Tregua de maras, la ‘revolución lumpen’

La confrontación entre los sicarios de Pablo Escobar y el Estado colombiano fue calificada por algunos como una “insurrección plebeya” o como la lucha de una clase social de carácter criminal que buscaba ser reconocida. Los recursos y la base social que poseían los carteles no dejan duda de que aquello fue mucho más que un problema de ley y orden. El Estado colombiano se vio obligado a crecer y transformar profundamente sus instituciones para poder derrotar la amenaza criminal. Las maras en Guatemala, Honduras y El Salvador son igualmente un potente engendro social que podría calificarse como una rebelión lumpen que puede obligar a la transformación positiva de esos Estados o destruirlos.

La tregua de las maras en El Salvador es el experimento más avanzado de administración del delito en el continente. El drástico descenso de los homicidios en un 52% dio crédito intelectual a la tregua. Este resultado convirtió la rehabilitación de delincuentes en el componente fundamental de la política de seguridad del Gobierno y dejó la protección de los ciudadanos en segundo plano. El control de la violencia ya no dependió de las capacidades del Estado, sino de la voluntad de los pandilleros.

Las maras son grupos de características tribales que surgieron de la fusión de la cultura estadounidense de pandillas con la cultura salvadoreña de violencia. El fenómeno creció a consecuencia de migraciones masivas que han destrozado el tejido social, acabando con familia, escuela y comunidad, pilares del control social y de la formación en los valores que permiten la convivencia.

Cuando se reconoce socialmente al pandillero se premia el delito y se desprecia la honestidad

Funcionarios del actual Gobierno de izquierda asumieron la idea de que las maras eran “víctimas de la injusticia social” y ese camino llevó a la “tregua”. Carlos Marx usó la palabra “putrefacción” para referirse al lumpen como el nivel más bajo de la escala social y lo señaló como no confiable. A diferencia de los trabajadores, que poseen valores como la solidaridad y la laboriosidad, el lumpen es esencialmente egoísta y vividor. Al asumir la tregua entre grupos criminales como política de seguridad, se le dio reconocimiento social y político a los lumpen que mantienen aterrorizada a la clase trabajadora en los barrios pobres. Con la tregua, estos sectores de izquierda se compadecieron de los lumpen y olvidaron a los proletarios, dándole carácter “revolucionario” a las maras.

Esto derivó en que asesinos en serie, violadores y descuartizadores aparecieran en entrevistas televisadas y en reportajes de periódicos, ofrecieran conferencias de prensa, emitieran comunicados, recibieran delegaciones internacionales, tuvieran columnistas y voceros de apoyo y polemizaran con quienes se les oponían. Queriendo o sin querer, los defensores de la tregua han estado reproduciendo con criminales el acuerdo de paz que en el pasado hizo El Salvador con insurgentes. Cuando se reconoce socialmente al marero, se premia el delito y se desprecia la honestidad. La promoción de la tregua está trastocando valores fundamentales y borrando la línea que separa el bien del mal. Ahora, en los barrios pobres los ciudadanos ejemplares no son los buenos estudiantes, ni los emprendedores exitosos, ni los abnegados líderes comunales, ni los trabajadores laboriosos: son los mareros criminales.

El descenso de homicidios es la principal defensa de la tregua; sin embargo, los muertos también se reducen cuando alguien va ganando un conflicto. Los homicidios de las maras responden a dos razones: a la guerra entre pandillas para controlar territorios y a la necesidad que tienen las maras de mantener atemorizados a quienes viven en esos territorios. Luchan por territorios para aumentar la capacidad de extorsionar y matan gente en esos territorios para asegurarse el pago de las extorsiones. Por tanto, el homicidio está subordinado a la extorsión, y este último es el delito principal. La esencia de la extorsión es el miedo al criminal y la desconfianza hacia la capacidad del Estado de proteger.

El pacto en El Salvador bajó los homicidios porque los mareros se dividieron los territorios con anuencia de Estado

La tregua de maras logró bajar los homicidios porque las pandillas se dividieron los territorios bajo intermediación de terceros con anuencia del Estado, con ello ya no necesitaron matarse. En segundo orden, porque cuando el Gobierno les reconoce públicamente y sin ambages su poder, los ciudadanos quedan sometidos a ese poder criminal. Es decir, la tregua ha institucionalizado el miedo en los ciudadanos, profundizado la desconfianza en el Estado y legitimado la extorsión como un impuesto criminal. Las pandillas han preservado organización, comando y control; reclutamiento, control territorial, capacidad de financiarse, y se están transformando en crimen organizado. Toda tregua, cuando no está resolviendo un conflicto lo está acrecentando, porque permite acumular fuerzas. En este caso, dado que el Estado inició la tregua sin un plan para fortalecerse, serían las pandillas las están acumulando fuerzas.

La baja de homicidios ha favorecido la imagen externa del Gobierno, pero la tregua es altamente impopular en el país, porque el problema principal de los ciudadanos no es que los pandilleros se maten entre ellos, sino el terror que sufren por los asaltos, las violaciones sistemáticas de sus hijas, el reclutamiento de niños, las desapariciones y las extorsiones a que las maras los someten. Las encuestas señalan claramente que los salvadoreños consideran que la situación de seguridad ha empeorado, a pesar de la enorme disminución de los homicidios. ¿Cómo algo supuestamente tan positivo puede ser tan impopular? En realidad, aunque los homicidios han bajado, el poder criminal ha crecido y esto lo entienden perfectamente quienes viven en barrios pobres y usan el transporte público.

El argumento principal para justificar la tregua es que existen 70.000 pandilleros y 500.000 personas en su entorno cercano. Un funcionario dijo que bien podían ser un “partido político”. Esos datos supondrían que son siete veces lo que fue la guerrilla del FMLN, y que el 8% de los salvadoreños apoya a quienes los matan, asaltan y extorsionan. Esos números serían muy graves para un país como México o Colombia, y si fueran ciertos para El Salvador el problema sería irresoluble. La situación es muy delicada, pero hay más miedo que criminales; ni estos son 70.000, ni tienen 500.000 simpatizantes. Se trata de una minoría con gran poder de intimidación debido a la enorme debilidad del Estado. La solución entonces es fortalecer al Estado para que la seguridad de los ciudadanos no dependa de la voluntad de los mareros. La tregua pudo haber sido un instrumento táctico, discreto y secundario de la rehabilitación, pero nunca debió ser la estrategia de seguridad pública.

Los mareros se han multiplicado porque las élites económicas son insensibles al desastre social que deja su modelo de exportación de personas y recepción de remesas. La gente pobre y trabajadora no tiene por qué pagar las consecuencias de esa injusticia y aguantar a las maras: protegerlos es una obligación. El principal obstáculo para solucionar la cuestión es el mito de Estado débil, pequeño y barato que dejaron los ajustes estructurales. Este problema no lo resolverá ni la mano invisible del mercado, ni la caridad internacional, ni la reconversión milagrosa de los pandilleros. Si no se fortalecen las capacidades policiales y sociales del Estado, podría triunfar la revolución de las maras y El Salvador acabar convertido en un Estado lumpen.

El Salvador y los nueve gigantes de la globalización

San Salvador, 18 de junio de 2013 Quien dijo que todo está perdido Yo vengo a ofrecer mi corazón… Fito Paez Un planeta en disputa La globalización imperial en esta segunda década del siglo veintiuno asume rasgos novedosos. Presenciamos una vertiginosa transformación de nuestros estilos de vida unida a la construcción por los centros imperiales de nuevas modalidades de dominación así como la irrupción de las nuevas resistencias frente a los imperios.

Los sectores populares de los países globalizados y globalizadores resisten el embate de poderosas fuerzas internacionales que desde diversas trincheras que van desde la cooperación a la defensa, desde el comercio al deporte pretenden someterlos y encausarlos hacia la obediencia a los dictados imperiales.

Entre estas fuerzas globales se encuentran la Organización Mundial del Comercio, OMC, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, las Naciones Unidas, ONU, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, el Fondo Monetario Internacional, FMI, el Banco Mundial, BM, la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIF, la CNN y el cluster cinematográfico Hollywood. Es un planeta en disputa entre el águila y el dragón. Antes lo fue entre el águila y el oso. Es una disputa hoy entre la OCDE y el BRICS.

Porque en cada una de las áreas en las que se juegan los intereses de las grandes corporaciones y las megapotencias a su servicio, también esta presente la huella imborrable de los esfuerzos que se realizan desde el sur rebelde, desde las aldeas que luchan por el agua, desde las ciudades que levantan en sus edificios las banderas de la dignidad y la diversidad. Desde Sao Paulo e Istambul.

En un mundo en disputa se vuelve urgente reconocer y escuchar los tambores de los que luchan y son dueños de la esperanza para poder interpretar los sueños y liberarse de los demonios del sometimiento y la resignación. En un mundo en disputa hay también que conocer las embarcaciones y las rutas de los colonialistas para poder hundirlas.

A este propósito pretenden servir las siguientes líneas. A continuación pasamos revista a estos instrumentos imperiales: OTAN, OMC, OCDE, BMI, FM, ONU, FIFA, CNN, y Hollywood.

El Salvador al servicio de la OTAN

El único país latinoamericano con presencia militar en Afganistán bajo el mando de la OTAN es El Salvador. Y debemos ese pírrico honor al presidente del primer gobierno de izquierda, quien lo solicitó a la asamblea legislativa en agosto de 2011 y fue a aprobado entusiastamente por los partidos de derecha mientras que el FMLN se opuso a esta medida del presidente Funes, realizada a petición según confesó de la secretaria de estado Hillary Clinton..

Son 22 soldados salvadoreños “asesorando” al gobierno “afgano” contra la resistencia de los talibanes. Los 22 seleccionados fueron previamente “adiestrados” por el Comando Sur del ejercito norteamericano. Iban los salvadoreños por dos meses y ya llevan casi los dos años.

En diciembre del 2001 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la resolución 1386 para que los Estados miembros contribuyeran con la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, ISAF. Dos años después en 2003, la conducción de la ISAF pasó a manos de la OTAN.

La OTAN fue creada en 1949 como una plataforma militar en contra de los países socialista, que a su vez organizaron el Pacto de Varsovia. Inicialmente la constituyen EE.UU., Reino Unido, Portugal, Noruega y Holanda. Y su primer secretario general en 1952 fue el inglés Lord Ismay y el actual es el político derechista danés Anders Fogh Rasmussen. Era un instrumento simbólico de la guerra fría entre los EE.UU. y la URSS.
Pero al finalizar este enfrentamiento, no se disuelve sino que asume nuevos roles, incluso admite a las fuerzas armadas de sus antiguos adversarios, con excepción de la exURSS, hoy Federación Rusa. Y entre estos nuevos papeles de estos 28 ejércitos unificados bajo el mando norteamericano, esta “la lucha contra el terrorismo.” Y se estrena en Kosovo, luego en Afganistán y últimamente en Libia.
Además de estos miembros la OTAN admite “socios” y en esta categoría caen Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Pakistán, Irak, Mongolia y Afganistán. Colombia y Chile han sido admitidos como “aliados extra-OTAN” mientras que México y Perú esperan ansiosos este singular reconocimiento.
Interesantemente son los mismos países que integran la Alianza del Pacífico. Y El Salvador expone el pellejo de estos 22 soldados para ganarse este derecho. Ya antes el presidente Flores (1999-2004) había iniciado esta “diplomática” tradición “cumpliendo una resolución de la ONU” mediante el envío en 2003 de militares salvadoreños a Irak de los cuales cinco regresaron en ataúdes, y la instalación de la Base Militar de Comalapa. Y de la ILEA y del TLC.
En Afganistán hay alrededor de 130,000 soldados, de 50 países, incluyendo a 22 salvadoreños, que hay que buscarlos con lupa, entre miles de norteamericanos (74,400), ingleses, alemanes, italianos, franceses, polacos, españoles, turcos, rumanos, canadienses y australianos Es la primera misión de la OTAN fuera de Europa y parece que no les esta yendo muy bien ya que en su última reunión la semana pasada en Bruselas, han decidido cerrar la tienda en diciembre luego de once años y regresar a casa.
Habla la OTAN de “una nueva misión post 2014” basada en la asistencia y la asesoría. La resistencia afgana es legendaria e invencible, derrotaron a los rusos y hoy derrotan a los norteamericanos. Por otra parte, el 15 de febrero de este año El Salvador envió un contingente de 34 militares en una “nueva misión de paz” de las Naciones Unidas, esta vez hacia Haití. Allá formará parte de un batallón de Chile “en una compañía de infantería mecanizada.”
O sea bajo las órdenes de nuestros amigos sureños de la Alianza del Pacífico. Y para esas mismas fechas partió el octavo contingente de 52 soldados hacia el Líbano, siempre a requerimiento de las Naciones Unidas. Es que según nuestro presidente Funes con estas acciones “se gana prestigio.”
En las olas de la Organización Mundial del Comercio
Uno de los principales gigantes que camina por el mundo es la OMC, integrada por 159 naciones. Con sede en Ginebra, influye desde 1995 poderosamente en la configuración de la arquitectura del comercio mundial a través de sus 16 acuerdos multilaterales sobre mercancías, servicios y propiedad intelectual. Su antecedente se encuentra en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, conocido como GATT.
Se autoproclama como una organización para la apertura del comercio, un foro para que los gobiernos negocien acuerdos comerciales y un lugar en el que los estados puedan resolver sus diferencias comerciales. Promueve la no discriminación, la apertura y la competencia.
El año pasado El Salvador ganó en la OMC una demanda contra la Republica Dominicana. La OMC consideró que la RD había vulnerado las reglas comerciales vigentes al imponer aranceles a las importaciones centroamericanas de tejido tubular y sacos de polipropileno, que sirven para empaquetar alimentos y productos agroindustriales e industriales.
Un punto pendiente con la OMC es la reforma a la ley de zonas francas, la cual establece exenciones fiscales para las compañías inversoras, las cuales a criterio de este gigante constituyen “subsidios a la exportación.” Y hay un plazo fatal para hacerlo, el 31 de diciembre de 2015. Y esto está relacionado con la categoría de país con la categoría de renta media, ya que en el vecindario, Honduras y Nicaragua hacen lo mismo, pero les está permitido ya que son economías en el rango de países de renta baja y se les otorga un trato diferenciado.
Y como un estricto profesor, la OMC nos somete a difíciles exámenes. En el 2010 la OMC realizó el último Examen de Políticas Comerciales. Concluyó que nos encontramos “en la ruta de la liberalización comercial.” Y le señaló como tareas a futuro “diversificar el destino de sus exportaciones (48.1% hacia EE. UU.), disminuir su dependencia de las remesas de dinero (17.1% del PIB), asumir una estrategia integral con respecto al sistema de incentivos a las exportaciones, aumentar niveles de ahorro e inversión y last but not least combatir la pobreza ( PIB per capita ronda los US$ 3,482.00 de acuerdo a Doing Bussines).
A partir de agosto el Director General de la OMC será brasileño, Ricardo Azevedo. El director saliente es francés, Pascal Lamy, antiguo Comisionado de la Unión Europea para el Comercio Internacional. El hecho que un latinoamericano ocupe esta posición refleja la creciente influencia de esta región.
Pero no solo es lo geográfico sino también lo político ya que Azevedo enfrentó la candidatura de Herminio Blanco, de México (Alianza del Pacífico) y antes de Anabel González, de Costa Rica, que representaban los intereses de EE.UU y la Union Europea. Esta batalla fue ganada por el BRICS. Su desafío principal será revitalizar la debilitada Ronda de Doha, orientada a eliminar los subsidios agrícolas. Y esto a partir de la novena ronda ministerial a realizarse en diciembre en Bali, Indonesia.
La OMC la conocimos el 30 de noviembre de 1999 en las gloriosas e inolvidables batallas de Seattle, conducidas por sindicalistas (AFL-CIO) y ecologistas ( Rain Forest y Green Peace), que fue la cuna de los movimientos anti-globalización neoliberal. Y desde entonces cada reunión internacional de estos gigantes estuvo acompañada por la protesta y la exigencia de un comercio justo en vez de libre comercio.
Estas fueron las semillas que originaron el primer Foro Social Mundial en el 2001 en Porto Alegre, Brasil. Y los ecos de esos combates llegaron hasta nuestras playas con la creación en esa época de las coaliciones Foro de la Sociedad Civil y SAPRIN.
La exclusiva OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es un club internacional muy exclusivo, una élite integrada por 34 miembros, en su mayoría europeos aunque también pertenecen EE. UU., Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur e Israel.
Su origen se remonta a los esfuerzos realizados para la reconstrucción de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, vinculados al conocido como Plan Marshall. Posteriormente se constituye como OCDE en 1961 en París, Francia. Entre las múltiples temáticas que aborda se encuentran las de administración pública, agricultura, inversión, asistencia al desarrollo, comercio, economía y educación. Y esto hace que tenga una participación destacada en las cumbres tanto del G-8 como del G-20 (G-8+ 11 países emergentes y la Unión Europea).
Los únicos países latinoamericanos que pertenecen a la OCDE son México desde 1994 y Chile desde el 2000 (ambos de la Alianza del Pacífico) y el actual secretario general es mexicano, Ángel Gurría. Y ostentan el grado de observadores Brasil, China y Rusia (BRICS). En su última reunión del mes pasado la OCDE decidió “iniciar pláticas” para extender membresía a Colombia (Alianza del Pacífico) y Latvia en el 2014 y a Costa Rica (Alianza del Pacífico) y Lituania en el 2015. Recientemente el presidente Santos visitó el Reino Unido e Israel seguramente para agradecer por esta invitación. Favor con favor se paga.
Se autoproclaman como un foro global de política económica que proporciona “análisis y consejos” a los gobiernos de sus 34 países miembros y a decenas de países en todo el mundo “promoviendo políticas mejores para una vida mejor.” Y se plantean cuatro grandes objetivos: los gobiernos necesitan reestructurar la confianza en sus mercados, instituciones y compañías; sanar y restablecer sus finanzas públicas; apoyar nuevas fuentes de crecimiento y desarrollar habilidades para trabajar productiva y satisfactoriamente en los empleos del mañana.
El temido FMI
El Fondo Monetario Internacional es parte de los acuerdos de Bretton Woods, N.H., que luego de la segunda guerra mundial definieron las reglas de juego en el plano económico y financiero a nivel internacional. Nace en EE. UU., en 1945 junto con su hermano gemelo el Banco Mundial. Su sde esta en la ciudad de Washington. Su conducción ha estado siempre en manos europeas por lo que su actual directora es la francesa Christine Lagarde.
Está integrado por 188 países y pretende “asegurar la estabilidad” del sistema monetario internacional o sea del sistema de pagos internacionales y tipos de cambio que permite a los países efectuar transacciones comerciales. Entre sus principales prestatarios al 7 de marzo de este año se encuentran los europeos Portugal, Irlanda y Grecia, países que al sumar a España han sido llamados despectivamente como PIGS. Interesantemente aparecen también como Principales Prestamos de Carácter Precautorio al 7 de marzo de este año, a Polonia, México y Colombia (ambos de la Alianza del Pacífico).
El FMI se plantea como objetivos fomentar la cooperación monetaria internacional, el libre comercio, la estabilidad cambiaria, el sistema multilateral de pagos y ayudar en la balanza de pagos. En realidad define las agendas económicas de los países “en desarrollo” mediante el otorgamiento de préstamos a partir de problemas efectivos o potenciales de balanza de pagos.
Estos préstamos le permiten imponer las “medidas necesarias” para corregir estos problemas y “restablecer el rumbo” hacia el crecimiento y desarrollo. El FMI junto con el BM son responsables de las políticas de ajuste estructural y de la implantación del modelo neoliberal, del cual hoy se apartan.
La directora Lagarde vio complicada su elección por la participación del gobernador del Banco de México, Agustín Guillermo Carstens, que logró el apoyo de la mayoría de países pero que al final enfrentó el pacto tácito entre EE.UU. y Europa para que el elegido o elegida fuera europeo. Por cierto el nuevo presidente mexicano Peña Nieto impulsa una nueva Ley de telecomunicaciones que le permitirá romper el monopolio de Carlos Slim.
Recientemente el FMI divulgó el INFORME DEL PERSONALCNICO SOBRE LA CONSULTA DEL ARTÍCULO IV DE 2013 con respecto a El Salvador y considera como Contexto que “el crecimiento económico ha sido lento desde 2010, mientras que la consolidación fiscal gradual contemplada en el marco de un acuerdo con el FMI se frenó a fines de 2011, dejando la deuda pública en una trayectoria ascendente y agudizando las vulnerabilidades externas. El Salvador tiene por delante un prolongado período electoral —con elecciones presidenciales en febrero de 2014 y parlamentarias un año después— lo que podría limitar el margen de acción en términos de política económica.”
Y como Perspectivas el FMI señala que “se prevé que el crecimiento económico seguirá siendo bajo y con escasas probabilidades de que el déficit fiscal disminuya, lo cual incrementará las presiones de financiamiento. Los principales riesgos para las perspectivas económicas surgen de un crecimiento inferior a lo previsto de la economía estadounidense y la pérdida de confianza durante el período electoral. Los desafíos críticos que enfrenta la economía son incrementar el crecimiento potencial (que desde hace muchos años está por debajo de los promedios regionales), reducir el déficit fiscal y el nivel de deuda pública, y reconstituir los márgenes de maniobra de la economía dolarizada para hacer frente a choques.”
El Banco Mundial al rescate: Trabajamos por un mundo sin pobreza (sic)
El Banco Mundial que surge con los mismos antecedentes que el FMI, se plantea como objetivos el de ayudar a los países más pobres, socorrer a los Estados frágiles y afectados por conflictos, al mundo árabe, a los países de ingreso mediano (que incluye a El Salvador), colaborar a resolver problemas relacionados con los bienes públicos mundiales y la prestación de servicios de aprendizaje y conocimientos. Está dirigido por una Junta de Gobernadores y un Directorio Ejecutivo. Su lema es Trabajamos por un mundo sin pobreza.
El Banco Mundial consiste de cinco instituciones interrelacionadas: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, BIRF, que otorga préstamos a Gobiernos de países de ingreso mediano y de de ingreso bajo con capacidad de pago; la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que concede préstamos sin interés, o créditos, así como donaciones a Gobiernos de los países más pobres; la Corporación Financiera Internacional (IFC), es la mayor institución internacional de desarrollo dedicada exclusivamente al sector privado; el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) fue creado en 1988 para promover la inversión extranjera directa en los países en desarrollo, apoyar el crecimiento económico, reducir la pobreza y mejorar la vida de las personas.
MIGA cumple este mandato ofreciendo seguros contra riesgos políticos (garantías) a inversores y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que presta servicios internacionales de conciliación y arbitraje para ayudar a resolver disputas sobre inversiones.
El BM califica a los países del mundo como de ingreso bajo, mediano y alto, a partir del ingreso per cápita. Asimismo los divide por región geográfica, por grupos de ingresos, y por categorías de financiamiento. Los países que pueden recibir créditos del AIF son aquellos que en 2008 tuvieron un ingreso per cápita inferior a US$1,135 y no califican para préstamos del BIRF.
Su Presidente es el coreano Jim Yong Kim que se enfrentó a la candidatura del colombiano José Antonio Ocampo, que logró un significativo apoyo pero que decidió declinar su candidatura debido al claro apoyo norteamericano al candidato coreano.
Unas obedientes Naciones Unidas
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es el que legitima las guerras de los imperios. Y es un club altamente exclusivo de cinco miembros. Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Federación Rusa y República Popular China. La ONU surge luego de la segunda guerra mundial y cuenta en la actualidad con 193 miembros. El actual secretario general Ban Ki-moon es coreano.
En 1945, representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, para redactar la Carta de las Naciones Unidas. La Carta fue firmada el 26 de junio de 1945 por los representantes de los 50 países, incluyendo a El Salvador. La ONU comenzó a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.
El Consejo de Seguridad tiene el mandato de mantener la paz y la seguridad del mundo. Y además de sus cinco miembros permanentes con poder de veto, elige por dos años a otros 10 países que de manera rotativa y representando diversas regiones, integran el poderoso Consejo de Seguridad. Lo integran actualmente Guatemala (hasta este año) y Argentina (Mercosur) hasta el 2014.
Además Australia, Azerbaiyán, Luxemburgo, Marruecos, Pakistán, Corea del Sur, Ruanda y Togo. Las decisiones de este organismo son de obligatorio cumplimiento por todos sus miembros. Puede imponer embargos o sanciones económicas, o autorizar el uso de la fuerza para hacer cumplir sus mandatos. En marzo se impusieron nuevas sanciones en contra de la Republica Popular y Democrática de Corea. Y se discute sobre la crítica situación en Siria. El Salvador en cerca de setenta años nunca ha pertenecido a esta elite del poder mundial.
De septiembre a diciembre la ONU celebra su Asamblea General en su sede de Nueva York. La próxima será la número 68 y estará presidida por Johan William Ashe, embajador de Antigua y Barbuda. La ONU cuenta además con una variedad de organismos sobre diversas temáticas, entre estos el PNUD (desarrollo y la FAO (alimentación y agricultura).
En el año 2000, los 189 países que integran la ONU se comprometieron a impulsar34 medidas concretas para reducir la pobreza, que fueran llamadas como los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, y que fueron ratificados en el 2010 y se espera su cumplimiento para el 2015.
Estos son los siguientes: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH-SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sustentabilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. A finales del año pasado El Salvador consideraba que a por el 20 por ciento en el cumplimiento de estas metas.
Por otra parte, la FAO reconoció recientemente que en América Latina únicamente Cuba, Venezuela, Nicaragua (ALBA) y Perú (Alianza del Pacífico) cumplieron las dos principales metas de los ODM: reducir los índices de pobreza y desnutrición.
En El Salvador la ONU jugó el siglo pasado un papel destacado como mediadores para una solución política al conflicto armado, que concluyó en los Acuerdos de Paz de enero de 1992. Y mantienen una fuerte presencia en diversas áreas a través del PNUD, UNICEF (niñez) ONUSIDA, OIT (trabajo) UNFPA (población) ONU MUJER, FAO, PMA (alimentos) y otras.
La increíble FIFA
La afición que asistió a la inauguración el pasado sábado 15 en Brasil el torneo de futbol Copa FIFA Confederaciones Brasil 2013, le dio una lección al Presidente Blatter de esta transnacional del deporte, que seguramente nunca olvidará y de paso también la presidente Rousseff se llevó su tajada. La muchedumbre abucheo a ambos personajes.
Y la protesta fue dentro del estadio y fuera del estadio. Y las razones radican en el gasto hipermillonario que se realiza para este torneo Confederaciones 2013, para el Mundial 2014 y para los Juegos Olímpicos 2015, mientras los sectores populares padecen hambre, desempleo y de un reciente aumento del pasaje del transporte público. La gente en Brasil esta en las calles y esto es inspirador.
La Copa Confederaciones enfrenta a Brasil (anfitrión y BRICS) Uruguay (Mercosur), México (Alianza del Pacífico), Japón, Italia, España (OCDE) Nigeria y Tahití. El sábado 15 Brasil derrotó 3 a 0 a Japón. El domingo 16 Italia derrotó 2 1 a México, España derrotó 2 a 1 a Uruguay. El lunes 17 Nigeria derrotó 6 a 1 a Tahití. El 19 se enfrentarán Brasil y México, e Italia y Japón. El 20 España y Tahití, Nigeria y Uruguay. El 22 Italia y Brasil, Japón y México. El 23 Nigeria y España, Tahití y Uruguay. Es la primera ronda.
Los gladiadores de la actualidad han abandonado las espadas y visten camisolas y tacos, pero como en el pasado del imperio romano, proceden de las provincias de ultramar. El principal gladiador de nuestro tiempo es el argentino Leo Messi. Y las muchedumbres en los coliseos de Europa admiran sus habilidades futbolísticas. Pero también hay gladiadores brasileños y africanos en el Real Madrid, en el Barcelona, en el Manchester United y en el Juventus. Y también a veces la protesta se apodera de los coliseos…
En nuestro caso, no vamos ni al torneo Confederaciones, que surgió en 1992 en Arabia Saudita ni tampoco al Mundial del próximo año en Brasil. Pero si estamos en Turquía para la Copa Mundial Sub-20 FIFA 2013. En una Turquía estremecida por las movilizaciones populares contra Erdogan. En la Turquía de la plaza Taksim. Es interesante como la protesta anticapitalista contamina a las sedes de estos dos eventos simultáneos de la FIFA, a Brasil y a Turquía.
La Copa Mundial Sub-20 2013 que inicia el 21 de junio, enfrenta a Turquía (anfitrión y G-20) El Salvador, Cuba, México, Colombia, Chile, Paraguay, Irak, Inglaterra, Grecia, Egipto, Francia, Portugal, Ghana, Malí, Estados Unidos, España, Corea del Sur, Uzbekistán, Croacia, Nigeria, Nueva Zelanda y Australia. Argentina posee seis títulos mientras que Brasil cinco, pero ambos estarán ausentes en este mundial de fútbol juvenil.
El CNN, la dueña de la verdad universal (The most trusted name in news)
Desde sus oficinas centrales en Atlanta la verdad del imperio es divulgada a todos los rincones del mundo durante las veinticuatro horas del día. La CNN se ha convertido en la voz principal del imperio y sus periodistas cubren las victorias de sus guerras y ocultan cuidadosamente sus fracasos.
Cable News Network , CNN, fundada en 1980 por el empresario Ted Turner define los contornos de la realidad mundial, modela el perfil de los héroes y los villanos, establece los parámetros de los verdadero y lo falso, lo sagrado y lo profano. CNN es parte de Time Warner Inc., la segunda corporación multinacional de medios y entretenimiento, únicamente superada por el gigante de medios Disney. Y existe CNN En Español para nuestro continente.
Hollywood y el control de los sueños
Hollywood no es solamente un barrio de Los Ángeles, es la industria cinematográfica más poderosa del mundo. Es en Hollywood que se fabrican nuestros sueños e ilusiones, nuestra manera de ver el mundo y comprender la realidad, nuestra forma de interpretar la vida y sus desafíos.
Y las estrellas de cine son de la misma forma que los jugadores de fútbol, los gladiadores de nuestra época. Son los actores y actrices que sirven como modelos en nuestras vidas. Hollywood nos impone nuestros héroes y bandidos. En los grandes estudios de la Metro Goldwin Mayer, Warner Bros, 20th Century Fox, Paramount United Artists,etc., se fabrican nuestros anhelos y temores.
Acaba de estrenarse una nueva versión de Superman (la tercera) en nuestros cines. Es el héroe que lucha contra el mal. Y nuestros niños anhelan ser Superman, el Hombre de Acero que surca los aires. Pero en lista de espera se encuentran Rápidos y Furiosos 6, Guerra Mundial Z, El Gran Gatsby, El Hobit, Hansel y Gretel: cazadores de brujas, El Llanero Solitario, y Viaje a las Estrellas: en la oscuridad.
Conclusiones
La resistencia contra los imperios tiene también muchos rostros y muchas voces que debemos comprender y buscar como movimiento popular salvadoreño. El más avanzado y poderoso es el integrado por el BRICS, pero está también los países del ALBA, Irán, Siria, Palestina, Cuba, y los movimientos populares y sociales alrededor el planeta.
Un esfuerzo estratégico es el vinculado a la creación de un Banco del BRICS que le dispute la hegemonía al FMI y al BM. A nivel latinoamericano también avanzan pasos en esta misma dirección con la reciente fundación en Caracas del Banco del Sur (Argentina., Bolivia, Brasil, Venezuela, Ecuador y Uruguay. Y con la creación de UNASUR y la CELAC. Y con la existencia de Telesur y Al Jazeera. Y en cada una de las áreas mencionadas hay resistencia. La historia sigue en marcha y los pueblos siguen en lucha…

El Minotauro Global: los Estados Unidos como centro de la crisis mundial

Ian J. Seda Irizarry Son muchos los análisis que abundan sobre las causas de esta gran crisis que experimenta el sistema capitalista global. Los mismos reflejan un sinfin de posturas ideológicas y teóricas que luchan por capturar la atención de las masas. Por ejemplo, una de estas perspectivas enfatiza la desregulación del sistema macroeconómico financiero que le habría brindado una “estabilidad relativa” a la economía mundial en el periodo post-guerra. Otra perspectiva apunta el dedo al interés propio que supuestamente describe la naturaleza humana. Otra enfatiza las fallas y contradicciones inherentes del capitalismo. Finalmente, y sin completar la extensa lista, tenemos otras perspectivas que señalan diferencias culturales como la causa del desplome. Como es de esperarse, el volumen de la literatura que recoge las distintas posiciones puede ahogar aún a los más dedicados.

Si bien es cierto que cada una de las explicaciones para la crisis puede aparentar algo de verdad, las perspectivas que integran elementos históricos, institucionales y sistémicos de manera crítica están poco a poco abriéndose paso en el terreno ideológico. Esto no debe sorprender a nadie, dado que en momentos de crisis muchas cabezas se abren ante la incapacidad de su razonamiento para explicar lo que sus sentidos captan.

El economista griego Yanis Varoufakis aprovecha este momento, que el identifica como uno de aporia, para brindarnos un interesante libro. El mismo sitúa el desbarajuste económico en relación a los eventos socio-económicos que trazan la trayectoria histórica de Estados Unidos. Para el autor de The Global Minotaur, la nación-estado como categoría de análisis sigue siendo muy relevante a la hora de analizar los movimientos del capital dentro del llamado mundo globalizado.

Con el título que apela a la mitología griega, Varoufakis enfatiza cómo los Estados Unidos, de manera conciente y premeditada, pasó de ser del acreedor al deudor más grande del mundo. Al igual que el Minotauro, la bestia mitad toro mitad hombre que recibía sacrificios para aquietar su apetito dentro del laberinto que lo contenía, esta potencia mundial actualmente recibe excedentes en bienes y capital para poder satisfacer dos importantes necesidades. Éstas son el poder financear el déficit fiscal del gobierno y a su vez el déficit comercial de la economía norteamericana donde se importa más de lo que se exporta.

En su libro, Varoufakis enfatiza cómo países como Alemania, Japón y China inundan a los Estados Unidos con sus productos y luego toman una gran suma de las ganancias que hacen (cerca del 70%) y las reinvierten como flujos de capital en Wall Street. A su vez “Wall Street transformó estos flujos en inversiones directas, acciones, nuevos instrumentos financieros, viejas y nuevas formas de préstamos y, por último pero no menos importante, en bonos para sí mismos”. Para el autor, la financialización de la economía tiene que comprenderse en gran parte como el resultado de estos flujos masivos de capital y bienes hacia Estados Unidos en relación al reordenamiento de la economía en base a la dispersión global de la producción. El colapso del sistema financiero en el 2008 en el seno de Estados Unidos es entonces concebido en relación al deterioro del flujo de esos valores for razones inherentes al arreglo bajo el cual se daban esos flujos; es la herida mortal al Minotauro Global.

Antes de analizar el estado crítico de la economía norteamericana en relación a la economía global, Varoufakis comienza con un recorrido histórico del periodo postguerra y la situación hegemónica de los Estados Unidos en un mundo despedazado por el conflicto bélico. Este periodo, al cual llama el periodo de Plan Global , es uno donde se arma de manera conciente el andamiaje internacional más impresionante concebido desde una perspectiva económica, ideológica y política.

El arreglo Bretton Woods habia surgido en cierta medida del reconocimiento de los portavoces del Nuevo Trato en la decada del 30 de que el capitalismo no puede ser manejado eficientemente sólamente a nivel nacional dado la interdependencia económica entre países. Como es bien sabido, el economista británico John Maynard Keynes participó de manera activa en la confección de ese sistema internacional. Su pensamiento general de que se podían oprimir botones y halar palancas para obtener los resultados deseados obtendría su máxima manifestación en ese sistema de organización internacional que efectivamente y de manera final confirmaba que Inglaterra “le pasaba la batuta” a los Estados Unidos como nuevo imperio a la cabeza del capitalismo global.

Durante ese periodo, si bien el lente económico nos describe un momento de crecimiento sustentable, mejores condiciones de vida y un control de la desigualdad, por otra parte tenemos las intervenciones imperialistas de los Estados Unidos para consolidar sus intervenciones en Europa y Japon a la luz de la alternativa que brindaba la Union Soviética. Como menciona Varoufakis, “el asegurar acceso sin dificultades de suministros de energía para Europa y Japón, al igual que fuentes abundantes de demanda para su producción industrial puso a los Estados Unidos en camino hacia un choque con varios movimientos de liberación que de otra forma se hubiesen visto de forma benigna por Washington (por ejemplo, vietnamitas anticolonialistas)” (P. 79).

Varoufakis luego dá un repaso del periodo que comienza con el año 1971, momento en el cual el gobierno norteamericano decide de manera premeditada no reducir los déficits que iban aumentando desde los 60 (la guerra de Vietnam ocupa un sitial especial en estos costos). Es en ese mismo año que el presidente Nixon anuncia el fin del sistema Bretton Woods que regulaba el comercio y finanzas internacionales. El libro luego traza cómo los flujos de capital socavaban este nuevo arreglo internacional post-1971 y la relacióñ de este proceso con la explosión de la crisis en el mercado inmobiliario de los Estados Unidos.

La contribución de Varoufakis puede colocarse dentro de la literatura que trata los llamados “desbalances globales” entre naciones a base de los excedentes y déficits comerciales definidos en términos de importaciones y exportaciones que muchos usan para definir lo que es el comercio internacional. Para nuestro economista griego, y siguiendo la inspiración de Keynes, lo que se deriva de este análisis es la necesidad de desarrollar un andamiaje supranacional que pueda “reciclar” estos excedentes. En otras palabras, se necesita de un mecanismo que trate de prevenir la acumulación de excedentes sistemáticos en ciertos países y de déficits persistentes en otros.

Este tipo de análisis, si bien puede iluminar ciertas características institucionales a nivel global, también contribuye a oscurecer el día a día de las operaciones del capital. Nos resulta sorprendente que Varoufakis, quien reconoce abiertamente la influencia de Karl Marx en su trabajo, en ningún momento intente hacer conexiones concretas entre ese análisis del flujo de excedentes a nivel internacional y el movimiento de los excedentes que las clases trabajadoras del mundo todos los días producen que sirven de base para la ganancia capitalista.

Por ejemplo, en el análisis de Varoufakis los Estados Unidos importa una cantidad significativa de productos de la China. Lo que no dice es que cerca de la mitad de esos productos chinos son producidos por corporaciones norteamericanas operando en la China. Es decir, son corporaciones norteamericanas las que se apropian de las ganancias. La dispersión global de la producción y quienes se apropian de la ganancia queda escondida detrás del análisis macroeconómico que tiene como punto de partida las naciones como entes anónimos, sin clases.

¿Cuál puede ser una de las razones para dar importancia a este detalle? Pues que los trabajadores norteamericanos le hechan la culpa a los chinos y no a cómo opera el capital. Esta xenofobia es real y está muy presente en uniones industriales muy importantes dentro de los Estados Unidos, como la United AutoWorkers (hace tres años tuve la oportunidad de preguntarle a un representante de la UAW cómo los trabajadores a los que él representaba comprendían la crisis, y él me respondió que “los chinos y japoneses nos quitaron los trabajos”). También la vemos a través del mundo, especialmente en Europa, donde se han fortalecido movimientos hipernacionalistas, xenofóbicos y racistas.y volvi

Por último, y volviendo a la temática económica, Varoufakis podría haberse enfocado algo más en el año 1971 y los grandes déficits norteamericanos para tratar el tema del desarrollo del mercado de Eurodólares. Dado que la gran cantidad de dólares que corrían el mundo era más que las reservas de oro de los Estados Unidos, muchos de sus socios comerciales acumularon dólares que no necesitaban. Es por esto que se desarrolla el mercado de Eurodólares, el cual resultaba muy atractivo para corporaciones multinacionales norteamericanas, las cuales ahora podían obtener dinero en mejores términos que si lo tomasen prestado dentro de los mismos Estados Unidos.

Esta dinámica asociada a los movimientos del dólar es fundamental para comprender todo el proceso de desregulación de los mercados que normalmente se identifica como causa de la presente crisis. Como menciona el politólogo David Mcnally (“Global Slump”, 2011: 91), no es que primero vino la desregulación de los mercados ya establecidos y luego la crisis, sino que primero se desarrollaron estos mercados no regulados de dólares “offshore”. La desregulación gubernamental viene como reacción a los mismos, para poder competir y atraer actividades comerciales y financieras “que se estaban dando fuera de sus jurisdicciones”.

En fin, si bien hay muchos cabos por atar en cualquier historia sobre el desarrollo de la crisis, el libro de Varoufakis presenta una buena introducción, escrita con un estilo muy lúcido, por alguien que vive en un país sacudido por la hecatombe económica. El mismo Varoufakis ha dicho que “antes era conocido por ser un mero economista, ahora soy reconocido por ser un economista griego”.

Autor: Ian J. Seda-Irizarry ( isedairi@gmail.com ). Profesor Visitante en la Universidad de Bucknell en Pennsylvania.

El Minotauro global, de Yanis Varoufakis

José Ramón Martín Largo Un griego, Apolodoro, nos dio noticia del Minotauro. Recluido en su laberinto de la isla de Creta, este ser mitad hombre y mitad toro recibía periódicamente un tributo en forma de jóvenes y doncellas que, con el sacrificio de sus vidas, debían aplacar su hambre y su cólera. Borges lo apeó de su pedestal en el cuento La casa de Asterión, humanizándolo, es decir, haciéndole sentir su miseria y su soledad. Y he aquí que de nuevo un griego, el economista Yanis Varoufakis, devuelve al Minotauro a su primigenio pedestal mítico y a su carácter de bestia insaciable, aunque esta vez se trata de un pedestal tambaleante, cuyo previsible derrumbe amenaza con traer una nueva edad oscura a la historia humana.

Al devolver al mito a su lugar original, Varoufakis ha destruido otro mito, éste moderno: el de que “la financiarización, la regulación ineficaz de los bancos y la globalización fueron las causas de la crisis económica global”. Pues el nuevo Minotauro ya había nacido mucho antes, en los años ’70, cuando, “igual que los atenienses mantenían un flujo constante de tributos a la bestia, el ‘resto del mundo’ empezó a enviar sumas increíbles de capital a Estados Unidos y a Wall Street”. Según Varoufakis, lo que ahora apreciamos como crisis no es sino la aparición de “los síntomas del debilitamiento del Minotauro, la prueba de que vivimos en un sistema global tan insostenible como desequilibrado”.

Varoufakis se doctoró en la Universidad de Essex, durante más de diez años fue profesor en la de Sídney y hoy lo es de Teoría Económica en la de Atenas. Durante unos años, entre 2004 y 2006, fue asesor económico del presidente del PASOK, George Papandreou, entonces en la oposición. Tras su ruptura con quien más tarde habría de ser primer ministro, y con su partido, Varoufakis se convirtió en uno de los principales críticos de la política económica aplicada en Grecia, y en la actualidad forma parte del grupo de asesores de la coalición Syriza, que tras las últimas elecciones legislativas ha pasado a ser la segunda fuerza política en el Parlamento griego. Varoufakis, junto a Stuart Holland, profesor de la Universidad de Coimbra, es autor de A modest proposal (2010), un conjunto de alternativas a la crisis de la eurozona; y de Modern Political Economics (2011), libro dedicado al estudio del colapso financiero y al futuro del mundo en el post-2008. Sus artículos pueden leerse en publicaciones como Monthly Review y The Economic Journal, y en la revista Sinpermiso. El Minotauro global, que ha publicado la editorial Capitán Swing, es su primer libro traducido al castellano.

Lo que Varoufakis llama “el momento 2008” constituye una aporía que el libro que comentamos trata de resolver, razonándola desde perspectivas diferentes. “El mundo”, escribe, “acababa de quedarse pasmado de una manera no vista desde 1929. Las certezas que nos había costado décadas de condicionamiento reconocer desaparecieron, todas de golpe, junto con 40 billones de dólares de activos en todo el globo, 14 billones de dólares de riqueza doméstica sólo en Estados Unidos, 700.000 puestos de trabajo mensuales en Estados Unidos, incontables viviendas embargadas en todas partes… La lista es casi tan larga como inimaginables las cifras que hay en ella”. A la perplejidad colectiva contribuyeron los gobiernos que “empezaron a inyectar billones de dólares, euros, yenes, etc., en un sistema financiero que, hasta pocos meses antes, había vivido una racha magnífica, acumulando fabulosos beneficios y manifestando, provocador, que había encontrado la olla de oro al final de un arco iris globalizado”. En octubre de ese año Alan Greenspan, que había sido presidente de la Reserva Federal y que estaba considerado el “Merlín” de nuestra época neoliberal tuvo que reconocer que había “un defecto en el modelo que yo consideraba la estructura funcional crítica que define el funcionamiento del mundo”. ¿Qué había pasado?

La primera explicación que ofrece Varoufakis alude a un fracaso de la imaginación colectiva: pese a que los números se estaban desmadrando, y a que la deuda del sector financiero en Estados Unidos había pasado desde el 22% de 1981 al 117% de 2008, y pese a que la deuda total del país más rico del mundo había alcanzado ese año el 350% del PIB, lo que suponía una acumulación de deuda exorbitante que introducía más riesgo del que el mundo podía soportar, nadie supo (o quiso) ver el desastre. Hasta entonces, y según la creencia general, las innovaciones financieras que permitían trocear la deuda y agruparla en paquetes que contenían diferentes grados de riesgo debían bastar para diluirla y convertirla en nuevos beneficios. “Era una fe de la Nueva Era en los poderes del sector financiero para crear un ‘riesgo sin riesgo’, que culminaba en la creencia de que ahora el planeta podría soportar deudas (y las apuestas que se hacían sobre esas deudas) que eran mucho mayores que los ingresos globales reales”. El riesgo que se creía calculado resultó no estarlo en absoluto, y el mundo debió empezar a pagar por el error de haberse creído la retórica de sus dirigentes.

“Las culpables agencias de calificación de riesgos y los no menos culpables organismos de regulación de los estados” contribuyeron a extender los activos tóxicos por todo el planeta. La adquisición masiva de obligaciones de deuda, que Warren Buffet describió como “armas de destrucción masiva”, se convirtió en una invitación a que los bancos imprimieran su propio dinero, pues cuanto más se endeudaban las instituciones financieras para comprar obligaciones calificadas como triple A, más dinero hacían. “No es difícil llegar a la conclusión de que el crash de 2008 fue el inevitable resultado de otorgar a los cazadores furtivos el papel de guardabosques”, resume Varoufakis, para quien tal estafa, pues no de otra manera puede llamarse, era realizada cotidianamente por personas que creían haber hecho realidad el sueño de tener un cajero automático en el salón de casa: “banqueros que pagaban a las agencias de calificación de riesgos para que extendieran el estatus de triple A a las obligaciones que ellos mismos emitían; autoridades reguladoras (incluido el banco central) que aceptaban esas calificaciones como legítimas; y las jóvenes promesas que se habían hecho con un empleo mal pagado en una de las autoridades reguladoras, y que enseguida comenzaron a plantearse avanzar en sus carreras pasándose a Lehman Brothers o Moody’s. Supervisándolos a todos ellos había una hueste de secretarios del tesoro y ministros de Finanzas que, o bien ya habían prestado años de servicio en Goldman Sachs, Bear Stearns, etc., o bien esperaban unirse a aquel círculo mágico tras dejar la política”.

Un papel destacado en este proceso lo ha desempeñado “la naturaleza de la bestia”, y es que por muy lóbrega que sea esta visión de la humanidad, a la luz de tales hechos, es preciso admitir que “los humanos son criaturas codiciosas que sólo simulan civismo”. Así lo creen al menos las mentes neoliberales, a una de las cuales, la del ya mencionado Greenspan, le cabe el dudoso honor de haber puesto en circulación la idea de que “ninguna institución estatal, incluida la Reserva Federal, puede poner freno a la naturaleza humana y contener la codicia de manera efectiva sin, al mismo tiempo, matar la creatividad, la innovación y, en última instancia, el crecimiento”. Lo que explica que durante su mandato se concediera libertad absoluta a los mercados y se derogasen las leyes reguladoras de los mismos, en la creencia de que cuando se produjera el colapso siempre podría acudir paternalmente el estado a socorrer a los damnificados. En su favor, escribe Varoufakis, “hay que decir que Greenspan confesó más tarde haber malinterpretado el capitalismo. Sin embargo, el modelo del mundo al que él acabó por renunciar aún sigue vivo, sano, y está volviendo a imponerse”.

El autor apela a razones culturales para explicar la indefensión en la que se encontró Europa cuando la debacle financiera fue exportada al mundo desde Wall Street. Y es que, visto desde fuera de Estados Unidos, el “crash” apareció en un principio como un accidente exclusivo de la cultura anglosajona, un asunto de financieros lunáticos y que era propio de una sociedad obsesionada (como la española, dicho sea de paso) con la propiedad inmobiliaria. A esa indefensión contribuyó lo que Varoufakis llama el “fraude intelectual” del que fueron responsables, y lo son todavía, algunos economistas que han recibido innumerables distinciones y privilegios por el mero hecho de haberse especializado en “proporcionar las hojas de parra ‘científicas’ tras las cuales Wall Street intenta esconder la verdad” de sus innovaciones financieras. A ellos se deben las teorías económicas tóxicas que hoy siguen impregnando el pensamiento de los líderes del sector bancario, del FMI y del Banco Central Europeo.

Para Varoufakis, el capital ha dado hoy un paso más allá del estado en que se hallaba cuando fue descrito por Marx, lo que supone que en la actualidad tiene el poder de enajenar toda voluntad humana, ya sea fuerza de trabajo, empresarial o financiera. “De manera similar a nuestro subconsciente, el capital también implanta ilusiones en nuestras mentes, por encima de todas, la ilusión de que, al servirle, nos hacemos valiosas, excepcionales, potentes. Nos enorgullecemos de nuestra relación con él (ya sea como financieros que ‘crean’ millones en un solo día, ya como empresarias de las que dependen multitud de familias trabajadoras, o como trabajadoras que disfrutan de un acceso privilegiado a una brillante maquinaria o a ridículos servicios fuera del alcance de emigrantes ilegales), cerrando los ojos al trágico hecho de que es el capital el que, en efecto, es dueño de todas nosotras, y que somos nosotras quienes lo servimos a él”. Y concluye: “Nadie diseñó el capitalismo y nadie puede civilizarlo ahora que va a toda máquina. Al igual que la naturaleza produjo a Mozart y al sida usando el mismo mecanismo indiscriminado, también el capital produjo fuerzas catastróficas con tendencia a provocar discordia, desigualdad, guerra a escala industrial, degradación ambiental y, por supuesto, crisis financieras. De un tirón, generaba (sin ton ni son) riqueza y crisis, desarrollo y privación, progreso y atraso. ¿Podría ser entonces que el crash de 2008 no fuese más que nuestra oportunidad periódica para darnos cuenta de hasta dónde hemos permitido que nuestra voluntad esté subyugada al capital?”.

Este libro, sin duda uno de los más importantes que se han escrito acerca del capitalismo contemporáneo, nos ubica en el real estado de cosas de nuestro tiempo a la vez que nos propone nuevas interrogantes, para cuya resolución será preciso reafirmar nuestra voluntad frente al designio del mercado. Su autor, que se declara feminista (lo que explica que en sus frases se alterne el sujeto de género masculino con el femenino), afirma que los efectos devastadores del crash (el pago, por parte de los pueblos, de una deuda que han contraído otros; las privatizaciones; la depresión económica, etc.) “estarán con nosotras por un largo, largo tiempo”, pero también quiere persuadirnos de que hombres y mujeres no somos la bestia que tienen en sus mentes los seguidores de la doctrina neoliberal. Así lo creía también Borges, quien concluyó su cuento con estas palabras: “¿Lo creerás, Ariadna? (dijo Teseo). El Minotauro apenas se defendió”

La OTAN mete sus narices en América Latina

La polémica sobre el tipo de relación entre Colombia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está demás. El país sudamericano que es el que mayor asistencia militar estadounidense recibe desde la implementación del Plan Colombia, a principios del 2000, ya le abrió las puertas de América Latina a ese instrumento mundial de intervención luego de actuar, como socio cooperante y bajo bandera española, en la invasión “de las fuerzas aliadas” a Afganistán en octubre de 2001.

Lo que agrava la situación es la decisión del gobierno del presidente José Manuel Santos de subir un peldaño más en la relación con la OTAN abierta por su predecesor Álvaro Uribe, en medio de una contraofensiva estadounidense en el continente que busca recuperar el espacio perdido desde la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), su brazo económico. De hecho, la Alianza Pacífico, que la integran todos los países que tienen firmado Tratado de Libre Comercio (TLCs) con EE.UU., al mismo tiempo es la cobertura para una consolidación de sus posiciones militares.

La decisión colombiana, que será debatida en el Consejo de Seguridad de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) ha pedido de Bolivia, representa también una amenaza real a la revolución bolivariana, permanentemente asediada por la ultraderecha de ese país desde el principio, y para los diálogos de paz que se llevan adelante en La Habana (Cuba).

La situación no sería delicada si no estuviera en vigencia un Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN desde noviembre de 2010, aprobado en la Cumbre de Lisboa, donde en una clara señal de su ingreso al cuarto desplazamiento de su historia desde que fuera creada en 1948, esa fuerza militar multinacional se atribuye al derecho de intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea.

La dimensión del paso que está dando Colombia solo es posible tener en cuenta, además de los elementos señalados líneas arriba, a partir de inscribir los últimos movimientos del imperio en un contexto más amplio y de una manera menos fragmentada. La continuidad de la intervención en Afganistán, donde en más de una década y media no se ha podido derrotar al Talibán y mucho menos desmantelar Al Qaeda, y la presencia militar en Irak, donde jamás se encontró las armas de destrucción masiva que presuntamente tenía Saddam Hussein, así como las amenazas permanentes contra Corea del Norte e Irán y el activo respaldo a la dura represión israelita contra el pueblo palestino, constituyen datos de ese contexto.

Es más, si bien las formas de la intervención en América Latina se muestran, todavía, distintas a las observadas en los continentes de África y Asia, la contraofensiva política y militar de los Estados Unidos contra procesos progresistas y revolucionarios hay que analizarla como parte de una estrategia de dominación de espectro global, cuyo objetivo es garantizar las condiciones de reproducción de un sistema de dominación mundial que, por sus propias contradicciones, no logra encontrar la fórmula “no militar” para salir de la crisis de rotación transnacional del capital que se hace más profunda.

Pero el capital siempre oculta su presencia y la disfraza en discursos e instituciones nacionales e internacionales. Todas, desde el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta la Organización de los Estados Americanos (OEA), pasando por la OTAN, sirven para caminar, respaldados por un amplio despliegue mediático, en la dirección de lograr ciertos niveles de legitimidad.

Los alcances del Nuevo Concepto Estratégico

En la cumbre de Lisboa, en la que participaron 28 estados miembros y 21 asociados, se adoptó por unanimidad el documento presentado por un equipo encabezado por la estadounidense Madeleine Albright, la ultraderechista exsecretaria de Estado del gobierno de Bush a la que Obama le dio su más amplio respaldo a poco de asumir la conducción de la Casa Blanca, en enero de 2009. El “grupo de expertos” estableció los límites del concepto, identificó las amenazas y precisó las cuatro misiones militares del siglo XXI.

El nuevo Concepto Estratégico, el tercero desde el derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el bloque socialista del Este, establece que “La OTAN debe estar dispuesta a desplegar fuerzas militares robustas donde y cuando sea requerido por nuestra seguridad y ayudar a promover seguridad común con nuestros socios alrededor del globo”. Los dos anteriores conceptos de seguridad “guiaron” a las fuerzas militares de la Alianza en los períodos 1991-1999 y 1999-2010. Por lo demás es importante subrayar que ya a partir de 1991, tras el paso de la bipolaridad a la unipolaridad mundial, se van registrando en términos teóricos y prácticos modificaciones en las líneas táctico-estratégicas de la OTAN, que va dejando atrás el concepto de “respuesta flexible” que la acompañó más de cuatro décadas.

Más claro, ni el agua. Con esta redefinición del papel de la OTAN –que se ha constituido desde su fundación, en 1949, en la prolongación de los largos brazos del Pentágono-, las fuerzas militares de la Alianza –que es otra manera de camuflar la hegemonía estadounidense- pueden intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que consideren necesario o suficiente.

No hay que olvidar que la OTAN surgió poco después de culminada la II Guerra Mundial con el objetivo de neutralizar la influencia de la URSS en Europa y cuyo poder militar, sin el cual el fascismo no habría sido derrotado a partir de la batalla de Stalingrado, se consideraba una amenaza para los estados conducidos por ideas liberales, democracias representativas y economías capitalistas.

El primer país en que se concreto el Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN es Libia, donde con el pretexto de respaldar a los focos de resistencia militar opuestos al “régimen dictatorial” de Gadafi, la fuerza militar multinacional le ha abierto las puertas a las corporaciones para que se apoderen del petróleo y otros recursos de ese país situado al Norte de África, donde la situación de la población civil desde septiembre de 2011 se ha agravado por el hambre y las violentas disputas entre las tribus.

Pero a la OTAN hay que hacerle un seguimiento más largo. Desaparecido el campo socialista a principios de los 90 y, por tanto, desestructurado el Pacto de Varsovia –alianza militar de los países socialistas en respuesta al peligro que representaba la articulación de Europa occidental y Estados Unidos-, la OTAN no desapareció. La razón esgrimida para su fundación ya no existía y lo que se pasó es a inventar otros pretextos y crear otros enemigos. Todo lo contrario, se le asignaron nuevas misiones que en los hechos empezaron a expandir la zona de influencia militar y política de los países del capitalismo central.

La OTAN ya no tiene los 12 miembros con los que nació en 1949 (de los que 5 primero conformaron el Tratado de Bruselas de 1948: Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos y a los que se sumaron Estados Unidos y Canadá y luego ese primer grupo invitó a otros 5: Italia, Dinamarca, Noruega, Portugal e Islandia). Su número alcanza ahora a 28. De los 14 Secretarios Generales que ha tenido esa Alianza militar, ninguno ha sido estadounidense. Sin embargo, el liderazgo de Estados Unidos es inobjetable e incuestionable por varias razones: su alianza estratégica con Gran Bretaña y Francia, su capacidad militar y su habilidad de salir siempre bien parado de las contradicciones y las pugnas dentro del bloque de países del capitalismo central.

De ahí que no sea una casualidad que el liderazgo de Estados Unidos en la guerra contra Libia haya encontrado en Gran Bretaña y Francia sus dos entusiastas operadores. De hecho, entre esos tres países hay una convergencia de intereses por controlar el Oriente Medio. De hecho, el imperialismo colectivo del que habla el intelectual Samir Amín para hacer mención a Estados Unidos, Japón y Europa siempre tuvo la intención de constituir un Mercado Común de Medio Oriente para aprovechar los recursos naturales y en el pasado de la bipolaridad hizo alianzas con los gobiernos monárquicos, autocráticos y nada democráticos de la región, así como suministro armas, dinero y entrenamiento a grupos musulmanes anti-comunistas –como Al Qaeda- con el objetivo de neutralizar cualquier intento de expansión de la URSS.

Otro dato, no menor, a tener en cuenta y que refuerza el liderazgo de Estados Unidos en la OTAN y su nuevo concepto estratégico es el alcance de los planes operativos. Lo que se aprobó en Lisboa en 2010 está previsto hasta el 2020 y el plan estratégico de la CIA –de la que ya se ha confirmado su activa presencia en Libia- también llega a ese mismo año.

América Latina, ¿fuera de peligro?

¿La aplicación del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN es una amenaza para América Latina? Su importancia está dada a partir del peligro que representa ese rediseño estratégico de la OTAN para los gobiernos progresistas y revolucionarios en el continente, especialmente para Cuba y Venezuela –en primer lugar- y Bolivia, complementariamente.

La primera visita de Obama a tres países de América Latina en marzo de 2011 (Brasil, Chile y El Salvador), las permanentes giras de Hillary Clinton por el hemisferio, el golpe de Estado en Honduras contra el presidente legítimo Manuel Zelaya, el intento estadounidense de mostrar a Bolivia y Venezuela como una suerte de “narco-estados”, las agresiones permanentes contra Cuba, la ampliación de sus bases militares en el continente y la activación de la IV Flota son datos de la realidad que no se los puede ignorar.

Hasta ahora, desde la perspectiva de la Doctrina Monroe, en la que Estados Unidos se asigna una paternidad sobre América Latina y el Caribe, la mayor parte de las campañas de desestabilización de procesos progresistas se han apoyado en fuerzas armadas locales, obviamente con mandos entrenados en la Escuela de las Américas y en grupos paramilitares de corte fascista, aunque también se han dado casos de intervenciones directas de tropas estadounidenses en Guatemala (1954), República Dominicana (1965), Granada (1983), Panamá (1989) y Haití (1994). Todas con la complicidad de la OEA.

Pero si hay algo que tampoco puede ignorarse, es el papel que Estados Unidos ha decidido darle a Colombia en la aplicación de su estrategia global, aplicada ya sea desde el Pentágono o su brazo multinacional, la OTAN. En 2008, a iniciativa estadounidense y con la fachada de España, el presidente Álvaro Uribe logró que el estado colombiano participara a través de sus fuerzas armadas –las mejores equipadas en América Latina- en las operaciones de la Alianza Atlántica en Afganistán.

La participación de Colombia en la OTAN en calidad de observador se mantiene, pero la figura es más o menos similar a lo que ocurrió con muchos de los países del Mediterráneo, no considerados formalmente dentro de la lista de potenciales miembros. En 1994, desaparecido el bloque socialista, se invitó a varios países de esa parte del mundo (Israel, Egipto, Marruecos, Túnez y Mauritania) y en 2004, en la Cumbre de Estambul, se establecieron acuerdos para garantizar la seguridad y la estabilidad regionales. Es decir, no es una exageración que a partir del nuevo Concepto Estratégico –intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea-, la OTAN vaya facilitando la incorporación colombiana como socio cooperante y de otros países afines a los intereses imperiales en la región que se alistan a fortalecer la Alianza Pacífico.

De todas las amenazas que la Alianza Atlántica identificó en Lisboa para la “civilización occidental” y que justificaría su intervención: proliferación de misiles balísticos y armas nucleares y de destrucción masiva, el terrorismo, los ataques a las vías de comunicación, los ciberataques y la inestabilidad o los conflictos más allá de las fronteras de la OTAN y los problemas derivados del cambio climático y de la escasez de los recursos naturales, los dos últimos son los que podrían invocarse para intervenir en América Latina, donde se ha puesto en cuestión la hegemonía estadounidense y bastante rico en agua dulce, petróleo y gas, biodiversidad, plantas medicinales y otros.

La historia contra los procesos emancipadores no es nueva. Los Estados Unidos ya pretendieron en 1961 montar una cabeza de playa en Bahía de Cochinos que justificara su intervención, pero no contaban que el plan sería derrotado en menos de las 72 horas que Fidel Castro estableció como tiempo máximo para evitar la invasión imperial. Otra rápida derrota, con distintas características, sufrió Estados Unidos en agosto-septiembre de 2008 en Bolivia, cuando se pretendía generar un conflicto que dividiera el país y allanara la presencia de las fuerzas de paz de la ONU. A la cabeza de la operación estaba Philiph Golberg, un experto en temas militares que operó en la división de Yugoslavia y que ahora es responsable de una unidad de inteligencia en el Departamento de Estado.

Lo nuevo es que las injerencias estadounidenses estarán camufladas en las banderas de la OTAN y en la plena subordinación de la ONU, cuya reestructuración es necesaria y urgente.

Se refuerza el dominio geopolítico y militar de EEUU y la OTAN hacia el Sur

Las acciones de Washington para conformar un vasto “Mare Nostrum” imperial en la Cuenca del Pacífico, se han vuelto cada vez más visibles y agresivas en las últimas semanas. Igualmente, aquellas con que va fortificando todo el sistema de control ejercido sobre nuestra Región Caribeño-Centroamericana y hacia el Sur del hemisferio, en estrecha alianza con los gobiernos serviles de Colombia y México. Y lo que no podía faltar: la adecuación, a las emergentes realidades, del poder hegemónico protegido por el escudo de la seguridad militar centrado en el pacto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (la OTAN) y en el Comando Sur o US SOUTHCOM localizado junto con la IV Flota en La Florida.

No olvidemos que, en nuestra región, ya se hallan en ejecución dos planes específicos en materia de seguridad: el Plan Mérida, para cubrir el eje México-Centroamérica, y el Plan Colombia hacia el flanco sur, así como el Plan Puebla-Panamá o PPP, rebautizado “Plan Mesoamérica”, y sendos tratados de libre comercio que funcionan en línea paralela al blindaje militar atando las economías a esquemas de apertura y privatización. Sin embargo, las medidas que vamos percibiendo rebasan los estrechos límites geográficos de estas iniciativas y constituyen una muestra del globalismo belicoso de la Casa Blanca; por lo cual, no hay manera dejar fuera de foco al rol de la OTAN, como la alianza militar ofensiva y de espionaje encabezada por EEUU que cuenta con el mayor poderío destructivo aire-tierra-mar (incluido el nuclear y químico-bacteriológico de punta) a escala planetaria.

El objetivo: echar atrás la iniciativa UNASUR-CELAC

Asimismo, se hace más y más evidente el que la ofensiva estadounidense está destinada a contrarrestar y revertir los progresos del proyecto integracionista latinoamericano tejido alrededor de la Unión de Naciones Suramericanas o UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños o CELAC, como ya lo hemos venido señalando en columnas anteriores.

Van en ese rumbo las acciones dirigidas a forjar todo un sistema de alianzas trans-pacíficas, a partir de dos organismos promotores del libre comercio y la integración profunda con Washington: la “Alianza del Pacífico” o AP, que aglutina a países costeros latinoamericanos (donde, por cierto, acaba de aceptarse la membrecía de Costa Rica en mayo durante su VII Cumbre de Cali); y la “Alianza Trans- Pacífica” o ATP, que persigue lo mismo con aquellos de la zona Asia-Pacífico, a excepción de China. La reciente visita del presidente Obama a San José y del vicepresidente Biden a Colombia, ambas durante el mes de mayo, fueron inequívocas señales de esta política de endurecimiento del poderío imperial en ese sentido.

La OTAN va a entrar en el juego definitivamente

Pero eso no es todo. Es imperativo, para entender lo que está pasando, mantener la mira puesta sobre la OTAN. Téngase en cuenta que allí junto al de EEUU, se halla el poderío militar de la Unión Europea (UE) con las fuerzas armadas de Alemania, Inglaterra y Francia al centro. Además, es una alianza debe estrecharse aún más en momentos cuando se plantea negociar un gran TLC o “Acuerdo de Asociación Transatlántica Estados Unidos – Unión Europea”.

Veamos por qué

En estos momentos, las instalaciones y comandos militares de los llamados “países aliados” se coordinan mediante los mandos multinacionales de la OTAN, pero preferentemente a través de los US COMMANDS extendidos alrededor del mundo, los cuales manejan las cerca de 800 bases militares y de inteligencia (espionaje) de EEUU esparcidas por 63 países a lo largo y ancho del mundo. Estos son los comandos: el NORTHCOM (Northern Command instalado en la Peterson Air Force Base, Colorado, USA), el USPACOM (US Pacific Command en Honolulu, Hawai´i), el S0UTHCOMMAND (en La Florida, USA) el CENTCOM (Central Command en la Air Force Base de MacDill, también en la Florida), el EUCOM (European Command en Stuttgart-Vaihingen, Alemania), el Joint Forces Command (en Norfolk, Virginia, USA), el Special Operations Command (también en la base aérea de MacDill), el Transportation Command (en la Scott Air Force Base, Illinois, USA) y el STRATCOM (US Strategic Command en la Offutt Air Force Base de Nebraska, USA).

Entre esos USA-comandos geoestratégicos, el encargado de “cuidar” al Caribe y Latinoamérica es el SOUTHCOM, que tiene a su servicio la IV Flota. Desde este comando imperial se planifican, coordinan y dirigen las acciones de una vasta y poderosa red de 47 bases militares estadounidenses ubicadas entre el Río Grande y La Patagonia. Y ahora viene lo que deseamos destacar y que para muchos pasa inadvertido: a esa red debemos agregar las estructuras militares de EEUU destacadas en el Pacífico y dirigidas por el arriba mencionado “United States Pacific Command” o USPACOM con sede en la isla de Hawai´i.

Y, por lo antes dicho, debe entenderse que ambos comandos giran alrededor del dispositivo mayor de la OTAN; el pivote que se desempeña como un “gran policía global” y que ahora mismo anda en busca de amigos en nuestra región Caribeño-mesoamericana, para así extender los anillos estratégicos y operacionales de una OTAN dispuesta a reinventarse globalmente, ello mediante el mecanismo llamado «partenariado» (del inglés “partnertship”) montado para la adquisición de socios estratégicos. Hoy día ese “partenariado” integra a cerca de 40 países que se definen como “Partners Across the Globe” (PAG) o «socios alrededor del globo».

Según una publicación del Ministerio de Defensa de España, esta política de alianzas de amplio espectro, para la OTAN “es una manera de acercarse a las potencias emergentes de Asia, África o América Latina con las que la OTAN desea contar. Ya ha atraído a China –con la que lleva años tratando de acercarse– y a la India, y ambas han participado en una reunión 28+n sobre piratería. Según cálculos de la OTAN, ese acercamiento a los países emergentes asiáticos podría estimular a otros países, principalmente latinoamericanos, a participar en algunas de las reuniones y dejar de lado algunas reticencias y percepciones sesgadas que tienen de la OTAN.” (Ver: Gobierno de España. Documentos de Seguridad y Defensa, No. 54, febrero de 2013).

Esa misma publicación oficial destaca, a modo de ejemplo, el caso de El Salvador, donde el presidente Mauricio Funes ha declarado que el envío de tropas a Afganistán en operaciones de la OTAN, entre otras iniciativas de apoyo a este organismo- responde a una “alianza estratégica” con EEUU, en la cual Washington colabora con El Salvador en un plan de seguridad y ellos lo hacen enviando tropas al país asiático. Y hay otros casos más recientes y sobresalientes, y con mayor importe geoestratégico.

Mucha atención a los sureños tentáculos expansivos de la OTAN

Anotamos antes que el SOUTHCOM coordina sus actividades en el marco de una OTAN expandida globalmente y cuya pauta estratégica este comando (al igual que los otros) ha comenzado a seguir para Latinoamérica, a fin de no aparecer como un solitario vigilante o agresor. No cabe duda de que, en general y al final de cuentas, una base militar de EEUU en cualquier país, lo es también de la OTAN y viceversa.

Aparte de ese recurso de Comando Sur, actualmente la alianza atlantista cuenta con otros recursos en nuestra región por el lado europeo y que conviene develar.

Se trata de bases militares británicas de apoyo en las islas Malvinas (Base Aérea de Mount Pleasant) definida como “bastión de la OTAN”, por la ministra de Defensa argentina, Nilda Garré en marzo de 2010, donde hay estacionado armamento nuclear y misiles. También hay una base británica en la Isla Ascensión en medio del Atlántico. Desde ambas bases se amenaza a la Argentina directamente y se atemoriza a los demás países cercanos de la UNASUR-CELAC.

La Unión Europea (entiéndase también la OTAN) también tiene sus bases, entre ellas las francesas en Martinica (Fort France), en Guadalupe (Lamentin-Raizet) y en la Guayana (Estación de Degrad des Cannes, bases de Cayena y Saint- Juan du Maroni, y la Base Aeroespacial Europea en Kourou). Se estima que la UE-OTAN disponen de cerca 8.000 efectivos estacionados en esas bases terrestres, aéreas y navales.

Más aún, la OTAN viene realizando frecuentemente maniobras conjuntas y haciendo “misiones” con fuerzas armadas latinoamericanas, en particular con las de Colombia, Brasil, Chile, Uruguay y Argentina, en un manifiesto afán por crearle ambiente positivo a una eventual “Organización del Tratado del Atlántico Sur” (OTAS); o sea, una OTAN del Sur. Esta es una manera de acercarse a Latinoamérica, a la cual ya considera su “frontera Occidental” y cuyos recursos naturales (petróleo y otros minerales, agua y biodiversidad) busca hacerlos parte de su proyección estratégica hemisférica.

Los casos colombiano y chileno pueden esclarecer aún más la pauta

Es muy posible que Colombia sea ya en este momento la mejor punta de lanza del imperio y de la OTAN en nuestra región. En efecto, Diana Quintero, viceministra de Defensa participó en la reunión de la OTAN de Monterrey, California -bautizada “Construyendo Integridad” entre los 138 países allí presentes. Lo puso en evidencia cuando declaró el 28 de Febrero pasado y sin tapujos, lo siguiente: “Nosotros (Colombia) venimos haciendo todos los acercamientos con la OTAN para ser uno de sus aliados globales y esta invitación responde a las buenas prácticas y experiencias, que la OTAN está mirando para compartirlas con otros países”. Y agregó: “La OTAN no es solamente una organización militar, sino que adicionalmente es una comunidad con las mejores prácticas, tanto en presupuesto, en defensa, como en doctrina y entrenamiento”.

Nada de lo señalado es de extrañar. Ya que se sabe que Colombia está destinada por la Casa Blanca y el Pentágono a volverse el “Israel de Suramérica”.

Por ejemplo, hace poco la OTAN votó por incluirla en la “Comunidad OTAN ATP-56 AAR”, con estatus similar al que tiene en la actualidad Australia; lo cual hace posible –entre otras cosas- que la fuerza aérea colombiana pueda ser elegible para establecer acuerdos de interoperabilidad y de reabastecimiento en vuelo con cualquier miembro de la OTAN y sus socios. Puede afirmarse que Colombia es hoy día el germen de un bloque anti-bolivariano militarizado capaz de contrarrestar el peso que va desarrollando en paralelo el proceso integracionista alrededor de la UNASUR-CELAC. Divisionismo que es apoyado por Chile (quien ya tiene el mismo status de Colombia en la OTAN como “Aliado importante no-OTAN”) y de México y Perú (aspirantes), junto a otros aliados menores de la Región Caribeño-Mesoamericana.

El gobierno de Colombia proclama oficialmente su aspiración de integrarse a la OTAN

Una novedad más. El presidente colombiano Juan Manuel Santos acaba de declarar, el pasado 1 de junio, el interés de Colombia por formar parte de la OTAN como miembro pleno. Habló de “emprender todo un proceso de acercamiento y de cooperación, con miras también a ingresar a esa organización”. Ante ello, voceros de ese organismo afirmaron que no es posible establecer una asociación formal debido a “criterios geográficos”; pero se supo en medios europeos que prepara desde Bruselas un acuerdo para el intercambio de información clasificada con Colombia.

De inmediato, el anuncio provocó reacciones muy airadas y críticas de parte de los gobiernos de Venezuela y Bolivia, entre otros, que ven en este intento una forma de dividir y desestabilizar los avances de integración en varios campos que llevan adelante UNASUR y CELAC, incluidos los alcanzados en materia de seguridad y coordinación de sus fuerzas armadas.

Sin embargo, el inesperado anuncio pone en claro lo anuente que está el gobierno de Santos de jugar el papel de “caballo de Troya” en este terreno tan delicado, para lo cual cuenta con el aval de Washington que tiene siete bases militares en el país. Por eso, no sorprende que la Casa Blanca expresara tres días después de las declaraciones de Santos que daría apoyo a su iniciativa de ingresar a la OTAN, justificada supuestamente por las “capacidades” en pleno desarrollo de sus fuerzas armadas profesionales, las mayores y las más poderosas de toda Latinoamérica. Manifestó al respecto la secretaría de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson: “Nuestro objetivo es ciertamente apoyar a Colombia como miembro capaz y fuerte de muchas organizaciones multilaterales, y eso puede incluir la OTAN”.

El caso parecido de Chile

Chile, por su lado, viene desde tiempo atrás buscando el otorgamiento de la categoría de “aliado extra-OTAN” que tienen países como Australia, Nueva Zelandia, Israel, Corea del Sur y Egipto, esto con el apoyo de EEUU; y debido a que, para el año 2010, ya había logrado alcanzar los estándares militares de la OTAN en armamento de punta como para poder inter-operar con sus fuerzas armadas, así como para recibir ayuda financiera y militar de EEUU y la OTAN que de otro modo no se daría. Esto permitirá a Chile mantener su programa de gastos militares hasta por $11.000 millones para el período 2005-2025, esto aparte de los $9.136 millones invertidos entre 1990-2012 en la compra de sofisticado hardware militar, incluidos aviones C295 de Airbus Military (EADS), submarinos Scorpene, y varias brigadas blindadas. Todo lo cual tiene muy alarmados a sus vecinos. Porque la pregunta es: ¿para pelear cuáles guerras?

Desde hace varios años las fuerzas armadas chilenas participan en juegos de guerra australes de EEUU y la OTAN, especialmente en el mayor de los mundiales en el campo naval, el bienal “Margen del Pacífico” (RIMPAC), donde participan además Japón, Corea del Sur, Australia, Ecuador, Colombia, México y los países centroamericanos, incluida Costa Rica.

También existe el interés de reforzar a Chile por su rol respecto a la Antártida. Según el analista Rick Rozoff de la organización canadiense Global Research: “Los cuatro países directamente al norte del Océano Antártico son Chile, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda y los cuatro se encuentran en distintos grados de ser integrados en alianzas militares occidentales, los cuatro tienen lazos militares bilaterales con Estados Unidos y con otros países de la OTAN, tres directamente con la propia OTAN.”

Conclusión

Observamos de este modo en nuestro entorno, cómo se teje una serie de maniobras geopolíticas y diplo-militares encaminadas desde Washington a redefinir mejor su estrategia de dominio imperial en toda la zona Centro-Sur del hemisferio; con la doble mira puesta en la integración del mayor número de países como “socios” en las alianzas trans-pacíficas en plena ebullición y también en las redes de “partenariado” de la OTAN. Mediante estas iniciativas, la gran potencia imperial pretende disimular la gestión de su hegemonía y aparecer como un actor indirecto y de bajo o nulo perfil; cuando de hecho se halla reforzando los mecanismos que hacen posible esa hegemonía a un nivel superior de dominio regional y global, extendido hacia el Sur y hacia el Pacífico.

Alianza para el Pacífico (AP) o, quinta columna huérfana del ALCA

Haber alcanzado gobiernos de centro e izquierda y haber hecho retroceder al neoliberalismo no significa que el monstruo del ALCA haya muerto.

En la pasada cumbre de la Alianza para el Pacífico (Cali, Colombia, 20 al 24 de mayo de 2013), la prensa amarilla colocó el foco en la parafernalia del libreto del presidente Santos, quien dijo que esta cumbre adquiere “importante peso en el escenario mundial”, y que este es “el siglo del Pacífico y de América Latina”. La Alianza para el Pacífico (AP), dicen los corifeos, parte en dos la historia del Pacífico, al punto que, si Paul Rivet hubiese conocido al cuarteto neoliberal de la AP sus teorías poblacionales desde el Pacífico hubiesen gozado de mejor y mayor fama mundial. Ni siquiera Deng Xiaoping, el impulsor de las cuatro modernizaciones en China (1978) se salvó, pues Santos no se ruborizó al citarlo y hacer la comparación. El sainete también incluyó en su libreto una ‘imprevista’ y ‘coincidente’ visita del vicepresidente del imperio, Joe Biden, quien, estupefacto, exclamó: “¡Pero qué cambio!” Seguidamente y pasando revista en un campo de explotación para la producción de flores de capital gringo, el funcionario gringo rogó (risas…) a Santos que le permitiese a los EE.UU ser observador en la AP, pues una economía con un PIB (nominal) de 15 088 000 millones de dólares, necesita y confía su futuro a la ‘locomotora’ de la economía colombiana con un PIB (nominal) de 365.402 millones de dólares.

Con ADN neoliberal

Un año después de la creación Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC (23/2/10)-, la derecha del continente, liderada por el renegado Alan García, convocó la creación de la AP en abril de 2011. En la década anterior la derecha del continente menospreció los gobiernos de centro e izquierda, que fueron capaces de reorientar el MERCOSUR. Su dogma no les permitió ver, que gobiernos de origen distinto al credo neoliberal, en alianza con sectores de la burguesía nacional, configuraban un nuevo escenario político eludiendo la trampa de los TLC. En esa dirección, antes de la CELAC, se dieron dos pasos significativos, primero el ALBA (2004) y posteriormente la UNASUR (2008), cuyos objetivos no se supeditan al libre comercio ni al poder de los capitales trasnacionales. Para no abundar en datos, basta con leer este aparte del acta de constitución de UNASUR:

La Unión de Naciones Suramericanas tiene como objetivo construir, de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus pueblos, otorgando prioridad al diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento y el medio ambiente, entre otros, con miras a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la soberanía e independencia de los Estados.

Por el contrario, si nos detenemos en su carta de intención, la AP no es solamente una idea bondadosa para hacer negocios, promover el crecimiento y de carácter apolítico. Es una reacción clara frente a los virajes soberanos en la región, pues han despertado y tomaron nota, en el sentido de que lo de UNASUR no es una simple declaración, sino que ha tomado forma, materializándose en cambios reales para los trabajadores y los sectores populares. Es por ello que la derecha y los gringos necesitaban un nuevo espacio para trabajar por el libre comercio, la competencia y el crecimiento, cuyos excedentes “serán repartidos” por la mano invisible del mercado. No en vano, y en contraste con UNASUR, los objetivos de la AP son:

1. Construir, de manera participativa y consensuada, un área de integración profunda para avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas;

2. Impulsar un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías de las Partes, con miras a lograr un mayor bienestar, la superación de la desigualdad socioeconómica y la inclusión social de sus habitantes; y

3. Convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis en Asia-Pacífico.

No se necesita hacer un examen exhaustivo para indicar que el ADN de la AP y sus fundadores, Calderón, Piñeira, Santos y del ex presidente Alan García es totalmente neoliberal. Lo anterior se respalda en el hecho que, estas cumbres, en realidad, son grandes ruedas de negocios, esta vez reforzada con la cómica presencia del primer ministro español Mariano Rajoy y la presidente de Costa, Rica, que, por lo menos, tuvo el recato de no usar el narco avión para asistir al sainete.

Delirios de grandeza y astucia para ingresar a la APEC

Los delirios de Santos, que se hace meter en la lista de invitados a ser miembros del Club de los países ricos desarrollados del OCDE (1989) y que ahora aspira a ser miembro de la OTAN (risas de nuevo), se soportan en una innegable campaña mediática, una red de favores al capital trasnacional y medidas concretas dirigidas al crecimiento para favorecer los negocios de un puñado de oligarcas criollos.

Su voltereta contra Uribe no encierra contradicciones de fondo en cuanto al libre comercio, pues ambos son neoliberales; la diferencia radica en quién y con qué alianzas se debe gobernar. Santos le ha apostado a distanciarse, en esta etapa, de la oligarquía agraria más matona, al tiempo que hace cuña para reencontrase plenamente con el sector financiero nacional, mientras pragmática y tramposamente se relaciona con el vecindario.

En la zaga, primero rescató a María Emma que acababa de abandonar el barco del PDA y, con aroma de centro izquierda, posó en la foto e hizo el show, copresidiendo la UNASUR al lado de Nicolás Venezuela; segundo, como recurso ante el fracaso de sus múltiples pedidos de ingreso al foro de la APEC desde 1995, sacó su verdadero as y se hizo coparticipe en el impulso de la AP. Como es sabido, Chile, Perú y México son miembros de la APEC y se supone que tienen la tarea de lagartear la incorporación de Colombia a este foro.

Con el delirio de gran motor de la economía regional, que ni ellos mismos se creen, han colocado un manto de optimismo y, mientras tanto, se dan a la tarea de reorganizar a la derecha neoliberal, jugando el papel de Quinta columna en el proceso de unidad latinoamericana, tal como sucedió en 1826 con el Congreso Anfictiónico de Panamá.

El papel de quinta columna y los peligros de la nostalgia por el ALCA

En alguna ocasión dijimos, que si bien habíamos derrotado el ALCA en Mar del Plata (2005), ello no significaba que estuviera muerto, y que no había que bajar la guardia, porque los gringos no se iban a resignar a perder su patio trasero. Pues bien, ahora, aprovechando los gobiernos de derecha y la ambivalencia del actual gobierno nacionalista del Perú, se revive el monstruo, mientras Santos encabeza la Quinta columna, sonriendo a la izquierda, cooptando el centro, pero operando efectivamente en la derecha al servicio del Consenso de Washington y de los huérfanos del ALCA. Tenemos que tener presente que la condición de ingreso a la AP, entre otras, es tener un TLC vigente con los EE.UU., no ser miembro del ALBA, no practicar el proteccionismo comercial y sobre todo, que “tengan los mejores entornos regulatorios para hacer negocios en toda América Latina según Doing Business 2013 del banco Mundial” .

Hay que recordar que la astucia no es muy original, pues ya los alumnos más adelantados, los neoliberales chilenos, desde el 2005 encabezaron el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (Trans-Pacific Partnership, TPP), que en realidad es un TLC multilateral integrado por modestos países de la de la APEC (Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur); con el mismo guión, hoy grandes economías solicitan o ‘ruegan’ ser miembros del TPP, como es el caso Japón, Australia, Estados Unidos entre otros. Recordemos, que también Alan García se alcanzó a tomar la foto al lado de Barak Obama, en el marco de una reunión del TPP en el 2010.

Tampoco podemos soslayar que la derecha no solo anda organizando mecanismos de integración alternativos y formales a la CELAC, UNASUR y ALBA, pues allí están los golpes de Estado que han terminado con el derrocamiento de gobiernos en Honduras y Paraguay, y los intentos fallidos en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Que hayan fallado en sus intentos no significa que cesen de torpedearlos, pues han aprendido lecciones y tienen la capacidad de unir, financiar y brindar un fuerte apoyo internacional a la derecha. Ya vimos recientemente como actuaron en las elecciones presidenciales en Venezuela, desconociendo el triunfo de Nicolás Maduro y llamando a la desestabilización.

Los socios de la AP, ni tan iguales ni tan competitivos

• Por algo la cumbre no se hizo en Buenaventura. Es claro que el Pacífico colombiano sufre una de las peores asimetrías en comparación con el resto de los países de la región. Si de comercio se trata, lo lógico es que la Cumbre se hubiera realizado en Buenaventura, pero no tenía presentación hacerlo en el abandonado, violento y destartalado Puerto. No convenía un escenario como Buenaventura para tan adinerados huéspedes ni para el hiperbólico discurso de Santos, pues según el diario El Comercio de Lima ((abril 25 2012), “el puerto del Callao (Perú) movilizó 1,6 millones de contenedores en el 2011 con crecimiento del 20%, Guayaquil movilizó 1,4 millones de contenedores el año pasado y se ubicó en segundo lugar. El tercer y cuarto lugar lo ocuparon los puertos chilenos de Valparaíso y San Antonio con 973.000 y 854.000 contenedores movilizados, respectivamente. Les sigue Buenaventura de Colombia que movió 748.000 contenedores.” En este dato, hay que tener en cuenta que Colombia tiene 17 millones de habitantes más que Perú, 30 más que Chile y cerca de 31 más que Ecuador. La comparación con los puertos de México sería más que odiosa.

• Sale más barato el transporte de un contenedor de mercancías desde la China hasta Buenaventura, que de Buenaventura a Bogotá. Y no es un chiste, se trata de una realidad constatable, pues el propio Santos en agosto del 2012, en otro globo mediático, dijo que “el transporte de un contenedor desde los puertos en el Caribe o en el Pacífico hasta Bogotá, tiene un costo de USD 2.400”. El informe de competitividad global sobre infraestructura indica que “mientras que el país ocupa el puesto 68 en la tabla de competitividad global, que mide a 139 naciones, en calidad de carreteras cae al puesto 108, por debajo de Ecuador y Perú, puestos 83 y 92, respectivamente.” Y no es un secreto que un contenedor para llegar de Buenaventura a Bogotá dura en promedio 20 horas, si no hay lluvias, derrumbes o trancones en la vía etc.

• Enorme disparidad en la calidad educativa. Bastante trecho hay entre las universidades colombianas y la UNAM de México, la San Marcos de Lima y las universidades Nacional y Católica de Chile. Chile, que ha privatizado en gran medida la educación, se ha adecuado desde los 80 para ser competitivo colocando la educación al servicio del libre comercio. Este país con relación a Colombia tiene un promedio alto de calidad en Educación superior, pero no logra acercarse significativamente a los promedios del OCDE, del cual es miembro pleno.

Según el Observatorio de la Universidad en Colombia, nuestro país solo genera, “en promedio, unos cien doctores anuales, mientras que en México y Brasil esa cifra asciende a 2.000 y 9.000, respectivamente. (…) Solo el 12,4% de los profesores universitarios en el país tienen doctorado, mientras en otros países de la región su participación está entre 30% y 50%”. En tal sentido, también hay una exageración al afirmar que el libre tránsito nos permitirá exportar profesionales. En el caso de los intercambios estudiantiles, de lejos y sin tanta alharaca, en Argentina hay muchos más estudiantes universitarios colombianos que en Chile, Perú y México juntos.

Falacias

• La AP no es una comunidad económica, se trata una unión aduanera, adecuada para países firmantes de los TLC con EE.UU. Desde la teoría general de la integración comercial aún no hay claridad de que se trata la AP, no sabemos cuál es su naturaleza jurídica y no ha cumplido sus trámites ni en el parlamento colombiano ni en las cortes. Santos nos ha dicho que es un proceso de integración similar a la Unión Europea, superior al MERCOSUR, pero esta es una exageración en el sentido que la libre circulación de trabajadores es una caricatura y la libre circulación de capitales está atada a las trasnacionales con grandes inversiones en Chile y México. En realidad se trata de un esquema comercial que permite hacer uso de la cláusula de nación más favorecida, donde cada una de las partes garantiza a la otra un tratamiento tan favorable como le haya otorgado a terceras naciones, y como la condición es tener TLC con EE.UU, lo que empieza es a constituirse el ALCA indirectamente y así ganan en control las trasnacionales y tienen la vía libre para encadenarnos a Minería.

• No hay tal salto del comercio con Asia. Países como Chile, Perú y México tienen ya una larga experiencia, afinidad y conexidad con los países de Asía, de allí que también es exagerado decir que la AP inaugura una nueva era. Más vale sacar las cuentas de los costos que implicará bajar los aranceles y exponernos a la avalancha asiática vía la AP. Instalar dos burócratas en una embajada conjunta en Singapur no representa el gran salto ni mucho menos.

• Si son tan buenos los beneficios, porqué un gremio cúpula como la SAC se ausentó de la Cumbre. Presentar la suma mecánica de las economías, cifras de comercio y que por tener 210 millones de habitantes somos la octava potencia mundial raya con el delirio, pero en realidad es una argucia para forzar la realidad y así poder presentar a la AP como el escenario ideal para la integración. Sin embargo, la SAC que no se hizo presente en la cumbre, dice que están en juego más de 1’254.000 empleos, y que van a darse pérdidas en más de 200 subpartidas arancelarias, dado que se van disminuir las barreras de protección que hoy se tienen.

No nos dice el Gobierno que está juego la Franja Andina de precios que impide, en parte, que estemos invadidos de productos agrícolas, asunto lesivo para la producción nacional, pues basta ver nuestra balanza comercial con los socios de AP, y solo por nombrar un ejemplo, Colombia tiene una balanza comercial desfavorable con México de 5.000 millones de dólares.

• El libre tránsito de personas. La visa AP no es más que un contentillo mediático, pues los trabajadores y el común de los pobladores, en realidad, nunca o casi nunca viajan a esos destinos, y quienes realmente lo hacen son los comerciantes, que en realidad nunca han tenido ese tipo de problemas. Nadie puede decir que viajar en el pasado por los países al sur de Colombia ha tenido serios impedimentos, más allá de las distancias y claro, los costos. En promedio un vuelo Bogotá-Lima cuesta 380 dólares, Bogotá-Santiago 720, Bogotá-México 820 con relativamente pocas frecuencias, mientras que el promedió entre Bogotá y Miami es de 450 dólares y con un número grande de frecuencias diarias, de allí que la AP no va a impulsar a quienes hacen negocios para que radicalmente cambien sus nichos de comercio.

Conclusiones

– La AP no es una astucia original ni mucho menos autónoma. Obedece, en gran medida, a los intereses de los EE.UU., en el marco de la APEC, y su operación es similar a la iniciada por los chilenos con el TPP – Asia Pacífico.

– Dado que, los cambios en América Latina son de mediano y quizá largo alcance, la ganancia de la derecha colombiana es que aprovecha el contexto para ser bendecido en todos estos foros internacionales y desde luego jugar como Quinta columna. Gráficamente podemos decir que Santos y compañía, son los utileros que hoy le instalan los flotadores al ALCA, sin perder la vieja tradición de perros falderos del imperio en el Congreso de Panamá en 1826, la guerra de Corea, la agresión en las Malvinas, el voto en contra del Estado en Palestina y el apoyo a la invasión a Irak.

– La AP no integrará realmente la economía Colombiana en el pacífico, se trata de una vitrina para ofertar negocios, esconder los tristes resultados del TLC con EE.UU, lavar imagen política ante la Unión Europea y servir de peón de brega haciéndole los mandados a los gringos, hoy en la disputa con las grandes economías asiáticas.

– Este catálogo de ‘buenas intenciones’, esconde una nueva ofensiva del capital trasnacional y vienen por la construcción de un ALCA recargado. Sus cumbres son, en realidad, ruedas de negocios, que nada tienen que ver con la Democracia, pues en estas decisiones poco cuentan los parlamentos y nada tiene que ver con los pueblos, pues la alfombra en la cumbre de Cali se extendió para 400 empresarios del más alto estirpe, escondiendo la pobreza local y con la cordillera occidental como cortina para impedir que se viera la triste realidad de los pueblos que habitan el Pacífico colombiano.

El escenario está abierto y será la continuación de lucha, el reagrupamiento de fuerzas, la creatividad para fortalecer la autonomía y la unidad lo que permitirá reorganizar la resistencia contra el ALCA recargado. El avance del bloque de izquierdas en Chile, el avance del FMLN en el Salvador, la resistencia del pueblo Mexicano, las luchas desde abajo en Perú para rectificar el rumbo, la consolidación del revolución ciudadana en el Ecuador, la reafirmación de la Revolución Sandinista, además de la solución pacífica del conflicto en Colombia, son las tareas políticas que desde el corredor del Pacífico le cerrarán el paso a la llamada AP y al ALCA y, al tiempo, permitirán el avance hacia la consolidación de la CELAC y la autodeterminación de nuestros pueblos.

El Salvador aborda el barco Alianza del Pacífico

“No.
No soy un desertor,
Mi siglo no me asusta:
Mi siglo miserable, escandaloso,
Mi siglo valeroso, grande, heroico.
No me ha pesado nunca
Haber venido demasiado pronto al mundo.
Al siglo veinte pertenezco, y me llena de orgullo.
Me basta con estar ahí donde estoy,
Entre vosotros. Y con luchar
Por un mundo nuevo…”
Nazim Hikmet

La reciente visita del presidente chileno Sebastián Piñera vino a refrendar el ingreso de El Salvador como observador a la Alianza del Pacifico, integrada inicialmente por Chile, Colombia, México y Perú, con Costa Rica ya miembro pleno desde la recién finalizada Cumbre de Cali y Panamá en lista de espera. La Cumbre de Cali estuvo acompañada por una reunión de 400 empresarios de 14 países, incluyendo las primeras 50 empresas de América Latina. Y hasta Rajoy se dejó venir desde España para ver que pescaba.

El flautista de Santiago vino a tratar de impresionarnos con unas tonadillas neoliberales tales como privatizaciones, concesiones y asocios públicos privados ya que la solución propuesta es entregar el país a las empresas transnacionales para poder alcanzar progreso y bienestar. Y el barco se llama Alianza del Pacífico.

Olvidó Piñera mencionar la represión a las protestas estudiantiles por lo elitista que es la educación en su “exitoso” modelo. Afortunadamente el FMLN no se tragó el cuento y refutó sus afirmaciones. Pero el presidente Funes si aplaudió la actuación del presidente chileno.

En unas pocas horas la espada combativa exhibida en su discurso del cuarto año de gobierno contra la derecha criolla de la ANEP y ARENA se derritió frente a la retórica neoliberal de este representante de la derecha latinoamericana y en particular de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC chilena.

La alianza del Pacífico

La Alianza del Pacífico, que representa el 35 % del PIB y el 50% de las exportaciones de América Latina, viene a sustituir a la fracasada ALCA. La embajadora Mari Carmen Aponte junto con el Presidente Funes, ARENA, la ANEP y el Capital Transnacional han de estar felices así como Jonathan Nellis en Washington, ya que nos subimos al barco que le disputara a Brasil, al Mercosur y al ALBA la hegemonía económica del continente.

Era un desarrollo esperable dado el alineamiento de nuestro país a los Estados Unidos con el Asocio por el Crecimiento, el Fomilenio y al hecho que existen tratados de libre comercio con tres de los cuatro países que integran esta nueva coalición comercial; con Chile desde 2002, con Colombia desde el 2010, con México desde el 2011 y se está en negociaciones con Perú.

Una de las primeras medidas de la Alianza del Pacifico fue la creación en mayo de 2011 del Mercado Integrado de América Latina, MILA, que unifica los mercados bursátiles de Colombia, Chile y Perú, lo que asegura la capitalización de esta nueva coalición de países, permitiendo que sus recursos puedan fluir hacia donde sean más rentables.

Otra medida es la búsqueda de nuevos socios así como la apertura de una oficina consular conjunta en Shanghai, RPCh. La mirada está puesta en los mercados asiáticos. La apuesta formal es la eliminación de aranceles que permitan la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas hacia los mercados de Asia Pacífico.

El enfrentamiento global entre los imperios

Es claro que el teatro de operaciones de las guerras del futuro, sean estas económicas, políticas, culturales o militares se libraran en la región Asia-Pacifico, lo que significa un cambio histórico de inmensas proporciones. Atrás va quedando el Atlántico de los siglos pasados. Y mucho más lejos el Mediterráneo de los romanos. Y muchísimo más lejos el Nilo de los egipcios.

Y va apareciendo el creciente oleaje del Mar del Sur junto con el rol de la Organización Mundial del Comercio (integrada por 159 países), que será dirigida a partir de septiembre por el brasileño Roberto Azevedo, que ya prepara la caipirinha programática de seguimiento a la próxima reunión ministerial de diciembre en Bali, Indonesia, para continuar la prolongada ronda de Doha (2001), que tiene como meta liberalizar el comercio mundial de los sectores agrícola, industrial y de servicios.

En el fondo de estas readecuaciones se encuentra la pugna estratégica por la hegemonía económica entre Estados Unidos y la Republica Popular China, RPCh y es en el movedizo terreno del comercio, las inversiones y las finanzas que se desarrollaran hoy por hoy no sabemos en el futuro las principales batallas.

Pero esto también significa que los preparativos de los imperios incluyen en la agenda el fortalecimiento económico, político, cultural, militar, tecnológico, mediático, geopolítico y educativo. Y hasta el religioso y deportivo. El nuevo Papa Francisco I es jesuita y de Argentina (Mercosur y G-20). Brasil (BRICS y G-20) será la sede del Mundial de Futbol 2014.

El mundo unipolar surgido a finales del siglo pasado, a partir del derrumbe de los países del socialismo real, que colocó a los Estados Unidos como la única superpotencia en la faz de la tierra, duró muy poco. Y hoy es ya abiertamente desafiado por la RPCh y los países que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, Sudáfrica) así como por la debilitada Unión Europea.

Cada uno de estos tres bloques busca posicionarse y la intensa actividad diplomática misionera de sus principales interlocutores obedece a esta necesidad. Están viajando y están negociando, posicionándose, neutralizando adversarios, sumando adherentes, buscando socios y oportunidades para insertarse y obtener ganancias.

El desafío para los movimientos sociales de nuestra época es el de fortalecer una visión global de resistencia frente a esta estrategia de los imperios, que retomando nuestras tradiciones nacionales de lucha, permita aumentar nuestra solidaridad y coordinación, intercambio de experiencias y construcción de teoría revolucionaria. Y para esto hay que seguirles la pista a los nuevos emperadores y a las nuevas rebeldías. Porque donde hay opresión, hay resistencia.

Los viajes de los emperadores y sus heraldos

El presidente Obama estuvo en mayo en México y Costa Rica en una Cumbre del SICA en la que participó el presidente Funes y la agenda fue comercio y seguridad. En enero había estado en Asia: Tailandia, Mianmar y Cambodia. En marzo había estado en Oriente Medio: Israel, Palestina y Jordania. A mediados de este mes estará en Europa: Irlanda del Norte para una Cumbre de los países industrializados del poderoso G-8 (Reino Unido, EE.UU. Francia, Italia, Rusia, Japón, Alemania y Canadá) luego viajará a Alemania. Luego visitará África: Senegal, Sudáfrica y Tanzania.

En septiembre viajará a Rusia para Cumbre del G-20 (el G-8 junto con la Unión Europea, y los “emergentes” Arabia Saudita, Australia, RPCh, Corea del Sur, India, Indonesia, Sudáfrica, Turquía y Argentina, Brasil y México. En octubre viajara de nuevo al Asia: a Indonesia para reunión de la APEC y a Brunei para la 8va. Cumbre de esta misma organización.

El presidente Jinping estuvo en junio en Trinidad y Tobago, Costa Rica, México, Estados Unidos. Visitó los países que en América reconocen el principio de “una sola China.” En Washington se reunió con Obama y le expresó el derecho al “sueño chino.” Su primera visita como presidente de la RPCh fue a Rusia, su socio del BRICS. Luego viajó en marzo a África: Tanzania, Sudáfrica (reunión de BRICS) y a la Republica del Congo.

Por su parte, el venezolano Maduro estuvo con sus socios desde el año pasado del Mercosur: Uruguay, Argentina, Brasil con el que habló en Planalto de una “alianza estratégica”, y con sus socios de ALBA: Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Y Maduro estará en julio próximo en Guayaquil, Ecuador para una Cumbre de presidentes del ALBA. El chileno Piñera por su lado, estuvo en Panamá, El Salvador, Estados Unidos y Canadá.

La brasileña Dilma Rousseff ha viajado en mayo a Etiopía para la celebración del 50 aniversario de la Organización de la Unión Africana, OUA. En abril estuvo en Lima, Perú para la Cumbre de UNASUR. En marzo había estado en el Vaticano y en Sudáfrica para la Cumbre del BRICS. En febrero había estado en Guinea Ecuatorial y Nigeria. En enero había estado en Santiago de Chile para la cumbre Celac-UE. Este mes estuvo en Portugal. Son otros horizontes ya que Brasil (BRICS) busca una plaza en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Las prioridades de un imperio en crisis

Es por este enfrentamiento global que los Estados Unidos necesitan urgentemente sacar sus tropas de Afganistán, evitar involucrarse militarmente en Siria y enfocarse prioritariamente en fortalecer su tejido productivo industrial y agrícola, para lo cual es clave la reforma migratoria, así como la generación de alianzas geopolíticas como la Alianza Trans Pacífico (TPP) y la Alianza del Pacífico (AdP), que le permita enfrentar desde el comercio los nuevos desafíos de un mundo en franca disputa, en particular con la RPCh. Y sin descuidar la conducción de la OTAN y del Consejo de Seguridad de la ONU. Comercio, defensa y diplomacia.

Y el gobierno Obama recién concluye de completar un singular equipo de política exterior que cumplirá esta misión, con el nombramiento de Susan Rice, como Consejera Nacional de Seguridad y de Samantha Power como Embajadora ante la ONU. Estas dos mujeres de trayectoria civilista, odiadas por la derecha republicana, vienen a sumarse a los ya nombrados Secretario de Estado John Kerry, secretario de Defensa Chuck Hagel y Director de la CIA, John Brennan.

La RPCh, el principal socio comercial de Estados Unidos, necesita por su parte, complementar su ya amplia y creciente presencia comercial internacional con un nuevo nivel de reconocimiento político. Y la gira del presidente Xi Jinping a América Latina y el Caribe forma parte de esta ofensiva diplomática y comercial. Y cuando los presidentes chinos viajan lo hacen con chequera en mano, a diferencia del presidente estadounidense Obama. Y Costa Rica y México pueden dar fe de este comportamiento.

La disputa latinoamericana

A nivel latinoamericano se perfilan tres grandes bloques en disputa: el de Brasil y el MERCOSUR (Argentina, Uruguay ( que también es observador de la Alianza del Pacífico) , Brasil, Venezuela, Paraguay); el de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, ALBA (Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) con vínculos a Cuba, el Caribe, Argentina, Uruguay; y los países de la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia, México, Costa Rica) con vínculos a Panamá, Guatemala, El Salvador.

Existe también el esfuerzo desde la Unión Europea del Acuerdo de Asociación (AdA). Además se encuentra una nueva institucionalidad política continental reflejada en la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, creada en 2008 por 12 países y su Consejo de Defensa Sudamericano y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, CELAC creada en 2010 e integrada por 33 países.

Este Acuerdo de Asociación de la Unión Europea es novedoso ya que se realiza de región a región y no por países individuales, y consta de tres componentes: el del diálogo político; el de cooperación y un tratado de libre comercio. Es un tratado que para nuestra región entrará en vigencia a partir del 1 de agosto de este año. Ya fue ratificado por la Unión Europea y por Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. Faltan que lo ratifiquen los congresos de Guatemala y El Salvador y el plazo vence el 15 de julio.

Con el Mercado Común del Sur, Mercosur, la Unión Europea lleva negociando más de diez años. Por otra parte, es interesante que los actuales integrantes de la Alianza del Pacífico hayan ratificado acuerdos bilaterales de asociación, México en 2000, Chile en 2002, y Colombia y Perú en 2010. En enero de este año la Unión Europea realizo en Santiago de Chile una Cumbre junto con la CELAC. Andan en la jugada.

La Alianza del Pacífico: México, Colombia, Chile y Perú

En esta disputa global México es un país apetecido por los imperios. Con frontera con Estados Unidos, firmante del CAFTA (TLC con EE.UU. y Canadá); asociado a la Unión Europea desde el 2000; integrante del Foro de Cooperación Económica Asia Pacifico, APEC, integrado entre otros por Australia, Canadá, Chile, RPCh, EE.UU, Perú, Rusia, Vietnam, Indonesia, Japón, Corea del Sur; integrante de la Alianza del Pacífico. Pertenece al G-5 (en relación al G-8) junto con RPCh, India, Sudáfrica y Brasil. Además inventaron el tequila, los tacos y el mole.

Por eso no es casual que el presidente Enrique Peña Nieto (del PRI) reciba en su tierra en mayo al presidente Obama y en junio al presidente Jinping. Esta iniciativa le permite a México superar la fijación “impuesta” en la guerra contra los cárteles del narcotráfico y focalizarse en potenciar su inserción en la disputa comercial global.

Al presidente Santos de Colombia le permite superar la fijación “impuesta” de jugar el papel de contención militar del imperio frente a Venezuela y potenciar las ventajas de su infraestructura productiva. A Piñera de Chile le permite asumir el papel de misionero continental de sus ideas neoliberales, a la vez que le reporta ganancias a sus socios comerciales locales. A Humala de Perú le permite ofrecer una alternativa atractiva para el empresariado de su país.

A nivel centroamericano se manifiestan estos enfrentamientos globales, con sus respectivos traslapes, conflictos, alianzas, encuentros y desencuentros. Guatemala busca insertarse en la Alianza del Pacífico. Honduras superar su aislamiento. Nicaragua pertenece al ALBA y se dispone a lanzar un proyecto faraónico de construcción de un canal interoceánico en alianza con la RPCh. El Salvador camina hacia la Alianza del Pacífico. Costa Rica es la única aliada formal de la RPCh, a la vez que pertenece a la Alianza del Pacífico.

Nuestros principales socios comerciales

En este complejo panorama internacional los intereses de nuestros 18 principales socios comerciales tienen un considerable peso en la definición de nuestra línea política y diplomática así como en las coordenadas para impulsar la resistencia popular frente a los imperios. Y frente a los gobiernos serviles a los imperios.
Estados Unidos aparece inequívocamente y para largo rato como nuestro principal socio comercial. Y por eso la lucha es ya dentro y fuera de nuestras fronteras. Somos un país ocupado pero en resistencia. Somos parte ya de la clase obrera multirracial y multinacional de Estados Unidos y de sus luchas.

Estados Unidos ocupa el primer lugar en términos de exportaciones (46.4%) e importaciones (38.3%). Y sí a esto le agregamos el hecho que dos millones de salvadoreños habitan en la nación del norte la relación de subordinación que debemos como movimiento popular de rechazar, queda claramente establecida. Esto explica el Asocio para el Crecimiento y los Fomilenios.1

El segundo socio estratégico es Guatemala2. Ocupa el segundo lugar en términos de exportaciones (14.0%) e importaciones (9.9%). Guatemala esta meritoreando para ingresar a la Alianza del Pacífico, incluso su presidente Otto Pérez asistió a la reciente Cumbre de Cali.

En el caso del tercer lugar esta compartido. Honduras es el tercer importador de nuestros productos y eso explica el pánico del presidente Funes ante el golpe de estado contra el presidente Zelaya en 2009. Una ruptura de relaciones significaba la perdida de nuestro tercer cliente y todavía Honduras sigue pagando el costo de esa interrupción del proceso democrático. México es nuestro tercer exportador. Un 6.6 de nuestras compras las realizamos con el país azteca. Les compramos mucho pero les vendemos poco. Y lo mismo hace la RPCh con México. Cada quien encuentra la horma de su zapato.

El cuarto lugar también esta compartido. Nicaragua es el cuarto importador de nuestros productos mientras que la Republica Popular China, con la cual no mantenemos relaciones diplomáticas, es nuestro cuarto exportador. Nos inunda con juguetes y artículos electrodomésticos. En este nivel relaciones con el ALBA y con el BRICS.

1.http://elpais.com.sv/elsalvador/?p=13440
2.http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=47861&idArt=7561467

El quinto lugar es compartido. Costa Rica es el quinto importador de nuestros productos. Costa Rica es un caso sui generis. Integrante ya de la Alianza del Pacífico, con una relación privilegiada con la RPCh, y también con Estados Unidos, y han ratificado ya la Asociación con la Unión Europea. Como México, en mayo reciben la visita de Obama y en junio de Jinping. Solo les faltaría ingresar al ALBA para estar completos. Y como quinto exportador aparece Honduras. Nos compra mucho (13.4%) y nos vende poco (4.5%).

El sexto lugar compartido. Panamá es el sexto importador de nuestros productos. Candidato para la Alianza del Pacífico. Mientras que Colombia es nuestro sexto exportador. Y dueño de la mitad de nuestra banca y compañías de seguros. Y de nuevo Alianza del Pacífico. El séptimo importador es Alemania (2.4%) mientras que el séptimo exportador es Costa Rica. Nos compra más que lo que nos vende.

El octavo importador es República Dominicana mientras que el octavo exportador es Ecuador, integrante del ALBA. El noveno importador es Canadá mientras que el noveno exportador es Nicaragua. El decimo importador es México mientras que el decimo exportador es Venezuela, la cabeza del ALBA. (Ver Gráfica 1)

Y a nivel de importadores continúa Brasil, la cabeza del Mercosur, el gigante industrial asiático Japón, Corea del Sur (APEC), Panamá, y la isla de Taiwán. En total son 18 socios comerciales principales a los que hay que darles seguimiento y consolidar relaciones con sus movimientos populares y sociales.

De estos 18, 3 pertenecen a la Alianza Trans Pacífico (EE.UU, Canadá y Japón) 5 a la Alianza del Pacifico (México, Costa Rica, Colombia, Panamá y Guatemala) 3 a al ALBA (Nicaragua, Venezuela y Ecuador) 2 pertenecen al BRICS (RPCh y Brasil) 1 pertenece a la Unión Europea (Alemania) 2 a la APEC (Corea del Sur y Taiwán) y los otros 2 no están ubicados en ninguna alianza todavía (Honduras, República Dominicana,). (Ver Gráfica 2)

En el caso de Canadá, sus exportaciones incluyen papel y productos de cartón (35%), maquinaria eléctrica y mecánica (19%) y grasas y aceites (16%). Las importaciones hacia Canadá desde El Salvador se valoraron en $129.4 millones en 2011 (un aumento del 48.7% en relación con el 2010). Las importaciones hacia Canadá incluyen café (37%), azúcar (35%) y ropa y textiles (21%).

En relación a Taiwán, con quien curiosamente tenemos relaciones diplomáticas, en el 2012 logramos a duras penas venderle $14 millones, mientras que ellos nos vendieron $140 millones. Y todavía algunos piensan que debemos de mostrarnos agradecidos.

Gráfica 1:
EXPORTACIONES DE ES (2010) IMPORTACIONES A ES (2012)
1 EE.UU. (46.4%) Maquila EE.UU. (38.3%) Maquinaria para producir; petróleo y algunos de sus derivados, trigo, maíz, materias primas para la industria textil como algodón, materias primas para la industria plástica, productos farmacéuticos y vehículos
2 Guatemala (14.0%) Ropa interior y complementos de vestir; cajas, bolsas, botellas, tapones; materias textiles, hierro, acero, papel higiénico, prendas de vestir, panadería Guatemala (9.9%)
Alimentos, procesados, frutas y verduras
3 Honduras Ídem + Maquila México Maquinaria para producir;
medicamentos, vehículos, petróleo, electrodomésticos, equipos de música, televisores y algunos celulares.
4 Nicaragua Ídem RPCh Maquinaria para producir;
juguetes, celulares, electrodomésticos, refrigeradoras, equipos de música, televisores
5 Costa Rica Ídem Honduras Alimentos, procesados, frutas y verduras ,productos agroalimentarios, materias primas, productos agroindustriales, aceites, mantecas, bananos, quesos
6 Panamá Ídem Colombia
7 Alemania Café, azúcar sin refinar Costa Rica
8 República Dominicana Ecuador
9 Canadá Ropa interior y complementos de vestir, Nicaragua
10 México Maquila Venezuela
11 Brasil
12 Japón
13 Corea del Sur
14 Panamá
15 Taiwán

Gráfica 2:
Alianzas de nuestros socios Países
Alianza Transpacífico EE.UU., Canadá y Japón
Alianza del Pacífico México, Costa Rica, Colombia (Guatemala y Panamá en lista de espera)
ALBA Nicaragua, Ecuador y Venezuela
BRICS Brasil y RPCh
Unión Europea Alemania
APEC Corea del Sur, Taiwán
Independientes Honduras, República Dominicana,

De acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva, las exportaciones a febrero de 2013, registraron un total de US$914.5 millones mientras que las importaciones acumularon US$1,716.5 millones. O sea que seguimos comprando más que lo que vendemos. A febrero de 2013, el saldo de la balanza comercial presenta un déficit de US$802.0 millones, 8.2% mayor que a febrero 2012, según la Gerencia del Banco Central de Reserva.

Nuestro principal producto de exportación es el café, le siguen la ropa interior, el azúcar, los envases, cajas y botellas, medicamentos preparados, hierro y acero, materias textiles, papel higiénico, agua envasada, y piedras y metales preciosos (no oro). En términos de importaciones el principal producto es el combustible, le siguen las maquinas para producción y aparatos mecánicos; medicinas, hierro y metales; plásticos, automóviles, aparatos eléctricos de telefonía; papel y cartón, productos químicos no orgánicos, y prendas de vestir y complementos. (Ver Gráfica
3)
Gráfica 3:
Productos de exportación3 Productos de importación
1 Café Combustible
2 Ropa interior Maquinas para producción y aparatos mecánicos
3 Azúcar Medicinas
4 Envases, cajas y botellas Hierro y metales
5 Medicamentos preparados Plásticos
6 Hierro y acero Automóviles
7 Materias textiles Aparatos eléctricos de telefonía
8 Papel higiénico Papel y cartón
9 Agua, agua envasada Productos químicos no orgánicos
10 Piedras y metales preciosos
( no oro) Prendas de vestir y complementos

3. http://elmundo.com.sv/los-10-grandes-productos-del-comercio-exterior-salvadoreno

Perspectivas

Turquía y su rebelión popular y juvenil contra la dictadura de Erdogan simbolizan en la actualidad la esperanza de la resistencia contra los imperios. Es hoy el grito mundial de los oprimidos y en el espíritu subversivo de Nazim Hikmet, el hermano de nuestro Roque Dalton, se encuentra la convicción de la victoria aquí y allá. El pueblo turco nos enseña que solo en la lucha nace la esperanza.
Los Estados Unidos como potencia hegemónica están finalizando el diseño en El Salvador de una economía que responda a sus intereses globales. Y también de una política de seguridad. Es en este marco que se inserta la nueva legislación que está siendo aprobada y que tiene como buque insignia la ley de Asocios Públicos Privados, que fue votada desgraciadamente de manera unánime.

Y esta también las reformas a la ley de Inversiones, y la ley de la Función Pública, con especial dedicatoria al movimiento sindical. A partir de concluir esta fase inicia un nuevo ciclo de “asocios” que incluirán como proyectos estratégicos la adjudicación del puerto de Cutuco y la modernización del de Acajutla; el mejoramiento al aeropuerto de Comalapa; la licitación de 350 megavatios de energía, la construcción en San Salvador del primer tramo del SITRAMSS; y el Fomilenio II con el “desarrollo” de la franja costera marina.

La apuesta estratégica es –Segovia dixit- por una parte, convertirnos en una país productor de sus propios alimentos y al mismo tiempo con el suficiente excedente para exportar y por la otra, aprovechando la carretera del Litoral, el aeropuerto de Comalapa y los puertos de Acajutla y Cutuco, orientarnos al desarrollo turístico. En síntesis, producción de alimentos, pesca, agroindustria y turismo como motores del crecimiento económico, como rumbo estratégico. Y es desde estas nuevas canchas que hay que dar la lucha popular…

“Yo jugué un papel muy importante para viabilizar la Ley de Amnistía”

Desata odios y amores, pero pocos se atreverán a negar que el exguerrillero Joaquín Villalobos (reconvertido en un codiciado consultor internacional) tiene el pulso de los buenos analistas, al margen de que gusten o no sus conclusiones. Esta entrevista en la que repasa la paz en El Salvador la concedió en Bogotá a los compañeros del periódico digital LaSillaVacia.com, y, obvio, tampoco le faltan frases polémicas, como esta: “No conozco un proceso de paz en el que no haya que tragarse un poco de impunidad para poder viabilizarlo”.
Tweet

Por Juanita León (LaSillaVacia.com) / El Faro
Publicado el 1 de Junio de 2013

Joaquín Villalobos, ex comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), hoy convertido en un cotizado consultor internacional. Foto Juan Pablo Pino (LaSillaVacia.com).
Joaquín Villalobos, ex comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), hoy convertido en un cotizado consultor internacional. Foto Juan Pablo Pino (LaSillaVacia.com).

Joaquín Villalobos hizo la guerra en El Salvador durante 13 años. Luego, como jefe político y militar del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), uno de los cinco grupos disidentes que integraron el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) durante la guerra civil salvadoreña, firmó los Acuerdos de Paz con el Gobierno en enero de 1992. Desde entonces, ha sido asesor en temas de seguridad y de negociaciones de paz, incluida la que en la actualidad mantiene el Gobierno de Colombia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La Fundación Saldarriaga Concha, una oenegé dedicada a mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad y a los adultos mayores, lo trajo a Colombia para participar en el foro ‘Sociedad Civil y Postconflicto, una mirada a experiencias internacionales’. Villalobos habló junto a Frederik de Klerk, el ex presidente sudafricano y premio Nobel de Paz.

La Silla entrevistó a Villalobos, quien como ex combatiente y ex signatario de un proceso de paz está en una posición privilegiada para hablar sobre una negociación de paz.

¿Cómo fue su decisión de dejar las armas?
El FMLN, incluida el ala más radical, era un grupo con una gran vocación política; entonces, no fue traumático. En el caso de El Salvador, quien plantea la idea de una solución de política negociada es la insurgencia. El Gobierno la rechazaba y hubo varios intentos que fueron saboteados por la derecha y el Ejército. Es muy distinto a lo que aquí se vive. Teníamos dudas sobre nuestra seguridad pero confiábamos que habíamos hecho un buen acuerdo, que era lo fundamental.

¿En qué momento toman la decisión de que ya era el momento de dar el paso?
Quizás la mejor manera de sintetizarlo fue una noche del 31 de diciembre de 1991: llevábamos un poco más de un año negociando y estábamos en la fase del desenlace. El Secretario General de la ONU nos hizo un resumen de lo logrado hasta ese momento y era demoledor. Nos dijo: han logrado una revolución negociada, reducción del ejército, depuración del ejército, la comisión de la verdad, reformas al sistema judicial, la disolución de las antiguas policías, la creación de una nueva policía y la reforma del sistema electoral. ¿Qué más? Daba como pena decir sigamos en la guerra.

¿Cómo lidió el FMLN con la idea de los “costos enterrados”, esa idea de que hemos estado tantos años en la lucha armada y todo para negociar antes de ganar la guerra?
De lo que se trata es de cuanta fe tienes de que al final de cuentas es la continuación de la guerra por la política. Y cuánta fe tienes en que por la vía política puedes lograr muchas cosas. Colombia se ha transformado, el continente se ha reafirmado en la vida política más que suficiente. Es obvio que seguir en la lucha armada es una perdera de vida, de tiempo, para el país y para la propia gente. No es tanto la duda lo que debe primar, sino la confianza de que pueden actuar políticamente. Mira Ecuador y Bolivia… en El Salvador el FMLN gobierna. ¿Dónde hay una correlación conservadora tal que la izquierda no sea importante?

En Colombia.
Por las FARC. Las FARC son el principal factor de bloqueo a una hegemonía conservadora. En Paraguay, en Guatemala ha habidos gobiernos de izquierda.

Entonces usted realmente cree que es posible hacer la revolución sin las armas.
Si se evalúa lo que se hizo en El Salvador a partir de lo que fueron los ideales, los sueños de una revolución radical que pertenece a una etapa contestataria, nosotros perdimos. Pero si se evalúa a la luz de toda la transformación democrática que le provocamos al país, indiscutiblemente que ganamos. Es un problema de madurez. Era muy difícil entrar a un proceso gritando reforma o muerte. En el camino eso se transformó en una forma de hacer política que contribuyera a transformar el país.

Las FARC tienen como modelo e ilusión seguir los pasos de Chávez. ¿Se puede repetir “la revolución del siglo XXI” en América Latina?
Las FARC tienen derecho a pensarlo, tienen derecho a intentarlo porque si no, no tiene sentido estar haciendo la paz con ellos. De que eso sea posible es otra cosa. Cuba viene de regreso. Y en Venezuela nunca ha habido una revolución. En Nicaragua, donde hubo una revolución, la economía de mercado está funcionando muy bien.

El tema de las víctimas es crucial en esta negociación. ¿Qué hizo el FMLN frente a sus víctimas? ¿Qué se hace cuando los victimarios también han sido víctimas, como en el caso de Colombia y El Salvador?
En el caso nuestro, el mecanismo fue la comisión de la verdad para todos. El resultado fue asimétrico porque así tenía que ser: el informe le atribuía más del 85% de las violaciones al Estado, y al FMLN, el 15%. La base de este proceso fue un empate, y eso permitió que se llegara al otro componente, que fue la amnistía. Era otro momento y un contexto distinto al de ustedes.

¿En qué sentido era diferente?
No había Corte Penal Internacional. Quien quería que no se hiciera nada era el Gobierno, que estaba completamente a la defensiva. El asesinato de Monseñor Romero, que detona la guerra, y el de los padres jesuitas, que detona el proceso de paz, dejaban al Gobierno en una situación muy difícil. Yo jugué un papel muy importante, con resistencia de muchos compañeros del FMLN, para viabilizar la Ley de Amnistía y darle viabilidad al proceso. Estábamos disolviendo las policías, los batallones élite del Ejército, echando el 85% del Ejército, incluido todo el alto mando. Querer procesarlos solo se lograba si los hubiéramos derrotado militarmente. Yo dije en televisión: “No hemos ganado esta guerra y no podemos humillarlos”.

¿Cree que una lógica parecida pero a la inversa se debe aplicar en Colombia?
No sé. Es un tema muy complicado. Solo diría que no conozco un proceso de paz en el que no haya que tragarse un poco de impunidad para poder viabilizarlo. Los procesos de paz son sobre el futuro.

¿Qué quiere decir con eso?
En nuestro caso teníamos un conjunto de transformaciones que iban a resolver el tema de la democracia en el país. Esa transformación tenía tales implicaciones: el cambio de la justicia, el cambio de doctrina militar, la inclusión de la izquierda en la competencia electoral, incluso los programas de reinserción, tenían una importancia tan vital que arriesgarlo por juzgar a los militares no valía la pena. Un proceso de paz tiene una relación directa con la correlación de fuerzas. Tú puedes meter al otro en la cárcel cuando le has ganado completamente la guerra. Si no, no.

¿Qué significaría pensar en el futuro en Colombia?
Tienen que dimensionar lo que implica el proceso. Yo lo llamaría la reconciliación entre la Colombia rural salvaje y la Colombia sofisticada urbana. Tienen que valorar eso y dimensionar cuánto perdón necesitan de cara a ese futuro.

Hubo compañeros suyos que eran importantes en la guerrilla y que en la vida civil no lograron ningún protagonismo. ¿Era ese escenario un obstáculo para negociar?
Cuando se firmó la paz, había tal entusiasmo que nadie fue tan egoísta para pensar que iba a ser de él. Paradójicamente, los dirigentes pedimos muy poco, no tuvimos ningún programa de reinserción, por ejemplo. Si negocias cosas para ti, pierdes la capacidad de negociar políticamente.

¿Cree que hay una oportunidad ideal para hacer la paz que no se repite?
Eso es muy importante. Si lo dejas pasar, es difícil que se vuelva a repetir. Voy a señalar solo un elemento contingencial: si la situación en Venezuela se altera, este proceso puede alterarse. Una inestabilidad sostenida en Venezuela deja huérfano el proceso en el entorno regional que lo hace viable.

¿Por qué Venezuela sigue siendo tan vital para el proceso de paz?
Por la relación con las FARC. Voy a ejemplificarte en El Salvador cómo era el alineamiento: la correlación militar estaba definida por la ofensiva de la guerrilla que entra a la capital y sienta la base de que no estaba derrotada sino que era fuerte. La respuesta del Ejército, que fue el asesinato de los jesuitas, le quitó el apoyo de sus soportes, como era Estados Unidos. Los presidentes centroamericanos habían suscrito una serie de acuerdos entre insurgencia y gobiernos. Acababa de terminar su período Reagan, y ahora había un presidente pragmático en Estados Unidos que era George Bush padre; había un presidente conservador con poder en El Salvador, lo cual era muy importante porque la Democracia Cristiana era un gobierno débil y el sabotaje de la derecha lo impedía. Nosotros estábamos en mejor momento. Y se cae el muro de Berlín y borra la parte ideológica: la Guerra fría nos colocaba como un apéndice e impedía ver las causas internas del conflicto. Cuando se cae, nos ven como lo que éramos. A esto súmale que en Nicaragua pierde el sandinismo las elecciones. Este conjunto de elementos crearon una oportunidad. Solo de imaginarme que por un trasnochamiento ideológico nuestro, o una cerrazón de la derecha, hubiéramos perdido esa oportunidad…

¿Qué habría pasado?
No estaría platicando contigo. Es posible que al final nos hubiéramos desmovilizado, pero no hubiéramos obtenido ninguna de las transformaciones que logramos. Las cosas tienen su momento. El ejemplo más patético es el de Sendero Luminoso en Perú. Abimael Guzmán, ya preso, le manda una carta a Fujimori, que ahora sí hablarían. La concesión que obtuvo fue un pastel de cumpleaños y una mejor celda.

¿Cree que en Colombia están dadas las condiciones para que este sea el momento?
Hay una oportunidad. Y la oportunidad es: o se negocia la paz o las FARC caen en un bandidismo con bandera política.

¿Lo dice por la penetración del narcotráfico?
No creo que las FARC tengan futuro como guerrilla. El futuro de las FARC es hacerse bandidos con el cambio generacional, porque cada vez van a estar en una desventaja estratégica más seria, estarán más débiles. La única oportunidad es hacerse bandidos. Es un absurdo continuar por ese lado, perderían la oportunidad extraordinaria de hacer política con la bandera que más les guste.

¿Cómo fue la dinámica de la negociación en El Salvador?
Tiene tres fases. En la primera etapa la guerra está en el primer plano. En la segunda, comienzas a hacer la guerra para apoyar la negociación. Ya sabes que no vas a ganar y lo que buscas es cómo mejorar la posición en la mesa. La tercera fase es cuando la negociación toma por completo el escenario mediático y se hace difícil justificar la acción de guerra, la guerra se devalúa.

¿En cuál fase estamos nosotros?
Es difícil tomarlo en el sentido de un mecanismo. Me atrevo a pensar que están entrando en ese proceso en el que la negociación está cobrando vida propia.

Hablando del proceso de paz actual, ¿cree que tiene sentido que sea tan confidencial?
No puedo responder eso.

¿Tiene sentido que nada esté acordado hasta que todo esté acordado?
Esa es una regla básica para negociar. Porque no hay resultado parcial.

¿Tiene sentido que dejen las armas antes de hacer los cambios? ¿Ustedes lo hicieron?
En el caso nuestro fueron acciones simultáneas.

¿Cómo pueden ser simultáneas la dejación de las armas que dura una hora y cambios que pueden tomar diez años?
Por eso es que los acuerdos tienen que ser cosas bien concretas. En temas con impacto social, el inicio del programa o la constitución de una institución o la participación en una institución es la prueba de que cumplió. No es lograr la meta. Si no es así, es una carta al niño Dios. El inicio de esos procesos es el cumplimiento del acuerdo. En definitiva, lo importante es si toman la apuesta política de actuar en política. Si hay una agenda de transformación agraria de Colombia en la cual vas a tener que ver, yo consideraría que eso para un grupo insurgente es una buena plataforma para hacer trabajo político. Si yo fuera ellos, estaría con prisa de dejar las armas y actuar políticamente.

El genocidio de la Unión Patriótica es un fantasma que ronda a los guerrilleros, entre otros temores de que al final les hagan ‘conejo’. ¿Qué garantías tuvieron ustedes para que les cumplieran?
Por eso fue que los acuerdos fueron cosas muy concretas. Lo que no se podía medir no existía. Cuando se firmó el acuerdo en Guatemala, decían que era superior al salvadoreño. Pero el FMLN ya gobernó y va a seguir siendo un poder real en mi país. En cambio, en Guatemala la exguerrilla tiene tres diputados y no va a llegar al Gobierno nunca. Tenían muchas cosas pretensiosas en su acuerdo.

¿Cuál es la diferencia entre una vida sin armas y una con armas?
Te doy un ejemplo: yo tenía en mi casa, cuando llegamos a San Salvador, aproximadamente 15,000 cartuchos, 12 armas largas y una seguridad de 10 combatientes. Mi casa era un cuartel. Andaba armado con dos pistolas, una en el zapato. Durante toda la guerra yo era el principal blanco del ejército y me buscaba la CIA. En la medida en que lo que habíamos teorizado que políticamente iba a ocurrir comenzó a ocurrir, las armas se volvieron un estorbo, porque no hay peor cosa que tener un arma y platicar con una persona.

¿Qué sentido tuvo el proceso de paz para El Salvador?
El Salvador desgraciadamente tuvo un proceso de paz exitoso pero transitó de una violencia espontánea en los 70 a una organizada que fue la guerra, a una anárquica criminal de gran escala que estamos viviendo ahora.

¿Esa violencia que viven ahora es una consecuencia de la guerra?
No son hijos de la guerra. Las pandillas se generan por la migración a Estados Unidos y las deportaciones; migró la tercera parte de la población, lo que generó una catástrofe. No se le puso ninguna atención y se le aplicaron medidas represivas. Esto multiplicó el problema. Ahora se aplica mano blanda con esto de la tregua.

¿La sociedad todavía no ha visto los beneficios del acuerdo de paz?
La violencia producto del deterioro social es otra cosa. No quiere decir que el proceso no haya valido la pena. No hay peor cosa que matarse por las ideas.

© La Silla Vacía
Esta entrevista fue publicada originalmente el 29 de mayo de 2013 en LaSillaVacía.com

¿Qué es el gobierno Funes-FMLN? Elementos para un debate en la izquierda en El Salvador

Marzo 2009: FMLN gana las elecciones y abre un periodo de ilusiones democráticas
Por Joel Arriola/Alberto Quiñónez. Luego de casi cuatro años del gobierno Funes-FMLN [1], se ha evidenciado cada día más su carácter burgués, reformista, desmovilizador de las luchas sociales; ha quedado claro, además, que la alta cúpula del FMLN se ha convertido en una cúpula burguesa con afanes oligárquicos que se disputa contra la burguesía tradicional u oligárquica absolutamente todo (instituciones del Estado y mercado). Ha quedado claro también que en esta enorme disputa inter-burguesa el empresariado expresado políticamente en GANA (Salume y otros) ha encontrado afinidades empresariales con el bloque burgués del FMLN, conformando política y económicamente la ya mencionada burguesía emergente.

De ese concierto empresarial se deriva la formación política del “bloque de partidos”, la correlación de fuerzas “progresistas” en la Asamblea Legislativa: FMLN-GANA y demás partidos clientelares. Pero este bloque es progresista sólo en el marco de una contra hegemonía frente a la oligarquía financiera que encarna el ala dura de ARENA, pero no de cara a la conformación de un proyecto político-revolucionario, es decir, cuya base programática sean los intereses de las clases explotadas y oprimidas.

Entonces, a 4 años del gobierno de Funes-FMLN, cabe someramente contestarnos ¿Qué es este gobierno? Fácilmente podrá contestarse el lector: “un gobierno burgués”. Y efectivamente estará en lo correcto. Pero ello no es todo. El gobierno Funes-FMLN, como expresión fiel de una burguesía emergente, requiere de la mayor concentración de poder político y económico que sea posible. El carácter burgués del gobierno Funes-FMLN y la impronta de poder de la cúpula farabundista están llevando a echar mano de todo lo que sea posible ocupar en la conformación de su estrategia empresarial. En este punto entran en el juego otros actores –más fuertes y decididos- que tienen mucho qué decir y, sobre todo, imponer. De ahí que no sea despreciable el coqueteo vulgar del gobierno y las camarillas del Frente con los gobiernos de los Estados Unidos y Brasil, con la Unión Europea y con organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial.

En río revuelto, ganancia de pescadores. Así reza el dicho popular y es cierto. En la riña de las burguesías autóctonas, con todo y su ceguera ideológica y política, otros agentes ganan terreno, asumen posiciones estratégicas en la región y socavan los derechos de la clase trabajadora con la máscara del progreso, el empleo, la competitividad y esa sarta de ingenuidades que ya es lugar de “nuestras” derechas e izquierdas institucionales. Esos agentes no son otros que las formas institucionales de los imperialismos en pugna: el gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea –al menos en nuestra región-, y de las empresas transnacionales como concreción de la explotación y la dominación que los centros capitalistas ejercen sobre la periferia.

La ambivalencia del gobierno se muestra en que, mientras deja el paso libre a las inversiones ALBA, alimentando con ello al bloque burgués de la cúpula del FMLN, ejecuta políticas económicas pro-oligárquicas, como el mantenimiento del dólar como moneda de curso legal [1], el pago de la deuda externa [3], la política fiscal profundamente regresiva, injusta e insostenible [4], la política comercial de liberalización y la política laboral de repartimiento de migajas.

Otros elementos del gobierno burgués: la desmovilización y la legitimación social del proyecto de neoderecha

Además de su carácter burgués y pro imperialista, el gobierno actual es un gobierno de conciliación de clases, un gobierno de “frente popular preventivo” que aplica fielmente las políticas de los imperialismos en pugna (Asocio para el Crecimiento, Asocios Público-Privados, Proyecto de Ley de la Función Pública, reformas a la Ley de Zonas Francas, “tregua entre pandillas”, Acuerdo de Asociación). Este gobierno, pues, viene en gran medida a complementar lo que los gobiernos de ARENA, por su desgaste político, ya no podían llevar adelante, es decir, todas las políticas pro-imperialistas (principalmente el Asocio Para el Crecimiento y el acuerdo “Stand By” con el FMI y a partir de allí todos los recortes sociales).

Así, pues, el imperialismo decidió (y lo hizo expresamente) apoyar a Funes-FMLN en la cuestión electoral del 2009, para lograr derrotar a su contendor ARENA. Al imperialismo poco podría importarle los intereses rancios de la oligarquía salvadoreña que se jugaban con su salida del control del ejecutivo, al imperialismo le interesaba únicamente el establecimiento de un gobierno que aplicara fielmente su política imperialista, tanto internamente como a nivel regional (baste recordar, pues, el nefasto papel del gobierno de Funes-FMLN en la legitimación del golpe de Estado en Honduras, mediante sus gestiones para integrarlo nuevamente a la OEA) y para ello necesitaba estabilidad interna en El Salvador. Eso ya no era posible para ARENA, por su tremendo desgaste político sufrido por 20 años de gobiernos neoliberales.

Siempre las modificaciones del centro de poder se traducen en situaciones de crisis, inestabilidad y recomposición política de las periferias. Este proceso va siempre acompañado de un cambio en la dinámica de los partidos políticos: el péndulo se mueve hacia aquel partido que más cerca se encuentra del proyecto histórico del centro de poder y que además debe ser receptáculo de legitimidad social. Así sucedió a finales de los 80 y principios de los 90, cuando la difusión de las políticas neoliberales, de la mano del Consenso de Washington, hallaron eco en la agenda política del partido ARENA y en sus grupos afines [5].

En la coyuntura 2008 – 2009, el imperialismo necesitaba un gobierno en el que no sólo se mantuviera, sino que se revitalizara el modelo neoliberal [6], que aplicara su política en la región y que fuera capaz de detener el inicio de una serie de luchas sociales que comenzaban en el país y que, seguramente, se intensificarían en el marco de la crisis. El neoliberalismo requiere de estabilidad: una estabilidad idiota propia de una sociedad de masas. Sólo un gobierno de derecha disfrazado de izquierda no radical podía lograr ofrendar esa estabilidad al imperio.

A casi cuatro años de gestión, el gobierno de Funes-FMLN logró ese objetivo. Ha desmovilizado al movimiento social, sindical y popular salvadoreño, ha firmado el Asocio Para el Crecimiento y aplica fielmente las políticas pro imperialistas en la región. Así pues, en la práctica el gobierno de Funes-FMLN es un gobierno de frente popular [7] preventivo impulsado por el imperialismo norteamericano [8], fenómeno que se articula con las disputas inter-burguesas al interior del país.

Pero ¿cómo explicar el fenómeno aucontraire? Es decir: cómo explicar el poder que legitima al frente como fuerza política si ya no le queda nada más que una depauperación teórica e ideológica, una identidad de la nada que recuerda un pasado que nunca fue, una rotura estructural con el presente en función de un futuro imposible, una inconsciencia de la inconsciencia de la consciencia, una normatividad utópica que es la muerte de la utopía.

No es la intención del presente artículo profundizar en este fenómeno. Pero señalamos que esa legitimación nace de la conversión de la sociedad salvadoreña en una “sociedad de masas”. Ello en el sentido de una pérdida paulatina y creciente de la subjetividad, donde la inmediatez de “El Partido” llena el vacío dejado por la utopía, la necesidad de pertenencia sustituye a la crítica, el sentirse parte de algo –sea lo que esto sea– con un discurso panfletario al cual recurrir sustituye al proyecto político revolucionario.

La lección del 1 de mayo: ¡la verdadera izquierda se separa del gobierno y del FMLN!

Sin embargo, la realidad no es tan estática; cierto es que a casi 4 años del gobierno de Funes-FMLN el movimiento social salvadoreño está prácticamente descabezado y la situación social es estable, pero también es cierto que existe un sector de la izquierda que se ha separado del gobierno y del FMLN.

Todo ello se expresó en la marcha del 1 de mayo. En este año, por primera vez un sector del movimiento sindical, estudiantil y popular marchó de forma paralela a la marcha convocada por el oficialismo. Unas 3000 personas asistieron a la marcha convocada por la Coordinadora Sindical Salvadoreña, gritando consignas en contra del gobierno de Funes-FMLN y contra la aplicación de las políticas del imperialismo, principalmente contra los Asocio público-Privados, el Acuerdo de Asociación y el proyecto de Ley de la Función Pública.

Cabe reflexionar, pues, que a pesar de la dinámica desmovilizadora del gobierno de Funes-FMLN, las contradicciones del capitalismo subdesarrollado salvadoreño, vuelven de nuevo a brotar y se cumple nuevamente la sentencia: “toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de la luchas de clases… Velada algunas veces y otras franca y abierta” [9] .

Notas

[1] El lector crítico o el dogmático militante del Frente podrían argüir que caemos en un equívoco impensable al decir que el gobierno es compartido por Funes y el FMLN, y que, además, es obvio que la argolla de poder del FMLN dentro del Ejecutivo es más bien reducida –Funes mismo nunca fue militante y de ahí su debilidad ideológica- y que ello explica la tibieza de las reformas implementadas en el actual gobierno. Algo de razón hay. No obstante, el FMLN mismo asume el gobierno de Funes como suyo propio: nadie hablaría más elocuentemente sobre esto que el candidato presidencial del Frente en su discurso del Primero de Mayo.

[2] La dolarización, o Ley de Integración Monetaria, fue una política impulsada por el entonces presidente arenero Francisco Flores y constituye una medida de carácter burgués, orgánica a los grupos oligárquicos tradicionales (principalmente a la oligarquía financiera), puesto que permite beneficiar a las entidades financieras (asegurando la estabilidad del tipo de cambio y eliminando el riesgo cambiario), facilita la especulación, la contratación de deuda privada en el extranjero y la transacción de mercancías de los grupos ligados al comercio exterior.

[3] La deuda salvadoreña es política y técnicamente impagable. Según datos sistematizados por Arias Peñate, d el 2000 al 2011 pagamos US$17,423.4 millones de deuda externa; sin embargo, la deuda lejos de disminuir, se incrementó en US$9,700 millones. Para 2016 tendremos una deuda de US$18,302 millones y habremos pagado US$25,264.3 millones. Para 2016 habremos pagado 5.3 veces la deuda que teníamos en el año 2000 y ésta sin embargo se habrá incrementado 3.8 veces. A esto habría que sumarle la deuda previsional, con lo que para el 2016 estaríamos endeudados con el 112% en relación al PIB. (Arias Pénate, Salvador. La trampa de la deuda en El Salvador. Pág.66 – 71. San Salvador, El Salvador. 2012 Talleres gráficos UCA). Además de ello, al ser la deuda una forma de reasignación del plusvalor a escala planetaria, su pago contribuye a hinchar los bolsillos de la burguesía financiera mundial, potabiliza el proceso de acumulación del capital al ralentizar la caída tendencial de la tasa de ganancia y permite reasignar el plusvalor generado para reducir el potencial de la no realización de las mercancías. Es decir, pues, que el pago de la deuda misma es un mecanismo que coadyuva al mantenimiento del capitalismo como sistema-mundo.

[4] Estas características aluden a todos los componentes de la política fiscal; en materia tributaria, la regresividad del sistema de impuestos; en materia de gastos, el recorte para programas sociales; en materia de financiamiento, la opción por el endeudamiento. El hecho de no querer tocar temas de fondo como la progresividad de los impuestos, en el marco de la crisis fiscal, es, quizás, la más elocuente característica del carácter injusto y regresivo de tal política.

[5] De esta forma, en 1989, este partido que encarna el proyecto del consorcio FMI-Banco Mundial llega al poder y sin ninguna oposición aplica sistemáticamente todo el paquete de las reformas neoliberales en la primera mitad de la década de los 90. Un documento que recoge esa convergencia de los intereses del imperialismo (resumidos en el Consenso de Washington) y la burguesía oligárquica nacional, es la estrategia económica elaborada por FUSADES en 1989. Ver: FUSADES. Hacia una economía de mercado en El Salvador: bases para una nueva estrategia de desarrollo económico y social. FUSADES-DEES. 1989. Págs. 3 – 4.

[6] El Asocio para El crecimiento, entre El Salvador y Estados Unidos firmado en noviembre del 2011 expresa: “El Asocio para el Crecimiento es un esfuerzo que aspira a ampliar rápidamente el crecimiento económico inclusivo en El Salvador bajo un compromiso profundo con la democracia y los derechos humanos. A fin de lograr estas metas, todos los socios reconocen la importancia de una economía de mercado en buen funcionamiento y el rol fundamental del sector privado en liderar el desarrollo económico mientras que el gobierno cumple un propósito esencial estableciendo un entorno institucional propicio para el crecimiento económico”. Gobierno de El Salvador. Asocio para el Crecimiento. El Salvador – Estados Unidos, plan de acción conjunto. Noviembre del 2011. Pág. 4. Versión digital.

[7] Por gobierno de frente popular o de conciliación de clases entendemos, “un gobierno en el que los partidos obreros colaboracionistas de clase ocupan ministerios y un lugar dominante”. El gobierno de frente popular es un tipo diferente de gobierno burgués, con un contenido claramente contrarrevolucionario y que no tiene ninguna incompatibilidad con el régimen capitalista-imperialista. Su propósito es desmoralizar y desmovilizar a las masas.

[8] Es importante recordar, que no es primera vez que un sector la izquierda salvadoreña participa en un frente popular impulsado por el imperialismo. Ya en 1979, tras el golpe al general Humberto Romero el Partido Comunista Salvadoreño, participó de la Junta Revolucionaria de Gobierno, junto a los militares y la socialdemocracia. No creemos superfluo hacer mención de que las contradicciones internas (interburguesas) y externas (interimperialistas) juegan diferentes roles y poseen distintos grados de influencia en la coyuntura actual. Si bien el capitalismo representa el marco global donde esas luchas se presentan, la dinámica interna es la que permite asumir ese marco como palanca o como camisa de fuerza.

[9] K. Marx y F. Engels. El manifiesto comunista. Editorial Jurídica Salvadoreña. Págs. 51-52. San Salvador. 3era edición.