Lamentan cierre de misas en cripta de Monseor Romero en Catedral

SAN SALVADOR, 2 de mayo de 2005 (SIEP) “Nos preocupa la decisin del Arzobispo Saenz Lacalle de cerrar las misas en la cripta de Monseor Romero” dijo esta maana Fray Carlos Torres, religioso franciscano, que participa de la Campaa Nacional de Arborizacin Monseor Romero.

Explic que “la iglesia es de gran credibilidad moral por eso nos preocupa esta decisin piramidal, sin consultar con los involucrados, que son la Comunidad de la Cripta. Esta decisin nicamente fue trasladada por Monseor Ricardo Urioste como algo ya decidido. El recibi la orden y esta de acuerdo con la decisin.”

“Frente a esta situacin-agreg- la Comunidad de la Cripta, que organizaba cada domingo por las maanas estas misas para las comunidades, ha entregado una carta a Monseor Lacalle pidiendo un dilogo directo para que se reconsidere esta decisin. Se esta esperando la respuesta.”

Las autoridades de la Iglesia Catlica Romana alegan como justificacin de esta decisin que ha habido celebraciones religiosas con sacerdotes no autorizados, que se han manifestado posturas partidistas de apoyo al FMLN y que se le ha faltado el respeto a la jerarqua eclesistica.

Fray Carlos Torres consider esta decisin como “un abuso de autoridad a que intereses favorece esta decisin? Seguramente a sectores poderosos y eso precisamente explica porque no se le permiti ayer oficiar al padre Jess Delgado y se reaccion con indignacin.”

Por su parte, el Dr. Ricardo Navarro, director del Centro Salvadoreo de Tecnologa Apropiada (CESTA) opin que “estas misas en la cripta de Monseor Romero deben de mantenerse ya que son expresiones populares, celebraciones religiosa que toman en cuenta la realidad salvadorea. A la jerarqua le preocupan estas expresiones de religiosidad porque no pueden controlarlas.”

Rinden homenaje a heroes y martires populares en El Porvenir, Santa Ana

EL PORVENIR; Santa Ana, 30 de abril de 2005 (SIEP) Dirigentes de organizaciones populares y del FMLN se dieron cita esta tarde para rendir homenaje a los mrtires y heroes de 43 aos de lucha revolucionaria de este pueblo.

En la actividad estuvieron presentes el Alcalde Guillermo Vizcarra, el Alcalde de San Sebastin Salitrillo, Francisco Castaneda, los diputados del FMLN Leonel Gonzalez y Luis Corvera, los dirigentes locales del FMLN Margarita Lpez y Marcos Guillen Aguilar, los pastores de la Iglesia Luterana Popular, Ricardo Cornejo y Roberto Pineda, y Rodrigo Daz, del Congreso Bolivariano de los Pueblos.

La actividad inicio con la lectura de los nombres de 27 combatientes de las Fuerzas Armadas de Liberacin (FAL) del Partido Comunista que cayeron combatiendo contra la dictadura durante el conflicto armado y que eran originarios de esta poblacin del occidente del pas.El dirigente histrico del FMLN, Marcos Guilln Aguilar, Marcos Guilln Aguilar, coordinador municipal del FMLN inici la actividad contando como “en 1962, hace 43 aos, venamos junto con Fidel y Jess Barrera de cortar caa cuando nos sali al encuentro un campesino que nos pregunt: vienen cansados? ya sacaron la tarea? Y luego nos dijo: Les voy a dar una semillita que tiene que sembrar y no la dejen de regar.” Y no dio el peridico La Verdad del PCS.

“Nosotros nos dijimos: Y esta babosada que ser? Y empezamos a leer y se nos abrieron los ojos. Esto nos dio una fe, una esperanza, desde ese da empezamos a trabajar. Nos visitaban unos seores Acosta de Santa Ana. Nos visitaban para platicar. Ese mismo ao bajamos a San Juan Chiquito y conquistamos a Juan Caas.”

“Qu hacamos? Tenamos caballitos y nos levantbamos de madrugada para distribuir propaganda, para difundir La Verdad. Era un sacrificio pero as ibamos creciendo, ibamos adquiriendo conciencia, estabamos trabajando para algo justo. Y as fuimos creciendo. En nuestra milpa andabamos trabajando pero a la misma vez nos estabamos reuniendo, con agenda y todo, platicando de las tareas del partido.”

“Fuimos creando clulas del PC en los cantones. En el ao 67, me recuerdo que participamos como vigilantes del PAR, pero el da de las votaciones nos capturaron y nos encerraron en la casa comunal para que no cuidaramos urnas, y pusieron que sacamos dos votos en el pueblo. Pero nosotros nunca hemos perdido, siempre hemos ganado. Siempre subimos un escaln ms en la lucha.”

“Y revolucionario que vaya con intereses de conseguir dinero mejor que se pase a ARENA. Nosotros no tenemos que estar atados con compromisos con el enemigo de clase. Desde esa poca luchamos por tierra para el que la trabaja, y por la libre sindicalizacin campesina, por la democracia y el socialismo. Acompaamos a los movimientos populares.”

“Estos mrtires y heroes que estamos recordando, algunos murieron por la represin de la dictadura militar y otros combatiendo. Estos dieron la vida por nosotros, se dice que nadie da la vida por otros, pero estos si lo hicieron como verdaderos revolucionarios. Tenan que andar como el conejo, dejando seitas donde encontrarse para reunirse. Llegamos ya en el 68 a tener 40 compaeros organizados en clulas. Y aqu seguimos luchando, le ganamos la alcalda a ARENA, pero no ha sido fcil.”

Leonel Gonzalez, expres que “el FMLN se siente honrado de tener en sus filas a militantes como Marcos que han entregado su vida en la lucha por la justicia y las transformaciones de este pas. La lucha por la verdad es difcil. Se ha asesinado por luchar por la verdad, por luchar por la justicia.”

El Alcalde Guillermo Vizcarra agradeci la asistencia al acto y present un informe sobre su gestin. El diputado Luis Corvera hizo un llamado a prepararse para volver a ganar la alcalda para el 2006-2009. Y el acto concluy con una reflexin sobre Monseor Romero hecha por el pastor luterano Ricardo Cornejo.

Dijo: “La iglesia no son las cuatro paredes, el edificio sino la gente, el pueblo de Dios. Esa es la verdadera iglesia. No podemos pasar pegndonos en el pecho mientas nuestro pueblo sufre hambre. Tenemos como iglesia que acompaarlo en la lucha por el pan. Ese fue el llamado que nos hizo nuestro Seor Jesucristo.

Bloque Popular Social repudia secuestro de medico ecuatoriano

SAN SALVADOR, 29 de abril de 2005 (SIEP) “Estamos regresando a los tiempos de la dictadura militar cuando se secuestraba y se golpeaba a los ciudadanos que exigan sus derechos” dijo la dirigente campesina Guadalupe Erazo, del Bloque Popular Social de El Salvador.

Ayer en horas de la tarde la Polica Nacional Civil captur violentamente al ciudadano ecuatoriano Pedro Banchn, asesor del Sindicato de Medicos del Seguro Social (SIMETRISSS) y luego lo condujeron violentamente a un destino desconocido. Posteriormente se supo que anoche fue llevado al aeropuerto y enviado a Costa Rica, de donde sera enviado hoy a Ecuador.

En el aeropuerto, elementos de la PNC capturaron a tres miembros de la Procuradura para la Defensa de los Derechos Humanos que trataron de evitar que el Dr. Banchn fuera enviado a Costa Rica. Asimismo antes se haba golpeado a los diputados del FMLN, Salvador Arias y Zoila Quijada y al Dr. Guillermo Mata Bennet que trataron de evitar la captura.

Erazo agreg que “con esto se demuestra como el presidente Saca, el ministro de Gobernacin Ren Figueroa y Mariano Pinto, director del ISSS pretenden provocar al movimiento social con este tipo de acciones y luego justificar la represin que estan preparando.”

“Estan desesperados –continu-porque saben que este sistema ya caduc, y la crisis se les viene encima, han decidido reprimir, estan por aprobar una Ley Antiterrorismo con la cual van a tratar de encarcelarnos y de criminalizar al movimiento social.”

“Denunciamos esta captura, no se sigui el debido proceso y se esta separando a una familia. Vamos a luchar porque el Dr. Banchn regrese a nuestro pas y pronto. El Dr. Banchn es una persona con esposa e hijo salvadoreos, es mucho ms salvadoreo que tanto corrupto que hay en el gobierno de Saca. Con nuestra lucha vamos a lograr que el Dr. Banchn regrese.”

ILPES denuncia que gobierno Saca captura a medico ecuatoriano

SAN SALVADOR, 28 de abril de 2005 (SIEP) Elementos de la Polica Nacional Civil, siguiendo ordenes del presidente Antonio Saca, capturaron esta tarde al medico ecuatoriano Dr. Pedro Banchn, que asesora al Sindicato de Medicos Trabajadores del Seguro Social (SIMETRIS) y casado con la doctora salvadorea Ligia de Banchn.

El Rev. Ricardo Cornejo, de la Iglesia Luterana Popular (ILPES) junto con representantes de diversos sectores populares se hicieron presente al local de la Polica de Fronteras para protestar contra este nuevo atropello. El Dr. Banchn fue trasladado al aeropuerto para ser expulsado del pas.

Denunci que “muchos medicos y diputados del FMLN fueron golpeados por los antimotines de la PNC cuando trataron de evitar que se llevaran al Dr. Banchn con rumbo desconocido, presumiblemente hacia el aeropuerto para expulsarlo del pas.”

“Este es una nueva violacin al derecho de libre expresin –dijo el Rev. Cornejo- ya que se esta expulsando a un valiente profesional que acompaa las luchas de nuestro pueblo salvadoreo contra la privatizacin de la salud. Es una afrenta a nuestro pueblo. Debemos de denunciarlo”

Agreg que “por una parte se pretenden expulsar a este hermano ecuatoriano y por la otra se pretende recibir en nuestro pas al terrorista de origen cubano Posada Carriles. Estas son las dos caras de este gobierno entreguista, represivo con los sectores populares y servil con los empleados del imperio.”

Finalmente hizo un llamado “como Iglesia Luterana Popular para que las consejos mundiales de iglesia, Amnista Internacional y la solidaridad denunciemos este cobarde acto de expulsar de nuestro pas a nuestro hermano ecuatoriano Pedro Banchn, que exijamos se le permita quedarse en nuestro pas y trabajar en paz y con tranquilidad.”

Carta Abierta a Condoleeza Rice

San Salvador, 28 de abril de 2005

Sra. Condoleeza Rice

Presente.

Este da llega usted a nuestro pas. No podemos darle la bienvenida. Usted representa un gobierno que durante el conflicto armado contribuy con ayuda militar al genocidio de nuestro pueblo. Usted representa un gobierno, la Administracin Bush, que interviene en nuestros asuntos internos y amenaza la vida y el empleo de nuestros compatriotas en Estados Unidos.

Permtanos presentarnos: somos una coalicin de sectores populares que incluye a sindicatos que viven bajo la amenaza de la represin; campesinos que luchan por la tierra acaparada por terratenientes; comunidades que defienden el derecho a una vivienda digna; estudiantes que buscan la luz del saber; indgenas que se niegan a ser exterminados; veteranos de guerra que levantan la bandera de la paz; mujeres que rechazan la discriminacin de gnero; iglesias que proclaman el evangelio de justicia de Jess de Nazaret.

Sabemos que el gobernador Saca le va informar que esta es una provincia del imperio que se encuentra pacificada, que es una colonia que avanza hacia la modernidad y que es una tierra de oportunidades. Usted piense lo que quiera. Lo que podemos asegurarle es lo siguiente:

Somos un pueblo que lucha por su independencia y soberana. Somos un pueblo con mucha dignidad. Somos el pueblo de Agustn Farabundo Mart y Monseor Romero. Somos un pueblo en resistencia. En los ltimos 16 aos, cuatro gobiernos del partido ARENA destruyeron la agricultura y hoy predomina el desempleo. La gente se viene del campo a la ciudad y se ubica en las aceras como vendedores informales. Hay mucha hambre y sufrimiento. Y hay mucha injusticia, se pagan salarios de hambre en las maquilas, y los jovenes son expulsados hacia su pas para buscar empleo. Este es el estilo de vida que nos han impuesto con la ayuda del gobierno de Estados Unidos.

Nosotros respetamos las tradiciones democrticas de su pas. Los ejemplos de Frederick Douglas, de WEB Dubois, de Martin Luther King, de George Washington y Abraham Lincoln, nos inspiran en nuestras luchas por la democracia. Pero tambin las campaas racistas del Ku Kluz Klan contra negros y hispanos nos causan rechazo. Las actitudes racistas del Partido Republicano al que usted y el presidente Bush pertenecen nos causan repudio.

En el espritu de las cuatro religiosas que fueron asesinadas en diciembre de 1980 por militares salvadoreos y que derramaron su sangre para que nuestro pueblo tuviera vida, por medio suyo le exigimos al gobierno que usted representa:

1. Pedirle disculpas publicas a Francisco Flores por la burla de que fue objeto al utilizarlo en la fracasada estrategia diplomtica de Estados Unidos para la OEA.

2. Respetar nuestro derecho a la autodeterminacin e independencia.

3. No extraditar al terrorista Posada Carriles a nuestro pas.

4. Garantizar la estabilidad laboral de los salvadoreos en Estados Unidos. Amnista para los sectores productivos indocumentados.

5. Respetar la voluntad de nuestro pueblo no interviniendo con propaganda ni dinero en nuestros procesos electorales.

6. Cese de la campaa criminal de grupos racistas contra nuestros compatriotas que cruzan la frontera Estados Unidos-Mxico.

7. Detener la imposicin del Tratado de Libre Comercio, TLC.

8. Permitir que las tropas salvadoreas regresen de Irak.

9. Cerrar la base Militar de Comalapa porque es amenaza para la paz de la regin mesoamericana. El gasto militar de esta base usarlo en educacin y salud.

10. Restablecerle la visa a Schafik Handal, lider indiscutible del principal partido de oposicin del pas, el FMLN.

Coordinacin Nacional del Bloque Popular Social de El Salvador.

Realizaran en UES Maestra Latinoamericana en Derechos Humanos

SAN SALVADOR, 27 de abril de 2005 (SIEP) “El prximo ao estaramos iniciando un Programa de Master Latinoamericano en Derechos Humanos en conjunto con la Pontificia Universidad Catlica del Per, la Universidad Central de Colombia, la Universidad Iberoamericana de Mxico y la Universidad de Alcal, Espaa” inform el Master Guillermo Campos, Coordinador de la Maestra en Derechos Humanos de la Universidad de El Salvador.

Indic que esta iniciativa surge de gestiones realizadas por el Dr. Eduardo Espinoza, responsable de relaciones internacionales de la UES y se inserta en los “Programas Regionales de Master en Derechos Humanos 2005-2007).

“La Maestra en Derechos Humanos –explic-de la Universidad de El Salvador inici en e1 ao 1995 como una iniciativa del decanato de ese entonces de la facultad de Ciencias y Humanidades, conducido por el Lic. Oscar Arvalo, Decano y la Lic. Oralia de Rivas, secretaria.”

“Tenemos nueve generaciones de estudiantes, dos de ellas en actividad acadmica, y hemos graduado a decenas de profesionales en el rea de los derechos humanos, incluyendo a funcionarios de la Corte Suprema de Justicia, PNC, PDDH, Fiscala, incluso a oficiales de la Fuerza Armada.”

“Entre nuestro personal docente contamos con la procuradora de Derechos Humanos, Dra. Beatrice de Carrillo, con el Dr. Vctor Hugo Mata, especialista en derecho ambiental, con el Dr. Antonio Martinez Uribe, especialista en relaciones internacionales, con el Master Roberto Pineda, especialista en democracia y movimientos sociales.”

Agreg que “este Master ofrece una formacin completa sobre derechos humanos orientada al mbito institucional, en el que la perspectiva dominante es jurdica, poltica, y de forma muy significativa, latinoamericana, potenciando temticas vinculadas con el inters comn de los distintos pases.”

Finalmente opin que “la Universidad de El Salvador pro medio de este postgrado formar expertos con capacidad suficiente para dotar de presencia a los derechos humanos en la esfera pblica, tanto desde las instituciones como en la formulacin de propuestas de polticas pblicas. Posteriormente daremos ms informacin al respecto.”

Los mrtires de Chicago impulsan las luchas del pueblo salvadoreo!

“Arriba los pobres del mundo,

de pie los esclavos sin pan,

gritemos ya todos unidos:

Viva la Internacional ”

Un 1ro. de mayo de 1886, en la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, los trabajadores realizaron una marcha exigiendo una jornada laboral de ocho horas. La protesta fue reprimida por la polica y capturaron a sus organizadores , que fueron encarcelados y 8 de ellos ahorcados.

La llama proletaria que encendieron, su sacrificio, su combate por los derechos de los trabajadores, su lucha por la justicia, sigue inspirando a los trabajadores del mundo y a los pueblos oprimidos por el imperialismo, a la lucha por la liberacin y la construccin del socialismo.

En nuestro pas, desde principios del siglo pasado, iniciado por la Federacin Regional de Trabajadores Salvadoreos, surgida en 1924, se celebra el 1ro. de Mayo. Es un da de fiesta de la clase obrera internacional. Es un da de resistencia del trabajo contra el capital.

Histricamente ha sido un da de protesta contra los crmenes del imperialismo, de protesta contra los atropellos de la dictadura militar, de celebracin de las victorias populares, y hoy nos convoca a la lucha contra las polticas neoliberales de privatizacin de los servicios pblicos, impulsadas por los corruptos regmenes areneros.

Como Bloque Popular Social reivindicamos la memoria de los mrtires de Chicago, la memoria de los miles de obreros y campesinos que se alzaron en insurreccin en enero de 1932, la memoria de las jornadas de abril y mayo de 1944 contra el general Martnez, la memoria de los miles de combatientes del FMLN que desarrollaron la guerra popular en los ochentas.

la memoria de Farabundo Mart y de Monseor Romero, de Prudencia Ayala y Febe Elizabeth Velsquez. Estos son nuestros heroes y heronas, nuestros mrtires. Las races que nutren el rbol de nuestra resistencia popular. Las bases de nuestra fortaleza moral y compromiso popular.

Hoy nos enfrentamos a los regmenes autoritarios de ARENA. Son 16 aos de saqueo de los bienes pblicos, 16 aos de corrupcin generalizada, 16 aos de servilismo ante los dictados del gobierno norteamericano, 16 aos de medidas represivas orientadas a barrer con las conquistas de los Acuerdos de Paz de 1992.

Y ltimamente, ha surgido con fuerza una tendencia demaggica, populista, con el gobierno de Antonio Saca. Los gobierno de ARENA, antisindicales y antipopulares, representan los intereses del sector comercial y bancario, del bloque dominante estrechamente vinculado a los intereses comerciales yanquis. Los une el TLC, el PPP y el ALCA. Y tambin los une la Base Militar de Comalapa.

Estos 16 aos los sectores populares hemos desarrollado una multifactica lucha , con avances y retrocesos. Contribuimos: a imponer en 1992 una solucin poltica al conflicto armado, al cumplimiento de los ejes principales del Acuerdo de Paz, a la construccin de un poderoso partido de izquierda con una fuerte representacin legislativa y municipal, a evitar la privatizacin de la salud pblica, a reactivar a nivel nacional el movimiento popular.

Por otra parte, debemos de reconocer que el bloque dominante a logrado avanzar en su proyecto neoliberal: logr la privatizacin de la energa elctrica y la telefona, ha mediatizado a sectores sindicales, universitarios y religiosos, impuso el decreto 347 contra los empleados pblicos, evit el ao pasado con una campaa de temor que el FMLN asumiera la presidencia; y nos implant el TLC con Estados Unidos.

Nuestras banderas de lucha

Como Bloque Popular Social hacemos un llamado a todas las fuerzas democraticas polticas y sociales, a que evitemos la consolidacin de los regmenes areneros, a que demos la batalla por el pan y la vida, por el agua y la justicia, por el trabajo y la alegra. A que unamos fuerzas y esfuerzos en la lucha por la siguiente plataforma reivindicativa.

AUMENTO SALARIAL. Para TODOS los trabajadores y trabajadoras, de la ciudad y el campo, pblicos y privados.

EMPLEO PARA TODOS Y TODAS. Compromiso de abrir fuentes de trabajo en la ciudad y el campo.

DERECHO A LA SALUD. No pago de cuotas en los hospitales y unidades de salud.

DERECHO A LA EDUCACIN. No pago de cuotas en las escuelas pblicas.

AGUA PARA NUESTRAS COMUNIDADES. Agua de calidad a todas las horas.

DERECHO AL TRANSPORTE. No al aumento del pasaje y transporte gratis para estudiantes y tercera edad.

TIERRA PARA EL QUE LA TRABAJA. Reactivacin de la Agricultura, creditos para los campesinos.

REFORMA ELECTORAL. Voto residencial y saneamiento del Tribunal Supremo Electoral.

Saludo a los pueblos que luchan contra el imperialismo

El Bloque Popular Social saluda calurosamente a la indoblegable resistencia del pueblo iraqui, a la voluntad victoriosa del pueblo cubano de defender su revolucin socialista, a la decisin del pueblo bolivariano de Venezuela de avanzar en su revolucin, al pueblo puertorriqueo que expuls a la Marina norteamericana de la Isla de Vieques, al pueblo colombiano que resiste la maquinaria criminal de Alvaro Uribe, al pueblo forajido de Ecuador que sac del gobierno al traidor Gutirrez. Al pueblo guatemalteco que resisti en las calles al TLC.

Finalmente, al pueblo salvadoreo le reiteramos nuestro compromiso como Bloque Popular Social de luchar por nuestros derechos polticos, econmicos, sociales y culturales hasta las ltimas consecuencias. Nos comprometemos a mantenernos firmes, sosteniendo las rojas banderas del internacionalismo proletario y la lucha por la paz, la democracia y el socialismo.

El presente es de lucha, el futuro es nuestro

Coordinacin Nacional del Bloque popular Social de El Salvador

San Salvador, 1ro. de Mayo de 2005

Honduras: A 50 aos del alzamiento popular de 1954

Entre el 1ro y el 2 de mayo de 1954, los trabajadores bananeros de Honduras se fueron a una huelga que, despus de un semana, cubrira el pas en un gran alzamiento que involucrara a casi la totalidad de los trabajadores del pas. Nunca los huelguistas se imaginaron que estaban partiendo la historia de Honduras y formando un movimiento social sin precedentes.

Para entender este fenmeno, hay que recordar lo que eran los monopolios bananeros que, como la Unidad Fruit Co. y la Standard Fruit Co., no slo dominaban la economa de Honduras y el Caribe, sino que eran un “Estado dentro del Estado”, ponan y quitaban presidentes, controlaban el Congreso Nacional, y las leyes estaban a su servicio. Los trabajadores sufran una explotacin sin limites, no gozaban de ningn derecho laboral o social. El pas estaba sometido desde hacia 25 aos a una terrible dictadura que no permita libertades polticas y no haban elecciones.

Los sindicatos y toda organizacin social haban sido disueltos al noms llegar al poder poltico de Honduras el general Tiburcio Carias Andino. Lo mismo aconteca con los partidos polticos, en particular el Partido Comunista de Honduras de gran influencia entre los trabajadores bananeros. 1932 marca el inicio de esta dictadura.

Al derrumbarse el fascismo europeo con la segunda guerra mundial (1939-1945), las dictaduras centroamericanas son estremecidas por el auge de las luchas populares. Se derrumban Ubico en Guatemala y Martnez en El Salvador, pero Carias sale indemne despus de masacrar al pueblo. Carias, ms por la presin de las luchas en el contexto internacional, cede el poder a Juan Manuel Glvez, viejo abogado de la United Fruit. Se inici as una leve apertura poltica que aprovechan los trabajadores e intelectuales progresistas. En 1948 se organizan en un partido poltico, el Partido Demcrata Revolucionario Hondureo (PDRH) que el 10 de abril de 1954 dara origen a la reorganizacin del Partido Comunista de Honduras (PCH), y aparecen embriones de organizaciones sindicales como el Comit Coordinador Obrero (CCO) que al ser reprimido por Glvez se transformara en Comit de Unidad Sindical (CUS) y luego en Comit de Lucha Obrera (CLO).

El PDRH y el PCH, as como el CCO, el CUS y el CLO se dan a la tarea de organizar en las ciudades principales: Tegucigalpa, San Pedro Sula, Progreso, Puerto Corts, La Lima, Tela y Ceiba, unos “crculos de estudio” del partido poltico y otras pequeas organizaciones sindicales. Estas agrupaciones en los campos de trabajo de los obreros bananeros eran clandestinas. Los “crculos” educaban a los trabajadores en literatura poltica y los defendan de los desmanes de las compaas bananeras, exigan horarios de 8 horas de trabajo, seguridad social, pago de das festivos. Esta labor se realizaba desde los aos 1945, era un trabajo riesgoso, clandestino, lento, se le llamaba “trabajo de hormiga”.

Para 1953, en Honduras se presentaban dos coyunturas favorables a las luchas de los trabajadores. Por un lado, las compaas bananeras, para salir de una crisis en el cultivo y exportacin del banano, estaban reorganizando las formas de trabajo y de pago: se cambiaban las jornadas de trabajo, se rebajaban los salarios, se acentuaba la explotacin. Al mismo tiempo, el pas entraba en un ao electoral. Para octubre de 1954, se debera de convocar a elecciones de Presidente. En el seno del partido gobernante, el Partido Nacional, se inici una disputa por el poder poltico, entre los seguidores de Carias y Glvez que intentaba reelegirse y continuar con un “reformismo en el Estado”. La oposicin se reorganizaba alrededor del Partido Liberal y su candidato Ramn Villeda Morales. La lucha poltica y por reivindicaciones econmicas se agudiz. Por un lado los trabajadores pedan salarios, un cdigo de trabajo, seguridad social, y el pueblo en general peda “elecciones libres”.

Miles de hondureos se lanzan a las calles entre 1953 y 1954. Los comunistas y sus organizaciones clandestinas ante esta coyuntura favorable decidieron celebrar el 1ro de mayo de 1954 acatando las consignas del III Congreso de la FSM que fueron transmitidas a los trabajadores en manifiesto redactado por Rigoberto Padilla Rush, quien asisti a ese congreso por el CCO.

En abril de 1954, se dan dos protestas que seran como un “embrin” de la huelga. En Tela, Atlntida y Puerto Corts, dos puertos de la costa atlntica de Honduras y que eran lugares de embarque del banano de la United Fruit Co., a los trabajadores se les obliga a cargar los barcos sin pagarles como trabajo doble, sin reparar que era domingo da de descanso. Los trabajadores se niegan y hacen un paro, el gobierno interviene y manda soldados, y mientras se firma una acta de suspensin del paro, y los juzgados conocen del caso.

Por otro lado, el CCO y el PCH convocan a los trabajadores bananeros a la ciudad de Progreso a celebrar el primero de mayo que estaba prohibido por el gobierno. Los trabajadores presentan tambin a la compaa un pliego de peticiones protestando por el cambio en el modo de trabajar y de pagar el salario. Los trabajadores acuden al llamado, se realiza una manifestacin de protesta. Los trabajadores deciden irse a una huelga ante la negativa de la empresa a sus reclamos. Miles se incorporan a la huelga el 3 de mayo, se paralizan Tela, Batan, Progreso, despus se agregara Puerto Corts y la Lima.

Lo que haban hecho los comunistas durante casi diez aos, con su labor educadora y organizadora, a travs de sus “clulas” y la difusin de sus peridicos “Vanguardia Revolucionaria” y “Voz Obrera” se estaba realizando: parar los desmanes de las bananeras con una huelga nunca vista en Honduras desde 1932. Lo objetivo, lo consciente, lo espontneo y lo planeado, encontraron en 1954 las condiciones para realizar la huelga.

Ya para el 5 de mayo, la huelga se expando al otro monopolio bananero, la Standart Fruit Co. con sede en el Puerto de la Ceiba. En junio la huelga se extendi a las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, se paralizaron fbricas, aserraderos, ingenios de azcar y minas. Era un alzamiento popular, ya de todo el pas.

En la ciudad del Progreso se form un Comit Central de Huelga encabezado por Cesar Augusto Coto. Mientras en la Lima empezaron a surgir la intervencin de los bananeros y el gobierno, al quedar en ese sector el maestro Manuel de Jess Valencia, dirigente de formacin anticomunista.

Los bananeros lograron tambin aplacar a los de Ceiba y firmaron un acuerdo de regreso a las labores. Mientras con los obreros de Progreso se inici una negociacin y a la vez una labor de represin.

En el Progreso, los trabajadores formaron un “pequeo gobierno” que el gran novelista social Ramn Amaya Amador, autor del libro “Prisin verde”, catalog de “Comuna de Paris en embrin”. Los trabajadores formaron comits de apoyo, de vigilancia y la ciudad empez a ser dirigida por los obreros en huelga.

Para el 5 de junio, la United Fruit Co., con el auxilio del gobierno y de traidores, reprime y organiza otro Comit Central de Huelga. Son encarcelados por “comunistas” Cesar Augusto Coto y otros, la represin se extendi a otras ciudades. El gobierno de Glvez en ese momento se haba aliado con el gobierno estadounidense para invadir a Guatemala y no queran tener el “patio trasero” con un problema como era ese alzamiento popular. La guerra fra haca sentir su garra en Honduras.

El 9 de julio, se logra terminar la huelga firmando un acta que no cumpla con lo que los huelguistas queran. Pero an con la represin y la traicin, la huelga logra, en lo general, sus objetivos. El Partido Nacional en el poder entra en crisis y le es imposible seguir gobernando, an imponiendo una dictadura con Julio Lozano Daz que sustituye a Glvez que se retir “por enfermedad”, despus vendra un golpe militar reformista y convoca a elecciones que les gana a la oposicin con Villeda Morales.

Villeda Morales aprueba en 1959 un Cdigo de Trabajo, legaliza el sindicalismo, da el seguro social y una reforma agraria. Los estudiantes ganan la autonoma de la Universidad Nacional y las mujeres su derecho al voto. Nace todo un marco jurdico y una Constitucin de avanzada. Eso son los logros de este alzamiento popular.

A 50 aos de este fenmeno de 1954, que no se ha vuelto a repetir, los trabajadores hondureos ven amenazados sus conquistas por el neoliberalismo que quiere hacer retroceder todo lo conquistado en 1954.

El movimiento sindical y campesino est en crisis. La mayoria de sus organizaciones han sido coptadas por el oportunismo, se quiere imponer leyes represivas, con el cuento de reprimir al terrorismo y la delincuencia.

Una nueva estrategia se est haciendo necesaria para dar una nueva visin del pas que tenemos y queremos. Nuevas formas de organizacin y lucha son necesarias, sin abandonar lo viejo y la experiencia. Los trabajadores bananeros casi han desaparecido, son una minora, el obrero industrial est siendo sustituido por el trabajador de la maquila. As aparecen nuevos “embriones” de organizacin y lucha: nace en el 2001 el Bloque Popular, luego el 2003, la Coordinadora Nacional de la Resistencia Popular. Miles de trabajadores salen a las calles a protestar dirigidos por estas organizaciones. El 26 de agosto de 2003, los trabajadores se movilizan y se toman por 24 horas a la capital del pas.

La consigna de crear un nuevo poder popular est surgiendo desde abajo, surgen asambleas populares en todo el pas y se organiza la protesta y la propuesta. Aunque el fenmeno de 1954 no se puede repetir, se est vislumbrando y creando una nueva lucha.

Los trabajadores hondureos se aprestan a celebrar con jbilo y con movilizaciones los 50 aos de la gloriosa huelga de 1954.

Nota final. La CTAL y Vicente Lombardo Toledano con el apoyo de la Federacin Sindical Mundial jugaron en 1954 un papel vital: organizaron a nivel continental y mundial un movimiento solidario tambin sin precedentes. Justo es reconocerlo en los 110 aos de su nacimiento. La Universidad Obrera como educadora dio su aporte.

Abril 2004

Bernas Gustavo Hernndez Reyes

Las luchas populares en El Salvador

ENCUENTRO SOBRE EXPERIENCIAS DE PODER POPULAR EN AMERICA LATINA

Sao Paulo BRASIL, 26 AL 30 DE OCTUBRE

INTRODUCCION

A diferencia de pases de Amrica Latina en donde la importancia organizativa y movilizadora de los pueblos originarios es significativa, en El Salvador no ha sido as. La razn de ello se remonta a la insurreccin indgena y campesina de 1932 que derrotada derivo en un feroz embestida reaccionaria que termino con la vida de 30,000 personas en su mayora pertenecientes a comunidades indgenas, la persecucin llevo a desarticular comunidades, al abandono de la tierra, idioma, vestimenta, etc., de los smbolos que les volvan sospechosos.

De ah que para entender la lucha popular que realiza posteriormente el pueblo salvadoreo es necesario ubicar ese punto de partida y reconocer el nutriente principal de su desarrollo en las clases y sectores explotados y/o excluidos en el proceso de implantacin del capitalismo en el pas.

EL DESARROLLO DEL MOVIMIENTO POPULAR

A partir de la segunda mitad del siglo pasado gradualmente empieza a crecer el nmero de obreros con el modelo de sustitucin de importaciones que se impulsa en toda la regin dando lugar a la legalizacin de los sindicatos obreros y a su impulso como maniobra mediatizadora desde el gobierno, mientras simultneamente se reprime selectivamente el desarrollo de la organizacin de los trabajadores que busca emerger por sus intereses, sin lograr que esta desaparezca, pero s afectando su desarrollo. Esto en un contexto predominantemente campesino de un pas que ya esta fuertemente articulado al sistema capitalista mundial en su rol agroexportador; el campesinado a esas alturas carece de mecanismos legales para hacer valer formas de organizacin que reivindiquen sus derechos fuertemente afectados por el despojo de la tierra, el salario y el trato en el trabajo.

La lgica del desarrollo industrial centralizado en la capital combinado con la precariedad de la vida en el campo fue generando migraciones de poblacin rural hacia la ciudad bajo el espejismo de la mejora de las condiciones de vida, desarrollndose crecientes cinturones de pobladores en condiciones de miseria que llevaron al surgimiento de un sector cada ves ms numeroso, el de los marginados urbanos.

Estas condiciones difciles para amplios segmentos de la poblacin no son exclusivos de ellos, los bajos salarios, la falta de seguridad social tambin afectan a los maestros de educacin bsica y empleados pblicos, y en general el descontento social repercute en la Universidad de El Salvador y en los estudiantes de secundaria y universitarios, la respuesta del rgimen militar siempre fue la indiferencia ante los problemas o la represin.

Como en toda Latinoamrica el triunfo de la Revolucin Cubana fue un tremendo estmulo para los sectores populares dinamizando los esfuerzos de organizacin, pero sobre todo estimulando el debate entre las fuerzas progresistas sobre la estrategia y la tctica para arrancar reivindicaciones y conquistas laborales, as tambin sobre la va para llegar al poder y llevar adelante los cambios.

En ese perodo y con poca diferencia en el tiempo se libran en El Salvador luchas importantes desde dos sectores, uno de ellos el de los maestros de educacin bsica y media, el otro el de los trabajadores de la fbrica Acero S.A., luchas que desatan con fuerza nunca antes vista el fenmeno de la solidaridad de los grupos y organizaciones populares con ellos.

Estos esfuerzos culminaron con victoria para los trabajadores y trabajadoras, a pesar de su costo de varios muertos, heridos, capturados y torturados por haber sido parte de la huelga o haberla apoyado; pero adems las principales y mas grandes lecciones que dejaron estos eventos tienen que ver con la reafirmacin de la importancia de la organizacin para conquistar derechos vulnerados, el enorme valor de la solidaridad y de la accin unificada de todos en funcin de la victoria de uno, el uso de nuevas formas de ejecutar la huelga y de hacer la propaganda, lecciones sobre el papel del gobierno y sus rganos de represin, alrededor del papel de los medios de comunicacin, todo lo cual paso a convertirse en insumo importante en la reflexin del liderazgo popular y revolucionario que pronto le aportan bases para la definicin terica de las nuevas formas de organizacin y lucha.

La ruptura del Mercado Comn Centroamericano en 1969 agravo las condiciones econmicas del pas, la crisis e inviabilidad del desarrollismo industrial vinculado a ese proceso golpeo fuertemente a los sectores populares y ante el incremento previsible del descontento social, se endurece la dictadura militar con evidente incremento de la represin sobre los grupos organizados en el campo y la ciudad, as como tambin se profundizan los mecanismos de fraude en los ya desacreditados procesos electorales.

En el seno de las fuerzas de izquierda el debate sobre la va para las transformaciones produce rupturas que dan origen al surgimiento de nuevas organizaciones revolucionarias que logran construir a la luz de la experiencia histrica reciente, planteamientos que le dan viabilidad a la lucha popular.

As surgen novedosos enfoques organizativos que se dirigen a construir agrupamientos populares donde convergen organizaciones de diferente naturaleza alrededor de una plataforma comn de lucha reivindicativa y poltica que incluye las principales demandas de cada sector: son los frentes de masas. Frentes que agrupan en su seno organizaciones campesinas, obreras, estudiantiles, magisteriales, empleados pblicos, pobladores de tugurios, trabajadores de la cultura, grupos cristianos, vendedoras de los mercados.

En El Salvador de los aos 70 del siglo anterior las organizaciones revolucionarias se van convirtiendo en articuladores de ese trabajo y dan vida cada una de ellas a un frente popular: Las Fuerzas Populares de Liberacin crean el Bloque Popular Revolucionario que llega a ser la mas grande organizacin de masas, el Ejercito revolucionario del Pueblo construye las Ligas Populares 28 de Febrero, la Resistencia Nacional el Frente de Accin Popular Unificada, el Partido Comunista desarrolla la Unin Democrtica Nacionalista y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos desarrolla el Movimiento de Liberacin Popular

Es comn a cada uno de estos frentes la lucha por el derecho a la tierra para los campesinos (reforma agraria), mejoras salariales en el campo y la ciudad, respeto a derechos laborales, derecho a la educacin, el cese a la represin etc. Y mas tarde se incluir la bandera de la libertad a los presos polticos y el respeto a los derechos humanos.

El ascenso de la represin con el propsito de acabar con la resistencia popular solo logro mayor radicalizacin y la profundizacin de la organizacin del pueblo, a finales del ao 79 se vuelve evidente que la salida pacifica del conflicto poltico es inviable. En ese periodo la represin de los dirigentes y bases organizadas en la ciudad y el campo provoca decenas de asesinatos diarios, se producen continuas ocupaciones militares en zonas rurales identificadas como poblacin organizada. En este marco las organizaciones populares responden con el acuerdo de unir sus esfuerzos y se crea la Coordinadora Revolucionaria de Masas –CRM- que agrupa los cinco frentes populares como instancia superior para la conquista de sus demandas, poco mas tarde las organizaciones poltico militares acuerdan la formacin del Frente Farabundo Mart para la liberacin Nacional –FMLN-, definindose los instrumentos de lucha del pueblo para enfrentar los acontecimientos.

El preludio de la guerra en El Salvador se marca por la represin mas salvaje, centenares de dirigentes y pobladores son capturados, otros cientos son desaparecidos, decenas de sacerdotes incluido el Obispo Oscar Arnulfo Romero, monjas, delegados de la palabra, miles de campesinos y obreros, maestros, profesionales y estudiantes son asesinados; los escuadrones de la muerte operan en el campo y en la ciudad, la consecuencia fue el paso a la clandestinidad de cientos de militantes, y la incorporacin de otros tantos a los emergentes frentes de guerra en todo el pas; las organizaciones dejan de lado la actividad pblica y mantienen un nivel de funcionamiento bsico.

EL PERIODO DE LA GUERRA

El perodo de 1981 a 1984 es a nivel de las organizaciones populares de resistencia subterrnea en la ciudad y de aportar todo el acumulado de organizacin social rural a la consolidacin de las fuerzas militares revolucionarias en sus diferentes componentes: combatientes, logstica, inteligencia militar, produccin, avituallamiento, propaganda etc.

Es ese poderoso nivel de organizacin social y de experiencia lo que hace fracasar la estrategia norteamericana de “sacar al pez del agua” a pesar de los costos en vidas y de los costos sociales que significo.

Con el paso a la ofensiva de las fuerzas del FMLN, se plantea en 1984 como elemento fundamental de la estrategia poltico militar, la recuperacin del movimiento de masas. Decenas de cuadros retornan a la ciudad para contribuir a reconstruir el tejido organizativo sindical, barrial, muy pronto a pesar de las condiciones, este trabajo unido a la base campesina organizada en los frentes de guerra y su periferia, junto a una parte del movimiento cooperativista campesino dan lugar al lanzamiento de la Unidad Nacional de los Trabajadores Salvadoreos –UNTS- que pasa a retomar las calles levantando banderas contra la represin, el respeto a los derechos humanos, la libertad de los presos polticos, el salario mnimo en el campo y la ciudad, la solucin poltica al conflicto, en contra de la ayuda militar norteamericana y por la soberana nacional.

Esas banderas de lucha resumen inquietudes generales del pueblo en la coyuntura concreta y permiten la adhesin y movilizacin popular ascendente que lleva a derrotar la maniobra gubernamental y norteamericana de construirle base de sustentacin social al rgimen por medio de lo que llamaron Unin Nacional Obrero Campesina UNOC cuyo propsito adems era aislar polticamente al FMLN de los sectores populares y mostrar al gobierno a nivel internacional con slidos apoyos en el pueblo.

El alargamiento de la guerra a pesar de las crisis del ejrcito salvadoreo que es puesto al borde del colapso ms de una vez por el FMLN, es explicable por la continuada y ascendente ayuda militar norteamericana que sirve de flotador militar y poltico al gobierno. Esto quedo de manifiesto particularmente durante la ofensiva guerrillera del 11 de noviembre de 1989 y del mes de noviembre de 1990. el alargamiento del conflicto es explicable tambin por la imposibilidad de la derrota del FMLN como resultado de su vigorosa fusin con el pueblo salvadoreo y sus organizaciones populares.

En esas condiciones el escenario de empate militar se va consolidando y se abre paso a la solucin poltica del conflicto con la mediacin de la ONU, nuevamente las organizaciones populares en atencin a las necesidades fundamentales de la coyuntura hacen centro en la movilizacin y presin por construir una solucin poltica que no sea la paz de los cementerios, sino una solucin que rompa con la dictadura y abra paso a un nuevo pas.

Se puede decir finalmente, a este respecto que los acuerdos de paz en su contenido modificaron la fisonoma poltica de El Salvador abriendo paso a la democratizacin de la vida poltica nacional.

LA ETAPA DE LA POST GUERRA

La paradoja de El salvador de post guerra es la contradiccin entre los contenidos democratizadores de los acuerdos de paz y la lgica antidemocrtica del modelo neoliberal impulsado desde el gobierno que han llevado al pas a avanzar en “las formas democrticas” mientras crece la exclusin social.

En otras palabras hoy tenemos libertad de reunin, de formar partidos polticos, un sistema electoral menos fraudulento, libertad de movilizacin, existe la Procuradura de Derechos Humanos, pero crece la pobreza y la exclusin social a niveles nunca vistos.

El movimiento social y popular en los primeros aos despus de la guerra sufre un reflujo natural luego de dcadas de tensionamiento. Por otra parte se plantean nuevos debates sobre el rumbo, la cada de Europa del este obliga a replantearse el horizonte de la lucha en los sectores revolucionarios y progresistas; surge el debate dentro del movimiento popular y del FMLN sobre la autonoma del movimiento respecto al partido.

En 1994 el FMLN resuelve replantear la relacin con el movimiento social y popular estableciendo la horizontalidad de las relaciones y el respeto a su autonoma como norma bsica. Esto deriva en un fenmeno nuevo, el de la dispersin del movimiento que tiene a la base en algunos casos la bsqueda por las organizaciones de su propio espacio, en otros la neutralizacin o cooptacin de organizaciones por medio de algunas instancias de cooperacin internacional y en otros es la consecuencia del vaci que deja el ente aglutinador en este caso el FMLN. La dispersin debilita al movimiento y favorece la implementacin del modelo neoliberal.

Es hasta mediados de 1997 que se marca una tendencia de recuperacin progresiva de la lucha popular que aun sigue siendo dispersa pero expresa continuidad en el accionar. La nueva realidad a permitido el surgimiento de actores como organizaciones ambientalistas, de mujeres, del sector informal, pero adems se va produciendo la movilizacin de grupos que en el pasado fueron base de la derecha y que hoy ahogados por la crisis salen a reivindicar sus derechos como los ex patrulleros o empresarios del transporte pblico y los agropecuarios, cada uno con sus propias demandas.

Mas adelante empiezan a surgir esfuerzos de reagrupacin como el Foro de la Sociedad Civil o la Concertacin Laboral con algn nivel de incidencia, mantenindose la dinmica ascendente aunque limitada de la movilizacin.

En septiembre del 2002 la huelga de los trabajadores de la salud en el Instituto Salvadoreo del Seguro Social marca un salto de calidad en la lucha y conduce a una amplia movilizacin de diferentes sectores en contra de la privatizacin de la salud, la huelga se convierte en el catalizador del rechazo social al modelo neoliberal y es precisamente por el amplio respaldo del pueblo y la correcta combinacin de lucha masiva en las calles y lucha parlamentaria que culmina 9 meses mas tarde en victoria en cuanto a detener la privatizacin de la salud por este momento.

A estas alturas del proceso nuevos factores aparecen consolidados, la concepcin de autonoma tanto en el FMLN como en el movimiento social y popular a madurado y se encamina correctamente en una fluida comunicacin y relacin que permite compromisos en torno a la lucha por reivindicaciones inmediatas y a la definicin de elementos programticos, a compartir la visin de la construccin de alianzas mas all de lo popular para aislar a la derecha neoliberal lo cual es fundamental en este momento.

Pero adems, orgnicamente en el seno del movimiento popular y social esta surgiendo un nuevo instrumento unificado que cuenta con importante base social de diferentes sectores que es el Bloque Popular Social por la Democracia Real que surge por la necesidad histrica de reagrupar las organizaciones y sus demandas en un solo torrente que supere la accin cuasi espontnea de la reciente jornada de la salud. El Bloque, como popularmente se le denomina a definido su plataforma en cuatro temticas: La lucha por el salario y el ingreso, la reactivacin del sector agropecuario, el rechazo a las privatizaciones y el rechazo al TLC y ALCA, que a su juicio sintetizan las preocupaciones principales en la sociedad salvadorea de ahora.

Se agrupan en el Bloque sindicatos de salud como STISSS, del sector elctrico SIES y STESEL, de telecomunicaciones SUTTEL, aeroportuarios SITEAIES, del magisterio ANDES 21 de JUNIO, campesinos como ANTA, organizaciones comunitarias urbanas y rurales MCS, CCC, ACCL, CORDECOM, la Coordinadora del Bajo Lempa, Comunidades de Fe y Vida, de veteranos de guerra como AVEGSAL, Bloque de Las Maras y otras organizaciones cooperativas que dan sustento a un proyecto organizativo que puede convertirse en jalonador de la lucha popular y social de El Salvador alrededor de una estrategia de cambio hacia la democracia con justicia e incluyente.

Guerra Civil: movimiento sindical y popular

En El Salvador el movimiento sindical est ntimamente ligado al movimiento popular. El movimiento popular est formado por trabajadores asalariados vinculados al sector capitalista de la economa, por trabajadores no asalariados, cooperativistas del sector agropecuario, minifundistas, trabajadores del sector pblico, estudiantes, micro y pequeos empresarios del sector de manufacturas, comercio y servicios, miembros de organizaciones humanitarias y religiosas, habitantes de zonas marginales del rea urbana, etc…

En 1985, la poblacin econmicamente activa ocupada se estim en 660.992 trabajadores. De ese total, trabajaban bajo relaciones salariales de manera permanente o temporalmente nicamente el 48%. Esta situacin se refleja en la baja proporcin de la poblacin activa ocupada, que se encontraba oficialmente organizada en sindicatos a nivel nacional. El Ministerio de Trabajo registr en 1989 103 sindicatos que afiliaban a un total de 72.769 trabajadores.

Existan tres centrales sindicales: La Confederacin General de Sindicatos (CGS) que agrupa a 18 sindicatos pertenecientes a tres federaciones con un total de 32.515 afiliados; la Confederacin Unitaria de Trabajadores Salvadoreos (CUTS) a la que pertenecen tres federaciones con 21.416 afiliados, y la Confederacin General del Trabajo(CGT) que posee slo dos sindicatos con un total de 1750 afiliados. Estas tres centrales sindicales agrupan al 75% de los trabajadores afiliados.

Otras agrupaciones eran la Asociacin de Sindicatos Independientes de El Salvador que posee la representacin de tres sindicatos y de 3.137 afiliados; la Federacin de Sindicatos de la Industria de la Construccin, Transportes y Otras Actividades (FESINCONSTRANS) con 13 sindicatos y 2.880 afiliados; la Federacin Sindical Revolucionaria (FSR) con cuatro sindicatos y 1.719 afiliados y la Federacin de Sindicatos de Trabajadores Salvadoreos (FESTRAS) con tres sindicatos y 1.315 afiliados.

Finalmente, existan 21 sindicatos independientes que, en su conjunto, aglutinan a 8.037 afiliados.

PRECEDENTES

Sin embargo, en un pas de gobiernos represivos y de marginacin social, el movimiento obrero y popular salvadoreo se ha mantenido flexible y vital, con una gran voluntad y una capacidad organizativa excepcional.

El proceso de integracin regional del Mercado Comn Centroamericano facilit el desarrollo numrico de la clase obrera en Guatemala y El Salvador. Se intent aprovechar este proceso para crear formas organizativas unitarias. En octubre de 1965, se crea la Federacin Unitaria Sindical Salvadorea (FUSS), que adopta la iniciativa de crear una Central nica para los trabajadores y se acelera el movimiento reivindicativo de los trabajadores. En octubre de 1966, se consigue la jornada de 8 horas. La huelga general de 1967 marca el momento de mxima influencia social del movimiento sindical de oposicin. Entre 1957-58 y 1967, son los trabajadores urbanos quienes encabezan la protesta y la oposicin social al sistema. A partir de ese momento, y sobre todo con la ruptura del MCCA en 1969, el movimiento sindical decae, al menos hasta 1975. En el periodo intermedio, la accin reivindicativa ms importante fue la protagonizada por los maestros. Los maestros comienzan un periodo reivindicativo en junio de 1967, que da lugar al nacimiento de la Asociacin Nacional de Educadores Salvadoreos (ANDES 21 de junio) y convierte a este sector en el principal bastin de la oposicin al rgimen imperante. En los primeros meses de 1968 los maestros inician una huelga que dura 56 das. En El Salvador el tener unos estudios representa un gran privilegio, por ello los maestros son uno de los sectores ms estructurados e influyentes de la sociedad salvadorea, y estn sometidos a un frreo control del gobierno. Los maestros, con estas huelgas consiguieron un gran xito, casi obtuvieron todos sus objetivos, y a partir de ese momento se convirtieron en el mejor grupo de oposicin al rgimen y fueron los canalizadores del gran descontento social.

La Iglesia Catlica, a raz del fuerte impacto del Concilio del Vaticano II, llev a cabo una importante actividad de organizacin, sobre todo en los trabajadores del campo, creando la Federacin Cristiana de Campesinos Salvadoreos (FECCAS). En 1969, esta organizacin contaba con unas 20 ligas, de unos 500 miembros cada una, y entr cada vez ms en una dinmica que la aproximaba a las luchas de otros sectores (obreros, maestros,…) de oposicin al rgimen.

Por estos aos, la administracin de EE.UU., a travs del Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre (IADSL), comienza a organizar, en clara oposicin a la actividad de la FECCAS, a grupos de campesinos, fundando en 1969 la Unin Comunal Salvadorea (UCS). Pero gracias a la pujanza del movimiento reivindicativo esta organizacin escapar de las influencias de los EE.UU., incorporndose a las manifestaciones populares de masas.

La dcada de los 70 comienza con las primeras acciones armadas de las organizaciones revolucionarias, con un proceso de organizacin que lleva, a partir de 1974 y 1975, a dar el protagonismo a las organizaciones populares Frente de accin Popular Unificada (FAPU) y Bloque Popular Revolucionario (BPR), dos de las organizaciones populares de masas ms importantes de toda la historia de El Salvador. Su desarrollo e influencia se extiende cada vez ms, dando por primera vez un protagonismo a los sectores populares que asusta hasta el lmite a la clase dominante. Desde mediados de los setenta, hasta la insurreccin del 81, las luchas populares adquieren cada vez ms un carcter poltico y confrontativo, reclamando la participacin de los marginados. El perfil reivindicativo sindical pasa a un segundo plano. Las propias organizaciones sindicales y campesinas pasan a incorporarse a los frentes FAPU y BRP, en una reivindicacin global.

En 1973, a partir de una escisin de los sindicatos controlados por el gobierno, se organiz la Federacin Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreos (FENASTRAS), surgida por la contradiccin entre los intereses de los trabajadores y el sindicalismo bajo control patronal, pronto pasa a constituirse en un referente fundamental del sindicalismo de izquierdas, siendo desde 1975 una de las principales organizaciones fuera del control de la patronal y agrupando, durante los aos de gobierno de Duarte, a alguno de los principales sindicatos de la oposicin.

LA GUERRA CIVIL

En 1984, tras los aos de la represin y el inicio de la guerra civil, se reactiva el movimiento reivindicativo de los trabajadores con diversas huelgas en los servicios pblicos, banca y otras ramas. Diversos sectores, vinculados a la Democracia Cristiana, participan en un proceso reivindicativo y organizativo que va a recomponer el mapa sindical del pas en poco tiempo. Los sectores ms progresistas entran tambin en un proceso de desarrollo organizativo que constituye todo un entramado orgnico entre los trabajadores del campo y los urbanos. El IADSL sigue intentando dividir y cambiar la orientacin del movimiento obrero salvadoreo, diversas organizaciones, campesinas, obreras, cooperativas, etc…, son creadas y financiadas por el Instituto como refuerzo de masas al proyecto contrainsurgente que estaba intentando aplicar la Democracia Cristiana de Jos Napolen Duarte. La Unidad Popular Democrtica (UDP), que en 1982, disueltos por la represin el FAPU y el BPR, era la organizacin sindical urbana y rural mayor del pas y columna vertebral del apoyo social del PDC, a partir de 1984 comienza a distanciarse del gobierno ante las dificultades puestas por la oligarqua y su ejrcito a los elementos reformistas del plan contrainsurgente terminando, en 1986, por incorporarse a la fundacin de la Unin Nacional de Trabajadores Salvadoreos (UNTS). La UNTS se organiz a partir de la Confederacin de Organizaciones Cooperativas de El Salvador (COACES), constituida en marzo del 84, del Sindicato del Ministerio de Hacienda (AGEMHA), del Coomit y Primero de Mayo, que agrupan las principales centrales sindicales de izquierda y de la Central de Trabajadores Salvadoreos, de orientacin socialcristiana y afiliada a la CLAT/CMT.

El 21 de febrero de 1986 la UNTS organiz la mayor manifestacin callejera desde enero de 1980, con casi 80.000 manifestantes. Fuera del marco unitario de la UNTS solo quedaba la Unin Nacional Obrera y Campesina (UNOC), apoyo sindical de las reformas de Duarte, constituida por la UCS, las cooperativas de la reforma agraria y la otra central afiliada a la CLAT, la Confederacin General de Trabajadores (CGT). Las presiones sobre el grupo sindical de orientacin social-cristiana fueron muy fuertes para que rompiera el marco unitario de la UNTS. La CTS y la UPD abandonan la UNTS, entrando en un proceso de decadencia de su influencia social.

La recuperacin del control del gobierno por parte de la oligarqua en 1989, impuso una orientacin neoliberal y antiobrera a la poltica oficial y de regresin sobre las reformas parciales implementadas por la Democracia Cristiana. Esta situacin facilit el acercamiento entre las dos grandes agrupaciones de organizaciones sindicales y cooperativas, la UNTS y la UNOC, que comenzaron en estos aos a plantear de forma unitaria la necesidad de enfrentarse a las contrarreformas de ARENA, instaurando un marco de negociacin global. De esta forma ambas organizaciones recogan las demandas de democracia y de justicia social de la mayor parte de la poblacin y establecan las condiciones unitarias que llevaron a la constitucin en 1991 de la Intergremial de Trabajadores Salvadoreos.

La constitucin de la Intergremial represent un importantsimo avance hacia la consolidacin del movimiento sindical y popular salvadoreo como interlocutor cualificado, tanto del gobierno como de la empresa privada. En los aos 90 la Intergremial estaba constituida por cinco grandes organizaciones: La Unin Nacional Obrero Campesina (UNOC), la Unidad de Trabajadores Salvadoreos (UNTS), la Central de Trabajadores Salvadoreos (CTS), adems, la Alianza Democrtica Campesina (ADC) est vinculada a la Intergremial a travs de sus organizaciones campesinas afiliadas a la vez a la UNTS o a la UNOC.

Un breve perfil dentro de estas organizaciones nos muestra un panorama diverso dentro del movimiento popular. La UNOC es una organizacin de sindicatos de orientacin social-cristiana formada en 1986 para apoyar el proceso de reformas contenidas dentro de la estrategia contrainsurgente de USA en El Salvador, la cual fue implementada a travs del gobierno de Jos Napolen Duarte. La UNOC est integrada por las siguientes organizaciones que se dividen ideolgicamente por estar orientadas hacia la ORIT o hacia el IADSL:

-Unin Comunal Salvadorea (UCS), creada en 1969 bajo los auspicios norteamericanos como alternativa a las organizaciones campesinas de izquierda.

-La Central de Trabajadores Democrticos (CTD) afiliada a la CIOSL/ORIT.

-El Sindicato Unido de Trabajadores de la Construccin (SUTC), mayoritario en el sector.

-La organizacin de Sindicatos Independientes y Libres Salvadoreos (OSILS), estrechamente vinculado al Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre (IADSL/AFL-CIO).

-La Asociacin de Cooperativas de Produccin Agropecuaria (ACOPAI) vinculada al IADSL.

En su conjunto las organizaciones de la UNOC aglutinan a unos 70.000 afiliados del rea urbana y rural, las cuales en su mayora continan siendo la base popular del Partido Demcrata Cristiano.La UNTS fue constituida en 1986 en el momento de mayor impacto social de la poltica econmica de estabilizacin del gobierno de la Democracia Cristiana. La aplicacin de un programa de Emergencia econmica en enero de 1986 desat una fuerte movilizacin popular que desemboc en la decisin de unificar bajo un mismo organismo (la UNTS) a un conjunto heterogneo de agrupaciones populares. Un proceso posterior de decantacin dej bajo la UNTS nicamente a las organizaciones ms progresistas, muchas de ellas con fuertes vnculos con la estructura de la izquierda salvadorea. La UNTS lleg a estar compuesta por unas 276 organizaciones que, en su conjunto, movilizan a casi 300.000 personas. Entre las principales organizaciones que conforman la UNTS se encuentran las siguientes:

-La Asociacin Nacional Campesina (ANC).

-La Asociacin Nacional de Trabajadores Agropecuarios (ANTA).

-La Confederacin de Asociaciones Cooperativas de El Salvador (COADES). Sin duda la organizacin con mayor base social de la UNTS a la cual se afili tambin la Federacin de Cooperativas de la Reforma Agraria (FESACORA) anteriormente vinculada a la UNOC.

-El Comit Coordinador de Trabajadores Estatales y Municipales (CCTEM), que incluye entre otras a la Asociacin Nacional de Educadores Salvadoreos (ANDES 21 de junio) y al Sindicato de Trabajadores del Instituto salvadoreo del Seguro Social (STISSS).
– La Federacin Unitaria Sindical Salvadorea (FUSS).

-La Federacin de Sindicatos de Trabajadores Salvadoreos (FESTRAS).

_Algunos de los sindicatos de la Federacin de Asociaciones y Sindicatos Independientes de El Salvador (FEASIES).

-La Federacin de Sindicatos de la Industria de la Construccin, similares, transportes y otras actividades (FESTIAVTCES).

-La Federacin Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreos (FENASTRAS), la m s importante organizacin de trabajadores industriales del sector privado afiliada recientemente a la CIOSL/ORIT.

-El Comit de Despedidos y Desempleados de El Salvador (CODIDES).

-La Asociacin Nacional de Indgenas Salvadoreos (ANIS).

-El Comit Cristiano Pro-desplazados (CRIPDES).

-La Unidad Nacional de Desplazados de El Salvador /UNADES).

-El Comit de Madres y familiares presos, asesinados y desaparecidos polticos (FECMAFAN).

-La Unidad Universitaria, que agrupa a las organizaciones de docentes, trabajadores y estudiantes de la Universidad Nacional de El Salvador.

La CTS es una central sindical formada principalmente por asociaciones sindicales de trabajadores del sector pblico e instituciones autnomas. Estaba afiliada a la CLAT y fue una de las organizaciones laborales que fundaron la UNTS en 1986, lo cual le vali la expulsin de la regional de la CMT. Posteriormente, debido a presiones de EE.UU. y de la Democracia Cristiana salvadorea, abandona la UNTS y se adscribe formalmente a la UNOC, aunque mantiene posiciones independientes. Su Secretario General es diputado del PDC.

La AGEPYM aglutina a la mayor parte de empleados que trabajan dentro de los ministerios del sector pblico y de las alcaldas municipales del pas. Tiene una orientacin gremialista y reivindicativa.

La CGT, afiliada a la CLAT, mantuvo durante toda la guerra posiciones favorables al gobierno y a las Fuerzas Armadas. Es la organizacin tradicionalmente asignada por el gobierno para “representar” a los trabajadores en eventos internacionales como la Asamblea General de la OIT y otros. Form parte de la Intergremial, lo cual refuerza el carcter unitario de sta.

La ADC es una convergencia de las principales organizaciones campesinas cuyo factor aglutinante es la defensa del proyecto original de Reforma Agraria. Surge en octubre de 1989 en respuesta a los intentos del gobierno de ARENA de revertir el proceso de reforma agraria mediante el desmantelamiento de cooperativas y la parcelacin de las grandes haciendas expropiadas. Desde el punto de vista de las distintas corrientes de pensamiento que confluyen en la ADC, se aprecia que esta alianza cubre un amplio espectro de las tendencias socio-polticas:

-Unin Comunal Salvadorea (UCS) y la Asociacin de Cooperativas de Produccin Agropecuaria Integradas (ACOPAI), miembros de la UNOC.

-La Unin Nacional Campesina (UNC) y la Confederacin de Asociaciones Cooperativas de El Salvador (COACES), miembro de la UNTS.

Un variado sector de organizaciones que en el pasado pudieron estar cercanas a la Democracia Cristiana o fueron impulsadas por la AID o el IADSL, y que en la actualidad mantienen posiciones intermedias o independientes entre las dos corrientes anteriores. En total, la ADC agrupa a 23 organizaciones campesinas, de distinta importancia pero, sin lugar a dudas, las ms representativas del pas.