Los desafíos de los revolucionarios del siglo 21

Los desafíos de los revolucionarios del siglo 21

(Por Patricio Echegaray, secretario general del PCA)

El socialismo es la única alternativa real para el futuro de la humanidad”, sentenció la declaración final del encuentro en la India, que instó además a incrementar la lucha contra el sistema capitalista. Patricio Echegaray que participó de esta reunión de tres días desarrollada a fines de noviembre, destaca en esta nota la importancia de los debates, intercambios y resoluciones en Nueva Delhi.

Me propongo llamar la atención sobre la importancia en sí que tienen estos encuentros. Se inscriben en el desarrollo de una voluntad nueva, surgida primero en algunos partidos comunistas, que se extiende y alcanza a 110 partidos de 87 países, con respecto a la necesidad de superar lo que hoy de manera bastante extendida se considera uno de los problemas serios del movimiento comunista internacional, que fue la desarticulación de la tercera internacional.
Como se sabe la Primera Internacional fue fundada por Marx y Engels, la Segunda por Engels y la Tercera es cuando ya la cabeza del movimiento comunista es Lenin.

Esta es la que se desarmó en 1943. Es necesario estudiar tanto la historia de los debates y las luchas de las tres internacionales, particularmente de la tercera, y también repasar los argumentos que fundamentaron su desarticulación. En general son argumentos que transitan un camino de exaltación del grado de madurez alcanzado por los distintos destacamentos del movimiento comunista, la necesidad de su más completa autonomía, ante lo cual el papel de la internacional devenía superfluo.

Se pensaba que efectivamente los papeles de conducción y supervisión de la internacional respecto a los distintos partidos era una metodología que tendía a ser obsoleta.

Este enfoque, que puede ser considerado razonable, arrasó también, en este caso de una manera irrazonable, con buena parte de los necesarios debates sobre la coordinación y la suma de esfuerzos de los diferentes movimientos y partidos para enfrentar las políticas progresivamente más globalizadas del capitalismo.
La idea de que ese internacionalismo se iba a expresar en contactos particulares de cada partido con el Partido Comunista de la Unión Soviética, evidentemente no fue feliz.

La aparición de la Revolución Cubana y la gran iniciativa de la Olas pudieron haber revivido la voluntad de coordinar internacionalmente frente al enemigo común. Entendemos que no pudo avanzar todo lo que hubiera sido deseable porque sectores importantes del movimiento estaban ya ganados por una visión reduccionista respecto a las exigencias del internacionalismo.

Es meritorio que una década después de la derrota sufrida por el proceso revolucionario a manos de la contrarrevolución conservadora, un grupo de partidos, a los que hay que reconocerles un rol determinante hayan impulsado este proceso de recuperación de la coordinación a nivel internacional de los destacamentos comunistas y obreros, en momentos en que el avance de la globalización exige como nunca la coordinación del conflicto de clases contra del enemigo de la humanidad.

Estas reuniones por lo tanto, son imprescindibles para abrir una nueva etapa de la lucha revolucionaria a escala mundial. Sin duda, a partir del comienzo de la nueva crisis capitalista mundial, estas reuniones se han hecho mucho más importantes habida cuenta que la crisis capitalista no solo genera enormes dramas humanos y peligros de nuevas agresiones y horizontes de barbarie para la humanidad, sino también los desarrollos en dirección al fascismo y a la guerra y abrir camino a profundas transformaciones de carácter progresista y revolucionario, en suma de una nueva etapa de lucha por el socialismo.

Es real la posibilidad de relegitimar los planteos de superación del capitalismo por una propuesta comunista que se apoye en una transición socialista culturalmente mas adelantada que la que hemos intentado en el siglo veinte.

Así las cosas, pueden trazarse algunas de las exigencias principales que tendría la articulación de los comunistas.

En primer lugar impulsar y coordinar la lucha de los trabajadores y de todas las capas y sectores sociales oprimidos por la explotación capitalista, estimular la lucha contra la guerra, agresión y el saqueo promovidos por el imperialismo y su potencia hegemónica los Estados Unidos. Es decir, hay un primer aspecto basado en la solidaridad, en el aporte a la coordinación de la solidaridad y la lucha de los pueblos.

Hemos puesto una atención especial en la reunión en explicar la situación de América Latina, la contradicción restauración o profundización, el hecho de que va a necesitar de una solidaridad especial y hemos valorado como contenido y como método la reunión de los partidos comunistas realizada en Damasco, Siria, para discutir la solidaridad con los pueblos del Medio Oriente, en particular con el pueblo palestino en su lucha contra el Estado sionista de Israel respaldado por el imperio norteamericano.

Hay un segundo plano que es coordinar esfuerzos para enfrentar la necesaria lucha teórica para profundizar la crítica al capitalismo en su etapa de senilidad, tarea que corresponde a los marxistas del siglo veintiuno. Al mismo tiempo, partiendo de reafirmar el enfoque básico del socialismo como la sociedad que apunta a superar la contradicción capitalista principal de producción social y apropiación individual, una nueva etapa de lucha por este ideal requiere perfeccionar la definición de algunos de sus paradigmas. En primer lugar, ubicarlo mucho más como transición que como meta, luego, la necesidad de aprovechar la experiencia democrática realizada en el siglo veinte como un aporte a las transiciones socialistas, profundizar el concepto de poder popular en su relación con la dictadura del proletariado, debatir si estatización y economía planificada definen por sí mismas el carácter socialista de una sociedad. Debatir si, siendo el socialismo un proceso de transición al comunismo, pueden seguir coexistiendo distintos tipos de propiedad en pro de un mayor desarrollo de las fuerzas productivas, debatir si se trata en esta etapa de transición de abolir el mercado o modularlo mediante el poder popular. Por supuesto son solo algunos de los desafíos, pero alcanzan para decir que tenemos por delante un horizonte de exigencia teóricas desafiante y al mismo tiempo entusiasmante.

Y hay una tercera tarea, que es la de articular a todos los partidos comunistas y obreros, comprendiendo que los principios de nuestra lucha son compartidos hoy por una izquierda mucho más amplia y diversa y que los comunistas tenemos que tratar de conformar en cada país movimientos frentistas amplios y profundos que conjuguen estos diversos afluentes de desafío al imperio y al capital.

Un desafío de esta reunión era no retroceder, no perder enjundia en la caracterización de la crisis, no dejarse llevar por los cantos de sirena de los gurues imperialistas que tratan de presentar la crisis como una excrecencia corrupta del capitalismo malo que puede ser desechado y mucho menos caer en la trampa de los que plantean el final de la crisis cuando todos los días aparecen datos esenciales, no solo en cuanto a la explosión de nuevas burbujas y nuevos derrumbes de bolsas, sino al crecimiento de la desocupación que ya ha cobrado cien millones de víctimas en el planeta.

Podemos decir entonces que esta reunión ha cumplido con su expectativa, que ha sido un momento muy importante y un dato final, pero de gran trascendencia, es decir que se acordaron las pautas para la próxima reunión que tendrá lugar en 2010 en Sudáfrica.

Resoluciones de la Reunión Mundial

Participaron 83 participantes de 57 partidos comunistas y obreros de 47 países.

El encuentro adoptó en forma unánime la Declaración de Delhi. Y se decidió aceptar el pedido del Partido de los Trabajadores de Bangladesh. El 12º encuentro internacional tendrá lugar en el continente africano, organizado por el Partido Comunista de Sudáfrica. El grupo de trabajo se reunirá a esos efectos.

El encuentro decidió concretar acciones para ser llevadas a cabo en todos los países y coordinadas globalmente en los siguientes temas:

1. Contra la Otan y su renovada agresividad militar, su expansión global y contra las bases militares extranjeras.

2. Tomar el 29 de noviembre como día de solidaridad con las luchas palestinas, tal como lo decidiera el encuentro extraordinario de Damasco en setiembre de 2009.

3. Tomar el año 2010 como el del 65º aniversario de la derrota del fascismo.

4. Fortalecer las movilizaciones populares en defensa de los derechos de los trabajadores en coordinación con sus centrales.

5. Intensificar la solidaridad internacional para la liberación de los Cinco Cubanos.

6. Fortalecer los movimientos populares, forzando a los gobiernos en los respectivos países, con la exigencia de políticas que respeten el derecho al trabajo en coordinación con las organizaciones juveniles.

Yo, comunista

Yo, comunista

Esther López Barceló
Nuevo Claridad

Hoy es un lugar común el debate por la recomposición de la izquierda a escala global. Cuando nos aprestamos a esta tarea, especialmente en el Estado español pero no sólo en él, desde distintas ópticas se pone en duda el papel que podemos jugar los comunistas. Con ocasión del Congreso del PCE se desató una clara ofensiva anticomunista, de la que el grupo Prisa fue adalid, escandalizándose de que existan jóvenes comunistas . En pleno siglo XXI, cuando la humanidad se enfrenta a una crisis global, lo que debería extrañar no es que una joven de 26 años que vive de su trabajo crea en el comunismo, lo que debería escandalizarnos es que haya gente adulta que defienda el mundo tal y como es hoy.
¿Qué cómo es hoy el mundo? Basta mirar las primeras páginas de la prensa y ver como el que pomposamente fue llamado “nuevo orden mundial”, deja un rastro de desastres, de inestabilidad, de violaciones masivas de los derechos humanos: Irak, Afganistán, el muro de la vergüenza en Palestina, África destrozada por el hambre y el sida: ¿dónde está el progreso? ¿Acaso en esta economía que ha esquilmado ya los recursos sobre los que se basa no sólo la vida humana sino toda la vida del planeta, que produce el comercio de seres humanos, la explotación y la prostitución infantil…y todo ello para que un pequeño puñado viva en la abundancia?
Ese es el único sentido de tantas guerras, tanta hambre y tantas muertes: mantener los privilegios de una parte ínfima de ricos. Porque, no lo olvidemos, cuando nacieron las ideas emancipadoras de los primeros comunistas se fundamentaron en la existencia de una clase obrera explotada, fundamentalmente en Europa. Hoy esa clase obrera es mucho más numerosa que en el siglo XIX porque más que nunca vivimos en un mundo sin fronteras para la explotación económica, con la libre circulación del capital para enriquecerse a costa del proletariado más numeroso que jamás haya existido.
Creo que no es escándalo, sino miedo lo que sienten ante el futuro. Creo que al escuchar que las ideas que han defendido los comunistas a lo largo de la historia siguen vivas provoca miedo a quienes sí tienen algo que perder en un mundo socialista. Pero, pensadlo un momento, mirad más allá de las fronteras de vuestro barrio lujoso, la realidad del mundo hoy, tomado en su conjunto, es la misma que cuando Marx y Engels dijeron “No tienen nada que perder salvo sus cadenas y todo un mundo que ganar” Y esto sí es el comunismo. Éste representa una meta, una sociedad en la que la propiedad de la riqueza que generamos con nuestro trabajo sea propiedad de quienes la crean y no quede en manos de un pequeño puñado de parásitos que limita nuestras vidas y organiza guerras a su antojo.
Es cierto que las experiencias que han tratado de liberar a la humanidad han tenido siempre sus lados positivos y sus lados negativos pero no seré yo quien rechace el avance que supuso la Revolución Francesa para el progreso de la humanidad, a pesar de todos sus errores. No seré yo quien rechace el avance que supuso la contienda que abolió la esclavitud en Norteamérica, a pesar del horror de la guerra. La historia no se desarrolla como en los cuentos infantiles. La historia es violenta, es cruda, pero puede desarrollarse para favorecer los intereses de una minoría o para avanzar en las conquistas de la inmensa mayoría de la sociedad. Los comunistas siempre estaremos del lado de los avances en la justicia y en la igualdad a pesar de toda su humana imperfección. Ni somos diletantes intelectuales que critican todo y no hacen nada ni vamos a tirar por el desagüe al niño al arrojar el agua sucia del baño.
¿Qué significa hoy ese compromiso comunista? El comunismo, podríamos decir también socialismo, no sólo es un objetivo de sociedad es, fundamentalmente, el programa para conseguir alcanzar esa sociedad. Se nos tacha a menudo de utópicos, en el sentido despectivo de la palabra, es decir, pretender algo que no es viable. Lo realmente utópico y reaccionario es pensar que la sociedad actual puede garantizar la supervivencia de la Humanidad, tanto en lo inmediato como en lo futuro. Los jóvenes en esta sociedad podemos aspirar a contratos temporales, como el mío (de cinco meses de duración con salario de mil euros) a cargo no de IU, sino del CJE (Consejo de la Juventud), accediendo a viviendas indignas y ultracompartidas o a una hipoteca de por vida; y, por supuesto, si te atreves a decir lo que otros no se atreven, aspiramos a ser los cabezas de turco del pensamiento único. Y digo, en el mejor de los casos, porque ni siquiera a eso pueden aspirar la
mayoría de los jóvenes de la superficie del planeta. ¿Y a largo plazo? Porque claro, si estos sacrificios sirvieran para garantizar el futuro de la humanidad, aún podrían justificarse, pero salvo para quienes siguen pensando que el ser humano surge de un acto divino, todo indica que la evolución de la humanidad es implacable e imparable bajo este sistema capitalista, hacia la destrucción del medio.
¡Qué escándalo! ante esta situación los comunistas proponemos expropiar a unos pocos para satisfacer las necesidades del conjunto de la humanidad. Lo que debería ser un escándalo es lo contrario, porque hoy la mayoría de la población mundial ha sido expropiada.. Y, en muchos casos, literalmente, arrojada de sus viviendas, despedida de sus puestos de trabajo, expulsada de sus tierras, abocada a lanzarse al mar jugándose la vida para llegar a las playas europeas para encontrarse a los Berlusconis.
¡Errores! Claro, que se han cometido errores. Errores en la URSS, en Cuba, en Nicaragua… pero el mayor error es permanecer impasible. El mayor error era dejar pasar las tropas fascistas en Madrid, el mayor error era dejar avanzar a Hitler por Europa, el mayor error era el gobierno colaboracionista de Vichy. Los comunistas estuvimos allí, en cada caso, en primera línea.
En definitiva, el error que nunca cometeremos será ser cómplices de la miseria y la explotación. Y claro que aprendemos de los errores del pasado, considerándolos nuestros, porque tenemos un sentido colectivo de la historia, y la mayor lección debe ser que la economía planificada de propiedad social ha demostrado ya que es el único camino para liberarnos de la esclavitud económica, pero, también que no basta sólo con eso, sino que al eliminar el mercado como medio brutal de regulación de la economía, resulta imprescindible el control democrático de la vida política económica y administrativa de la sociedad. Las palabras de Rosa Luxemburgo, fundadora del Partido Comunista Alemán, y asesinada por la socialdemocracia, expresan con rotundidad esta idea:
“…Siempre hemos distinguido el contenido social de la forma política de la democracia burguesa, siempre supimos ver la semilla amarga de la desigualdad y de la sujeción social que se oculta dentro de la dulce cáscara de la igualdad y la libertad formales, no para rechazarlas, sino para incitar a la clase obrera a no limitarse a la envoltura, a conquistar antes el poder político para llenarlo con un nuevo contenido social. La misión histórica del proletariado, una vez llegado al poder, es crear, en lugar de una democracia burguesa, una democracia socialista y no abolir toda democracia”.
Y, que a nadie le quepan dudas, sí que somos persistentes. El optimismo histórico es un rasgo del marxismo porque sabemos que los oprimidos del mundo siempre se levantan de nuevo a pesar de las derrotas, como Anteo hijo de la tierra, toman de nuevo fuerza de sus caídas, y la crisis global que vive el capitalismo alumbrará un nuevo y vigoroso movimiento de la clase trabajadora luchando por alcanzar el socialismo.
Yo, comunista, nosotros, comunistas, siempre estaremos entre los que se levantan contra la miseria para conseguir una sociedad en que la propiedad sea común y el Estado deje de ser el instrumento de opresión de una clase social sobre otra y se convierta en la simple administració n de las cosas. Eso es ser comunista.
Firman este artículo, además: Alberto Arregui (integrante de la Presidencia Federal de IU), Víctor Domínguez (miembro del Comité Federal del PCE y del Consejo Político Federal de IU), Henar Moreno (Coordinadora de IU-La Rioja y del Comité Federal del PCE) y Federico Sabater (Responsable de Organización comarcal del PCPV del Alacantí).
Fuente: http://veinticuatro siete.org/ claridad/ index.php/ estado-espanol/ 247-yo-comunista

La Navidad, mercado, política y fe

La Navidad, mercado, política y fe

Dagoberto Gutiérrez

Todos los imperios imponen a sus súbditos su economía, sus leyes, sus tradiciones y sus dioses.

Los romanos que construyeron el imperio más conocido hasta ahora, adoptaron, sin embargo, las creencias y sistemas religiosos de una de sus provincias. Esto ocurre en los momentos de crisis imperial y cuando Constantino, emperador de ese momento, establece, en el edicto de Milán, (320 después de Cristo) el cristianismo como la religión oficial del estado romano.

Su genio político supo que la cohesión ideológica de los cristianos catacúmbicos fortalecería al decadente imperio romano y el 325 d.C, en el concilio de Nicea (Turquía), se montó el imperio sobre el cristianismo, aquí muere el cristianismo y nace la cristiandad como religión estatal.

Luego vendría la deificación de Jesucristo, la concepción trinitaria, el obispado de Roma y el nacimiento de Jesús. Ayer como hoy no se tiene dato exacto, pero los romanos celebraban al final del año las fiestas saturnales en honor a Saturno el Dios de la Agricultura y la vida, eran bacanales que duraban semanas y el imperio hizo coincidir esta fiesta con la natividad, hizo de una celebración pagana una fiesta cristiana, también adaptó el credo cristiano a la cultura imperial e hizo aparecer a las diosas, que no existían en la cultura hebrea de la misma manera hicieron a la madre de Jesús, una humilde mujer Judía, la reina del cielo, porque todo lo relacionado con la nueva religión imperial tenia que ser magnificente. Aquí nace también el catolicismo, del latín Catolic (Universal) porque la religión del imperio tenía que ser, por fuerza, la religión de todo el universo.

La Navidad, así decidida, fue completándose lentamente y viene a nuestras tierras en la punta de las espadas de los invasores hace 500 años; de las culturas nórdicas se le agrega el árbol de navidad y la nieve y de la empresa Coca Cola se le incorpora, en la primera mitad del siglo pasado, la figura de Santa Claus cuyo uniforme ostenta, justamente, los colores emblemáticos de esta empresa.

Con Santa Claus, la navidad entra, totalmente en los patios y corredores del mercado capitalista y el juego del intercambio de obsequios hace de la fecha el mercado persa adecuado para explotar, mercantilmente, la fe cristiana que considera el nacimiento de Jesús como el advenimiento del mesías que derrotará la explotación e impondrá la justicia.

En realidad, diciembre es el mes mercantil por excelencia y es la época en que el Jesucristo que se enfrentó a los mercaderes del templo en Jerusalén, es usado por éstos como una mercancía más y así, en nombre de los valores cristianos, que perviven, pese a Roma, los cristianos actuales, creyentes o ateos, son convertidos en consumidores, en una conversión muy distante a la de Pablo en el camino de Damasco.

La Navidad es entonces un teatro de operaciones que confronta la política y la economía con la fe cristiana y sus valores.

Las familias salvadoreñas son amenazadas en sus economías por la propaganda mercantil, porque una vez borrada la diferencia entre lo que se necesita y lo que se desea, el ser humano, en plena Navidad, es convertido en una mercancía que adquiere lo que desea aunque no lo necesite y pasa así, de ser comprador a ser consumidor.

La Navidad es actualmente, el escenario de la conversión anterior y aquellos templos en los que Jesús se enfrentó al imperio romano, son los que se levantan hoy sobre Jesús, como bancos, centro comerciales y edificios ostentosos, sin duda que se trata de un mal momento para todo lo que tiene que ver con cristianismo, con Jesucristo y con fe cristiana.

Los cristianos comprometidos con el hombre de Galilea deben salvar de la época la figura de la natividad, porque, más allá de la exactitud histórica, es una buena noticia para la humanidad y este hecho se acompañará del mensaje justiciero, comprometido y justo del Galileo que sacrificado por los poderosos sigue siendo voz, aliento y estímulo de los débiles que deciden ser libres y de aquellos que resuelven ser justos.

De la guerra con Honduras… Entrevista con Roberto Pineda (3)

SAN SALVADOR, 29 de diciembre de 2009 (SIEP) “Nos avisaron que habían llegado buses llenos de hondureños, fuimos a verlos, a platicar con ellos, eran campesinos que venían de Nuevo Ocotepeque, para apoyar a su selección de fútbol. Era el 14 de junio de 1969. Un mes después estallaba la guerra…”nos comparte Roberto Pineda.

“Los buses se habían parqueado sobre la troncal del Norte, hasta llegar cerca del cuartel de la Guardia Nacional. Era la primera vez que veíamos personas de otro país. Sus billetes y monedas eran diferentes. Usaban el Lempira. Sus ropas y zapatos eran diferentes. Los colores de sus pantalones y camisas eran diferentes. Su forma de hablar era diferente. Pero eran muy amigables, nos aceptaron como niños traviesos que llegábamos a conocerlos.

Luego supimos que a la selección hondureña que se alojo en el Hotel Gran San Salvador no la habían dejado dormir, tirándoles cohetes…y por las emisoras la campaña xenofobica lo inundaba y saturaba todo. A cada minuto el estribillo de pájaro picon, pájaro picon… arriba con la selección…sembrando la semilla del odio en nuestras mentes. Y las familias hondureñas eran abucheadas en las calles.

Los editorialistas de los periódicos llamaban a la guerra, a defender la soberanía pisoteada y parar los desmanes de la Mancha Brava. Y los héroes serian precisamente los “valientes soldados” salvadoreños conducidos por el asesino General Alberto Medrano.

Y los soldados campesinos de El Salvador fueron enviados a conquistar territorio hondureño. A pelear contra los soldados campesinos hondureños. Y la conquista estuvo naturalmente acompañada del saqueo, eran camiones repletos de ganado y de piñas, los que regresaban del territorio “liberado” hacia las casas y haciendas de los jefes militares.

Y las noches del 14 al 18 de julio la ciudad estaba a oscuras para evitar que nos bombardeasen los Corsarios hondureños. Y se decía que el Chele Medrano se había disfrazado de sacerdote y había penetrado en Tegucigalpa burlando la inteligencia hondureña. La derecha pretendía convertir en héroe al asesino de estudiantes y sindicalistas y lograr mediante la guerra detener el avance de las fuerzas populares que un año antes habían logrado realizar la primera huelga magisterial nacional victoriosa…pero la historia no se detuvo. La verdadera guerra iniciaría unos años después…

Alfonso Kijadurías: El seguidor

Alfonso Kijadurías: El seguidor

Por Manlio Argueta

“El presunto “oreja”, pega un grito. “Poetas, poetas; soy poeta, soy poeta”. Confirmo que viene sin arma y su grito nos desarma del ímpetu que llevábamos…”

Fue por 1962, cuando conocí a Quijada Urías, aun sin ese nombre árabe que ahora tiene, recién había llegado en tren desde Quezaltepeque que menciona en uno de sus poemas más conocidos. Los clavelones al paso de los cuarenta kilómetros de nuestros trenes de leña y humo negro. No tenía parientes en San Salvador, supongo que regresaba por la noche a su pueblo natal.

Era la época en que los poetas íbamos a tomar café al Doreña que, para promover las ventas, la taza tenía precio de regalo (un poco más de un centavo de dólar, cuando vivíamos en el paraíso de precios humanos), era la mejor cafetería de El Salvador, situada donde antes fue el Club Internacional. O sea que el local no era para cualquier indio pobre; ahora es un almacén de electrodomésticos al costado oriente de la Catedral Metropolitana.

Un día me acompañaba Miguel Ángel Parada, ya fallecido, poeta en sus inicios de estudiante de Derecho, compañero de estudios secundarios en San Miguel, y luego Rector de la Universidad de El Salvador. Cuando salíamos después de dos horas de conversación y cafeína, vimos que nos seguía de manera extraña un joven. Por nuestra calidad de universitarios la persecución era lógica dentro de lo ilógico de esos tiempos de persecuciones y exilios.

Los temores eran reales, para cualquier universitario, y más si escribía poemas, y peor si “autodenominados” Comprometidos. Antes de cruzar hacia la Calle Delgado para encaminarnos al oriente en dirección al Mercado Cuartel, donde compartíamos con Parada por varios años la misma casa de familia, observé la figura delgada y sospechosa que nos seguía ¿quién que era no era sospechoso en esa época? Lo comento a mi compañero de estudios, hermano y colega poeta Miguel Parada: “alguien nos viene siguiendo”.

Me responde: “ya vas con tus paranoias”. Le explico: “Crucemos la calle como que vamos a entrar al Sorbelandia y mirá por tu hombro izquierdo para ver qué hace”. Sorbelandia era la principal venta de helados –sorbetes- de San Salvador, casi enfrente del Teatro Nacional. “Como que tenés razón, se paró cuando cruzamos la calle, simula que no sabe a dónde dirigirse”, dice Parada.

Quiero aclarar que en esa época no existían los miles de vendedores en esa zona, no había asaltantes en las calles del Centro Histórico de San Salvador, (oh tempore, oh mores, oh dolores, oh dólares) era fácil detectar a alguien de características sospechosas.

“Entremos como que vamos a tomar un sorbete”. Entramos por una puerta y salimos por otra. El joven seguía parado en la esquina del Teatro Nacional, mirando hacia los lados. Continuamos por la calle. Ahora soy yo quien miro por mi hombro: “Ha comenzado a caminar, creo que viene en nuestra dirección”. Parada, más sereno que este poeta que narra, me dice que vamos a hacer una prueba, cruzaremos a la derecha dando vuelta a la manzana como que vamos a la Bella Nápoles o hacia el Parque Libertad.

Así fue. Le digo a Parada que ahora mire él para atrás. Y me responde: “Cruzó también, es verdad, nos viene siguiendo, pero tranquilo, sigamos como si nada”. Esta vez cruzamos a nuestra derecha en dirección al Bella Nápoles.

Al llegar a la primera esquina del Portal La Dalia, cruzamos para tomar la 2ª. Calle, rumbo Poniente, hacia la Catedral. Al llegar al Banco Central de Reserva, actual biblioteca especializada “Agustín Alfaro Morán”, me dice Parada que ahora me tocaba a mí ver con disimulo.

“Viene a unos veinte metros de distancia”. Giramos de nuevo hacia el Doreña y Teatro Nacional, dando la vuelta a la manzana histórica. “Si cruza es que es “oreja” el hijueputa”, me dice el futuro Rector de la Universidad Nacional, en ese tiempo humilde estudiante y poeta universitario –“oreja” le llamábamos a los confidentes de la policía política de esa época, tenían poca calificación pero hacía su trabajo sacrificado y cruel para ganarse la vida.

El joven perseguidor siguió nuestra ruta. Entonces planificamos una estrategia pulga para deshacernos de él. ¿Entramos o no entramos de nuevo al Doreña? Puta ¿y si quedamos varados y nos capturan? Preferible seguir caminando en la acera poniente del Teatro Nacional, aunque sepa que le vamos huyendo Habíamos detectado su físico endeble, y nadie más lo acompañaba. “Entre los dos le damos verga”. “¿Y si viene armado?”. “Claro, si es policía debe tener arma, pero le caemos de sorpresa”. “Come mierda”, le respondo. No iba a meterme en líos con un hombre armado y menos miembro de la autoridad nacional. Aunque si no había otro camino…

Cruzamos al Teatro Nacional dando vuelta en redondo, pero ya su desvergüenza llegaba al extremo, seguros que nos seguiría por la Calle Delgado. Esta vez ya hemos decidido la estrategia piojo. “Nos escondemos en la primera puerta del Teatro y cuando esté husmeando le caemos a trompadas y mordidas”. Me convenció.

Así fue. Lo habíamos confundido. Camina un poco. Husmea. Y zas, nos lanzamos sobre él, Miguel Parada lo toma del cuello y yo me tiro a su cintura para dominarlo con el arma.

El presunto “oreja”, pega un grito. “Poetas, poetas; soy poeta, soy poeta”. Confirmo que viene sin arma y su grito nos desarma del ímpetu que llevábamos. ¿Cómo que sos poeta? Soy el poeta Alfonso Quijada Urías (en ese tiempo, repito no era Kijadurías). Cuando lo teníamos dominado, dejamos que se sacara unos papeles de la bolsa. Se los arrebato. “Son mis poemas”, dice. Miguel Parada aun lo tiene por el cuello. Y yo le doy un vistazo rápido a los papeles. “Son versos, le digo a mi compañero, soltémoslo”. Era poeta, y leí el titulo inicial “Mi primer viaje por tren a San Salvador”. En su viaje había escrito ese poema.

Nos explica que sabía que los poetas nos reuníamos en el café Doreña pero él no tenía confianza para entrar y decidió ubicarse en la acera de la Catedral esperando la salida de algún poeta. Nos reconoció por las fotos que había visto en los periódicos, noticias como ganadores de Juego Florales y los premios centroamericanos que organizaba cada año la Facultad de Derecho en esa época.

“Puta, poeta, pudimos haberlo matado”, ufanándonos de nuestras debilidades y tratándolo de usted como lo hacemos entre poetas. Lo invitamos a la cafetería. “Bien pudo haberse presentado, nadie se lo va a comer”. Valía la pena tomarse otro café con un poeta que apenas había cumplido los dieciocho años y que nos asustó, pero quizás el más asustado fue él cuando lo dominamos.

“Como ustedes son tan famosos, no me atreví a hablarles, esperaba una oportunidad para conocerlos de cerca”. Fue un bautizo de fuego para este gran poeta salvadoreño que ahora vive en Vancuover Canadá, Alfonso Kijadurías. Tiene un hijo cineasta que se llama Manlio (quizás porque le perdonamos una golpiza). Un honor.

Manlio Argueta. Desde América Central, octubre 26 de 2009

Fuimos de la generación de Woodstock… Entrevista con Roberto Pineda (2)

SAN SALVADOR, 28 de diciembre de 2009 (SIEP) “Todavía me estremezco al escuchar los acordes de Con una pequeña ayuda de mis amigos de Joe Cocker. Marco una época en mi generación, muchos bailábamos imitando su particular forma de cantar. Fuimos la generación de Woodstock en El Salvador, era el inicio de los años setenta…” nos comenta Roberto Pineda.

“Nos enteramos de Woodstock con la película que fuimos religiosamente a ver, llenando los cines. Woodstock nos mostró una nueva cultura basada en paz, amor y música. Era una cultura que desafiaba los patrones impuestos por la dictadura militar de derecha. Surgieron nuevos héroes y heroínas. Nos dejamos crecer el pelo y usamos collares y ropa psicodélica, sandalias, pantalones acampanados, camisas floreadas o fosforescentes. Estábamos desafiando los uniformes de los cuarteles y el pelo rapado de los militares. Éramos diferentes…”

Joe Cocker se volvió el maestro de la amistad. Carlos Santana era nuestras raíces latinas. Nuestra contribución a esa nueva cultura. Buscábamos afanados los long play de este misterioso grupo musical Santana Abraxas. Carlitos con su Mujer de magia negra nos hechizo, nos sedujo. Y también Jimy Hendriz, entonando el Star Spangled Banner con los dientes en las cuerdas de la guitarra. Y los Doobie Brothers.

Y la chicana Joan Báez con su canción Joe Hill nos enseño que la guerra en Vietnam era inmoral, una guerra al servicio de los ricos, al servicio de militares retrógrados como los que teníamos en El Salvador. Fue una revelación que nos ayudo a descubrir quienes eran los enemigos: estaban en los cuarteles. Fuimos una generación profundamente antimilitarista.

En las fiestas con luces negras o moradas, la tranquilidad vegetal de la marihuana sustituyo a la violencia del alcohol de las pasadas generaciones. Y surgió una amistad entre barrios y colonias que estaban en la onda…Los de Montserrat visitaban a los de la Col. Atlacatl. Y viceversa. El símbolo de peace and love era el saludo de una generación que rompía con el pasado y miraba hacia el futuro.

Y luego para centenares de jóvenes, el aprendizaje de la solidaridad hippie expresado en un nuevo tipo de apretón de manos dio paso a los puños alzados en las marchas en apoyo a los maestros de ANDES y a los mítines de la UNO. Y la figura del Che se alzaba invicta en nuestros corazones de jóvenes idealistas.

Los militares no estaban equivocados, sabían que detrás de cada melenudo se hallaba un guerrillero en potencia. Y cuando los Guardias Nacionales capturaban y peloneaban a los jóvenes de la ciudad y del campo, alimentaban el odio hacia la dictadura. Y surgió la consigna: gorilas hijos de puta, los estudiante somos vergones…”

Estudiaba sexto grado en la Escuela parroquial Nuestra Señora de Fátima, en la Colonia La Rabida. Tenía el pelo largo. A mis once años cultivaba la precocidad de la vida. Mi maestra era la señorita Francisca, que muchos años después me reconoció y me recordó los nombres de todos mis compañeros…

Carlos Leiva era nuestro guru. Era mi cuñado. Tenía personalidad. Había estudiado en Colegio Don Bosco. Usaba el pelo cortado a lo Yul Brinner en Taras Bulba y casaca militar con signos de paz y amor. Sandalias. Amistoso. Seductor. Me acuerdo de una excursión que hicimos un 24 de diciembre a El Salto, una catarata y laguna en San Diego. Pasamos la noche mirando caer el agua, conversando sobre el milagro de la naturaleza…

En las fiestas se bailaba American Woman:
American woman, stay away from me
American woman, mama let me be
Don’t come hanging around my door
I don’t want to see your face no more
I got more important things to do
Than spend my time growin’ old with you
Now woman, stay away
American woman, listen what I say…

El Desfile Puertorriqueño que cambio mi vida….Entrevista con Roberto Pineda

SAN SALVADOR, 27 de diciembre de 2009 (SIEP) “Cuando vi la bandera del Viet-Cong flameando sobre la Quinta Avenida de Nueva York me dieron ganas de llorar, me llene de alegría, porque el pueblo vietnamita no iba a ser derrotado…” nos comparte Roberto Pineda, de 50 años, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Sentí un inmenso gozo y corrí a incorporarme al contingente independentista puertorriqueño que gritaba todo pulmón: ¡Jíbaros si, yanquis no! ¡Despierta boricua, defiende lo tuyo! Mi vida estaba siendo definida en ese momento al lado de los que luchaban contra el imperio…era una tarde calurosa de agosto de 1971.Nixon estaba bombardeando Hanoi.

Hasta escribí un poema: En Viet-Nam/ Yo se/ que mucho se muere…/ pero mas de lo que muere se vive/ se vive libre/ de pie/ de cara al sol como dice Marti/ los vietnamitas prefieren morir de pie/que vivir de rodillas.

Llegue a esa cita con la historia luego de leer una invitación en el periódico puertorriqueño Claridad, que había comprado en una estación de tren en uno de mis interminables y agotadores recorridos por la red de trenes subterráneos que me conducían de Brooklyn al Bronx, y de Queens a Manhattan.

Acostumbraba leer periódicos latinoamericanos y caribeños, pero Claridad era diferente. Estaba escrito en un lenguaje que me atraía, que me seducía, me identificaba…unos meses antes, en mayo, había convencido a mi hermana de ir a comprarme como regalo de cumpleaños, a una librería de la Calle 14, un tomo grueso de la editorial mexicana Era, con el titulo de Obra Revolucionaria, de Ernesto Che Guevara.

Fue como una Biblia. Fue un libro revelador de como funcionaba el mundo y para que debía vivirse la vida. Incluso me compre una boina, le puse una estrella y me esmere en lucir una melena parecida al Che…con el toque niuyorquino de un jacket de blue jean.

Me impacto la frase del Mensaje a la Tricontinental: En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea. Siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado a un oído receptivo y otra mano se tienda empuñar nuestras armas y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria.”Me sigue impactando y me definió la vida.

En enero de 1971 aterrice en el aeropuerto Kennedy de Nueva York junto con mi mama y mi sobrino Carlos Ernesto. Tenía doce años. Llegue con un saco verde comprado en el almacén Paris Volcán. Volamos del aeropuerto de Ilopango hacia Miami. Era como un sueño. Un mundo nuevo se abría a mis sentidos. Mi hermana Esther llego a recibirnos al aeropuerto junto con su compañero Frank, un panameño. En la radio del vehiculo se escuchaba una melodía de los Jackson Five. Era de noche, hacia un frió desconocido, con ráfagas de viento que golpeaban mi rostro todavía tropical. Me tenían preparado un abrigo café claro. Vivíamos en la calle 167 y Avenida Cromwell del Bronx, a seis cuadras del Yankee Stadium. Me sorprendió la pobreza de los barrios populares del Bronx. Pensaba ingenuamente que no existía la pobreza en los United States…

Vivíamos en un cuarto piso, y como horizonte aparecía una estación de trenes que pasaban cada cinco minutos y edificios y más edificios. La primera mañana nos sorprendió la nieve cubriéndolo todo. Salí a caminar. Había un parque, hacia frío…era un mundo nuevo. Fume un cigarrillo…

La escuela quedaba al cruzar la calle. Todo era diferente. Me impacto el idioma. La profesora me hacia preguntas que no podía responder. Era un aula multirracial: negros, puertorriqueños, blancos, chinos. Un niño puertorriqueño trataba de ayudarme con el idioma, nos hicimos amigos.

Regreso al Desfile…me incorporo en la calle 59 y el desfile concluye en la calle 86, cerca del Museo Metropolitano. Marcho en el contingente de los Young Lords. Abordo a un dirigente, de nombre Junior. No habla mucho español. Le digo que quiero publicar un artículo sobre Vietnam en su periódico Palante. Me da una dirección para buscarlo. Queda en el Sur del Bronx. Llego unos días después, platicamos. Se nos dificulta comunicarnos…es un puertorriqueño nacido en Nueva York que habla poco español. Venimos de mundos diferentes…

Y de nuevo Claridad me ilumina el sendero. Aparece la dirección de un comité del Partido Socialista Puertorriqueño en El Barrio, apunto la dirección (calle 125 y 3ra. Avenida) y me dirijo a buscarlos. Voy por la mañana y esta cerrado, pero veo el local del PSP. Me gusta, hay posters de marchas a Washington y del Che. Es un jueves de septiembre. Llego de nuevo por la tarde y esta abierto. Entro, me miran sorprendidos… tengo doce años.

Les explico que soy salvadoreño y quiero integrarme a la lucha…se ven entre ellos y me dice Monchito: ¡Adelante! Estaban estudiando un folleto de Engels, del que me dan copia: era El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre…lo discutimos, solo escucho, estoy yo con los que debía de estar. Los había encontrado. Esa noche no dormí de felicidad…quedamos de vernos el próximo sábado.

Esa fue mi primer celula, mi primera familia de lucha. Estaba Monchito, de alrededor de 30 años, que lucia como Garrid, el personaje de Harry Potter; Olga Sanabria, que era la responsable del comité, una encantadora trigueña, menuda y disciplinada; Ramón Cintron, de Ponce, muy amistoso, bromista, Luís Salas, había participado en el levantamiento nacionalista de 1950, siempre nos llegaba regalar morcillas. Había un dominicano negro, Jim, que hablaba poco español, y había estado en Viet-Nam.

Llegue el sábado, fui el primero en llegar al local, estaba ansioso por ver que es lo que los revolucionarios de carne y hueso hacían. Luego llego Olga y abrió. Luego llego Ramón. Me dieron 25 ejemplares de Claridad para irlos a vender, me fui a la esquina de la calle125 y 7ma. Avenida, cerca de la marqueta y empecé a vender. Me sentía muy orgulloso de hacerlo, era ya un militante…y alrededor del mediodía los termine y me fui a dejar lo vendido…esta seria una rutina de verano y de invierno. Hoy ya no lo compraba en los quioscos del subway, hoy lo vendía…divulgaba la prensa revolucionaria.

Por medio de Claridad y de otras lecturas me fui adentrando en la historia puertorriqueña. En 1898 habían sido invadidos. Y eran una colonia yanqui. Y empecé a conocer al Maestro Don Pedro Albizu Campos. Me impacto para toda la vida su frase: la patria es valor y sacrificio. Consideraba que el valor supremo del ser humano es el valor. El compromiso político por la justicia. Iba recogiendo estas enseñanzas de luchadores del pasado. Conocí a Ramón Emeterio Betances y el Grito de Lares. Conoci a Eugenio Maria de Hostos. Conoci a José de Diego.

Y asistí a mi primer Grito de Lares el 23 de septiembre en el Sur del Bronx. Escuche hablar a Ramón Arbona. Me impresiono. Dijo: “Lares es Newark, Lares es Hoboken, Lares es El Bronx, Lares es todo lugar donde se levante la dignidad del pueblo puertorriqueño.”Lo felicite. El era el responsable del PSP para Estados Unidos. Me fui percatando de la existencia de otros grupos independentistas: el Partido Nacionalista, el Comité MINP, y sectores de la izquierda estadounidense. Yo ya estaba alineado.

Llegaba religiosamente al Comité. En el PSP habían dos categorías; militantes y afiliados. No estaba en ninguna pero trabajaba con el celo de un neófito. Fui asumiendo aspectos culturales boricuas: conociendo su historia, su comida, los nombres de sus pueblos: Caguas, Bayamón, Santurce, Ponce, etc. Leyendo a sus poetas y disfrutando de su música tradicional. Y aprendí a respetar la conducción de Juan Mari Bras. Un gran líder. Muy parecido a Schafik.

Me gustaba mucho Roy Brown y el Grupo Taone. La canción Monon de Roy Brown fue una de mis favoritas: Voló y voló… Me gustaba también El Topo: Antonia tu nombre suena a historia de un pueblo que se busca y se ha encontrado en ti. Pero en esa época Nueva York estaba envuelta en los ritmos sensuales de Marvin Gaye… Ain’t No Mountain High Enough…

Continuara…

The Best Songs of 1971

The Best Songs of 1971
by Robert of the Radish in The Y!

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In 1971, Jim Morrison was found dead in the bathtub of his Paris apartment by his girlfriend Pamela Courson. Although the official cause of death was heart failure, it is widely believed that he overdosed on a large amount of heroin that he snorted because he thought it was cocaine. He was just 27 years old.

The world also lost the great Louis Armstrong just 3 days later.

Two weeks after we lost Satchmo, the World Trade Center in New York City was completed.

In other 1971 news, Walt Disney World opened in Florida, Led Zeppelin released one of the best selling albums of all time, Led Zeppelin IV (not in this list as it is not available in YMU), Intel released the world’s first microprocessor, Ray Tomlinson sent the first e-mail, the Twenty-sixth Amendment to the U.S. Constitution lowered the voting age to 18, and Johnny Cash wrote “The Man In Black.”

As these events took place, the music in this playlist was pouring over the airwaves of America. The list includes almost 5 hours of the very best songs that were released in 1971 and are available for streaming in Yahoo Music Jukebox.

From the classic soul of Marvin Gaye to the blues of B.B. King, to the classic rock of The Rolling Stones and David Bowie, to the soft rock styling of Bread and Chicago, to the old-school country of Charlie Pride to the funk of Sly & The Family Stone.

1971 is here, experience it all over again.

Peace Train

Peace Train
by Cat Stevens

Now I’ve been happy lately,
thinking about the good things to come
And I believe it could be,
something good has begun

Oh I’ve been smiling lately,
dreaming about the world as one
And I believe it could be,
some day it’s going to come

Cause out on the edge of darkness,
there rides a peace train
Oh peace train take this country,
come take me home again

Now I’ve been smiling lately,
thinking about the good things to come
And I believe it could be,
something good has begun

Oh peace train sounding louder
Glide on the peace train
Come on now peace train
Yes, peace train holy roller

Everyone jump upon the peace train
Come on now peace train

Get your bags together,
go bring your good friends too
Cause it’s getting nearer,
it soon will be with you

Now come and join the living,
it’s not so far from you
And it’s getting nearer,
soon it will all be true

Now I’ve been crying lately,
thinking about the world as it is
Why must we go on hating,
why can’t we live in bliss

Cause out on the edge of darkness,
there rides a peace train
Oh peace train take this country,
come take me home again

EN 1959 PARTICIPE EN LA LUCHA CONTRA LEMUS…Entrevista con Rene Grande

SAN SALVADOR, 6 de diciembre de 2009(SIEP) “En octubre de 1959 participe en las jornadas de lucha popular contra el dictador Chema Lemus, que concluyeron en su derrocamiento” nos comparte el revolucionario salvadoreño, de 70 años, Rene Grande.

Agrego que siendo un joven de 16 años, me impacto el ajusticiamiento del tirano Somoza en Nicaragua, fue un acto de valentía y de dignidad, y me enseño que la voluntad de vencer, de luchar es más poderosa que los poderosos…

En 1957 empecé a asistir a marchas, a los mítines, a las actividades del movimiento popular, ahí fui comprendiendo muchas cosas, cuando uno es joven es como una esponja para captar conocimientos y audaz…una vez me acuerdo quedamos cercados por los cuerpos represivos, encerrados en La Rotonda, frente a Maternidad, y nos tuvo que llegar a sacar la Cruz Roja.

Es que mi papa estuvo en el 32, era secretario de Actas de un sindicato, y quizás fue del Partido, esto mi mama me lo contaba, y ella me enseñó a ir absorbiendo un rechazo en contra de “los chafarotes” en contra de los militares y de su sanguinaria dictadura.

En la calle, en las marchas contra Lemus, junto con mi hermano Armando, que era 3 niños menor que yo, conocí a Domingo (Santacruz) y el invito a mi hermano a una reunión y luego me llevo, y fue así como nos incorporamos al Movimiento Revolucionario 2 de abril, el MR2-4, y ahí conocimos a mas compañeros, me acuerdo de Salvador Pérez y Pérez. Las reuniones eran allá por la Calle Lara, después del puente de Santa Carlota, en una casa de dos pisos, propiedad de la familia del Dr. Font.

Junto con mi hermano Armando luego nos incorporamos a la Columna Obrera del FUAR. Fue un gran aprendizaje de lucha, luego participamos en la campaña del PAR Nueva Línea, en la que se planteaban Cinco grandes soluciones para cinco grandes problemas, fue la campaña del Dr. Fabio Castillo contra el General Fidel Sánchez Hernández, conocido como Tapón. Me toco cuidar urnas…

Armando fue asesinado en 1980, trabajaba en la Comisión Militar del partido, junto con Vanzetti que era sastre, y con Carrillo El Fronterologo. Armando cayo el 11 de junio de 1981, le cayeron a un taller de mecánica que teníamos por La Bermeja, al final de la calle Gerardo barrios, donde transformábamos vehículos, placa, color, etc. El taller lo estaban montando pero ay antes el local había caído antes con otra organización y desde la inteligencia enemiga le siguieron dando seguimiento, eso pasaba, como era tanta la actividad conspirativa, allí también cayo El Osito, y un familiar de Domingo Santacruz.

Ya para ese entonces estaba en un Círculo de Estudios del PCS, era Candidato a Miembro. Nos atendía el sindicalista Rafael Jiménez, conocido como Piluya, y fue el precisamente quine nos juramente en el año 1967, donde formalmente ingreso al PCS.

Ese mismo año me delegan para tareas de seguridad en la Huelga de los Panificadores, y en especial proteger a Cayetano Carpio que se declaro junto con otros compañeros en Huelga de Hambre. Era de un equipo de seguridad, nos turnábamos, claro, armados…

El siguiente a;o recibo la tarea de prestar seguridad esta vez a Cayetano Carpio y a Melida Anaya Montes, en el marco de la primera huelga de ANDES 21 de Junio, ellos dirigían la huelga, y se mantuvo una concentración permanente frente a la antigua Biblioteca Nacional, en una placita que había frente al Mercado Cuartel. Estuvimos de seguridad con mi hermano Raúl (Armando), con Pedro Pleytez que le decían la Vieja Julia…Ah, y también estaba Roberto Sibrian, que trabajaba en la U y había estudiado en la URSS y que después se iría con Cayetano…

Me acuerdo de esa huelga que llego Toni (Handal) y nos aprovisiono de punzones y de bolsas de azúcar con arena para echarla en el tanque de los buses y detenerlos…y allá por la Col. Málaga paramos un bus pero el motorista nos vio las intensiones y cerro las puertas y acelero para llevarnos rumbo a la Policía Nacional, era oreja, y no se detenía y Sibrian iba adentro y nosotros en la puerta, y se tuvo que tirar por la ventana para salirse…al encontrarnos nos preguntamos tratamos con otro bus, pero el que llevaba las bolsas ya las había botado…nos faltaba experiencia.

Para esa época el partido me designa para incorporarme a tareas de la Juventud, abrimos un local, la Casa de la Juventud, allá por el Parque Centenario, nos reuníamos ahí y había juegos de damas, de ajedrez, allí llegábamos a “estar.”

En 1970 creo que a finales de marzo, Cayetano convoca a un buen numero de militantes a una asamblea, éramos como cuarenta, y ahí nos hizo el planteamiento de acompañarlo, incluso nos leyó la carta de renuncia a su cargo y al Partido que iba a presentar a la CP. Decidí no seguirlo….Desde ese tiempo el dejo de vivir en la Col. Zacamil, vivía allá por los 43, en un primer piso…de la FUSS se van y lo acompañan Dimas Alas, que era el secretario general, y Ernesto Morales, por cierto cuñado de Piluya…

Se va también Armando Arteaga, después el famoso Pancho, asesinado en 1975 junto con Roque por los del ERP. Armando fue mi amigo, era de oficio carpintero, bueno para trabajar, vivía allá por la UTF, en el Centenario, era militante de la Juventud. El oficio de carpintero le permitía el tiempo libre para dedicárselo a la lucha revolucionaria. En las concentraciones del Partido se encargaba de la seguridad, de ubicar y registrar a orejas, porque era alto, fornido. También participaban Toni Handal, Ricardo Rivera y El Niño (Víctor Manuel Sánchez) y Juan Landaverde que era estudiante.

El año 71 me integro a trabajar al equipo de redacción de Tribuna Popular. El Director era Jorge Arias Gómez, el Subdirector Mario Aguiada, la oficina estaba sobre la 5ta. Avenida, cerca de la Casa Aviles, allí se levantaba y se llevaba luego a Grafos, otro lugar donde se imprimía. El 1 de mayo de ese año sacamos el primer número, me correspondió el diagramado y el levantado junto con un fotógrafo que luego desaparecieron, de nombre Antonio Sandoval. El equipo de redacción lo constituíamos Farfán, Sandoval, y Carlos Silva (El Chile), que después de la guerra se quedo en Honduras.

El segundo numero lo sacamos en junio, nos habíamos movido a una oficina cerca del Parque San José, frente al actual Mister Donnut. También nos encargábamos de la compaginación y distribución. Llevaba fotos, noticias sobre la campaña de la UNO, sobre la segunda huelga de ANDES. Las células del PCS lo llegaban a traer o lo enviábamos a algunos pueblos como encomiendas además algunos canillitas lo vendían. Sacábamos 1,000 números. En el 72 en marzo sacamos un numero que lo hicimos en la casa de El Chile en la Col. Zacamil, ahí lo armamos. El Chile estuvo preso en Mariona con Blas Escamilla y Lucio. En el 74 este semanario se transformo en Voz Popular, y lo hacia Guillermo Ramirios.

Luego me propusieron y entre a trabajar con Emilio, si, con Schafik. Éramos su equipo de apoyo junto con Ada. Llegábamos a una casa por la mañana e instalábamos una oficina y trabajábamos durante el día y por la tarde nos retirábamos y nada había pasado en esa casa, de vez en cuando parábamos las actividades para tomarnos un cafecito, a veces el trabajo era tan intenso que se nos olvidaba hasta almorzar y como a las 4 nos preguntábamos ey, verdad que nos hemos almorzado.

A mi me pusieron El Cuaz en una reunión de la UJP, estábamos en un receso y fue Ferman (Cienfuegos) el que me bautizo, era una reunión en la Universidad, fue cuando constituimos la UJP, fue en julio del 69, fresquecito lo tengo porque fue el domingo que aviones salvadoreños atacaron el aeropuerto de Toncontin en Honduras, en plena guerra. Era en realidad la Juventud Comunista con otro nombre.

Luego del golpe de estado del 79 estoy en una casa de seguridad allá por el cine Iberia y recibo una amenaza a muerte, informo al Partido y desalojamos, teníamos mucho documentación allí, incluso el archivo del partido, la logramos sacar, lo complicado que dijeron mi nombre…me cambio de lugar, y me separo entonces una vez Bobby pregunta y este que esta haciendo y como estaba clandestino, decide quitarme el estipendio…pero cuando Simón se entero lo regaño y me volvieron a pagar, me dijo Simón que me fuera a trabajar a la Imprenta. Eso fue en el año ochenta, a las puertas de la guerra, y ya con las FAL funcionando, yo ya había tenido preparación militar, estaba preparado para las batallas que se nos venían encima…