Cinco Tesis para un Análisis Crítico de la Gestión Económica Gubernamental 2009-2014

Cinco Tesis para un Análisis Crítico de la Gestión Económica Gubernamental 2009-2014
mayo 30, 2014 Voces Comentar
Publicado en: Actualidad, Economía, Foro de opiniones, Nacionales, Voces Ciudadanas

La evaluación de la gestión económica de un gobierno es una tarea compleja. No por las cifras, hechos y/o relaciones multicausales que esta tarea implica, sino sobre todo, por la posición desde la cual se realiza esta tarea.

Julia Evelyn Martínez

No es lo mismo analizar el desempeño de un gobierno desde el mismo gobierno, que analizar esa misma gestión desde la oposición política. Imaginemos por un momento cuál sería hoy la interpretación que los economistas orgánicos del partido FMLN, harían sobre la tasa promedio de crecimiento de PIB en el quinquenio 2009-2013, sí el triunfador de las elecciones presidenciales de 2009 hubiese sido el partido ARENA y no el FMLN, y sí estos mismos intelectuales tuvieran que analizar esta tasa de crecimiento desde la oposición política y no desde su colaboración con el gobierno.

¿Continuarían insistiendo que la principal responsabilidad de esa tasa de crecimiento promedio del 0.8% debe atribuirse a la recesión económica mundial, y que en este contexto, esa tasa de crecimiento debería considerarse más bien un éxito? ¿O estos economistas tenderían a restar importancia a los factores internacionales y a centrar su análisis en las restricciones estructurales al crecimiento y a los desequilibrios macroeconómicos de la economía salvadoreña, que no fueron removidas durante la gestión económica evaluada?

Seguramente les pasaría algo similar a lo que les ocurre a los intelectuales orgánicos del partido ARENA que se expresan a través de FUSADES. Estos economistas en su evaluación económica de la presidencia Funes, ponen ahora su énfasis en aspectos económicos y sociales estructurales, como el sub empleo, la pobreza multidimensional y la brecha comercial, que fueron olvidados en sus análisis de las cuatro gestiones presidenciales del partido ARENA.

Tampoco da lo mismo evaluar el desempeño de las políticas económicas gubernamentales desde los intereses de la clase dominante, que evaluar ese desempeño desde los intereses de la clase dominada. Menos aún se puede pretender que este análisis económico será el mismo sí se realiza desde una perspectiva feminista o desde una postura que no tome en cuenta las asimetrías en el funcionamiento de la economía entre hombres y mujeres.

Por todo lo anterior, es una ingenuidad clasificar los análisis económicos de una gestión gubernamental en términos binarios: correctos o equivocados; objetivos o subjetivos; profundos o superficiales. Esto debido a que es inevitable que tenderemos a considerar correctos, objetivos y/o profundos, a aquellos análisis que correspondan a nuestros intereses de clase, género o de partido, y en cambio, tenderemos a considerar como equivocados, subjetivos y/o superficiales, a los que estén en contra o que no correspondan a nuestros intereses de clase, género o de partido.

Establecido lo anterior, a lo que sí podemos aspirar es a elaborar un análisis crítico de la estrategia económica de un gobierno. Entendiendo por análisis crítico una postura de inconformidad con la realidad económica actual y de búsqueda de soluciones alternativas y estructurales a los problemas que produce esta realidad económica.

Un análisis de este tipo, debe realizarse a partir de tesis, que deben ser sometidas a la crítica intensa, al debate argumentativo, y sobre todo, a la confrontación con los hechos y cifras que refuten o refuercen dichas tesis.

En este artículo, y desde una postura definida (marxista, anti-capitalista, feminista, anti-imperialista, no gubernamental y no partidaria), se esbozan algunas tesis que podrían contribuir a un debate crítico sobre la gestión económica gubernamental en el período 2009-2014.

Tesis No 1: La gestión económica de la administración Funes se convirtió desde el inicio hasta el final, en una pieza importante de la estrategia del imperialismo estadounidense por detener el declive de su hegemonía en América Latina y el Caribe.

El Presidente Funes realizó a lo largo de todo su mandato, los mayores esfuerzos por ser recocido por el gobierno de Estados Unidos como un aliado confiable y por formar parte de la revitalización de la estrategia de control político, económico y territorial de Estados Unidos en Mesoamérica. La búsqueda compulsiva de este reconocimiento, llevó al gobierno de Funes a asumir posturas que lo distanciaron de los gobiernos progresistas y anti- imperialistas de sur América y el Caribe y lo acercaron a gobiernos conservadores y pro-imperialistas.

En lo económico, esto implicó la decisión del gobierno de no realizar ninguna revisión a las condición de comercio e inversión impuestas por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos(TLC); la decisión de incorporar a El Salvador como observados de la Alianza para el Pacífico y mantener alejado al país del ALBA y de Petrocaribe; las gestiones para la firma del Asocio para el Crecimiento con Estados Unidos, y su absoluta disponibilidad para aceptar la creciente condicionalidad del gobierno de ese país para conceder una donación de $277 millones de la Cuenta Reto del Milenio (MCC), incluyendo la formación de una Comisión Nacional por el Crecimiento integrada por los miembros más destacados de la oligarquía neoliberal salvadoreña y principales financiadores del partido ARENA.

Tesis No 2: La gestión económica 2009 – 2014 se vio obligada inicialmente a proseguir con la inercia neoliberal heredada por los veinte años de gobiernos del partido ARENA, pero terminó por asimilarla e incorporarla a su discurso de cambios.

Por inercia neoliberal se entiende la trayectoria de políticas y de reformas económicas inspiradas en el llamado Consenso Neoliberal (privatización, concesiones de bienes y servicios públicas, acuerdos de libre comercio e inversión, fortalecimiento de derechos de propiedad, etc.) que tienen como objetivo principal crear condiciones favorables para que las empresas capitalistas nacionales y extranjeras puedan ampliar sus opciones para invertir capital al mismo tiempo que reducen sus costos y aumentan sus ganancias. Esta trayectoria de políticas supone entre muchas otras cosas, el despojo de la sociedad de sus bienes comunes y de sus bienes públicos, la pérdida de capacidad de los pueblos de controlar las cadenas agro alimentarias así como la pérdida de la capacidad de los gobiernos de decidir sus propias políticas para el desarrollo.

En un primer momento, la incorporación del gobierno de Mauricio Funes a la inercia neoliberal estuvo determinada por factores coyunturales.

En primer lugar, los efectos macroeconómicos de la recesión económica mundial de 2008 y la necesidad de mantener acuerdos de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), condicionaron al gobierno a aceptar el “blindaje” de las reformas económicas de los 20 años anteriores y abortar cualquier intento de reversión de estas reformas.

En segundo, lugar el reclutamiento y la conformación de los equipos técnicos que dieron soporte al gabinete económico, representaron obstáculos prácticos para que el gabinete económico dispusiera de capacidades para interpretar de una manera diferente los problemas económicos y para pensar en soluciones alternativas a las soluciones propuestas por el consenso neoliberal. No se podía esperar que las cosas se hicieran de manera diferentes a cómo se hacen en el neoliberalismo, sí se encomendó esta tarea a personas que piensan en términos neoliberales y/o personas a las que les es indiferente trabajar para una entidad como FUSADES, para un gobierno de ARENA o para un gobierno del FMLN.

En el mediano plazo, y ante la incapacidad de articular en la teoría y en la práctica un proyecto económico contra hegemónico, el gobierno terminó por asumir la revisión y la profundización del proyecto neoliberal, como su propio proyecto.

La revisión se llevó adelante mediante la adopción de políticas económicas sectoriales, y el incremento del gasto social focalizado a los grupos más vulnerables y más afectados por las dinámicas económicas impulsadas desde el año 1989.

La profundización del modelo se logró a su vez por la vía de las reformas a las leyes de inversión, la ratificación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, y la identificación de la Ley de Asocios Público Privado (APP) como la “madre de todas las reformas” para el crecimiento y el desarrollo.

Tesis No 3: Un importante sector de economía popular (cooperativas, asociaciones agropecuarias, etc.) logró incidir en el diseño de políticas sectoriales encaminadas a fortalecer a sectores económicos populares. Sin embargo, los beneficios potenciales de estas medidas terminaron siendo neutralizados por la incapacidad e inexperiencia de funcionarios y funcionarias responsables de áreas claves de este ámbito de la gestión económica.

La falta de vinculación orgánica entre el gobierno de Funes y el partido FMLN en el ámbito del diseño de políticas públicas, fue compensado mediante el establecimiento de alianzas con sectores de la economía popular y con organizaciones con base territorial, que tradicionalmente han sido bases del FMLN o en menor medida de partidos como el PDC y el PCN.

Con estos grupos el gobierno pudo conformar el sector social del Consejo Económico Social (CES) y pudo crear las mesas sectoriales sobre diversas temáticas que le procuraron el oxigeno y la legitimidad necesaria en momentos críticos de la gestión económica, como la aprobación de la Ley de Asocios Público Privados y las protestas sindicales. En gran parte, estos grupos que se movilizaron en calles y actos públicos multitudinarios para mostrar la fuerza y el apoyo popular a la gestión gubernamental, a pesar de su distanciamiento con el partido FMLN.

Estas alianzas conllevaron algunos cambios en las políticas sectoriales, en especial en el sector agropecuario, tales como medidas para fortalecer la capacidad de producir alimentos y semillas nacionales, y la canalización de fondos no reembolsables para el desarrollo productivo de empresas pequeñas y medianas, en particular, empresas asociativas y cooperativas. Estas medidas tenían la potencialidad no solo de democratizar la base productiva territorial de la economía salvadoreña sino también de promover la emergencia de relaciones de poder contra hegemónicas a las relaciones de poder económicas basadas en la explotación del capital sobre el trabajo y/o en la expoliación de productores no capitalistas por parte del sector de empresas capitalistas nacionales y transnacionales.

Sin embargo, la falta de perspectiva de Economía Política por parte de funcionarios y funcionarias responsables de estas áreas de la gestión económica, representaron un serio obstáculo para que estas reformas económicas se tradujeran en el fortalecimiento de nuevos actores económicos y de nuevas relaciones económicas en los territorios.

Un ejemplo de esta incapacidad durante este quinquenio fue la desafortunada labor de la CONAMYPE-MINEC que se plegó a la visón de la USAID en el diseño y ejecución de los proyectos de asociatividad y encadenamientos productivos de la micro, pequeña y mediana empresa. Estos proyectos tuvieron como meta la vinculación de las iniciativas económicas populares a las cadenas productivas dominadas por grandes empresas capitalistas (Walmart, Super, Sab Miller, etc.), ya sea en calidad de proveedoras de materias primas y otros productos a precios bajos, como en calidad de distribuidoras de los bienes y servicios producidos por estas empresas.

De esta manera, los mínimos avances logrados en materia de desarrollo de la capacidad productiva del sector popular de la economía terminaron siendo canalizados a beneficiar a las empresas capitalistas nacionales y transnacionales, mediante el abaratamiento de sus costos de producción y de distribución de bienes y servicios, y en el afianzamiento de su capacidad de controlar en su propio beneficio las cadenas productivas nacionales, en particular, las cadenas agroalimentarias.

Tesis No 4: La gestión económica del período 2009- 2014 se realizó sin cumplir con el compromiso contenido en el Plan Quinquenal de Desarrollo de incorporar el enfoque de género en el ciclo de las políticas económicas y terminó reduciéndose a acciones puntuales y aisladas de promoción de iniciativas económicas de mujeres pobres.

Incorporar el enfoque de la igualdad de género en la gestión económica de un gobierno no puede limitarse al financiamiento y/o ejecución de proyectos económicos para mujeres ni tampoco se puede limitar a ejecutar acciones de discriminación positiva o acciones afirmativas para beneficiar económicamente a las mujeres pobres.

Incorporar el género en la gestión económica de un gobierno es convertir la preocupación por la desigualdad de género y el interés por equilibrar las oportunidades de acceso a recursos productivos, a empleo, ingresos y a incentivos económicos entre hombres y mujeres, en las líneas maestras de TODAS las políticas económicas, sean estas políticas fiscales, políticas comerciales, políticas de industrialización, políticas de desarrollo rural, entre muchas otras.

Desafortunadamente, durante la gestión económica del quinquenio, las políticas económicas continuaron siendo ciegas a las relaciones de género y se limitaron a los discursos de buenas intenciones hacia las mujeres y a la ejecución de pequeños proyectos en favor de la “autonomía económica de las mujeres”.

Un ejemplo de la ausencia de esta perspectiva de género en las políticas económicas se puede encontrar en la política de desarrollo rural.

En los principales programas de desarrollo productivo que se ejecutaron desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en estos años, se estableció que la propiedad de la tierra sería una de las condiciones indispensables para que las organizaciones rurales pudieran obtener los beneficios de los fondos de inversión no reembolsables para el desarrollo de negocios rentables. Sin embargo, esta condicionalidad excluyó en la práctica a las mujeres rurales, ya que ellas representan una minoría en las organizaciones rurales que poseen tierras y porque las organizaciones de mujeres rurales se caracterizan por no tener acceso a la tierra.

Esto obviamente no fue un resultado intencional de los responsables de estas políticas, sino más bien fue el producto de la ausencia de capacidades para colocar la problemática de género como un tema relevante para el desarrollo rural y para el diseño de estas políticas.

Un diagnóstico de género les hubiera advertido a la administración Funes que las mujeres solo representan el 15% de los propietarios de tierra de vocación agrícola mientras que los hombres representan el 85% de estos propietarios. En consecuencia, esto les habría permitido saber que sí realmente aspiraban a un desarrollo rural con inclusión de las mujeres, debían ejecutar de manera simultánea a estos programas de desarrollo rural, acciones de compra y adjudicación de tierras a las organizaciones rurales de mujeres, para que ellas tuvieran las mismas oportunidades que las organizaciones de hombres de ser beneficiadas con las medidas de promoción a la diversificación y a la competitividad rural.

Ejemplos similares se pueden identificar en otras áreas de política económica.

Tesis No 5: La gestión económica gubernamental 2009-2014 se caracterizó por un estilo autoritario, errático y patriarcal.

Hace exactamente cuatro años, el Doctor Manuel Sevilla presentó su renuncia como Ministro de Agricultura y Ganadería. En su carta de renuncia justificaba su decisión aduciendo que después de casi doce meses encontraba imposible continuar en el MAG por varios motivos, entre ellos porque profesionalmente le era difícil trabajar en un ambiente de “poca coordinación y debilidad de liderazgo, especialmente a nivel de área económica”. Según Manuel Sevilla, los funcionarios del Gabinete Económico carecían en ese entonces de los espacios de análisis y discusión indispensables para convertir al conjunto del Gabinete en un equipo efectivo que le brinde al mandatario la asesoría y el apoyo necesario para gobernar. Asimismo, denunció en ese momento “el estilo centralista y poco participativo que el equipo presidencial ha adoptado en sus relaciones con el Gabinete provoca que las decisiones y equipos se están concentrando en las instancias inmediatas a la presidencia, debilitando la autoridad y capacidad de los ministerio, restringiendo la iniciativa y creatividad de muchos ministros”. (LPG, 12.05.2010)

Dos años después, el Doctor Héctor Dada Hirezi, tomó la decisión de renunciar al cargo de Ministro de Economía debido a la falta de condiciones para crear una política inclusiva dentro del gobierno. Según sus declaraciones, como titular de economía no solo no tenía comunicación directa con el Presidente sino que no participaba en la construcción de la política económica. En sus palabras: “Venían ya cocinadas desde Casa Presidencial y no había oportunidad de opinar” (CP, 30.05.2014)

Estos casos son apenas algunos ejemplos que ilustran el talante autoritario y excluyente que caracterizó el liderazgo del Presidente Fune en todas las áreas de la gestión gubernamental, y en particular, la gestión económica.

A esto debe agregarse el estilo patriarcal de la presidencia Funes, que se tradujo en la conformación de un gabinete económico sin participación de mujeres y con un discurso sexista según el cual, la fortaleza y capacidad de su gobierno tenía como causa principal el hecho de tener “bien puestos los pantalones”.

Un debate sobre estas y otras tesis, es importante y necesario, sobre todo de cara a la nueva gestión económica gubernamental que está por iniciarse. Entre otras cosas, porque como decía Albert Einstein, no se pueden lograr resultados diferentes si se insiste en seguir haciendo las cosas de la misma manera.

Realidades e ilusiones del segundo gobierno del FMLN

Realidades e ilusiones del segundo gobierno del FMLN
Por Roberto Pineda 30 de mayo de 2014
El comienzo de un segundo gobierno del FMLN este próximo 1 de junio, genera diversas interrogantes y desafíos, de algunos los cuales únicamente encontraremos las respuestas a medida que el proceso avance. No obstante esto, para el movimiento popular es crucial definir los indicadores que marcaran el rumbo y darles seguimiento, en el marco del inicio de una aguda pelea por la agenda del país, en la cual la izquierda representada en el FMLN mantiene hasta hoy la iniciativa estratégica, en una compleja dinámica de realidades e ilusiones, de hechos y apuestas, de fuerzas e intereses.
Es una pelea en la cual influyen aspectos internos y del entorno internacional. Es una pelea que se mide por la fuerza y la visión estratégica de cada contrincante, en su definida calidad de enemigo social y no de adversario electoral. Es una pelea con profundas raíces de enfrentamiento de proyectos históricos antagónicos.
A continuación abordamos algunas de estas interrogantes y las respuestas dadas por cada fuerza social a partir de sus intereses de clase. Iniciamos con una valoración sobre la marcha del 1 de mayo.

La CUSS y el Primero de mayo de 2014

El surgimiento de una nueva instancia de coordinación del movimiento popular, social y sindical, a partir de este 1 de mayo, la Coordinadora Unitaria Social y Sindical, CUSS, de la cual participamos como Comunidades de Fe y Vida, COFEVI, de llegar a consolidarse, lo cual no es fácil por las desconfianzas existentes, constituye un importante avance en general, en el camino a la unificación de los sectores populares.
Y en particular, para exigir reivindicaciones socio-económicas a la vez que se respalda políticamente al segundo gobierno del FMLN. Ojala que este respaldo de la CUSS no sea incondicional y tenga como guía fundamental incidir para que la agenda de país priorice la defensa de los intereses de los trabajadores.
El 1 de mayo explica al 1 de junio. Es el peso político del movimiento social y popular que respalda al FMLN y que se expresa en las calles cada 1 de mayo, lo que le permite continuar derrotando a la derecha en general y a ARENA en particular. Son esas decenas de miles de personas organizadas junto con la maquinaria electoral del FMLN el ejército político del actual proceso.
Pero la realidad es que es un movimiento sindical y popular altamente desmovilizado, ideológica y políticamente. Ese despliegue de fuerza popular del 1 de mayo podría ser mayor y es más una celebración pero ha dejado de ser un pronunciamiento de indignación ante la injusticia del capitalismo, ha perdido desde hace varios años, su naturaleza subversiva proletaria de exigir el avance social, de ser voz de revolución, de socialismo.
Recuperar ese espíritu rebelde para poder así incidir en este nuevo momento que se abre el 1 de junio es fundamental. Una contribución importante del movimiento obrero y popular debe ser la crítica fraternal a su propio gobierno. Combinar el respaldo con la crítica. Lo peor que puede pasarnos es convertirnos en un incondicional equipo de aplausos. Lo peor que puede pasarnos es dejar de luchar y permitir la pax del imperio.
Y entre las nuevas ventanas que hay que abrir de esta nueva casa esta la de entender que hay un desplazamiento de la oligarquía como el sector hegemónico del Estado y de la Economía, por lo que la contradicción principal pasa a ser entre los sectores populares y las corporaciones transnacionales, dueñas de la banca, de la energía, de las telecomunicaciones y pujando por apoderarse del agua, de la educación, de la salud, de la seguridad social. Son los nuevos dueños y buscan nuevos empleados. Y aunque no controlan, si tienen presencia en este segundo gobierno.
Las ultimas pinceladas del presidente Funes: confrontativo con la oligarquía pero complaciente con el imperio
El presidente Mauricio Funes representa en el siglo XX-XXI, el mayor enfrentamiento desde el presidente Gerardo Barrios entre el Estado y la oligarquía, y este es un mérito histórico indiscutible. Se merece una estatua y poemas. El presidente Funes se plantó y bien plantado frente a la ANEP y FUSADES. En esto respondió al enérgico llamado de Monseñor Romero.
Pero por otra parte, no afectó sino que fortaleció la esencia del modelo neoliberal y promovió la transnacionalización del capital, y se transformó en un gobierno dócil, sumiso ante los dictados de Washington. En esto no respondió al antiimperialismo de Monseñor Romero. Por cierto su ultima apuesta fue la de ceder desde la SIGET un canal de televisión a un magnate mexicano, siempre en la ruta de confrontar, de disputarle espacios a la oligarquía, de buscar alianzas con las transnacionales para sus patrocinadores.
Fue un presidente que amplió los subsidios y los programas sociales, es otro mérito. Bien ganado. Y su última batalla de guerrero por la justicia, fue memorable, inolvidable, logró humillar y convertir en prófugo de la justicia a un ex presidente arenero, a Francisco Flores, al padre de la dolarización. Y la oligarquía no perdona ni olvida a sus enemigos. Pero el pueblo tampoco.

Los desafíos del segundo gobierno del FMLN
1. “Respetar” o sustituir el modelo económico neoliberal

Desmontar el modelo económico neoliberal debería de ser una de las tareas principales de este segundo gobierno. Es urgente que el estado recupere su papel y se sustituya este modelo nefasto que nos impuso la dolarización y las privatizaciones. Pero por otro lado se escuchan discursos basados en la trillada tesis del “rebalse económico.” Se nos dice que lo fundamental es el crecimiento de la economía.
Primero hay que crecer para que después podamos repartir repiten algunos futuros funcionarios asemejándose a los flamantes funcionarios del primer gobierno arenero de Cristiani en 1989. Pareciera que han estudiado en la Escuela Superior de Economía y Negocios, ESEN. Hay que apretarse el cinturón hoy para que mañana vivamos en la abundancia predicaban antes los sacerdotes del neoliberalismo, del Banco Mundial y del FMI. Es una falacia. La realidad fue que crecieron sus empresas pero nunca repartieron.
La realidad es que este modelo neoliberal lleva en su matriz un chip que bloquea toda posibilidad de redistribución de la renta. Esta ideado para reproducir desigualdad. Es un modelo nefasto. No es un instrumento neutral. Es una navaja diseñada para cortar, para sacar plusvalía y de la absoluta. La ilusión es pretender que este es el camino para el desarrollo. Será el camino pero de las corporaciones transnacionales, incluso de la oligarquía y no de los intereses populares.
Una economía dolarizada no debería ser parte de los 8 compromisos en defensa del sistema asumidos por este segundo gobierno del FMLN. Ver “Respeto a sistema monetario.” (Manifiesto a la Nación de la Formula Presidencial del FMLN. 18 de febrero de 2014).
2. Las alianzas internacionales: Alianza del Pacífico o Alba; Fomilenio II o Petrocaribe.

Dime con quien te alías y te diré quien eres. Pretender mantenerse al margen de la disputa existente entre la Alianza del Pacífico y Alba no es realista. La estrategia agresiva del gobierno de Obama contra el gobierno de Maduro obligara tarde o temprana a asumir una posición. Ojala que esta no sea la de apoyar al “aliado estratégico” alegando la presencia de una tercera parte de nuestra población en territorio del imperio.
La realidad es que existe una fuerte disputa por quien define la agenda de cooperación. Y esto esta vinculado a la definición del modelo de desarrollo que buscamos. ¿Cuál es la apuesta de país? ¿Será acaso convertirnos en un enclave turístico mediante la construcción de hoteles en nuestra costa? ¿O le apostamos a la agricultura? ¿A los servicios? ¿A la maquila? ¿A la industria?
La obediencia o la dignidad frente al imperio y sus centros financieros es el dilema. La realidad es el proceso de aprobación del II Fomilenio y la voluntad de aceptar las condiciones impuestas por los “bondadosos” donantes. La ilusión parece ser la de pensar en independencia y soberanía.
3. ¿Es posible en El Salvador la unidad nacional?
La realidad es que la sociedad salvadoreña es una sociedad altamente polarizada en la que la mayoría de la población vive en situación de extrema pobreza mientras que una minoría oligárquica controla la riqueza el país. La realidad es que los intereses de estos dos sectores son antagónicos ya que pretender buscar la armonía entre las clases explotadoras y explotadas es un discurso ilusorio.
El discurso de la búsqueda de la estabilidad social y de la “gobernabilidad” al final únicamente beneficia a los sectores poderosos, ya que les permite desarrollar sus negocios en tranquilidad, explotar con mayor seguridad y los que tendrán que “ajustarse el cinturón”, hacer sacrificios, serán los sectores populares.
Una derecha derrotada pero no vencida
Es ingenuo pensar que como dicen en algunas camisetas de moda, la oligarquía ya fue terminada. El llamado es a que busquen los estados financieros de las empresas transnacionalizadas de los Kriete, dueños de Avianca, o los del Grupo Poma para ver si en realidad ya se terminó la oligarquía.
Es un hecho que la oligarquía como grupo socio-económico controla todavía importantes franjas de la vida nacional. Y esto incluye a los partidos de derecha, en particular a ARENA. Y esto incluye la cultura predominante del espectáculo. Incluye las variadas y activas iglesias y universidades de la derecha religiosa y académica.
Durante 60 años, desde 1932, la oligarquía le cedió al Ejército la administración del Estado. Fue hasta 1980 que se vieron obligados a construir de nuevo un instrumento político de lucha electoral y fue un instrumento muy exitoso, ya que ARENA derrotó a la Democracia Cristiana en 1989. Y luego ganó otras tres elecciones presidenciales, aunque perdió las dos siguientes: de 2009 y de 2014.
ARENA representa los intereses económicos de la oligarquía pero además llena las expectativas políticas e ideológicas de amplios sectores, incluyendo a núcleos de capas medias así como sectores rurales y urbanos de extracción popular. No debemos de confundir nuestros deseos con las realidades. Son una fuerza nacional poderosa. Y aunque esto pueda cambiar en el futuro, hoy por hoy, ARENA sigue siendo una fuerza política mayoritaria, experimentada y con recursos, el enemigo político a derrotar por la izquierda.
La hegemonía financiera colombiana

El segundo gobierno del FMLN se encontrara con que la globalización neoliberal permite que en oficinas de Medellín, Colombia se tomen decisiones que afectan la banca en El Salvador. De acuerdo a la revista El Economista de marzo de este año, un 53 % de sistema bancario esta controlado por la banca colombiana. Entre los cinco principales bancos del país, al cierre de 2013, el Banco Agrícola propiedad de Bancolombia, va a la cabeza con un 28.1 de activos del sistema, y con una envidiable cuota de utilidades que alcanza el 41% de todo el sistema financiero.

Le siguen el también colombiano Davivienda, el canadiense Scotiabank, el estadounidense Citibank y en la quinta posición, otro colombiano, el Banco de América Central. Y este año, veremos a la oligarquía salvadoreña que regresa sus andadas financieras con el inicio de operaciones del Banco Azul.

De estos cinco bancos señalados, únicamente el colombiano Banco Agrícola logra ingresar para ocupar la última posición entre los 15 bancos más grandes de la región centroamericana, que esta encabezada, al cierre de 2013, por el gigante panameño Banco General, con un total de activos que suman 11,121 millones de dólares. Le siguen el Banco Nacional de Costa Rica con 9,774; el Banco Nacional de Panamá con 9,069; el también panameño Banitsmo con 8,051 y en quinto lugar el guatemalteco Banco Industrial, con 7,957. Los activos del colombiano Banco Agrícola suman 3,996 millones de dólares.

En el ranking bancario salvadoreño en relación al año 2012 hay un cambio de posiciones. En la primera posición se mantiene el Banco Agrícola con activos que suben de 3,833 a 3,995 millones de dólares. En la segunda posición el colombiano Banco Davivienda Salvadoreño con 2,051 desplaza en 2013 al canadiense Scotiabank El Salvador que tenía 1,951; en tercer lugar se encuentra Scotiabank El Salvador con 2,020 y desplaza al estadounidense Citibank que tenía 1,877 ; en cuarto lugar se encuentra Banco Citibank de El Salvador con 1,690, que desplaza al colombiano Davivienda que tenía 1,865, y en quinto lugar el colombiano Banco de America Central, se mantiene en el quinto lugar creciendo de 1,376 a 1,534. El guatemalteco Banco Industrial, que ocupa el quinto lugar en el rankink centroamericano, ocupa la onceava posición en el ranking salvadoreño, con 240 millones de dólares en activos. Estas son realidades.

El imperio complacido pero prudente
La ventaja que la Administración Obama en Estados Unidos coincidiera con el inicio del primer gobierno de izquierda, conducido por el presidente Funes, permitió alcanzar acuerdos de cooperación en diversas áreas. Los Estados Unidos se sintieron tranquilos y confiados en que este primer gobierno de izquierda no iba a impulsar ningún tipo de cambios que pusiera en peligro su dominación. Funes les inspiraba confianza y no estaban equivocados.
Y es que la lucha contra los sectores oligárquicos representados en ARENA incluso les favorecía, porque le permitía abrir más el mercado interno a sus voraces empresas estadounidenses. Walmart disputando el mercado al salvadoreño Super Selectos y AES controlando la distribución de energía, entre otros. Había intereses coincidentes y estos siguen existiendo, son la base sobre la que descansa las relaciones entre nuestros dos países, aunque hay también diferencias.
La jugada maestra es desplazar a la oligarquía para abrirle las puertas a las empresas estadounidenses o de otros países, particularmente Colombia, fiel aliado regional y dueños de la banca en El Salvador, y México, dueño de Claro, Maseca, Jumex, etc. Perú y Chile, también de la Alianza del Pacífico, están muy lejos.
Y en este escenario participa también Alba Petróleos, los intereses de Venezuela, disputándole a las transnacionales de los hidrocarburos y ganándose un espacio desde la izquierda, desde el FMLN, del mercado nacional. Y pronto participará Petrocaribe. Para esto sirve la Ley de Asocio Público Privado y sus reformas. No obstante esto, parece que hay una política en el Departamento de Estado de esperar y ver. Parecen decir en Washington: muéstrenme lo que son, queremos verlos actuar. No deseamos ser burlados.
Perspectivas
Existen hacia futuro dos tendencias principales: que la misma dinámica de confrontación política con ARENA, de cara a las elecciones municipales y legislativas del próximo año, obligue a este segundo gobierno del FMLN a profundizar este proceso, radicalizarlo y realizar vitales transformaciones pendientes y esperadas como las de nacionalizar el sistema de pensiones. De ser así el movimiento popular lo acompañara entusiastamente.
La otra posibilidad es ceder a la tentación de dejar hacer, dejar pasar y terminar administrando este sistema capitalista, injusto y caduco. De ser así las corporaciones multinacionales y la Administración Obama lo apoyara entusiastamente, mientras el movimiento popular se paralizara o incluso puede salir a las calles. Confiamos y trabajamos para que sea la primera opción la que prevalezca. Es un problema de opciones y correlación de fuerzas.
Desde una óptica de izquierda el concepto de victoria estará determinado en gran parte, por la capacidad de este segundo gobierno del FMLN, de garantizar los intereses populares y nacionales, por encima de las presiones del capital transnacional y de la oligarquía para continuar abriendo nuestra economía.
Estamos seguros que en cada una de las áreas de gestión gubernamental, pero particularmente en seguridad (maras) agricultura (semillas) hacienda (reforma fiscal) y economía (APP), se dará la disputa entre los que creen que en esta época de globalización lo más recomendable es cobijarse bajo la poderosa sombra imperial de Obama y aquellos que todavía sostienemos que hay que mantener alzadas las banderas rojas y multicolores de la rebelión y la resistencia planetaria. Esta pelea esta por comenzar…y podemos pero no debemos ser espectadores. Cest la vie!

Año 1975 en El Salvador: a más represión, mas lucha

Año 1975 en El Salvador: a más represión, mas lucha.

En esta parte se continúa recorriendo el año 1975, con énfasis en la celebración del 45 aniversario del PCS, la denuncia del asesinato de Roque Dalton y la continuidad de la polémica con las organizaciones político-militares, en el marco del pensamiento y la praxis del PCS en el año1975, reflejado en el periódico Voz Popular. Es un debate muy significativo a la luz de la llegada al país, cuarenta años después, de un segundo gobierno de izquierda. Incluye contexto histórico y breves biografías de Roberto Castellanos Calvo y Domingo Santacruz. Anteriormente se había tratado el período 1974-1975.

PCS: 45 años de sacrificada lucha revolucionaria 1930-1975. Marzo de 1975.

El comité central del PCS divulga el 28 de marzo de 1975 una extensa declaración, en la cual hace un balance de 45 años de su historia. Considera que “el Partido Comunista de El Salvador (PCS) ) , ha recorrido un largo y difícil camino, que comienza con la formación de los primeros grupos marxistas (1924-28) , llegando hasta los días actuales, cuando nuestro Partido es la organización de izquierda más fuerte y experimentada en el país.”
Agrega que “el Partido Comunista de El Salvador (PCS) fue fundado el 28 de marzo de 1930; se formó como una necesidad histórica, en medio del impetuoso movimiento obrero surgido después de la Primera Guerra Mundial, bajo la influencia de la Gran Revolución de Octubre en Punja (l917) y de los indiscutibles triunfos del primer país socialista, del primer estado obrero y campesino: la Unión de repúblicas Socialistas Soviéticas. El PCS se ha guiado siempre por la doctrina del marxismo-leninismo y se ha educado en los principios del internacionalismo proletario.”
Subraya la declaración que “el PCS ha llegado a ser la organización revolucionaria más significativa del país y con mayor influencia en la clase obrera, sobreponiéndose a los sangrientos y pérfidos ataques del régimen militar reaccionario que impera desde 1931 y realizando una lucha de principios contra las corrientes oportunistas y revisionistas, tanto de izquierda como de derecha, que han amenazado y amenazan desviar al movimiento obrero y revolucionario.”
“La historia del PCS es la historia del desarrollo de la lucha política y reivindicativa de los trabajadores; es la historia del inicio de la organización y lucha revolucionaria de los campesinos; la historia de la lucha de nuestro pueblo por la democracia y por la emancipación de la dependencia del imperialismo; es la historia de la lucha por el socialismo; la historia del señalamiento y búsqueda del poder político para las masas trabajadoras y para el pueblo salvadoreño en general; del entrelazamiento consciente de la lucha de nuestro pueblo con la de otros pueblos de diversas razas y continentes; la historia de la conquista de derechos sindicales, de prestaciones sociales y económicas; la historia de la organización del movimiento obrero, del crecimiento de la influencia de las ideas del socialismo, de la divulgación y defensa del marxismo-leninismo en las peores condiciones de terror y persecución.”
Explica que “la lucha reivindicativa y revolucionaria de los trabajadores desde los años veinte, la promoción y la orientación de la lucha política popular, la mayor incorporación de sectores de las capas medias al campo de la revolución en nuestros días, han sido y son la cotidiana actividad del Partido de la clase obrera, el Partido Comunista de El Salvador, que ha entregado innumerables mártires y héroes en sus 45 años de vida.”
El documento describe los primeros años de vida del PCS y sobre la insurrección de enero de 1932 explica que “correspondió al PCS, conciente de su responsabilidad histórica, encabezar aquel levantamiento campesino y obrero en circunstancias extremadamente difíciles, en las que las masas estaban dispuestas a la acción armada y el partido no tenía la adecuada preparación ni experiencia política suficiente, dada su reciente fundación de hacía apenas 22 meses; y en condiciones en que la oligarquía y el gobierno martinista decidieron jugar la carta del terror reaccionario armado, como medio para aniquilar el formidable ascenso revolucionario de las masas que se venía operando desde principios de la década del 20.”
Añade que “el PCS, antes de la insurrección, trató de impedir el sangriento desenlace, incluso buscando una negociación con el propio General Hernández Martínez, tendiente a que cesara la represión sangrienta que estaba cobrando vidas en varios lugares del occidente del país ( especialmente en el Departamento de Ahuachapán) , pero el tirano eludió y de hecho rechazó, la negociación. El plan del gobierno estaba trazado: llevar adelante la represión, hasta desesperar a las masas, y justificar así, la matanza que luego realizaría, como el medio elegido para conservar el predominio y el poder de la Oligarquía, históricamente caducado ya.”
Asegura que “los comunistas fueron entonces a la insurrección para no dejar solas a las masas, a merced de la criminal re presión que las sangraba en casi toda la zona occidental del país y para no abandonarlas a su suerte cuando el gobierno militar derechista había decidido ya avanzar de todas formas hacia la masacre; y, por otra parte, cuando las mismas masas, llevadas a la desesperación, se encontraban lanzadas por el camino de la insurgencia, como su única esperanza.”
Señala que “ahora, 43 años después del levantamiento de 1932,cuando el Partido tiene una mejor visión de los errores ,deficiencias y debilidades cometidas entonces, no podemos, sin embargo, dejar de rendir tributo ferviente a aquellos camaradas y revolucionarios verdaderos que intentaron, por vez primera, conquistar el poder para loo obreros y campesinos, e iniciar la construcción de una nueva sociedad, libre de explotadores y explotados.”
“El reconocimiento de sus obligaciones revolucionarias ante las masas populares, su convicción firme, su abnegada lucha ,su lealtad a los trabajadores hasta el sacrificio, son enseñanzas imperecederas de la primera generación de comunistas salvadoreños. A manera de representantes de esa lucha, mencionaremos algunos nombres de nuestros héroes y mártires: Agustín Farabundo Martí, Feliciano Ama, Alfonso Luna, Mario Zapata, Alberto Gualán , Francisco Sánchez, quienes simbolizan la abnegación y sacrificio de los pioneros de la revolución socialista en El Salvador.”
Apunta que “en 1934, el PCS, que había quedado prácticamente aniquilado, daba muestras de haber reiniciado su vida orgánica y se reponía lentamente. En 1936, se cumplió la etapa de la reestructuración del Partido al fusionarse los grupos de camaradas sobrevivientes que se encontraban dispersos en varios Departamentos del país, con el núcleo principal del Partido que funcionaba en San Salvador.
Indica que “luego de ese lapso dedicado a su reestructuración el PCS impulsó la lucha contra la tiranía martinista. La activación de la lucha de los trabajadores alrededor de sus demandas económico-sociales también ocupó la atención del Partido, impulsando la formación de uniones mutualistas de trabajadores según la rama de la producción o los servicios a que se dedicaran, dado que los sindicatos estaban prohibidos.”
La lucha contra la dictadura martinista
Expresa que “en las tareas conspirativas para derrocar al General Maximiliano Hernández Martínez y terminar con la sangrienta dictadura de los 13 años, tuvo activa participación el Partido en el terreno de la propaganda y de la preparación de las organizaciones de masas para las tareas políticas que estaban previstas. Asimismo, cumpliendo los acuerdos del Partido, numerosos comunistas tuvieron participación directa en las acciones armadas del 2 de abril de 1944 y en la preparación y desarrollo triunfante de la huelga general política (conocida como Huelga de Brazos Caídos) que consiguiera el derrocamiento del tirano de “las aguas azules” el 9 de mayo de 1944.”
Continua el documento evaluando que “en esta década de los años cincuenta, fue cuando el PCS, dando muestras de completa recuperación y de comprensión del papel que debía asumir como guía revolucionario de la clase obrera y del pueblo trabajador, se esforzó por crear los variados instrumentos de lucha que vinieron a dar una nueva configuración a la actividad política en el país y a estructurar un movimiento independiente de la izquierda. Esos avances organizativos y esas luchas son los basamentos en los cuales se fundamenta la lucha política actual de nuestro pueblo.”
Sostiene que “tales cambios en la dinámica del proceso revolucionario llevaron al PCS a plantearse el problema de la toma del poder político. Con el propósito de dar respuesta a esa necesidad histórica, el Comité Central del partido, en su reunión ampliada de abril de 1961, trazó en líneas generales la estrategia y la táctica de la Revolución de Liberación Nacional Salvadoreña, determinando las fuerzas motrices de la misma y señalando la vía armada como la más probable; y reconociendo, como cuestión de principio, la necesidad de formar el frente democrático al mismo tiempo que elevar a la clase obrera a su papel de vanguardia.”
Considera que “fue el V Congreso del Partido, celebrado en febrero de 1964, el que se encargó de proseguir la elaboración de la estrategia del Poder que había sido iniciada por el Comité Central en 1961. El Congreso modificó la calificación que se hacía del país, caracterizándolo como país dependiente en desarrollo capitalista; cambió su apreciación sobre el tipo de revolución que está planteada en la presente etapa histórica, definiéndola como Nacional Liberadora, Agraria, Democrática y Popular; previó el transito rápido al socialismo, con la condición de que la clase obrera sea clase hegemónica de la revolución; asentó la eventualidad de un régimen de transición previo a la Revolución Nacional Liberadora. El V Congreso también dotó al Partido, por primera vez en su historia, de un Programa General y un Programa Agrario que, en calidad de proyectos, fueron aprobados.”
Plantea que “la causa del magisterio nacional ha tenido en el PCS un incondicional apoyo, primero en las tareas grises, duras y anónimas, por la formación de la asociación de maestros y posteriormente, en las huelgas del gremio, realizadas en 1968 y 1971. En la primera, ofrendaron sus vidas, cumpliendo con su deber de comunistas, los queridos camaradas Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez Carranza.”
“Por su destacada actividad política al frente de la lucha popular, encontraron la muerte a manos de los carceleros de nuestro pueblo, los militantes de nuestro Partido: Dr. Alberto Vásquez Cárcamo (en 1968) , el Ingeniero Agrónomo Carlos Humberto Rivera y el pequeño agricultor Juan Pío Aparicio (en 1971) y el joven dirigente sindical Jorge Alberto Morán Cornejo (en 1974).”
“Actualmente, el PCS ha formulado, el planteamiento de la lucha por un gobierno democrático, anti-oligárquico y anti-imperialista, como la salida de contenido popular y revolucionario para sacar al país de la crisis, liquidar la dependencia y el subdesarrollo y mejorar las condiciones de vida de la población salvadoreña. Formando parte de este planteamiento sostenemos la necesidad de formar un frente democrático antiimperialista, con la mayor amplitud, en el que deben tener cabida organizaciones o individuos representativos de la clase obrera, los campesinos, las capas medias y la pequeña burguesía. Dentro de esa amplitud, los comunistas valoramos altamente lo que pueden hacer los militares con pensamiento democrático e innovador, para que la Fuerza Armada marche efectivamente del brazo del pueblo en su lucha hacia la liberación y hacia la conquista de sus metas de democracia y progreso social.”
Afirma que “el PCS esta conciente de que la lucha anti-fascista puede llegar a convertirse en la tarea central, sino también única, para todo el movimiento revolucionario y para todo el movimiento democrático, pero considera que estando hoy a la orden del día la necesidad de obstruir y detener la escalada en que están empeñados los fascistas la tarea central continúa siendo la lucha por conquistar un gobierno democrático, anti-imperialista y anti-oligárquico y que un prematuro planteamiento del anti-fascismo como tarea única tal como lo exige cierto sector da la ultra-izquierda , conduciría en la práctica a malograr las posibilidades revolucionarias que vienen implícitas en el desarrollo de la crisis económica y política del sistema capitalista, a nivel internacional y nacional.”
Aprender de los aciertos, pero también de los errores
Considera que “en la vida de nuestro Partido se han registrado desviaciones, errores y debilidades. La superación de tales errores y debilidades ha sido una tarea ardua y de naturaleza compleja: política, ideológica y organizativa. El PCS ha aprendido y aprende no sólo de sus aciertos, de sus éxitos, sino que también de sus reveses, de sus equivocaciones. Por ello, el PCS, no tiene la menor intención de ocultar sus errores.”
“En los primeros pasos de nuestro Partido, asomaron cabeza rasgos de sectarismo y economicismo que, bruscamente, se tornaron en errores del tipo opuesto, en errores de izquierdismo infantil. Para ese entonces, esta desviación izquierdista estaba justificada por la corta edad política de los comunistas y de su Partido y además, reflejaban en cierta manera, la influencia ideológica que en aquellos años desplegaba el trotskismo en algunos sectores del movimiento comunista internacional.”
Reconoce que “en el período siguiente a la masacre, hasta el derrocamiento de la tiranía martinista, el. PCS tuvo una vida orgánica precaria, en la que predominaba un clandestinismo casi absoluto que, en muchos momentos, lo mantuvieron aislado de las masas. Los éxitos del trabajo da los comunistas en esos años estén ligados a los esfuerzos que algunos de sus miembros y organismos realizaron para vincularse al trabajo organizativo de las masas, a su orientación política, creando organizaciones que hoy constituirían, por su naturaleza, formas muy atrasadas, como las asociaciones mutualistas. Sin embargo, en esos tiempos, bajo al férula de la tiranía martinista, eran casi la única posibilidad de agrupar a los obreros.”
Sostiene que “durante este período se disputaban la orientación del Partido dos corrientes ideológicas y políticas sustentadas dentro de su membresía. Una de esas corrientes tenía su fundamento en la nueva generación de comunistas llegados a las filas del PCS después de la masacre. Entre ellos se destacaba un influyente núcleo de estudiantes universitarios e intelectuales que ingresaron imbuidos de pretensiones teorizantes, propias de su extracción social y que no supieron ayudar a los antiguos miembros obreros y campesinos, en muchos casos artesanos, en el conocimiento de la teoría, sino que les reprochaban su poco dominio de la misma, culpándolos de todos los reveses sufridos. Se abrió así una lucha interna, que debilitó durante años la capacidad organizativa y de acción del PCS, y en la cual se manifestaron tendencias divisionistas de variado tipo.”
Además “la composición social del PCS, se tornó predominante pequeño-burguesa y, con ello, las desviaciones de derecha alentadas por las conciliadoras concepciones del dirigente comunista norteamericano Earl Browder, a fines de la II Guerra Mundial, encontraron por poco tiempo un punto do apoyo dentro del PCS. Ello no obstante, la luche contra Martínez fue un factor unificador decisivo y el PCS pudo hacer un considerable aporte al derrocamiento y a la reorganización del movimiento obrero y popular en los cinco meses y medio que siguieron a su caída. Es muy importante señalar que las disensiones ideológicas internas no condujeron, como en otros Partidos Comunistas latinoamericanos en esos mismos años, a la división de nuestro Partido.”
Reconoce que “durante todos esos años, hasta comienzos de la década del cincuenta, fue una característica muy sobresaliente del PCS su inestabilidad orgánica. Muchos de aquellos “brillantes” intelectuales que llegaron a sus filas e incluso alcanzaron los primeros cargos de dirección, los abandonaron después, algunos en franca y repugnante deserción y hasta traición.”
Establece que “es a partir de los primero años del cincuenta que avanzó el proceso de la consolidación orgánica del PCS, en medio de parciales retrocesos. Sin embargo siguió siendo predominantemente pequeño-burguesa y artesanal la composición de su membresía hasta 1970, año en el que, después del VI Congreso, dio comienzo una sistemática rectificación en todos los aspectos de la vida y la política del Partido, que han conducido a un radical cambio en su composición social.”
“Ahora, nuestro Partido tiene una composición predominantemente proletaria (63%) y entre su militancia proletaria predominan los obreros fabriles y agrícolas y no los de taller artesanal; el segundo lugar en la composición del PCS corresponde a las capas medias urbanas asalariadas y en tercero y último lugar se encuentra la militancia procedente de la pequeña burguesía, propiamente tal, es decir, de la capa de pequeños propietarios, urbanos y rurales.”

La posición del PCS en el conflicto Honduras-El Salvador
Acepta este documento del 45 Aniversario que “durante el conflicto con Honduras en 1969, la Comisión Política del Comité Central incurrió en graves errores de derecha, bajo la forma de concesiones al nacionalismo reaccionario burgués. Aunque el PCS denunció el peligro y la naturaleza reaccionaria, burguesa, de la guerra que se preparaba y realizó una campaña de mítines, asambleas obreras de discusión, charlas y mesas redondas, etc., en las que se llamaba a impedir la guerra y a buscar una justa solución pacífica y negociada, no desenmascaró consecuentemente las causas verdaderas del conflicto y, una vez iniciada la invasión sobre Honduras, cesó nuestro partido de condenar aquella guerra, dejando a las masas a merced de la propaganda patriotera del gobierno y de las clases dominantes.”
Pero “estos errores fueron deliberadamente exagerados por los izquierdistas, que ya habían formado fracción en el Partido. Ocultaban todo lo que el Partido hizo contra esa guerra, incluso corriendo graves riesgos para su vida de parte de los comunistas que fueron a las plazas públicas (los miembros de la C. P. entre ellos); y únicamente reconocían las debilidades y errores, basándose ,con perfidia, en documentos que no llegaron a circular fuera de nuestras filas.”
“Los izquierdistas no estaban tan interesados en corregir esos errores, sino en utilizarlos como bandera para dividir al PCS. Así quedó demostrado después, cuando a pesar de que el Comité Central hizo un balance en que se señalaron y condenaron esos errores, la fracción izquierdista continuó empeñada en su labor divisionista. Pero los izquierdistas fracasaron en sus planes de dividir al PCS; sus pretensiones fueron rechazadas, prácticamente, por toda la membresía y ellos optaron por renunciar del Partido y retirarse a formar grupo aparte.”
Considera que “entre los pocos que se fueron, había algunos elementos valiosos que habrían sido salvados si la lucha ideológica se hubiera realizado consecuentemente contra el economicismo y, luego, contra el izquierdismo, desde fines de 1967. El PCS es ahora blanco de los ataques, no sólo de la reacción, sino también de los diversos grupos ultra-izquierdistas; pero la defensa de nuestro Partido la concebimos, ante todo, como un esfuerzo por desarrollarlo y superar sus defectos y no como una defensa ciega que no reconoce los errores propios. No es casual, por ello, que el PCS esté creciendo y desarrollándose en cantidad y calidad, poniéndose en condiciones de hacer un aporte más decisivo a la lucha revolucionaria de nuestro pueblo.”
Evalúa que “el PCS es ahora, más que en ningún otro momento, más fuerte y unido, conoce mejor los problemas del país y del mundo, tiene más variados y sólidos vínculos internacionales de hermandad y solidaridad proletaria; posee una línea más correcta y clara, más ampliamente aceptada; posee variadas y amplias alianzas políticas y relaciones amistosas con las diversas fuerzas democráticas y populares en nuestro país. Si en 1932 el PCS no pudo ser destruido, ni siquiera con aquella brutal matanza, menos puede ser destruido hoy. El PCS es un firme e imperecedero bastión y destacamento de combate del proletariado y del pueblo salvadoreño; es un destacamento probado del proletariado mundial.”

Enseñanzas históricas del PCS
Estima que “los 45 años de la lucha abnegada y valerosa del PCS, están llenos de enseñanzas y lecciones, las que deben ser estudiadas por comunistas y revolucionarios en general. Su vida es la historia de la revolución social en El Salvador; su teoría es la teoría más revolucionaria de la emancipación de la clase obrera y nuestro pueblo. Su rica experiencia conoce la utilización de las más diversas y variadas formas de lucha. No cabe ninguna duda, que la lucha del PCS es una escuela viva de comunismo, de lucha por la vigencia de los principios internacionalistas del proletariado y de militante solidaridad en la lucha de los diversos sectores y organizaciones populares del país. De esas enseñanzas, ahora enumeramos las principales que deben tenerse en cuenta para el desarrollo ulterior del proceso revolucionario.”
Se enumeran cuatro enseñanzas: “1. La lucha del proletariado salvadoreño en contra de su opresores, obtuvo un cambio cualitativo notable con el surgimiento del Partido Comunista, ampliando su perspectiva fuera de los marcos estrechos de la lucha puramente económico y concibiendo la necesidad de la toma del poder político, como condición para construir una vida mejor sin explotados ni explotadores.”
“2. El proletariado únicamente puede avanzar en la lucha cuando une las reivindicaciones económicas a los objetivos políticos y cuando cuenta con un Partido revolucionario intransigente frente a los revisionistas y oportunistas; lo mismo que, audaz y valiente contra la burguesía y sus instrumentos de poder.”
“3. El partido de la clase obrera, no puede cumplir su misión de vanguardia de la clase obrera, de dirigente y organizador de la revolución, si no posee y domina la teoría marxista-leninista, si no cuida de su pureza, sin convertirla en dogma.”
“El marxismo da al Partido la posibilidad de orientarse dentro de cada situación histórica determinada, ante un hecho o fenómeno social concreto; de descubrir sus nexos con los demás fenómenos y situaciones, de descubrir su esencia y prever la marcha y desenlace de los acontecimientos. El Partido del Proletariado que no domina la teoría marxista-leninista o la practica esquemática o dogmáticamente, vaga a tientas, se desorienta y, por tanto, se ve imposibilitado de dirigir a la clase obrera en sus luchas.”
“4. El Partido revolucionario del proletariado debe ser capaz de arrastrar tras de sí a los trabajadores y puede defenderse de los ataques de la burguesía, de todos sus intentos por destruirlo, únicamente cuando tiene fuertes vínculos con las masas, que le permita fortalecerse constantemente, escucharlas y aprender de ellas.”
El extenso documento del PCS concluye con una cita de V. I. Lenin: “El Partido es invencible si sabe vincularse, aproximarse y hasta cierto punto si queréis, fundirse con las más grandes masas trabajadoras, en primer término con la masa proletaria, pero también con la masa trabajadora no proletaria”

Posición de “Voz Popular” ante el asesinato de Roque Dalton. Junio de 1975
En el número 36 de VP de junio de 1975 se informa que “nos ha llegado la infausta noticia del asesinato del escritor y poeta Roque Dalton García. El crímen se ha dado a conocer en unos párrafos de un comunicado firmado por el Estado Mayor del Ejercito revolucionario del Pueblo.”
Agrega que “si nos atenemos a las hojas clandestinas que han estado circulando últimamente, el asesinato es consecuencia de la lucha interna desatada dentro del denominado E.R.P. entre la “Dirección Nacional” y lo que estos mismos llaman “camarilla militarista” de procedencia pequeño burguesa, lucha que das las circunstancias del crímen cometido en la persona de Roque Dalton García, es a muerte.” A continuación se realizan citas de los comunicados tanto de la Dirección Nacional como del Estado Mayor del ERP.
“Voz Popular quiere dejar senada su posición en los siguientes términos: 1. En el marco de la lucha de los grupos ultra-izquierdistas, para quienes el terrorismo es su arma fundamental, la cosas se presentan de vida o muerte; sí resulta comprensible el caso de Roque Dalton García. Pero esto mismo obliga a sus “ejecutores” a presentar las pruebas concretas de la labor traidora que venía ejerciendo, así como los documentos del juicio y el texto de su defensa. Sin esto, el “fusilamiento” de Roque Dalton García no pasará de ser un vil asesinato condenable desde todo punto de vista.”
Se agrega que “la conclusión primera que puede sacarse de este asesinato es que las más bajas miserias han invadido la conciencia de sus asesinos que, incapaces de llevar adelante una lucha ideológica, han recurrido hasta el crimen.”
“2. La irracionalidad de los victimarios es tal, que…será el motivo de la intensificación del desangramiento inútil y estúpido. 3. Ese mismo espejo de Argentina, nos enseña asimismo, que la ultraderecha se aprovecha al máximo para cebar sus odios en contr de elementos progresistas y revolucionarios que nada tienen que ver con los delirios ultraizquierdistas.”
Concluye que “aquí en El Salvador, no debemos concebir que la lucha interna de una facción de ultraizquierda se quedara dentro de sus límites, sino que estos podrían ser rebasados, utilizados por los sectores ultraderechistas que aspiran a dar un baño de sangre sin precedentes en contra de las fuerzas que aspiran a un cambio en el país.” Y efectivamente, el 26 de septiembre de este año es asesinado el dirigente comunista Rafael Aguiñada Carranza.
Los puntos sobre las íes. Nuestra polémica con la ultraizquierda. Mayo de 1975
En el número 32 de VP de mayo de 1975 continúa el debate comenzado en enero. El artículo se titula Se perfila coincidencia entre nosotros y el FAPU y trata del suplemento sobre el Primero de Mayo del numero 2 del periódico del FAPU, Pueblo. Se hacen extensas citas de este suplemento relacionadas con la caracterización de la etapa del proceso y sobre la unidad de los sectores populares.
Opina el articulista de VP que “nosotros estamos en general de acuerdo con el contenido de este documento. Creemos que estos planteamientos son una buena base para dialogar y buscar un entendimiento, ya que contienen pronunciamientos expresos sobre problemas fundamentales del proceso revolucionario salvadoreño, lo que se expresa una notable coincidencia con nuestras propias tesis sobre esos mismos problemas.”
Y refiere que “concordamos en lo esencial en la caracterización que el FAPU hace de la actual etapa del proceso revolucionario de nuestro país…Esta es una coincidencia decisiva que por sí sola abre el camino a un entendimiento político práctico entre nuestros dos movimientos.”
“Coincidimos en señalar al proletariado (urbano y rural), a los campesinos y a las capas medias (incluida la pequeña burguesía) como las fuerzas motrices o motoras del proceso revolucionario en la presente etapa…Cuando nosotros hemos mencionado que puede contarse con la participación de importantes sectores militares hemos tenido en cuenta…que ellos pertenecen a las capas medias o a la pequeña burguesía (oficiales y jefes); o al campesinado o el proletariado (soldados y clases).”
Añade que “para aislar al enemigo principal es necesario delinear no sólo el cuadro de las fuerzas revolucionarias motrices, entre los cuales puede y debe concertarse una alianza permanente o a muy largo plazo, sino también el cuadro de aquellas fuerzas que es indispensable atraer, aunque sea temporalmente, aunque solo sea en torno de un punto aislado el programa o alrededor de algún problema coyuntural; pensamos que hay que elaborar también el cuadro de aquellas fuerzas que no pudiendo ser atraídas, ni siquiera temporalmente, pueden y deben ser neutralizadas, para que así no fortalezcan al enemigo principal.”
Agrega que “dentro del campo enemigo hay en cada momento un sector más peligroso y es a éste al que ante todo hay que aislar, combatir y derrotar. En la actual situación de nuestro país y de la América Latina en general, el enemigo más peligroso es el sector fascista del imperialismo yanqui y de las oligarquías burguesas-terratenientes, junto con sus agentes e instrumentos dentro de las Fuerzas Armadas, los partidos derechistas, los medios de propaganda, etc.”
“Coincidimos en que el proletariado y el campesinado deben constituir la alianza hegemónica en la dirección del proceso revolucionario. Pensamos que el logro de este principio estratégico constituye un proceso de unidad y lucha por la unidad con los demás aliados permanentes, a largo plazo o temporales, el cual no puede impulsarse de otro modo que por medio de alianzas concretas y prácticas; que es también un proceso de lucha ideológica y organizativa, por unir al proletariado ( por lo menos a su parte decisiva), alrededor de la línea política revolucionaria y de la orientación ideológica propia de su clase, por unir en la acción y orgánicamente al movimiento obrero…”
Puntualiza que “estamos de acuerdo con Ustedes “en que es necesaria la más completa unidad de las fuerzas populares y progresistas.” Pero francamente no entendemos porque dicen que “el FAPU constituye esa alternativa política.”Este planteamiento esta en abierta contradicción con el primero…el FAPU no es, ni puede llegar a ser el frente de la más amplia alianza de todas las fuerzas populares y progresistas. Nosotros penamos que el FAPU debe ser parte integrante, infaltable, del poderoso y amplio FRENTE POLITICO POPULAR, pero que la exigencia que todas esas fuerzas vayan a ponerse bajo la dirección de ustedes no es realista.”
Enfatiza que “en su planteamiento hace falta algo que es en realidad esencial y de valor estratégico…no dicen nada acerca de cual es en concreto el objetivo político central de poder, que ustedes proponen al pueblo conquistar…Dicho de otro modo, ustedes no fijan cual el tipo de gobierno que hay que conquistar y tampoco dicen nada acerca de la vía para lograrlo.”
“Nosotros hemos dicho y seguimos sosteniendo que ha madurado la necesidad y están madurando las condiciones para que las fuerzas populares nos propongamos conquistar el poder y establecer un GOBIERNO DEMOCRATICO, ANTIIMPERIALISTA Y ANTIOLIGARQUICO integrado por quines concurran en el amplio frente popular y sostenemos que en la marcha hacia ese objetivo el pueblo salvadoreño puede hacer uso de la lucha electoral, pero que tiene derecho a utilizar otra vía al serle cerrada ésta.”
Y subraya que “no somos ingenuos para creer que en este reinado del fraude y la imposición van las clases dominantes a entregar el poder , aceptando su derrota en las urnas, todos sabemos por experiencia nacional que ello no es posible aquí, pero esa misma experiencia nos da una sólida base para sostener que la lucha electoral es muy útil para el pueblo salvadoreño en su marcha hacia la conquista del poder y que tal instrumento no debe por tanto ser desechado sólo porque aquí no se respeta el voto.”
Concluye que “creemos que este instrumento de la lucha política puede ser inutilizado por el mismo enemigo para quien las elecciones han sido desde 1967, y sobre todo desde 1972, un proceso de desmoronamiento de su política de sustentación; en consecuencia sostenemos que las fuerzas populares no debemos dar al enemigo, directa ni indirectamente, a destruir en definitiva el derecho electoral, que sea el enemigo solo quien lo haga y con ello se aísle aún más.”
Destruir la UNO: objetivo de la reacción y de la ultra-izquierda
En el número 34 de VP de mayo de 1975 continúa el debate. El artículo se titula Destruir la UNO: objetivo de la reacción y de la ultra-izquierda. Explica que “a fines de 1971, cuando recientemente había sido creada la UNO y daba comienzo la campaña electoral presidencial, se inició en el movimiento estudiantil universitario un debate acerca de la participación o no en las elecciones. El grupo dirigente de la AGEUS en aquel entonces, encargo a cierto “ideólogo” Ultra-izquierdista la elaboración de un documentos que le sirviera para fundamentar su posición anti-electoral.”
“Años mas tarde, (en diciembre de 1973), en vísperas de la siguiente campaña electoral, ese mismo documento fue publicado en el folleto de amplia distribución, bajo el título de “¿TU ARMA ES EL VOTO?”…haciéndole además algunos otros arreglos…El contenido esencial de este documento fue vaciado después en el folleto conjunto de las FPL y el ERP, publicado en febrero de 1974, un mes antes de las elecciones de diputados y munícipes…Desde entonces, los ultra-izquierdistas no han hecho otra cosa que repetir las tesis de ese documento, bajo una forma u otra.” Luego se copian algunas partes del mencionado documento.
Considera el artículo que “la pretensión ultra-izquierdista se concreta en los puntos siguientes: hay que destruir a la UNO; para lograr ese objetivo, hay que concentrar el ataque contra la UNO y no “correr el peligro” de “concentrar o iniciar los ataques contra los demás partidos” porque las masas podrían sacar la conclusión de que la UNO es su propia salida y que la lucha por destruir a la UNO se justifica porque así sería destruido el proceso electoral mismo y porque “l UNO es la vanguardia y la síntesis de todas las posiciones burguesas.”
“Los ultra-izquierdistas nunca han demostrado, ni pueden demostrar, que la UNO se un agrupamiento de la burguesía y, mucho menos su vanguardia. La UNO es un frente unido de fuerzas democráticas con un Programa cuyo objetivo principal es constituir un gobierno democrático, que realice las hondas transformaciones económico-sociales dirigidas contra la oligarquía y la dominación imperialista y aseguren un desarrollo independiente para nuestro país. En la dirigencia de la UNO hay elementos y grupos representativos de las capas medias, del proletariado y de las masas trabajadoras en general (de la ciudad y del campo).”
Concluye asegurando que “ustedes amigos, subestiman a las masas: creen poder ganarlas con su palabrería seudorevolucionaria, con sus invocaciones ala revolución, pero no lo han conseguido ni lo conseguirán, porque el pueblo salvadoreño ha aprendido a distinguir en todas las circunstancias y bajo cualquier ropaje, las posiciones que de un modo u otro, con o sin intención, ayudan a la oligarquía, al imperialismo o a su gobierno.”
Roberto Castellanos Calvo
Nace en San Salvador. Muy joven aún participa en las jornadas de abril y mayo de 1944 que llevan al derrocamiento del General Maximiliano Hernández Martínez. Sale al exilio en octubre de 1944 hacia Guatemala. En 1948 regresa a El Salvador y se incorpora al Partido Comunista. En 1950 ingresa a la Facultad de Economía y forma parte de la Acción Estudiantil Universitaria, AEU.
Es electo en el V Congreso del PCS de abril de 1964 como miembro del comité central y la comisión política, asumiendo Bobby la responsabilidad de las Finanzas. En el VI Congreso del PCS de agosto de 1970 es electo como subsecretario general del PCS. En el VII Congreso de abril de 1979 es reelecto como miembro de comité central y de comisión política. En 1980 sale al exilio en México. Regresa a El Salvador luego de los Acuerdos de Paz. En el VIII Congreso de abril de 1993 es declarado Miembro Emérito del PCS. Nando muere en 1997.
Domingo Santacruz Castro
Nace en Ahuachapan. En 1959 influenciado por el triunfo de la Revolución Cubana funda el Movimiento Revolucionario 2 de Abril, MR2-4. El MR2-4, luego del golpe de estado del 25 de enero de 1961, se incorpora como Columna al Frente Unido de Acción Revolucionaria, y Domingo pasa a formar parte de la dirección del FUAR.
El 15 de mayo de 1964 ingresa al PCS, reclutado por Saúl (Salvador Cayetano Carpio). En 1966 es electo como responsable del Comité Departamental de San Salvador del PCS. En 1967 viaja a la Unión Soviética a la Escuela Superior de Cuadros del PCUS y regresa en 1969.
En agosto de 1970 es electo en el VI Congreso del PCS como miembro del comité central y de la comisión política, asumiendo la Secretaría de Educación. Durante la guerra Eduardo tuvo bajo su cargo el trabajo clandestino de conducción en el Frente Metropolitano, del movimiento popular influenciado por el PCS. Posteriormente asume la responsabilidad de las Finanzas del PCS. Al finalizar la guerra, en marzo de 1992, crea y conduce la Coordinadora para la Reconstrucción y Desarrollo, CDR, de la cual fue Director Ejecutivo. En el 2000 es electo presidente del Tribunal de Honor del FMLN. Actualmente es Embajador de El Salvador en Cuba.

Notas iniciales sobre el nuevo gabinete

Notas iniciales sobre el nuevo gabinete
mayo 21, 2014 Voces Comentar
Publicado en: Actualidad, Contracorriente – Dagoberto Gutiérrez, Elecciones 2014, Nacionales, Política, Voces Ciudadanas

Hace unas horas, dentro del sopor del medio día, cuando el calor abrazaba el pavimento y las piedras del camino, se dio a conocer el nuevo gabinete que gobernará al país en los próximos cinco años, rápidamente, con la rapidez de los suspiros, podemos hacer los siguientes comentarios.

Dagoberto Gutiérrez

Es un gabinete muy fiel por que expresa, con toda fidelidad, la crisis oscura del país, hay que decir que se trata de un grupo de personas salidas de una negociación interna entre las diferentes fracciones que integran lo que se llama FMLN. Sobre todo es la negociación entre Alba Petróleos y el aparato partidario, esto indica que estamos frente a un gobierno sólo y en soledad cuyo llamado a la unidad careció de eco fuera de sus muros internos.

El gabinete no expresa, por ahora, ninguna posibilidad de bipartidismo porque ninguna persona, aparte del Ministro de Economía parece haber surgido de negociaciones extramuros y esto dicho sin perjuicio de que el Ministro de Economía este en ese lugar representando algún sector empresarial. Por el momento ignoramos los contornos de su situación.

Se trata de un grupo con desventajas frente a la dimensión de la crisis que deberá afrontar y que solo admite dos maneras de abordaje: o se aborda haciendo pagar los costos a los sectores populares o se aborda asegurándose que los beneficiarios de siempre paguen por la crisis que ellos han construido, ambos caminos requieren de generosos poderes y disposición para transformaciones que puedan resultar escandalosas como una reforma agraria, que tan necesaria es, o una reforma educativa que tan imprescindible es, o una reforma de salud que tan terapéutica es, o una reforma tributaria que tan contante y sonante es. En fin para todo esto se requiere luz en la cabeza, alas en los pies, sueños firmes y entregas irrenunciables.

Ahora bien, un abordaje popular de la crisis requiere transformaciones importantes en la política, en la economía y en la filosofía gubernamental, nada de esto es posible sin un gabinete fuerte y desarrollado en los más diversos terrenos, lo anterior está dicho sin perjuicio de la capacidad personal de cada unos de los miembros del gabinete anunciado.

Todo indica que se trata de un gabinete de continuidad de la política del gabinete de Funes y parece que el nuevo gobierno tiene menos espacios, menos oxigeno que el gobierno de Mauricio Funes, en todo caso no es dueño de toda la esperanza y toda la confianza que la gente puso en manos de Mauricio para que éste hiciera los cambios que tanto se anunciaron en su campaña electoral y en los que tanto confiamos sus votantes.

Nos llena de confianza que el Ministerio de Educación esté en manos, de una persona como Carlos Canjura, dada la honda problemática del Ministerio de Educación, esperamos que Carlos cuente con los apoyos necesarios para las transformaciones necesarias. Al fin y al cabo, la política no es el arte de lo posible sino el arte de hacer posible lo imposible, de otro modo seria un oficio de muy poca valía.

El nuevo gabinete es sometido a la primera prueba de fuego, cuando el imperio estadounidense les exige que cese y se anule todo apoyo gubernamental a un sector de campesinos salvadoreños frente a la empresa Monsanto, según Washington, los débiles y pequeños campesinos salvadoreños amenazan a este gigante Monsanto, y a cambio del dinero del Fomilenio exigen proteger a esta transnacional de tamaña amenaza. Estamos a la espera de la decisión de este grupo de personas, estamos atentos, con los ojos abiertos, la cabeza alerta y sabiendo que esta es una pequeña muestra de lo que ocurre cuando un débil intenta enamorar a un poderoso sin contar para ello con el apoyo de su pueblo. Veremos qué pasa.

En todo caso, deseamos lo mejor a este gabinete.

Tres tareas de la izquierda: socialismo, unidad y lucha armada (febrero-abril 1979)

Tres tareas de la izquierda:
socialismo, unidad y lucha armada

Ruy Mauro Marini

Fuente: Correo de la Resistencia, órgano del Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile en el exterior, número 21, febrero-abril de 1979, (Editorial).

Ya nadie duda que América Latina ha ingresado en un nuevo período de la lucha de clases. Los nuevos patrones de desarrollo económico que se impusieron en la región, a partir de la década pasada y que al acelerar la industrialización, acentuaron el desarrollo de la burguesía y el proletariado y promovieron la liquidación creciente de las viejas burguesías, así como de capas pequeño-burguesas y semiproletarias; la ruptura o los cambios sustanciales en las alianzas de clases, con el consiguiente derrumbamiento de los antiguos sistemas de dominación y formas de organización estatal; los efectos de la crisis económica mundial, que obligan al gran capital nacional y extranjero a apurar el tranco en la reconversión de los aparatos productivos en nuestros países para asegurarse un lugar en la nueva división internacional del trabajo; el desarrollo del movimiento revolucionario en Asia, Africa y Oriente Medio, con su profunda incidencia en la correlación mundial de fuerzas; el resurgimiento de las grandes luchas obreras en los países capitalistas avanzados, y el impacto que han tenido en la izquierda; la tirantez creciente entre el bloque imperialista y los países socialistas, que, al mismo tiempo que vincula a éstos más estrechamente al desarrollo del movimiento revolucionario mundial, produce allí desgarramientos y empuja a algunos, como China, por el camino del revisionismo y la traición, al campo del enemigo, todo esto ha implicado transformaciones de tal envergadura en nuestros países que los viejos esquemas se hacen inservibles para hacer frente a las exigencias que nos está planteando todos los días la realidad latinoamericana.

En este contexto, se impone la reflexión sobre la experiencia del movimiento popular y de la izquierda, particularmente en los últimos quince años; el estudio de las nuevas condiciones económicas y sociales en que se basa la lucha política latinoamericana de nuestros días; la adecuación de la estrategia y la táctica, de los programas y las plataformas de lucha; el examen de los problemas organizativos y de la práctica concreta del movimiento de masas y de la izquierda; la consideración a la luz de los nuevos hechos de nuestros métodos de trabajo y de las formas de lucha.

Pero esta labor no puede cumplirse al margen de la lucha de clases. Tanto más que ésta nos está planteando en todo momento las grandes tareas a resolver, cuya solución proporciona la única base sólida a partir de la cual es posible seguir avanzando. En particular, los revolucionarios latinoamericanos se encuentran hoy enfrentados a tres cuestiones claves: la conducción revolucionaria de la clase obrera, la unidad de la izquierda y la lucha armada.
Conducción obrera

El problema de proporcionar una conducción revolucionaria a las luchas de la clase obrera no es ya, en América Latina, una simple cuestión de principios, sino una exigencia práctica de la lucha de clases. El desarrollo económico de las dos últimas décadas ha tenido como contrapartida la aceleración de la extensión del capitalismo en nuestros países, que se ha traducido, inevitablemente, en cambios significativos en lo que se refiere al proletariado. Este ha crecido, en la industria, aumentando su peso social y su concentración (que es la otra cara de la centralización del capital a que hemos asistido). Aun en países donde antes era relativamente débil, como Perú, Colombia o los países centroamericanos, la clase obrera se ha vuelto un contingente numeroso, concentrado y crecientemente organizado.

Esa fuerza social de la clase obrera se ha acrecentado por la proletarización del campo, con la consiguiente emergencia de un proletariado agrícola importante, que constituye la fracción sobre la que recae con mayor peso la superexplotación del trabajo que impone el capital. Al mismo tiempo, se ha ampliado la masa de las capas medias asalariadas, las cuales se desprenden cada vez más de su entorno pequeño-burgués para adoptar formas de organización y de lucha que las acercan a la clase obrera. El rápido crecimiento demográfico se ha traducido además por un aumento notable de los jóvenes, cuya expresión más visible es la masa de estudiantes de enseñanza media y superior, que, por sus condiciones de vida, su nivel cultural y su organización propia, constituyen un importante destacamento social, junto a los intelectuales de todo tipo (maestros, periodistas, artistas). Finalmente, la modernización de nuestras sociedades empieza a hacer avanzar el movimiento de las mujeres, quienes vanguardizan las luchas contra las distintas formas de discriminación sexual y reciben de manera más visible, la influencia de la ideología proletaria.

Situada en el centro de ese vasto movimiento social, la clase obrera ha entablado su lucha contra el desempleo, los bajos salarios, las largas jornadas y la intensificación del trabajo. Pero, lo decisivo es que lo hace en un marco político transformado: la ruptura de las antiguas alianzas de clases y el derrumbamiento de los populismos la enfrentan hoy a un Estado que es el órgano desnudo de la dominación de clase de la burguesía. Aun allí donde esa desnudez no llega a revestir el disfraz del uniforme, como suele ser la norma, aun allí el Estado ha dejado de ser para los trabajadores un elemento de confusión. Su carácter de clase se ha acentuado al ritmo de las transformaciones económicas y sociales de estas dos décadas y ha dado como resultado un movimiento obrero mucho más conciente y, por ello mismo, mucho más capaz de plantear sus luchas en el terreno del socialismo.

Es responsabilidad de la izquierda asegurar que esto sea así. La vigencia que empieza a adquirir, para amplios sectores de la burguesía latinoamericana, la ideología socialdemócrata es una prueba de que ya las clases dominantes se dan cuenta de la evolución política que observa el proletariado y tratan de desviarlo hacia nuevos engaños. Sólo un planteamiento programático claro y la propaganda socialista sin concesiones asegurarán a la izquierda la correcta conducción del movimiento obrero, hoy día, en América Latina.

Unidad de la izquierda

Pero la izquierda no lo podrá hacer si no avanza en la clarificación de sus propias dudas, si no suprime las desviaciones que la aquejan desde hace mucho tiempo, si no hace frente con decisión a la confusión que se trata de introducir, bajo las formas sofisticadas que exporta el moderno revisionismo europeo en sus filas. La izquierda latinoamericana tiene una rica y variada experiencia en materia de errores: de las desviaciones anarcosindicalistas, pasó al ultraizquierdismo propiciado por los partidos comunistas de la primera fase, luego trastocado en su reformismo y colaboración de clases; el intento de superar esas desviaciones la condujo al militarismo y al vanguardismo, a lo cual se pretende hoy oponer como remedio la vuelta al reformismo.

El análisis de esa experiencia es útil, al demostrarnos que aquellos que pretenden hoy dar a la izquierda lecciones de política llevan ya casi sesenta años sin hacer una sola revolución en nuestro continente.

Pero la superación no depende sólo y ni siquiera principalmente de este análisis, sino de la apreciación correcta de lo que es la burguesía supuestamente progresista que el reformismo privilegia como aliado y la dinámica real de la clase obrera, que la conduce por el camino de la autonomía de clase, y, pues, del socialismo. La vida misma, a través del fraccionamiento que sufren en este momento varios partidos comunistas, y su estancamiento o achicamiento en un sinnúmero de países, es suficiente para demostrar que no es el retorno al reformismo un antídoto seguro contra las desviaciones izquierdistas, capaz de garantizar un desarrollo orgánico y político adecuado.

La unidad de la izquierda no puede lograrse a través de polémicas estériles ni del intento de conducir a los revolucionarios a la autoflagelación. La unidad de la izquierda sólo puede lograrse en la lucha diaria con las masas, que implica la discusión ideológica sobre los problemas concretos, la búsqueda de tácticas de lucha correctas y formas de lucha que permitan el pleno desarrollo de esas prácticas. Es allí, en las bases, codo a codo con los obreros, como la izquierda dirimirá sus problemas internos, al insertarlos en la dinámica más amplia que le abre el desarrollo del movimiento popular.

En ese camino, se plantean alianzas de alcance más o menos limitado, según la disposición revolucionaria de las fuerzas que las contratan. Esta es una exigencia en el plano nacional, para asegurar un frente común contra la represión estatal y los intentos burgueses de dividir e infiltrar al movimiento popular. Pero es una exigencia también en el plano internacional, donde la integración de los aparatos productivos latinoamericanos a la economía imperialista tiende a expresarse en la internacionalización creciente de la solidaridad interburguesa y de sus aparatos armados y de seguridad. La revolución latinoamericana se perfila cada vez más como un proceso continental, con más fuerza aún que el mismo proceso revolucionario que se está llevando a cabo en Africa, Medio Oriente o el Sudeste asiático.
Lucha armada

La revolución continental ha sido siempre, desde que el Che la levantó como bandera en América Latina, sinónimo de lucha armada. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero, más que negar, no hacen sino afirmar el inevitable carácter armado que asumirá la revolución latinoamericana, en su fase decisiva. La lección que nos dan los revolucionarios africanos, palestinos, iraníes, vietnamitas, no tiene por qué ser; menospreciada. No hay razón alguna para sostener que América Latina es excepción; quien lo dude, consulte la experiencia reciente de Nicaragua. Y ¿qué hacer entonces? ¿sostener que Nicaragua no es Chile? Esto apenas nos dice que los revolucionarios chilenos tendrán que enfrentar las tareas de la lucha armada con las variantes que les impone su específica situación nacional.

El curso que está tomando el proceso de institucionalización burguesa e imperialista en América Latina no hace sino confirmar esto. El nuevo Estado que la clase dominante está gestando pone límites mucho más estrechos a la acción de las masas y trata de proveerse de seguridades militares mucho mayores que antes, para enfrentar dicha acción. ¿Cuestiona el imperialismo, cuestiona la burguesía la preeminencia de las Fuerzas Armadas en el Estado? ¿No existen o se están creando Consejos de Seguridad Nacional, Centros Nacionales de Información, Estados Mayores conjuntos de las Fuerzas Armadas? ¿No se enfatiza cada vez más la necesidad que las FFAA preserven el orden interno y la seguridad para que el imperialismo y la burguesía sigan llevando a cabo su explotación? ¿No ha alentado la OEA, el imperialismo yanqui y los gobiernos latinoamericanos (con raras excepciones, que ya desaparecen, como el de Costa Rica) la campaña de aniquilamiento desatada por la dictadura somocista contra la insurrección nicaragüense de septiembre?

La izquierda no tiene ningún derecho de hacerse ilusiones al respecto: la lucha armada es la fase superior de la revolución latinoamericana. Pero esa fase no llegará en un mañana lejano, separado del presente por concepciones etapistas o mecanicistas. La lucha armada es ya una dimensión de la lucha de clases en América Latina, aquí y ahora, aunque no adquiera todavía, salvo en algunos pocos países, al carácter dominante. Pero el desarrollo mismo de la lucha de masas la pondrá cada vez más en primer plano y resolver los problemas que ella plantea se irá convirtiendo crecientemente en exigencia sine qua non para que esa lucha pueda seguir avanzando. La cuestión militar es ya una cuestión actual para la izquierda latinoamericana y lo será cada vez más, por las leyes de hierro de la lucha de clases.

Es obvio que eso plantea a la izquierda una gran cantidad de problemas más políticos que técnicos, aunque estos tengan también su lugar. Empezar a enfrentarlos ahora, cuando comienzan a presentarse, es la forma correcta para que no pase mañana lo que pasó, hace cinco años en Chile. Hay que aprender de las derrotas. Y, en este sentido en lo que a lucha armada se refiere, la derrota de la izquierda chilena en 1973 fue mucho más terrible y tuvo consecuencias mucho más importantes que las derrotas que la guerrilla venezolana, brasileña o uruguaya experimentaron en su tiempo. Pues, independientemente de los errores que cometieron, y en parte por ellos mismos, éstas no tuvieron, como lo tuvo la izquierda chilena, la posibilidad histórica, al alcance de la mano, de triunfar.
Estrategia socialista

Esas cuestiones claves forman, como todo lo que se refiere al movimiento revolucionario, una sola: la cuestión de desarrollar una táctica correcta, que asegure la organización más amplia y más eficaz de la clase obrera y del movimiento popular, en un proceso que abra lugar a todas las fuerzas de izquierda. Esa estrategia implica una política de alianzas de los revolucionarios con los revolucionarios, en el plano nacional e internacional. Exige una lucha ideológica severa, llevada sin contemplaciones en el seno del movimiento de masas, en que los obreros participen de manera cada vez más amplia y decidida. Exige capacitación militar, a todos los niveles, de los cuadros de izquierda y de masas y el adueñarse de los métodos de lucha que el análisis político indique como más eficaces, en cada momento, sin excomuniones ni exclusiones, de manera totalmente desprejuiciada y creativa.

Es sobre esta base y no sobre ninguna otra, como la izquierda estará reivindicando su pasado y su papel en la historia. Es así, y sólo así, como estará conquistando su lugar en el presente, aquel lugar por el que siempre luchó: el de ser el destacamento de avanzada del movimiento revolucionario de la clase obrera y las amplias masas trabajadoras de América Latina, en su lucha por el poder y por el socialismo.

“La despossessió: La raó de ser del capitalisme”: Josep Manel Busqueta

“La despossessió: La raó de ser del capitalisme”: Josep Manel Busqueta
05/05/2014 Deja un comentario Go to comments

Des de l’origen, al voltant del segle XVI i, sobretot, a partir del segle XVIII —moment a partir del qual es desenvolupa de forma robusta la revolució industrial—, podríem dir que el capitalisme ha mostrat una vessant permanentment revolucionària. La capacitat de regenerar els processos d’inversió a partir de la innovació tecnològica permanent, així com l’esperit expansiu, esdevenen uns dels trets més característics d’aquest sistema de relacions socials. Altra cosa és, però, com s’ha aconseguit l’expansió espectacular experimentada per aquest sistema en els darrers tres segles. Analitzant aquest fet, descobrim una cara menys amable del capitalisme, una vessant sovint menystinguda pels apologetes de l’anomenada «economia del lliure mercat».

El capitalisme no sorgeix de forma espontània, i encara menys, d’un acord social entre els diferents membres de la societat. Les condicions que permetran l’expansió d’aquest model de societat caldrà cercar-les, entre d’altres, en tot un seguit de canvis legals que comportaran el naixement d’un exèrcit de persones que, per tal de poder viure, haurà d’aconseguir un treball assalariat que li permeti guanyar un sou. La privatització dels béns i les terres comunals esdevé fonamental, en aquest procés. Cal tenir en compte que els camps i les terres comunals eren fonamentals per a la reproducció de molts petits grangers i camperols que, en bona mesura, aconseguien sobreviure gràcies a l’accés que tenia el seu bestiar a prats del comú, gràcies a la recol·lecció de llenya o de fruits silvestres, a la possibilitat de pescar als rius, etc. No és menys rellevant el fet que la privatització del comú usurpés a la col·lectivitat l’espai on sovint es desenvolupava tota la vida social de la comunitat: reunions, jocs, festes, etc.

I aquí és on comença la història de l’evolució del capitalisme. Com ens diu Marx:1 «Després de ser violentament expropiats i expulsats de les seves terres i convertits en rodamons, s’encaixava els antics camperols, mitjançant lleis grotescament terroristes, a força de pals, de marques de foc i de turments, en la disciplina que exigia el sistema de treball assalariat.» Així, doncs, la despossessió dels camperols de tot aquell entorn comunal que els permetia desenvolupar la seva vida de forma autogestionada, i la necessitat que, a partir d’aquell moment, tindran totes aquestes persones de convertir-se en treballadors assalariats, esdevindrà un element clau a l’hora d’explicar l’enlairament industrial del capitalisme. La despossessió violenta i autoritària de les seves condicions de vida tradicionals és la condició per a la formació de l’anomenat home lliure. I, tal com ens explica Silvia Federici,2 no només van ser els treballadors —homes i dones—, els que van ser alliberats per la privatització de la terra. El que es va alliberar també va ser el capital, en la mesura que ara la terra restava lliure per funcionar com a acumulació i ja no com a medi de subsistència. També es van alliberar els terratinents, que ara podrien carregar sobre els treballadors la major part del cost de reproducció, i proporcionarien l’accés a alguns medis de subsistència als treballadors que ocupessin ells directament. Això sí, quan no hi hagués treball disponible, o aquest no resultés el suficientment profitós per al terratinent —com ara, per exemple, en èpoques de crisi comercial o agrària—, podrien ser acomiadats i abandonats a redós de la fam.

En definitiva, el procés de conformació del capitalisme a través dels diferents mecanismes de despossessió que suposa, representa també un procés d’alienació del treballador respecte del seu medi de subsistència i, per tant, respecte del metabolisme entre els homes i la natura. Els treballadors seran alienats de la terra i dels seus fruits, i s’inicia així un procés que, en poc temps, els condueix de viure en condicions de salubritat acceptables a convertir-se en éssers que habiten i es desenvolupen en els espais infectes on la lògica del capitalisme els destina: en el si de les grans ciutats industrials. Alhora, aquest procés significa l’inici del deteriorament progressiu dels equilibris ecològics, per causa de la subordinació del sòl i el conjunt de la natura a la lògica de l’acumulació capitalista.

Cal tenir en compte que aquest procés de despossessió, que és part del que coneixem com a «acumulació originària», també té una vessant internacional. No podríem entendre el procés de gestació del capitalisme al cor d’Europa i Anglaterra sense el procés de pillatge i saqueig a què, de manera extremament violenta, són sotmesos tots els pobles colonitzats per part de les respectives metròpolis. Quantitats ingents de recursos humans i naturals es posen, a cost zero, a disposició de l’expansió del nou model de societat. Amb la industrialització, i el substrat que representava el colonialisme, es va organitzar un comerç internacional brutalment desigual que proporcionava importants guanys als centres de producció del capitalisme. A partir d’aquest moment, comença a consolidar-se una estructura de comerç internacional, el funcionament del qual queda molt ben resumit en les primeres línies del clàssic Las venas abiertas de América Latina.3 Galeano hi diu: «La divisió internacional del treball consisteix que uns països s’especialitzen a guanyar i d’altres a perdre.»

Els beneficis que es van arribar a obtenir fruit d’aquesta industrialització van ser tan grans, que els països centrals van haver de començar a invertir en els territoris colonials. D’aquesta manera, no només s’aconseguien grans beneficis a través del comerç, sinó que també s’anaven expandint les formes de producció pròpies del capitalisme a territoris aliens a aquest sistema. Així és com el capitalisme comença a conformar-se en un sistema globalitzat.

Aquest procés d’expansió del capital va ser molt important a la darreria del segle XIX, i és el que s’ha conegut com a «imperialisme». Com explica Lenin, un dels autors que ha analitzat millor aquest fenomen, «L’imperialisme és el capitalisme en la fase de desenvolupament, en què pren cos la dominació dels monopolis i del capital financer. En aquesta fase adquireix una gran importància l’exportació de capitals, s’inicia el repartiment de l’economia per part dels grups industrials i financers internacionals, i s’acaba el repartiment de tota la Terra entre els països capitalistes més importants del moment.»4

Però l’entramat de despossessió i espoli que ens ha de permetre entendre al capitalisme tal com és no s’acaba aquí. Hem de ser conscients que l’origen del capitalisme està també estretament vinculat al procés de despossessió del propi cos que pateixen les dones. Com ens explica molt bé Silvia Federici, tot el procés de la cacera de bruixes que es va desenvolupar a Europa durant els segles XVI i XVII, esdevé un mecanisme social complex de repressió que permetrà inserir el cos de la dona en el procés de reproducció capitalista. Això s’aconseguirà a partir del fet de desposseir-la del domini del seu cos i recloure-la en totes aquelles tasques de cura i reproducció de la força de treball, que es desenvoluparan en l’àmbit domèstic de la família, a cost zero per a la inversió capitalista.

El patriarcat esdevé un bon aliat del capitalisme per sotmetre les dones, desposseir-les del seu cos i explotar-les a mansalva, sovint, llastimosament, amb la complicitat del gènere masculí. Seguint l’argument de Federici, hem de tenir en compte que l’acumulació primitiva no va ser només una acumulació i concentració de treballadors explotables i de capital. També va ser una acumulació de diferències i divisions dins la classe treballadora, en el si de la qual les jerarquies construïdes a partir del gènere —així com les de raça i edat— van esdevenir constitutives de la dominació de classe i de la conformació del proletariat modern.

Tot aquest entramat de saqueig i despossessió és el que ens permet entendre com es basteix el funcionament del capitalisme. Cal tenir en compte que aquest procés motor no s’atura i es continua desenvolupant i refinant a mesura que el capitalisme avança i es desenvolupa. Aquest procés de reproducció permanent de la lògica de l’acumulació originària fins a arribar a l’actualitat és el que David Harvey5 ha anomenat «acumulació per despossessió», i esdevindrà de gran utilitat per entendre la lògica privatitzadora i mercantilitzadora del capitalisme actual.

Serà sobretot en temps de crisi, moment en què els beneficis del capital disminueixen de manera general, que s’accentuaran les dinàmiques pròpies de l’acumulació per despossessió. En aquest sentit, l’acumulació per despossessió, com diu Harvey, «possibilita l’alliberament d’un conjunt d’actius a un cost molt baix (i en alguns casos, nul). El capital en crisi pot apropiar-se de molts dels actius existents i portar-los immediatament a un ús rendible. El mateix objectiu pot aconseguir-se mitjançant la devaluació dels actius existents de capital i de força de treball. Llavors, el capital en crisi pot comprar a preus de saldo els béns de capital devaluats i reciclar-los de manera rendible. Per tal que aquest procés es pugui portar a terme de manera efectiva, es requereix una devaluació prèvia, cosa que significa una crisi econòmica de cert abast. Les crisis es poden organitzar, controlar i racionalitzar mitjançant programes d’austeritat administrats per l’estat, fent ús de diverses palanques, com el tipus d’interès o el sistema de crèdits del Fons Monetari Internacional.»

L’explotació:
la despossessió permanent en el capitalisme

Paral·lelament a aquest procés d’acumulació originària, la pròpia dinàmica intrínseca de funcionament del capitalisme esdevé un procés d’expropiació permanent del producte del treball realitzat per cada treballador i, en definitiva, pel conjunt de tota la classe treballadora. No podem oblidar que, en el capitalisme, per a la majoria de la població no existeix cap altra possibilitat d’aconseguir els recursos necessaris per viure que no sigui el treball assalariat. Així, doncs, l’intercanvi de força de treball per salari que es produeix en les nostres societats esdevé un exercici de força per part dels empresaris: els treballadors i les treballadores han d’acabar acceptant les condicions que els ofereixen. En el capitalisme, l’èxit d’un treballador o treballadora és convertir-se en una mercaderia desitjada per algun empresari.

La consolidació de la propietat com a institució central del capitalisme permet que siguin els propietaris dels mitjans de producció aquells que disposin dels drets d’apoderar-se de tot el produït, encara que no ho hagin pagat a través dels salaris. Aquí, en el fet que el treballador no cobra tot el que produeix, sinó només allò que costa, és on hem de cercar l’origen dels beneficis en el capitalisme. Gràcies a aquesta pràctica, després de cada cicle productiu els propietaris dels mitjans de producció aconsegueixen gaudir d’un procés d’acumulació positiu, mentre que el conjunt dels treballadors surten d’aquest procés tan pobres com hi havien entrat. Si volen continuar vivint, les treballadores i els treballadors hauran de tornar a vendre la capacitat de treballar que tenen per aconseguir disposar novament del sou. Aquesta lògica de despossessió de les persones treballadores de part del producte del seu treball és la que permet afirmar a Proudhon que la propietat és un robatori. També és la que permetrà refermar a Marx la teoria de l’explotació com a element central en l’explicació de la natura i desenvolupament del capitalisme.

Hem de tenir en compte que un dels elements que permetrà fer més eficient la dinàmica productiva en el capitalisme serà la divisió del treball. Gràcies a l’especialització que suposa la divisió del treball s’aconseguirà que la productivitat s’incrementi de manera notable. Per tal de reforçar aquest procés serà imprescindible la incorporació de la tecnologia als processos productius.

Així, doncs, a mesura que es desenvolupa, el capitalisme va teixint una xarxa complexa de relacions socials que esdevenen molt profitoses a l’hora d’incrementar la producció. El capitalisme, gràcies a la tecnologia i la divisió del treball, es converteix en un sistema altament cooperatiu, en què els fruits de la cooperació, en lloc de ser distribuïts entre el conjunt de la societat, esdevenen una part més del botí dels propietaris dels mitjans de producció. El capitalisme actual s’ha convertit en una xarxa complexa i altament cooperativa, dirigida i orientada vers l’acumulació privada. Totes les persones, així com el conjunt dels coneixements col·lectius que s’han generat al llarg de la història, s’orienten en aquesta direcció. El capitalisme actual esdevé, doncs, el conjunt de relacions socials que permeten expropiar a la col·lectivitat el fruit del coneixement acumulat, així com la seva capacitat cooperativa.

El neoliberalisme.
L’estratègia de despossessió de la globalització

Al llarg de la història del capitalisme, hem vist com tot aquest sistema d’espoli, despossessió, expropiació i explotació que el caracteritza s’ha anat reproduint i desenvolupant de manera permanent. En els darrers anys, sobretot a partir de la dècada dels 70 i 80, veurem com aquests processos prendran una renovada embranzida, com a mecanisme que ha de permetre al capitalisme remuntar la situació de crisi en què es va endinsar durant la segona meitat de la dècada dels 60 i 70. L’estratègia de política econòmica neoliberal esdevindrà el dispositiu que permetrà regenerar el procés d’expropiació i espoli. A partir d’aquell moment, per tal de recuperar la seva taxa de beneficis, el capitalisme emprendrà el que Miren Etxezarreta anomena l’expansió en profunditat del capitalisme global. Juntament amb el procés de trasnacionalització productiva —dominat per les empreses multinacionals—, caldrà que tots els àmbits de la nostra vida susceptibles de generar beneficis puguin ser penetrats per la lògica mercantilitzadora. A partir d’aquell moment, el capitalisme actua com un pop i col·loca els seus tentacles en tots aquells aspectes que poden generar benefici per a l’inversor. Sota els criteris neoliberals de desregulació i privatització, tots els àmbits de la nostra vida esdevindran àmbits del capital. Arreu del món, assistirem a l’inici i consolidació del procés d’agressió sobre el conjunt dels drets socials (educació, sanitat, pensions) i sobre el conjunt de la resta del patrimoni col·lectiu, a partir dels tractats i recomanacions que brollen d’institucions com l’OMC, el BM, l’FMI, l’OCDE i, evidentment, la UE.

A l’hora d’exemplificar els diversos escenaris i moments en què es posa en funcionament aquesta dinàmica de despossessió emparada pel dispositiu neoliberal, cal assenyalar tot el procés de gestió del deute extern en les economies perifèriques durant la dècada dels 80 i 90. La gestió del deute extern esdevindrà una clara operació en què, a través de les polítiques d’ajust receptades per les institucions transnacionals i imposades pels diferents governs de torn, bona part dels recursos naturals i productius de la perifèria es posaran a disposició de la lògica acumuladora de les grans empreses i del capital financer. És un espoli que, segons Susan George,6 es perpetra a raó de la sagnia que suposen 6.500 milions de dòlars mensuals de transferències, en concepte de servei del deute per part dels països deutors del sud, durant el període comprès entre el 1982 i el 1990. Segons les mateixes xifres del Banc Mundial, els països deutors d’Àfrica han pagat més de quatre vegades el volum de deute que tenien l’any 1980, i ara es troben tres vegades més endeutats que llavors.

La reestructuració del capitalisme en crisi
suposa reblar el clau de la despossessió

Actualment, estem vivint el darrer episodi del procés de despossessió de recursos de la societat. Avui, el capitalisme experimenta una reestructuració per tal de superar la situació de crisi en què es troba immers.

La crisi que es va evidenciar el mes d’agost del 2007, cal deixar clar que no és una crisi financera, ni tampoc una crisi ocasionada pel comportament irracional i pervers d’aquest sector. Aquesta crisi és el resultat de l’esgotament del model d’acumulació global que el capitalisme havia desplegat per tal d’aconseguir recuperar-se del període de crisi anterior (el que es va viure durant la segona meitat de la dècada dels 60 i la dels 70). Per tal de recuperar la taxa de beneficis, que havia davallat pel conjunt de les inversions realitzades en els països centrals, es va desplegar tot el procés d’expansió global gestionat a través de l’estratègia de política econòmica neoliberal.

Un dels elements centrals de l’estratègia neoliberal ha estat el procés de desregulació financera. Sota el guiatge de governs com els de Thatcher a Anglaterra i Reagan als EUA, comença a generar-se un seguit de mesures legals que reduiran de manera important els controls exercits pels estats sobre el sector financer. Governs posteriors ajudaran a consolidar aquest procés, com ara el de Clinton als EUA, que l’any 1999 va derogar la llei Glass Steagall, o la mateixa Unió Europea, que consagra la llibertat de circulació del capital com un dels seus pilars fonamentals.

El cert és que aquesta manca de control financer permet la creació d’un escenari econòmic on sembla consolidar-se el somni més preuat pels inversors capitalistes: aconseguir diners a partir de diners, sense haver de passar pel molest procés de producció. A partir d’aquest moment, la dinàmica especulativa sustentada en la compra i venda de divises, la negociació de compres a futurs, les opcions i altres derivats, esdevé hegemònica en el funcionament del capitalisme. D’aquesta manera, ja durant la dècada dels anys 90, el volum de negocis efectuat durant cinc dies en els mercats de divises equivalia a les exportacions mundials de béns i serveis realitzades durant un any. En aquest període, les divises que eren negociades en un sol dia equivalien a les 6/7 parts de les divises controlades per tots els bancs centrals del món. Aquesta dinàmica no ha parat de créixer, fins al punt que, del 2004 al 2007, els mercats de derivats i de divises es van incrementar un 72 %, un ritme que en els darrers tres anys ha disminuït. Actualment, s’han assolit increments del 20 %, fet que representa un volum diari mitjà de 4 bilions de dòlars.

Fruit d’aquesta alta concentració de recursos en l’esfera financera, comencen a produir-se comportaments netament depredadors sobre el conjunt de l’economia productiva. Guiats pels grans fons d’inversió, sobretot els d’alt risc —però també a través de fons derivats de l’estalvi col·lectiu, com els de pensions—, comença a produir-se l’entrada de la lògica especuladora en l’economia productiva. Sectors que es consideren estratègics a l’hora de generar beneficis ràpids i segurs passen a ser controlats pels inversors financers: és el cas de les empreses de les noves tecnologies durant la dècada dels 90 i inici de l’any 2000. En aquesta mateixa direcció, la hipertròfia financera permetrà el funcionament depredador dels grans fons d’inversió a partir del que es coneix com a «palanquejament». Aquesta pràctica permet operar als inversors amb molt poc capital propi i volums de crèdit molt superiors a aquest capital. És un mecanisme utilitzat sovint com a mitjà per depredar empreses: capitalistes amb molt poc capital propi i el suport d’un elevat crèdit financer es dedicaran a realitzar operacions de compra d’empreses amb l’objectiu de «sanejar-les» i vendre-les immediatament amb uns beneficis de tal magnitud que els permetin tornar el crèdit. Sanejar les empreses sovint ha suposat acomiadar-ne treballadors, vendre’n actius importants i generar-hi una situació de beneficis a curt termini, en detriment de la viabilitat futura de l’empresa. En la vessant financera, aquestes operacions representaran grans transaccions que inflaran de forma fictícia el PIB de les economies, mentre suposaran el debilitament progressiu del teixit productiu de l’economia real. Aquesta dinàmica continuarà desenvolupant-se i nous sectors productius esdevindran l’objectiu de l’especulació, que aconseguirà desplegar-se de forma ampliada a través de complexos mecanismes d’enginyeria financera.

El darrer episodi de la disbauxa és el que representa la coneguda expansió del sector de la construcció, vinculat a les generoses polítiques de crèdit desenvolupades pel sector financer. Arribem, doncs, a la primera meitat de la dècada dels 2000 amb una societat que és un holograma, una mistificació fictícia de la realitat. Mentre les condicions socials que el capitalisme ha generat com a solució de la crisi han aprofundit en la precarització de les condicions de vida de la majoria de treballadors, els nivells de consum d’aquests s’han incrementat a través de les polítiques de crèdit fàcil. El model arribava a un atzucac. Era clar que les famílies no podrien continuar endeutant-se de manera permanent, és a dir, el model tenia un límit en si mateix. A l’Estat espanyol, la proporció de l’endeutament de les famílies amb relació a la seva renda disponible va passar del 42 %, el 1995, a gairebé el 70 %, l’any 2000, i el 110 %, el 2005 —quan entre el 1995 i el 2000 no es va produir cap increment dels salaris reals.

La impossibilitat de retornar els crèdits posa al descobert la fragilitat del capitalisme de l’inici del segle XXI. Sense capacitat per continuar generant beneficis, s’aturen les inversions i el col·lapse del model esdevé evident. Tots els títols, valors, etc. que depenien dels beneficis futurs, avui són paper mullat. Totes les energies del capital, sobretot en la vessant financera, a partir d’aquest moment estaran orientades a recuperar el màxim possible de les seves inversions fallides. És a punt de posar-se en marxa una gran operació de rescat econòmic. A banda del rescat bancari, a través de totes les mesures que a partir d’aquest noment es deriven de l’acció pública, es tractarà sobretot de recompondre novament les condicions socials i econòmiques que permetin al capitalisme —i, per tant, a la seva sala de màquines productiva— tornar a posar-se en funcionament. Això requerirà el major procés d’espoli que mai haurà experimentat cap societat. Com diu sovint el nostre company David Fernàndez, «mai tan pocs havien robat tant, a tants, en tan poc temps». Així comença el segle XXI.

El primer capítol d’aquest procés és el rescat econòmic de tots aquells sectors que s’han considerat «too big to fail». És el cas d’algunes indústries estratègiques, com ara la de l’automòbil, però sobretot el del conjunt del sector financer. Sota el criteri que deixar caure empreses capitalistes de caràcter sistèmic podria suposar un desastre per a la societat, hem viscut un veritable cop d’estat financer que, amb total impunitat, ha aconseguit transformar pèrdues privades en deute públic. Amb perplexitat i impotència, hem vist com s’imposaven un seguit de mesures econòmiques de “salvament bancari” que permetien transitar d’una realitat, la del 2007 —en què eren els bancs els que estaven en crisi—, a la realitat d’avui —en què són el conjunt dels estats, sobretot els de la perifèria europea, els que es troben en aquesta situació.

Pel que fa l’Estat espanyol, si tenim en compte les dades presentades per la plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda,7 a 31 de desembre de 2012 veiem que el conjunt d’ajuts públics rebuts pel sistema bancari —format per les mesures de suport a la capitalització (les que pretenen arreglar els problemes de solvència de les entitats) més les anomenades mesures de liquiditat (les que pretenen dotar les entitats financeres de prou diner líquid com per atendre les obligacions de pagament que tenen)— assoleix l’estratosfèrica xifra de 1.427.355 milions d’euros.

A més d’aquesta xifra descomunal, cal tenir en compte que un dels elements que està lucrant més i millor les entitats financeres privades és el paper que fan de creditores de l’Estat. L’operativa consisteix a endeutar-se amb el Banc Central Europeu a baix interès per invertir posteriorment aquests diners en l’adquisició de bons, lletres i obligacions emeses per les administracions públiques, a les quals s’exigeix el pagament de tipus d’interès molt més elevats. Aquest procés encareix notablement el cost del finançament de les administracions, a l’hora que suposa un transvasament massiu de beneficis de l’esfera pública a la privada. A través d’aquest mecanisme, les entitats financeres espanyoles, posseïdores d’una quarta part del deute públic de l’Estat, durant el període 2000-2013 s’han beneficiat d’un import proper als 36.000 milions d’euros, en detriment del tresor públic.

La narració que permet articular la despossessió col·lectiva, en el marc d’economies altament deficitàries i endeutades com la nostra, és el de sempre en l’ajust neoliberal —ara sota la tutela de la famosa ‘troica’, formada pel Banc Central Europeu, el Fons Monetari Internacional i la Unió Europea—: tots els recursos que la societat genera han de posar-se a disposició del pagament del deute. Cal recordar que aquest objectiu es troba actualment consolidat constitucionalment. Al setembre de 2011, els dos partits principals de l’Estat, PSOE i PP, van aprovar una reforma de l’article 135 de la Constitució destinada a garantir, per la via constitucional, l’equilibri pressupostari de les administracions públiques, i la prioritat absoluta del pagament del deute per davant de qualsevol altra prioritat pressupostària.

Segons la lògica de l’ajust, sense mitjans per mantenir les polítiques de l’estat del benestar, cal plantejar models de privatització d’aquests drets (educació, sanitat, pensions) per tal d’assegurar-ne la vigència futura. A més, sense marge possible de despesa per emprendre la modernització de l’aparell productiu, la desitjada competitivitat —que ha de permetre aconseguir la recuperació de l’economia—, acaba sempre recaient en l’abaratiment i, per tant, la precarització creixent de les persones treballadores, que han d’assumir que sortir de la crisi passa per treballar més i cobrar menys, tal com expressa algun empresari de nefast record.

En una societat moribunda com la nostra, només hi queda espai per als voltors. Aquests són els que, amb la complicitat de la classe política i l’empara de l’ajust, intentaran apoderar-se del que queda del patrimoni col·lectiu productiu i social. Tal com s’ha fet palès en els darrers pressupostos de la Generalitat, un cop consolidades les retallades, ara cal esquarterar i vendre el que resta.

El postconsens de Washington:
l’Estat, la crossa del capital

La sortida de la crisi i la reestructuració del capitalisme que comporta aquest procés és planteja com un veritable saqueig capitalista sobre el conjunt dels drets i patrimoni de la societat. La ideologia que permet consolidar aquest procés s’actualitza, i ara es basa en una reformulació del superat consens de Washington. Si fins ara es tractava d’aconseguir la màxima desregulació a partir de l’acció pública, que permetia aprofundir en els processos de mercantilització i privatització, a partir d’ara la lògica del postconsens de Washington es presenta com un intent de distanciar-se del neoliberalisme clàssic, si més no a escala teòrica i retòrica. Com expliquen Ben Fine i David Hall,8 la nova cara del neoliberalisme es presenta com un enfocament més favorable a l’estat, contrari a la idea que hi ha un únic model (el del lliure mercat) adaptable a tots els entorns. Ara se sosté que les imperfeccions que presenten tant el mercat com la lògica institucional, ofereixen una base per tal que l’estat, a partir d’una certa intervenció, operi en la direcció de millorar el funcionament dels mercats i la globalització. En definitiva, ara més que mai, és l’estratègia del mercat la que preval amb el màxim suport institucional. L’estat s’allunya i s’evadeix del compromís que té amb la societat per centrar-se a convertir-se en el millor suport del sector privat.

Un cop les privatitzacions fàcils i rendibles ja s’han portat a terme, ara la nova estratègia es basa en un major ús dels recursos i les capacitats de l’estat per incorporar el paper del sector privat en tots aquells àmbits en què fins ara s’havia mostrat contrari a intervenir. En aquest model que s’imposa en l’actualitat, una de les tasques importants que ha d’assumir l’estat és assegurar que la privatització funcioni. Segons Fine i Hall, aquest procés de regular el sector privat de manera suficient i amb èxit pot comportar un esforç més gran del que s’hauria de realitzar en el cas que fos el mateix estat el que assumís tota la gestió, ja que els objectius i les metes de caràcter més general sovint es veuen obstaculitzades per la recerca del benefici privat. Segons la lògica que s’imposa en l’actualitat, després d’un procés de privatització sovint es posa de manifest que els resultats no són els que s’havien promès en relació als nivells d’inversió, la qualitat dels serveis o l’accés als mateixos. Això exigeix que hagi de ser l’estat qui reguli, renegociï els contractes i compensi els exclosos del servei, donat que el subministrament privat es concentra en els sectors rendibles.

Un dels programes estrella d’aquesta nova onada privatitzadora és la que es coneix amb les sigles PPP (partenariat públic-privat). Es tracta de contractes que es fonamenten en la lògica segons la qual el sector públic aporta recursos en forma d’inversió directa com a alternativa als fons públics. El problema bàsic dels PPP —o de qualsevol altra forma de privatització—, tal com reconeixen el mateix FMI o l’OCDE, és que fins i tot en els temps favorables és un mètode més car de finançar que el que ofereix el sector públic mitjançant el crèdit estatal. Aquest cost extra, tal com s’assenyalava anteriorment, l’acaba assumint l’estat, que normalment és el client final dels PPP de serveis públics —com ara hospitals, o escoles— o els usuaris, quan els PPP es basen en el pagament de quotes —com en els casos de les carreteres de peatge o del transport públic, o en alguns models de concessions d’aigua. El finançament privat es converteix finalment en un passiu públic, fet que ha suposat, per exemple, que alguns experts en estadística hagin començat a insistir al Regne Unit, i a altres països, que els PPP apareguin en els balanços del govern.

Quant a l’Estat espanyol, i concretament pel que fa al sector de la sanitat —que és el tema de què s’ocupa aquesta publicació—, la llei 15/97 sobre les noves formes de gestió de la sanitat, permet que la gestió i l’administració dels centres sanitaris pugui ser desenvolupada per qualsevol tipus d’entitat, i que la prestació i gestió dels serveis sanitaris sigui realitzada per entitats amb ànim de lucre. A partir d’aquesta llei, i per part de les diferents comunitats autònomes, s’ha engegat una forta onada privatitzadora. Pel que fa a l’atenció primaria, moltes àrees de salut bàsica del Principat són gestionades per entitats privades (entitats de base associativa), i al País Valencià s’han fet concessions privades per gestionar els centres.

En la dinàmica de privatització dels hospitals hi ha diferents modalitats de contractes que responen a aquesta lògica de partenariat públic-privat. Alguns d’aquests contractes suposen la cessió de la construcció dels edificis a les empreses privades. De la mateixa manera, se cedeix a la iniciativa privada la dotació d’equipaments públics i la contractació de personal no sanitari, però els treballadors sanitaris continuen sent treballadors públics. Aquesta modalitat ha permès l’entrada a la sanitat pública de les grans empreses constructores (ACS, FCC, SACYR, etc.). En l’anomenat «model Alzira», s’afegeix a la gestió privada la contractació del personal sanitari, i també s’hi inclou l’atenció primària i especialitzada. Aquesta modalitat ha beneficiat, sobretot, les grans empreses sanitàries (ADESLAS, ASISA, SANITAS, DKV, etc.).

En aquesta direcció, cal afegir que els models de gestió sanitària del govern balear i valencià han coincidit en la promoció de dos macrocentres hospitalaris: La Fe, a València, i Son Espases, a Palma. Aquests centres pretenen concentrar l’assistència pública de manera que se’n faciliti la privatització parcial. La construcció d’aquests dos centres, a banda de suposar un negoci milionari a les constructores —moltes d’aquestes després també estan vinculades a l’explotació dels serveis perifèrics com els aparcaments—, no ha tingut en compte ni les necessitats dels usuaris ni les dels treballadors. Els centres s’han construït als afores de les ciutats, cosa que en dificulta l’accés. Alhora, els centres antics no han estat substituïts per instal·lacions que puguin continuar l’assistència de proximitat, de manera que barris sencers s’han trobat, d’un dia per l’altre, sense serveis hospitalaris.

La resposta col·lectiva:
la defensa d’allò que és obvi per avançar
vers la superació del capitalisme

Davant d’aquesta realitat que s’imposa més cada dia que passa, cal oposar la màxima resistència. Cada cop queda més clar que la nova modalitat del capitalisme del segle XXI no accepta cap pacte social redistributiu. Sense el mecanisme del crèdit, que permetia l’expansió del capitalisme a costa dels recursos i dels beneficis futurs, el capitalisme actual, altament sobredimensionat, necessita accelerar els mecanismes d’explotació i despossessió per tal d’assegurar-se l’existència. Immersos en aquest atac frontal contra els elements fonamentals que estructuren les nostres societats, cal reaccionar reivindicant la defensa i la consolidació d’allò que és obvi.

Resulta obvi que com a societat no podem acceptar un procés que discrimina l’atenció sanitària que reben les persones en funció de la capacitat econòmica que tenen, com tampoc podem acceptar pensions de misèria per als nostres avis i àvies, ni que els fills dels rics i poderosos aconsegueixin les millors condicions eductives per projectar-se en la societat, mentre els fills de les classes treballadores veuen com l’educació a què tenen accés empitjora cada dia que passa —o desapareix del tot la possibilitat d’accedir-hi per la manca de recursos econòmics que es poden dedicar a l’estudi i a la formació. La defensa d’aquestes obvietats, imprescindibles per bastir una societat, ha de conjugar-se amb tota la resta de reivindicacions laborals i socials. I és a partir d’aquestes reivindicacions que caldrà bastir el programa de mínims que permeti l’articulació d’un moviment ampli, flexible i radical en la proposta de construcció d’una alternativa de societat a la que ens planteja el capitalisme.

Cal tenir present, però, que en el marc del capitalisme del segle XXI la defensa col·lectiva del conjunt dels drets socials i del patrimoni col·lectiu, que encara no ha estat privatitzat, no s’ha de plantejar com l’intent de salvar l’estat del benestar, perquè aquest ha desaparegut per sempre. La defensa dels drets socials cal plantejar-la com un procés de conflicte obert davant la lògica depredació total i totalitària que el capitalisme imposa com a mecanisme necessari per sobreviure. I també com un primer pas cap a la construcció d’una societat que, ara sí —i més que mai—, haurà de plantejar-se definitivament la destrucció i superació del model de relacions socials capitalista, si veritablement es vol bastir sobre els valors de la justícia i la dignitat.

Bibliografia

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– Endavant. La sanitat als Països Catalans. Anàlisi i alternatives. Visiteu: http://www.endavant.org

– Bellamy Foster, J. La ecología de Marx. Barcelona: El Viejo Topo, 2004.

– Busqueta, J. M. L’hora dels voltors. La crisi explicada a una ciutadania estafada. Lleida: El Jonc, 2012.

– Hernández Vigueras, J. El casino que nos gobierna. Madrid: Clave Intelectual, 2012.

– Lebowitz, Micahel A. Mas allá de El Capital. Madrid: Akal, 2005.

– Seminari d’Economia Crítica Taifa. Informe d’Economia núm. 8: «La estrategia del capital». 2011. Visiteu: http://www.seminaritaifa.org

1 Marx, K. El Capital. Mèxic: Fondo de Cultura Económica, 1992.

2 Federici, S. Calibán y la bruja. Madrid: Traficantes de Sueños, 2011.

3 Galeano, E. Las venas abiertas de América Latina. Madrid: Siglo XXI, 1993.

4 Lenin, V. El Imperialismo fase superior del capitalismo. Moscou: Progreso, 1989.

5 Harvey, D. El nuevo imperialismo. Madrid: Akal, 2003.

6 George, S. El bumerang de la deuda. Barcelona: Deriva Editorial, 1993.

7 Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda. Informe «La ilegitimidad de los Rescates a la Banca en el Estado español» (2013).

8 Fine, B; Hall, D. «El terreno del neoliberalismo: obstáculos y oportunidades para el desarrollo de modelos alternativos en el suministro de servicios». Article a: McDonald, D.A.; Ruiters, G (ed.). Alternativas a la Privatización: La provisión de servicios públicos esenciales en los países del Sur. Barcelona: Icaria Editorial, 2012.

Roberto Lorenzana: “Hemos tenido una transformación”

Roberto Lorenzana: “Hemos tenido una transformación”

Lorenzana será el secretario técnico de Sánchez Cerén desde el 1 de junio. /DEM

Roberto Lorenzana, dirigente y vocero habla de esta metamorfosis en el pensamiento del FMLN durante la posguerra: el Estado ha perdido su carácter “aplastante”, pero creen que debe ser fuerte, y el mercado es importante, pero tampoco es “sacrosanto” y resuelve todo.

El FMLN está haciendo énfasis sobre el crecimiento económico. Antes se hablaba de distribuir riqueza. ¿Hay un giro?

Lo que tenemos es un proceso a lo largo del tiempo, de ir adecuando el pensamiento a la realidad concreta. El FMLN en la posguerra ha tenido una metamorfosis, desde el punto de vista político, organizacional, de sus concepciones económicas. Hemos tenido una transformación, hemos tenido el cuidado de no renunciar a nuestra historia y a nuestra identidad. Hemos tenido un aprendizaje institucional, toda esa experiencia (vida política de 1994 a 2014) sirve para ligar nuestra visión a la realidad.

Creemos que el pensamiento no debe ser rígido, las concepciones deben ser flexibles y que quien debe determinar los cambios en el pensamiento es la realidad concreta, no las ideas de una persona o una dirección política. La dirección política puede hacer elaboraciones pero, si esas no pasan el filtro de la realidad, estamos en un error, esa es la visión del FMLN… Ya en la posguerra se salió del esquema del Estado que sobredetermina todo, del Estado aplastante en la vida económica, social, política, esquemas que hubo en el pasado.

Tampoco estamos diciendo que creemos en el sacrosanto mercado y que el mercado es el que determina todo y que debe ser el que asigna los recursos en todo. El FMLN le da un lugar importante al mercado, reconocemos que el mercado es un instrumento decisivo en la vida, en la economía de los pueblos, pero que también se necesita un Estado fuerte, que pueda regular determinadas actividades económicas, particularmente en rubros donde existen reglas del juego monopólicas u oligopólicas.

¿Cuál es la diferencia del pensamiento en donde el crecimiento económico rebalsará y se distribuirá?

Uno de los grandes problemas del país es la desigualdad social. No es que vamos a llegar a un punto en el que desaparezca la desigualdad, no somos ilusos en ese sentido, por eso este gobierno ha priorizado en cosas muy concretas que marcan un enfrentamiento a la inequidad. Por supuesto, una reforma fiscal en donde los de más arriba tuvieron que aumentar sus pagos, eso disminuye la desigualdad, es un paso. Nosotros creemos que el crecimiento económico es lo que puede marcar de manera decisiva el incremento en la recaudación fiscal.

¿Cuándo el FMLN cae en la cuenta que no es vía impuesto, sino crecimiento?

No. Creemos que son las dos cosas. No podíamos seguir con los niveles de carga tributaria más bajos de América Latina.

Sí, pero ustedes insistieron más en que se crearan nuevos impuestos…

Algunas medidas que fueron planteadas antes están pendientes. Nosotros creemos que puede haber acuerdo sobre eso. Pero vemos que la mejor manera en este momento de aumentar la recaudación es por la vía del crecimiento. Fíjese que si nosotros duplicamos el crecimiento, duplicamos la recaudación.

¿Siempre lo han tenido claro?

Nosotros siempre lo hemos tenido claro, lo que pasa es que el crecimiento no está determinado únicamente por las medidas fiscales, sino que hay otros factores que hay que desatar, esa es la apuesta que queremos hacer hoy. Queremos, sin soltar lo social, hacer un esfuerzo mayor por el dinamismo de la economía.

¿Cuándo se definió este énfasis?

Está en el programa de gobierno.

¿No fue un mensaje electoral?

Es también un mensaje electoral, pero es una convicción, que en la discusión con los sectores sociales (en consulta “Diálogo de País”), ahí se concluyó que (el crecimiento económico) es el único camino o al menos el camino más importante.

Las luchas populares contra el militarismo en El Salvador

Las luchas populares contra el militarismo en El Salvador
Por Roberto Pineda San Salvador, 2 de mayo de 2014

En esta parte se aborda las jornadas populares contra la dictadura militar, con énfasis en el pensamiento y la praxis del PCS en el periodo 1964-1971. Incluye contexto histórico y breves biografías de Raúl Castellanos Figueroa y Salvador Cayetano Carpio. Anteriormente se había tratado el período de 1956 a 1964.

PCS nombra a Roque Dalton en Revista Internacional

En 1964 se nombra a Roque Dalton como representante del PCS en la Revista Internacional, Problemas de la Paz y el Socialismo, con sede en Praga, Checoslovaquia, que era la revista del Movimiento Comunista Internacional, y cumple esta responsabilidad hasta el año 1967, que se traslada a Cuba.

En 1965, bajo el gobierno de Julio Adalberto Rivera (1962-1967) el órgano del CC del PCS, La Verdad estuvo publicándose de manera clandestina quincenalmente. En su numero 31, del 16 de septiembre aparece de portada un artículo en apoyo a las FAR, titulado La guerrilla guatemalteca se muestra indestructible.

El siguiente número de La Verdad, No. 32, del 30 de septiembre coloca como madera: ¡Alto a la represión! ¡Libertad a los reos políticos y sindicales! Y se denuncia la captura de tres dirigentes sindicales de la CGTS, y además militantes del PCS, Carlos Marín, quien falleció recientemente, Saúl Santiago Contreras, asesinado en febrero de 1968 y Antonio Velasco Iglesias, militante actual del FMLN en Apopa. Asimismo se denuncia amenazas contra el presidente de AGEUS, Francisco Guzmán, militante actual del FMLN en San Salvador.

En el número 33 de La Verdad, del 10 de octubre de 1965, el titular de portada dice: Mañosa actitud del Gobierno frente a las intervenciones yanquis. En el número 34 del 30 de octubre de 1965 se lee: Respuesta del Partido Comunista: Desorbitadas opiniones de Rivera. Se trata de la opinión vertida por el presidente Rivera en el sentido de ofrecer cambiar comunistas salvadoreños por contrarrevolucionarios cubanos. Expresa en octubre de 1965 la Comisión Política del PCS que “los comunistas salvadoreños, comprendemos que nuestro deber esta aquí, dentro de nuestro país, organizando y orientando la lucha de nuestro pueblo por una vida mejor.”

En un pleno del comité central de noviembre de 1965 se aprueba la elaboración de una plataforma de planteamientos que exponga la posición de PCS sobre diversas temáticas tanto nacionales como internacionales, para de esta forma “poner fin a un largo período de silencio, durante el cual su nombre, su línea, y hasta su existencia, han estado ausentes de las masas populares” y en enero de 1966 se difunde el folleto Planteamientos del Partido Comunista para responder a esta necesidad. En el documento se expone la posición ante diversos sectores sociales como trabajadores, campesinos y capas medias urbanas.

En 1966 el PCS asiste a la Conferencia Tricontinental realizada en La Habana, Cuba. En 1967, se participa con una delegación presidida por Schafik Handal, en la Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, OLAS, también realizada en La Habana, no obstante existir diferencias en términos de las concepciones estratégicas que orientaban este encuentro. Este mismo año de 1967 una delegación del PCS ( Raúl Castellanos Figueroa y José Napoleón Rodríguez Ruiz) participa en Moscú en las celebraciones del Cincuenta Aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre.

En 1966-67 se logra impulsar la candidatura presidencial del Dr. Fabio Castillo, mediante el PAR Nueva Línea, lo que permite al Partido combinar la lucha reivindicativa con la lucha política abierta y legal y recuperar en las principales ciudades el voto opositor, que había venido a favorecer anteriormente desde marzo de 1964 a la democracia cristiana, al PDC.

La campaña política fue una importante escuela para miles de personas que se incorporaron a la lucha popular mediante esta vía. Y se logra recuperar la influencia del PCS entre las masas obreras. Las masas campesinas continuaban siendo víctimas del temor que venía desde 1932. Agregado a esto que este instrumento legal, el PAR Nueva Línea, fue ilegalizado luego de las elecciones. Incluso la campaña sirvió para estimular el movimiento huelguístico de 1967-1968 y romper con la paralización de este instrumento de lucha que venía desde hace veinte años.

Y en abril de 1967 se desarrolla la huelga de los trabajadores de la fábrica Acero en Zacatecoluca que motiva la unidad en la acción entre las dos principales centrales sindicales (FUSS y CGS) y que incluye el desarrollo de una Huelga General Progresiva así como la huelga de panificadores de fines de ese año, que incluye una huelga de hambre del propio Salvador Cayetano Carpio, secretario general del PCS en ese entonces.

También fue importante la participación del PCS en la primera huelga magisterial a principios de 1968, que tuvo como expresiones una concentración permanente frente al ministerio de educación así como la ocupación de decenas de escuelas públicas, la cual marca un importante momento histórico de ruptura del control ideológico de la dictadura sobre las capas medias y provoca la realización de grandes manifestaciones y concentraciones de masas, muchas de estas reprimidas, las cuales contribuyen a abrir y profundizar la crisis política del régimen dictatorial.

Los sectores populares se lanzaron a la calle en defensa de los maestros y maestras así como los acompañaron en la defensa de sus escuelas tomadas. En esta jornada de solidaridad con los maestros el Partido fue fuertemente golpeado ya que perdió a dos valiosos cuadros comunistas del sector sindical: Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez, los cuales fueron secuestrados, torturados y sus cadáveres abandonados para generar temor.

Asimismo la dictadura militar asesina en San Miguel al miembro del PCS Jaime Hernández, y en Sonsonate al militante comunista Dr. Alberto Vásquez Cárcamo. Entre los que acompañaron a los maestros se encontraba el dirigente del PCS, Raul Castellanos Figueroa.

Raúl Castellanos Figueroa

Raúl Castellanos Figueroa nace el 14 de diciembre de 1924 en San Salvador. Su padre fue el también comunista Jacinto Castellanos Rivas, la ultima persona que conversa con Farabundo Martí. A los veinte años forma parte del comité secreto de huelga de los estudiantes universitarios, que logra el derrocamiento del General Hernández Martínez en mayo de 1944, además durante ese periodo fue el director de Opinión Estudiantil, editada dentro de la más rigurosa clandestinidad.

En octubre de1944 huye de la represión osminista hacia México donde estudia economía en la UNAM. En 1949 ingresa al Partido Comunista de El Salvador. En 1950 conoce en México a la comunista tica Rosa Braña, contraen matrimonio y ambos regresan ese año al país. Rosita muere en el 2002. Tienen dos hijos, ya fallecidos ambos, Roberto y Florencia Castellanos Braña.

En 1959 por encargo del PCS asume la tarea de dirigente del Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM y desde esta posición, desde el triunfo de la Revolución Cubana, se distingue por su vigorosa solidaridad con el pueblo cubano, tanto que en octubre de 1962 fue secuestrado y luego encarcelado junto con el secretario general de la CGTS, Antonio Velasco Iglesias, luego de un mitin en la Plaza Libertad en apoyo al proceso revolucionario de ese país. Posteriormente son entregados a la dictadura guatemalteca del General Idígoras Fuentes, que a su vez los expulsa hacia México.

En 1961 Raul (Pablo)propone y se aprueba la creación del Frente Unido de Acción Revolucionaria, como parte de una estrategia de enfrentamiento político-militar con la dictadura, en polémica con Salvador Cayetano Carpio (Saúl), que regresaba de la URSS con la tesis de la coexistencia pacífica (Santacruz 1999).

Schafik (Sánchez) respalda a Castellanos y desde ese momento inicia una aguda y muchas veces sorda disputa al interior del PCS que estalla en 1970 con la salida de Sául. A principios de 1968 se incorpora a las jornadas en solidaridad con la huelga de los maestros de ANDES 21 de Junio. En 1969 dirige el Departamento de Periodismo de la UES y funda el periódico Primera Plana.

Ese año 1969 en el marco de la represión de la dictadura, colocan una bomba en su residencia en la Colonia Flor Blanca. Fallece cumpliendo una responsabilidad partidaria, como miembro del Secretariado del PCS, el 30 de octubre de 1970 en Moscú, entonces capital de la Unión Soviética.

El viernes 20 de noviembre llegan sus restos al Aeropuerto de Ilopango y son recibidos por centenares de simpatizantes y amigos que acompañan el ataúd cubierto con la bandera roja con la hoz y el martillo, del PCS. Se escuchan las notas del Himno Nacional y La Internacional., luego es trasladado a la UES, donde se le vela en el Auditórium de la Facultad de Derecho. Sus exequias se convierten en un acto de denuncia política contra la dictadura militar.

En su entierro, Schafik Handal, a nombre del PCS expresó que “es grande la tristeza que oprime los corazones de nosotros, los comunistas, en este momento en que cumplimos la dolorosa tarea de entregar a la madre tierra los resto de nuestro querido camarada, Raúl Castellanos Figueroa…A muchos de nosotros, tu nos guiaste en nuestros primeros pasos, cumpliendo la tarea que te había encomendado el Comité Central.”

Salvador Cayetano Carpio

Salvador Cayetano Carpio nace en el 6 de agosto de 1919 en Santa Tecla. Estudia en San Salvador como seminarista, pero no concluye y viaja a Guatemala y trabaja en la Panadería del Hospital de Antigua. En 1940, de 21 años, regresa a El Salvador y se incorpora al trabajo en panaderías privadas.

En junio de 1943 crea la Asociación de Obreros Panificadores Federados de El Salvador, bajo el gobierno del General Martínez, conduce su primera huelga y logra el 17 de este mes un aumento salarial junto con la disminución de la jornada laboral. En reconocimiento a esta victoria esa fecha es nombrada el Día de los Panficadores.

En 1945, bajo el gobierno del Coronel Castaneda Castro, dirige una segunda huelga de panificadores, la cual es mediatizada por el régimen. En1946, al encontrarse preparando una tercera huelga, en agosto de ese año es capturado y encarcelado. Los panificadores se lanzan a la huelga exigiendo además de sus reivindicaciones salariales, la liberación de su secretario general.

En 1947, a través del abogado Antonio Vasilius Hidalgo, ingresa al Partido Comunista de El Salvador. Un año después, en 1948 es nombrado Secretario Nacional de Organización del PCS por su destacado rol en la organización del clandestino Comité de Reorganización Obrera Sindical, CROSS, el cual luego es legalizado y estuvo ubicado en el antiguo Edificio Dueñas. En este bregar conoce a su compañera de vida y lucha, Tulita Alvarenga, fundadora del Sindicato de Bebidas y Gaseosas.

A mediados de 1949, bajo el gobierno del Coronel Osorio, es expulsado a Nicaragua. Al regresar pasa por Honduras y luego por Guatemala, donde participa el 28 de septiembre de 1949 en la fundación del Partido Comunista de Guatemala. Posteriormente viaja a México, conoce al líder comunista Blas Roca y es invitado para un curso sindical en La Habana, por lo que regresa a El Salvador en octubre de 1950. De esta experiencia internacional escribe el folleto El Sindicalismo Revolucionario.

En marzo de 1951, durante la primera ola represiva osorista, es expulsado de nuevo a Nicaragua, y al poco tiempo regresa clandestinamente. El 26 de septiembre de 1952 es capturado, encarcelado, y torturado salvajemente junto con su compañera Tulita. De esta experiencia escribe Secuestro y capucha. Es liberado hasta julio de 1954 por las gestiones legales de su camarada Jorge Arias Gómez. Sale hacia la URSS a estudiar por dos años y medio en la Escuela Superior de Cuadros del Partido Comunista de la Unión Soviética.

En 1956 viaja a la República Popular China. En 1957 regresa y se incorpora a la CGTS. En 1961 viaja a la Unión Soviética y regresa en 1963. En marzo de 1964 Saúl es nombrado por el V Congreso del PCS como secretario general. En octubre de 1965 participa en la creación de la FUSS y luego de FESTIAVTCES, asimismo del Comité Obrero de Acción Política, COAP. En abril de 1967 participa en la conducción de la huelga de Acero S. A y en septiembre de ese año acompaña la huelga del sindicato de panificadores, en la que 20 de ellos se declaran en huelga de hambre frente al Palacio Nacional.

El 30 de marzo de 1970 por diferencias políticas e ideológicas, renuncia a su cargo de secretario general del PCS. El 1 de abril inicia la construcción de un esfuerzo político-militar junto con 4 estudiantes de Medicina (Benito, Vargas, Sergio, Salvador Moncada), tres líderes obreros (Dimas Alas, Ernesto Morales y Armando Arteaga)y dos mujeres, su esposa (Tulita) y su hija (Emma Guadalupe), que dos años después, en agosto del 72 asume el nombre de Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí”, FPL. En el caso de Arteaga, se sale de este grupo inicial y se integra al ERP como “Pancho” y es asesinado en mayo de 1975 junto con Roque Dalton.

El 1 de agosto de 1975 las FPL funda el Bloque Popular Revolucionario, BPR, la mayor organización popular en la historia de El Salvador. Durante la Guerra Popular Revolucionaria, las FPL tuvo su base principal en las montañas de Chalatenango, y fue una de las principales organizaciones que constituye en octubre de 1980 el FMLN. Saúl se transforma en Marcial y forma parte de la primera Comandancia General del FMLN, que también incluye a Schafik Handal (Simón), Joaquín Villalobos (Atilio), Eduardo Sancho (Ferman Cienfuegos) y Francisco Jovel (Roberto Roca).

El 12 de abril de 1983 en Managua, Nicaragua, luego de cuarenta años de lucha, 4 en el sindicalismo, 23 en el PCS y 13 en las FPL, Salvador Cayetano Carpio decide suicidarse en medio de acusaciones de ser el responsable del asesinato el 6 de abril de la profesora Mélida Anaya Montes, (1929-1983) segunda responsable entonces de las FPL. El FMLN respalda estas acusaciones. Es sustituido en 1983 en la dirección de las FPL por el profesor Salvador Sánchez Ceren (Leonel), presidente electo de El Salvador 2014-2019.

El Epílogo del PCS al Diario del Che en Bolivia. 1968

A finales de 1968, bajo el gobierno del General Fidel Sánchez Hernández (1967-1972), se publica por Ediciones Rumbo, casa editorial del PCS, el Diario del Che en Bolivia, con un agregado al final que analiza desde la perspectiva estratégica del PCS la experiencia vivida por el Che.

Plantea que “el Che reúne la valentía ilimitada con la voluntad férrea de alcanzar el ideal aun a costa de sacrificar todo lo concerniente a uno mismo –incluso la vida-; reúne la más ardiente rebeldía contra todo lo que es injusto que pretende perdurar bajo el manto de la santificación dogmática, con la más alta y humanista militancia del internacionalismo revolucionario que le hizo combatiente de todos los pueblos: argentino que combatió por la Revolución cubana y que no encontró dentro de sí fronteras para combatir por la Revolución boliviana y entregar su vida en aras de ella, como la habría entregado sin duda por la revolución salvadoreña o de cualquier otro país de América Latina y el mundo.”

Sostiene que “es, al mismo tiempo que un testimonio de la más elevada moral revolucionaria, un documento de inestimable valor para el análisis estratégico, frío, racional. ¿Cómo sale de la prueba la concepción estratégica del “foco guerrillero” como punto de partida de la revolución? Esta es la interrogante inevitable, ineludible, que encierra a su vez muchas otras interrogantes y que debe ser respondida a la vista del Diario del Che…porque durante los ultimo ocho años se han realizado en el continente decenas de fallidos intentos por crear y desarrollar victoriosamente focos guerrilleros guiándose precisamente por esta misma concepción.”

Agrega que “ninguno de esos intentos dejó un testimonio tan fiel como este de Bolivia y ningún guerrillero latinoamericano habría sido más autorizado que el Comandante Guevara para escribirlo. Quienes se interesen por la suerte de la revolución latinoamericana, deben plantearse la tarea de realizar el análisis del foco guerrillero a la luz del Diario del Che…”

Establece que “renunciar la análisis frío y crítico de la experiencia reflejada en el Diario del Che…sería convertir este documento en un modelo de cómo debe morir un revolucionario, honrosamente, heroicamente pero no le extraeríamos las enseñanzas que arroja para resolver el problema de cómo hacer la revolución…Teniendo en cuenta estas necesidades apremiantes de la revolución latinoamericana, nos permitimos discordar con la opinión que vierte el compañero Fidel Castro en su prólogo al Diario del Che…condenando a todos aquellos que lleguen a la conclusión de que este se equivocó…”

Puntualiza que “vistos los hechos fría y racionalmente como debe procederse en todo análisis revolucionario, la guerrilla el Che en Bolivia no fue parte de la lucha de clases interior de ese país, no surgió de esa lucha de clases como su forma superior, ni se desarrolló en combinación con las demás formas de esa lucha…No pretendemos dar lecciones a Fidel y menos demostrar que el Che fue un iluso. Es el mismo Fidel en La Historia me absolverá y en algunos de sus discursos quien nos ha ayudado, y continuara ayudando a las nuevas generaciones de revolucionarios, a comprender el nexo esencial que hay entre la lucha política y la lucha armada, la dependencia histórica de la segunda respecto a la primera.”

Concluye que “corresponde los revolucionarios de cada pueblo determinar en base de las condiciones concretas en que se desarrolla la lucha de clases interior, lo mismo que tomando en cuenta los factores exteriores de la lucha de clases, cuando y cómo llevarían a las masas al combate armado. Nuestro Partido tiene en este puntos sus propias concepciones en cuanto a la lucha armada en nuestro país pero no es esta la oportunidad para exponerla.”

Manifiesto del 1 de mayo de 1968

El 1 de mayo de 1968, en su tradicional manifiesto, el PCS indica que “los trabajadores salvadoreños llegan a este Primero de Mayo más robustos en su organización y su conciencia. El Primero de Mayo del año pasado lo celebramos dos días después de haber concluido con una victoria rotunda la grandiosa Huelga General Progresiva en apoyo a los obreros de Acero S. A., y en defensa del derecho de huelga amenazado por toda la clase patronal y el gobierno unidos.”

Evalúa que “cuando las huelgas comenzaron en 1967, el gobierno de Rivera, próximo a terminar su periodo y en el marco de la campaña electoral presidencial, se vio obligado a adoptar una posición no tan represiva…pero los hechos se encargaron de evidenciar el predominio en el partido oficial, en el gobierno, en el Ejército, del sector más retrogrado, formados por los partidarios del garrote y la masacre.”

Considera que “ganar al hermano rural para el movimiento popular de las ciudades, incorporar al campo a la ruta a iniciada por la ciudad hacia la democracia, la independencia nacional y la revolución social: tal es la tarea primordial que tiene ante sí como un reto histórico el movimiento revolucionario y popular salvadoreño.”

Sostiene que “como partido revolucionario de vanguardia, el PCS ha sido fiel al expreso deseo de las masas en el sentido de realizar su lucha por una vía sin violencia. No ha tratado nuestro Partido de forzar a las masas a utilizar la violencia contra su deseo, ni tampoco ha aceptado las viles provocaciones de los “rabiosos” que pretenden empujarnos por desesperación a presentarles batalla en el terreno que ellos han elegido para ensangrentar una vez más al país y destrozar a fuerza de masacre y represión el grandioso movimiento popular que esta en desarrollo.”

En 1968 Salvador Cayetano Carpio, Saúl, a nombre del PCS realiza una visita oficial a Cuba. Y también el PCS se pronuncia este año con respecto a los acontecimientos en Checoslovaquia manifestando que el envío de tropas estaba justificado solo “si el socialismo estaba en peligro en este país por la conspiración del imperialismo y de los enemigos internos.” O sea se dio un apoyo condicionado lo que generó malestar en algunos partidos comunistas y fue calificado posteriormente por Saúl como expresión de “derechismo “y “antisoviétismo.”

El PCS en Conferencia Mundial de Partidos Comunistas en Moscú, 1969

En junio de 1969 Saúl participa a nombre del PCS en la Conferencia Mundial de Partidos Comunistas y Obreros, realizada en Moscú. En su discurso plantea que:
“El imperialismo yanqui está utilizando como un instrumento de su penetración económica en nuestro país y en el resto de la América Central al Mercado Común y a la Integración Económica Centroamericana. A traves de ellos, se apodera de las industrias, ahoga al capital nacional, explota en forma directa la fuerza de trabajo de nuestra clase obrera y se convierte en un factor directo de la lucha de clases interna. En virtud de este proceso, la lucha directa entre los obreros y los patronos no está circunscrita al terreno del capital interno, sino que, cada vez en mayor medida, está entablada contra los monopolistas yanquis que, ya sea solos o en compañía de la oligarquía interna, a través de las sociedades de capital mixto, exprimen el sudor de la clase obrera y de los campesinos pobres.”
“Los imperialistas yanquis ejercen creciente dominio sobre la política interna del gobierno, sobre su política económica, sometiéndola a planes ligados estrechamente a los intereses de los monopolios yanquis y controla, a través de la ejecución de tales planes y del control directo de sus técnicos y comisiones, muchas instituciones del Estado. “
“El pueblo de El Salvador y su clase motriz fundamental: la clase obrera, saben que en las condiciones de nuestro país, con más de 37 años de dictadura militar prooligárquica y proimperialista, es necesario utilizar todos los medios de lucha adecuados a cada momenta dado. Se organiza, moviliza y lucha diariamente por sus reivindicaciones económicas, políticas y sociales inmediatas y, en el fuego de esas luchas, eleva su conciencia, su organización y su disposición revolucionarias, pues esta completamente claro en nuestro país que debido a las condiciones que han creado los enemigos de su desarrollo independiente el pueblo salvadoreño podrá llegar al Poder sólo a través de la lucha armada, íntimamente ligada a otros medios de lucha política. El Partido Comunista de El Salvador pone todo su empeño en colocarse al frente de las luchas de las masas populares, las conduce en sus combates por las demandas inmediatas y prepara al pueblo para las batallas decisivas por su liberación definitiva.”
La posición del PCS en relación a la guerra con Honduras en 1969.
No obstante diversos esfuerzos por justificar las actuaciones del PCS con relación a la guerra con Honduras, es evidente que sucumbió en diversos grados al ambiente generalizado de chovinismo imperante. Incluso posteriormente se ha reconocido esto así como se han explicado las razones que estuvieron a su base. Saúl no se encontraba en el país y desde Costa Rica hizo un llamado a los soldados a cambiar la dirección de los fusiles, y al regresar se dedica a pasar factura por los errores cometidos. En el caso de Pablo y de Emilio, en julio de 1969, se dedicaron luego de la divulgación en la UES de un pronunciamiento del PCS en apoyo a la guerra, a ir a la Plaza Libertad a desmentir y denunciar el falso pronunciamiento. (Santacruz 1999).
En agosto de 1969 la comisión política del PCS organiza una reunión para evaluar la situación del país después de la guerra y para definir la línea de actuación del Partido. Y se aprueba un pliego de medidas concretas propuestas, en particular relativas a la participación electoral.

En octubre de 1969 se realizan tres sesiones ampliadas del comité central del PCS en el que se evalúa la conducción política del Partido en el reciente conflicto con Honduras, concluyéndose que se habían cometido errores de derecha que se explicaban por el ambiente generalizado de chovinismo predominante en esos momentos.

Durante el desarrollo de estas reuniones se realiza un intenso y agrio debate entre Saúl y los miembros de la célula Frank País de la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, por una parte, y los miembros de la Comisión Política por la otra. Saúl propone en las reuniones, que se suspenda la calidad de miembros del Partido a todos sus militantes, para luego escoger a aquellos que merecieran tal calidad, a fin de crear un partido de nuevo tipo.

Se aprueba abrir la discusión en el Partido sobre su conducta en la guerra con Honduras así como sobre su línea estratégica y táctica, en particular la participación electoral. Este último tema se convierte en otra fuente de conflicto entre los partidarios de Saúl y la mayoría de integrantes de la comisión política. Saúl expresa su oposición a participar en las elecciones, así como a establecer alianzas con fuerzas democráticas.

El séptimo periodo, que va del 31 de marzo de 1970 a diciembre de 1979.

El 31 de marzo de 1970 Salvador Cayetano Carpio, conocido como Saúl, renuncia a su cargo de secretario general, rompe con el PCS y se sumerge en la clandestinidad para formar una organización político-militar, que en 1972 se proclama como las Fuerzas Populares de Liberación, FPL “Farabundo Martí”. Saúl fue acompañado por otros catorce militantes del Partido y la Juventud Comunista que renunciaron al PCS, entre estos los cuatro miembros de la Frank Paíz, su esposa (Oneida) hija (Cristina), así como tres sindicalistas.

El mérito histórico de Carpio, conocido posteriormente como Marcial, fue el de crear una nueva situación política, al romper el paradigma vigente desde 1932, identificar la viabilidad de la lucha armada y construir la primera organización político-militar para combatir a la dictadura. En marzo de 1972 surge públicamente otra organización político-militar de izquierda, el Ejercito Revolucionario del Pueblo, ERP, originada en El Grupo, que en mayo de 1975 se divide, creándose la Resistencia Nacional, RN. Posteriormente en septiembre de 1976 surge el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, PRTC. El factor subjetivo de la revolución avanzaba aceleradamente.

El VI Congreso del PCS de agosto de 1970

En agosto de 1970 se celebra el VI Congreso Extraordinario del PCS, con el propósito principal de elegir un nuevo comité central y donde se evalúa la salida de Saúl y se elige un triunvirato para conducir el partido, integrado por Raúl Castellanos Figueroa (Pablo), Roberto Castellanos Calvo (Bobby) y Schafik Handal (Emilio) que antes habían integrado el llamado Secretariado junto con Saúl. En este congreso se aborda como tema principal lo que se califica como el “proceso de aparecimiento y desarrollo de la actividad fraccional” que se ubica de agosto de 1969 a marzo de 1970.

Llegan en este VI Congreso al Comité Central, Américo Mauro Araujo, Raúl Vargas, Dagoberto Sosa, y Rolando Orellana. Y se mantienen Domingo Santacruz, Rafael y Mario Aguiñada, Adán Chicas, Miguel Ángel Sáenz Varela, Alfredo Acosta Díaz, Julio Cesar Castro Belloso y Carlos Quijano.

En el Informe del comité central presentado ante el VI Congreso, en el que participaron representantes de células de diez departamentos, se establece que “los organismos de dirección nacional fueron reestructurados en el V Congreso de acuerdo a los nuevos estatutos. Sin embargo, algunos de los vicios que se arrastraban desde hacia muchos años no fueron superados completamente en los nuevos organismos, lo que trajo con el tiempo, deformaciones cada vez más marcadas que incidieron en su trabajo y en las debilidades de todo el Partido.”

Señala que “los fundamentos de la Dirección colectiva han sufrido serios perjuicios en la mayor parte del tiempo que ha durado la gestión del Comité Central que hoy rinde este informe. El Secretario del Comité Central se constituyó en el centro de dirección política y administrativa del partido, concentrándose en él casi todos los atributos de dirección, con excepción de aquellos que claramente corresponden al Comité Central y al Congreso. En este terreno, sustituyó prácticamente a la Comisión Política en algunas de sus funciones de dirección, con lo cual se contribuyó a que dicho organismo no haya ocupado durante considerable tiempo el papel que le correspondía jugar.”
Indica que “en tal situación se desarrollaron deformaciones tales como las siguientes: a)la membresía del Partido se acostumbró a considerar como dirigentes casi exclusivamente a los miembros del Secretariado: Saúl (Carpio), Emilio (Handal), Pablo (Castellanos Figueroa), Bobby (Castellanos Calvo): b) los nuevos cuadros de dirección se vieron despersonalizados y no encontraron las condiciones para el desarrollo de su personalidad como dirigentes; c) no hubo una actitud correcta hacia la crítica en la dirección y tampoco se estimuló el ejercicio de este principio por la base del Partido.”
“Como se indica más arriba, el irrespeto de las normas de la dirección colectiva y la suplantación por el Secretariado, de las funciones de la Comisión Política, determinaron que la Comisión Política durante casi cuatro años no haya jugado su papel de dirección política del Partido. A esto hay que agregar que no todos sus componentes se entregaron de lleno con entusiasmo y responsabilidad al desempeño de sus obligaciones.”
“En los seis años que han corrido desde que se celebró el V Congreso (1964) se ha hecho algunos esfuerzos por crear las comisiones indispensables del Comité Central, pero a estas alturas únicamente funcionan cuatro: organización, Rural, Sindical, Comisión Militar que no son un modelo de funcionamiento, capacidad y eficacia, pero que pueden llegar a serlo en un relativo corto plazo. El trabajo de propaganda ha conseguido mejorarse, pero camina con retraso la formación de la comisión respectiva.”
“En lo que se refiere a la Secretaría General, en ningún momento ha jugado a cabalidad su papel de coordinación de la actividad de las distintas comisiones del Comité Central y sus miembros. La falta de claridad sobre el significado de este cargo y la abundancia del estilo artesanal del compañero Saúl, fueron los factores principales que incidieron a ello.”
Plantea que “la excesiva centralización ha sido el elemento más dañino habido en la dirección del Partido. Esto produjo un enorme grado de influencia y poder de decisión, sobre los más diversos problemas, entre los miembros del Secretariado del Comité central, lo que al desarrollarse, ha causado serios daños al Partido y a los propios compañeros, así como al desarrollo de otros cuadros en formación.”
“La exagerada centralización consolidó un fenómeno lesivo a la dirección colectiva y que denominamos departamentalismo, con lo que se trata de explicar la incorrecta práctica de que un sólo camarada centralizaba gran cantidad de las más diversas tareas: abiertas y secretas, internas y externas, disponiendo este compañero de crecido número de cuadros de dirección nacional e intermedia y de activistas, lo mismo que de gran cantidad de medios materiales y económicos.”
Agrega que “la línea trazada por el V Congreso se presenta así como una 1ínea aparentemente multifacética y completa. Sin embargo, en los esfuerzos por corregir la ya mencionada unilateralidad -que constituía un evidente error izquierdista— siendo nuestro Partido débil ideológicamente y teniendo una composición social marcadamente inclinada hacia la pequeña burguesía, en el mismo proceso de elaboración de la línea que después aprobó el V Congreso, se produjo una tendencia a incurrir en errores del tipo contrario. Nuestra actividad durante los dos primeros años siguientes al Congreso demostró en la práctica que esa era la tendencia surgida del proceso de lucha ideológica habido dentro del Comité Central anterior.”
“En 1964-65 continuaba el reflujo iniciado a fines de 1962, y tales condiciones dificultaban la aplicación de la línea trazada por el V Congreso. Esa línea encerraba cierta tendencia a unilateralizar el trabajo en el sentido de la lucha económica reivindicativa, lo cual, unido a las condiciones del reflujo hizo que durante esos dos años desapareciera de nuestra parte, casi totalmente, la agitación política y la lucha política de masas.”

El movimiento huelguístico de 1967-68

“El movimiento huelguístico de 1967-68 ha tenido una alta significación para nuestro partido y para todo el movimiento revolucionario: puso a prueba nuestras viejas modalidades y concepciones de trabajo en el frente sindical, sacando a flote virtudes y defectos de sus cuadros; puso a prueba la capacidad de dirección táctica de los organismos superiores del Partido, poniendo a la vista de todos las virtudes y defectos de sus cuadros integrantes, demostrando lo erróneo de ciertas concepciones que habíamos venido conservando sin la crítica de la vida y la ineficiencia de nuestra organización a todo nivel. E1 movimiento huelguístico y en particular huelgas de panificadores y la de maestros, mostraron nuestra debilidad y rezago en la tarea de preparación político-militar.”

Reconoce que “frente al movimiento huelguístico de 1967 una parte de nuestros cuadros en el frente sindical, encabezados por Saúl, mostró sensibilidad y puso en práctica ágiles iniciativas para realizar una activa y sacrificada cooperación práctica y promover la solidaridad con los huelguistas así como la unidad de acción cuando se trataba de sindicatos afiliados a otra centra1. Así el Partido pudo influir hasta cierto punto en el desenvolvimiento y los éxitos de varias huelgas. Experiencia culminante de esos métodos ágiles, amplios y combativos fue la de abril de ese año, en torno a la huelga de los trabajadores de la fábrica Acero S. A. que condujo a la victoriosa Huelga General Progresiva.”
Aclara que “fue precisamente sobre la base de las condiciones que crearon las huelgas y las dos campañas electorales (1967 y 1968) que surgieron las discusiones en los organismos de dirección del Partido, las cuales iniciaron el proceso que finalmente desembocó en el fraccionalismo. La huelga general progresiva arrojó importantes enseñanzas, pero su asimilación por el conjunto de la Comisión Política y del Comité Central fue obstaculizada por las acusaciones que Saúl planteó entonces en contra de los otros tres miembros del Secretariado, a quienes imputaba haber estado en contra de la huelga general, lo cual no era verdad. Las discusiones agrias en torno a la dilucidación de ese punto no permitieron un balance suficientemente profundo de las enseñanzas de aquella victoriosa jornada pero, de todas maneras, el balance estableció algunas deducciones importantes que fueron aceptadas en apariencia unánimemente.”
“Como es sabido, Saúl y el grupo de compañeros cercanos a él, sacaron en realidad la deducción de que la huelga general se puede producir a voluntad, independientemente de las condiciones existentes en cada momento, pues lo que permite hacerla o no es nuestro deseo, nuestra voluntad combativa, a partir de la cual todo es posible; y por esa deducción se guiaron en adelante. Con esa concepción distinta a la que extrajo colectivamente la Comisión Política y el Comité Central de la experiencia de la huelga general progresiva de abril, fue organizada la huelga de panificadores a fines de 1967.”
“La huelga del pan estaba destinada a triunfar “porque se desataría en su apoyo la huelga general, al menos de los sindicatos afiliados a la FUSS, tal fue el esquema táctico principal que fue difundido entre los trabajadores afiliados a el sindicato respectivo. El fracaso de esa táctica, asentada en una concepción voluntariosa y, por tanto falsa, dio origen a la desesperada marcha de Saúl hacia el izquierdismo, buscando en las acciones de violencia espontánea y en su propio sacrificio personal, un asidero para sa1var la huelga, mientras se predicaba la acusación de que la dirigencia de la FUSS había traicionado e impedido la huelga general.”
Se reconoce en el VI Congreso que “la línea del V Congreso fue incompleta en cuanto a orientar el trabajo político-militar del Partido. No fueron abordados la preparación del Partido y su papel en la dirección y aplicación de la línea político-militar así como la preparación de las masas y de sus organizaciones para esta tarea. Salimos del Congreso conservando la idea de que la cuestión militar era u asunto del que debía encargarse en exclusiva la Comisión Militar y no una tarea estratégica que debía dirigir la Comisión Política y el Comité Central y que debía tomar en sus manos todo el Partido.”
“Nuestro Partido ha sufrido el ataque a su unidad emprendida bajo las banderas del izquierdismo. Durante el desarrollo de la actividad fraccional, que duró pocos meses, se puso a prueba la convicción y la tradición unitaria de nuestro Partido. Los fraccionalistas fracasaron en su intento de provocar una división en dos bloques y no pudieron avanzar mucho más allá de sus propios límites de grupo. Pero todo esto no quiere decir que el peligro esta conjurado y mucho menos que no hay nada que corregir.”
“Tampoco quiere decir que ninguno de los argumentos y señalamiento de los fraccionalistas carezca de justeza o que no amenace al Partido más que la desviación izquierdista. Nuestro Partido adolece de muchos defectos .La dirección del Partido ha cometido errores de derecha. Tal es el caso de los errores cometidos durante el conflicto con Honduras, que fueron sometidos a crítica durante tres sesiones ampliadas del Comité central en octubre de 1969 y cuyo pliego de conclusiones esta anexo a este informe.”
Se explica que la existencia de “la fracción “comienza con una serie de reuniones promovidas por los cuatro miembros de la Base Frank País (integrada por estudiantes de la Facultad de Medicina de la UES y que luego renunciaron colectivamente al PCS incluso antes que Saúl) a las que se invitaba a integrantes de otras células a espaldas del Comité Departamental (que estaba conducido por Blas Escamilla) y de la Comisión Política, pero con el conocimiento y respaldo de Saúl. En estas reuniones se criticaba duramente la actuación de la dirección del PCS durante el conflicto con Honduras.”

Se evalúa que “la gran tradición de unidad cultivada en nuestro Partido por mucho tiempo, es sin duda, el factor subjetivo más fuerte que se levantó como muro de contención frente a la actividad fraccional, tanto en los organismos de dirección como en el Partido en conjunto.”

Considera como factor del surgimiento de la fracción en primer lugar, “sus concepciones no marxistas acerca de las condiciones objetivas y subjetivas de la revolución. Según él, en nuestro país están ya maduras las “condiciones objetivas “y solamente hacen falta madurar las condiciones subjetivas.”

Y en segundo lugar se considera la personalidad de Saúl, caracterizada por “su apasionamiento personalista, su formación dogmática, su místico posesionamiento de la idea de ser él una especie de guardián y encarnación de la pureza proletaria en el Partido, sus complejos sicológicos de inferioridad, su tendencia enfermiza al subjetivismo…”

Se concluye que “la línea que el grupo desprendido del Partido parece impulsar, no es, la suma de opiniones sostenidas por Saúl en los últimos tres años. Lo que allí predomina es el izquierdismo pequeño burgués del tipo antipartidista que se ha difundido en la América Latina.”

Lineamientos básicos de la táctica del PCS. Octubre de 1970

El 18 de octubre de 1970 se realiza un pleno del comité central y se publican sus decisiones con el titulo Lineamientos básicos de la táctica del PCS. El pleno aborda el marco latinoamericano y el marco mundial. Y sobre el programa de reformas del presidente Sánchez Hernández opina que “el programa que el gobierno de Sánchez Hernández se encuentra impulsando responde precisamente a la línea actual del imperialismo yanqui para América Latina, ha sido inspirado por él. Sánchez Hernández ha oscilado varias veces entre las posiciones reformistas y las conservadoras. Las presiones de la oligarquía lo hicieron abandonar en 1968 el proyecto de reforma fiscal, bancaria y agraria.”

“Las reformas que entonces pretendían impulsar el gobierno se encontraban bajo su signo anti-oligárquico derivado del planteamiento de los reformistas burgueses “cepalistas” y del “Kennedysmo”. La orientación que Nixon imprimió a la línea yanqui hacia el continente ha permitido reconciliar con las oligarquías y ajustar el programa de reformas a lo que estas toleran. El actual programa de reforma que Sánchez Hernández anuncia, con tanto ruido, es de éste último tipo; ha sido negociado ya en lo fundamental con la oligarquía.”
Analiza que “en El Salvador la guerra contra Honduras elevó el prestigio de los militares, la influencia política del gobierno y de su partido, todo lo cual pudo medirse en las elecciones del 8 de marzo pasado. Basándose en el crecimiento de su influencia política, el gobierno de Sánchez Hernández parece tener la iniciativa frente a una oposición menguada por las elecciones de marzo y dispersa en cuanto a la acción. El imperialismo yanqui ha reforzado grandemente su influencia en el gobierno de Sánchez Hernández.”
Opina que “en comparación con el comienzo de la década de los años sesenta, la organización e influencia de las organizaciones de masas (sociales y políticas) han experimentado cambios de consideración. 1. A principios de la década que acaba de concluir, la organización sindical se enmarcaba en la CGTS y la CGS. Ambas centrales (más la primera que la segunda) eran en extremo débiles. La CGTS se reducía a unos pocos sindicatos, en su mayoría de obreros artesanales, cuyo movimiento, pujante en otra época, se encontraba ya a esas alturas en franco desmoronamiento.”
Agrega que “el último movimiento huelguístico registrado en nuestro país se remontaba al año 1946 y a principios de los años 1960 la posibilidad de que se realizaran huelgas era remota. A fines de la década pasada el panorama había cambiado notablemente. En 1965 desapareció la CGTS, después de que ella llegó a un acuerdo con un grupo de Sindicatos grandes de obreros industriales, encabezados por la UTF, para constituir la Federación Unitaria Sindical de El Salvador (FUSS) y esta central pronto adquirió prestigio por su fidelidad a los intereses de la clase obrera, por sus métodos combativos y unitarios de acción, y se ensanchó orgánicamente con cierta celeridad. En 1968 la FUSS dio origen a la FESTIAVTSCES, como parte de un plan para llegar a constituir una Confederación (para lo cual se necesitan 3 Federaciones).”
“En enero de 1967, después de una serie de avances de las fuerzas revolucionarias en el movimiento sindical y después de madurar los imprescindibles factores objetivos, estalló el movimiento huelguístico de los obreros industriales…El movimiento huelguístico abrió una nueva etapa de desarrollo del movimiento revolucionario en nuestro país, iniciando el desplazamiento de la hegemonía en el movimiento revolucionario desde los círculos estudiantiles y pequeño burgueses en general, hacia la clase obrera, la esencia clasista del movimiento revolucionario se ha reforzado. Este desplazamiento de la hegemonía y ese reforzamiento de la esencia clasista proletaria, están en la base de las disensiones aparecidas en nuestro movimiento revolucionario; sin descartar desde luego la gran influencia del fenómeno internacional.”
Establece que “durante la década pasada se experimentaron cambios notables también en cuanto a las organizaciones políticas. No existían partidos políticos permanentes de masas hasta 1960. Durante la década pasada surgió y se desarrolló el PDC, mientras fue reconstruido el Partido oficialista, después de haber sucumbido el PRUD bajo los go1pe de la lucha de masas que derribó a Lemus. La reforma a la Ley Electoral, aceptando el sistema de la representación proporcional en la Asamblea Legislativa, aprobada en 1963, fue un factor de estimulo para la organización y desarrollo del PDC.”
Precisa que “el rezago de la organización del Partido revolucionario de masas se deja sentir en distintos aspectos de nuestro trabajo por llevar a la clase obrera el papel hegemónico que le corresponde desempeñar y es muy sensible su repercusión negativa sobre nuestros esfuerzos por organizar a las masas del campo donde el movimiento cristiano, apoyándose en gran medida en los avances del PDC, nos ha aventajado sin lugar a dudas.”

“Durante los últimos 5 años se ha venido perfilando en nuestro país un sector progresista entre el clero y sus actuaciones se han dejado sentir con creciente vigor. El centro principal de este sector se encuentra en la Diócesis de San Salvador, donde se apoya en un grupo de curas sa1vadoreños y algunos extranjeros, españoles y belgas especialmente…”

“El contenido clasista de este movimiento es predominantemente pequeño burgués, pero la influencia de las posiciones más avanzadas, proletarias, se dejan sentir entre algunos de los curas y tienden a radicalizar su movimiento y acercarlo a la unidad de acción con el movimiento revolucionario encabezado por nosotros. Esta tendencia es positiva y nosotros debemos ir a su encuentro. No obstante, no debemos perder de vista que este movimiento, como todos los movimientos pequeños burgueses revolucionarios, lleva en si la disputa de la hegemonía en el movimiento popular por la revolución nacional liberadora y que es una tarea estratégica nuestra conquistar la hegemonía por el proletariado y su Partido.”

Sobre el trabajo en la UES señala el documento que “en los pasados 10 años se han operado cambios significativos en la Universidad. A comienzos de los años 60 el alumnado llegaba apenas a unas 2,700 personas, en la actualidad bordea los 10,000. La reforma iniciada en 1963 bajo la rectoría del Dr. Castillo promovió la reorganización académica y administrativa. Los contenidos de la enseñanza universitaria se han vuelto en cierta medida avanzados…Como contrapartida al avance democrático y revolucionario en la U, fue constituida la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (Católica), en 1965;pero entre sus estudiantes y catedráticos (en particular curas españoles) ha tomado cuerpo un movimiento progresista.”
“No obstante estos progresos en el frente universitario, se ha operado en fuerte medida una disminución de la importancia del movimiento estudiantil como centro de agitación y promoción revolucionaria a escala de masas fuera de la Universidad. En comparación con los principios de la década pasada, el movimiento estudiantil pesa ahora menos en el curso de los acontecimientos políticos. Esto tiene su origen en varias causas: a) El desarrollo de partidos políticos que agitan banderas populares, como el PDC y brevemente el PAR. b) El desarrollo del movimiento obrero. c) El recargo de las tareas académicas, en particular para los estudiantes, que ha tomado lugar como parte de la reforma universitaria. d) La fuerte composición pequeño-burguesa acomodada del estudiantado, que no se ha debilitado sino fortalecido, pese al sistema de becas.”
“Durante los últimos 2 o 3 años se han organizado en nuestro país algunos grupos que han hecho suya la línea ultra-izquierdista del foco guerrillero urbano ó rural. Uno de esos grupos ha intentado incluso algunas operaciones de “recuperación” y han sufrido bajas fatales. Un pequeño grupo de miembros de nuestro Partido, incluyendo algunos de su Comité Central, llevaron sus discrepancias con el resto de la Dirección al punto de la renuncia del Partido a comienzos del presente año, para dedicarse también a trabajar por esa línea. En la Universidad tienen estos grupos su mayor fuente de estimulo ideológico y su fundamento social.”
“La experiencia de tales grupos ha planteado para nosotros lo necesidad de definir una posición y toda una política hacia ellos, y no basta con declararnos partidarios de la unidad de todas las fuerzas y organizaciones anti-imperialistas, anti-oligárquicas y revolucionarias, no basta con declamaciones acerca del enemigo común y de la lucha en su contra. Es necesario formular una política concreta hacia esos grupos en conjunto y hacia cada uno de ellos en particular, fijando a esa política objetivos definidos a alcanzar.”
Sobre la táctica se plantea que “el análisis de la situación nacional y las implicaciones en esta de los factores internacionales (del continente y del mundo) permiten sacar las orientaciones fundamentales que regirán el trabajo del Partido para este periodo y que por tanto, deben de convertirse en el norte y guía de los militantes y organismos: 1. Lucha por la Unidad de la Clase Obrera organizada, que habrá de expresarse en el esfuerzo por formar la Central Única de Trabajadores. 2. Luchar por la sindicalización de los trabajadores del campo y por la libre asociación de los campesinos; proceder de hecho a su organización. 3. Lucha por la Unidad de todas las fuerzas populares (políticas, gremiales, estudiantiles, religiosas, etc.,) para presentar un frente común de Oposición a la política entreguista y antipopular del actual gobierno. 4. Desarrollar la construcción del Partido, así como el fortalecimiento del movimiento revolucionario de izquierda, en general 5. Luchar por conseguir la inscripción legal del Partido Revolucionario.”
Como tares inmediatas se considera que “están maduras las condiciones para comenzar a introducir mejoras en la situación del Partido y superar muchas deficiencias y debilidades, las siguientes son las tareas inmediatas que se hacen indispensables: 1. Elevar el doble la membresía del Partido en el periodo de un año. 2. Triplicar los miembros de la Juventud en el plazo de un año. 3. Terminar en el funcionamiento de los Comités Intermedios con la característica de ser organismos típicamente administrativos y no políticos y 4. Cambiar en plazo breve la estructura actual de las Bases Celulares de barrio, colonias, localidades y de empresa o centro de producción.”
Las tareas estratégicas y nuestro avance en su cumplimiento. V Pleno del Comité Central del PCS. 25 de julio de 1971
Considera este V Pleno que “nuestro Partido ha definido que ésta es la etapa de la Revolución Nacional-liberadora, Agraria, Democrática y Popular, la cual rebasara los marcos del capitalismo y abrirá el paso al socialismo. La tarea estratégica principal para alcanzar la victoria de esta revolución consiste en la toma del poder por sus fuerzas motrices y la instauración de un gobierno revolucionario, que aplique el Programa que corresponde a la presente etapa histórica.”
Subraya que “para realizar tales objetivos, las fuerzas motrices de esta revolución deben agruparse en un Frente Democrático de Liberación Nacional, bajo la hegemonía de la clase obrera y su Partido de vanguardia, lo cual constituye la condición decisiva para que la revolución no degenere en compromisos con el imperialismo y para que después avance segura hacia el socialismo. Se entiende que el Frente Democrático de Liberación Nacional deberá tomar las formas y características que mejor se ajusten a nuestro proceso y a las peculiaridades nacionales.”
Indica que “es labor revolucionaria fundamental la de promover la lucha, la organización y la toma de conciencia de la clase obrera, impulsarla a ganar aliados firmes y a concertar alianzas con otros aliados que, aunque poco seguros, sean susceptibles de entrar en lucha, por sus mismos intereses, en contra del imperialismo y de la oligarquía burguesa terrateniente interna, o pueden ser neutralizados para que no refuercen a esos enemigos fundamentales de la revolución. El aliado principal y más firme de la clase obrera no puede ser otro que el campesinado y juntos deben formar “el grueso” de las fuerzas de la revolución (según la expresión vietnamita).La unidad de la propia clase obrera en torno de una política clasista revolucionaria, es por tanto, una condición necesaria y decisiva.”
Puntualiza que “desde el V Congreso, que es donde se trazaron con más claridad las tareas estratégicas de la actual etapa de la revolución, nuestro Partido ha contribuido a construir o ha construido numerosas organizaciones de masas, principalmente sindicales, y ha promovido o ayudado a promover fuertes luchas de esas organizaciones y de amplios sectores populares, tanto en lo reivindicativo como en lo político (huelgas, campañas electorales, protestas, Etc.”

No obstante esto reconoce el PCS que “no en todos los casos han redundado nuestros esfuerzos en efectiva acumulación de fuerzas para la revolución. Es muy notorio que, por ejemplo, el sector del movimiento sindical en cuya dirección influimos, no esta en realidad orientado a los objetivos revolucionarios. Lo mismo ocurre con otras organizaciones populares (la magisterial, por ejemplo) y, en el caso del movimiento estudiantil confrontamos incluso un retroceso.”

“La construcción de la Juventud Comunista ha sufrido un retroceso radical y un aplazamiento. La organización femenina se estancó y luego se disolvió. No debe cabernos la menor duda de que la causa más determinante de este fenómeno se encuentra en que no hemos llevado adelante la construcción leninista de nuestro Partido, que es en rea1idad lo único que puede hacer que esos avances en la organización y en la lucha de masas se concrete también como avances en la acumulación de fuerzas para la revolución.”
Sostiene que “el ultraizquierdismo mantiene o gana influencia en otros sectores políticamente activos de la juventud urbana y los minúsculos grupos ultraizquierdistas, incluido el que se desprendió de nuestro Partido en marzo de 1970, hacen esfuerzos por ganar influencias entre los maestros organizados. En nuestro propio Partido no puede considerarse del todo superada esa influencia, que persiste en la medida en que nuestra propia línea no alcanza la suficiente claridad y, sobre todo, en la medida en que no realizamos contra esa corriente pequeño-burguesa una lucha ideológica seria y sistemática.”
Afirma que “los ultraizquierdistas combaten abiertamente nuestra línea de unidad y nuestros esfuerzos por concertar alianzas políticas encaminadas a progresar hacia la tarea estratégica de la construcción del frente democrático. Por otra parte, la corriente derechista del economisno en el movimiento sindical obstruye la toma de conciencia revolucionaria por los trabajadores organizados, lo cual bloquea la construcción del Partido y también obstaculiza el trabajo por el frente único y debilito nuestra capacidad para aprovechar en debida forma las visibles contradicciones que ahora surcan el campo enemigo.”
Concluye que “se está iniciando un nuevo flujo de la lucha de masas en nuestro país. Con la huelga de la construcción y con la huelga de ANDES, ambas de carácter nacional, se puede decir que ha dado comienzo un nuevo ascenso de la lucha de masas en nuestro país. Por las condiciones que rodean este ascenso, en lo internacional y lo nacional, y por las causas profundas que determinan los problemas y contradicciones principales de la situación actual, se puede afirmar que el flujo que está iniciándose tiene la posibilidad de llegar a ser más extenso y de mayores alcances que todos los flujos anteriores, quizá desde 1944.”

Una danza sin antifaces

Una danza sin antifaces
abril 29, 2014 Voces Comentar
Publicado en: Actualidad, Contracorriente – Dagoberto Gutiérrez, Nacionales, Política

Los días y las semanas han apagado los fuegos de las campañas electorales, el polvo de las promesas y el sueño de los candidatos. Al final, la terca realidad impone su sentido y su color.

Dagoberto Gutiérrez

El nuevo gobierno, cumpliendo con el clamor de diálogo, negociación y concordia, se ha convertido en la respuesta a ese clamor, y aparece como un gobierno que, a diferencia del actual, no tiene ni tendrá contradicción alguna con las cúpulas empresariales, ni con la Casa Blanca, ni con el Banco Mundial ni el Fondo Monetario Internacional. Esto lo convierte en una especie de gobierno de concordia, aunque en realidad, es la concordia, es el acuerdo y es la negociación con los ya conocidos poderes conservadores, imperiales y transnacionales, que son, precisamente los factores que desde adentro y fuera del país impiden toda posibilidad de bienestar social y de dignidad, así como de construcción de un país que asegure la humanidad a sus habitantes.

Todo este proceso está transcurriendo ante la mirada de los distintos sectores sociales, pero, a diferencia del pasado, estamos ante una especie de danza sin antifaces, porque al nuevo gobierno le es imposible en esta coyuntura aparecer y parecer como un gobierno de izquierda cuando está construyendo una política de derechas, con los sectores de derecha y para las derechas.

La ausencia de antifaces es una buena noticia porque posibilita, por un lado, la corrección de opiniones o posiciones sobre un gobierno que al entenderse como de derecha puede provocar una conducta política diferente en las personas, y el actual momento puede facilitar esto. Pero también, se abre el momento del envilecimiento ante aquellos casos que entendiendo la coyuntura y la real naturaleza del gobierno, sigan manejando la idea de que se trata de un gobierno y de una política de izquierda. La vida dirá cuál de estos dos caminos se impondrá en los hechos.

La columna vertebral del nuevo gobierno es la figura del Asocio para el Crecimiento (APP). Este es el corazón y la esencia gubernamental. Todos debemos saber que esto otorga a Washington el control del país. Da a las empresas transnacionales el dominio de la economía y el uso de todo lo que en nuestro país se pueda llamar recurso. Esta figura significa un control mayoritario del mercado sobre la vida política y económica de la sociedad. Toda posibilidad de una política al servicio del país y de sus mayorías, naufraga, en la entrega de la nación a las grandes empresas.

Políticamente estamos ante un relevo histórico porque el nuevo gobierno ejercido por el partido FMLN aspira a convertirse en el relevo histórico de ARENA como instrumento de la oligarquía y de los Estados Unidos. En cierto modo, la confrontación del partido FMLN con ARENA tiene a su base esta realidad, es decir que, ARENA pierde su calidad de instrumento y es reducido a un partido más de derecha, mientras el imperio y la oligarquía dan la bienvenida a su nuevo socio, aliado, e instrumento.

Esta circunstancia es testimoniada por toda la actividad empresarial, por el trabajo de sus intelectuales que atienden al partido de gobierno y al nuevo gobierno, formándolos e informándolos sobre lo que ha de hacer un gobierno bueno para servir al mercado.

Por supuesto que el nuevo gobierno no cuenta con la ventaja de poder culpar al Presidente Funes de desaciertos o de conductas antipopulares, porque ahora se trata del gobierno del FMLN y este será el que degolle los intereses de los pensionados, el que luche contra la actividad sindical, el que trate de impedir toda resistencia social y el que en definitiva aumente la conflictividad social.

El conflicto es un factor permanente de la realidad y a ningún ser vivo le es extraño, pero cuando hablamos de conflictividad nos estamos refiriendo a una situación en donde ese conflicto no es resuelto, ni tan siquiera abordado o reconocido, pero estalla en forma de resistencia social que busca defender ya vida humana amenazada y la vida de la naturaleza deteriorada. En las actuales circunstancias es esta resistencia la que aumentará, se desarrollará, y construirá posibilidades de alternativas.

Esto tiene que ver, tal como lo hemos dicho, con la alternativa que siempre funciona en singular y casi nunca en plural, porque esta alternativa no es ninguna variante sino que expresa una realidad nueva, un orden nuevo que niega y excluye al orden anterior. Y esto es así porque en estas circunstancias, para el pueblo está abierta la tarea de construir una alternativa de país que se levanta ante el actual momento en donde se construye un país anexionado, un país sometido al mercado, entregado a las transnacionales, y precisamente, hemos de construir un país con vida, con agua, que asegure la comida para sus habitantes, con ciencia y tecnología, con democracia participativa, con un lugar en Centroamérica, con armonía entre la economía y la naturaleza. Y esa alternativa choca y niega el orden actual. Por eso es, precisamente, alternativa. Y esta es la tarea que la realidad pone en nuestras manos y el momento nos exige.

No hay tiempo que perder!

San Salvador, 28 de abril del 2014.

Sánchez Cerén rehabilita a los antiguos disidentes del FMLN

Sánchez Cerén rehabilita a los antiguos disidentes del FMLN
Por Sergio Arauz
El Faro / Publicado el 28 de Abril de 2014

Cuatro dirigentes que en el pasado libraron batallas contra una corriente de pensamiento que consideraban “radical” y que había logrado marginarlos y a veces estigmatizarlos como derechistas, ahora han sido los elegidos por el presidente electo para algunos de los más relevantes puestos en la transición y en su futuro gobierno.

El secretario general del FMLN, Medardo González, da un abrazo a Óscar Ortiz tras presentarlo ante las bases como el candidato a la vicepresidencia para las elecciones 2014. Noviembre de 2012 en el Cifco de San Salvador. Foto Mauro Arias

El secretario general del FMLN, Medardo González, da un abrazo a Óscar Ortiz tras presentarlo ante las bases como el candidato a la vicepresidencia para las elecciones 2014. Noviembre de 2012 en el Cifco de San Salvador. Foto Mauro Arias

Cuatro dirigentes que hasta hace pocos años pertenecían a una casta marginada en el FMLN, sin perspectivas de gran futuro, vista con recelo y tildada muchas veces de derechista por la clase dominante efemelenista, son ahora piezas clave del equipo de Salvador Sánchez Cerén, y algunos ya tienen reservado un puesto prominente en el equipo de gobierno que asuma el 1 de junio para dirigir El Salvador hasta 2019.

Sánchez Cerén se convirtió en 2001 en coordinador general del partido de izquierdas, en representación de la “Corriente Revolucionaria Socialista.” La CRS, como fue conocida en cada campaña interna, surgió tras la firma de la paz y ganó hegemonía en la medida en que las otras corrientes de pensamiento efemelenista fueron perdiendo pulsos por el control del partido, y algunos de sus representantes incluso acabaron purgados. Atrás, y ya desaparecidas, quedaron la corriente renovadora, la tercerista y la reformista.

Uno los iconos de la CRS fue precisamente Sánchez Cerén, quien en distintos momentos tuvo como adversarios internos a algunos de los que ahora ha llamado a su diestra o a su siniestra, como Manuel Melgar y Óscar Ortiz. La unidad que ahora pregona el FMLN empezó con el regreso al primer plano de Ortiz y Melgar, y también con el de Hugo Martínez. Ortiz y Martínez hace solo unos pocos años sufrían la amenaza de expulsión que les hacía uno de los dirigentes más prominentes del FMLN, y ahora el primero no solo es vicepresidente electo, sino que está administrando las primeras negociaciones del gobierno entrante con la derecha. El segundo ya fue llamado al cargo de ministro de Relaciones Exteriores para el próximo quinquenio. El cuarto personaje es el ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, quien también tiene un pasado marcado porque estuvo desalineado respecto de la tendencia dominante en su partido. Algo ha cambiado en un partido donde los representantes de la CRS se jactaban de estar depurando a un partido para que en él quedaran solo “pura sangre”.

Cuando la unidad del partido parecía lejana, Ortiz era presentado en los periódicos como el reformista que en 2003 se opuso a la candidatura presidencial de Schafik Hándal –compitió contra él en las segundas de tres internas que ha tenido el FMLN- y que se organizó territorialmente para en 2004 disputar las terceras internas efemelenistas, en pugna por el cargo que desde hace 10 años ocupa Medardo González, como secretario general del FMLN. El jefe de campaña de esa última elección y gesta reformista fue Hugo Martínez, a quien Salvador Sánchez Cerén sorpresivamente invistió como su futuro ministro del exterior, en una declaración en su cuenta en Twitter (@sanchezceren).

“Si no son flexibles dejo la dirección”, “La dirección no escucha lo suficiente”, “¡EL FMLN es de todos! Que no vengan a decir lo contrario los dirigentes que no dispararon ni una bala”, “El partido requiere una restructuración profunda”, decían Ortiz y las voces reformistas hace 10 años, cuando en La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy era presentado como líder reformista, aunque, oficialmente, este grupo hizo campaña interna bajo el nombre de “Fuerza por el Cambio”.

Y las piedras se las devolvían con igual fiereza desde el otro lado. “El partido no puede abrirse a todos los sectores”, “No tienen el valor de decir que son socialdemócratas”, “Quieren hacer una crisis de una o dos personas que se están oponiendo”, respondía en 2004 Medardo González, a quien ahora todos reconocen como el héroe que logró la unidad de un partido con un historial de fraccionamientos desde el mismo día en que debutaron como partido político en la Asamblea Legislativa, cuando sufrieron la primera división. Hasta antes de convertirse en candidato a coordinador general del FMLN, González no aparecía prácticamente nada en los medios de comunicación en aquellos días.

Eran tiempos en los que las diferencias llegaban a tal punto de manifestarse con golpes físicos, con puñetazos, con sillas lanzadas contra los oponentes, como consignó La Prensa Gráfica el 30 de marzo de 2004 después de una de esas escaramuzas.

Un año después, en 2005, saltó al primer plano el que ahora es uno de los tres principales dirigentes del partido, José Luis Merino, quien se convirtió en uno de los mayores opositores al reformismo impulsado por Ortiz y Hugo Martínez. Merino, en su primera entrevista como influyente dirigente del FMLN, explicó que el FMLN no había “echado” a Óscar Ortiz del partido porque este aún no había votado con la derecha. “La invitación es: ordenen su pensamiento, muchachos, retomen su identidad ambos, Hugo, Óscar, particularmente Óscar, ordenen su cabeza”, dijo a El Faro José Luis Merino en una entrevista realizada en octubre de 2005.

El miércoles 24 de abril de este año, a casi una década de aquellas declaraciones, Ortiz, el que había estado a punto de la expulsión en su partido, ocupó la silla principal de una reunión en la que también participó el dirigente que lo invitó a ordenar su pensamiento o a abandonar el partido. Ortiz, por delegación del presidente electo, quedó como responsable principal de una serie de conversaciones que están sosteniendo las autoridades electas con todas las bancadas de la Asamblea Legislativa.

Al final de esa reunión, luego de que Merino se despidiera de Ortiz, el dirigente que decía que el FMLN no podía ser plural, responde un par de preguntas.

—¿Cómo interpreta la aparición en primer plano y en cargos relevantes de aquellos disidentes del pasado como Óscar Ortiz, Hugo Martínez, Gerson Martínez, Manuel Melgar? —preguntó El Faro a Merino.

—El FMLN ha ido construyendo su propia identidad. Es una expresión… después de largos intercambios, largas conversaciones que el FMLN ha sostenido, el partido ha construido su propia identidad… En el FMLN hay un pensamiento dominante que nos ha permitido avanzar, el pensamiento de que unido es más fuerte.

—¿Y su invitación a Hugo Martínez y a Óscar Ortiz a ordenar su pensamiento?

—Ja ja ja… yo creo que funcionó… —dice, en voz más baja, y antes de subirse a su camioneta y despedirse.

La fracción antiSchafik y los terceristas

El 19 de noviembre de 2001, el FMLN debatía cómo resolver en los estatutos del partido la existencia de las tendencias. En ese momento, el ahora ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, aparecía presentado en los periódicos como el candidato “tercerista” al cargo de coordinador general efemelenista y su discurso estaba centrado en erradicar las tendencias. “La onda grupera ha entrado en crisis”, declaraba Martínez, al ironizar sobre la propuesta de la Corriente Revolucionaria Socialista, cuyo candidato era Salvador Sánchez Cerén, que consistía en la eliminación gradual de las tendencias y resolver los debates a partir de la postura votada por mayoría.

En esos días, el partido de izquierdas sufría las ondas expansivas de la crisis que provocó la expulsión de Facundo Guardado, el último efemelenista no perteneciente a la CRS que ocupó el cargo de coordinador general. Guardado fue expulsado en octubre de 2001 por una denuncia de militantes de la Corriente Revolucionaria Socialista, que reclamaba que este se había quedado en el cargo de coordinador general del FMLN más del tiempo establecido. Como una especie de árbitro de confianza, llegó al cargo de coordinador general interino Fabio Castillo, quien sustiyó a Guardado y ocupó el puesto casi dos meses. Las primeras elecciones internas estaban previstas para el 25 de noviembre de 2001, cuando fue nombrado Sánchez Cerén.

Los detractores de Guardado, máximo representante del movimiento Renovador, decían que este debía dejar el cargo en junio y un tribunal de honor no institucional lo expulsó. El movimiento Renovador desapareció, pese a ser una de las cuatro tendencias que el FMLN reconoció en sus primeros estatutos y después de que ya como partido político decidió desmontar las cinco organizaciones que habían integrado la guerrilla hasta la firma de la paz en 1992.

Entre 1994 y 2001, los efemelenistas reconocían como institucionales a la Corriente Revolucionaria-Socialista, que fundó Schafik Hándal y que agrupada principalmente a los dirigentes del Partido Comunista, aunque a ella se adhirieron dirigentes de las FPL como Salvador Sánchez Cerén y Medardo González; la Corriente Renovadora, dirigida por Facundo Guardado, también dirigente de las Fuerzas Populares de Liberación, cuyos máximos representantes son ahora el presidente electo del país y el secretario general del partido, Medardo González; también existía la Corriente Tercerista, liderada por Gerson Martínez, en la que también puede incluirse a la que ahora es secretaria adjunta del FMLN, Violeta Menjívar, ambos de las FPL, y existía la Tendencia Revolucionaria, liderada por Dagoberto Gutiérrez, del Partido Comunista.

Tras la derrota de Facundo Guardado como candidato presidencial en las elecciones de 1999, el partido empezó una pugna interna que desembocó en la expulsión de este. Después vino una serie de reformas con las que nació la votación secreta y directa para elegir candidatos a cargos internos y a cargos públicos. Hasta entonces, los cargos dirigenciales y las candidaturas a cargos de elección popular se resolvían por un mecanismo que consistía en que la Comisión Política proponía los nombres y la Convención Nacional del FMLN votaba por ellos.

El renovador Francisco Jovel fue el primero y el último candidato de la tendencia renovadora que participó en elecciones internas en 2001 por la coordinación del partido. 13 años más tarde, Gerson Martínez, uno de los disidentes que disputó el cargo de coordinador general al ahora presidente electo, se ha convertido en una de las piezas clave en la construcción del gabinete del próximo gobierno, que a diferencia del actual será el primero administrado íntegramente por el FMLN.

El ahora ministro de Obras Públicas fue conocido como uno de los líderes de “Los Tulipanes”, nombre de una sala de té en la que él, el exalcalde Héctor Silva, Violeta Menjívar y Óscar Ortiz leyeron una “Carta a la Unidad” en la que denunciaban como ilegal la existencia de grupos o tendencias. En este grupo también estaba Manuel Melgar, quien ya ha sido nombrado como secretario privado de la presidencia de Salvador Sánchez Cerén.

En aquel partido joven aún en disputas internas, aquellos pronunciamientos que entrañaran alguna crítica a la dirección eran suficiente para que comenzaran a alzarse voces que señalaban traidores y que reclamaban expulsiones.

La bancada del FMLN del período legislativo 2000-2003 también estaba partida en tres, con renovadores, terceristas y los de la CRS. El ahora ministro de Obras Públicas perdió las internas contra Salvador Sánchez Cerén en 2001 y reconoció los resultados. Sin embargo, en la bancada legislativa, los miembros de esta tendencia se negaron a reconocer la elección de Schafik Hándal como jefe de fracción de los 29 diputados que ganó el FMLN en esa legislatura. Por tiempo indefinido, Violeta Menjívar y Manuel Melgar, junto a otros siete legisladores, dejaron de asistir a las reuniones de diputados efemelenistas y amenazaron con votar diferente en temas cruciales.

La CRS enarboló en el pasado las banderas de la revisión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la de la reversión de la dolarización y la de convertir al FMLN en un partido de militantes con claridad y pureza ideológica. En un manifiesto de 23 páginas en las que Schafik Hándal apoyaba la candidatura de Medardo González como sucesor de Salvador Sánchez Cerén en la coordinación general en las internas de 2004, Hándal describió el camino que debía llevar el partido para lograr la unidad de idea. “Cuando propugno por la unidad del partido no estoy hablando de pegar con chicle grupos que se forman con intereses electorales y tampoco hablo de tranzar sin principios. Eso sería reducir la unidad sólo a estar todos juntos, con el FMLN como techo común. Esa no es unidad, deja de lado la misión revolucionaria del partido y su capacidad de cumplirla. El principal combate ideológico deberá dirigirse contra el mezquino interés electorero y la ambición de adquirir poder personal, contra la corrupción, el oportunismo y el arribismo”, decía hace 10 años, al proponer abolir las elecciones internas y la organización del partido en comités de base integrados por militantes que estuvieran al día con el pago de sus cuotas partidarias.

Los reformistas ProFunes

Desde 2003, cuando el partido se partió por la elección del candidato presidencial, la tendencia tercerista fue más diplomática para hacer sus críticas y eventualmente dejó de hacer públicas su disidencia. Una nota de La Prensa Gráfica del 25 de marzo de 2004 mostraba al ahora ministro de Obras Públicas, a la actual viceministra de Salud la coordinadora adjunta Violeta Menjívar y al secretario privado de la presidencia del gobierno electo Manuel Melgar como parte de un grupo de moderados que se oponían a la candidatura de Schafik Hándal.

En los meses previos, el partido había debatido quién debía ser candidato presidencial. Tras los fracasos de 1994 y 1999, había quienes consideraban que el partido podía apostar a alguien ajeno al partido. Este grupo, liderado por Gerson Martínez, Violeta Menjívar y Manuel Melgar apoyó de forma silenciosa la candidatura presidencial de Mauricio Funes para la elección de 2004, pero no acompañaron públicamente la campaña de Óscar Ortiz, quien se metió a la competencia interna luego de que la dirección del FMLN vetara al entrevistador de televisión.

La propuesta de Funes nació oficialmente el 26 de mayo de 2003, cuando la directiva departamental de Santa Ana sugirió a la dirección del FMLN una fórmula presidencial en la que Mauricio Funes era propuesto para presidente y Óscar Ortiz para vicepresidente. La segunda opción de fórmula de los reformistas la propuso el departamento de Chalatenango y también la encabezaba Funes. En esa propuesta aparecía Violeta Menjívar como candidata a la vicepresidencia. Ninguna fue tomada en cuenta.

Dos meses más tarde del nacimiento de aquella propuesta, el domingo 27 de julio de 2003, a las 11:40 de la noche, Óscar Ortiz salió de una habitación del hotel Holiday Inn en la que estaba reunida la dirección del FMLN para reconocer que había perdido la candidatura presidencial del FMLN por más de mil votos de los más de 30 mil militantes que participaron en las votaciones.

La última gesta de disidentes ocurrió un año más tarde, el 7 de noviembre de 2004, cuando Óscar Ortiz perdió también la elección interna en 11 de los 14 departamentos. Desde ese día, Medardo González es el dirigente principal del FMLN y las voces disidentes menguaron y casi se apagaron.

Hugo Martínez, el escudero de Ortiz

La hoja de vida del que fuera canciller de la República al inicio de este gobierno, y el que volverá al cargo en la administración de Sánchez Cerén, Hugo Róger Martínez, consigna una nutrida lista de estudios y universidades: ingeniero agrónomo, graduado en la Universidad de El Salvador; maestría en ingeniería de la formación y sistemas de empleos, en la Universidad de Toulouse, Francia; estudios de maestría en administración y dirección de empresas, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador; y administración de recursos humanos, en la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, Costa Rica. El futuro ministro del exterior, y por ahora en el máximo cargo del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), habla inglés y francés. Lo que no se menciona al menos en la página oficial de Casa Presidencial es que fue guerrillero y que en la ofensiva de 1989 fue parte de la unidad que ocupó la colonia Escalón.

Hugo Martínez fue secretario general de la Sociedad de Estudiantes de Ciencias Agronómicas Salvadoreños en 1988 y luego se incorporó a las Fuerza Populares de Liberación (FPL).

En 2003, mientras se forjaba la candidatura presidencial de Schafik Hándal, Martínez era el gerente de campaña del FMLN y ocupó el cargo de Secretario de Comunicaciones, donde luego lo sucedió Sigfrido Reyes. Pero fue su trabajo por Ortiz el que lo marcó internamente y lo puso en la mira de aquel José Luis Merino que en 2005 lo amenazaba a él y a Ortiz y les advertía que deberían “ordenar su pensamiento” o buscar la puerta de salida.

Melgar, el disidente silencioso

José Manuel Melgar era conocido bajo el seudónimo de Rogelio Martínez durante la guerra civil. Su zona de acción era el volcán de Guazapa y militó en el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC, una de las cinco organizaciones que integraron la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional). Melgar fue compañero de Nidia Díaz y Francisco Jovel, los comandantes más insignes del PRTC.

En la campaña presidencial de 2009 fue el encargado de llevar la agenda del candidato Mauricio Funes y, tras la victoria electoral, fue parte del equipo de la comisión de transición en materia de seguridad pública. Entonces, su nombre ya sonaba fuerte para ocupar la titularidad del ministerio de Justicia y Seguridad Pública o, en segundo plano, la dirección general de la Policía Nacional Civil (PNC). Fue nombrado ministro y dejó el cargo a finales de 2011.

Durante todas las campañas internas del FMLN, Melgar evitó pronunciarse públicamente a favor de alguna de las corrientes de pensamiento que dividían al partido, y salvo aquella excepción de 2001, en que veladamente criticaban a la corriente dominante, la CRS, y llamaban a la unidad, siemprer tuvo el cuidado de no parecer comprometido con ninguna de las facciones en pugna. Sin embargo, cuando era diputado, fue parte del grupo de promotores de la candidatura de Mauricio Funes para las elecciones de 2004. Sobre esa posible candidatura, Schafik Hándal diría que el entrevistador no podría ser candidato presidencial del FMLN porque solo estaría interesado en usar al partido como escalera, y en un eventual gobierno suyo no trabajaría por la agenda del FMLN.

Gerson Martínez, el tulipán

Cuando Manuel Orlando Quinteros Aguilar llegó en 1994 a la Asamblea Legislativa como parte de la primera bancada legislativa efemelenista, era más conocido por su seudónimo de guerra, Gerson Martínez. Fue el primer jefe de los diputados del FMLN y en el siguiente período -997-2000- se convirtió en vicepresidente de la legislatura. Dejó la bancada porque entonces los estatutos del partido prohibían a sus miembros ejercer más de dos períodos consecutivos como diputados o como alcaldes.

Martínez fue concejal de la alcaldía capitalina de 2000 a 2003, cuando era alcalde Héctor Silva, quien había hecho equipo con el ahora ministro de Obras Públicas cuando este formó parte de “Los Tulipanes”. En 2003 regresó a ocupar un escaño legislativo y en 2006 se convirtió en diputado por cuarta ocasión.

Martínez es contador y estudió el bachillerato en la Escuela Nacional de Comercio, de San Salvador. Aunque no fue a la universidad, luego de la guerra hizo estudios de economía en la Universidad de Pilburg, Holanda, y de alta gerencia en el Incae. Poco después de la desmovilización militar, juntó sus poemas en un libro al que llamó “El pequeño David”, que era una especie de antología de sus vivencias como guerrillero.

Ortiz, el reformista

Óscar Samuel Ortiz Ascencio trascendió como político por dos razones: su exitosa gestión como alcalde de Santa Tecla, cargo que ocupó desde 2000, y el protagonismo que adquirió en dos de las tres elecciones internas que celebró el partido en la primera mitad de la década pasada. En 2003, estuvo a mil votos de convertirse en candidato presidencial de su partido, cuya dirigencia de ese entonces promovió de forma institucional la candidatura del Schafik Hándal.

Ortiz se afilió a las FPL en 1977. Durante la guerra adoptó el seudónimo de Guillermo Rodríguez, que ya casi nadie ocupa para referirse a él. En 1993 se convirtió en el coordinador departamental de La Libertad y desde ese departamento logró convertirse en diputado por dos períodos consecutivos.

Durante su carrera interna por cambiar el partido, Ortiz promulgó un cambio generacional en el partido y una reforma profunda. “No me siento cómodo muchas veces con las malas decisiones o las actitudes incorrectas”, dijo a El Faro hace siete años. Su contraparte en el FMLN la representa José Luis Merino, uno de los tres dirigentes más importantes del FMLN y destacado promotor de la Corriente Revolucionaria Socialista. En ese momento, Ortiz era criticado por no ser antisistema y formar parte de la izquierda que fue convencida de colaborar con el sistema.

En domingo 7 de noviembre 2004, Óscar Ortiz compitió contra el secretario general del FMLN, Medardo González, en las últimas elecciones internas que celebró el partido.  

En 2004 Óscar Ortiz compitió contra el secretario general del FMLN, Medardo González, en las últimas elecciones internas que celebró el partido.

Tras la derrota de las elecciones presidenciales del 21 de marzo de 2004, Óscar Ortiz encabezó un movimiento que pedía un cambio generacional y una reforma profunda del partido. Ortiz organizó y lideró una tendencia que hacía llamar

Tras la derrota de las elecciones presidenciales del 21 de marzo de 2004, Óscar Ortiz encabezó; un movimiento que pedía un cambio generacional y una reforma profunda del partido.

Un día después de las elecciones presidenciales de 2004, Óscar Ortiz partició de una encerrona de casi 7 horas en las que pidió adelantar las elecciones internas. Tras esa reunión, dejó de frecuentar las sesiones de la Comisión Política del partido. 

Después de las elecciones presidenciales de 2004, Ortiz participó de una encerrona de 7 horas en las que pidió adelantar las elecciones internas.

En 2004, la bancada del FMLN estaba divida en tres grupos. Manuel Melgar, ahora secretario de la presidencial, formaba parte de un grupo de diez diputados que pidió el relevó generacional que lideraba Óscar Ortiz.

En 2004, la bancada del FMLN estaba divida en tres grupos. Manuel Melgar formaba parte de un grupo de diez diputados que pidió el relevo generacional.

El canciller designado por el presidente electo, Salvador Sánchez Cerén, fue parte del equipo de campaña del movimiento que lideró Óscar Ortiz. Foto Mauro Arias

Hugo Martínez, canciller designado por Salvador Sánchez, fue parte del equipo de campaña del movimiento que lideró Ortiz. Foto Mauro Arias

Gerson Martínez fue dirigente de una corriente de pensamiento que se conoció de varias formas: terceristas, unionistas y tulipanes. Disputó la silla de coordinador general del FMLN en 2001, cuando el candidato de la Corriente Revolucionaria Socialista era Sánchez Cerén.

Gerson Martínez fue dirigente de una corriente de pensamiento que se conoció de varias formas: terceristas, unionistas y tulipanes. Dispuró la silla de coordinador general del FMLN en 2001 a Salvador Sánchez.