Ante la crisis de gobernabilidad a raíz de la desobediencia legislativa a las sentencias de la Sala de lo Constitucional

Ante la crisis de gobernabilidad a raíz de la desobediencia legislativa a las sentencias de la Sala de lo Constitucional

Como institución volcada al conocimiento de la realidad y al cambio social, a la UCA le preocupa la crisis de gobernabilidad suscitada por la pretensión de diversos poderes del Estado de convertirse en intérpretes de la Constitución, más allá de la instancia a la que la Carta Magna faculta para ser la autoridad última de apelación en temas constitucionales. Por ello, y para contribuir a la convivencia pacífica, al respeto a las leyes y al desarrollo de la democracia y la justicia, hacemos públicas las siguientes declaraciones:

1. La Sala de lo Constitucional es el único y máximo tribunal competente para realizar el control de constitucionalidad en El Salvador, sobre disposiciones normativas y actos de cualquier institución o funcionario público, en su forma y contenido. De tal manera que los efectos de sus sentencias son generales y obligatorios, de conformidad con el artículo 183 de nuestra Constitución. Además, la Sala es un tribunal de única instancia y, por tanto, sus resoluciones no admiten recurso alguno.

2. Las sentencias definitivas de los procesos de inconstitucionalidad 19-2012 y 23-2012, que resolvieron de forma general y obligatoria las demandas de ciudadanos contra la Asamblea Legislativa, ordenan al pleno legislativo corregir los actos cuestionados; en este caso, las elecciones de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia efectuadas en 2006 y en 2012.

3.. Los procesos de inconstitucionalidad 19-2012 y 23-2012 han concluido y, por tanto, sus sentencias han adquirido la calidad de cosa juzgada. De conformidad con el artículo 17 de la Constitución, ninguna instancia o autoridad puede avocarse a ellas para examinarlas.

4.. No existe un conflicto entre la Sala de lo Constitucional y la Asamblea Legislativa, como esta última sostiene; pues la controversia relacionada con la elección de magistrados fue entre los demandantes y la Asamblea, y ello quedó resuelto por las sentencias de la Sala de lo Constitucional.

5. La protesta constitucional hecha por los diputados cuando asumen sus funciones, en la que prometen cumplir y hacer cumplir la Constitución, les inhibe cuestionar y desconocer el sentido de la Constitución interpretado por la Sala cuando examina actos de los poderes públicos, como el nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

6. En materia de integración regional, el artículo 89 de la Constitución señala con precisión los márgenes y límites del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), dentro de cuyo marco se encuentra la Corte Centroamericana de Justicia. Hasta el momento, el SICA no contempla la transferencia de competencias soberanas, como la de revisar las resoluciones dictadas por los tribunales garantes de la supremacía constitucional de los Estados miembros. La posibilidad de esta competencia tampoco se señala en el Protocolo de Tegucigalpa ni en el Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia. En este sentido, carece de sustento la decisión de la Asamblea Legislativa de llevar ante la Corte Centroamericana de Justicia las resoluciones de la Sala de lo Constitucional para juzgar su contenido. En la misma línea, lo dictaminado por la Corte es nulo.

7. En cuanto a forma, es cuestionable la constitucionalidad del decreto legislativo transitorio que reforma la Ley Orgánica Judicial (en concreto, el artículo 27, en sus numerales 5 y 50), el cual fue sancionado por el Presidente de la República en menos de 24 horas. Primero, por tratarse de una reforma transitoria hecha sobre ley permanente sin que exista causa justificada, violando con ello el principio de legalidad consignado en el artículo 86 de la Constitución. Segundo, por haberse realizado con dispensa de trámite e irreflexivamente. Y tercero, por pretender generar efectos jurídicos sin haber sido publicado aún en el Diario Oficial.

8. En cuanto a contenido, es también cuestionable la constitucionalidad del decreto, ya que sus efectos modifican la composición y el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia y del Órgano Judicial, al posibilitar la instalación de la Corte Plena y, por tanto, la toma de decisiones de esa instancia sin la participación de su presidente constitucionalmente designado ni de los magistrados de la Sala de lo Constitucional que son los llamados a sustituirle, en el orden de su designación.

Por todo lo anterior, la UCA

1. Congruente con los valores humanos y cristianos que guían su labor docente, investigadora y de proyección social, y respetuosa del ordenamiento jurídico vigente, hace un llamado a que se cumplan las resoluciones de la Sala de lo Constitucional. Pide, además, que cesen las acciones que están generando disfunciones en la institucionalidad, como recurrir a la Corte Centroamericana de Justicia para dilatar el cumplimiento de las sentencias definitivas de los procesos de inconstitucionalidad 19-2012 y 23-2012.

2. Recuerda que toda muestra de irrespeto a las leyes y normas, especialmente si proviene de personas que se hallan al frente de los órganos del Estado, tienen un efecto pernicioso en la convivencia ciudadana. Dado el contexto de inseguridad, violencia e inestabilidad política y social que vive nuestro país, las autoridades deben mantener una estricta obediencia a las leyes y abandonar cualquier tipo de secuela de las tradiciones autoritarias que tanto peso han tenido y siguen teniendo en El Salvador. En este sentido, la UCA advierte del grave peligro de dañar todavía más la frágil cohesión social si no se encuentra una solución, pronta, pacífica y ajustada al marco constitucional, para resolver el conflicto provocado por el desacato y posteriores acciones de la Asamblea Legislativa.

3. Invita a la ciudadanía a reclamar el cumplimiento de las sentencias, a requerir que se garantice la institucionalidad democrática, a exigir que se respete incondicionalmente la Constitución de El Salvador y a demandar el diálogo y la solución racional como salida a los problemas institucionales.

4. Pide que se tome en cuenta que la convivencia fraterna y el desarrollo equitativo implican necesariamente el respeto a las leyes y el buen funcionamiento de la democracia. Frente a las graves necesidades de El Salvador en todos los ámbitos, el respeto a la ciudadanía y la creciente valoración de la persona humana son elementos decisivos para la creación de cohesión y capital social. Los partidos políticos, más allá de sus legítimos intereses partidarios, deben hacer un esfuerzo superior por buscar el bien común y generar confianza en las instituciones. Resolver adecuadamente la crisis actual puede ser un triunfo de todos y un paso más para convivir en paz y avanzar en la tarea de ubicar adecuadamente la ética en los procedimientos políticos.

San Salvador, 7 de julio de 2012.

EMBAJADA YANKEE Y LA OLIGARQUÍA ESTÁ IMPLEMENTANDO LA RECETA PARA UN GOLPE DE ESTADO

Sábado, 14 de julio de 2012

EMBAJADA YANKEE Y LA OLIGARQUÍA ESTÁ IMPLEMENTANDO LA RECETA PARA UN GOLPE DE ESTADO

Desde que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) asumen sus funciones, la estrategia era clara, emitir sentencias que aparentemente favorecían al pueblo y sus intereses, para ganarse el apoyo de la gente; por esa razón se impulsaron medidas como: la inconstitucionalidad de la partida secreta para el Ejecutivo, la cancelación de los partidos PDC y PCN, así como dar apertura a los candidatos independientes.

Así mientras se promueve la imagen de los magistrados, se crean de forma paralela, campañas contra la Asamblea Legislativa, contra los Diputados y hasta contra los partidos políticos en gobierno y sus aliados tácticos, al grado que aún cuando se han impulsado leyes que benefician al pueblo como la Ley de Medicamentos o Programas Sociales, la opinión pública frente a los diputados se ha deteriorado, recayendo principalmente sobre el FMLN quienes poseen la Presidencia del legislativo y varios Ministerios del Ejecutivo.

Durante todas estas sentencias el Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) ha estado muy de cerca de la Sala de lo Constitucional, para tratar de ocultar ante el pueblo los intereses de fondo a los que responde; ya que su objetivo ha sido atacar al FMLN y detener su avance en las instituciones del estado. Teniendo como primer objetivo evitar de cualquier manera, que la corte deje de responder a los intereses de los grupos hegemónicos de la burguesía salvadoreña y el imperio gringo.

Lo peligroso de esto es que se están generando las condiciones para un escenario que podría tener incluso el componente militar como ha ocurrido en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Honduras y recientemente Paraguay. La táctica del imperio y las burguesías hegemónicas locales es la misma: hacer movilizaciones contrarias, generar escenarios de confrontación, ocasionar algunos muertos y herido, tras esos acontecimientos tratan de responsabilizar a los funcionarios de la izquierda y posteriormente se solicita y se exige su renuncia, usando incluso la fuerza militar.

Por ejemplo ¿Qué impacto podría tener una confrontación entre la marcha “Vestida de Blanco” (de ARENA y financiada por la ANEP y EE. UU) contra las marchas convocadas por organizaciones populares, sociales y de izquierda?

Si en esa confrontación se produjeran muertes, ya sean a partir de la confrontación directa o por una conspiración de la derecha, los medios de comunicación, la ANEP, ARENA y el mismo imperio culparían de inmediato a las y los diputados y pedirían la renuncia, pudiendo hasta exigir la intervención militarmente en “defensa” de la democracia.

Incluso se podría culpar de complicidad de las muertes al Presidente Funes, ya que anteriormente ARENA y la ANEP le han exigido que intervenga con los instrumentos de represión del Estado a la Asamblea Legislativa para que acaten las resoluciones de la Sala; situación a la cual no se ha prestado. Siendo así, podría también solicitar su renuncia o promover alguna forma de juicio en su contra para su destitución.

Estas acciones no están aisladas de la ofensiva imperialista generada en Paraguay y Bolivia recientemente, e incluso se tratan de generar ciertas condiciones en el proceso electoral venezolano.

Nosotros también compartimos el anhelo de tener una Corte Suprema de Justicia que sea independiente a los intereses de la Burguesía hegemónica y responda íntegramente a los intereses del pueblo, también compartimos el anhelo de una constituyente popular y socialista, pero que nuestros anhelos no se confundan con la realidad.

Por ello hacemos un llamado:

Al pueblo salvadoreño, a las organizaciones populares, a los medios de comunicación alternativos y a las Organizaciones No Gubernamentales, a no dejarse llevar por conspiraciones obscuras del imperio y de la oligarquía, más bien defendamos los avances populares conquistados en las instituciones del estado y aportemos a su profundización.

A las organizaciones del pueblo a movilizarnos para impedir que el imperio cumpla con sus planes golpistas en El Salvador, para avanzar y defender los avances progresistas del gobierno.

Al FMLN a escuchar las opiniones del pueblo, a no alejarse de las bases y a hacer una lectura humilde y atinada de las condiciones de lucha en la que nos encontramos, el imperio quiere golpear y ustedes solos no podrán contrarrestar esas medidas.

A las organizaciones de izquierda que no han interpretado correctamente el conflicto entre la Corte y la Asamblea, para que reflexionen sobre sus posiciones, que al final solo benefician a la derecha y al imperio norteamericano.

¡FUERA IMPERIO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA!

GOLPISTAS Y DESESTABILIZADORES, NO PASARÁN

Partido Comunista de El Salvador
PCS

El Salvador La disputa por la dirección del bloque hegemónico

Viernes, 13 de Julio de 2012 / 08:07 h

El Salvador La disputa por la dirección del bloque hegemónico

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Julia Evelyn Martínez 

En las sociedades capitalistas, el control de la clase burguesa sobre el resto de clases sociales, y en particular sobre la clase trabajadora, no está determinado únicamente por el control de la propiedad de los medios de producción y/o por el uso de la fuerza policial o del ejército. Más bien, y como lo señala Antonio Gramsci (Cuadernos de la Cárcel, 1929-1930 ) esta capacidad de control está determinada por la hegemonía de la clase burguesa, es decir, por su capacidad de controlar las ideas y las voluntades de todas las clases sociales, y unificarlas en torno un proyecto histórico de desarrollo capitalista, que actúa como una especie de imaginario social colectivo en donde se cree profundamente que los intereses económicos, políticos, jurídicos y sociales de la clase capitalista son coincidentes con los intereses del resto de la sociedad.

De acuerdo a Gramsci, el éxito de la hegemonía de la clase capitalista depende de su capacidad de disponer de un discurso coherente y atrayente que les haga creer a los sectores dominados (y a sus aliados) que existe un “bien común” o “un interés nacional”, que supera las diferencias o contradicciones de clase o las ideologías de derecha o de izquierda, y al cual deben supeditarse las voluntades y acciones de todos y todas. En la elaboración y difusión de este discurso, son importantes los intelectuales orgánicos (profesores, analistas, editorialistas, curas, pastores, comunicadores, académicos, escritores, eruditos, etc.) que se encargan de que educar y/ formar a la opinión pública en eso que se llama “el sentido común”.

La labor de los intelectuales orgánicos de la clase dominante es dar continuidad y actualidad a la función del sistema educativo. En el capitalismo, el sistema educativo tiene la función de “depositar” en la mente de los niños y niñas desde la más temprana edad, ideas como “Patria”, “Nación”, “Orden Constitucional”, “Sometimiento a la Ley”, “valores cívicos”, “productividad”, “competitividad”, “liderazgo”, “familia”, entre otras muchas ideas que contribuyen a reproducir las relaciones burguesas de poder. El sistema educativo en el capitalismo no solo forma la fuerza de trabajo que necesita el capital para su valorización y reproducción sino que “concientiza” a las personas sobre la legitimidad de la estructura jurídica, política e ideológica que corresponde a las relaciones capitalistas de producción, circulación y distribución.

La capacidad de hegemonía de la clase capitalista se refleja así en la conformación de un bloque hegemónico, que está integrado por alianzas más o menos estables entre fracciones de la clase dominante, y alianzas entre la clase dominante y las clases dominadas. En su conjunto, estas alianzas tienden a desdibujar o a impedir el surgimiento de la conciencia en sí y para sí de la clase trabajadora y a desactivar su potencial revolucionario. El mantenimiento de estas alianzas es lo que permite el funcionamiento del bloque histórico

El bloque histórico no es nada más que una forma de referirse al vínculo que en un determinado momento de la historia de un país existe entre los elementos económicos o estructurales de un sistema económico (fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción) y los elementos no económicos o superestructurales de ese sistema económico (Sociedad Civil y Sociedad Política).

Sobre el concepto de sociedad civil y sociedad política, Gramsci señala que “se pueden fijar dos grandes planos superestructurales, aquel que se puede llamar de la sociedad civil, es decir del conjunto de organismos vulgarmente llamados “privados” y aquel de la sociedad política o Estado, que corresponden (respectivamente) a la función de hegemonía que el grupo dominante ejerce sobre toda la sociedad y aquel de dominio directo o de mando que se expresa en el Estado y en el gobierno jurídico”.

De acuerdo a esta definición, la sociedad civil es el espacio en donde se forma los consensos en torno al proyecto capitalista de desarrollo y se promueve la adhesión de las clases dominadas a los intereses de las clases dominantes. Este espacio estaría formado por los gremios empresariales, iglesias, universidades, instituciones educativas, gremios profesionales, “tanques de pensamiento”, sindicatos, cooperativas, medios de comunicación, entre otras organizaciones que forman el tejido social. Los partidos políticos serían parte de la sociedad civil, y no “un sector aparte” como se supone en el uso no marxista del término sociedad civil, como por ejemplo, la definición impuesta por el Banco Mundial.

La sociedad política en cambio, estaría conformada por las instituciones que realizan la función coercitiva y de dominio directo, para hacen cumplir la ley y el orden capitalista, que se sintetizan en la estructura de poderes del Estado (Ejecutivo, Asamblea Legislativa, Órgano Judicial, Fuerzas armadas, municipalidades y entidades autónomas). El nexo principal (pero no el único) entre la sociedad civil y la sociedad política son los partidos políticos, que son portadores de los consensos o disensos entre fracciones de clase o entre clases sociales, y que actúan como correas de transmisión para reproducir y/o reformar las normas jurídicas y la institucionalidad política del Estado, y mantenerlas adaptadas a las necesidades de la hegemonía de la clase capitalista en un momento determinado.

El bloque hegemónico capitalista no es una realidad estática o invariable, sino que se encuentra en constante movimiento. A su interior, existen presiones de determinadas fracciones de la clase burguesa y/o de las clases dominadas por asumir la dirección de las alianzas, e imponer así su propio “sentido común” al resto de la sociedad en función de sus intereses económicos estratégicos dentro del bloque histórico. Estas presiones incluyen el interés por imponer su propia interpretación sobre el rol del Estado en el desarrollo capitalista, sobre los regímenes de propiedad y explotación de la tierra, sobre el régimen tributario, sobre el sistema monetario, sobre las condiciones de participación del capital extranjero y sobre las relaciones económicas internacionales, entre muchas otras cuestiones.

Estas disputas se agudizan cuando la fracción de la clase burguesa que ha ejercido durante un período prolongado la dirección del bloque hegemónico, de pronto pierde la capacidad de representar al resto de fracciones de la clase burguesa y/o pierde credibilidad ante las clases dominadas. Su discurso hegemónico empieza a perder atractivo y deja de cohesionar a las clases sociales en torno a un proyecto común de desarrollo nacional. Puede ocurrir por ejemplo que la fracción dirigente del bloque hegemónico pierda credibilidad al mostrarse incapaz de generar mejores y/o mayores condiciones para la acumulación del capital (inversión privada) y/o de generar condiciones mínimas de redistribución del ingreso que mantengan bajo control las demandas de la clase trabajadora. Su continuidad en la dirección del bloque hegemónico puede comenzar a verse como una amenaza al “desarrollo nacional” y/o al “bien común”.

En estas coyunturas se presentan crisis de hegemonía, que se reflejan en el afloramiento de las contradicciones entre las fracciones de la clase capitalista, que pueden desembocar en un cambio en la dirección de este bloque. Una fracción o varias fracciones de la clase empresarial pueden comenzar a luchar por tomar control de la dirección del bloque hegemónico para reformar y/o tomar el control de la institucionalidad del Estado y ponerla en función de un nuevo proyecto histórico burgués de desarrollo, mientras que otra fracción o fracciones se resisten a este cambio.

¿Y las clases dominadas? ¿Y la clase trabajadora? Ante la carencia de un proyecto y de un discurso contra-hegemónico propio, la clase trabajadora y sus intelectuales orgánicos/as (cada vez menores en número) suelen adherirse al nuevo proyecto y/o nuevo discurso hegemónico capitalista, que les devuelve “la ilusión y la confianza” de que es posible lograr el desarrollo nacional mediante la unidad, la democracia y el respeto al Estado de Derecho burgués. Con ello, sin saberlo contribuyen a la renovación del capitalismo y a postergar su propio proceso de liberación.

¿A propósito de qué hago estas referencias al pensamiento de Antonio Gramsci en este espacio? En estos días, en que la sociedad salvadoreña asiste a la puesta en escena de la “batalla final” por el control de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, (el máximo organismo en la interpretación de los derechos de propiedad en el bloque histórico salvadoreño), pienso que podría ser de interés re-leer o comenzar a leer a este autor. Me parece que no solo es necesario hacerlo para comprender la esencia del enfrentamiento que protagonizan cotidianamente los intelectuales orgánicos de las fracciones empresariales en pugna, sino sobre todo, es necesario, para poder dimensionar las implicaciones negativas que para la clase trabajadora tiene en esta coyuntura, la falta de un proyecto y de un discurso contra-hegemónico al proyecto de dominación de la clase capitalista.

Estamos frente a una lucha por la dirección del bloque hegemónico protagonizada por el sector empresarial de ARENA, que se niega a ceder esta dirección al otro grupo de ese bloque, integrado por el sector empresarial de GANA en alianza con el FMLN. En esta lucha por la dirección del bloque hegemónico se juega el control sobre la interpretación de la norma constitucional que más se adapte a su proyecto de hegemonía y/o que pueda favorecer o desfavorecer los intereses específicos de las fracciones empresariales en conflicto.

Se trata de eso, no es una lucha entre la democracia y la autocracia, no es una lucha entre la izquierda y la derecha, ni tampoco una lucha entre el bien y el mal. De allí los llamados de uno y de otro de los bandos enfrentados a conformar un nuevo pacto de unidad nacional bajo su dirección: “un pacto nacional en defensa de la Constitución”, “un acuerdo nacional basado en la legalidad”, “una amplia alianza en donde quepan todos los signos ideológicos, incluyendo a las feministas”.

Los intelectuales y las intelectuales que se consideran aún orgánicos al proyecto de revolucionario de liberación de la clase trabajadora (es decir, los que aún no han sido incorporados al proyecto capitalista de dominación) deben tomarse el tiempo para desentrañar la esencia que se esconde detrás de la apariencia en esta coyuntura y redoblar esfuerzos para orientar a la clase trabajadora (en particular a la juventud) sobre lo que en realidad está ocurriendo y evitar una nueva escisión o fractura de clase, que retrase aún más su proceso histórico de liberación. De lo contrario, se corre el riesgo de terminar actuando (por ingenuidad, ignorancia o indiferencia) como simples instrumentos de alguna de las fracciones de la clase empresarial que se encuentra en pugna por la dirección del bloque hegemónico. 

La trampa

La trampa
*
Miércoles, 11 de Julio de 2012

¿Qué le pasa a Joaquín Villalobos? Él fue mi jefe durante la guerra. A veces no estuve de acuerdo con sus decisiones o planteamientos, pero siempre respeté su capacidad y honestidad intelectual. Lo conocí de cerca como un líder audaz, quien tomaba decisiones y acciones, mientras el resto del FMLN se desgastaba en discusiones estériles. Esta audacia lo convirtió en el comandante más dinámico, menos predecible, menos dogmático y más flexible de la insurgencia. En una palabra, en el más peligroso para el adversario.

Este tipo de audacia incluye, por definición, el riesgo de equivocarse. Otros comandantes guerrilleros poco se equivocaron, porque poco aportaron al proceso insurgente. Este tipo de audacia política también incluye una dosis de soberbia: atreverse a efectuar giros sorprendentes sin esperar que los demás terminen de entenderlos.

A veces esto es indispensable. Si Villalobos no hubiera abandonado, sin hacerles caso a los demás miembros de la Comandancia General, la guerra de guerrillas, concentrando sus fuerzas para formar la Brigada Rafael Arce Zablah y pararse al ejército frontalmente, la insurgencia probablemente se hubiera acabado en 1983.

A veces la audacia y soberbia le hicieron cometer errores graves a Villalobos. Como cuando rompió con el FMLN sin asegurarse que los comunistas se quedaran solos. Formó el Partido Demócrata y se quedó sólo él.

Y nuevamente hoy, cuando trata de convencer a la izquierda democrática a apostar a Tony Saca como la “tercera vía”, para romper la polarización ideológica en El Salvador, en su reciente columna “Vientos paraguayos en El Salvador”, escrita para El País de Madrid y reproducida por La Prensa Gráfica. Igual que en 1994, Joaquín Villalobos piensa que cuando él va adelante y habla fuerte, los demás le van a seguir. Por suerte, en tiempos de paz esto ya no funciona.

Empecemos con el análisis que está a la base de su llamado a apostar a Tony Saca: “En El Salvador las elites económicas han provocado una crisis entre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial”, escribe Villalobos, refiriéndose a la actual crisis constitucional. Atrevida afirmación. Si el punto de partida es tan equivocado, las conclusiones serán insostenibles. No son las “elites económicas” que han provocado esta crisis, sino el interés común y la estrategia concertada del FMLN y del bloque Funes-Saca de hacerse del control de la Corte Suprema y de la Fiscalía, luego de ya haber logrado controlar la Corte de Cuentas, el Consejo Nacional de Judicatura y el Tribunal Supremo Electoral. Es cierto, la derecha, en su tiempo, hizo lo mismo. Pero hay una diferencia: La derecha política y económica ha manoseado las instituciones para privilegiarse al máximo (política y económicamente) del sistema republicano. Es condenable. En cambio, la alianza FMLN-GANA lo hace para destruir el sistema. La derecha pervirtió las instituciones, la nueva alianza entre izquierda autoritaria y el sector más corrupto de la derecha las destruyen. Unos distorsionaron las reglas, otros las quieren sustituir por nuevas que les permitan avanzar hacía un Estado irreversiblemente autoritario.

En medio de esta crisis, Villalobos no ve lo obvio: el surgimiento de una alianza FMLN-Saca que aplicaría una estrategia “todos contra ARENA”, no importando si al final tengamos como presidente a Sánchez Cerén o a Tony Saca, sino ve “el surgimiento de una tercera fuerza basada en la alianza Saca-Funes”, que “crearía un nuevo balance político, y sacaría a El Salvador de la polarización”.

Ahí estamos en el meollo del asunto: Para que la estrategia común FMLN-Saca funcione, el último no puede presentarse simplemente como el candidato del pedazo que logró arrancar a ARENA. GANA no suma suficiente y no tiene legitimidad. Se necesita preparar el terreno para que Saca pueda ocupar el espacio del centro, y en particular del centro-izquierda, donde hay un enorme vacío. Este vacío lo ocuparon en el 2009 figuras como Mauricio Funes, Alex Segovia, Héctor Silva y Héctor Dada, para exitosamente complementar al voto duro del FMLN y derrotar a ARENA. Pero esto no se puede repetir, luego del desastre del gobierno Funes-FMLN. Para el 2014 se necesita una “tercera fuerza” aparentemente independiente del FMLN, y otras figuras, porque los que entraron al gobierno se desgastaron. Ahí es donde de repente cobran importancia figuras históricas de la izquierda democrática como Ana Guadalupe Martínez, Juan Ramón Medrano y Joaquín Villalobos.

Para mí y mi orgullo de haber sido parte del ERP, conducido por estos nombres ligados a la mejor tradición democrática entre los insurgentes, esto es golpe difícil de asimilar. El hecho que termina siendo Joaquín Villalobos el que le abre el espacio a Tony Saca a ocupar el lamentable vacío que todos nosotros hemos dejado en la centro-izquierda de nuestra sociedad, es inconcebible.

“Nada es más corrupto que el monopolio del poder”, concluye Villalobos en su columna. ¿Será realmente que no se da cuenta que el regreso de Tony Saca al poder, o la asunción de Sánchez Cerén a un poder compartido con Tony Saca, es la mejor receta para establecer un “monopolio del poder”? Uno que se parecería al establecido en Nicaragua, que nunca se hubiera dado sin la ayuda de una derecha corrupta con necesidad de asegurarse inmunidad y participación en el control de las instituciones.

  • Columnista de El Diario de Hoy.

Los errores de adulto de Joaquín Villalobos

Los errores de adulto de Joaquín Villalobos
Marvin Galeas *
Miércoles, 11 de Julio de 2012

El artículo titulado “Vientos paraguayos en El Salvador”, escrito por Joaquín Villalobos, está lleno de desaciertos, contradicciones y hasta de afirmaciones abiertamente manipuladas. En su totalidad es como un plagio de su propio análisis, previo a la fundación del desaparecido Partido Demócrata, PD. La tesis sostenida, en aquel entonces, era que el FMLN estaba agotado como opción política electoral.

En 1994, Joaquín alentó la escisión de la fracción legislativa del FMLN, el mismo día de la toma de posesión. Algo muy parecido a lo que después hizo, el ex presidente Saca, con ARENA. Aquél fundó el Partido Demócrata y éste GANA. Joaquín de verdad creía que el FMLN, como izquierda marxista estaba acabado, y que el PD lo sustituiría como una izquierda moderada y moderna.

Años después los fundadores de GANA, albergarían una parecida esperanza en relación a ARENA. Estos pensaban que ARENA tras haber sido derrotado y dejado, a propósito, en quiebra moral y económica sería fácilmente sustituido por el nuevo partido que se presentaría, con un impresionante derroche de recursos financieros, como una derecha popular, alejada de las “famosas élites económicas” a las que Joaquín alude constantemente en su artículo.

El FMLN no desapareció. Tampoco ARENA. Lejos de eso ambos partidos siguen siendo las dos principales fuerzas políticas del país. Desapareció el PD, al sacar sólo 13 mil votos en las elecciones de 1997, y GANA, a pesar de sus escandalosos recursos, obtuvo dos diputados enteros y 9 residuales.

Joaquín vuelve a las andadas, ahora apoyando precisamente el proyecto del ex presidente Saca, es decir a GANA. La tesis es la misma: la viabilidad de una tercera opción frente a una derecha oligárquica y a un FMLN estalinista.

Para sustentarla recurre a una mezcla de medias verdades, medias mentiras y mentiras totales. Cualquier europeo despistado que haya leído el artículo de Joaquín, pensará que El Salvador se estancó en los años setenta. El Salvador que pinta Joaquín se parece más bien a la Sudáfrica del apartheid.

El artículo arranca con una mentira absoluta: “En El Salvador las élites económicas han provocado una crisis entre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial”. Falso. La actual crisis, en realidad, se debe al desacato de los diputados del FMLN y sus aliados a los fallos de la Sala de lo Constitucional en favor de una demanda ciudadana.

Las míticas 14 familias, un número muy antojadizo, fueron golpeadas durante la guerra con una cadena de secuestros por parte de la guerrilla y sobre todo por las reformas impulsadas por Duarte. Hay que decir que aquellas reformas no sólo afectaron a varias familias acaudaladas sino y sobre todo a centenares de miles de salvadoreños, cuando de un plumazo fueron cerradas prósperas fuentes de trabajo en el campo y la ciudad.

Dos o tres familias de aquellas delineadoras en realidad del Estado moderno de El Salvador, sobreviven a estas alturas con más o menos la misma influencia económica que tuvieron en los siglos XIX y XX. La ANEP del paro de 1987, estaba dirigida por una nueva generación empresarial, que se quedó en el país durante la guerra y en la que ya figuraban precisamente varios empresarios de origen árabe.

Villalobos, hoy, suele referirse al PDC de los años Ochenta como moderado. Y a ARENA como el partido de las élites blancas, dispuestas a hacer cualquier brutalidad para no soltar el poder. No toma en cuenta Joaquín que bajo el gobierno de las juntas y la Democracia Cristiana se cometieron las masacres del Mozote y el Sumpul. ARENA acabó con la guerra mediante el diálogo sólo dos años después de haber ganado el Ejecutivo.

Fue bajo el gobierno del arenero Armando Calderón Sol, que por primera vez en la historia moderna del país, una persona emparentada con casi todas las familias de la antigua oligarquía, fue llevada a juicio y enviada a un centro penal a purgar una condena. Nada pudieron hacer las todopoderosas élites blancas que dibuja fantasiosamente Villalobos. Tampoco nada hicieron cuando ARENA perdió las elecciones presidenciales de 2009. Sin mayores traumas el Ejecutivo fue transferido al FMLN.

Los europeos que leyeron el artículo de Joaquín se toparon con esta, digamos, inexactitud: “Antonio Saca, empresario de medios de comunicación de origen árabe y último presidente de ARENA, se separó del partido, formó el suyo, se alió con el actual presidente Funes y se acercó a la Democracia Cristiana y a Conciliación Nacional, los dos partidos más antiguos del país”.

Saca en realidad fue expulsado de ARENA y nunca ha aceptado haber formado ningún partido político. Y ciertamente el PDC y el PCN eran los partidos políticos más antiguos del país, pero murieron porque no alcanzaron el mínimo de votos requeridos en pasadas elecciones. Lo que tenemos ahora son PES y CN, reciclajes, que ya nada tienen qué ver, ni en ideologías ni en figuras, con las antiguas marcas del siglo pasado.

Joaquín sugiere que los cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional están manipulados por las familias adineradas y ARENA.

Nada más alejado de la realidad. Uno de los magistrados mandó a la cárcel como fiscal a los militares acusados de ejecutar la masacre de la Universidad Centroamericana, UCA, otro militó durante varios años en organizaciones de izquierda, un tercero está vinculado académicamente a la misma UCA y el cuarto es un independiente sin vínculos partidarios. Los fallos de la Sala han irritado a todos los partidos políticos, incluyendo a ARENA y por ello se ha ganado el respeto de la sociedad civil.

Tampoco es cierto que Saca aparezca como favorito en las encuestas contra todos los candidatos. Aparte del FMLN el resto de partidos no ha nominado candidatos. El ex presidente es una figura muy conocida lógicamente, pero está muy por debajo de otros líderes nacionales.

Para rematar Joaquín Villalobos justifica el proyecto del ex presidente, bautizado pomposamente como “tercera vía”, con el argumento de que “nada es más corrupto que el monopolio del poder”. Un patético intento de establecer aquel viejo cuento de que “aquí todos somos putas”.

Pintar a dos fuerzas políticas como extremas decadentes, para lanzar una tercera vía moderada, decente y progresista a partir de una alianza entre figuras como el ex presidente, el presidente y el excomandante, junto a otros personajes, entre los que hay figuras bastantes cuestionadas es un grave error de adulto de Joaquín.

Habrá que recordarle por otra parte, que los Setenta quedaron atrás. Muchas de las antiguas familias de la oligarquía de los siglos XIX y XX ya ni siquiera existen. En Sudáfríca ya no hay apartheid, Mandela fue presidente, un indio gobierna Bolivia, un negro en Estados Unidos y los comunistas-empresarios, en El Salvador. Bienvenido Joaquín al Siglo XXI.

*Columnista de El Diario de Hoy.

El conflicto Asamblea Legislativa versus Sala de lo Constitucional y la elección del Fiscal.

El conflicto Asamblea Legislativa versus Sala de lo Constitucional y la elección del Fiscal.

23/06/2012
By Jjmar

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En la crisis institucional, que se expresa en el conflicto entre la mayoría de diputados de la Asamblea Legislativa y la Sala de lo Constitucional de la CSJ hay un punto nodal, que al parecer está fuera del problema que les ocasiona la resolución de la Sala sobre la inconstitucionalidad del doble nombramiento de magistrados de CSJ en una misma legislatura. El punto de fondo de esta crisis pudiera estar en una resolución que la Sala todavía no ha emitido: el recurso de inconstitucionalidad de la también, doble elección del Fiscal General de la República.

El mayor ganancioso de las elecciones de segundo grado, que por partida doble, realizó la Asamblea Legislativa al final de la legislatura pasada, fue el partido GANA y de manera especial su verdadero y único líder, Elías Antonio Saca. Con la elección de un Fiscal General fiel al ex presidente Saca, este se asegura, que no procederá ninguna demanda en su contra por actos de corrupción cometidos durante su gobierno. Esta elección no solo le garantiza impunidad por tres años más, también le permite tener una candidatura presidencial sin sobresaltos.

El FMLN si bien ganó algunos Magistrados a su favor, estos los pudo haber conseguido en una negociación con ARENA en esta legislatura, en que ambos partidos tienen más de los dos tercios de los votos necesarios. Algunos consideran que el FMLN pudo haber conseguido más al repartir el pastel solo entre dos y no entre cuatro, como sucedió.

Para el partido ARENA es vital que Saca no sea candidato presidencial, pues les dividirá la votación de la derecha en la próxima elección presidencial y los obliga a una casi segura segunda vuelta electoral. Una forma relativamente fácil de impedir esa candidatura es a través de iniciar procesos por corrupción contra el candidato Saca. Por tanto, para este partido, el asunto del Fiscal podría ser el punto de fondo. Ello puede explicar el repentino viraje de ARENA a apoyar con tesón la institucionalidad democrática, que ellos mismos mancillaron tantas veces cuando eran gobierno.

Pero también el FMLN tiene otras ganancias adicionales. A este partido le conviene – por la misma razón que ARENA se opone – que Saca sea candidato presidencial. Además, mientras esta crisis no se resuelva contarán con el apoyo incondicional de GANA en la presente legislatura. Si GANA se alejara de las posiciones del FMLN en la Asamblea, corren el riesgo que el FMLN negocie con ARENA, un amplio paquete de acuerdos, en los que pudiese ir incluido el Fiscal General.

Se puede alegar con razón, que este enfoque es erróneo, pues todavía no existe una resolución de la Sala de lo Constitucional declarando inconstitucional la segunda elección en una misma legislatura del Fiscal General de la República. Pero una buena parte del razonamiento jurídico expresado por la Sala en la anterior resolución, también es válido para el caso del Fiscal, por ello GANA ve el peligro inminente que se cierne sobre su Fiscal electo.

Por ello, las posibilidades que esta crisis se continúe prolongando y profundizando son altas. Hay muy pocas posibilidades de entendimiento por ahora, pues los intereses en conflicto de las cúpulas partidarias son vitales y nadie puede ceder con facilidad. Con lo cual queda demostrado lo que muchos analistas han señalado en el sentido que todo esto es un pelito de poder, que se quiere encubrir con el mote de “Conflicto de poderes del Estado”.

Aunque los partidos políticos involucrados no quieran reconocerlo, esta crisis es también, una de las primeras batallas de la elección presidencial del 2014. Esta es la nueva forma de comenzar la campaña electoral, buscando desnivelar la cancha del contrario. Con la prolongación de esta crisis, alguna parte resultará ganadora y otra perdedora, pero con toda seguridad, el país pierde.

Ayutuxtepeque, sábado, 23 de junio de 2012.

Vientos paraguayos en El Salvador

Vientos paraguayos en El Salvador

Joaquín Villalobos 5 JUL 2012 – 21:28 CET12

En países pequeños y pobres como El Salvador o Paraguay, con economías poco diversificadas, el Estado es fácilmente controlable por unas pocas familias acaudaladas y esto obstaculiza su desarrollo democrático. En Paraguay los viejos poderes destituyeron al primer presidente de la oposición, casi porque les caía mal. En El Salvador las elites económicas han provocado una crisis entre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La oposición salvadoreña no gobernó durante más de un siglo. Las viejas elites y sus descendientes eliminaron a los competidores que asumían posiciones moderadas, al tiempo que usaban el anticomunismo para presentarse como los únicos que deben y pueden gobernar. Los inmigrantes de origen europeo que se volvieron dueños de El Salvador, prohibieron incluso que los inmigrantes árabes compraran tierras para evitar competidores.

La larga lista de opositores asesinados o exiliados incluye militares, intelectuales y empresarios prominentes. Enrique Álvarez Córdoba, miembro de las llamadas 14 familias, fue asesinado junto a dirigentes populares por la Guardia Nacional en 1980. Ese mismo año asesinaron al arzobispo Romero y en 1989 a seis sacerdotes jesuitas. En El Salvador la moderación ha sido siempre una posición de alto riesgo.

Napoleón Duarte, quien gobernó durante la guerra civil gracias al apoyo de los Estados Unidos, fue saboteado por las elites económicas. Éstas realizaron paros empresariales en plena guerra.

Paradójicamente sin Duarte, que viabilizó el apoyo estadounidense, los insurgentes habríamos ganado la guerra, sin embargo, no lo perdonaron ni a él ni a su partido, la Democracia Cristiana. Al terminar la guerra civil, las elites perdieron la capacidad de matar, pero se propusieron polarizar al país para preservar el monopolio del poder. Infiltraron, dividieron y debilitaron a la Democracia Cristiana y favorecieron la polarización con los comunistas de la ex guerrilla del FMLN. El anticomunismo les permitió ganar elecciones y gobernar 20 años, hasta que una alianza entre el FMLN y Mauricio Funes, un periodista de izquierda moderada, les ganó las elecciones en el 2009. Ya en el Gobierno, Funes guardó distancia del radicalismo del FMLN y de Chávez, pese a que pudo haber recibido miles de millones de dólares de Venezuela.

El monopolio de poder de las elites salvadoreñas sólo ha entrado en crisis cuando se dividen sus propias filas. Esas divisiones se manifestaron con golpes de Estado muy violentos en el pasado y fueron la causa principal de la guerra civil en los 80, cuando se dividió la Iglesia, los empresarios y los militares en medio de crecientes protestas populares detonadas por fraudes electorales y represiones brutales. Ahora, luego de 20 años de gobiernos de ARENA, las elites se dividieron nuevamente, Antonio Saca, empresario de medios de comunicación de origen árabe y último presidente de ARENA, se separó del partido, formó el suyo, se alió con el actual presidente Funes y se acercó a la Democracia Cristiana y a Conciliación Nacional, los dos partidos más antiguos del país.

Saca piensa buscar de nuevo la presidencia y es puntero en las encuestas contra todos los posibles candidatos. El surgimiento de una tercera fuerza basada en la alianza Saca-Funes con marcas electorales, por ahora débiles, pero de medio siglo de existencia, crearía un nuevo balance político, sacaría a El Salvador de la polarización y podría provocar que por primera vez en la historia del país la oposición obtenga dos victorias electorales consecutivas.

En un país tan pequeño es en extremo difícil tener un Poder Judicial sin influencia de las elites económicas; los magistrados son, han sido o podrían llegar a ser sus empleados, y en la Corte Suprema se dirimen muchos de sus grandes negocios. El año pasado, previo a una elección parlamentaria, la Corte Suprema de Justicia le quitó la legalidad a la Democracia Cristiana y a Conciliación Nacional. Este y otros ataques políticos de la Justicia provocaron un contra ataque legal de los partidos con el nombramiento de nuevos magistrados desde el parlamento, desatando la actual crisis entre todos los poderes del Estado. En la superficie hay diversidad de argumentos legales y hasta morales, pero el problema principal es que el surgimiento de una nueva variable política podría poner fin al control patrimonial del Estado por parte de las viejas elites y esto se les hace intolerable.

Las elites saben que la polarización con un FMLN dominado por los comunistas significa que gobernarán por muchos años, al punto que se han desatado conflictos en el interior de ARENA por la candidatura presidencial animados por la seguridad de que ganarán fácilmente la próxima elección. Asustados porque esto se arruine han comenzado a rumorear sobre paros empresariales, protestas, disolución del Congreso, violencia callejera, golpe de Estado y hasta de apresar a Saca y a Funes por corrupción.

La hegemonía de los comunistas en el FMLN fue posible porque sectores de centro izquierda se subordinaron ingenuamente a sus posiciones durante la transición; algunas de esas voces, de nuevo ingenuamente, se han subordinado a los poderes económicos que han desatado una ola anti-política contra los partidos. La anti-política podría traerle graves problemas al país como ya ocurrió con la polarización. La crisis no tiene solución por vías legales, sino políticas entre los tres futuros contendientes. Nada es más corrupto que el monopolio del poder. Este no es un problema de buenos contra malos, sino de establecer un real balance de poderes y una buena competencia, porque es esto lo que le produce beneficios a la gente y no la bondad o las intenciones de los políticos.

Reforma y revolución en El Salvador

Reforma y revolución en El Salvador
Por Roberto Pineda 3 de julio de 2012
www.ecumenico.org rpineda59@yahoo.com

La herencia de Rosa Luxemburgo y de Farabundo Martí

El conflicto entre reforma y revolución ha recorrido las avenidas del marxismo desde hace muchas décadas tanto a nivel mundial como en este pequeño rincón “mágico” llamado El Salvador. Y las seguirá recorriendo en la medida que la lucha por un nuevo mundo siga vigente en los corazones y las mentes de los revolucionarios.

La revolucionaria polaca Rosa Luxemburgo, asesinada junto con Carlos Liebknecht por la derecha en 1919, nos dejó valiosas enseñanzas en la lucha contra el reformismo. En su obra Reforma o revolución, publicada en 1900, revela y refuta las concepciones del alemán Eduardo Bernstein, las cuales este trataba de imponer al movimiento obrero alemán de aquel tiempo.

Bernstein sostenía que la revolución era innecesaria y se podía llegar al socialismo mediante reformas graduales que fueran modificando el sistema capitalista y esto podría realizarse mediante cooperativas de consumo, la labor reivindicativa de los sindicatos y la ampliación de la democracia política mediante la actividad parlamentaria del partido obrero.

Argumentaba Bernstein que debido a la capacidad de adaptación del capitalismo, el partido de la clase obrera, que en aquella época se llamaba socialdemócrata, “debe transformarse de partido para la revolución social en partido para la reforma social…” O sea que el socialismo puede construirse mediante reformas sociales dentro del capitalismo, sin necesidad de una ruptura revolucionaria.

Rosa Luxemburgo denunció estas tesis como expresiones de oportunismo político y de revisionismo ideológico, que renunciaban a la misión histórica del proletariado de organizar la destrucción del orden establecido por la burguesía y construir un nuevo orden, una nueva sociedad, el socialismo. Asimismo rechazaban en la esfera política la teoría de la lucha de clases.

Pero el marxismo no rechaza las reformas, en la medida que contribuyan a la lucha por la toma del poder. A diferencia de Bernstein, Luxemburgo expresaba que “la lucha por reformas es el medio, la revolución social, el fin.” Decía Luxemburgo que “en la historia de las clases la revolución es el acto de creación política, mientras la legislación es la expresión política de la vida de una sociedad que ha surgido ya…”

Tanto Luxemburgo como Lenin enfrentaron firmemente la amenaza del reformismo en el movimiento obrero. En su obra clásica ¿Qué hacer? Publicada en 1902, Lenin también denuncia las tesis reformistas de Bernstein. En particular su tesis que “el movimiento es todo, el objetivo final es nada.” Expresa que la clase obrera necesita construir un partido de revolucionarios profesionales para arrebatarle el poder a la clase capitalista.

Afirma Lenin que “loas marxistas admiten la lucha por las reformas, por mejorar la situación de los trabajadores que no lesionan el poder en manos de la clase dominante. Pero, a la vez los marxistas combaten con la mayor energía a los reformistas, los cuales circunscriben la actividad de la clase obrera a las reformas.”

Evaluando a la Comuna de París de marzo de 1871, Lenin expresó en su obra El estado y la revolución que “la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la maquinaria del Estado y servirse de ella para sus propios fines.” Porque al final podría agregarse es la antigua clase dominante la que termina recuperando el poder.

Otro clásico marxista como lo fue Antonio Gramsci expresaría en su Cuadernos de la cárcel que “toda revolución que como la cristiana y la comunista se realiza mediante la más profunda agitación de las amplias masas populares ha de quebrar y destruir el sistema existente de organización social.”

En la experiencia revolucionaria salvadoreña, los marxistas han enfrentado en diversos momentos las tendencias reformistas que se han manifestado de diversas maneras. Durante el periodo de las primeras luchas obreras (1919-1924) el reformismo tomó fuerza mediante el control que ejercían los patronos sobre las primeras sociedades artesanales. Los obreros tuvieron que independizarse del reformismo y construir sus propios sindicatos. La primera huelga por aumento salarial fue conducida por la Unión de Sastres y estalló el 21 de julio de 1919(1).

En el siguiente periodo, el de las luchas obreras conducidas por la FRTS (1924-1930), los obreros revolucionarios se enfrentaron a las tesis reformistas sostenidas por simpatizantes de la II Internacional, que planteaban la conciliación de clases y la lucha exclusivamente por demandas económicas. Fue en 1928 que en el seno de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños se logró incluso expulsar a los reformistas, que se aglutinaron posterior y adecuadamente en el Partido del Proletariado y abrazaron el credo vitalista de Alberto Masferrer. (2)

En el próximo periodo, el de fundación del Partido Comunista de El Salvador (1930-1932) la primera generación de comunistas salvadoreños se planteo la necesidad de impulsar la toma del poder para establecer la revolución democrático-burguesa, como era en esa época la consigna de la III Internacional para los países coloniales y semicoloniales. En este periodo la figura de Agustín Farabundo Martí es un obligado referente en términos de lucha resuelta y firme contra cualquier desviación reformista. (3) No obstante esto, de marzo de 1930 a octubre de 1931 el énfasis estuvo centrado en la lucha económica reivindicativa “sin hacer política.” En octubre se toma la decisión en el PCS de participar en diciembre en las elecciones para diputados y alcaldías, atendiendo al clamor de las bases. Aquí lo electoral vino a complementar la lucha económica.

Posteriormente vino el periodo de la insurrección de enero de 1932 y su derrota. La bestial represión desatada por la oligarquía y el ejército, luego de la derrota del esfuerzo insurreccional, marcó profundamente por muchos años el accionar de la izquierda y borró físicamente del horizonte político, tanto a comunistas como anarquistas y reformistas, destruyó al movimiento popular y su vanguardia, el recién fundado PCS.

Se abrió un periodo de lucha para derrocar la dictadura militar martinista (1932-1944) que duró trece años. La dirección del PCS fue destruida en su casi totalidad. Y los pocos sobrevivientes quedaron sumamente aislados. La segunda generación de comunistas, en su mayoría intelectuales, evaluó que lanzar la insurrección había sido un grave error. Y decidieron impulsar la reorganización del movimiento popular pero a la vez ocultar la existencia del PCS, para evitar que fuera de nuevo destruido. En una clara visión reformista abandonaron la lucha por el poder. Pero la misma crisis del régimen al final de este periodo empujó a los comunistas a participar activamente en las jornadas de abril, mayo y octubre de 1944.

La dictadura militar logró superar esta crisis del 44 y prolongarse y en 1948 incluso renovarse con una faceta populista. Este nuevo periodo va de octubre de 1944 a octubre de 1959 y es el periodo de lucha contra el PRUD. Surge una tercera generación de comunistas vinculado a la lucha sindical, universitaria y popular.

En el siguiente periodo, el periodo de lucha contra el PCN (1961-1979) el reformismo se manifestó en un primer momento como falta de voluntad para emprender la lucha armada desde el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR; posteriormente como una actitud economicista en el movimiento sindical dirigido por FUSS-FESTIAVTCES para concluir con una actitud electorera desde la coalición de partidos llamada Unión Nacional Opositora, UNO. Es a mediados de este periodo que surgen las organizaciones político-militares, y las organizaciones revolucionarias de masas, padeciendo inicialmente la enfermedad infantil del izquierdismo. En este periodo surge una cuarta generación de comunistas y una primera generación de militantes de las fuerzas guerrilleras.

Luego viene el periodo de la Guerra Popular Revolucionaria (1980-1992). En este periodo la izquierda dispersa se unifica en el FMLN y emprende por segunda vez en la historia, una iniciativa insurreccional, la cual fracasa, pero origina una larga guerra en la cual los revolucionarios logran construir un ejército popular con amplias áreas de influencia y desplegar una ofensiva permanente en el campo político, diplomático, de la solidaridad, lucha de masas y ataques militares contra cuarteles de la dictadura militar. Surge una quinta generación de comunistas alrededor de las FAL y una segunda generación de militantes de las FPL, ERP, RN y PRTC. El movimiento social se aglutina alrededor de la UNTS.

Le sigue el periodo de los Acuerdos de Paz y la lucha contra ARENA (1992-2009) En este periodo el FMLN se transforma de fuerza guerrillera en partido político y se adopta la vía electoral como la forma de lucha principal. En 1995 desaparecen los cinco partidos de izquierda y se establece el FMLN como forma superior de unidad. La lucha electoral se refleja en conquista de alcaldías, incluyendo la capital San Salvador y de creciente presencia en la Asamblea Legislativa. El FMLN se convierte en un gran partido de masas. Surge una sexta y última generación de comunistas y de militantes de las FPL, ERP, RN y RTC. El movimiento social se diluye.

Schafik Handal (1930-2006), el más destacado revolucionario marxista salvadoreño del siglo XX, en su testamento político, titulado La vigencia del pensamiento revolucionario en el FMLN (2004) evalúa la evolución del FMLN como partido político y sobre este último periodo, sostiene que “para transformar la realidad en El salvador necesitamos un Partido que siga fiel a la misión revolucionaria de cambiar este sistema. Su composición, su organización y funcionamiento deben ser coherentes con esa misión…”

Y finalmente surge el periodo de gobierno del FMLN junto con otras fuerzas democráticas (2009-2012) El FMLN alcanza el ejecutivo y puede impulsar políticas sociales de beneficio a la población. Surgen claras diferencias entre el presidente Funes y el FMLN. El movimiento y la lucha social se debilitan aún más mientras la lucha parlamentaria ocupa el plano principal. No existe la certeza sobre un segundo gobierno de cambio dirigido por el FMLN. El reformismo levanta cabeza mediante el predominio de la lucha electoral por encima de la lucha social y la ausencia de lucha ideológica al interior de la principal fuerza de izquierda. Y la constitución contrainsurgente de 1983 se eleva al rango de “documento revolucionario.”

Este breve recorrido pretende situar el problema en su contexto histórico. En la actualidad necesitamos como izquierda salvadoreña tanto política, social o cultural, evaluar nuestra posición con respecto a la lucha por el poder, tomando en cuenta que han pasado ya más de veinte años desde la caída de los muros ideológicos, casi veinte años de la constitución del FMLN como partido político y que estamos inmersos en una época de grandes transformaciones sociales y tecnológicas. Es el mundo del internet.

La lucha electoral parece ser en esta segunda década del siglo XXI en América Latina, el camino preferido por la izquierda para enfrentar el modelo neoliberal y abrir la puerta a un desarrollo independiente. Las experiencias de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua parecen comprobarlo. Parece que hemos pasado como en un péndulo, del foco guerrillero de los años sesenta del siglo pasado al foco electoral para construir el ya famoso socialismo del siglo XXI. A estos gobiernos hay que agregar los procesos democratizadores de Brasil, Uruguay, Argentina y hasta hace muy poco Paraguay. Y sí, El Salvador también.

En El Salvador la izquierda fue creciendo electoralmente desde su primera participación en 1994. El FMLN también creció en membrecía y llegó a rondar los 80,000 miembros. Y en el 2009 se alcanza la presidencia que en nuestro país se asocia con una guayaba. Y en el 2012 se quiebra esta tendencia ascendente y se pierden ciudades estratégicas. Ya antes en el 2009 se había perdido San Salvador. Y hoy nos acercamos a una nueva elección presidencial en el 2014.

La derecha ha logrado recuperar su voto duro, y reparar su partido ARENA. La derecha está dividida con la existencia del partido GANA, que representa intereses del capital nacional no hegemónico. La izquierda representada por el FMLN cuenta con una poderosa maquinaria electoral, pero necesita recuperar su voto duro y para ganar la elección, atraer al voto indeciso de las capas medias urbanas. Quedan veinte meses para lograrlo.

Pero es importante reflexionar sobre los límites concretos de esta forma de lucha en estos momentos. Hay que estar claros que las elecciones son una gran escuela que nos permiten educar y acercarnos a los sectores populares. Pero a la vez es una gran oportunidad para que la derecha siembre ilusiones en la gente. Es una gran disputa ideológica y un gran enfrentamiento político que hay que realizar.

Y realizarlo sabiendo que mientras no se vincule a las luchas populares antiimperialistas y a la búsqueda de una ruptura del sistema, lo que estamos haciendo es promover visiones y prácticas reformistas, electoreras. Y como nos decían los del UR-19 en aquellas buenas y doradas épocas: ¡electoreros, al basurero!

El FMLN ya tiene candidato

La definición anticipada de candidato en el FMLN puede ser beneficiosa o perjudicial en la medida que se vincule o no a una oferta electoral novedosa y propositiva y abandone las cancioncitas pegajosas que imponen los gurús internacionales de la mercadotecnia electoral. Aferrarse a un discurso de continuidad con lo que existe claramente no es alternativa. La gente lo va rechazar. Se necesita una oferta electoral que haga click con la gente.

Una definición anticipada corre el riesgo de cargar por veinte meses con los errores cometidos por el partido de gobierno en sus diversas expresiones, principalmente la parlamentaria e incluso con los errores del mismo gobierno del cual se continúa siendo parte, y hasta del mismo presidente.

Pero también puede tener la ventaja de contar con el tiempo suficiente para hacer los amarres adecuados a nivel de alianzas, de construcción de programa, y soltar los nudos difíciles en la militancia, para tensionar la cuerda que va permitir ahorcar electoralmente a la derecha.

Las situaciones cambian y lo que fue excelente como estrategia electoral para la victoria del 2009 puede que no resulte para el 2014, entre esto la definición anticipada. En el diseño anterior se actuaba desde la oposición, hoy se actúa desde el gobierno. Quizás lo más prudente hubiera sido esperar a conocer las demás cartas de la baraja electoral. Aunque lo hecho hecho esta.

Represión en Intipucá

El modelo neoliberal implantado en nuestro país desde el gobierno de Alfredo Cristiani (1989-1994) ha conducido a un empobrecimiento generalizado y al crecimiento de comunidades rurales y urbanas “ilegales” que se establecen en tierras del estado o a la orilla de las líneas férreas y resuelven de esta manera su problema de vivienda.

Pero el estado constantemente amenaza y llega hasta el desalojo brutal como ocurrió el 18 y 19 de junio en la población oriental de Intipucá, en la cual una jueza ordenó el desalojo y este fue realizado por la PNC con lujo de barbarie, destruyendo sus pertenencias e incluso hasta cortando las milpas que habían sembrado. No hubo muertos pero si destrucción y violencia contra sectores populares por parte del estado.

Es triste y muy preocupante que esto se realice en el marco de un gobierno de izquierda. La PNC juega el triste papel que desempeñaba la Guardia Nacional en el pasado. Este es el resultado de la debilidad organizativa del movimiento popular y de la confusión ideológica de la izquierda que ha permitido que se desarrollen peligrosos procesos de derechización e incluso de militarización en estas instituciones surgidas de los Acuerdos de Paz de 1992.

Por eso es importante la denuncia popular de la amenaza de militarización y la exigencia a los generales al mando de la seguridad del país, que se respete los derechos humanos consignados en nuestra estructura legal, y que como decía Monseñor Romero que una orden injusta no debe de ser obedecida.

Las enseñanzas del presidente Lugo

Los recientes acontecimientos en Paraguay imponen la necesidad para el movimiento popular de aprender el arte de enfrentar el nuevo set de golpes de estado ideado por la derecha latinoamericana con el apoyo, asesoría o simpatía de Washington. Ya van dos y seguramente habrá más. ¿Estaremos en la lista? Algunos opinan que no hay necesidad, otros que no puede descartarse.

Los primeros argumentan que el gobierno de izquierda de este país es un “socio estratégico” del imperio. Y los socios no se golpean entre sí sino que se ayudan. Y por eso existe Asocio para el Crecimiento y la segunda ronda de la Cuenta del Milenio.

Los segundos sostienen que la ignorancia es atrevida y que la derecha salvadoreña no es muy lúcida que digamos. Y de que se atreven se atreven. Pero necesitan el móvil y la oportunidad. Y lo andan buscando y deberíamos de no servírselo en bandeja de plata. La ruptura de la institucionalidad, el caos nacional que sea la derecha la que lo realice.

Veamos qué pasó con el presidente Lugo y que podemos salvando las grandes diferencias, guardar en nuestra matata. En primer lugar, de la misma forma que el presidente Funes, el presidente Lugo en agosto de 2008 llegó a desplazar al Partido Colorado, que gobernó por 60 años, en la cresta de un poderoso movimiento popular y social que se fue gradualmente diluyendo. Pero igual que en nuestro caso, no se realizó ningún esfuerzo por darle a este respaldo popular un carácter orgánico. En el caso del Frente Guasú (amplio en guaraní) este se forma hasta marzo de 2010.

En segundo lugar la amplia coalición política incluyó una alianza con el Partido Liberal Radical Autentico, PLRA, de cuyas filas surge el vicepresidente y hoy presidente golpista, Federico Franco. Rápidamente las relaciones entre el presidente Lugo y el PLRA de deterioraron, llegando a altos niveles de distanciamiento. En diversos momentos ha sido la experiencia vivida entre el presidente Funes y el FMLN.

En tercer lugar el pronunciado viraje hacia posiciones de derecha y pro imperialistas de Lugo no evito sino que precipito los acontecimientos ya que lo proyecto como un presidente débil, manipulable, incluso vanidoso, que fácilmente podía ser aislado y golpeado, como efectivamente lo fue.

Y en cuarto lugar, la actividad conspirativa de la derecha que no ha descansado hasta lograr el derrocamiento “legal” de este presidente, que despertó muchas expectativas en la población pero que gradualmente fue acomodándose a los dictados de los poderes constituidos. Y la derecha no descansó un solo momento en su labor conspirativa hasta lograr recuperar el gobierno. Cualquier parecido con la situación salvadoreña lógicamente es pura coincidencia.

La lucha por la democratización de El Salvador

El actual conflicto entre la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Legislativa es un reflejo de los profundos cambios que han tenido lugar en la sociedad salvadoreña. Es un conflicto impensable en el periodo anterior al 2009 en el que la derecha controlaba todos los espacios institucionales y en el que desde la Presidencia se ordenaba el rumbo del país.

Los principales afectados de la conducta de sus fracciones legislativas en esta cambiante coyuntura serán naturalmente los candidatos presidenciales de los partidos involucrados. Las facturas serán cobradas sin duda alguna y pronto. Y el partido favorecido será aquel que proyecte el mayor nivel de madurez y sentido de nación.

En este marco, es válido preguntarse cuál es el propósito para el FMLN de coronar a 5 magistrados de la CSJ del 2006 claramente derechistas, seleccionados y apoyados por ARENA. Los del 2012 al menos se entiende que es para garantizar compromisos entre aliados, principalmente con GANA, y personal propio de confianza.

La actual Sala de lo Constitucional es la primera en la historia del país que asume el desafío de controlar el poder político y esto genera oposición, pero debería ser desde la derecha, lo extraño es que sea desde la izquierda. Elevar a la categoría de próceres a figuras tales como Gallegos, Merino y Parker no parece ser muy adecuado. Probablemente el FMLN va quedar muy mal parado después de esta crisis.

¿Qué ondas con la “banca salvadoreña”?

El seguimiento a la actividad que realiza la banca “salvadoreña” nos permite comprender las dinámicas provocadas por los procesos de transnacionalización así como los niveles de rentabilidad de este sector económico, que fue entregado por la oligarquía al capital internacional. Para conocer algunos elementos informativos tomaremos como base el último número (51) de la revista trimestral El Economista que publica el Grupo Dutriz.

Sostiene El Economista que “la banca (va) por buen camino.” Asegura que “la calma llega a la banca regional, que poco a poco recupera su brillo después de la crisis internacional, y comienza a retomar el camino del crecimiento y la consolidación.” Y como prueba de esto revela que “el ranking (regional) aglutina a cantidades con un peso total de $65,486.8 millones de dólares en activos.”
Con respecto a El Salvador señala que en el ranking bancario 2007-2011 que enumera a los 10 mayores bancos de la región, nuestro país aparece ausente no obstante que en el quinquenio anterior el Banco Agrícola ocupaba el octavo lugar. Hoy ha pasado a ocupar el doceavo puesto. Ocupa el primer lugar el HSBC Bank de Panamá.

La razón de este descenso estriba según El Economista en que “la banca salvadoreña no solo se rezagó, sino que retrocedió -5.8% en dicho periodo…” esto ocurrió debido a dos factores: “resintió más la recesión en Estados Unidos y segundo, el inmaduro proceso de internacionalización de la banca local, al principio de la crisis.”

Explica René Medrano, de Fitch centroamerica, que “los bancos internacionales asumieron una posición muy conservadora; limitaron el crecimiento del crédito a fin de favorecer la liquidez y garantizar una estabilidad en sus operaciones, pero en El Salvador eso se notó más…”

Subraya El Economista que no obstante la crisis internacional en el año 2011 El Salvador “comenzó a recuperar el terreno perdido.” Y lo fundamenta en que los créditos brutos subieron en un 3.7% y que la demanda crediticia en el sector servicios llegó al 10.4%. Pero aclara que por otra parte, los activos retrocedieron -0.9% ; el nivel de depósitos descendió en un -1% y el patrimonio tuvo una baja del -0.2%.

Precisa que los cuatro bancos más grandes del sistema: Agrícola (propiedad del grupo colombiano Bancolombia); Citibank (capital estadounidense) Scotiabank (capital canadiense) y HSBC (propiedad del banco colombiano Davivienda desde enero de este año) “registraron una contracción de 8.22 millones en préstamos y hubo una cuantiosa baja de Citi, que anuló el crecimiento conjunto del Agricola, Scotiabank y HSBC.” No obstante esto, informa que “el mayor porcentaje de utilidades del sistema es del Banco Agrícola.”

Hay que señalar que el quinto banco del sistema, el Banco de América Central-Credomatic es también propiedad de la banca colombiana ya que fue adquirido por el Grupo Aval, en diciembre de 2010.

Por otra parte, aparece desde septiembre del año pasado en la escena financiera un nuevo actor: la Banca de Desarrollo, la cual puede ser clave en revertir el proceso de medidas neoliberales. Actualmente la oligarquía se relame los bigotes pensando en que la cartera de préstamos de esta banca estatal (200 millones de dólares) va ser orientada hacia sus negocios y no hacia el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa como debería ser. BANDESAL se va convertir en un instrumento financiero en disputa entre los sectores populares y el gran capital. En definitiva, la lucha popular debe aprender a caminar en los nuevos senderos abiertos por el triunfo popular de marzo de 2009. Adelante!

(1) Pineda, Roberto. La primera huelga obrera en El Salvador. www.ecumenico.org
(2) Dalton, Roque. Miguel Mármol. Ocean Sur. Bogotá. 2011. Pág. 108.
(3) Dalton….Ibid. Pág. 125.

El Partido Comunista llama al pueblo a derrotar el golpe de estado y profundizar el proceso liberador

El Partido Comunista llama al pueblo a derrotar el golpe de estado y profundizar el proceso liberador

“Exigimos un gabinete presidencial capaz de enfrentar al golpismo y a la crisis con personas probadas por su lealtad y su lucha en la lucha por el proceso de cambios democráticos”

El Partido Comunista Paraguayo (PCP) señaló que el golpe de estado está en marcha. Es una derecha que se burla de la voluntad popular que desde abril de 2008 inició un proceso de cambio democrático, llamando al pueblo a permanecer en las plazas para derrotar al golpismo y profundizar el proceso de liberación.
A continuación el texto completo de su declaración:

Juicio político contra el proceso de cambios democráticos

La miserable actitud de la mayoría del Congreso Nacional de aprovecharse de la sangre derramada por compatriotas en la masacre de Curuguaty, en el marco de la larga lucha por la tierra y la recuperación de tierras malhabidas en nuestro país, para consumar un golpe de estado por vía del juicio político demuestra la vocación profundamente antidemocrática de los políticos de la derecha que se burlan de la voluntad popular contundentemente expresada en abril del 2008 de iniciar un proceso de cambios golpeado por décadas de autoritarismo y saqueo a los bienes de la nación.

Esta maniobra artera esta dirigida por lo más rancio y oscuro que tiene la política paraguaya como el senador ladrón de elecciones Galaverna, el narcoempresario Cartes y el golpista Lino Oviedo. Por ello no es de extrañar que ni siquiera se tomen la molestia de respetar el debido proceso que debe garantizar a todo juicio justo dando menos de 24 horas para que el Presidente Fernando Lugo prepare su defensa. No existe en realidad juicio, el golpe de estado ya está en marcha.

El “apuro” de los parlamentarios no es otra cosa que el pánico que sienten por la falta de respaldo popular que tienen sus acciones y saben que la gran mayoría de los paraguayos estamos absolutamente en contra de este circo. Ya una encuesta seria realizada el día de hoy da cuenta que el 67% de los paraguayos nos oponemos a tal juicio.

Al pueblo no nos queda más de darle una lección de democracia a estos “senachorros” y “dipuchorros” llenando la plaza frente al Congreso para expresar enérgicamente nuestro repudio a este golpe de estado institucional en defensa de la paz y el ejercicio pleno de las libertades civiles en el Paraguay.

Derrotar el golpe será el primer paso exigiendo además la destitución inmediata de Rubén Candia Amarilla del Ministerio del Interior, conocido perseguidor y criminalizador de la lucha social desde tiempos en que formaba parte del Grupo de Acción Anticomunista (GAA) durante la dictadura stronista.

Exigimos un gabinete presidencial capaz de enfrentar al golpismo y a la crisis con personas probadas por su lealtad y su lucha en la lucha por el proceso de cambios democráticos.

Por la unidad combativa del Frente Guasu y la ampliación de la unidad en la lucha por los derechos e intereses de los obreros, campesinos, jóvenes, mujeres, estudiantes, funcionarios, intelectuales, artistas, soldados y oficiales patriotas y demócratas de las Fuerzas Armadas!

¡Fuera los corruptos y golpistas del Parlamento, del Poder Judicial y del Poder Ejecutivo!

¡Por la profundización del proceso democrático y liberador!

¡SÓLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!

Asuncion, 21 de Junio de 2012-06-21

PARTIDO COMUNISTA PARAGUAYO

El PCP retira el apoyo crítico a Fernando Lugo (diciembre de 2010)

El PCP retira el apoyo crítico a Fernando Lugo

Defender el proceso de cambio es denunciar el incumplimiento del programa de cambios.

El pleno del Comité Central (CC), reunido el 18 y 19 de diciembre, ha tomado algunas decisiones en torno a la situación nacional, el proceso de cambio y el Gobierno, a saber:

1- El Partido Comunista Paraguayo (PCP), en enero de 2008 como miembro de la Alianza Patriótica Socialista, en relación las elecciones de abril de 2008 firmó un acuerdo con el candidato Fernando Lugo, sobre tres puntos programáticos: La profundización democrática, la soberanía nacional con énfasis en la cuestión energética y la Reforma Agraria integral con participación popular. Sobre este acuerdo, se decidió dar un apoyo crítico a Lugo, llamando a votar por él.

2- Desde el inicio del Gobierno hasta estos días, el PCP ha defendido el proceso de cambio de los ataques de la derecha golpista y de los desvíos que tuvo el propio Poder Ejecutivo, asumiendo con total responsabilidad la colaboración con la gestión del Gobierno participando de la elaboración de numerosos documentos que fueron presentados al Presidente Lugo y de una gran cantidad de reuniones con el mismo.

3- Nuestro Partido valora el triunfo del 20 de abril de 2008, que ocasionó un desbloqueo del escenario político, la apertura de posibilidades de cambios democráticos, patrióticos y populares, y el surgimiento de nuevas figuras vinculadas al movimiento popular progresista y de izquierda. Igualmente aprecia los avances en cuanto a participación de sectores populares en espacios de discusión gubernamental, varios pasos que se han dado en cuanto a salud pública, los adelantos en la renegociación de Itaipú y la cobertura social a familias en situación de pobreza extrema así como a niñas, niños y adolescentes en situación de calle.

4- Ya a finales del 2009 el CC advirtió que existían señales claras de restauración conservadora en el Gobierno, identificando que dicha restauración iría teniendo un tinte represor-terrorista, atendiendo la ofensiva y la penetración del imperialismo norteamericano en el Ministerio del Interior, la Fiscalía, el Poder Judicial y la Cancillería entre otras instituciones que fueron intervenidas abierta o solapadamente por la USAID, a través del Plan Umbral y de la Embajada norteamericana.

5- Asimismo, en junio de este año, el CC del PCP emitió un documento en el que mencionó la agudización de la tendencia derechista en el gobierno de Lugo y por lo tanto la necesidad de relativizar el apoyo y acentuar la crítica, insistiendo en una actitud militante y propositiva para colaborar con la reorientación de la política del Gobierno.

6- Lastimosamente, pese a nuestros intentos, a las numerosas reuniones que tuvimos con el Presidente Lugo, no logramos influenciar para una rectificación del rumbo y una recuperación del programa de cambios votado en abril de 2008. No solo eso, el gobierno continuó y continúa su política de derecha, cuyos inicios se ubican en el convenio de setiembre de 2008 firmado con el narcoterrorista Pdte. de Colombia, en ese entonces, Álvaro Uribe; con la implementación del Plan Umbral de los yanquis; con grandes represiones al movimiento popular; con la presentación al Congreso de la Ley antiterrorista; con una política social conservadora y desmovilizadora; con una política exterior entreguista; con una política económica continuista y concentradora de riquezas; con un enorme descuido de los pueblos originarios y con un discurso y una práctica con las que no se priorizan la recuperación de las tierras y los bienes mal habidos. Entre estas acciones equivocadas se encuentra la destitución del Ministro de Defensa, Gral. (SR) Luis Bareiro Spaini, cuya conducta intransigente en defensa de la soberanía contra la descarada intervención de la embajadora norteamericana Liliana Ayalde, fue y es sumamente justa y patriótica.

7- Podemos sintetizar diciendo que el Presidente Fernando Lugo prefirió la gobernabilidad entre cúpulas inclusive dejando de lado la ética y la justicia, pactando con el oviedismo fascista y con toda esa derecha que en su práctica se muestra totalmente indiferente a las grandes injusticias que sufre nuestro pueblo en lo que se refiere a acceso a la tierra, alimentación vivienda, salud, educación y trabajo. En ese sentido, Lugo retrocedió ante las presiones de una derecha criminal y vendepatria que domina el Congreso, cuya función es determinante puesto que la Constitución Nacional de 1992 le otorga superpoderes.

8- Entre las grandes entregas antinacionales y antipopulares del gobierno, en estos días, podemos mencionar: el proyecto privatizador de rutas, ríos y aeropuertos que el Poder Ejecutivo envío al Congreso y que fue aprobado, para luego avanzar más y enviar el proyecto específico de privatización de aeropuertos (incluido el aeropuerto de Mcal Estigarribia, que es militar). A esto podemos sumar que el propio Poder Ejecutivo opera a favor de la instalación de la transnacional de aluminio Río Tinto Alcan, que además de generar escasas fuentes de trabajo, es altamente contaminante, utiliza igual energía que el conjunto de la industria nacional y encima pide un subsidio del precio de costo de dicha energía. De concretarse ese negociado se estaría dando otro gran despojo de nuestra soberanía, mucho más grande que Itaipú. Sobre este punto queremos resaltar que la iniciativa para la instalación del la transnacional del aluminio guarda relación con la política de dominación imperialista para el saqueo de nuestros recurso naturales, atendiendo a que está comprobada la existencia de miles de toneladas de oro en Paso Jobai, como también de Titanio (en el Ybytyrusu) y de Uranio (en Caazapa) en otras regiones de nuestro país.

9- Entonces, al hacer un balance del Gobierno podemos evidenciar claramente que existen más medidas contrarias a nuestro pueblo y forman nada más que un puñado las que le favorecen, de modo que en coherencia con la defensa del proceso de cambio, que en su momento dijimos que se llevaría adelante con Lugo, sin Lugo y aun contra Lugo, el PCP decide retirarle el apoyo crítico al Presidente de la República.

10- Aclaramos que nuestra apuesta es incondicional en cuanto a la defensa del proceso de cambio y que no dudaremos un instante en defender al Gobierno constitucional ante un posible golpe de la derecha patrocinado por los yanquis. Del mismo modo, seguimos identificando a la derecha defensora de la oligarquía mafiosa como títere del imperialismo yanqui y en consecuencia como nuestro principal enemigo, al cual combatiremos en todos los escenarios en los que desarrolla su política de saqueo, explotación, exclusión y muerte. Nos referimos a escenarios como Congreso Nacional, Fiscalía, Poder Judicial, Vicepresidencia de la República, Direcciones políticas de los partidos tradicionales y dentro de varios ministerios del Poder Ejecutivo. En todos esos lugares haremos presencia, movilizados y organizados, con propuestas concretas de cambio democrático y popular.

11- Por último, llamamos a todas las organizaciones políticas del campo popular, a los movimientos sociales, sindicatos y al pueblo en general, a luchar durante el 2011 con movilizaciones y debates permanentes por la construcción de la democracia y del poder popular, confrontando sanamente con un Gobierno cuyas señales son contrarias a los cambios prometidos, a la vez de aportar con nuestra colaboración ante alguna medida democrática y patriótica que adopte el gobierno, que entendemos será como consecuencia de la presión y de la movilización popular. Mientras tantos nos vemos obligados a continuar defendiendo el proceso de cambio desde una perspectiva patriótica y revolucionaria.

¡Por la defensa incondicional del proceso de cambio!

¡Por la unidad y la construcción de poder popular!

¡Por un 2011 de movilización y lucha!

¡Por un bicentenario patriótico y popular, antimperialista, para conquistar nuestra segunda y completa independencia!

Comité Central
22 de diciembre de 2010