era una de esas artistas que nos forman y movilizan. Que incorporamos rápidamente, sin darnos cuenta cuánto nos reveló, cuánto nos cambió, qué nuevos espacios de lucha nos abrió.

Con la fuerza inmensa de su talento y su popularidad, fue un instrumento de Liberación y seguirá siéndolo…

Sus canciones son territorio compartido, de lucha y de encuentro.

Allí hoy le cantamos Malaika , na ku pende Malaika, la balada keniata que cantó como nadie.

En swahili Malaika es ángel, y “na ku pende’, te quiero. Así es…

Fuerza insustituíble, a partir de hoy, andaremos el camino que hizo nuestro en compañia de su música, y la fuerza viva de su recuerdo.

Un gran abrazo,

Carlos D. PEREZ
Coordinador de REDH
Red Solidaria por los Derechos Humanos

Text of President Elect Barack Obama’s Election Night Victory Speech, November 04, 2008.

OBAMA: Hello, Chicago.

(APPLAUSE)

If there is anyone out there who still doubts that America is a place where all things are possible, who still wonders if the dream of our founders is alive in our time, who still questions the power of our democracy, tonight is your answer.

(APPLAUSE)

It’s the answer told by lines that stretched around schools and churches in numbers this nation has never seen, by people who waited three hours and four hours, many for the first time in their lives, because they believed that this time must be different, that their voices could be that difference.

It’s the answer spoken by young and old, rich and poor, Democrat and Republican, black, white, Hispanic, Asian, Native American, gay, straight, disabled and not disabled. Americans who sent a message to the world that we have never been just a collection of individuals or a collection of red states and blue states.

OBAMA: We are, and always will be, the United States of America.

(APPLAUSE)

It’s the answer that led those who’ve been told for so long by so many to be cynical and fearful and doubtful about what we can achieve to put their hands on the arc of history and bend it once more toward the hope of a better day.

It’s been a long time coming, but tonight, because of what we did on this date in this election at this defining moment change has come to America.

(APPLAUSE)

It’s the answer that led those who’ve been told for so long by so many to be cynical and fearful and doubtful about what we can achieve to put their hands on the arc of history and bend it once more toward the hope of a better day.

It’s been a long time coming, but tonight, because of what we did on this date in this election at this defining moment change has come to America.

(APPLAUSE)

A little bit earlier this evening, I received an extraordinarily gracious call from Senator McCain.

(APPLAUSE)

Senator McCain fought long and hard in this campaign. And he’s fought even longer and harder for the country that he loves. He has endured sacrifices for America that most of us cannot begin to imagine. We are better off for the service rendered by this brave and selfless leader.

I congratulate him; I congratulate Governor Palin for all that they’ve achieved. And I look forward to working with them to renew this nation’s promise in the months ahead.

(APPLAUSE)

OBAMA: I want to thank my partner in this journey, a man who campaigned from his heart, and spoke for the men and women he grew up with on the streets of Scranton…

(APPLAUSE)

… and rode with on the train home to Delaware, the vice president-elect of the United States, Joe Biden.

(APPLAUSE)

And I would not be standing here tonight without the unyielding support of my best friend for the last 16 years…

(APPLAUSE)

… the rock of our family, the love of my life, the nation’s next first lady…

(APPLAUSE)

… Michelle Obama.

(APPLAUSE)

Sasha and Malia…

(APPLAUSE)

… I love you both more than you can imagine. And you have earned the new puppy that’s coming with us…

(LAUGHTER)

… to the new White House.

(APPLAUSE)

And while she’s no longer with us, I know my grandmother’s watching, along with the family that made me who I am. I miss them tonight. I know that my debt to them is beyond measure.

To my sister Maya, my sister Alma, all my other brothers and sisters, thank you so much for all the support that you’ve given me. I am grateful to them.

(APPLAUSE)

OBAMA: And to my campaign manager, David Plouffe…

(APPLAUSE)

OBAMA: … the unsung hero of this campaign, who built the best — the best political campaign, I think, in the history of the United States of America.

(APPLAUSE)

To my chief strategist David Axelrod…

(APPLAUSE)

… who’s been a partner with me every step of the way.

To the best campaign team ever assembled in the history of politics…

(APPLAUSE)

… you made this happen, and I am forever grateful for what you’ve sacrificed to get it done.

But above all, I will never forget who this victory truly belongs to. It belongs to you. It belongs to you.

I was never the likeliest candidate for this office. We didn’t start with much money or many endorsements. Our campaign was not hatched in the halls of Washington. It began in the backyards of Des Moines and the living rooms of Concord and the front porches of Charleston. It was built by working men and women who dug into what little savings they had to give $5 and $10 and $20 to the cause.

It grew strength from the young people who rejected the myth of their generation’s apathy…

(APPLAUSE)

… who left their homes and their families for jobs that offered little pay and less sleep.

It drew strength from the not-so-young people who braved the bitter cold and scorching heat to knock on doors of perfect strangers, and from the millions of Americans who volunteered and organized and proved that more than two centuries later a government of the people, by the people, and for the people has not perished from the Earth.

This is your victory.

(APPLAUSE)

OBAMA: And I know you didn’t do this just to win an election. And I know you didn’t do it for me.

You did it because you understand the enormity of the task that lies ahead. For even as we celebrate tonight, we know the challenges that tomorrow will bring are the greatest of our lifetime — two wars, a planet in peril, the worst financial crisis in a century.

Even as we stand here tonight, we know there are brave Americans waking up in the deserts of Iraq and the mountains of Afghanistan to risk their lives for us.

There are mothers and fathers who will lie awake after the children fall asleep and wonder how they’ll make the mortgage or pay their doctors’ bills or save enough for their child’s college education.

There’s new energy to harness, new jobs to be created, new schools to build, and threats to meet, alliances to repair.

The road ahead will be long. Our climb will be steep. We may not get there in one year or even in one term. But, America, I have never been more hopeful than I am tonight that we will get there.

I promise you, we as a people will get there.

(APPLAUSE)

AUDIENCE: Yes we can! Yes we can! Yes we can!

OBAMA: There will be setbacks and false starts. There are many who won’t agree with every decision or policy I make as president. And we know the government can’t solve every problem.

But I will always be honest with you about the challenges we face. I will listen to you, especially when we disagree. And, above all, I will ask you to join in the work of remaking this nation, the only way it’s been done in America for 221 years — block by block, brick by brick, calloused hand by calloused hand.

What began 21 months ago in the depths of winter cannot end on this autumn night.

OBAMA: This victory alone is not the change we seek. It is only the chance for us to make that change. And that cannot happen if we go back to the way things were.

It can’t happen without you, without a new spirit of service, a new spirit of sacrifice.

So let us summon a new spirit of patriotism, of responsibility, where each of us resolves to pitch in and work harder and look after not only ourselves but each other.

Let us remember that, if this financial crisis taught us anything, it’s that we cannot have a thriving Wall Street while Main Street suffers.

In this country, we rise or fall as one nation, as one people. Let’s resist the temptation to fall back on the same partisanship and pettiness and immaturity that has poisoned our politics for so long.

Let’s remember that it was a man from this state who first carried the banner of the Republican Party to the White House, a party founded on the values of self-reliance and individual liberty and national unity.

Those are values that we all share. And while the Democratic Party has won a great victory tonight, we do so with a measure of humility and determination to heal the divides that have held back our progress.

(APPLAUSE)

As Lincoln said to a nation far more divided than ours, we are not enemies but friends. Though passion may have strained, it must not break our bonds of affection.

And to those Americans whose support I have yet to earn, I may not have won your vote tonight, but I hear your voices. I need your help. And I will be your president, too.

(APPLAUSE)

OBAMA: And to all those watching tonight from beyond our shores, from parliaments and palaces, to those who are huddled around radios in the forgotten corners of the world, our stories are singular, but our destiny is shared, and a new dawn of American leadership is at hand.

(APPLAUSE)

To those — to those who would tear the world down: We will defeat you. To those who seek peace and security: We support you. And to all those who have wondered if America’s beacon still burns as bright: Tonight we proved once more that the true strength of our nation comes not from the might of our arms or the scale of our wealth, but from the enduring power of our ideals: democracy, liberty, opportunity and unyielding hope. (APPLAUSE)

That’s the true genius of America: that America can change. Our union can be perfected. What we’ve already achieved gives us hope for what we can and must achieve tomorrow.

This election had many firsts and many stories that will be told for generations. But one that’s on my mind tonight’s about a woman who cast her ballot in Atlanta. She’s a lot like the millions of others who stood in line to make their voice heard in this election except for one thing: Ann Nixon Cooper is 106 years old.

(APPLAUSE) OBAMA: She was born just a generation past slavery; a time when there were no cars on the road or planes in the sky; when someone like her couldn’t vote for two reasons — because she was a woman and because of the color of her skin. And tonight, I think about all that she’s seen throughout her century in America — the heartache and the hope; the struggle and the progress; the times we were told that we can’t, and the people who pressed on with that American creed: Yes we can. At a time when women’s voices were silenced and their hopes dismissed, she lived to see them stand up and speak out and reach for the ballot. Yes we can. When there was despair in the dust bowl and depression across the land, she saw a nation conquer fear itself with a New Deal, new jobs, a new sense of common purpose. Yes we can.

AUDIENCE: Yes we can. OBAMA: When the bombs fell on our harbor and tyranny threatened the world, she was there to witness a generation rise to greatness and a democracy was saved. Yes we can.

AUDIENCE: Yes we can. OBAMA: She was there for the buses in Montgomery, the hoses in Birmingham, a bridge in Selma, and a preacher from Atlanta who told a people that “We Shall Overcome.” Yes we can.

AUDIENCE: Yes we can. OBAMA: A man touched down on the moon, a wall came down in Berlin, a world was connected by our own science and imagination.

And this year, in this election, she touched her finger to a screen, and cast her vote, because after 106 years in America, through the best of times and the darkest of hours, she knows how America can change.

Yes we can.

AUDIENCE: Yes we can. OBAMA: America, we have come so far. We have seen so much. But there is so much more to do. So tonight, let us ask ourselves — if our children should live to see the next century; if my daughters should be so lucky to live as long as Ann Nixon Cooper, what change will they see? What progress will we have made?

This is our chance to answer that call. This is our moment.

This is our time, to put our people back to work and open doors of opportunity for our kids; to restore prosperity and promote the cause of peace; to reclaim the American dream and reaffirm that fundamental truth, that, out of many, we are one; that while we breathe, we hope. And where we are met with cynicism and doubts and those who tell us that we can’t, we will respond with that timeless creed that sums up the spirit of a people: Yes, we can.

(APPLAUSE)

Thank you. God bless you. And may God bless the United States of America.

(APPLAUSE)

¿Eres Heterosexual? NO. YO SOY NORMAL

¿Eres Heterosexual?
NO. YO SOY NORMAL

Por Felipe Rivas San Martín

Es verano de 2002. La emisora chilena “Canal 4, RED Televisión”, transmite un programa de conversación al medio día. En esta ocasión hay una invitada especial; es una mujer que ha asumido públicamente su orientación sexual lésbica y quiere hablar desde su experiencia de vida.

Pasados 20 minutos de programa y luego que la conductora ha llevado a cabo su trabajo periodístico, se abre la posibilidad al televidente de que exprese su opinión sobre el tema, en directo y llamando al teléfono que aparece en la pantalla.

Las opiniones del público, transitan como es esperable, desde el repudio homofóbico a la progresista moda tolerante.

Sin embargo, va a ser uno de los televidentes quien captará mi atención. Posiblemente, fue quien desplegó el discurso más marcadamente homofóbico, generando un diálogo y discusión directo con la invitada. Hasta que en un momento y como en un afán de aclarar las cosas, ella hace una pregunta un tanto obvia:

“ Bueno, ¿Tú eres heterosexual?”

Y la respuesta del televidente me dejó perplejo:

“ No. Yo soy Normal”

Probablemente, una primera impresión, más bien superficial de este hecho, podría llevarnos a pensarlo como un despliegue de ignorancia. Así, la “falta de conocimiento “, sería la razón irrefutable que nos haría entender esa homofobia, digámoslo desde ya “irracional”. El hombre no sabía que su experiencia sexual tenía un “nombre” particular, estaba conceptualizada y definida incluso científicamente como “heterosexualidad”, en contraposición a la “homosexualidad”. Eso sería un análisis correcto.

Sin embargo, me parece que este traspié anecdótico de la ignorancia homofóbica, puede ser leído de otras maneras.

En definitiva, este ensayo es un ejercicio de análisis que se aleja de la manera tradicional como debería ser leído un fenómeno como el enunciado. Lo que voy a hacer es un ejercicio de desenfoque y reenfoque para lograr mirar “otras cosas” que se ponen en juego y se dejan entrever en esa singular respuesta.

Lo primero que haré será tomar un poco más en serio al televidente. Esta es mi posición inicial: creo que lo que él plantea es bastante serio.

A partir de esta toma de posición, voy a intentar descubrir cuál es la coherencia que fundamenta un discurso como ese. Intentaré en definitiva acercarme a un entendimiento de los mecanismos que fundamentan la homofobia y hacia una descripción de la relación entre lo que llamamos la homosexualidad y la heterosexualidad, además de aproximarme a lo que podría ser una nueva estrategia de los movimientos de disidencia sexual de los que soy parte y en los que pongo en definitiva estos esfuerzos teórico-críticos y políticos de práctica colectiva .

La relación que se establece entre la Heterosexualidad y la Homosexualidad , es la relación entre el centro y su periferia y es en sí misma una relación asimétrica.

En este sentido, esta singular respuesta, nos lleva a cuestionar el grado en el que la heterosexualidad se “piensa” a si misma como un algo específico. La heterosexualidad no se cuestiona a si misma como una sexualidad específica o particular, sino que se piensa primordialmente o en primer término como lo normal, lo natural y hegemónico. Así, se vuelve centro, generalidad, universalidad o en otros términos, Lo No Marcado.

Hablar de heterosexualidad v/s homosexualidad, como lo hizo la medicina y la psiquiatría desde el siglo XIX, invisibiliza la relación verdadera que existe entre ambos términos. La Heterosexualidad es lo general y lo normal, hegemónicamente construido en la cultura. Al hablar de “heterosexualidad” y “homosexualidad”, pareciera que estuviéramos hablando de dos términos, dos posibilidades iguales, dos especificidades o particularidades sexuales, desde un punto de vista objetivo y neutral. Dos experiencias de la vida sexual, que de la misma forma son marca en lo que respecta a la verdad sexual de los sujetos.

El discurso médico que se hace pasar por neutral, quiere invisibilizar esta relación de poder constitutiva en el binomio homosexualidad y heterosexualidad.

En este momento adquiere más sentido que nunca la frase de Guattari:

“Sólo hay una sexualidad; la homosexual”.

Monique Wittig definió la heterosexualidad ya no como una práctica sexual sino como un régimen político. O para ser más exactos y siguiendo a Foucault, como un régimen biopolítico, que administra los cuerpos, su anatomía, sus usos, caracteriza ciertas zonas de este como órganos , algunos catalogados de sexuales , que van a determinar la verdad de los sujetos; su sexo, su identidad de género y orientación sexual normalizados y ontológicos.

Cito a Wittig:

“La mente hetero no puede concebir una cultura, una sociedad donde la heterosexualidad no ordene no solo todas las relaciones humanas, sino también la misma producción de conceptos e inclusive los procesos que escapan a la conciencia”.

“Los discursos de la heterosexualidad nos oprimen en el sentido que nos impiden hablar a menos que hablemos en sus términos. Todo lo que los cuestiona es inmediatamente descalificado como elemental. Esos discursos niegan toda la posibilidad de crear nuestras propias categorías. ‘Hombre’ y ‘Mujer’ son conceptos políticos de oposición y la cópula que dialécticamente los une es, a la vez, la que los hace desaparecer. Para nosotras y para nosotros, esto significa que ya no puede haber mujeres y hombres, y que como clases y categorías de pensamiento o lenguajes tienen que desaparecer política, económica e ideológicamente. Si nosotras como lesbianas y ustedes como homosexuales seguimos hablándonos y pensándonos como mujeres y como hombres, estaremos preservando la heterosexualidad. Los conceptos hetero se van socavando: ¿qué es una mujer? Pánico, alarma general para una defensa activa. Francamente, es un problema que las lesbianas no tenemos porque hemos hecho un cambio de perspectiva y sería incorrecto decir que las lesbianas nos asociamos, hacemos el amor, o vivimos con mujeres, porque el término ‘mujer’ tiene sentido sólo en los sistemas de pensamiento y económicos heterosexuales. Las lesbianas no somos mujeres (como no lo es tampoco ninguna mujer que no esté en relación de dependencia personal con un hombre)”.1

Si bien Wittig modifica radicalmente el significado del término heterosexualidad , resemantizándolo y aproximándolo a una politicidad que abre nuevos horizontes tanto en las producciones teóricas como en las luchas colectivas de los grupos de disidencia sexual, mantiene el término del binomio, conservando así intacta la estabilidad interna de ese discurso sin cuestionar el signo que se ocupa frente a lo que se quiere representar.

En contraposición, Michael Warner y Lauren Berland abrirán una nueva vía enunciativa en su ensayo “Sexo en Público” rebautizando a la heterosexualidad como cultura heterosexual o heteronormatividad.

“La heterosexualidad no es un algo. Hablamos de cultura heterosexual (heteronormatividad), más que de heterosexualidad, porque esa cultura nunca ha contado más que con una identidad provisional. No se reduce a un simbolismo, ni a una ideología única, ni a un conjunto unificado de creencias.“2

Me parece que el término “heterosexualidad”, no es la mejor forma de nombrar el fenómeno que esta palabra quiere enunciar. Por lo tanto, no hablaré más de heterosexualidad.

No me interesa como materia de análisis una sexualidad particular (que sería a lo que alude el término heterosexualidad), sino que me interesa analizar un constructo que se autodefine como “lo normal”. Esa es la verdad de la heterosexualidad, su carácter no particular, no singular, sino general y normativo.

La heteronormatividad, como ya lo señalaba antes, es un régimen político, un régimen biopolítico 3 que funciona a través de diversos mecanismos de poder represivos y sobretodo productivos, para controlar nuestros cuerpos. Sólo dentro de la matriz heteronormativa adquieren su coherencia e inteligibilidad los cuerpos en cuanto cuerpos sexuados, dentro del binomio hombre-mujer.

El cuerpo, fragmentado en órganos, nos dirá a través de ciertas zonas específicas, clasificadas como un tipo especial, decisivo de órganos (los órganos sexuales), la verdad del sujeto.

A partir de la implantación de la diferencia sexual, se estabiliza la categoría a través del pack cultural que acompaña a cada sexo, o sea lo que hasta ahora entendíamos como género, que estructura las relaciones de poder asimétricas entre hombres y mujeres.

Los dos términos del binomio, se entienden opuestos y complementarios, llamados a atraerse en la institución de la pareja, el amor, la fidelidad y el matrimonio monogámico (al menos en Occidente). En definitiva la implantación cultural de la diferencia sexual (sexo), la citación performativa y reiterada constantemente del género y la estabilización del deseo heterosexual, son la tríada que da coherencia interna y sujeción cultural al sujeto heterosexual normativo. 4

Será la institución de la familia burguesa la encargada de asegurar la estabilidad del constructo a través de la reproducción de los sujetos tanto biológica como culturalmente.

La heteronormatividad fija las prácticas sexuales en identidades sexuales esencializadas y ontológicas. Además, garantiza la estabilidad del sujeto heterosexual, a partir de la exclusión radical del abyecto (lesbiana, loca, homosexual, tortillera, travesti, trans, sadomasoquismo, sexo intergeneracional, prostitución, etc.)

La relación entre la sexualidad normativa y las sexualidades abyectas, no es la de una relación entre posibilidades particulares, sino una relación entre la periferia y el centro, entre lo normal y general, y lo abyecto y particular.

Por lo tanto, la exclusión de las sexualidades abyectas (que definiré provisoriamente como homofobia 5 no es un caso aislado de sujetos singulares, sino una característica fundante del orden heteronormativo.

A este respecto, cito a Guillermo Núñez Noriega en “Deconstruyendo la Homofobia “:

“ La homofobia es una práctica institucionalizada que consiste en violentar la vida de los demás, en violentar nuestras capacidades y potencialidades humanas. La violencia es consustancial al orden social en que vivimos y consideramos normal. La llamada ‘normalidad’ necesita de la violencia para existir y reproducirse. La violencia no es pues ‘anormal’, ni siquiera el producto de seres desviados, es el resultado del actuar en la norma.“6

Por décadas, el movimiento de liberación homosexual se articuló a partir de la utilización identitaria de un sujeto político colectivo como base para la acción. La configuración de un “nosotros”, posibilitó el agenciamiento en pro del reclamo de derechos.

Sin embargo, esta identidad en muchos casos no se pensó como una estrategia política más, sino que se estructuró en tanto esencia ontologizada, generando efectos de poder y de exclusión al interior mismo de esas categorías que supuestamente nos iban a liberar.

Asimismo, la reivindicación de Derechos, confluyó en una práctica política integracionista, que abogaba por incluir a las minorías al régimen ya establecido.

Las demandas de legislación de matrimonio o unión civil, de derecho a formar una familia, o de ingresar a la iglesia o al ejército, terminaron por normalizar una lucha que acabó transando con el régimen heteronormativo para alcanzar la respetabilidad social.

Un movimiento verdaderamente liberador, no puede contentarse con promover la inclusión al régimen de poder. No se trata de intentar salir de la periferia para ingresar en el centro. No se trata de dejar de ser abyectos para ser normales. Se trata de cuestionar el fundamento mismo que estructura esa dicotomía, o sea la existencia misma del centro como centro y la existencia misma de lo normal como régimen político de normalización.

Referencias:

1 Monique Wittig, La Mente Hetero , citado en “che, vos te diste cuenta que sos una mujer?”

2 Michael Warner y Lauren Berland, “Sexo en Público”

3 Michel Foucault, La Historia de la Sexualidad vol. 1 La voluntad de saber, editorial siglo XXI.

4 Judith Butler, El Género en Disputa, sujetos de sexo, género, deseo. Edit. Peidós, colec. Genero y sociedad.

5 Digo homofobia provisoriamente, porque aunque con ese término se ha querido incluir otro tipo de actitudes discriminatorias como la transfobia o la lesbofobia, no alcanza a dar cuenta de lo verdaderamente importante: el rechazo de lo “abyecto”.

6 Guillermo Núñez Noriega, Deconstruyendo la Homofobia. Ver también: Sexo entre varones; poder y resistencia en el campo sexual. Edit. Paidós.

Las nuevas masculinidades positivas

INTRODUCCIÓN

Plantear una redefinición, o una nueva concepción, o una concepción más amplia de la masculinidad, ya no se trata de un asunto demandado únicamente por las feministas. También traduce el deseo de muchos varones que diariamente realizan, en forma soterrada y de manera coartada y reprimida, diversas prácticas y vivencias que, a pesar de las adversidades y circunstancias, se han atrevido a explorar a través de relaciones y posiciones íntimas, sociales y políticas distintas a las tradicionalmente establecidas para los varones. Una reformulación de la concepción de la masculinidad mantenida hasta ahora, implica el reconocimiento a través del estudio y registro de esas diversas prácticas y vivencias que experimentan muchos varones con un deseo y un modo de pensar excepcionales, de la existencia de diversas expresiones o manifestaciones masculinas, algunas de las cuales, incluso, se plantean como opuestas al modelo de masculinidad establecido en forma hegemónica.

Ciertos estudios1 confirman la existencia, en diferentes sociedades e incluso en una misma sociedad, de múltiples masculinidades. Ahora bien, algunos investigadores sociales2 encontraron, como un factor común en la mayoría de los grupos sociales por ellos estudiados, una misma tendencia a exaltar un modelo de masculinidad por encima de los otros existentes, el cual se busca imponer de forma hegemónica a todos los varones pertenecientes al grupo3. También establecieron que en la constitución de tales modelos hegemónicos intervienen factores de diferentes órdenes: políticos, económicos, sociales y culturales.

Y no sólo esto, han constatado, además, que desde hace muchísimo tiempo, en la mayoría de las sociedades del mundo, el modelo de masculinidad predominante se ha caracterizado, a pesar de sus variantes, por ser básicamente sexista y homofóbico4. Y, según los mandatos de este modelo hegemónico de masculinidad, un varón debe ser activo, jefe de hogar, proveedor, responsable, autónomo, no rebajarse ante nada ni ante nadie; ser fuerte, no tener miedo, no expresar sus emociones; pero además, ser de la calle y del trabajo. En el plano de la sexualidad, el modelo prescribe la heterosexualidad.

Sin embargo, este modelo hegemónico resulta incompatible con una sociedad donde se respete la diversidad y el derecho de los individuos a elegir su propia forma de vivir. En este tipo de sociedad, habría de darse un rechazo a la imposición de un único modelo de masculinidad.

Uno de los planteamientos que a este respecto se ha hecho es que no se puede crear obstáculos al surgimiento de distintas masculinidades, y que lo más importante es propiciar el desarrollo de varios modelos de masculinidad alternativos no supeditados a un patrón racionalista, exclusivista y antihumano como el que se cuestiona. Dado que el ser humano no puede vivir en un contexto social sin modelos y patrones definidos, que le den orientación y sentido a su vida, se necesita, sin embargo, que los nuevos modelos de masculinidad que surjan o se planteen sean abiertos, plurales, y esencialmente integradores, tanto a nivel intergenérico como a nivel intragenérico.

Con respecto a esto último debe tenerse presente que una manifestación plural y positiva de la masculinidad, como resultado de la asunción por parte de los varones, en el plano ideológico y en el político, de una posición antisexista y antihomofóbica, ha de fundamentarse necesariamente en el desarrollo de unas relaciones equitativas con las mujeres, y un acercamiento más íntimo y solidario con sus congéneres. Esto significa que la propuesta de una nueva concepción de la masculinidad, distinta de la tradicional, no puede ser un simple esfuerzo racional por sustituir un modelo de hombre por otro, ni de buscar una forma distinta de caracterizar a los varones, sino que básicamente ha de reflejar esa multiplicidad de manifestaciones masculinas de carácter positivo (es decir, antisexistas y antihomofóbicas) que se desarrollan en la práctica. No se puede proponer una nueva concepción de la masculinidad que no se corresponda con lo que los varones con una posición más humana y natural desean y necesitan. Así pues, una nueva concepción de la masculinidad debe constituirse a partir de la diversidad de opiniones y posiciones mantenidas por varones con diferentes tendencias e inclinaciones; y, sobre todo, plantearse como una concepción abierta, plural, flexible y dinámica que pueda dar cabida a toda esa diversidad de formas que la masculinidad puede adquirir.

Por otra parte, ninguna redefinición de la masculinidad será plenamente válida si en su elaboración no participan diversos representantes del colectivo masculino, y las mujeres. La elaboración de una nueva concepción de la masculinidad basándose en los aportes y consideraciones de un número amplio y diverso de varones –y de mujeres que se han dedicado a estudiar la problemática masculina–, tiene la ventaja de poder ser aplicada para analizar diferentes realidades o manifestaciones masculinas.

EL RIESGO DE CAER EN LA INDEFINICIÓN

Un gran número de varones buscan hoy dejar de ser machistas, pero no desean hacerse “femeninos”. Muchos de ellos reconocen que ya no pueden seguir siendo sexistas y homofóbicos, pero no quieren dejar de ser masculinos. Su interés y mayor preocupación consiste en cómo asumir su masculinidad de un nuevo modo. Su propósito no es el de renunciar a la definición convencional que de sí mismos tienen como seres racionales, fuertes, activos, y pasar a poseer todos aquellos atributos que la tradición le ha asignado a las mujeres: extremadamente sentimentales, frágiles, vulnerables, sin ninguna clase de poder. Si las mujeres de hoy buscan ser operantes5 y fuertes como los varones, no hay ninguna razón para desear que los varones se conviertan en seres débiles, tal como se les ha enseñado a las mujeres.

Se necesita romper con esa sujeción a los modelos de mujer-frágil-sumisa y varón-fuerte-agresivo. Mucho menos se debe desear una situación de igualdad en base a los patrones masculinos prevalecientes en el pasado, los cuales eran establecidos en función de la hegemonía del modelo masculino dominante.

El deseo actual de muchos varones de encontrar otras formas más positivas de expresar su masculinidad no tiene nada que ver ni con el interés de seguir asumiendo modelos únicos y hegemónicos, ni con la propuesta de hacer que los varones se vuelvan pasivos, como lo fueron y aún siguen siéndolo muchas mujeres. Tampoco desprecian el desarrollo de actitudes humanas tan nobles y deseables para todos como la sensibilidad, el amor, la receptividad y la solidaridad.

Lo que se proponen realmente es contribuir a forjar identidades –femeninas y masculinas– abiertas, versátiles y antiexclusivistas6. En este sentido, se considera inaceptable la propuesta actual de una sociedad sin géneros, hecha por ciertos grupos anarquistas7. Por el contrario, se apoya la de quienes plantean la superación de la clase de identidades de género existente8.

¿Por qué no se debe aspirar a vivir en una sociedad sin género? Porque se necesita seguir construyendo modelos masculinos –o femeninos–, en base a lo positivo de los modelos que han existido y, sobre todo, para mantener una posición sexual coherente, que impida la caída en la indefinición absoluta.

Actualmente, los seres humanos atraviesan por un período peligroso de propensión a la indefinición total: mujeres queriendo ser como hasta ahora lo han sido los varones, y varones que, reconociendo lo indeseable del modelo tradicional machista, y a falta de un nuevo modelo de masculinidad, más auténtico, se esmeran en quedarse en un proceso de “feminización” ridículo y sin sentido9. Unas y otros no reconocen lo inauténtico de sus posturas, porque siguen estando manipulados por un sistema que persiste en mantenerse opuesto al feminismo y a un cambio real en la vida de los varones, tratando siempre de conducirlos hacia un estado de descomposición moral y personal, impidiéndoles realizarse como mujeres y varones definidos en sus posiciones antisexistas y antihomofóbicas.

NI VARONES “BLANDOS” NI INDEFINIDOS

Sostener que los grupos masculinos actuales que apoyan los procesos de cambios promovidos por las mujeres, están en su mayoría constituidos por varones que, en muchos sentidos, están dejando de actuar como “hombres”, es una afirmación válida que, sin embargo, amerita ciertas aclaratorias.

Desde una perspectiva convencional, se ha tendido a pensar que tales grupos masculinos los conforman varones “blandos”, sometidos dócilmente a las exigencias de un feminismo extremista. Es decir, varones con carácter débil, obedientes a los imperativos de mujeres agresivas, con tendencias discriminatorias y antimasculinas.

Esta suposición sigue los preceptos de la ideología patriarcal, para la cual sólo deben existir varones machistas y si no, se estaría ante la presencia de varones afeminados. Esta ideología también sostiene que las mujeres deben ser dóciles y/o hembristas, en todo caso reforzadoras del modelo masculino patriarcal. Desde esta perspectiva, las mujeres que buscan unirse con varones no machistas, serán sospechosas de propiciar la feminización de éstos, ya que al querer relacionarse con varones poco “masculinos”, lo que supuestamente pretenden es establecer un poderío sobre los mismos. Por su parte, a los varones opuestos al modelo patriarcal, se les acusa de maricones, o de imberbes que no han podido desarrollar la fortaleza suficiente para contrarrestar la imposición de mujeres rebeldes y castradoras del poder masculino. Éstas mostrarían, además, una tendencia al lesbianismo, y aquellos hacia la homosexualidad. No en balde, se hacen feos chistes de las relaciones y apoyos mutuos establecidos entre feministas y grupos de lesbianas, y entre grupos de varones profeministas y movimientos gays. Este conjunto de suposiciones no tiene un basamento real y aceptable.

Muchos grupos de varones no están promoviendo la sustitución del modelo tradicional masculino por otro que implique hacerse pasivos, y entregarse a la homosexualidad, como supuesta alternativa de liberación, tal como algunos movimientos gay actuales lo proponen. Dichos grupos no plantean, bajo ningún aspecto, que la superación del modelo masculino tradicional, sexista y homofóbico, implique una “feminización” negativa del varón10.

Pero la actual tendencia liberadora masculina no es, en principio, homofóbica, carácter que siempre ha caracterizado a la ideología patriarcal. El asunto de si se debe ser heterosexual, homosexual o ambas cosas no constituye un verdadero problema para los nuevos varones. Esas discusiones pertenecen al ámbito de las decisiones y gustos personales. No son verdaderos problemas ideológicos o políticos, ni son los problemas que orientan los actuales intereses, deseos y aspiraciones de los varones. En otras palabras, no es el problema verdaderamente importante en sus vidas11.

La preocupación de los varones antipatriarcales de hoy ya no se plantea como temor a la homosexualidad, sino como deseo de encontrar el modo de no dejarse “feminizar”, en el sentido que lo quieren los varones sexistas y homofóbicos. No es que los varones ahora tengan miedo de ser sensibles, amorosos o afectivos por temor a volverse o hacerse femeninos. Su lucha es contra la sodomización12 de la que puedan ser objeto, en tanto que seres sensibles, por parte de los machos duros y poderosos, lo que implicaría hacerse presa fácil de la manipulación y perversión de otros varones.

Los nuevos varones no temen realmente a la asunción de ciertas actitudes consideradas tradicionalmente como femeninas. El problema político actual de los varones consiste en no saber qué hacer para desarrollar un movimiento de liberación mancomunado, junto a otros varones, y también que esta asociación intragenérica no siga siendo fuente de disputas, agresiones, discriminaciones y violaciones, sino de una relación armoniosa y afectiva, realmente transformadora, que no les ponga como condición la realización de relaciones homosexuales obligatorias y degradantes. Los varones actuales no buscan disociarse de las mujeres y únicamente unirse sentimental y sexualmente con otros varones. Este no es el verdadero sentido de su actual propuesta de liberación.

Hasta ayer hacerse “auténticos varones” consistía en tener éxito en doblegar a otros varones y en subordinar a las mujeres. Ese era el único modo de demostrar ante sí mismo y ante los demás, sobre todo ante otros varones, que se era un “hombre de verdad” y que se aspiraba a no ser considerado una mujer. El problema para los varones, en el sistema patriarcal, ha consistido, básicamente, en haber sufrido permanentemente las secuelas de un enfrentamiento injusto e irracional con otros varones, y en procurar, sobre todo los varones poderosos, ganarse, mediante pactos y tretas, la obediencia pasiva de los más débiles, para de este modo lograr obtener beneficios y hacerse con el poder13. El éxito en el manejo de tal juego político, representa aún para muchos varones la única forma de afirmarse como seres masculinos.

Bajo estas condiciones, los varones han quedado completamente supeditados y subordinados a las reglas del poder, las cuales aún continúan estando en manos de aquellos varones que controlan el sistema. Lamentablemente, las relaciones masculinas todavía se plantean como de subordinación y de sometimiento de unos varones a otros.

Sin embargo, los varones de hoy comienzan a reconocer que las cosas para ellos no tienen porqué seguir siendo de ese modo, y están empezando a contemplar, como una de las mejores maneras de resolver el conflicto, la intervención social sobre las leyes del sistema. También se esmeran por replantear la forma como hasta ahora han definido su problemática.

Por este lado, comienzan a descubrir que se necesita, además de un cambio profundo de las estructuras del sistema material establecido, crear, junto con otros varones, unas relaciones nuevas, más afectivas, que contribuyan al forjamiento de un modo de ser masculino no homofóbico –y no necesariamente homosexual–, el cual no los separe de su interés primario por establecer un reencuentro amoroso y paritario con las mujeres. En este sentido, la búsqueda actual de los varones consiste ya no sólo en aprender de las mujeres a ser antisexistas, sino también en desarrollar, junto a otros varones, una actitud antihomofóbica.

Frente a las relaciones cruentas, desleales e inhumanas de los machos del pasado y del presente, se yergue la necesidad de establecer nuevas relaciones, nuevos encuentros y, sobre todo, nuevos ritos de iniciación masculina para los varones. Los varones adultos deben comenzar a enseñar a los varones jóvenes a ser masculinos en otro sentido. La competitividad y la rivalidad del pasado deben dejar lugar a la solidaridad, el cooperativismo y el amor. Pero el fin no es, como sostienen algunos grupos de reflexión norteamericanos, “reencontrar el espíritu masculino que yace reprimido“14, sino construir junto a los otros varones un nuevo tipo de relaciones15.

Otra cosa con la que no se puede estar de acuerdo es con el planteamiento lacaniano de una supuesta existencia en cada uno de nosotros de un doble principio, masculino y femenino. Esta idea basada en la existencia de una naturaleza andrógina en el hombre, es de carácter esencialista y sustentadora de dicotomías restrictivas. El ser humano no tiene ninguna esencia andrógina, ni existen las naturalezas femenina y masculina. Los partidarios actuales de este doble esencialismo plantean una liberación desde el interior. Para ellos, los factores externos son considerados los causantes de los trastornos provocados a esas “tendencias dualistas naturales”.

El inconveniente que surge con este tipo de pensamiento es que además de no contribuir a un cambio de estructuras externas, únicamente propicia una simple reorientación de las mismas, y una mera reafirmación de las internas, lo cual no conduce a reconocer que el problema de los varones no tiene por causa los problemas intrapsíquicos, sino sus relaciones sociales, materiales y culturales, sobre todo con otros varones. En consecuencia, el cambio no puede resolverse terapéuticamente, en forma personal, por una renovación interior, sino más bien de forma política y grupal, con la participación de varones y mujeres, es decir, de toda la sociedad. Tal como lo sostiene Laura Asturias:

(…) el cambio personal y espiritual de los hombres no será suficiente para hacer frente a los problemas de explotación y desigualdad de poder. Su crecimiento individual no conducirá automáticamente a acciones personales o políticas que apoyen la igualdad de género, y hasta podría hacer que ayude a los hombres a acomodar las demandas de las mujeres en un patriarcado más sutil y modernizado. Es por ello que las estrategias grupales y colectivas son vitales para desmantelar la opresión16.

ALGUNAS PROPUESTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE MASCULINIDADES ALTERNATIVAS FORMULADA POR VARONES

Cooper Thompson, en su artículo “Debemos rechazar la masculinidad tradicional“17, propone ir más allá de lo que comúnmente se conoce como “lo masculino”, es decir, más allá de una figura con las actitudes ligadas a la imagen hegemónica de la masculinidad definida patriarcalmente. Por su parte, Warren Farrel18, acusa que en la actualidad no se ve ningún lado bueno a los varones. Sostiene que si bien el varón gana mucho yendo más allá de los límites establecidos por su identidad, también es importante reconocer la existencia de algunas cualidades valiosas en la masculinidad tradicional que es necesario conservar. Propone que algunos aspectos del modelo tradicional de masculinidad no sean rechazados en forma general y simplista, y que pueden seguir siendo asumidos sin vergüenza. Robert Bly19 aboga también por un rescate de las características positivas de la masculinidad, sobre todo de aquellas que le permitan mantener la confianza y seguridad en sí mismo, y aboga porque ese cambio hacia una personalidad más pacífica, abierta y receptiva no anule o disminuya su energía masculina. Sostiene que en los últimos veinte años muchos varones se han vuelto más considerados, más amables, pero esto, sin embargo, no ha traído una mayor felicidad a los mismos. Por el contrario, el desarrollo de una actitud profeminista en muchos varones los ha conducido a sentirse embargados por profundos sentimientos de culpabilidad y de autocrítica.

Por ello, Aaron Kipnis20 plantea la necesidad de una nueva masculinidad, cuyo concepto englobe actitudes equilibradas que den cuenta de un varón poseedor de muchas características tradicionales positivas de la masculinidad –entre las cuales estarían la de ser erótico, libre, salvaje, alegre, enérgico, agresivo y fuerte–, pero que al mismo tiempo sea capaz de vivir en armonía con la tierra y con la feminidad.

Para Thompson21, en realidad, los varones que han hecho de sus vidas objeto de reflexión, buscando con ello establecer un cambio en las mismas, se han propuesto ser “más abiertos, expresar sus emociones, estar más cerca de sus hijos y de sus mujeres para descubrir el placer de estar más en contacto con ellos mismos“22. Pero, lo más importante es que “ven la masculinidad como una estructura rica, plena, que no necesita oprimir ni fundamentarse en la subordinación de las mujeres ni de otros grupos“23.

Algunos grupos masculinos políticamente cohesionados también han hecho propuestas en este sentido. En efecto, en Norteamérica, Europa y Australia, han surgido grupos de varones dedicados a estudiar la masculinidad en forma crítica y en todos sus aspectos. Cuestionan la masculinidad patriarcal como paradigma universal de la experiencia humana y problematizan la forma como el varón ha construido los valores, al mismo tiempo que resulta construido por ellos. Proponen no un modelo sustitutivo, sino diferentes modelos masculinos opuestos al modelo patriarcal, los cuales les permitan explorar, sin restricciones, todo lo agradable y positivo que su condición de varones les proporcione. Se trata de modelos de masculinidad basados en una concepción igualitaria y no jerárquica, cuyo sentido se mida “no en sus éxitos personales, sino en la manera en que su labor revierta en la mejora de la sociedad a la que se sienta responsablemente vinculado“24. Unas masculinidades nuevas, antisexistas, antirracistas, antihomofóbicas, promotoras de una vivencia de la masculinidad amplia y diversificada, plural y abierta.

ALGUNAS PROPUESTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE MASCULINIDADES HECHAS POR MUJERES

Ángels Carabí, en su artículo “Construyendo nuevas masculinidades: una introducción“25, sostiene que la ética patriarcal, basada en oposiciones que engendran desigualdades, ha determinado el carácter no sólo de las políticas de género (dentro de esta ética, el varón es considerado superior a la mujer, sujeto de su propio deseo, activo, no necesariamente hermoso, autorizado a desatender el cuidado familiar y a asumir el individualismo como valor de éxito), sino también las políticas de la raza (en el encuentro entre etnias y culturas diferentes, el varón de raza blanca creó los mecanismos para afirmar su masculinidad desvalorizando la masculinidad del “otro”, confiriéndole un sentido de inferioridad y de necesaria subordinación), y las políticas de la orientación sexual (frente a los varones que no se comportaban como “hombres”, los definió como no masculinos y, por tanto, despreciables. Se asignó a la homosexualidad un significado negativo: ser el antiespejo de la hombría, y un factor de riesgo que atenta contra la institución familiar)26.

Sin embargo, desde los años sesenta del siglo pasado, el sistema patriarcal, basado en el predominio del varón de raza blanca y de comportamiento heterosexual, junto con sus valores e ideología, ha sido puesto en tela de juicio por diferentes movimientos sociales entre los cuales destaca el feminista, el de Derechos Civiles en los Estados Unidos, y el desarrollado por algunos grupos gay. Estos movimientos conmocionaron la construcción de la masculinidad sobre la que se asentaba la configuración del varón blanco y heterosexual, el cual ha reaccionado con violencia del mismo modo que lo ha hecho para construir el sistema patriarcal, el cual le ha permitido instituirse como un ser superior, tratando con ello de defender su antigua posición de privilegios, es decir, su poder. Esta violencia si bien controlada por la actual sociedad de derechos, ahora se expresa de forma alarmante y compulsiva, y en modos muy aberrantes, en el nivel doméstico.

Carabí sostiene que en una sociedad donde exista una clara política de igualdad de derechos, el varón no necesita seguir teniendo el control, y que el compartir el poder no supone para él una pérdida de su virilidad, ni una pérdida real de su poder social. Dentro de esa sociedad, la autorreferencilidad masculina resulta una ideología limitada, obsoleta, ahistórica, injusta, e incluso una prisión para el propio varón. Si éste reconociera su real situación, podría aventurarse a experimentar nuevas formas de vivir en sociedad más creativas, nutricias, satisfactorias y justas para todos.

El varón que conoce su realidad es conciente de la construcción tradicional de la masculinidad que le ha configurado, y la somete a un análisis crítico buscando mecanismos para superarla porque ya no se muestra dispuesto a seguir perpetuándola. Se opondrá a una concepción esencialista de la masculinidad y de la feminidad, y ya no querrá afianzarse en una visión jerárquica e inmovilista. Sabrá entonces que la masculinidad no procede de un concepto esencialista sino culturalmente construido. Reconociendo que los varones tradicionalmente se han definido no partiendo de sí mismos sino perfilándose a través de alteridades que han creado, no seguirá haciéndolo de este modo, en negativo (la masculinidad no es femenina, étnica, ni homosexual), porque ya no apoyará seguir configurando sociedades sexistas, racistas y homofóbicas.

El varón dispuesto a cambiar, porque lo considera algo realmente necesario para él y para la humanidad, ha de proponerse desvincularse de ese bienestar que le confiere su masculinidad que le permite hacer y deshacer concediendo unos pocos derechos a esas “otredades” por él construidas. También necesitará compartir sus puntos de vista con las mujeres, sin sentirse por ello amenazado. Así mismo, concebirá la raza blanca igual a cualquier otra, e incluso asumirá la homosexualidad como otra posible orientación sexual sin que su propia masculinidad se vea cuestionada.

Aceptará los reclamos y respetará los derechos de los grupos marginados, reconociéndolos como sujetos y no ya como “otros” subordinados, lo cual le ayudará a restablecer el diálogo que él mismo contribuyó a romper y así, mediante la comunicación, conformará su subjetividad no en forma autorreferente sino mediante la estructura de relación. Ha de reconocer que la construcción de una nueva masculinidad únicamente la logrará sobre la base de un enfoque relacional, y para conseguirlo debe comenzar desde la infancia.

Al niño varón, el padre ya no debe impedirle el vínculo con su primer objeto de placer, que es la madre, ya que este vínculo le permitirá incorporar ciertas tendencias femeninas positivas. Y si el niño logra una identificación positiva con la madre-mujer, entonces no convertirá en objeto de miedo y odio a la feminidad. Así alcanzará a vivir su identidad de género con seguridad y sin conflicto, concibiendo su desarrollo personal no de forma aislada e individualista sino relacional. El desarrollo del niño hacia la vida adulta debe nutrirse de las relaciones con ambos objetos paternos, para lo cual se requiere que la educación familiar sea compartida. Si desde su nacimiento tiene libre acceso a una igual atención por parte de ambos padres, “estará expuesto a las capacidades positivas de los dos géneros, lo cual evitará el rechazo de uno de ellos a favor del otro y, por tanto, el desarrollo de identidades neuróticas“27.

El varón necesita revisar los presupuestos en que se ha asentado su masculinidad y ser crítico de la masculinidad convencional, lo cual implica hacerse conciente de su rol de víctima de las limitaciones regidas por esa tipo de masculinidad. Esto es lo que se llama conciencia de género.

Muchos varones que han desarrollado este tipo de conciencia han conformado grupos de reflexión y de apoyo a las mujeres feministas. Estos varones manifiestan el deseo de tener relaciones más igualitarias con las personas, les abren espacios segregados en entornos públicos y domésticos, y les muestran sus deseos de participar de los placeres y también de las preocupaciones que comporta el amor y el cuidado de los hijos. Están dispuestos a redescubrir en ellos características tradicionalmente consideradas femeninas, como la receptividad, el afecto, la intuición, la ternura, el amor, la emoción. Asumen como enemigo común la masculinidad convencional y buscan ejercer acciones para modificarla. Así mismo, tratan de aprender a ser más abiertos, a expresar sus emociones, a estar más cerca de la familia, y a estar más en contacto entre ellos mismos.

Como estrategias para facilitar el cambio persiguen una mayor flexibilidad laboral para hacer compatible la vida personal con la laboral; disfrutar de permisos de paternidad; compartir el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos.

También han buscado:

Crear grupos de reflexión, llevar a cabo cursos y jornadas sobre la condición masculina y trabajar en centros de cuidado de violación donde aconsejan a hombres que son violentos o que muestren cierta potencialidad a ser violentos. Estos hombres apoyan el aborto, están dispuestos a aprender a escuchar a sus amigos, a sus mujeres, a sus hijos. Admiten y celebran la dependencia que sienten hacia sus amistades y hacia sus compañeras e intentan liberarse de una construcción convencional de la masculinidad de la que, hasta ahora, se sentían prisioneros. Estimulan la capacidad solidaria del varón…, aprecian el humor… Ven la masculinidad como una estructura rica, plena, que no necesite oprimir ni fundamentarse en la subordinación de las mujeres ni de otros grupos28.

Hoy, los estudiosos y estudiosas que analizan en forma crítica la forma como se construye la masculinidad tradicional, se dedican a entender y promover estas nuevas visiones de la masculinidad, concibiendo a ésta como una experiencia propia de cada varón, y no como paradigma universal de la experiencia humana. También profundizan en la historia para recuperar y reforzar modelos masculinos positivos que “permitan reconocer las posibilidades de aquello en lo que el hombre puede llegar a convertirse“29.

Carabí plantea la búsqueda de nuevos modelos masculinos positivos, es decir, de varones igualitarios y no jerárquicos, “cuyo sentido de la hombría se mida no en sus éxitos personales, sino en la manera en que su labor revierta en la mejora de la sociedad a la que se sienta responsablemente vinculado“30. Pero para que los varones aprendan nuevas formas positivas de ser hombre han de oponerse a la jerarquización de roles, y al establecimiento de relaciones opresivas basadas en la subordinación. También es necesario que el varón establezca vínculos cercanos con otros varones, y con los grupos que aun siguen siendo marginados, ya que son básicamente éstos los que han venido trabajando en la reconstrucción del ser humano. Sin la participación de los varones no podrán construirse masculinidades nuevas antisexistas, antirracistas, antihomofóbicas y auténticamente viriles, pero deben hacerlo desmantelando ellos mismos las viejas instituciones, las ideologías inmovilistas, y aprendiendo a dialogar con los otros, en un plano de igualdad y de intercambio cooperativo.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

La nueva concepción de la masculinidad que aquí se quiere proponer se concreta en la denominación de Nuevas masculinidades positivas. Dicha categoría se ha utilizado para definir aquellas nuevas manifestaciones de la masculinidad que son catalogadas como positivas por su carácter antisexista y antihomofóbico. La misma ha sido tomada de Ángels Carabí, quien la ha utilizado para el estudio, desde la perspectiva de género, de los nuevos modelos masculinos no convencionales, que actualmente se están conformando dentro del colectivo de varones. Sin embargo, los criterios que Ángels Carabí utiliza para definir las nuevas formas de masculinidad positivas, han sido ampliados y complementados con la incorporación de otros formulados por distintos pensadores y pensadoras, que se han considerado igualmente válidos y complementarios.

La nueva concepción de la masculinidad que se propone, por su imbricación con aspectos socio políticos más amplios, traduce una posición no sólo antisexista y antihomofóbica, sino también antirracista y anticlasista por parte de los varones. La misma ha sido concebida en base a dos dimensiones básicas: una socio-política, referida al conjunto de acciones que evidencian el desarrollo en la práctica social de los ideales con los cuales se comulga; y una dimensión ideológica a través de la cual se revelan los cambios en el modo de pensar como consecuencia de la influencia de ciertos grupos contestatarios como los feministas, y también de las intenciones o ideales con los que muchos varones orientan sus deseos de cambio aunque les haya resultado inviable o difícil cumplir totalmente con los mismos.

Las cualidades que, en su dimensión socio-política, caracterizan lo que se podría considerar una nueva forma de expresar una masculinidad positiva son: compartir el control de la realidad con las mujeres, no utilizar el poder para imponerse sobre otros, apoyar las luchas emprendidas por los grupos socialmente marginados, promover formas justas de vivir en sociedad, luchar por disfrutar de su trabajo y de su hogar por igual, compartir las labores domésticas y el cuidado de los hijos, preocuparse más por la mejora de la sociedad que por sus intereses personales, apoyar las demandas y los planteamientos de las feministas, agruparse con otros varones para plantear cambios en sus actitudes convencionales, manifestarse públicamente en contra de la desigualdad en cualquier sentido, asumir una posición ambientalista y ecológica, reconocer y apoyar el derecho de los otros a vivir en forma diferente.

Y las cualidades que, desde el punto de vista ideológico, caracterizan una nueva forma de expresar una masculinidad positiva son: estar conciente de la construcción cultural de la masculinidad que le ha configurado, promover la no violencia en sus hijos y en otros hombres, cuestionar la visión esencialista de los conceptos de masculinidad y feminidad; no afianzarse en una visión inmovilista de la masculinidad; aceptar otras manifestaciones de la masculinidad distintas de la tradicional, cuestionar la concepción tradicional de la masculinidad, oponerse al machismo, reconocer las consecuencias negativas que el machismo ha traído a sus relaciones interpersonales, definirse a partir de sí mismo y no perfilándose a través de alteridades opuestas y negativas que él haya creado, ser capaz de desarrollar capacidades positivas de los dos géneros, no ver amenazada su masculinidad por compartir sus puntos de vista con las mujeres, no considerar la homosexualidad como un peligro para su masculinidad, no tener problemas en establecer vínculos cercanos y afectivos con otros varones, asumir su sexualidad de forma versátil, conservar algunas cualidades masculinas tradicionales positivas, ser contrario a una educación sexista y homofóbica para los hijos, estar de acuerdo con que la madre participe en el proceso de hacer al hijo un hombre, buscar que el hijo, desde temprano, no desarrolle una identidad masculina agresiva ni egocéntrica, mostrarse abierto y receptivo ante los demás, no considerar la heterosexualidad el único patrón para definir su virilidad y su vida social, no pensar en el coito como el fin de la sexualidad.

Una concepción como ésta resulta, en algunos de sus aspectos, sumamente audaz y para nada convencional, y lleva a preguntarse, por una parte, si las mujeres, incluyendo las mujeres política e ideológicamente liberadas, estarían dispuestas a aceptarla. La cuestión real que se presenta es saber si la mujer de hoy está dispuesta a unirse a un varón que ha desarrollado, por ejemplo, una sexualidad versátil, o que no considera a la heterosexualidad el único patrón para definir su virilidad y su vida social.

Cuando la mujer asume otra mentalidad y se hace feminista, no sólo se dedica a combatir el patriarcado y la ideología machista, sino que también busca una nueva relación con un varón con una mentalidad y un modo de actuar más humanos. Ahora bien, cuando una mujer con esta posición y mentalidad logra unirse a un varón profeminista y antipatriarcal, la clase de relación que ambos logren desarrollar y el éxito en mantener la misma, dependerá de cuán firmes están ambos en sus posiciones, de la cantidad de prejuicios de la que hayan podido deslastrarse, y de cuán dispuestos estén a respetar y a valorar el derecho de cada uno a disfrutar, de la forma como mejor desee, de un despliegue libre de sus capacidades naturales.

La cuestión más importante que tendrán que reconocer y aceptar, en forma definitiva, es que ya no hay necesidad de regir sus vidas basándose en oposiciones engendradoras de naturalezas distintas, clasificaciones, separatismos, exclusivismos y desigualdades. Y que cuando los parámetros patriarcales ya no ejercen su poder hay posibilidad para que cada uno desarrolle todas sus capacidades naturales, porque ya no existirán varones dominantes y mujeres y varones dominados ni, en consecuencia, masculinidades hegemónicas ni masculinidades despreciadas. Dentro de esta situación especial, ya no habría necesidad de atenerse o someterse a clasificaciones, ni los individuos tendrían que verse obligados a asumir identidades rígidas o unívocas que los diferenciaría como seres humanos con visiones del mundo incompatibles con las de los demás, o con gustos y deseos excepcionales, sino que habría libertad para que cada uno/a explore todas sus capacidades naturales y gracias a ello construya una identidad abierta, flexible y plural. Dentro de una situación política de mayor justicia, paridad y libertad, ni las mujeres pueden seguir condicionando el libre despliegue de las capacidades naturales de los varones, ni éstos las de aquellas.

Por otra parte, cabría averiguar si los propios varones están o no de acuerdo con asumir todas o algunas de esas cualidades no ordinarias que algunos autores consideran expresiones auténticas de una nueva masculinidad positiva. Se sabe que a los varones actuales les está costando mucho establecer un cambio efectivo y positivo en sus relaciones con las mujeres, es preciso imaginar cuánto más difícil les resultará establecer un encuentro más solidario y afectivo con otros varones, tal como el desarrollo de las nuevas masculinidades positivas lo exige.

En realidad, el concepto compuesto de Nuevas masculinidades positivas no impone ni sugiere un nuevo modelo a seguir, ni constituye una serie de requisitos para catalogar a un varón como no machista y no homofóbico. Es un concepto que reúne distintas expresiones masculinas que sirven para identificar comportamientos masculinos nuevos y positivos. Un varón que no decida o no guste asumir algunas de las características anteriormente señaladas, no tiene porqué considerársele poco o menos sexista u homofóbico. Cada uno tiene la libertad de decidir la clase de masculinidad con la que más cómodo se sienta. No obstante, todas las cualidades señaladas resultan incompatibles con la noción tradicional de la masculinidad. Este hecho puede servir para identificar a aquellos varones que han comenzado a establecer un cambio real en su modo de actuar y de pensar; e incluso para señalar a aquellos que, viviendo una situación contradictoria, aún permanecen presos de un posición inauténtica.

1 LAMAS, M (Comp.,) (2000). El género. La construcción cultural de la diferencia sexual. Universidad Nacional Autónoma de México. Programa Universitario de Estudios de Género, México.

2 KIMMEL, M (1989). “Desarrollo (de género) del subdesarrollo (de género). La producción simultánea de masculinidades hegemónicas y dependientes en Europa y Estados Unidos”, In: Masculinidades y Equidad de Género en América Latina, FLACSO-FNUAP, Chile; PARRINI, R (2001). “Apuntes acerca de los estudios de masculinidad, de la hegemonía a la pluralidad”. FLACSO, Chile. En línea. Disponible in: file://A:/Red de Masculinidad.http://www.flacso.c1-htm. Fecha de recuperación: 15-03-2002.

3 Algunos de esos investigadores plantean también que mientras más diversificada y compleja sea una sociedad, mayor diversidad de masculinidades logra generarse; sin embargo, tal como se acaba de señalar, siempre una clase de masculinidad llega a imponerse o logra ser reconocida socialmente.

4 Suscribimos la concepción de Alfonso Hernández quien define la homofobia como “el temor que tienen los hombres a los hombres mismos, el miedo a la antropofagia por parte de esos ‘iguales’ a quienes no llenan los zapatos del verdadero hombre, de ese modelo de masculinidad vigente en la sociedad occidental actual” (HERNÁNDEZ RODRIGUEZ, A (2000). “La masculinidad, ¿poder o dolor?”. En línea. Disponible in: http://www2.udg.mx/laventana/libr2/alfonso.html. Fecha de recuperación: 24-09-2004, p. 3.

5 De ahora en adelante, se usará el calificativo operante en lugar de “activo”, por connotar este último un significado cuestionable como también ocurre con el término “pasivo” al cual comúnmente suele estar asociado. En efecto, el término “activo” designa una conducta tradicionalmente exaltada en el varón, caracterizada por reacciones prepotentes a las afecciones externas, y también para definir la actitud impositiva y dominante asumida por los varones machistas.

6 Con ello se muestran de acuerdo autores como GILMORE, D (1994). Hacerse hombre. Concepciones culturales de la masculinidad. Edit. Paidós. Barcelona; KREIMER, J (1991). El varón sagrado. El surgimiento de una nueva masculinidad. Edit. Planeta. Buenos Aires; PALMA MOLINA, A & MOSQUERA, A (2003). “Del dicho al hecho…construyendo el trecho”. En línea. Disponible in: file://a:/las(nuevas)masculinidades.htm. Fecha de recuperación: 12-11-2004; PARRINI, R (2002). Apuntes acerca de los estudios de masculinidad: de la hegemonía a la pluralidad. Art. cit.

7 Para conocer más esta posición anarquista se recomienda el texto traducido, sin autores, “Más allá del feminismo, más allá del géner”, de la publicación Willful Disobedience, Vol. 2, nº.8, En línea. Disponible in: file://A:/Más allá del feminismo, más allá del género.htm

8 Ver “La organización social de la masculinidad”, In: VALDÉS, A & OLAVARRIA, A (Edit.,) (1997). “Suicidio y honor en la cultura gaucha”, In: Masculinidades, Poder y crisis. nº 24. ISIS Internacional, FLACSO-Chile. Ediciones de las mujeres.

9 Un análisis detallado de este asunto puede encontrarse, In: “Grupos de hombres. ¿Por qué implicarse?”, de ESPADA, T (2002). “Grupos de hombres. ¿Por qué implicarse?”, En línea. Disponible in: www.sindominio.net/-txespa/. Fecha de recuperación: 23-12-2003.

10 Por el contrario, lo que los varones liberados de hoy buscan es asumir actitudes emocionales, sentimentales y sexuales que si bien han sido tradicionalmente desarrolladas por las mujeres, las mismas revisten un carácter positivo en el proceso de hominización y de superación del machismo en aquellos.

11 El miedo y el rechazo a la homosexualidad son típicos de la mentalidad sexista y homofóbica. En el modelo patriarcal se educa a los varones con la amenaza de la homosexualidad, siendo ésta la principal idea con la que se juzga y se trata de descalificar y desacreditar la tendencia actual de liberación masculina.

Dentro del sistema patriarcal, la homosexualidad era y sigue siendo utilizada, intencionadamente, como un medio para aprovecharse de la “debilidad” manifestada por muchos varones sensibles, con el objeto de dominarlos; pero también para deshonrar a otros machos con poder. Es así como la homosexualidad ha subsistido, como un recurso paradójico, dentro del sistema patriarcal, al lado del sexismo y como un mecanismo ideológico que se nutre de una homofobia más generalizada.

12 Por “sodomización” se quiere decir el ejercicio de poder de un varón que busca doblegar a otro varón, utilizando la sexualidad para obligarlo a asumir una posición humillante y degradante.

13 Ver el excelente estudio que a este respecto ha realizado DOUGLAS, M (1978) en los capítulos 4º y 5º de su obra: Símbolos naturales: exploraciones en cosmología. Alianza Editorial, Madrid.

14 Tal como lo propone BLY, R, representante del movimiento mito poético, de raigambre psicoanalítica (Vid., THOMPSON, C (1993). Mutual Caring, Mutual Sharing. Stafford County, N.H.

15 En efecto, algunos autores pertenecientes a la corriente mito-poética, sostienen que los varones actuales necesitan “recuperar la masculinidad perdida” (BLY, In: THOMPSON, 1993. Op. cit). Con ello aluden a un hipotético tiempo primigenio en el que los varones actuaban como seres fuertes y orgullosos, sin que esto les impidiera disfrutar de unas relaciones armoniosas con la naturaleza, con las mujeres y con los otros varones. Sostienen que a este período sucedió otro, como consecuencia del surgimiento del patriarcado, persistente hasta hoy, en el que ese carácter masculino “natural y abierto” se endureció y restringió, dando lugar a una masculinidad heterosexista, sexista y homofóbica. Ese supuesto estado primitivo permanece oculto y vivo en lo profundo de la psique humana y en los “arquetipos” de la humanidad, siendo ya hora de que reviva, con ayuda sobre todo de terapias psicoanalíticas individuales o grupales, con las cuales se podría hurgar en las profundidades del alma masculina. A ello supuestamente se debería orientar la actual liberación masculina (KIMMEL, M (1989). Art. cit).

Esta posición, muy bella, sin embargo, reduce toda la problemática masculina a una simple cuestión “espiritual”, la cual ameritaría básicamente una solución psicoterapéutica. Aunque no se tenga constancia de tal apertura masculina en un período primitivo, si se sabe que desde que existe el patriarcado, no sólo las relaciones entre mujeres y varones se hicieron problemáticas, desiguales y restringidas, sino también las relaciones entre los mismos varones.

16 ASTURIAS, L (1997). “Construcción de la masculinidad y relaciones de género”. Ponencia presentada en el Foro: Mujeres en lucha por la igualdad de derechos y la justicia social. Ciudad de Guatemala, 5 de marzo. En línea. Disponible en: http://www.arnet.com.br/-marko/artasturias.htm. Recuperado el 20-06-200, p. 6.

17 THOMPSON, C (1993). Op. cit.

La clase dominante salvadoreña odia la historia y la cultura…Entrevista a José Napoleón Rodríguez Ruiz (I)

SAN SALVADOR, 1 de noviembre de 2008 (SIEP) El Dr. José Napoleón Rodríguez Ruiz es una destacado intelectual revolucionario salvadoreño que ha contribuido enormemente al desarrollo de la lucha por la democracia y el socialismo. Su ultimo aporte a la nación fue como magistrado de la Corte Suprema de Justicia (1999-2007).

Nos encontramos en un centro comercial. Viste una camisa anaranjada. Gesticula al hablar, enfatiza con el índice como si estuviera en un tribunal, usa anteojos oscuros. Escuchemos su palabra…

Mi abuelo fue el General Santiago Ruiz, general de a caballo, de aquellos tiempos, de la época del primer Tomas Regalado, el que desalojó a los volcaneños del Ilamatepec en Santa Ana y se quedo con sus tierras, según el las “conquistó…”

“¿Has leído el libro de mi papá El Janiche y Otras Historias? ( 1960) es clave para descubrir nuestra identidad. la clase dominante salvadoreña odia la historia y la cultura…porque es una cultura que cuestiona el sistema. Por ejemplo, en Cuentos de Barro de Salarrué que son cuentos de carácter universal, relatos maravillosos en cualquier sitio un niño campesino le pregunta al papá: ¿y a todos los niños les traen juguetes en Navidad? y van por la vereda al pueblo y no encuentran y regresan por la misma vereda y el niño pregunta: ¿y los juguetes? pues…y se queda llorando…Hay que agregar también el poema de Pedro Geoffroy Rivas dedicado a Feliciano Ama: “Ay tata Feliciano, Ay tata, que te van a colgar de lo alto de una rama.”

“Escribí la obra de teatro Anastasio Rey que fue musicalizada por los músicos Esteban Servellón y Nunfio, grandes maestros de la música salvadoreña, pero la clase dominante salvadoreña y el sistema odian la cultura, odian la historia…”

¿Sabes porque al final se impuso Jaraguá (1950) como libro de texto oficial en las escuelas? porque el final beneficia al sistema ya que termina con que Jaragua recibe una herencia…es un final feliz. No obstante esto, esta novela de mi papá es junto con El Janiche y Otras Historias y Cuentos de Barro, y algunos relatos de Ambrogi, y no podemos olvidar algunas obras de Francisco Gavidia, aunque él se sumergió en su gran cultura griega y europea, es de lo mejor que se ha escrito en el país…

Fíjate que para Navidad o cumpleaños mi papá los juguetes que me regalaba eran libros y esto me permitió adquirir una cultura universal, yo me he leído El Quijote por lo menos unas cinco veces…mi papá nació en Santa Ana pero pasó su infancia en San Pedro Puxtla, en Ahuachapan…yo ya nací en San Salvador y estudie mi primaria y secundaria en el Liceo Salvadoreño. Fui deportista, me gustaba mucho el fútbol y el basketbol, y el tenis…¿sabes quien es Feder? Un tenista…

Una vez le presente a La Prensa Gráfica un proyecto para rescatar las glorias nacionales históricas y no les intereso, no quisieron, lo he presentado al Colatino y vamos a ver que responden… Pedro Geoffroy Rivas escribió un poema sobre Anastasio Aquino que hizo historia…

Fui de la AEU y de la AED

Ingrese a la lucha política al llegar en 1948 a la Universidad, me incorpore a la AEU y luego fui directivo de la AED, presidente de AGEUS, director de Opinión Estudiantil. Es entonces que me incorporo al Partido Comunita de El Salvador, PCS, que era clandestino y la única organización política de izquierda en el país. Lo mismo hizo Roque Dalton, con quien fuimos muy amigos. Más que amigos fuimos hermanos…Me gradúo como Doctor en 1954 con la tesis Sobre las Obligaciones Solidarias.

Nuestros maestros

En mi generación, hubo grandes maestros. Uno de los más grandes y respetados fue el Dr. Pedro Geoffroy Rivas, poeta, litigante, orador, antropólogo, lingüista, fue militante del Partido Comunista Mexicano, aquí tuvo problemas con Carpio…

A nivel político, cuando ingreso al PCS el secretario general era Daniel Castaneda, un sastre, cachimbón, atrevido, ha habido obreros muy valiosos, bueno los testigos de mi matrimonio fueron dos obreros sindicalistas del Partido, Felipe Cativo y Carlos Marin.

Estaba Jacinto Castellanos Rivas, que ya era mayor que nosotros, mucho mayor. Y fíjate que también alguna influencia hubo de los Mora de Costa Rica, si los de Vanguardia Popular. Otro maestro fue el Dr. Moisés Castro y Morales. Otro maestro José Celestino Castro. También estuvo Alejandro Dagoberto Marroquín, un sólido pensador marxista. También Julio Fausto Fernández, que después traicionó, renunció a sus ideas, pero que también fue un importante pensador marxista.

Sarbelio Navarrete, fue un pensador más humanista que marxista. Lo mismo Matilde Elena López, es más humanista que marxista. Te mencionó también al Dr. Salvador Ricardo Merlos, un gran demócrata y al Dr. Mario Castrillo Zeledón.

Mirá… en Europa vive un pensador marxista salvadoreño poco conocido, un intelectual de Zacatecoluca, su nombre es Carlos Lobato. Es que para ser marxista necesitás contar con una cultura general muy amplia, con conocimientos de historia, de economía política, de filosofía, de literatura y lograr una síntesis.

Sobre el apoyo del PCS a la guerra con Honduras

Durante la guerra entre El Salvador y Honduras yo me manifesté contra las atrocidades que cometía la Mancha Brava contra nuestros compatriotas, incluso escribí una canción en la que decía:

“Soldado, no te olvides… porque si tu fuiste a la guerra,

fue para combatir a la Mancha Brava…”

…Hay que rescatar que el Dr. Fabio Castillo se opuso públicamente a la guerra…

Sobre su ingreso a la RN

En 1970, la Resistencia Nacional necesitaba apoyo, y Salvador ( Cayetano Carpio) me dijo: “andá ayúdales…El fue el que me envió a ayudarles y me quede…”

En el 50 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre

Junto con Raúl Castellanos Figueroa asistí en 1967…a los actos oficiales, viajamos a Moscú, en representación del Partido Comunista de El Salvador a las celebraciones del 50 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, de 1917. Raúl era diferente que Schafik. Raúl era leninista. Schafik era estalinista. Fíjate que yo fui el que llevo la carta de renuncia de Salvador (Cayetano Carpio) a la dirección, a la Comisión Política del PCS, “fue a mi que me la entregó Salvador porque me tenía aprecio…”

Fui presidente de AGEUS y también director de Opinión estudiantil, y desde 1949, desde el triunfo de la Revolución China, me declare maoísta, seguidor de Mao Tze-tung, o sea pro-chino, porque ya a esa altura tenía claridad que Stalin era antimarxista, y es un hecho que causo un grave daño al movimiento comunista internacional…Yo me declaro comunista, quizás el único comunista de este país… quizás…

Mirá, para esta investigación debes de buscar a Leoncio Pichinte, de las LP-28, del Ejecutivo del FDR, el también se salvó, los dos nos salvamos porque íbamos para la reunión en el Externado en noviembre del 80,pero vi desde la esquina el despliegue policial y ya no llegue, si no me pescan… allí cayeron Enrique Álvarez Córdoba, Manuel Franco, la dirección del FDR

Sobre el socialismo…

No existe ningún país que sea socialista y no puede haberlo de acuerdo con la teoría marxista. Marx consideraba que el socialismo, una nueva sociedad es el producto natural, el resultado de que el desarrollo de las fuerzas productivas choca, entra en conflicto con las relaciones de producción existentes. Y todavía no estamos en ese nivel. Falta que se desarrollen las fuerzas productivas. Esto es marxismo…O sea que no ha existido socialismo.

En la mitología romana, Minerva surge de la cabeza de Júpiter…en la teoría marxista el socialismo surge del desarrollo del capitalismo. Hay un poema de Pedro Geoffroy que recupera desde la tradición precolombina nahuat esta idea… ¿y vos sabes que significa el lugar donde vivís? Si, cerro de los cusucos.

Como marxistas somos herederos del pensamiento filosófico universal, de todo lo que la humanidad ha creado en la ciencia, en la técnica, en el arte y la cultura…somos herederos de Sócrates, de Platón, de Aristóteles, de Heraclito, de Parmenides…los esclavistas pensaban que su sistema iba a ser eterno. El emperador Julio Cesar creía que el imperio romano iba ser eterno. Pero no hay nada eterno. Todo cambia…

El señor feudal pensaba que su mundo iba durar para siempre…el capitalista piensa que este sistema es eterno. Hace poco leí en el New York Times una frase sobre la crisis financiera actual: el capitalismo ha muerto, viva el kapitalismo. O sea el kapitalismo del Das Capital.

( continuará)

It’s Too Late

Carole King
Álbum: Tapestry

Nombre de la canción: It’s Too Late
Canción Info: Lyrics and Music: Toni Stern and Carole King feat. Dina Carroll
Lírico: Stayed in bed all morning just to pass the time
There’s something wrong here
There can be no denying
One of us is changing
Or maybe we’ve just stopped trying

And it’s too late baby, now it’s too late
Though we really did try to make it
Something inside has died and I can’t hide
And I just can’t fake it

It used to be so easy living here with you
You were light and breezy
And I knew just what to do
Now you look so unhappy
And I feel like a fool

And it’s too late baby, now it’s too late
Though we really did try to make it
Something inside has died
and I can’t hide it
And I just can’t fake it

There’ll be good times again for me and you
But we just can’t stay together
Don’t you feel it too
Still I’m glad for what we had
And how I once loved you

But it’s too late baby, now it’s too late
Though we really did try to make it
Something inside has died and I can’t hide
And I just can’t fake it

Don’t you know that I…
I just can’t fake it
Oh it’s too late my baby
Too late my baby
You know
It’s too late my baby

EL TIMING: EL ARTE DE ELEGIR EL MOMENTO PRECISO PARA CADA COSA

EL TIMING: EL ARTE DE ELEGIR EL MOMENTO
PRECISO PARA CADA COSA

Durante la primera hora de exposición teórica hablaremos sobre el timing, que es el arte de elegir el momento preciso para cada cosa, el de desarrollar una acción o tomar una decisión a tiempo. Los griegos tenían una palabra, kairos, para designar tanto al tiempo subjetivo (no el del reloj, sino el que uno percibe subjetivamente que pasa, más lento o más rápido) como el sentido de la oportunidad. En español hemos perdido la posibilidad de designar ese concepto con una sola palabra, aunque a menudo usamos el anglicismo timing. Organizar el tiempo es organizar la vida, de ahí que sea tan relevante para la existencia desarrollar el sentido de la oportunidad y ser conscientes de los mecanismos que rodean a un recurso humano no renovable: el tiempo. Nuestra reflexión irá de la mano de la de diversos autores, pero principalmente abordaremos la que propone Robert Levine, el máximo experto en cuestiones relativas al tiempo basadas en la evidencia científica (es Dr en Filosofía, prof. del Departamento de Psicología en la California State University). El timing y las neurociencias. La importancia de reconocer una oportunidad (“Reconocer una oportunidad es lo más útil de todo”, decía Píndaro, así como Sófocles sostenía: “Es la mejor guía en todos los menesteres humanos”). ¿Cuál es la característica principal de una vida en la que prima el timing, el sentido de la oportunidad? ¿Cómo se desarrolla? ¿Cómo incide en las relaciones interpersonales, en la seducción amorosa, en el trabajo, en la política? La diferencia entre el sentido de la oportunidad y el oportunismo. La optimización del uso del tiempo. ¿En qué circunstancias es más frecuente dejar pasar una oportunidad y arrepentirse? ¿En qué momento y cómo suele ser más eficaz pedir un aumento de sueldo? El reloj psicológico según los últimos avances de las neurociencias. Las cinco influencias principales del reloj psicológico. ¿Por qué y en qué condiciones cambia nuestra percepción del paso del tiempo? La duración vivida y la recordada. ¿Confirman o refutan los trabajos científicos la idea popular de que el tiempo pasa más rápido a medida que envejecemos? Las técnicas del budismo zen para experimentar el aquí y ahora. Cómo explica la ciencia esas situaciones en las que todos los que nos rodean parecen moverse en cámara lenta. La experiencia de la “expansión del tiempo” (la sensación de que el tiempo dura más) está al alcance de todas las personas. ¿Cómo es posible lograrla? ¿Qué es lo que determina que la disminución de la velocidad del tiempo sea una experiencia enriquecedora o una terrible pesadez? ¿En qué varía la sensación del paso del tiempo cuando realizamos actividades relacionadas con los modos de pensamiento propios del hemisferio derecho? Dos hipótesis distintas de por qué una de las ironías de la vida es que el tiempo parece avanzar muy lento cuando queremos que vaya rápido y pasa demasiado rápido cuando queremos saborear cada instante. La relación entre el tiempo y la cantidad de eventos que ocurren en un lapso determinado. Las irregularidades del tiempo del universo (analizada por físicos como Einstein) y las irregularidades del tiempo subjetivo (reloj psicológico). Borges y la idea de eternidad, la antigua ambición de tener la experiencia de vivir fuera del tiempo. Los viajes y la sensación del paso del tiempo. Tiempo y poder: las reglas del juego de la espera. Las relaciones de poder que se establecen alrededor del tema del tiempo. ¿Cuáles son las dos razones por las que se suele considerar más valioso lo que se obtiene esperando? La espera y la ley de la disonancia cognitiva. Cuando las personas de mayor status hacen esperar a las de menor status. El manejo del tiempo para los brasileños, los argentinos, los hindúes, los japoneses, los chinos y los angloamericanos. Saber esperar: un instrumento poderoso contra los obstáculos de la vida. Cuando se brinda el tiempo como un obsequio. Cómo elegir el momento preciso para cada cosa. Las distintas formas en que es posible ser inoportuno. El arte de callar a tiempo. La prudencia, una virtud de la que el timing forma parte. ¿La prudencia delibera sobre los fines o sobre los medios? Las diferencias, según Teofrasto,entre el impertinente, el entrometido y el inoportuno. Cuando se pasa el cuarto de hora. Churchill y el sentido de la oportunidad. Vivir de acuerdo con el tiempo de los acontecimientos y vivir de acuerdo al reloj: dos tipos de cultura diferentes. Las ventajas de la flexibilidad temporal. Recomendamos especialmente esta charla por la originalidad de las reflexiones de Robert Levine, en conjunción con los aportes de Tresguerres y de otros autores. Como siempre, ilustraremos el tema desde la perspectiva del humor.
Robert Levine. Alfonso Fernández Tresguerres. Macleod. Ruff. Borges. Samuel Beckett. Comte Sponville. Aristóteles. La Bruyere. Teofrastro. Gracián. Plutarco.
(Más abajo incluimos unos fragmentos sobre el tema)

Nuestra actividad se desarrolla a metros de la estación Barrancas de Belgrano. Quienes lo deseen pueden solicitar la dirección y más información (artículos periodísticos sobre nuestra actividad publicados últimamente y antecedentes académicos) Solicite Direccion clikeando Aqui

En cada encuentro, tras la exposición teórica haremos una pausa de diez minutos para el refrigerio, y luego retomaremos con una reflexión conjunta bajo la sombra tutelar del antiguo ideal del diálogo filosófico. La entrada es de $25 y, además del ingreso a la charla, incluye por completo el refrigerio de la pausa.

No ofrecemos artículos sobre el tema en la web ni los enviamos por email: la nuestra es exclusivamente una actividad presencial en la que no es necesario tener ningún tipo de conocimiento previo de filosofía. Hablamos en un lenguaje muy accesible, ilustramos con ejemplos y humor. En el debate interviene sólo quien lo solicita. Se puede (y suele) asistir indistintamente solo o acompañado. La actividad es en Buenos Aires (en el barrio de Belgrano, en nuestra nueva sede), Argentina. Repetimos algunos temas recién un año después de haberlos propuestos para la reflexión.

IMPORTANTE: La dirección física no está en este email. Si desea obtenerla escríbanos. Solicite Direccion clikeando Aqui
Levantamos los mensajes hasta las 15.30hs del viernes y del sábado. No es necesario reservar pero sí solicitar la dirección física.

La exposición teórica está a cargo de la Lic. en Filosofía y Dra. en Ciencias Sociales (ambos por la Universidad de Buenos Aires) Roxana Kreimer, autora de los libros “Artes del buen vivir” (Filosofía para la vida cotidiana), “Falacias del amor (¿Por qué anudamos amor y sufrimiento?)” y “La tiranía del automóvil” (Los costos humanos del progreso tecnológico), y divulgadora de la filosofía práctica en los medios (su última intervención tuvo lugar diariamente en el programa de Canal 7 “Dejámelo pensar”). El lenguaje utilizado en la exposición teórica es comprensible y prescinde de los términos rebuscados con los que a menudo es asociada la filosofía. Nos preocupamos por ilustrar el contenido teórico con humor y con abundantes ejemplos tomados de la vida práctica.

La actividad se extiende durante dos horas y cuarto aproximadamente.

Incluimos un fragmento sobre el tema propuesto con la doble finalidad de ampliar la información para los que puedan estar interesados en asistir y para los que por diversos motivos no podrán hacerlo.

Por lo menos dos razones explican por qué valoramos más muchas cosas por las que tenemos que esperar. ¿Por qué los zapatos parecen más valiosos cuando hicimos una larga cola para comprarlos? En primer lugar, existe una necesidad psicológica de justificar el gasto…en este caso, de tiempo. En psicología social, esto se conoce como la ley de disonancia cognitiva: estamos motivados para encontrar o inventar una explicación de los comportamientos que de otro modo podrían parecer tontos. En segundo lugar, el principio de la escasez, muy utilizado por los vendedores profesionales, según el cual cuanto más inaccesibles las oportunidades, más valiosas parecen, sin que necesariamente lo sean. (Robert Levine)

El investigador Edgar Osuna ha llegado al punto de plantear una relación matemática directa entre el tiempo de espera y el estrés y la ansiedad. (“El costo piscológico de la espera”)

Hay dos duraciones, la vivida y la recordada. Existen pruebas considerables de que ambas no solo son divergentes sino propensas a grandes distorsiones. El científico alemán Skramlik determinó que el reloj psicologico humano es unas 400 veces menos exacto que el mejor de los cronómetros mecánicos de 1930. (Robert Levine)

Nos sentamos en círculo y a las reuniones asisten entre treinta y sesenta hombres y mujeres. Por lo general se trata de personas con curiosidad por la filosofía y por la reflexión compartida. Asisten también gran cantidad de profesionales de diversas disciplinas que no necesariamente tienen conocimientos filosóficos previos ni experiencia en grupos de reflexión filosófica. Los esperamos con un gran entusiasmo por la posibilidad de rescatar la antigua práctica del diálogo filosófico como un instrumento creativo para ampliar nuestra perspectiva sobre diversos temas con el fin de contribuir a al bienestar individual y social

Yo fui de la Juventud Romerista… Entrevista a Alfredo Acosta Díaz

SAN SALVADOR, 18 de octubre de 2008 (SIEP) A sus ochenta años, su mirada penetrante explora el horizonte de la lucha por el socialismo, causa a la que dedicó la mayor parte de su vida, dando la cara para desafiar a la dictadura militar, militante comunista de mente y de corazón. Estamos hablando de Alfredo Acosta Díaz. Escuchemos su palabra que es la memoria de la patria rebelde…

“A los 16 años en 1944 en mi pueblo Chalchuapa, era de la Juventud Romerista y asistí a una reunión en la que habló Virgilio Guerra en nombre de la Unión Nacional de Trabajadores, UNT, arengó abiertamente en contra de la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez, que había que tumbarlo, sus palabras se quedaron grabadas en mi mente, yo ya era rebelde por naturaleza, pero el mensaje me impactó profundamente, años después conocí y trabé amistad con él…”

“Nací en 1928 en Chalchuapa…y me incorpore a la Juventud Romerista, a los 16 años, fue una decisión nacida del entusiasmo juvenil, yo estaba aprendiendo carpintería en el taller que tenía mi papá, de nombre Víctor Manuel Acosta, había estudiado hasta tercer grado…eso fue un día después del levantamiento cívico-militar del 2 de abril, se convocó a un mitin en el parque de los partidarios del Dr. Romero, por su parte, los seguidores del general Martínez se habían acuartelado en el edificio de la Alcaldía, aglutinados en la Guardia Cívica, que era como la Juventud del partido Pro-Patria. Incluso le habían quitado los soportes a la plataforma del quiosco del parque y cuando la gente se subió se desplomó y hasta hubieron heridos…todo para evitar que nos concentráramos…pero nos mantuvimos firmes…”

“Entre los oradores esa tarde se encontraban los doctores Carlos Ganuza Moran padre, Moisés Castro y Morales, Jesús Góchez Castro, que vivían en Santa Ana que eran romeristas, dirigentes del Partido Unión Democrática. Castro y Morales, antiguo comunista, era muy buen orador y agitador…”

El local del PUD estaba en el antiguo Teatro Principal, que era donde se exhibieron las primeras películas mudas en el pueblo…Mi papá aunque no se metía en política me dejaba que yo si lo hiciera…hasta que pasó el golpe del 21 de octubre de 1944, entonces si trataba de detenerme…una vez fui al local del Sindicato de Sastres, era la primera vez que oía esa palabra, sindicato…la noche del golpe del coronel Osmín Aguirre y Salinas teníamos planeada realizar una Velada en el Teatro, íbamos a presentar una obra de teatro, de estudiantes universitarios que venían de Santa Ana…

Antes de la actividad, nos concentramos en el local del PUD, y escuchamos a varios oradores, yo estaba sentado en galería, y allí escuche de nuevo a Virgilio Guerra, hablaba fuerte, sin micrófono, lo presentaron como dirigente campesino de la UNT, fue una alocución muy buena, agitativa, que entusiasmaba, un voz vibrante, muchos años después me entere que Virgilio, el que oí en mi juventud era el mismo que conocía, militante del Partido…del Partido Comunista.

Luego del golpe del 21 de octubre de 1944…

Luego del golpe del 21 de octubre, todos mis compañeros se fueron para Guatemala y yo también aliste maletas pero mi papá me detuvo, me dijo: estas muy cipote…y yo estoy enfermo y vos me ayudas en el taller…Todos los que se fueron murieron en Ahuachapan en diciembre de ese año, el 12 de diciembre en El Espino cuando entraron para combatir a la dictadura militar…entre los jóvenes que murieron estaba el estudiante Ramiro García…eso fue terrible, nos afectó a todos estas muertes…y provocó que más gente se fuera para Guatemala, incluso comerciantes que se habían dado color apoyando al Dr. Romero…Y le dieron la presidencia al contrincante del Dr. Romero, al coronel Salvador Castaneda Castro.

Entonces si, me fui para Guatemala en 1945, nos entusiasmamos para irnos con un amigo, en esa época la vida se puso cara, no habían cereales, el mercado pasaba vacío, todo escaseaba, incluso el gobierno se vio en la necesidad de comprar azúcar peruana, era una azúcar oscura que a nadie le gustaba…Entonces nos fuimos para Guatemala con mi amigo Carlos Rodríguez, los dos éramos aprendices de carpintería…ya ante se había ido Rodolfo González, que fue el Presidente del Comité Juvenil Romerista de Chalchuapa, era el más destacado, demócrata convencido, hijo de hojalatero que fue el que nos recibió en Guatemala y nos consiguió allá donde quedarnos…

Nos fuimos para Guatemala, aventurando, caminando, atravesamos la frontera Jerez, llegamos a Mita, y nos quedamos adormir donde un médico salvadoreño que había quedado ciego de la golpiza que le dieron el 21 de octubre, no me acuerdo de su nombre, al llegar a Guatemala buscamos a Rodolfo y este nos contacto con amigos hojalateros, nos dedicamos a cortar latas, y nos ayudaban con la comida, y dormíamos en el suelo de la estación de ferrocarriles, suerte que era mediados de año y no hacía mucho frío…Después conseguí trabajo en un taller de carpintería, como aprendiz, me pagaban 50 centavos al día, y la señora dueña me daba la comida…un día de esos se presenta mi papá al taller, me había ido a buscar, y me regreso con él…

Unos años después de haber regresado al pueblo, me capturan, me reclutan para el cuartel, la famosa “platada” la hago en san Miguel…años 47-48, fue una experiencia muy significativa, el trato me pareció brutal, denigrante, “de la patada”…

Al regresar al pueblo, como no había trabajo y mi papá tuvo que cerrar la carpintería, salíamos juntos a los pueblos vecinos a buscar trabajo, incluso llegábamos hasta Metapan. Y fue en ese pueblo donde me enamore y conocí a mi esposa, que después me traje para Chalchuapa. Corrían los años 50-51 y estaba levantándose un movimiento de apoyo ala candidatura del cafetalero Roberto Edmundo Canessa, tenía bastante fuerza en Chalchuapa, y fue por el primer partido en que me organice, era la directiva municipal, se llamaba PAN, por el que fui a votar, se votaba con la Guardia Nacional a la par, me acuerdo que incluso un conocido prudista tenía la urna entre las piernas y allí había que votar…era un ambiente coercitivo, de fraude…

En el 59 la Revolución Cubana nos impactó, como muchos oía Radio Habana Cuba, “territorio libre de las Américas.” Y así me iba educando políticamente. También estudie Teneduría de Libros, me gradué ese año 59. Y me tuve que ir a Santa Ana para sacar unas materias que no daban en Chalchuapa. Y ya en Santa Ana vuelvo a ver a los doctores Moisés castro y Morales y Ángel Gochez Castro, esta vez en las filas del Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM.

En enero de 1960 ingreso al PCS

Y en Santa Ana vivía un hermano, Humberto Negro, también carpintero, que fue quien me recluto para el Partido Comunista…ingrese, me juramentaron el 7 de enero de 1960. El me enseñó a trabajar en el oficio y me llevaba a repartir propaganda del PRAM, me iba preparando, íbamos a hacer pegas de propaganda hasta Ahuachapan…bueno, empecé a militar en una célula del PCS en la ciudad de Santa Ana. El responsable era mi hermano, y estaba Víctor Gregorio Rivera, que trabajaba en ese entonces en una fábrica de ladrillos, Eduardo Camporreales, que era talabartero, Pedro Yan, empleado de la bodega de un beneficio, de baja estatura y muy bueno…a veces atendía la célula Raúl Padilla Vela, llegaba a dar pláticas y a organizar caminatas.

En diciembre de 1962, fui seleccionado por la dirección del Partido para asistir alas celebraciones del 4to. Aniversario de la Revolución Cubana. Encabezaba la delegación que incluía a Guadalupe Carpio, a Dimas Alas, a Lety Castro, a Clarita Lechuga, ya Patricio, un sindicalista que vivía en Ciudad Delgado. Éramos siete, se me queda uno…estuvimos allá, en las celebraciones, me acuerdo que en las gradas del monumento a José Martí conocí a Roque Dalton, claro, usaba pseudónimo y hasta después supe que era él. No nos imaginábamos que al regresar íbamos a tener problemas. En México no nos dejaron abordar el avión para San Salvador por órdenes expresas del coronel Julio Rivera, el presidente salvadoreño. Y tuvimos que regresarnos a La Habana…nos mandaron a cortar caña en Santiago, mientras resolvían nuestra situación. Así pasamos tres semanas, hasta que después de darle la vuelta al mundo…Europa, Sur América, pudimos entrar por Honduras, entramos separados, y logre llegar a Santa Ana sin dificultades…

Ese año 63 me mandaron a estudiar a la URSS. A la Escuela de Cuadros del PCUS. Íbamos siete, Rafael Aguiñada Carranza, Tirso Canales, Chiquitín García, Miguel Ángel Cea, y un profesor…después se incorporó el Dr. Antonio Díaz. A mediados del 64 llegó la noticia que a Aguiñada lo habían electo suplente de CP y a Díaz en el Comité Central en el V Congreso del PCS. Cea comentó sobre estos acuerdos que “es por eso que me mandaron para acá, para sacarme del camino…”

En el 65 regresamos de la URSS, regresó a trabajar a Santa Ana. Me envían al Comité Departamental. El trabajo abierto lo realizábamos por medio del PAR, llevamos en Usulutan de candidato a Alcalde a Farid Handal, y en Santa Ana…no me acuerdo. Pero si que teníamos poca audiencia, nadie nos oía, había poca recepción a nuestro mensaje…En realidad lo que levantó al PAR fue la candidatura para la Presidencia del Dr. Fabio Castillo, fue una campaña muy buena, “cinco problemas y cinco soluciones” se incorporaron los estudiantes universitarios y la campaña fue una jornada de educación política masiva…personalmente me conseguí un aparato para exhibir diapositivas y con este aparato visitábamos las comunidades y logramos impactar y crecer, antes no se crecía, y de estas campaña surgieron decenas de nuevos cuadros…peor luego nos cancelaron el partido y quedamos por un tiempo sin instrumento legal para acercarnos a las masas…

En 1969 el Partido decidí trasladarme a San Salvador. En 1970 en el VI Congreso del PCS soy electo para integrar el Comité Central. En ese congreso se presentó el problema que nadie quería asumir la secretaría general dejada por Saúl. Al final se llegó aun arreglo que un secretariado asumiera la secretaría general. Quedamos Schafik, Rafael Aguiñada y mi persona en el secretariado. Pero también me integre a la Comisión Nacional de Organización, que dirigía Rafael Aguiñada.

Voz Popular No. 60 de diciembre de 1975,

Alfredo Acosta ( junto a Guillermo Ungo)

representando al UDN.

Como CNO visitábamos a las bases en los departamentos, impartíamos cursos de marxismo, el PCS era muy reducido y nuestro trabajo se enfilaba a ampliar nuestra presencia orgánica entre la clase obrera de las ciudades y del campo. Víctor Gregorio Rivera se encargaba del trabajo entre los campesinos.

En un pleno del Comité central, ese mismo año 1970, se acuerda que Raúl Castellanos Figueroa fuera a una reunión internacional a Moscú a representar a nuestro partido… fue cuando murió allá, y entonces trajeron sus restos y el partido después de muchos años de clandestinidad salió a flote, públicamente, en el ataúd pusimos la bandera roja con la hoz y el martillo, símbolo de nuestro Partido, y lo velamos en varios lugares, en la UES, en la FUSS y en la Funeraria. Mucha gente que había trabajado con nosotros en el PRAM, en el PAR se acercaron para expresar su pésame y saludar a los comunistas que perdía a uno de su cuadros más destacados. estuvieron para el velorio y para el entierro…salimos a la luz pública por primera vez desde la masacre de 1932. El Partido estaba vivo, no habían podido destruirlo…fue un momento impactante para el movimiento popular y revolucionario.

En el 72 fue la campaña de José Napoleón Duarte para la presidencia, en una amplia alianza que hicimos con el PDC y el MNR, que llamamos Unión Nacional Opositora, la UNO. Participe como candidato a diputado por Santa Ana. Dagoberto Gutiérrez era el suplente. Ya Dagoberto para esa época era muy apreciado y no lo llevamos de candidato a Alcalde en Chalchuapa, por que no alcanzaba la edad requerida. Hice ese periodo 72-74 y también el siguiente, 74-76, pero entonces cambiamos con Dagoberto y yo fui el suplente y él el diputado propietario.

Alfredo Díaz denuncia en Voz Popular

No. 85 de octubre de 1976 el asalto

contra el local del UDN en Ciudad

Delgado.

En 1976 fui electo secretario general del partido Unión Democrática Nacionalista, que era el instrumento legal que utilizábamos los comunistas para participar en la lucha electoral. El primer secretario general del “nuevo” UDN fue Carlos Rivera, también originario de Chalchuapa, aunque vivía en Santa Tecla. Y lo mataron en 1970. Después estuvo Mario Inclan. Yo fui el tercer secretario general.

Después del asesinato de Rafael Aguiñada en septiembre de 1975, asumo la conducción de la Comisión de Organización. En 1979 por decisión partidaria, no asisto al VII Congreso del Partido, junto con Raúl Vargas nos quedamos al frente del partido mientras este sesionaba…ambos fuimos ratificados como miembros del Comité Central. En mi caso también de la CP y secretariado… ( continuara)

En los años 60 como UTF fortalecimos la unidad del movimiento sindical… Entrevista con Hipólito Calles

SAN SALVADOR, 11 de octubre de 2008 (SIEP) La Unión de Trabajadores Ferrocarrileros, UTF ha sido uno de los sindicatos más poderosos y combativos en la historia de la lucha de los trabajadores salvadoreños durante el siglo pasado. Publicamos a continuación una entrevista con uno de sus dirigentes más destacados, Hipólito Calles.

“Soy de Apopa, vengo del campo…nací en 1933, ando por los 75 años. Debo aclararte que primeramente fui reclutado a nivel político, en el PCS, cuando trabajaba en un taller de hojalatería, fue por medio de un tío que me contactó con Salvador Cayetano Carpio, y con Blas Escamilla. Y empezaron a visitarme, en especial Salvador, y a darme lecturas sobre lo que era el partido, los estatutos, el programa, y a explicarme su línea política…mi pseudónimo por mucho tiempo fue Julio.”

Conocí a Salvador Cayetano Carpio también por medio de mi suegro, que resultó ser militante del Partido Comunista, era el papá de mi primera esposa, ella vive en Canadá…Fíjese que con Salvador, aunque hubo la separación, la amistad nunca la perdimos. Pienso que Salvador es uno de los pilares de nuestro movimiento revolucionario, se pudo haber equivocado, pero sus meritos no pueden ser negados, debe de rescatarse su figura histórica, su aporte que cubre cuarenta años de lucha. Salvador fue el que me reclutó…

Me explicaron sobre el movimiento sindical, su historia, el papel de la Confederación de Trabajadores Centroamericanos, creada en 1924, ahora reflexionó que precisamente Salvador tomó como base para su obra Guión del Movimiento Sindical el estudio individual que hizo conmigo, te estoy hablando de principios de los años cincuenta…cuando era prohibido andar en la calle protestando, eran tiempos de Osorio. En el año 52 el partido me instruye para buscar trabajo en dos, en tres empresas que eran claves, en la Fábrica de Aceites El Dorado, en la Fábrica de Bebidas la Constancia o en la IRCA.

Me convierto en obrero ferrocarrilero

Y logre entrar a la IRCA con la consigna partidaria de reorganizar el movimiento sindical… porque la UTF ya existía pero su dirección estaba controlada por la derecha prudista, eran del PRUD, el partido oficial. A los dos años habíamos recuperado la UTF para nuestras ideas. Ves esta cicatriz, una vez un hule se disparó y me rebotó, me quebró el brazo, estuve hospitalizado, lo que me sirvió para estudiar, para prepararme teóricamente para las batallas que venían…cuando uno anda en la lucha cada momento debe de ser aprovechado…

En el 62 estuve militando en una célula de intelectuales, con Félix Villatoro y Manlio Argueta, andaba por ahí Orestes Posada, que era asesor sindical, los Cinco Poetas: el Pichón Cea, Manlio, Armijo, Tirso Canales…llegaba el Dr. Arístides Larín, asesor sindical y un cuadro del Partido muy respetado, llegaba Roberto Castellanos Calvo, era una base de profesionales, y como pequeño burgueses que eran caían en el desorden , no tenían disciplina proletaria… llegaban tarde, se iban temprano, etc., otra persona cercana era la Dra. Matilde Elena López, también asesora sindical, asesoraba a su esposo Miguel Angel Valladares, que fue presidente de la Asociación de Trabajadores Ferrocarrileros, el antecedente histórico de la UTF en los años cuarenta.

En el 70 no me fui con Salvador, nos quedamos en el PCS, reflexiono a esta altura que fue porque no supimos entender el mensaje de Saúl…Luego cometimos muchos errores, como el de mezclar, confundir el movimiento sindical , gremial con el movimiento político, partidario…y este es un gravísimo error y se continúa cometiendo en la actualidad. …en aquel momento, principios de los setenta y luego principios de los ochenta, a los mejores cuadros del movimiento popular se los jaló la guerrilla, y se enmontañaron y el movimiento popular quedo huérfano, descabezado y todavía no nos hemos recuperado de ese error, seguimos débiles en el movimiento popular y no solo como resultado de la represión, que fue también intensa, sino fuimos víctimas de nuestros errores.

Una dirigencia derechista que fue desplazada de la UTF

Entre los que dirigían en ese entonces, principios de los años cincuenta, la UTF se encontraba Salvador González Reyna, Miguel Ángel Bracamonte, tristemente famosos porque se robaron en aquella época 20, 000 colones…Héctor José Saavedra Ventura, Héctor santos que como líder sindical obtuvo que nos bajaran los sueldos, peor que los patrones…lideres vendidos. Estos nefastos personajes habían convertido a la UTF en un cascarón, sin ideología, sin trabajo de base, sin, presencia en la vida nacional…y además, comenzando con Toño Martínez, el secretario general, eran diputados del PRUD, osoristas.

Nuestra primera actividad consistió en constituir el Comité de Actividades Sociales de la UTF, y a insertarlo dentro de la directiva para oficializarlo, esto lo logramos en asamblea general, nos íbamos ganado la base, íbamos ganado elecciones…El local quedaba en ese entonces en la 20 Avenida Norte, y Calle Celis, por la escuela Republica de Chile, rodeados de bares. Luego nos posicionamos en la secretaría de cultura para desde allí impulsar actividades y realizar el trabajo organizativo.

En determinado momento, acumulamos la suficiente fuerza para desplazar a los prudistas, para esto hicimos alianza con sectores que calificábamos como gremialistas, y al final, logramos sacar a los prudistas corruptos de la dirección de la UTF, limpiamos la UTF, la saneamos. Elegimos a Samuel Hernández Echegoyen, era una directiva blanda, gremialista, economicista, pero ya no prudista y eso era un gran avance. Y a partir de ahí iniciamos un intenso trabajo organizativo…salíamos a la vía, que es donde estaban los trabajadores, a consultarlos, a informarles, a buscar el contacto con nuestras bases, nos íbamos en tren para Apopa, platicábamos con los compañeros y regresábamos. Era un trabajo de hormiga, sacrificado, sistemático.

En todo este periodo nunca me recete una beca porque comprendí que el recetarse la propia medicina ( viajes) al final hace daño y conduce a traicionar a nuestro movimiento, como sucedió con muchos compañeros. Fíjese que todo este trabajo lo hacíamos con pisto de la bolsa de uno, por convicción, nos “cabudeabamos” para realizar el trabajo, no existían los famosos “viáticos” y así fuimos creciendo y creciendo, hasta consolidar una base partidaria al interior del la UTF y tener fuerza para conducir el gremio.

Con los gremialistas dimos la batalla contra los prudistas aglutinando a los maquinistas, fogoneros, y la gente de los talleres…Con esta alianza, en conjunto pudimos sacar a los prudistas de la dirección de la UTF. El destacamento revolucionario, lo integrábamos José Enrique Herrera, que vive todavía, Pedro Pérez Cruz (+) Alex Gómez (+) , José Funes gallegos, Abraham Cruz, Miguel Majano, Salvador López Santamaría, que vive y este servidor que presidió el Comité de Actividades Sociales de la UTF.

Marchamos juntos el 1ro. de mayo de 1954

Una de las contribuciones más grandes que impulsamos fue al de sacar a la calle a la UTF junto con los llamados “sindicatos de la Quinta,” refiriéndose a los sindicatos de izquierda, influenciados por el PCS que estaban ubicados en la 5ta. Calle Oriente y 10 Av. Norte, donde después estuvo la FUSS y luego el Instituto Obrero José Celestino Castro, hoy hay un comedor. Ya en el año 54 desfilamos juntos para el 1ro. de mayo, y aunque los gremialistas no nos quisieron prestar el pabellón oficial, hicimos nuestra propia bandera de la UTF y marchamos…movilizamos a unos cincuenta miembros. Desfilamos como se acostumbraba desde el inicio de la Avenida Independencia, donde hoy esta el reloj de Flores y antes estaba la estatua del indio Atlacatl, hasta el parque Libertad.

Este fue el inicio del proceso de unidad del movimiento sindical, que después concluyó con la creación en 1957 de la Confederación General de trabajadores Salvadoreños, que al año siguiente fue dividida por la derecha creándose la CGS. Tengo el honor de haber presidido la UTF por diez años, del 62 al 72, fueron años de intensas luchas tanto sindicales como políticas. En esos diez años como logros podemos mencionar la construcción de dos edificios, el local en San Salvador en el barrio de Concepción, que fue sede de muchos encuentros sindicales y es que como UTF nos propusimos construir un local grande, espacioso, del que todavía estamos orgullosos…y el local en la ciudad de La Unión, que es donde esta hoy el local del FMLN. me queda de satisfacción ese tesoro de sentir que cualquiera me saluda con buenas ojos, con respeto y es en reconocimiento a esta trayectoria de lucha.

En el local de la UTF celebramos el 1er. Congreso de Unidad Sindical. Y logramos traer a invitados internacionales, vinieron de la Federación Sindical Mundial, incluso de la ORIT, de la CLAT. Como dirigente de la UTF adquirí mucha experiencia sindical en la negociación de contratos colectivos, incluso asesoraba a otros sindicatos, como el de la refinería de Azúcar, el del cemento en Metapan.

En el 62, siendo ya secretario general continuó el trabajo, el vergazeo, ideológico y político, continuamos el trabajo de hormiga, con y desde las bases, visitándolos, educándolas, movilizándolas. Y a nivel nacional, como Partido iniciamos el esfuerzo del Comité de Reorganización Obrero Sindical, el famoso CROS, lo iniciamos con tres sindicatos: el de Molinos de El Salvador, de Agroservicios Moran y la UTF. Levantamos la bandera de la lucha en contra de los despidos injustificados…En el 63 ya habíamos crecido a siete y renace el CUS ( Comité de Unidad Sindical) que luego se convierte en octubre de 1965 en la Federación Unitaria Sindical (FUSS), ya con 24 sindicatos, de los más destacados , de los más aguerridos. esto fue hecho con visión y con esfuerzo, mucho esfuerzo y mucho trabajo.

El Partido lo integraban zapateros y panaderos

De esa época tengo presente a Salvador Cayetano Carpio, con sus gruesos lentes, a Jacinto Castellanos Rivas, que era intelectual…en realidad el partido tenía una base fuerte entre los obreros artesanos, y había muy pocos intelectuales… Me acuerdo del zapatero Pedro Duran, de pseudónimo Firpo, que era el nombre de un famoso boxeador de la época y que fue de donde tomó su nombre el equipo de Usulutan. Me acuerdo de Don Licho que tenía una zapatería…

El Partido lo integraban zapateros y panaderos, sastres y talabarteros, y obreros de la construcción, puramente obreros artesanales, y uno que otro intelectual como el viejito Napoleón Rodríguez Ruiz, Decano de la facultad de Derecho, como Jorge Arias Gómez, que venía en el Partido desde el 44, como Don Salvador Valencia Robles, Don Yeyo, que era catedrático de la UES y fue también decano y lo exilaron. Es sobre estos pilares que descansó por mucho tiempo el movimiento revolucionario, la militancia comunista. También participe en el FUAR en el área de propaganda, junto con Jorge Hernández y Carlos Marín.

En el 72 tuve diferencias con la conducción política del movimiento sindical, con el enfoque tanto de Schafik como de Mario Aguiñada, y entonces decidí no continuar como secretario general de la UTF, me aparte, ya no quise seguir, me autoelimine…No me parecían las prácticas de Mario Aguiñada, ni de su hermano el Chele Aguiñada. A propósito, fíjate que ese día que mataron al hermano de Mario, al Chele, lo estuvimos esperando en el local de FENASTRAS para ir a echarnos unos tragos, estuve con Cárcamo que decía: espérate, va venir el Chele, pero pasaba el tiempo y no llegaba así que decidimos irnos, ya no lo esperamos…luego nos contaron que pasó a buscarnos y no nos encontró…esa noche fue que lo mataron. No nos tocaba todavía irnos con él… Yo del Chele era amigo aunque no coincidíamos en la visión, en los métodos del trabajo sindical, Mario si me caía y me sigue cayendo mal…

Ah me salí el 72 del puesto de secretario general, pero seguí en la directiva, es después que me retiran porque me opuse a que nos indemnizaran y a que destruyeran el sindicato porque yo como sindicalista voy a morir con las botas puestas…Luego del 72 me quede aislado, y al deshacerse la UTF quede desconectado y pedí permiso al Partido, no me fui con Dimas ni con Salvador, sino que me aleje del movimiento por un tiempo…

Fui militante del PRTC

En los ochenta, me encontré con Francisco Martínez a quien ya conocía del movimiento sindical porque había sido dirigente del sindicato de Hilaturas, él se había formado en los talleres, ya para esa época ya estaban las tendencias, y así llegue al PRTC y también influyó un profesor de ANDES 21 de Junio, el Lic. Mario López…por mi parte lleve al PRTC a mis antiguos compañeros Pedro Rojas, al Gordo Torres, a Miguel Majano con los que constituimos el Comité de Bases Obreras, el COB. En este tiempo me volví vendedor y como no perdía la costumbre, forme el Sindicato de vendedores, con las siglas SIVENDES.

En el 90 me jubilo, con la colaboración del Diablo Mayor, que trabaja en la Alcaldía de Soyapango pero no es el alcalde, que para esa época era dirigente del STISSS. Y trabajo con los jubilados y formamos la Asociación de Jubilados y estamos trabajando para constituir la Federación de Jubilados, necesitamos elegir la directiva y desarrollar pensamiento sobre este tema de la Tercera Edad, tenemos varias banderas de lucha como la lucha por el aguinaldo.

Tengo 75 años y 3 hijos ya mayores, sigo luchando con mucho entusiasmo, pienso que moriré luchando que es la manera de vivir, así lo aprendimos a luchar con iniciativa, con imaginación, con audacia, hay mucho pueblo que organizar…y te recuerdo de nuevo yo soy el parto político organizativo del Guión Sindical de Salvador.-