No podemos volver al pasado…

“No podemos volver al pasado. Pero quedar en el vacío presente como proponen los ideólogos de la burguesía es insoportable”: Entrevista con Michael Löwy
13/10/2014 Deja un comentario Go to comments

lowy_changing_pttMichael Löwy es uno de los más importantes pensadores marxistas actuales. Su basta obra, desde La teoría de la revolución en el jóven Marx (1970) hasta su último La cage d’acier: Max Weber et le marxisme wébérien (2014), abarca temáticas muy diversas como el romanticismo, la sociología marxista o el ecosocialismo. El sociólogo y filósofo de origen brasileño recibió una parte del equipo de Marxismo Crítico en su apartamento de Paris para discutir sobre su enfoque romántico-revolucionario en Marx y su propuesta ecosocialista. Entrevista a cargo de Diana Fuentes y Victor Neves.

DF: Nos gustaría empezar por destacar el trabajo que llevas haciendo desde hace muchos años, que entre otras obras has plasmado en el libro “Rebelión y melancolía. El romanticismo como contracorriente de la modernidad”, escrito con Robert Sayre hace más de 20 años, y donde abordas una cuestión que a nuestro modo de ver plantea una fértil lectura de Marx. ¿De qué manera podemos pensar que Marx es un romántico? ¿Es Marx un romántico?

ML: Planteado de esa forma sencilla y directa, la respuesta sería no. Marx no es un romántico. En realidad la posición de Marx hacia el romanticismo él mismo la resume muy bien en un pasaje de los Grundrisse, fundamentos para la crítica de la economía política de 1857-1858, primer manuscrito de El Capital que quedó inacabado. Ahí Marx plantea que en el pasado existían formas de vida social mucho más llenas de autenticidad, desde el punto de vista de la plenitud de la vida y que querer volver a esa plenitud como plantean los románticos es absurdo. No podemos volver al pasado. Pero quedar en el vacío presente como proponen los ideólogos de la burguesía es insoportable. En tanto que la crítica de los románticos a la civilización burguesa tiene su legitimidad en nombre del pasado, los burgueses no tienen como contestarla. Por eso la crítica romántica seguirá existiendo como una sombra de la burguesía hasta que ésta desaparezca. Creo que ahí está todo dicho.

Marx reconoce al mismo tiempo la legitimidad de la crítica romántica de la burguesía y la distancia crítica respecto a la ilusión romántica de poder volver atrás, junto al hecho que mientras exista el capitalismo y la sociedad burguesa existirá su crítica romántica. Este es el planteamiento acertado que define bien la posición de Marx.

Entonces, Marx no es un romántico. Es alguien que trató en su obra de desarrollar una superación dialéctica en el sentido de la Aufhebung hegeliana, una superación dialéctica de la oposición entre romanticismo e ilustración. Es decir, toma elementos de los dos, critica sus limitaciones y trata de proponer una alternativa superior, representada por la dialéctica marxista. Esto como primer elemento de respuesta. Marx no es un romántico, pero reconoce la legitimidad de la crítica romántica de la sociedad burguesa. Por eso, Marx se apropia del pensamiento de los críticos románticos del capitalismo desde los reaccionarios hasta los más progresistas, que también los hay. No son todos reaccionarios, existe una izquierda romántica, socialista, anarquista o comunista. Una izquierda romántica que no quiere volver atrás sino que quiere dar una vuelta por el pasado en dirección al futuro.9782228884808

Pero Marx también se interesa por los críticos reaccionarios y toma de ellos la parte crítica mientras rechaza sus planteamientos regresivos respecto al pasado. Hay un montón de ejemplos de este tipo. Para empezar con la economía política: Sismondi, a quien Marx se refiere en diversos momentos. En el Manifiesto Comunista hay un capítulo sobre Sismondi, en el que lo llama pequeño burgués, reaccionario, etc., pero en el que dice que fue Sismondi el primero en plantear que el capitalismo significa crisis, pauperización de los campesinos, destrucción de las personas por la división del trabajo, etc. Hace un listado de críticas al capitalismo que son casi todas las que Marx mismo va a retomar. Hay una especie de homenaje en varios escritos de Marx, como en su historia de las teorías de la plusvalía, donde va a retomar a Sismondi distanciándose de sus ilusiones pequeño burguesas y su reivindicación de volver al artesanado del pasado, interesándose por su crítica del capitalismo.

Lo mismo vale para escritores como Balzac, que era un reaccionario, legitimista, que quería restaurar la monarquía absoluta, pero la manera como analiza la sociedad burguesa es muy importante para Marx y para Engels. Los dos dicen que aprendieron más sobre lo que era la sociedad burguesa leyendo a Balzac que muchos tratados de economía política y estadísticas. Entonces, hay también un homenaje a Balzac.

Primer elemento a retener: el romanticismo o la crítica romántica del capitalismo, es una de las fuentes del marxismo, junto con la economía política inglesa, el socialismo francés y la dialéctica hegeliana. Ha sido una fuente ignorada, normalmente se habla de las otras tres pero hay también una cuarta. En segundo lugar, destacar que en la misma obra de Marx y Engels hay algo que yo llamo el momento romántico o dimensión romántica, esto es, una serie de argumentos en los que Marx, por citar el ejemplo de un pasaje famoso de la Miseria de la filosofía, argumenta como cosas que en el pasado se intercambiaban o se regalaban entre individuos como el amor, la amistad, el honor, la solidaridad, la fraternidad, etc., ahora en el capitalismo se han convertido en mercancías que se llevan al mercado para vender por su precio; es lo que se puede llamar la venalidad universal: todo se ha transformado en mercancía. Se trata de una crítica que se refiere al pasado; en el pasado precapitalista hubo valores humanos que ahora están desapareciendo, lo que no significa que Marx quiera volver al pasado, pero es claramente una crítica que se apoya en el pasado. O cuando Engels, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, habla de la dignidad del hombre en la comunidad primitiva. Todos esos elementos están presentes en Marx y Engels, claro, sería largo desarrollarlos ahora, se puede simplemente indicar que hay una vena, un momento romántico, que es parte del pensamiento de Marx y Engels y del marxismo y que lamentablemente se ha dejado a un lado.

No es el único enfoque, ni mucho menos, sino que está articulado con elementos que vienen de la ilustración, la racionalidad y la ciencia. Se encuentran los dos planteamientos; es lo que Ernst Bloch llama la corriente fría y la corriente cálida del marxismo. La corriente fría hace referencia a la ciencia, al análisis despiadado de la realidad capitalista. La corriente cálida es la utopía, el sueño, el momento romántico. Bloch presenta la necesidad de los dos, pero situando la corriente fría y el análisis científico, al servicio de la corriente caliente, del sueño y de la utopía.

DF: ¿Qué vigencia le podemos dar hoy a este enfoque?, ¿de qué modo se puede presentar en el momento actual en el que hay una suerte de regreso al marxismo, en el que los círculos de investigación marxista están actualizando ciertas discusiones y otras están siendo cuestionadas?, es decir, ¿qué sentido tiene hoy para ti enfatizar este enfoque, partiendo de la alusión a Bloch de la corriente cálida del marxismo y, particularmente, en aquello que tiene que ver con el romanticismo?

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ML: Primero, creo que este enfoque es importante para rescatar en la historia del marxismo la presencia de una corriente marxista cálida. No podemos entender la historia del marxismo en el siglo XX y hasta hoy sin tener en cuenta que existió, dentro del marxismo, una corriente que se reclama del romanticismo, que se autodefine romántico-revolucionaria. Esa corriente incluye a Ernst Bloch, Walter Benjamin, José Carlos Mariátegui, entre otros. Entonces, el primer paso sería tomar conciencia de esa corriente dentro del marxismo del siglo XX.

Segundo, porque creo que esta crítica romántica es importante en la lucha política, cultural, ideológica y ética que llevamos a cabo contra el capitalismo. Es un error limitar la crítica del capitalismo, como muchas veces hace la izquierda, únicamente al hecho de la explotación de la plusvalía. Este elemento es importante pero el capitalismo no es sólo eso. También somos anticapitalistas porque el capitalismo es destructor, lo destruye todo, la comunidad humana, los valores éticos, la solidaridad, el contenido humano de la vida social, la naturaleza. Y son los románticos quienes enfatizaron estas dimensiones. En mi opinión, para que el anticapitalismo mantenga su fuerza ética y cultural debe tener en cuenta estas críticas.

Además, creo que el romanticismo nos ayuda a entender una serie de cuestiones muy actuales. Por ejemplo, la crítica de la visión ilustrada de la civilización del progreso, que desde varios puntos de vista, empezando por el ecológico, es un desastre. Para entender por qué el progreso dentro del capitalismo y la civilización moderna es un desastre hay que valerse de esa perspectiva romántica.

Y, por último, para tomar un ejemplo latinoamericano, si queremos entender la lucha de los indígenas en contra del neoliberalismo, las multinacionales y del capitalismo agrario, que es un elemento muy importante de las luchas sociales hoy en día en América Latina, tenemos que partir de ese enfoque, que está en Marx y Engels, sobre la valoración de la comunidad primitiva, de las formas de vida precapitalistas comunitarias, que están en la raíz de esas luchas indígenas tan importantes.

Todo ello configura un conjunto de temáticas importantes para pensar el marxismo en el siglo XXI que tienen que ver con esa corriente cálida o romántico-revolucionaria dentro del marxismo.

DF: Sobre este punto, para profundizar, es muy interesante analizar si esto contribuye también a pensar este horizonte del que hablas, es decir, el caso latinoamericano y los movimientos indígenas. Lo apasionante de la cuestión es que este romanticismo que expones no significa un regreso al pasado o una pervivencia de un pasado que no ha sido tocado por el largo proceso que ha implicado la modificación del estilo de vida y de las relaciones sociales en el capitalismo. Nos gustaría que abundaras en esta cuestión, ¿cómo nos ayuda esta visión romántica a entender y aproximarnos a estos fenómenos sociales y de resistencia al capitalismo sin que por ello pensemos que se trata de una suerte de regreso a un pasado intocado?

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ML: José Carlos Mariátegui ya lo había planteado de manera muy acertada. Hay que volver a leer a Mariátegui en América Latina. Él decía que hubo en el pasado precapitalista, precolombino, anterior a la conquista, algo que él llama el comunismo inca. Fue muy criticado por esa definición, lo trataron de populista, de romántico. Hay que tener en cuenta que la expresión “comunismo inca” se encuentra en Rosa Luxemburg, en su libro sobre Introducción a la Economía Política habla del comunismo inca. ¿Qué quiere decir esto? En la civilización inca además de la estructura absolutista, el poder del inca y su oligarquía, existían en la base, en las comunidades indígenas, formas comunitarias de vida, de trabajo, con propiedad común de la tierra, etc. A eso lo llama comunismo inca. Y dice Mariátegui que a pesar de los siglos de conquista y de liberalismo capitalista han sobrevivido en las comunidades indígenas, esas prácticas colectivistas comunitarias, ese espíritu comunitario, y que nosotros, los socialistas, comunistas, revolucionarios marxistas, debemos apoyarnos en esas tradiciones, en ese espíritu colectivista de los campesinos e indígenas para desarrollar nuestro trabajo socialista o comunista moderno. No para volver al Tahuantinsuyo, al Imperio Inca, sino para construir el socialismo moderno, el comunismo, incluso con las conquistas técnico-científicas, pero rescatando ese espíritu comunitario tan enraizado en las comunidades indígenas. Ése es el planteamiento de Mariátegui que a mí me parece muy acertado y muy actual.

Lo que vemos ahora es un hecho sorprenderte, casi un siglo después de Mariátegui, los indígenas siguen revelándose, peleando, luchando a partir de sus comunidades, de su espíritu comunitario y sus prácticas de ayuda mutua y de su relación comunitaria con la naturaleza. Actualmente volvemos a encontrar eso bajo una forma nueva, que Mariátegui no podía haber previsto, lo que se pueden llamar luchas socio-ecológicas. Luchar por la defensa del medio ambiente, de la naturaleza, de los bosques, del agua, de la tierra, en contra de las multinacionales del petróleo, de la minería, del oro, por ejemplo, del agronegocio, etc.

Cuando los campesinos de Perú, de la región de Cajamara, se revelan contra una multinacional de la minería del oro con la consigna “Agua sí, oro no”, es a partir de la comunidad indígena, de su relación con la naturaleza, de su espíritu comunitario, que están resistiendo al capitalismo, al neoliberalismo y a las multinacionales imperialistas. Están en la vanguardia de las luchas y eso se ha traducido, por ejemplo, en Cochabamba, Bolivia, en la Conferencia Mundial de los Pueblos contra el cambio climático y el neoliberalismo, con la participación de decenas de miles de delegados indígenas, ecologistas, de izquierda, sindicales, etc., donde se decidió luchar para defender la madre tierra contra el carácter destructor del capitalismo. Y me gusta siempre recordar que en los años 30, Walter Benjamin decía, hablando de Bachofen y de la discusión sobre la comunidad primitiva, que las comunidades primitivas consideraban la naturaleza como una madre generosa mientras que el capitalismo es un sistema no sólo de destrucción sino de asesinato de la naturaleza. Corresponde casi palabra por palabra con la resolución de la conferencia de Cochabamba.

DF: Pensando en Walter Benjamin y en esta veta del pensamiento cálido, la crítica que se inscribe en la discusión del romanticismo, ¿podríamos decir que se abona la idea de que en el propio marxismo, en Marx mismo y en Engels, no hay una temporalidad lineal? Porque estas resistencias al capitalismo y los movimientos abiertamente contestatarios no podríamos comprenderlos bajo una perspectiva lineal progresiva de acumulación de experiencia política. Tus planteamientos me hacen pensar que en el propio Marx podemos percibir también que hay la posibilidad de comprender estas resistencias bajo una idea de temporalidad distinta y que también podría estar en esta discusión sobre el romanticismo. Y por ello para ahondar en esta idea del porqué insistir en la crítica romántica, nos gustaría que nos vincularas esto con tu propuesta sobre el ecosocialismo, sobre cómo toda esta discusión sobre tu lectura de la obra de Marx y el romanticismo y tu propio análisis se proyecta en esta propuesta.Walter Benjamin

VN: Yo añadiría otro problema que tiene que ver con todo esto. Cuando pensamos en una corriente cálida y una corriente fría que se combinan para superar el capitalismo, en los ejemplos que nos has traído, sobre las comunidades indígenas y la defensa de la madre tierra, ¿no haría falta ahí el análisis frío de la crítica de la economía política capitalista? ¿Cómo desde el marxismo podemos, por ejemplo a través de la propuesta ecosocialista, aproximar las dos perspectivas?

ML: El ecosocialismo que ser refiere a la herencia marxista trata de incorporar las dos corrientes. La crítica de Marx a la Economía Política capitalista que incluye los tres volúmenes de El Capital y todo lo que Marx ha llevado a cabo como análisis científico del capitalismo, juntamente con lo que se ha hecho después, como el análisis del imperialismo, etc. Tenemos que apropiarnos de toda la tradición marxista de análisis científico de lo que es el capitalismo, el imperialismo, la globalización, etc. Y eso está presente también incluso en la declaración de Cochabamba, en su análisis del neoliberalismo y el capitalismo.

Debemos integrar las dos corrientes. El ecosocialismo trata precisamente de asociar la crítica ecológica del productivismo, el consumismo, el carácter destructor de las fuerzas productivas capitalistas con el análisis marxista de cómo funciona el sistema capitalista.

El ecosocialismo toma de la crítica romántica al capitalismo la idea de que el capitalismo no es simplemente un progreso. Es a la vez progreso y regresión. Desde el punto de vista de ciertas conquistas científicas y técnicas, es un avance, pero desde el punto de vista humano y de la relación con la naturaleza, es desastroso. Hay que romper con esa visión lineal de la historia como progreso según la cual el desarrollo de las fuerzas productivas nos llevará al socialismo. Pensar que cuanto más avanza la productividad y las formas más sociales de la producción más nos acercamos al socialismo es una ilusión. El ecosocialismo rompe con esta visión que está presente, si no en Marx y Engels, en buena parte de la tradición marxista. El ecosocialismo plantea que el carácter destructor del capitalismo, que ya Marx había antevisto pero no había desarrollado, hoy en día es uno de los problemas más importantes de la lucha revolucionaria, porque el capitalismo está conduciendo a una catástrofe ecológica. El cambio climático, en particular, sin precedentes en la historia de la humanidad, es una amenaza a la misma existencia de la vida en el planeta y, por tanto, eso replantea la cuestión de la lucha anticapitalista en términos nuevos, más radicales. Lo que hay que plantear es la superación de una visión muy estrecha que existió en la izquierda marxista en el pasado según la cual la revolución tiene por tarea transformar las relaciones de producción para permitir el libre desarrollo de las fuerzas productivas. Eso no funciona así. Desde el punto de vista ecosocialista sabemos que las mismas fuerzas productivas, el aparato productivo, son capitalistas, están al servicio del capitalismo y tienen una dinámica destructora del medio ambiente, de la naturaleza, de los equilibrios ecológicos. El aparato productivo, tal y como existe, basado en las energías fósiles, en los pesticidas, en los químicos, etc., es lo que nos está llevando al desastre. Tenemos que pensar la transformación revolucionaria no sólo de las relaciones de producción, sino también del aparato productivo, del patrón de consumo que es totalmente artificial e insostenible, de los medios de transporte, etc. Es toda la civilización que debe ser cambiada desde su raíz, desde sus fundamentos. La visión de la transformación revolucionaria que propone el ecosocialismo es mucho más radical que una cierta visión tradicional de la izquierda que se limitaba a plantear la cuestión de la propiedad privada, que obviamente es muy importante porque el primer paso es romper con la propiedad privada, pero la transformación no termina ahí, sino que ahí empieza. Un cambio que implica transformar el conjunto de la civilización, romper con el paradigma de la civilización industrial-capitalista occidental moderna y plantear una nueva civilización ecosocialista basada en otros valores: en el valor de uso y no en el valor de cambio, en la solidaridad y no en la competencia, en la planificación democrática y no en el mercado salvaje. Se trata de un planteamiento radical.

DF: Viendo el panorama y todos los elementos que nos planteas, añadamos un punto final. Hoy día estamos frente a una suerte de “regreso del marxismo” que nos permite reflexionar sobre todos los temas de los que nos has hablado, pero no podemos negar que, por otro lado, en el espectro social generalizado se produce un incremento y profundización del individualismo y la enajenación. Desde este marco general, ¿cómo podríamos recuperar para esta discusión la insistencia de la perspectiva del romanticismo sobre el sujeto autárquico, autónomo, sin ponerlo en discusión con algo que está presente por ejemplo en Luckàcs en Historia y conciencia de clase, y que tiene que ver con el problema del colectivo y el sujeto. Es decir, ¿cómo no caer en la perspectiva conservadora del romanticismo que insiste en un sujeto autónomo, autárquico, pero que lo escinde de las relaciones colectivas y las relaciones sociales y que a la sociedad contemporánea le viene muy bien?, ¿cómo abundar en eso que Luckàcs observaba?

ML: La crítica de los románticos al capitalismo tiene dos vertientes que no son contradictorias, pero sí son distintas. Una es la afirmación de la singularidad de los individuos, la valorización del individuo en su calidad única y singular. Cada individuo tiene una singularidad que tiene un valor humano profundo. Pero, ¿qué hace el capitalismo? Uniformiza todos los individuos, destruye la singularidad, los hace todos copias conformes uno del otro, todos consumen la misma Coca Cola, todos ven las mismas películas, todos se sientan delante de su televisión. Se produce una homogeneización y una uniformización mercantil que destruye esa calidad singular de los individuos. Por otro lado, dicen los románticos, el capitalismo destruye los vínculos comunitarios, las relaciones sociales colectivas, atomizando a la gente, dejando los individuos atomizados, disociados, entonces el individuo ya no va al sindicato, al partido, ni al café o al teatro, sino que se queda en su casa con su televisión individualmente. Esa atomización es una característica del capitalismo.

Creo que podemos recuperar esos dos elementos de la crítica romántica. Al mismo tiempo valorizar el sujeto individual, en su singularidad, en su autenticidad, y a la vez valorizar las relaciones sociales, comunitarias, no solo la comunidad tradicional de la que hablaban los románticos, sino nuevas formas comunitarias como pueden ser el sindicato, el partido, el movimiento social, el grupo de afinidad, etc. La lucha de clases en un sentido amplio y todo el conjunto de luchas que tienen que ver con el enfrentamiento social, son nuevas formas colectivas de comunidad fundamentales porque no habrá cambio social sin organización colectiva. En eso Luckacs tiene toda la razón.

Podemos reivindicar esta crítica romántica en sus dos dimensiones pero obviamente sabemos que la transformación social pasa por la organización de los oprimidos y los explotados. Se trata de una pelea contra esa atomización individualista, esa guerra de todos contra todos del espíritu del capitalismo. Es una pelea que no sabemos si vamos a ganar, como decía, Daniel Bensaïd, es una apuesta.

Entrevista con Michael Löwy para Marxismo Crítico a cargo de Diana Fuentes y Víctor Neves.

Discurso íntegro de Poniatowska en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes Por Elena Poniatowska

Discurso íntegro de Poniatowska en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes
Por Elena Poniatowska
mié, 23 abr 2014 07:31
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Elena Poniatowska posa con su familia tras la tradicional ceremonia de entrega del Premio Cervantes. También la acompañan los reyes de España y el presidente del gobierno español Mariano Rajoy, entre otros. Foto Reuters

Majestades, Señor Presidente del Gobierno, Señor Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Señor Rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Señor Presidente de la Comunidad de Madrid, Señor Alcalde de esta ciudad, autoridades estatales, autonómicas, locales y académicas, amigas, amigos, señores y señoras.

Soy la cuarta mujer en recibir el Premio Cervantes, creado en 1976. (Los hombres son treinta y cinco.) María Zambrano fue la primera y los mexicanos la consideramos nuestra porque debido a la Guerra Civil Española vivió en México y enseñó en la Universidad Nicolaíta en Morelia, Michoacán.

Simone Weil, la filósofa francesa, escribió que echar raíces es quizá la necesidad más apremiante del alma humana. En María Zambrano, el exilio fue una herida sin cura, pero ella fue una exiliada de todo menos de su escritura.

La más joven de todas las poetas de América Latina en la primera mitad del siglo XX, la cubana Dulce María Loynaz, segunda en recibir el Cervantes, fue amiga de García Lorca y hospedó en su finca de La Habana a Gabriela Mistral y a Juan Ramón Jiménez. Años más tarde, cuando le sugirieron que abandonara la Cuba revolucionaria respondió que cómo iba a marcharse si Cuba era invención de su familia.

A Ana María Matute, la conocí en El Escorial en 2003. Hermosa y descreída, sentí afinidad con su obsesión por la infancia y su imaginario riquísimo y feroz.

María, Dulce María y Ana María, las tres Marías, zarandeadas por sus circunstancias, no tuvieron santo a quién encomendarse y sin embargo, hoy por hoy, son las mujeres de Cervantes, al igual que Dulcinea del Toboso, Luscinda, Zoraida y Constanza. A diferencia de ellas, muchos dioses me han protegido porque en México hay un dios bajo cada piedra, un dios para la lluvia, otro para la fertilidad, otro para la muerte. Contamos con un dios para cada cosa y no con uno solo que de tan ocupado puede equivocarse.

Del otro lado del océano, en el siglo XVII la monja jerónima Sor Juana Inés de la Cruz supo desde el primer momento que la única batalla que vale la pena es la del conocimiento. Con mucha razón José Emilio Pacheco la definió: “Sor Juana/ es la llama trémula/ en la noche de piedra del virreinato”.

Su respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una defensa liberadora, el primer alegato de una intelectual sobre quien se ejerce la censura. En la literatura no existe otra mujer que al observar el eclipse lunar del 22 de diciembre de 1684 haya ensayado una explicación del origen del universo. Ella lo hizo en los 975 versos de su poema “Primero sueño”. Dante tuvo la mano de Virgilio para bajar al infierno, pero nuestra Sor Juana descendió sola y al igual que Galileo y Giordano Bruno fue castigada por amar la ciencia y reprendida por prelados que le eran harto inferiores.

Sor Juana contaba con telescopios, astrolabios y compases para su búsqueda científica. También dentro de la cultura de la pobreza se atesoran bienes inesperados. Jesusa Palancares, la protagonista de mi novela- testimonio “Hasta no verte Jesús mío”, no tuvo más que su intuición para asomarse por la única apertura de su vivienda a observar el cielo nocturno como una gracia sin precio y sin explicación posible. Jesusa vivía a la orilla del precipicio, por lo tanto el cielo estrellado en su ventana era un milagro que intentaba descifrar. Quería comprender por qué había venido a la Tierra, para qué era todo eso que la rodeaba y cuál podría ser el sentido último de lo que veía. Al creer en la reencarnación estaba segura de que muchos años antes había nacido como un hombre malo que desgració a muchas mujeres y ahora tenía que pagar sus culpas entre abrojos y espinas.

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Mi madre nunca supo qué país me había regalado cuando llegamos a México, en 1942, en el “Marqués de Comillas”, el barco con el que Gilberto Bosques salvó la vida de tantos republicanos que se refugiaron en México durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Mi familia siempre fue de pasajeros en tren: italianos que terminan en Polonia, mexicanos que viven en Francia, norteamericanas que se mudan a Europa. Mi hermana Kitzia y yo fuimos niñas francesas con un apellido polaco. Llegamos “a la inmensa vida de México” —como diría José Emilio Pacheco—, al pueblo del sol. Desde entonces vivimos transfiguradas y nos envuelve entre otras encantaciones, la ilusión de convertir fondas en castillos con rejas doradas.

Las certezas de Francia y su afán por tener siempre la razón palidecieron al lado de la humildad de los mexicanos más pobres. Descalzos, caminaban bajo su sombrero o su rebozo. Se escondían para que no se les viera la vergüenza en los ojos. Al servicio de los blancos, sus voces eran dulces y cantaban al preguntar: “¿No le molestaría enseñarme cómo quiere que le sirva?”

Aprendí el español en la calle, con los gritos de los pregoneros y con unas rondas que siempre se referían a la muerte. “Naranja dulce,/ limón celeste,/ dile a María/ que no se acueste./ María, María/ ya se acostó,/ vino la muerte/y se la llevó”. O esta que es aún más aterradora: “Cuchito, cuchito/ mató a su mujer/ con un cuchillito/ del tamaño de él./ Le sacó las tripas/ y las fue a vender./ —¡Mercarán tripitas/ de mala mujer!”

Todavía hoy se mercan las tripas femeninas. El pasado 13 de abril, dos mujeres fueron asesinadas de varios tiros en la cabeza en Ciudad Juárez, una de 15 años y otra de 20, embarazada. El cuerpo de la primera fue encontrado en un basurero.

Recuerdo mi asombro cuando oí por primera vez la palabra “gracias” y pensé que su sonido era más profundo que el “merci” francés. También me intrigó ver en un mapa de México varios espacios pintados de amarillo marcados con el letrero: “Zona por descubrir”. En Francia, los jardines son un

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pañuelo, todo está cultivado y al alcance de la mano. Este enorme país temible y secreto llamado México, en el que Francia cabía tres veces, se extendía moreno y descalzo frente a mi hermana y a mí y nos desafiaba: “Descúbranme”. El idioma era la llave para entrar al mundo indio, el mismo mundo del que habló Octavio Paz, aquí en Alcalá de Henares en 1981, cuando dijo que sin el mundo indio no seríamos lo que somos.

¿Cómo iba yo a transitar de la palabra París a la palabra Parangaricutirimicuaro? Me gustó poder pronunciar Xochitlquetzal, Nezahualcóyotl o Cuauhtémoc y me pregunté si los conquistadores se habían dado cuenta quiénes eran sus conquistados.

Quienes me dieron la llave para abrir a México fueron los mexicanos que andan en la calle. Desde 1953, aparecieron en la ciudad muchos personajes de a pie semejantes a los que don Quijote y su fiel escudero encuentran en su camino, un barbero, un cuidador de cabras, Maritornes la ventera. Antes, en México, el cartero traía uniforme cepillado y gorra azul y ahora ya ni se anuncia con su silbato, solo avienta bajo la puerta la correspondencia que saca de su desvencijada mochila. Antes también el afilador de cuchillos aparecía empujando su gran piedra montada en un carrito producto del ingenio popular, sin beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y la iba mojando con el agua de una cubeta. Al hacerla girar, el cuchillo sacaba chispas y partía en el aire los cabellos en dos; los cabellos de la ciudad que en realidad no es sino su mujer a la que le afila las uñas, le cepilla los dientes, le pule las mejillas, la contempla dormir y cuando la ve vieja y ajada le hace el gran favor de encajarle un cuchillo largo y afilado en su espalda de mujer confiada. Entonces la ciudad llora quedito, pero ningún llanto más sobrecogedor que el lamento del vendedor de camotes que dejó un rayón en el alma de los niños mexicanos porque el sonido de sus carritos se parece al silbato del tren que detiene el tiempo y hace que los que abren surcos en la milpa levanten la cabeza y dejen el azadón y la pala para señalarle a su hijo: “Mira el tren, está pasando el tren, allá va el tren; algún día, tú viajarás en tren”.

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Tina Modotti llegó de Italia pero bien podría considerarse la primera fotógrafa mexicana moderna. En 1936, en España cambió de profesión y acompañó como enfermera al doctor Norman Bethune a hacer las primeras transfusiones de sangre en el campo de batalla. Treinta y ocho años más tarde, Rosario Ibarra de Piedra se levantó en contra de una nueva forma de tortura, la desaparición de personas. Su protesta antecede al levantamiento de las Madres de Plaza de Mayo con su pañuelo blanco en la cabeza por cada hijo desaparecido. “Vivos los llevaron, vivos los queremos”.

La última pintora surrealista, Leonora Carrington pudo escoger vivir en Nueva York al lado de Max Ernst y el círculo de Peggy Guggenheim pero, sin saber español, prefirió venir a México con el poeta Renato Leduc, autor de un soneto sobre el tiempo que pienso decirles más tarde si me da la vida para tanto.

Lo que se aprende de niña permanece indeleble en la conciencia y fui del castellano colonizador al mundo esplendoroso que encontraron los conquistadores. Antes de que los Estados Unidos pretendieran tragarse a todo el continente, la resistencia indígena alzó escudos de oro y penachos de plumas de quetzal y los levantó muy alto cuando las mujeres de Chiapas, antes humilladas y furtivas, declararon en 1994 que querían escoger ellas a su hombre, mirarlo a los ojos, tener los hijos que deseaban y no ser cambiadas por una garrafa de alcohol. Deseaban tener los mismos derechos que los hombres.

“¿Quien anda ahí?” “Nadie”, consignó Octavio Paz en “El laberinto de la soledad”. Muchos mexicanos se ningunean. “No hay nadie” —contesta la sirvienta. “¿Y tú quien eres?” “No, pues nadie”. No lo dicen para hacerse menos ni por esconderse sino porque es parte de su naturaleza. Tampoco la naturaleza dice lo que es ni se explica a sí misma, simplemente estalla. Durante el terremoto de 1985, muchos jóvenes punk de esos que se pintan los ojos de negro y el pelo de rojo, con chalecos y brazaletes cubiertos de estoperoles y clavos arribaban a los lugares siniestrados, edificios convertidos en sándwich, y pasaban la noche entera con picos y palas para sacar

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escombros que después acarreaban en cubetas y carretillas. A las cinco de la mañana, ya cuando se iban, les pregunté por su nombre y uno de ellos me respondió: “Pues póngame nomás Juan”, no sólo porque no quería singularizarse o temiera el rechazo sino porque al igual que millones de pobres, su silencio es también un silencio de siglos de olvido y de marginación.

Tenemos el dudoso privilegio de ser la ciudad más grande del mundo: casi 9 millones de habitantes. El campo se vacía, todos llegan a la capital que tizna a los pobres, los revuelca en la ceniza, les chamusca las alas aunque su resistencia no tiene límites y llegan desde la Patagonia para montarse en el tren de la muerte llamado “La Bestia” con el sólo fin de cruzar la frontera de Estados Unidos.

En 1979, Marta Traba publicó en Colombia una “Homérica Latina” en la que los personajes son los perdedores de nuestro continente, los de a pie, los que hurgan en la basura, los recogedores de desechos de las ciudades perdidas, las multitudes que se pisotean para ver al Papa, los que viajan en autobuses atestados, los que se cubren la cabeza con sombreros de palma, los que aman a Dios en tierra de indios. He aquí a nuestros personajes, los que llevan a sus niños a fotografiar ya muertos para convertirlos en “angelitos santos”, la multitud que rompe las vallas y desploma los templetes en los desfiles militares, la que de pronto y sin esfuerzo hace fracasar todas las mal intencionadas políticas de buena vecindad, esa masa anónima, oscura e imprevisible que va poblando lentamente la cuadrícula de nuestro continente; el pueblo de las chinches, las pulgas y las cucarachas, el miserable pueblo que ahora mismo deglute el planeta. Y es esa masa formidable la que crece y traspasa las fronteras, trabaja de cargador y de mocito, de achichincle y lustrador de zapatos —en México los llamamos boleros—. El novelista José Agustín declaró al regresar de una universidad norteamericana: “Allá, creen que soy un limpiabotas venido a más”. Habría sido mejor que dijera “un limpiabotas venido a menos”. Todos somos venidos a menos, todos menesterosos, en reconocerlo está nuestra fuerza. Muchas veces me he preguntado si esa gran masa que viene caminando lenta e inexorablemente desde la Patagonia a Alaska se pregunta hoy por hoy en qué grado depende

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de los Estados Unidos. Creo más bien que su grito es un grito de guerra y es avasallador, es un grito cuya primera batalla literaria ha sido ganada por los chicanos.

Los mexicanos que me han precedido son cuatro: Octavio Paz en 1981, Carlos Fuentes en 1987, Sergio Pitol en 2005 y José Emilio Pacheco en 2009. Rosario Castellanos y María Luisa Puga no tuvieron la misma suerte y las invoco así como a José Revueltas. Sé que ahora los siete me acompañan, curiosos por lo que voy a decir, sobre todo Octavio Paz.

Ya para terminar y porque me encuentro en España, entre amigos quisiera contarles que tuve un gran amor “platónico” por Luis Buñuel porque juntos fuimos al Palacio Negro de Lecumberri —cárcel legendaria de la ciudad de México—, a ver a nuestro amigo Álvaro Mutis, el poeta y gaviero, compañero de batallas de nuestro indispensable Gabriel García Márquez. La cárcel, con sus presos reincidentes llamados “conejos”, nos acercó a una realidad compartida: la de la vida y la muerte tras los barrotes.

Ningún acontecimiento más importante en mi vida profesional que este premio que el jurado del Cervantes otorga a una Sancho Panza femenina que no es Teresa Panza ni Dulcinea del Toboso, ni Maritornes, ni la princesa Micomicona que tanto le gustaba a Carlos Fuentes, sino una escritora que no puede hablar de molinos porque ya no los hay y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan.

Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, “ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas”.

Por todas estas razones, el premio resulta más sorprendente y por lo tanto es más grande la razón para agradecerlo.

7

El poder financiero manda no sólo en México sino en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos.

A mi hija Paula, su hija Luna, aquí presente, le preguntó: —Oye mamá, ¿y tú cuántos años tienes?

Paula le dijo su edad y Luna insistió:

—¿Antes o después de Cristo?

Es justo aclararle hoy a mi nieta, que soy una evangelista después de Cristo, que pertenezco a México y a una vida nacional que se escribe todos los días y todos los días se borra porque las hojas de papel de un periódico duran un día. Se las lleva el viento, terminan en la basura o empolvadas en las hemerotecas. Mi padre las usaba para prender la chimenea. A pesar de esto, mi padre preguntaba temprano en la mañana si había llegado el “Excélsior”, que entonces dirigía Julio Scherer García y leíamos en familia. Frida Kahlo, pintora, escritora e ícono mexicano dijo alguna vez: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.

A diferencia de ella, espero volver, volver, volver y ese es el sentido que he querido darle a mis 82 años. Pretendo subir al cielo y regresar con Cervantes de la mano para ayudarlo a repartir, como un escudero femenino, premios a los jóvenes que como yo hoy, 23 de abril de 2014, día internacional del libro, lleguen a Alcalá de Henares.

En los últimos años de su vida, el astrónomo Guillermo Haro repetía las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Observaba durante horas a una jacaranda florecida y me hacía notar “cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando”. Esa certeza del estrellero también la he hecho mía, como siento mías las jacarandas que cada año cubren las aceras de México con una alfombra morada que es la de la cuaresma, la muerte y la resurrección.

Muchas gracias por escuchar.

Libro de Roberto Pineda sobre movimientos populares en El Salvador 1810-2010

Libro de Roberto Pineda sobre movimientos populares en El Salvador 1810-2010

SAN SALVADOR, 7 de octubre de 2014 (SIEP) “Es una contribución al conocimiento de las raíces populares de las luchas sociales que ha vivido nuestro país en los últimos doscientos años…”indicó Roberto Pineda, autor de Las luchas de los movimientos populares en El Salvador 1810-2010.

La obra de 120 páginas, sale a la luz bajo el sello de Ediciones Prometeo Liberado y pasa revista a las principales expresiones de lucha popular a partir de los esfuerzos por liberarse del yugo español hasta las luchas del siglo XXI por la democracia y el socialismo.

Agregó Pineda que “el hilo conductor de esta obra es la continuidad existente entre los esfuerzos independentistas de los sectores liberales del siglo pasado; pasando por la larga lucha contra la dictadura militar; contra la oligarquía y el imperialismo; por la guerra popular revolucionaria; hasta la batalla por la conquista de un gobierno democrático.”

Concluyó que “entregamos un instrumento de análisis y debate, para que el movimiento popular pueda continuar avanzando; fortalezca su visión estratégica y afine su disposición táctica; para que fortalezca sus principios e identifique su trayectoria histórica de lucha y de victorias”

La vez que que el Chele Foremost iba a reclutar a Schafik…. Entrevista con Ricardo Martínez (segunda versión)

La vez que que el Chele Foremost iba a reclutar a Schafik…. Entrevista con Ricardo Martínez
BRISBANE, Australia, 1 de octubre de 2014 (SIEP) “Era mediados de abril de año 72 y realizaba por la mañana mi recorrido habitual repartiendo productos lácteos de la empresa Foremost en mi furgoneta por la Colonia El Roble, cerca de la U…”nos comparte Ricardo Martínez, revolucionario salvadoreño.

“Cuando de repente veo en una esquina un rollo de volantes diseminados por el suelo, me acerco a leer y alcanzo a distinguir en letras rojas: ¡La paz para los ricos ha terminado! ¡La guerra del pueblo ha comenzado! ¡puta! me digo, ¿qué es esto? Parqueo el carro rápido y me bajo a recogerlos.

“Y decido comenzar a repartirlos, yo ya era sindicalista y enemigo de la dictadura militar y el mensaje me llegaba, me tocaba…y aunque no estaba organizado políticamente andaba buscando donde meterme para luchar.

Tranquilamente me fui por ese pasaje repartiendo bajo las puertas de las casas, como en la quinta casa, cuando me retire oí que abrieron la puerta y salió un señor y me llamó. Ya lo conocía, era el esposo de Doña Blanquita.”

“Al acercarme, me dijo: Hola Chelito ¿cómo has estado? ¿Y vos andás repartiendo esto? Le dijo que sí. ¿Y cómo andas repartiendo esto así? ¿No ves que te van a capturar? Y me invitó a su casa. Por mi mente pasó la idea: ¡aquí tengo ya mi primer reclute para la causa! Le explique como había obtenido los volantes. Nos tomamos un café y luego regrese a mis labores.”
“Quedamos de vernos en la U y fui. Me explicó como estaba la situación política del país y hasta la situación internacional. Me tuvo como tres horas. Le pregunte si era profesor de ahí y me dijo que no. Al final me regaló un folleto con su nombre y entonces descubrí que se trataba del mismísimo Schafik, del que ya había oído hablar. Al pasar lo días fui invitado a un circulo de estudios y finalmente llegue a ser miembro también del PCS.

La vez que el Chele Foremost iba a reclutar a Schafik…Entrevista con Ricardo Martínez

BRISBANE, Australia, 1 de octubre de 2014 (SIEP) “Comencé a trabajar en la Foremost en 1968 como repartidor de leche en una furgoneta, en esos momentos pasaba momentos muy difíciles por falta de empleo y cuando llene los papeles di un numero falso de licencia de conducir motos para poder conseguir el trabajo…” nos comparte el revolucionario salvadoreño Ricardo Martínez.

Agrega que “en ese año me afilie al sindicato, no conocia a Schafik, repartia la leche en toda la zona de la colonia Libertad, col San José, parte de Miralvalle y alrededores de la U. Una mañana observe en un predio baldío un manojo de hojas volantes, las recogí y al ver el contenido dije: ¡Puta! Esto esta vergón que lo lea la gente, iba dejando la leche en las casas y dejaba en cada una un volante para que lo leyeran los clientes.”

A Schafik le pasaba dejando todos los dias un bote de leche, nunca lo miraba a él solamente a su esposa Doña Blanquita, porque ella recibía la leche y me pagaba, era una costumbre platicar un par de minutos con los clientes lo cual hacia con ella en esas conversaciones notaba que ellos tenían simpatía por las causas populares.”
Ese día le di a ella el volante diciéndole, mire lea esto con su esposo que está muy bueno, Doña Blanquita me dijo: Espere un momento aquí esta mi esposo para que platique con él. Hola chelito me dijo Schafik, donde encontró ese volante me preguntó, respondiéndole yo como lo había obtenido.”
“Mire le dije yo léalo bien que está muy bueno el boletín y le voy a dejar otros más para darle a la gente y que se concienticen, a lo que Schafik me respondió:, está bien déjelos, me gustaría preguntarle si tiene tiempo esta semana para que nos reunamos en la U para que hablemos de esto y otras cosas más, fui a la cita que duro casi tres horas donde me dio toda una charla de economía política, materialismo dialectico y mucho mas saliendo de la U nuevito de mi forma de pensar y con muchas ganas de luchar.”
-Disculpe le dije, ¿Usted es profesor aquí? No me dijo le voy a regalar este folleto escrito por mi y va ver quién soy yo, allí me di cuenta que Schafik era miembro del PCS, con los días fui invitado a un circulo de estudios y finalmente llegue a ser miembro también del PCS.”

Entrevista al Partido Comunista de Venezuela (PCV)

Entrevista al Partido Comunista de Venezuela (PCV)

sep 29

Publicado por Julio

Decidí realizar una entrevista mediante e-mail al Partido Comunista de Venezuela, básicamente porque, al ser un partido diferente al PSUV, partido gobernante en el país, sabía que podían aportar un punto de vista diferente al que aporta el PSUV, la cual cosa ayuda analizar mejor la situación del país.

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La verdad es que me he encontrado perplejo ante el buen trato, la buena respuesta y el punto de vista que ha aportado el PCV con esta entrevista, me han sorprendido gratamente. Agradecemos, pues, el trato cordial del PCV y del Consejo de Redacción del Partido, Tribuna Popular.

Además, os enlazamos un .pdf donde leer la entrevista. CUESTIONARIO Mundo Republicano

1- ¿Cuál es la situación del PCV actualmente? ¿Es una fuerza con bastante apoyo y que tiene su eco mediático o más bien son una fuerza pequeña? ¿Con cuántos diputados cuentan?

El PCV tiene representación parlamentaria en todos los niveles de la estructura política del Estado venezolano: un diputado en el Parlamento Latinoamericano, tres en la Asamblea Nacional, 12 en distintos Consejos Legislativos Estadales, y 65 concejales municipales. Todo ello es resultado de la todavía modesta pero creciente votación que aporta nuestro Partido – dentro de la coalición de organizaciones que impulsa el proceso de cambios– en cada uno de los procesos electorales que tienen lugar en Venezuela prácticamente todos los años. Nuestra fortaleza, medida en términos de participación electoral, es actualmente alrededor de 3% de los votos a escala nacional, pero en ciertas zonas del país ese porcentaje es muchísimo mayor, y en algunos municipios hemos alcanzado votaciones que van desde el 25% hasta 42%, a resultas de lo cual contamos en la actualidad con 5 alcaldes militantes del PCV.

Estamos creciendo también en número de miembros, en los últimos tiempos con algo más de rapidez que lo habitual, siempre en estrecha relación con el desarrollo general del Partido; pero ni el crecimiento numérico de nuestras filas ni la mejoría de nuestros resultados electorales miden efectivamente el verdadero progreso de nuestro Partido ni señala nuestra perspectiva futura. Nos definimos como un Partido de cuadros con proyección de masas, que aspira a generar una ruptura del sistema capitalista, sus instituciones y valores, no a administrarlo; por lo que obtener victorias electorales no está entre nuestras principales preocupaciones, sino mucho más la calidad de nuestros organismos y cuadros, por lo que jerarquizamos nuestros esfuerzos a garantizar la formación político-ideológica de nuestros militantes y el correcto funcionamiento de nuestros organismos, para influir cada vez más y mejor en la necesaria concientización, organización y movilización revolucionaria del pueblo trabajador.

Por su trayectoria y por su consecuencia junto a las luchas de los trabajadores, las posiciones del PCV tienen peso en la opinión pública y en los escenarios políticos. Además, tenemos en la actualidad un espacio de influencia amplio y significativo en el ambiente obrero-sindical, y en menor medida entre las organizaciones campesinas, las organizaciones y movimientos de mujeres y las organizaciones comunales. Asimismo, la Juventud Comunista de Venezuela tiene su actividad de masas propia, especialmente en los espacios de jóvenes trabajadores y de estudiantes.

2- ¿Cuál es la relación del PCV con el PSUV? ¿Qué diferencias hay entre las políticas de uno y del otro?

Formalmente, ambos partidos somos miembros del llamado “Gran Polo Patriótico”, amplia coalición que desde 2011 integra a docenas de organizaciones políticas y sociales de todo el país, y que debería servir como espacio para la dirección colectiva del proceso de cambios, para el debate de políticas, para el análisis crítico y autocrítico de las decisiones gubernamentales, y para la definición de lineamientos estratégicos con la participación de todas las organizaciones que estamos comprometidas en este proyecto.

Pero en la realidad, esta instancia funciona apenas como un aparato utilitarista de movilización electoral, y no cumple ni ha cumplido su misión como “comando supremo” del proceso político. El PSUV, valido de su enorme tamaño y su condición de partido de gobierno, ha mantenido generalmente una actitud hegemonista, frente a nuestro Partido y frente a los demás integrantes del GPP, y no ha permitido nunca que se desarrolle la posibilidad de un espacio de debate y construcción colectiva. Esto ha causado no pocas fricciones entre nuestros partidos desde el propio inicio del gobierno del Presidente Chávez, cuya formación militar y estilo personal de mando limitaban las posibilidades de articulación e intercambios.

Las relaciones con el Presidente Maduro, quien proviene de la militancia política de izquierda y tiene experiencia como activista en diversos ambientes sociales y especialmente en los medios sindicales, han sido hasta ahora menos tensas, pero esto no se ha traducido en mejoras reales en cuanto al funcionamiento del GPP ni en cuanto a la construcción de espacios de auténtica dirección colectiva.

Confluimos con el PSUV especialmente en el objetivo de la lucha antiimperialista, tomando en cuenta que es un partido poli-clasista; de orientación reformista; con un perfil ideológico difuso en el que se articulan elementos democratacristianos, socialdemócratas, nacionalistas y marxistas; controlado en lo fundamental por fuerzas de origen pequeño-burgués y de las capas medias. En la perspectiva de la Revolución Socialista –aun por conquistar–, en el proceso de definición y deslindes de la lucha de clases, consideramos que los sectores progresistas del PSUV podrán jugar un importante papel.

3- ¿Suelen confluir en las decisiones del Gobierno o suelen estar en contra?

El PCV mantiene una posición autónoma, crítica y propositiva ante el gobierno y ante el PSUV. Esto significa que, aunque dentro del contexto de las agudas contradicciones que enfrentan a Venezuela con el imperialismo global, mantenemos nuestro apoyo al gobierno como lo hemos hecho desde 1999, nos reservamos el derecho a exponer nuestros propios planteamientos acerca de la situación nacional y nuestras opiniones y valoraciones sobre las políticas adelantadas por el gobierno. Tanto en las páginas de nuestro periódico, Tribuna Popular, como en el marco de la rueda de prensa semanal que sostiene nuestro Buró Político todos los lunes, damos a conocer públicamente, de manera cordial pero franca y directa, nuestras divergencias con el gobierno, que son especialmente agudas en materia de política económica y en materia de asuntos laborales.

Es compleja la situación en que se encuentra nuestro Partido desde 1999: no somos ni queremos ser oposición a un gobierno que pese a todo continúa teniendo una orientación general popular, democrática y antiimperialista; pero no somos ni podemos ser parte de un gobierno al que consideramos expresión de fuerzas que, por su naturaleza y vocación histórica, se oponen a la profundización revolucionaria de los cambios democráticos con miras a una perspectiva socialista en nuestro país.

Nuestro Comité Central, el pasado mes de julio, lo resumió en una declaración política: “El PCV […] nunca ha centrado su accionar ni su política en la búsqueda de cargos o prebendas. La razón de ser del PCV no es ocupar Ministerios o puestos en instituciones del Estado burgués, sino constituirnos legítimamente en fuerza concientizadora, organizadora y movilizadora de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, para la lucha antiimperialista, la defensa de la independencia, el impulso del desarrollo soberano y la conquista del Poder para la construcción de la sociedad socialista.”

4- Según el punto de vista del PCV, ¿cuál es el estado de la Revolución en Venezuela, si es que la hay?

Esta pregunta ya ha quedado parcialmente respondida, pero podemos ser más precisos y enfáticos: no creemos que haya habido revolución alguna en Venezuela en 1999. El 14º Congreso Nacional de nuestro Partido, reunido en agosto de 2011, lo expresó así: “Lo que ha ocurrido, esencialmente, es que la burguesía asociada y subordinada a los monopolios imperialistas […] que ejercía el dominio del Estado […] ha sido desplazada del control estatal, pero en general no por las clases y capas realmente interesadas en un cambio revolucionario. Son otros segmentos de la burguesía, y fundamentalmente de la pequeña burguesía, asociados a ciertos grupos e individualidades civiles y militares, quienes, pese a la resistencia de factores progresistas y revolucionarios, ahora determinan la tendencia dominante en la dirección del Estado, no para transformarlo y crear un Estado Democrático-Popular Revolucionario, sino para administrar la renta petrolera bajo monopolio estatal, introduciendo reformas sociales y políticas, pero preservando el modelo económico rentista tradicional y el tipo de Estado burgués que corresponde a tal modelo, altamente burocratizado, elitesco, ineficiente, corrupto, populista y asistencialista.”

En los cuatro últimos años, se ha venido observando un desgaste creciente del impulso y el nivel de apoyo popular que tuvo ese proceso de cambios desde su inicio, desgaste que se detuvo y revirtió parcialmente por la reacción emocional del pueblo ante la enfermedad y muerte del Presidente Chávez. La transición al gobierno ahora presidido por Nicolás Maduro se cumplió con relativa normalidad y sin grandes sobresaltos, pero desde entonces ha quedado cada vez más en evidencia que la tendencia hacia el desgaste continúa y hasta se acentúa, ahora agravada por los severos problemas económicos que enfrenta el país. Adicionalmente, persiste el empeño de algunos grupos de la extrema derecha nacional, auspiciados y apoyados por intereses imperialistas globales (que tienen sus sedes principales de coordinación y dirección en EE.UU., Colombia y España), en derrocar por cualquier vía al legítimo gobierno nacional y revertir los cambios habidos en los últimos 15 años. Hasta ahora les ha sido imposible lograr sus objetivos, principalmente debido a las fortalezas que todavía mantiene el proceso de cambios, pero también en alguna medida como resultado de sus propias divisiones internas. No obstante, siguen siendo un peligro latente.

5- ¿En qué luchas está centrando los esfuerzos el PCV?

La 13ª Conferencia Nacional de nuestro Partido, recién concluida en agosto de este año, acaba de ratificar y enfatizar la línea política del PCV hacia la construcción de un bloque obrero-popular revolucionario integrado por las fuerzas políticas y sociales genuinamente comprometidas con la profundización de los cambios hacia una verdadera revolución. Este bloque, ya en construcción alrededor de un núcleo central conformado por los sectores más conscientes y organizados del movimiento obrero-sindical, está llamado a disputar el poder político en Venezuela en el mediano plazo.

Ello requiere avanzar aceleradamente hacia un cambio en la correlación de fuerzas, que es en la actualidad abrumadoramente contraria a tal posibilidad por estar clara y decididamente bajo el control de una coalición de sectores de la pequeña burguesía en auge, de la burguesía comercial-importadora, y del capital financiero. Para lograr tal cosa, estamos haciendo esfuerzos intensificados en la organización y fortalecimiento del núcleo central obrero-sindical de este bloque de fuerzas, lo que, por cierto, nos está llevando a una nueva ronda de confrontaciones cada vez más agudas con el gobierno y su política en materia laboral y sindical, que es en general favorable a los intereses patronales y contraria a la organización autónoma y clasista de las y los trabajadores.

6- Según vuestro punto de vista, ¿se está produciendo una reducción de la pobreza en Venezuela? ¿Cómo creen que está la sociedad venezolana a día de hoy?

Hubo efectivamente una sustancial reducción de la pobreza entre los años 2004-2010, en comparación con los niveles existentes antes de 1999. Ello fue en buena medida resultado de los planes extraordinarios (llamados “Misiones”) puestos en práctica por el gobierno nacional para atender las necesidades sociales más urgentes, los cuales lograron resultados muy exitosos en plazos relativamente cortos gracias al abundante financiamiento que recibieron del gobierno y al masivo apoyo popular de que disfrutaron.

Desde 2011, y especialmente en 2013 y 2014, no obstante, este avance se ha desacelerado, debido por un lado a las dificultades financieras que atraviesa el país, y por otro lado, a los vicios y deformaciones que han aparecido en las propias “Misiones”. La persistencia de las dificultades económicas nacionales al día de hoy, la improvisación, el coyunturalismo y el efectismo, hacen temer por la continuidad a mediano plazo de esos esfuerzos sociales, y por la sostenibilidad de los avances logrados.

7- ¿Que políticas aplicaríais para mejorar la vida de los venezolanos y venezolanas?

Desde hace más de un año, y con mayor fuerza tras la reciente 13ª Conferencia Nacional de nuestro Partido, hemos venido proponiendo una “Nueva y Revolucionaria Política Económica”, fundamentalmente distinta de la aplicada por el gobierno a lo largo de estos años, que no ha sido capaz de evitar las tremendas dificultades que enfrenta el país en esta materia y hasta podría haberlas agravado.

Esta “Nueva Política” es una propuesta amplia y completa de reorganización de la economía nacional desde sus propias bases, e incluye entre otros puntos: un programa general de industrialización y estímulo a la economía productiva con generación de empleos de calidad; la nacionalización completa de la banca y el sistema financiero; la nacionalización completa del comercio exterior, a fin de evitar los efectos perniciosos de la importación de bienes y servicios que deberíamos producir nacionalmente, y de la hemorragia de divisas que esa importación requiere; la reforma integral del sistema tributario, con eliminación del IVA y aumento sustancial de los impuestos al capital; el establecimiento de un sistema de planificación central participativa de la economía; el reordenamiento de las finanzas públicas y del gasto presupuestario del Estado sin afectar los intereses del pueblo y los trabajadores. Hay un vivo y creciente interés en diversos sectores de la clase trabajadora y el pueblo todo por nuestras propuestas, ante las estrecheces que hoy enfrenta el país y ante la perspectiva de que éstas se agraven en el futuro cercano, ya sea por la persistencia de la actual política económica o por la introducción de reformas con negativo impacto en los sectores populares.

8- Hace poco pudimos leer la noticia de que el gobierno de Venezuela estaba construyendo casas abrigo para niños huérfanos de Palestina. ¿Es cierta? ¿Cómo se encuentran las obras de las casas o ya están hechas?

Entendemos que el gobierno nacional ha tenido un nuevo gesto de solidaridad internacionalista con el pueblo palestino, al cual siempre ha apoyado tanto en los foros políticos y diplomáticos mundiales como a través de acciones concretas de ayuda humanitaria. Es cierto que en este caso ha habido un ofrecimiento del gobierno venezolano de recibir grupos de niños y adolescentes palestinos que hayan sufrido la desarticulación de su grupo familiar como resultado de los recientes ataques sionistas contra la franja de Gaza, pero no contamos con la información sobre el estado actual de las conversaciones con el gobierno palestino al respecto.

En todo caso, el gobierno venezolano tiene en marcha desde hace unos tres años un gigantesco plan de construcción de viviendas, denominado “Gran Misión Vivienda Venezuela”, que ha producido y entregado a familias de bajos ingresos unas 700 mil unidades habitacionales totalmente equipadas y amuebladas, virtualmente sin costo alguno. No nos sorprendería que, de concretarse el traslado de grupos de huérfanos palestinos a nuestro país, se destinen a este fin algunas de las decenas de miles de unidades actualmente en construcción.

Lo que sí podemos asegurar es que esos niños serían tan bien recibidos como lo han sido siempre los numerosísimos árabes de distinto origen que han inmigrado a nuestro país por distintas razones y se han establecido aquí desde la llamada Segunda Guerra Mundial, como lo fueron los cientos de miles de refugiados de la Guerra Civil española que aquí encontraron su nuevo hogar, o como lo son en la actualidad los refugiados de guerra colombianos que han venido a nuestro país huyendo de la dura situación que persiste en el suyo.

9- ¿Qué opináis del proceso de independencia de Catalunya?

Con todo respeto por los asuntos internos y las políticas de las organizaciones progresistas y revolucionarias del Estado español y de cada una de las Comunidades Autónomas que por ahora lo integran, una independencia que garantice la consolidación del poder de la burguesía catalana sobre el pueblo trabajador de ese territorio, sería un avance tan pequeño y tímido que no merece en nuestra opinión tanta atención como la que se le ha dado. Y esa es precisamente la dirección en que parecen soplar los vientos predominantes en la mayoría de las Comunidades Autónomas en que se ha planteado seriamente el tema de la independencia: proyectos independentistas impulsados por coaliciones bajo la clara hegemonía de fuerzas de derecha y centroderecha (CiU en Catalunya, PNV en Euskal Herria, etc.), que han logrado cooptar a amplios sectores populares con legítimos y muy respetables sentimientos nacionalistas, pero cuyos intereses de clase no serán favorecidos en lo absoluto por una independencia lograda bajo las condiciones que imponga la correlación de fuerzas existente, de orientación y contenido claramente antipopulares. Estimamos de todas maneras que el referendo independentista planteado para Catalunya, sean cuales sean sus resultados, es un evento que puede tener consecuencias progresistas para toda España, al reabrir o reactivar oportunidades y debates políticos de mayor trascendencia, que han estado en general cerrados por décadas.

10- ¿Cómo veis la situación de España? ¿Veis posible que las fuerzas de izquierda puedan volver a conseguir el poder?

Habría que empezar, de nuevo con todo respeto, por definir con claridad qué o quién es la “izquierda” en la España actual. La frase “volver a conseguir el poder” sugiere que las fuerzas de izquierda lo han tenido en el pasado más o menos reciente, y eso, desde nuestro punto de vista, no es verdad.

Desde nuestra perspectiva, el PSOE es, como en general lo son todos los partidos llamados “socialistas” de Europa occidental, partícipe consciente y deliberado de un arreglo muy similar al esquema bi-partidista que regía en nuestro país hasta fines del siglo pasado, y que permite un cierto grado de alternabilidad “democrática” entre actores políticos que están, en lo esencial, todos comprometidos con la estabilidad y la perpetuación del estado de cosas reinante. Son por lo tanto de “izquierda” sólo dentro del estrecho marco definido por ese arreglo, por ejemplo en comparación con el PP; pero en cuanto a su potencial para impulsar cambios profundos hacia la genuina democratización del Estado español, no son de izquierda en lo absoluto.

La constitución post-franquista creó un marco jurídico que garantiza la continuidad del actual estado de cosas en España sobre la base de tres soportes político-institucionales igualmente comprometidos en sostener la llamada gobernabilidad: la monarquía, la “izquierda” y la derecha (esta última sin comillas). Y los acontecimientos de los últimos meses, que pudieron poner en jaque esa gobernabilidad si el partido “socialista” hubiera hecho honor a su nombre e historia remota y se hubiera opuesto a la perpetuación de la monarquía, así lo demuestran: nada puede esperarse de esa clase de “izquierda” si acaso llega a ganar las elecciones en el futuro, lo que no parece improbable.

Clases sociales y revolución en El Salvador de 1979

Clases sociales y revolución en El Salvador de 1979
Por Roberto Pineda 26 de septiembre de 2014

La necesidad de contar con un instrumental teórico que le permitiera orientarse en la complejidad de la situación político-social salvadoreña, para poder así enrumbar sus esfuerzos por una parte hacia la derrota de la dictadura militar y la conquista de un gobierno democrático y por otra, el desafío de fortalecer la voluntad colectiva del viraje hacia la lucha armada, definieron las líneas maestras del VII Congreso del Partido Comunista de El Salvador, PCS.

E VII Congreso fue celebrado en abril de 1979 en una residencia en la calle hacia Los Planes de Renderos, en la más absoluta clandestinidad. El congreso anterior se había celebrado en agosto de 1970 y el siguiente se realizó en marzo de 1993. Al final aparecen breves biografías de Norma Guevara, José Luís Merino y Farid Handal.

El VII Congreso del Partido Comunista de El Salvador. Abril de 1979

El VII Congreso del Partido Comunista de El Salvador, eligió una nueva dirección del partido, discutió y aprobó nuevos Estatutos y principalmente se enfocó en el debate y aprobación del documento Fundamentos y Tesis de la Línea General del Partido Comunista de El Salvador, que constituye sin duda alguna uno de los documentos teóricos fundamentales de los comunistas salvadoreños.

Este documento se divide en tres partes. La primera parte trata sobre los Fundamentos y Tesis de la Línea General del PCS y se divide en tres secciones: el esquema del desarrollo seguido por el capitalismo y la formación económico-social salvadoreña en conjunto; el sistema político de dominación y la Dialéctica de la crisis estructural.

La segunda parte comprende cinco capítulos: sobre el carácter y las fuerzas motrices de la revolución que madura en el país; sobre las Vías de la Revolución y Formas de lucha; sobre la Conquista de la Dirección de la Revolución Democrática, Antiimperialista por el Proletariado y su Partido; sobre el Frente Único y el aprovechamiento de las contradicciones en el campo enemigo y sobre la línea internacional del PCS. Y la tercera parte, que no fue de conocimiento público, trata sobre las Tesis de Organización. A continuación hacemos una síntesis de este importante documento.

En febrero de 1988 la periodista chilena Marta Harnecker entrevista al entonces Comandante Simón sobre el viraje del PCS a la lucha armada y este se refiere al VII Congreso de la siguiente forma:

“¿En qué momento tú sitúas el salto ideológico en el Partido, es decir, el abandono de los esquemas reformistas acerca de cómo llevar adelante el proceso revolucionario?
En el VII Congreso de abril de 1979, cuando decidimos virar hacia la lucha armada, aunque como te decía, fue culminación de un proceso de lucha ideológica interna, largo y sostenido.
A ver, explica un poco más eso.
Bueno. Cuando nosotros a finales del año 76, en la campaña electoral, le decíamos a las
masas: “hay que prepararse para defender con la violencia los resultados en las elecciones”, ése era ya un planteamiento de poder. Pero no era el planteamiento del poder revolucionario propiamente tal, sino del poder así, en general. ¿Quién iba a ganar el poder? Estas fuerzas democráticas asociadas en las urnas, que eran las que estaban capitaneando todo aquello.
Como lo de Allende, digamos, la vía pacífica…
No era tanto la vía pacífica, porque no tenía cabida en nuestro país. Nunca hubo elecciones como las de Chile. El nuestro era un planteamiento diferente: el acceso al poder a través de una rápida insurrección en la que una parte del ejército reaccionaba y le abría campo a aquel hombre que había ganado las elecciones, pero que, de hecho, implicaba que se mantenían las estructuras del estado burgués. Lo que debería ocurrir era una simple recomposición del gobierno. Creo que hay un hecho de 1985 que ilustra bien aquella idea nuestra en las elecciones de 1977: lo que pasó en Filipinas, el ascenso de Corazón Aquino al gobierno impulsado por la rebelde acción popular contra el fraude en las elecciones y el golpe militar que derribó a Ferdinando Marcos. Ese era más o menos el diseño nuestro.
¿Y eso es lo que cambia en el VII Congreso?
Sí, aunque empieza a cambiar antes, en febrero y marzo de 1977. Después hubo vacilación, retroceso, luego viene la convocatoria al congreso y, a propósito de ella, se inicia el análisis crítico de todo ese período en la propia dirección. Surge la posición autocrítica, viene el debate en el Partido y en la juventud. La discusión fue promovida por la dirección del Partido, la cual elaboró y bajó los documentos que sirvieron de base para ese debate, los que, con el aporte de los militantes, fueron enriquecidos. Cuando llegamos al congreso llevábamos un verdadero enfoque revolucionario. El congreso es
el salto.

El nuevo Comité Central, al que fueron incorporados los principales dirigentes de la Juventud Comunista y numerosos cuadros frescos surgidos de los escalones intermedios del Partido, adoptó medidas organizativas en gran escala para asegurar en la práctica el viraje del Partido. Así surgió entre nosotros el concepto de Partido en guerra, cuya idea central es hacer apto al Partido para cumplir su misión en la guerra. Ya desde antes de celebrarse el VII Congreso, el viraje del Partido había tomado un curso resuelto. Antes del golpe de estado de octubre nosotros estábamos empezando a realizar nuestra lucha armada, ya teníamos unidades realizando las primeras acciones, pequeñas acciones, claro.

Durante 1980 el paso a la lucha armada se aceleró y, por supuesto, con nuestra participación en la ofensiva del FMLN del 10 de enero de 1981, el viraje se consumó definitivamente. En nuestro caso se confirmó, pues, que en política no hay transformaciones instantáneas, ni químicamente puras. Pero en lo que se refiere a la dirección, había triunfado, ya desde el congreso, la posición correcta. Incluso el congreso es un salto en el enfoque unitario con respecto a las demás fuerzas
revolucionarias.

Nosotros habíamos venido planteando durante años la unidad de las fuerzas revolucionarias, pero, una cosa es la unidad de las fuerzas revolucionarias para que apoyen aquel otro proyecto, en una especie de unidad de acción, y otra cosa es la unidad de las fuerzas revolucionarias para construir la vanguardia de la revolución. Por eso yo te decía en la entrevista que tú me hiciste en 1982: El Partido Comunista no puede aportar a la unidad de las fuerzas revolucionarias si él mismo no rompe con el reformismo.

En el caso nuestro, no ocurrió que pasáramos de una posición contra la unidad a una posición a favor de ella, como ha sido el caso de algunos Partidos Comunistas de Suramérica. Nosotros estuvimos siempre por la unidad y lo que hubo fue un cambio de calidad en nuestra tesis sobre la unidad: pasamos de un planteamiento reformista a un planteamiento revolucionario del problema.
¿Y por lo tanto a impulsar lo que unos llaman la plurivanguardia, y otros el plurisujeto de la vanguardia o la vanguardia-síntesis…?
Sí, sí, seguro. La tesis que se plantea y aprueba en el congreso es la que sostiene que el
proceso de la unidad de las fuerzas revolucionarias debe ser el proceso de la construcción de la vanguardia de la revolución. Por eso te digo que el VII Congreso fue un salto ideológico en todo sentido.”

Por otra parte, en el VIII Congreso del PCS, realizado en 1993 en las faldas del Cerro de Guazapa se hace una valoración sobre el VII Congreso, la cual transcribimos:
“Después de las protestas violentas de febrero de 1977 impulsadas por el PC en defensa de la victoria electoral y del pleno del CC en abril de ese año en que se decidiera realizar el viraje hacia la lucha armada, transcurrieron dos “largos” años de intenso debate interno antes de que el VII Congreso, celebrado en abril de 1979, reafirmara la decisión del viraje.
A esas alturas, la lucha armada venía desarrollándose de forma creciente, impulsada por otras organizaciones revolucionarias, ante el cierre cada vez mayor por parte de la dictadura de espacios para otras formas de lucha y la profundización de la represión.
La incorporación del Partido a la lucha armada formaba parte de una respuesta más integral a los problemas fundamentales de la revolución. El Congreso dotó al PC de la necesaria fundamentación y proyección histórica; dejando claramente establecido el carácter democrático y antimperialista de esta primera etapa de la revolución con rumbo al socialismo, y en correspondencia con ello precisó las tareas principales de la misma. Resolvió el viejo y falso dilema teórico de la izquierda revolucionaria y en particular de los PC de contraponer la revolución democrática a la revolución socialista como si se tratara de dos revoluciones completamente separadas.
El séptimo congreso de nuestro partido aunque no logró percibir que nos encontrábamos en vísperas de la entrada a la guerra propiamente, abordó el problema de la vía de la revolución reafirmando la tesis general de que había que combinar todas las formas de lucha. Aunque de manera insuficiente, identificó a las fuerzas sociales interesadas en llevar adelante la revolución democrática; trazó los rasgos principales de la política de alianzas y los del enemigo principal de la revolución y se pronunció anticipadamente por la unidad revolucionaria del país.
El viraje acordado era integral y ponía el acento en la solución del problema del poder. Sólo faltaba que el Partido adoptara una conducta política práctica, en concordancia con esas decisiones, trazándose así, la consigna de construir un partido en guerra lo cual demostraba la determinación de consumar la incorporación plena a la lucha armada.
El triunfo de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, el 19 de julio, confirmó en lo fundamental las líneas trazadas en el Congreso. En particular le dio un impulso grande a la línea de la unidad de la izquierda, adoptada por el PC en el VII Congreso, guiado por la verdad refrendada por las experiencias revolucionarias mundiales pasadas y recientes de que para resolver bien el problema de la vanguardia es absolutamente necesario resolver bien el problema de la unidad de la izquierda.”
Fundamentos y Tesis de la Línea General del Partido Comunista de El Salvador

I. Esquema del Desarrollo seguido por el Capitalismo y la Formación económico-social salvadoreña en conjunto

A. – Tres etapas del desarrollo del capitalismo

Considera el documento del PCS que “el desarrollo del capitalismo, hasta su triunfo absoluto como formación económico-social en El Salvador, recorrió tres etapas: “los orígenes del capitalismo se remontan en nuestro país al último tercio del siglo XVIII, vinculados a la producción y explotación del añil. La agro-exportación del añil nació bajo el estimulo y condicionamiento de la creciente demanda de tintas para la industria textil de los países europeos más desarrollados en el sentido capitalista (Países Bajos, Inglaterra, etc.), que se encontraban entonces en pleno despliegue de la “revolución industrial.”

La segunda etapa “es la más larga; se desenvolvió durante un siglo vinculada a la aro-exportación del Café, desde mediados del siglo XIX hasta los años cincuenta del siglo XX. Aunque durante la primera etapa se crearon algunas premisas socio-económicas internas par e sucesivo desarrollo del capitalismo, ellas eran muy débiles. Esta segunda etapa fue en esencia, como la primera, un proceso inducido desde el exterior por la expansión de capitalismo europeo y, desde principios de este siglo, crecientemente también pro al expansión del capitalismo norteamericano, y no una transformación dinamizada principalmente por el desarrollo interior de la sociedad en nuestro país.”

La tercera etapa “se inició en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial y, más exactamente, desde “el golpe de los Mayores”, en diciembre de 1948, que originó una nueva faceta de la dictadura militar y del papel del Estado en el desarrollo económico nacional. En esta etapa, el desarrollo del capitalismo se dinamizó vinculado en parte a al diversificación de la agro-exportación (con el algodón y el azúcar) pero principalmente a ala industrialización seudo sustitutiva de importaciones, cobijada en el mercado común centroamericano.”

B. Rasgos históricos de la formación económico-social salvadoreña

Considera que “en El Salvador el capitalismo se originó como un proceso de ruptura y desintegración lenta e incompleta de las estructuras económico-sociales y la super-estructura político-ideológica de la formación colonial (mezcla feudal-esclavista comunitario primitiva, con predominio feudal), por la acción de una fuerza externa a ellas; la fuerza expansiva del capitalismo europeo occidental. Por otra parte, en nuestro país el capitalismo se “asentó” primero en ciertas ramas de la agricultura y , desde allí, e extendió al comercio, a los transportes y, mucho más tarde, a la industria.”

Sostiene que “la primera etapa del desarrollo del capitalismo en nuestro país se desenvolvió cuando el capitalismo internacional más avanzado se encontraba en las condiciones pre-monopolistas y no se había impuesto todavía como sistema dominante mundial. La segunda etapa del desarrollo del capitalismo “salvadoreño” transcurrió cuando el capitalismo internacional realizaba su tránsito al capitalismo monopolista, hacia el imperialismo. La tercera etapa del desarrollo del capitalismo…transcurrió cuando EE.UU. se convirtió en la potencia imperialista hegemónica a nivel mundial y absolutizó su dominio sobre América Latina.”

II.- Característica Actual de la Formación Económica-Social Salvadoreña y su Crisis

A.- Aspectos Generales

Afirma que “El Salvador es hoy un país capitalista dependiente, con un desarrollo mediano de agudos contrastes: mientras por un lado han surgido incluso monopolios nacionales privados y estatales y se ha formado una oligarquía financiera, por otro lado arrastra no pocos remanentes pre-capitalistas, en especial, un grave problema agrario. El país soporta una antigua dictadura militar derechista, ahora en trance de fascistización.”

“El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas es aún bajo, avanza con lentitud, desequilibrios y deformidades; la agro-exportación de café, algodón y azúcar tiene todavía un peso decisivo en la economía nacional; al sujetan al mercado internacional dominado por los monopolios imperialistas.”

B.- El problema agrario

Plantea que “la mayor parte de la tierra disponible para la agricultura es propiedad de un puñado de grandes terratenientes:1, 961 latifundios, que son menos del uno por ciento del total de explotaciones agropecuarias…en el extremo opuesto hay 252,481 minifundios, que son el 93% del total de explotaciones y poseen en conjunto 572,579 manzanas, es decir, sólo el 27% de la tierra agrícola. A causa del monopolio sobre la tierra, las tres cuartas partes de la población del campo, carecen en absoluto de propiedad sobre la tierra.”

“Los niveles más altos del desarrollo de la agricultura están en los cultivos de exportación (café, algodón, caña de azúcar). Estos cultivos son la mayor fuente de empleo en el campo, pero solo durante temporadas que, en conjunto, no son mayores de 4-5 meses en el año. En e tiempo restante reina la desocupación y ello permite mantener, en provecho de los señores de la tierra y de los empresarios de la agro-exportación en general, un nivel miserable de salarios para las masas trabajadoras del campo.”

¿Dos caminos de solución alternativos para el problema agrario?

Subraya que “la vía terrateniente de desarrollo del capitalismo en la agricultura es la que se ha venido practicando en nuestro país desde principios de siglo pasado. Para empujar el carro de la historia por este camino, incluso se despojó a las masas trabajadoras de la tierra ejidal y comunal…”

“El camino terrateniente de desarrollo capitalista ha consistido en una parcial y paulatina eliminación de las supervivencias pre-capitalistas por medio de la conversión de los latifundios semi feudales donde predominaban la renta de la tierra como relación económica fundamental entre los terratenientes explotadores y los campesinos explotados, en latifundios capitalistas, donde predomina el salario como relación económica entre los empresarios de la agricultura y los trabajadores. La tierra continua siendo propiedad de los terratenientes.”

C.- Las clases sociales en El Salvador

Establece que “las clases fundamentales de esta sociedad son la burguesía y el proletariado; por otro lado, existen junto a ellas clases y capas secundarias: los terratenientes, los campesinos, la pequeña burguesía, las capas intermedias (capas medias urbanas y las llamadas “capas marginales”) y el lumpen proletariado.”

Las clases fundamentales

“Son clases fundamentales aquellas sin las cuales es imposible la existencia del modo de producción predominante ( en nuestro caso, el capitalismo)y que, a su vez, deben su origen a dicho modo de producción.”

La Burguesía

Considera que “si se tiene en cuenta su vinculación con los monopolios imperialistas extranjeros “interiorizados” en nuestro país y con el creciente sector del capitalismo de Estado, en la burguesía se distinguen varios agrupamientos formados por ejecutivos y asociados de las sucursales de dichos monopolios de las empresas de capital mixto; o por altos ejecutivos de las empresas capitalistas estatales (CEPA, CEL, INSAFI, FSV, FIGAPE, FNV, COFINTA, etc.), algunos de los cuales son la vez ricos empresarios privados.”

“Si se tiene en cuenta su ubicación en las distintas ramas de la actividad económica, la burguesía comprende varios sectores: burguesía agraria (en fuerte medida, agro-exportadora) burguesía industrial, burguesía bancaria, burguesía comercial (en la cual se comprende la de los servicios). En el curso de las últimas dos décadas ha tenido lugar l fusión de ciertos grupos de banqueros, industriales, empresarios agro-exportadores, comerciantes, capitalistas de las sucursales de los monopolios extranjeros o vinculados a ellos y/o a las empresas estatales, dando origen a una oligarquía financiera muy rica que se encuentra hoy en plena expansión de su poderío.”

El proletariado

Según este documento “se integra fundamentalmente pro dos sectores: el proletariado industrial y, en general urbano y el proletariado agropecuario. En el proletariado industrial y urbano debe distinguirse a los obreros de la industria moderna, la construcción, la electricidad y el transporte, que son un típico fruto del desarrollo capitalista, ya los operarios de tipo artesanal.”

Mientras que “el proletariado agropecuario lo forman en gran mayoría trabajadores asalariados no calificados, llamados jornaleros, pero también los trabajadores calificados de beneficios de café, ingenios azucareros, establos y haciendas ganaderas modernas, salineras y empresas pesqueras, plantas almacenadoras, conductores y mantenedores de maquinaria agrícola y transporte automotriz, operarios artesanos radicados en cantones y poblaciones rurales.”

Las clases secundarias. La pequeña burguesía

Ubica el documento en este sector social “a los artesanos con talleres operados por ellos mismos o con sus familiares: telares manuales, zapaterías, sastrerías, costurerías, elaboración de sombreros de palma, lazos y demás jarcias, joyerías, peluquerías salas de belleza, talleres de reparaciones diversas, etc.”

Incluye también “locatarias de los mercados y plazas otros pequeños comerciantes propietarios de pulperías o establecimientos vinculados a la esfera de los servicios; operados por ellos mimos o con ayuda de familiares, como molinos de nixtamal, comedores, tortillerías o pupuserías, otros pequeños propietarios, como taxistas y demás transportistas dueños de los vehículos que manejan, fumigadores dueños de los equipos operados por ellos, etc., y l categoría con menores ingresos de los pequeños rentistas.”

Los terratenientes

Opina que “la clase de los terratenientes no desaparece con el desarrollo capitalista. Ellos por lo general se transforman en ricos arrendadores de su tierra y hacen una vida cada vez más parasitaria: muchos se limitan a depositar sus rentas en los bancos del país o del extranjero. Algunos se insertan dentro de la burguesía ( grande o media) invirtiendo sus renta en actividades económicas modernas, no agropecuarias y continúan también siendo terratenientes.”

El campesinado

Explica que “son trabajadores que realizan cultivos propios , ya sea en tierra de su propiedad, o en tierra ajena por cuyo uso pagan una renta en dinero (“terraje” o alquiler) en producto (“censo”) en trabajo (“obligación), o combinadas estas tres modalidades. Se distinguen tres capas: pobres, medios y ricos. Los campesinos pobres o semi-proletarios no poseen tierra propia, sus cultivos, laborados por ellos mimos, sólo les permite obtener una escasa producción para subsistir una parte del año; durante la otra parte se desplazan hacia las plantaciones capitalistas y también, en cierta medida, a las obras de construcción y carreteras y trabajan allí por salario.”

Las Capas Sociales Intermedias

Enfatiza que son “agrupamientos numerosos de la población…que se encuentran situadas entre el proletariado y la burguesía, o debajo del proletariado, entre este y el lumpen proletariado. Son capas intermedias las capas medias urbanas y las “capas marginales. Las capas medias urbanas realizan un trabajo predominantemente de tipo intelectual y cuyos ingresos no provienen de la explotación del trabajo ajeno sino es realizado directamente por ellos.”

Incluye en estos sectores a “los profesionistas libres (médicos, abogados, dentistas, que ejercen su profesión por cuenta propia; cierto tipo de empleados ligados a formas atrasadas de la producción, el comercio, los servicios y la administración pública (empleados de la gran mayoría de alcaldías, juzgados, beneficios de café, tiendas en las ciudades del interior del país, ciertas categorías de parteras y enfermeras “prácticas”, de maestros de escuela, etc., de sacerdotes y sub-oficiales de filas, comisionistas –“coyotes”- . A las de este tipo las llamaremos “capas medias tradicionales”.

Otra parte de las capas medias urbanas, que llamaremos “modernas” se han originado y continúan ensanchándose como resultado del desarrollo del capitalismo dependiente, están ligadas a la industria, el comercio, los servicios y la administración pública; técnicos, contables, empleados de oficina (de bancos, empresas industriales, administración pública, empresas comerciales o de servicio, etc.), profesionistas, estudiantado universitario, artistas, periodistas, investigadores científicos, la mayor parte de los maestros de la educación primaria , media y superior, vendedores comisionistas y promotores de ventas, etc. Entre las capas medias se distinguen básicamente tres grandes sectores: el sector asalariado, la intelectualidad y el sector pequeño propietario.”

Las capas marginales

Son consideradas como “grupos muy numerosos de personas que no cuentan con medios de producción y no tienen un lugar estable dentro del sistema de la producción y la organización social del trabajo…viven en un desempleo crónico, enmascarado por las actividades a veces mercantiles, a veces en la esfera de los servicios personales , ocasionalmente en la pequeña producción artesanal(ventas callejeras, servicio domestico, reparaciones ambulantes de calzado, fontanería, etc.) o por breves períodos de ocupación como peones de la construcción, etc….Son le fruto de l expansión del capitalismo en la agricultura, de la desposesión de miles de campesinos, de la extensión de la miseria en el campo.”

El lumpen-proletariado

Los identifica como “un capa formada por elementos desclasados: ladrones, prostitutas, narcotraficantes, bandidos en general. El lumpen-proletariado ha crecido considerablemente durante las últimas tres décadas, cuando se aceleró la expansión del capitalismo como modo de producción….La conducta política del lumpen-proletariado es sumamente inestable, pero en general es una capa dispuesta a venderse a la reacción….es fuente de reclutamiento de las bandas de asesinos, torturadores y demás esbirros, cuyas filas han experimentado un gran crecimiento durante los años setenta, en el proceso de escalada represiva fascista.”

Algunas peculiaridades de las clases y capas sociales salvadoreñas

Apunta “con respecto al proletariado, ya hemos dicho que en su mayoría esta formado por los asalariados agropecuarios y la mayoría de estos son trabajadores de temporada, entre los que se mezcla gran número de campesinos pobres. Por lo que refiere a nuestra clase obrera en particular, se mezclan en ella los obreros industriales (fabriles, de la construcción, transportes y electricidad), con obreros de tipo artesanal, que en verdad son supervivencias del capitalismo temprano e incluso representan a veces remanentes pre-capitalistas aún fuertes (aunque ya no mayoritarios).”

Agrega que “todos estos factores tienen su reflejo en la incompleta formación de la conciencia clasista de nuestro proletariado en general, y de nuestra clase obrera en particular, así como también en su débil organización. Al mismo tiempo, algunas de estas características ofrecen la posibilidad de adelantar con cierta facilidad el trabajo por la alianza obrero-campesina.”

El sistema político de dominación, evolución y crisis

Establece que “desde los comienzos del siglo actual, una parte de las tendencias objetivas del desarrollo capitalista en nuestro país, necesitaban para abrirse paso de un sistema político flexible y liberalizado. Grupos de la ascendente burguesía y algunos políticos ligados a la surgente intelectualidad, expresaban esta corriente. El primer intento en la dirección apuntada fue emprendido por el breve gobierno del Dr. Manuel Enrique Araujo (1911 a 1913. El gobierno de Don Pío Romero Bosque (1927-1931) fue el punto de viraje hacia un tímido proceso de liberalización del sistema político, lo cual se había convertido en una necesidad inaplazable en la segunda mitad de los años veinte.”

Señala que “a lo largo de sus 47 años de existencia, la dictadura militar derechista ha sufrido modificaciones en el contenido de los intereses clasitas por ella representados y defendidos, en sus pautas para el desarrollo nacional y en sus formas o métodos de gobernar. En general, pueden considerarse tres fases de esta evolución de la dictadura militar de derecha.”

Primera fase de la dictadura militar derechista: diciembre de 1931 a diciembre de 1948

Durante esta fase “la dictadura militar representaba y defendía, por sobre todo, los intereses de la oligarquía cafetalera, agro-exportadora y terrateniente. Su política económica fue el principal obstáculo que impidió en El Salvador la diversificación de la economía nacional y, en particular, el movimiento de industrialización sustitutiva de importaciones, que caracterizó la evolución de los países del cono sur del continente, después de la gran crisis económica, durante l Segunda Guerra Mundial y la inmediata post-guerra.”

Agrega que “un aspecto sobresaliente del régimen fue el hecho d que todo el mando estatal estaba estructurado bajo la autoridad personal del Presidente de la República, lo cual era inherente la tendencia a la permanencia indefinida del tirano en ese cargo, rodeado por su equipo de jefes militares de confianza, que envejecían junto con él en a cumbre del poder.”

Segunda fase de la dictadura militar derechista: del 14 de diciembre de 1948 a la guerra contra Honduras (14 de julio de 1969)

Considera que “el Golpe de estado de los Mayores abrió una nueva fase de l dictadura militar en cuya dirección se conjugaron inicialmente varias tendencias y sectores: la intelectualidad reformista civil y la joven oficialidad, frustradas en 1944, que aspiraban a la democratización del sistema político; grupo de la burguesía interesados en la diversificación d e economía nacional, entre los que se incluían algunos elementos agro-exportadores que habían iniciado la diversificación de sus propias inversiones y la aspiración, profundamente enraizada en el cuerpo de oficiales del Ejército, de asegurarse una mecanismo de relevo periódico en el mando político y la administración estatal.”

Señala que “se inició lo que podríamos llamar una apertura democrática limitada e inestable, varias veces cerrada y varias veces abierta. El estado asumió el papel de activo promotor de la industrialización, d el agro-exportación y de la reorientación del crédito bancario, se emitió una legislación incentivadota de la industria; se dinamizó al electrificación; se procedió a la construcción de una red moderna de carreteras, comunicaciones telefónicas y telegráficas, etc.”

Tercera fase de la dictadura militar derechista: de 14 de julio de 1969 a los días actuales

Establece que “al abrirse esta fase d la crisis estructural, surgió un nuevo brote de reformismo impregnado con las concepciones desarrollistas pro-imperialistas, en el aparato militar y civil de estado. Desde los finales del gobierno de Sánchez Hernández hasta los finales del gobierno del Coronel Mollina , esta corriente reformista caracterizada por su timidez y vacilación, se vino disputando la supremacía con la vieja tendencia conservadora y ultraderechista que ha sido la razón de ser de la dictadura militar.”

Concluye que “la dictadura militar derechista, abocada su propia caducidad histórica y empujada por los círculos más reaccionarios de la oligarquía financiera, de los terratenientes, de las transnacionales y del estado imperialista yanqui, ha buscado sobrevivir mediante la fascistización, pero no ha logrado institucionalizar este modelo. Al mismo tiempo, la alternativa de una nueva apertura democrática se le presenta hoy sumamente riesgosa: las contradicciones estructurales del sistema son ya muy agudas, el movimiento popular revolucionario ha experimentado un extraordinario desarrollo, la burguesía y el gobierno han perdido en proporción muy grande su base de apoyo político.”

Dialéctica de la crisis estructural. La crisis del sistema político y la dependencia.

Opina que “las espectaculares posibilidades de desarrollo de las fuerzas productivas que abre el mundo de hoy, en plena revolución científico-técnica, se encuentran bloqueadas para nuestro país por su propia estructura, es decir, por su sistema de relaciones de propiedad, producción, intercambio, distribución y la supeditación de su economía al imperialismo. La dependencia y el problema agrario, que inherentes al capitalismo dependiente que impera en nuestro país, constituyen los principales frenos al desarrollo nacional.”

Añade que “en el marco de la crisis estructural y política ha tenido lugar un fuerte incremento de la actividad financiera especulativa, principalmente en derredor de la industria de la construcción y las inversiones turísticas, ha adelantado el aburguesamiento de los latifundios y la proletarización de los campesinos, ha adelantado grandemente el proceso de fusión entre el capital bancario, industrial , comercial y agro-exportador, configurándose una oligarquía financiera, monopolista, “modernizante”, cada vez más entrelazada con las transnacionales imperialistas y sumamente poderosa.”

Concluye que “en El Salvador sonó la hora de la verdad, el combate abierto en la encrucijada de dos vías alternativas fundamentales de salida a la crisis de las estructuras y del sistema político: la solución revolucionaria democrática anti-imperialista, rumbo al socialismo; y la salida burguesa contrarrevolucionaria fascista, con o sin lapsos aperturistas o de “democracia restringida”, rumbo al capitalismo monopolista y monopolista de Estado dependiente.”

Norma Guevara

Nace en el departamento de La Unión. En 1973 se incorpora a la UES como estudiante de la carrera de Educción, ingresa al Frente de Acción Universitaria, FAU. Luego en 1974 a la Juventud Comunista (JCS). En el VII Congreso del PCS de abril de 1979 es electa para integrar la Comisión Política. Forma parte desde 1976 de la dirección del partido Unión Democrática Nacionalista (UDN) y representa a este en enero de 1980 en la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM). Durante la Guerra Popular Revolucionaria Celia formó parte de la conducción del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Al concluir el conflicto armado, forma parte de la Comisión para la Paz (COPAZ). En la actualidad es jefa de fracción del FMLN en la Asamblea Legislativa.

José Luís Merino

Nace en Santa Tecla en 1953. En 1966 se incorpora al movimiento sindical. En 1970 ingresa al Partido Comunista. Dirigente de la Juventud Obrera Salvadoreña (JOS). Dirigente de la Juventud Comunista de El Salvador (JCS). En 1974 asiste a la Escuela de Cuadros del PCUS. Participa del VII Congreso del PCS y pasa a integrar su Comisión Política. En 1981 Ramiro asume la conducción de las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), brazo armado del PCS. Ha sido diputado del PARLACEN, es miembro de la Comisión Política del FMLN; uno de los principales asesores de la empresa Alba Petróleo y candidato a diputado de la Asamblea Legislativa para las elecciones de 2015.

Farid Handal (1936 Usulutan 1994 La Habana)

En 1960 se incorpora al Partido Comunista. En 1964 asiste a la escuela de Cuadros en la URSS. En 1967 es parte del equipo de oradores de la campaña presidencial que realiza el PAR llevando como candidato al Dr. Fabio Castillo. En 1970 y 1974 es candidato a alcalde de Usulutan por el partido UDN. En 1981 Moisés forma parte de la Comisión Financiera (COFIN) del FMLN y viaja a Estados Unidos y Canadá. Ismael también impulsa la formación de CISPES en Estado Unidos y luego del Frente Mundial en Solidaridad con la Lucha del Pueblo Salvadoreño, en la ciudad de México. Muere en La Habana, Cuba en 1994.

Manifiesto del Comité Central del Partido Comunista a las clases trabajadoras de la República: obreros, campesinos y soldados

Manifiesto del Comité Central del Partido Comunista a las clases trabajadoras de la República: obreros, campesinos y soldados

Camaradas:

El Partido Comunista, que es el Director del Proletariado hacia la victoria final que solo podrá alcanzarse hasta que hayan sido suprimidas el hambre, la desocupación y todas las demás formas de esclavitud a que la clase rica y el imperialismo nos condenan a nosotros los trabajadores, ha sostenido para bien de los trabajadores una lucha encarnizada contra los gobernantes y los grandes propietarios. Primeramente los ricos y su gobierno trataron de desacreditarlo diciendo que el Partido Comunista era una banda de ladrones. Ladrones nosotros, los trabajadores, a quienes se nos roba nuestro trabajo, pagándonos un jornal miserable; nosotros a quienes están matando lentamente, condenándonos a vivir en mesones cochinos, sin agua, sin luz, o en cuarteles hediondos o trabajando día y noche en el campo bajo la lluvia y el sol. Somos calificados de ladrones por exigir el jornal que se nos debe, disminución en las horas de trabajo y en los terrajes, que son tan grandes que los ricos se quedan con casi toda la cosecha, robándonos el trabajo.

A las calumnias agregaron la muerte, los palos, las cárceles y la expulsión del país para camaradas luchadores de nuestra clase. Así hemos visto las matanzas de trabajadores y trabajadoras y hasta de niños y ancianos proletarios de Santa Tecla, Sonsonate y Zaragoza y en estos momentos en Ahuachapán. Nosotros, los trabajadores, según los ricos, no tenemos derecho a nada, no debemos hablar. Nuestros periódicos han sido suprimidos, nuestras cartas, abiertas y robadas. En nuestra lucha por poner alcaldes y diputados de nuestra misma clase, a pesar que el Partido Comunista es el más grande y disciplinado, el gobierno y los ricos descaradamente nos demostraron que mientras la clase rica no caiga de poder por la fuerza de todos nosotros, siempre seremos sus esclavos. En Ahuachapán, después que no dejaron votar a nuestros camaradas, la guardia, por orden de los ricos, los maltrató. Valientemente nuestros compañeros de Ahuachapán están con lar armas en la mano defendiéndose de los asesinos.

En presencia de todo esto, el Comité Central del Partido Comunista, que representa la opinión de todos los trabajadores y trabajadoras de la República y que cuenta con el apoyo moral y material de todos los trabajadores del mundo, y bajo la dirección de la Internacional Comunista,

Ordena:

El armamento de todos los obreros y campesinos y el establecimiento del Cuartel General del Ejército Rojo de El Salvador.
La insurrección general de los trabajadores y trabajadoras hasta establecer un gobierno de obreros, campesinos y soldados.
Camaradas obreros: ¡ármense y defiendan la Revolución Proletaria! Camaradas ferrocarrileros: ¡tomen los ferrocarriles y pónganlos al servicio de la revolución!
Camaradas campesinos: ¡toman las tierras de las grandes haciendas y fincas y protejan al que actualmente tiene un pedazo de tierra y defiendan sus conquistas revolucionarias con las armas, sin piedad para los ricos!
Camaradas soldados: ¡no disparen ni un solo tiro contra los obreros y campesinos revolucionarios¡ ¡Maten a los jefes y oficiales! ¡Pónganse a las órdenes de los camaradas soldados que han sido nombrados Comandantes Rojos por este Comité Central!
Camaradas: ¡formemos consejos de obreros, campesinos y soldados!

¡Todo el poder a los consejos de obreros, campesinos y soldados!

San Salvador, a 21 de enero de 1932. Dado en el Cuartel General del Ejército Rojo de El Salvador. El Comité Central.

CEM reproduce llamado a la insurrección popular de enero de 1932

CEM reproduce llamado a la insurrección popular de enero de 1932

SAN SALVADOR, 25 de septiembre de 2014 (SIEP) “El llamado a la insurrección de obreros, campesinos y soldados realizado por el Partido Comunista en enero de 1932 es un documento fundamental en la historia del movimiento revolucionario salvadoreño…” expreso el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas, CEM “Sarbelio Navarrete.”

Agregó que “el rescate de nuestra valiosa herencia revolucionaria es una tarea permanente, para garantizar que las nuevas generaciones de luchadores sociales se eduquen y orienten desde los principios del compromiso con la lucha por la democracia y el socialismo, en las nuevas batallas de este siglo XXI.”

Señaló que “este llamado del 21 de enero de 1932 que desencadenó una insurrección que fue derrotada y sus dirigentes fusilados, entre estos Farabundo Martí, fue replicado muchos años después, el 10 de enero de 1981 con el inicio de la Guerra Popular Revolucionaria por parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN y continúa en la actualidad en cada municipio donde hay lucha social.”

“Mientras la clase rica no caiga del poder por la fuerza de todos nosotros, siempre seremos sus esclavos…”es la enseñanza magistral que nos dejaron nuestros abuelos y abuelas que se levantaron con las armas en la mano hace más de ochenta años para enfrentarse a la dictadura militar y conquistar el derecho a un nuevo país, subrayó el Coordinador del CEM.

Concluyó Pineda afirmando que “defender nuestras tradiciones revolucionarias es una tarea de honor, particularmente en estos tiempos, cuando historiadores de la derecha, nacionales y extranjeros, pretenden negar o reducir el glorioso papel de conducción revolucionaria del Partido Comunista, en estos acontecimientos.”

El valiente e histórico gesto de Bachelet

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Es hora que la sociedad se sincere y hablemos con la verdad del pasado terrible que fueron los años de las dictaduras y de la guerra

“Basta ya de esperas dolorosas y de silencios injustificados. Lo he dicho estos días y lo repito hoy: es el momento de hermanarnos en la verdad. Y para ello es fundamental que quienes tienen información relevante, sean civiles o militares, la entreguen”, aseveró recientemente la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, al anunciar que su gobierno enviará al parlamento una propuesta de Ley para que se anule la Amnistía que el dictador Augusto Pinochet promulgó en su momento y que ha dejado crímenes de lesa humanidad en la impunidad.

El gesto de Bachelet es no sólo correcto, simbólico e histórico, sino necesario y ejemplar. Las guerras y las dictaduras en Latinoamérica han terminado y la construcción de la democracia no admite otra cosa que la verdad y la justicia.

En El Salvador, después de más de 20 años de terminada la guerra civil, la impunidad prevalece y carcome nuestra democracia. Para evadir su responsabilidad el anterior presidente le tiró al parlamento la encomienda, haciendo creer que él no tenía iniciativa de ley para promover la anulación de la amnistía, pero ello no era cierto. Lo que no tuvo Mauricio Funes fue coraje ni voluntad de hacer lo que la presidenta Bachelet ha hecho recientemente.

¿Qué consecuencia puede haber en la acción de un mandatario, el pasado y el presente, que rinde homenaje a las víctimas de las represiones y de los crímenes de lesa humanidad, pero no manda a anular la amnistía oprobiosa que mantiene a un grupúsculo de victimarios impunes?

Recordamos que en la actualidad el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, de los seis sacerdotes jesuitas, de Roque Dalton y de otros miles, están en la impunidad y sus asesinos bien felices y hasta protegidos con el manto oficial.

Es hora que la sociedad se sincere y hablemos con la verdad del pasado terrible que fueron los años de las dictaduras y de la guerra. La verdad necesita ser enfrentada para que nos curemos del mal de la violencia y la impunidad que prevalece. Creer otra cosa es ir contra la historia.