Las cartas de la Célula Frank Pais al PCS (Julio- Agosto 1969)

Las cartas de la Célula Frank Pais al PCS (Julio- Agosto 1969)

Las cuatro integrantes de la Célula Frank País de la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, entonces estudiantes de la Facultad de Medicina de la UES, dirigieron entre julio-agosto de 1969, tres extensas cartas a la dirección del Partido Comunista de El Salvador, PCS, en las que manifestaban su rechazo a la posición política mantenida durante el conflicto con Honduras. Semanas después presentaron sus respectivas renuncias y pasaron luego a formar parte del nucleó inicial que constituyeron las Fuerzas Populares de Liberación, FPL “Farabundo Martí.”

Entre sus integrantes se encontraban; Luís Napoléon Barahona, conocido como “Benito Vivar”; Alfredo Castro Quezada, secuestrado durante cinco meses en la Guardia Nacional en 1977, y en los años ochenta jefe de la Secretaría de Bienestar Universitario de la UES; Roberto Vargas, docente universitario de la UES y Salvador Moncada Seidner, que luego se trasladó a Inglaterra convirtiéndose en un afamado científico.

Los otros tres que siguieron a Salvador Cayetano Carpio y originaron a las FPL fueron los obreros José Dimas Alas Alfaro, José Ernesto Morales Sandoval y Armando Arteaga. A continuación reseñamos las ideas principales contenidas en sus tres cartas, las cuales fueron divulgadas por la misma dirección del PCS para su conocimiento y discusión entre la militancia.
La primera carta del 9 de julio de 1969
“Compañeros: Las bombas han comenzado a caer, nuevamente, las oligarquías pretenden dirimir sus diferencias sobre las espaldas de los pueblos, el carro de la historia se acelera, y nuevamente sorprende a nuestro movimiento revolucionario falto de toda preparación para el combate. En esta ocasión, a la debilidad orgánica del P. se ha sumado una fragilidad sin precedentes en el análisis teórico de los hechos que se han dejado ver con toda claridad las tendencia a oportunistas de derecha compartidas por los organismos de dirección de nuestro P., y que en ocasiones anteriores (elecciones de 1968, problema de Checo – Eslovaquia) han sido señalados por alguno miembros consientes…” inicia esta primera carta.
Añade que “el manifiesto del partido con respecto al problema El Salvador – Honduras llamado “Por la solución justa al conflicto El Salvador – Honduras” repetido sin cambios, mecánicamente (hasta en eso) en el número 82 de La Verdad 2 semanas después, es un ejemplo de análisis liberal, patriotero, no marxista o cuanto menos un esbozo a cien kilómetros de distancia del verdadero problema con el que se pretende “orientar la conciencia popular”.
Sostienen los integrantes de la célula Frank Pais de la UJP que “si este es el análisis con el que el C.C. pretende orientar la opinión pública, no es extraño que el AGEUS, organización casi completamente controlada por nuestro P. se encuentre dando tumbos espectaculares contribuyendo a sembrar el desconcierto de la mentalidad popular y dejando así como únicas guías y dirigentes a la oligarquía, el gobierno y sus pregoneros que han logrado a su alrededor unidad nacional, en la que estamos embarcados sin lucha ideológica , unidad que no tiene las características de frente popular.”
Argumentan que “nada podemos decir entonces de ANDES y de otras organizaciones populares que se han pronunciado en igual forma, es decir, dentro de la línea del P. que se encuentra de la retaguardia de la oligarquía salvadoreña. En estos momentos de crisis, desatada por las contradicciones entre las burguesías, se miden no solo las fuerzas de las organizaciones revolucionarias sino también se calibran sus posiciones ideológicas. “
“Estas son responsabilidad de todos los miembros de los organismos de dirección del P. y por lo tanto en este problema de los que están sustentando una posición clara, marxista, permitieron que se impusieran tendencias oportunistas y que se fuera a las masas con ese manifiesto, que únicamente ha beneficiado a nuestros enemigos. “
“Vamos al texto: En primer lugar, el análisis de la situación concreta y del origen concreto de las diferencias entre las oligarquías nacionales-hondureña–salvadoreña no existe, este cede paso a un conjunto de frases poco claras algunas de ellas acuñadas desde hace mucho tiempo, repetidas hasta el infinito y que no han logrado más que la indiferencia y en algunas ocasiones el recelo de las masas populares. Además, “los López Arellano y los Medrano y sus secuaces” como dice el documento se ven constantemente aparecer en el cómo artífices directos de la historia de acuerdo con su voluntad e intereses particulares y no como representantes de determinadas fracciones oligárquicas que debíamos haber analizado para el pueblo. “
Llama esta carta a que “recordemos los acontecimientos; en los primeros siete días del conflicto no se recibieron noticias de lo que ocurría en Honduras; porque el gobierno de Sánchez Hernández y sus voceros eran serenos y no querían enardecer al pueblo? No compañeros, porque la oligarquía salvadoreña pretendía mantener la integridad del MERCOMUN y continuar ganando sumas fabulosas, días después, el boicot hecho en Honduras a los productos salvadoreños y especialmente la expulsión masiva de compatriotas lo que quería decir presión social y exigencia de cambios a corto plazo en El Salvador, atemorizo lo suficiente a la oligarquía como para hacerla pasar de una actitud “serena a una agresiva que en el colmo de la desesperación podría lanzarla a una aventura bélica.”
“Este cambio, que para nadie es un secreto fue reflejado exactamente por el gobierno “correcto” de Sánchez Hernández y sus voceros. COMPAÑEROS: lo correcto era decir “apoyamos” al gobierno de “Sánchez Hernández” pero como enemigo de clase luchamos contra él en el mismo momento, no con frases estereotipadas, prefabricadas; no afirmando en abstracto que es servidor incondicional de intereses oligárquicos e imperialistas sino indicando como se ven en este hecho concreto afectados o beneficiados dichos intereses y como esto se manifiesta en determinadas actitudes de su gobierno. Eso significa hacer claridad y orientar a las masas populares. “
Indica que “en estas circunstancias si lo único que se va a salvar es el prestigio del partido como dirigente para luchas futuras hay que salvarlo, aunque nadie momentáneamente nos oiga. A cerca de la intervención del imperialismo norteamericano la cosa fue más superficial aun; se dio la consigna de fuera manos sin concretar en explicaciones del porqué de la intervención y en qué sentido; se llegó a decir en un mitin que era posible que el imperialismo se decidiera apoyar a Honduras porque ahí habían más inversiones directas; lo que sirvió para “agudizar el odio y encender el ardor patriótico de nuestro pueblo.”
Denuncia que “olvidamos decirle a las masas una frase que en otras ocasiones y sin alusión a situaciones concretas les decimos “la guerra es la continuación de la política por otros medios” y con esto un análisis político y socioeconómico de las contradicciones entre las burguesías, de ellas con sus pueblos respectivos y con los dos pueblos en conjunto. Esto habría cambiado la situación dentro de la conciencia popular. Las fuerzas democráticas se organizan y crecen a través del reconocimiento de sus errores, de sus derrotas. La actual demostración de debilidad y falta de firmeza ideológica, servirá para fortificarnos y purificar nuestra organización. Para convertirla en una organización capaz de dirigir la revolución socialista.”
Concluyen afirmando que “tenemos la firme resolución de hacer un análisis profundo de este conflicto del que seguramente saldrán y ya se vislumbran grandes perspectivas para la revolución en nuestros países. Necesitamos eso sí, que nuestras organizaciones se mantengan alertas y preparadas, que se elabore una línea política correcta, pero que en el camino de elaboración de la misma se sepa encontrar los sustentantes de posiciones derechistas y se libre una batalla tenaz contra sus posiciones hasta eliminar su influencia en todos los niveles en nuestro partido. Si no se cumple esta tarea, rápidamente surgirán grupos que comprendiendo más claramente las situaciones concretas que la vida presenta, se convertirán en vanguardia revolucionaria de nuestro pueblo. “ELIMINEMOS PARA SIEMPRE EL OPORTUNISMO DE DERECHA” FRANCK PAIS.
La segunda carta del 9 de agosto de 1969
“COMPAÑEROS: Tenemos a la vista el boletín informativo de la FUSS y de la FESTIAVCES fechado en Agosto del 69. A pesar de la claridad que existe ya sobre los hechos relacionados con el conflicto bélico, los compañeros obreros persisten en una actitud oportunista y de franca colaboración con el régimen” denuncian los integrantes de la célula Frank Paiz de la UJP.
“Pretendemos en esta carta, demostrar cuales son los errores de esta actitud, y como están vinculados de alguna manera a las posiciones tambaleantes que la dirección de nuestro partido ha sostenido en todo momento. Algunos de estos señalamientos fueron hechos con anterioridad por nosotros en nuestra carta a la C.P. y de ellos, las que estaban incompletas, han sido confirmadas por el desarrollo de los acontecimientos. “
“El boletín a que hacemos referencia, es un precioso documento por su claridad de posición y por su consecuencia con todas las oposiciones oportunistas anteriores. Especialmente con el manifiesto del 2 de Julio, en el se vuelve a menospreciar, o a ver según se desea, el papel de la lucha interna en nuestro país, el papel de la oligarquía salvadoreña, y el papel del imperialismo en el desarrollo de los acontecimientos. En él se ve claramente, clarísimamente por fin, que en la mente de las fuerzas democráticas el problema se ha planteado así: “El imperialismo Norteamericano, aliado del caníbal López Arellano pretende hacerle daño a la nación salvadoreña”.
Para nosotros, estos son dos gobiernos impuestos a los pueblos; que defienden intereses de clases burgueses, terratenientes; que obedecen ciegamente al imperialismo norteamericano y que están dispuestos a masacrar a sus respectivos y a otros pueblos en el momento en que así lo justifiquen sus intereses. Parecería sin embargo que no es así, que existe una diferencia cualitativa y no cuantitativa entre ambos regímenes; que este no es un gobierno que “desgobierna y asesina al pueblo”. Triste conclusión para las fuerzas democráticas.”
Recuerda que “al movimiento revolucionario, especialmente a la FUSS, se le olvida que hace nada menos dos años, dos obreros Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez: junto con un estudiante de secundaria, fueron masacrados por “nuestro gobierno” con ocasión de la huelga magisterial. Parecería que la sangre de estos compatriotas muertos en un periodo de lucha de clases internas muy agudo, se ha borrado completamente en aras de la nacionalidad salvadoreña, y ahora junto con nosotros se horrorizan de la tabla raza que ha hecho la O.E.A. con los dos gobiernos. Parecería en fin que esas dos grandes fotos de los líderes obreros que ahora cuelgan en el local de la UTF., se hubieran transformado, a pesar de su ejemplo y sacrificios, en consignas como muchas otras vacías de todo contenido revolucionario!”
Subraya que “a la United Fruit Company, tiene hundidas sus garras en suelo hondureño; en Olancho, le ha sido entregada una extensión territorial de 20,000 km. Cuadrados a otro monopolio Européo norteameriacno, conocido con las siglas de A.D.E.L.A., para que explote las riquezas naturales, madera, pulpa, etc. En el Departamento de Olancho, es donde ha sido más feroz la persecución y los atropellos de toda índole en contra de los salvadoreños. El despojo de nuestros compatriotas de sus parcelas, es la consecuencia de la voraz rapiña de los monopolios yanquis, de las multimillonarias familias norteamericanas como los Rockefeller, los Morgan, etc. Por eso no tiene nada de extraño el que el gobierno de Honduras haya recibido el apoyo en todo sentido de parte de los Estados Unidos y de la O.E.A., que la Standard Oil Company haya enviado combustible a la “pandilla de Arellano, mientras a El Salvador se le chantajeaba, con las sanciones.”
La tercera carta del 20 de agosto de 1969
Manifiesta que “a estas alturas de la crisis Salvadoreña–Hondureña, podemos bastante claro cual fue el trasfondo de estos acontecimientos que culminaron con “ la guerra de las 100 horas”, y podemos ver con claridad aun mayor, cuáles fueron los defectos en la sección de las fuerzas revolucionarias y de donde parten los senderos que las colocaron en algunos momentos en posiciones de franca colaboración con los sectores oligárquicos más retrógrados de este país. Creemos además que esta conflagración, coloca a nuestra región centroamericana en un nuevo peldaño, más desarrollado, de su lucha revolucionaria y que el momento exige “vanguardias” de acuerdo con las circunstancias históricas. “
Señala que “nos abstendremos en esta ocasión de analizar los monstruosos planteamientos de algunos números de Opinión Estudiantil, Juventud y de la FUSS, pues sostenemos que estos tienen su base ideológica, en la línea del partido no solo vacilante sino en algunos momentos reaccionaria. Trataremos de referirnos únicamente a los documentos de partido y a los documentos que han sido escritos por miembros de la dirección del partido como manifiestos, artículos y demás; esto nos permitirá llegar a la raíz del problema sin detenernos en el análisis de las posiciones de los frentes abiertos, lo cual alargaría demasiado esta carta sin abonar en forma efectiva a sus objetivos de discusión ideológica interna. “
Plantea que “Centroamérica y nuestro país en especial, se enfrentara en poco tiempo y como consecuencia inmediata de esta crisis bélica a un periodo de profunda conmociones sociales; el mercado común centroamericano que había permitido una prolongación del estado latente de las contradicciones populares a través de la ampliación artificial de los mercados nacionales se encuentran en franca bancarrota. El paro forzoso con sus consecuencias sobre grandes masas de trabajadores se ha comenzado a sentir. Por otra parte, faltan miles de salvadoreños que llegaran más o menos tarde de Honduras y que agudizaran aun más, las contradicciones sociales en el campo. Estas dos causas principales generan condiciones para un gran ascenso en la lucha de clases interna y a nivel centroamericano. “
Analiza que “se ponen más que nunca a la orden del día dos conceptos marxista-leninista olvidados en el último periodo por nuestro partido. El concepto de la “lucha de clases como motor de la revolución” y el concepto internacionalista en concreto para los pueblos centroamericanos. Nuestros pueblos necesitan para este periodo organizaciones verdaderamente revolucionarias que respondan a los intereses populares. Para esto, la eliminación de la influencia pequeño burguesa oportunista del partido es una necesidad fundamental y se transforma en tarea inmediata de nivel estratégico, que debe realizarse en el camino de la elaboración de una línea de acción concreta para esta época. Si no logramos esto, como buenos pequeños burgueses que hemos demostrado ser, cuando se presentan nuevas situaciones que exijan mayor claridad y más que todo mayor decisión de lucha, volveremos a caer en el oportunismo, y en la vacilación, para castrar el movimiento revolucionario de toda iniciativa. “
Opina que “alrededor de la “defensa de la patria” se elaboró toda la “entera” táctica revolucionaria, oportunista, seguidista, pro-oligárquica y pro-imperialista. Cohesionaba el “genocidio” a la nación salvadoreña hasta tal punto que nos obligara a olvidarnos del carácter de clase de la guerra?. Era más fuerte el interés nacional que el interés de clase de los obreros y campesinos de ambos países que iban. Definitivamente creemos que no. El genocidio fue el gran pretexto; si bien es cierto que la minoría nacional maltratada juega un papel independiente, cohesionador en los sentimientos de los connacionales, estos comenzaron a sentir ese sentimiento con una semana de retraso, cuando las clases dominantes que preparaban la guerra de invasión pusieron en juego todos sus instrumentos de propaganda. “
Enfatiza que “de sobra se sabe que la conciencia que domina en una sociedad de clases es la conciencia de las clases dominantes; y que si el proletariado quiere triunfar, debe luchar con su conciencia de clase, con su organización, con su disciplina contra las formas de vida y de concepción que rigen en la sociedad de clases. La justa indignación que causó el maltrato de que fueron objeto los salvadoreños en Honduras, obligaba a la vanguardia a aclarar muy bien los intereses que se movían detrás de esta acción y detrás de las posiciones que adoptaba “ nuestro gobierno” en respuesta. “No hacerlo así, era olvidarse de la lucha de clases interna, era hacerle un servicio al gobierno, era desorientar a nuestros militantes, era entregar a la propaganda de la oligarquía el pueblo entero.”
Concluye que “en esta circunstancias, cuando nuestros deseos solo coinciden con un “aparente” deseo de la burguesía–oligarquía; las alianzas son totalmente inaceptables. Aliarse en esas circunstancias, era engañarnos nosotros mismos, al partido, al pueblo, a la revolución. Con quien si se hizo alianza fue con la fracción más reaccionaria de la burguesía–oligarquía salvadoreña; con esta fracción que rápidamente domino la situación dentro del gobierno, lo hizo pasar de una actitud “correcta” que nosotros apoyábamos a una actitud incorrecta ( que supuestamente no la apoyábamos, pero que nunca lo dijimos) y que tuvo como culminación la guerra de agresión contra Honduras. Esta fracción ultra reaccionaria cuyos intereses eran, cerrar la frontera al paso de compatriotas y conquistar territorios. “
Establecen que “cualquier revolucionario del mundo, hubiera pedido el retiro de las tropas; no solo por elemental deber de humanidad sino para evitar un enfrentamiento dolorosamente estéril con los yanquis; enfrentamiento que no podríamos siquiera lejanamente resistir en este momento. Pero no actuamos así; ocupamos la misma patraña de la oligarquía, de que no nos retiraríamos sin que se dieran las garantías a los compatriotas en Honduras (a pesar de que estuvimos seguros en todo momento de que nadie podría dárselas), y decidimos hacer desde las posiciones fuertes de las tierras conquistadas, un llamado anti-imperialista de defensa de la patria. Decidimos llamar a este pueblo a dar hasta la última gota de su sangre por defender no nuestro territorio nacional, sino la faja de tierra hondureña conquistada por el ejército de la oligarquía, y las falsas garantías de nuestros compatriotas en Honduras. “
Se preguntan: “¿Es la oligarquía salvadoreña aliada siquiera condicional en algún momento de la revolución salvadoreña, aunque sea en los objetivos de liberación nacional? ¿Era un enemigo secundario la oligarquía en el momento concreto de la guerra? Nuestros documentos de partido señalan que “siempre forman con el imperialismo”; su existencia la debe fundamentalmente al imperialismo; sus contradicciones son tan débiles y desde posiciones tan disímiles a las nuestras que no pueden ser aprovechadas sin que corramos el grave riesgo de caer en el campo de la reacción. “
Proponen que “valdría la pena investigar, pues esos datos se han obtenido hasta ahora de “fuentes oficiales”, cual es el grado de penetración imperialista real en el país a través de las empresas mixtas, para deducir en concreto, cuales son las posibilidades de alianzas con la burguesía predominante industrial; sugerimos desde ya esta situación, a mayor desarrollo industrial neocolonial, mayor penetración imperialista de nuevo tipo, menor posibilidad de libertad del sector industrial de la burguesía, menor posibilidades de alianza con los sectores populares. (Situación concretamente de nuestro país). “
Citan para fundamentar sus posiciones el documento del PCS titulado “El camino de la Revolución en El Salvador”, en su página 10, leemos: “También es cierto que el motor que impulsa primordialmente el proceso de acumulación de fuerzas no es principalmente esa contradicción, sino la lucha de clases interiores al través de una gran variedad de motivos. Y en ese sentido, hay que tomar en cuenta que el imperialismo, al penetrar profundamente en la economía interna (así como en lo político, militar, ideológico, etc.), se ha convertido en un importante elemento de la lucha de clases interna y que, por tanto, es el enemigo fundamental de nuestro pueblo, no solo por la opresión de carácter externo que ejerce, sino también como parte que es de la lucha de clases interna entre la burguesía y el proletariado en nuestro propio país”.
“Es decir, la lucha antiimperialista para ser efectiva se debe de hacer a través de la lucha de clases interna porque el imperialismo tiene una existencia interna en cada país latinoamericano. Las consignas antiimperialistas en el aire y la “unión de las amplias fuerzas antiimperialista” que no quieren decir nada, no solo deja difusa la lucha de clases interna que es el motor principal sino que ataca en abstracto al imperialismo. Consideramos correcta y en plena consonancia con la línea de nuestro P. la siguiente tesis: Hoy, la lucha anti-imperialista en América Latina tiene que hacerse atreves de la lucha de clases.”
Considera que “no vamos a enfrentarnos al imperialismo en forma directa en una etapa tan precoz de la revolución; ni vamos a enfrentarnos adecuadamente si vamos a la cola de los regateos de nuestra propia oligarquía. Para enfrentar al imperialismo en forma directa debemos de organizar y juntar nosotros amplias fuerzas a nivel nacional y quizás regional que serán, primero el proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía y por ultimo algunos sectores dudosos de la burguesía industrial. No vamos a dar lucha anti-imperialista cuando la iniciativa parte de sus aliados.”
Califican como “mueca de lucha antiimperialista que dimos durante la guerra: 1) Ni lejanamente enfrentó a nuestra nación con el imperialismo; 2) No nos permitió desenmascarar a nuestra oligarquía-burguesía en forma adecuada y ni en forma alguna; 3) Nos unimos con fuerzas que siempre forman con el mismo imperialismo por lo tanto no pueden dar ningún tipo de lucha; 4) Ellos tuvieron la iniciativa en todo momento; y por ultimo; 5) La ilusión final de convertir el anti O.E. A., en “antiimperialismo” (nuevamente en el aire) no dio ningún resultado, ni formo ningún sedimento ideológico en el pueblo, ni acumulamos fuerzas antiimperialistas. En el momento en que la voz oficial ceso de hacer llamados anti OEA., cesamos nosotros de hacer lucha antiimperialista. El aparato, lo tenían en sus manos el gobierno la oligarquía-burguesía; nosotros teníamos el corazón de románticos patriotas. “
Aseguran que “las alianzas y más que todo anti-imperialistas deben prepararse concienzudamente sobre la base de la unión obrero campesina que nunca la hemos logrado y sobre la base de la movilización de la pequeña burguesía hacia nuestras posiciones; la alianza antiimperialista con la burguesía la vemos bastante dudosa; aun así; con los sectores que se logre debe de hacerse sobre una base de principios y con una fuerte lucha ideológica; la alianza con la oligarquía terrateniente o con la burguesía explotadora la creemos imposible; estos sectores deben tratarse siempre como enemigos que forman del lado del imperialismo. “
Opina que “al partido del proletariado no le caen las alianzas del cielo, las preparan, las organizan, las dirigen. Y Ha quedado demostrado, que para responder a las tareas de la Revolución salvadoreña y centroamericana, necesitamos un nuevo partido, un partido comunista. Las tareas primordiales para lograr la transformación del partido subversivo en partido revolucionario, se plantean en dos campos por lo menos: A) El ideológico, B) El organizativo.”
Argumentan que “en lo ideológico, necesitamos:
1) Llevar a nuestros militantes desde la dirección hasta la última base, a empaparse en la ideología del proletariado y en su consciencia de clase, esto lleva consigo el estudio del marxismo Leninismo, su aplicación a la situación concreta de El Salvador y Centroamérica, para la ejecución de la línea del P., para nuestro país y la elaboración de una línea correcta a nivel centroamericano, y para la determinación de los primeros pasos que se van a dar dentro de esta línea justa (que es lo que en la mayor parte de los casos falta). 2) Librar una lucha ideológica tenaz contra las concepciones pequeño burguesas, que ahogan a nuestro partido, y que no permiten la elaboración y aplicación de la línea estratégica correcta y de los pasos tácticos inmediatos dentro de esa línea. 3) Ligarse a las masas: Aspecto fundamental en el cual hacemos un llamado: Vietnamicemos al partido; pueden existir buenos cuadros teóricos que su falta de unión con las masas los lleva a colocarse en situaciones incorrectas y a no formar y solidificar su conciencia proletariado.”
Propone que “debemos cambiar de concepción de trabajo; el trabajo esporádico, ocasional, que solo se dedica a “aprovechar” coyunturas o virajes históricos y que lleva constantemente a formarse muchas ilusiones durante esos periodos, debe ceder paso al trabajo CONSTANTE, Metódico, Progresivo, siguiendo la línea de lo simple a lo complejo en la concientización y organización de las masas, en la formación de alianzas en la lucha contra el enemigo inmediato y contra el enemigo principal.”
Explica que “lo organizativo, dentro de un partido del proletariado solo se logra sobre la base de un trabajo ideológico correcto y su aplicación en la línea del partido. La férrea disciplina del partido revolucionario se adquiere sobre la base de la conciencia proletaria, y sobre la base de una línea estratégica, más pasos tácticos correctos. Esos no se logran sin lucha ideológica. Una vez hecho esto, se deben emplear los métodos Leninistas de trabajo; el centralismo democrático; la eliminación de las relaciones liberales entre militantes y entre organismos; la crítica, la autocrítica constante, las sanciones adecuadas para el incumplimiento de las tareas. La separación de los elementos inservibles, cincuenta comunistas valen más que quinientos pequeños burgueses liberales. En resumen; la actual etapa de la revolución exige un partido que crezca en forma cualitativa más que cuantitativamente. ¡Una nueva organización! ¡Un nuevo militante! Para la nueva época. Agosto 20/69 FRANCK PAIS

Las preocupaciones de Saúl por la posición del PCS en el conflicto Honduras-El Salvador 1969

Las preocupaciones de Saúl por la posición del PCS en el conflicto Honduras-El Salvador 1969 Por Roberto Pineda 26 de febrero de 2016

Cuando Saúl (Salvador Cayetano Carpio), entonces secretario general del Partido Comunista de El Salvador, PCS, se enteró del agravamiento de las relaciones entre Honduras y El Salvador, decidió agilizar su regreso al país desde un lejano y caluroso verano moscovita y luego de brindar declaraciones en Radio Moscú, viajo primero a la ciudad de México y luego a San José, Costa Rica, a donde llegó a principios de julio de 1969.

Aprovechó la salida hacia San Salvador de una persona de confianza para enviar un mensaje a la dirección del PCS, con fecha 12 de julio, sobre estos graves acontecimientos, así como usando el seudónimo de Silvio del Pinal escribió un artículo para el semanario Libertad, de los comunistas costarricenses del Partido Vanguardia Popular, PVP, manifestando su visión sobre la guerra, que apareció el 26 de julio de ese mismo año.

A continuación hacemos una reseña de ambos documentos, que simbolizan ya elementos importantes en términos políticos e incluso ideológicos, de lo que sería meses después su renuncia como secretario general del PCS y su posterior decisión de construir las Fuerzas Populares de Liberación, FPL, que luego asumirían el legendario nombre de “Farabundo Martí.”

La carta de Saúl a la dirección del PCS del 12 de julio de 1969

Plantea la carta que “el pronunciamiento de la familia, 25 de junio, es muy comprensible, apegado a los principios M.L., claro y sin sinuosidades. En él podría haberse recalcado mas sobre el papel del Imperialismo, sin embargo todo su contenido estaba completamente en las posiciones justas del interno. Pro (letariado. Agregado de R. P.). Y en la lucha contra el enemigo común de nuestros pueblos, que ha sido siempre la invariable línea de nuestra familia…”

Pero luego agrega que “tal curso de orientación se ve violentamente desviado en la posición adoptada por estudiantes universitarios en acuerdos del 3 de julio, que se suman a la corriente de histeria belicista creada por el gobierno y clases dominante. El pronunciamiento familiar de 2 de julio, contiene en unas pocas líneas el reforzamiento de esa nueva orientación (cuando expone la orientación a seguir en caso de fracasar negociaciones pacificas).”

Y enfatiza Saúl que “ya el pronunciamiento no es claro ni recto, sino que esta “matizado” es decir, contiene muchas ideas buenas en la mayoría de sus puntos, pero desgraciadamente expresa la idea central para desempeñarse en una grave desviación de los principios del internac. Prol. Y de la lucha conjunta de los pueblos contra el imperialismo, sometiéndose al terror de la histeria bélica masiva y, por esa vía, reforzando objetivamente el curso de acción de los planes inconfesados del gobierno de S. H.; colocándonos así en evidente peligro de ponernos a la cola de los planes belicistas de las clases dominantes. (y de los planes de dominación y penetración del imperialismo en ambos países).”

Y sostiene que “contra este curso no tienen un valor efectivo las declaraciones de fidelidad a los verdaderos intereses del pueblo con lo que se acompaña dicho lineamiento. Los artículos, pronunciamientos aparecidos posteriormente (por ejemplo en el órgano “Juv” #3) ya son mas categóricos en esa desviación producida por el nuevo curso tomado.”

Reflexiona que “circunstancias como las presentes, en las que hay abundantes experiencia mundial, y por las que han pasado muchos en distintas épocas y lugares, exigen de los cs. ciertos deberes ineludibles de fidelidad absoluta al interno proletariado y al leninismo. Vacilaciones de tipo pequeño burgués en un momento así o desviaciones oportunistas, o equivocadas consideraciones tácticas o de coyuntura, que signifiquen desviaciones de los principios del internacionalismo proletariado, pues reforzando el respaldo “unitario” que la burguesía y el imperialismo necesitan para lanzar a la muerte a los obreros, estudiantes y campesinos de ambos lados.”

Y advierte que “una desviación del internacionalismo proletariado y de la consecuencia lucha contra los enemigos comunes en un momento así, puede llegar a convertirse en un gran crimen contra la clase obrera y el pueblo de ambos países. Es del calibre de tales errores y desviaciones que la historia y los pueblos no perdonan. La conducta de los Ps. De la II Intern. en vísperas de la I Guerra Mundial y su definitiva bancarrota por ese motivo, es un ejemplo aleccionador. Por eso, caminar en la cuerda floja al borde de ese precipicio, es muy peligroso, aunque se crea tener súper-habilidad para las matizaciones teóricas.”

Y expresa el entonces secretario general del PCS que “en este momento crucial, deseo expresar categóricamente mi desacuerdo con la orientación básica que se traza en el pronunciamiento familiar del 2 de julio para en caso de que fracasen las negociaciones pacificas (primeras nueve líneas y media del segundo párrafo vía al abandono de los principio del internacionalismo proletario, con todas sus trágicas consecuencias para nuestra organización y nuestros pueblos…”

“Creo – insiste Saúl-que la línea correcta, internacionalista, patriótica, proletaria, tendría que ser, dicho en su expresión más breve: “Lucha contra la guerra, y si esta llegare a estallar, orientarse a volver las armas contra los opresores de ambos países; es decir, la orientación hacia la revolución nacional-liberadora democrática y popular”, sin sinuosidades , ni bailes en la cuerda floja de la histeria belicista o de las “vivezas” tácticas pequeño burguesas, que terminan por despeñarse en el oportunismo y la traición a los verdaderos intereses de la clase obrera y de los pueblos.”

Reconoce que “puede ser que grandes masas, engañadas por la propaganda patriotera y chovinista no entiendan al principio nuestra posición patriótica, internacionalista y revolucionaria, y que vengan días duros para nosotros; pero si llegare a desatarse los planes criminales de las clases dominantes y del imperialismo y estalla el conflicto, cuando el pueblo comience a sentir duramente las consecuencias de la criminalidad política (cuando los muertos-obreros y campesinos comiencen a contarse por millares, no solo en los campos de batalla sino también en las ciudades bombardeadas) cuando la destrucción y el hambre de esa criminal política hunda sus garras en las entrañas del pueblo, los obreros y los campesinos comprenderán lo justo de una política de principios y estarán prestas a cambiar de hombro el fusil y acompañarnos en las acciones por el triunfo de la revolución.”

Finaliza enfatizando que “solo una política internacionalista firme y sin vacilaciones abrirá el campo a esa situación. Por otro lado comprendo las dificultades que ahora se presentan, pero sería absurdo pensar que tales dificultades se van a “capear” con una política de vacilaciones y de sumarse al coro de la histeria bélica y patriotera. Es todo, aunque dicho en la forma más breve, y parca en argumentación.”

El artículo de Saúl publicado en el semanario Libertad del PVP

El artículo publicado el 26 de julio en el semanario Libertad lleva por título ¿A QUIEN FAVORECE EL CONFLICTO ENTRE HONDURAS Y EL SALVADOR? y aparece con fecha 22 de julio y firmado por Silvio del Pinar (El salvador).

Establece de entrada que “los intereses económicos y políticos de las clases reaccionarias dominantes de Honduras y El Salvador, apoyados en sus perspectivas camarillas militares, han desembocado trágicamente en una criminal guerra que ensangrienta a dos pueblos hermanos.”

Indica que “con el fin de poner en ejecución los planes de sus respectivas clases dominantes, los gobiernos de Honduras y El Salvador, durante los últimos años, han utilizado cualquier pequeño incidente ocurrido entre los dos países, tratando de envenenar las relaciones mutuas, y encendiendo artificialmente el oído y la enemistad entre los pueblos que tradicionalmente han cultivado estrechos lazos de amistad y fraternidad.”
Explica que “en anteriores incidentes, no habían logrado encender en un nivel considerable el chovinismo y la histeria belicista entre las grandes masas de ambos y las mutuas provocaciones no alcanzaron tampoco dimensiones irreparables. Sin embargo continuaron perfeccionando sus planes y enfilando sus garras, para lanzar el zarpazo mutuo, que hundiría en el dolor, la sangre y el sufrimiento a sus pueblos.”

Subraya que “la guerra desatada el 14 de julio de este año entre El Salvador y Honduras no ha sido por la clase obrera, el campesinado, el estudiantado, demás sectores progresistas de la población de uno u otro país; no responde a los intereses económicos sociales y políticos inmediatos o de largo alcance de las clases progresistas y revolucionarias de ambos países. Estas se encuentran oprimidas por las oligarquías explotadoras y por las satrapías militares incondicionales servidoras del imperialismo, que desde años están manchadas con la sangre de sus pueblos, a quienes mantienen privados de elementales derechos humanos.”
Añade que “no es la defensa de los intereses de la clase obrera, del campesinado y demás clases progresistas, el objetivo de esta sucia y criminal guerra. Esta no es una guerra revolucionaria PARA NINGUNO DE LOS DOS LADOS; no es una guerra justa ni liberadora, como tampoco es una guerra de legítima defensa por parte de las dos agrupaciones militares reaccionaria que llevaron hasta el desenlace sus diferencias.
Los pasos que condujeron a la guerra fueron cuidadosamente planeados y ejecutados por las camarillas gobernantes de ambos países. Cualquier incidente (espontaneo o preparado) les daría el pretexto requerido para poner en marcha sus planes.”
Se pregunta Saúl: “¿Qué buscaba el gobierno de Honduras al llevar al problema hasta el borde de la guerra? Sus objetivos inmediatos podemos sintetizarlos así:
1º.) La burguesía industrial hondureña ha sido durante muchos, decenios ahogada por la penetración de los monopolios yanquis, y más recientemente, también por la expansión de la burguesía industrial salvadoreña. El Mercado Común Centroamericano, la ha colocado en mayor desventaja, frente a la invasión de las mercancías salvadoreñas. El gobierno Hondureño trataba de poner diques a la presión de la burguesía salvadoreña, mejorar los términos del mercado centroamericano para favorecer el desarrollo de su burguesía, sin necesidad de enfrentarse a los monopolios yanquis ni menoscabar sus intereses.”
En segundo lugar “distraer al pueblo hondureño de la lucha por sus objetivos revolucionarios y por sus reivindicaciones inmediatas de tipo político, económico y social que en las últimas semanas a través de fuertes movimientos como l huelga general nacional del magisterio, enfrentaban en grado creciente a las fuerzas populares con el gobierno. 3º.) Ante las justas demandas del campesinado que exige tierra y trabajo. Iniciar una llamada “Reforma agraria”, de tipo limitado que toca los intereses de los grandes latifundistas, ni de los monopolios yanquis (United Fruit Co.); pero que si despoja de las tierras a pequeños y medianos propietarios salvadoreños, para distribuirlas entre los campesinos hondureños.”
También el de “resolver” con mano militar, (con inhumanos métodos de persecución, expulsión y terror) el problema de la minoría salvadoreña, unas 300,000 personas, que a través de los años se ha establecido en Honduras. 5º.)Distraer al pueblo de sus aspiraciones de recobrar las tierras usurpadas por el imperialismo yanqui como las islas del Cisne, levantando reclamaciones territoriales contra El Salvador, reclamaciones que ascienden a unos 800 kilómetros cuadrados, en los departamentos de la Unión, Morazán, Cabañas, y Chalatenango. 6º.)Fortalecer su débil e impopular gobierno, formando la “unidad nacional” en torno al mismo, impulsando artificialmente una descomunal histeria belicista y nacionalista en las masas.”
Y a la vez se pregunta: “¿Qué objetivos se han planteado las clases dominantes y el gobierno de El Salvador al desatar la guerra? 1º.)Prolongar indefinidamente la situación de opresión económica y política sobre el pueblo salvadoreño. Prolongar el monopolio sobre la tierra y su negativa a realizar una reforma agraria democrática. El trabajador del campo no tiene ni siquiera el derecho a la organización sindical o gremial. Las inmensas mayorías de campesinos están sin tierras, mientras menos de 1000 grandes terratenientes tienen las dos terceras partes de la tierra. Los obreros industriales tienen un Código de Trabajo que es un verdadero látigo patronal.”
Plantea que “se trata de prolongar el régimen de tiranía militar que desde el 2 de diciembre de 1931 se sostiene a base de crimen y terror, iniciados con el asesinato de 30,000 obreros, campesinos y estudiantes en enero de 1932. En una palabra, las clases dominantes, alentadas por el imperialismo yanqui tratan de detener al movimiento revolucionario, impedir hasta donde sean posibles las transformaciones revolucionarias que el país necesita con urgencia.”
Así como “en esa dirección, el gobierno ha impulsado una gigantesca campaña inflamatoria de belicismo, chovinismo y ciego patrioterismo, para que al aprender en las masas, estas puedan ser distraídas de la lucha por sus objetivos revolucionarios y de carácter inmediato.
3º.)El gobierno de Sánchez Hernández, subió a base de imposición y fraude electoral, ha sufrido graves derrotas electorales el año pasado, y se enfrenta a próximas elecciones de asamblea y municipios, a través del agudizamiento de las dificultades con Honduras ha tratado de salir de su impopularidad y de su debilidad de sortear los golpes de estado que con frecuencia se intentan contra él y de consolidarse por medio de la formación de un frente de unidad nacional en torno al rebato de los ánimos belicistas masivos provocados contra el pueblo hondureño.”
Manifiesta Saúl que “el sector de agentes de la CIA en el ejercito, encabezado por el torvo criminal General José Alberto Medrano (que hace poco asesino a dos dirigentes revolucionarios: SAUL SANTIAGO CONTRERAS y OSCAR GILBERTO MARTINEZ, y que a través de la banda fascista: “LA MANO BLANCA” comete continuos atentados terroristas contra las organizaciones y Sánchez Hernández en la presidencia de la república de obtener el control absoluto del gobierno y del ejercito y salir de la difícil situación que ante la opinión pública lo habían colocado sus acciones vandálicas y su absoluta entrega a la agencia de espionaje norteamericano.”
Asimismo “los sectores del ejército, educados en el oído fascista al pueblo, y en la arrogancia de casta omnipotente, tratan de saciar a costas de vidas utilizadas como carne de cañón, sus apetitos expansionistas y aventureros. El ejemplo expansionista de Israel los enardece, como en un tiempo los fascinaba el ejemplo de la Alemania Hitleriana.
6º.)La burguesía industrial salvadoreña, en su lucha contra la hondureña, al no poder abrir nuevamente al normal mercado de Honduras por medio de las negociaciones y de los mecanismos corrientes del Mercado Común, se ha decidido a abrirlo con el pecho de los trabajadores salvadoreños a costa de la sangre y del sufrimiento de dos pueblos hermanos.”
Analiza el dirigente comunista salvadoreño que “junto a esto, es necesario tener en cuenta, sobre todo, que los intereses de los monopolios norteamericanos, que dominan en forma creciente la economía de ambos países reinan en el Mercado Común; que la turbia política del departamento del Estado yanqui influye en ambos gobiernos: que las misiones militares yanquis dirigen los ejércitos, la aviación y la policía de ambos países, y que, especialmente la CIA, están manejando los hilos de esta tenebrosa maniobra contra los países y contra toda la América Central para poner de rodillas en forma más eficaz a nuestros pueblos y detener a sus movimientos revolucionarios. Esos son los intereses que se mueven en el fondo de esta sucia guerra, los intereses económicos y políticos revolucionarios que salen ganando con este atroz derramamiento de sangre.”
Por lo que “no es casual que haya sido precisamente el criminal Medrano y sus pandillas fascistas de la “Mano Blanca” los que con sus ataques a los jugadores hondureños el 14 y 15 de junio en San Salvador, hayan dado el pretexto a López Orellana para lanzar a sus agentes secretos de la llamada “MANCHA BRAVA”, contra los residentes salvadoreños en Honduras; dando inicio a la aplicación de sus respectivos planes por parte de ambos gobiernos. La mano de la CIA aparece claramente, en estos acontecimientos encendiendo la mecha que habría de desencadenar los fatídicos sucesos.”
Evalúa que “a estas alturas, cuando cerca de cuatro mil muertos de ambos lados (campesinos, obreros y estudiantes) y mucho mas de miles de heridos, cuando el sufrimiento de la población civil y la destrucción material, atestiguan la criminal política de ambos gobiernos, estos siguen repitiendo los argumentos que se han lanzado a la masacre en “legítima defensa”, para salvaguardar “la patria”, la soberanía nacional, la integridad territorial, e incluso para hacer prevalecer la justicia y los valores morales de la humanidad, con lo cual piensan seguir inflamando aun más el ánimo belicista y nacionalista de las masas, con el fin de seguir profundizando mas el crimen contra los pueblo.”

Pero a estas alturas también, – reflexiona Saúl- los pueblos pueden comenzar a ver mucho más claro el abismo a donde los han conducido sus gobiernos, sus camarillas militares y sus oligarquías. Si grandes masas de los pueblos salvadoreños y hondureño se han visto confundidas e inflamadas por la malvada propaganda de chovinista, es tiempo de que comiencen a meditar sobre los resultados de la criminal política de ambos gobiernos.”
Dice que “es posible, incluso organizaciones revolucionarias y democráticas de ambos países se hubieran dejado arrastrar por las masiva presión de la histeria belicista, y que hubieren apoyado abierta o encubiertamente esa política, llamando al pueblo a la lucha por la “Defensa de la Integridad territorial”, a la alianza con sus tiranías, a la “paz social” y al abandono de las luchas de clases.”
Asegura que “si semejante posición no puede justificarse hasta ahora en este conflicto y significa el abandono de la brújula revolucionaria y del internacionalismo proletariado consecuente; mucho menos podrá justificarse de hoy en adelante, cuando el llanto y el dolor de miles de madres, esposas e hijos, muestren con claridad meridiana las consecuencias de los planes belicistas de ambas camarillas militares.”
Declara que “ambos pueblos tienen objetivos comunes: su enemigo común fundamental es el imperialismo yanqui, son sus enemigos, las tiranías militares y las oligarquías. Juntos han de luchar ambos pueblos por alcanzar su plena liberación nacional, por lograr su desarrollo independiente, la libertad y la democracia. Ambos pueblos deben unirse en la lucha por derrotar la política criminal de las clases dominantes.”
Concluye que “de allí que sea tan valioso y oportuno, paternal expresión de solidaridad y ayuda internacional, el llamamiento hecho por el “Partido Vanguardia Popular” a los pueblos de El Salvador y Honduras para que se nieguen a apoyar esta guerra y para que eleven más altos niveles de lucha heroica que vienen librando contra las oligarquías militares que los oprimen y contra el imperialismo yanqui, responsables de los grandes problemas sociales que sirven de escenario y de aparente motivación a la guerra actual”
Esa es una verdadera política de principios que está de acuerdo con los interese de nuestros pueblos. No podemos menos de expresar nuestro profundo reconocimiento por esta ayuda fraternal al proletariado de nuestro país.”

La complicidad del silencio

La complicidad del silencio
El hecho de ser joven, hombre y pobre se ha convertido en un perfil de alta vulnerabilidad frente a las partes
Por Mario Vega*25.feb.2016 | 20:18

El enfrentamiento entre la Policía Nacional Civil y las pandillas ha cobrado dimensiones incendiarias. Después de bastantes años de no interferencia mutua, algo rompió el equilibrio. Quizá nunca se sepa quién disparó el primer tiro. Cuando se tienen armas en la mano y la adrenalina hierve no es difícil que los incidentes ocurran. A partir de allí, se generó un ciclo de venganzas que se fueron consolidando en ataques cada vez más intencionales. Hoy ya no queda duda que es una directriz de las pandillas atacar a los policías y soldados durante sus períodos de licencia. Dentro de la policía, como en la mayor parte de gremios, existe un sentido de cuerpo y hermandad. Las reacciones no se hicieron esperar y comenzaron a usar el criterio propio y el reconocimiento que desde hacía mucho tenían de los miembros de pandillas para comenzar a devolverles golpe por golpe. En otros casos el deseo de venganza se desbordó y también fueron maltratados familiares de los miembros de pandillas. En contrapartida, las pandillas también comenzaron a atacar a las familias de policías y soldados. En 2015 se sobrepasó por mucho la cantidad de policías y soldados asesinados en relación a años anteriores. En la actualidad, da la impresión que los miembros de pandillas no están dispuestos a dejarse capturar y han decido disparar para evitarlo. Ahora ya no saben si vienen a detenerlos o a eliminarlos y, por ello, la lucha es a muerte.

Por su parte, la policía ha venido desarrollando una línea de venganza en la que se salta todo procedimiento y ha llegado al uso de la fuerza abusiva. Mal pagados, mal dormidos y, para colmo, ahora blanco de ataques, no están para reflexiones sobre el respeto a los derechos humanos o las normativas legales. Ya están hartos de esperar a que el sistema judicial funcione y prefieren procurarse por sí mismos lo que piensan es justicia. No tienen en cuenta que los familiares y amigos de las personas que maltratan, detienen arbitrariamente, torturan o ejecutan con muchísima dificultad volverán a colocar su confianza en la Policía, si es que lo hacen alguna vez. Lo que es más preocupante es la pérdida de la mística con que la Policía fue creada. El hombre no actúa como piensa sino que piensa como actúa. Parece que ya no recuerdan que no pueden allanar una vivienda sin previa orden de un juez. Lo que antes fueron protocolos muy claros ahora son vagas memorias que no poseen relevancia y, lamentablemente, tampoco existe una Inspectoría que se los haga recordar. No hay palabras firmes que adviertan de cometer abusos y, mucho menos, acciones disciplinarias o penales para los que resulten culpables. Es la complicidad del silencio.

Como en todo conflicto bélico, por muy irregular que este lo sea, los principales afectados son los inocentes. El hecho de ser joven, hombre y pobre se ha convertido en un perfil de alta vulnerabilidad frente a las partes. Como resultado, han perdido sus vidas muy buenas personas, entre ellos cristianos practicantes, cuya única culpa fue la de encontrarse en circunstancias que ni siquiera eligieron. Si no se hace nada para detener esta locura, en pocos años ya ni nos reconoceremos a nosotros mismos. Se perderá la ya maltrecha confianza que se tiene en las instituciones y en la legalidad. La sangre joven continuará corriendo y todo lo que se haya logrado avanzar en la posguerra, se perderá ante la catástrofe humana que se nos avalancha.

*Pastor general iglesia Elim.

Algunas reflexiones, autocríticas y propuestas sobre el proceso de cambio en Bolivia

Algunas reflexiones, autocríticas y propuestas sobre el proceso de cambio en Bolivia

por Pablo Solón

¿Qué ha pasado? ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Qué ocurrió con el proceso de cambio que hace más de quince años conquistó su primera victoria con la guerra del agua? ¿Por qué un conglomerado de movimientos que querían cambiar Bolivia acabaron atrapados en un referéndum para que dos personas puedan re-elegirse en el 2019?
Decir que todo esto es obra de la conspiración imperialista es un despropósito. La idea del referéndum para la reelección no partió de la Casa Blanca sino del Palacio Quemado. Ahora es obvio que el imperialismo y toda la ultra derecha se aprovechen de este gran error que fue la convocatoria a un referéndum para que dos personas puedan ser reelectas.

El referéndum no es la causa del problema sino uno más de sus trágicos episodios. El proceso de cambio anda por mal camino y es necesario reflexionar más allá de los escándalos de corrupción y las mentiras, que aunque son importantes, son sólo la punta del iceberg.

Hace cuatro años y medio deje el gobierno y durante este tiempo he buscado entender este devenir. Lo que pasa en Bolivia no es algo único. Desde principios del siglo pasado diferentes movimientos revolucionarios, de izquierda o progresistas llegaron al gobierno en diferentes países del mundo y, a pesar de que varios de ellos generaron importantes transformaciones, prácticamente todos terminaron cooptados por las lógicas del capitalismo y el poder.
De manera muy resumida comparto aquí algunas ideas, autocriticas y propuestas que espero contribuyan a recuperar los sueños de un proceso de cambio que es muy complejo y que no es propiedad de ningún partido o dirigente.

I
LA LOGICA DEL PODER CAPTURÓ AL PROCESO

Los activistas de izquierda en el gobierno generalmente hablamos del peligro de la derecha, del imperialismo y de la contra-revolución, pero casi nunca mencionamos el peligro que representa el poder en sí mismo. Los dirigentes de izquierda creen que estando en el poder podrán transformar la realidad del país y no son conscientes que ese poder los acabará también transformando a ellos mismos.
En los primeros momentos de un proceso de cambio generalmente el nuevo gobierno promueve por vía constitucional o insurreccional la reforma o transformación de las viejas estructuras de poder del Estado. Estos cambios, aunque radicales, nunca serán suficientes para evitar que los nuevos gobernantes sean cooptados por la lógica del poder que está presente tanto en estructuras de poder reaccionarias como en estructuras de poder revolucionarias. La única opción para evitar que un proceso de cambio sucumba está fuera del Estado: en la fortaleza, independencia del gobierno, autodeterminación y movilización creativa de las organizaciones sociales, de los movimientos y los diferentes actores sociales que dieron nacimiento a esas transformaciones.
En el caso boliviano, que comparativamente a otros procesos de cambio era muy privilegiado por la fuerte presencia de vigorosas organizaciones sociales, uno de nuestros errores más graves fue debilitar a las organizaciones sociales incorporando a las estructuras del Estado a una gran parte de sus dirigentes que terminaron expuestos a las tentaciones y la lógica del poder. Antes que cooptar a toda una generación de dirigentes había que formar verdaderos equipos para gestionar las reparticiones claves del Estado.
Entregar sedes sindicales, movilidades, pegas y beneficios a las organizaciones sociales que promovieron el proceso de cambio incentivo una lógica clientelar y prebendalista. Por el contrario, debíamos haber potenciado la independencia y capacidad de autodeterminación de las organizaciones sociales para que sean un verdadero contra-poder que proponga y controle a quienes habíamos pasado a ser burócratas estatales. El verdadero gobierno del pueblo no está, ni nunca estará en las estructuras del Estado.
Continuamos con una estructura jerárquica estatal del pasado y no impulsamos una estructura más horizontal. Sin duda el concepto de “El jefe” o “El jefazo” fue un gravísimo error desde un principio. El culto a la personalidad jamás debió ser alimentado.
En un principio, muchas de estas equivocaciones se cometieron presionados por las circunstancias y debido al propio desconocimiento de cómo administrar de manera diferente un aparato del Estado. A nuestra inexperiencia se sumo la conspiración y el sabotaje de la derecha y el imperialismo que obligo a cerrar filas muchas veces de manera acrítica (caso Porvenir, negociación de artículos de la Constitución Política del Estado, etc.). Los aciertos y triunfos contra la derecha, lejos de abrir una nueva etapa para reconducir el proceso e identificar nuestros errores, acentuaron las tendencias más caudillistas y centralistas.

La lógica del poder es muy similar a la lógica del capital. El capital no es una cosa sino un proceso que sólo existe en tanto genera más capital. Capital que no se invierte y no da ganancias es un capital que sale del mercado. El capital para existir debe estar en permanente crecimiento. De igual forma opera la lógica del poder. Sin darte cuenta, lo más importante en el gobierno pasa a ser como preservarte en el poder y como adquirir más poder para asegurar tu continuidad en el poder.

Los argumentos para esta lógica que antepone la permanencia en el poder y su expansión a toda costa son en extremo convincentes y nobles: “si no se tiene mayoría absoluta en el Congreso la derecha volverá a boicotear al gobierno”, “a mayor cantidad de gobernaciones y municipios que se controlan mejor se pueden ejecutar los planes y proyectos”, “la justicia y otras reparticiones del Estado deben estar al servicio del proceso de cambio”, “acaso quieres que vuelva la derecha”, “que será del pueblo si perdemos el poder…”.

Si el error primigenio del proceso de cambio fue creernos “el gobierno del Pueblo”, el momento de inflexión del proceso de cambio comenzó con el segundo mandato de gobierno. El 2010 se alcanzaron más de dos tercios en el parlamento y había energía suficiente para realmente avanzar hacia una transformación de fondo en la línea del Vivir Bien. Era el momento de fortalecer más que nunca el contrapoder de las organizaciones sociales y la sociedad civil para limitar el poder de quienes estábamos en el gobierno, el parlamento, las gobernaciones y los municipios. Era el momento de concentrar esfuerzos para promover nuevos liderazgos y activistas creativos que nos remplacen porque las dinámicas del poder nos iban a triturar.

Sin embargo lo que se hizo fue todo lo contrario. Se centralizó aún más el poder en manos de los jefes, se transformó al parlamento en un apéndice del ejecutivo, se continuo fomentando el clientelismo de las organizaciones sociales, se llegó al extremo de dividir a algunas organizaciones indígenas y se intentó controlar el poder judicial a través de burdas maniobras que acabaron frustrando el proyecto de contar con una Corte Suprema de Justicia idónea, independiente y electa por primera vez en la historia.

En vez de promover libre pensantes que incentivaran el debate en todos los espacios de la sociedad civil y el Estado se censuraron y persiguieron a quienes discrepaban con las posiciones oficiales. Se cayó en una terquedad absurda de querer justificar lo injustificable como Chaparina y de buscar revertir a toda costa la victoria de los indígenas y ciudadanos que habían hecho retroceder el proyecto de la carretera por el TIPNIS. Este contexto, donde la obsecuencia era premiada y la critica era tratada como la peste, incentivó el control de los medios de comunicación a través de diferentes vías, minó el surgimiento de nuevos dirigentes y fortaleció el engaño de que el proceso de cambio de millones de personas dependía de un par de personas.

La lógica del poder había capturado al proceso de cambio y lo más importante pasó a ser la segunda reelección y ahora la tercera reelección.

II
LAS ALIANZAS QUE MINARON EL PROCESO

Todo proceso de transformación social desplaza a ciertos sectores, catapulta a otros y engendra nuevos sectores sociales. En el caso boliviano el proceso de cambio significó en un principio el desplazamiento de una clase media tecnocrática y una burguesía parasitaria del Estado que durante décadas se había turnado en el gobierno y que siempre tenía familiares en las estructuras de poder para conseguir licitaciones, consultorías, concesiones, contratos, tierras y otros beneficios.

El 2006 este sector fue desplazado y aunque varios de sus miembros siguieron ocupando funciones estatales ya no tenían el poder de antes para hacer negocios y negociados con el Estado. En el país comenzó una lucha muy aguda entre, por un lado, sectores sociales antiguamente dominantes que habían sido desplazados o que tenían miedo de perder sus privilegios (terratenientes, agroindustriales y empresarios) y por otro lado, sectores sociales emergentes indígenas, campesinos, de trabajadores y una clase media popular muy diversa. Las oligarquías del oriente hábilmente desarrollaron un discurso de “autonomías” para ganar apoyo en sectores de la población y la confrontación nos llevo casi al borde de una guerra civil.

Al final, gracias a la movilización social y al referéndum revocatorio los sectores más reaccionarios quedaron arrinconados. Sin embargo, a pesar de su derrota, esa oligarquía logró ciertas victorias parciales con las modificaciones al texto constitucional que en esa entonces parecían pequeñas frente al hecho de que por fin se iba a contar con la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia. Ahí empezó una nefasta política de alianza que le fue drenando el espíritu al proceso cambio.

Los dirigentes en el gobierno que ya habían empezado a ser capturados por la lógica del poder optaron por una estrategia que fue pactar con los representantes económicos de la oposición mientras se perseguía a sus líderes políticos. ¡Zanahoria económica y palo político!

Así, poco a poco, las banderas de la revolución agraria fueron vaciadas de contenido. La gran mayoría de terratenientes de antes del 2006 no fueron afectados. Se enfatizó el saneamiento y la titulación de tierras que favoreció mayoritariamente a indígenas y campesinos pero no se procedió a desmantelar el poder de los latifundistas.
En este contexto se produjo una alianza con el sector más importante de los agro-empresarios: los exportadores de soya transgénica a los que se les permitió continuar e incrementar la producción de transgénicos. La soya transgénica que en el 2005 representaba sólo el 21% de la producción de soya en Bolivia alcanzó el 92% en el 2012. Se postergó la verificación del cumplimiento de la función económica social de las grandes propiedades que hubiera llevado a su expropiación y reversión, se perdonaron los desmontes ilegales de bosques y se llamó a ampliar la deforestación para beneficio fundamental de los agroexportadores.
Estas alianzas que antes del 2006 hubieran sido impensables se justificaron diciendo de que así se fracturaba a la oposición cruceña, se viabilizaba que el gobierno sea bien recibido en ciudades del oriente, y se evitaba una polarización como la de Venezuela, pues los sectores económicos de la oposición de derecha verían que era mejor no malograr la estabilidad del gobierno.
Esta política de alianzas para estabilizar y consolidar “el gobierno del pueblo” fue abarcando a casi todos los sectores de poder económico. La burguesía financiera que desde un principio fue tratada con guante blanco para evitar el riesgo de una corrida bancaria, como en los tiempos de la UDP, fue una de las más beneficiadas.
Las utilidades del sector financiero en Bolivia pasaron de 43 millones de dólares en el 2005 a 283 millones de dólares en el 2014. Algo similar paso con la minería privada transnacional, que pese a algunas nacionalizaciones, mantuvo a lo largo de los últimos diez años una participación del 70% en las exportaciones. Según el propio Ministro de Finanzas las utilidades del sector privado llegaron en el 2013 a los 4.111 millones de dólares.
El proceso de cambio no sólo había sido capturado por la lógica del poder sino que los intereses de sectores empresariales de derecha lo habían empezado a minar desde adentro.

III
LOS NUEVOS RICOS
Estas políticas de alianza con el enemigo no hubieran sido posibles si no se hubiera operado también una transformación en la base social del proceso de cambio. En casi todos los procesos revolucionarios que se han dado en este y el siglo pasado, después de un proceso de confrontación con los viejos sectores desplazados, surge desde adentro del mismo proceso revolucionario grupos de nuevos ricos y burócratas que quieren gozar de su nuevo estatus y que para ello se alían con sectores de los antiguos ricos.
La mejora de las condiciones de vida de algunos sectores y en particular de algunas dirigencias no lleva necesariamente a un mayor desarrollo de la conciencia, sino todo lo contrario. La única forma de contrarrestar a estos nuevos ricos y nuevas clases medias de origen popular es nuevamente la existencia de fuertes organizaciones sociales. Sin embargo, cuando estas son debilitadas y cooptadas por el Estado, no existe ningún contrapeso a estos nuevos sectores de poder económico que empiezan a incidir de manera determinante en la toma de decisiones.
Al comenzar el segundo mandato del gobierno en el 2010 quedaba claro que el gran peligro para el proceso de cambio no estaba afuera sino dentro de los dirigentes y nuevos grupos de poder que se estaban formando en los municipios, gobernaciones, empresas estatales, reparticiones públicas, las fuerzas armadas y los ministerios. La repartición de la renta del gas entre todas estas entidades abrió una oportunidad increíble de hacer negocios chicos y grandes de toda índole.
En las altas esferas se era consciente del peligro, pero no se adoptaron oportunamente mecanismos eficientes de control interno y externo al aparato del Estado. La lógica dominante pasó a ser la de obras y más obras para ganar más popularidad y así lograr la reelección. Así fueron surgiendo nuevos sectores de poder económico de dirigentes políticos, sindicales y contratistas que empezaron a escalar socialmente gracias al Estado. A ellos se sumaron sectores de comerciantes, contrabandistas, cooperativistas mineros, productores de hoja de coca, transportistas y otros que consiguieron una serie de concesiones y beneficios gracias a que representaban importantes masas electorales.

El problema del proceso de cambio es más profundo de lo que parece. No se trata solamente de graves desaciertos de individuos o de escándalos de corrupción de telenovela, sino de que ahora hay una emergente burguesía y clase media popular, chola, aymara y quechua que lo que busca es continuar con su proceso de acumulación económica.
Para reconducir el proceso de cambio es necesario revigorizar antiguas y crear nuevas organizaciones sociales. Hoy no es seguro que los que fueron los actores claves de hace una década sean los actores claves del mañana. Creer que con un cambio de personas es posible reconducir el proceso de cambio es engañarse a si mismos. El proceso de cambio es más complejo y requiere de la reconstitución del tejido social que le dio origen.

IV
DEL VIVIR BIEN AL EXTRACTIVISMO
Para revitalizar y reconducir el proceso de cambio es fundamental saber qué país estamos construyendo y ser muy sinceros y autocríticos. Los logros de estos 10 años son innegables en muchos aspectos y tienen su origen en el incremento de los ingresos del Estado por la renegociación de los contratos con las transnacionales petroleras en un momento de altos precios de los hidrocarburos. En términos estrictos no podemos decir que hubo una nacionalización ya que hoy día dos empresas trasnacionales (PETROBRAS y REPSOL) manejan el 75% de la producción de gas natural en Bolivia.
Lo que si hubo fue una renegociación de contratos que hizo que los beneficios de las empresas transnacionales por costos recuperables y ganancias bajaran de 43% en el 2005 a sólo 22% en el 2013. Es innegable que las transnacionales del petróleo siguen en Bolivia y ganan el triple de lo que ganaban hace diez años, pero el otro lado de la medalla es que el Estado tiene ocho veces más ingresos pasando de 673 millones en el 2005 a 5.459 millones de dólares en el 20131. Esta ingente cantidad de millones de dólares permitió un salto en la inversión pública, la aplicación de una serie de bonos sociales, el desarrollo de obras de infraestructura, la ampliación de servicios básicos, el incremento de las reservas internacionales y otras medidas. Es innegable que comparado con las décadas pasadas hubo una mejora en la situación de la población y esto explica el respaldo que aún tiene el gobierno.
Sin embargo la pregunta es ¿a dónde nos está llevando este modelo? ¿al Vivir Bien? ¿al socialismo comunitario? O por el contrario ¿hemos caído en la adicción al extractivismo y el rentismo de una economía capitalista básicamente exportadora?
La idea original era nacionalizar los hidrocarburos para redistribuir la riqueza y salir del extractivismo de materias primas avanzando en la diversificación de la economía. Hoy, diez años después, a pesar de algunos proyectos de diversificación económica, no hemos superado esa tendencia y por el contrario somos más dependientes de las exportaciones de materias primas (gas, minerales y soya).
¿Por qué nos hemos quedado a medio camino y nos hemos vuelto casi adictos al extractivismo y a las exportaciones? Porque esta era la forma más fácil de conseguir recursos para mantenerse y continuar en el poder. No es cierto que no había otras opciones, pero es evidente que todas ellas no iban a generar rápidamente ingresos de divisas para ampliar la popularidad del gobierno. Avanzar hacia una Bolivia agroecológica hubiera sido un camino mucho mas acorde con el Vivir Bien y el cuidado de la Madre Tierra, pero ello no hubiera garantizado en lo inmediato cuantiosos ingresos económicos y hubiera significado una confrontación con la gran agroindustria soyera transgénica.
Autocríticamente debemos decir que la visión de sustitución de importaciones que teníamos hace más de diez años no es factible en la escala en que nos imaginábamos por la competencia de mercancías internacionales mucho más baratas y por el tamaño reducido de nuestro mercado interno. Esto es aún mucho más difícil cuando no se establece una política de cierto monopolio del comercio exterior y de control del contrabando. Medidas acertadas como frenar los acuerdos de libre comercio de Bolivia, revertir el TLC con México y salirse del CIADI, no fueron acompañadas de medidas de control efectivo del comercio exterior.

El Vivir Bien y los derechos de la Madre Tierra cobraron notoriedad a nivel internacional pero a nivel nacional se fueron devaluando cada vez más porque sólo se limitaban a ser un discurso que no se ponía en práctica. El TIPNIS fue la gota que rebalso el vaso y mostró esa incongruencia entre el decir y el hacer.

V
OTRA BOLIVIA ES POSIBLE

Días antes del referéndum se difundió la noticia de que en Oruro se construiría una planta de energía solar que generará 50 MW y que cubriría LA MITAD de la demanda de energía eléctrica del departamento de Oruro, con un costo de inversión de casi 100 millones de dólares. La noticia apenas circulo a pesar de que es una pequeña muestra de que Otra Bolivia es Posible.
Bolivia puede ir dejando paulatinamente el extractivismo para colocarse a la vanguardia de una verdadera revolución energética solar comunitaria. Si Bolivia se lo propone con una inversión de 1.000 millones de dólares podría generar 500 MW de energía solar que representa casi un tercio de la demanda nacional actual. La transformación puede ser mucho más profunda si tomamos en cuenta que el gobierno anuncia una inversión total de 47.000 millones de dólares hasta el 2020.
Pero además, Bolivia podría apuntalar una energía solar comunitaria, municipal y familiar que convierta al consumidor de electricidad en productor de energía. En vez de subsidiar el diesel para los agroindustriales se podría invertir ese dinero para que los bolivianos de menores ingresos generen energía solar en sus tejados. De esta forma se democratizaría y descentralizaría la generación de energía eléctrica. El Vivir Bien empezará a ser una realidad cuando se empodere económicamente a la sociedad (como productores y no sólo como consumidores y receptores de bonos de ayuda social) y se promuevan actividades para recuperar el equilibrio perdido con la naturaleza.
La verdadera alternativa a la privatización no es la estatización sino la socialización de los medios de producción. Muchas veces las empresas estatales se comportan como empresas privadas cuando no existe la efectiva participación y control social. Apostar a la generación de energía solar comunitaria, municipal y familiar contribuiría a empoderar a la sociedad antes que al Estado y ayudaría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático.
El tema de la energía solar comunitaria y familiar es sólo una pequeña muestra para que pensemos fuera de los patrones tradicionales del “desarrollo”. Así mismo debemos recuperar la propuesta de una Bolivia agroecológica y agroforestal porque la verdadera riqueza de las naciones de aquí a unas décadas no estará en el extractivismo destructivo de materias primas sino en la preservación de su biodiversidad, en la producción de productos ecológicos y en la convivencia con la naturaleza, algo en lo cuál tenemos un gran legado por los pueblos indígenas.
Bolivia no debe cometer los mismos errores de los países llamados “desarrollados”. El país puede saltar etapas si sabe leer las verdaderas posibilidades y peligros del siglo XXI y dejar el viejo desarrollismo del siglo XX.
Nadie está pensando en dejar de extraer y exportar gas en lo inmediato. Pero definitivamente no es posible hacer planes para profundizar el extractivismo cuando existen otras alternativas que quizás en el corto plazo sean más complicadas pero en el mediano plazo son mucho más beneficiosas para la humanidad y la Madre Tierra.
En vez de promover referéndums sobre la reelección de dos personas deberíamos promover referéndums sobre los transgénicos, la energía nuclear, las mega represas hidráulicas, la deforestación, la inversión publica y tantos otros temas que son cruciales para el proceso de cambio. Sólo es posible reconducir el proceso de cambio con un mayor ejercicio de la democracia real.

Una lectura equivocada de lo ocurrido puede llevar a formas más autoritarias de gobierno y al surgimiento de una derecha neoliberal como ocurre en la Argentina. No hay duda que sectores de derecha operan tanto desde la oposición como desde el interior del gobierno. Tampoco podemos cerrar nuestros ojos y no reconocer que sectores de izquierda y de los movimientos sociales se dejaron cooptar por el poder o no fuimos capaces de articular una clara propuesta alternativa.
La reconducción del proceso de cambio pasa por: a) discutir critica y propositivamente los problemas de desarrollismo tardío capitalista inviable que subyace en la agenda patriótica para el 2025, b) evaluar, explicitar y asumir acciones dentro y fuera del Estado para hacer frente a los problemas y peligros que genera la lógica del poder (autoritarismo, clientelismo, continuismo, nuevos ricos, alianza pragmáticas espurias, corrupción, etc.) c) superar la contradicción entre el decir y el hacer, y hacer realidad la aplicación de los derechos de la Madre Tierra y la ejecución de proyectos que realmente contribuyan a la armonía con la naturaleza, y d) ser autocríticos con uno mismo y con las propias organizaciones y movimientos sociales que en algunos casos reproducen dañinas prácticas caudillistas y prebendalistas.

¡El Vivir Bien es posible!

Sobre el surgimiento de las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí.”

Sobre el surgimiento de las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí.” Por Roberto Pineda 22 de febrero de 2016
Introducción
No obstante su trágica y controversial muerte, la praxis y el pensamiento de Salvador Cayetano Carpio (1918-1983), primero Saúl y luego Marcial, es una de las expresiones más genuinas de la izquierda salvadoreña y recoge la experiencia del trabajo sindical y político de izquierda de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado, así como es pionero – junto con el Dr. Fabio Castillo Figueroa- del impulso a la lucha armada contra la dictadura militar en los años setenta y principios de los ochenta.

La singular jornada emprendida por Saúl y su grupo de seguidores, para construir una organización política-militar, luego de su renuncia a la dirección del Partido Comunista de El Salvador, PCS, el 31 de marzo de 1970, estuvo acompañada durante los primeros meses por un alto grado de secretismo y esfuerzo por diseñar las primeras unidades militares, su adiestramiento, armamentización y el respectivo andamiaje clandestino de cobertura, transporte y vivienda.

El alto nivel de conciencia, disciplina y sacrificio presente en este momento inicial, supervisado y conducido por el mismo Saúl, garantizó a futuro la formación de una poderosa estructura político-militar, que luego permitió construir una ramificada expresión abierta de masas, inicialmente con presencia de maestros y estudiante universitarios, y posteriormente incorporando otros sectores, en particular, al sector campesino y de pobladores de tugurios.

El cumplimiento adecuado de este periodo inicial, de preparación militante para las futuras batallas, permitió que este agrupamiento de izquierda se desarrollara y pasara a jugar un papel destacado en el enfrentamiento contra la dictadura militar de derecha, generando el poderoso Bloque Popular Revolucionario, BPR, posteriormente en el desarrollo de la Guerra Popular Revolucionaria, particularmente desde las montañas de Chalatenango, en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de 1992 y finalmente ya como FMLN, en los desafíos de conducir un primero y segundo gobierno de izquierda en El Salvador, con un presidente y vicepresidente actuales procedentes de esta fuerza.

La actuación durante la guerra (septiembre de 1969)

A continuación y en un esfuerzo por rastrear el itinerario de 25 años de las FPL (1970-1995), lanzamos una hojeada a un documento fundamental en la historia de esta ruptura al interior del PCS, como lo es el escrito titulado La actuación durante la Guerra, escrito en septiembre de 1969, por el entonces todavía secretario general de los comunistas, el reconocido dirigente sindical Saúl.
Cuando estalla la guerra entre El Salvador y Honduras, en julio de 1969, Salvador Cayetano Carpio se encontraba en Moscú asistiendo en su calidad de secretario general del PCS a una reunión internacional de partidos comunistas, orientada a definir posición con respecto a la pugna existente entonces entre las posiciones del Partido Comunista de la Unión Soviética, el PCUS y las del Partido Comunista de China., el PCCh.
Al enterarse allá del conflicto en una entrevista en Radio Moscú hace un vehemente llamado a los ejércitos de ambos países para que voltearan sus fusiles en contra de sus respectivas clases dominantes. Posteriormente regresa y primero desde Costa Rica y luego ya en el país, desaprueba fuertemente algunas actitudes y posiciones asumidas por la dirección del PCS, en concreto por Schafik Handal, Roberto Castellanos Calvo y Raúl Castellanos Figueroa. Asimismo elabora este extenso documento, del cual realizaremos una síntesis.
En este escrito Saúl analiza en detalle y documenta la conducta seguida por la dirección del PCS, de la que él forma parte, con respecto al conflicto armado con Honduras y somete a una crítica demoledora a las actitudes chovinistas y patrioteras que caracterizaron en aquel momento a esta organización.
El documento también señala y anuncia una importante y audaz ruptura, política y teórica, ya que por vez primera desde la derrota de la insurrección en 1932, plantea la necesidad revolucionaria de abrirle espacio a la lucha armada y construir un nuevo partido comunista, tarea que sería cristalizada seis meses después con la constitución de las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí”, organización de la cual celebramos el año pasado el 45 aniversario y que fue uno de los cinco pilares fundamentales para la creación del FMLN.
El escrito se divide en seis partes, a partir de un enfoque cronológico documental. La primera parte (14 al 24 de junio) describe los primeros incidentes, la segunda parte (última semana de junio) trata sobre el agravamiento de la situación, la tercera parte (primeras dos semanas de julio) aborda las posibilidades de un conflicto armado, la cuarta parte (del 19 al 29 de julio) analiza la agresión armada, la quinta parte (19 al 29 de julio) trata sobre la ocupación militar armada y finalmente la sexta parte (del 29 de julio al 6 de agosto) se refiere al conflicto diplomático de postguerra.
Los primeros incidentes
Considera Saúl que “al presentarse los primeros incidentes serios, la actuación de los organismos de dirección fue en lo fundamental correcta, clara y estaba enmarcada dentro de nuestra línea de principios: la lucha contra el régimen antidemocrático, contra sus provocaciones y planes antipopulares, contra sus represiones, contra la penetración y sojuzgamiento por el imperialismo; por la organización y movilización del pueblo contra tales acciones y planes, y por sus demandas y necesidades inmediatas, como medio para elevar su conciencia e incorporarlo a la lucha por los objetivos revolucionarios; la atención al problema de los compatriotas expulsados de Honduras y sobre el problema de los que quedaban en ese país.”
“Asimismo, sobra la necesidad de unir a los pueblos en la lucha contra el enemigo común: el imperialismo y contra los respectivos explotadores; las oligarquías y los gobiernos impopulares en que se sostienen. Podemos observar que fundamentalmente dentro de esta línea de conducta se desenvolvió la orientación y la actuación del partido desde el 14 de Junio, cuando comenzó a cobrar conciencia de la gravedad de los incidentes que estaban siendo organizados y atizados por la reacción en ambos países (en El Salvador, a través de MEDRANO, LA MANO BLANCA Y LA ORDEN; y en Honduras, a través de la mancha brava), hasta los días 23 o 24 más o menos, cuando fueron cobrando fuerza las vacilaciones.”
Considera que “el P. adoptó una actitud fundamentalmente correcta y valiente, guiado por su línea que ha estado basada en los principios Leninistas, e influyó positivamente en la actitud de las fuerzas de izquierda: denunció los planes de ambos gobiernos y camarillas militares, denunció a los provocadores, previno al pueblo contra el peligro de dejarnos arrastrar por la campaña chovinista, de odio y belicismo; llamó a ambos pueblos a unir sus fuerzas en la lucha contra sus enemigos comunes. He aquí muestras de las expresiones de la aplicación de una línea clara, correcta, comprensible y orientadora.”
Incluso cita parte de un discurso pronunciado por Schafik Handal el 20 de junio en la Plaza Libertad: “Aquí en El Salvador no ha sido tradicional el anti-hondureñismo. Todo lo contrario, la actitud general del pueblo siempre ha sido fraternal y sin discriminaciones hacia los hermanos hondureños, con los cuales nos unen lazos de sangre: sangre derramadas juntos bajo las órdenes del glorioso Morazán por la causa unionista y en lucha por las ideas liberales, contra el conservadurismo y el oscurantismo de la aristocracia dominante del siglo pasado; sangre y sudor gastados juntos, hondureños y salvadoreños, en las bananeras de la United Fruit Co. Etc. Por eso es que ahora resulta verdaderamente criminal que se haya aprovechado el fanatismo deportivo para envenenar con el odio a dos pueblos hermanos.”
Asimismo cita un pronunciamiento de Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas: ¨Nosotros debemos de rechazar indignadas, el falso nacionalismo que trata de distraer a nuestros pueblos de sus problemas fundamentales, evitando así que se unan en una lucha común por una vida mejor, las mujeres, que somos creadoras de la vida, no debemos permitir en ningún momento se desate una guerra fratricida, en donde nuestros seres queridos vayan a morir en una lucha injusta que solo beneficiaría a los opresores de ambos países. Es por esta razón que les hacemos este fraternal llamado. ¡LUCHEMOS JUNTAS POR LA PAZ Y LA FELICIDAD DE NUESTROS PUEBLOS! ¡VIVA LA AMISTAD DE LOS PUEBLOS DE HONDURAS Y EL SALVADOR!!”
El agravamiento de la situación
Considera Saúl que “durante la última semana de Junio, a medida en que fue ascendiendo la campaña de prensa y radio, al incendiarla del odio y venganza nacionalista, en respuesta a los atropellos y crímenes que se cometían en Honduras ( como resultado de la campaña anti salvadoreña y de odio chovinista atizada allí por la reacción, situación que determinaba la llegada al país de millares de salvadoreños expulsados en masa del territorio hondureño) y a medida en que prendía en el ánimo de amplias masas la campaña de odio y chovinismo estimulados por la reacción y que prendía el oportunismo en los partidos de oposición burguesa y pequeño burguesa, fueron acrecentándose las vacilaciones en el seno de la dirección del partido y las presiones a fin de acomodar nuestra actuación a la ascendente marea que estaba convirtiendo en histeria nacionalista colectiva.”
Y ubica que “la última semana de Junio fue, en lo que respecta a la dirección, un periodo de profundas vacilaciones, en el que se crearon las condiciones para un viraje de nuestra línea, no solo en aspectos tácticos sino también en cuestiones estratégicas y para hacer a un lado principios irrenunciables que norman nuestra conducta revolucionaria interna o internacional proletaria, para acomodar nuestra línea a la corriente chovinista en auge.”
Informa que “del 23 al 30 de junio no pudo el partido como tal dar a conocer su posición al pueblo a través de ningún pronunciamiento escrito. Las dudas atenazaban a los miembros de la Dirección, uno tras otro eran aprobados, y luego desautorizadas ya cuando estaban en prensa, los pronunciamientos de la C.P. ( por qué “no reflejaban toda la situación”, o porque ¨la situación había cambiado porque se “metía en un solo saco a todos los sectores gobernantes”) y la culminación flamígera llegó, cuando se ordenó quemar toda la edición del manifiesto: ¨POR UNA SOLUCION JUSTA AL CONFLICTO ENTRE HONDURAS Y EL SALVADOR¨, que llevaba al pie, llamas que consumieron dicho manifiesto, simbolizaron al paso a una línea diferente, y bajo sus cenizas quedaban “por envejecimiento” algunos de los principios fundamentales del leninismo, para dar paso a su revisión “creadora” que permitiría proclamar la línea de la defensa de la patria y de la integridad territorial.”
Reconoce Saúl que “sin embargo, a pesar de las vacilaciones todavía en la plaza pública (en los mítines realizados en esos días) en las reuniones estudiantiles y sindicales los planteamientos correctos aparecían aun, aunque ya retorcidos por nuevos planteamientos que después preponderarían y que respondían mas de lleno a los “sentimientos” chovinistas que impulsados por la reacción, ganaban terreno rápidamente entre grandes masas. Ya en ese ambiente caldeado por el nacionalismo burgués la línea correcta pegaba poco entre las masas saturadas de propaganda reaccionaria.”

Hacia un conflicto armado
Analiza que “a principios de Julio, cuando el gobierno orienta sus planes y preparativos directos hacia la guerra de agresión contra Honduras, acompañando esos preparativos militares con pintas de encubrimiento en el terreno diplomático y con la preparación psicológica saturadora de la mente de la población basada en los lemas de “unidad nacional para la defensa de la patria”, es el momento que marca el viraje de nuestra línea para acomodarla a la “necesidad” que planteaba la campaña reaccionaria de defender la patria y la integridad territorial, cortina tras la que se mueven los preparativos de agresión. De esta manera, nuestra actuación se pone a tono con la situación interna, que las fuerzas reaccionarias necesitan crear para lanzarse a la guerra de agresión contra honduras.”
Señala que “el pronunciamiento del 2 de julio de 1969, firmado por la C. P. del C.C. expuso al pueblo la nueva orientación, radicalmente diferente en algunos de sus aspectos fundamentales de la línea que el Partido había venida sosteniendo. En él ya no se formulaba la critica a los partidos de oposición burguesa y pequeño burguesa por su apoyo al gobierno y por su seguidismo oportunista, sí no que, al contrario, el partido se sumaba también al apoyo “condicionado” al gobierno de Sánchez Hernández y daba por anticipado el apoyo categórico a la guerra en caso de que llegara a estallar. Entre una y otra posición había una distancia como del cielo a la tierra. El internacionalismo proletario quedaba arrinconado hasta otra ocasión más propicia, Pero el partido, probablemente ya no podría quedar aislado de las masas, ni a sus miembros podría colgarse el sambenito de “traidores a la patria.”
Denuncia que “el día tres de Julio, un incidente en ¨El Poy¨, que después se comprobó que había sido organizado por el ejército salvadoreño sirvió al gobierno y a la prensa para levantar un estruendoso clamoreo de que El Salvador había sido agredido por Honduras, sonaron las sirenas y los periódicos publicaron ediciones extraordinarias dando a conocer la agresión. El escandaloso truco gubernamental produjo su efecto, conmovió profundamente a diversos sectores de la población, y no bien se habían apagado los ecos de las sirenas, cuando centenares de estudiantes universitarios inflados por la predica belicista de los elementos reaccionarios de la universidad, exigían frenéticamente ir a derramar su sangre en defensa de la patria agredida.”
Agrega que “eso fue el momento culminante en que los revolucionarios se vieron ya definitivamente remolcados por el carro del nacionalismo burgués. La asamblea Universitaria de la AGEUS tomó acuerdos que enganchaban a los estudiantes al carro belicista del gobierno. He aquí los resultados del tremendo viraje: “Opinión Estudiantil” sacó una edición urgente al siguiente día con el escandaloso título a toda página “AGEUS LLAMA A FILAS” produciendo un daño tremendo en diversos sectores del pueblo.”
La agresión armada a Honduras
Señala que “el 14 de julio de 1969, a las seis y media de la tarde, el ejército de El Salvador, en un ataque por sorpresa, con acciones de aire y tierra, inicia la invasión del territorio de Honduras sin declarar la guerra, lanzándose a una agresión armada abierta. Toncontín, Tegucigalpa y ocho poblaciones más son bombardeadas por la aviación salvadoreña, y las tropas se lanzan a la invasión del territorio hondureño por dos frentes : por Goascorán rumbo a Nacaome a través de carretera Panamericana, y por el Poy, rumbo a nueva Ocotepeque y la Costa Norte, abriendo el Teatro Oriental de Operaciones y el Teatro de Operaciones Norte ….la sangre de campesinos, obreros y estudiantes, ambas partes, comienza a correr a raudales…”
Considera Saúl que “durante los cinco días de guerra, 14 al 19 de Julio, ese acomodamiento práctico a la acción bélica se puso de manifiesto con toda evidencia, al negarse la dirección a cumplir su deber de orientar al pueblo, negándose a señalar el carácter de la guerra concreta desatada por el gobierno y el ejército salvadoreño contra Honduras; a denunciar el carácter agresivo de esa guerra, a llamar al pueblo a la lucha contra dicha guerra. La negativa en un momento histórico decisivo, a orientar al pueblo respecto a la guerra de agresión, representó un inapreciable servicio a las acciones de los agresores; que vieron asegurada su retaguardia, al abstenerse la organización revolucionaria del proletariado de denunciar ante las masas el carácter criminal de sus acciones.”
Subraya que “la consigna de “inclusive denuncia” se quitó de la orden del día cuando las tropas invasoras cruzaron la frontera. La C.P. desobedeció los acuerdos tomados anteriormente por el C.C. a su iniciativa. En cambio se decidió NO CALIFICAR LA GUERRA QUE SE HABIA INICIADO NO ENJUICIARLA NI DENUNCIARLA PUBLICAMENTE, NO DENUNCIAR SU CONTENIDO. Eso equivalía a callar el crimen y los crímenes que le eran consubstanciales, y callarse en tales circunstancias significaba colaborar con el crimen, ayudar a que el pueblo fuera sacrificado por sus opresores. No calificar públicamente en ese momento la guerra como guerra de agresión era seguir engañando a ese mismo pueblo a quién ya se había engañado al llamarlo a la “defensa de la patria” y al tratar de convencerlo de que Honduras era el agresor y de que tal agresión ya se había consumado contra la patria salvadoreña (desde el incidente del Poy).”
Indica que “preocupado por el rumbo que iba tomando la línea del partido frente al conflicto bélico, envié desde el extranjero, con fecha 12 de julio de 1969, una carta a la C.P. en la que exponía mis puntos de vista críticos en ese momento tan crucial, con el objeto de que ayudaran en algo a evitar los errores que ya se estaban cometiendo. Dicha carta no fue ni siquiera dada a conocer al C.C. en su próxima reunión, con la observación de que como “no estaba aquí, no iba a poder defender mi punto de vista”, pero mientras los errores se siguieron incrementando).”
La ocupación militar armada de Honduras
Estima el entonces secretario general del PCS que “consecuencia directa de tal posición es la negativa a denunciar, durante el periodo del 19 al 29 de Julio, el carácter de la ocupación de una parte del territorio hondureño y de las acciones contra la población civil de esas regiones, realizadas por el ejército salvadoreño.”
Agrega que “eludiendo el problema fundamental en ese momento histórico del contenido de esa ocupación , se creyó encontrar el sesgo “revolucionario” a la situación, asiéndose a la ilusa posibilidad de transformar la guerra de agresión en guerra de toda la nación contra el imperialismo a través de la lucha anti OEA, orientando a las masas hacia una actitud firme de no retirada de las tropas de los territorios ocupados; posición que en el fondo hacía el juego a los sectores ultra reaccionarios del ejercito que deseaban continuar y profundizar la aventura militar haciéndose fuertes en los territorios ocupados. Con la justificación “revolucionaria” de la permanencia de tropas en dichos territorios, se justificaron, de hecho, las acciones que condujeron a tal ocupación: la guerra de agresión.”
El conflicto político-diplomático
En la última parte, Saúl indica que “del 1º. Al 6 de agosto, con el regreso de las tropas, se alimenta el descontento en las masas por el retiro, y se alimentan ilusiones en cambios ( sin contenido revolucionario) que este gobierno debe hacer para que la sangre derramada no haya sido en vano. Tales son los principales jalones de la actuación del P. en esta importante periodo.”
Conclusiones
Concluye Saúl que: I- En el conflicto Honduras El Salvador, el partido cayó en graves errores de derecha, habiendo arrastrado hacia ellos al movimiento democrático y revolucionario. II- Esto produjo mayor debilidad al movimiento revolucionario nacional, confusión, y dispersión ideológica en sus miembros; desprestigio del partido y especialmente de su dirección, y una desacumulacion general de fuerzas. III- Esto no es un episodio casual y aislado; sino que obedece a un proceso de deslizamiento hacia posiciones de derecha, impulsado sistemáticamente por una corriente derechista pequeño-burguesa en el partido. “
Agrega a esto que “IV- Tal corriente causo grave daño al partido en la década del 40. Ha ido apareciendo cada vez con mayor fuerza en este último periodo, desde 1967, cuando se inició poderoso movimiento huelguístico e impulsó sus puntos de vista al partido en marzo-abril de 1968. Frenó al movimiento de masas desde esa fecha hasta finales de año, hundiendo al partido en crisis. En agosto de 1968 intentó desviar al partido de su línea internacionalista proletaria y conducirlo al apoyo de las posiciones internacionales reaccionarias en el caso de la ayuda prestada por los países socialistas del pacto de Varsovia al proletariado checoslovaco. Y hundió al partido en posiciones chovinistas y oportunistas durante el conflicto Honduras El Salvador.”
Además que “V- Ha impedido a las bases y organismos intermedios el conocimiento de la realidad que cruza el partido y el movimiento revolucionario; negando el conocimiento y discusión de las opiniones críticas a las posiciones de derecha por parte de todo el P. VI- Sin la superación a fondo de tales errores de derecha, el partido no podrá incorporarse a su papel de vanguardia en la lucha revolucionaria; pues tales concepciones y prácticas de derecha son el principal obstáculo para su desarrollo y para que pueda ejercer su papel de dirección del pueblo.”
También que “VII- La corriente de derecha está impulsada desde la C.P. , y la abanderan………………….. Apoyados por otros compañeros más de la C.P. y del C.C. de similar ideología. VIII- La corriente de derecha tiene base y causas objetivas determinadas: a) Por las ideas pequeño burguesas generadas en una débil integración orgánica proletaria. b) En el desconocimiento de aspectos fundamentales de la realidad nacional. c) En la separación practica de la mayoría de miembros de la Dirección, respecto del contacto permanente y vivencia directa con la clase obrera y el resto del pueblo. IX- La tarea de salvar al partido del influjo de la corriente de derecha ha pasado a ser una tarea estratégica urgente, que tiene directa relación con la necesidad de formar el Estado Mayor de la revolución: bien organizado, sólidamente unido ideológicamente disciplinado, fuerte, ágil, capaz e ideológicamente bien colocado en las posiciones del marxismo leninismo en las condiciones del país y de Centro América.”
Algunas medidas de carácter inmediato frente a la situación actual
Considera Saúl que se debe “rescatar al partido de la situación a que lo han conducido las actuaciones de derecha en los terrenos ideológicos, orgánicos y de trabajo entre el pueblo. Unirlos ideológicamente sobre la base de la seria aplicación del marxismo leninismo a las condiciones concretas, en combate, en contra el oportunismo de derecha que se ha convertido en el obstáculo principal de su desarrollo; así como contra el izquierdismo. Reorganizar las células del partido para su mayor efectividad en las condiciones actuales.
Así como “reorganizar a crear las comisiones del C.C. con el mismo objetivo. Iniciar un serio esfuerzo de desarrollarlo en los aspectos orgánico e ideológico, y de hacerlo crecer especialmente entre la clase obrera. Realizar a prudencial plazo el VI congreso, a fin de dotar al partido de una línea leninista revolucionaria y de una dirección colectiva, homogénea y ágil. Abrir de inmediato en las bases del partido y en todos sus organismos una discusión sobre la actuación del partido durante la guerra, para facilitar el balance de la misma. Reorganizar el aparato Militar del partido y dotarlo de planes y métodos de trabajo adecuados a la actual situación.” Claramente todavía no contemplaba a esta altura su renuncia al Partido, sino trabajar para el VI Congreso del PCS.
Pero a la vez propone ya en septiembre de 1969 “hay que impulsar a ritmo más acelerado y con métodos más efectivos la preparación militar en distintos sectores del pueblo, organizar los grupos de autodefensa en fábricas, empresas, facultades, institutos, barrios, poblaciones, haciendas, cantones, etc. Y un organismo superior de la L.A. directamente dirigido por la C.P. del partido, que es su organismo de dirección político-militar. Estar dotado de un plan estratégico y táctico político-militar en dimensión nacional y centroamericana. Hay que ponerse en pie de preparación teórica-practica M. a todo el partido y hacer que cada Cel. Se convierta en el Estado Mayor de la lucha política, económica y M. en su respectiva jurisdicción. Hay que crear un organismo de liberación Nacional con los organismos revolucionarios afines.
Una tercera propuesta es la de “estudiar las formas y métodos de la violencia de masas, y dirigir a las masas en la aplicación de todas las formas asequibles que sean convenientes y necesarias en cada paso, así como las acciones de violencia organizada de grupos. Ello ayudara a forjar a las masas en las luchas callejeras contra las fuerzas del régimen reaccionario, en su experiencia práctica hacia el camino insurreccional y en su curación de las ilusiones políticas hacia el ejército reaccionario y el gobierno proimperialista.”
De la misma manera considera conveniente “establecer inmediatamente lazos serios a nivel político y M. con los partidos y demás fuerzas revolucionarias de América Central, y elaborar un programa conjunto de estrategia Militar a nivel Centroamericano. Hacer el mismo trabajo de coordinación a nivel democrático con las organizaciones democráticas, sindicales y civiles de Centroamérica.”

Por qué la guerra social es una guerra

Por qué la guerra social es una guerra
febrero 17, 2016 Voces Comentar

Dagoberto Gutiérrez

La figura de la guerra social recorre todavía un camino pedregoso hacia el punto de la comprensión general del fenómeno, en tanto una guerra diferente a todas las guerras que hemos tenido anteriormente. El hecho no es de fácil comprensión porque una vez terminada la anterior guerra civil, que fue una guerra de 20 años y que enfrentó a una parte de la sociedad con otra parte, entramos formalmente a un mundo de paz. Y los acuerdos que contienen los términos del fin de esa guerra se llaman, precisamente, acuerdos de paz. Estas circunstancias complican más la comprensión porque, entonces, ocurre que esta paz celebrada con alborozo por la población fue el escenario donde se generó la actual guerra.

¿Como entender la guerra social?

En primer lugar, constatamos que se da un enfrentamiento de dos agrupaciones armadas: una correspondiente al Estado –las fuerzas policiales y del ejército – y la otra corresponde a fuerzas de pandillas. Ambas buscan el aniquilamiento de la fuerza viva del enemigo. Ya no se trata de una acción policial que actúa como un cuerpo auxiliar de la fiscalía que captura para presentar al detenido ante un juez. Nada de esto se presenta porque se trata del aniquilamiento, en tanto que los policías también son aniquilados. Este es un fenómeno rigurosamente militar que corresponde a toda guerra.

En segundo lugar, se trata de una guerra, reconocida o no, por el control de un territorio, ya que el Estado ha perdido ese control, y éste ha sido ocupado y controlado por las diferentes pandillas. Ambas fuerzas pasan por un proceso de armamentización, de entrenamiento y de coordinación. Las pandillas, por su lado, son fuerzas diferentes, con sus propios intereses, y distintas capacidades militares, y el gobierno ha de coordinar el accionar de la PNC, el de las fuerzas armadas, y otros elementos eventuales que participen.

En el caso de las pandillas no conviene excluir la posibilidad de mayores e importantes entendimientos y acuerdos ante las exigencias de una guerra que busca la eliminación de todos los agrupamientos pandilleros. Y las fuerzas gubernamentales también han de prepararse ante la esperable y lógica reacción de las fuerzas que se perfilan cada vez más como la fuerza enemiga.

Estos son los contornos de una guerra que pasa, como ya hemos dicho, por un proceso de armamentización pero de manera diferente. El gobierno equipa a fuerzas gubernamentales y las pandillas simplemente se apoyan en el abundante mercado de armas o en previsibles hechos de corrupción gubernamentales para adquirir variados tipos de armamento. Cada día es más notorio el funcionamiento de campamentos de entrenamiento que, situados preferentemente en áreas rurales, aseguran el descanso, la concentración, el alimento y preparación de lo que cada día que pasa son más y más fuerzas combativas.

En el enfrentamiento están en primer plano los aspectos propiamente operativos del fenómeno, y tanto en las fuerzas gubernamentales como en las pandillas se destacarán los elementos más valiosos operativamente que, eventualmente, ocuparán posiciones de liderazgo en ambos agrupamientos.

En esta guerra se desarrollan varias guerras, al mismo tiempo, lo que aumenta su complejidad, porque el enfrentamiento entre la policía y la pandilla resulta ser la más evidente y conocida, pero hay otra confrontación entre la fuerza armada y las pandilla, y hay además una tercera que se da entre las pandillas mismas. Y una previsible cuarta guerra entre las pandillas y el narcotráfico. Cuando aparecen en una guerra la multiplicidad de enfrentamientos movidos por diferentes intereses, el fenómeno adquiere una dimensión que dificulta capturar todas sus significaciones.

En todo caso, hay que saber que el control del territorio es la presa perseguida, y no se trata solamente de un espacio físico que asegure el tránsito de mercancías de alto precio, sino el control de la población que ocupa esos territorios.

Esta población controlada es sometida, con o sin su voluntad, a un sistema de normas y criterios, que en algunos casos convierten a las fuerzas de pandillas hasta en factor de solución de problemas comunitarios como el del abastecimiento del agua potable, o el aseguramiento de la defensa y la seguridad. Poco a poco van asumiendo funciones que tendría que estar desempeñando el Estado, pero que han sido abandonadas porque así lo indica la filosofía neoliberal imperante.

Se trata, en realidad, de un enfrentamiento en el que en una primera mirada solo impera la necesidad de aniquilar a la contraparte, pero siguen estando presentes los objetivos políticos que mueven a los contendientes. Este hecho, como ocurre en otros fenómenos similares, resulta ser la base para probables y eventuales niveles útiles de solución no militar a esta confrontación.

Pero este camino aún no se perfila ni se vislumbra en la luz de los fogonazos. Aún falta un trecho que recorrer, la crisis de la sociedad que ha producido esta guerra sigue moviéndose y sigue agravándose, y siguen pendientes los cursos reales y definitivos de la actual conflictividad. Por ahora, es posible afirmar que esta guerra es el hecho político cuya solución puede abrir las compuertas para el abordaje de otras problemáticas pendientes.

Uma cultura cujo centro é o coração

Uma cultura cujo centro é o coração
19/02/2016

A nossa cultura, a partir do assim chamado século das luzes (1715-1789) aplicou de forma rigorosa a compreensão de René Descartes (1596-1650) de que o ser humano é “senhor e mestre” da natureza podendo dispor dela ao seu bel-prazer. Conferiu um valor absoluto à razão e ao espírito científico. O que não conseguir passar pelo crivo da razão, perde legitimidade. Daí se derivou uma severa crítica a todas as tradições, especialmente à fé cristã tradicional.

Com isso se fecharam muitas janelas do espírito que permitem também um conhecimento sem necessariamente passar pelos cânones racionais. Já Pascal notara esse reducionismo falando nos seus Pensées da logique du coeur ( “o coração tem razões que a razão desconhece”) e do esprit de finesse que se distingue do esprit de géométrie, vale dizer, da razão calculatória e instrumental analítica.

O que mais foi marginalizado e até difamado foi o coração, órgão da sensibilidade e do universo das emoções, sob o pretexto de que ele atrapalharia “as ideias claras e distintas” (Descartes) do olhar científico. Assim surgiu um saber sem coração, mas funcional ao projeto da modernidade que era e continua sendo o de fazer do saber um poder e um poder como forma de dominação da natureza, dos povos e das culturas. Essa foi a metafísica (a compreensão da realidade) subjacente a todo o colonialismo, ao escravagismo e eventualmente à destruição dos diferentes, como das ricas culturas dos povos originários da América Latina (lembremos Bartolomé de las Casas com sua História da destruição das Índias) e também do capitalismo selvagem e predador.

Curiosamente a epistemologia moderna que incorpora a mecânica quântica, a nova antropologia, a filosofia fenomenológica e a psicologia analítica tem mostrado que todo conhecimento vem impregnado das emoções do sujeito e que sujeito e objeto estão indissoluvelmente vinculados, às vezes por interesses escusos (J. Habermas).

Foi a partir de tais constatações e com a experiência desapiedada das guerras modernas que se pensou no resgate do coração. Finalmente é nele que reside o amor, a simpatia, a compaixão, o sentido de respeito, base da dignidade humana e dos direitos inalienáveis. Michel Maffesoli na França, David Goleman nos USA, Adela Cortina na Espanha, Muniz Sodré no Brasil e tantos outros pelo mundo afora se empenharam no resgate da inteligência emocional ou da razão sensível ou cordial. Pessoalmente estimo que, face à crise generalizada de nosso estilo de vida e de nossa relação para com a Terra, sem a razão cordial não nos moveremos para salvaguardar a vitalidade da Mãe Terra e garantir o futuro de nossa civilização.

Isso que nos parece novo e uma conquista – os direitos do coração – era o eixo da grandiosa cultura maya na América Central, particularmente na Guatemala. Como não passaram pela circuncisão da razão moderna, guardam fielmente suas tradições que vêm pelas avós e pelos avôs, ao largo das gerações. O escrito maior o Popol Vuh e os livros de Chilam Balam de Chumayel testemunham essa sabedoria.

Participei mais vezes de celebrações mayas com os seus sacerdotes e sacerdotisas. É sempre ao redor do fogo. Começam invocando o coração dos ventos, das montanhas, das águas, das árvores e dos ancestrais. Fazem suas invocações no meio de um incenso nativo perfumado e produtor de muita fumaça.

Ouvindo-os falar das energias da natureza e do universo, parecia-me que sua cosmovisão era muito afim, guardadas as diferenças de linguagem, da física quântica. Tudo para eles é energia e movimento entre a formação e a desintegração (nós diríamos a dialética do caos-cosmos) que conferem dinamismo ao universo. Eram exímios matemáticos e haviam inventado o número zero. Seus cálculos do curso das estrela se aproximam em muito ao que nós com os modernos telescópios alcançamos.

Belamente dizem que tudo o que existe nasceu do encontro amoroso de dois corações, do coração do Céu e do coração da Terra. Esta, a Terra, é Pacha Mama, um ser vivo que sente, intui, vibra e inspira os seres humanos. Estes são os “filhos ilustres, os indagadores e buscadores da existência”, afirmações que nos lembram Martin Heidegger.

A essência do ser humano é o coração que deve ser cuidado para ser afável, compreensivo e amoroso. Toda a educação que se prolonga ao largo da vida é cultivar a dimensão do coração. Os Irmãos de La Salle mantém na capital Guatemala uma imenso colégio –Prodessa – onde jovens mayas vivem na forma de internato, onde se recupera, bilíngue, e sistematiza a cosmovisão maya, ao mesmo tempo em que assimilam e combinam saberes ancestrais com os modernos especialmente ligados à agricultura e a relações respeitosas para com a natureza.

Apraz-me concluir com um texto que uma mulher sábia maya me repassou no final de um encontro só com indígenas mayas em meados de fevereiro.”Quando tens que escolher entre dois caminhos, pergunta-te qual deles tem coração. Quem escolhe o caminho do coração jamais se equivocará” (Popol Vuh).

El Salvador: Una economía frágil y a la saga en tiempos de crisis (2012)

El Salvador: Una economía frágil y a la saga en tiempos de crisis (2012)

Willian Alirio Martínez Martínez

Introducción.
1. La historia económica moderna de El Salvador registra más dos décadas de aplicación sistemática de políticas económicas basadas en el “Consenso de Washington”[1], en la actualidad la economía tiene más debilidades que fortalezas, pocas oportunidades y muchas amenazas. El reto principal es una reforma económica viable.
2. El objetivo de este trabajo es sintetizar la realidad de la economía salvadoreña, que señale las características más relevantes del sector real, externo, fiscal, monetario y financiero. También presenta los rasgos más relevantes de política económica aplicada por el gobierno de El Salvador en los últimos años.
3. La estructurada de este trabajo tiene cinco partes, la primera el sector real donde se analizan los componentes de la oferta y demanda agregada, el crecimiento económico, el desempleo y la inflación así como factores exógenos que han afectado el aparato productivo del país. La segunda, el sector externo que presenta la balanza comercial, la inversión extranjera, las transferencias corrientes y consideraciones sobre el tipo de cambio. La tercera, el sector fiscal presenta el déficit público, los ingresos, el gasto y el endeudamiento del Estado, así como valoraciones entorno a políticas económicas destinadas a estimular la producción nacional. La cuarta, el sector monetario y financiero, presenta las tasas de interés del mercado, la oferta monetaria, la posición del riesgo soberano y algunas ´políticas orientadas a regular y desarrollar el sistema financiero salvadoreño. La última parte muestra una visión global sobre la estabilidad macroeconómica, sus factores determinantes, la valoración de sus rasgos positivos, negativos, oportunidades y amenazas en el corto plazo y su reto estructural.
Sector Real.
4. La población de El Salvador para el año 2010 fue de 6, 181,405 habitantes, distribuidos en los 21,040.79 Km². del territorio nacional, con una densidad poblacional de 294 habitantes por Km². La distribución geográfica muestra una mayor concentración en el área urbana (62,5%) respecto del área rural (37.5%). El 58.5% de la población es menor de 30 años y la población de 60 años y más, que es considerada como los adultos mayores, representa el 10.4%. Esto revela que la población salvadoreña es bastante joven, lo que facilita la renovación generacional en los ámbitos productivos y de la sociedad en general.[2]
5. La economía es pequeña, abierta hacia los mercados internacionales y dolarizada (2001), sus principales socios comerciales son EEUU y el triangulo Norte (Guatemala y Honduras). Sus ingresos por divisas dependen de sus exportaciones de manufacturas, principalmente maquila, productos industriales, café, y una proporción muy importante de la población (2,5 millones de personas) viven en el exterior principalmente en EEUU y proveen una fuente de ingresos por remesas familiares muy importante.
6. Según el gobierno Salvadoreño GOES: “La fragilidad macroeconómica y financiera del país, que tiene su fundamento en el flujo de remesas familiares de la población salvadoreña que vive en el exterior y en la inserción internacional precaria que se apoya en la exportación de unos pocos productos con bajo valor agregado, que a su vez son exportados a un reducido número de mercados…”[3]
7. En el periodo 2005-2010 la economía en promedio creció 1,8%, en el año 2009 la crisis económica revelo una caída de 3,1% en la tasa de crecimiento, manteniendo luego un pobre desempeño, por múltiples causas 1.4% en 2010 y una proyección de CEPAL de 2,5% en 20114.
8. Desde la óptica de la Demanda Agregada, el desempeño económico está asociado a una baja inversión pública en promedio 2,2% respecto de PIB, una insuficiente tasa de inversión privada y una inversión extranjera directa IED relativamente baja. Las Exportaciones representan en promedio un 40,4% en proporción al PIB, siendo el consumo de los hogares el componente determinante y dinamizador con un 96.6% como proporción del PIB en el periodo 2005-2010.
9. Desde la óptica de la Oferta Agregada, las importaciones tienen un peso importante con el 62,9% de proporción con respecto del PIB, las principales ramas de actividad económica en proporción al PIB para el año 2010 son: 22,82% Industria Manufacturera; 19,90% Comercio, Restaurantes y Hoteles; 12,86% Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca; 9,44% Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones.
10. La maquila es la mayor sub rama de la industria manufacturera y en cierto sentido determina el ritmo de la industria, cabe señalar su vinculación directa al mercado estadounidense como proveedor de insumos y destino final de los productos acabados.
11. La capacidad productiva de El Salvador se ha visto afectado por cinco eventos climáticos extremos: las tormentas tropicales Ida en 2009; Agatha, Alex y Mathew en 2010, y la depresión tropical 12E en 2011. Un informe sobre los daños ocasionados por el último evento retoma el índice Germanwatch sobre riesgo climático global, indicando que el país es uno de los más vulnerables del mundo, al igual que el resto de Centroamérica y el Caribe. GOES y CEPAL (2011).
12. Los daños y pérdidas ocasionados por el paso de la Depresión Tropical 12E ascienden a $840.42 millones, lo que viene a representar casi el 4% del Producto Interno Bruto del país. El 43% corresponde a pérdidas ($362,11 millones) y el resto, 54% ($478.30 millones), a daños ocasionados por las lluvias5.
13. Las tasas de crecimiento promedio de Ingreso Nacional Bruto disponible es 5,5% a precios corrientes, siendo dichos ingresos complementados por el ingreso de remesas que en proporción al PIB en 2010 fue de 16.2%.
14. La tasa de desempleo, es decir, las personas desocupadas con respecto a la población económicamente activa fue de 7,1% en el periodo 2005-2010. Estos niveles relativamente bajos, son matizados dado una población ocupada urbana con una tasa de subempleo superior al 35% registrado en la EHPM.
15. Según la CEPAL, a pesar de que en 2010 comenzaron a cotizar en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) 25.000 nuevos trabajadores del sector privado (lo que representa un incremento del 4,6%), a fines de año el número de cotizantes (567.142 trabajadores) todavía no alcanzaba el nivel máximo previo a la crisis (583.717 trabajadores en julio de 2008). En función del impulso de la demanda externa sobre la actividad del sector, prácticamente la mitad de los empleos formales creados en 2010 correspondieron al sector manufacturero6.
16. La inflación tiene una tasa promedio de 3,6% en el periodo señalado, en el año 2009 fue de (-0,2%) que indica como en un esquema dolarizado se ajustan los precios y costos provocando menor producción, mayor desempleo para ajustarse a los precios internacionales. A nivel de rubros como el petróleo y los alimentos tienen una dinámica mayor ya que la inflación vía importación afecta directamente el precio de los mismos y reduce la capacidad adquisitiva de los agentes económicos.

Sector Externo.
17. Los flujos comerciales del país están determinados por su limitada oferta exportable, el flujo de sus importaciones, sus principales socios comerciales, el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, sus reservas internacionales y su acceso a los mercados financieros globales.
18. Las exportaciones pesan en el año 2010 un 20.6% y las importaciones un 39.4% respecto del PIB. El crecimiento de las exportaciones (17.8% en el 2010) no ha sido suficiente para controlar el déficit comercial que en promedio ronda -$4.140,98 millones de dólares, sin embargo la crisis económica del 2009 ajusto a la baja las importaciones provocando que la tendencia a la ampliación del déficit se ralentizara.
19. Según CEPAL (2010). El Salvador registra bajos niveles de IED en comparación con otros países de la subregión. La IED alcanzó su máximo histórico en 2007, cuando ascendió a más de 1.500 millones de dólares producto de la venta de los principales bancos privados, adquiridos por HSBC, Citigroup, GE Capital, Scotiabank y Bancolombia. A partir de entonces la IED se ha reducido considerablemente debido a factores exógenos como la crisis internacional, factores endógenos como la inseguridad ciudadana, los crecientes costos de operación de las empresas extranjeras y la erosión de algunos incentivos asociados a regímenes especiales.
20. El Salvador, que es uno de los mayores inversionistas de la subregión, ha expandido su presencia mediante inversiones de grupos empresariales como TACA (transporte aéreo) y Poma, Agrisal y Roble (sector inmobiliario)[7].
21. Las transferencias corrientes están determinada por la dinámica de las remesas de los trabajadores que a pesar de una caída de (-8,5%) en 2009, crecieron 2,2% en 2010, en el periodo 2005-2010 registran un crecimiento promedio de un 6,0%. El factor de las transferencia realizadas por familias en el exterior tiene su base en el empleo obtenido, principalmente en el mercado de trabajo de EEUU y el desempleo hispano es un indicador proxy del ritmo histórico de la remesas familiares.
22. El Salvador tiene una economía dolarizada, es decir un régimen de tipo de cambio fijo de 8,75 colones por 1 un dólar estadounidense, no existe una devaluación oficial, por lo que todo choque de precios internacionales se absorbe directamente vía precios y costos por los agentes económicos.
23. La política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos FED influye en los mercados de divisas y capital, por consecuencia de la crisis económica del 2009 y las medidas de “relajamiento cuantitativo” EQ adoptadas por la FED, el dólar se ha depreciado influyendo en la competitividad de las exportaciones salvadoreñas.

Sector Fiscal.
24. El Déficit fiscal promedio fue de 7,43% con respecto del PIB, en el periodo 2005-2010. Dicho Déficit tiene un doble comportamiento, uno tendiente a controlarse alrededor del 5,03% respecto de PIB entre 2005- 2007 que se ve superado con el advenimiento de la crisis económica que provoco un aumento del gasto público que conllevo a un aumento del déficit en un 9,83% respecto del PIB entre 2008-2010.
25. Los ingresos del Estado son bajos (13,1% con respecto del PIB en el año 2010) se esfuerzan por lograr cubrir los gastos, sostener el plan anti crisis del gobierno y, para controlar el déficit fiscal. Las finanzas públicas son estables pero con limitaciones, debido al aumento de la deuda (54% con respecto del PIB) para financiar las políticas anti cíclicas y enfrentar la crisis económica reciente.
26. Villeda (2010) señala que: “La política fiscal durante la primera década del 2000 olvidó fortalecer el coeficiente de tributación, de ahí que ante un aumento creciente en los requerimientos para el pago de las pensiones, el ahorro público se debilitó. En lugar de profundizar la reforma tributaria (2004) se optó por posponer la solución mediante la contratación de préstamos para financiar gasto corriente. Esto configuró un cuadro de vulnerabilidad fiscal, que hizo que los efectos de la crisis de 2009 sobre el sector público fueran mayores, debilitando la capacidad de maniobra de las finanzas públicas.[8]
27. CEPAL (2011), retoma que el GOES en su Plan Quinquenal de Desarrollo 2010-2014 incluye medidas como la ley de fomento a la producción, con incentivos a las exportaciones, planes de apoyo estratégico a la agricultura y el turismo, ha introducido en la asamblea legislativa un proyecto de ley para incentivar los asocios públicos-privados en proyectos de infraestructura .

Sector Monetario y Financiero.
28. La tasa de interés básica pasiva para depósitos a 180 días medida en puntos básicos fue de 4,0% en el periodo 2005-2010. El precio del dinero en la plaza salvadoreña es mayor que la tasa de interés de referencia de la FED que se coloca en un rango de 0%-0,25%. Debe añadirse la internacionalización del sistema financiero salvadoreño dado la venta de dichos bancos a conglomerados internacionales entre 2007-2009 que le han dado una relativa mayor estabilidad. La banca ha diversificado las fuentes de fondeos donde los tradicionales ahorros e inversiones locales han dado paso a fondos externos con un precio más competitivo.
29. El Agregado Monetario M4 indicador proxy de la oferta monetaria refleja una tasa de crecimiento de 6%, la salvedad que opera aquí es que la autoridad monetaria no controla dicha masa monetaria en un mercado dolarizado como el salvadoreño. Es de añadir que una parte de las remesas, transferencias y divisas de diversos orígenes no pasan por el sistema financiero y puede ser significativa en la economía.
30. El país posee una calificación “Ba2” de la deuda soberana que refleja el moderado crecimiento económico del país y su vulnerabilidad a crisis externas, según la agencia Moody’s en un informe anual.[9] El informe de riesgo soberano anual creado por FitchRating da una calificación de “BB” estable, equivalente al dado por Moody´s y en un sub-grado de inversión.
31. El informe del SECMCA, retoma que hecho que el Directorio Ejecutivo del FMI completó la segunda revisión del desempeño económico y fiscal de El Salvador bajo el Acuerdo Stand-By de tres años. El acuerdo fue aprobado el 17 de marzo de 2010 por un monto de DEG 513.9 millones, equivalente a 300% de la cuota del país en el FMI. Las autoridades salvadoreñas siguen considerando el acuerdo como precautorio.
32. CEPAL (2011), indica el hecho que en enero de 2011, la asamblea legislativa aprobó la ley de supervisión y regulación del sistema financiero. Esta designa al banco central como único responsable de la regulación financiera y fortalece su capacidad de actuar como prestamista de última instancia. Además, la ley consolida la supervisión de todo el sector financiero bajo una sola entidad.
33. También incluyen planes para desarrollar el sistema bancario de desarrollo basado en tres vehículos de inversión: i) el Fondo Nacional de Desarrollo, que proveerá crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas en sectores con uso intensivo de mano de obra; ii) la conversión del Banco Multisectorial de Inversiones en el Banco de Desarrollo de El Salvador, que otorgará créditos de largo plazo a sectores productivos estratégicos, y iii) el Fondo Salvadoreño de Garantías, que apoyará a pequeñas empresas.

Estabilidad macroeconómica
34. El consumo determina y dinamiza la demanda agregada, hay bajos niveles de inversión y la debilidad del dólar ha vuelto competitivas las exportaciones a pesar de ser limitada dicha oferta exportable. En la oferta agregada, las importaciones de bienes intermedios y de alimentos son vitales, ante un pobre crecimiento del PIB y una baja productividad. La economía ha sido impactada en los últimos 3 años por la crisis económica e influyo en niveles de deuda elevados, bajos niveles de ingresos fiscales y limitado margen de acción para enfrentar shocks externos en el corto y mediano plazo.
35. Desde un enfoque monetario de la balanza de pagos se afirma que el déficit comercial en parte creado por la factura petrolera es financiado con transferencias de capital y financiamiento multilateral. CEPAL (2011) reporta que el mayor nivel de actividad, aunado al incremento de cerca del 25% de la factura petrolera, elevó el déficit de la cuenta corriente respecto del PIB, que pasó del 1,5% en 2009 al 2,3% en 2010.
36. El déficit del sector público no financiero (SPNF) se redujo del 5,7% al 4,3%, debido, en parte, al efecto de la reforma tributaria de finales de 2009, así como al control del gasto, incluida la focalización de subsidios, dado en el acuerdo con el FMI.
37. El crecimiento económico dependerá de la dinámica de las exportaciones, la inversión privada, el gasto público, las política de subsidios y la puesta en marcha de la “Banca de Desarrollo”, asocio público-privado, FOMILENIO II, entre otros.
38. La política fiscal. Con el fin de contribuir a la sostenibilidad de la deuda pública, durante 2010 la política fiscal se centró en reducir el déficit del SPNF en el marco del acuerdo con el FMI, protegiendo el gasto social La política financiera. A lo largo de 2010 se observó una reducción de las tasas de interés. La tasa nominal de préstamos de hasta un año pasó del 8,42% en diciembre de 2009 al 6,59% en diciembre de 2010, un descenso de 4,3 puntos en términos reales. En el mismo período, la tasa nominal de depósitos se redujo a la mitad, para finalizar 2010 en un 1,8%, lo que implica una tasa real negativa del 0,3%.
39. Factores positivos son los avances en el proceso de consolidación fiscal, la estabilización de los niveles de deuda pública, el compromiso por alcanzar los objetivos del Stand by con el FMI, buen acceso a los mercados de deuda, tanto doméstico como internacional y el apoyo de los organismos multilaterales.
40. Son fortalezas que la economía tiene una relativa estabilidad monetaria en el contexto de dolarización, una historia de reformas estructurales pro mercado, un sistema financiero estable y apoyo de entes multilaterales. Habrá mejores perspectivas si hay una significativa aceleración del crecimiento económico así como reducciones significativas y sostenidas de los niveles de endeudamiento.
41. Son debilidades el pobre desempeño de la economía, altos índices de criminalidad, baja productividad, limitada oferta exportable, baja inversión, niveles de deuda elevados, bajos niveles de ingresos fiscales y limitado margen de acción para enfrentar shocks externos. Factores negativos son el deterioro fiscal que genere un una dinámica adversa de endeudamiento, la aparición de dificultades de financiamiento y un entrampamiento político que afecte el ámbito fiscal.
42. Desde nuestra valoración el reto estructural de El Salvador es caminar por una reforma económica que articule los pasos dados en materia de política económica por el gobierno de turno:
· La regulación macro-prudencial en el área financiera, el desarrollo de la banca estatal, y la valoración a fondo de la sostenibilidad de su esquema dolarizado.
· Política de estimulo a la producción nacional exportable, su apoyo estratégico a la agricultura y turismo. Así como el asocio público-privado para inversión en infraestructura estratégica. Dar un impulso estratégico a las empresas públicas que permita aumentar la inversión en infraestructura.
· Dar viabilidad al pacto fiscal que incluya una reforma de la estructura tributaria regresiva hacia una progresiva incluyendo el impuesto al patrimonio y balancear la reforma administrativas y fiscal con el gasto público corriente y los subsidios.
· Crear el ministerio de planificación y política económica como institución del estado que articule la puesta en marcha de una reforma económica viable.
Referencia Bibliográfica.
· El Salvador “El Impacto de los Programas de Ajuste Estructural y estabilización Económica en El Salvador” (SAPRIN)/. Diciembre de 2000.
· Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2010. Dirección General de Estadística y Censos, Ministerios de Economía. República de El Salvador
· Evaluación de daños y pérdidas en El Salvador ocasionados por la depresión tropical 12E. Informe Preliminar. GOES y CEPAL Octubre 2011.
· Plan Quinquenal de Desarrollo 2010-2014. Gobierno de El Salvador.
· Revista Trimestral del Banco Central de Reserva de El Salvador. Varios años.
· SECMCA. Centroamérica y República Dominicana: Informe Trimestral de Riesgo País Junio de 2011
· Villeda, Ricardo. “Ahorro, déficit y política fiscal en El Salvador: una perspectiva alterna”. Boletín Económico, Banco Central de Reserva de El Salvador.
· CEPAL (2011). Estudio económico de América Latina y el Caribe ▪ 2010-2011. El Salvador
· CEPAL. (2010). La inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe.
· Williamson, John(1990). “What Washington Means by Policy Reform”. Peterson Institute for International Economics. April 1990.

La visión del marxista salvadoreño Abel Cuenca (1957) sobre los acontecimientos de 1944

La visión del marxista salvadoreño Abel Cuenca (1957) sobre los acontecimientos de 1944

El marxista salvadoreño Abel Cuenca realiza en 1957, hace casi sesenta años, un interesante balance e interpretación de los acontecimientos vinculados a las jornadas revolucionarias de abril, mayo y octubre de 1944 en su obra El Salvador: una democracia cafetalera. A continuación continuamos reseñando los elementos básicos de su horizonte interpretativo, como lo hicimos anteriormente con respecto a 1932.

No obstante el uso por parte de Cuenca de un lenguaje esópico para burlar la censura oficial, establece que “diez años más tarde, en 1941, comenzaron a aparecer signos inequívocos de descontento en los círculos industriales y comerciales, y a traducirse en movimientos políticos de carácter subversivo. Era éste el momento en que las fuerzas sociales de la industria comenzaban a separarse del frente reaccionario, a aislarse de sus aliados contra-natura: los cafetaleros.”

Analiza que “no fue posible sino en 1944 ver con alguna claridad que la burguesía industrial y comercial aspiraba a una organización política independiente, y a la conquista del poder político para sus propios fines. En abril y mayo de ese año los sectores del capitalismo industrial, aprovechando la coyuntura histórico – universal de la lucha de los pueblo contra el fascismo y por la democracia, irrumpieron en el plano de la lucha abierta contra la dictadura de Hernández Martínez.”

Sostiene Cuenca que “Los industriales, los comerciantes, los obreros de la ciudad, los estudiantes, e incluso muchos militares en servicio activo, dieron su apoyo a la subversión y la dictadura martinista de los cafetaleros se vino abajo. Este gran movimiento popular de abril y mayo de 1944 es el que se conoce con el nombre de “movimiento romerista” porque su caudillo más visible era el doctor Arturo Romero.”

Añade que “en ese “momento estelar” de las luchas democráticas en El Salvador, se vio a todo el pueblo obrero, campesinos, clase media firmemente unido a la burguesía industrial, mas no como producto de un acto político deliberado, no porque se comprendiera el papel histórico progresista de las nuevas fuerzas productivas, ni menos como resultado de la acción política, consciente y sistemática de un partido democrático, sino más bien como resultado de una reacción natural y espontánea del pueblo contra los crímenes y desafueros de la dictadura.”

De nuevo de manera autocrítica reconoce que “los dirigentes políticos populares tampoco revelaron a las masas la esencia económica (¡el gran secreto!) del conflicto, no obstante que, en aquellos días, la violencia de la lucha había puesto en la superficie de los acontecimientos muchas evidencias objetivas participación personal directa de industriales y comerciantes de un lado, y actividad febril de la Cafetalera, de otro de la naturaleza económico-clasista de la lucha entablada.”

Indica que “está notable falla de dirección se tradujo en graves errores políticos y de táctica, que luego condujeron al movimiento democrático otra vez al fracaso, y se reflejó en la conducta personal de algunos sinceros demócratas que, por no comprender el sentido de aquellos acontecimientos, se retrajeron, vacilaron, e incluso pasaron más tarde inadvertidamente al campo enemigo.”

Evalúa que “el Gobierno del general Hernández Martínez había caído, pero la poderosa Asociación Cafetalera y su equipo político estaban intactos. Formalmente la dictadura estaba vencida, pero su esencia económico-cafetalera no había sufrido daño. Esta circunstancia y el hecho de que los dirigentes políticos del campo democrático no estuvieron otra vez a la altura de las circunstancias (militarmente el enemigo estaba dividido, la situación mundial era propicia y el pueblo estaba dispuesto a llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias democráticas), dieron las condiciones para que la Oligarquía Cafetalera recuperara el poder.”

Reconoce que “embriagados de triunfo los dirigentes “romeristas” no captaron el peligro que amenazaba desde la Cafetalera. Mientras ellos se orientaban confiados hacia “unas elecciones libres”, la Oligarquía ponía proa hacia un nuevo golpe de Estado. A los cinco meses de la caída de Hernández Martínez la Oligarquía asaltó otra vez el poder político, poniendo al frente del gobierno al coronel Osmín Aguirre y Salinas. La dictadura cafetalera quedó de nuevo establecida y las fuerzas económicas-sociales de la industria y del progreso democrático se vieron sometidas otra vez a los dictados de la política reaccionaria de la Oligarquía Cafetalera.”

Agrega que “siguiendo el espíritu continuista de sus propios ordenamientos legales, los políticos de la Oligarquía se apresuraron a normalizar “legalmente” la nueva situación de facto, y, para conseguirlo, produjeron una elevación de autoridades supremas en la que el pueblo ya no tuvo ocasión de manifestarse. Con el eficaz concurso de un grupo de candidatos “independientes”, que tuvieron a su cargo la tarea de dividir y subdividir a las fuerzas políticas del romerismo, triunfó “democráticamente” la candidatura de la Cafetalera.”

Como resultado de esto, considera que “llegó a la Presidencia de la República el general Salvador Castaneda Castro, heredero y continuador consecuente de la política antidemocrática y procafetalera de Martínez y de Aguirre Salinas. Algunos de los candidatos que habían adversado ( ?) a Castaneda Castro entraron a formar parte de su gobierno.”

No obstante que “la Oligarquía había triunfado una vez más, pero las fuerzas sociales y políticas de la industria no quedaron ociosas. Mientras la Oligarquía se preparaba, al finalizar la Administración de Castaneda Castro, para asegurar pacíficamente el disfrute ininterrumpido del poder, los agentes políticos de la industria trabajaban febrilmente, evaluaban la experiencia adquirida en 1944, depuraban su táctica y reagrupaban sus efectivos, con vistas a la toma del poder.”

Evalúa que “conociendo la impopularidad de su régimen político, la Oligarquía trató de evadir los riesgos de una elección, y pretendió prolongar el mandato presidencia del general Castaneda Castro mediante el recurso de una “reforma constitucional”. Esta misma maniobra le había producido excelentes resultados cuando se trató de prolongar, en sucesivas ocasiones, el mandato presidencial del general Hernández Martínez.”

Pero, esta maniobra reaccionaria sirvió para que “aprovechándose de la impopularidad de la proyectada reforma a la Constitución y tomándola como pretexto, las fuerzas de la joven industria dieron a su vez un golpe de Estado el 14 de diciembre de 1948.”

Concluye que “un gran vuelco de situaciones se produjo en los círculos gubernamentales, sólo que entonces, a diferencia de lo ocurrido en abril y mayo del 44, los dirigentes demócratas no se quedaron en la calle haciendo pirotecnia demagógica, sino que se instalaron resueltamente en el poder. Este es el movimiento que se conoce con el discutido nombre de “Revolución de 1948”, que no es sino la versión restringida o la culminación militar golpista de las grandes jornadas democráticas de abril y mayo del 44.”

La visión del marxista salvadoreño Abel Cuenca (1957) sobre los acontecimientos de 1932

La visión del marxista salvadoreño Abel Cuenca (1957) sobre los acontecimientos de 1932

El marxista salvadoreño Abel Cuenca realiza en 1957, hace casi sesenta años, un interesante balance e interpretación de los acontecimientos vinculados al levantamiento de enero de 1932, del cual fue participante en su obra El Salvador: una democracia cafetalera. A continuación exponemos los elementos básicos de su horizonte interpretativo.

Considera Cuenca que “el Partido Comunista, que en El Salvador estaba constituido apenas por un pequeño grupo de hombres abnegados, pero ideológica y políticamente débiles, hizo esfuerzos sobre-humanos para ponerse al frente del movimiento popular y encauzar en alguna forma al descontento de las masas. Pero fracasó en su intento. La insurrección, hábilmente provocada por el gobierno, que se negó a reconocer el triunfo de los trabajadores en unas elecciones municipales, estalló en varios departamentos el 22 de enero de 1932. La masa insurreccional arrasó literalmente toda posibilidad de ser dirigida, explayándose en amplias y caóticas acciones semiarmadas que fueron rápida y sangrientamente barridas y aplastadas por las fuerzas del gobierno.”

A partir de lo anterior, concluye Cuenca que “esta insurrección campesina, que por la vía más radical exigía cambios en la situación de abyecta miseria en que se debatía el pueblo, coincidía históricamente con los intereses de la naciente burguesía industrial salvadoreña, por cuanto el esfuerzo insurreccional, cualquiera que fuese su manifestación externa, al demandar el mejoramiento de las condiciones de vida de centenares de miles de trabajadores del campo mejores salarios y jornales, “repartos de tierras”, etc., no podía desembocar en otra parte que no fuera el fortalecimiento del mercado interno para los productos de la industria nacional.”

Asimismo es de la opinión que “esta insurrección no sólo no fue, en el fondo, un movimiento contra el capitalismo, sino más bien un aliado suyo, ya que, por primera vez en la historia del país, se intentaba una acción de tal envergadura para promover, no importa si inconscientemente, el desarrollo más rápido y en gran escala del capitalismo salvadoreño. Pero las fuerzas de la industria eran en aquella época muy débiles económica y políticamente, y sus dirigentes no estaban en aptitud de percibir ni de comprender el profundo contenido económico-social de aquel Movimiento, y por tal motivo, no sólo no colaboraron con los campesinos en armas, sino que aturdidas por la tremenda explosión revolucionaria huyeron torpemente a protegerse ( ?) bajo el toldo de la política reaccionaria de sus enemigos los cafetaleros.”

Afirma Cuenca que “esta capitulación de los industriales consolidó el poder político en manos de los cafetaleros a través de la dictadura del general Hernández Martínez… Esta situación paralizó por muchos años el progreso social, económico, político e intelectual del pueblo salvadoreño.”

Por otra parte, indica de manera autocrítica, que “los dirigentes del campo insurreccional tampoco dieron muestras de haber comprendido la situación, tanto más difícil de entender cuanto que en aquella época la falta de madurez de las relaciones capitalistas en El Salvador, no permitían disponer siquiera de un inventario aproximado de la realidad económica del país, ni mucho menos de un esquema de la disposición de las diversas clases sociales en el marco de la economía nacional. Por este motivo la lucha de los trabajadores, fue burda e infantilmente planteada en términos de “Revolución Proletaria”, cuando no en términos de “teoría del reparto”.”

Agrega que “el izquierdismo delirante de los dirigentes no permitió a éstos reparar en las características especiales de la fisonomía precapitalista de la economía salvadoreña, ni en la debilidad ideológica y organizativa del proletariado, ni darse cuenta de la existencia de fuerzas sociales nuevas, las de la industria, que por su íntima naturaleza estaban llamadas a ser contrarias, por largo tiempo, a las viejas fuerzas sociales del café.”

Es de la opinión que “como consecuencia de esta incomprensión, los dirigentes políticos de los trabajadores no se plantearon nunca el problema de las alianzas políticas con otras clases, con las cuales era objetivamente posible fortalecer cualitativa y cuantitativamente la lucha de los trabajadores. Hablando en nombre del proletariado aquellos dirigentes tenían, sin embargo, una concepción estrechamente campesina de la lucha.”

Reconoce Cuenca que la confianza de los dirigentes del PCS de esa época “no estaba depositada en los obreros de la incipiente industria manufacturera y agrícola; la suya no era conciencia revolucionaria sino fe, un tanto mesiánica, en caciques indígenas de vieja raíz y fuerte ascendiente en las grandes masas de campesinos empobrecidos, de jornaleros y de mozos colonos.”

Ya que “la existencia del proletariado en cuyo nombre hablaban era una simple ilusión en la cabeza de aquellos dirigentes. Esta ilusión los condujo a tomar como fuerza del proletariado lo que sólo era masa campesina soliviantada por la miseria, y a subestimar, de un lado, la política de provocación de la Oligarquía Cafetalera, y de otro, la fuerza de su poder de represión. Desarmada política e ideológicamente la insurrección campesina de 1932 sólo podía marchar al fracaso y fue al fracaso.”

No obstante esto, opina que “pese a sus grandes debilidades y errores el movimiento insurreccional campesino de 1932, fue la primera gran demostración de que el pueblo salvadoreño había comenzado a ser el protagonista de su propia historia, la cual, en rigor, desde entonces, ya no podrá llamarse propiamente historia si el pueblo en primera línea no sube como actor principal al escenario de los acontecimientos.”
Evalúa que “la derrota de 1932, aun cuando hayan sido más de veinte mil los campesinos muertos, no lo fue tanto de los trabajadores como de las fuerzas nuevas, estas, por falta de desarrollo, de las fuerzas sociales de la industria naciente, a la altura de la combatividad y heroísmo de sus más grandes aliados naturales en su época de crecimiento: las masas trabajadoras del campo.”

Concluye que “la Insurrección Campesina de 1932 marcó el momento en que la Oligarquía Cafetalera, obligada por la caída de los precios del café, abandonó sus limitadas posibilidades democrático-burguesas, y pasó resueltamente a la dictadura como forma política única capaz de contener la indignación de las masas populares; la inconsecuencia de los industriales hizo posible la derrota de las fuerzas democráticas y el afianzamiento de la Oligarquía Cafetalera en el poder, y como consecuencia de esa derrota la industria se vio obligada a vegetar por largos años bajo la campana al vacío de la dictadura martinista de los cafetaleros.”