Palabras que caracterizan a un Salvadoreño

Palabras que caracterizan a un Salvadoreño:
No se puede considerar Salvadoreño si no se ocupa al menos una palabra al dia del siguiente vocabulario:

ABUSIVO,VA. adj. Cambio semántico. Atrevido, que se propasa.
ACHICAR. Humillar.
ACHIS. Exclamación. Nahuatismo.
ASHISHA, orina. Asco o protesta.
ACHORCHOLADO,DA. adj. Neologismo. Amodorrado, alicaido.
ACHUCUYARSE. Neologismo. Arrimarse a otra persona.
AGUADO,DA. De aguar. Cambio semántico. Desfallecido. Sin aliento, sin caracter. Blando.
AGUAMBADO,DA. adj. Neologismo. Tonto, lerdo.
AGUITADO,DA adj. Neologismo. Aburrido.
AHUEVADO,DA. De ahuevar Cambio sem~ntlco. Avergonzado, acobardado.
ALEBRESTADO,DA. adj. Cambio semántico. Aizado, rebelde.
AMONTONAR. Cambio semántico. Abrazar y acariciar a otra persona.
ANIMALA. Cambio semántico. Mala jugada.
ARRECHO,CHA. adj. Cambio semántico. Bueno, bonito, valiente, alegre.
ATARANTADO,DA. De atarantar. Cambio semántico. Alocado. Medio ebrio.
ATENIDO,DA. De atener. Cambio semántico. Confiado, indolente.
ATOLADA. Reunion en que se bebe atol, generalmente en paseos al campo.
AVERIGUATA. Barbarismo. Cambio semántico. Discusión.
AVIADA. Barbarismo. Impulso. velocidad.

BABOSO,SA. Cambio semántico.Tonto, candido.
BAJADO,DA. De bajar. Cambio semántico. Provinciano, campesino, recien llegado a Ia ciudad.
BAYUNCO,CA. Adj. Cambio semántico. Ridiculo, de mal gusto.
BEBA. Barbarismo. Reunión en que se toma licor.
BERECO,CA. adj. Neologismo. Bobo, tonto.
BICHO,CHA. Cambio semántico. Niño,ña. Novio, novia.
BIRRIONDO,DA. Barbarismo. Verriondo.
BIRUSCO,CA. Adj. Neologismo. Avispado, listo, inquieto.
BOLO,LA. Adj. Cambio semántico Ebrio.
BOTANICA. Cambio semántico. Botella de licor.
BOTARATE. Barbarismo. Manirroto.
BURUCA. Barbarismo. Boruca.

CABUDA. Cambio semántico. Hacer la cabuda: hacer Ia vaca, contribuir para una compra.
CABUYA. Caribismo. Cambio semántico. Colilla.
CACASO. Neologismo. Que no sirve.
CACHA. Anglicismo. De “TO CATCH”,coger. Cambio semántico. Hacer la cacha: hacer la lucha, tratar de conseguir algo.
CACHETE. Cambio semántico. Favor.
CACHIMBAZO. Cambio semántico. Golpe. Monton. Trago.
CACHIMBON,NA. Adj. Cambio semántico. Bueno, bonito, valiente.
CACHIRULO. Camblo semántico. Remiendo hecho aplicando un pedazo de tela.
CAPEAR. Cambio semántico. Estar preocupado, pendiente de una resolucion. Faltar a la ascuela.
CAPIRUCHO. Cambio semántico. Balero (juguete). Volar capirucho: efectuar el coito.
CAPULIN. Nahuatismo. De CAPULIN. Prunus capuli, Amigdaiacea. Capulin de monte, crasta de gallo. Cambio semántico. Hacer un capulin: hacer un favor.
CARAJADA. Barbarismo. Cosa. Provocacion. Mentira.
CARAMBADA. Ver carajada.
CAYTE. Nahuatismo. De CACTI, sandalia. Cambio semintico. “Doblar el cayte”: morir.
CIGUANABA. Nahuatismo. De CIHUAT, mujer; NAHUAL, espanto.
CIPITIO. Nahuatismo. De Xipe Totec. Dios de la fertilidad y las sementeras.
CIPOTE. Nahuatismo. Posiblemente de SEPOCTI, desvalido, entumido. Nombre que se les da a los niños.
CLAREAR. Cambio semántico. Desvelarse toda Ia noche.
COCO. Cambio semántico. Cabeza. Inteligente.
CODO. Cambio semántico. Tacaño.
COMAL. Nahuatismo. Da CUMALI, disco de barro donde se hacen las tortillas.
COMPA. Apocope de compañero, ra.
CONQUE. Cambio semántico, Comida.
COYOL. Nahuatismo de CUYULI. Acrocomia Vinifera. Cambio semántico. Testiculo.
COYOTE. Nahuatismo. De CUYUT. Canis Latrans. Carnivoro da la familia de los canidos. Cambio semántico. El que se dedica a comprar y vender de todo.
CUCA. Apocopa de cucaracha. Cambio semántico. Banqueta de madera. Automovil pequeño.
CUCAR. Cambiosamantico. Provocar, molestar.
CUCHUMBO. Neologismo. Recipiente.
CUILIO. Nahuatismo de CUILIA. robar. Cambio semántico. Agente de policia.
CULERO,RA. Adj. Cambio semántico. Afeminado, homosexual. Cobarde.
CULIO. Cambio semántico. Miedo.
CUTO,TA Nahuatismo de CUTUCTIC, pedazo. Cambio semántico. Corto. A quien le falta una extremidad.

CHABACAN,NA Adj Apocope de chabacano.
CHACALELE. Posiblemente nahuatismo. Juguete hecho con un boton y un hilo. Cambio semántico. Corazon. Reloj.
CHACHALACA. Nahuatismo. De CHACHALAC: parlanchin.
CHAJAZO. Posiblemente nahuatismo. Herida, cicatriz.
CHAMBON. Neologismo. Inutil, poco diestro.
CHANCE. Anglicismo. De CHANCE, ocasion, oportunidad. Cambio semántico. Trabajo, empleo.
CHANEQUE. Nahuatismo De CHANEQUET, vecino, guia.
CHAPANDONGO. Neologismo. Desorden, enredo.
CHAPARRO. Cambio semántico. Aguardiente.
CHAPUDO, DA. Barbarismo, chapeado.
CHELE. Nahuatismo. De SELIC, verde, tierno. Cambio semántico. Blanco, rubio.
CHERO, RA. Galicismo. De CHER, querido. Cambio semántico. Amigo Intimo.
CHICAGUITA. Barbarismo. Rueda de Chicago pequena. Cambio semántico. Subirse a la chicaguita: ser engañado.
CHICHA. Caribismo. Bebida fermentada hecha con malz tostado, cascara de pina, salvado, dulce de panela, etc.
CHICHE. Nahuatismo. De CHICHIHUALI, pecho, mama. Cambio semántico. Es chiche: facil.
CHICHIPATE. Nahuatismo de CHICHIC, amargo; PAHTI, medicina. Cambio semántico. Ebrio consuetudinano.
CHIFLON. Cambio semántico. Fuerte corriente de aire.
CHIFURNIA. Posible nahuatismo. Lugar alejado o agreste. Casa o habitación vieja o ruinosa.
CHILATE. Nahuatismo. Atole simple de maiz tostado.
CHILIPOSO. Nahuatismo. Leganoso.
CHILLAR. Cambio semántico. Delatar.
CHIMAR. Nahuatismo. De SHIMA, raspar. Cambio semántico. Ejecutar el coito.
CHIMBIMBA. Neologismo. Moneda pequefla de veinticinco centavos.
CHINTO. Posible nahuatismo. Menstruacion.
CHIO. Neologismo. Deuda.
CHIPUSTE. Nahuatismo de CHIPUCTIC, chich6n. Protuberancia. Bodoque.
CHIRAJO. Posible nahuatismo. Andrajo.
CHIRUSTE. Neologismo. Bodoque. Pedazo de materia blanda.
CHIVA. Cambio semántico. Cobija de lana.
CHIVO. Cambio semántico. Juego de dados. Club, el que explota mujeres. Bueno, bonito.
CHOLERO, RA. Posible nahuatismo. Sirviente.
CHOLOTON, NA. Nahuatismo. De SHULUTUN, gordo, grande.
CHOTO. Neologismo. Descanso, Vacacion. Hacer algo de choto: gratis. Ir de choto: no obtener el resultado deseado.
CHOYUDO, DA. Posible nahuatismo. Lento, perezoso
CHUCHO, CHA. Nahuatismo de CHICHITU, perro. Cambio semántico.
Tacano. Exclamacion de asombro o de protesta, ¡A la chucha!
CHUECO, CA. Nahuatismo de Shuecue, cojo. Cambio semántico Torcido, con mala suerte. Inutil. Enfermizo. Mal hecho.
CHULON, NA. Neologismo. Desnudo.
CHUMPA. Anglicismo de JUMPER, chaqueton.
CHUMPIPE, PA. Onomatopeya. Pavo americano.
CHUNCHUCUYO. Nahuatismo. De TSUNTSUNE, con pelos o plumas, CUYUC, agujero. El ano de las aves.
CHUÑA. Neologismo. Descalzo.
CHURRIA. Neologismo. Diarrea.

DENTRAR. Afaresis. Entrar.
DENTRO. Afaresis. Adentro.
DERECHO, CHA. Cam bio semántico. Estar derecho, tener suerte.
DESCAMBIAR. Descambiar.
DESMADRE. Cambio semántico. Cosa mal hecha. Acto mal organizado.
DESTEÑlRSE. Cambio semántico. Morirse.
DIOS. Aferesis. Adios.
DILATARSE. Cambio semántico. Tardarse.
DOMAR. Cambio semántico. Engañar. Someter, dominar.
DORMIDO, DA. Cambio semántico. Engañado.
DROGA. Cambio semántico. Deuda. Anda a la droga: vete al diablo.
DUNDO, DA. Neologismo. Tonto.

EJOTE. Nahuatsimo. De ESHUT, judia.
ELOTE. Nahuatismo. De ELUT, mazorca de maiz tierno.
EMBROCAR. Cambio semántico. Alentar a alguien. Engañar.
EMBUCHACAR. Cambio semántico. Meter a Ia carcel.
ENCACHIMBADO, DA. Cambio semántico. Enojado.
ENCLENQUE. Neologismo. Enfermizo.
ENCUMBRAR. Cambio semántico. Llevar a la carcel.
ENCHIBOLARSE. Cambio semántico. Enredarse, confundirse.
ENCHUTAR. Anglicismo. De TO SHOOT, meter, poner.
ENSUCUNADO, DA. Neologismo. Encerrado.
ESTOCADA. Cambio semántico. Mal olor.

FAROLAZO. Cambio semántico. Trago de licor. Golpe.
FILO. Cambio semántico. Tener filo: tener hambre.
FORRARSE. Cambio semántico. Hartarse.
FRESCO. Ap6cope. Refresco.
FUFURUFO, FA. Neologismo. Bien vestido. Presumido.

GACHO, CHA. Neologismo. Malo, que no sirve. Feo. Latoso.
GAFO, FA. Cambio semántico. Estar sin dinero.
GALAN, NA. Cambio semántico. Bueno. Alegre. Guapo.
GARDUÑA. Cambio semántico. Ambicioso, voraz. Ladrón. Tirar a la garduña: arrojar algo para que lo gane quien lo coja.
GOLILLERO. Cambio semántico. Que asume actitudes retadoras.
GOMA. Cambio semántico. Resaca. Malestar al dia siguiente de una borra-
chera.
GUACAMOL. Nahuatismo. De AGUACAT, palta; MULI, salsa.
GUACHIMAN, NA. Anglicismo de WATCHMAN, vigilante, criado.
GUATE, TA. Nahuatismo. De CUAT, gemelo.
GUAYABEAR Cambio semántico. Aprender de memoria
GUIMBA. Neologismo. Panza, barriga.
GUIRIGUIRI. Neologismo. Habladera
GUISHTE. Nahuatismo De HUITSTI, espina, TET, piedra Pedazo de vidrio puntiagudo.

HARAGANA. Cambio semántico Silla de descanso.
HUACAL. Nahuatismo. De HUACTI, guaje; CALl, caja. Recipiente hecho con Ia mitad de un guaje. Por extensión cualquier recipiente de hojalata, peltre, etc. que sirve para agua.
HUECO, CA. Cambio semántico. Orgulloso.
HUESO. Cambio semántico. Trabajo, empleo.
HUEVAZO. Cambio semántico Golpe.
HUEVEAR. Cambio semántico. Robar.
HUEVO. Cambio semántico. A huevo, por huevos: a fuerza Huevos!, exclamación de protesta. Meterse en un huevo; meterse en problemas.

IDO, DA. Cambio semántico Distraío.
INCACHABLE. Neologismo. Inútil, poco hábil.
ISPIAR. Barbarismo. Espiar.
IYENDO. Yendo.

JACHA. Neologismo. Diente
JALON. Arcalsmo. HaIón. Cambio semántico. Llevar en un vehículo.
JARANA. Cambio semántico. Hacer jarana: hacer trampa. Tener jaranas: tener deudas.
JAYAN, NA. Cambio semántico. Grosero, mal educado.
JODARRIA. Barbarismo. Molestia.
JUMA. Neologismo. Borrachera.
JUNTAR. Cambio semántico. Recoger.
JUTE. Nahuatismo. De SHUTI, caracolillo. Cambio semántico. Moco.

LADRILLO, LLA. Cambio semántico, ladrón. Ladrillo seco: bebedor.
LANA. Cambio semántico. Dinero.
LECHE. Cambio semántico. Tener leche: tener suerte.
LENGON, NA. Cambio semántico. Hablador.
LIGERO. Cambio semántico. Rapido.
LISO, SA. Cambio semántico. Mal educado. Atrevido.
LOGA. Neologismo. Regaño.

MA. Apócope de toma. Toma.
MACIZO, ZA. De edad.
MACOLLA. Cambio semántico. Estar en la macolla. Estar bien.
MADRAZO. Cambio semántico. Golpe.
MAJE. Neologismo. Tonto.
MALETA. Camblo samantico. Bueno para nada.
MANDADO. Cambio semántico. Compra que hacen las cocineras en el mercado. Encargo, encomienda.
MANDRIO, A. Neologismo. Persona poco hábil.
MANUDO. DA. Cambio semántico. Ebrio.
MAÑA Camblo semántico. Mentiras. Malas costumbres.
MARIMBEADA. Cambio semántico. Golpiza.
MATANCINGA. Barbarismo. Matanza.
MATATA. Nahuatismo. De MATAT, red, cebadera.
MATES. Cambio semántico. Visajes, gestos.
MATON, NA. Cambio semántico. Fornido.
MECATAZO. Nahuatismo. De MECAT, cuerda. Cambio semántico. Golpe. Caida. Trago de aguardiante.
MELCOCHA. Cambio samantico. Hacerse una melcocha: adular. Amelcochados: enamorados.
MENGALA. Neologismo. Mujer de la clase obrera.
MEQUE. Apócope de mequetrefe.
MICO, CA. Cambio semántico. Coqueto. Vulva. Mica: gato; instrumento que sirve para levantar un vehiculo.
MIGUELEAR. Neologismo. Enamorar.
MOLOTE. Nahuatismo. De MOLOT, gorrión. Cambio semántico. Alboroto, tumulto.
MONOS. Barbarismo. Vamonos.
MORONGA. Posible nahuatismo. MorcilIa. Cambio samantico. Pene.
MUELA. Cambiosamantico. Inutil, poco habil.
MUMUJA. Nahuatismo. De MUMUSHTIC, cosa desmenuzada.
MURUSHO, SHA. Nahuatismo de MULUCHTIC, lana mullida, cabello crespo.

NACO,CA. Nahuatismo. Apócope de NAGUILON. Afeminado, Ilorón, cobarde.
NAGUA. Caribismo. Afaresis. Enagua.
NANA. Nahuatismo. DeNANTI, madre. Apelativo carinoso a cualquier mujer, especialmente a las niñas.
NARANJA. Cambio semántico. Madre. Nada.
NICA. Aferesis. Bacinica.
NIGUA. Caribismo. Cambio samantico. LIorón, cobarde.
NIQUEL. Moneda fraccionaria.

ÑANGO,GA. Adj. Neologismo. Gangoso.
ÑEQUE. Neologismo. Fuerza, energia. Caracter fuerte.
ÑOLA. Neologismo. Cabeza. Pena.

OCUPAR. Cambio semántico. Dar trabajo.
OJO. Cambio semántico. Ojo de agua: lugar donde hay licor.
OREJA. Cambio semántico. Confidente de la policia.

PACHANGA. Neologismo. Fiesta. Desorden.
PAISA. Adj. Apócope. Paisano.
PAJA. Cambio semántico. Hablar paja: decir tonterlas. Volarse la paja: masturbarse.
PALANCON, NA. Cambio samantico. Grande, canillón.
PANDO. DA Adj. Cambio semántico. Estar pando: tener mala suerte.
PANUDA. Cambio semántico. Mujer que tiene grande la vulva.
PARCHERO, RA. Cambio semántico. Curandero.
PATUDO, DA. Cambio semántico. Descalzo. Persona qua tiene grandes los pies.
PATULECO. CA. Adj. Neologismo. Con algun defecto en los pies, que camina mal. Mueble que no asienta bien todas las patas.
PECHE. Nahuatismo. De PECHTIC, delgado, flaco. Cambio semántico. Peche Trini: puñal.
PEGAZON. Barbarismo. Arrimo, apego.
PEGOSTE. Epéntesis. Pegote. Cambio semántico. Persona da poca estatura. Niño.
PENQUEADO, DA. De penquear. Cambio semántico. Dificil, trabajoso.
PEPERECHA. Neologismo. Prostituta.
PERICA. Cambio semántico. Exclamación de asombro.. ¡A la perica!. Cocaina
PETATE. Nahuatismo. De PETAT, estera.
PETATEARSE. Cambio semántico. Morirse.
PICARSE. Cambio semántico. Ansia de seguir bebiendo, comiendo o haciendo algo que ha comenzado.
PINCHE. Posible nahuatismo. Inutil, insignificante, malo.
PIRICHE. Neologismo. Pedigueno.
PISCUCHA. Neologismo. Barrileta.
PISTO. Cambio semántico. Dinero.
PLENGUEN. Onomatopeya. Golpe, caida.
POLVO. Cambio semántico. Coito.
PUCHICA. Exclamación. Puta.
PUPU. Anglicismo. De POOH POOH. Mierda.
PUPUSA. Nahuatismo. De PUPUSHAHUA. Hinchado. Tortilla rellena de queso, chI.charr6n, frijoles, etc. Cambio semántico. Vulva.

QUERQUE. Especie de gallinacea, rey de los zopilotes.

RALEADO. Cambio semántico. Lesionado con cuchillo.
RAZON. Cambio semántico. Recado. Dar raz6n: informar.
RECOVECO. Neologismo. Curvas, angulos, revueltas de un camino. Complicaciones.
REVIRAR. Cambio semántico. Rebotar.
RISPA. Neologismo. Prisa.
RUCO, CA. Neologismo. Ruin. Viejo.
RUNRUN. Neologismo. Rumor.

SACON. Neologismo Delator, acusador
SALIDO, DA. Da salir. Cambio semántico. Atrevido, hablador.
SAPURRUCO, CA. Adj. Diminuto de sapo.
SELEQUE. Nahuatismo. De SHELIUHQUI, cosa hendida o partida a lo largo. Cambio semántico. Flaco, delgado.
SEMITA. Barbarismo. Acemita. Nombre de una especie de pastel formado por dos capas de pan con miel en medio.
SHIPE. Nahuatismo. De SHIPEHUA, desollar. Cambio semántico. Pelon. Desnudo.
SHO. Exclamación. Epentesis de SO. Cambio semántico. Guardar silencio.
SHUCO. Nahuatismo. Da SHUCUC, agrio, fermantado.
SIMAS. Neologismo. Casi, por poco.
SIRINDANGA. Neologismo. Borrachera.
SOCO. Neologismo. Catarro de las aves de corral.
SORECO, CA. Adj. Neologismo. Tonto.

TABANCO. Nahualismo. Da TAPANGO, altillo.
TACUAZIN. Nahuatismo. Da TACUA, comer; TSIN, diminutivo. El Comeloncito. Didlephys Mesamericana. Marsupial. Cambio semántico. Ladr6n.
TALEPATE. Nahuatismo. De TALl, tierra; EPAT, zorrillo, mofeta. Chinche comun.
TAMAL. Nahuatismo. De TAMALI, especie da pastel hecho con masa de maiz relleno de came, frijoles, etc.
TAMBACHE. Nahuatismo. Lb envottono.
TANATE. Nahuatismo. De TANAT. Envoltorio, atado.
TANTEAR. Engaflar. Probar, intentar.
TAPISCAR. Nahuatismo. Cosechar, especialmente maiz.
TATA. Nahuatismo. De TAHTI, padre. Usado generalmente entre el campesinado. Nombre cariñoso que se les da a los niños.
TAYUDO, DA. Barbarismo. Duro, macizo. Persona aguantadora, desvergonzada.
TECOMATE. Nahuatismo. Da TECUMAT, calabaza.
TEMBELEQUE. Epentesis. Tembleque.
TETELQUE. Nahuatismo. De TETELQUIC, acre.’
TETUNTE. Nahuatismo. De TETUNTI, piedra paquefla.
TILE. Nahuatismo. De TILl, hollIn.
TIRICIA. Cambio semántico. Pereza.
TOCAYO. Nahuatismo. De TOCAYOTIA, nombrar. El que tiene nuestro mismo nombre.
TOLOLO. Posible nahuatismo. Tapón de cualquier materia qua obstruya un orificio.
TOTORECO. Posiblanahuatismo. Torcido. Tonto.
TRAPEADA. Cambio semántico. Ragaño.
TUMBLIMBLI. Onomatopeya deTu madre.
TUSA. Nahuatismo. Hoja seca de Ia mazorca del malz.
TUSH. Posible mayismo. Gordura, especialmante los abultamiantos an al estómago.

UJULE. Exclamación. iQue barbaridad!
UNTAR. Cambio semanuco. Complicar a otro an algun asunto. Untar Ia mano: sobornar.
UTUAL. Barbarismo. Actual. En este momento.

VAINA. Cambio semántico. Dificultad, contratiampo, molestia.
VAYA. Exclamación. Camblo semántico. Palabra comodin que cambia de sentido segun Ia entonación. Respuesta a “gracias”. Vaya los dulces : lleve los dulces. Vaya pues. amenaza o advertencia. Ah vaya: ya entendi.
VERGAZAL. Cambio semántico. Monton
VIRADO, DA. Cambo sematitico. Rapido
VOLADO. Cambio semántico. Palabra comodin. Cualquier objeto. Hacer un volado: hacer un favor Tener un volado tenar un negocio, una novia. Ir volado: ir rapidamente.
VUELTO. Dinero que sobre al hacer un pago con billetes.

ZACATE. Nahuatismo De TSACAT. hierba, pasto.
ZAPOTAZO Cambio semántico caida.
ZOPE. Nahuatismo. Apocopa de zopilota. Cambio samantico. Echar a zopa: vomitar.
ZUMBA. Cambio semántico. borrachera.
ZUMBADO. Cambio semántico. De prisa.
ZURUMBO, BA. Apócope de zurumbatico.
(Fuente: queondas.com)
Posted by El Salvador at 3:17 PM

La última cena

LA ULTIMA CENA ALEGORIAS RELIGIOSAS
CONTINUA SUFRIENDO CENSURA EN ESTA OCASIÓN EL EL DIARIO CO LATINO
comentario de Mario Castrillo censurado

LA ULTLIMA CENA

Mario Castrillo.

La última cena es la interpretación pictórica de un momento místico. Es la conmemoración de la salida de los israelitas de Egipto. Se celebra el día 14 Nisán, la noche anterior a la salida de la luna llena al comienzo de la primavera en el hemisferio norte.
En el latín la palabra cena designaba la comida que se servía después de la jornada laboral; se le conocía como la hora nona.
En esa cena Jesús se refiere a lo que va prontamente a acontecer: la traición y la mentira. La traición de Judas, que lo vendió por 30 monedas de plata, y la mentira que dirá Pedro al negar tres veces a Jesús antes de que cante el gallo esa noche funesta. Jesús augura en esa cena. El Augurio consiste en la anticipación del futuro. El augur nos remonta a la Roma Antigua, En Roma, el Augur era un sacerdote que practicaba la adivinación. El término Augurio proviene del latín Augurium.
La Última cena de Leonardo da Vinci (1452-1519), mide 4.6 metros de alto por 8.8 metros de largo y se encuentra en el refectorio de la iglesia conventual de Santa María delle Grazie, en Milán, Italia. La pintura fue un encargo del Ludovico Sforza (1452-1558), duque de Milán. La pintura de da Vinci fue realizada entre los años 1495 y 1497.
Este suceso, descrito en tres de los cuatro evangelios: Lucas, Marcos y Mateo, y que no figura en el Evangelio de Juan, es interpretado por siete artistas salvadoreños: Antonio Bonilla (1954), César Menéndez (1954), Mauricio Mejía (1955), Hernán reyes (1960), Mayra Barraza (1966), Juan Carlos Lazo Tablas (1970) y Salvador de La Mancha (1972).

Antonio Bonilla desarrolla su obra con el sello que lo caracteriza: la ironía. Nos presenta imágenes que distan de ser los plasmados siglos atrás, la Edad Media y el Renacimiento. Sus personajes son seres comunes y corrientes de nuestro pueblo, con vestimenta de la actualidad. De actualidad es también la problemática que presenta: la violencia social –no la violencia política- entre extraños conciliábulos alrededor del mesías y personajes de maras. No falta el autorretrato del autor. Jesús, la figura central, tiene sobre su testa una paloma –la del Espíritu Santo- y un corazón sangrantes rodeado de espinas. En el mantel hay una serie de ojos, significando que todo esto sucede a vista y paciencia de todo el mundo.

La interpretación de César Menéndez es más sobria. Presenta seres sombríos, rapados al estilo de las maras, luciendo camisetas. Sus rostros son anónimos, sin rasgos específicos, a excepción del de Jesús y el de Judas, que lo traicionó. La escena se desarrolla entre contrastes de colores oscuros y cálidos.

Mauricio Mejía nos presenta la escena a través del dibujo, fundamentalmente, Únicamente poseen pigmentación cálida y fría Jesús, un par de aves que revolotean en la escena y un costado del cayuco en que navega un pescador. Los personajes son de índole popular entre los cuales figura una mujer. Su estilo es el del realismo mágico. Los platos flotan sobre la mesa a excepción del cáliz de Jesús, y el saquito de las 30 monedas por las cuales Judas vendió a Jesús. Sobre la cabeza de Jesús un campesino navega en un cayuco que a un lado posee los colores del emblema patrio, imagen simbólica; a los lados, se hace referencia a escenas bíblicas de nuevo testamento: el lavatorio de los pies de los discípulos y la negación de Jesús, por parte de Pedro. Sobre estas imágenes figura una serie de cortinas que dan la impresión de ser un telón recogido.

Mayra Barraza interpreta La Última Cena con figuras de Marcel Duchamp (1887-1968), artista dadaísta incorporado posteriormente al surrealismo. Dos mujeres figuran en la escena. La imagen centra corresponde a la Gioconda que pintara Leonardo da Vinci entre 1503 y 1517. Al fondo, obras significativas de Duchamp: Desnudo bajando una escalera (1912), inspirada en una fotografía que “gráfica” el movimiento humano, la otra, es la rueda de Bicicleta (1913) con la cual Duchamp incorpora objetos de fabricación industrial y anónima, al mundo del arte, descontextualizándolos. Mas allá, grafitis sígnicos de las maras salvadoreñas. Al lado derecho del centro, empleando la Ley de la Compensación de Masas, la Eucaristía levita sobre un Cáliz. Los personajes están sentados alrededor de una mesa donde figura un tablero de ajedrez, jugo preferido de Duchamp.

Juan Carlos Lazo Tablas presenta su pintura al estilo del Pop Art, con personajes de historietas cómicas y deidades prehispánicas. Un mundo alucinante y surreal es el que presenta Juan Carlos Lazo Tablas en esta Última Cena de rico colorido. Jesús, en el centro del lienzo deja ver su corazón enredado en un arbusto sin hojas que brota de un cáliz verde. Se me figura una especie de “Bosco” moderno, con sus seres transfigurados, entre monstruos y seres humanos en una atmósfera fantástica y extraña.
Hernán Reyes desarrolla la pintura a partir de una Última Cena que realizara Rodolfo Reyes Cerrato, su padre, La Última Cena está rodeada de trazos texturales y gestuales, dinámicos y espontáneas que imprimen dinamismo a su pintura. En la parte baja, dos seres contemporáneos diminutos sostienen un diálogo en un ambiente solitario.
Salvador de La Mancha presenta una Última Cena en la cual la figura central es Monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado por un francotirador proporcionado por Mario Molina, hijo del ex presidente Arturo Armando Molina. Roberto D´aubisson, fundador del Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Monseñor, beatificado por el Vaticano, muestra su corazón sangrante. A su alrededor, de La Mancha a incorporado a doce personajes de la cultura salvadoreña que han influido en su formación como artista.
La abrupta decisión de la Secretaría de Cultura de la Presidencia, conducida por la poeta Silvia Elena Regalado (1961), de suspender la exposición a presentarse en la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué, en medio de declaraciones realmente inaceptables, obligó a los artistas y al coleccionista Gerardo Martínez, a exponer las obras en la acera de la avenida Rooesvelt en horas de la noche del 28 de abril, día de la inauguración. Este evento en gran medida improvisado fue todo un éxito.
Sucesos como éste no se produjeron ni siquiera durante las más crueles y canallas dictaduras militares de nuestro país, y ha sentado un precedente nefasto para la cultura nacional. Silvia Elena Regalado, quien no tiene ni siquiera seis meses de estar al frente de la Secretaría de Cultura de la Presidencia, nombrada por el presidente Salvador Sánchez Cerén el 22 de enero del año en curso como la máxima autoridad dentro de la cultura gubernamental, ha dejado mucho que desear con esta actitud que no inspira confianza dentro de la comunidad de artistas. No solo dentro de los artistas dedicados a la plástica, sino dentro de las demás manifestaciones del arte salvadoreño. De ahora en adelante, ¿quién va a confiar en sus palabras?
Lo que queda en claro es que a nivel de Estado, el Gobierno del Cambio, carece de una política cultural. Es más, el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) carece así mismo de una política cultural, pese a contar en sus estructuras con una Comisión de Cultura que ha guardado un silencio indignante.
Pareciera ser que con estas actitudes la Secretaría de Cultura de la Presidencia involuciona, camina para atrás, como el cangrejo. Ante estos sucesos, la Secretaría de Arte y Cultura de la Universidad de El Salvador abrió sus puertas de inmediato a los expositores e inauguró la muestra de los artistas en la Pinacoteca Roque Dalton del Alma Mater el día 11 de mayo, exposición que estará abierta hasta el 4 de junio. Y no podía ser de otra manera, la Universidad de El Salvador se ha distinguido a través de la historia de nuestro país por la libertad de cátedra, su lucha por la libertad de expresión y por la libertades democráticas, preceptos que le han llevado al cierre de sus instalaciones por regímenes oscurantistas y retrógradas.
La Universidad de El Salvador hace honor a su lema “HACIA LA LIBERTAD POR LA CULTURA”, ojaló asumiera también como suyo este lema el FMLN y la Secretaría de Cultura de la Presidencia.

Sobre el poder popular

Introducción
Miguel Mazzeo* y Fernando Stratta**

  • Docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Lanús (UNLa). Participó en

diversas cátedras libres y fue coordinador de la Cátedra Universidad y
Movimientos Sociales (UNLP, 2005) y la Cátedra Abierta América Latina
(UNMdP, 2006). Escritor. Autor de diversos libros, entre otros, ¿Qué (no) hacer?
Apuntes para una crítica de los regímenes emancipatorios y El Sueño de una cosa
(introducción al poder popular). Es militante del Frente Popular Darío Santillán.

  • Sociólogo egresado de la UBA. Ha publicado artículos en distintas revistas y

escrito, en colaboración, Las nuevas organizaciones populares: una metodología
radical y El tizón encendido. Apuntes sobre las experiencias de construcción territorial
(inédito). Participó en el libro Venezuela, ¿la revolución por otros medios?
Es militante del Frente Popular Darío Santillán.

“El obrero tendrá algún día que conquistar
la supremacía política a fin de organizar el trabajo
siguiendo líneas nuevas: tendrá que derrotar
a la vieja política que apoya a las viejas instituciones”
Carlos Marx
“La actitud ante este algo no decidido, pero
decidible por el trabajo y la acción mediata,
se llama optimismo militante”
Ernst Bloch

Sobre lo popular

Lejos de toda idealización romántica hay que reconocer que lo popular es un campo heterogéneo y contradictorio. Está habitado por las predisposiciones que contribuyen con la reproducción del sistema de dominación como también por aquellas que lo cuestionan, por las “patologías mórbidas” y las “orientaciones sanas”, al decir de Paul Ricoeur.
En el medio se extiende una zona gris que, según las coyunturas históricas, es más o menos ancha, una faja cuyos confines pueden progresar hacia uno u otro espectro. Toda política que tenga como horizonte la transformación radical de la sociedad debe cabalgar esa contradicción y transitar
una región barrosa, remisa a los purismos metodológicos y las rémoras dogmáticas.

Zona media, confines y espectros son aquí metáforas estrictas, remiten a una geografía de la conciencia. Estamos muy lejos de toda composición binaria, típica de los esquemas militares y de la izquierda más tosca. Hablamos de una
contradicción dialéctica, constitutiva de lo popular y de la condición subalterna: la humanidad deshumanizada, la insubordinación subordinada, la definición indefinida.

De esta manera lo popular remite a un locus donde imperan múltiples paradojas, que suelen ser negadas, o padecidas como un abismo insondable, por una parte del activismo de izquierda que se aferra a la falsa seguridad de sus parámetros idealistas. A su vez, existen diferencias al interior de las predisposiciones reproductivas y las cuestionadoras.

Podemos identificar entonces un modo populista y un modo popular de la intervención política popular. Para no confundir, denominaremos al segundo modo socialista.

Pero aclaramos que, en sentido estricto, se trata de modalidades con proyección socialista, del socialismo como latencia y esperanza. No estamos hablando de definiciones ideológicas, programas políticos, planes, consignas, etc. De todas formas, suponemos que queda claro de qué hablamos cuando decimos campo popular, una cualidad extensible pero no por eso ilimitada.

Ambos modos parten de la identificación de dicotomías. Pero en el caso del populismo se instituye un conflicto falso o de segundo orden, o un conflicto cuya politicidad termina siendo velada, preservando la armonía de fondo y la reproducción del sistema. Por el contrario, en el caso del socialismo las dicotomías que valen son las sustantivas, aunque los polos puedan presentar delimitaciones un tanto indefinidas.

Los procesos sociales y políticos son dinámicos y pueden redefinir esas fronteras, pueden ampliarlas o achicarlas, pero siempre dentro de límites más estrictos. Esos límites son sociales y se fundan en la certeza de que la burguesía no tiene afinidades sustantivas con las clases subalternas.
Precisamente uno de los rasgos definitorios del modo socialista de la política popular es la necesidad de articular lo político con lo social (subalterno), de pensar y hacer política con un fundamento social, de ahí la idea de enlazar y proyectar experiencias de socialismo práctico desarrolladas por las clases subalternas, de ahí el trabajo tendiente a develar la politicidad de los conflictos, incluyendo los cotidianos. Por cierto, se trata de una preocupación ajena al populismo, que concibe al pueblo como sujeto prepolítico y recurre al esencialismo o a las articulaciones meramente discursivas.

Las intervenciones políticas populistas buscan resolver las contradicciones sustantivas en función de los intereses estratégicos y de largo plazo de las clases dominantes. Despliegan un conjunto de maniobras digestivas, instauran
mediaciones. No otro es el papel histórico de los árbitros de la paz social, aunque ocasionalmente alimenten algún conflicto o restituyan algún derecho popular conculcado. Por lo general la invocación a lo popular constituye una forma de celebrar alguna alienación y de ocultar la manipulación.

Para el populismo, pueblo es la fórmula que conjura la lucha de clases.
La intervención populista instituye formas de pseudoparticipación o participación en áreas marginales, sin poder decisorio, y exige por lo tanto la mediación de caudillos o elites. El populismo es una aventura vertical, y por lo tanto sus formas no crean capital social. Para el populismo la significación universal “viene de afuera” (lo mismo que el “horizonte”) y sirve para reforzar la hegemonía burguesa. El populismo es la atracción de las clases dominantes para la “profunda penetración” de las clases subalternas. Es evidente que populismo es un concepto menos ambiguo que popular.

El socialismo trabaja para resolver la contradicción en función de los intereses de las clases subalternas; pretende la reestructuración radical de las relaciones sociales, por lo tanto la participación popular directa es clave. Para el socialismo, pueblo es la fórmula que articula pluralidades subalternas;
el hilván de luchas, construcciones y resistencias de los de abajo; el nombre de un sujeto revolucionario autoconstituido en la lucha de clases. La significación universal viene de una particularidad de base organizada y se erige en contrahegemónica.

La construcción del horizonte es colectiva. El marco de la acción del pueblo no se concibe como patológico, el pueblo no es el sujeto destinado a corear las tragedias y las apoteosis. El socialismo es una aventura horizontal.

Cuando se lo invoca desde alguna tarima se lo pervierte. El camino del socialismo está jalonado por los despojos del populismo. En sus flancos yacen las imágenes de lo que lo popular hubiese llegado a ser en el caso de asumir la deriva populista. Pero esos despojos ponen en evidencia que el socialismo no es un camino recto y fácil, por el contrario está plagado de encrucijadas, de trayectos que se bifurcan. Todo el tiempo hay que elegir. Y tratar de ir más lejos de lo posible.

Populismo y socialismo son dos modos antagónicos de construcción de las demandas globales, de representación de la totalidad mítica. Básicamente son dos modos antagónicos de inscribir las demandas. Por ejemplo, el populismo
es compatible con el clientelismo y el paternalismo, con una división de roles cuya función es evitar los contactos violentos entre las clases, una división entre los que mandan y obedecen, entre los que dan y los que reciben (repartir para el populismo es reproducir el orden social). El socialismo al
que aspiramos es incompatible con estas prácticas, bajo cualquier circunstancia.

Además el populismo y el socialismo invisten objetos parciales
diferentes. ¿Queda claro cuándo la izquierda incurre en el populismo? Las declamaciones clasistas del maximalismo mecánico no son antídoto suficiente para evitar caer en posiciones populistas.

Los significantes del populismo pueden ser hegemonizados por un discurso y una política de derecha, es decir por una política antipopular, porque en el fondo desean la preservación del orden burgués. Esto no pasa con los significantes socialistas: contrahegemónicos y antisistémicos, pretenden la descomposición del orden burgués. Por ejemplo, en la crisis de 2001 lo popular se expresó bajo la forma de un populismo antiinstitucional, pero también bajo formas antisistémicas.

El populismo también puede concebirse como el conjunto específico de estrategias de dominación desplegadas por la burguesía. En general todas estas estrategias les sirven a las clases dominantes para ocultar su rotundo particularismo. Por eso el populismo recurre a una máscara de universalidad que se autoconstruye. Esa máscara le permite desarrollar una inserción en el campo popular.

Un movimiento popular, si aspira a la condición de revolucionario y socialista, no puede clasificar a las “masas” por niveles de conciencia. Por el contrario, los sujetos dinamizadores que lo integran, los que han desarrollado mayor potencial multiplicador, los que impulsan las acciones que se transforman en varias acciones (los que en los términos tradicionales suelen denominarse dirigentes) deben aceptar esos niveles disímiles como ineludible punto de partida y trabajar en pos de la consolidación del piso más alto de conciencia posible. Se trata de incidir políticamente en el campo popular, no de trascenderlo. Una praxis popular debe articular el realismo de las condiciones con la audacia innovadora derivada de un espíritu utópico siempre desmesurado.En efecto, no se puede pensar una revolución sin un factor de desproporción.

Sobre el poder popular

El poder popular es el proceso a través del cual los lugares de vida (de trabajo, de estudio, de recreación, etc.) de las clases subalternas se transmutan en célula constituyente de un poder social alternativo y liberador que les permite ganar posiciones y modificar la disposición del poder y las relaciones de fuerza y, claro está, avanzar en la consolidación
de un campo contrahegemónico. Se trata de espacios de anticipación social y política, donde habita lo real posible (el poder popular consuma una transformación y a la vez posibilita la apertura a nuevas transformaciones), espacios cuyos modos se contraponen a los ejes principales de la política burguesa, tanto en sus versiones de derecha como en las “progresistas”: la administración de lo dado y la gestión sin fondo utópico.

El poder popular es también asumir el potencial liberador de la propia fuerza. El poder popular es la potencia latente de las clases subalternas. El poder popular es praxis, por lo tanto, exige adhesiones práxicas.

El poder popular no se puede otorgar desde arriba, tampoco puede extraerse o conquistarse de las nubes. Ahora bien, la consolidación de posiciones permanentes de poder popular exige resolver la cuestión del poder estatal. Si el Estado constituye una porción del poder, si es parte de una totalidad compleja, la lucha de clases también se expresa al interior del Estado. Es necesario observar que el ejercicio del poder estatal por parte de las clases subalternas constituye un momento instrumental en el proyecto por crear un nuevo bloque hegemónico.

Por supuesto, esto nada tiene que ver con una política de arribismo de ciertos dirigentes devenidos en funcionarios, ni con una supuesta lucha
“desde adentro”, en las entrañas mismas del edificio burocrático.

Pensar el poder popular desde el Estado es un infantilismo equivalente a pensarlo sin él. El poder popular tiene que asumir la necesidad de
ampliar la conciencia gubernamental del pueblo, de lo contrario podemos contribuir a que esta conciencia sea patrimonio exclusivo de las elites o se ponga de manifiesto solamente en el gobierno de unidades mínimas. La conciencia gubernamental del pueblo, desde un punto de vista socialista, es el primer momento de la lucha por la abolición del Estado.

Es necesario apartarse de cualquier concepción que vea en la noción de poder un aliciente para la corrosión de la especie humana. Toda relación entre los hombres es una relación de poder en tanto “el sujeto es un ensamble de relaciones sociales”. Negar el carácter desigual de las relaciones sociales es despojarlas de todo contenido humano.

El poder popular requiere el desarrollo de formas de mando. Pero un mando horizontal, democratizado, heterárquico. En ese camino, las prácticas que construyen poder popular son portadoras de una nueva institucionalidad que preanuncia las formas de la sociedad por venir. El poder popular es un poder para desactivar las potencias que objetivan,
manipulan y explotan, un poder que le permite al pueblo disfrutar de sus acuerdos, de su cohesión, de su realización, en fin, un poder que le permite “vivir”.

Así como todo Estado se sostiene en una idea de nación, pensar el poder es pensar un territorio en el que se desenvuelven determinadas relaciones sociales. El poder popular erige una territorialidad social donde se expresan las capacidades autoemancipatorias de las clases subalternas.

Pensar el poder popular, desde nuestra condición periférica, lleva a pensar en un sujeto plural, multisectorial, un sujeto social múltiple capaz de articular a un conjunto amplio de sectores sociales. El sujeto popular no es un dato de la realidad; por el contrario, es una construcción que se trasluce en proyecto. En la complejidad por articular ese sujeto múltiple reside la posibilidad de crear instancias de poder popular. Sin embargo, la articulación no es un hecho mágico. La burguesía opone obstáculos a todo lo que puede
dañar sus intereses. La dominación capitalista no se deriva directamente de sus propias estructuras sociales, existe una hegemonía burguesa que es necesario socavar.

No es posible pensar el poder desde abajo sin dar forma a una narración que otorgue sentido a las luchas populares, una historia propia que reconozca el sentir y el pensar de las clases dominadas. Pensar el poder popular implica, parafraseando a Walter Benjamin, el empeño por “cepillar la
historia a contrapelo”.

El poder popular no es populista. En la construcción de poder popular se vislumbran los cimientos de un proyecto propio de las clases subalternas que disputa hegemonía a los sectores dominantes.

Actuar, no padecer

Esta compilación tiene como uno de sus objetivos exhibir la realidad de una nueva literatura política de izquierda en Argentina. Literatura negada por todos aquellos que producen pastiches frívolos en serie; por los que prefieren la historia del arte al arte mismo, la ciencia política a la política; por los profetas falaces, huérfanos de paisaje e impermeables a la experiencia porque ya han tomado partido; por los que defienden la cultura en lugar de hacerla. Las terminologías oficiales se desvanecen en el despliegue de la propia palabra, una palabra ornamental y castrada. El trabajo con lo ficticio o lo inerte los lleva a dilatar al extremo sus poco originales pensamientos.

Carlos Marx y Federico Engels, en La ideología alemana sostenían: “Filosofía y estudio del mundo real se comparten entre sí como el onanismo y el amor sexual”. Y nosotros, por cierto, optamos por lo segundo. Para pensar el poder popular con el objetivo de construirlo y consolidarlo no alcanza con pensar otros pensamientos. Hay que extraer los materiales de otro lugar: de la misma experiencia popular, de sus conclusiones, sus síntesis, de los aportes–poco reconocidos– de sus maravillosos teóricos de base, muchas veces reacios a la literatura, otras veces imperceptibles. Por supuesto también hay que tener en cuenta los mitos colectivos y todas las regiones de penumbra.

En fin, hay que extraer los materiales de la propia vida, de la vida que se pretende cambiar a través de la lucha en los planos más diversos. Hay que huir de toda condición superflua. Ésta es la única posibilidad de alumbrar un pensamiento propio y verdadero y una teoría (aplicable) que encuentre su fundamento en la práctica. Una teoría revolucionaria es la antítesis de un liber secretus, de las cartas divinas y de los textos caídos del cielo. Hay que asumir todos los riesgos y quitarles el respirador artificial a las ideas moribundas. La
imaginación es una de las cualidades revolucionarias más importantes, más en estos tiempos de exangüe capacidad onírica. Justamente, hoy se torna necesario creer para ver.

Sin confianza en el pueblo la mirada es claudicante o autoindulgente, sin esperanza revolucionaria disminuyen las chances de descubrir y de inventar.
Los trabajos que aquí presentamos no se arrogan la condición de portadores de certezas infalibles o verdades cerradas.

Transitan sobre un campo minado de incertidumbres y posibilidades, que es la propia experiencia de las organizaciones populares. Proponen, para ese camino aciago, recorridos distantes de las rigideces de pirámide, de la angustia: apuestan a la seriedad y la alegría. Pretenden transmitir un conjunto de sensaciones derivadas del contacto con experiencias que expresan algo radicalmente nuevo.

Sin dudas, esta nueva literatura política remite a una tradición de pensamiento argentino que presenta como hitos a Manuel Ugarte, John W. Cooke, Silvio Frondizi, entre otros. Una tradición que se caracteriza por asumir la centralidad de la realidad a transformar –aunque desde ciertos parámetros
proclives al exotismo padezca una suerte de déficit escénico o alegórico–; por la reflexión en torno a los indicios concretos de esa transformación y por la vocación de consolidarlas en el presente y proyectarlas de cara al futuro. El
momento normativo resulta aquí insoslayable. La reflexión desde las prácticas concretas del campo popular (un “desde” que en muchos casos es un “entre”), la atención puesta en lo que comunican las luchas populares, los requerimientos exigidos por la elaboración de un proyecto popular, operan
como campo decodificador (o filtro) de autores, teorías, etc.

Es decir, pensamos la política desde la necesidad de intervención
concreta para hacer que nuestra vida nos pertenezca. Repudiamos toda teoría que tenga al desencanto como punto de partida. Hemos de consignar finalmente que estos textos no quieren preservar prácticas que hace tiempo han perdido su horizonte y su sentido. Por lo tanto promueven la renovación teórica de la izquierda argentina. Su desarrollo no es
ajeno al saldo de las luchas populares de los últimos años y, por qué no, de las ilusiones puestas en juego con más ímpetu en 2001 y 2002. Pero tampoco es ajeno a las síntesis realizadas por un conjunto de organizaciones populares,
protagonistas de las luchas del período 1999-2003. Por eso nosotros hoy estamos reflexionando sobre el poder popular y no sobre las alternativas para refundar el capitalismo argentino, o para construir el “auténtico” partido de la clase obrera, o sobre los caminos adecuados para constituirnos en amos, vigilantes, verdugos, tramposos o especies similares.

No somos los hijos del desastre y estas reflexiones no son fruto de la desintegración. Creemos en las posibilidades de un nuevo rumbo para la deriva popular. Aquí cabe el contraste con las organizaciones populares
que por taras casi fisiológicas no han acumulado experiencias y saberes políticos. Por cierto, muchas de ellas han retrocedido a las certezas más ancestrales e improductivas.

En fin, han ratificado su fe en los antiguos dioses. Pero, como decía Emil Cioran: “No se libran batallas en nombre de una nostalgia”. Además, su presente hace que el pasado sólo les arroje insignificantes vestigios. Y decimos insignificantes porque esos vestigios ya no sirven como tabla para
sobrevivir al naufragio.

Todo un saber político popular (inmaterial y práctico) se ha gestado al calor de las luchas de la última década. El desarrollo teórico puede servir para consolidar las prácticas más significativas y para proyectarlas al conjunto de las clases subalternas.

Atlas linguistico pluridimensional de El Salvador

Atlas linguistico pluridmensional de El Salvador (por Raul Ernesto Azcunaga L.)

Atlas lingüístico pluridimensional
de El Salvador (ALPES): nivel fonético

M.Sc. Raúl Ernesto Azcúnaga L.

Universidad Nacional (Heredia, Costa Rica, julio de 2003

Descripción del objeto de estudio

El español de América Central es un área de interés tanto para el conocimiento de las culturas e identidades de la región como para la dialectología como disciplina que trata la variación idiomática. Para la dialectología hispanoamericana, se vuelve relevante en tanto existe una escasez de estudios sobre el español de la región y debido a que el conocimiento de las variantes centroamericanas permitirán ampliar los avances de los últimos años, en el campo de la geografía lingüística en América1.

En términos generales, se han dado varios intentos de caracterización dialectal de la región centroamericana: J.I de Armas y Céspedes (1882), Henríquez Ureña (1921:360), D. Canfield (1988:21), V. Honsa (1988:745) y J.Lipski (1994:19), pero como sentencia Quesada Pacheco al citarlos:
el problema con los intentos por describir y explicar el español de América Central en calidad de una zona dialectal radica en que carecen de una base teórica de conjunto y de una metodología que los una, y por lo tanto deberán tenerse como meras hipótesis hasta tanto no se realicen generales y con un marco teórico-metodológico definido” (2000:162-164)

En los distintos países centroamericanos existen, a la vez, estudios que tratan de dar cuenta de los rasgos que caracterizan sus respectivas variaciones dialectales, pero en la mayoría de ellos, no se cuanta aún con una delimitación de zonas dialectales definida mediante la metodología de la geografía lingüística, que contribuya al establecimiento de isoglosas, a la cartografía general de la región y a una explicación de conjunto en el español de la zona.

Los estudios del español de cada país, además, han privilegiado el tratamiento del nivel léxico, en la búsqueda de la definición de amplios catálogos de palabras que puedan considerarse nacionales: hondureñismos, costarriqueñismos, salvadoreñismos, etc. Se cuenta con diccionarios que dan muestra de esto en todos los países (Guatemala: Armas (1971); El Salvador: Salazar García (1910), Geoffroy Rivas (1975), Casalve (2002), Romero (2003); Honduras: Membreño (1982); Nicaragua: Castellón (1939), Rabella y Pallais (1994), Van der Gulden (1995), Castrillo Gámez (1966), Valle (1972); Costa Rica: Gagini (1892, 1919); Quesada Pacheco (1992, 1996) y Panamá: Revilla (1976), Agulera Patiño (1951), Alfaro (1968), entre otros por país.

Ha estado presente también, en la región un interés por explicar variaciones de índole fonética (Guatemala: Alvar (1980), Canfield (1951), Lentzner (1938), Predmore (1945); Nicaragua: Lacayo (1954, 1962), Lipski (1989), Ycaza Tigerino (1980); El Salvador: (Bonilla (1950), Gozález Rodas (1963), Pedro Geoffroy Rivas (1975, 1978), L. Canfield (1953,1960), J. M Lipski (1985, 1986, 1987); Honduras: Amastea (1989), Lipski (1983, 1986,1987), Costa Rica: Agüero (1960), Arroyo Soto (1971), Chavarría-Aguilar (1951), J. Wilson (1971,1980), J. Quesada Pacheco (1984), Quesada Pacheco (1992).
Investigaciones en otras áreas lingüística como la sintaxis y la morfología tienen mayor retraso.

En el caso específico de El Salvador, se presentan en la investigación sobre el español dos momentos claramente diferenciados2, que se relacionan con el desarrollo mismo del estudio de la lengua en esta parte del mundo: los estudios de índole normativo-academicista de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y los de mayor rigurosidad científica de la segunda mitad del siglo XX en adelante.

Los primeros se desarrollaron con la pretensión de señalar y corregir todas aquellas expresiones que se alejaban de la norma culta; entre los principales trabajos se destaca el “Diccionario de Provincialismos y Barbarismos Centroamericanos, y Ejercicios de Ortología Clásica” (1910) de Salomón Salazar García.

Dentro de los segundos, de tipo descriptivista, son los trabajos de Geoffroy Rivas (1975, 1978) los estudios más relevantes. Geoffroy Rivas basa sus investigaciones en los principios de la relación entre el lenguaje y la sociedad de E. Sapir y la explicación del español americano propuesta por Pedro Henríquez Ureña; según la cual, en América hay cinco zonas dialectales:
el carácter de cada una de las cinco zonas se debe a la proximidad geográfica de las regiones que las componen, los lazos políticos que las unieron durante la dominación y el contacto con una lengua indígena principal” (1921:357-390).

El Salvador, junto a México, Nuevo México y la mayor parte de América Central pertenecen a la primera zona (de norte a sur) bajo la influencia del náhuat.
Geoffroy Rivas se empeña en demostrar la influencia del náhuat3 en el español salvadoreño en el nivel léxico (conformación de palabras)4 y en el fonético mediante la persistencia (sustrato) del sonido fricativo palatal sordo del pipil en muchas expresiones de uso cotidiano en la población salvadoreña. Sus trabajos tienen un carácter relevante por ser los únicos que se proponen como objeto el español salvadoreño en su totalidad (estudio global), se alejan del academicismo, abordan los diversos niveles de la lengua y no se sustentan solamente en la literatura costumbrista. Como el mismo autor señala:
Me he dedicado desde hace años al estudio del idioma, no en su aspecto académico, no conforme a las frías y rígidas normas (…) sino observando los cotidianos cambios que el pueblo –ese genial modificador de las lenguas- va introduciendo en ellas” (Geoffroy Rivas;1966:7).

Hoy en día se puede demostrar que muchos de los fenómenos considerados influencia del náhuat, también ocurren en zonas lingüísticas de toda América en las que nunca se habló aquella lengua, si bien se reconocen las influencias de las lenguas indígenas en general al español de América.

Otros trabajos importantes, específicos del área fonética son: el análisis del lenguaje costumbrista en una muestra literaria de Publio González Rodas (1963); un pequeño estudio sobre la necesidad de la SH en el español salvadoreño de Carlos Bonilla (1950); las observaciones sobre el español salvadoreño y los andalucismos en la pronunciación salvadoreña de L. Canfield (1953,1960); las referencias a la fonética del español salvadoreño en el estudio del español centroamericano de J. M Lipski (1985, 1986, 1987) y el artículo descriptivo del español que se habla en El Salvador y su importancia para la Dialectología Hispanoamericana de este mismo autor (2000).

Estos estudios aportan al conocimiento del español de El Salvador, pero no explican las diferencias entre las distintas regiones del territorio, ni dan cuenta de la distribución geográfica de los fenómenos señalados; lo que lleva a plantear un estudio de esta índole y con las características de un Atlas Lingüístico, pues siguiendo a Coseriu el único método enteramente adecuado para la dialectología es la geografía lingüística, que encara directa e inmediatamente la variedad idiomática (1981:18).

Por otra parte, este trabajo, Atlas Lingüístico Pluridimensional de El Salvador (ALPES), se enmarca dentro de la perspectiva de la geolingüística pluridimensional, método dialectológico y comparativo, que presupone el registro en mapas espaciales de un número relativamente elevado de formas lingüísticas (fónicas, léxicas o gramaticales) (Coseriu 1985: 103) que incorpora a la dimensión diatópica las dimensiones diastrático y diafásica con los parámetros diasexual, diageneracional, así como la dimensión dialengual en casos necesarios (Radtke & Thun 1996: 25-49) para dar cuenta de forma más amplia y sistemática de la variación lingüística.
En el ALPES partiendo de la tal marco teórico y del reconocimiento de que la lengua no sólo cambia en la dimensión diatópica (geografía), sino que también lo hace en la dimensión diastrática (social), se propone estudiar las diferencias lingüísticas por regiones considerando en los informantes el sexo (parámetro diasexual) y la generación (parámetro diageneracional), es decir, se considera la variación de la lengua en función de si el hablante es hombre o si es mujer, si es joven o mayor, para establecerá para cada fenómeno lingüístico sus propios límites por variable geográfica.
El ALPES busca ser un estudio dialectal global del país por lo que abarcará la totalidad del territorio salvadoreño en la definición de los puntos de la red.
El nivel lingüístico de estudio en el ALPES es el nivel fonético y se rastrearán las siguientes realizaciones: 1) vocales /a/, /e/, /o/ postónicas finales; 2) /b/ en posición inicial, tras /ui/, /l/ y /r/; 3) /d/ tras /eu/, /l/, /r/ y /–ando/; 4) /g/ tras /ui/, /l/ y /r/ 5) /f/ ante vocal, ante /ie/ y /ue/; 6) /s/ inicial, intervocálica, final, final y ante t, ante /p/, /k/, /b/, /d/, /g/, /m/, /n/, vibrante /r/ y ante /l/; /x/ en posición inicial ante vocal; 7) /_/ en posición intervocálica e inicial; 8) /n/ posnuclear y final; 9) /r/ final, /r/ intervocálica, ante /n/, /m/, /l/ y /s/; 10) /j/ inicial, intervocálica y tras n; 11) /tr/ inicial e intervocálico; 12) los grupo consonántico /str/, /ndr/, /ldr/ 13) la deshiatación y el cambio de acento.
Tal es objeto de este proyecto de investigación, el establecimiento de un Atlas Lingüístico Pluridimensional de El Salvador. Nivel Fonético (ALPES).

Justificación

En América Central los estudios lingüísticos tienen pendiente la enorme tarea de dar explicaciones pertinentes y de conjunto, por país y de la región en su totalidad, sobre las variantes dialectales del español y la descripción completa y comparativa de las lenguas indígenas y los creoles.
En el caso del español, en El Salvador, al margen de los estudios –escasos y poco conocidos- de aspectos específicos en el nivel fonético, los trabajos con los que se cuenta (ver apartado 4), no se proponen en ningún momento establecer límites geográficos a los fenómenos que señalan, por una parte, y por otra son trabajos que datan algunos desde mediados de siglo XX y otros desde hace ya tres décadas; y la lengua, al igual que los cuerpos teóricos que explican el fenómeno lingüístico han continuado su desarrollo. De igual forma ninguno de estos trabajos presenta la metodología de la geografía lingüística. De aquí la necesidad de proponer como imperioso objeto de estudio para el conocimiento del español salvadoreño en el área fonética la definición de un Atlas Lingüístico.

EL atlas lingüístico de El Salvador permitirá presentar una visión espacial simultánea de fenómenos lingüísticos, con la cual se potenciarían deducciones de orden histórico, general y comparativo (Gimeno, 1994: 82); constituirá un inventario de formas lingüísticas del español salvadoreño y permitiría corroborar la existencia de ciertas formas, cómo coexisten dos o más formas y cómo otras van quedando reducidas.
Además de corroborar la existencia de los rasgos fonéticos señalados como característicos del español dialectal salvadoreño y su estado actual, el ALPES servirá de base para futuras investigaciones en el país que busquen profundizar en ciertas áreas de este mismo nivel fonético; servirá a posteriores trabajos de carácter diacrónico; y se convertirá, dada su metodología, en un eslabón para el establecimiento de las variaciones dialectales en la región centroamericana y en un criterio de comparación para las otras variantes de los países vecinos.

Objetivos de la investigación

Objetivos generales
1. Estudiar la distribución de los fenómenos lingüísticos del nivel fonético del español de El Salvador, considerando las variaciones diatópicas (geográfica) y diastráticas (de sexo y generacional) desde la perspectiva teórico-metodológica de la geolingüística pluridimensional.
2. Contribuir al conocimiento del español salvadoreño, en específico, y del español centroamericano, en general.

Objetivos especificos
1. Cartografiar desde la perspectiva geolingüística pluridimensional mapas que den cuenta de la variación diatópica y diastrática del español en El Salvador en el nivel fonético.
2. Establecer zonas dialectales generales a nivel del español en El Salvador
3. Corroborar la vigencia de los fenómenos fonéticos tradicionalmente considerados como característicos del español de El Salvador.
4. Comparar los resultados obtenidos con similares en el ámbito centroamericano.

Estado de la cuestión

Los estudios del español salvadoreño en el nivel fonético no son muy abundantes. Los más importantes son:
La propuesta sobre la necesidad de la /sh/ en el español salvadoreño de Carlos Bonilla (1950), que tiene como base según el autor que :
el idioma de Castilla ha tenido que aceptar varios injertos de las lenguas indígenas (…) y aunque muchas de esas palabras han sufrido ya la castellanización, aquí aún entre los salvadoreños aún conservan su pronunciación primitiva, y para la cual el castellano no tiene letras aparentes (sic) ( Revista La Universidad (marzo-abril 1975): 12- 13).
Presenta un listado de 37 palabras con el sonido /sh/.
Las observaciones sobre el español salvadoreño y los andalucismos en la pronunciación salvadoreña de L. Canfield (1953,1960), que describen el habla de El Salvador de mediados del siglo XX, señala que “además de ser la tierra de buir a traer, andate y ¡primero Dios! el castellano en El Salvador tiene ciertos rasgos fonéticos que saltan al oído del extranjero…”
El análisis del lenguaje costumbrista en una muestra literaria de Publio González Rodas (1963), en el que se identifican en la novela “Jaraguá” de Napolén Rodríguez Ruiz, fenómenos lingüísticos diversos como la dislocación del acento, la destrucción del hiato, la asimilación y disimilación, el yeísmo, los metaplasmos por adición y supresión, metátesis, vocalización, consonantización y la aspiración.
En la década de 1970 surgen los trabajos de Geoffroy Rivas (1975,1978) que tratan de dar a la lengua salvadoreña una explicación de sus orígenes y de su desarrollo. Geoffroy Rivas intenta en aquellos años que germinan la agudización del conflicto armado salvadoreño de la década de 1980, dar el carácter reinvindicativo de lo que es y será nuestra lengua y desde la perspectiva de un momento crítico darle legitimidad a lo indio, ya campesinado, al pueblo mal hablado ante la norma culta.
Los trabajos de mayor actualidad son las referencias a la fonética del español salvadoreño en el estudio del español centroamericano de J. M Lipski (1985, 1986, 1987) y el artículo descriptivo “El español que se habla en El Salvador y su importancia para la dialectología hispanoamericana de este mismo autor (2000) en donde sistematiza los trabajos hasta ahora realizados y presenta muestras de la literatura costumbrista salvadoreña.

Estos trabajos son importantes, como se señaló anteriormente (en el punto 3), pero ninguno toma el área fonética como tema central, ni son realizados como un estudio específico de geografía ligüística. De tal manera que el estudio de zonas dialectales en El Salvador es completamente novedoso y necesario. Así como lo son trabajos comparativos entre los países de la región.

Marco metodológico

La presente investigación se enmarca dentro de la denominada geografía lingüística pluridimensional (Radtke & Thun 1996: 38), en la cual se consideran variables sociales en la distribución de los fenómenos lingüísticos en estudio. La geografía pluridensional permite tener una visión más global de las distribuciones de los fenómenos lingüísticos en el territorio.
Las variables sociales que se contemplan para esta investigación son: el sexo y la generación. El estudio de estas variables –sexo y generación- posibilita una descripción más completa de la dinámica del sistema lengua e incorpora sectores otrora marginados en la selección de informantes en el marco de la dialectología o de la geolingüística.
En la definición de este Atlas Lingüístico Pluridimensional de El Salvador (ALPES) se toma el nivel fonético como material de estudio. Se indagará sobre la distribución regional de ciertos rasgos considerados característicos de la fonética del español salvadoreño, en específico, y del español centroamericano en general.
En cuanto a la espacialidad, el ALPES es un estudio global de todo el territorio salvadoreño, el cual comprende 20, 460 kms2., con una población aproximada de 6 millones (anexo No. 1).

Definición de puntos de la red

En consideración a los factores expuestos por Montes Giraldo (1995: 92-93) presentado en punto 1.2.3 de este proyecto, se definen los siguientes parámetros como requerimientos básicos para formalizar la red de puntos en El Salvador:
1.Distribución geográfica: se ha pretendido que haya una distribución homogénea en el territorio, sin grandes acumulaciones que dificulten la cartografía ni grandes áreas sin puntos de encuesta.
2. Presencia de todos los departamentos (provincias) del territorio: El Salvador se divide política y administrativamente en 14 departamentos, de cada uno de ellos se ha tomado al menos 1 puntos y en los más grandes y densamente poblados 2.
3. Preferencia en el estudio de localidades urbanas y no de reciente formación: La demografía salvadoreña se caracteriza por concentrar grandes cantidades de población en las tres ciudades más grandes (Santa Ana, San Salvador y San Miguel) y en el resto del país la tendencia es que las cabeceras departamentales aglutinen al grueso de la población y se conviertan en centros de irradiación cultural y lingüística.

4. En atención a la naturaleza nacional del estudio y de las características de la región se han considerado la variedad dialectal del territorio y las zonas de contacto interdialectal fronterizas en el occidente con Guatemala y el norte con Honduras.
Las localidades seleccionadas como objeto de estudio, con el símbolo que aparecerá en el cartografiado, son las siguientes:
RED DE PUNTOS ALPES

N Localidad Departamento Símbolo
1 Metapán Santa Ana SA-01
2 Santa Ana Santa Ana SA-02
3 Ahuachapán Ahuachapán A-01
4 Sonsonate Sonsonate S-01
5 Acajutla Sonsonate S-02
6 Nueva San Salvador La Libertad LL-01
7 Quetzaltepeque La Libertad LL-02
8 Chalatenango Chalatenango CH-01
9 La Palma Chalatenango CH-02
10 San Salvador San Salvador SS-01
11 Panchimalco San Salvador SS-02
12 Cojutepeque Cuscatlán C-01
13 Zacatecoluca La Paz LP-01
14 San Vicente San Vicente SV-01
15 Sensuntepeque Cabañas Sen-01
16 Usulután Usulután U-01
17 El triunfo Usulután U-02
18 San Miguel San Miguel SM-01
19 San Francisco Gotera Morazán M-01
20 La Unión La Unión LU-01

Estos punto son ubicados en el anexo No. 2.

Técnica de investigación

La encuesta es la base para la recolección de datos en el ALPES, que sigue en este aspecto la metodología de la geografía lingüística clásica. Se complementará la información con una entrevista previa al informante, en la cual le preguntan aspectos generales de la localidad y datos básicos sobre su historia de vida.
En la administración del cuestionario se opta en ALPES por la encuesta directa, es decir el encuestador y el informante frente a frente. Todo el material de estudio se registrará en cintas magnetofónicas, por el mismo encuestador.

El cuestionario

El cuestionario del ALPES es el propuesto para el establecimiento del Atlas Lingüístico Etnográfico de Costa Rica,(ALICORI) por M. A. Quesada Pacheco (1992).
La utilización de este cuestionario en el proyecto ALPES permitiría establecer una matriz de datos para la realización futura de estudios de geografía lingüística de América Central en su conjunto, lo cual aportará en gran medida a la explicación de las variantes dialectales del español de la región.
Del cuestionario en mención se retomó la parte correspondiente al nivel fonético (anexo No. 3) previa una prueba piloto (punto 6. 8) que corroboró la validez del instrumento en comunidades lingüística salvadoreña.
Al cuestionario propuesto por el por M. A. Quesada Pacheco se le hicieron modificaciones de dos tipos:
1) Modificación de la redacción de aquellas preguntas referidas al contexto costarricense (preguntas número 1, 12, 15, 23,43, 46 y 47).
2) Incorporación de preguntas para sondear la neutralización de /b/ y /g/ ante /ue/ y cambio en el acento (4 preguntas)
El cuestionario de ALPES consta de 60 preguntas, las cuales responden, casi en su totalidad, al tipo de preguntas indirectas denominadas como NAMING, es decir, preguntas que buscan la respuesta por medio de una perífrasis (Chambers y Trudgill, 1994:46-49) y una minoría es por oposición.

Informantes

De acuerdo al enfoque pluridimensional del ALPES, los informantes no siguen la caracterización clásica NORM´S (nonmobile, older, rural males; de Chambers y Trudgill (1994:56-59)) se mantiene únicamente las características de “nonmobilie” y se incorporan al estudio las variable diastráticas de sexo y generación. (ver punto 5. 1.2.4)
Las características generales de los informantes informantes serán las siguientes:
1. Nativos de la localidad o residentes por más de 20 anos.
2. Con edades comprendidas entre los 60 y los 80 años para la generación mayor y de 30 a 40 para la generación joven.
3. Analfabetos o con escasa instrucción.
4. Con ascendientes y cónyuge nativos de la localidad.
5. Personas poco viajeras y que no hayan residido fuera de la comunidad durante mucho tiempo.
6. Personas con dominio de sus facultades mentales.
7. Personas con dentadura completa.
Se seguirá el criterio del informante único por cruce de variables, así:
1 informante mujer-mayor
1 informante hombre-mayor
1 informante mujer-joven
1 informante hombre-joven
Aunque siempre que sea posible —o cuando las circunstancias lo requieran— se registrarán informantes secundarios, sobre todo en aquellos casos en que la información no sea en partes audible, o en que el informante presenté poca fiabilidad.
El ALPES trabajará con un total de 80 informantes, de los cuales en atención a las variables sexo y generación, y a su cruce se dividirán en: 50% mujeres y 50% hombres; un 50% mayores y un 50% jóvenes.

Transcripción fonética

El procedimiento de transcripción fonética a utilizar es el denominado indirecto, se desarrollará, a partir de la grabación de la encuesta. El alfabeto que se empleará es el Alfabeto Fonético Internacional y los rasgos se presentarán en términos de la fonética y fonología funcionales.

Ordenamiento, clasificación del material y cartografía

Con el material transcrito y analizado se procederá al establecimiento de las isoglosas, al trabajo de cartografía y a la caracterización las zonas dialectales.
Se utilizarán dos clases de mapas:
a) Mapas lingüísticos puntuales o sintéticos: Se presentará un mapa por cada uno de ítemes investigados.
b) Mapas lingüísticos analíticos: Se presentará una elaboración, por medio de símbolos especiales, de las zonas identificadas.

La nomenclatura a utilizar es la diseñada en “Fonética del Español de Costa Rica: Análisis Geolingüístico Pluridimensional” (Vargas 2000) y “Aspectos Morfosintácticos del Español de Costa Rica” (Castillo 2000).

Prueba piloto

La validación del cuestionario se realizó en dos vías:
1) Aplicación del cuestionario original, con la modificación de redacción en que aquellas preguntas y respuestas que hicieran relación directa a la cultura y realidad costarricenses. (preguntas 1, 12, 15, 23,43, 46 y 47).
2) El estudio detallado de lo que cada pregunta busca sondear, es decir, los rasgos característicos. que servirán de parámetro para establecer el Atlas.
En la prueba piloto se administró el cuestionario a una muestra no aleatoria en las comunidades de Texistepeque y Ciudad Arce, de los departamentos de Santa Ana y La Libertad respectivamente, a un total de 8 informantes: 2 hombres-mayores; 2 mujeres-mayores; 2 hombres-jóvenes y 2 mujeres jóvenes.
Esta aplicación permitió identificar las preguntas y palabras-respuesta que generaban dificultad para los informantes y proponer su respectiva modificación.(anexo 5). De las 51 preguntas propuestas para el ALCORI se modificaron:
La redacción de las preguntas pero manteniendo la palabra-respuesta: Siete preguntas, las número: 1, 12, 15, 23,43, 46 y 47.
La redacción de las preguntas y la palabra-respuesta: Seis preguntas, las número 3,5, 23 27, 31 y 50.
El análisis del cuestionario permitió reconocer la enorme coincidencia de fenómenos identificados tanto en El Salvador como en Costa Rica, incorporar aspectos que pueden ser relevantes en el español salvadoreño (neutralización de /b/ y /g/ y cambios de acento) no considerados en la encuesta original, su respectiva incorporación mediante ítemes y reconocer aquellos fenómenos que aunque no son directamente relevantes para el español salvadoreño si lo son para los estudios comparativos en el español centroamericano (por ejemplo, realización de /r/ y de los grupos /tr/ inicial e intervocálica y la de los grupos consonánticos /str/, /ndr/ y /ldr/).

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Estudios canónicos del español salvadoreño (2004)

Estudios canónicos1 del español salvadoreño

Por: Raúl Ernesto Azcúnaga López2 Universidad de El Salvador raulazcunaga@uesocc.edu.sv
Ponencia del Congreso Nacional de estudiantes de Letras de la Universidad de El Salvador, 1 de octubre de 2004.

I. ¿Qué son los estudios canónicos del español salvadoreño?
A manera de sentencia se repite que “la ciencia que no se aleja de sus orígenes no ha avanzado”; este enunciado es un intertexto del mito griego del necesario parricidio para pasar al frente. La lingüística del siglo XX, ciertamente, ha dado muestras de esto reinventándose como ciencia en más de una ocasión, desde la publicación del Cours de linguistique genérale de Saussure (1915 ), hasta llegar hoy en día, principios del siglo XXI, a toda una polifonía de teorías tratando de encontrar el tono adecuado para cantar a la lengua. A poco más de cuatro décadas de haber salido a la luz el trabajo de Saussure, un joven de menos de treinta años estaba echando al traste, sin dejar piedra sobre piedra el estructuralismo (norteamericano), Noam Chomsky (Syntactic structures, 1957), y después del fugaz paso de Chosmky por Vietnam las aguas otra vez se movieron, en la dirección de las tesis de la escuela de Praga de 1928 (Travaux du cercle lingüistique de Prage,1929): el funcionalismo. En la actualidad la torre de Babel no sólo es entre las lenguas, sino entre los lingüístas. En El Salvador, como en un mundo paralelo, sin lo vertiginoso de la teoría lingüística general, con el mutismo que raya en el contra sentido de la historia y la vida, han surgido intentos por visualizar ese objeto de estudio que es la lengua, antaño privilegio de monjes, eruditos e iniciados. Sin la coraza virtual que la teoría moderna brinda para atacar la realidad, en el cuerpo a cuerpo de la batalla, distintos estudiosos salvadoreños pelearon con el ángel de la lengua salvadoreña por una bendición.
1. Según el diccionario por canon se entiende la regla o precepto; el conjunto de normas o reglas establecidas por la costumbre como propias de cualquier actividad. Par nuestro caso los estudios canónicos del español salvadoreño son los estudios que tradicionalmente se han considerado como la explicación para nuestra forma de hablar, y que con el paso de los años se ha tomado como la explicación dada, como el modelo, sin más.
2. Profesor de Lingüística en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente, candidato a Doctor en Artes y Letras de América Central con énfasis en Lingüística Teórica por la Universidad Nacional de Costa Rica.
En términos generales se presentan en la investigación sobre nuestro español dos momentos claramente diferenciados que se relacionan con el desarrollo mismo del estudio de la lengua (la teoría) en esta parte del mundo (Cfr. Azcúnaga 2003: 5): los estudios de índole normativo-academicista de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y los de mayor rigurosidad científica de la segunda mitad del siglo XX en adelante. Los primeros se desarrollaron con la pretensión de señalar y corregir todas aquellas expresiones que se alejaban de la norma culta; entre los principales trabajos se destaca el Diccionario de provincialismos y barbarismos centroamericanos y ejercicios de ortología clásica (1910) de Salazar García. Dentro de los segundos, de tipo descriptivista, los trabajos de Geoffroy Rivas (1969, 1975, 1978, 1987, 1998) son los estudios más relevantes. Geoffroy Rivas basa sus investigaciones en los principios de la relación entre el lenguaje y la sociedad de Sapir enmarcan (1921). Geoffroy Rivas (1901-1979) sobresale entre el grupo tan selecto, como desconocido, de estudiosos del español salvadoreño, tanto por sus por sus publicaciones como por lo controvertido de su vida política, poética y periodística. Tomado del “Diccionario de autoras y autores de El Salvador” Cañas Dinarte (2002).

Geoffroy Rivas es uno de los estudiosos más citados y quizás más conocidos cuando se habla del náhuat de El Salvador y del español salvadoreño en el país. En los estantes de bibliotecas públicas y de casas de la cultura, el único. El trabajo lingüístico de Don Pedro se ha vuelto en una especie de libro del pueblo del habla salvadoreña: Toponimia náhuat de Cuscatlán (1961), El español que hablamos en El Salvador (1969,1975,1998) y La lengua salvadoreña (1978,1987,1998).

Entre la vasta producción periodística, académica y poética de Geoffroy Rivas, para Lara Martínez (2001, ponencia) “en el terreno de la antropología, sus trabajos más elaborados son los que se centran en la lingüística descriptiva. Sus aportes más originales son varios léxicos o diccionarios sobre el náhuat o pipil de El Salvador, y sobre el español coloquial o lengua hablada”. Ciertamente, Geoffroy Rivas es quizás el único académico salvadoreño en estudiar los distintos niveles del español salvadoreño y tener dos publicaciones al respecto. Además, de que sus libros hayan sido reeditados y sus teorías y explicaciones a la mejor manera de un Dionisio de Tracia no se discutan, sino se admiren y repiten. Geoffroy Rivas es el fundador y pionero de los estudios del español salvadoreño, si bien hay trabajos anteriores, que hoy se pueden tildar (algunos) de mayor rigor aún que los de Geoffroy Rivas (Bonilla (1950), González Rodas (1963); Canfield (1953,1960); la labor de Geoffroy Rivas lo ha situado en este sitial para la posteridad.

II. Relectura de los estudios canónicos del español salvadoreño

Geoffroy Rivas en sus estudios parte del reconocimiento del español salvadoreño como variante del idioma español “La lengua salvadoreña es una de las variantes del español que se habla a lo largo del continente americano” (1987: 7) y en su producción lingüística general, se entrecruzan los estudios del náhuat y del español, esto lleva a una correspondencia entre sus publicaciones, como se observa en las fechas de sus escritos (cfr. Lara Martínez 2001):
-Algunas toponimias salvadoreñas, Sábados de Diario Latino, 9 de noviembre de 1957. -¿Pipil versus nahuatl? Sábados de Diario Latino, 30 de noviembre de 1958. -Origen y evolución de las lenguas romances, La Universidad, Revista Trimestral de La Universidad de El Salvador, Año LXXXII, Nos. 3-4, julio-diciembre de 1958: 207-214. -El pipil de la región de los Itzalcos por el Profesor Próspero Arauz. En: Próspero Arauz. El pipil de la región de los Itzalcos. San Salvador: Departamento Editorial del Ministerio de Cultura, 1960: 7-14. -Toponimia nahuat de Cuscatlán. San Salvador: Editorial Universitaria, 1961. Segunda edición, aumentada y corregida: Dirección de Publicaciones, 1973. -Toponimia nahuat de Cuscatlán de Geoffroy Rivas. Tribuna Libre, 12 de noviembre de 1961. -Discurso pronunciado en la Academia Salvadoreña de la Lengua. Cultura, Revista del Ministerio de Educación, No. 39, enero-febrero-marzo de 1966: 13-26. -Fonología del masiewalli de nahuatl de Tetelcingo. Anales, Publicación del Patrimonio Cultural, Nos. 42-48, 1968-1975: 83-99. – El nawat de Cuscatlán. Apuntes para una gramática tentativa. Salvador: Dirección de Publicaciones, 1969. – El problema del origen y evolución del lenguaje. Centroamericanos, Nos. 305-306, Año 29, 1974. – El español que hablamos en El Salvador. San Salvador. Dirección de Publicaciones, 1975. – La lengua náhuat. La Cofradía, Publicación de la Administración del Patrimonio Cultural, No. 8, agosto de 1977. – La lengua salvadoreña. San Salvador: Dirección de Publicaciones, 1978.

Los trabajos de Geoffroy Rivas sobre el español salvadoreño, como ya se mencionó, se enmarcan en la explicación del español americano propuesta por el humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña, según la cual:
“en América hay cinco zonas dialectales: el carácter de cada una de las cinco zonas se debe a la proximidad geográfica de las regiones que las componen, los lazos políticos que las unieron durante la dominación y el contacto con una lengua indígena principal” (Henríquez Ureña 1921:357-390).

El Salvador, junto a México, Nuevo México y la mayor parte de América Central pertenecen a la primera zona (de norte a sur) bajo la influencia del náhuat. Sin embargo, en las notas de La lengua salvadoreña no se hace referencia alguna al dominicano y El español que hablamos en El Salvador carece de cuerpo bibliográfico. Al hacer una lectura integrada del trabajo de Geoffroy Rivas, como un solo texto, se encuentra que en el discurso de incorporación a la Academia salvadoreña de la lengua (1966) –que sirvió de base para la publicación de El español que hablamos en El Salvador(1969)-, Geoffroy Rivas desarrolla su concepción teórica lingüística básica:
1. Crítica a la concepción purista de la lengua, léase a la gramática tradicional.
“Los gramáticos suelen protestar airadamente por los atropellos que hablantes y escritores cometemos a diario, violando las sagradas normas que rigen el hablar y escribir correctamente el idioma.” (…) Quienes luchan inútilmente por la “conservación del idioma” olvidan que están frente a un fenómeno histórico, cambiante y multiforme, que sólo puede ser conservado cuando ha muerto” (1966). Texto repetido en El Español que Hablamos en El Salvador, (EEHES en lo que sigue) (1969: 3-4).
2. Relación entre lenguaje, pensamiento, cultura y sociedad. Geoffroy Rivas, con base a ideas Sapir (Lenguaje; introducción al estudio del habla 1921) escribe:
“…el lenguaje, tiene desde luego, un escenario (…) este escenario posee, a su vez, un marco perfectamente delimitado: el marco cultural, la cultura del grupo (…) esto no quiere decir que exista una relación forzosa entre lengua, sociedad y cultura. Tampoco significa que haya una relación de causa a efecto entre cultura y lenguaje” (1966). Texto repetido en EEHES (1969: 4).
3. Conceptos de “substrato”, “superestrato” aparejados a la vinculación sociedad, cultura y pensamiento.
“Los lingüístas han estudiado las consecuencias del contacto (…) la observación ha demostrado que una lengua que extiende a expensas de otra conserva sus rasgos fundamentales, desde el punto de vista fonético, morfológico y lexicográfico, pero que evoluciona de manera distinta, según sea la lengua con la cual entra en contacto. Muchas de las características adquiridas en el curso de esta evolución, pueden, por tanto, atribuirse a la persistencia de hábitos de pensamiento, de pronunciación y de expresión de los individuos que adquieren el nuevo idioma” (1966). Texto repetido en EEHES (1969: 6).
4. El español de América sujeto a una serie de procesos de tipo sociocultural, de mestizaje y cambio.
Si bien Geoffroy Rivas parte del reconocimiento de factores diversos en la conformación del español de América (marinerismos, voces caribes, conformación de una lengua franca o de compromiso en España) (La Lengua Salvadoreña 1987: 7-14) es en la influencia de las lenguas indígenas en donde visualiza el pilar para la comprensión del español americano. Refuta a Amado Alonso la consideración de la nivelación realizada por todos los expedicionarios en el siglo XVI como la base de los modos de hablar el español en América, señalando que:
“El ilustre maestro español soslaya considerar la participación de las lenguas indígenas en los cambios sufridos por el español en América” (1987: 10).
De la influencia de las lenguas indígenas –dice en la Lengua salvadoreña- en la misma argumentación:
“sí es necesario hablar, porque no se trata solamente de la incorporación de indigenismos sino también de importantes modificaciones introducidas por los indígenas en el español, no sólo enriqueciendo el vocabulario, sino también alterando radicalmente la morfología y la sintaxis, provocando cambios semánticos determinados por las formas de pensamiento y las maneras de vida de los pueblos americanos” (1987:10) .
5. La influencia del náhuat en el español (nahuatización del español) tiene dos grandes momentos: 1) cuando los españoles asimilaron vocablos nahuas al español y 2) cuando los náhuas comenzaron a hablar español. La asimilación de palabras indias al español es general al español en toda América continental y del Caribe; Geoffroy Rivas reconoce que a nivel léxico (conformación de palabras) y en el fonético mediante la persistencia (sustrato) del sonido fricativo palatal sordo del pipil en muchas expresiones de uso cotidiano en la población salvadoreña3, como en las palabras “shuco”, “alguashte”, “guishte”, “pashpa”. Y cómo muchas palabras derivan por hibridación de palabras náhuat españolizadas, como en las que llevaban ts, sh, tl y terminaciones en t, en tl, o en c; en las que sh pasó a j y se produjo acajutla en vez de acashutla, ejote por eshut, jilote por shilut (1966: discurso de incorporación a la Academia Salvadoreña de la Lengua). Para Geoffroy Rivas “la segunda corriente es la más importante y la que más decisiva influencia ha ejercido en el español que hablamos en El Salvador” (1969: 17-23; 1987: 16-33).
3 Un estudio urgente en nuestro español es la retención de ch en las palabras de origen náhuat, pues con los procesos acelerados de intercambio cultural muchas de esas palabras han ido cayendo en desuso.

Entre las influencias correspondientes al segundo momento en el nivel fonético destaca: 1. seseo: cambio de c y z por h4 “Los nahuas modificaron la pronunciación del español, suprimiendo toda diferencia entre S, C y Z, y substituyendo estos sonidos por una s breve y aspirada, muy parecida al fonema nahua que en inglés se presenta por H” (1966, 1969: 18).
“… suprimieron toda diferencia entre S, C y Z, y substituyéndolas por el fonema nahua velar, fricativo, no sonoro que suena como una j suave, que aún usamos al decir, por ejemplo, nojotros” (1987: 17).
Geoffroy Rivas observa el fenómeno de la reducción de z, c y s a s reconocido como “seseo” y además la aspiración de s en el español salvadoreño, sin embargo este fenómeno como lo demuestra, entre otros autores, Lapesa en su Español de América, no se debe a influencia indígena alguna. Señala Lapesa al refutar las tesis de Lenz sobre la influencia del araucano en el español chileno: “Es muy discutido el posible influjo de las lenguas indígenas en la pronunciación del español de América.
Su más destacado paladín fue Rodolfo Lenz, quien, estudiando el habla vulgar de Chile, llegó a afirmar que era «principalmente español con sonidos araucanos. Pero su tesis ha ido perdiendo terreno; en realidad, casi todos los hechos alegados como pervivencia o resultado de la fonética india corresponden a fenómenos similares atestiguados en España o en otras regiones de América; y, por tanto, es lógico suponer que haya habido desenvolvimientos paralelos dentro del español, sin necesidad de recurrir al substrato indio. Conforme ha mejorado el conocimiento de la pronunciación hispánica, normal y dialectal, ha sido rechazado el supuesto araucanismo de las fricativas [b], [d], [g], del paso de /s/ final a [h], de la existencia de [ϕ] bilabial por /f/ labiodental y de otros rasgos que Lenz creía característicos de Chile.”
4 Que bien podría definirse cono heseo o s/heseo.
En otras zonas tanto americanas como españolas en donde no se habló el náhuat se dio el mismo fenómeno. 2. La aspiración de s como una realización el fonema nahua velar, fricativo no sonoro. La aspiración de s es un fenómeno reconocido y documentado en mayor o menor proporción en todos los países de Hispanoamérica, por lo que tampoco se trata de sustrato nahua. Por otra parte, tal realización de s aspiración se caracteriza como su nombre lo indica por ser faríngea no velar; es decir, que z, c y s se redujeron a una serie de alófonos de s (seseo) entre los que están el fricativo, alveolar, sordo; el fricativo faríngeo sordo y otros en el español salvadoreño. 3. Yeísmo por influencia náhuat Según Geoffroy Rivas “La ll del castellano se cambió por una y bien marcada, que no sólo substituyó a aquel fonema sino que se introdujo donde no existe” (1969: 18, 1987: 17-18) Este fenómeno, también, ha sido reconocido en zonas en donde no se habló el náhuat, por una parte, y por la otra , sobre su incorporación en “donde no existe”–y epentética- cabe dentro de la explicación de Quilis (1987) sobre la tendencia antihiática del español5.
5 conforme a las frías y rígidas normas (…) sino observando los cotidianos cambios que el pueblo –ese genial modificador de las lenguas- va introduciendo en ellas” (Geoffroy Rivas;1966:7).
Sin embargo, los trabajos de Geoffroy Rivas tienen un carácter relevante por ser los únicos que se proponen como objeto el español salvadoreño en su totalidad (estudio global), porque se alejan de la tradición prescriptiva (que da normas para hablar y escribir correctamente); abordan los diversos niveles de la lengua y no se sustentan sólo en la literatura costumbrista. Como el mismo autor señala en el discurso de su incorporación a la Academia Salvadoreña de la Lengua en 1966: “Me he dedicado desde hace años al estudio del idioma, no en su aspecto académico, no

Para Quilis, la tendencia en el español es transformar toda secuencia vocálica heterosilábica en secuencia vocálica tautosilábica (diptongo o triptongo) o a introducir una consonante entre los dos elementos vocálicos: V – V > VV (diptongo) o V – V > VCV (cfr. Quilis 1987: 56).

Pese a que hoy en día se puede demostrar que muchos de los fenómenos considerados influencia del náhuat por Geoffroy Rivas, y otros suscriptores de la teoría sustratista-indigenista, también ocurren en zonas lingüísticas de toda América en las que nunca se habló aquella lengua, y algunos hasta en la misma España, los trabajos de Geoffroy Rivas en el contexto de su producción encierran una doble subversión académica en el país: primero, porque Geoffroy Rivas se atreve a presentar explicaciones de cómo el español salvadoreño tiene una influencia de la lengua indígena, y no hay que perder de vista que después de los sucesos de 1932 a la población indígena se le negó en el país hasta el derecho de hablar su lengua, hablar náhuat era motivo de persecución. Este respeto admiración por lo indígena va a ser una constante en otros ámbitos de su trabajo: en poesía, ensayística, etc.
Segundo, Geoffroy Rivas visualiza la necesidad de una descripción del español salvadoreño desde el habla de los hombres y mujeres de a pie; desde el pueblo en su expresión llana, desde quienes viven “por la volunta de Dioh”; “abriéndose camino a pehcosada”; “echándose talaguashtasoh” y anunciando a todo pulmón “usah…” en medio del humo de los buses, el polvo y el calor o, ya en nuestros días, trabajando en la maquila con la música del buky mayor de fondo.
Los trabajos de Geoffroy Rivas, sin embrago, se deben dimensionar y contextualizar para poder avanzar más allá del punto en donde aún nos encontramos, ya que como apunta Lipski (2000) “dentro del ámbito centroamericano, el habla de El Salvador sufre de una crítica escasez de trabajos descriptivos y teóricos, ya que en las últimas décadas la dialectología en El Salvador no ha podido avanzar al compás de los trabajos comparativos en otras naciones hispanoamericanas”. Los meritos que encontramos en el trabajo de Geoffroy Rivas debemos matizarlos y reconocer que nuestro maestro, retoma a mediados de los setenta la tesis sustratista de Enríquez Ureña de los años veinte, y que se dedica a presentar como el español salvadoreño está marcado por la influencia del pipil mediante su lista de nahuatismos en el español y en el lexicón de salvadoreñismos, cuando curiosamente era ya una teoría superada en la Dialectología hispanoamericana de la época. Como botón de muestra cito nada más los trabajos de Lope Blanch en México a finales de los años sesenta. Así también,
Geoffroy Rivas, según Henríquez (cfr. 2001: 45-47), “axagera” al afirmar que fenómenos generales a toda América y a buen aparte de España como el seseo (sustitución de S, C y Z por S); el yeismo (sustitución de Y por LL) y otros relacionados con la formación de palabras (diminutivo, etc.), formas verbales y sintácticas tienen como motivación el contacto con las lenguas indígenas.
Por otra parte, presentar como característica central del español salvadoreño sendos listados de palabras de origen náhuat no deja de tener serios inconvenientes de tipo metodológico-teóricos como los son: que el porcentaje de estas palabras es muy reducido en relación a los usos coloquiales de otras; que la lengua cambia y que lo característico se construye en momentos determinados (estudios sincrónicos) y no sólo proviene de los orígenes; que en un diccionario de salvadoreñismos se deben considerar variaciones dialectales de todo el país y reconocer las influencias de otras lenguas indígenas (lenca, etc.), se debe considerar al describir el español salvadoreño las variaciones originadas por el uso de la lengua en el país y su relación con los usos en otras zonas hispano hablantes. Se debe considerar, también, qué rasgos compartimos con las variantes andaluzas del español, con Centroamérica y el resto de América Hispana.
Pero quizás, el reto mayor de estos trabajos y los que están por venir en el país es sustentar las observaciones sobre nuestro español en un sólida investigación de campo. Anunciando el método de trabajo, la forma como se recogen los datos, las comunidades con las que se trabaja y las visiones teóricas que respaldan los análisis. Mas, para mientras esas investigaciones no se hagan o no salgan al debate público no nos queda más que intentar refutar con trabajos de investigación las palabras de Lara Martínez (2001) al referirse a los trabajos de Geoffroy Rivas: “No sería descabellado afirmar que la lingüística salvadoreña no ha avanzado mucho más allá de ese trabajo pionero”.
Bibliografía – Azcúnaga López, R. A. (2003): “Atlas lingüístico pluridimensional de El Salvador” Proyecto de Tesis para optar al grado de Doctor en Artes y Letras de América Central, Universidad Nacional, Costa Rica. -Bonilla, C. (1975): “Necesidad de SH en nuestra lengua hispanosalvadoreña”, en La Universidad, marzo-abril de 1975, pp.12-13. San Salvador: Imprenta Universitaria. -Canfield, D. L. (1962): La pronunciación del español en América. Bogotá: ICC. – Geoffroy Rivas, P. (1966): Discurso de su incorporación a la Academia Salvadoreña de la Lengua, en Centenario de la Academia salvadoreña de la lengua 1876-1976, San Salvador: publicaciones del Ministerio del Interior. – Geoffroy Rivas, P. (1978): La lengua salvadoreña, 2a. ed., San Salvador: Dirección de Publicaciones e Impresos del Ministerio de Educación, 1987. – Geoffroy Rivas, P. (1975): El español que hablamos en El Salvador, San Salvador, San Salvador: Dirección de Publicaciones e Impresos del Ministerio de Educación. – Geoffroy Rivas, P. (1973): Toponimia nahuat de Cuscatlán, Ministerio de Educación. -Henríquez, J.R. (2001): Antología Lingüística IX. Estudios sobre el español salvadoreño, San Salvador: ediciones Maquilishuat. -Lara Martínez, R. : Bibliografía crítica sobre Pedro Geoffroy Rivas. (personal) -Lara Martínez, R. (2001): Pedro Geoffroy Rivas, la poetización de la ciencia. (Ponencia magistral en el Encuentro de la Red Centroamericana de Antropología, Universidad Tecnológica, San Salvador, 21-24 de febrero de 2001) -Lipski, J. M. (1994): Latin American spanish, New York, Longman Linguistics Library. -Lipski, J. M (2000): El español que se habla en El Salvador y su importancia para la dialectología hispanoamérica, en Científica, Universidad Don Bosco, año 1, número 2, 2000. -Lipski, J. M (1987): Fonética y Fonología del español de Honduras, Tegucigalpa: Guaymuras, s.a. -Lópe Blanch, J. M. (1989): Estudios de lingüística hispanoamericana, México: Universidad Autónoma de México. -Quilis, A. (1987): Lengua española I Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia. – http://www.nortropic.com -http://www.dpi.gob.sv -http://www.etnologue.com

Una muestra pintoresca del español salvadoreño

Una muestra pintoresca del español salvadoreño
Raúl Azcunaga (septiembre de 2009)

Hace unos días una buena amiga, la directora de la biblioteca de la Facultad Multidisciplinaria de Occidente, me mandó una muestra pintoresca de nuestro español, muestra ingeniosa, burlona e irreverente de la muy conocida Loteria de Atiquizaya, transcribo fielmente (copio en la realidad el archivo) y pongo a disposición de todos esta joya de una corona tan grande como lo es el español salvadoreño. Lo hago no sin antes dar una opinión incial y no muy profunda sobre el tema.

El lenguaje soez en la sociedad occidental-cristiana es un tabú lingüístico, un asunto de irreverencia de los grupos marginales ante la rigidéz de los discursos de la iglesia, la tradición y el despotismo académico. Es decir, las personas expresan un especie de liberación lingüística por lo disonante de sus frases. Lo soez se vuelve un ataque a la estética burguesa clerical ilustrada. Hay quienes hasta llegan a sentir disfrute erótico con estas palabras. Las palabras se vuelven objeto de deseo, sobre todo en personas que han padecido altos niveles de represión en la familia, la iglesia o la escuela.
Hay sociedades en las que estas palabras no tinen el mismo esfecto, ni fascinación. En España por ejemplo, aunque tienen otras, claro está.

Las palabras soeces no se pueden considerar como “piedra angular de la cultura pupular” pues es una mera exageración, hay cierto folklorismo burlón entre quienes alavan estas formas. Bajtin, estudioso ruso, ubica este tipo de juegos verbales en “lo grotesco del carnaval” y “la risa”. Se busca causar risa, humor; la carcajada viene siendo una especie de liberación final de lo seremonioso, de todo lo solemne, principamente de la misa y la clase. Aunque hay cada cura… y cada profesor…
En estas muestras la estructura del verso es muy sencilla y las rimas son bastante corrientes, no hay sorpresa, ni sutileza. Es un lenguaje naturalista, con formas muy sencillas. Característico del folklore.
Sin embargo, no se puede decir que algo como esto es “malo” o “bueno” más allá del bien y del mal, lo importante en estas expresiones culturales (son culturales aunque no se crea) es el ingenio popular, el juego, lo que los mexicanos llaman “albur”. Además, en su mayoría son construcciones colectivas que se mantienen mediante la oralidad y dan identidad a una práctica ritual (el juego de lotería) específico de Atquizaya. Cito:
LA LOTERIA DE ATIQUIZAYA
No obstante su vulgaridad, la Lotería de Atiquizaya es una de las piedras angulares de la cultura popular salvadoreña. Escribir tanto verso “sexy” requiere de un talento asombroso y una imaginación quevedesca. A los que piensen que es una leperada lo que van a leer, los invito a que lo piensen dos veces y traten de hacer aunque sea un verso y verán que la Lotería de Atiquizaya es digna de un Premio de Literatura para adultos

Muy buenas noches señores
Fuera manos va pelota
Aquí están sus niños cantores
Dándole vuelta a la urnota.

Anoten bien sus cartones
Presten atención cabrones
Que todos van a escuchar
Cositas que han de gustar.

La rana se fue a bañar,
el sapo la fue a vigiar.
La rana que se desliza
y sapo que se la PIZA
El Sapo
Adelante va la iguana
más atrás va la taltuza,
la mujer de nalgas pachas
tiene grande la pupusa!
La Iguana

AL CENTRO SEÑORES
QUE VA PELOTA!
Cantarito de agua helada
Que vas a lomo de mulo
Cuando la miras parada
Hasta se te encrespa el culo
El cantarito

Viste el rey su leva cuta
Y luego hace desfilar
Cuatro mil hijos de puta
Y a la orilla de la mar
La chalupa no se cansa de remar.
La chalupa

El día que yo me muera
La cabeza de mi mona
Será por dentro y por fuera
La calavera pelona
La calavera

Si es larga topa
Si es gruesa rosa
Si es chiquita retoza
Pero el culo siempre goza
La rosa

Cierra las piernas mujer
Le dijo el indio a la indiana
No ves que te pueden ver
La estrella de la mañana
La estrella

Tengo cachetes de gringo
Dicen todos los cipotes
Soy bueno para las flores
y reviento los cerotes.
El sol
Estos versos sí son nuevos
Y hay que decirlos con maña
No es lo mismo huevos de araña
Que si me arañas lo huevos.
La araña

Me cago en Sydney, Canberra
Luxemburgo y Barcelona
Y me cago en la corona
De la reina de Inglaterra
La corona

Melón y melambes
Fueron a coser un guiso
Melón cocinó los huevos
Y Melambes el chorizo
El melón

Un árabe repetía
Jara jara jara muta
Y un cristiano respondía
Coman mierda hijos de puta!
Las jaras

Soldado de casco nuevo
Que vives en el cuartel
Mejor me agarras un huevo
Y te diviertes con el.
El soldado

Anoche estaba tu hermana
En una hermosa haragana
Con aquel su novio guapo
Que la tenía como rana
Y le quitaba la gana
Con un garganteo de sapo.
La rana

No importa que el bronce gima
Al son de la campanada
Una verga bien templada
Hasta el corazón lastima
El corazón

Estaba Santa Teresa
Subida en un alto pino
Mamándole la cabeza
A Santo Tomás de Aquino
El pino

Negrito, negrito chulo
Dijo la negra Leonor
Negrito tenes el culo
Le contesta Salvador
El negrito

El que se cagó en la estaca
Y no la pudo limpiar
Toda la llenó de caca
Y nunca ha aprendido a hablar
El cotorro

Esta cipota cochina
La torta no se ha lavado
¿Que no ves que la cocina
Te va a apestar a pescado?
El pescado

En lo mejor de la juerga
Llegó el músico y su orquesta
Y la reina de la fiesta
Se le prendió de la verga.
El músico

El catrín sale a paseo
De levita y de bastón
Yo pienso cuando lo veo
Que hijueputa mas cabrón.
El catrín

Afila tu yatagán
Le dijo el sastre al barbero
Y pisate en el zaguán
Al valiente cuchillero.
El valiente

Una niña con acierto
Y no menos disimulo
Dispuso meterse abierto
Un paraguas en el culo.
El paraguas

El indio apache del norte
Guapo y valiente el norteño
A su preciosa consorte
Le ensarta tamaño leño
El indio

Que hermosas se ven la peras
Cuando cuelga de la rama
Así se me ven los huevos
Cuando te tengo en la cama
La pera

Ay qué tristeza ha de dar
Ver la mujer que uno estima
Con un hijueputa encima
Y no podérselo quitar
La dama

Aunque seya feya feya
Mi vecina la doncella
Me la cojo día y noche
si me empino una botella.
La botella

Del gallo quisiera el canto
y del burro su instrumento
Pa’ metértela hasta adentro
Hoy que es día de tu santo.
El gallo

Dándole gusto a tu culo
Hiciste una gran fortuna
El primero fue Virulo
te cogió bajo la luna
La luna

Quien del ruido del tambor
Siente placer y disfruta
Es porque tiene valor
O porque es un hijueputa!
El tambor

Yo tengo un bicho pelón
Que de noche usa un gran gorro,
si te ve de culumbrón
Bien te hace pedir socorro
El gorro

Un disparo oyó Colón
Y dijo con mucho enfado
Que hijueputa mas cabrón
Ya se tiró mi venado
El venado

Prendido como cotuza
Encontramos a un cabrón
Sin pensar que la pupusa
Le apestaba a camarón
El camarón

Lo viene chiniando a lomo
Al que le dicen Sansón
Tiene los huevos de plomo
El muchacho culerón
Y de venirlo chiniando
Hasta se viene cagando
El mundo

Recuerda la noche triste
La noche en que me lo diste
Por salir a la carrera
Tropezaste en la escalera
La escalera

A la sombra de aquel árbol
de tu jardín fui a cagar
Sin saber que con mi plasta
Te habría de conquistar
El árbol

No importa que el bronce gima
Al son de la campanada
Una verga bien templada
Hasta el corazón lastima
La campana

La sirena llora y llora
En el fondo de la mar
Porque su pupusa añora
El tufito a calamar.
La sirena

No hay suplicio mundano
Ni dolor mas espantoso
Que te metan en el ano
Un nopal verde y hermoso
El nopal

La garza es un ave rara
Con tamaño pescuezote
Así de largo deseara
Que se hiciera mi garrote
La garza

Meta y saque, saque y meta
Estas hijas de maceta
Si el culo se les inquieta
Aunque les arda la jeta
La quieren toda completa.
La maceta

La bota rechinadora
Me la dio una mi cipota
Que era una gran mamadora
Pero se hacía la idiota.
La bota

La que regala la torta
Y no toma su pastilla
A la larga o a la corta
Desarrolla su sandía
La sandía

Hoy la suerte me ha fallado
dijo el culero Virulo,
por andar prestando el culo
a la muerte me he encontrado
La muerte

Que baboso más vergón
El que toca en esta orquesta
Cuando toca el bandolón
La verga se le alebresta.
El bandolón

En el cazo me cagué
Creyendo que me querías
Hoy que sé que no me quieres
Dame la caca que es mía.
El cazo

Barrilito de cerveza
de cerveza nacional,
súbeteme a la cabeza
pero no te digo a cuál
El barril

La francesa del can-can
le dijo al Sargento Angulo
como braza queda el culo
si te pica un alacrán.
El alacrán

Así como sos de fea
que nadie te puede ver,
hacé pacto con el diablo,
talvez te venga a coger
El diablo

Las cuerdas del arpa suenan
en un armonioso son,
así gemía tu hermana
cuando le bajé el calzón.
El arpa

Un pájaro se metió
por la ventana a un convento,
qué alegres están las monjas
Con el pajarito adentro
El pájaro

Marcelo con violoncelo
Ramón con el bandoleón
Y tu prima la Marielo
Se caga de la emoción
El violoncelo

El sacristán bien borracho
me ha venido a preguntar
si tiene tremendo cacho
el que se lo va a pisar
El borracho

Esa bicha pupusuda
Que está a punto de cagar
Quiere la venga a limpiar
La mano negra y peluda
La mano

En la palma de tu mano,
te lo leyó la adivina,
la cogida con Cipriano
fue la cosa mas divina
La palma

La lotería ha acabado
Ya no encuentro qué rimar
Y al que no le haya gustado
Que me la venga a mamar.

La cususa, ese deleite prohibido

La cususa, ese deleite prohibido

“Procura bebidas fuertes al que va a perecer,
vino, al corazón colmado de amargura:
¡que beba!, ¡qué olvide su miseria!
¡que no recuerde más su pena!”

Proverbios XXXI, 6-7

Algunos especialistas en mercadotecnia tratan de hacernos creer que el ron es algo muy nuestro, pues se originó cerca de aquí y llegó a esta tierra para formar parte de nuestra identidad. Es indiscutible que la historia del ron es fascinante, desde sus orígenes en Barbados en el siglo XVII, cuando todavía era el Kill-Devil o Rumbeillon, convirtiéndose luego en un símbolo de marineros y piratas; hasta su posterior diseminación en todas las Antillas y el nacimiento, bajo un nido de murciélagos, de la fábrica Bacardí en Cuba, finalizando luego en su diseminación en toda América. De esta forma el sabor del ron lleva de manera intrínseca el espíritu del mar y la aventura. No obstante, hay otra bebida cuyos orígenes están envueltos en una aura de misterio y mucho más cerca de nosotros; una bebida que está ligada a lo prohibido, a lo clandestino, a lo conspirativo y que por su arraigo en la mayoría del territorio nacional, por su carácter artesanal y hasta cierto punto folklórico tiene una mayor representación de la cultura nicaragüense que cualquier otra bebida alcohólica: la cususa.

Es indudable que la introducción del alambique en el país representa un hito cuya relevancia los historiadores no han sabido resaltar en toda su dimensión. Ese artilugio que lograba transformar un caldo de fermento, de color y olor desagradables, en un líquido cristalino y embriagante, no dejaba de representar algo mágico para la gente. De tal manera que después de estudiar su funcionamiento por varios años en las primeras fábricas de aguardiente del país, era inevitable su clonación. Al inicio, se empezó a improvisar destilando fermentos provenientes de la caña de azúcar para obtener a nivel casero el preciado aguardiente o guaro, sin embargo, el ingenio del nicaragüense asoció el fermento del maíz, que en forma de chicha representó una bebida cultural de los pueblos indígenas, con el fermento de la caña y decidieron jugar con estos elementos resultando de esta forma la cususa.

Respecto al nombre, no existe ninguna investigación profunda y precisa sobre su origen, solamente se conoce que el vocablo es de origen maya y según algunos curiosos, tal vez bajo el influjo de esta bebida, aseguran que en alguna ramificación de la lengua maya, en particular la que hablan los pueblos ´mames, cususa significa “agua loca”, aunque en realidad el que se pone loco es el que la ingiere sin medida.

En el siglo XIX se registra una proliferación de alambiques en todo el territorio nacional, en especial en las zonas rurales. En donde se producía maíz y había un trapiche cerca, de seguro había un alambique, convirtiéndose así la cususa en la bebida que acompañaba a la población en sus principales celebraciones. Es importante señalar que históricamente la producción de alcohol en el Nuevo Mundo estuvo controlada y prohibida al pueblo por repetidas Cédulas Reales, bajo el amparo de un paternalismo que cuidaba el estado mental de los indígenas que no tenían la entereza de los hidalgos para beber con templanza. En la vida republicana, el alcohol continuó siendo objeto de prohibiciones, pues por ejemplo el 26 de febrero de 1918 el Gobierno de Nicaragua emitió una Ley que declaraba ilícito el comercio de aguardiente de caña, frutas y otros, si el gobierno no lo autorizaba de previo y que estaba dirigida en forma específica a frenar la producción de cususa a fin de proteger el monopolio del guaro, que estaba en manos del gobierno y cuya comercialización estaba concesionada a los amigos del régimen de turno. También es curioso que el General de Hombres Libres, en una ordenanza prohibiera la fabricación de cususa, manifestando literalmente: “He observado que muchos jefes se han envolado y esto nos hace un gran daño, pues al que le gusta el guaro lo vusca, por consiguiente los responsables son los cususeros”.

La cususa se obtiene a través de la fermentación del maíz, mediante un proceso que varía de acuerdo a cada región del país y del ingenio y experiencia del cususero. Es un proceso simple, sin embargo, si no se realiza como debe ser puede producir una cususa de mala calidad o bien que conduzca a serias intoxicaciones. En un saco de bramante o harinero se pone a “nacer” o germinar un medio de maíz, regándolo regularmente y a los cuatro días que empiezan a brotar las plántulas se quiebra sobre una tabla de madera, preferiblemente con una piedra. Luego en una tinaja de barro, aunque algunos utilizan un tonel de madera, se pone el maíz ya machacado, se le agrega el dulce de rapadura, que algunos prefieren del dulce blanco de ocho a doce atados, o bien este último mezclado con guarapo y luego de 25 a 30 litros de agua. En los lugares en donde no hay trapiche cerca, se utiliza el azúcar. El recipiente se tapa con malla cielo y se pone a fermentar por tres o cuatro días, según el clima de la región y cuando la chicha está “muerta”, es decir cuando se calma la ebullición o se pasan los “calambres” como dicen, evidenciado esto porque sale una burbuja a la superficie cada dos minutos, entonces quiere decir que ya está lista la “sopa” para su destilación.

Algunos cususeros imprimen su sello particular en esta parte del proceso. Quienes desean un producto fuerte con un sabor dulcete le agregan cinco sobres de levadura Fleishman a la sopa. En cambio si se desea una cususa extra seca, al estilo vodka, se le agrega arroz. Para obtener un toque parecido al whisky, con un carácter denso y aromático, se le agrega cebada, sin embargo, el sorgo millón le otorga cierto toque amargo como el ajenjo.

Luego sigue el proceso de destilación en el alambique. Es importante resaltar que de las características del alambique depende en gran medida la calidad de la cususa a obtener. La mayoría de los alambiques artesanales de cususa son de barro o de cobre. En algunos casos algunos improvisados en este menester utilizan o bien pichingas de leche o latas de aceite, obteniendo un producto de pésima calidad que fácilmente conduce a la intoxicación. Las serpentinas en donde se condensa el alcohol generalmente son de cobre y se sumergen en barriles llenos de agua fría.

A lo largo de toda la república puede encontrarse una diversidad de estilos de alambique, desde los más sencillos de barro, hasta aquellos con un toque de originalidad como los que tienen el cuello elevado de bambú, cuyo sello de las uniones es de masa de guineo verde. Tal vez el alambique más impresionante ha sido el de los Román en Carazo, cerca de El Rosario, que estaba fabricado a partir de una cisterna de bomberos, de las que todavía eran de cobre, con serpentinas de 70 vueltas y enfriada en un tonel de barco. La llave de salida era enorme, como de pipa de agua y tenía puesto un calcetín de boy scout para que no salpicara.

Al igual que todos los alcoholes, el proceso de destilación va dando diferentes calidades del producto. En la destilación de la cususa, primero se obtiene lo que se conoce con el nombre de cogollo y que tiene una graduación cercana a los 70 grados, luego viene una segunda calidad que en algunos lados se conoce con el nombre de aguarrala y en otras partes como mixtura y se utiliza con fines medicinales y al final sale la charbasca. La sabiduría del buen cususero se refleja en la identificación de estas tres etapas, para lo cual se requiere de una gran experiencia, olfato, mucho ojo y a veces mucho dedo, pues hacen una prueba que consiste en mojarse el dedo y acercarlo al fuego y dependiendo de si levanta llama y de qué intensidad, saben el contenido alcohólico y la calidad.

La cususa no debe envasarse inmediatamente, sino que debe dejarse reposar, algunos la dejan reposar en toneles de roble lo que ayuda a mejorar su sabor. Es muy usual que una vez lista la cususa, se realicen preparados o “curados” como también se les conoce. En algunas partes maceran limón en cususa, igual al proceso del célebre Limoncello en Italia, otros le agregan cáscaras de cidra o de mandarina. Sin embargo, el más famoso es el “Morir Soñando” preparado cuya invención se disputan varias localidades entre ellas Camoapa, Juigalpa y Estelí. El Morir Soñando se prepara con cususa, clavo de olor, canela, ciruelas y raíces de limón indio, otros le agregan ron, miel de azúcar y hasta colorante.

Una buena cususa supera por mucho al ron y podría decirse que se acerca mucho al vodka, al whisky o al tequila. No obstante, una cususa mal preparada puede causar intoxicaciones severas o mínimo un dolor de cabeza intenso y mal aliento. Los estragos de la cususa mal preparada están fielmente reflejados en el relato de Pío Martínez: “Goyita del Espíritu Santo”, en su blog “Aquellos tiempones”.

Ahora bien, si la cususa se preparara, en lugar de los artesanales alambiques del campo nicaragüense, en un alambique Coffey, seguramente que se obtendría un producto que no tendría nada que envidiarle a los más finos espíritus del mundo.

Generalmente la cususa se bebe sola, como dicen al “estraik” y servida en guacal, algunos valientes, sin embargo, se la pasan con cerveza. Por su graduación alcohólica es como se decía antes, un trago de hombre viejo. Sin entrar en discusiones de carácter sexista, un hombre de pelo en pecho, aún acostumbrado al trago, con dos o tres rielazos de cususa se pone como Roberto Rivas, no millonario, sino cachetón y con cuatro ya puede echarse un discurso bolivariano. Si la cususa es de mala calidad, al segundo ya siente ocho megatones en la cabeza, se pone llorón y desconoce hasta su progenitora, con tres o cuatro puede empezar a imitar a José Feliciano. Las mujeres en general le huyen a la cususa, en especial aquellas que a la mitad del primero sienten que se le subieron las copas y empieza a flaquear su voluntad.

Con el tiempo han surgido algunos cocteles que vale la pena mencionar acá, bajo la advertencia que cualquier agregado dulce a la cususa le eleva invariablemente al octanaje, de por sí considerable. El Quiebraplata, que lleva cususa de maíz blanco, dulce y limón que le llega fácil a un Tom Collins. El Cadejo que se prepara con Kola Shaler. El Pétalo de Rosas que lleva fresco de mamón y obtiene un color peach. El Pinki Pinki de la Costa Atlántica que lleva anís y colorante rosado. El “Bailarina” preparado con jugo de naranja, baturro de consagrar, ensa blanca y gajos de la naranja, es sumamente fuerte y al segundo coctel el sujeto empieza a bailar como Shakira. Existe una variación del Sunrise, preparado con la ayuda de un raspadero pues es una especie de frapé, se le pone hielo cepillado, jugo de naranja, la cususa, un trozo de piña en forma de abanico y se rellena con sirope de raspado del rojo, en algunas partes se le conoce como “Bicolor” y en otras partes como “Payasito” y al segundo mecatazo se realiza una imitación del Hombre de la Máscara de Hierro. Para estas épocas navideñas se estila un Ponche, preparado con jugo de cítricos, cususa extra dry, Kola Shaler, Vermuth Condor, cerveza, azúcar y hielito pi-picado y muchos juran que al segundo han visto la estrella de Belén y se sienten Reyes Magos. Dicen que pasando Santa María de Ostuma había una cantina disfrazada de pulpería propiedad de unos intelectuales conocidos como “Los chichones” que tenían unos cocteles de cususa llamados “Lo Fatal” y “A Margarita Debayle”, sin embargo no pasaban corriente y nadie nunca supo la receta de esos preparados tan darianos. Cuentan que fueron muchos que con dos tragos de “Lo Fatal” no sabían ni de dónde venían ni hacia dónde iban.

Es importante resaltar los aportes de la cususa a la gastronomía nicaragüense, pues en muchas regiones, especialmente en el norte se utiliza para cocinar. Por su alta concentración alcohólica es ideal para preparar carne de “monte” como se conoce a los animales silvestres: jabalí, cusuco, conejo, guardatinaja, gallina de monte, en cuya preparación la cususa es un coadyuvante efectivo para eliminar el chicuije, propio de estas especies. Otro de los usos que se le da es para realizar un preparado con la mixtura de la cususa, miel, pimienta, comino, canela y clavo de olor y que se le administra a las parturientas hasta finalizar la cuarentena, sin embargo, la dosis de mixtura debe ser exacta, pues de lo contrario puede resultar contraproducente.

Al igual que en el deporte, en este oficio de preparar la cususa debería existir un Salón de la Fama en donde se rinda tributo a aquellos artesanos del espíritu que se han distinguido por la calidad de su cususa. Estoy seguro que cada quien conoce a algún exponente de su región, sin embargo, es importante resaltar el trabajo de Tata Beto en Jinotega, Colacho Fonseca en Carazo, Don Henríquez en Santa Cruz, “Cara de León” adelantito de Sébaco, La Hortensia en la carretera vieja a Masaya, “Gonzalo Cacho” cerca de La Pólvora en Granada, “Pizón” en León que se mantiene en la más grande clandestinidad, “Cara Limpia” en El Sauce, Doña Mila entre Masaya y Tipitapa, entre otros.

Así pues, la cususa tiene una relevancia indiscutible dentro de la cultura nicaragüense y sería muy pertinente que las autoridades y/o asociaciones turísticas del país convocaran a un concurso nacional a fin de seleccionar al verdadero trago nacional a partir de esta bebida, pues al no estar involucrada ninguna marca en especial, su representatividad sería más transparente.

Deseo hacer patente mi agradecimiento a mi hermano Eduardo, experto en esta materia, más por espíritu investigativo que por otra cosa, cuyos aportes hicieron posible profundizar en este tema.
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23 comentarios

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Etiquetado con alambique-artesanal, bebida-nacional-Nicaragua, Cususa
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23 Respuestas a “La cususa, ese deleite prohibido”

Pio
diciembre 19, 2009 en 7:27 pm

¡Qué bárbaro Orlando! Otra vez la sacás del cuadro, tal y como nos tenés acostumbrado. Sólo estoy esperando sacarme la lotería de fin de año, que son unos varios milloncitos de euros en este país en que vivo, para ofrecerte un contrato por un plazo indeterminado, a tiempo completo y bien pagado, para que te dediqués a investigar y escribir sobre estas cosas que nos regalás en cada post tuyo.

Leyendo tu post he recordado que cuando yo era un cipote mi papá a veces le enviaba o le llevaba de regalo a Guillermo Sevilla Sacasa, quien era como sabrás el eterno embajador de Somoza en Washington, un galón de una cususa finísima que producía un hombre, amigo de mi padre, allá en la isla de Ometepe. Según me contaba mi padre, Sevilla Sacasa ofrecía la cususa como una exquisitez, a los más selectos (y más bolos seguramente) de sus visitantes, contándoles que aquel era el licor nacional.

Seguí maestro, investigando sobre estos asuntos (y que siga Eduardo también) y seguí contándonos, que estos tus post arrojan más luz sobre quiénes somos que muchos estudios que se hacen por ahí.

Saludos

Pio
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A.L. Matus
diciembre 19, 2009 en 9:25 pm

Excelente post Maestro. En realidad no había encontrado nada tan completo sobre esa bebida tan injustamente vilipendiada por el Gobierno. Cerca de Camoapa yo probé una cususa de muy buena calidad, pero en realidad con dos tragos uno queda fuera de combate. También ahí probé el Morir Soñando, muy sabroso pero llegador. Coincido con Pío de que debe seguir ilustrándonos sobre estos temas tan nuestros y que de otra forma se van perdiendo en el tiempo. Felicidades.
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Aristides
diciembre 20, 2009 en 3:19 pm

Hombre, que bueno ese artículo, hasta se me hizo agua la boca. Yo secundo tu propuesta de volver a hacer el concurso para elegir el trago nacional, pues eso del Macuá es una estafa. Tal vez debería regularse el contenido alcohólico de la cususa, para evitar excesos y que además las damas tengan acceso sin temores a dicha bebida, pues yo tengo una amiga que con un reatazo de cususa se le suben las copas, pero del brasiere.
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Julio S.
diciembre 20, 2009 en 5:27 pm

Orlando: Buenísimo, ya se nos está haciendo costumbre. Yo recuerdo un alto mando de la gaurdia que mandaba a sus guarditas a traer sábado a sábado su galón de cususa. Se la surtía “chonela” adelante del empalme a Boaco, este aprovechaba la preferencia para tener el alambique en el patio de su casa, junto al baño de tablas. Se convirtió en un sujeto con mucha influencia dentro de la GN, eso sí su cususa era dorada, con un sabor inigualable.
Feliz navidad y un buen año 2010.
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Yolanda
diciembre 20, 2009 en 5:57 pm

Muy completo el artículo, sin embargo, a pesar de la advertencia, no deja de tener un tono sexista. Eso de que las mujeres no podemos o no debemos tomar es una actitud puramente machista. El hecho de que sea más difícil que una mujer tenga mayor control sobre su forma de beber no significa que no disfrute de un buen trago o que no lo aguante. Yo me he deleitado con un trago de buena cususa y para muestra un botón, así que no hay por qué seguir buscando la pérdida de conciencia con el exceso. Ah y no se me suben “las copas”
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Tito
diciembre 20, 2009 en 7:03 pm

Excelente su artículo, no le vi lo sexista. En Ocotal la cususa la guardan en vejigas de vaca y por lo general las esconden enterradas. La cususa mal elaborada puede dejarte ciego. Vamos impulsando el concurso de esta bebida que es representativa de nuestra tierra. Me gustó el detalle del general de hombres libres. Yolanda las mujeres cuando beben cususa se ven más lindas y sensuales.
Felicidades.
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Mariano Solís
diciembre 22, 2009 en 3:20 pm

Muy interesante y completo su artículo. Como un modesto aporte al mismo, es necesario recordar que en el proceso de destilación se producen además del etanol, cantidades mínimas de metanol, alcoholes superiores, aldehídos, ésteres, furfural y otros componentes, los cuales deben mantenerse en un mínimo, de lo contrario traen consecuencias graves sobre la salud de quien ingiere el destilado. Una concentración de etanol mayor a 30 mg. por cada 100 ml. a 80 grados proof, produce desde fuertes dolores de cabeza hasta la pérdida de la visión. Me imagino que de ahí es que usted sacó el vacilón con la imitación de José Feliciano.
En cuanto a la ingesta de alcohol de alta graduación alcohólica de parte de las damas, las consideraciones al respecto no se realizan bajo una óptica sexista, sino científica, pues se ha comprobado que el hígado de la mujer tiene una capacidad de procesar ciertos alcoholes a menor velocidad que el hígado del varón. Lo anterior provoca una mayor propensión a la intoxicación si la bebida se ingiere con un ritmo acelerado. Por lo anterior es que ciertas féminas acostumbran, muy sabiamente, a “campanear” su trago. En la otra mano, se tiene que mientras que en el varón la libido se inhibe con la ingesta de alcohol, en las féminas ocurre todo lo contrario, de ahí como dijo un lector se le suben las copas y hay una seria afectación en las piernas.
Responder
Oswaldo Ortega
diciembre 22, 2009 en 9:02 pm

A este artículo únicamente le faltó una advertencia que no te haces responsable por eventuales adicciones que pudiesen desencadenarse entre tus lectores . Yo me pongo a salvo pues por estas latitudes conseguir un trago de cususa es como encontrar las minas del Rey Salomón , de todas formas,tengo una botella de Bourbon “Barrel Proof” a la que esta tarde bajaremos un par reatazos para saludar tu cumpleaños y brindar por la fortuna de tenerte como hermano.
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barrunto
diciembre 23, 2009 en 2:03 am

Yo digo salud con imitación de cususa, ya que no encontré una olla de cobre lo suficientemente grande para obtener un destiladito y brindar por su cumpleaños. Felicidades mi hermano, extraño aquellas celebraciones donde mirábamos subirse las copas.
Responder
Melba
diciembre 26, 2009 en 1:41 am


EXCELENTE artículo. Siempre aprendo algo nuevo con tus investigaciones. En este caso, extensivas felicitaciones para tu hermano.

Salud♥s
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Chepeleón Argüello U
diciembre 27, 2009 en 12:58 am

Orlando; antes que nada, gracias por la cátedra… en mi juventud, había probado con los amigos cususa en Jocote Dulce, después de leer tu artículo, lo comprendo; fue de mala calidad, porque al día siguiente, el dolor de cabeza y el sabor inigualable a excusado, pón pón o mier… me impidió a que la volviera a probarla por muchos tiempo. Años más tarde, encontré una botella de cususa en el ropero de mi mama, fue la última vez, que la vieron me supo extraño porque era de un color rosado, con olor dulce y de sabor distinguido, gracias porque ahora entiendo, la diferencia y no me daría tanto miedo “un” traguito de cususa de la buena…
Es un placer leer tus artículos. Te felicito.
Abrazos
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Mauricio Robleto Abaunza
enero 1, 2010 en 3:35 pm

Estimado Poeta.
Ave Orlando. Leyendo tu Blog, me traslado de Suecia a Nicaragua en cosa de milésimas de segundo, un viaje de ida y regreso. Te agradesco que hagas posible ese desplazamiento. En mi vida he sido muy curioso y prueba de ello es que descubrí un sitio donde yo personalmente, probé la mejor Cususa de Nic. Queda en el Barrio de la Cruz, frente al campo de Footboll de dicho Pueblo, es una casa muy humilde de madera y con pintura blanca. Nada indica que en ese sitio se venda Cususa, pero sí, se puede consumir y disfrutar de tan famoso licor.
Tengo que provar la Cususa de Roman en el Rosario y tambien el famoso “Lo Fatal” a ver si vamos juntos. Un fuerte abrazo.
Responder
Frank
enero 24, 2010 en 7:48 pm

Senor Ortega;
Gracias por traerme de regreso a mi ninez
en Managua. Me da hasta escalofrio recordar mi managua.
Por favor no pares de escribir este tesoro valioso de todos los Nicas.
Un abrazo de hermano. Gracias te mereces un OSCAR !
Responder
jose
octubre 26, 2010 en 8:33 pm

pues la verdad es que si la cususa es buenisima lo unico malo es que en el norte del pais en matagalpa donde he estado en numerosos municipios y he degustado esta maravilla etilica no explican a como antes y por eso varios jovenes le huyen a la cususa pensando que les va dejar la tapas hediondas jajajajajajajajaj a mi me paso cuando la compre por primera ves cerca de la terminal de buses de matagalpa la cotran y un señor muy amable me ofrecio a oler la cususa yo gustoso la oli la primera no olia a mal asi que dije si no huele mal esta bien me la llevo pues me pege una de las mas cabronas mamadas de esos tiempos tenia como 17 años y al dia siguiente un dolor de cabeza un door de estomago y como efecto resultante las tapas a mainhold no eran de esperarse ni con listerine se me quito y hasta me lo llegue a tragar con el tiempo aprendi cual era la buena y hasta la ofrecia a mis amigos de managua igua que la chicha e´coyol de la gateada y el vino e´papa de la patriota cosas buenas que son unica de mi tierra felicidades por recordarme mis buenos y no tan lejanos tiempos de bebedor de cususa
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Nestor Ortega Cruz.
octubre 4, 2011 en 10:48 pm

Buenísimo su artículo Sr. Ortega. Somos hijos del Maíz. Esta exquisita bebida la disfruto como Tequila. Siii! Nada que envidiarle a los otros rones…cuando ofrezco a los amigos un trago les hago saber antes que lo que beberan es lo que yo llamo ¨Tequila mays¨ ( de Zea mays). Invitoles a que no desprecien un buen trago de ¨agua loca¨.
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Sergio Aburto
enero 17, 2012 en 9:26 pm

Excelente Artculo….de veras me gusto como estuvo la redacción y la muy buena información. Felicidades…
Responder
Matt Smith – Detour Travel
abril 3, 2013 en 5:15 pm

Orlando – gracias por compartir todo esto. Voy a Nicaragua por primera vez, y estoy leyendo tus articulos antes para no ser tan ignorante.
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topo
junio 7, 2013 en 1:28 am

Necesito la receta como elaborar cususa paso a poso por favor, es para un proyecto artesanal que tengo que presentar.
Responder
lais guimara hernandez carrio
septiembre 2, 2013 en 9:21 pm

mmmmmmmmmm…………………………….. que rico
Responder
Carlos Melzer
enero 21, 2014 en 9:27 pm

Excelente articulo!!
Existen fotografías de los Román en Carazo y de la cisterna de bomberos?
Responder
A. Bolivar R . Murillo
julio 2, 2014 en 7:52 pm

Muy ilustrativo, aqui en Costa Rica y tambien por herencia centroamericana se fabrica la cususa de forma artesanal, y como en los otros paises se promugaron leyes para perseguir a aquellos que no se acomodan al hecho de que de un plumaso se quieran eliminar tradiciones, bqjo la excusa de protejer la salud del pueblo, cuando en realidad lo que se proteje son monopolios que en este pais los maneja el estado,de ahi la persecusion que se hace, con campañas publicitarias donde se desvirtua la calidad y los efectos en la salud que puede padecer quien lo consuma, empesando por llamarlo guaro de contrabando, que con ese solo nombre se le da un toque ilegal, y por desconocimiento del grueso de la poblacion del nuevo siglo se le hace caso a otros nombres como pedo de chancho o chirrite, que a pesar de ser nombres muy folkloricos logran que las gentes le teman por asco u otros conceptos, a decir verdad esos nombres mensionados yo se los achaco a licores hechos con amaño y malas recetas, adicionandoles ingredientes toxicos para acelerar el proceso, asi como fabricarlo en sitios insalubres y con implementos inadecuados, la palabra cususa ya esta casi extinta en el vocabulario tico, de no ser en algunos libros de escritores ya tambien extintos como Don Fabian Dobles, en ( Los Cuentos de Tata Mundo, o El Sitio De las Abras ) o algunos otros como Ramirez Saizar, de mi parte me he dado a la tarea de divulgar tanto la palabra como la degustacion de la cususa, ya que durante una temporada me retire a las montañas de Turrialba en donde se fabrica a mi concepto la mejor cususa que he probado, y aprendi su elaboracion con los mejores cususeros de la zona, y aprendi a estabilizar y limpiar de metanoles, malos olores, y malos sabores, asi como a darle el contenido alcoholico deseado y a variar el sabor de mismo ,o sea como buen alumno mejore a mis maestros a los cuales les di a manera de pago los tips necesarios para mejorar la calidad del producto, de manera que se vuelva a llegar a restablecer la confianza en los licores de manofactura casera de exelente calidad y que el termino cususa sea aplicado solo a estos.
Responder
Julio Ruiz Galeano
octubre 11, 2014 en 12:12 am

Es lo mejor que he escuchado en mis 66años relacionado con la cususa.En cuanto alconcusrso nacional seria bueno pedirle a Leon Nuñes que prepare las bases del mismo.
Julio Ruiz Galeano.
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Beno
enero 12, 2015 en 8:58 pm

Excelente post, yo había escuchado hablar de la cususa e indudablemente lo que me causaba más curiosidad era el porqué de su prohibición, mi abuelo era devoto de la cususa, tuvo un yerno que le regalaba Whisky, pero él (mi abuelito) lo votaba y llenaba de cususa la botella. En cierta ocasión recuerdo que enfermó (mi abuelito Lucas) y mi padre (Lucas Jr) le dijo que no bebiera más alcohol porque su salud estaba quebrantada y se podía morir, al poco tiempo de esta advertencia mi padre le sintió un olor raro y se fue al cuarto de mi abuelo para revisar si por ahí tenía guaro y en efecto en una botellita de algún tipo de jarabe para la tos había una sustancia que mi papa no podía probar (pues era AA), reconoció sin embargo por su olor lo que era, le pregunto a mi abuelo que es esto y éste le respondió ¨es un remedio¨ entonces mi papa le replico con molestia ¨remedio? esto es cususa¨ y procedió a vaciar la botella tirando su contenido al suelo, mi abuelo molesto le dijo ¨sos solamente un borracho balurde¨ (porque mi papa ya no bebía) y yo me reí a mas no poder por todo lo que se decían, lo recuerdo como si fuera ayer y de esa discusión pasaron ya 25 años. Eventualmente mi abuelito falleció (también mi papa) víctima de un infarto al corazón una semana exacta después de la muerte del gran Sucre Frech, para ser preciso el 03 de febrero del año 1991 en Estelí, ese día yo cumplía 13 años de edad y lo último que mi abuelito me dijo fue ¨feliz cumpleaños hijo¨. Siga escribiendo señor lo felicito.

Salvador (el) Diciembre de 1993

Salvador (el)

Diciembre de 1993

El viaje de Guatemala a El Salvador lo hice por carretera empleando una vieja línea de autobuses que por el irrisorio precio de 400 pts. (2,40€) hice 400 km los que, por supuesto, me llevaron todo el día. Cruzar la frontera fue toda una aventura y la “mordida” estaba asegurada. Yo viajaba con una amiga y se negaban a dejarla pasar…hasta que pagamos.

El Salvador es más tropical que otros países del entorno, aunque más pobre y miserable. Sus ruinas mayas no tienen valor alguno hasta el extremo de que no quise hacer ni una sola fotografía. Lo que han tratado de restaurar está horrible, tal es el caso de Tazumal que son ruinas que han sido “arruinadas”.

Pero, eso sí, hay maravillosas flores por todas partes en un mes de enero, cosa que no tiene Guatemala en estos días, aún cuando son dos países pegados el uno al otro…así son los climas. Yo diría que es la vegetación lo que más destaca de El Salvador y lo más interesante en esta época del año.

El país es veinte veces menor que España. Tiene una buena veintena de volcanes activos y una población de seis millones. Como moneda emplean el Colón que vale unas 14 ptas. (0,084€). Además del español se habla el NAVATL que es un dialecto que no hay dios que lo entienda. Son exportadores de café, azúcar y algodón. A pesar de ello, aquí como en Guatemala, el café lo hacen al estilo americano y es como agua del fregadero…que diría un latino o un habitante de oriente medio; ¡qué vergüenza en un país productor de café! Bueno, hay que tener en cuenta que nosotros los mediterráneos tomamos un café fuerte, expreso, y ellos lo que hacen con el café es casi una simple infusión. Cuestión de culturas. Esto lo hacen la mayor parte de los países productores de café.

En este mes se está haciendo la recolección del café y de la caña de azúcar y es agradable ver por todo el país la actividad de los campesinos, las enormes áreas donde extienden el café para secarlo al sol; los camiones cargados de caña de azúcar, las pequeñas fábricas azucareras, los hornos donde tuestan el café… Es triste descubrir que el café que toman los nativos no es más que el pellejo del café, una vez tostado. Lógicamente el autentico es exportado y como el nivel de vida es tan bajo la gente no puede permitírselo…es como si un país productor de vino no pudiera permitir a su población beberlo ya que con la venta del mismo al exterior obtuvieran mas dinero y asi ayudar mejor a la población pobre. En fin cada uno que lo interprete a su aire.

El país está lleno de ladrones y bandoleros por todas partes, que no son otros que los propios revolucionarios que han detenido la lucha, pero que no encuentran trabajo o no quieren trabajar después de 12 años de lucha armada. Por tanto resulta muy peligroso caminar cuando cae la noche o hasta durante el día por la ciudad. En cualquier caso hay que ir siempre muy atento y no llevar mucho dinero ni ningún objeto de valor o bolso de mano. Por el contRario las mujeres salvadoreñas cuidan su cuerpo, no están gordas, visten bien, van bien arregladas y me han parecido, sin duda, más atractivas y limpias que las de otros países de la zona. También llevan a sus hijos limpios y arreglados.

Las palmeras son muy altas y delgadas. Se mantienen perfectamente verticales como si el viento no pudiera con ellas. Los autobuses son lo más atractivo o simpático del ambiente: están pintados en muchos colores y dan una cierta alegría. Con ellos visité Izalco, Sta. Ana, Chalchuapa, S. Andrés, Puerto Acajutla, etc.

Crisis brasileña era estrategia golpista

Crisis brasileña era estrategia golpista

Emir Sader

ALAI AMLATINA, 12/05/2016.- La larga crisis brasileña, que algunos dicen que ha empezado con las manifestaciones callejeras de junio del 2013, otros que recién concluidas las elecciones del 2014, gana contornos definidos, conforme desemboca en un golpe blanco. No se puede decir que todo ha sido meticulosa y fríamente calculado, pero es cierto que han terminado siendo piedras de la arquitectura de una estrategia golpista con el objetivo, a como sea y con quien sea, sacar el PT del gobierno.

Ese es el objetivo de la derecha brasileña, así como es la de los otros países con gobiernos progresistas de la región: cerrar el ciclo de gobiernos populares, sacar a esas fuerzas del gobierno, de la forma que sea posible, restablecer el modelo neoliberal. Es lo que ha pasado y está pasando en Brasil ahora.

Hubo quienes creyeron que las manifestaciones del 2013 eran democráticas, que criticaban al gobierno y al PT desde un punto de vista de izquierda. Tremendo engaño: era el comienzo de la onda de descalificación de la política, primer paso para la ofensiva de la derecha.

Hubo quienes, desde la ultra izquierda, saludaban el final de los gobiernos del PT, su fracaso, el final del ciclo de gobiernos progresistas en América Latina, como si hubiera llegado la hora a la ultra izquierda. Enorme engaño: la alternativa al PT y a los gobiernos progresistas está en la derecha. La misma crisis demostró que el único gran liderazgo popular en Brasil es el de Lula. Que las grandes manifestaciones populares tienen en la CUT –Central Única de Trabajadores, cercana al PT– su más grande puntal.

Hubo quienes se han dejado llevar por los medios brasileños y creyeron que el tema central de la crisis era un tema de corrupción del PT. Cuando la crisis se ha profundizado y los medios internacionales mandaron sus corresponsales, todos, unánimemente, se dieron cuenta que los corruptos están del otro lado, son exactamente los golpistas. Que no hay ninguna prueba concreta en contra de Dilma o de Lula, mientras los dirigentes del golpe y más de 200 parlamentarios que lo han votado, son reos de procesos de corrupción en el Supremo Tribunal Federal.

Total, la larga y profunda crisis brasileña es la estrategia de la derecha para recuperar el gobierno y, desde ahí atacar los avances de los últimos casi 13 años en Brasil. Atacar la destinación constitucional de recursos para la educación y la salud, atacar los derechos de los trabajadores, atacar los patrimonios públicos, imponer un durísimo ajuste fiscal, desatar la represión en contra de los movimientos populares, establecer una política internacional de subordinación a los intereses de los Estados Unidos. Esos son los objetivos del golpe blanco, que se fue gestando a lo largo de los últimos años en Brasil.

Pretenden sacar al PT y restablecer el modelo neoliberal, el Estado mínimo y la política externa subordinada a los EEUU, y terminar con los gobiernos del PT que dieron prioridad a la lucha en contra de la desigualdad, al rescate del rol activo del Estado y a la política externa soberana. Esos son los objetivos de la larga crisis de desestabilización en Brasil.

La izquierda en su conjunto y todos los movimientos sociales lo han comprendido muy bien, se han unido en defensa de la democracia, en contra del golpe, a sabiendas que lo que viene, como en Argentina, es una venganza en contra del pueblo y de sus derechos.

Pero a diferencia de un golpe militar o de una victoria electoral, la derecha brasileña tiene que enfrentarse al más grande movimiento de masas que el país haya conocido, con su falta absoluta de propuestas que pudieran darle legitimidad y apoyo popular, con el liderazgo de Lula, el único con enorme respaldo popular.

Son tiempos de lucha, de disputa, de inestabilidad, de crisis hegemónica profunda. El juego no ha terminado, al contrario, se ha profundizado, los enfrentamientos de clase han quedado mucho más visibles. Brasil ya no será el mismo después de esta crisis. La derecha ya no se disfrazará de civilizada, de democrática, de reformista, para aparecer como es: neoliberal, corrupta, golpista (El gobierno de Temer, por primera vez, desde la dictadura, tendrá apenas a hombres, blancos, desde luego, adultos, reaccionarios, corruptos).

Mientras que la izquierda está comprometida con volver al gobierno para desatar los nudos que han bloqueado sus gobiernos y han llevado al golpe, principalmente la democratización de los medios, el quiebre de la hegemonía del capital especulativo, la reforma del sistema electoral, entre tantas otras reformas. Esa disputa es la que caracteriza al nuevo período político abierto hoy en Brasil.

– Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

Presentan en Santa Ana libro de Roberto Pineda sobre el PCS

Presentan en Santa Ana libro de Roberto Pineda sobre el PCS

SANTA ANA, 7 de mayo de 2016 (SIEP) “Es para nosotros clave el rescate de la memoria histórica, de nuestras raíces de lucha…” enfatizó el Lic. Oscar Rodríguez, Coordinador Departamental del FMLN en la presentación realizada esta mañana en el Museo Regional de Occidente, del libro Ideas Emancipadoras y Tradiciones de Lucha. El Partido Comunista de El Salvador (1930-1995) de Roberto Pineda.

Por su parte, el pintor Alex Orantes, subrayó que “conocí a Roberto Pineda en la lucha popular, enfrentándose a las fuerzas oligárquicas que pretenden mantener este país en la miseria; lo conocí junto a obreros y campesinos en las luchas del Bloque Popular Social por la democracia y la justicia…”

Asimismo, Julio Mena, responsable de la Secretaría Departamental de Memoria Histórica del FMLN dijo que “para nosotros es importante que las nuevas generaciones establezcan puentes con las tradiciones de lucha de nuestro pueblo santaneco, por esto es la presencia aquí de Romeo Granadino y otros viejos luchadores sociales, que hay que rescatar como Eduardo Camporreales, Pedro Yan y muchos otros”
Por su parte, Roberto Pineda expresó que “existen variadas fuentes de este libro, entre estas está la de mi regreso al país en 1973, de los Estados Unidos a los 14 años, y mi incorporación a la Asociación de Estudiantes de Secundaria, AES y luego a la Juventud Comunista, JC.”
Agregó que “a la vez a finales de 1976 me incorpore en una brigada de la JC para fortalecer la campaña electoral de la Unión Nacional Opositora, UNO, que llevaba como candidato al Coronel Ernesto Claramount Roseville, y pude conocer a participantes del levantamiento de enero de 1932, me acuerdo de un indígena que vivía la orilla del río Caluco, Bartolo, que hablaba todavía nahuat, sobreviviente que vivió y murió siendo comunista.”
Indicó que “existen dos santanecos que fueron los pilares, los que mantuvieron ondeando la bandera roja y permitieron la continuidad del PCS luego de la derrota de 1932, me refiero a Daniel Castaneda y a Virgilio Guerra. Ellos junto a Miguelito Mármol en Usulutan, fueron los que reconstruyeron al PCS luego de la matanza…”
Finalmente, el veterano comunista Romeo Granadino opinó emocionado que “la lucha siempre va ser nuestra, de nosotros…de los que quieran que nuestro país cambie.”