Programa Agrario del PCS (segunda parte) marzo de 1964

11— Resumiendo las características de nuestro problema
agrario.

Después de realizado el estudio anterior, podemos resumir así las características más sobresalientes de nuestro problema agrario:

1— Más de la mitad de nuestro territorio agrícola se encuentra inculto. La mayor parte de la tierra inculta se encuentra cubierta por pastos para una ganadería raquítica, en crisis y sumamente atrasada.
2— Existe un extremo monopolio sobre la tierra. Los dos tercios de la tierra se encuentran concentrados en poder de una reducida oligarquía de grandes terratenientes y multimillonarios capitalistas, exportadores o importadores, dueños también del sistema bancario y de la gran industria, en sociedad con los monopolios yanquis.
3— En nuestra agricultura tiene lugar un proceso de desarrollo capitalista ligado a las ramas destinadas a la exportación (café, algodón y azúcar). Este desarrollo capitalista conserva y ensancha la gran propiedad territorial y numerosos remanentes feudales en las relaciones de producción, al mismo tiempo que estanca dentro del atraso feudal al resto de la agricultura. Por eso puedo decirse que la agricultura salvadoreña es semi-feudal y en desarrollo capitalista deforme.
4— Tenemos una agricultura monocultivista, que gira en torno de dos o tres cultivos destinados a la exportación. El monocultivo ha llevado la crisis
a la producción de alimentos, determina el desempleo masivo temporal y obstruye el desarrollo armónico y general de toda la agricultura.
5— Los asalariados forman la inmensa mayoría de la población rural y constituyen una gran masa desposeída, con un poder comprador extremadamente pobre y unas pésimas condiciones do vida.
6— Todos estos rasgos son el resultado del proceso deformado de desarrollo de nuestra agricultura, interferido por los interesas coloniales desde la llegada do los españoles. El monopolio de la tierra, la ociosidad do su mayor parte, el desarrollo capitalista, el monocultivo, son rasgos formados históricamente, bajo la presión del rumbo colonial que ha tenido nuestra producción agrícola desde la conquista. Nuestro país es ahora más que ayer un apéndice agrícola de las potencias capitalistas industriales y en primer lugar de los EE.UU.
Pero la tierra y demás medios do producción en la agricultura, la exportación do sus productos monocultivistas, y demás negocios conexos, no pertenecen a monopolios extranjeros, sino a un puñado de multimillonarios nacionales. Por todo esto es que decimos que nuestra agricultura es semi-colonial.
7— La siguiente caracterización sintetiza todos los rasgos do nuestro problema agrario: Nuestra agricultura os semi-colonial, semi-feudal y en desarrollo capitalista deforme.

r’:
IA REFORMA AGRARIA

Después del estudio de nuestro problema agrario, podemos ya trazar, aunque en sus líneas generales, lo que será la Reforma Agraria de la Revolución Democrática, Anti-feudal y Anti—imperialista.
1— Los objetivos de la Reforma Agraria:
En primer lugar; veamos cuales serán sus objetivos. Ellos están dictados por las características de nuestro problema, y se destacan como los más –importantes los que siguen:
1— Liquidar el monopolio de la tierra;
2— Poner la mayor parte de la tierra en poder de los asalariados, campesinos pobres, mozo-colonos y campesinos medios.
3-Incorporar a la producción todas las tierras cultivables con que cuenta el país y sacar a la ganadería de su actual estado de atraso y crisis.
4— Poner fin al monocultivo diversificando la producción agropecuaria; y tratar de satisfacer a breve plazo las necesidades alimenticias crecientes do la población y de aportar a la industrialización nacional con materias primas agrícolas diversas.
5— Liquidar las relaciones feudales o semifeudales de producción.
6— Mecanizar toda la agricultura y elevar su nivel técnico.
7— Elevar el bienestar material y cultural de la población del campo y aumentar su poder de compra, como condición decisiva para hacer posible la industria1ización en amplia escala y todo el independiente desarrollo económico nacional.
Todos estos objetivos se explican por sí mismos y no son precisos mayores comentarios.

12— Las transformaciones y demás medidas para alcanzarlos objetivos do la reforma agraria.

A-. Las transformaciones en el régimen de propiedad:
La clave de la Reforma Agraria está en las transformaciones que se realicen en el régimen de propiedad. La tarea central en este campo es, en nuestro país, el de liquidar el monopolio que pesa sobre la tierra. Sin cumplir con esa tarea es completamente imposible la Reforma Agraria en su conjunto.

De las cifras que proporciona el Censo Agropecuario de 1961 se desprende que el monopolio de la tierra se encuentra concentrado en manos de los propietarios de explotaciones mayores de 143 manzanas, que además son dueños de una considerable extensión comprendida en las explotaciones menores. Esta concentración facilita la tarea do trazar las medidas para la liquidación del monopolio sobro la tierra.

Deberá establecerse un límite máximo que pueda poseerse en propiedad privada, y el resto deberá ser expropiado por el Gobierno Revolucionario de Liberación Nacional, para los fines do la Reforma Agraria. Creemos — que ese límite máximo por familia no puede ser superior a las 143 manzanas, ya sea que se posean en una sola unidad o en varias separadamente.

La fijación do este límite máximo, por tanto, sólo afectará un numero relativamente pequeño de personas. Si comprenden la necesidad de la Reforma Agraria y están dispuestos a colaborar patrióticamente con ella, o al menos a mantener una posición neutral, el resto de propietarios no sólo no saldrán afectados por la expropiación sino que además podrán gozar de los beneficios que en materia de créditos y desarrollo técnico, hará posibles la Revolución.

El límite máximo de 143 manzanas que es a primera vista elevado, en comparación con el tamaño de nuestro país, en la práctica resultará adecuado para poner en manos del Gobierno Revolucionario la cantidad de tierra suficiente para lograr los fines de la Reforma Agraria. Una expropiación que parta de eso límite dejaría para la Reforma Agraria un fondo do tierra cercano a la mitad del territorio agrícola nacional, es decir, a 1.114.999 manzanas.

La expropiación de las tierras que sobrepasen el límite máximo se hará mediante el pago de una indemnización o sin ella, según sea el comportamiento que los afectados observen frente a la Revolución, según que se trate de tierras legítimamente adquiridas o no, según sea la situación económica de cada latifundista en concreto. Pero las indemnizaciones por la tierra expropiada y su forma de pago deberán efectuarse de acuerdo a las necesidades del desarrollo económico nacional.

Hay pues, en nuestro país, las condiciones objetivas para unir en favor de la Reforma Agraria, incluso a los burgueses modios y hasta a ciertos terratenientes, o al menos para lograr su neutralidad. Al mismo tiempo existen las condiciones objetivas para reducir el número de enemigos de la Reforma Agraria a un pequeño grupo.

Pero no es solamente preciso expropiar a los monopolistas de la tierra, es necesario entregarla a las masas del campo. Al hacerlo, se dará origen a una nueva estructura de la propiedad de la tierra que asegurará el desarrollo progresivo y rápido de la agricultura y de toda la economía nacional.

Los rasgos actuales de nuestra agricultura y los objetivos que nuestra Reforma Agraria persigue, así como también la correlación de fuerzas en la arena mundial y las perspectivas del ulterior desarrollo de nuestra sociedad hacia el socialismo, son los factores que determinan la configuración de la nueva estructura de la propiedad en el campo.

Ante todo hay que decir que la Reforma Agraria no dará origen a una sola forma de propiedad, sino a varias formas y que no liquidará todas las formas actualmente existentes sino sólo algunas de ellas. La Reforma Agraria en la presente etapa de la Revolución, dirigirá su filo contra los monopolistas do la tierra y contra la gran propiedad latifundista, feudal o capitalista, se orientará contra las relaciones feudales y semi-feudales de producción, que aún subsisten, pero no contra todas las relaciones capita1istas. Las haciendas cafetaleras, algodoneras, cañeras y de otros cultivos, que tienen un alto desarrollo técnico y una elevada productividad, no deberán ser parceladas, porque ello redundaría en prejuicio de la propiedad y de toda la economía nacional. Además no todos los desposeídos de la tierra y los que la poseen en pequeña cantidad aspiran precisamente a poseer parcelas.

Los obreros agrícolas, los asalariados el campo, que forman la gran mayoría de los desposeídos de la tierra, se encuentran ligados a una técnica avanzada. Poner en manos de cada uno do ellos una parcela no solamente resultaría imposible por la estrechez de nuestro territorio, sino también contraproducente desde el punto do vista económico, pues dejarían de aportar su valiosa experiencia en la gran producción y eso no se encontraría compensado con un incremento do la producción en las parcelas, ya que a la inexperiencia para producir dentro de ellas, so une el hecho do que no pueden aplicarse en ellas, a costos bajos, las maquinarias, los abonos, los insecticidas, etc., y el rendimiento que puede alcanzarse las grandes unidades.

Los obreros agrícolas, además, no aspiran a contar con una parcela, Únicamente los que han dejado de ser parceleros en fecha reciente, a causa del proceso de proletarización que se produce en nuestro país, podrían tener un mayor interés por contar con un pedazo de tierra. La gran mayoría de ellos aspiran a un mayor salario, a mejores condiciones de trabajo, a impulsar el desarrollo económico general y a terminar con el azote del desempleo.

El hecho de que la mayor parte de los trabajadores del campo sean asalariados es para nuestro pueblo una gran ventaja, que le permitirá conservar en lo fundamental las grandes unidades agrícolas de alta productividad, sin dividirlas.

Así, la gran producción cafetalera y algodonera podrán ser la palanca más importante dentro de nuestro país, para levantar toda la producción agropecuaria, para diversificar la agricultura y promover el mejoramiento de las condiciones materiales y culturales de vida para las masas.

Por todas estas razones, las haciendas algodoneras, las fincas cafetaleras, las haciendas cañeras y con otros cultivos que ostenten un alto desarrollo técnico y una alta productividad, que sean expropiadas por la Reforma Agraria, no serán parceladas en lo fundamental. Los trabajadores las recibirán como unidades y no a pedacitos. Para lograr esta finalidad, será necesario crear las formas colectivas de la propiedad que sean adecuadas. Estas formas son fundamentalmente dos, de acuerdo a la experiencia
internacional: la propiedad de grupo o propiedad cooperativa, y la propiedad de todo el pueblo o propiedad estatal cuando el Estado está en manos do este. Ambas formas tendrán que combinarse en nuestro país, resolviéndose cuál de ellas es la más apropiada en cada caso, a la hora de aplicar la Reforma Agraria.

Asimismo será necesario resolver otro problema que nos presenta nuestra conformación agraria: el problema del desarrollo de la ganadería y del aprovechamiento de las extensiones erosionadas, resecas o de muy baja fertilidad. No puede ni siquiera pensarse que repartiendo parcelas, podrá por ejemplo, enfrentarse el gravo problema del desarrollo do la ganadería, que habrá de requerir de grandes inversiones en la construcción de silos, establos modernos, potreros cultivados, pastos de alta calidad, sementales de raza, servicios veterinarios, de inseminación artificial, etc. Convertir en pedacitos todas las extensiones ocupadas hoy por las grandes haciendas ganaderas, sería condenar la ganadería a la muerte, porque los parceleros estarían más necesitados de consumir el ganado que preparados técnicamente y con los recursos económicos suficientes (aún con la ayuda crediticia que pudiera prestárseles), para enfrentar la tarea de dotar al país de una ganadería desarrollada. Esta tarea tendrá que ser enfrontada, en lo fundamental, también dentro del marco do las formas colectivas de la propiedad.

Un caso parecido es el de la tierra erosionada. Repartir esa tierra entre los campesinos pobres o asalariados agrícolas en parcelas equivaldría a un engaño. Para que esa tierra llegue a estar en condiciones de producir, será necesario realizar costosas obras de riego, reforestación, etc., o será preciso plantar costosos frutales cuyas primeras cosechas solamente so producirán años más tarde. Aquí también será necesario recurrir a la propiedad colectiva y, para el caso, concretamente a la propiedad estatal, que es la que más se adecúa a las necesidades de la incorporación de las tierras erosionadas a la producción.

Pero, como ya hemos visto, al lado de la gran producción y de las grandes propiedades latifundistas, existe una regular cantidad de parceleros que trabajan tierra propia, en arrendamiento o en colonia. La mayor parte de las parcelas propias de los campesinos son menores de dos manzanas, es decir, completamente insuficientes para asegurar una producción que pueda permitir a sus dueños la satisfacción de sus elementales
necesidades, no digamos un nivel de vida material y cultural acorde con los tiempos que vive el mundo. La mayor aspiración de todos estos campesinos es contar con tierra propia suficiente.

Estos trabajadores son experimentados en la agricultura parcelaria y con la ayuda técnica y crediticia que pueda proporcionárseles, serán capaces de incrementar grandemente su producción. La Reforma Agraria deberá satisfacer las aspiraciones do todos los colonos, pequeños arrendatarios y pequeños propietarios, entregándoles una parcela o complementándolas la insuficiente que ya poseen. Una parte de los latifundios que se expropien serán repartidos a los campesinos pobres y medios, a los mozo-colonos y, en ciertos casos también a obreros agrícolas.

La Ley de Reforma Agraria que se decrete deberá establecer con claridad que, desde el momento do su entrada en vigor, pasarán automáticamente a propiedad de los pequeños arrendatarios, mozo-colones y colonos, las parcelas que en esos momentos se encuentren trabajando a cambio do alquiler o censo, hasta una extensión do 5 manzanas y que dejarán desde ese instante de pagar renta al terrateniente. Al mismo tiempo establecerá que los propietarios de parcelas insuficientes, recibirán después la tierra hasta completar las 5 manzanas.

A los obreros agrícolas deberá permitírseles elegir libremente el convertirse en parceleros o incorporarse a las cooperativas y granjas del Estado. La Ley fijará el procedimiento adecuado para entregar parcelas a los obreros agrícolas que prefieren esta forma de propiedad.

Los campesinos y obreros agrícolas recibirán gratuitamente sus parcelas hasta una extensión que la Ley determinará, comprometiéndose a pagar el resto por cuotas anuales durante un plazo de largo alcance. Las parcelas serán entregadas en propiedad y a los beneficiarios los será extendido su correspondiente título de dominio.

En resumen, una voz aplicada la Reforma Agraria, la estructura de la propiedad de la tierra revestirá cuatro formas:

1-La propiedad privada capitalista: este sector estará formado por los medianos terratenientes, campesinos ricos y medios que utilizan mano de obra asalariada y que son propietarios de unidades inferiores al límite máximo de extensión permitido por la Ley, por lo cual no serán afectados por la expropiación.

2- La propiedad privada individual: este sector estará formado por los actuales campesinos pobres, propietarios de pequeñas parcelas, y por los parceleros que la reforma agraria origine, según se ha explicado. Esta forma de la propiedad tiene en común con la capitalista el ser también do carácter privado, pero se diferencia de ella en que los pequeños propietarios no explotan mano de obra asalariada y trabajan la tierra ellos mismos o con ayuda do su familia.

3-La propiedad cooperativa: este sector está integrado por las cooperativas que se establezca en las actuales grandes haciendas que so considere conveniente organizar de esta manera. La propiedad cooperativa es propiedad de un grupo de trabajadores, que laboran en común y se distribuyen el producto de acuerdo a la cantidad de trabajo que aportan a la producción.

4- La propiedad estatal: que ya desplazados del poder las actuales clases dominantes explotadoras, será una auténtica propiedad do todo el pueblo. Los trabajadores participarán en la dirección de estas empresas y — recibirán un salario que les permita hacer una vida a tono con las demandas de la civilización, además de otras prestaciones sociales, servicios y atención a su desarrollo cultural.

Las últimas dos formas son evidentemente las más elevadas, pero todas ellas recibirán la ayuda y el estímulo suficiente de parto del Estado, para que puedan desarrollarse y contribuir al incremento do la población nacional.

Las tareas de la construcción revolucionaria que siguen a la liberación son tareas complejas y profundas, cuya realización solo puedan lograr la las fuerzas revolucionarias apoyándose ampliamente en el esfuerzo creador, consciente y entusiasta de las más amplias masas de la población. El esfuerzo do todos los ciudadanos progresistas, de todas las clases sociales, adquirirá dimensión patriótica y contribuirá a la felicidad de todo el pueblo. Y el que a ese esfuerzo se sume la amplia cooperación solidaria de los países socialistas y do otros países amantes de la paz y del progreso, hará posible el rápido desarrollo revolucionario de nuestro propio país.

De la profundidad do las medidas revolucionarias, del acierto de su contenido y de los éxitos en su aplicación, dependerá que la revolución pueda cumplir sus metas democráticas, anti-feudales y anti-imperialistas y que puedan crearse las bases para pasar a la construcción de una sociedad superior: la sociedad socialista.

El tránsito pleno a formar colectivas do propiedad podrá hacerse cuando el campesinado esté consciente de las ventajas que ofrece la colectivización de la tierra para el desarrollo de la agricultura y para el rápido mejoramiento de sus propias condiciones de vida. Queremos decir que ese tránsito sólo podrá realizarse basándose en la voluntariedad y conciencia del campesinado, siguiendo el camino de la persuasión y no de la coerción. Como lo ha demostrado la experiencia de la transformación revolucionaria en muchos países, incluso los elementos capitalistas del campo contarán con la posibilidad do elevar su conciencia — hasta el nivel de los intereses de todo el pueblo, y podrán voluntariamente, entrar a la vía de las transformaciones colectivas. Tal actitud patriótica merecerá debido respeto, recibirá el aprecio do todo el pueblo y el apoyo de su gobierno revolucionario.

Estas transformaciones en el régimen de la propiedad son los medios fundamentales de la Reforma Agraria. Aquí han sido abordadas en sus líneas generales.

Pero no son estos solamente los medios de la Reforma Agraria. Para alcanzar sus objetivos será preciso adoptar muchas otras medidas, de las cuales pasaremos a ver las más sobresalientes:

La ley prohibirá todo resabio feudal en las relaciones do producción, como la colonia, los censos, el trabajo gratuito, los tributos do cualquier especie y bajo cualquier forma a los terratenientes, etc.

-El Estado declarará abolidas las deudas do los campesinos con los terratenientes y los gravámenes que pesan sobre su tierra.

-Para mecanizar la agricultura y proporcionar la ayuda técnica , el Estado creará una amplia red do centros y escuelas técnicas y agronómicas, patios de maquinaria agrícola, silos, centros de producción y distribución de abonos, fábricas de aperos agrícolas; y construirá o ayudara a construir regadíos, embalses, plantas do energía eléctrica,
sistemas de fumigación. etc.

-Para proporcionar la adecuada asistencia crediticia, se creará un sistema de créditos a corto y largo plazo de fácil acceso, que tome en cuenta las distintas necesidades de la producción y distribución agrícola y ganadera.

-Será impulsado el desarrollo de las industrias de enlatado de frutas, carnes y pescados; de fabricación de vinos, dulces y. otras dentro del área rural.

-Se tomarán medidas para suprimir la especulación y acaparamiento de la producción agrícola.

-La parte colectiva de la agricultura será sometida a planeamiento y se tratará de que los parceleros y capitalistas cooperen en la aplicación de los planes. Por esto medio se pondrá fin en corto, tiempo al monocultivo y se incorporarán a la producción todas las tierras actualmente ociosas.

B. SOBRE LA ELEVACION DEL BIENESTAR GENERAL DE LA POBLACION RURAL.

Con todas las medidas apuntadas so elevarán sustancialmente las condiciones de vida de la familia campesina, pero además se tomarán las siguientes con ese fin concreto:

-Fijación de un salario mínimo para los obreros agrícolas, que sea suficiente para atender las necesidades físicas y culturales de la familia.

-Establecimiento del principio de “a trabajo igual, salario igual” sin discriminación de sexo, edad, etc. – Aplicación en el campo de todas las prestaciones laborales y sociales reconocidas nacional e internacionalmente como los derechos do los trabajadores (vacaciones, salarios, aguinaldos, descansos de maternidad, seguro social, etc.) – Creación de una amplia red de tiendas que proporcionen a precios módicos los artículos de consumo personal, aperos de labranza, etc. – Se pondrá en marcha un amplio plan estatal de construcción do viviendas en el campo.
-Modernización a corto plazo de todas las poblaciones rurales existentes, introduciendo el agua potable, luz, alcantarillado, etc., y creación de nuevas donde sean necesarias.
-Saneamiento de los focos de infección palúdica y lucha intensiva contra la tuberculosis, enfermedades intestinales y demás males que aquejan a la población del campo. – Establecimiento de centros médicos y hospitalarios, centros de maternidad, salas cunas, guarderías, etc. Combate a la desnutrición infantil mediante la complementación gratuita de la alimentación en las escuelas y otras medidas.

EDUCACION

-Establecimiento de la Escuela Primaria do seis grados en toda la República, en proporción suficiente para absorber toda la población en edad. escolar.
-Creación do la Educación Media Rural, sobre la baso de Escuelas Normales Rurales, Escuelas técnicas y agropecuarias, cursos do pequeñas industrias (corte y confección, administración doméstica, cocina, etc.)

Con el objeto de aplicar planificada y correctamente la Reforma Agraria, y de orientar el desarrollo do la producción agrícola, será creada una institución estatal.

LAS TAREAS INMEDIATAS

Para que esta Reforma Agraria pueda ser aplicada, será necesario que triunfe la Revolución Democrática, Anti-feudal y Anti-imperialista. El triunfo de tal Revolución solamente será posible por la acción del pueblo unido, encabezado por el proletariado.

Tienen intereses comunes contra la oligarquía y el imperialismo: el proletariado de la ciudad y del campo, los campesinos, la pequeña burguesía urbana y la burguesía media del campo y la ciudad. Son estas las clases que forman el pueblo en la presente etapa histórica de nuestro país La columna vertebral de la unidad antifeudal y anti-imperialista del pueblo deberá ser la alianza obrero-campesina, porque la clase obrera y la campesina son los dos clases más consecuentemente interesadas en hacer triunfar las tareas de la liquidación del feudalismo y de la liberación nacional. La alianza de esas dos clases es garantía de firmeza y poderío de las fuerzas revolucionarias. Mientras ella no sea forjada, las batallas decisivas de la Revolución no habrán madurado.

Con el objeto de construir la unidad revolucionaria de todo el pueblo, de construir la alianza obrero-camposina y de alcanzar la hegemonía del proletariado en la dirección de la Revolución Democrática, Antifeudal y Anti-imperialista, el PCS y las demás organizaciones revolucionarias deberán empeñarse en la realización de las siguientes tareas inmediatas:

1-Organizar a los asalariados agrícolas y a los campesinos para la lucha por sus reivindicaciones inmediatas (mejores salarios, reducción de terrajes y censos, créditos, ayuda técnica, etc.) La organización de los asalariados agrícolas y de los camposinos no debe esperar a que ella sea permitida legalmente. Por el contrario, en el proceso de la organización do las masas rurales debe plantearse la lucha por el reconocimiento legal de ese derecho a la organización.
2-Organizar la lucha por la extensión de todas las conquistas laborales y de seguridad social de la ciudad al campo; y por la abolición do las distintas formas de trabajo gratuito y demás remanentes feudales en las relaciones laborales.
3-Organizar la lucha por la derogación do la Ley Agraria vigente, y por el cese de las diferentes formas de la arbitrariedad de la Guardia Nacional y demás cuerpos de seguridad en contra de los trabajadores.
4-Organizar la lucha de los colonos y mozo-colonos contra los desalojos y demás formas de arbitrariedad de los terratenientes.
5- Impulsar la lucha por el aumento de escuelas primarias en el campo.
6-Impulsar y organizar las acciones comunes con los medianos y pequeños capitalistas y propietarios contra los grandes terratenientes y los oligarcas exportadores, importadores y banqueros, en favor de la reducción del alquiler de la tierra, de la reducción de los tipos de intereses do los créditos, de reducción de los precios de la maquinaria, abonos, insecticidas y demás aperos agrícolas, contra los monopolización de la cosecha para la exportación, por la ampliación do los créditos, etc.
7— Impulsar y organizar las acciones comunes con todos los interesados (incluyendo algunos grandes burgueses) en la ampliaci6n del mercado — internacional del café, el algodón y el azúcar salvadoreños, rompiendo el bloqueo imperialista al campo socialista.
8— Divulgar ampliamente en el campo y la ciudad el Programa Agrario del PCS.

En el cumplimiento de todas estas tareas se irá forjando la alianza obrero-camposina, mediante la cooperación activa y concreta de la clase obrera organizada, con la lucha de los asalariados agrícolas y campesinos, ayudándolos con su mayor experiencia y orientándoles en el rumbo de la independencia de clase y do los objetivos programáticos de la Revolución Democrática, Anti-feudal y Anti—imperialista.

PROCESO HISTORICO DE NUESTRO PROBLEMA

A- La propiedad sobre la tierra antes de la llegada de los españoles y durante la colonia.

Cuando los españoles llegaron a costas de América en 1492, los niveles más altos de agricultura indígena se encontraban entre los Incas y los Aztecas, pero aún entre ellos no se había consolidado de manera definitiva la propiedad privada sobro la tierra. Predominaban todavía las formas colectivas do la propiedad, el trabajo en común y el reparto más o manos igualitario de la producción dentro de las comunidades, El ayllu de los Incas y el Capullí de los Aztecas, eran comunidades asentadas sobre la base de la propiedad colectiva de la tierra y, más entre los Incas que entre los Aztecas, en el trabajo en común y en el reparto equitativo de la producción. Con todo, tanto en un pueblo como en el otro había comenzado a despuntar la propiedad privada sobre la tierra, en la forma de la propiedad de los jefes y sacerdotes del culto.

La propiedad privada sobre otros medios de producci6n y la explotación del hombre por el hombre estaban también apareciendo y en proceso de crecimiento entre los pueblos de mayor desarrollo. La esclavitud entre algunas tribus se encontraba ya bastante difundida, aunque el trabajo de los esclavos no era todavía la base principal de la producción. Poseían esclavos los caciques, los sacerdotes del culto y algunos otros jefes, lo que les permitía un rápido enriquecimiento, que los estaban separando más y más del resto de la comunidad y convirtiéndolos en una clase explotadora que habría terminado sometiendo a todo el conglomerado a su férrea dictadura. Esto proceso estaba ya bastante avanzado entre los Aztecas.

Los Aztecas tenían una gran influencia sobre los Maya-Quiche y al través de ellos sobre el resto de pueblos que habitaban Centroamérica. El régimen social de los Aztecas se repetía en lo fundamental, entre esos pueblos, en parte por los lazos que los unían a aquellos desde los remotos tiempos en que vagaban como nómadas, pero principalmente por su propio proceso de desarrollo, que había recorrido gran parte del mismo camino.

Entre los Incas la propiedad comunal revestía formas complejas, algunas de las cuales apuntaban ya hacia el aparecimiento do la propiedad privada sobre la tierra: había tierras destinadas al culto (“las tierras del sol”), tierras destinadas al sostenimiento de los incapaces (huérfanos, viudas, ciegos, soldados en servicio, lisiados, etc., etc.); tierras comunes del pueblo, tierras de los altos funcionarios y jefes militares y tierras del Inca (Jefe supremo y representante de 1a cosa publica), destinadas a su persona y al sostenimiento do las funciones administrativas. El trabajo en común, pese a esta división de las tierras, seguía siendo la forma principal que se aplicaba a toda la agricultura, en cualquiera do las clasificaciones anteriores.

Aparte de los Aztecas, los Incas y un regular número de pueblos en el Sur y el Centro del Continente, había un considerable número de tribus que no habían salido todavía del nomadismo, de la caza, la recolección y la pesca como formas principales de la producción. Entre estas tribus no so conocía la propiedad sobro la tierra, ni siquiera era conocida entre ellas la esclavitud, ni otra forma de la explotación do unos hombres por otros. Había tribus también que se encontraban en un nivel del proceso un poco más avanzado y practicaban ya una agricultura primitiva y en extremo rudimentaria, asentada sobre la propiedad comunal absoluta de pequeños retazos arrancados a la espesura de los bosques mediante un trabajo colectivo increíblemente esforzado.

En términos generales, esta era la situación en que se encontraban la propiedad sobre la tierra y las relaciones de producción en América, a la llegada de los españoles. España, junto a toda Europa, se encontraba en el inicio da la etapa de descomposición del feudalismo. El mismo viaje de Colón fue el resultado del incremento considerable que había alcanzado en el viejo mundo la circulación de mercancías y el comercio. El capitalismo estaba haciendo ya su aparición en la entraña del régimen feudal y en la propia España la joven burguesía pugnaba por derribar e poder de los feudales.

España y Portugal, los principales patrocinadores de los grandes descubrimientos geográficos y de la apertura de nuevas rutas marítimas, no eran sin embargo, países con gran comercio, ni con producción mercantil desarrollada. Pero la obtención de metales preciosos en América (oro y plata), les permitieron adquirir grandes cantidades de mercancías en Alemania, Italia, Inglaterra y los demás países donde la producción mercantil se encontraba a la vanguardia de Europa. El oro y la plata do América fueron un gran factor para el desarrollo del capitalismo en esos países, al mismo tiempo que contribuyeron al estancamiento do España y Portugal que pudiendo obtenerlo todo mediante los metales preciosos extraídos de sus colonias americanas, no se vieron forzados al desarrollo de la producción mercantil.
Por eso los españoles en América tenían su principal empeño en la obtención de oro y plata, y veían a la agricultura, especialmente durante los primeros tiempos do la colonia como algo secundario.

Desde el asentamiento de Colón en la isla “La Española” (isla hoy ocupada por Santo Domingo y Haití) apareció la primera forma de esclavización de las masas indígenas, a la que se denominó “La Encomienda”. A cada español, según su rango, le era entregado (encomendado) un determinado número de indígenas para que trabajaran forzosamente para él en la agricultura o en cualquier otra labor. La encomienda so extendió por todo al Continente durante los tres siglos que duró la colonia. Para encubrir sus propósitos esclavistas, so alegaba cierta reciprocidad de deberes y derechos entre los indígenas encomendados y su “encomendero”. Mientras los indígenas tenían la obligación de trabajar duramente para su amo, bajo distintas reglamentaciones que variaban según la actividad y el país, los amos tenían el deber de enseñarles la doctrina cristiana y de velar por el bien de ellos. A la “encomienda” vinieron después a agregarse otras formas de la esclavitud como la “Mita”. La mano de obra esclava de los indígenas se utilizaba no solamente en la minería y la agricultura, sino también en la producción artesana,, según el sistema de “obrajes” y “batanes”. Los obrajes y batanas eran grandes talleres donde se encerraba a los indígenas para que desarrollaran de “sol a sol” una determinada “tarea” repartida por un capataz. Este llegaba por la noche a recoger el resultado del trabajo e infería crueles castigos corporales a los que no habían cumplido totalmente la tarea. Los que la habían cumplido, recibían al día siguiente una mayor “porque se había visto que podrían hacer mas”. Las encomiendas y el trabajo en las Mitas, Obrajes y Batanes exterminaron masivamente a la población indígena.

Las leyes españolas consideraban que a partir do la conquista toda la tierra americana pertenecía a la Corona. Por disposición real fueron asignadas a los conquistadores, a manera de premio, extensiones de tierra que variaban según el rango. Así a los soldados de a pie se les entregaba “peonías”, a los soldados de a caballo se les daba “caballerías” * a los oficiales y jefes do alto rango se les entregaban extensiones que variaban según su influencia y sus méritos. So trataba do grandes latifundios a los que se les daba el nombre de “haciendas”. Algunos de ellos recibieron grandes extensiones que abarcaban a pueblos indígenas enteros, los cuales quedaban también sujetos prácticamente a la propiedad do estos grandes señores. A estas grandes extensiones así conferidas se les daba el nombro do “marquesados”.

  • Las “peonías’ y las “caballerías” eran medidas en uso por esos años. Una “peonía” era un cuadrado formado por cien pasos do peatón por lado. Una “caballería” era un cuadrado de ciento cincuenta pasos do jinete por lado.

Una parte de la tierra de labranza de los indígenas fue arrebatada por los españoles e incluida en estos repartos, pero las tribus lograron conservar una parte importante de estas tierras comunales. La explicación de este fenómeno se encuentra en varios factores, de los cuales mencionaremos los de mayor importancia:
a) La resistencia tenaz que muchas tribus opusieron permanentemente a los colonizadores, los obligó a reconocer, pese a todo, muchos derechos de los indígenas y particularmente su propiedad comunal sobre la tierra.
b) Desde los primeros tiempos do la colonia se planteó una contradicción entre los intereses de los reyes españoles y los de los conquistadores y colonizadores. La Corona no podía controlar, debido a las distancias y a la lentitud do los medios do transporte, lo que sus súbditos hacían en América los cuales encontraban en su falta do control la oportunidad para escamotear a los reyes su parte en el botín, no le pagaban cumplidamente los impuestos, no cumplían a cabalidad con las leyes que disponían que debía entregarse a la Corona una quinta parte de todo oro y plata que se extrajera en América, etc. Para proteger sus intereses los reyos tomaron múltiplos medidas mientras duró el dominio sobre América y entre ellas estuvo la de brindar protección legal a las tribus indígenas para la conservación do sus tierras y del derecho a regirse por sus caciques, a cambio del pago de determinados impuestos.

c) La propiedad comunal mantenía a los indios reunidos y eso permitía a los explotadores españoles contar con mano de obra para sus trabajos de minoría, obrajes, batanas y labores agrícolas diversas de carácter temporal. En esos casos eran los españoles los más interesados en mantener la propiedad comunal y hasta llegaron a crearla en algunos lugares donde no existía, para los fines apuntados.

Así la propiedad comunal sobre la tierra se mantuvo durante la colonia, subsistió después de la Independencia y aún existe en algunos países, como por ejemplo en Guatemala. Ha sufrido innumerables deformaciones e influencias extrañas, pero conserva la condición fundamental de ser propiedad colectiva sobre la tierra, propia de la etapa del Comunismo Primitivo. En nuestro país, la propiedad comunal fue liquidada durante el siglo pasado por causas y medios que veremos más adelante.

Las leyes españolas dispusieron también la formación de “Ejidos” en América, trasplantando esta institución peninsular a nuestro suelo, pero con modificaciones de importancia. El Ejido (del latín. exitus que significa salida) era en España una forma de propiedad comunal que apareció espontáneamente y se fue consolidando en el transcurso do los siglos. Consistía en una faja más o menos angosta de tierra en derredor do las poblaciones españolas, destinadas al uso común para la descarga do productos, para apacentar ganado, desmontar carruajes y otros usados parecidos, pero en la cual no se realizaban cultivos ni se levantaban edificaciones, Eran tierras comunales que se encontraban pues, a la salida de las poblaciones y de allí su nombre.

Al ser trasplantado al nuevo mundo, el Ejido adquiere nuevas formas. Según las leyes españolas debían formarse de la siguiente manera: Al irse a fundar una población se escogía un lugar de buen clima, agua abundante y tierra fértil. En el medio del territorio elegido se trazaba un cuadrado de cien varas por lado, el cual quedaba destinado para la plaza. Al frente de la plaza y dejando calle de por medio se trazaban cuatro cuadrados o rectángulos por lo general irregulares, destinados: uno para la iglesia, otro para los edificios públicos, otro para la guarnición y otro para la residencia de autoridades o familias destacadas, o para la construcción de un mesón para el alojamiento de los viajeros. Por lo menos en dos de los costados de la plaza, debían las casas tener portales, para dar albergue a los viajeros. A partir de esta estructura urbana central, se trazaban nuevos cuadros o rectángulos irregulares, dejando siempre las calles de por medio, destinados a las casas do familias que se asentarían en la población. La calle más exterior de la población corría a todo su alrededor y se llamaba la “ronda”. A todo el delineado se le llamaba “traza”. A partir de la ronda y en todas las direcciones se medían dos, tres, cuatro, cinco o más leguas, según la cantidad do familias quo serían avecinadas, y la tierra que quedaba comprendida dentro de la circunferencia era el Ejido. La mitad de la tierra del Ejido se daba en arrendamiento a los vecinos. A esta parte so llamaba “el propio”. El arriendo debía pagarse al municipio y las familias más influyentes obtenían los mejores y mayores terrenos. La otra mitad estaba destinada al usufructo común do la población: en esas tierras obtenían los vecinos leña o madera para sus construcciones, apacentaban su ganado en los pastizales naturales, etc., pero era prohibido realizar allí cultivo o construcción.

En nuestro país, la mayor parte de las poblaciones se asentaron en la faja horizontal-central de nuestro territorio por ser esta la de mejor clima y de mayor fertilidad Por tanto, en esa faja es donde los Ejidos abundaron. La mayoría de la tierra llegó a estar comprometida allí en los Ejidos.

Los Ejidos se mantuvieron en nuestro país hasta fines del siglo pasa do. El proceso de su liquidación, las causas que la determinaron y los medios que fueron puestos en práctica para efectuarla los veremos adelante.

Las tierras que no quedaban comprendidas dentro do los Ejidos, de las Comunidades indígenas o de las haciendas, peonías, caballerías y marquesados, se consideraban como propiedad del rey y por esa razón se las llamaba “realengos”. También se conocían con el nombre de “tierras de composición”, por que podían ser adquiridas por los particulares pagando un precio o “composición” a la corona. Los reyos vendieron grandes territorios realengos para salir do apuros económicos durante los tres siglos de dominio sobre América. Por otra parte, muchos colonizadores so establecieron de hecho en tierras de composición y las hicieron suyas.

“Así, pues podernos resumir las distintas formas do propiedad sobre la tierra durante la colonia:

a) Las Comunidades Indígenas;
b) Los Ejidos;
c) Los latifundios privados (haciendas) adquiridos como premio de conquista, de hecho o como compra al rey; las peonías, caballerías y marquesados. Una parte considerable de los latifundios pertenecían a la Iglesia,
d) Los realengos o tierra de composición.

De todas estas formas de propiedad sobre la tierra hubo en nuestro país durante la colonia.

Las relaciones de producción dentro de estas formas de la propiedad sobre la tierra variaban entre las propias del comunismo primitivo, en las Comunidades Indígenas y una mezcla de esclavitud y servidumbre feudal en los latifundios privados.

En las Comunidades Indígenas dominaban el trabajo en común y el reparto más o menos igualitario del producto. Estas relaciones propias del comunismo primitivo, se combinaban con el pago de impuestos a la corona española, con los servicios gratuitos a los encomenderos, con el cumplimiento de los “mandamientos” en las haciendas y minas do los españoles.

En los latifundios privados dominaban a principios de la colonia, las relaciones esclavistas de producción. La encomienda era en realidad esclavitud y los latifundistas que habían recibido indígenas “encomendados”, realizaban las labores en sus grandes propiedades usando ampliamente de su mano de obra esclava. En los latifundios privados existían, casi siempre, una parte de la tierra entregada en parcelas a campesinos mestizos (hijos do españoles o indígenas), para que las sombraran con cultivos propios, a cambio de pagar al terrateniente una renta en especie y de prestarle servicios personales gratuitos. Esto tipo de relaciones de producción es la típica servidumbre feudal que estaba en boga en Europa.

En los Ejidos predominaba el arrendamiento feudal. Los campesinos (mestizos por lo general) recibían la tierra en arrendamiento por parte del municipio y pagaban en cambio una renta en especie o en dinero. A principios de la colonia el pago en especie ora la regla general y sólo excepcionalmente so efectuaba el pago en dinero, pero a finales do esta el pago en dinero so extendió mucho más.

En ciertos cultivos destinados a la exportación, que contaban con una buena demanda en Europa, fue planteándose la necesidad do masas cada vez más grandes de braceros. Esto ocurrió particularmente en el añil desde fines del siglo XVI. Al principio las hojas de Jiquilite (Añil) se recolectaban en los bosques costeros de los arbustos crecidos espontáneamente. Ya para esa labor era necesario contar con cuadrillas de recolectores. Más tardo, el añil pasó a ser un cultivo muy extendido dentro de las haciendas y, en la época de cosechas, a las necesidades de braceros para la recolección de las hojas se unía la demanda de trabajadores para laborar en los “obrajes” u “obradores” donde las hojas eran procesadas para extraer el colorante.

La necesidad do incrementar rápidamente la producción, a tono con la creciente demanda de colorantes en Europa, y la necesidad de una abundante mano de obra para realizar ese cultivo en crecimiento, comenzaron a mostrar los inconvenientes del trabajo esclavo. Los esclavos no tenían el menor interés en la producción, trabajaban forzados y ejecutaban la labor sin esmero. La mayor parte do la población indígena, por otro lado, se encontraba sujeta a las encomiendas esclavistas y las posibilidades do contar con una mano de obra abundante en las plantaciones de añil y otras ramas de la producción mercantil, so veían por eso excesivamente limitadas. En estas condiciones tomó gran desarrollo una institución creada por las leyes españolas a mediados del siglo XVI y que no había contado con una buena acogida al principio “L0S MANDAMIENTOS”. Los mandamientos consistían en la obligación impuesta a tribus enteras para concurrir, durante una parte del año, a las minas y haciendas distantes hasta ocho leguas de sus respectivos pueblos, para prestar sus servicios como trabajadores, pero ya no gratuitamente como en las Encomiendas, sino mediante el pago do un pequeño salario en dinero. De hecho se llevaba a los indígenas a distancias muchísimo mayores.

Los indígenas que trabajaban bajo el sistema de los “mandamientos”, continuaban siendo tratados en parte como esclavos, pues se mantenían en su contra los castigos corporales (las flagelaciones, el “trozo”, etc.) pero al mismo tiempo contaban con una mayor libertad personal y recibían un salario. Puede decirse por ello quo se trataba de jornaleros semi-libres que en comparación con los “encomendados” representaban por eso de mayor provecho para los hacendados.

De esta manera fueron quedando definidos bastante claramente los latifundios esclavistas y las haciendas añileras, con dos tipos distintos de relaciones de producción.

El crecimiento del cultivo del añil, impulsado por la demanda do una Europa en crecimiento industrial (especialmente en la rama textil tan necesitada de colorantes) planteaba a los hacendados añileros la necesidad do una masa cada vez más abundante do jornaleros. Esto hecho los llevó a conflictos con los esclavistas, que retenían a millares de trabajadores. Así, algunos de los añileros se convirtieron en enemigos de la esclavitud y 1ucharon por su abolición.

B— La Independencia llevó a los añileros al Poder.

La producción añilera que ya era el renglón principal de nuestra economía a mediados del siglo XVIII, sufría no solamente la escasez do mano de obra, sino que también soportaba la extorsión del abrumador sistema impositivo colonial, y las restricciones que España imponía al comercio internacional de sus colonias. A los crecidos impuestos do la Corona se sumaban los “diezmos “pagados a la Iglesia, aparto de innumerables otros impuestos municipales y parroquiales que pesaban sobro la producción.

Los diezmos (décima parte del producto) se cobraban tanto al agricultor como al comerciante, repitiéndose así varias veces sobro el mismo producto en su marcha desde los campos hasta el consumidor. En la práctica, pues, dejaba do sor “diezmo” para transformarse en cuarenta o cincuenta por ciento de la producción. Los productores de añil, como todos los productores de mercancías para la exportación, no podían negociar directamente en Europa, escogiendo al mejor postor. Debían negociar obligadamente con las Casas establecidas en España especialmente para acaparar la producción americana. Estas Casas eran las que realizaban las mejores ganancias en la reventa de nuestra producción al resto de Europa. Por todo ello la producción añilera y, sobre todo su exportación, sufría grandes oscilaciones. En 1798, la exportación de añil llegó a ser apenas un 7% de lo que era en 1773 y después de levantarse hasta llegar en 1802 al
96% (siempre en relación con 1773) se derrumbó de nuevo en 1804 hasta el
42% (+) (Ver nota al final de este anexo.)

Como puede verses el añil se encontraba sujeto a una inestabilidad crítica. Sus bandazos arrastraban la economía del país a grandes dificultades. Esta situación empujaba a los añileros por el camino de la Independencia. Al principio, los añileros, encabezando a todos los criollos, aspiraban nada más a una reforma en el marco de la Colonia. Reclamaban la eliminación de los impuestos gravosos, especialmente de los diezmos y otras gabelas eclesiásticas, demandaban la igualdad de derechos con los españoles peninsulares para ocupar los más altos cargos púb1icos en la Administración Colonial y luchaban por un comercio libro. A cambio de estas concesiones estaban dispuestos a continuar bajo la corona. Los sentimientos independentistas intransigentes no tenían sus raíces entro e1los, sino entre las masas de mestizos e indígenas, que frecuentemente lo patentizaban y hasta llegaban al alzamiento en contra del dominio español.

Los criollos formaban parte de la clase do los latifundistas, eran en su mayoría grandes hacendados, miembros de prominentes familias de explotadores. Sus conflictos con 1os españoles peninsulares y con el clero tenían el origen que hemos explicado, pero ante todo eran explotadores de las masas mestizas e indígenas.

La ocupación de España por las tropas de Bonaparte en 1808 provocó el surgimiento de un heroico movimiento popular por la expulsión de los franceses. La participación de las masas en ese movimiento, que es una de las más altas glorias de la historia de España, imprimió su sello a los acontecimientos. El pueblo español era partidario de las avanzadas reivindicaciones de la Revolución Francesa y la lucha por liberar a la patria invadida adquirió pronto el carácter también do una lucha contra el feudalismo y el absolutismo monárquico. Al influjo de esta fuerza popular se creó una Junta Patriótica en Sevilla, que proclamó su adhesión al principio republicano de quo “la soberanía emana del pueblo”.
Fernando VII, tenido como legítimo sucesor de Carlos IV y que había sido apresado por los franceses, desconoció a la Junta de Sevilla desde su prisión. Quedó así claramente definida la existencia de las dos corrientes dentro del movimiento español por la expulsión de lo invasores. Sin embargo, el apoyo popular a los liberales condujo a que en 1812 se convocara en Cádiz las Cortes (Asamblea do Representantes de la nobleza y otras capas de la sociedad .española) con la asistencia de representantes de las colonias aún no independizadas de América.

En Cádiz se aprobó una Constitución liberal, que hacia numerosas concesiones a los criollos americanos y les daba el derecho de enviar representantes permanentes a España para velar por sus intereses ante las Cortes. La Constitución de 1812 reconocía aún los derechos soberanos del rey, pero limitaba considerablemente su autoridad. Cuando los franceses fueron por fin expulsados en 1813 y Fernando VII asumió el trono, desconoció la “Constitución de Cádiz en (1814). Los criollos centroamericanos se habían llenado do entusiasmo con la Constitución de 1812 y se habían reafirmado en su línea política conciliadora de conseguir un arreglo con el gobierno español, para una larga convivencia bajo el régimen colonial Pero la abrogación de esta Constitución por Fernando VII, unida a la calamitosa situación a que cada vez los empujaba más la supervivencia de los estorbosos controles coloniales sobre la producción y el comercio internacional, los hizo virar más resueltamente hacia las posiciones en pro de la Independencia. Tal viraje en la línea de los criollos centroamericanos y principalmente de los criollos salvadoreños, les permitió recobrar el prestigio que habían perdido en gran parte, por su actuación conciliadora durante los breves alzamientos populares del 4, 5, 6 y 7 de Noviembre de 1811 en San Salvador y diversas localidades del interior de nuestro país.

En nuestro país los principales próceres do la Independencia eran conocidos añileros o estaban emparentados con familias dedicadas a esto negocio, Manuel José Arce, el padre José Matías Delgado, José Simeón Cañas, José María Villaseñor , Antonio José Carías, Mariano Prado, el Padre Isidro Menéndez y Juan de Dios Mayorga, por ejemplo, eran propietarios de numerosas haciendas añileras . Algunos de ellos se vieron arruinados por la aplastante política impositiva do la Colonia o como consecuencia de los avatares de su agitada vida política, que llevó a más de uno a la cárcel. Cuando vino la Independencia algunos estaban llenos de deudas y completamente arruinados y hasta habían perdido o vendido sus haciendas. Pero su arribo al poder favoreció a su clase, la clase de los grandes terratenientes y en primer lugar a los hacendados añileros, que
pasaron a apoderarse de todo el aparato del Estado, tanto al nivel del gobierno de la Provincia como al nivel del poder local.

Las circunstancias especiales que rodearon al acto de nuestra emancipaci6n del yugo español y los sucesos posteriores, dieron al núcleo de criollos salvadoreños, dirigido por José Matías Delgado, la hegemonía en la dirección del joven Estado salvadoreño. Esta hegemonía se consolidó mucho más con su justa postura frente a las pretensiones anexionistas de Iturbide y su positiva militancia en contra de la oligarquía conservadora guatemalteca, corroncha de la colonia, formada en tres siglos de saqueo e inmisericorde explotación de nuestros pueblos.

De este modo el poder del Estado quedó en manos del sector añilero y este imprimió a la política económica el sello de sus intereses. Fueron abolidas las trabas para el libre comercio con Europa, fueron suprimidos los impuestos que entorpecían el desarrollo de la producción añilera. Cuando la demanda europea por el añil exigió un mayor incremento de la producción, se inició el asalto a las tierras de las Comunidades Indígenas, de los ejidos y de los pequeños propietarios en las regiones añileras, usando para ello la fuerza del Estado. Así dio comienzo el proceso de concentración de la tierra en manos de un reducido número de monopolistas, que duró hasta fines del siglo pasado.

C— El proceso de formación del monopolio sobre la tierra y de proletarización de las masas rurales después de la independencia.

Casi simultáneamente con la Independencia dio comienzo un proceso violento de liquidación de las Comunidades Indígenas aun subsistentes. En las regiones añileras las plantaciones crecieron a costa de la tierra de labranza de las Comunidades indígenas. El aparato local del poder era utilizado por los hacendados para despojar a los indígenas y para convertirlos en jornaleros. Pero el despojo de las Comunidades no tenía por objeto solamente proveer a los hacendados de tierra necesaria para sus cultivos. También necesitaban las haciendas una mayor cantidad de mano de obra y mientras los indios tuvieran lo propio para ocuparse no estarían dispuestos a concurrir a las haciendas por un miserable jornal y someterse voluntariamente a la brutal disciplina de los castigos corporales. Al principio los hacendados resolvían el problema de mano de obra obligando a los comuneros a concurrir durante las épocas de mayor labor, valiéndose de la coerción militar. Sin embargo, ese procedimiento tenía inconvenientes: el trabajo seguía teniendo un carácter forzado y el rendimiento se veía influenciado en sentido negativo. Por eso, convertir a los comuneros en hombres sin tierra, necesitados de vender su fuerza de trabajo para no morir de hambre, fue mostrando ser el camino más adecuado para proveer a las haciendas de mano do obra abundante y barata.

Una do las zonas más azotadas por el pillaje de los terratenientes, fue la de los pueblos nonualcos (Santiago, San Pedro, San Juan). Masas indígenas relativamente numerosas para su época fueron despojadas de su tierra en esa región. Tras perder su tierra, los comuneros y pequeños parceleros eran convertidos en jornaleros que devengaban el miserable salario de un “cuartillo” o a lo sumo, “medio real” diario, por jornada agotadora y extensas bajo el despotismo de los caporales, de los castigos en el “trozo” y la tortura de la flagelación. Estos factores acumularon un gran descontento en toda esa zona, que al fin estalló en la insurrección de 1833, dirigida por Anastasio Aquino.

Aquino era caporal en la hacienda añilera “Jalponguita” de la jurisdicción de Santiago Nonualco (esta hacienda perteneció antes de la Independencia al padre José Simeón Cañas), pero nunca se acomodó al cometido brutal de su empleo. Su valentía, su arrojo y el contenido reivindicativo que para las masas tenían sus ideas acerca de la fundación de un “imperio indígena”, endilgado contra los “blancos usurpadores”, le valieron el resuelto apoyo de su pueblo.

A diferencia de los múltiples levantamientos campesinos que se produjeron durante el siglo pasado, que eran sólo una forma do resistencia al despojo de los terratenientes, el levantamiento do Aquino es particularmente meritorio porque enlazó las reivindicaciones de las masas campesinas comuneras, de pequeños propietarios y de jornaleros semi-libres, con la lucha por el poder. Aunque sus ideas sobre el papel de un imperio indígena, no eran muy claras, el sólo planteamiento de este objetivo, llevaba en sí la idea correcta de que la liberación del pueblo explotado y oprimido no puede realizarse sin el derrocamiento do las clases explotadoras.

Los revestimientos raciales de la lucha de Aquino no son más que la expresión de la lucha do clases, en medio de una peculiar situación en la que la clase de los explotadores so identificaba con el origen europeo y la clase de los explotados se identificaba con al origen nativo o con la participación do los indígenas en el mestizaje. Algunos “historiadores” en su empeño por deformar las causas y contornos reales del levantamiento de Aquino, lo achacan una especie de delirio racial, nacido de un resentimiento subjetivo. Pero ni era eso un “delirio”, ni el resentimiento era meramente subjetivo, sino la rebeldía de clase ante la explotación. Por otra parte, no solo era pecado de Aquino y do los indígenas el planteamiento racial del problema social de la época. Fueron precisamente los colonizadores españoles quienes identificaron los privilegios de clase, con el origen europeo de las personas. Hasta llegaron a reglamentar minuciosamente la calidad de la vestimenta y los modelos de ropa que estaba permitido usar a los que no ostentaban un origen puramente europeo, para evitar “confusiones”.

El levantamiento de Aquino es el primer acto insurreccional de los jornaleros semi-libres, precursores da los actuales asalariados agrícolas, proletarios del campo.

Cuando en 1881 el gobierno encabezado por Zaldivar promulgó la Ley de Extinción de las Comunidades, en los hechos esa tarea había sido realizada ya por los grandes terratenientes mediante el despojo violento de los indígenas. La ley vino a legalizar ese despojo y a facilitar la completa liquidación de las pocas comunidades aún existentes, bajo la presión de las exigencias redobladas de mano de obra y tierras apropiadas para un nuevo, cultivo de exportación en desarrollo: EL .CAFE. El desarrollo del café condujo también a la liquidación completa de loe Ejidos, que se había iniciado en las regiones añileras de hecho desde los días subsiguientes a la Independencia.

Hacia la mitad del siglo pasado tomó gran desarrollo en Europa la aplicación de la Química a la industria, dando origen a la Química Industrial, que llegaría a ser con el tiempo uno de los pilares fundamentales do la producción de colorantes sintéticos, de superiores cualidades que los colorantes fabricados en base del añil. El añil comenzó a declinar y la demanda en Europa se fue reduciendo a medida que crecía la fabricación
de los tintes químicos.

Para una economía monocultivista cono ya era la nuestra, que giraba en torno del añil, aquella era una catástrofe. Pero a quiénes habían sido por generaciones dirigentes de una economía colonial, productora do materias primas para la exportación, apéndice agrario de los países más desarrollados, no podía ocurrírselos producir un viraje fundamental en aquella coyuntura. Los españoles conformaron así la producción en sus colonias de América y los criollos, como ya vimos, resentían no el hecho de que la producción americana estuviera conformada para abastecer y complementar a Europa, sino el que, en cumplimiento de ese papel, encontraron la traba impuesta por España al comercio, las discriminaciones en materia de impuestos y en cuanto a los derechos políticos que en definitiva pesaban sobre sus intereses económicos. Por eso, la Independencia política que les dio a los añileros el poder en nuestro país, no podía conducir ni condujo a la independencia económica, sino a la acentuación del carácter colonial de nuestra producción agrícola. Hablar de mercado para nuestros productos seguía significando hablar de Europa, como en la colonia, y hacía la sustitución del añil por otro producto aceptable para los europeos so encaminaron los desvelos de la clase dominante, aun antes de que el añil entrara en crisis, cuando ya ésta se dibujaba en el porvenir.

El café surgió entonces como la mayor esperanza de las clases dominantes. En esto consistió la “previsión” y la capacidad “visionaria’ que tanto se alaba en los gobernantes de la época, y sobre todo en Gerardo Barrios, cuyos auténticos méritos patrióticos forjados en la lucha contra la oligarquía conservadora y clerical, en favor del laicismo en la enseñanza y de la completa separación de la Iglesia respecto del Estado, se ocultan en cambio cada día más ante la juventud.

De nuevo el aparato del Estado fue empleado a fondo por las clases dominantes para empujar la agricultura nacional por el camino más conveniente para sus intereses, por el camino del cultivo del café. La zona más adecuada para el cultivo cafetero resultó ser la faja horizontal central, de tierra muy fértil, de origen volcánico y de clima fresco en sus puntos altos, muy propicio para este arbusto. Pero esa faja era en donde más abundaban los Ejidos, como ya vimos, y esa forma de propiedad no era precisamente la más indicada para incrementar el costoso cultivo del café, que es de carácter permanente. Quién, en efecto, estaría dispuesto a plantar unos arbustos en tierra ajena, para esperar luego entro cuatro y cinco años por las primeras cosechas, escasas además por ser las primeras? Quién estaría dispuesto a realizar una costosa inversión en la plantación de cafetales en las tierras de los Ejidos, sin tener la seguridad de que no sería lanzado por el Municipio, tan sujeto a los vaivenes de las enconadas disputas entre los más grandes terratenientes de la localidad? Por otra parte, cómo incrementar con rapidez un cultivo que multiplicaría varias veces las necesidades de mano de obra, sin convertir previamente en jornaleros a los parceleros ejidales, que no estarían dispuestos a concurrir voluntariamente a sus fincas do café a devengar un miserable salario, mientras tuvieran cultivos propios que atender? Indiscutiblemente, pues, por el lado que se lo rnirara, los Ejidos habían llegado a estar en contraposición con los intereses de la clase dominante y su desaparecimiento se había convertido en una necesidad para ella. El proceso de liquidación do los Ejidos se aceleré entonces de hecho. En 1882 fue promulgada por el gobierno de Zaldivar la Ley de Extinción de Ejidos, pero ese proceso ya se había iniciado desde varios años atrás. La ley vinos consolidar la usurpación, a propiciar la definitiva desaparición de los Ejidos y el paso de sus tierras a manos de unas cuantas familias do ricos hacendados.

El gobierno impuso como condición para quienes obtuvieron en propiedad tierra de los Ejidos, que ella fuera sombrada con café. Fueron por esta razón liquidados no más pronto los Ejidos que comprendían tierra apropiadas para su cultivo. Los terrenos ejidales costeros permanecieron por mucho tiempo sin sor reclamados por nadie, pese a que la Ley daba grandes facilidades para ello. En la faja costera se encontraba también buena parte de los terrenos llamados “realengos” durante la colonia y baldíos después de la Independencia, que se consideraban de propiedad estatal. Una pequeña parte de los campesinos despojados de su tierra parcelaria o expulsados de los terrenos ejidales, se refugiaron en territorios de la faja costera, en donde tuvieron que realizar esfuerzos gigantescos para arrancar a la montaña pequeñas parcelas de tierra destronconada para labranza y esfuerzos todavía mayores, casi heroicos, para mantenerse bajo las inclemencias del clima, la abundante plaga do zancudos transmisores del paludismo y la ausencia casi completa de vías de comunicación.
El establecimiento del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas en 1897, puso nuevos instrumentos en manos de los terratenientes para el despojo de los campesinos.

Todo el siglo pasado y comienzos del presente está empapado en la sangre campesina, derramada en el proceso brutal de formación del monopolio de la tierra en nuestro país. Quienes ocupaban un lugar destacado en el Gobierno Central o en el gobierno local, aprovechaban a fondo su posición para usar de la fuerza del Estado en el despojo de las masas rurales. No es casualidad que los apellidos de los más grandes latifundistas de la actualidad están vinculados a ex-Presidentes do la República, a ex- Ministros, a ex-Gobernadores o ex-Alcaldes. Si se revisa en las generaciones anteriores de las familias do los más grandes terratenientes en cada localidad, casi siempre toparemos con antepasados alcaldes, gobernadores, jueces, Ministros o Presidentes. Y eso no es, repetimos, ninguna casualidad, Es el mudo testimonio de la utilización durante más de un siglo del poder del Estado, de la fuerza pública, de las leyes, para despojar a las masas campesinas do su tierra. Constituye la silenciosa evidencia de que el monopolio que hoy pesa sobre la tierra en nuestro país es el producto do la usurpación respaldada por la fuerza pública.

La Revolución al realizar la Reforma Agraria no hará otra cosa que expropiar a los expropiadores.

( ) NOTA: Datos tomados del artículo “Estructura de Clases en El Salvador a fines de la Colonia, de J. Humberto Velásquez, publicado por 1ª Revista “La Universidad”, Número 1—2 correspondiente a enero y julio de 1960.

Planteamientos del PCS (segunda parte) Enero de 1966

NUESTRA POSICION ANTE LA RELIGION, Y EN PARTICULAR, ANTE LOS CATOLICOS

102. A los comunistas se nos acusa de ser enemigos jurados de la religión y se nos achaca que al llegar al poder desatamos la persecución contra las creencias religiosas y contra todos los que profesan una religión. Es realmente todo esto?

¡Será cierto! Las cosas son de otro modo. En primer lugar, es cierto que los comunistas no creemos en la existencia de Dios. Somos ateos. Pero también que llegar a establecer quién tiene la razón, si nosotros o, los creyentes religiosos, en cuanto a este problema de la existencia de Dios; es algo que solamente se conseguirá en un futuro muy lejano. Nosotros creemos firmemente que tenemos la razón y que si la sociedad fuera transformada revolucionariamente de modo que se construyera una nueva vida en la que todos tuvieran la posibilidad de recibir una educación científica y no sufrieran el rudo padecimiento de la explotación económica y la opresión política, se iría abriendo paso a una nueva concepción del mundo, y del Hombre, de sus orígenes y leyes de desarrollo que no reconoce misterios y no necesita de explicarse las causas de lo que ocurre y existe por la voluntad de seres sobrenaturales, como Dios. Los religiosos creen por su parte que son ellos quienes están en la razón y que nosotros seremos finalmente convencidos de la existencia de Dios.

Mientras tanto, religiosos y ateos pertenecemos al mismo pueblo, a las mismas clases sociales y sufrimos los mismos problemas económicos, sociales y políticos. Los comunistas pensamos, por consiguiente, que dejando en segundo lugar nuestra discusión acerca de si existe o no existe Dios, podemos y debemos hacer un esfuerzo por resolver los problemas que nos afectan por igual. Además, tenemos que, puesto que a nuestro entender, solamente se resolverá la disputa ideológica entre ateos y religiosos cuando la sociedad se haya transformado y se haya desarrollado plenamente sobre una nueva base, todo gobierno debe respetar y proteger la libertad religiosa más amplia, al igual que la libertad de no creer para aquellos que no poseemos fe religiosa. En ningún país gobernado por los comunistas se ha efectuado ni se efectúa persecución por motivos religiosos, lo que ha habido es otra cosa, muy distinta: han, sido castigados algunos religiosos y otros sin religión que conspiraban para lograr un regreso a la vida anterior, con el hambre, con la explotación, el atraso cultural y la mala salud cayendo
sobre el pueblo, que en mayoría sigue siendo creyente en muchos países gobernados por los comunistas.

La Iglesia Católica había venido manteniendo, bajo la dirección de Papa y Cardenales anteriores, vinculados o comprometidos con los intereses de grandes monopolios capitalistas internacionales o con las oligarquías internas de cada país, una lucha contra el comunismo y contra el ateismo, desaforadamente injusta.

Pero los tiempos cambian. Los oleajes de las luchas populares se fueron haciendo muy
altas en todo el mundo. En un conjunto de países se ha iniciado o se encuentra culminando la construcción del socialismo; en la Unión Soviética se da comienzo a la construcción de la sociedad comunista; y decenas de países se han liberado del colonialismo. La Iglesia Católica se ha visto, por la fuerza de los pueblos, en la necesidad de ocuparse de los problemas sociales y ha tenido que reconocer la existencia de una gran explotación sobre las masas trabajadoras, que formen la mayoría de la. Humanidad. En la lucha contra esa explotación, nos ha encontrado en todas partes a nosotros los comunistas, que estábamos luchando por una vida mejor, sin explotación, desde mucho untes que la Iglesia comenzara a preocuparse por el problema. Se le presentó por consiguiente una encrucijada: o bien variaba su línea reaccionaria para buscar el acercamiento de las masas trabajadoras y en ellas estamos los comunistas, pues la mayoría de nosotros somos trabajadores; o bien continuaba en sus posiciones conservadoras, defendiendo a los explotadores y cada vez más alejada de lo pueblos. El Concilio Ecuménico encaró este problema y lo resolvió así: la Iglesia no condena al comunismo, lucha contra los ateos pero no los condena. Mas aún, considera que es bueno que los católicos “mantengan un diálogo prudente con los ateos” para enfrentar los problemas comunes.

Es importante tener en cuenta que la Iglesia comenzó a comprender la necesidad de cambiar su línea solo cuando las luchas de los pueblos en todo el mundo entraron en una etapa aguda y generalizada y cuando llegaron a ser Papas y Cardenales, hombres procedentes del pueblo y no de la aristocracia millonaria. Pío XII, que fue un enconado anti-comunista, al mismo tiempo que encubría los nazi-fascistas, provenía de la aristocracia millonaria y monárquica de familia. Juan XXIII, que inició estos cambios en la línea de la Iglesia Católica procedía de una familia de campesinos.

103. En la América Latina, los obispados y cardenalatos continúan en manos de elementos vinculados a las ricas familias terratenientes o de elementos que educaron en el servicio incondicional de los explotadores, aunque provienen ellos mismos de capas populares. Por eso en el Concilio Ecuménico gran número de obispos latinoamericanos se alinearon con la minoría reaccionaria que quería una condena del comunismo y una lucha sin cuartel contra nosotros, tan deseada por los grandes terratenientes y multimillonarios de todo negocio, para mantener la actual estructura social. Sin embargo; en la América Latina también ha comenzado a menudear el caso de sacerdotes que, sin temores ni prejuicios, se han lanzado a la lucha por la liberación nacional y la revolución social, incluso al lado, de los comunistas.

Nosotros saludamos esos pasos adelante que ha dado la Iglesia Católica en su Concilio Ecuménico, aunque son todavía vacilantes e inconsecuentes. Saludamos esos progresos hacia la izquierda en la línea de la Iglesia, porque favorecen la unidad popular y contribuyen a la victoria de los pueblos en su lucha por una vida mejor.

104. Los comunistas estamos por el diálogo respetuoso y de altura que aconsejó a los católicos el Concilio Ecuménico. Estarnos en favor de la unidad de las masas católicas, para luchar por la transformación de la sociedad y para enfrentar la solución inmediata de los problemas que, aquejan a nuestro pueblo. Estamos en favor do la unión estrecha de todos los hombres y mujeres de nuestro pueblo: católicos, protestantes de todas las sectas y ateos, para luchar por la causa común. Estamos en favor de la libertad religiosa y, más ampliamente todavía, en favor de la plena libertad da pensamiento.

105. Quienes pregonan que los comunistas somos enemigos jurados de todo aquel que tiene religión, mienten pare lograr un propósito vital para los intereses explotadores que representan: evitar la unión de todo el pueblo, porque si pueblo se une, estarán contados los días de existencia para este infernal sistema social, en el que reina la miseria,.el hambre, la enfermedad, el desempleo, -el atraso cultural, la represión por motivos ideológicos, la garduña en el manejo de los recursos públicos, etc. Los propagandistas del anticomunismo utilizan el tema religioso para lograr la vieja fórmula que han empleado todos los explotadores: “divide y vencerás”. Los comunistas decimos a los católicos y a todos los creyentes de cualquiera otra religión’, que pertenecen a las clases sociales populares: “! Unámonos y Venceremos!”.

106. La mayoría de católicos y protestantes, los comunistas y demás ateos somos obreros, jornaleros agrícolas, campesinos, estudiantes, intelectuales, comerciantes, agricultores o comerciantes pequeños y medianos. Formamos el pueblo salvadoreño. Enfrentamos a enemigos comunas a todos: el imperialismo yanqui y la oligarquía interna. Que es lo que impida que nos unamos para derrotar esos enemigos. y construir un país distinto, donde podamos hacer una vida mejor? Antes se decía que los creyentes religiosos tenían prohibido relacionarse con nosotros los comunistas. Pero ahora los tiempos han cambiado. El Concilio Ecuménico rechazó las propuestas de una minoría do obispos recalcitrantes para condenar a el comunismo..No sólo se negó a condenarnos, sino que también aconsejó a los católicos un “diálogo prudente’ con nosotros. El Partido Comunista de El Salvador (PCS) saluda esa resolución del Concilio como una contribución constructiva a la unión de los pueblos en la lucha por sus anhelos. Nosotros llamamos a todos los católicos a ese “diálogo prudente” y a unir nuestra acción para resolver los problemas que sufre nuestro pueblo.

Los comunistas no estamos en contra da los católicos y demás creyentes religiosos, nosotros estamos en contra de los hambreadores y opresoras de nuestro pueblo, sean católicos, protestantes o ateos. O todos los demás, a todos los que sufren la explotación y la opresión, a todos los que quieran liberarse de ellas, nosotros les decimos: Tenemos problemas comunes, luchamos contra el mismo enemigo, perseguimos la misma causa, formamos el mismo pueblo y tenemos por tanto, el deber de unir nuestra fuerza y nuestra acción dejando en segundo lugar nuestras discrepancias religiosas. Nosotros somos ateos, pero respetamos vuestra creencia y fe. Podemos incluso discutir sobre eso, pero sin poner esa discusión en el primer lugar y sin abandonar la lucha por una vida mejor, a la que aspiramos todos.

108. La propaganda anticomunista pregona la división por motivos religiosos, porque esté al servicio de los opresores y explotadores imperialistas y oligarcas de este país. Pregonan la división porque saben que si el pueblo se une estarán contados los días para este injusto sistema social, en el que todo el pueblo trabaja duramente por unos cuantos centavos y un puñado de multimillonarios de aquí y monopolios extranjeros, se enriquecen incesantemente.

109.Los comunistas estamos favor de le unión de todo el pueblo salvadoreño, haciendo a un lado las diferencias religiosas, para librar con fuerza la batalla por un cambio social, que nos ofrezca la posibilidad de vivir sin hambre, sin desempleo, con buena salud, con trabajo bien remunerado, con educación y progreso social en general. Viva la unión de comunistas, católicos y protestantes un bien de la Patria y de las generaciones futuras!

NUESTRO POSICION ANTE LOS FUERZAS ARMADAS

110- Ahora se desarrolla una propaganda asegurando que ellas procedan del pueb1o. Y eso es una gran verdad. Los soldados y agentes de los cuerpos de seguridad se reclutan entre los jornaleros del campo y los trabajadores de las ciudades, lo mismo que entre los campesinos pobres y acomodados. Los oficiales proceden de las capas de campesinos acomodados o ricos, o de las capas medias de las ciudades. Solamente muy pocos tienen su origen en familias millonarias. No hay duda pues de que las Fuerzas Armadas proceden del pueblo. Pero entonces resulta más absurdo que, procediendo del pueblo, estén al servicio de explotadores y opresores. Para mantener al servicio de los explotadores y opresores a estos salvadoreños que integran las Fuerzas Armadas, se hace uso, entre otras cosas, del anti-comunismo. Se les inculca el temor y el odio contra los comunistas, pintándonos como enemigos jurados de todo lo militar. Se nos pinta como violadores de la moral, como enemigos de todo al que tiene creencia religiosa y su les dice que queremos quitarlo todo a todos, para darnos la gran vida con lo ajeno, etc. Se argumente sobre esta base que la misión de la Fuerza Armada es la de perseguirnos y abatirnos con las armas.
Pero no es difícil comprender que esos jornaleros, obreros, campesinos, elementos de las capas medias, vestidos de uniforme o al servicio de cuerpos secretos, no sirven a la Patria atacándonos a nosotros. Mientras las Fuerzas Armadas se hacen más anticomunistas y se preparan más pera luchar contra nosotros, el hambre, el desempleo, la miseria, la quiebra económica, la perdida de sus propiedades a manos de los prestamistas, la mala salud, el atraso total, los altos alquileres, el mesón, las barriadas de cartón y desperdicios, de latas o madera, etc., no sólo continúan presentes, sino que además aumentan sin cesar. Y también aumentan sin cesar las deudas de nuestro país con los EE.UU., la riqueza de los multimillonarios de aquí y los ingresos de monopolios norteamericanos. No esta claro que el anticomunismo es un procedimiento ideológico para hacer a los soldados y hombres de armas en general que defiendan a los explotadores y opresores del pueblo y luchen en contra de cambio social que ansían las clases sociales y las capas de donde ellos proceden? No esta claro que así las Fuerzas Armadas se extraen del pueblo para que luchen contra él?

Los comunistas no estamos en contra de las Fuerzas Armadas. Estamos en contra de este sistema social y luchamos por cambiarlo. Estamos en contra de quienes defienden este sistema social, pero al mismo tiempo comprendemos que la mayoría de esos defensores, entre los que se cuentan los miembros de la Fuerzas Armadas, no tienen razón para defender este sistema, porque proceden de un pueblo que lo sufre y ansía una vida mejor.

111. El Partido Comunista de El Salvador invita a todos los soldados y oficiales, a todos los agentes de los cuerpos de seguridad, a todos los salvadoreños que forman las Fuerzas Armadas, a meditar sobre su origen social, recordar las familias de donde proceden, las clases sociales de donde vienen, los problemas graves que confrontan esas clases y nuestro pueblo todo y al enjuiciar, teniendo en cuenta esta situación, el papel que ahora desempeñan al servicio de este sistema de explotación y opresión. Qué razón que no sea falsa, impide pues que los comunistas y los miembros de las Fuerzas Armada estemos en el mismo bando, si somos parte de nuestro pueblo, venimos de las filas de las masas trabajadoras y de las capas medias?

112. El soldado, el guardia, el policía, son jornaleros, obreros o pequeños agricultores. Los oficiales de las Fuerzas Armadas son elementos procedentes de familias de las capas medias. Quienes explotan a los jornaleros, a pequeños agricultores, a los obreros y a las capas medias, son los grandes terratenientes, los multimillonarios que forman la oligarquía nacional y 1o imperialistas norteamericanos, responsables de los malos precios de los productos nacionales de exportación (café y algodón). Pero son estos mismos grandes terratenientes, oligarcas e imperialistas yanquis, quienes más pregonan y a quienes más conviene el anticomunismo.
Por qué entonces tiene que estar la Fuerza Armada obligada a defender a estos explotadores del pueblo salvadoreño? Por qué tiene la Fuerza Armada que ser anticomunista, si los comunistas luchamos por poner fina semejante explotación, por transformar la sociedad y asegurar a los jornaleros, a los obreros, a los pequeños y medianos agricultores, a las capas medias en general, una vida mejor? Anticomunismo es lo mismo que defensa del actual sistema social, en el cual se enriquecen unos cuantos mientras se empobrece, se enferma, se mantiene sin educación, se oprime, se hambrea a la inmensa mayoría del pueblo.

113. La Fuerza armada procede del seno del pueblo, pero eso no basta. Es necesario también que defiende a ese pueblo de donde procede y se niegue a servir a quines lo explotan. El anti-comunismo es un truco ideológico que sirve para mantener a la Fuerza Armada en contra de pueblo de donde procede.

114. La oficialidad de las Fuerzas Armadas ya ha comprobado por su propia experiencia la insolente intromisión de los EE.UU. en la conducción de los asuntos militares en nuestro país. La Misión Militar norteamericana opera en muchos aspectos como un verdadero Estado Mayor, por encima del Estado Mayor salvadoreño. Con frecuencia oficiales y hasta Sargentos norteamericanos, aparecen impartiendo órdenes a oficiales salvadoreños de grado superior.

115. La intromisión militar yanqui constituye un esfuerzo práctico encaminado a convertir a las Fuerzas Armadas salvadoreñas en un ejército de ocupación, al servicio de los EE.UU. En gran parte ese objetivo ya ha sido conseguido. He aquí dos hechos que prueban suficientemente lo que estamos diciendo:

i) Toda la razón de ser y el centro de todos los planes de desarro1lo de las Fuerzas Armadas nacionales, ha pasado a ser el anti-comunismo. Ha llegado a ser tan absorbente esa posición, que ahora todo se justifica en nombre de la necesidad de prepararnos para combatir al comunismo.
Bajo la presión de los militares yanquis, en 1966 se rompió con la tradicional y positiva actitud de nuestro país de no formar bloques militares en Centroamérica. Tales bloques están siempre orientados a intervenir en los asuntos internos de los pueblos del Istmo y en otros países latinoamericanos y del mundo. Ahora con todo descaro se ha anunciado que el llamado Ejército Centroamericano, en el cual se ha comprometido El Salvador, está destinado a intervenir en cualquier país para impedir el triunfo del comunismo.

Nadie mejer que los propios oficiales saben que ese llamado Ejército Centroamericano no es otra cosa que la realización de un antiguo proyecto yanqui para contar en esta zona con una fuerza a su servicio, con la cual intervenir en defensa de sus intereses imperialistas y en contra de los pueblos, tal como se hizo en Santo Domingo.

116. Entre los oficiales salvadoreños han comenzado a perfilarse las corrientes nacionalistas, unes más consecuentes y democráticas que otras, que constituyen una expresión de resistencia al intento de los imperialistas de ocupar nuestros países con sus propios ejércitos puestos al servicio suyo. El Partido Comunista de El Salvador (PCS), pese al anticomunismo de estos oficiales nacionalistas, apoya y aplaude su posición y esté seguro que la Historia demostrara que esa es la posición correcta y patriótica. También demostrará la Historia que los comunistas somos patriotas de primera fila y que el anticomunismo propalado por los militaras yanquis, es una treta para conseguir la supeditación de la Fuerza Armada a sus designios.

117. La intromisión militar yanqui en nuestro país sofoca su desarrollo democrático. La Misión Militar norteamericana envenena el pensamiento de la oficialidad con el anti-comunismo y lo hace ver fantasmas rojos por todas partes, instigándola para imponer al Estado una línea de gobierno reaccionaria y represiva.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha corrompido a numerosos oficiales al reclutarlos para servir bajo sus órdenes mediante el pago de un sobresueldo en dólares. Así, las Fuerzas Armadas de El Salvador han sido minadas de agentes al servicio de una potencia extranjera que las imponen el rumbo considerado mejor por ella a la política interna e internacional de nuestro país. La amenaza constante de castigar con el golpe de Estado a los que rehúsan aplicar la línea trazada por el Pentágono yanqui la aseguran los agentes de la CIA en los distintos cuerpos armados y los oficiales independientes y nacionalistas se encuentran bloqueados y vigilados. Poner fin a la intromisión militar norteamericana ha pasado a ser una cuestión clave para abrirle paso a la democratización del país y preservar la independencia nacional.

SOBRE EL MERCADO COMUN Y LA INTEGRACION ECONOMICA CENTROAMERICANA

118. El Mercado Común Centroamericano es una buena cosa, pero deben aprovecharlo los centroamericanos y no los monopolios extranjeros. El Partido Comunista de El Salvador (PCS) esta en favor de una nueva orientación para la política que se sigue en la formación del mercado común y la integración centroamericana. Los comunistas estamos en favor de que se proteja al capital centroamericano, de que se dé facilidades y apoyo a los pequeños y medianos industriales y comerciantes, para que también puedan aprovechar las buenas condiciones de un mercado más grande.

119. El Partido Comunista de El Salvador (PCS), esta en favor de que grandes recursos naturales centroamericanos sean explotados por los propios centroamericanos y no se entreguen a los monopolios extranjeros. Centroamérica tiene capacidad para desarrollar su propia industria petrolera, su propia industria siderúrgica (fundición de acero), su propia industria. Metalúrgica, su propia industria química pesada, sus propios astilleros, etc. Las poquísimas inversiones que ahora se hacen en estas ramas de la producción pertenecen primordialmente a monopolios norteamericanos, europeos o japoneses. Se trata de las ramas más importantes de la economía de los países y quien tiene control de ellas, controla todo lo demás.
El pretexto que se invoca para entregar a monopolios extranjeros estos renglones, en el que no hay capitales centroamericanos suficientes para montar esas grandes empresas. Los comunistas salvadoreños creemos que sí existen esos capitales y además que pueden obtenerse muchos recursos nuevos ampliando el comercio con los países socialistas y obteniendo así mayores ingresos a cambio de nuestras exportaciones, lo mismo que ampliando las relaciones económicas en general al campo socialista y a todos los países europeos y asiáticos con los que ahora no existen, para obtener préstamos baratos y sin condiciones políticas, ayuda técnica incondicional y cooperación activa para las ramas de la industria pesada centroamericana en manos centroamericanas.
Ahora solamente se obtienen préstamos en los EE.UU. y. traen precisamente la condición de que nada más se inviertan en carreteras, viviendas, servicios públicos en general, además de las condiciones políticas que van eliminando poco a poco nuestra independencia. Los comunistas creemos que incluso se puede seguir .contratando préstamos en los EE.UU., pero sin admitir condiciones lesivas y para ser invertidos conforme a planes elaborados por centroamericanos de acuerdo al interés centroamericano. Este interés reclama la construcción de las grandes empresas de la industria pesada, que son indispensables para asegurar una independencia económica de verdad.

123. Ahora se monta en Centroamérica una industria no sólo penetrada por capital extranjero imperialista, sino que también sin el respaldo de una industria pesada centroamericana que la abastezca de los materiales, las herramientas, las máquinas, los repuestos necesarios. Aquí solamente se instalan fábricas para mezclar, para ensamblar o envasar. La industria pesada y hasta las empresas claves de la industria liviana, se encuentran en los EE.UU., en Alemania o Japón. Cuando no convenga a los monopolios de esos países, las fábricas instaladas aquí, pueden dejar de producir, con sólo negarse a abastecerlas. Por te camino Centroamérica esté perdiendo más y más su independencia económica y política y va cayendo bajo el chantaje imperialista.
Con esa línea impuesta a nuestra industrialización, los imperialistas calculan poder bloquearnos y rendirnos por la paralización de la economía., el día que nuestros pueblos quieran seguir un camino propio .y se decidan o resolver revolucionariamente los seculares problemas sociales que los agobian. Esa es la espada que estén colgando sobre la cabeza de Centroamérica. Los comunistas llamamos por eso a todos los centroamericanos patriotas, obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales, profesionales y técnicos, capitalistas pequeños, medianos y hasta aquellos grandes con sentimientos patrióticos, a la lucha por una industria pasada centroamericana y por una industrialización orientada con criterio de independencia y patriotismo.
Exijamos un plan de desarrollo industrial centroamericano que garantice el interés centroamericano y asegure el fortalecimiento de la independencia económica y política de Centroamérica.

121. El Mercado Común y la Integración Económica centroamericanos pueden ser formidables palancas para alcanzar la independencia económica de nuestros países, promover un acelerado desarrollo económico y elevar el nivel de vida material y cultural de nuestros pueblos, a condición de que se elimine la penetración del capital monopolista yanqui y se realice una reforma agraria profunda en todo el Istmo. El timón del mercomún y la integración esté ahora en Washington, traigámoslo a Centroamérica. La acción unida de los pueblos centroamericanos puede corregir el rumbo y asegurar un movimiento integracionista al servicio de nuestra independencia y de la transformación de nuestro sistema social atrasado e injusto.

122. Los trabajadores centroamericanos deben coordinar sus esfuerzos y unir su acción por salarios más altos, legislación laboral avanzada, libertad sindical y política plenas. Los trabajadores centroamericanos deben unir su acción en la lucha por los cambios sociales, en la brega por una vida mejor.

123. Es de interés vital para los obreros, los campesinos y los comerciantes e industriales pequeños y medianos, que en toda Centroamérica se realice una profunda y democrática Reforma Agraria, que elimine el latifundio y ponga la tierra en manos de quienes la trabajan. La Reforma Agraria daría gran poder comprador a las masas populares de toda la región y significaría un gran impulso para el desarrollo industrial y comercial. El Partido Comunista de El Salvador (PC5) esté en favor de la unidad de acción de los movimientos obreros, campesinos y democráticos centroamericanos en la lucha por la Reforma Agraria en todo el Istmo.

124. El Partido Comunista de El Salvador esté en favor de la completa libertad de tránsito para los centroamericanos por toda Centroamérica. Ese libre tránsito no sólo será un factor do apoyo al desarrollo económico, sino también una vía mucho más práctica y efectiva que miles de declaraciones románticas, para estrechar los vínculos entre nuestros pueblos y para fortalecer sus luchas por su causa común.

125. El. Partido Comunista de El Salvador (PCS) esta en favor de un amplio entendimiento y una activa unidad de acción entre todas las fuerzas democráticas y antiimperialistas de Centroamérica. De hecho tenemos enemigos comunes y objetivos similares. La reacción centroamericana, por su .parte, ya se han unificado y ya actúan coordinadamente bajo la batuta del imperialismo yanqui. ! Viva la unidad de las fuerzas revolucionarias, democráticas y anti-imperialistas toda de toda Centroamérica.

NUESTRA POSICION FRENTE A LA DEMOCRACIA

126. Se nos acusa a los comunistas de ser enemigos de la democracia y a los comunistas salvadoreños, en particular, de luchar para destruir la democracia en nuestro país. Más aún, la Constitución, la Ley Electoral, el Código Penal, el Código de Instrucción Criminal, prohíben y castigan la difusión de “las doctrinas anárquicas y contrarias a la democracia”, entre las que se sitúa arbitrariamente a la nuestra.
Para orientarse en el examen de esta acusación contra los comunistas hay que partir de esta cuestión: Se nos acusa de querer destruir la democracia en El Salvador, pero realmente hay democracia en nuestro país? Nosotros sostenemos que no la hay y que, por tanto, es absurdo que se nos acuse de querer destruirla. He aquí algunas razones en las que basamos nuestra afirmación:

a) La Constitución establece el derecho a la libre asociación, pero de y por medio de algunas leyes, se prohíbe la organización de los trabajadores del campo y se mantiene un costoso aparato represivo para controlar, vigilar y aterrorizar a las masas rurales, con el objeto de impedir que se asocien para la defensa do sus intereses.
La población rural, conforme al censo de 1961, forma las dos terceras partes de toda la población del país.
b) La Constitución establece el derecho a la inviolabilidad del domici1io. Sin embargo, tanto por disposiciones de la Ley Agraria, como de hecho, la Guardia Nacional y demás cuerpos represivos, irrumpen diariamente en decenas de viviendas rurales sin orden de juez. Igualmente, sin orden de juez, la policía, la guardia y otros cuerpos, allanan los domicilios de cientos de ciudadanos democráticos durante las represiones políticas que frecuentemente se realizan.
c) La Constitución prohíbe los castigos corporales y la prisión por deudas, pero en el campo son procedimientos predilectos do la Guardia y demás cuerpos represivos: las “colgadas”, la flagelación, los planazos de machete, las torturas con capucha, los puñetazos y patadas. En las ciudades, el procedimiento principal de la policía, tanto para la investigación de delitos comunes, como para la represión política consiste en la tortura, cuyas modalidades, con la capucha en primer lugar, son ampliamente conocidas por nuestro pueblo.
Por otra parte, en el campo los terratenientes y todos los ricos, tienen el privilegio de poder mandar presos, simplemente bajo su palabra, a cualquier persona. Este procedimiento se utiliza ampliamente pera hacer pagar las deudas aunque la Constitución prohíba la prisión por deudas. Estos procedimientos de apremio sobre los deudores se utilizan con frecuencia, aunque en menor grado también en las ciudades, principalmente en las pequeñas poblaciones del interior del país.
ch) La Constitución establece que toda persona tiene derecho a ser oída y vencida en juicio y que nadie puede ser castigado sin previa sentencia judicial. Realmente en lo que se refiere a la población rural esa disposición es simplemente un adorno. La Guardia Nacional castiga a diestra y siniestra incluso con la muerte. Eso es de sobra conocido.
Los opositores al gobierno, especialmente los elementos de izquierda y nosotros los comunistas, somos permanentes victimas de toda clase de castigos sin previo juicio y sentencia: se nos captura sin orden judicial, se nos mantiene en secuestro sin presentarnos ante juez competente durante meses, se nos tortura en la Guardia o la Policía, se nos hace la guerra económica presionando para que se nos despida de todo empleo, se nos calumnia y denigra constantemente, se nos expulsa del país, pese a que la Constitución prohíbe el exilio, etc.

d) La Constitución establece la libertad para organizar partidos políticos. Pero de hecho solamente so tolera la formación de partidos que representan a los intereses de clases minoritarias de nuestra sociedad. El Partido Comunista y otros partidos que representan los intereses de los trabajadores, de los campesinos, de la intelectualidad, de las capas medias, o bien son mantenidos en la arbitraria ilegalidad (como es el caso nuestro), o bien se les obstruye y hace imposible de obtener su inscripción legal, con el sarcástico pretexto de defender la democracia.
e) La Constitución establece el derecho a la libre emisión del pensamiento. Pero solamente pueden difundir sin trabas su pensamiento los reaccionarios, que defienden el actual sistema social, injusto para la gran mayoría de nuestro pueblo. Tienen libertad para expresarse y difundir sus ideas los dueños de periódicos, radiodifusoras y estaciones de televisión y todos los elementos de la minoritaria clase dominante y sus propagandistas. Tienen derecho a expresarse libremente los propagandistas nacionales y extranjeros a sueldo del imperialismo, al que le cantan loas y lo cubren de elogios al mismo tiempo que cubren de calumnias y deforman la imagen de todos los antiimperialistas y revolucionarios, especialmente de nosotros los comunistas. Para todos los que no defienden el sistema actual y la sumisión al imperialismo norteamericano, están cerradas las páginas de la prensa y si queremos opinar, debemos hacerlo en franca lucha con la policía y mediante un arriesgado esfuerzo para
imprimir y divulgar clandestinamente nuestra palabra.
f) La Constitución establece el sufragio universal come medio de dar origen al gobierno de la República, pero, habrá en nuestro país alguien que pueda sostener con seriedad que ha sido el sufragio universal la fuente de nuestros gobiernos? La misma Constitución que manda eso es cambiada con frecuencia para ajustarla a las conveniencias de cada camarilla de golpistas que asalta el poder, en cuanto tienen la impresión de que esta avanzando la conciencia popular democrática y peligra el dominio de la minoría explotadora y pro-imperialista.
g) La Constitución establece el recurso de Exhibición Personal para amparar la libertad de toda persona privada injustamente de ella. Pero, hay un solo caso que pueda citarse en los quince últimos años, para no extendernos más, algún preso político, de los miles que en este período ha habido, en cuyo caso la Exhibición Personal haya sido un procedimiento eficaz para recobrar la libertad? Se puede citar un solo caso en el que la Corte Suprema de Justicia haya defendido este recurso de Exhibición Personal, de la descarada burla que de el hace la policía y demás cuerpos represivos, cada vez que es invocado en favor de un perseguido político? Más todavía, se recuerda el caso de alguna Corte Suprema de Justicia realmente independiente del Poder Ejecutivo, como lo manda la Constitución, que no haya sido un fiel lacayo del Presidente la República?
La Constitución no puede realmente mandar nada, aunque contenga en su texto toda la lista de derechos y libertades democráticas, porque sencillamente nadie que tenga poder garantiza su existencia y ella puedo ser cambiada, cuestionada vuelta a promulgar, corregida, aumentada, reducida, maltratada, etc., según la conveniencia de las minorías que detentan el poder.
¡NO! , los comunistas no somos perseguidos por tratar de destruir esta destruida y burlada democracia salvadoreña! Los comunistas somos perseguidos precisamente por lo contrario, por luchar en defensa de los derechos democráticos, en defensa de las libertades públicas, por hacer uso de esos derechos y esas libertades contra la voluntad de las poderosas minorías gobernantes y del imperialismo yanqui. Somos perseguidos en nombre de la democracia por quienes aplastan y niegan la democracia.

127. No habrá democracia en El Salvador mientras se mantenga en la ilegalidad a los partidos de izquierda y mientras se mantenga en la ilegalidad al Partido Comunista de El Salvador (PCS).

128. No habrá democracia en El Salvador mientras no sea efectiva la plena libertad de emisión del pensamiento y mientras no se ponga fin a la persecución policial por motivos ideológicos.
129. No habrá democracia en El Salvador mientras no se reconozca el derecho de los trabajadores agrícolas a organizarse libremente en Sindicatos.

130. No habrá democracia en El Salvador mientras no se garantice plenamente el derecho a organizar partidos políticos, sin cortapisas do ninguna clase.

l3l. No habrá democracia en El Salvador mientras no se garantice plenamente el derecho de huelga para los trabajadores de la ciudad y del campo y se ponga fin a la intromisión del Ministerio de Trabajo en los sindicatos.

132. No habrá democracia en El Salvador mientras no se garantice plenamente la educación científica superior y se ponga fin a la hostilidad contra Universidad Nacional.

133. No habrá democracia en El Salvador, mientras el poder no esté en manos del pueblo salvadoreño y no se ponga fin al dominio de la minoría, que esta al servicio de los intereses de los multimillonarios nacionales y de los imperialistas yanquis.

134. No habrá democracia en El Salvador mientras las Fuerzas Armadas al servicio del puñado de grandes terratenientes, grandes exportadores e importadores, banqueros y grandes negociantes en general, y mientras estén bajo control y dirección del Pentágono norteamericano. La democracia salvadoreña necesita unas Fuerzas Armadas al servicio de la nación y defensores de la Independencia patria.

135. No habrá democracia en El Salvador mientras la Misión Militar yanqui controle y dirija a las Fuerzas Armadas salvadoreñas, mientras la Policía; la Guardia y demás cuerpos de seguridad, estén bajo la dirección de recalcitrantes reaccionarios al servicio de la Agencia Central de Inteligencia y del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos.

136. No habrá democracia en El Salvador mientras la inmensa mayoría del pueblo no tenga propiedad y mientras la tierra, los bancos, los transportes, el gran comercio y la gran industria, estén en manos de un puñado de multimillonarios salvadoreños y de monopolios extranjeros.
137. No habrá democracia en El Salvador mientras se encuentre vigente la ley anticomunista. La ley anticomunista es un instrumento del imperialismo y de la reacción interna para impedir la democratización del país. ! La ley anticomunista debe derogarse!!

138. La Ley Anticomunista viola el derecho a huelga, el derecho a la libre expresión del pensamiento, la libertad de asociación, la libertad de reunión, la libertad de cátedra, y atenta contra la seguridad personal de todo los ciudadanos desafectos al Gobierno. Todo opositor al régimen esta bajo la amenaza que se emplee en su contra la Ley Anticomunista.
.
139. El Salvador necesita un cambio! !Debe terminar el sufrimiento en que vive la mayoría de nuestro pueblo! El Salvador necesita un gobierno que haga una Reforma Agraria, que establezca relaciones económicas y diplomáticas con todos los países del mundo, que defienda la soberanía nacional y ponga fin a la intromisión yanqui, que nacionalice la Banca, los ferrocarriles, los puertos, la producción y distribución de electricidad; que emprenda una industrialización con orientación nacionalista; que democratice la vida político, reformando toda la legislación para eliminar las trabas y prohibiciones antidemocráticas y para ampliar los derechos y libertades ciudadanas y laborales a los más elevados niveles democráticos; que mantenga una política exterior do amistad con todas las naciones y defienda la coexistencia pacífica entra los Estados de distinto régimen social y el derecho a la no intervención y la autodeterminación de los pueblos.
140. El Salvador necesita un gobierno en el que estén representadas la clase trabajadora, los pequeños y medianos propietarios de la ciudad y el campo, la intelectualidad democrática.. El Salvador necesita un gobierno así, que transforme su sistema social, que emprenda los cambios revolucionarios para hacer del nuestro un país que pertenece a su pueblo y no a un puñado de millonarios criollos y de monopolios extranjeros. Sólo un gobierno como este puede realmente ser democrático.

QUE POSICION TIENEN LOS DEMAS PARTIDOS FRENTE A LA DEMOCRACIA Y A LA SITUACION DE DEPENDENCIA DE NUESTRO PAIS?

l4l. Los partidos (tales o cuales) deben definir claramente su posición ante la Reforma Agraria, ante las relaciones económicas y diplomáticas con todos los países, incluyendo al campo socialista; deben definir su posición ante la llamada ‘Ley anticomunista”, ante las restricciones antidemocráticas de la Ley Electoral; deben definirse frente a las medidas yanquis contra el precio del algodón y ante la política del gobierno actual de endeudar interminablemente al país con los EE.UU. comprometiéndose a apoyar su política intervencionista en la América Latina. En suma, los partidos (tales o cuales) deben definirse ante la Democracia.
142. Cuál es la posición de los partidos (tales o cuales) y de sus candidatos en relación con la presencia y actividades de la Misión Militar de los EE.UU. y de los agentes de la CIA en nuestro país? Qué opinan acerca del Estado Mayor Centroamericano, del Consejo de Defensa Centroamericano y del control y dirección que en esos organismos tiene el Estado Mayor Conjunto de los EE.UU.?
Qué opinan acerca de las frecuentes reuniones de los Ministros del Interior, Jefes de Policía y de Migración de Centroamérica con delegados del gobierno yanqui para acordar medidas de control y represión en todos estos países? Qué opinan de la existencia de la llamada Policía Centroamericana? Qué opinan de el derecho a la autodeterminación de los pueblos y el derecho a la no intervención? Qué opinan acerca de la intervención militar yanqui en la República Dominicana y del papel de encubridor y cómplice do ese bárbaro crimen que fue a sostener el gobierno de Rivera en la llamada Comisión de Paz, que estuvo haciendo arreglos en Santo Domingo y luego en la Conferencia de Río de Janeiro? Cual es la política exterior que esos partidos y candidatos creen que sería la mejor para nuestro país?
143. Que opinan los partidos (tales o cuales) de la Ley Anticomunista?
144. Los municipios deben dejar de ser un instrumento del oficialismo. Hay que arrancar los municipios de las manos del gobierno y transformarlos en instrumentos de la voluntad popular. Cómo enfocan este problema los partidos
(tales o cuales)?
145. Qué opinan los partidos (tales o cuales) y sus candidatos a Alcaldes sobre el problema de las vendedoras ambulantes? Continuará la persecución contra las vendedoras ambulantes?
146 – ! Libertad para los presos políticos! !Libertad para los sindicalistas presos! Qué opinan los partidos (tales o cuales) de la represión contra la izquierda y contra el movimiento sindical independiente?

SOBRE LAS VENDEDORAS AMBULANTES

147. El problema de las vendedoras ambulantes no se resuelvo con hacer Mercados. Este problema refleja la falta de empleos suficientes para toda la población en edad de trabajo y de empleos con un salario suficiente. El problema de las vendedoras ambulantes solamente se resolverá cuando se haga la Reforma Agraria, se industrialice al país con una orientación patriótica, se elimine el dominio de la oligarquía de los 14 grandes y de los monopolios yanquis, se realicen todas las demás reformas sociales. Por eso el Partido Comunista El Salvador sostiene que debe cesar la persecución a las vendedoras ambulantes, que debe garantizarse a estas mujeres su derecho a ganarse la vida con su trabajo. Los pretextos de ornato de la ciudad y de la inconveniencia para el turismo, no pasan de superficiales argumentaciones que, más que justificar la represión contra estas trabajadoras constituyen un insulto a la dignidad humana! Basta de maltratar a las vendedoras ambulantes! !Respeto absoluto a su derecho a ganarse la vida trabajando.honradamente!

EL PARTIDO COMUNISTA DE ÉL SALVADOR (PCS)

148. EL Partido Comunista de El Salvador (PCS) cumplió 35 años de existencia en marzo de 1965. Antes de cumplir dos años de fundado soportó una feroz masacre que segó la vida de más de treinta mil trabajadores, hombres y mujeres del pueblo en general. Sus 33 años siguientes están repletos de persecuciones, expatriaciones, encarcelamientos, torturas, etc., en contra suya. Y sin embargo, nuestro Partido no sólo subsiste, sino que crece y se desarrolla. Cuál es la causa de la indestructibilidad de este Partido? Por más que los propagandistas del anticomunismo retuerzan las cosas, la respuesta a esta pregunta no puede ser otra que la siguiente: los comunistas provenimos de la entraña de nuestro pueblo y el pueblo procrea comunistas incesantemente.

Somos hijos del pueblo salvadoreño, somos eJ. Partido de los trabajadores salvadoreños, y hemos asumido plenamente nuestro deber revolucionario ante nuestro pueblo, el pueblo salvadoreño. Porque somos sus hijos y hemos asumido esa responsabilidad, él nos protege y nos apoya. El Partido Comunista es indestructible.

La rudeza de los enemigos, aunque no la buscamos ni deseamos, en realidad nos ayuda, puesto que nos templa y depura nuestras filas de aquellos que no son capaces de mantenerse en pie en medio de la tormenta, libres de corrupción y de vacilaciones.

149. El Partido Comunista de El Salvador (PCS) cumplió 35 años de existencia en marzo de 1965, durante los cuales ha sufrido una atroz masacre que segó la vida de más de treinta mil patriotas y una permanente persecución, abundante en secuestros y torturas policiales, en exilios y enjuiciamientos amañados en contra de sus miembros. Pero el PCS sigue en pie y además crece, se desarrolla y ensancha su prestigio entre todo el pueblo.
Cuál de todos los movimientos anticomunistas ha mostrado tanta vitalidad política? Cuál de los gobiernos anticomunistas salió de su cargo cubierto de gloria, rodeado del cariño de su pueblo? Cuál de los gobernantes anticomunistas no dejó su cargo condenado y maldecido por nuestro pueblo? Cual de todos ellos puede mostrar siquiera la mitad de la honradez, del espíritu de sacrificio que hemos demostrado poseer los comunistas?

EN LO INTERNACIONAL

150. Al mismo tiempo que somos patriotas y precisamente por ello, los comunistas somos internacionalistas.
La clase obrera de todas partes, los pueblos de todos los confines, tienen nuestros mismos objetivos, enfrentan los mismos enemigos, luchan por las mismas aspiraciones a una vida mejor. Los explotadores y reaccionarios por su parte, acoplan internacionalmente sus golpes contra los pueblos. De todo esto puedo cualquiera enterarse por la simple lectura de los diarios.

Los imperialistas norteamericanos han asumido el papel de policía mundial y golpean con su garrote lo mismo a Vietnam que a la República Dominicana. Por eso la lucha de los vietnamitas y de los dominicanos, como la de todos los que de una otra forma combaten al imperialismo, nos ayuda a nosotros los salvadoreños, que soportamos un sistema social que mantiene en la miseria y el hambre a la inmensa mayoría y tenemos enfrente también al imperialismo yanqui que se opone a nuestra necesidad vital de hacer una profunda revolución social, que resuelva nuestro graves problemas.

Quienes no comprendan el carácter internacional de la lucha de los pueblos y no miran la causa de la liberación nacional de los salvadoreños como parte de la causa de toda la Humanidad trabajadora y progresista, quienes no miren la lucha de nuestro pueblo por la transformación social como una contribución a la lucha de todos los pueblos; de hecho fortalecen las posiciones del imperialismo y debilitan la causa del pueblo salvadoreño.

Pero la propaganda anticomunista trata de tergiversar esta posición internacionalista, presentándonos como agentes de potencias extranjeras. Nosotros estemos en un mismo bando con los soviéticos, con los cubanos, con los pueblos de todos los países socialistas, que están construyendo la nueva vida y asestando con ello go1pes demoledores al imperialismo. Nosotros estamos en el mismo bando que todos los pueblos contra el imperialismo, en el bando de la revolución mundial contra el bando de la reacción, el colonialismo, la contrarrevolución, y la explotación mundial. Esto es lo que hace rabiar a los anticomunistas y por eso nos calumnian.
l5l. ! Fuera yanquis de Vietnam! !Viva el pueblo norteamericano que repudia la agresión imperialista a Vietnam!
152 – ! Los imperialistas yanquis serán derrotados en Vietnam! !El Viet Cong levanta la bandera de todos los pueblos oprimidos y explotados por el imperialismo! 1 Viva el Viet Cong!
153 – Los imperialistas yanquis tienen en Vietnam super-fortaleza para bombardear, portaaviones y una flota entera de buques de guerra, tienen allí miles de helicópteros, más de ciento noventa mil soldados armados hasta los dientes con equipos modernísimos; tienen allí grandes bases de la aviación militar con miles de bombarderos y cazas supersónicos; esta gastando allí para sostener su guerra de agresión, más de 30 millones de dólares diarios, !pero les falta algol No tienen a su favor, sino resueltamente en su contra, al heroico pueblo vietnamita y, por eso están perdiendo la guerra y serán derrotados, pese a que el Viet Cong no cuenta con armamento moderno ni abundante.

154! Viva el pueblo norteamericano, que está despertando a la lucha antiimperialista! El Partido Comunista de El Salvador saluda al pueblo de los EE.UU. y llama a todo el pueblo salvadoreño a expresarle su apoyo.

155. En América Latina crece la lucha contra el imperialismo y por la revolución social: En Venezuela, Guatemala, Colombia y Perú, el pueblo ha tomado las armas para arrancar el poder de manos de la oligarquía y los agentes de1 imperialismo. En Uruguay y Chile se agiganta la lucha callejera de masas, huelgas de los trabajadores y el movimiento de la intelectualidad democrática, en Panamá arrecia la lucha de los estudiantes; en Nicaragua crece la organización de los obreros y campesinos, con la reciente formación de una gran federación de asalariados agrícolas.; en Honduras, la resistencia popular ha impedido al gobierno aplastar al movimiento obrero que recientemente sostuvo en Tegucigalpa une valiente huelga; en El Salvador crece orgánicamente el movimiento obrero, se intensifica la lucha de los estudiantes, se agrupan las fuerzas políticas en torno, de programas partidistas más inclinados a la izquierda; en Bolivia, el gobierno gorila,,y pro yanqui ha recurrido a la masacre contra los mineros, pero no ha conseguido doblegar su resistencia.; en Paraguay sigue adelante la lucha contra la tiranía fascista pro yanqui de Stroessner; en Ecuador surge el movimiento popular y revolucionario con nueva fuerza después de los reveses sufridos en 1963 con la represión desatada por los gorilas que asaltaron el poder; en Brasil fue derrotado rotundamente en las urnas electorales el llamado gobierno “revolucionario” de Castello Branco, gobierno de gorilas peleles de Washington, obligándolo a quitarse la careta al prohibir las elecciones presidenciales para no enfrentar otra derrota segura.

En los propios EE.UU. el pueblo está despertando a la lucha contra la agresión a Vietnam y la política guerrerista del imperialismo en todo el mundo, y ha arreciado su esfuerzo en contra de la discriminación racial.

Los comunistas estamos en las filas delanteras de todos estos combates, cumpliendo con nuestro deber ante los pueblos, de cuyas entrañas provenimos.

156! Viva el pueblo guatemalteco! !Abajo la tiranía gorila de Peralta Azurdia! El pueblo salvadoreño mira la valiente lucia de los guerrilleros guatemaltecos de las” Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), como suya propia. El Partido Comunista de El Salvador apoya la lucha de las FAR.
157. El Salvador defendió el principio de la no intervención, y el derecho a la autodeterminación de los pueblos en la Conferencie de La Habana en 1929. Pero esa gloriosa tradición de la política internacional de nuestro país ha sido lanzada por la borda por el gobierno actual. Los comunistas nos mantenemos firmes y no claudicamos ante el imperialismo, defendiendo nuestra honrosa tradición nacional. Estamos en favor de la no intervención., estamos en favor de la autodeterminación de los pueblos.

158 — En la República Dominicana el imperialismo yanqui botó su máscara, se mostró como lo que es: el enemigo principal de los pueblos latinoamericanos.
159. ¡Fuera yanquis de la República Dominicana! ¡Viva la gran unidad de los patriotas dominicanos y su heroica decisión de lanzar de su patria al invasor yanqui!
160. En la República Dominicana los comunistas demostraron al lado de quien están: mientras los imperialistas yanquis invadían su patria y pisoteaban al derecho de su pueblo a decidir libremente su destino, los comunistas luchaban junto a todos los patriotas de distintas tendencias políticas por restablecer la institucionalizad y por defender la independencia nacional. Muchos de los que honradamente se habían hecho eco de la propaganda anticomunista aprendieron por la irrefutable y dura lección de la vida, que los imperialistas yanquis, sumos sacerdotes del anticomunismo, son al mismo tiempo los peores enemigos de su pueblo; mientras que los comunistas son patriotas de primera fila, dispuestos a morir por la libertad y la independencia nacional, por la democracia y el progreso social.
Ahora en la República Dominicana hay un gran frente unido formado por todos los patriotas de verdad. La Historia demuestra dónde esté el lugar de los comunistas y dónde el de los anticomunistas.
l6l. El odio y la furiosa campaña de propaganda contra la Revolución Cubana tienen una explicación:
En Cuba se hizo la Reforma Agraria que puso fin al dominio de los terratenientes y dio lo tierra a quienes la trabajan; se puso fin al Analfabetismo en un solo año, so ha llevado las escuelas primarias hasta el último rincón del país, se ha creado una amplia red de Escuelas técnicas en el campo y la ciudad, se ha extendido enormemente la educación universitaria y ahora se he llevado a todos los que eran analfabetas antes de la Revolución, hasta el nivel del Sexto grado como mínimo. La ‘Batalla por el Sexto Grado” como la llamó el pueblo de Cuba, se ha cumplido en un breve plazo.

En Cuba la Revolución puso fin a la explotación de los casatenientes sobre la población de, las ciudades, mediante la Reforma Urbana que dio a todos los arrendatarios la posibilidad de ser propietarios de casa y rebajó los alquileres a un nivel que ya no significa la parte mayor do los gastos de la familia trabajadora.

La Revolución Cubana hizo cubana toda la industria; nacionalizando las empresas
de propiedad de los monopolios extranjeros y multimillonarios criollos, industrializando a ritmo rápido al país, electrificándolo abundantemente y multiplicando en muchas veces el número da técnicos y obreros calificados que laboran en la producción.
La Revolución Cubana ha desarrollado la salud pública llevando le medicina curativa y preventiva a todos los rincones del país.
La Revolución Cubana ha hecho gobernante a la clase obrera, ha hecho participar en la dirección del Estado a los campesinos, a la intelectualidad, y otras capas medias. Estas clases sociales soportaban antes de la Revolución la dictadura de la minoría de terratenientes, banqueros y grandes negociantes del comercio exterior que, aliados de los monopolios norteamericanos y supeditados a ellos, realizaban el saqueo económico del país y sojuzgaban a su pueblo. El poder en manos de esa minoría explotadora se había transformado en un apéndice de Washington y la independencia nacional, por la que tanta sangre derramaran los cubanos a fines del siglo pasado, era una simple frase en la Constitución Política. Ahora en Cuba gobierna el pueblo y la dignidad nacional ha sido rescatada y elevada. La bandera de Martí y de Maceo flamea hoy sostenida por el poderoso abrazo de todo el pueblo.
En América Latina no hay una democracia tan amplia y tan profundamente verdadera en sus postulados de “gobierno del pueblo, por y para el pueblo” como la que estableció en Cuba la Revolución.

La Revolución Cubana ha demostrado que todo esto y muchísimo más que ha
realizado para bien de su pueblo, se puede hacer aún en contra de la voluntad de los imperialistas yanquis, gracias a las inagotables reservas de heroísmo que una revolución despierta en el pueblo y gracias al resuelto respaldo material y moral que le ha prestado la. Unión Soviética y todo el campo socialista.

La Revolución Cubana es un ejemplo para los pueblos de este Continente, que no puede cubrirse por la propaganda venenosa de los imperialistas y reaccionarios, de la misma forma que “no puede taparse el sol con un dedo”.

El Partido Comunista de El Salvador (PCS) apoya resueltamente a la Revolución Cubana y considera que el pueblo de Cuba ha hecho y hace con su Revolución y la construcción de la Sociedad Socialista en América, una gran contribución a la causa de todos nuestros pueblos. ! Viva la Revolución Cubana! ¡Viva el Primer País Socialista de América!

162. La Revolución Cubana es invencible porque la realiza su heroico pueblo, firmemente unido; porque la apoyan todos los pueblos de la América Latina y el mundo; y, sobre todo, porque ha llevado a la clase obrera al poder, con ello Cuba ha entrado en la poderosa y gran familia de países socialistas, de países gobernados por la clase obrera.

La Unión Soviética y todo el Campo Socialista respaldan a Cuba Socialista y demuestran con ello que los comunistas, vanguardia que somos de la clase obrera, no decimos palabras vanas, ni hacemos ofrecimientos mentirosos cuando decimos a los pueblos: !Somos internacionalistas, nuestra causa es la causa de toda la humanidad trabajadora, la lucha de cualquier pueblo por su liberación es nuestra propia lucha.!

El ejemplo de la solidaridad internacional con Cuba demuestra la gran fuerza y la vigorosa vitalidad de la consigna que escribió Carlos 1arx en 1848, al final del Manifiesto Comunista: “Proletarios de todos los países, uníos”, que es hoy la más alta divisa de todo el Movimiento Comunista Internacional. “Proletarios de todos los países, uníos” dice también el lema del Partido Comunista de El Salvador (PCS).

163. Los comunistas somos partidarios de la coexistencia pacífica entre Estados con distinto régimen social. Somos enemigos firmes de la guerra mundial y de la carrera de los armamentos. Lo comunistas estarnos firmemente a favor de la prohibición total de las arma nucleares y abogamos por la utilización de la energía atómica exclusivamente para los usos pacíficos, que permitan hacer mejor la vida de la sociedad humana.

164. Los pueblos realizan inevitablemente sus revoluciones sociales como un resultado del desarrollo económico-social de sus países. En unos madura antes la Revolución y en otros después pero todos llegan invariablemente al momento de realizar su revolución social. Los imperialistas yanquis y todos los ultra reaccionarios quieren impedir este proceso natural por medio de una guerra atómica mundial, que confronte a todos los pueblos de una vez con una destrucción gigantesca. Confían en que así harán retroceder la rueda de la Historia y alargaran indefinidamente el plazo de cada pueblo para arribar al poder y hacer su Revolución.

De una guerra mundial, en las actuales condiciones, el imperialismo y todo el sistema capitalista saldrían sin duda derrotados y no vencedores, como algunos de los más furiosos reaccionarios piensan. La Unión Soviética cuenta con un gigantesco poderío nuclear, capaz de realizar esa tarea y todos los pueblos del campo socialista, a la cabeza de .toda la Humanidad, constituirían una irresistible fuerza demoledora contra el imperialismo, el día, que los atolondrados guerreristas desencadenaran el incendio nuclear. Pero los imperialistas habrían, sin embargo, alcanzado en parte su objetivo, porque los pueblos, aunque vencedores, sobrevivirían en un mundo de cenizas radioactivas, cubierto por los escombros de la destrucción atómica. Las maravillosas conquistes de la ciencia, de la técnica, de la industria y la agricultura, los bellos frutos del arte, conquistados al través de los siglos y que constituyen un tesoro de toda la Humanidad; en fin, las conquistas de la vida civilizada, sufrirían una destrucción incalculable y la construcción de la nueva vida, de la vida socialista y comunista, sería para estos vencedores una meta muy lejana.

Los comunistas confiamos firmemente en la vitalidad de la lucha de los pueblos, en su capacidad para vencer al imperialismo y hacer cada uno, con la solidaridad de todos los demás, su propia Revolución. Los comunistas sostenemos que la coexistencia pacífica, el mantenimiento de la paz mundial, el no estallido de la guerra nuclear, constituye por eso la CONDICION MAS IMPORTANTE PARA QUE LOS PUEBLOS PUEDAN HACER SU REVOLUCION. La coexistencia pacífica entre los estados de distinto sistema social, es el marco indispensable para que cada pueblo realice su propia revolución. Por eso la lucha por la paz mundial, por la coexistencia pacífica, es una lucha revolucionaria de alcances históricos incalculables. Los comunistas sostenemos que la liberación de la humanidad de la esclavitud capitalista, está más cerca ahora que después de una guerra nuclear.

¡Viva la coexistencia pacífica entre los Estados con distinto régimen social! !Atemos las manos de los incendiarios atómicos que maniobran desde Washington! !Alto a la carrera de los armamentos! !Los pueblos exigen el desarme general y completo!

165! Viva el puebla venezolano en armas! !Vivan las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela (FLN)! En Venezuela la guerra revolucionaria del pueblo la sostienen como un solo brazo el Partido Comunista (PCV), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), un amplio contingente de oficiales del Ejército que han preferido servir a su pueblo en vez de obedecer a los explotadores imperialistas y multimillonarios criollos, y un vasto y mayoritario sector de la intelectualidad y el estudiantado universitario. Todas estas fuerzas forman al Frente de Liberación Nacional de Venezuela (FLN). El Partido Comunista de El Salvador apoya al Frente de Liberación Nacional de Venezuela.

166. En Guatemala se he encendido la guerra revolucionaria en las montañas. Los que han levantado las armas son: el Partido Guatemalteco del Trabajo, partido de los comunistas, un combativo grupo de Oficiales patriotas del Ejército Nacional, que prefirieron servir a su pueblo en vez de servir de instrumento a los imperialistas yanquis y a los multimillonarios criollos, y contingentes representativos de las capas medias.
Este ejemplo del pueblo guatemalteco demuestra que los comunistas no decimos palabras vanas ni hacemos promesas falsas, cuando ofrecemos nuestra amistad y nuestra alianza a todos los patriotas, civiles o militares, y fuerzas políticas que quieran realmente luchar por la democracia, por la independencia nacional y el progreso social, contra el imperialismo y la oligarquía interna.
¡Viva la unidad de los comunistas guatemaltecos con todos los patriotas de ese país!
¡Viva la Revolución guatemalteca, que ya alumbra en el horizonte!!
! Los comunistas salvadoreños apoyamos la justa lucha del PGT y de las FAR (Fuerzas Armadas Rebeldes)! El Partido Comunista de El Salvador se esfuerza y se esforzará aún más, para que todo el pueblo salvadoreño apoye activamente la guerra revolucionaria del pueblo guatemalteco.-

Halldor Laxness

Halldor Laxness

———————————————————————————————————————— – Halldór Gudjónsson – (Islandia, 1902-1998)
Escritor y premio Nobel islandés, considerado como el más importante de los autores contemporáneos de su país. Nació en Reikjavik y estudió en el instituto de su ciudad. De nombre original Halldór Gudjónsson, viajó por toda Europa al terminar la I Guerra Mundial y, se interesó por los diversos movimientos artísticos e intelectuales del momento que determinaron su obra. Fue sucesivamente impresionista, católico, surrealista y socialista. Su primera novela importante, El gran tejedor de Cachemira (1927), surgió de su conversión al catolicismo y de su posterior decepción con la Iglesia. En 1927 Laxness viajó a los Estados Unidos, país en que la visión de la más absoluta pobreza conviviendo estrechamente con la ostentosidad desenfrenada, le empujó a un socialismo no dogmático. En Estados Unidos escribió El libro de los pueblos (1929), un conjunto de ensayos satíricos en los que exponía los puntos de vista del marxismo. Su dura crítica del capitalismo imperante en todos los aspectos de la vida estadounidense motivó una demanda de deportación contra él, y en 1930 regresó a Islandia. Durante la década de los años treinta escribió una serie de novelas basadas en la vida cotidiana del pueblo islandés: Salka Valka (1932), los dos volúmenes de Gente independiente (1935), y Luz del mundo (1940). Escritos con un estilo expresionista, estas obras contienen la grandeza épica y la belleza lírica de las antiguas sagas islandesas. En la década de 1950, Laxness fue activista del ‘movimiento por la paz’, apoyado por la Unión Soviética, y recibió el Premio Stalin de Literatura en el año 1952, así como el Nobel de 1955. Entre sus restantes trabajos destacan las novelas La campana de Islandia (1946), Estación atómica (1948), La saga de los bravucones (1952) y El paraíso reconquistado (1960). A partir de estos años evolucionó hacia el misticísmo y escribió numerosas obras teatrales, como El taller de tricotado (1962); varios volúmenes de ensayos; y en 1975 publicó En el recinto de la casa, unas memorias de su juventud en forma de novela.

El fin de la URSS:días que cambiaron al mundo

EL FIN DE LA URSS: DIAS QUE CAMBIARON AL MUNDO

(I)

Jorge Gómez Barata

En fechas en que casi todas las personas encontraban motivos para celebrar, 16 años atrás, en 1991 implotó la Unión Soviética. De un día para otro desapareció una de las dos superpotencias mundiales, el mayor estado y la segunda potencia economía del mundo, culminando el mayor ajuste territorial y geopolítico de la modernidad.

Aunque Estados Unidos proclamó su victoria en la Guerra Fría, su accionar anticomunista respaldado por todo occidente y apoyado por papas, rabinos y ayatolas, no hubieran sido suficientes para frustrar 70 años de esfuerzos para edificar una alternativa socialista.

La andadura que condujo a la debacle comenzó a gestarse en los orígenes mismos, cuando en medio de las urgencias de la lucha, en aras de tareas tácticas y soluciones coyunturales, se introdujeron deformaciones que, a la larga, comprometieron a la revolución. El hecho de que tales pasos se dieran por líderes legítimos, que actuaron de buena fe, es una explicación no una excusa.

Aunque develar las causas de aquella catástrofe es una asignatura pendiente, se puede adelantar que aun cuando se trató de un dilatado proceso histórico en el que convergieron multitud de causales internas y externas, la estocada decisiva vino desde dentro, paradójicamente, de quienes con mayor celo decían defenderla: sus líderes, el partido y su “aparato”.

Aunque difícilmente un hecho de semejante magnitud pueda ser individualizado, los nombres de Iósiv Stalin, Mijail Gorbachov y Boris Yeltsin sobresalen. Ninguno puede evadir sus responsabilidades históricas ni esperar aplauso. Cada uno en su momento, traicionaron a quienes le confiaron su destino y el del país y, aquellos que los usaron, hace mucho tiempo olvidaron sus favores.

Sobre la matriz del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, fundado en 1883 por Georgi Plejanov para la lucha política legal, Lenin creó el Partido Bolchevique que, desde la clandestinidad, el exilio y el destierro, preparó y encabezó la Revolución, condujo la lucha contra la contrarrevolución y la intervención extranjera y avanzó el primer tramo en la construcción del socialismo en la URSS.

Para cumplir la función de estado mayor de la revolución y sobrevivir a la represión zarista, el partido prescindió de elementos esenciales en la vida interna de una entidad política, entre ellos a la democracia, la crítica y el debate, prácticas imprescindibles, a las que renunciaron para, a propuesta de Lenin, adoptar el “centralismo democrático”. Aunque aquella doctrina organizativa aportó ventajas tácticas y evitó que el partido se convirtiera en un “club de discusión”, sembró semillas de burocratismo y autoritarismo.

No obstante, bajo la conducción de Lenin, la democracia y la dirección colectiva no fueron completamente anuladas, entre otras cosas por su estilo de gobernar, basado en la utilización de las palancas del Estado y del gobierno; reservando al partido como entidad política.

Durante su intensa ejecutoria, en el partido, Lenin prescindió de cargos y jerarquías, excepto en lo referido a los órganos de dirección colegiada, cuyos acuerdos respetaba escrupulosamente, incluso cuando las decisiones le eran adversas y naturalmente, la autoridad derivada del reconocimiento de los meritos y experiencias que sustanciaron su propio liderazgo.

El triunfo de la revolución y la guerra civil dieron lugar al explosivo crecimiento del partido, que pasó de unos 25 000 militantes en 1917 a varios millones unos años después, circunstancia que unida a las responsabilidades que implicaban la edificación y conducción del nuevo sistema político, aconsejaron la creación de un aparato integrado por funcionarios profesionales, inicialmente agrupados en el Departamento de Organización, que junto a un secretariado se encargaría de los asuntos del partido.

En aquella coyuntura y asociado al fin de la Guerra Civil y a los ajustes organizativos, algunos miembros de la dirección partidista encabezados por Trotski, insistieron en que había llegado el momento en que el centralismo instalado por necesidades prácticas, cediera en beneficio de una mayor democracia al interior del partido, el gobierno, los soviets e incluso en la sociedad.

Con la muerte de Lenin en 1922, todos los intentos renovadores se paralizaron, planteándose el problema de la sucesión que dividió y enfrentó a la vieja guardia bolchevique, obligada a tomar parte en la feroz lucha desatada entre Trotski y Stalin.

Usando el poder acumulado en el proceso de la construcción del aparato partidista, encargado entre otras cosas de colocar los cuadros en los diferentes cargos, Stalin prevaleció, no sólo sobre Trotski, sino sobre el partido, los soviets, la sociedad e incluso el propio Lenin cuyo testamento ignoró. En aquella confrontación, la primera baja fue la esperanza de una democratización del partido y de una apertura en la sociedad. Tardarían muchos años para que se presentara otra oportunidad.

Desde su retiro, virtualmente en su lecho de muerte, obsesionado por lo que percibía como un crecimiento desmesurado de la burocracia estatal y partidista, en un postrer esfuerzo por salvar la obra a la que había dedicado toda su vida, Lenin encontró fuerzas para clamar por la integración de un mayor número de obreros al Comité Central, tramitar la creación de un órgano de control obrero y campesino que fiscalizara al poder y redactar un testamento. No fue escuchado.

Con la aparición del Stalinismo comenzó la cuenta regresiva del modelo socialista soviético. Luego les cuento

SOBRE LA HISTORIA DEL PARTIDO COMUNISTA DE GUATEMALA

SOBRE LA HISTORIA DEL PARTIDO COMUNISTA DE GUATEMALA
Zalena C. Salazar Valencia
Universidad Central de Venezuela
RESUMEN:
Contrario a la versión dada por la historiografía tradicional guatemalteca, el partido comunista de ese país no fue producto de la llamada revolución de octubre de 1944 que dio origen a la primera experiencia democrática del siglo XX. En la década de los veinte se fundó el Partido Comunista de Guatemala, que tuvo vida política con las limitaciones propias de su condición de ilegalidad, hasta 1932 cuando fue desarticulado por el gobierno de Ubico. Durante este lapso promovió, además de su propio desarrollo, el del movimiento obrero guatemalteco. Mantuvo relaciones con la III Internacional Comunista, organizó varios organismos y asistió a eventos vinculadas a ésta. El Partido Comunista de Guatemala constituye el antecedente inmediato del Partido Guatemalteco del Trabajo, cuya participación en el gobierno de Jacobo Arbenz, fue tomada como prueba irrefutable de su nexo con el comunismo soviético, lo que justificó la intervención de ese país en 1954.
Palabras clave: Partido comunista, COMINTERN, sindicalismo, obreros, revolución.
ABSTRACT:
Unlike the version given by the traditional Guatemalan historiography, the Communist party in this country was not a result of the so-called October Revolution in 1944, which led to the first democratic experience of the 20th century. The Guatemalan Communist Party was founded in the 1920s with a limited political scope due to its clandestine status until 1932, when it was dismantled during the Ubico administration. During this period, it promoted its own development but also the workers’ movement in Guatemala. It was related to the III Communist International and attended its events, and it coordinated several organizations. The Guatemalan Communist Party represents the immediate predecessor of the Partido Guatemalteco del Trabajo, whose participation in the Jacobo Arbenz administration was seen as an irrefutable proof of its link to the Soviet Communism, which vindicated the military intervention in this country in 1954.
Key words: Communist party, COMINTERN, Trade union movement, workers, Revolution.
RÉSUMÉ:
Contrairement à la version proposée par l’historiographie traditionnelle guatémaltèque, le parti communiste de ce pays n’a pas été créé à la suite de la Révolution d’octobre de 1944, qui a donné naissance à la première expérience démocratique du XXe siècle. Les années 20 ont vu la création du Parti communiste de Guatemala, qui a eu une vie politique avec les limitations propres de sa condition d’illégalité jusqu’en 1932, où il a été désarticulé par le gouvernement d’Ubico. Pendant cette période, le parti communiste a promu non seulement son propre développement mais aussi celui du mouvement ouvrier guatémaltèque. Il a entretenu des relations avec la IIIe Internationale communiste, a créé plusieurs organismes et a participé à des rencontres liées à cette organisation. Le Parti communiste de Guatemala constitue le précédent immédiat du Partido Guatemalteco del Trabajo, dont la participation pendant le gouvernement de Jacobo Arbenz a été considérée comme une preuve irréfutable de son lien avec le communisme soviétique, ce qui a justifié l’intervention de ce pays en 1954.
Mots-clés: Parti communiste, KOMINTERN, syndicalisme, ouvriers, révolution.

Este artículo forma parte de un trabajo de investi-gación más amplio que tiene como propósito determinar el grado de influencia del Partido Guatemalteco del Trabajo durante el gobierno de Jacobo Arbenz (1951-1954). Para ello debimos rastrear los orígenes del partido, encontrándonos que de acuerdo con la historiografía tradicional guatemalteca, el primer partido comunista en Guatemala fue producto de la revolución de 1944, que permitió un interregno democrático que culminó con el derrocamiento de Arbenz, acusado su régimen de comunista. Algunas pequeñas pistas nos condujeron a pensar que en vista de que en casi toda América Latina, la formación de los partidos comunistas data de la década de los veintes, con variaciones por supuesto, Guatemala no tendría por que ser la excepción. Efectivamente, encontramos que hubo un antecedente del Partido Guatemalteco del Trabajo, el Partido Comunista de Guatemala, desarticulado a inicios de la década de los treinta, y que volvería a la palestra pública con la llamada revolución de octubre de 1944. La reconstrucción de la vida de este pequeño partido ha sido difícil. La investigación ha tropezado con una serie de problemas derivados de la falta de documentación de primera mano, la imprecisión de los datos existentes sobretodo nombres y fechas, la situación de ilegalidad, la clandestinidad y persecución de los miembros del partido, entre otros. Hemos recurrido a testimonios referenciales y algunos pocos testigos presenciales. Es por ello que consideramos que este artículo es apenas un esbozo de lo que fue el partido comunista guatemalteco. Partido que intentó cumplir con todos los requisitos que la Internacional Comunista imponía a sus secciones a pesar de encontrarse en un medio prácticamente opuesto a las condiciones necesarias para el triunfo de la revolución y de la dictadura del proletariado.
Situación guatemalteca a principios del siglo XX
La economía guatemalteca basada durante el siglo XIX en la producción y exportación de café principalmente, comenzó a sufrir una transformación con la llegada del capital estadounidense en los primeros años del siglo XX. Transformación que se evidenciaba no sólo en un cambio del tipo de bien producido, sino en el desplazamiento de los inversionista tradicionales, en la propiedad de todo lo relacionado a esta nueva producción y en el papel jugados por las clases sociales. Se dio paso a la economía de enclave: se inició la sustitución del café por el banano, se logró el dominio de las infraestructuras relacionadas con el producción y comercialización del mismo1 y hubo un reacomodo en las relaciones de poder político y económico al insertarse factores económicos estadounidenses, que pasaron a competir con los sectores nacional agrario y terrateniente europea.
La implantación de la economía de enclave facilitó la introducción de innovaciones sobre todo tecnológicas que se reflejaron en un aumento de las fuerzas productivas y en un cierto mejoramiento de las condiciones de trabajo. Aun así, la persistencia de relaciones que podían caracterizarse como de servidumbre en las plantaciones propiedad de los terratenientes criollos y el atraso tecnológico de otras ramas productivas, causa y efecto de la existencia de la existencia de una gran masa indígena en el campo, nos permite caracterizar a Guatemala como una economía agraria en etapa de transición hacia el capitalismo aunque dependiente y especializado.
El capital norteamericano amén de las transformaciones introducidas ya acotadas, provocó un reajuste en las relaciones de poder. Tradicionalmente en Guatemala el predominio político y económico-social era detentado por los terratenientes fundamentalmente liberales . Un primer reajuste había tenido lugar con la instalación en suelo guatemalteco de los cafetaleros alemanes quienes, con su alto rendimiento derivado de innovaciones tecnológicas desplazarían o por lo menos se igualarían a los terratenientes criollos en cuanto a preeminencia económica y social. Entonces estos, detentadores del poder político se vieron en la obligación de, cuando menos, compartir el poder económico con los terratenientes alemanes. La aparición del capital estadounidense significó un nuevo golpe pues vio afectada su posición económica y social. En cambio políticamente se beneficiaron al lograr el apoyo de Estados Unidos a cambio de la concesión de privilegios económicos.
Guatemala se encontraba inmersa en la larga dictadura de Manual Estrada Cabrera (1898-1920) la cual estuvo patrocinada por el capital norteamericano, apoyo logrado mediante la autorización de su entrada al país y la entrega de prácticamente toda la economía. Entrada contaba con el respaldo interno del Partido Liberal, lo que le facilitó sus reiteradas reelecciones, así como el hecho de que sólo existía un partido opositor, el Conservador. Las agru-paciones políticas surgirían en torno a la permanencia o no de Estrada en el poder dada su intención de reelegirse nuevamente. Fue así como nació en 1918 el Partido Unionista, integrado por conservadores y algunos liberales descontentos con el régimen. Entre sus postulados estaba “la fórmula de poner término a los desmanes de un déspota inicuo” y abogaba por la “Unión de Centroamérica; por la honradez y reforma constitucional para consignar como principios básicos alternabilidad en el poder…” y ofrecía “una nueva ley electoral para garantizar el sufragio” (Schwartz, 1931:6-7).
Un año después se formó la Liga Obrera, integrada por obreros autodenominados cristianos pero que acogía en sus seno a todos los obreros sin distinción religiosa ni política. Tenía como objetivo “hacer cumplir las leyes establecidas” específicamente las relacionadas con aspectos laborales. (Arévalo,1971:48-49. Balcárcel, 1985:17) Poco después la Liga evolucionaría hasta convertirse en un partido político que aglutinó a un amplio número de trabajadores en la lucha por deponer la dictadura de Estrada. Según algunos analistas, la participación masiva de los trabajadores en el derrocamiento del presidente no puede interpretarse en sí misma como una toma de conciencia de clase: simplemente apoyaban al sector de la burguesía al que estaban ligados laboralmente. Aunque sí consideran que ayudó en su formación al exigir tanto al gobierno como a sus empleadores mejoras en sus condiciones de trabajo y una mayor participación política. Ejemplo de ello lo tenemos en el hecho de que en 1920 la Liga Obrera , luego de una breve pertenencia al Partido Unionista, logró mantener su identidad al desprenderse organizativamente de éste, y asumió el nombre de Liga Unionista; aún en contra de los deseos de la dirigencia que buscaba desdibujar esta separación (Balcárcel,1985:18).
Antes de 1920, no existía en Guatemala un movimiento obrero concebido como tal, ya que no había sindicatos y como ya se ha señalado no había conciencia de lo que ellos como clase podían y debían exigir. Existían sociedades mutualistas amparadas por el gobierno nacional incluso con leyes. Entre 1900 y 1920 Estrada promulgó una serie de normativas tendientes a regular las actividades de los trabajadores urbanos y rurales, pero que no pasaron de tener un carácter meramente formal. Por ejemplo, en 1906 se promulgó la Ley Protectora de Obreros que contemplaba indemnizaciones por accidentes de trabajo, la creación de cooperativas, la distribución de medicinas, jubilaciones, etc. La Ley de Cooperativas (1912) proclamaba como “un deber del Estado promover el mejoramiento de la vida de los trabajadores como contribución al progreso del país”. (Balcárcel,1985:12) En ese mismo año se fundó la Federación de Sociedades Obreras, integrada por varias organizaciones que venían funcionando desde 1908: Gremial de Albañiles, Sociedad de Tipógrafos Gutemberg, Central de Artesanos y Albañiles y la Fraternal de Barberos.
Dichas organizaciones tenían carácter mutualista, es decir, actuaban como sociedades de auxilio que contemplaban ayudas para sus integrantes en caso de enfermedad, accidentes en el trabajo y muerte. Mas no tenían inquietudes de tipo político ni de reivindicaciones en el plano laboral:
Las posiciones ideológicas de los mutualistas se caracterizaron, como tendencia general, por sostener una actitud ajena a los planteamientos y a las luchas de reivindicación, frente a las condiciones de trabajo. Sólo llegaron a formularlos en algunos casos. En las sociedades mutualistas no existía preocupación por la cuestión política, y cuando llegó a romperse la apoliticidad que privaba en la mutualidades, se adoptaron posiciones inmediatistas, circunstanciales, ya fuera para apoyar las reelecciones de dictador, o al final, para contribuir determinantemente a su derrocamiento, sin capacidad suficiente para prever las perspectivas (Balcárcel,1985:15).
La situación descrita por Balcárcel se sumaba al hecho de que el gobierno no permitía otro tipo de organización de trabajadores y a que la dictadura controlaba directamente a las existentes.
En Guatemala, para este período no había una idea clara de lo que era un obrero y su diferencia con un artesano. Es por ello que muchas sociedades se autodenominaban “obreras” siendo realmente agrupaciones de artesanos. Por ejemplo, la llamada Porvenir de los obreros era un sociedad de artesanos y otra sociedad de artesanos de Quetzaltenango publicaba un periódico titulado El Obrero Altense. (Balcárcel,1985:12) Pero esta confusión no era sólo conceptual, existían ramas de la producción donde la introducción de cambios permitía definir a sus trabajadores como obreros y el atraso en otras como artesanos, incluso ambas modalidades coexistían en algunas ramas productivas.
La manipulación de las sociedades mutualistas por parte del gobierno de Estrada, tuvo su punto culminante con la creación de la Federación Obrera para la Protección Legal del Trabajo en 1914, en cuyo seno se agruparon las mutualidades. La Federación Obrera para la Protección Legal del Trabajo se convirtió en una piedra de tranca en la evolución del mutualismo al sindicalismo. En los años venideros su labor se centraría en torpedear y sabotear la lucha que por sus derechos adelantarían los incipientes sindicatos. Otra manifestación tanto de la manipulación oficial como de la apatía de las sociedades mutualistas lo constituía las conferencias que dictaban con el fin de orientar a sus integrantes en la búsqueda del mejoramiento de las artes, industrias, de la moral, de la responsabilidad en el trabajo, etc. Incluso se establecieron escuelas y bibliotecas para los trabajadores, pero no se abordaban los problemas inherentes a su condición laboral. Muchas de las sociedades mutualistas nombraron a Estrada Cabrera presidente honorario de las mismas y publicaban en sus voceros frases o artículos elogiando su mandato. Además recibían aportes del Estado para la construcción de sedes, viajes a congresos obreros, construcción de escuelas, bibliotecas, etc.2
Esta situación mostraría ligeras transformaciones cuando las sociedades mutualistas a través de sus órganos divulgativos asumieron posiciones en torno a las relaciones obrero patronales y a la necesidad de una unión de los trabajadores. El periódico El Trabajo en el Nº 19 del año 1919 “denuncia a los dueños de los talleres y empresas, o a sus empleados que reprimen o dan malos tratos a los trabajadores” y además “exhorta” a la convocatoria a un congreso de obreros que pudiera conducirlos a la unidad, como medio más eficaz para solucionar sus problemas (Balcárcel,1985:13). En este contexto se inserta la creación de la Liga Obrera que junto al Partido Unionista capitalizaría el descontento de los obreros uniéndolo con el malestar político y económico de ciertos sectores nacionales por la larga dictadura cabrerista y el desplazamiento del que eran objeto por la economía de enclave. El Partido Unionista logró sus objetivos. Estrada Cabrera fue derrocado y asumió el poder el terrateniente Carlos Herrera, representante de uno de los sectores terratenientes más afectado por el nuevo orden económico: el azucarero.
Un clima favorable para el brote comunista
La caída de la dictadura de Estrada y el ascenso al poder de Herrera, quien instauró un proyecto democrático de muy corta duración, favoreció tanto al incipiente movimiento obrero como al surgimiento de lo que podríamos denominar el “embrión” del partido comunista guatemalteco, cuya vida política duraría lo que el régimen que permitió su creación, 1921-1922. Fundada en fecha no determinada del año 1921, Unificación Obrera, según José Luis Balcárcel era “una corriente de captación y receptividad hacia la trascendencia histórica-social y política de la revolución rusa” que se manifestaba por primera vez abiertamente en Guatemala3 y tenía como radio de acción los sindicatos de zapateros, panificadores, albañiles y carpinteros (Balcárcel, 1985:20). Estos sindicatos, los primeros formados en Guatemala, surgieron amparados por la Reforma Constitucional del 2 de febrero de 1921, que estableció la libertad de industria, comercio, asociación y de huelga y en sí misma se constituyó en un arma de lucha y apoyo en la consecución de las reivindicaciones exigidas por el incipiente movimiento obrero. Dentro de esta ultima tendencia se organizó Unificación Obrera, la que rápidamente pasó a llamarse Unificación Obrera Socialista con “miras políticas de expresión”.
La Unificación Obrera Socialista celebraba reuniones los sábados en cines con la finalidad de discutir los problemas económicos y sociales de sus miembros y simpatizantes. Estas reuniones facilitaron y estimularon el desarrollo de nuevas agrupaciones obreras y de sus líderes que a su vez promovieron una serie de actividades vinculadas al obrerismo, tal y como la celebración del día del trabajo. El 1º de mayo fue festejado por primera vez en el país en 1921, aunque la historiografía tradicional guatemalteca sólo recoge la celebración del año 24 dirigida por el gobierno de Orellana (Balcárcel,1980:159).
Algunas fuentes señalan entre los fundadores de Unificación Obrera Socialista a Antonio Obando Sánchez, Alfredo Pellecer y a Miguel Mármol. Antonio Obando en sus memorias no menciona su participación en este partido; de Pellecer no se ha encontrado datos ni a favor ni en contra de esta aseveración. El caso de Mármol es curioso: salvadoreño, fundador del partido comunista de su país, sobrevivió a la matanza del año 1932 que puso fin a la lucha de Agustín Farabundo Martí. Asegura en sus memorias no haber salido de El Salvador ante de 1930 y al hacerlo, el primer país que visita es justamente Guatemala en viaje a Moscú. Por lo tanto mal pudo haber estado en la fundación de Unificación Obrera y ni siquiera en la del Partido Comunista de Guatemala.4
El gobierno de Orellana, surgido por un golpe de estado en 1922, disolvió a Unificación Obrera Socialista como modo de frenar el avance y desarrollo del obrerismo , lo que demostraría el éxito alcanzado en sus objetivos. Para ese entonces el movimiento obrero tenía como representante o abanderado al ala izquierda de Unificación de la que nacería, según algunos antes de su cancelación y otros inmediatamente después, el Partido Comunista de Guatemala.
El nacimiento de este antecedente del Partido Comunista de Guatemala y del partido comunista en sí, estuvo favorecido asimismo por una serie de factores externos. El principal elemento que propició la formación de un incipiente “partido de los obreros” fue la Revolución Rusa. Los acontecimientos y posteriores resultados de ésta tuvieron bastante difusión no sólo en Guatemala sino en toda Centroamérica. Según el testimonio de Miguel Mármol, las ideas provenientes de Rusia y de la Internacional Comunista fueron ampliamente divulgadas y discutidas en el seno de los círculos intelectuales y obreros de la región:
La Sede de la Federación Regional de Trabajadores en San Salvador era el centro donde nos llegaba la intensa propaganda internacional de aquella época. Recibíamos materiales de Holanda, Argentina, Francia, Italia, Estados Unidos, México, etc., en los cuales se reflejaba varias tendencias y posiciones que por entonces influenciaban al movimiento obrero mundial. Así llegaban a nuestro país las tendencias reformistas, anarco sindicalistas, anarquistas y comunistas que se disputaban la hegemonía en el movimiento obrero internacional (Dalton, 1972:143-144).
En principio la línea acogida por la Federación Regional de Trabajadores fue la impulsada por la II Internacional desde Ámsterdam, pero luego comenzó a coincidir con las posiciones comunistas:
…nutriéndonos con los folletos de Lossovky, la propaganda que llegaba desde la URSS, el periódico ‘El Machete’ del Partido Comunista Mexicano, el Boletín del Buró del Caribe de la Internacional Comunista, las primeras críticas del camarada Stalin a la colecti-vización, etc. Posteriormente comenzamos a leer al camarada Lenin, que fue quien verdaderamente nos abrió los ojos hacia las nuevas formas de organización y hacia las nuevas actitudes personales y colectivas que la Revolución y el movimiento obrero necesitaban en los nuevos tiempos. Leímos poco de Lenin, lo que pudimos conseguir. Pero por lo menos conocimos ‘El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo’, ‘La Revolución Proletaria y el renegado Kautsky’, etc. (Dalton,1972:143-144).
Podría argumentarse que lo que Mármol acota es sólo válido para su país de origen, pero como el mismo señala e incluso informes del Departamento de Estado de USA corro-boran, el intercambio de dirigentes comunistas entre Guatemala y El Salvador fue muy intenso, así como el de estos países con México.
México precisamente era la otra fuente inspiradora del movimiento obrero guatemalteco, tanto por la Revolución Mexicana como por la “temprana” fundación del partido comunista que data de 1919, año en que inicia actividades la III Internacional Comunista (COMINTERN)5. El país azteca se convirtió entonces en el centro de acopio y transmisión de las ideas comunistas y un ejemplo a seguir en relación con las reivindicaciones obreras y campesinas. Ya para 1911 funcionaba en suelo mexicano la Casa Mundial del Obrero que fungía como centro de propaganda proletaria, existió una Armada Roja abolida en 1916, numerosos centros de tendencias comunistas y la Confederación General de los Trabajadores. El Partido Comunista Mexicano editaba un periódico titulado El Machete de amplia circulación en Centroamérica y enviaba a elementos partidistas (militantes) a divulgar su doctrina e incluso entrenar a aquellos que mostraran interés en formar grupos obreros o partidos comunistas. En tal sentido los comunistas mexicanos enviaron en 1922 una misiva a sus camaradas guatemaltecos, instándolos a fundar el partido. Estos respondieron pero se ignora el contenido de la carta.6
A estos dos factores se sumaba lo que Mármol llama “una situación internacional francamente inspiradora para la clase trabajadora”: los ejemplos del proceso revolucionario en Alemania, las tomas de las fábricas por los obreros italianos, el auge del proletariado en España, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. Ya en el ámbito centroamericano, la lucha adelantada por Sandino en Nicaragua en contra de la presencia estadounidense, estimuló la formación de grupos obreros que seguían de cerca el proceso y manifestaron sus opinión con la creación del Comité Pro-Nicaragua en contra de la intervención norteamericana.
La Fundación del Partido Comunista y su influencia en el desarrollo del movimiento sindical guatemalteco
El Partido Comunista de Guatemala (PCG) se estableció, según Obando Sánchez S. uno de sus primeros miembros y posterior secretario general, en 1922. Obando en sus memorias no clarifica si surgió antes o después de la cancelación de Unificación Obrera Socialista por el gobierno de Orellana. Sólo señala que “el ala izquierda de Unificación Obrera Socialista se reagrupó consecuentemente, fundando el partido de la clase obrera, partido independiente, creado en 1922”. (Balcárcel, 1985:22) La fecha exacta, tampoco ha sido posible determinarla. En todo caso de ser cierta la información de que el Partido Comunista de Guatemala impulsó la creación del Partido Comunista de Honduras (Bauer P., 1965:45-46), la fundación del PCG ocurrió en los primeros cuatro meses del año 22 ya que el PCH data del 1º de mayo de ese año. Por supuesto, el partido era clandestino, lo que dificulta la ubicación de datos precisos.
En Guatemala, la formación del partido no estuvo ligada a un círculo de intelectuales, como por ejemplo en Venezuela, sino que sus propulsores provenían del artesanado en tránsito hacia el obrerismo: panaderos, zapateros, sastres y carpinteros. Lo que a su vez permite suponer que los artesanos promovieron la formación del “partido de los obreros” como uno de los mecanismos para acelerar su transición hacia el sindicalismo. Ante esta situación surgen las interrogantes siguientes. ¿No era lo común primero el desarrollo del movimiento obrero y que de allí surgiese la necesidad de un partido que los agrupara y representara políticamente? Por otro lado, ¿ de dónde proviene exactamente la formación comunista de los artesanos?, ¿de México que tenía un fuerte movimiento obrero?, ¿de Panamá?, ¿o entraba directamente la información por Puerto Barrios, principal puerto marítimo guatemalteco?. Evidentemente estas interrogantes pueden resultar contradictorias con las afirmaciones hechas con anterioridad, pero no resulta fácil entender como un simple artesano sin formación intelectual podía tener acceso a las directrices emanadas de la Internacional Comunista y tener también la capacidad suficiente para ponerlas en práctica.
La idea de que el desarrollo del partido y del movimiento obrero iba apareados parece cobrar fuerza si se observa que a partir de la fundación del primero, las sociedades mutualistas comienzan a declinar y los sindicatos inician su expansión hacia otras ramas de la economía nacional. La siguiente cronología puede servir para ilustrar esto.
En 1921: Sindicatos de zapateros, panificadores, albañiles y carpinteros.
En 1923: Sindicato de Topógrafos.
En 1924: Sociedad Ferrocarrilera.
En 1925: Gremial de Zapatero, sindicato del Beneficio del Café de F. Gerlach y sindicato de costureras.
En 1926: Federación Regional de Trabajadores de Guatemala,
En 1929: La Federación Regional de Trabajadores de Guatemala contaba con trece sindicatos afiliados. Sindicato General de Trabajadores de Puerto Barrios.
Ahora bien, el hecho de que el desarrollo de partido comunista y del movimiento obrero en Guatemala fuesen dos procesos simultáneos podría poner en evidencia una contradicción entre los postulados de la Internacional Comunista y la realidad de América Latina o al menos la dificultad que había para ponerlos en práctica al pie de la letra. A continuación veremos varios ejemplos de dichas contradicciones.
En el Segundo Congreso del Comitern celebrado en 1920, en la “Resolución sobre el papel del Partido Comunista en la Revolución Proletaria” se señala que
El partido comunista es una fracción de la clase obrera y desde luego su fracción más avanzada, más consciente, y por consiguiente la más revolucionaria. Se crea mediante la selección espontánea de los trabajadores más conscientes, adictos y esclarecidos. El partido comunista sólo difiere de la gran masa de trabajadores en lo que considera la misión histórica del conjunto de la clase obrera y se esfuerza en todo momento en defender no los intereses de algunos grupos o profesiones sino de toda la clase obrera” (Los IV Primeros Congresos de la Internacional Comunista, 1981:22).
Pero en el año de la fundación del Partido Comunista de Guatemala no existía un movimiento obrero consolidado y por supuesto una clase obrera. ¿Cómo entonces se iba a constituir en la fracción más adelantada de la clase obrera?. En todo caso se constituyó en la fracción más adelantada del artesanado en vía hacia la formación de la clase obrera y del sindicalismo ya que en Guatemala “…el sindicalismo se estructuró por los años 1922 … en los gremios de marcado tinte artesanal” (Balcárcel, 1985:22). En este mismo congreso, entre las resoluciones estaba el aparte titulado “El movimiento sindical, los comités de fábrica y de empresas” donde se acotaba que “los sindicatos creados por la clase obrera durante el período de desarrollo pacífico del capitalismo eran organizaciones obreras destinadas a luchar por el alza de salarios en el mercado de trabajo y el mejoramiento de las condiciones del trabajo asalariado”. En vista de que las condiciones habían cambiado a raíz de la Primera Guerra Mundial, la lucha de los sindicatos por mejoras salariales y por las condiciones de vida del proletariado adquirieron el carácter de “lucha sin salida”. Ahora habría que bregar por la creación de organizaciones capaces de sostener la lucha por el resurgimiento económico mediante el control ejercido sobre la industria por los Consejos de Producción”. (Los IV Primeros Congresos de la Internacional Comunista, 1981:146)
En Guatemala, con la fundación del partido de los obreros, apenas se iniciaba la lucha por mejoras salariales y la jornada de ocho horas. Según uno de sus fundadores, “los carpinteros fueron, junto con los albañiles, los primeros en conquistar para todo el gremio la jornada de ocho horas por día, hermosa y sustantiva conquista desde 1922” (Balcárcel, 1985:22), lucha que seguirá a lo largo de la década, demostrado por la cantidad de huelgas que se produjeron.
En otro documento de ese mismo año, “Las tareas fundamentales de la Internacional Comunista” se amplía el papel de los partidos al acotar que la misión fundamental era dirigir la preparación de los obreros integrados o no en sindicatos para instaurar la revolución y por ende la dictadura del proletariado, pero no consideraba la inexistencia de la clase obrera. No obstante, aceptaba la posibilidad de que en algunos países capitalistas “el trabajo de preparación del proletariado para el ejercicio de la dictadura no está acabado y con mucha frecuencia ni siquiera ha sido comenzado de manera sistemática” (Los IV PCIC,1981:119). Incluso va más allá al señalar que los comunistas debían infiltrarse en los sindicatos ya establecidos y “tomar la iniciativa de la creación de los sindicatos en todos aquellos lugares donde aun no existan” (Los IV PCIC, 1981:77).
Ya en documentos referidos específicamente a la revolución en América, la Tercera Internacional hizo un llamado a los obreros y campesinos de América del Sur “a unirse contra el imperialismo norteamericano del cual son sus colonias” siendo el papel de los mismos,
…organizar, en cada país de América del Sur, un partido comunista resuelto y consciente que tenga una idea clara de sus objetivos. No hace falta que este partido sea poderoso desde su formación, sólo importa que tenga un programa claro y preciso, que cree una agitación resuelta a favor de los principios y la tácticas revolucionarios , que sea implacable en su lucha contra los que engañan y traicionan a las masas” (Löwy,1982:76).
En estos escritos tampoco se hace referencia a la inexistencia del movimiento obrero en Latinoamérica, aunque sí reconoce o admite que la inmensa mayoría del potencial ejército revolucionario estaba conformado por campesinos, por lo que el rol de los partidos comunistas debía ser el de “penetrar entre los campesinos. No con fórmulas y teorías abstractas sino con un programa práctico capaz de incitarlos a atacar a los grandes terratenientes y a los capitalistas” (Löwy, 1982:77).
En Guatemala no hemos encontrado indicios de que el partido comunista se abocara en sus primeros años, al trabajo con el campesinado, ni tampoco en contra del imperialismo, aunque ambos problemas estaban presentes: una inmensa mayoría de población campesina sin tierras que estaban en manos de la United Fruit, empresa norteamericana. El trabajo político del partido comunista guatemalteco se centró en el desarrollo y consolidación del movimiento obrero y no fue sino hasta finales de su vida como partido que decidió ampliar sus objetivos e iniciar acciones destinadas a penetrar a los campesinos guatemaltecos, cuyos resultados se traducirían en huelgas y protestas en fincas cafetaleras.
Otro de los propósitos de los partidos comunistas con respecto al movimiento obrero y según los postulados del Comintern, era depurar los sindicatos expulsando a los líderes reaccionarios vinculados a la American Federation of Labor y lograr su afiliación a la Internacional Sindical Roja. Para ello “se debe crear un núcleo comunista en cada sindicato”. (Löwy,1982:77) En una resolución del IV Congreso de la Internacional Comunista titulada “A los obreros y campesinos de América del Sur” de 1922, se insistía en que la lucha de los comunistas latinoamericanos era en primer lugar contra el imperialismo norteamericano y en segundo lugar vinculado al primero contra la burguesía. Pero, este rol no podía ser desempeñado sin la ayuda del proletariado norteamericano al que siempre colocaba en grado superior al latinoamericano. En Guatemala la propaganda antimperialista comenzaría a finales de la década de los veinte con los inconvenientes que generaban las diferencias entre un obrero que laboraba en una empresa nacional y otro de enclave. No hemos encontrado para estas fechas vinculación alguna entre los comunistas guatemaltecos y los estadounidenses.
De acuerdo a Obando Sánchez, una de sus principales preocupaciones consistía en erradicar a las sociedades mutualistas como forma de agrupación de los trabajadores y contrarrestar la manipulación de la que eran objeto éstas por el gobierno a través de la Federación Obrera para la Protección Legal del Trabajo. En esta aspiración podría evidenciarse este postulado de la III Internacional: boicotear a la American Federation of Labor de la que era miembro la Federación Obrera. El Partido Comunista de Guatemala enfiló sus objetivos contra la Federación Obrera e incluso la utilizó para ganar terreno político. Obando reseña este hecho así:
… para comprometer y legalizar toda acción de calle, llegábamos a la federación a invitarla para los desfiles y que ella sacara los permisos. Obtenido el permiso les arrebatábamos toda iniciativa y tomábamos en el camino la dirección del desfile. Como ellos no nos daban participación en la tribuna por ser nosotros ‘radicales y comunistas’, elegíamos de antemano, o en el camino, a oradores que apostados en parques y lugares propios, disertaban, agitaban y denunciaban sin piedad a los amarillos mutualistas. De ese modo, las masas nos seguían y ganábamos las calles con acciones directas…” (Balcárcel,1980: 175).
Lograda una mayor presencia comunista, minada la influencia de la Federación Obrera y conformados varios sindicatos, sobre todo de panificadores y tipógrafos, se constituyó la Federación Regional del Trabajo. Esta también conocida como la Federación Regional Obrera de Guatemala (FROG), es otro de los misterios en la vida del partido comunista guatemalteco. Según Bauer Paíz fue fundada en 1926, José L. Balcárcel señala dos fechas de fundación,1923 y el 2 de mayo de 1924 . La mayoría concuerda en que la idea surgió en el seno de un congreso convocado por la Confederación Obrera Centroamericana (COCA), organización nacida en Guatemala en 1921 a instancia de los cinco mandatarios regionales y como parte de la primera celebración oficial del Día del Trabajo. Guatemala era representada por la Federación Obrera para la Protección Legal del Trabajo por lo que sus actuaciones dentro del evento estaban mediatizadas por el sector oficial. Por ello el naciente movimiento obrero y con el empuje del partido comunista, decidió formar una federación que asumiera la defensa de sus intereses. Esta no era otra que la Federación Regional del Trabajo. La dificultad en determinar una fecha cierta de fundación no nos permite establecer , si efectivamente inició actividades cerca de 1921 o se maduró el concepto en los años posteriores hasta la data en que coinciden Bauer y Obando. Según Obando, la Federación celebró dos congresos, en 1926 y en mayo de 1927. Para el Partido Comunista guatemalteco que apenas contaba con cien miembros, el nacimiento de la federación constituía un logro y una muestra de la presión social y política que ejercían sobre el movimiento obrero. Finalmente lograrían la disolución de la COCA.7
La FROG, presidida por Obando Sánchez que simultáneamente era el secretario general del PCG, prosiguió con la labor de agitación sindical iniciada por el partido. Promovió huelgas de carpinteros, curtiembres, velas, jabones, vidrios, aurigas y carreteros y ladrilleros. Asumió las celebraciones del Día del Trabajo en las que se expresaban solidaridad tanto con la Revolución Rusa, la lucha de Sandino como con la causa de Sacco y Vanzetti. (Bauer P., 1965:35-36) La federación comunista obtuvo el reconocimiento de la Internacional Sindical Roja y fue invitada al V Congreso Mundial de los Sindicatos Adheridos y Fraternales de la Internacional Sindical Roja, efectuado en Moscú en 1930. A él asistieron Antonio Obando Sánchez y Juan Luis Chigüichón, panificador y dirigente de la Juventud Obrera. (Bauer P.,1965:35-37.Obando,1978:51) En el seno del congreso se implementaron dos reuniones formales de sindicalistas rojos latinoamericanos. La primera reunión trató exclusivamente los problemas de organización en el campo y la segunda el carácter de la revolución en América Latina. Las tesis predominantes fueron que los sindicatos debían limitarse para los proletarios agrícolas y que el tipo de revolución más adecuada para nuestros países era la democrática burguesa (Dalton, 1972:209-213). Estas tesis fueron posteriormente debatidas en los círculos obreros guatemaltecos, llegando a la conclusión “de que estábamos muy atrasados y a la vez muy débiles en organización para arrancar a la clase patronal mejoras efectivas para los trabajadores en general, por lo que era urgente iniciar el trabajo organizativo. Las discusiones fueron muchas, decidiéndose al final que debíamos volcarnos hacia el campo, en donde estaban las masas más explotadas” (Obando,1978:76).
Desde ese momento el partido comunista inició una verdadera labor de agitación de captación de adeptos en las masas campesinas al fomentar las huelgas. Estas comenzaron en las plantaciones cafetaleras del Departamento de San Marcos y pronto se extendieron a otras fincas: “Los sindicatos a los cuales pertenecíamos, de inmediato brindaron su solidaridad a los compañeros en huelga y el apoyo a sus justas demandas; aunque la lucha se desarrollaba lenta, la protesta tomaba impulso… En otras fincas de café, los mozos comenzaron a intervenir y el conjunto de delegaciones colmaba nuestros centros sindicales de la capital” (Obando,1978:77-78). Esta serie de huelgas que posteriormente abarcaron al también precario sector industrial, provocó una fuerte represión gubernamental que incluyó la detención de varios dirigentes sindicales, que fueron liberados como parte de la celebración del Primero de Mayo de 1931, previa petición de la organización sindical oficialista (Obando,1978:77-78).
Mas el trabajo de proselitismo no se limitó a las fronteras nacionales. Varios dirigentes guatemaltecos se dedicaron a fomentar la organización de sindicatos en otros países centroamericanos, fundamentalmente en Honduras y El Salvador. Al respecto Mario Posas indica que, en Honduras se produjo una intensa actividad propagandística por comunistas criollos liderizados por un núcleo de comunistas extranjeros: salvadoreños, mexicanos y guatemaltecos. Este núcleo dirigente editó un volante haciendo un llamado a la huelga general en contra de la United Fruit, lo que dio como resultado la expulsión de Honduras de los comunistas foráneos, entre los que estaban los guatemaltecos Néstor J. Juárez, ex delegado ante el Consejo Consultivo de la COCA, Fernando Cañas, organizador de la Liga Sindical del Norte en Honduras y un tal Renderos y Orellana (Posas,1977:16). Esta actividad evidencia el grado de preparación alcanzado por los comunistas guatemaltecos hasta el punto de constituir junto con los más experimentados del área, núcleos de adoctrinamiento sindical y político.
Como hemos señalado en reiteradas oportunidades, el Partido Comunista de Guatemala no surgió en el seno del movimiento obrero que para la década de los veinte se encontraba en estado embrionario. En todo caso ambos se desarrollaron simultáneamente lo que, a nuestro juicio, dificultaba la adopción por parte del partido de los lineamientos de la Internacional Comunista. No hemos encontrado datos que nos permitan rebatir la idea de que la acción del comunismo guatemalteco haya ido más allá de lograr el paso del mutualismo al sindicalismo y de su propio desarrollo, por lo menos en sus primeros años de vida partidista. No obstante, inició casi al final , una labor de captación de campesinos. No encontramos datos que nos permitan afirmar que este trabajo no tuviera otra intención que lograr su apoyo al rol protagónico del proletariado. No hubo propuestas de resolución del problema de la tierra y se desestimó el alto porcentaje de campesinos indígenas y analfabetas.
El Partido Comunista de Guatemala y su afiliación a la Tercera Internacional
Uno de los objetivos de todo partido comunista era lograr su aceptación en el seno de la Internacional Comunista como sección del partido mundial de los obreros. El PCG por supuesto no escapaba a ello y la admisión por la Internacional significaba el reconocimiento no sólo de su existencia como partido sino de su labor dentro del movimiento sindical. Mas, su aceptación definitiva no ha podido ser precisada, aunque sí sus relaciones (o al menos que seguían de cerca las directrices emanadas de dicho organismo) que se evidenciaban en la creación de secciones de organizaciones vinculadas a la Internacional y en la asistencia a eventos convocados o inspirados por el Comintern.
El partido comunista guatemalteco habría sido aceptado por la Internacional en 1924, según Obando Sánchez, Schlesinger, Mella e incluso las actas de la Conferencia Latinoamericana celebrada en 1929. De acuerdo a Schlesinger, la admisión del PCG por la Tercera Internacional motivó a que éste cambiara su nombre por el de Partido Comunista de Centroamérica, Sección Guatemala. De ser esto cierto ¿a qué se debió el cambio de nombre? (Dalton, 1972:169. Mella, 1978:86). Ahora bien , las actas del V Congreso del Comintern celebrado en 1924 efectivamente señalaban la existencia de una de sus secciones en América Central con cincuenta miembros, pero apuntaban que aún no había sido admitida. Igualmente Caballero afirma que en los archivos por él consultados para la realización de su obra La Internacional Comunista y la Revolución Latinoamericana no encontró evidencia alguna de que el PCG haya sido aceptado por el Comintern. (V Congreso de la Internacional Comunista, 1975:401. Caballero, 1987:91) Balcárcel sostiene que el PCG solicitó su afiliación pero que todavía en 1928 no había sido admitido (Balcárcel, 1985:26). Si efectivamente el PCG no fue aceptado por la Internacional Comunista ¿cómo pudo enviar un representante al VI Congreso de 1928? ¿Iría en calidad de simpatizante? ¿Y cuáles serían las razones por las que no fue admitido? ¿Podría deberse quizás a que no era considerado un partido de masas, idea tan en boga en el V Congreso?.
Otra cuestión que nos suscita curiosidad es el nombre de Partido Comunista de Centroamérica. Según Obando Sánchez el Partido Comunista de Guatemala desde el momento de su fundación ostentaba esta denominación como una sección de Centroamérica. Pero en sus memorias se contradice al afirmar que se llamaba PCG solamente. De ser cierto el nombre de PCC, ¿a qué se debía? ¿a que la Internacional consideraba como un solo país a toda la región centroamericana? ¿o a la Constitución Centroamericana de 1921?. Efectivamente el Comintern en algunos de sus documentos parece referirse a América Central como una sola nación, pero de igual forma lo hace con América del Sur sin que ello se traduzca en la existencia de un solo partido para toda el área. En otros utiliza América del Sur para señalar a los países que no son Estados Unidos y menciona a América Central exceptuando a Panamá a la que engloba en su concepto de Sur América. Es decir , en ocasiones América del Sur comprende a América Central, en otras son dos regiones diferentes.
En todo caso, las distintas denomina-ciones utilizadas al referirse a Latinoamérica evidenciaban un desconocimiento del área tanto geográfica como cultural lo que no les permitía lograr una definición comprensible acerca de América Latina ni de los países que la integraban por separado. De allí podría explicarse la tendencia a considerarlos en bloques, no muy delimitados, es decir sin una caracterización suficiente –o en algunos casos sin ninguna- que nos permita explicarnos su agrupación. Por otra parte, hasta el momento no hemos encontrado indicios ciertos de que existiera otra sección del Partido Comunista de Centroamérica, ni siquiera en Honduras y El Salvador, los otros dos países signatarios de la constitución de 1921. Demetrio Boesner en su libro Socialismo y Nacionalismo acota lo siguiente:
El partido guatemalteco ‘Unificación Obrera Socialista’ tomó la iniciativa de unificar a todos los núcleos comunistas de América Central en una sola agrupación regional que fue reconocida por la Comintern, y recibió instrucciones de ‘luchar contra la dominación opresiva del imperialismo norteamericano y por la unidad de los movimientos revolucionarios de obreros y campesinos en los países centroamericanos’ (Boesner, 1965:162).
En primer lugar recordemos que, Unificación Obrera Socialista cronológicamente abarca desde 1921 hasta principios de 1922, lo que coincide con la fecha de fundación del PCG o del Partido Comunista de Centroamérica, sección Guatemala, del que sería su antecedente inmediato. Es factible entonces que al disolverse Unificación tomase la iniciativa de transformarse no sólo en un partido comunista a nivel nacional sino regional. Pero lo que llama la atención es que en el resto de los países centroamericanos, la fundación de los respectivos partidos comunistas estuviese tan distante. No sólo de la existencia de la Unificación Obrera sino incluso de la supuesta fecha de aceptación por la Internacional Comunista del PCC, sección Guatemala. A excepción de Honduras, cuyo partido de los obreros data de 1922, el resto de los partidos nacen en 1930 en el caso de El Salvador y en 1931 en el caso de Costa Rica. De ser cierto que estaban integrados en un partido único, ¿por qué aparecen separados en las actas de la Primera Conferencia Latinoamericana y las historias nacionales no hacen mención de esta unión, ni siquiera la de Honduras más próxima cronológicamente a la posible fundación del Partido Comunista de Centroamérica y a cuyo PC ayudó a formar el partido comunista guatemalteco? El constante cambio de nombre así como la diversidad de fechas de los distintos partidos podía deberse a que muchos de ellos lograron existir sólo en el papel, es decir, no pasaron de su fundación formal y no se desarrollaron como partidos, por lo que se “fundaron” una y otra vez. O también a la persecución de la que eran objeto en sus respectivos países.
Mario Posas en su ensayo sobre las sociedades artesanales y el movimiento obrero en Honduras asegura que en 1922 se organizó en ese país la sección hondureña del Partido Comunista Centroamericano. En ese mismo año y con anterioridad se habría fundado la sección guatemalteca. También señala que no sería sino hasta 1927 que se constituiría el Partido Comunista Hondureño, el cual por cierto no asistió a la Primera Conferencia de Buenos Aires. Por su parte, Julio Antonio Mella en una carta titulada “Hacia la Internacional Americana” escrita en la cárcel de La Habana el 2 de diciembre de 1925, expresó que : “El camino está muy adelantado. Existen en América Latina distintas fuerzas que ya aceptan la lucha internacionalista y están afiliadas a internacionales de distinto orden … los partidos comunistas de México, Argentina, Chile, Brasil, Guatemala y Cuba, afiliados a la Internacional”. (Posas, 1977:18. Mella, 1978: 86) ¿Por qué Mella no menciona entre los partidos de Centroamérica a Honduras? Una posible respuesta es que o bien no existía o no había sido admitido por la Internacional. ¿Por qué se refiere al partido comunista de Guatemala y no al de Centroamérica si efectivamente éste había sido fundado en 1922 y solicitado su afiliación a la IC un año antes de escribirse la carta?
Si se toma como un hecho verdadero que los comunistas guatemaltecos intentaron crear un partido regional y a ello se debe que se autodenominen Partido Comunista de Centroamérica del cual eran su única sección, podría considerarse que al partido a que hace referencia las actas del V Congreso de la IC, era efectivamente el Partido Comunista de Guatemala. Ello confirmaría lo acotado por Balcárcel: había solicitado su admisión a la IC pero les había sido negada o por lo menos no se la habían concedido aún en 1928.
A pesar de que la aceptación definitiva del PCG como sección del partido comunista mundial no ha podido ser precisada, la creación en Guatemala de organismos ligados al comunismo internacional pone de manifiesto que los comunistas guatemaltecos estaban al tanto de las resoluciones de la IC y que efectivamente existían relaciones entre ambos.
De acuerdo a las directrices emanadas de la IC en relación con el Socorro Rojo Internacional dadas en el seno del V Congreso, “los partidos comunistas deben sostener en todos los terrenos al Socorro Rojo Internacional, alentar a la fundación de organizaciones, sucursales y secciones del Socorro Rojo Internacional” (V CIC, 1975: 155). En Guatemala, se creó en 1925, la sección correspondiente con el fin de “desarrollar la solidaridad con las luchas populares y con los revolucionarios que las libraban” (Balcárcel, 1985:26). Por su parte Obando señala que la creación del Socorro Rojo obedeció a que “en la medida que crecía el movimiento de masas …también crecía el aparato represivo de Orellana y luego de Chacón; por esta razón nos vimos compelidos a organizar un aparato defensivo y a la vez de ayuda para todos los presos y para sus familiares que por represalia también eran encarcelados” (Obando, 1978:49). Esta sección del Socorro Rojo participó como organizador en las movilizaciones obreras que con motivo del 1º de mayo y en apoyo a las causas de Sacco y Vanzetti y Sandino tuvieron lugar en Guatemala. Especial actuación tuvo en la celebración del día del trabajo en 1929 cuando ésta derivó en un enfrentamiento entre obreros y policías con un saldo de varios heridos y setenta presos. Fueron liberados en su mayoría gracias a la intervención del Socorro Rojo Internacional-Sección Guate-mala previa petición de un miembro del partido comunista.
En la conmemoración del día del trabajo de 1929 también participó la sección guatemalteca de la Liga Antiimperialista de las Américas, organizada por Julio Antonio Mella quien con anterioridad había estructurado la sección cubana y luego de su exilio ocupó un alto cargo en la sección mexicana. Mella aprovechó su permanencia en suelo guatemalteco de paso a México para impulsar la sección y editar un folleto en contra de la tesis antimperialista defendida por Haya de la Torre, que sirvió de sustento a la expansión de la Liga Antiimperialista de las Américas por todo el continente (Mella, 1978:106. Obando, 1978:43). Según Balcárcel, la sección guatemalteca de la Liga se estableció en 1927 “dedicada a impulsar actividades de solidaridad con la causas y luchas populares” (Balcárcel,1985:26).
La asistencia a eventos internacionales
El Partido Comunista de Guatemala a lo largo de su vida política o partidista concurrió a varios eventos internacionales tanto en Latinoamérica como en Europa. La participación en las asambleas y cuerpos gobernantes de la IC, no se ha comprobado aunque el PCG asegura haber asistido a por lo menos una, el VI Congreso. Celebrado en Moscú entre el 17 de julio y el 1º de septiembre de 1928, contó con la presencia de nueve países latinoamericanos. Según Caballero entre ellos no se encontraba Guatemala. Mas el Secretario General del PCG para la fecha alega en sus memorias que a él asistió un delegado guatemalteco, Antonio Cumes, zapatero y militante comunista (Caballero, 1987:69. Obando, 1978:61). Es factible que este delegado haya asistido como observador sin haber sido invitado a participar por el Comintern y por ello no esté registrado en las actas del congreso. O bien que se haya inventado el viaje a Moscú como estrategia que permitía darle cierta relevancia al partido, tomando en cuenta que la asistencia a esos eventos estaba vinculada al grado de importancia que como sección tenía para la IC. Además para ese instante ningún PC centroamericano había hecho acto de presencia en esos eventos.
Ahora bien, si medimos la presencia de Guatemala en los congresos convocados por el Comintern para determinar su grado de importancia –independientemente de su aceptación por la IC- el PCG no tuvo ninguna. De siete congresos efectuados a lo largo de su vida como partido, asistió a uno y ni siquiera está registrado en actas. De todas maneras cabe preguntarse ¿cómo logró el delegado guatemalteco financiar su viaje a Moscú?. Parece poco probable mas no imposible que provenga de las cotizaciones de sus militantes.
Lo que sí ha sido comprobado es su intervención tanto en la constitución de la COSTLA como en la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana. La organización de la Confederación Obrera Sindical de Trabajadores de Latinoamérica (COSTLA) tuvo lugar en mayo de 1929 en Montevideo. Acudieron como delegados de la Federación Regional Obrera de Guatemala los miembros del PC Alfredo Toledo y Luis Villagrán García. La COSTLA tenía como objetivo trazar la táctica y la estrategia a seguir por el movimiento sindical, de acuerdo a las líneas emanadas del VI Congreso de la IC.8 Según Boesner estas líneas apuntaban hacia un rompimiento en las relaciones entre comunistas y los revolucionarios nacionalistas, por lo que los primeros debían abandonar las posiciones que detentaban en el seno de las agrupaciones sindicales mayoritarias y crear organizaciones paralelas (Boesner, 1965:168). Pero, ¿cómo el partido comunista guatemalteco iba a adelantar esta política si justamente la mayor organización sindical existente, la Federación Regional Obrera de Guatemala, había sido creada y controlada por él? Ello significaba que debía recomenzar su labor en el seno del sindicalismo guatemalteco. Nuevamente se pone de manifiesto el desconocimiento que la IC tenía de la realidad latinoamericana y los intentos de los comunistas latinoamericanos de trasladar y aplicar esos erróneos esquemas de análisis y acción a sus respectivos países sin permitirse una reflexión más profunda acerca de las contradicciones y especificidades de América Latina. Por otro lado cabe preguntarse si de haberse efectuado este análisis, en el caso de Guatemala, ¿en qué habría cambiado la visión de la IC? ¿Tomaban en cuenta la opinión de los PC latinoamericanos?
Entre el 1º y el 12 de junio de ese mismo año se celebró en Buenos Aires la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana. Previo a esta reunión el Secretariado Sudamericano de la IC realizó un bosquejo de la situación de América Latina para ser discutido en el seno de la conferencia. Se considera que dicho bosquejo dio por primera vez al Comintern una visión real del proceso revolucionario en la región. De los aproximadamente diez puntos incluidos en la orden del día, tres de ellos fueron los más debatidos. La situación de América Latina a nivel internacional, la lucha antiimperialista y los problemas tácticos de los PC latinoamericanos y por último el problema de las razas en el subcontinente. En esta polémica tomaron parte los dos delegados guatemaltecos Luis Villagrán García apodado “Villalba” y Alfredo Toledo. En realidad Toledo no es mencionado en ninguna de las fuentes consultadas, pero si consideramos que estuvo en mayo junto a Villagrán en Montevideo, la cercanía de ambos eventos tanto territorial como cronológicamente y que las fuentes indican la presencia de dos delegados, es factible que se tratase de él.
Al proponerse el punto de la lucha antimperialista, uno de los representantes guatemaltecos hizo un planteamiento que mostraba los inconvenientes que enfrentaban los comunistas latinoamericanos para seguir las directrices de la IC con respecto a la captación de adeptos para sus sindicatos y el enfrentamiento con el imperialismo norteamericano:
..me parece notar que hay confusión con respecto a la función que desempeña el imperialismo en los países que penetra, y a este respecto quiero hacer presente que en algunos países , los obreros de las empresas imperialistas son mejor tratados que en las nacionales. Estando en estas condiciones, aunque sea muy poco ventajosas con respecto a las nacionales, los obreros y los campesinos nos responden, cuando propagamos el antiimperialismo, que no ven el peligro de tal intervención del imperialismo porque notan que sus condiciones mejoran, aunque sea en pequeña escala, relativamente a la situación anterior” (Parker,1988:53).
A continuación solicitaban que se les explicase a qué obedecía este fenómeno y se les instruyese sobre “cuáles son los argumentos que debemos esgrimir para convencer de lo contrario a los campesinos y obreros que así nos responden” (Parker,1988:52-53).
En vista de esta situación y de que consideraban que en Guatemala las condiciones estaban dadas para el estallido de la revolución, lamentaban que la misma no fuera liderizada por el proletariado (el que evidentemente no estaba preparado) sino por los liberales. Suponemos que Villagrán o Villalba se refería a que en su país las compañías norteamericanas tales como la United Fruit, estaban alarmadas dada la cantidad de huelgas que por mejoras de las condiciones de trabajo habían estallado entre 1927 y 1929 y que, al no ser reprimidas por el gobierno con la misma dureza que en años anteriores permitió el fortalecimiento del movimiento sindical. A esto se sumaba, el enfrentamiento de Sandino con las fuerzas americanas que ocupaban Nicaragua lo que constituía un “mal ejemplo” y la crisis económica mundial que ya se dejaba sentir. Ello hacía de una necesidad imperiosa para Estados Unidos, la existencia de un gobierno de “orden” en Guatemala que sofocara duramente cualquier manifestación “peligrosa”. Pero a pesar del numero de huelgas que se produjeron por mejoras laborales, era en las empresas “imperialistas” donde las condiciones eran más elevadas, no sólo en lo referido a salarios, sino al uso de maquinarias que facilitaban el trabajo. De allí que a los obreros les resultaba muy difícil entender que debían luchar contra la empresa que les proporcionaba bienestar, es decir, un nivel de vida más elevado que el resto de los trabajadores guatemaltecos.
Otro de los puntos que originó grandes polémicas fue el del problema de las razas. El peruano Mariátegui hizo un análisis del mismo proponiendo como soluciones, entre otras, la expropiación de la tierra sin indemnización, el reparto de la misma a quienes la cultivan, la creación de sindicatos, de federaciones campesinas, etc. Este punto era de especial importancia para los delegados guatemaltecos ya que la gran mayoría de la población de ese país era indígena y campesina. Uno de los representantes aprobó la tesis de Mariátegui y agregó que en la labor propagandística a nivel de campesinos indígenas había que tomar en consideración la necesidad de contrarrestar y neutralizar la propaganda clerical (Anderle,1985:189).
Organización del PCG
La escasa información que poseemos no nos permite reconstruir la organización interna del partido, ni aportar datos tales como quienes fueron los secretarios generales, quienes integraban y que labores hacían los burós, si se reunieron los congresos o si produjeron algún material escrito sobre equis asunto. Sólo podemos suponer que la misma respondía a los parámetros establecidos para todo partido de esa índole. Por ejemplo, la incorporación de militantes se hacía siguiendo un protocolo común. Veamos la descripción que de su propia ingreso hace Obando:
Con invitación expresa, sellada y firmada con el emblema de la hoz y el martillo me citaron para incorporarme…concurrí a la hora prevista, dos amigos que me apadrinaron dieron informe de mi conducta y todo lo que de mi sabían y pidieron se me leyera la línea política y la DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS QUE EL PARTIDO SUSTENTABA. Concluida la ceremonia se me preguntó si era mi voluntad ingresar ya o más tarde al Partido… Acto seguido el Secretario General me tomó el juramento de ser fiel a la clase obrera (Obando, 1978: 43-44).
Los militantes del partido pasaban por un proceso de capacitación y estudios que les permitía adquirir las herramientas indispensables para cumplir con la doctrina comunista y su labor dentro de los sindicatos. Esto, incluía largas sesiones de estudios y análisis de la literatura soviética, cursos de oratoria y agitación de masas, uso de máquinas de escribir. Así como la discusión y posterior toma de posiciones ante determinados hechos políticos que afectaran la opinión pública guatemalteca. Como en efecto lo fue el anuncio de que el gobierno de Orellana contraería un empréstito con Estados Unidos. El secretariado del PC convocó una junta de emergencia para determinar las acciones a ejercer, ésta no llegó a celebrarse pues los asistentes fueron detenidos (Obando, 1978: 43-44). No obstante podemos deducir, a partir de la participación en discusiones internacionales, que en el seno del partido fueron debatidos ciertas temas vitales. Como por ejemplo: la falta de preparación del proletariado guatemalteco para encabezar la revolución y las dificultades en propagar las tesis antiimperialista.
Una práctica común dentro de la organización del partido era que sus miembros eran al mismo tiempo dirigentes de otras instituciones vinculadas al movimiento comunista mundial. Tal fue el caso de Antonio Obando: Secretario General del PCG, organizador de la Liga Antiimperialista, del Socorro Rojo, de la Juventud Comunista y presidente de la Federación Obrera Regional de Guatemala.
El PCG inició sus actividades en Ciudad de Guatemala, extendiéndose posteriormente a Quetzaltenango, Escuintla y Juliapa. Su primer periódico El Comunista, editado el mismo año de su fundación, fue rápidamente clausurado por el gobierno. La misma suerte corrieron Nuestra Palabra y Vanguardia Proletaria. Este último publicado en 1925 con un tiraje de 1000 ejemplares.
El ocaso del partido
En diciembre de 1931, tuvo lugar un golpe de estado en El Salvador que tuvo nefastas consecuencias para los comunistas y el movimiento obrero guatemalteco. Los sucesos salvadoreños que culminarían con el fusilamiento de Agustín Farabundo Martí, originaron una fuerte represión por parte del gobierno de Jorge Ubico. Ubico que llegó al poder en ese mismo año, vinculó el movimiento salvadoreño con el proceso huelguístico vivido en Guatemala, atribuyéndole el formar parte de una conjura internacional:
…el gobierno del General Ubico ha descubierto la existencia de fuertes brotes comunistas que amenazan cambiar el orden constituido. Desde hace algún tiempo circulan hojas sueltas clandestinamente, de carácter incendiario. Se excitaba a la rebelión. No se sabía de donde procedían, pero su carácter disolvente daba a entender su procedencia. Algunas de ellas aparecían respaldadas con la firma del Partido Comunista de Guatemala (Posas, 1977:87-89).
Continúa la nota de prensa de un diario salvadoreño, reproducida por Mario Posas, detallando la forma de organización del PCG:
Se ha descubierto que el comunismo tiene en Guatemala una organización semejante a la de las sociedades secretas de los tiempos medioevales. Se comunican siempre verbalmente, y no celebran reuniones de ninguna clase. Se entienden de dos en dos y de esa manera están acordes en sus determi-naciones. Ocho comunistas han sido captu-rados y así se ha logrado averiguar sus trabajos llevados a la sombra (Posas, 1978:87-89).
Estos ocho comunistas eran: Alberto del Pinal, Juan Luis Chigüichón, Luis Villagrán García, Antonio Obando Sánchez, Miguel Angel Vásquez, Antonio Cumes, Juan Pablo Wainwrigth y Bernardo Gaytán. Todos fueron inicialmente condenados a muerte, pero gracias a la “benevolencia” de Ubico se les conmutó la pena por quince años de prisión a los seis primeros. Wainwrigth y Gaytán fueron fusilados en febrero de 1932.
Con la prisión de estos miembros del Partido Comunista de Guatemala, y a pesar del auge alcanzado por el partido y por el movimiento obrero, el gobierno logró su desarticulación. Además prohibió los sindicatos y sólo permitió la existencia de sociedades mutualistas como forma de agrupación de los trabajadores. El Partido comunista, al igual que los sindicatos, no volvería a organizarse sino hasta el triunfo de la llamada “revolución de octubre” en 1944.
Conclusiones
El Partido Comunista de Guatemala, contrario a lo expuesto por la historiografía tradicional guatemalteca, fue fundado en la década de 1920, y se desarrolló como tal hasta su desarticulación por el gobierno de Ubico en 1932. Allí se sentaron las bases para lo que a partir de la revolución de 1944, sería el Partido Guatemalteco del Trabajo soporte fundamental del régimen de Jacobo Arbenz.
A pesar de la creación de organismos relacionados con la Internacional y la asistencia a eventos internacionales, el Partido Comunista de Guatemala no fue reconocido como una de sus secciones. ¿Cuál fue la razón? El partido cumplía con uno de los requisitos funda-mentales como era el tener como núcleo dirigente a obreros (otros reconocidos no lo estaban), es decir era un partido bolchevique. Si bien no era un partido con un gran número de militantes tampoco lo fueron otros admitidos. Si bien no realizaron congresos nacionales lo que pudo deberse a las precarias condiciones económicas no sólo de sus militantes sino del país y a su carácter de ilegal, tampoco lo hicieron en otros países. En cambio realizaron un trabajo en el área sindical que significó el desarrollo del movimiento obrero guatemalteco con todas sus limitaciones. Constituyeron un factor de perturbación política para el régimen que se demostraría con su descabezamiento en la década de los treinta.
El Partido Comunista de Guatemala, nació, se desarrolló siguiendo el ejemplo y las directrices de la Tercera Internacional y no logró su reconocimiento. Fue una sección del partido mundial de los obreros a pesar de la Internacional.

Bibliografía
Fuentes primarias:
1. Bauer P., A. Catalogación de Leyes y Disposiciones de Guatemala del Período 1872 a 1930, Guatemala: Universidad de San Carlos, 1965.
2. Dalton, R. Miguel Mármol. Los sucesos de 1932 en El Salvador, San José: EDUCA CENTROAMÉRICA, 1972.
3. Los cuatro primeros Congresos de la Internacional Comunista. México: Cuadernos de Pasado y Presente, Nº 43, 1981.
4. Löwy, M. El Marxismo en América Latina (De 1909 hasta nuestros días). Antología, México: Ediciones Era, 1982.
5. Mella, J. A. Escritos Revolucionarios, México: Siglo XXI Editores, 1978.
6. Obando S., A. Memorias. La historia del movimiento obrero, Guatemala: Editorial Guatemala, 1978.
7. V Congreso de la Internacional Comunista, Córdoba: Cuadernos de Pasado y Presente, Nº 56, 1975.
Fuentes secundarias:
8. Alexander, R. J. “Communism and indigenous social reform parties in Latin America” en The strategy of deception:A study in world-wide Communist tacties, New York: Edited by Jeane J. Kirkpatrick, 1962.
9. Anderle, A. Los movimientos políticos en el Perú, La Habana: Casa de las Américas, 1985.
10. Arévalo M., R. Ecce Pericles, San José de Costa Rica: EDUCA, 1971.
11. Balcárcel, J. L.. “El movimiento obrero en Guatemala” en Historia del Movimiento Obrero en América Latina, México: Siglo XXI, 1985.
12. ————————. “La Primera Celebración del día del Trabajo y las formaciones iniciales de la conciencia de clase obrera en Guatemala” en Cuadernos Americanos, México, Mayo-junio de 1980, Nº 3, Vol. CCXXX, pp. 158-175.
13. Boesner, D. Socialismo y Nacionalismo, Caracas: Instituto de Estudios Políticos UCV, 1965.
14. Caballero, M. La Internacional Comunista y la Revolución Latinoamericana, Caracas: Editorial Nueva Sociedad, 1987.
15. Cole, DG. Historia del Pensamiento Socialista, México: FCE, 1975, T. VI.
16. Parker, D. El Sindicalismo Cristiano Latinoamericano, Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1988.
17. Posas, M. Las sociedades artesanales y los orígenes del movimiento obrero hondureño, Tegucigalpa: Esp. La Editorial, 1977, pp. 99.
18. Schwartz, G. Columnas del Progresismo y reseña histórica del génesis del Partido Progresista, Guatemala: s/e, 1931.
19. Schneider, R. Communism in Guatemala 1944-1954, New York: Frederick A. Praeger Publishers, 1958.
20. Torres Rivas, E. “Guatemala: medio siglo de Historia” en América Latina: historia de medio siglo, México: Siglo XXI, 1981.

NOTAS
1 La United Fruit Company, la International Railways of Central America (IRCA) y la Electric Bond and Share Company comenzaron a operar en Guatemala para esta época.
2 José Luis Balcárcel. “El movimiento obrero en Guatemala”, p. 13. En 1922, el gobierno de Guatemala le dio a la delegación que viajaría a Honduras al III Congreso Centroamericano de Obreros, la cantidad de mil dólares. Mario Posas. Las sociedades artesanales y los orígenes del movimiento obrero hondureño, pp. 16-17. Ver además en Alfonso Bauer P. Catalogación de Leyes y Decretos de Guatemala, p. 26 y ss. Una lista de todas la ayudas recibidas por las mutualidades desde 1914.
3 En 1920, Estrada promulgó una ley antibolchevique que prohibía cualquier manifestación a favor de la revolución rusa.
4 Roque Dalton. Miguel Mármol. p. 181. Ronald Schneider en Communism in Guatemala, p. 56, asegura que Mármol es uno de los fundadores de Unificación Obrera y a su vez cita como fuente a Robert Alexander. Communism in Latin America.
5 La III Internacional Comunista era el partido comunista mundial con sus respectivas secciones nacionales , que según la concepción de Lenin, tenía como objetivos la dictadura del proletariado y la expansión del poder soviético.
6 Roque Dalton. Ob. Cit, pp. 143-145. Mármol señala que Obando y Chiguichón, comunistas guatemaltecos, hacían frecuentes viajes a El Salvador. Asimismo indica que Jorge Fernández Anaya del PCM visitaba Centroamérica como emisario de la Internacional Comunista. Julio Mella en su breve estadía en Guatemala se encontró con dos dirigentes del PCM: Esteban Pavletich y un tal Terreros o Terceros, ambos de origen peruano, Julio A. Mella. Escritos Revolucionarios, p. 106. Antonio Obando S. ratifica en sus Memorias el intercambio de dirigentes entre Guatemala y México, p. 50. Manuel Caballero. La Internacional Comunista y la Revolución Latinoamericana, pp. 90-91.
7 José L. Balcárcel. “Movimiento obrero en Guatemala”, pp. 24-25. Alfonso Bauer Paíz en su obra Catalogación de Leyes y Disposiciones de Guatemala, pp. 45-46, señala que la FROG nació como respuesta al decreto 914 del año 1926 que prohibía el derecho a huelga. José L Balcárcel en su artículo “La Primera celebración del día del Trabajo”, p. 174, acota que la Federación Regional se constituyó en contraposición a la Federación Obrera para Protección… y en su ensayo “El movimiento obrero en Guatemala” señala que la FROG se fundo como respuesta organizada de la clase obrera frente a las posiciones mediatizadoras. Antonio Obando Sánchez da como fecha de fundación 1926. Memorias , p. 41.
8 Antonio Obando S. Memorias, p, 51. El nombre de esta organización varía en la medida en que se consultan diversos autores. Obando la llama Central Sindical Latinoamericana de los sindicatos. Boesner Confederación Sindical Latinoamericana, en Ob. Cit, p, 167. G. D. H. Cole, Confederación de Sindicatos de América Latina en Historia del pensamiento socialista, T. VI, p. 271. La escogencia de COSTLA fue hecha arbitrariamente, así aparece denominada por José L. Barcárcel en “Movimiento obrero en Guatemala”, p. 27.

Mayo Sibrian: las locuras de un comandante del FMLN (Relato)

MAYO SIBRIÁN:
LAS LOCURAS DE UN COMANDANTE DEL FMLN (Relato)

El ajusticiamiento de Mayo Sibrián

Mayo Sibrián fue un comandante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), estuvo preso en las bartolinas de la fuerza armada en 1984 y fue liberado en octubre de 1985. Mayo era un hombre duro, y lo mandaron para el Paracentral cuando salió de la cárcel como castigo de haber caído preso, se desconfiaba de él porque pudo haber dado información al enemigo.

Mayo llegó furioso, él se dio cuenta de la información con lujos de detalles que tenía el enemigo de la guerrilla, en cuanto a su estructura de mando y sobre la distribución de las zonas controladas, asimismo sobre los canales de abastecimientos, etc.

Mayo Sibrián, cuando estaba en la cárcel, los miembros de inteligencia de la S2 lo que hacían era darle un poco de referencias para ver cuánto le sacaban, él también recopiló datos que tenían ellos, que le daban de carnada, para extraerle información.

La S2 era el departamento de inteligencia o Sección de Investigaciones Especiales que tenían en cada cuartel, Mayo algo de razón tenía, yo por lo menos comprobé varios casos, había una red de inteligencia del enemigo al interior del frente.

Mayo empezó su trabajo desde que llegó al paracentral, yo continuaba en ese tiempo en el volcán de San Vicente, ya se había convertido en una subzona, se había trasladado completamente el mando a Gavidia y el oriente sólo se veía como una subzona.

Mayo organizó una escuadra especial para tratar los casos de la infiltración, a nosotros nos llegaba el mensaje, mándame a zutano, a fulano y a mengano pero amarrado, tenía que ir ya preso y así hacíamos, atábamos a los compañeros y los mandábamos.

Empezó precisamente con todo el aparato de comunicaciones y rastreo en el batallón Andrés Torres, que estaba ubicado en el volcán de San Vicente, allí estaban los aparatos de rastreos, eran utilizados por compañeros radistas que escuchaban todo el tiempo al enemigo, ya se había establecido comunicación a través del mismo radio PRC 77 con la fuerza armada, y a través de ahí fue organizando la infiltración enemiga.

Los radios PRC 77 eran los que usaba la fuerza armada en el terreno para comunicarse, nosotros los recuperábamos y por ese medio los escuchábamos, a cualquier canal que se fueran descifrábamos sus claves, sabíamos las posiciones, se llegaba a conocer tanto a los que hablaban que cuando se les oía hablar, se reconocía la voz y se identificaba en que unidad andaba y el lugar, porque se escucha y se identifica a la voz de cada uno y, ya se sabía quién era quién y aunque se cambiaran de indicativo. Mayo creía que la gente de nosotros que hacía esta escucha se comunicaba por medio de esa radio con la fuerza armada.

No se podía descartar del todo, porque hubo hechos que lo demostraron, por ejemplo el caso de, que a partir de un determinado tiempo, Mayo llegó a un grado de desconfianza enfermiza que, todo era secreto, pero absolutamente oculto, de tal manera que cuando íbamos a preparar una operación militar sólo debían conocer de ella tres personas y el jefe, y nadie más, estaba preparando una operación de emboscada y… cabal sólo sabían las tres personas y yo.

Cuando ya estaba preparada la operación militar reunimos los tres pelotones en un lugar determinado para informarles parte, no todo el plan, el jefe de pelotón, comenzó a dar las órdenes para preparar la comida, la logística y el abastecimiento, hasta ahí, pero se les decía un día antes, el jefe del pelotón empezaba, sin decir, sino que hagan esto y lo otro, limpien los fusiles, preparen comida, cada quién, sin decir para qué, porque a la gente se les comunicaba ya vamos a reunirnos en tal parte, pero ya iban preparados, en ese lugar se les informaba sobre el plan y ahí todo mundo iba claro, pero ya iban todos de camino hacia la misión.

Un compañero fue al lugar donde se iba a transmitir el plan, y no apareció, como pasaron horas y no llegaba lo mandé a buscar y no lo encontraron, había desertado.

Cuando el pelotón se concentró para que le dieran a conocer el plan, él estaba en posta (de centinela), es decir, que estaba vigilando, asegurando que no los atacaran los miembros de la fuerza armada, cuando el pelotón salió lo buscaron, y no lo encontraron y el caso fue que ellos se fueron por la calle y vieron la huella donde él había pasado, ahí nadie caminaba porque ese lugar estaba minado, entonces cuando el compañero pasó el plan, él, apareció hasta después y…

— ¿Y vos dónde has estado?, y… ¿y por qué no te encontramos?, ah…

— Es que estaba encaramado en un palo de mango, yo oí cuando me andaban gritando, ya sabía que iban ir a una operación militar pero como no quería ir, por eso no les contesté.

Me lo mandaron amarrado con una nota, sólo me decía que él no se había presentado a la hora y que por eso, que lo tuviera amarrado por si acaso pensaba desertar, vaya ahí lo tuvimos, lo estuve interrogando sobre las razones del por qué no había querido ir, ah, no quiero, ¿y por qué no te encontraron cuando te fueron a buscar? Ahí estaba subido en el palo de mango, y no quería ir; ahí lo dejamos amarrado, la operación militar iba empezar el día siguiente en la mañana, pero antes de la hora comenzaron el bombardeo blum, blum, blum, blum, blum, llamé por radio en repetidas ocasiones, nadie me contestó, a las dos horas me contestó un radista, le pregunté:

— ¿Y qué pasó?

— Nos acabaron.

— ¿Qué?

— Corrimos y nos alcanzaron.

Solo eso alcanzó a informarme, se cortó la comunicación y le seguí llamando y nada, le dije a los compañeros, vayan a darle verga a ese hijueputa que él es el traidor, porque fue una emboscada, fueron a darle verga y confesó todo, todo.

Dijo que a él no lo encontraron, porque tenía un contacto en el monte con la Patrulla de Reconocimiento de Largo Alcance (PRAL), él fue el que había minado esa zona, claro, podía pasar por ahí, y hasta dijo cómo se identificaban, el caso es que el compañero radista me dijo, nos acabaron, yo dije, eran como ochenta compañeros y al final, ahí si lo ajusticiaron y en realidad no se habían acabado a toda la gente, quince guerrilleros fueron los que murieron.

Entre otro orden de cosas, recuerdo un compañero que era un gran hombre, pero para Mayo Sibrián era un enemigo, me dio la orden tres veces que lo ajusticiara y no lo hice, y como no le obedecía me dijo que yo también era parte de la red de infiltrados, y para que no me involucrara, con todo el dolor de mi alma, sabiendo que era un combatiente aguerrido y de extrema confianza tuve que mandarlo a ejecutar.

Ese proceso de “purgas” que Mayo ejecutó, no fue él el único que lo hizo, si traemos a cuenta el asesinato clandestino de Roque Dalton y de otros compañeros, llegamos a la conclusión de que ese fue un procedimiento que se vino dando durante todo el transcurro del conflicto armado, Mayo lo que hizo fue hacerlo abiertamente, a la luz del día, y además era una concepción, yo cuando era novato de haber ingresado a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), recuerdo las discusiones que teníamos para no apoyar por ejemplo el uso de anticonceptivos, traigo esto a cuenta para mostrar, el nivel ideológico, tan cerrado y oscurantista y absurdo que se fue dando, y de tal manera que cualquier situación por pequeña que fuera, pero que se saliera de esta concepción ya era visto con desconfianza.

Había, el convencimiento que era necesario filtrar gota a gota hasta lograr la potabilización de la fuerza guerrillera, hasta quedar en el asiento del filtro la esencia del color rojo, porque el que cuestionaba o preguntaba lo más probable es que era traidor en potencia o ya lo era, la revolución tenía que ser pulcra.

Mayo Sibrián informaba a la comandancia de las FPL del sistema inquisitivo que tenía establecido, y le correspondía los mensajes que él mandaba; de tal manera que estaba autorizado por los cinco comandantes del FMLN de lo que estaba haciendo, él mismo nos enseñaba el cuaderno de mensajes, no obstante después del Acuerdo de Paz, aducen amnesia o que se pusieron en contra de crímenes que cometía Mayo, la pregunta es: ¿Si no estaban de acuerdo, como se explica la tolerancia?

Se iban a llevar a cabo una campaña de reuniones y asambleas, para preparar unos combatientes para que participaran como delegados ante el consejo nacional de las FPL, pero, la zona era tan inestable con tanto enemigo alrededor, no se podía, nos turnábamos, por ejemplo, del volcán de San Vicente teníamos que ir ocho compañeros, se hizo en dos asambleas de tal manera que fueron cuatro primero, y cuatro fueron después, en esa primera asamblea que hubo que participaron los primeros cuatro, Mayo Sibrián, se los dijo con claridad a los compañeros que fueron del volcán:

— En ese volcán tenemos un jefe aguado, yo no sé si realmente es de nosotros o es infiltrado, vengan se los voy a enseñar.

Se estaban refiriendo a mi, después les dijo:

— Vengan para acá, les voy enseñar cómo se hacen las tareas revolucionarias aquí.

Habían llevado un pelotón de jóvenes cuyas edades oscilaban entre los 12 y 17 años procedentes de un campamento de refugiados salvadoreños que estaba asentado en Honduras, para integrarlos a la guerrilla, les dijo:

— Cipotes háganse para este lado y se ponen en fila.

Los muchachitos pensaban que Mayo les iba a decir algunas palabras de bienvenida, estaban contentos y sonrientes, se les notaba el nerviosismo característico de su edad, sin mediar palabra Mayo tomó su fusil y le dijo:

— Vaya les voy enseñar, plah, plah, plah, plah.

Los masacró a todos, los bichitos cayeron al suelo como si eran pollitos, sin saber por qué los había asesinado el comandante.

Disparó a sangré fría a quince niños que habían llegado, y a los compañeros procedentes del volcán de San Vicente le dijo:

— Todos estos monos son enemigos, y por eso les mostré como se debe actuar, ay que ser revolucionario hasta las últimas consecuencias, para que le digan a su jefe (se refería a Abelio) cómo es que se hacen las cosas en ese lugar.

Asesinó a estos niños delante de la gente que yo había mandado, y que estaban participando en la asamblea, Mayo Sibrián comentó más cosas sobre mi persona, a mí ellos no me quisieron comentar todo, pero lo que sí, que cuando llegaron me dijeron:

— Abelio te vamos a cubrir la retirada, ándate, antes que te mate ese loco, acordate que además es hombre de confianza de la comandancia general del FMLN, tenés todas las de perder mejor huí, hoy que podes.

— Yo no debo nada y nada temo, voy a topar.

Me fui para el campamento de Mayo Sabrían, ellos estaban al tanto que iba, me esperarían en tal parte, sabía dónde nos íbamos a juntar.

Cuando estaba por llegar al lugar de contacto que ya habíamos quedado, a saber si uno ya estaba prejuiciado, pero yo sentí que… como que me querían matar ahí, pero pasé. Al segundo día de haber llegado Mayo Sibrián me entregó unos cuadernitos pequeños, en la mitad de una hoja estaban escritos los nombres de unos colaboradores que se habían ofrecido a colaborar, que eran de allá de la zona del volcán.

Mayo me dijo, Abelio aquí están los nombres de esta gente, búscalos viven en tal parte, quieren colaborar con nosotros, metí la hojita en el cuaderno, y cuando estábamos en la votación para elegir los que iban ir al consejo, nos dijeron que en la mitad de una hoja del cuaderno, que ahí escribiéramos dos nombres de quienes queríamos que fuera, de la lista que estaba ya, yo anoté los dos nombres, y cuando se llegó la hora del almuerzo, dijeron vamos a recoger los nombres hasta después, fuimos a comer, al regreso, Mayo estaba recogiendo los papeles, los leía y estaba anotando quién quedaba electo, todos fuimos a depositar los papeles en un guacal y de ahí él extraía los nombres.

Estábamos participando dieciséis compañeros, era una asamblea para elegir al consejo nacional de la FPL, estábamos en círculos y se puso a observar la cara de todos nosotros.

Ese ambiente se volvió tan tenso que, una mosca zumbaba como un avión, todo mundo se quedó paralizado cuando él empezó hablar de la manera siguiente:

— Uujum. Aquí hay un enemigo, que se ponga de pie.

Los presentes sentimos congelarnos porque como sabíamos que era loco, él podía señalar a cualquiera y afirmar que era traidor, e inmediatamente ahí mismo pegarle un balazo, la palabra de Mayo Sibrián era ley. Y siguió viendo, de repente, cambio de tema y prosiguió con la reunión en aparente normalidad.

Tenía mi champa ubicada un poco retirada del campamento de Mayo y su gente, en medio del campamento había un chorrito de agua de un nacimiento natural que caía en una pila, él estaba reunido al centro del campamento con todos sus subalternos, por temor más que por lealtad la gente siempre le alababa todo lo que él decía, estaban carcajeándose cuando yo estaba llenando mi caramañola y, escuché que él estaba hablando de mí, y la gente se destornillaba de la risa.

Me fui acostar con el fusil puesto en ráfaga, me lo coloqué en el pecho y con el dedo en el gatillo, la mujer al verme, sorprendida me preguntó;

— Abelio y qué te pasa, algo te sucede, decime ¿qué es?

— No voy a dormir.

— ¿Por qué?

— Mayo me va matar, y no me va agarrar dormido.

Esta situación de aniquilamiento físico fue en el paracentral descomunal, el “ajusticiamiento” de los mismos compañeros fue a nivel nacional e internacional, muchos compañeros del paracentral se fueron para el exterior y nunca volvieron porque los eliminaron físicamente, por lo tanto, no hay que echarle a Mayo Sibrián toda la culpa.

Mayo Sibrián pertenecía a la comisión política y era el jefe del frente paracentral, y yo era jefe de la subzona de volcán de San Vicente.

Habíamos cinco jefes de subzonas y tres incluido Mayo que formaba parte del secretariado, era una especie de conducción colectiva, nos llamaron a la reunión, pasó el primer día, los que habíamos llegado de otra subzona casualmente nos habíamos colocado por un pequeño bosque, habíamos amarrado las hamacas en unos árboles, ahí nos juntábamos en la noche a analizar como estaba la situación, los cinco de la subzona estábamos conscientes de que estábamos literalmente cagados, así lo dijimos cagados, no teníamos valor de decir la verdad porque era jodido.

Poner el dedo en la llaga nadie tenía valor, entonces nos pusimos de acuerdo para solicitar el turno para intervenir, de tal forma que fuéramos diciendo la verdad sobre la paranoia de Mayo, pero apoyándonos unos con otros y vigorizando nuestros planteamientos.

El comandante Ricardo Gutiérrez asistió a la reunión en calidad de representante de la dirección de las FPL, por esa razón él estaba dirigiendo la reunión y daba la palabra, Carlos pidió opinar, después David (eran hombres de confianza de Mayo), después Raúl y por último yo, porque era el odiado, Carlos se acobardó, no tomó la iniciativa a él correspondía el turno de primero, Raúl que era de los últimos, pidió hacer uso de la palabra, como estábamos claros que al pedir uno de nosotros la participación, seguíamos los otros, o sea que los cinco estábamos en continuidad, nos íbamos a reforzar mutuamente, porque en la práctica estábamos los cinco contra los tres del secretariado que eran los que apoyaban a Mayo, si había sido elegido por el organismo que él conducía, eran los que tenían que estar más a su lado.

Raúl pidió la palabra, pas, pas, pas, le caímos los otros y, ahí dimos a conocer lo que estaba sucediendo, es decir, todo lo que Mayo Sibrián hacía, ese día se acabó Mayo, Margarita la mujer de él, hasta esa noche me habló, me dijo, hoy si le voy a contar todo. Siguió la reunión, siete días pasamos en sesión.

Margarita me contó que Mayo la golpeaba y que estaba con él por terror no por amor, era un sometimiento a la fuerza bruta, obviamente contra su voluntad, ella tenía miedo que Mayo en sus ratos de locura, la acusara de traidora y la hiciera fusilar, no sin antes torturarla, bajo el pretexto de obtener información.

A Ricardo le ordenaron que él quedaba de jefe y que Mayo Sibrián a partir de ese momento estaba suspendido de todos los cargos políticos y militares que ostentaba, Mayo dijo, si ustedes deciden que me van a fusilar, no crean que me voy escapar, estoy conscientes que lo que he hecho ha sido lo correcto y voy a responder por ello, si la decisión de ustedes es que me fusilen, háganlo.

A petición de la Comisión Política (CP), nos trasladamos dos compañeros, fui con Gavidia a Chalatenango a dar el informe de cómo había estado la situación acerca del caso de Mayo Sibrián.

Después de haber informado a la CP, regresamos a San Vicente, ahí en asamblea la mayoría iba a tomar la decisión de que se hacía con Mayo, los asambleístas pidieron ajusticiamiento, pero la CP no daba el visto bueno, era lógico, porque de manera indirecta se estaba cuestionando las prácticas de “ajusticiamiento” de combatientes sin previa investigación, simplemente por pura sospecha o porque a alguien se le ocurrió, mientras tanto, Mayo anduvo deambulando en los talleres de producción, él no exteriorizó en ningún momento muestras de arrepentimiento por haber masacrado y asesinado a sus propios compañeros, al final llegó la hora en que Mayo había que fusilarlo.

Siete compañeros, lo fueron a capturar, y lo llevaron al lugar donde él iba a pagar con su vida por el daño que había infringido a tantos combatientes inocentes, antes de fusilarlo le pregunté si quería decir algo que procediera, él solo dijo:

— Me voy tranquilo, estoy convencido que lo que hice fue lo correcto, no me arrepiento de nada.

— Cuál es tu último deseo.

— Sólo un cigarro denme.

Se lo fumó de manera normal y corriente, no mostró nerviosismo ni ansiedad, lo pusimos frente al paredón y los combatientes que se habían designado para que lo fusilaron, fueron pícaros porque les pusimos a los fusiles un tiro a cada uno, pero en lo que estábamos hablando con Mayo Sibrián, le cambiaron cargador al fusil y le pusieron ráfaga, y ahí quedó Mayo tendido en su charco de sangre como antes quedaron sus víctimas.

A partir de entonces, se tomó la decisión que todos los que estábamos en el Paracentral había que sacarlos de ahí, con la idea de desarticular hasta hacer desaparecer los que eran combatientes en la época del terror de Mayo Sibrián, es decir, que no quedara huella, sin importar si era amigo o enemigo de él, por ejemplo un compañero médico no se para donde lo trasladaron y por último tuvo que desertar, y lo que dijeron en la reunión de la comisión política fue, la cagó aquel salió por la puerta de atrás, y yo les dije, no, solo él sabe lo que está viviendo, ustedes no lo han vivido, yo si lo sé, porque él me contó todo lo que le hicieron en Nicaragua antes de irse.

A los días se llevó acabo el último congreso de la FPL, en el concejo se trató el caso de Mayo Sibrián por varios días, el acuerdo de este organismo fue que los culpables de todo fueron los jefes de las subzonas del frente paracentral, es decir, las víctimas terminaron victimarios, y quien decidió los asesinatos o “ajusticiamiento” fue la misma comisión política de la FPL, y la comandancia del FMLN, porque nada se escondía; o sea, todo lo que pasaba en la FPL lo sabían en la comandancia, ésta era la máxima dirección de todo, por lo tanto lo que pasaba en cada organización lo sabían; en ese concejo decidieron que a todos los jefes de subzonas del frente paracentral se les despojaba de todos los cargos, como eran miembros del concejo nacional de la FPL, entonces quedaron destituidos, y los condenaron a que no podían ejercer cargos de dirección.

El máximo organismo de la FPL, era el concejo, los destituyeron de todo y quedaron ahí, deambulando, eso fue en el noventa y dos, y por último les pidieron la renuncia.

En ese momento histórico, la comandancia general del FMLN y en especial la máxima dirección de las FPL jamás perdonaron el fusilamiento de Mayo Sibrián, para ellos fue un héroe que lo inmolaron. Sin embargo, post Acuerdo de Paz, algunos comandantes dicen que estuvieron en contra de los crímenes de Mayo Sibrián.

Derrota estratégica en Venezuela; peligro mortal para Bolivia y Cuba

Derrota estratégica en Venezuela; peligro mortal para Bolivia y Cuba
Heinz Dieterich – www.aporrea.org
03/12/07 – http://www.aporrea.org/tiburon/a46125.html

1. Posible fin de los gobiernos en Bolivia, Venezuela y Cuba, entre 2008 y 2010

El Presidente Chávez ha sufrido una derrota estratégica en el referendo constitucional, que junto con la derrota estratégica del gobierno de Evo en Bolivia y la cada vez más precaria situación en Cuba, constituyen un panorama extremadamente grave para las fuerzas progresistas de América Latina. Es posible que los gobiernos de Hugo Chávez y de Evo Morales no sobrevivan los embates de la reacción en el año 2008 y que el modelo cubano se agote en el 2009-2010, si no se toman medidas realistas de inmediato.

Es un momento difícil y doloroso para iniciar un análisis frío de la derrota, pero no es posible posponerlo, por dos razones. Esta es una guerra, y en toda guerra la derrota y confusión del enemigo es el momento idóneo para liquidarlo con un golpe decisivo. De la misma manera, la innecesaria y evitable derrota en Venezuela es el producto del triunfalismo, del voluntarismo y de la falta de debate crítico dentro y fuera del proceso. La única manera de salvar el proceso ahora es la crítica racional de las causas del descalabro y la comprensión realista de las opciones de triunfo que quedan.

2. El sistema de conducción oficial: razón principal de la derrota

2.1 La Asamblea Nacional

La causa principal de la derrota en Venezuela es el sistema vertical de conducción del proceso bolivariano. Esto es evidente en sus tres instancias formales, en las cuales el Presidente no tiene contrapeso alguno: el parlamento, el gabinete y el partido. El parlamento (Asamblea Nacional) es, esencialmente una caja de resonancia de la voluntad presidencial donde los diputados, controlados por tres “capataces”, dicen “sí” a todo lo que él plantea, aunque sea inviable. La responsabilidad de esta situación reside en parte considerable en los diputados oficialistas, que no quieren perder sus prebendas.

2.2 El Partido y el Gabinete

Lo mismo sucede en el partido de Estado (V República, hoy PSUV) y en el gabinete. La relación del Presidente con los ministros del gabinete es bilateral, no colectiva. No asiste a las reuniones del gabinete, donde, en consecuencia, las fracciones más poderosas de la Nueva Clase Política (NCP) se las arreglan entre sí, dentro de los lineamientos generales del Presidente y bajo su poder de veto.

La fracción dominante de la Nueva Clase Política —-cuyos tentáculos van del control del aeropuerto de Caracas vía las influencias en los servicios de inteligencia, en la Cancillería y en los nombramientos de los generales de las FAN, hasta fuertes activos económicos—- es la que encabeza el gobernador del estado Miranda, Diosdado Cabello.

El sistema presidencial de dominación del gabinete, que se basa en la sustitución de la negociación en bloque por la negociación bilateral, y el reconocimiento de su poder de veto, se fundamentaba en dos elementos: el oportunismo material y de poder de los ministros —-la Venezuela bolivariana es, probablemente, la única democracia burguesa, donde nunca ha renunciado un ministro—- y la conciencia compartida, de que la única garantía del poder era la popularidad del Presidente. Al menos la segunda premisa está ahora en tela de juicio.

La ventaja de este sistema para el Presidente era la discrecionalidad del poder y una cierta distancia de los casos de corrupción, ineptitud de los ministros y falta de seriedad en los debates del gabinete. Estando ausente, nada de eso era responsabilidad directa suya. Sucedían cosas, como cuando un ministro de finanzas entró a la sesión y dijo: “Tengo tantos y tantos miles de millones de bolívares. Presenten sus propuestas. Están autorizadas de antemano.”

El precio político que pagó el Presidente por ese sistema de conducción fue la falta de información sobre la realidad, y el relleno del gabinete y de su entorno en Miraflores, de oportunistas de la NCP que, aunque muchas veces ineptos para los cargos escogidos, garantizaban el control burocrático del proceso, mas no la cercanía al pueblo. Un anillo adicional que le filtra la realidad es el del sistema de Miraflores, donde, por ejemplo, los inspectores que él puede enviar para investigar un problema, pasan por el cuello de botella del Ministerio de la Presidencia. Algo semejante pasaba con los análisis de la “Sala situacional” del Palacio donde, además, pasaron por el control de unos jóvenes “asesores” extranjeros (españoles, franceses), sin experiencia ni nivel político, pero con muy sabrosos sueldos.

Esa situación cortesana se reprodujo a nivel internacional, generándose un circuito internacional de aplaudidores intelectuales individuales, alimentados con premios culturales absurdos de 150.000 y 100.000 dólares, y colectivos, como algunas páginas web de izquierda, que suprimen o marginan todo debate crítico sobre el desarrollo de los procesos progresistas en Venezuela, Cuba y Bolivia.

3. Las señales de advertencia: los idus de marzo

El producto que se le pretendía “vender” a la ciudadanía, la reforma constitucional, era deficiente; de hecho, tan deficiente que solo se logró convencer a una cuarta parte del electorado. Había cláusulas tácticas absurdas, como la ampliación del período presidencial de seis a siete años; elementos económicamente inviables como la jornada de seis horas y propuestas estructurales, como la refundación del Estado sobre consejos comunales, cuya implementación presuponía la existencia de una dictadura revolucionaria en Venezuela, para la cual no hay condición alguna. En toda la historia latinoamericana solo ha habido dos dictaduras revolucionarias: la cubana, desde 1960 hasta mediados de los años setenta, y la del Dr. Gaspar Francia en el Paraguay del siglo pasado.

La reforma constitucional era un producto del exceso de confianza del oficialismo que creía que con la popularidad del Presidente —-quien, inclusive en una fase crucial del proceso, se ausentó durante una semana del país—-, y los fuertes aumentos salariales a médicos, maestros y otros sectores sociales, con abundantes aguinaldos, el regalo de la jornada de seis horas y el ambiente navideño, iba a pasar.

Con todo, las advertencias de un posible fracaso de esta innecesaria y arriesgada batalla, estaban a la vista: el proceso electoral de diciembre 2006, donde el Presidente, contra su propia proclamación, no consiguió 10 millones de votos, sino solo 7.3 millones; la incapacidad del poder presidencial de integrar a todas las fracciones de la coalición gubernamental en el nuevo partido oficial, el PSUV; la prolongada incapacidad del gobierno de convertir a Telesur en un poder televisivo real y, finalmente, la subestimación del costo político de una pérdida de la alianza con el General Baduel, que, a todas luces, era evitable.

4. Crisis de vida o muerte, en el 2008

La primera posibilidad institucional de que la derecha sustituya al gobierno del Presidente Chávez, se da en enero del 2010, a través del referendo revocatorio. Pero, Washington no esperará tanto tiempo. En la guerra se da la batalla decisiva cuando el enemigo está derrotado y en confusión. Es decir, Washington tratará de dar golpes decisivos a partir de este momento en los flancos débiles de la revolución nacionalista-desarrollista latinoamericana, para convertir la batalla ganada en una guerra ganada.

El primer gobierno que caería en este escenario, es el de Evo en Bolivia, porque allá Washington ha logrado construir una situación muy cercana al jaque mate. En Venezuela, el detonante será, además de la subversión oligárquica-imperial, la crisis económica que golpeará con fuerza en el 2008, si el gobierno no toma medidas de urgencia de inmediato.

El oficialismo ha convertido en tabú el debate macroeconómico. Sin embargo, cualquier economista puede inferir desde los equilibrios funcionales necesarios para la economía de mercado, dónde va a estallar el problema. La inflación, ya de por sí alrededor del 18%, recibirá un nuevo auge con la inyección adicional de capacidad adquisitiva (liquidez) por el fin de año y requerirá después un enfriamiento considerable, que será aprovechado por la oposición. Los precios administrativos (definidos por el Estado) y regulaciones para los alimentos básicos, las divisas internacionales y el consumo interno de la energía, distorsionan cada vez más las relaciones de oferta y demanda y vuelven incontrolable a la economía, causando mercados negros, corrupción, burocracia y desabastecimientos.

La idea de sustituir la inversión externa por la inversión del Estado, en lugar de controlarla, nace, al igual que las excesivas regulaciones e irreales precios administrativos de una sobreestimación del poder del Estado frente a las fuerzas del mercado. La economía venezolana sigue siendo una economía de mercado capitalista y su superestructura sigue siendo la de una democracia burguesa, y esto determina las opciones reales que tiene la política económica de Miraflores. La voluntad del cambio revolucionario y el deseo de ayudar a los pobres, no logra contrarrestar esas realidades objetivas, tal como experimentaron Mao en el “gran salto adelante” y Fidel en la zafra de las 10 millones de toneladas. El voluntarismo tiene sus límites objetivos.

5. ¿Cómo evitar la destrucción del gobierno?

La derrota del referendo debilita sustancialmente el poder del Presidente en cuatro frentes de batalla: a) ante la oposición interna; b) dentro de los aparatos del oficialismo, donde los delfines de la Nueva Clase Política reorganizarán con urgencia sus escenarios del “Chavísmo sin Chávez”; c) en la política internacional y, d) en las Fuerzas Armadas. Lo último es fundamental si tomamos en cuenta que hace tres meses hubo un conato de rebelión en un Comando Regional (CORE) de la Guardia Nacional.

Para evitar que esta derrota se convierta en el Waterloo del Presidente, es imprescindible que renueva el sistema de conducción del bolivarianismo a nivel del partido, del Estado y del parlamento y que se construyan instancias que se atrevan a debatirle sus propuestas. Estas instancias tienen que ser pluralistas, para ser funcionales, abarcando un amplio espectro político, desde el General Alberto Mueller Rojas, militar jacobino; el General Raúl Isaías Baduel, representante del centro político; los partidos y sindicatos obreros de la izquierda que están naciendo; el Socialismo científico del Siglo XXI y los movimientos sociales, entre otros sectores, que no sean fascistas.

Hugo Chávez es necesario para la continuación del proceso, pero sólo tendrá futuro, si se abre a instancias colectivas de conducción. Si no, destruirá el proceso que ha ayudado a construir, porque no solo es cierto, que “la Revolución devora a sus hijos”, sino también que los líderes revolucionarios, cuando se convierten en conductores unilaterales, “devoran a la Revolución”.

6. La previsibilidad de la política

En agosto del 2005 advertí sobre los peligros de la Nueva Clase Política para la revolución (“Venezuela: diez Tésis sobre la Nueva Clase Política”), y en julio del 2006, sobre la previsible contraofensiva oligárquica-imperial: mientras los “cinco pilares de poder de la oligarquía: el económico, el militar, el eclesiástico, el mediático y el imperialismo estadounidense-europeo siguen intactos, la guerra no ha terminado. Y de hecho, una fuerte contraofensiva oligárquica-imperial puede esperarse a partir de 2008/9”.

Esa ofensiva contrarrevolucionaria ha llegado. Y las fuerzas de la liberación están mal preparadas para derrotarla. Es necesario un gran esfuerzo inmediato, para no perder la guerra

Dogmatismo en la izquierda nica

Dogmatismo en la izquierda nica
Onofre Guevara López

Si la influencia internacional estimuló el desarrollo ideológico de la izquierda nicaragüense, también al Partido Socialista le produjo la inconveniencia de haber adoptado una visión dogmática del socialismo. Esto fue convirtiéndose en un lastre en las tareas políticas del PSN.

Voy a poner algunos ejemplos: durante la guerra gringa contra Corea, la Unión Soviética le dio gran impulso a la lucha por la paz mundial, y la izquierda nicaragüense se sumó a esta lucha, justa por demás. Pero sucedió que hubo momentos en los que la lucha por la paz en el mundo fue priorizada en detrimento de la lucha por la justicia social inmediata. En una ocasión, el PSN efectuó un mitin en la zona cafetalera de Carazo con los contadores de café… ¡pero se les habló más de la necesidad de la lucha por la paz mundial que de la necesidad de la lucha por sus salarios! Quizás los cortadores captaran la importancia de conservar la paz en el mundo, pero teniendo ellos aquí una guerra contra el hambre, también les pudo haber resultado indiferente.

El otro caso tiene que ver con el concepto de “proletariado”. Los términos “clase obrera” y “proletariado” son propios del léxico de la izquierda mundial y de los textos marxistas clásicos y modernos, pero eso es lógico allá en donde sí existe clase obrera o proletariado, porque el desarrollo técnico industrial del capitalismo había creado y desarrollado a esta clase social, no así en nuestro país, donde entonces, peor que ahora, el capitalismo dependiente ni siquiera había adquirido un mediano desarrollo. Aquí sólo ha creado a un proletariado muy reducido en áreas productivas muy específicas. Pero entre el movimiento de izquierda —partidos y sindicatos— los términos de clase obrera y proletariado eran los de mayor uso, lo cual no concordaba con la realidad social.

Es hasta hoy, con la invasión de la industria maquilera, que ha surgido un nuevo proletariado. Este nuevo núcleo de la clase obrera aún no ha podido desarrollar una conciencia propia, por ser de reciente formación y porque los gobiernos de derecha contribuyeron con la clase patronal a sabotear su organización sindical. En las zonas francas, en donde se ubican las maquilas, las condiciones de trabajo y de salarios son malas, casi como las que hubo durante la infancia del sistema capitalista europeo y norteamericano. La represión y los constantes despidos no las han dejado estabilizarse y desarrollarse cabalmente como clase.

Un último ejemplo: entre los años treinta y cuarenta del siglo XX, decenios en los que nacieron el Partido Trabajador y el Partido Socialista, respectivamente, fueron pocos los nicaragüenses de izquierda que tuvieron oportunidad de leer marxismo. Fue a partir de 1944 cuando la importación de literatura marxista y de izquierda comenzó a hacerse a través de diferentes vías, sorteando la censura y la represión somocista. Una vía fue la de México, de donde el PSN traía libros, novelas y revistas y literatura clásica marxista —editadas en la URSS y México—, que luego vendía en Managua su Librería “Manuel Vivas Garay”; otra vía era la venta de libros que Francisco Miranda Noguera tenía anexa a su tienda en el centro de Managua; y la vía del correo ordinario, por donde entraban libros y revistas enviados desde Costa Rica y Cuba por los partidos Vanguardia Popular y el Partido Socialista Popular, respectivamente, pero casi nunca llegaba a sus destinatarios, sin embargo se obtenía por medio de empleados de correos amigos, quienes la capeaban de las llamas inquisidoras adonde la mandaba la dictadura.

Esta relación de cómo la izquierda se abastecía de literatura marxista puede parecer anecdótica; y lo es, pero ayudará a comprender cómo estas dificultades para su obtención tuvo efectos en la formación de algunos socialistas. Las dificultades para obtener una obra marxista le imprimió al acto de leerla cierto heroísmo de catacumbas, y se le dio a cada libro o revista un valor extra, de forma que no sólo le llegaban al lector con su intrínseco valor literario, científico o ideológico, sino que también se le rodeaba, instintivamente, de un cierto misticismo. El resultado fue anti didáctico, pues a la par que se leía para ayudarse a estudiar la propia realidad con un método de interpretación científica, se le imprimía un sentido dogmático a la lectura; todo aparecía ante el lector menos avisado como verdades absolutas, como fórmulas posibles de aplicarse al pie de la letra.

Además, pronto se fueron haciendo más accesibles los manuales o libros resumidos de los clásicos, en especial de Marx, Engels y Lenin. Esto reforzó la dependencia del análisis preelaborado, que llevó a tener una actitud pasiva ante el contenido de esta literatura, pues no se leía para estimular el espíritu investigador, sino que se aceptaban como verdades incontrastables, lo cual adormeció los esfuerzos por confrontar sus planteamientos teóricos con la realidad nacional para sacar conclusiones propias y apropiadas.

En resumen, casi se recitaba el marxismo interpretado en los centros editoriales de Moscú y otros lugares del mundo, lo cual divorció un poco a los socialistas de los problemas concretos del país y, con eso, se debilitó el desarrollo de la izquierda. No obstante, esta debilidad ideológica no logró paralizar su actividad, sólo distorsionó en algunos momentos la visión de la lucha social conducida por el Partido Socialista a través de los sindicatos afines.

Un inconveniente adicional fue que entre los recitadores de manuales dogmatizados se creó la predisposición al desviacionismo, a las concesiones ideológicas y fueron presas de las comodidades materiales adquiridas de forma parasitaria, primero dentro del propio partido, y después de sus nuevos aliados. Luego, pasaron a fortalecer el aparato ideológico de la derecha, y a prestar sus servicios de manera eficiente. No es porque la derecha carezca de ideólogos, sino porque los conversos acumularon más experiencia en el trabajo político ideológico.

Fue durante el período más crítico de la inercia ideológica de la izquierda tradicional que emergió el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1961), el cual, entusiasmado como todo el mundo con la victoria de la revolución en Cuba, efectuó audaces acciones revolucionarias que pronto le hicieron ganar simpatías entre la juventud en general y los organismos juveniles de izquierda en particular. En poco tiempo, el FSLN tomó la posición de vanguardia de toda la izquierda; sin embargo, no fue gran portador de ideas creadoras de la teoría marxista, como lo fue en iniciativas para la acción revolucionaria. El Frente, en lo ideológico, se había entrenado haciendo críticas mordaces a la izquierda tradicional, en especial el PSN, pese a que, al mismo tiempo que adversario ideológico, fue siempre su aliado más cercano.

El tema central de las contradicciones del Frente con el PSN fue el de la acción armada como la única efectiva vía para el derrocamiento de la dictadura. Esta posición de izquierdismo radical del Frente en aquellas condiciones era más fruto del entusiasmo que el triunfo de la revolución cubana había provocado en la juventud que nacida de sus posibilidades reales. No obstante, así como Sandino en su día ayudó a definir la frontera entre la izquierda espontánea y la izquierda consciente, Carlos Fonseca inauguró con el FSLN la etapa de la acción revolucionaria para la izquierda nicaragüense.

Nicaragua:estructuras partidarias de la izquierda

Estructuras partidarias de la izquierda
Onofre Guevara López

Prevenidos de que no existe un título de izquierda para personas ni partidos ni se es de izquierda para siempre, veamos la situación del movimiento actual de izquierda según sus expresiones orgánicas. Tengamos en cuenta también que existen diversos tipos de izquierdistas, con sus particulares formas de sostener una posición como tal, fuera de las estructuras partidarias, especialmente entre intelectuales.

Hay personas con pensamiento de izquierda que no toman al pie de la letra la idea de Marx acerca de que el individuo piensa conforme vive; segura de que esta idea no es un dogma ni está pensada para una persona concreta, sino para la persona en general, parte de un conglomerado social. Conozco hombres ricos por su origen familiar que tienen un pensamiento progresista de izquierda, con lo cual contradicen de forma consciente su origen de clase, y conozco a trabajadores pobres de toda su vida y por su origen, que tienen concepciones y prácticas conservadoras y hasta reaccionarias.

Luego que ya tratamos de perfilar por qué y cómo se es de izquierda, creo que ha quedado explícitamente respondida la pregunta de que sí existe la izquierda en Nicaragua. La izquierda existe, pero con unas particularidades nicaragüenses que la relativizan en relación a la izquierda de otros países que, a su vez, tienen las suyas. Una persona de izquierda en Nicaragua quizás no se le considere como tal en otro país, y viceversa, o aquí mismo según las circunstancias.

Sólo falta hacer consideraciones acerca de cuáles partidos o grupos políticos forman la izquierda ahora, en qué condiciones lo son y cuáles son sus características y tendencias. Lo haré en el orden histórico en que estos movimientos han aparecido en el escenario político nacional. Es obvio que el primer lugar le corresponde al Partido Socialista Nicaragüense (1944), pero también tendremos que ver las diferentes ramificaciones desprendidas de esta raíz de la izquierda orgánica. De este partido ya he hablado, y sólo me restaría decir que, debido a las varias divisiones, ha sufrido algunas variaciones por las cuales ya no se conserva con la estructura original.

Después del PSN, surgió el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1961), cuyas características ya quedaron expuestas a grandes rasgos. Algunos de sus principales cuadros forjadores o sus primeros dirigentes (Carlos Fonseca, Tomás Borge, Rodolfo Romero, Noel Guerrero Santiago y otros) pertenecieron al Partido Socialista, y antes de la formación del FSLN, trabajaron como Frente Unido Nicaragüense (en el exterior), Frente Revolucionario Sandino, Movimiento Nueva Nicaragua (MNN) y Frente de Liberación Nacional (FLN). La organización del FSLN abrió en nuestro país la época de las discrepancias y contracciones entre la izquierda fundadas en las concepciones opuestas respecto a la vía hacia la toma del poder político. Después de la superación de sus contradicciones internas, el FSLN hizo efectiva su tesis original de la toma del poder por medio de las armas en 1979. Actualmente, como ya quedó expresado, el Frente se debate en la contradicción de tener un colectivo aún revolucionario y una dirigencia tendiendo hacia la derecha.

Aunque la experiencia del FSLN de nuevo en el poder requiere de un análisis aparte, sabemos que su práctica autoritaria es vista desde la derecha como una expresión de izquierda radical; sin embargo, se trata de un proyecto personalista y grupal para cuya consolidación necesitan de las alteraciones antidemocráticas del orden institucional. Tal es el caso de los llamados Consejos del Poder Ciudadano, los cuales parecen ser similares a los organismos del poder popular y comunitarios de Cuba y Venezuela, pero en realidad son formados con la militancia del FSLN, con el fin de controlar el poder en manos del matrimonio Ortega-Murillo. Por esta vez, dejémoslo ahí.

Y continuemos. La primera división que el Partido Socialista Nicaragüense tuvo en 1967 fue causada por una contradicción política en torno a los sucesos del 22 de enero; pero, en el fondo, lo fue por la cuestión de la lucha armada; y como ha sido usual en toda división partidaria, se mezcló con rivalidades personales. De esta ruptura surgió el Partido Obrero Socialista Nicaragüense, el que tuvo una vida efímera de sólo tres años, pues en 1970 se transformó en el Partido Comunista de Nicaragua. Este partido, después de su alianza con la derecha en la UNO para las elecciones del 90, no se le conoce actividad.

En 1976 surgió una segunda división en el Partido Socialista, casi por el mismo motivo de la lucha armada y también mezclada con cuestiones de orden personal. Desde esa fecha hasta 1980 funcionaron dos partidos con el mismo nombre: uno conocido como “el Partido Socialista de los Sánchez” y el otro como “el Partido Socialista de Álvaro Ramírez”. Este último se disolvió en 1980, cuando la mayoría de sus dirigentes y membresía se integró al FSLN (un sector quedó fuera), en las estructuras del Ejército, de la Policía y la CST. El otro Partido Socialista, el “de los Sánchez”, se transformó en el actual Partido Socialista Nicaragüense, y está integrado en la Alianza MRS.

El Movimiento de Acción Popular Partido Marxista Leninista (MAP-ML), surgido en los años 70, así como otros grupos identificados como partidos revolucionarios forman parte de la izquierda. Algunos de los dirigentes del MAP-ML fueron miembros del PSN, y en el presente tienen poca actividad.

Por último surgió el Movimiento Renovador Sandinista en 1994 en el seno del Frente Sandinista, ahora integrado a la Alianza del Movimiento Renovador Sandinista. De esta alianza forma parte el Movimiento Rescate del Sandinismo; muchos de sus integrantes fueron miembros de la dirección histórica y de otras estructuras del FSLN. Su proyecto democratizador desde posiciones revolucionarias convierte a la Alianza MRS en un movimiento político de izquierda democrática. Viéndolo en términos nicaragüenses, podría considerarse expresión de una izquierda socialdemócrata avanzada, y hay en sus filas marxistas, sandinistas, socialistas y de otras corrientes de izquierda.

Quizás no sea éste un estudio exhaustivo, pero es lo más completo que he podido recopilar en los últimos cinco artículos, incluido el presente, sobre este fenómeno político conocido como izquierda, según los límites, las condiciones y la historia de Nicaragua.

El estalinismo es la negación del socialismo

EL ESTALINISMO ES LA NEGACIÓN DEL SOCIALISMO

“……la tarea fundamental de nuestra época no ha cambiado, por la simple razón de que no se ha resuelto…..Los marxistas no tienen el menor derecho (si la desilusión y la fatiga no se consideran “derechos”) a extraer la conclusión de que el proletariado ha desaprovechado todas sus posibilidades revolucionarias y debe renunciar a todas sus aspiraciones…… Veinticinco años en la balanza de la historia, cuando se trata de los cambios más profundos en los sistemas económicos y culturales, pesan menos que una hora en la vida de un hombre. ¿De qué sirve el individuo, que a causa de los reveses sufridos en una hora o un día, renuncia a un propósito que se ha fijado sobre la base de toda la experiencia de su vida?”

El odio de la burocracia o “castas” de los partidos estalinistas contra los movimientos de izquierda revolucionaria que toman como fundamento teórico de su lucha al marxismo-leninismo, es de sobra conocido. En el terreno teórico, político, programático y metodológico, el estalinismo llegó a constituirse obcecadamente en la esencia de la negación del marxismo.

El estalinismo es anticientífico, rígidamente verticalista, intolerante a la crítica, ciego y esquizofrénicamente dogmático; también, fue la causa más determinante para la destrucción del socialismo en la antigua Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Stalin estableció la “teoría del socialismo en un solo país”, según la cuál el socialismo podía construirse autárquicamente en la Unión Soviética, independientemente de la lucha de clases a nivel mundial y el curso de la economía mundial capitalista.

Desde esa perspectiva, la principal tarea del movimiento comunista era supuestamente colaborar con la “construcción socialista” en la URSS, pasando a convertirse los partidos comunistas del mundo en sucursales secundarias de la poderosa burocracia del Kremlin. De esa manera, Stalin prostituyó un principio esencial del marxismo: el internacionalismo del proletariado. A tal extremo llegó esa concepción que, a raíz de los acuerdos de Yalta y Postdam en el marco del fin de la Segunda Guerra Mundial y como gesto de buena voluntad ante las potencias imperialistas aliadas, Stalin se comprometió a disolver la Tercera Internacional que habían fundado los bolcheviques.

La Internacional Comunista era un estorbo para la burocracia del Kremlin, quien la liquida sin pena ni gloria para desarrollar a fondo su política de “coexistencia pacífica” con la alianza imperialista, que militarmente se había fortalecido con la derrota de la Alemania nazi.

Trotsky representa una proyección de la lucha y del cambio diametralmente opuesta a la del estalinismo. Fundamentado en los principios científicos del marxismo y de la teoría de la Revolución Permanente, denuncia la utopía reaccionaria del “socialismo en un solo país”, y pronostica que si bien puede mantenerse el estado soviético durante cierto tiempo por la vastedad de sus recursos, tarde o temprano será sojuzgado por la fuerzas del mercado internacional, mientras continúe dominando la economía mundial el capitalismo, como a la larga se demostró con la caída del muro de Berlín; por lo que sigue vigente la tarea fundamental de extender la revolución a nivel mundial para construir el socialismo.

Trotsky plantea además el retorno al régimen de la democracia obrera, combatiendo y derrocando el régimen totalitario de la burocracia, así también plantea la necesidad de mantener una absoluta independencia frente a los burgueses de todo pelaje, combatiendo la política de “colaboración de clases” que promueve el estalinismo y que conduce a los comunistas al reformismo.

Stalin, renegando de la experiencia de la propia Revolución Rusa, llama a los comunistas a hacer alianza con la burguesía nacional o “progresista”, para supuestamente luchar por la democracia y contra la dominación imperialista en los países del llamado Tercer Mundo, porque presuntamente en esos países la revolución debía pasar primero por una etapa democrática y de liberación nacional antes que plantearse la revolución socialista. Stalin reedita así la concepción etapista de los mencheviques que justamente atacaron y se opusieron a Lenin y a los bolcheviques por proponerse derribar el sistema capitalista en un país atrasado como Rusia.

Asimismo en el marco de la Segunda Guerra Mundial, el estalinismo promueve la adaptación al “imperialismo democrático” en contra del fascismo, y así sucesivamente, siempre utilizando su influencia en el movimiento obrero internacional para sujetarlo a las faldas de este o aquel sector burgués, según su conveniencia. Esta orientación la llevaron al colmo de la aberración todos los Partidos Comunistas en innumerables oportunidades, consumando traiciones y derrotas en todo el planeta.

A manera de ejemplo, recordemos la política que tuvo el Partido Comunista de Costa Rica encabezado por Manuel Mora que en la década de los cuarenta, gozando de una considerable influencia dentro de las masas, “hipotecó” su independencia en aras de reformas pactadas con un ala de la oligarquía representada por el ex-presidente Calderón Guardia.

Roque Dalton (Compañero “Ernesto”), un pensador marxista-leninista, se refería al Partido Comunista Salvadoreño de la siguiente manera:  los PC latinoamericanos nacieron como seccionales de la Internacional Comunista que dirigía Stalin, lo que dificultó su conversión en partidos nacionales; y que, más bien, se sumaran al planteamiento soviético de construcción del socialismo en un sólo país. Carentes, pues, de un horizonte analítico arraigado en las realidades concretas de sus países, estos partidos fueron víctimas del dogma y la ortodoxia. En cambio, los vietnamitas sí discreparon de la línea oficial de la Internacional Comunista, al reclamar el derecho a partir de las realidades del propio país para hacer la revolución. En conclusión, el asunto no es liquidar a los PC existentes por el simple prurito de hacerlo. Ninguna posición maniquera antiguerrilla o antipartido es viable. Nosotros creemos que necesitamos nuevos partidos comunistas, nuevas vanguardias marxistas-leninistas. El caso es que, en buena parte de la dirección política de los PC no tienen en este momento histórico ni voluntad, ni condiciones de asumir la tarea de la lucha revolucionaria. El lastre del estalinismo pesa aún demasiado.

En 1968, el entonces Secretario General del Partido Comunista Salvadoreño, Compañero Salvador Cayetano Carpio (Comandante “Marcial”), se sumó a la lucha ideológica, que, “Ernesto” (Roque Dalton), debatía abiertamente con la burocracia del Partido Comunista, se volvió un férreo crítico de las posiciones revisionistas de la aristocrática derecha que controlaba al Comité Central. “Marcial” debatía abiertamente la lucha ideológica y acusaba al PCS de haberse divorciado del pueblo. Sin embargo, el punto de inflexión y de ruptura interna de las estructuras del partido se volvió irreconciliable en 1969.

La crisis interna estalló posterior al llamado de Schafik Handal para que el pueblo se incorporara al Ejército (FAES) en la guerra contra Honduras y se sumaran al Frente de Unidad Nacional (FUN). Handal en ese entonces, ya había sustituido a Salvador Cayetano Carpio en el cargo de Secretario General del PCS. El compañero Carpio enfatizaba que el problema con Honduras era una lucha de mercado entre las burguesías criollas de ambos países y que a los pueblos de Honduras y El Salvador solamente se le estaba instrumentalizando en una guerra de “capitales”, ya que la burguesía salvadoreña estaba mejor posicionada en el control del Mercado Común Centroamericano.

Como consecuencia de estas contradicciones, definidos sectores marxistas-leninistas del PCS y de la Juventud Comunista (JC), abandonaron inmediatamente al partido y otros fueron expulsados; y respectivamente, el 1º y 7 de abril de 1970, los marxistas emergen organizados desde la clandestinidad como nuevas expresiones de lucha revolucionaria: las Fuerzas Populares de Liberación (FPL-“Farabundo Martí”) y el Ejército Revolucionario del Pueblo (PRS-ERP).

Los estalinistas ante el surgimiento de estas expresiones revolucionarias pusieron el grito en el cielo, los acusaron que eran “grupos” manipulados por la CIA, “cabezas calientes”, de ultra-izquierdistas y que su único propósito era destruir al PCS, y que ponían en riesgo su alianza con los “patriotas de la Juventud Militar” y afectarían a su partido electorero denominado UDN (Unión Democrática Nacionalista). Además, argumentaron que la guerra de guerrillas era una locura implementarla, ya que en el país la lucha armada era imposible desarrollarla por la falta de “impenetrables” montañas.

Durante los 22 años que duró el conflicto armado salvadoreño, los estalinistas siempre jugaron a doble cara. En la década de los 70´s, participaron en las elecciones, se aliaron a los militares para generar golpes de estado y hasta denunciaron públicamente a los cuadros guerrilleros en sus editoriales “Nuestra polémica contra los ultraizquierdistas”; en los 80´s, los estalinistas entraron a la guerra bajo amenazas de ser considerados “objetivos militares”. El Comandante “Marcial” impidió que algunos sectores marxistas-leninistas de la guerrilla concretaran su “visión estratégica” de estructurar Tribunales Revolucionarios para juzgar y ajusticiar a toda la cúpula estalinista, a la que ellos acusaban de traidores.

“Marcial” aprovechó el “desencanto” y la desesperación de los estalinistas cuando perdieron el control y espacios dentro de la Junta Militar que había depuesto de la Presidencia al genocida del Gral. Romero. Bajo estas condicionantes y crisis de seguridad para el PCS, Schafik Handal a nombre del PCS, en el mes de diciembre de 1979 aceptó incorporarse a la guerra y se transformó en el Comandante “Simón” de una reducida agrupación que se denominó Fuerzas Armadas de Liberación (PCS-FAL).

Sin embargo, la cara visible del PCS (UDN), siempre se mantuvo participando en las elecciones de manera “desafiante” a la guerrilla del FMLN-FDR que consideraba que los procesos electorales eran un engaño y que solo validaban al sistema, por eso las consideraron blanco de ataques militares. En América Latina un trágico ejemplo electoral fue la experiencia del Gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile, donde el PC-estalinista, junto a otros partidos de “izquierda” y socialdemócratas, ilusionaron y engañaron a las masas con lo que denominaron la “vía pacífica al socialismo” y confiaron ciegamente en la institucionalidad de la “democracia burguesa”, hasta que Pinochet impuso el golpe militar en septiembre de 1973 que dejó decenas de miles de muertos y torturados e instauró una de las más crueles dictaduras contra el pueblo.

La “vía pacífica al socialismo” a través de un proceso electoral se convirtió en una experiencia amarga y dolorosa para el pueblo Chileno, pues, la historia ampliamente ha demostrado que al socialismo se puede llegar, únicamente, mediante la lucha revolucionaria acompañada de una generalizada insurrección popular y con la ruptura total del sistema capitalista. El Dr. Salvador Allende, un prestigiado teórico marxista, tardíamente comprendió el error de haber confiado en los estalinistas y en la “Institucionalidad de la Democracia Burguesa”. Allende murió en el “Palacio de la Moneda” de una ráfaga de ametralladora dentro de su garganta, tiros que salieron del cañón que los militares fascistas forzadamente le introdujeron en la boca.

La tragedia chilena y la guerra de exterminio que implementaron todas las dictaduras latinoamericanas en la década de los 70´s, se enmarcaron dentro de la estrategia del imperialismo denominada Operación Cóndor, cuyo cuartel de operaciones hemisféricas se encontraba en la Escuela de las Américas en Panamá. A partir de 1980, el imperio diseñó una estrategia para 30 años (Declaración de Santa Fe I, II, III y VI), en donde a través de la guerra de baja intensidad se propusieron derrotar sutilmente a la guerrilla salvadoreña en el siguiente orden de importancia: 1) Ideológica, para convencer a la “cabeza” que su lucha ya estaba agotada; b) Política, obligarlos a pactar acuerdos de coexistencia pacífica, y c) Militar, obligarlos a deponer y entregar sus pertrechos militares.

La estrategia de baja intensidad propuesta en Santa Fe comenzó con amenazas reales: En la década de los ochenta para evitar que Cuba y Nicaragua fueran invadidas por las tropas del imperio bajo la administración de Ronald Reagan. En Centroamérica, el estalinismo por intermediación de Fidel Castro, “convencieron” a los sandinistas y a la “élite” que comandaban a la otrora poderosa guerrilla del FMLN y de la guatemalteca URNG, de “renunciar” a la toma del poder mediante la derrota militar del enemigo, había que cambiar de estrategia y que se buscara concretar una alianza con la burguesía “patriótica” para impulsar el camino de la “negociación” y lograr acuerdos políticos para detener el enfrentamiento militar. Esta estrategia se inició con Contadora y la consolidaron con Esquipulas II.

A finales de 1982 en La Habana-Cuba, la comandancia del FMLN firmó el Protocolo conocido como “El libro verde”, renunció al socialismo y aceptó como bandera de lucha la tesis socialdemócrata de la “Revolución Democrática”. A partir de este momento, la estrategia de lucha ya no era para derrotar militarmente al enemigo, pues, todo el esfuerzo militar era únicamente para obligar a la dictadura a pactar una solución “negociada” del conflicto salvadoreño.

Salvador Cayetano Carpio (“Marcial”), actuando en calidad de “Primer Responsable” de las FPL, fue el único que se opuso a este viraje y replicó que tal decisión era una traición al socialismo y exigió que quedara en Acta las razones de su oposición al contenido del “Libro Verde”.

Desafortunadamente para el proceso revolucionario salvadoreño, a comienzos del mes de abril de 1983, en Managua ocurre una enorme tragedia ejecutada por agentes infiltrados de la “guerra sucia”: la Comandante “Ana María” (Dra. Mélida Anaya Montes), es cobarde y cruelmente asesinada. La causa primera de muerte fue por asfixia y degüello; posteriormente, su cadáver fue perforado con 81 punzadas de “picahielo”.

Al principio se acusó a la CIA de tan monstruoso asesinato; sin embargo, el plan de los conspiradores era apartar al Comandante “Marcial”. El compañero “Marcial”, fue injustamente acusado de tan alevoso asesinato y le exigían que revelara a la Seguridad del Estado Sandinista la identidad y ubicación de sus redes de poyo; sin embargo, a pesar que “Marcial” alegó inocencia de lo cargos acusatorios optó por el “suicidio obligado”.

Con la depuración del proceso judicial, “Marcial” fue “post-mortem” exonerado de los cargos y, los tribunales Nicaragüenses, no tuvieron otra opción más que acusar y condenar del asesinato de “Ana María” al jefe de operaciones y “Tercer Responsable del Comando Central” de las FPL, Comandante “Marcelo” (Rogelio Bazzaglia).

En el ex frente guerrillero salvadoreño y posterior al descabezamiento de la conducción de las marxistas FPL-“Farabundo Martí” (12 de abril de 1983), la tesis de la “Revolución Democrática”, fue dogmáticamente impuesta por la hegemónica alianza entre los minoritarios grupos estalinistas con las “pragmáticas” tendencias socialdemócratas, que a partir de 1971 se alzaron en armas contra la oprobiosa dictadura militar de aquel entonces.

Este episodio de la guerra sucia fue extremadamente doloroso, cientos de revolucionarios y cuadros marxistas-leninistas, fueron físicamente “purgados” al ser acusados de formar parte de las supuestas “redes enemigas” que apoyaban la “Marcialista” Guerra Popular Prolongada (GPP): en la parte urbana se “purgó” la disidencia conocida como Frente Metropolitano “Clara Elizabeth Ramírez” y en la zona rural al Frente “José Roberto Sibrián” (Comandante “Celso”).

Los anteriores ejemplos son solo una pequeña muestra de la escuela de traiciones y derrotas que durante décadas han consumado los infiltrados espurios cuando tienen influencia decisiva en el movimiento obrero y popular. Farabundo Martí, Salvador Allende, León Trotsky, Ernesto “Ché” Guevara, Dímas Alas, Roque Dalton, Armando Arteaga, José Roberto Sibrián, Doroteo Arias y Salvador Cayetano Carpio, son ejemplos de verdaderos revolucionarios marxistas-leninistas que ofrendaron la vida por la causa proletaria y la justicia social, por la revolución y por el socialismo. También, en muchas momentos de su lucha fueron considerados por los estalinistas como “aventureros ultraizquierdistas” y de “agentes” al servicio del imperialismo.

Sin embargo, todos ellos, fueron líderes genuinos que lucharon por la justicia social con temple de acero, nunca claudicaron a sus principios revolucionarios, ni tampoco fueron como los contemporáneos líderes de “barro” que se construyen en base a la traición y la mentira.

Contemporáneamente, la lucha ideológica todavía se mantiene vigente. Los sectores marxistas que estructuraron a la ex guerrilla, después de los Acuerdos de Paz, fueron marginados y acosados por el estalinismo que se posicionó en la conducción del ahora partido político. A los excombatientes se les acusó de “derecha” con vulgares estigmas de ser “agentes” infiltrados del OIE y que su finalidad es destruir al partido; también, volvieron al viejo estribillo de acusarlos con la hipócrita falacia de ser un “grupo” de ultraizquierdistas que pretenden desestabilizar sus aspiraciones electoreras del 2009.

¿Qué ganamos como pueblo el conocer nuestra Memoria Histórica?

El conocer la Memoria Histórica nos abona a no repetir los errores del pasado, no podemos construir un país diferente y con justicia social, cuando las heridas causadas por la injusticia todavía son sangrantes. Para que exista la verdadera democracia, la paz y reconciliación social, necesitamos conocer la verdad, esta por más dura que sea y hasta pueda afectarnos a nosotros mismos hay que contarla. La Memoria Histórica no es sinónimo de amnesia social. Las heridas del pasado no se curan con la impunidad de los asesinos, ni tampoco con una cobarde y sínica Ley de Amnistía.

La falta de Memoria Histórica, permite que las perversas acciones que hicieron nuestra reciente historia se repitan. Durante el conflicto armado, se criticaba y se consideraron “objetivos militares” a los procesos electorales, ya que estos solo servían para validar al sistema de explotación capitalista y para potenciar a “nuevos millonarios” que sus fortunas nacen del saqueo de las arcas del Estado. Los traidores se disfrazan de “revolucionarios” para torcer los procesos de lucha genuina y los fascistas creen que la democracia es solo el momento de votar.

Por ejemplo, los del “Grupo de Miami” en nombre de la libertad y del “anticomunismo”, decidieron, ordenaron y financiaron el asesinato del mártir Monseñor Arnulfo Romero; la dictadura militar asesinó en los 22 años de guerra a 85 mil inocentes; y los descendientes de los “criollos y ladinos” (Partido ARENA), inician sus campañas electoreras en Izalco para blasfemar la sangre y mancillar la memoria de más de 30 mil campesinos indígenas que fueron masacrados por reclamar sus tierras ejidales en 1932, la cuales les habían sido robadas por la xenofóbica y emergente oligarquía cafetalera de ese entonces.

Ahora, nos encontramos “sometidos” dentro de una estrategia electoral para cambios de Alcaldes, Diputados y Presidente, se nos promete hacer de El Salvador un verdadero “paraíso terrenal”, los serviles y los fascistas nos amenazan que los “gringos” no aceptan a otro partido que no sea el de ARENA y los estalinistas se vuelven más recalcitrantes e intolerantes con la izquierda pensante, ponderan la mordaza y califican a la lucha ideológica como un “acto de traición” para su partido electoral. En este contexto de desesperanza y confusión, surge la figura del comunicador social Mauricio Fúnes, que, sin lugar a dudas, es una persona que emerge como el símbolo y la esperanza de un pueblo que ha perdido la confianza en los partidos y en los políticos tradicionales. Los desposeídos con justa razón ven a Mauricio Fúnes como el futuro “Presidente del Pueblo”.

Evidentemente, las prevalecientes condiciones políticas, económicas y sociales que configuran el país, son variables que abonan al posible triunfo de Mauricio Fúnes para el 2009; sin embargo, los que “ciegamente” creen en las Elecciones, nunca deberán olvidar que la administración del Gobierno históricamente la han controlado las fuerzas más oscuras de la derecha salvadoreña, estos tienen el control neurálgico del Tribunal Supremo Electoral, carecen de sensibilidad social, cuentan con cuerpos represivos, disponen de leyes draconianas y creen que en la “democracia salvadoreña” no pueden existir espacios para la Alternancia del Poder.

La experiencia Chilena con el Dr. Salvador Allende, nos ha demostrado que no se puede confiar en la “Institucionalidad de la Democracia Burguesa” y hacer de las alianzas una “merienda” de corruptos oportunistas. El proyecto del Socialismo como resultado de la expresión madura del capitalismo, es una falacia y una irresponsabilidad histórica, jamás el capitalismo ni el poder económico real, permitirán que exista un cambio pacífico del sistema capitalista. Únicamente, aceptarán las “reformas” cosméticas que no afecten sus intereses mezquinos, pero, jamás aceptarán al Sistema Socialista como la alternativa real de la justicia y solución de las necesidades insatisfechas que han sumergido en la miseria a toda nuestra clase trabajadora y pueblo en general.

¡NO AL TERRORISMO DE ESTADO!
¡EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERÁ VENCIDO!
¡A MÁS REPRESIÓN… MÁS ORGANIZACIÓN Y LUCHA COMBATIVA!

¡VIVA EL HEROICO PUEBLO SALVADOREÑO!
¡SIN PERDON Y SIN OLVIDO DE NUESTROS MARTIRES REVOLUCIONARIOS!
¡VIVA EL MOVIMIENTO DE VETERANOS DEL END!

Documento Ideológico,
El Salvador, 29 de noviembre de 2007