Entre el temor y la esperanza: Una nueva oportunidad para el FSLN

Entre el temor y la esperanza:

Una nueva oportunidad para el FSLN

Por Jaime Wheelock Román*

La victoria electoral del FSLN en 2006 tiene dos dimensiones históricas. La

primera muestra que los alcances de la revolución sandinista no se

desplomaron en añicos al perderse las elecciones del 25 de febrero de 1990,

como muchos pensaron y escribieron. El FSLN cedió entonces el gobierno,

dejando vivas numerosas conquistas económicas, políticas y sociales, y pudo

regresar a gobernar por la misma vía tres lustros más tarde. Esta victoria

electoral es una reafirmación de la vitalidad y lealtad que aquella

revolución convoca, y sin duda, de la perseverancia del FSLN y del propio

Daniel Ortega.

La otra dimensión histórica es la oportunidad excepcional que tiene hoy el

FSLN de forjarse como alternativa política confiable para Nicaragua en el

largo plazo, si logra hacer un buen gobierno librado de la inexperiencia y

los errores del pasado.

La próxima administración sandinista no es la continuidad fluida del

gobierno revolucionario que se entregó a doña Violeta de Chamorro en abril

del 90. Ni el ascenso del nuevo gobierno la oportunidad de completar una

inconclusa obra revolucionaria. Es, más bien, la continuidad de una

administración civil que le traspasa con la banda presidencial, todo un

marco institucional y legal y una dinámica económica que le fijan límites y

compromisos.

Las pruebas de fuego no van a esperar demasiado. Hay al menos cuatro

aspectos que pesarán para el éxito de esta nueva oportunidad histórica. El

primero es el reto y la obligación para el sandinismo de respetar y cimentar

las instituciones y las libertades democráticas que ayudó a fundar en su

primera gestión, pero que no pudo ejercer a plenitud y más bien limitó a

causa de la guerra, pero también de la intolerancia política que se mostró

en aquel período. Para un gobierno respaldado con un 38% de los votos, la

búsqueda del consenso, el respeto al que disiente, la suma de las energías

de todos los ciudadanos, son una exigencia, y sustituyen hoy a la superada

voluntad vertical del Estado de los ochenta.

El segundo es la prudencia y cuidado para conseguir relaciones de respeto y

cooperación con Estados Unidos, nación que nos hizo la guerra e impidió en

los ochenta gobernar en paz socavando todos los esfuerzos de reconstruir la

economía. Antes que otra prioridad y otra tentación, la búsqueda de

entendimiento y cooperación con este país es primordial para labrar el marco

de paz y tranquilidad que el nuevo gobierno necesitará para cumplir con su

compleja misión económica y social.

El tercer reto es el de asegurar la continuidad de un marco institucional

favorable a la inversión doméstica e internacional, lo que implica cuidar

las finanzas públicas, respetar la propiedad y fomentar la transparencia de

la justicia. La lucha para hacer progresar a los sectores más pobres no es

factible sin recursos ni estabilidad económica. Una buena señal desde las

nuevas autoridades sería tomar la iniciativa de convocar y preparar un

favorable cuarto acuerdo 2007-2010 con el FMI.

El cuarto reto es la decisión consciente de hacer un buen gobierno. Esto

implica al menos cuatro cosas:

€ Seleccionar para los cargos públicos a funcionarios sobre la base de su

competencia y méritos profesionales.

€ Evitar la repartición de las entidades públicas entre grupos de influencia

para impedir la formación de feudos paralizantes.

€ Practicar y exigir la probidad y la austeridad en el ejercicio de la

función pública.

€ Guiar el ejercicio de gobierno como servicio público y no como privilegio.

El FSLN tiene ahora la oportunidad de demostrar que en paz y sin

confrontación puede ser un gobierno recto y ejemplar como promotor de la

democracia, la estabilidad y el progreso económico de todos los

nicaragüenses. Éstos son los retos para Daniel Ortega Saavedra a partir del

10 de enero de 2007. Los aciertos pueden dejar a Daniel y al FSLN en el

bronce de la historia política de Nicaragua. Repetir viejos errores, al

contrario, va a comprometer la sobrevivencia política del FSLN.

*Ex. Miembro de la Dirección Nacional del FSLN (1978-1993). Coordinador del gobierno saliente para la transmisión del mando presidencial (1990).
Presidente del Instituto para el Desarrollo y la Democracia, Ipade.

La mayor ofensiva en diez años

LA MAYOR OFENSIVA EN DIEZ AÑOS (Comandante Ramiro Vásquez)

EN VISPERAS DE LA OFENSIVA

EL ENEMIGO SABIA TODO Y ESTABA PREPARADO

El enemigo supo con anticipación de la ofensiva, lo que le dio la oportunidad de adoptar algunas medidas para impedirla, neutralizarla o derrotarla. El Alto Mando de las Fuerzas Armadas de El Salvador(FAES) se propuso un plan que contemplaba tres momentos diferentes:

1- Impedir la concentración de las fuerzas guerrilleras. Impedir el desplazamiento hacia las zonas periféricas y evitar que nos acercáramos a la capital. En este caso tomaron medidas como en el caso de Chalatenango y de los bajos de Guazapa, enviaron fuerzas hacia esas y otras zonas pero fueron dispositivos que nuestras columnas burlaron y lograron acercarse a la capital.

2- El siguiente paso de ellos fue tratar de detectar las agrupaciones y atacarlas para golpearnos y provocar a partir de ahí, la desorganización de nuestras fuerzas, tampoco esto les funcionó. Bombardearon Guazapa, bombardearon Radiola, bombardearon las áreas de San Martín. Pero no lograron impedir la penetración a la capital. Concentraron el Batallón Atlacatl, los paracaidistas, parte de los batallones Belloso y Bracamonte y las propias unidades de la capital, los cuerpos de seguridad, la Policia de Hacienda, la Guardia Nacional, la Policia Nacional y la Primera Brigada de Infantería, en función de impedir la penetración guerrillera hacia la capital.

Nosotros habiamos previsto ya en nuestros planteamientos que uno de los aspectos complicados era cómo acercar nuestras fuerzas a la capital y cómo realizar la penetración con ese estado de las fuerzas enemigas. Dos días antes, es decir, el 9 de noviembre de 1989, detectamos en las comunicaciones enemigas que conocían nuestros puntos, incluso con hora y día. Esto constituyó un dolor de cabeza para nosotros, que nos quitó hasta el sueño cuando nos dimos cuenta que ellos estaban enterados. El mismo día de la ofensiva, el 11 de noviembre a las 5 de la tarde, escuchamos un comunicado del Jefe del Batallón de la Policía de Hacienda, cuando estaba hablando por radio a otro oficial, a quien le dijo: “mirá, esta mierda comienza ahora, preparate cabrón” y agregó: “hoy a las 8 de la noche va a comenzar”. O sea, estaban absolutamentes seguros de la situación. Y se notaba en la voz del oficial la tensión y preocupación.

3- El último planteamiento del plan enemigo, era el desalojo, el cual nos proponíamos utilizar para poder profundizar su desangramiento y debilitamiento.

Frente a esto, nosotros, como jefactura de la fuerza militar en el área, enfrentábamos dos grandes problemas: Uno era el desplazamiento y penetración a la capital. El otro la supersación psicológica del combate que íbamos a enfrentar allí. Saliamos del monte y nos metíamos a la ciudad.

UNA EXPERIENCIA PREVIA

Ya en dos momentos anteriores de la guerra esto había sido para nosotros un problema. En 1983, cuando comenzamos a operar dentro de las pequeñas ciudades al interior del país nuestras fuerzas fueron desangradas porque avanzaban por las calles pavimentadas, tratando de cubrirse en las gradas, en los oyitos de las puertas. Luego aprendimos a avanzar hacia el objetivo enemigo botando faciles paredes de casas. Eso permitió economizar fuerzas. Aprendimos esa experiencia en las trincheras de Tenancingo, pero eran aquellos pueblos del interiror. Hoy, era la capital. Algo más complicado. Allá en Tenancingo las casas eran de bajareque, de lodo, de zacate, aquí en la capital se trata de construcciones mucho más fuerte. Además, había pasado 6 años desde que habíamos hecho aquella experiencia, y aquí teniamos tropa nueva; y una dificultad más, que veíamos con bastante preocupación, era la corta edad del grueso de nuestros combatientes.

LAS DIFICULTADES DE LA MARCHA

Salimos de Guazapa el 10 de noviembre con el Batallon (enemigo) de la Primera Brigada de Infanteria rodeando nuestras posiciones. La columna pudo comenzar a pasar el dispositivo enemigo sólo cuando oscureció. Fue una marcha bastante penosa, desde las 03.00 de la tarde hasta las 7:00 de la mañana del día siguiente, el propio sabado 11 de noviembre en la mañana. Era una columna numerosa que se vuelve terrible en su marcha. Sobre todo después de un montón de tiempo de no tener práctica en marchas de grandes fuerzas.

Llegamos a la periferia de la capital y acampamos. Previamente habíamos adelantado gente para organizar la obtención de alimentos y para tener información fresca sobre el teatro de operaciones.

Aquí hay que destacar dos cosas: Primero la experiencia de esos combatientes, que venían de Chalatenango, del propio Guazapa y, algunos, desde Jucuarán, de estar acampamentados en un área suburbana, con soldados a solo unos 200 o 300 metros de distancia, que el enemigo había adelantado y que nosotros sabíamos que estaban allí, que la población los había visto entrar. Normalmente, esas áreas las usamos adaptando grandes medidas de seguridad. No permitimos que la población nos viera. Pero ese columnon ¿quién lo ocultaba entrando a las 7:00 de la mañana? además los charralitos (pastizales) era para esconder a diez o 15 gentes, pero ahora cada charral tenía de 150 a 200 hombres. El que menos tenía ocultaba 75 guerrilleros. Cuando fuimos a plantearle a las bases de la zona que necesitábamos comida para centenares de gentes, se fueron de espaldas. Y cuando llegaron esas mujeres a los charrales a repartir la comida…una muchacha exclamó ¡cómo! ¿y de dónde salieron tantos? Eso fué, como dijo un compañero “una operación casi mágica”.

En la retaguardia, el dispositivo enemigo iba avanzando hacia nosotros, hacia la periferia de la capital. Cuando se hizo el domingo por la mañana la operación de ataque contra la Guardia Nacional, al interior de la ciudad, ese dispositivo que iba a cercar, se dió vuelta y regresó a controlar la periferia. Y en el caso de los paracaidistas, estos dijeron “la ofensiva va a hacer ataques a los cuarteles” Y se pusieron en función de ir a cuidar su “cuchitril”, entonces nos aflojaron presión.

Pero una de las concentraciones nuestras tuvo que abandonar el charralito en que estaba. El enemigo detectó a los guerrilleros como a 150 metros de distancia. Y los compas se salieron del charral y los soldados llegaron al charralito donde habían estado aquellos, pero debíamos evitar a toda costa el choque.

A las 05:00 de la tarde despegamos de las áreas de concentración hacia nuestros objetivos. Una columna hacia Soyapango. Otra hacia Ciudad Delgado. Con anterioridad habíamos medido el tiempo que lleva para cruzar el terreno. El ejercicio se había hecho sólo con jefaturas y uno o dos compañeros más. Teníamos un calculo de tiempo de traslado de 3 a 4 horas por lo sumo. Pero en el traslado de las grandes columnas resulto totalmente distinto. Un tramo que normalmente lo hacíamos en 3 o 4 horas nos duró esta vez como 9 horas, desde las 5:00 de la tarde hasta las 2:00 de la mañana.

Surgen diversas dificultades en el dominio del terreno y resultan problemas derivados hasta de la propia psicología de los combatientes campesinos, de los frentes rurales, al entrar en las áreas pobladas urbanas. Cuando desembocamos frente a la Colonia Guardado, nos quedaba al frente una Playa del Rio Acelhuate y, al fondo, una tinería. Entonces comenzó una discusión con los compañeritos, de que ellos veían bultitos en la tinería esa y para ellos eran las 10:00 de la noche, seguro que son enemigos decian. En su psicología campesina, nadie se mueve después de la noche, -“no hombre, si son civiles, esta es la ciudad y aquí hay luz y aquí hay gente que trabaja”, “No, pero es que mire como camina, mire cómo mira”. Hasta que metimos exploradores que llegaron a los compas y se dieron cuenta que eran trabajadores. Esas son dificultades que uno ni se imagina van a aparecer, y que entretuvieron la marcha.

ANTES DEL COMBATE

En el caso de Ciudad Delgado y otros lugares, escalonamos el esfuerzo combinando los combatientes rurales a la fuerza urbana militar y a las columnas guerrilleras que ya habían estado operando dentro de la cudad. Nosotros destinamos a la fuerza especial. Esta se acercó desde el día anterior y allí paso en los zacatales (pastizales) de los barrancos de Ciudad Delgado. Esos combatientes se trajeron las armas con las que armamos a los urbanos, ellos fueron los que les enseñaron a las unidades urbanas a manejar las primeras armas.

En el caso de los urbanos, sobre todo de los milicianos, habían operado con pistolas en actividades de propaganda y en los sabotajes, pero hubo gente que aprendió a manejar las armas solo dos horas antes de comenzar la ofensiva. Y allí aparecieron más dificultades. Los fusiles estaban engrasados y no había gasolina para limpiarlos. Se pasó entonces, a limpiarlos con una ráfaga, para que la grasa se derritiera…son pequeñas dificultades que si no se presupuestan pueden realmente complicar toda situación.

Esa fuerza que se concentró allí y penetró Ciudad Delgado, logró estar en el punto entre las 8:20 y 8:30 de la noche. Lo diseñamos así, porque temiamos no llegar a tiempo con la columna y que el enemigo asumiera el control del terreno, como realmente hubiera sucedido y nos sucedio, en el caso de la dirección de la Gasolinera Guardado, donde los soldados enemigos tomaron las posición antes de que llegáramos. De todas formas los desalojamos en media hora de combate, pero había llegado antes. En el caso de Ciudad Delgado, el Batallón Belloso estuvo allí hasta las 7:00 de la noche y poco antes de esa hora se replegó. Los soldados se salieron de Ciudad Delgado y poco después de las 8:00 los que estaban allí eran los compañeros. Fue interesante esa experiencia porque nos permitió ahorrarnos esfuerzos. A las 02:00 de la mañana que llegamos con la columna procedente de Guazapa, entramos directamente a las líneas de fuego, a fortalecer el dispositivo que los compañeros ya habían consolidado.

EL COMBATE URBANO ES MUY DIFERENTE QUE EL RURAL

Hay que decir que las primeras horas de combate y los primeros días de combate, fue ese proceso de superar estos problemas del traslado, viendo además nuestro problema central, que era como aprender a combatir en el area urbana, en la ciudad. Y el mayor número de bajas guerrilleras se produjo justamente durante los primeros tres días de combate, lo cual se explica por diferentes razones.

Primero por la perdida de esa experiencia del combate urbano, que había sido seis años antes y con otra tropa. Segundo por el hábito nuestro de cultivar en el compañero el respeto a la propiedad de la población y sobre todo, a la propiedad de una población que era amiga y que le estaba dando comida a los combatientes.

Entonces entrar y romperles las paredes a las casas y hacerles una zanja enmedio de la sala a una gente que nos estaba ayudando, para ellos, los combatientes nuestros, era un problema complicado, dificil de descifrar en su cabeza. Nosotros llamamos a las jefacturas, los sentamos y les dijimos: “miren que tienen que romper las casas, hay que pelear dentro de las casas, hay que avanzar dentro de las casas, fortifíquense dentro de las casas”. Sin embargo cuando salíamos de noche a revisar la líneas de fuego, nos dimos cuenta que los combatientes continuaban en las trincheras que habían hecho en las calles. Eso facilitaba al enemigo el uso de las granadas y las concentraciones de fuego sobre nuestras posiciones. Fue muy costoso en terminos humanos, el que no se cumplieran a tiempo las ordenes, quizas el 40 por ciento de los heridos que tuvimos, se registraron en los primeros tres días de la ofensiva. Después de eso, se nos facilitó el avance nuestro y la contención de las fuerzas enemigas que trataban de desalojarnos. Y los compañeros lo comenzaban a sentir así. Lo más significativo de todo eso fue que la misma población, el mismo dueño de la casa, incluso, les ayudaba a abrir el hoyo en la pared, y abrir la zanja en la sala de su casa. Y seguía haciendo el café y seguía haciendoles los hoyos para entrar, es decir, fue practicamente la población que dio la pauta en este sentido. Como decía, esto tiene que ver con la educación que inculcamos a los combatientes, de respeto absoluto a los bienes de la población. En Guazapa sancionábamos a los compas si arrancaban un elote tierno de las milpas( mazorca de maíz tierno) y, en las marchas si cortan un tomate de los huertos. Los ponemos hacer trincheras o bien, frente al pelotón de la unidad, una fuerte reprimenda. Entonces ellos piensan, si los sancionamos por un elote ¿cómo no lo vamos hacer por abrirle un hoyo a una casa?.

EL CONTRA ATAQUE-ENEMIGO

Penetramos a la capital el sábado en la noche. Y durante toda esa noche huvo combates con las líneas de defenza, pero fué hasta el 11 de la mañana del domingo 12, que la fuerza enemiga realizó el primer intento de desalojo, ya organizado, con medios blindados y todo eso. El combate estuvo apretado porque justamente sucedio en el marco de nuestro problema ese, de la superación de nuestras formas tácticas de operar y, además del cansancio que teníamos luego de dos noches y dos días sin dormir y llenos de tensión. Porque estábamos tensionados, combatientes y jefacturas del Alto Mando, que se le reflejaba a uno hasta en la misma cara, desencajada, abatida… y el apretón inmenso de las fuerzas enemigas.

Entre la 1:00 y las 2:00 de la tarde de ese día estuvieron a punto de sacarnos. Tuvimos que hechar mano a todo para detenerlos. La presión y la organización que ellos hacían de sus fuerzas era muy fuerte. Estuvieron a 70 metros del puesto de mando y ellos lo sabían. Decían: “Es el puesto de mando el que nos interesa, allí estan esos babosos”. Y sabían que a la vuelta de la esquina, hasta donde llegaron las tanquetas, estaba el mando.

Sin embargo, a las 4:00 de la tarde de ese mismo día derrotamos esas fuerzas. En la noche, nosotros tocábamos las puertas de las casas y la gente no abria. Hablaba allí y se quedaban callados. No hubo contacto con la población.

Una que otra gente, que era de organismos comunales, sindicales, salía y nos decía un par de cosas, pero luego se volvía a meter en sus casas.

LA POBLACION ADQUIERE CONFIANZA

Después de la derrota de la Policía de Hacienda y la Guardia Nacional, la población que se había mantenido recelona, a la expectativa de los acontecimientos, cobró confianza en nuestra capacidad militar y comenzó a comunicarse con los combatientes y jefes, ya de forma más fluida.

El lunes la gente se volcó a la calle. Aquello parecía una feria. Mucha gente abriendo trincheras, arrancando los adoquines. Y los adoquines de las calles de Ciudad Delgado no nos resultaron tan facil de arrancar. En otras partes estaban pegados con arena, pero allí los pegan con cemento. Entonces hubo que romperlos con barra. Eran numerosas gente arrancando adoquines, haciendo las zanjas antitanques, las zanjas para protegerse del fuego de la aviación.

El martes el enemigo volvio a organizar un contraataque, pero nos halló un poco más asentados y los derrotamos nuevamente. Les destruimos ese día dos tanquetas. Eso nos consolidó aun más y acentuó la relación con la población. Ya la gente sintió más confianza, era más abierta la relación. A partir de lunes y el martes comenzaron a florecer un montón de comités de toda naturaleza, para andar controlando las bodegas que tenían alimetos, para transportar heridos, los comité de defensas que eran esos que hacian los hoyos y las zanjas anti-tanques, para controlar a los orejas (soplones).

Hubo florecimiento de la organización y comenzaron a formarse las columnas guerrilleras de gente recien incorporadas. Esta tenía varias características. Había gente que decía: “mire, participo combatiendo con ustedes, pero en la noche”. Y efectivamente en la noche, a las 6:00 de la tarde, comenzaban a aparecer. Les fuimos dando misiones, les asignamos hacer postas, para que los combatientes durante la noche descansaran. Claro que combatieron en la noche, pero no era el combate nocturno el más fuerte. Uno podía dormir realmente en paz. Habían otras personas que se metían a tiempo completo y otras que después de la primera noche de estar allí, decían: “No, yo me voy a quedar aquí” y se incorporaban.

Ese lunes sacamos la primera columna hacia la retaguardia, con dos hombres armados y el montón de jóvenes, a traer armas para armarlos. Al día siguiente, el martes, se ubicaron ya equipados y a ocupar posiciones e incorporarse plenamente. Hay que decir que eran estudiantes y gente sin empleo. Las primeras incorporaciones se dieron con “cipotes” que comenzaron a combatir el mismo día que vinieron, con mucha fiereza, aunque con los problemas de diciplina normales. Pero con gran audacia y valentía. Incluso por el conocimiento detallado que tenían del lugar, constituyeron un gran apoyo a las jefacturas. Daban sugerencias, recomendaciones, en muchos casos, valiosas y oportunas; Por ejemplo, decían: “Mirá Comandante, allí donde nos ha puesto ese jefe nos van a ver bien, decile que mejor nos pongan mas abajo. Andá, decile a esos que se metan”.

Un aspecto importante en cuanto a la incorporación de las masas al combate, fue la variada extracción social de su procedencia. Pese a que se incorporaron algunos vagos y hasta ladroncitos, al ubicarse de inmediato en las líneas de fuego, la gente, a partir de ese momento, ya los media con otros criterios, pues se estaban fajando, estaban combatiendo, lo cual, los reinvindico en el acto como personas. Es decir, su incorporación no obstruyó la participacióm de otros sectores sociales.

Algo parecido sucedió en las Colonias de Apopa, en la Chintú, muchas incorporaciones de gente. Allí fue más rápido y más espontáneo. Son colonias nuevas donde hay bastante gente que ha estado relacionada con la guerra, son desplazados del interior del país. Fue una incorporación así, muy rápida. Mucha solidaridad con los compañeros. Lavándoles la ropa, haciéndoles trincheras, abriendo hoyos en las casas, yéndoles a recoger información de las posiciones enemigas. Allí hubo combates, pero no fueron tan fieros como los de Ciudad Delgado y Mejicanos, hubo ataques aéreos más fuertes, pero la gente también se sentía protegida por nuestra fuerza militar.

Los jóvenes de Ciudad Delgado, después de cada combate, tanto era su entuciasmo que corrian hacia el puesto de mando a contar que habían sacado correindo a los soldados enemigos y contando cuantas bajas les habían ocasionado. Así se fueron metiendo.

Ya para el miercoles sacamos otra columna de jóvenes recien incorporados. Entre el sábado y el miercoles, tuvimos decenas de incorporaciones y no teniamos esas bajas. La incorporación fue buena. Se había abierto y comenzaba a ampliarse. Por ejemplo, el día que yo salí de Ciudad Delgado hacia la Escalón, quedarón organizados en grupos de apoyo al combate(de información de apoyo y otras cosas), decenas de muchachos que venían ya para adentro. Habían recibido la instrucción del uso de las armas que nosotros cargábamos en el área y toda la proyección era meterse de combatientes.

Y ENTONCES COMENZARON A CAER LAS BOMBAS

Nosotros valoramos que justamente en ese punto es que el enemigo se decidió a usar la aviación y la artillería masivamente contra la población. Cuando entramos a Ciudad Delgado, ellos cerraron los barrios. Solamente dejaban entrar, pero no dejaban salir. A partir del martes, miércoles, cuando ellos se dan cuenta que el planteamiento es que la población nos respalda, que nos apoya, que eso está así, cambian el discurso y a través de altoparlantes comienzan a llamar a la población a que nos abandone, amenazando que iban a bombardear, que iban a atacar con artillería.

Parece que no habían tomado la decisión todavía, pero comenzarón a utilizar las amenazas como presión, y a partir del miercoles comenzo el ataque artillero, primero fue artillero fuerte, con cañones de 155 mm, desde la base de la Primera Brigada de Infantería, luego metieron los tanques sobre Aguas Calientes y ahí, por las calles alrededora de Cartografía y la Farmacia La Salud, comenzaron a tirar sobre los barrios. Directo hacia los barriso. Luego fue el uso de la aviación.

Entonces fue notorio que la población comenzó a encerrarse, mientras había helicópteros, uno no miraba un alma en las calles. Los primeros días no fueron así, como la aviación solamente la usaban solo para transporte y otras cosas, o las usaban en otras áreas, en las carreteras andaban los helicópteros y los aviones C-47, y toda la gente moliendo en el molino, moviendose por aquí, por allá, consiguiendo pan sin problemas. Pero después comenzo la reacción de protección, de abrir zanjas dentro de las casas y, por último de abandonar los barrios, producto de la intencidad del bombardeo de la artillería, como una necesidad lógica de salvar vidas.

UNA MARCHA DIFERENTE, HACIA LA COLONIA ESCALON

EL CAMBIO DE PLANES

El movimiento inical hacia la aristocrática Colonia Escalón, fue diseñado partiendo de la base de tener el control en las otras colonias capitalinas, Mejicanos, Cuscatancingo, Ayutuxtepeque y Zacamil. Entonces dijimos esa es una especie de escalera, saltando piedras hasta llegar a La Escalón. Pero en realidad ya no fue posible hacer eso. La situación militar había variado en los lugares y hubo que hacer las cosas de manera diferente a como se había planeado.

Eso nos planteó una situación nueva. En el caso de Ciudad Delgado. conocíamos el terreno, dominábamos el área, lo cual, nos facilitó el trabajo allí, pero esto que venia era completamente desconocido para nosotros, nos ibamos a mover en terreno que no dominábamos, que era el mapa, la brújula y el picacho del Volcán de San Salvador, que lo teníamos enfrente, lo que nos servía de ruta. Tampoco teníamos información del enemigo.

El día domingo19 a las 9:00 de la noche, siguiendo el picacho, pasamos la Carretera Troncal del Norte y nos tiramos a los barrancos, hasta la calle de Mariona. Nuestro criterio era evadir el dispositivo enemigo que suponíamos existía alla en Cuscatancingo, Mejicanos, Ayutuxtepeque y pasarle al norte y, así trabajamos.

Llegamos a la zona del volcán por San Roque, el día lunes 20 a las 9:00 de la mañana, comenzamos a buscar comida y después continuamos nuestro desplazamiento hacia La Colonia Escalón ya por las faldas del volcán, también en áreas completamente desconocidas. Haciamos experiencias como la siguiente: llegando allí ese día, sacamos dos compas a caminar hacia la Escalón, buscando camino. La gente volvió como a las 3:00 de la tarde y, una hora después, a las 4:00 de la tarde, ya encolumnados los hombres con aquellos guías, después de haber caminado la noche anterior, de haber caminado todo el día, reiniciamos la marcha. Una voluntad de la gente impresionante, una inmensa fortaleza.

LOS HERIDOS TAMBIEN MARCHARON

Otra cosa que quiero destacar, antes de todo, es la experiencia que hicimos con los hospitales. Como nosotros nos separamos de Ciudad Delgado, partimos el hospital médico para acá, con la columna que hiba hacia la Escalón y los heridos, entonces yo le pido al que esta en el hospital: “Mirá, yo necesito que me selecciones a los heridos que se van a recuperar en los próximos 10 días y los heridos que se recupera en 15 o 20 días. Los heridos que tenemos que mandar a la retaguardia, a los complicados que tenían fracturas, los encolumnamos para la retaguardia con un guía y dos hombres armados, los otros se quedaron en Ciudad Delgado, que era donde quedaba la fuerza principal.

La cantidad de gente seleccionada para la operación de la Escalón y los heridos que estaban en mejores condiciones de caminar, debian marchar detras de la columna, para recuperarse en la marcha, y cuando estábamos haciendo esa partición allí, ya habían compañeros de las fuerzas especiales y de la columna que estaban heridos, que lloraban, así, como niños, cuando yo les decía que se hiban a quedar. Y comenzaron hacer planteamientos locos, de que aguantaban y que querian ir con nosotros, porque para la gente estaba claro que esa columna se hiba a meter más a la profundidad de la capital y querían ir alli. Hubo heridos que no lograron recuperarse durante lo que fue todo el movimiento y anduvieron hospitalizados en toda la marcha. Fueron a la Escalon hospitalizados, se encaramaron al volcán (de San Salvador) hospitalizados y regresaron al Guazapa todavía en el hospital. Los heridos y las voluntades no quebraron la voluntad y decision impresionante de la gente. Compas que los hirieron dos veces, anduvieron hospitalizados allí, se recuperaron y volvieron al combate.

Entonces realmente la marcha hacia la Escalón, lo que tuvo fue un alto grado de audacia y arrojo, así la decisión de tirarnos a campo abierto, sin guía, sin fuerzas que nos asegurara la marcha, solo con la unica advertencia a los compas de adelante de la columna, de que podrian encontrar a otros compas adelantes del FMLN y que, antes de tirar, trataran de establecer la identidad de los blancos, esa era la única recomendación.

Quiero decir una cosa sobre esto y es que en nuestro caso funciono muy bien la calidad de la jefatura. Nosotros tenemos una jefatura allí, en el Frente Central, muy calificada, con una firmeza y con una iniciativa enorme, de tal forma que si uno les pide realmente cualquier cosa, se meten con arrojo y se convierten en una alta garantía para el éxito.

LA COLUMNA PECULIAR

En un momento por alli, caimos en territorio que no conocíamos, que es la parte del volcán más atras de Mariona, y los jefes de las exploraciones de los pelotones, que son unos tigres, iban encaminando la marcha con una firmeza y una decision admirables en terrenos desconocidos, sin conocer la situación enemiga y con la gran columnota de casi 300 hombres, que ya guardando la distancia, se extendía por casi dos kilómetros, así nos metimos allí, cafetalenado, nos metimos al volcán, bordeamos el volcán y saltamos a La Escalón.

EL ENEMIGO SE DEFIENDE

En cuanto a la organización de la defense del enemigo, a partir del sabado 18 y domingo 19, ya fue notorio que ellos comenzaron a escalonar el uso de sus fuerzas. Montaron un despositivo, el primer escalon de fuerzas era con los cuerpos de seguridad y algunas compañias de la Primera Brigada que cuidaban el borde de las colonias. Un segundo escalon organizado con unidades de las otras brigadas y los destacamentos, despegó del area urbana, del casco urbano, y se adelantaban unos 500 o mil metros. Se emboscaban (meterse en el bosque) y patrullaba. las áreas de posible penetración nuestra.

Ya la siguiente semana ese dispositivo comenzo a asentarse, primero tuvo dificultades, los soldados no se atrevian a salir de las colonias, se mantenian pegados a las casas, pero luego el dispositivo se fue asentando. Ya cuando nosotros entramos a la Escalón, el 29 de noviembre, el dispositivo empezó a funcionar, combatimos al objetivo y entramos, prácticamente burlándolo. Así nos acercamos y nos metimos. La entrada ya a la Escalón Norte fue rompiendo ese dispositivo, burlando una parte y abriendo el primer escalón.

El tercer escalón que esllos estructurarom estaba formado por unidades de los batallones élites, a las cuales heli-trasportaban en algunos casos, y las subian como en el caso del volcán hasta El Picacho, y comenzaba esa fuerza a desplazarse para abajo, para empujarnos contra el segundo escalón, para agarrarnos por arriba, y después por abajo.

Sobre la asimilacion de las tácticas de combate urbano por parte de las Fuerzas Armadas (FAES), ese proceso fue más lento que en el caso nuestro, en un momento determinado, las intrucciones de los jefes de batallones a las tropas enemigas fue: “hagan lo que esos cabrones vienen haciendo, rompan las casas y avancen por las casas, atrincherense en las casas, combatan dentro de las casas”, Porque al principio nos comenzaron a combatir por la calle y sufrian muchas bajas. Algunos de sus batallones no aprendieron nunca a lo largo de toda la ofensiva.

Hay que decir, sin embargo, que ellos introdujeron algunas cosas nuevas en el combate urbano. Por ejemplo, el uso de gas lacrimógeno para combatir en las casas, esto lo utilizó el Atlacatl y la Fuerza Aérea. Ninguna otra unidad utilizo este material de combate. Claro, después de la sorpresa inicial aprendimos a neutralizar sus efectos encendiendo fogatas, con las cuales el gas se consume, se quema y, empleando otros recuersos.

Cuando comenzamos a romper paredes de casas utilizando explosios para avanzar hacia nuestras pocisiones, se produjeron combates casa por casa, allí dentro de las casas, pero luego diseñamos mecanismos de defensa, permitíamos que rompieran la pared, pero les impedíamos el paso con minas antipersonales.

LAS CASA DE LOS RICOS NO SON IGUAL QUE LAS CASA DE LOS POBRES

Para nosotros que ibamos de combatir en un barrio popular, en la Escalón nos encontramos con una situación completamente distinta, en terminos de las características de las construcciones, cada casa es una fortaleza, las puertas no pueden abrirse con ráfagas de fusil, es necesario emplear explosivos, casi por lo general todas son pequeñas fortalezas.

Lo otro es que el problema este de la construcción y de fortificación dentro de las casa es mucho más complicado, en Ciudad Delgado en cuestión de poco tiempo se tiene una casa bien fortificada, allí en la Escalón las paredes son gruesas y no tienen solo la capita de concreto, sino que son fuertes, luego los terrenos, el tipo de construcción caprichosa, de repente uno sale de una casa y se encuentra con un muro de 20 metros de alto, o para arriba o un muro alto para abajo, y no hay como continuar. Esto convirtió en un proceso lento la consolidación de las fuerza en el terreno y nos obligo a modificar la forma de avance, no podíamos aplicar mecánicamente la fintrucción de avanzar por dentro de las casas, tratando de no quebrar una medida que habíamos planteado: “no avanzar sin registrar las casas” porque sabíamos que había tropa enemiga en ellas y para evitar que fueran a quedar las mismas metidas y nos atacaran por la espalda.

Otro elemento distinto fue el comportamiento de la aviación. Allí la aviación le tiró a las calles, ametrallaban en las calles, no atacaron la población. Claro, los del Atlacatl si no respetaron las casas, desde que tomo posición comenzo a ubicar nuestras lineas de defensa y con el cañon 80 mm comenzó a desarmar las casas, unas casas bien bonitas que hay allí, con el techito rojo, parecen casitas de ensueño… las cañonearon, arrancandoles los techitos.. Donde creían que habia presencia nuestra agarraban a cañonazo casa por casa.

Pero el comportamiento de la aviación fue distinto totalmente que allá en Ciudad Delgado, Apopa, Soyapango y que en la Zacamil. Después del miercoles que tomaron la decisión de bombardear, nos encaramaron todo lo que tenían, con la artillería y la aviación, tirando ya sin ninguna consideración. Allí fue dificil para la población, a eso se debio precisamente, el hecho de que no hubiera allí en la Escalón ninguna baja de la población civil. Los muertos que se registraron en el Centro de Información Nacional (CIN) y que fueron presentados por el gobierno como civiles, eran en realidad efectivos militares, estaban bien armados.

La población civil en algunas casa nos disparó, pero fueron rapidamente neutralizados, sin siquiera herir a alguien, ahi allamos las casa de los burguese preparadas para combatir. Despues supimos por otras fuentes que ellos se habian preparado para la ofensiva, eso en referencia a los que se habian quedado, ya que una parte se habia ido, varios de ellos organizados en las “Defensas Patrióticas”, que tienen comunicación telefónica y radial, se comenzaron a avisar desde que escucharon los primeros disparos y las primeras explosiones, entonces prepararon las municiones, las escopetas, las pistolas, las mesas llenas de tiro, cerca de las ventanas, pero cuando oían el tiembre, el estallido de la carga explosiva en la puerta, era una sola carrera, ahi os compas encontraban la escopeta y los tiros regados (desparramados) por toda la sala.

En las casa que fueron blanco de los cañonazos del Batallón Atlacatl, la gente que estaa allí, nosotros la sacamos y la metiamos en los cuartos de abajo, la protegíamos aún a riesgo de tener bajas en nuestras fuerzas. Eso redujo los riesgos de baja en la población civil.

LOS EMPRESARIOS NO CONOCIAN EL MUNDO

Otra experiencia en la Escalón fue la conversación con los empresarios, que nos dejo varias lecciones importantes, uno es el aislamiento de esa gente del mundo en que viven, desconocen un monton de cosas, es increible… y uno se puede crear la impresion de que con todo lo que se dice en la radio, que con toda la informacion que sale en todos esos noticieros, todo el mundo tiene que saber de todo en este país. Y no es así, el otro problema es que esa gente en gran manera desconocía los propios planteamientos del FMLN, hablando con esa gente, se sentian extrañados de muchos planteamientos nuestros.

Hubo quienes nos dijeron: “Si, yo soy de ARENA, me gusta Cristiani yo vote por Cristiani, creo en Cristiani”, Así, y a continuación el planteamiento de como veían ellos las cosas, preocupados por la profundización de la guerra, preocupados por la reducción de sus empresas, porque iban para atrás por la destrucción que causaba el conflicto, planteando y expresando su dispocisión de incorporarse a la búsqueda de una solución, expresando también que existen otros empresarios abiertos, que nos escuchan, críticos de los escuadrones de la muerte, críticos de la Fuerza Armada, críticos en terminos generales, del ejercito, de los militares, pero que no conocen absolutamente nuestros planteamientos.

Yo creo que esos efectos de esa experiencia y de esos contactos eran un reto para el FMLN. Trazar, diseñar líneas que nos permitan tener acceso a esos sectores, y no que solamente conozcan nuestros planteamientos, sino que diseñar, plantear formas que los hagan expresar cual es su pensamiento y su posición, porque son sectores que pesan en la vida del país. Así que hay que buscar la forma de como canalizar sus inquietudes y sus preocupaciones.

Los empresarios se mostraron sorprendidos del trato que les dábamos. Los compas me informaban por radio y preguntaban ¿Qué hacemos? estamos en la casa de fulano de tal, y los trasladaban de lugar. Los combatienetes son fieras para combatir el enemigo uniformado, pero ese que llevaban ahí, que siendo enemigo de clase y todo, le decían: “Agáchese que aquí estan disparando”. Entonces la gente misma se mostraba sorprendida de esa actitud de los compañeros: “Mire, agáchese que aquí los soldados miran este sector y le pueden tirar. Mejor entremos por la sala para que no le vayan a disparar”. Entonces se sentían como protegidos por la gente que ellos consideraban sus enemigos. Casi todos decían después que se consideraban así mismo muertos cuando se daban cuenta que habían caído en manos del FMLN, por eso se mostraban sorprendidos del trato humano que recibieron.

LOS MEDIOS DE PRENSA

Respecto a los medios de prensa, hay que decir que en Ciudad Delgado no habíamos visto ni un solo periodísta desde que entramos, a saber porque razón, realmente el tratamiento que le dio el ejercito a Ciudad Delgado fue completamente distinto al de los otros puntos de la capital que fueron tomados por el FMLN en la ofensiva. Allí en la Escalón estaban los periodistas, escuchamos los nombres de algunos que estaban queriendo entrar, la respuesta de los oficiales era: “Pidale autorización al Estado Mayor”, y el periodista que respondía: “Si ya tenemos permiso”, pero no los dejaban pasar. En otros casos la prensa se metía y salía a la hora que quería, en el caso de Ciudad Delgado que fue la posición que duro más en poder del FMLN, no permitieron el acceso de la prensa, nosotros nos encontramos con la prensa hasta en la Colonia Escalón y allí dimos declaraciones.

LOS DIPLOMATICOS, UN TRATO ESPECIAL

Nosotros teníamos instrucciones previas de la Comandancia, hacia el personal diplomático, extranjero, debíamos darles un trato especial. Dimos todas esas medidas al entrar, de advertirles a las embajadas, a los consules. Aparte era labor que hacía la radio (del FMLN), que estaba pasando orientaciones de como manejarse para las embajadas en el caso de que las fuerzas nuestras penetraran a las colonias, nosotros también hacíamos eso, el llamado, la advertencia: “Miren, metan a los guardias, a los policías que tengan allí para no tener problemas con nosotros, no tenemos nada contra ellos ni contra ustedes, pero que no disparen, métanlos”. La mayoría de los embajadores casi totod metían a los policias a las casas, algunos hasta los desarmaron temiendo de que el policía se les libreteara y se armara una balacera. Hubo un solo incidente en el que estuvimos a punto de chocar, fué un camión de la Embajada de Alemania que iba saliendo, todavía temprano medio oscuro, fue el día 29, entonces un compa paró el camión, y encandilado por los faros, no se daba cuenta que venía gente armada arriba, entonces, cuando el compa salio de los efectos de la luz del camión, le aparecieron 3 hombres con fusiles G-3 apuntándole y gritándole que eran de la Embajada Alemana: “Ah, bueno, que les vaya bien” les respondió el compa, y se fueron. El compa, en realidad, se quedo helado cuando vió los fusiles, y esto es importante y lo menciono por el hecho que se trata de combatientes campesinos, humildes, sencillos, con una psicología de confrontación al enemigo armado; pero como, y aún enmedio del fragor del combate, le funciono la cabecita para aplicar las instrucciones impartidas por el mando en cuanto al personal diplomático, de no tocarlos, que no era importante, por tales y tales razones. Pero ya en concreto, ese hombre allí, frente a los fusiles, pudo haber disparado, entonces, incluso, les dio la espalda: “Ah, que les vaya bien”

En lo que se refiere a que si hubo pláticas con diplomático, hubo una conversación pero con un asesor norteamericano, que realmente no nos dimos cuenta inicialmente que era un asesor, supimos cuando la Comandancia nos informó que allí en el área había un oficial norteamericano y que el Departamento de Estado estaba preocupado por la situación de él, porque había quedado en un sector nuestro y hasta daban la ubicación de la casa; el contacto con él fue cordial, había una compañera herida y los compañeros entraron a la casa, él pidio que se nos ayudara, la esposa del asesor hablaba español y nos ayudo. Así, mientras se curaba a la compa se dió la conversación. Dicen que el hombre, posteriormente, informo que había tenido contactos con jefes del FMLN y que le parecio gente madura, serios, con capacidad militar, porque estuvieron haciendo preguntas: ¿Cómo vá? ¿Cómo viene? y todas esas cosas. La casa de ellos no se tocó, ni el cateo normal que le haciamos a todas las casas se hizo allí, por la actitud que se encontro en ellos.

EL CONTRA-ATAQUE RESULTO CRUENTO E INFRUCTUOSO

Es aquí donde yo sentí mayor esfuerzo del enemigo por desalojarnos, y por eso es que el volúmen de bajas del enemigo en La Escalón fue muy alto, fueron más de 40 muertos, fueron 43 los muertos, fue un desangramiento profundo de esa fuerza.

El primer combate en la madrugada se dio con el Batallón de Infanteria de Marina, ellos estaban cuidando la zona, a ellos fue que empujamos y a los que sacamos del área, más tarde entró el Batallón Belloso, fue la segunda columna que aplastamos, y quedo el montón de mochilas, agarramos los primeros fusiles y radios de comunicación, después entraron los blindados a intentar sacar los cadáveres del Belloso, los derrotamos también, destruimos las tanquetas, luego entro la IV Brigada de Infantería, al oriente del Hotel Sheraton, hacia arriba y, ya antes de entrar al área ya llevaba bajas, cuando llegó a las líneas de combate, todo su esfuerzo y apoyo aéreo que pedía, era sólo para sacar del érea de combate a sus heridos.

El Batallón Atlacatl no entró de inmediato porque había subido al volcán, se bajó y nos entro por el norte, por la pedrera, allí comenzamos a combatir con ellos, fue la unidad que hizo más resistencia y más esfuerzo por penetrar, pero a partir de las 3:00 de la tarde, todo el combate del Atlacatl era para sacar también a su grupo de heridos y murtos que tenían metido en un hoyo. Así, bién rápido, se había revertido el papel de la fuerza ofensiva, en una fuerza que peleaba por sacar a sus bajas.

LA GUERRA LLEGO AL CORAZON DEL ENEMIGO

Si se analiza el plan de la ofensiva, a excepción de Cuscatancingo, donde se atacó el cuartel de la Policía Nacional, no hubo ningún otro caso de inversión de fuerzas del FMLN buscando una victoria militar, todo eminentemente, fue la toma de los barrios, en las colonia, en los poblados, para atraer fuerzas enemigas, desgastarlas, y con nuestra presencia estimular la incorporación de las masas. Así se presentó esto.

En el caso de Ciudad Delgado, examinamos como la vida demostró que fue correcta la apreciación de que con nuestra permanencia en los barrios y el desgaste de las fuerzas enemigas, íbamos a estimular a las masas a que se incorporaran, asi sucedio en los barrios populares, y la masa se incorporó y se metió.

El movimiento nuestro hacia la Escalón se dio con la proyección general de desestabilización de toda la conducción política y militar del enemigo, como efectivamente sucedió. Se concibió en función de desestabilizar la cabeza enemiga. Tanto en lo político como en lo militar, y de estimular a las masas. Ya había un sentimiento de demanda en las masas, que veian necesario que la guerra se llavara a las colonias privilegiadas.

Nosotros apreciamos que después de cuatro o cinco días de desconcierto, de desorganización, y después de sobreponerse al impacto de la ofensiva, ellos comenzaron a mover sus fuerzas y a darles las primeras formas de organización si se quiere. En principio fue una reacción primitiva de halar fuerza para protegerse, porque se sentian amenazados, porque vieron cerca la derrota, vieron cerca el hundimiento, y lo sintieron y lo expresaron así, entonces comenzaron a halar fuerzas. Al principio uno podía darse cuenta que habia desorganización completa en el enemigo, el monton de unidades metidas en la capital, metidos en los territorios con un monton de problemas de coordinación, pero poco a poco el plan se fue acentuando y estuvo vinculado a que ellos no tenían mucha presión en la cabeza.

Ellos tienen mandos regionales que asumen la conducción regional de la fuerza, que deciden el apoyo que necesita el Estado Mayor, que pide según el caso, el apoyo de la aviación, la artillería, pero que fundamentalmente, son los mando regionales los que asumen la jefactura de las operaciones en esta región. Así pasa con el mando de San Miguel, Usulután, Zacatecoluca.

Con el traslado a la Escalón, la desestabilización en el mando de la cabeza fue llegando y comenzó la desbandada de los familiares de los militares, era un drama, la gente esta salía corriendo de la colonia, metían las maletas en sus carros, se montaban, y allí, en lo oculto, salían las columnas guerrilleras que andaban en la zona haciendo barricada, y la gente que venía corriendo de la Escalón venía a caer en otra atarraya guerrillera. Me contaron un día que hicieron una barricada con 57 vehículos, allí por Olocuilta, y casi todos los carros repletos de maletas.

Entonces se produjo la desorganización. Se desestabilizó la cabeza del enemigo, ya el hecho de que al militar se le vaya la mujer, los hijos… ya su cabeza la tienen complicada con otros problemas, además de los que tienen en los frentes de combate, el sentir amenazada su colonia, su carro, es una complicación y, andaban preguntando frecuentemente por radio cómo era la situación en el área donde vivían, y andaban metida esa preocupación en su cabeza, porque allí estaba su mujer, sus hijos y sus carros, los bienes materiales que había acumulado durante la guerra, por los cuales se había arriezgado tanto.

Después de la incursión que se hizo por el lado de la colonia La Sultana y del Estado Cuscatlán, el abati,iento de los militares se sentía así por la radio era enorme, compañeros que se encargaban de mantener el control de esas áreas informaban que todos los días, en las tardecitas, como a las 4:00 de la tarde, comenzaba la colunma de carros de allí de la Colonia Arce, a salir con colchones y maletas, y se iban a dormir a otra parte temiendo los ataques nocturnos nuestros.

Esa desestabilización se dió, el siguiente hecho lo ejemplifica: desde el propio Estado Mayor disparaban los morteros para defenderse cuando estaban compañeros por la Torre “Democracia”, desde el parqueo del Estado Mayor disparaban las bengalas. Imagínate cual es el estado de las jefacturas que estan metidas allí en los cubículos esos, en operaciones de información, de conducción, dandose cuenta que ya tienen que estar disparando.

Y EL ENEMIGO VIO MUY CERCA LA DERROTA MILITAR

La incursión a la Colonia Escalón constituyó un momento sumamente crítico para la dictadura militar, no fue una acción aislada, sino, parte de un movimiento más amplio con otras direcciones de ataque, entre ellas la que abarca desde la Sultana hasta la Monserrat, el Estadio Cuscatlan, que son más de dos kilómetros. En una zona importantísima, desde el punto de vista militar, con acceso al Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de El Salvador, a la Colonia Manuel José Arce, prácticamente exclusiva de jefes militares, a la autopista sur y otros pueblos relevantes, esta fue una dirección que asustó al enemigo porque les comenzaron a reportar la presencia de columnas guerrilleras por el edificio “Democracia”, que está detrás del Estado MAyor y enfrente de la colonia de los militares, y comenzaron a comunicarse por radio detectándoseles no sólo la desesperación, sino impotencia, incapacidad para organizar una defensa efectiva.

“Ahí vienen avanzando, vienen rompiendo casas, son un vergo(un montón, muchos)”, decían, y comenzaron a llegar los primeros refuerzos, aparecieron los helicópteros, a verificar que efectivamente era una gran cantidad de guerrilleros los que estaban bajando desde la Colonia La Cima, el otro refuerso fué el de los blindados, y estos a los que llegaron fué a esconderse, porque desde que llegarón allí, por la 49 avenida sur frente a Monserrat, les tiraron el primer cohetazo, y a partir de allí los tanques se escondieron, cubriéndose de la línea de fuego de los coheteros.

Estabilizar momentaneamente la situación planteada por nuestro movimiento, fue bastante dificil y costoso para el enemigo, el impacto de los combates en la profundidad de su retaguardia, en su propia guarida, les hizo sentir como nunca antes la posibilidad de una derrota en el terreno militar. La maniobra sobre la Escalón, San Benito y el surponiente de la capital, configuró, junto con el accionar en otros puntos de la San Salvador y del interior del país, un cuadro delicado para las Fuerzas Armadas, que los apróximo a la derrota total, la vieron muy cerca, yo creo que no deseaban, ni lew convenía, volver a estar en una situación igual, y sabían que podía volver a ocurrir.

La gobernabilidad del capitalismo periférico y los desafíos de la izquierda revolucionaria

La gobernabilidad del capitalismo periférico y los desafíos de la izquierda revolucionaria
Por: Néstor Kohan (Fecha publicación:03/11/2006)

Desde Marx y Engels hasta Lenin, Trotsky y Mao, desde Mariátegui, Mella, Recabarren y Ponce hasta el Che Guevara y Fidel, gran parte de las reflexiones de los marxistas sobre la lucha de clases han girado en torno a la necesidad de asumir la iniciativa política por parte de los trabajadores y el pueblo.

Pero ¿qué sucede cuando la iniciativa la toman nuestros enemigos? ¿Qué hacer cuando los segmentos más lúcidos de la burguesía intentan resolver la crisis orgánica de hegemonía, legitimidad política y gobernabilidad apelando a discursos y simbología ‘progresistas’, poniéndose a la cabeza de los cambios para desarmar, dividir, neutralizar y finalmente cooptar o demonizar a los sectores populares más intransigentes y radicales?

Para pensar esos momentos difíciles, tan llenos de matices, Gramsci elaboró una categoría: la ‘revolución pasiva’. La tomó prestada de historiadores italianos, pero le otorgó otro significado.

La revolución pasiva es para Gramsci una ‘revolución-restauración’, o sea una transformación desde arriba por la cual los poderosos modifican lentamente las relaciones de fuerza para neutralizar a sus enemigos de abajo.

Mediante la revolución pasiva los segmentos políticamente más lúcidos de la clase dominante y dirigente intentan meterse ‘en el bolsillo’ (la expresión es de Gramsci) a sus adversarios y opositores políticos incorporando parte de sus reclamos, pero despojados de toda radicalidad y todo peligro revolucionario. Las demandas populares se resignifican y terminan trituradas en la maquinaria de la dominación.

¿Cómo enfrentar esa iniciativa? ¿De qué manera podemos descentrar esa estrategia burguesa?

Resulta relativamente fácil identificar a nuestros enemigos cuando ellos adoptan un programa político de choque o represión a cara descubierta. Pero el asunto se complica notablemente cuando los sectores de poder intentan neutralizar al campo popular apelando discursivamente a una simbología ‘progresista’. En esos momentos, navegar en el tormentoso océano de la lucha de clases se vuelve más complejo y delicado…

Dentro de ese conglomerado de olas y mareas políticas que se entrecruzan, no todo aparece tan nítidamente diferenciado ni delimitado como pudiera suponerse. En la actual coyuntura política latinoamericana verificamos, por ejemplo, una notable diferencia entre Cuba, Venezuela y posiblemente Bolivia (en este caso particular no tanto por las moderadas posiciones políticas de su presidente sino más que todo por los poderosos movimientos sociales que tiene por detrás), por un lado; con Chile, Argentina y Uruguay, por el otro.

Si Cuba y Venezuela encabezan la rebeldía contra el imperio, el segundo bloque de naciones ubicado en el cono sur de nuestra América expresa más bien cierto aggiornamiento del modelo neoliberal. En este sentido, aunque cada sociedad particular tiene sus propios desafíos, existen problemáticas generales que bien valdría la pena repensar, eludiendo los cantos de sirena embriagadores por ahora hegemónicos que hoy pretenden reactualizar las viejas ilusiones reformistas que padecimos hace tres décadas atrás y que tanta sangre, tragedia y dolor nos costaron. En el caso de Argentina, Chile y Uruguay ya no se trata hoy en día del añejo y deshilachado ‘tránsito pacífico’ al socialismo sino, incluso, de una propuesta muchísimo más modesta: la reforma del capitalismo neoliberal en aras de un supuesto ‘capitalismo nacional’ (en la jerga de Kirchner) o ‘capitalismo a la uruguaya’ (para Uruguay) y así de seguido. Hasta el tímido socialismo del ‘tránsito pacífico’ se diluye y el horizonte se estrecha con los vanos intentos por endulzar al capitalismo y volverlo menos cruel y salvaje…

En esta situación compleja, en el cono sur latinoamericano asistimos a un difícil desafío: pensar desde el marxismo revolucionario no en la inminencia del asalto al poder o de ofensiva abierta de los sectores populares, sino en aquellos momentos del proceso de la lucha de clases donde el enemigo pretende mantener y perpetuar el neoliberalismo de manera sutil y encubierta. No lo pretende hacer de cualquier manera. Paradójicamente, las clases dominantes intentan resolver su crisis orgánica, garantizar la gobernabilidad y mantener sus jugosos negocios enarbolando nuestras propias banderas (oportunamente resignificadas). Resulta más sencillo enfrentar y golpear a un enemigo frontal que intenta aplastarnos enarbolando banderas neoliberales y fascistas (el caso emblemático de Pinochet en Chile y Videla o Menem en Argentina es arquetípico). Pero deviene extremadamente complejo responder políticamente cuando el neoliberalismo se disfraza de ‘progre’, continúa beneficiando al gran capital en nombre de ‘la democracia’, los ‘derechos humanos’, la ‘sociedad civil’, el ‘respeto por la diversidad’, etc., etc., etc.

Estos procesos y mecanismos de dominación política utilizados en la actualidad por las clases dominantes del cono sur latinoamericano y sus amos imperiales se asientan en una prolongada y extensa tradición previa.

No han surgido por arte de magia. Sólo constituyen un ‘enigma irresoluble’ si, como tantas veces nos sugirió el posmodernismo, hacemos abstracción de nuestra historia nacional y continental.

La revolución pasiva en la historia de América latina

Durante el siglo XIX, a lo largo de la conformación histórica de los estados-naciones latinoamericanos, se entabló una singular relación entre Estado y sociedad civil. A diferencia de algunos esquemas mecánicos y simplistas, supuestamente ‘marxistas’ (1), en América latina la relación entre sociedad civil y Estado ha sido en gran medida diferente al proceso de las sociedades europeas (2).

Entre nosotros, en no pocas oportunidades, el Estado no fue un producto posterior que venía a reforzar una realidad previamente constituida sobre sus propias bases sino que, por el contrario, contribuyó de manera activa a conformar sociedad civil. No puede explicarse, por ejemplo, la inserción subordinada y dependiente de las formaciones sociales latinoamericanas en el mercado mundial durante el siglo XIX si se desconoce la mediación estatal. No puede comprenderse el proceso genocida de los pueblos originarios de nuestra América, el robo, la expropiación de sus tierras y la incorporación de la producción agrícola o minera al mercado mundial si se prescinde del accionar estatal. No puede entenderse la conformación de las grandes unidades productivas, como las plantaciones, las minas, las haciendas, que combinaban la explotación forzada de fuerza de trabajo con una producción de valores de cambio destinados a ser intercambiados y vendidos en el mercado mundial capitalista, si se deja de lado el rol activo jugado por el Estado. Ese protagonismo central no tuvo lugar únicamente en la llamada acumulación originaria del capital latinoamericano. Posteriormente, cuando el capitalismo y el mercado ya funcionaban en América Latina sin andadores ni muletas, el Estado siguió jugando un rol decisivo.

Entre las muchas instituciones que conforman el entramado estatal hubo una institución en particular que ocupó este rol central: el Ejército (entendido en sentido amplio, como sinónimo de Fuerzas Armadas) (3). Junto con la represión feroz de numerosos sujetos sociales pueblos indígenas y negros, gauchos, llaneros, etc reacios a incorporarse como mansa y domesticada fuerza de trabajo, los ejércitos latinoamericanos también ocuparon, gerenciaron y realizaron tareas estrictamente económicas.

Ese rol privilegiado y muchas veces preponderante en América Latina no sólo fue central a lo largo de todo el siglo XIX. En el siglo XX el bonapartismo militar (4) ocupó el rol activo que no jugaron ni podían jugar las débiles, impotentes y raquíticas burguesías autóctonas latinoamericanas (injustamente denominadas ‘burguesías nacionales’ por sus apologistas). Ante la ausencia de proyectos sólidos, pujantes y auténticamente nacionales, las burguesías latinoamericanas perdieron su escasa y delgada autonomía, si es que alguna vez la tuvieron (5), y terminaron jugando el rol sumiso de socias menores y subsidiarias de los grandes capitales. Sólo podían disfrutar del solcito del mercado interno y del mercado mundial a condición de acomodarse con la cabeza gacha y el sombrero entre las manos en los lugares secundarios y los espacios semivacíos que les dejaban los capitales multinacionales. Es por eso que gran parte de las industrializaciones latinoamericanas del siglo XX fueron en realidad seudoindustrializaciones, ya que no modificaron la estructura previa heredada por las burguesías agrarias del siglo XIX (6).

Hoy en día resulta a todas luces errónea y fuera de foco la falsa imagen y la ilusoria dicotomía construida artificialmente desde relatos encubridores y apologistas que enfrentaría a ‘burguesías nacionales, democráticas, industrialistas, antiimperialistas y modernizadoras’ versus ‘oligarquías terratenientes, tradicionalistas, autoritarias y vendepatrias’. Nuestra historia real, repleta de golpes de estado, masacres y genocidios planificados, ha seguido un derrotero notablemente diverso al que postulaban los cómodos ‘esquemas clásicos’ y los complacientes ‘tipos ideales’ construidos a imagen y semejanza de las principales formaciones sociales europeas. La historia latinoamericana desobedeció a la lógica europea; la lucha de clases empírica no se dejó atrapar por el esquema ideal; el desarrollo desigual, articulado y combinado de múltiples dominaciones sociales desoyó los consejos políticos etapistas que aconsejaban apoyar a una u otra fracción burguesa (‘burguesía democrática’ la llamó el reformismo stalinista, ‘burguesía nacional’ la denominó el populismo) contra el supuesto enemigo oligárquico. En América Latina las burguesías nacieron oligárquicas y las oligarquías fueron aburguesándose mientras se modernizaban. Las modernizaciones no vinieron desde abajo sino desde arriba. No fueron democráticas ni plebeyas, sino oligárquicas y autoritarias. No fueron producto de ‘revoluciones burguesas antifeudales’ como rezaban ciertos manuales sino de revoluciones-restauradoras, revoluciones pasivas encabezadas e impulsadas por las oligarquías aburguesadas.

Fueron las propias oligarquías, a través del aparato de Estado y en particular de las fuerzas armadas, las que emprendieron a sangre, tortura y fuego el camino de modernizar su inserción siempre subordinada en el mercado mundial capitalista (7). El liberalismo latinoamericano no fue, como en la Francia de los siglos XVII y XVIII, progresista sino autoritario y represivo. En nuestras patrias despanzurradas a golpes de bayoneta y destrozadas a picana y palazos, jamás existió modernización económica sin represión política.

Las burguesías locales fueron históricamente débiles para independizar nuestras naciones del imperialismo pero al mismo tiempo fueron lo suficientemente fuertes como para neutralizar e impedir los procesos de lucha social radical de las clases populares.

Las sangrientas dictaduras latinoamericanas cuyas consecuencias nefastas seguimos padeciendo hasta nuestro presente que asolaron nuestro continente durante las décadas de los años ’70 y ’80 no fueron, en consecuencia, un rayo inesperado en el cielo claro de un mediodía de verano. No constituyeron una ‘anomalía’, una excepción a la regla, el interregno entre dos momentos de normalidad y paz. Fueron más bien la regla de nuestros capitalismos periféricos, dependientes y subordinados a la lógica del sistema capitalista mundial.

Nuevos tiempos de luchas y nuevas formas de dominación durante la ‘transición a la democracia’

Agotadas las antiguas formas políticas dictatoriales mediante las cuales el gran capital internacional y local ejerció su dominación y logró remodelar las sociedades latinoamericanas inaugurando a escala mundial el neoliberalismo (8) nuestros países asistieron a lo que se denominó, de modo igualmente apologético e injustificado, ‘transiciones a la democracia’.

Ya llevamos casi veinte años, aproximadamente, de ‘transición’. ¿No será hora de hacer un balance crítico? ¿Podemos hoy seguir repitiendo alegremente que las formas republicanas y parlamentarias de ejercer la dominación social son ‘transiciones a la democracia’? ¿Hasta cuando vamos a continuar tragando sin masticar esos relatos académicos nacidos al calor de las becas de la socialdemocracia alemana y los subsidios de las fundaciones norteamericanas?

En nuestra opinión, y sin ánimo de catequizar ni evangelizar a nadie, la puesta en funcionamiento de formas y rituales parlamentarios dista largamente de parecerse aunque sea mínimamente a una democracia auténtica. Resulta casi ocioso insistir con algo obvio: en nuestros países latinoamericanos hoy siguen dominando los mismos sectores sociales de antaño, los de gruesos billetes y abultadas cuentas bancarias. Ha mutado la imagen, ha cambiado la puesta en escena, se ha transformado el discurso, pero no se ha modificado el sistema económico, social y político de dominación. Incluso se ha perfeccionado (9).

Estas nuevas formas de dominación política principalmente parlamentarias nacieron producto de la lucha de clases. En nuestra opinión no fueron un regalo gracioso de su gran majestad, el mercado y el capital (como sostiene cierta hipótesis que termina presuponiendo, inconscientemente, la pasividad total del pueblo), pero lamentablemente tampoco fueron únicamente fruto de la conquista popular y del ‘avance democrático de la sociedad civil’ que lentamente se va empoderando de los mecanismos de decisión política marchando hacia un porvenir luminoso (como presuponen ciertas corrientes que terminan cediendo al fetichismo parlamentario). En realidad, los regímenes políticos postdictadura, en Argentina, en Chile, en Uruguay y en el resto del cono sur latinoamericano, fueron producto de una compleja y desigual combinación de las luchas populares y de masas en cuya estela alcanza su cenit la pueblada argentina de diciembre de 2001 con la respuesta táctica del imperialismo que necesitaba sacrificar momentáneamente algún peón militar de la época neolítica para reacomodar los hilos de la red de dominación, cambiando algo para que nada cambie.

Con discurso ‘progre’ o sin él, la misión estratégica que el capital transnacional y sus socias más estrechas, las burguesías locales, le asignaron a los gobiernos ‘progresistas’ de la región desde el Frente Amplio uruguayo y el PJ del argentino Kirchner hasta la concertación de Bachelet en Chile consiste en lograr el retorno a la ‘normalidad’ del capitalismo latinoamericano. Se trata de resolver la crisis orgánica reconstruyendo el consenso y la credibilidad de las instituciones burguesas para garantizar EL ORDEN. Es decir: la continuidad del capitalismo. Lo que está en juego es la crisis de la hegemonía burguesa en la región, amenazada por las rebeliones y puebladas como la de Argentina o Bolivia y su eventual recuperación.

Desde nuestra perspectiva, y a pesar de las esperanzas populares, la manipulación de las banderas sociales, el bastardeo de los símbolos de izquierda y la resignificación de las identidades progresistas tienen actualmente como finalidad frenar la rebeldía y encauzar institucionalmente la indisciplina social. Mediante este mecanismo de aggiornamiento supuestamente ‘progre’ las burguesías del cono sur latinoamericano intentan recomponer su hegemonía política. Se pretende volver a legitimar las instituciones del sistema capitalista, fuertemente devaluadas y desprestigiadas por una crisis de representación política que hacía años no vivía nuestro continente. Los equipos políticos de las clases dominantes locales y el imperialismo se esfuerzan de este modo, sumamente sutil e inteligente, en continuar aislando a la revolución cubana (a la que se saluda, pero… como algo exótico y caribeño), conjurar el ejemplo insolente de la Venezuela bolivariana (a la que se sonríe pero… siempre desde lejos), seguir demonizando a la insurgencia colombiana y congelar de raíz el proceso abierto en Bolivia.

Los desafíos de la izquierda latinoamericana antiimperialista y anticapitalista frente a su propia historia

¿Cómo enfrentar entonces ese aggiornamiento de las formas políticas de dominación, ese intento gatopardista por cambiar algo para que el ORDEN siga igual y nada cambie de fondo?

Descartada la visión ingenua de un optimismo eufórico que postula en el terreno de las consignas agitativas un peligroso y falso triunfalismo calificando como ‘avance revolucionario’ a los gobiernos de Tabaré Vázquez, Kirchner o Bachelet, debemos hacer el esfuerzo por comprender nuestros desafíos políticos a partir de nuestra propia historia y nuestras propias necesidades (10). Así lo hizo Fidel cuando encabezó la revolución cubana, así lo hace Chávez en Venezuela. Así lo hicieron los sandinistas, los salvadoreños y los tupamaros en sus épocas fundacionales (cuando eran radicales y estaban contra el sistema), así lo hacen las FARC y el ELN en Colombia, al igual que los zapatistas en Chiapas. En el cono sur latinoamericano se nos impone encontrar nuestra propia perspectiva estratégica y nuestro rumbo político a partir de nuestra propia historia. ¡Debemos estudiar y tomar en serio a la historia!

Eso implica estar alertas frente a cualquier manipulación oportunista. Es cierto que todo relato histórico presupone construir genealogías en el pasado para defender y legitimar políticas hacia el futuro. Pero todo tiene un límite. No se puede ir al pasado, ‘meter mano’, poner y sacar a gusto y piacere según las oportunidades del caso…

Por ejemplo, en la Argentina, no se puede poner en las banderas y en los carteles las imágenes de Santucho y del Che Guevara y luego, como por arte de magia, borrar esos símbolos para reemplazarlos por la foto de Juan Domingo Perón. Y luego, si cambian las alianzas políticas del momento, archivar rápidamente a Perón y volver a poner a Santucho o a quien convenga en esa ocasión. Siempre con la misma sonrisa cínica. ¡Como si todo fuera lo mismo! Eso es poco serio. Eso es hacer manipulación vulgar de la historia en función del presente inmediato. Así no se construye una identidad política de masas que logre aglutinar a la juventud rebelde y a la clase trabajadora combativa en función de un proyecto de emancipación radical. Los cubanos designan a esas maniobras como vulgar ‘politiquería’. Lenin las denominaba ‘oportunismo’. En cada uno de los países de nuestra América hay un término para hacer referencia a lo mismo.

La historia debe ser nuestra fuente genuina de inspiración, no un cómodo salvoconducto oportunista.

Formación política, hegemonía socialista e internacionalismo

No sólo debemos inspirarnos en la historia. En la actual fase de la correlación de clases signada por la acumulación de fuerzas necesitamos generalizar la formación política de la militancia de base. No sólo de los cuadros dirigentes sino de toda la militancia popular. Se torna imperioso combatir el clientelismo y la práctica de los ‘punteros’ (negociantes de la política mediante las prebendas del poder), solidificando y sedimentando una fuerte cultura política en la base militante, que apunte a la hegemonía socialista sobre todo el movimiento popular. No habrá transformación social radical al margen del movimiento de masas. Nos parecen ilusorias y fantasmagóricas las ensoñaciones posmodernas y posestructuralistas que nos invitan irresponsablemente a ‘cambiar el mundo sin tomar el poder’. No se pueden lograr cambios de fondo sin confrontar con las instituciones centrales del aparato de Estado. Debemos apuntar a conformar, estratégicamente y a largo plazo estamos pensando en términos de varios años y no de dos meses organizaciones guevaristas de combate.

¿Por qué organizaciones? Porque el culto ciego a la espontaneidad de las masas constituye un espejismo muy simpático pero ineficaz. Todo el movimiento popular que sucedió a la explosión del 19 y 20 de diciembre de 2001 en Argentina diluyó su energía y terminó siendo fagocitado por la ausencia de organización y de continuidad en el tiempo (organización popular no equivale a sumatoria de sellos partidarios que tienen como meta máxima la participación en cada contienda electoral).

¿Por qué guevaristas? Porque en nuestra historia latinoamericana el guevarismo constituye la expresión del pensamiento más radical de Marx y Lenin y de todo el acervo revolucionario mundial, descifrado a partir de nuestra propia realidad y nuestros propios pueblos. El guevarismo se apropia de lo mejor que produjeron los bolcheviques, los chinos, los vietnamitas, las luchas anticolonialistas del Africa, la juventud estudiantil y trabajadora europea, el movimiento negro norteamericano y todas las rebeldías palpitadas en varios continentes. El guevarismo no es calco ni es copia, constituye una apropiación de la propia historia del marxismo latinoamericano, cuyo fundador es, sin ninguna duda, José Carlos Mariátegui. Guevara no es una remera. Su búsqueda política, teórica, filosófica constituye una permanente invitación a repensar el marxismo radical desde América Latina y el Tercer Mundo. No se lo puede reducir a tres consignas y dos frases hechas. Aun tenemos pendiente un estudio colectivo serio y una apropiación crítica del pensamiento marxista del Che entre nuestra militancia (11).

¿Por qué de combate? Porque tarde o temprano nos toparemos con la fuerza bestial del aparato de Estado y su ejercicio permanente de fuerza material. Así nos lo enseña toda nuestra historia. Insistimos: ¡hay que tomarse en serio la historia! Pretender eludir esa confrontación puede resultar muy simpático para ganar una beca o seducir al público lector en un gran monopolio de la (in)comunicación. Pero la historia de nuestra América nos demuestra, con una carga de dramatismo tremenda, que no habrá revoluciones de verdad sin el combate antiimperialista y anticapitalista. Debemos prepararnos a largo plazo para esa confrontación. No es una tarea de dos días sino de varios años. Debemos dar la batalla ideológica para legitimar en el seno de nuestro pueblo la violencia plebeya, popular, obrera y anticapitalista; la justa violencia de abajo frente a la injusta violencia de arriba.

Pero al identificar el combate como un camino estratégico debemos aprender de los errores del pasado, eludiendo la tentación militarista. Las nuevas organizaciones guevaristas deberán estar estrechamente vinculadas a los movimientos sociales. No se puede hablar ‘desde afuera’ al movimiento de masas. Las organizaciones que encabecen la lucha y marquen un camino estratégico, más allá del día a día, deberán ser al mismo tiempo ‘causa y efecto’ de los movimientos de masas. No sólo hablar y enseñar sino también escuchar y aprender. ¡Y escuchar atentamente y con el oído bien abierto! La verdad de la revolución socialista no es propiedad de ningún sello, se construirá en el diálogo colectivo entre las organizaciones radicales y los movimientos sociales. Las vanguardias perdón por utilizar este término tan desprestigiado en los centros académicos del sistema que deberemos construir serán vanguardias de masas, no de elite.

Si durante la lucha ideológica de los ’90 en los tiempos del auge neoliberal nos vimos obligados a batallar en la defensa de Marx, remando contra la corriente hegemónica, en la década que se abre en el 2000, Marx solo ya no alcanza. Ahora debemos ir por más, dar un paso más e instalar en la agenda de nuestra juventud a Lenin y al Che (y a todas y todos sus continuadores). Reinstalar al Che entre nuestra militancia implica recuperar la mística revolucionaria de lucha extrainstitucional que nutrió a la generación latinoamericana de los ’60 y los ’70.

Tenemos pendiente pensar y ejercer la política más allá de las instituciones, sin ceder al falso ‘horizontalismo’ cuyos partidarios gritan ‘¡que no dirija nadie!’ porque en realidad quieren dirigir ellos ni quedar entrampados en el reformismo y el chantaje institucional. Nada mejor entonces que combinar el espíritu de ofensiva de Guevara con la inteligencia y lucidez de Gramsci para comprender y enfrentar el gatopardismo. Saber salir de la política de secta, asumir la ofensiva ideológica y al mismo tiempo ser lo suficientemente lúcidos como para enfrentar el transformismo político de las clases dominantes que enarbolan banderas ‘progresistas’ para dominarnos mejor.

Como San Martín, Artigas, Bolívar, Sucre, Manuel Rodríguez, Juana Azurduy y José Martí, como Guevara, Fidel, Santucho, Sendic, Miguel Enríquez, Inti Peredo, Carlos Fonseca y Marighella, debemos unir nuestros esfuerzos y voluntades colectivas a largo plazo en una perspectiva internacionalista y continental. En la época de la globalización imperialista no es viable ni posible ni realista ni deseable un ‘capitalismo nacional’.

No podemos seguir permitiendo que la militancia abnegada presente en diversas experiencias reformistas del cono sur se transforme en ‘base de maniobra’ o elemento de presión y negociación para el aggiornamiento de las burguesías latinoamericanas. Los sueños, las esperanzas, los sufrimientos, los sacrificios y toda la energía rebelde de nuestros pueblos latinoamericanos no pueden seguir siendo expropiados. Nos merecemos algo más que un miserable ‘capitalismo con rostro humano’ y una mugrienta modernización de la dominación.

Notas:
1) Estos esquemas simplistas fueron extraídos principalmente de: (a) los estudios de orden filosófico de la década de 1840, críticos de la Filosofía de derecho de Hegel, donde Marx le reprochaba a su maestro subordinar la sociedad civil al Estado; y de (b) los análisis sociológicos de la década de 1850 donde Marx analizó la sociedad francesa y el fenómeno político bonapartista.
2) Véase el inteligente estudio de Carlos Nelson Coutinho sobre Gramsci en América Latina y particularmente sobre la revolución pasiva en Brasil ‘As categorías de Gramsci e a realidade brasileira’. En C.N.Coutinho: Gramsci. Um estudo sobre seu pensamento político. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1999. También pueden consultarse con provecho los trabajos de Florestan Fernandez sobre la revolución burguesa, recopilados por Octavio Ianni: Florestan Fernandes: sociología crítica e militante. São Paulo, Expressão Popular, 2004. Juan Carlos Portantiero había adelantado algunas inteligentes reflexiones en este sentido en su archicitado ensayo ‘Los usos de Gramsci’ (1975) (Buenos Aires, Grijalbo, 1999), pero a diferencia de los dos autores anteriores, Portantiero terminó convirtiendo a Gramsci en un comodín socialdemócrata bastardeado hasta límites inimaginables.
3) Véase nuestro trabajo ‘Los verdugos latinoamericanos: las Fuerzas Armadas de la contrainsurgencia a la globalización’, ensayo incorporado en nuestro: Pensar a contramano. Las armas de la crítica y la crítica de las armas. Buenos Aires, Editorial Nuestra América, 2006.
4) Adoptamos esta categoría de Mario Roberto Santucho: Poder burgués, poder revolucionario (1974). En Daniel De Santis (compilador): A vencer o morir. PRT-ERP Documentos. Bs.As., EUDEBA, 1998 (tomo I) y 2000 (Tomo II).
5) Véase el testamento político del Che, cuando afirma: ‘Por otra parte las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo si alguna vez la tuvieron y sólo forman su furgón de cola. No hay más cambios que hacer; o revolución socialista o caricatura de revolución’. ‘Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental’ (ediciones varias).
6) Véase el capítulo ‘Expansión industrial, imperialismo y burguesía nacional’ del libro de Silvio Frondizi: La realidad argentina. Ensayo de interpretación sociológica (en dos tomos, Tomo I: 1955 y Tomo II: 1956); Víctor Testa (seudónimo de Milcíades Peña): ‘Industrialización, seudoindustrialización y desarrollo combinado’. En Fichas de investigación económica y social, Año I, N°1, abril de 1964. p.33-44. Este artículo fue recopilado póstumamente en Milcíades Peña: Industrialización y clases sociales en la Argentina. Bs.As., Hyspamérica, 1986. p.65 y ss.; y finalmente nuestro ensayo: ‘¿Foquismo?: A propósito de Mario Roberto Santucho y el pensamiento político de la tradición guevarista’. En Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder. Buenos Aires, Nuestra América, 2005.
7) Tratando de pensar la conformación social de la dominación burguesa en Argentina y América Latina de una manera diferente (tanto frente al reformismo stalinista como frente al populismo nacionalista), el viejo dirigente comunista Ernesto Giudici -quien en 1973 propuso la herética unidad del comunismo con las organizaciones político-militares PRT-ERP y Montoneros- arriesgó una hipótesis más que sugerente. Siempre decía que hay que pensar la historia latinoamericana a partir de su propia cronología histórica, sin violentarla para que entre en el lecho de Procusto de cronologías diversas. Hecha esta salvedad, Giudici consideraba pertinente una analogía con las formaciones sociales europeas; ya no con Francia modelo de El 18 Brumario de Luis Bonaparte ni con Inglaterra- arquetipo empírico que está en la base de El Capital-, sino con el prusianismo alemán. La formación histórica del capitalismo en Argentina, por ejemplo, se asemejaba mucho más a la atrasada Prusia que a las modernas Francia o Inglaterra. Como en Prusia, la burguesía argentina vivía haciendo pactos y compromisos con los propietarios terratenientes, utilizando al ejército como fuerza social privilegiada en política y reprimiendo toda vida cultural autónoma. La hipótesis analógica del ‘prusianismo’ cumplía en los razonamientos de Giudici un rol mucho más abarcador que el ‘camino prusiano en la agricultura’ del que hablaba Lenin, por contraposición a la modernización de la agricultura capitalista de los farmers norteamericanos. Véase ‘Herejes y ortodoxos en el comunismo argentino’, en nuestro De Ingenieros al Che. Ensayos sobre el marxismo argentino y latinoamericano. Buenos Aires, Biblos, 2000 (hay reedición cubana ampliada, 2006).
8) Es bien conocido el análisis del historiador británico Perry Anderson (a quien nadie puede acusar de provincianismo intelectual o de chauvinismo latinoamericanista), quien sostiene que el primer experimento neoliberal a nivel mundial ha sido, precisamente, el de Chile. Incluso varios años antes que los de Margaret Thatcher o Ronald Reagan. No por periféricas ni dependientes las burguesías latinoamericanas han quedado en un segundo plano en la escena de la dominación social. Incluso en algunos momentos se han adelantado a sus socias mayores, y han inaugurado con el puño sangriento de Pinochet en lo político y de la mano para nada ‘invisible’ de Milton Friedman en lo económico, un nuevo modelo de acumulación de capital de alcance mundial: el neoliberalismo.
9) Recordemos que para Marx la república burguesa parlamentaria que él nunca homologaba con ‘democracia’ constituía la forma más eficaz de dominación política. Marx la consideraba superior a las dictaduras militares o a la monarquía porque en la república parlamentaria la dominación se vuelve anónima, impersonal y termina licuando los intereses segmentarios de los diversos grupos y fracciones del capital, instaurando un promedio de la dominación general de la clase capitalista, mientras que en la dictadura y en la monarquía es siempre un sector burgués particular el que detenta el mando, volviendo más frágil, visible y vulnerable el ejercicio del poder político.
10) En ese sentido sería conveniente no confundir las necesidades diplomáticas coyunturales de determinados Estados a los que defendemos de la agresividad imperialista y con los cuales nos solidarizamos activamente, con las necesidades políticas del movimiento popular en nuestros países del cono sur latinoamericano. Aunque luchamos por los mismos fines antiimperialistas y socialistas, no siempre lo que le conviene a los Estados amigos es lo que le conviene a los movimientos sociales y populares de nuestros países.
Reflexionemos sobre un ejemplo histórico concreto: la Revolución Cubana sufre un embargo criminal de EEUU desde su mismo desafío al coloso del norte. Prácticamente todos los Estados del continente, siguiendo la presión yanqui, rompieron relaciones con Cuba a inicios de los ‘60. Uno de los pocos que no lo hizo fue México. Durante décadas, en México gobernaba el PRI, partido burgués, corrupto y autoritario si los hay (surgido del congelamiento de la revolución mexicana). El PRI mantenía ‘hacia afuera’ una política de no confrontación con Cuba, lo cual resulta muy útil diplomáticamente para frenar a EEUU. En lo interno reprimía al movimiento obrero, compraba dirigentes, dividía las organizaciones populares, masacraba estudiantes, hacía desaparecer indígenas, etc. A fines de los ’60 en México surgen organizaciones guerrilleras que son masacradas. Años más tarde, surge el EZLN contra el PRI. ¿Cuba rompe amarras contra el Estado mexicano? No, no lo puede hacer. Necesita mantener relaciones diplomáticas con el Estado mexicano para eludir el bloqueo yanqui, lo cual resulta plenamente comprensible. ¿Entonces? ¿Qué debe hacer el movimiento popular en México? ¿Apelar a la autoridad moral de Cuba para apoyar al PRI? La respuesta negativa es más que obvia (no obstante existieron corrientes que así lo hicieron durante años. La vertiente de Lombardo Toledano de nefasta memoria apoyaba al PRI con retórica de ‘izquierda’, apoyaba las represiones del gobierno como ‘progresistas’, incluida la masacre de Tlatelolco, etc, etc). Sobre estas dificultades objetivas que el internacionalismo militante no puede desconocer, véase nuestro diálogo-entrevista (realizado junto con el compañero Luciano Alzaga) al presidente de la Asamblea Popular de la república de Cuba Ricardo Alarcón. En http://www.lahaine.org/index.php?p=14057 y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=30096
11) Apuntando en esa dirección y hacia esa tradición política, hemos querido contribuir con un pequeñísimo granito de arena a través de nuestro Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder y con diversas experiencias de formación política en varias cátedras Che Guevara, dentro y fuera de la universidad, tanto en movimientos de derechos humanos, en el movimiento estudiantil como en escuelas del movimiento piquetero.

Centro de Estudios Marxistas revela lista de documentos del PCS

CENTRO DE ESTUDIOS MARXISTAS REVELA LISTA DE DOCUMENTOS DEL PCS

SAN SALVADOR, 29 de octubre de 2006 (SIEP) “Hace cinco meses nos comprometimos a indagar y divulgar el pensamiento marxista en El Salvador y hoy les presentamos este importante listado de documentos del Partido Comunista” dijo el Maestro Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“Estamos haciendo un esfuerzo por digitar estos valiosos documentos históricos que revelan la estrategia y la táctica de los revolucionarios aglutinados en el Partido Comunista en las décadas del sesenta y del setenta del siglo pasado. Es un listado que iremos ampliando como parte de nuestros desafíos.”

El Partido Comunista de El Salvador (PCS) fue fundado el 30 de marzo de 1930 en las orillas del Lago de Ilopango, dirigió la insurrección indígena-campesina de 1932, su dirigente máximo Agustín Farabundo Martí fue asesinado ese mismo año, en octubre de 1980 integra el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y es disuelto en 1995.

“Asimismo ponemos a disposición una colección de fotografías de los dirigentes comunistas salvadoreño Oscar Gilberto Martínez Carranza y Rafael Aguiñada Carranza, facilitadas por su esposa la también luchadora social Berta Deras de Aguiñada.

“También un listado de entrevistas a destacados y destacadas luchadores de izquierda así como discursos de Schafik Handal, el más conocido de los comunistas salvadoreños, por su papel de conducción en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Entre el listado de documentos del PCS y discursos de Schafik Handal se encuentran los siguientes:

1. Informe del Comité Central al Quinto Congreso del PCS.
132 paginas. Abril de 1964.

2. Programa Agrario del Partido Comunista de El Salvador. Aprobado en el V Congreso del PCS. Celebrado en marzo de 1965 (sic). 60 paginas. s.l.e., s.f.e.

3. La proletarización orgánica e ideológica del Partido. Publicaciones de la Comisión Nacional de Educación. Por SANCHEZ (1964?)

4. Planteamientos del PCS. Enero de 1966. CP del CC.

5. Tesis generales para nuestra concepción estratégica político-militar s.f., s.l.e.

6. La actuación durante la guerra. Por Saúl. Septiembre de 1969. Incluye cartas de célula Frank Paiz.

7. Respuestas a Carta Semanal del 10 de septiembre de 1969

8. Acerca del próximo Congreso Extraordinario del Partido 3 páginas, s.f.e., s.l.e. (circa 1969)

9. Informe del CC al VI Congreso extraordinario (Resoluciones, concusiones) agosto de 1970

10. Pleno del CC del PCS. 18 de octubre de 1970. 24 paginas. Lineamientos básicos de la estrategia del PCS.

11. Pleno del 25 de julio de 1971. Las tareas estratégicas y nuestros avances en su cumplimiento. 17 paginas

12. Informe de la CP al CC del PCS. Agosto de 1972.

13. Pleno el CC de agosto de 1972. Breve análisis de la situación nacional. 18 paginas.

14. Pleno de CC de junio de 1973. La rectificación y la construcción del Partido. 14 paginas.

15. Pleno de CC de noviembre de 1973. La grave situación del país y los problemas del pueblo exigen una solución a fondo y sin demora. 13 paginas.

16. Pleno de CC de abril de 1974. Balance político de participación en elecciones de diputados y alcaldes de marzo de 1974. 13 paginas.

17. 45 años de sacrificada lucha revolucionaria (1930-1975). Partido Comunista de El Salvador. San Salvador. 1975

18. “Que la sangre de Rafael Aguiñada Carranza no se haya derramado en vano.” Discurso de Schafik Handal el 29 de septiembre de 1975.

19. Apuntes para el balance de la jornada electoral. Circa abril de 1976

20. Nuestra línea política en la presente coyuntura. Aprobado por la CP del PCS. 19 de abril de 1977

21. Apuntes en torno a la línea general del PCS. San Salvador. Junio de 1977

22. FUNDAMENTOS Y PERSPECTIVAS. Revista teórica del Partido Comunista de El Salvador. No.1 El Salvador 10 de octubre de 1979. Comisión Nacional de Propaganda del C. C. del PCS.

23. Estrategia y táctica del PCS. 1979. El Salvador.

24. FUNDAMENTOS Y PERSPECTIVAS. Revista teórica del Partido Comunista de El Salvador. No.2 El Salvador, C. A. marzo de 1980. Comisión Nacional de Propaganda del C. C. del PCS.

25. FUNDAMENTOS Y PERSPECTIVAS. Revista teórica del Partido Comunista de El Salvador. No.3 El Salvador, C. A. junio de 1980. Comisión Nacional de Propaganda del C. C. del PCS.

26. Ante la hora de la verdad. Conversación con Schafik Jorge Handal. Revista América Latina. Academia de Ciencias de la URSS. Instituto de América Latina. No. 11 1980

27. El Poder, el Carácter y Vía de la Revolución y la Unidad de la Izquierda. Schafik Handal. Revista Fundamentos y Perspectivas. No. 1 1982 San Salvador

28. El viraje de las grandes masas. Schafik Handal. Revista Fundamentos y Perspectivas. No. 2 1982 San Salvador

29. RAUL CASTELLANOS FIGUEROA. Secretariado del CC del PCS. 30 de octubre de 1985.

30. El Salvador: Partido Comunista y Guerra Revolucionaria. Entrevista a Schafik Jorge Handal (febrero 1985-febrero 1988) por Marta Harnecker. Ediciones Dialéctica. Buenos Aires. 1988

31. No habrá democracia en nuestro país, sino se somete el ejército a la autoridad civil. Handal, Schafik Jorge. (s.l.e) Ediciones Liberación. 1990. 72 p.

32. El socialismo: ¿una alternativa para América Latina? Entrevista a Schafik Jorge Handal por Marta Harnecker. 13 de enero de 1991. Publicaciones “Alternativa.”

33. Cuatro minutos para las doce. Conversaciones con el comandante Schafik Handal (1992) de Miguel Bonasso y Ciro Gómez Leyva.

34. Discurso durante la Ceremonia de la Firma del Acuerdo de Paz. Schafik Handal. Ciudad de México. 16 de enero de 1992

35. La humanidad tiene derecho a algo mejor. Discurso de Schafik Handal. 28 de marzo de 1992. Anfiteatro de Feria Internacional de El Salvador. Ediciones Alternativa. Abril de 1992

36. Estatutos del PCS. Aprobados por el VIII Congreso. Marzo de 1993

37. Sobre la transición, formas de lucha, las alianzas y la unidad. Proyecto del CC del PCS al VIII Congreso. Marzo de 1993

38. Reglamento Interno. Proyecto del CC del PCS al VIII Congreso. Marzo de 1993

39. Exposición sobre macroestrategia. Schafik Hándal. 5 de noviembre de 1994. 20 paginas.

40.Jorge Shafick Handal – El Salvador: La lucha continúa. Intervención en el Seminario de América Libre. Octubre 1996

41. Palabras de Schafik Handal, en la Celebración del Primero de Mayo 2005 en la Plaza de la Revolución, La Habana Cuba

42. El FMLN y la vigencia del pensamiento revolucionario en El Salvador. 1 de septiembre de 2004

43. Discurso de Schafik Handal en La Paz, Bolivia, 22 de enero de 2006

¡Exigimos alto a la represión de Fox en Oaxaca y respeto a la voluntad popular en Nicaragua! ¡Mesoamerica en pie de lucha!

¡Exigimos alto a la represión de Fox en Oaxaca y respeto a la voluntad popular en Nicaragua! ¡Mesoamerica en pie de lucha!

El Bloque Popular Social de El Salvador, integrado por organizaciones sindicales campesinas, estudiantiles, religiosas, comunales, cooperativas, de mujeres, indígenas, jubilados y veteranos de guerra, ante el agravamiento de la situación de represión en Oaxaca, México y los indicios de un gigantesco fraude contra el FSLN en Nicaragua, considera que:

1. La lucha del pueblo de Oaxaca en contra del criminal gobernador Ulises Ruiz es una lucha justa que cuenta con el respaldo de los pueblos del mundo. La represión de la Policía Federal contra la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, APPO es expresión del carácter dictatorial del régimen de Vicente Fox, sirviente del gobierno de George Bush.

2. La lucha del pueblo de Nicaragua por conquistar un gobierno que garantice empleo y seguridad es una legitima reivindicación de este pueblo hermano. La descarada intervención del gobierno Bush e incluso de personeros de ARENA es una sucia maniobra orientada a burlar la voluntad popular del pueblo de Sandino el próximo 5 de noviembre.

3. La lucha del pueblo panameño que se manifestó en altos niveles de abstención en el referéndum para ampliar el Canal de panamá en beneficio de las grandes corporaciones transnacionales y desplazando a miles de familias campesinas.

4. La lucha del pueblo costarricense en contra de la actitud servil del presidente Oscar Arias empecinado en aprobar el tratado de Libre Comercio (CAFTA) que ya esta lesionado las economías de los países que lo han aprobado.

5. Los pueblos en Mesoamerica se encuentran en pie de lucha, decididos a no seguir permitiendo el saqueo de sus recursos naturales y a conquistar el derecho a una vida digna.

En este marco, como organizaciones populares salvadoreñas acordamos:

1. Manifestar nuestro repudio a la escalada represiva contra el pueblo de Oaxaca que ya ha cobrado la vida de cinco personas y la captura de más de un centenar de ciudadanos. Exigimos que se retiren las tropas federales de esta ciudad y se garanticen los derechos humanos de la población.

2. Manifestar nuestro repudio por las acciones intervencionistas de funcionarios estadounidenses, así como de personeros del partido ARENA que ha llegado a enseñar las técnicas fraudulentas que utilizaron contra Schafik Handal en las elecciones presidenciales del 2004.

3. Manifestar nuestra alegría por el rechazo del pueblo panameño a la ampliación del canal de Panamá, expresado en el alto nivel de abstención en el referéndum del 22 de octubre.

4. Manifestar nuestra admiración por la justa lucha del pueblo costarricense en contra del TLC ya que ha sido el único país que ha logrado evitar este desastroso acuerdo comercial.

5. Como organizaciones del pueblo salvadoreño expresamos nuestra voluntad de continuar luchando contra la Base Militar de Comalapa, que es una lanza clavada en el corazón de nuestra región así como contra la ILEA. La lucha es una sola.

El presente es de lucha, el futuro es nuestro

Coordinación Nacional del Bloque Popular Social

San Salvador, 31 de octubre de 2006

Prisiones privatizadas en EEUU, modelo de exportación Mazmorras Inc.

Prisiones privatizadas en EEUU, modelo de exportación
Mazmorras Inc.
Por Eduardo Blaustein, especial para Causa Popular
“Construir más prisiones para detener el delito es como construir más cementerios para detener las enfermedades mortales”. Robert Gangi, experto en el sistema penitenciario USA.

Hace veinte años Estados Unidos, en el marco de su eterna batalla contra el delito y la crisis penitenciaria, inauguró un nuevo modo de hacer las cosas: el modelo de las cárceles de construcción y gestión privadas, en el que entre otras bondades los presos se convierten en trabajadores mal pagos de enormes empresas transnacionales.

Aunque denunciado como el subproducto de poderosos lobbies de la industria de la inseguridad y por violaciones a los derechos humanos, hay quienes quieren exportar el negocio a América Latina.

Antes incluso que en los documentales de Michael Moore, la cultura paranoica de los Estados Unidos, su bíblica necesidad de expiar como sea un Mal que anida en todas partes, se verifica en películas de acción horribles en las que grandes corporaciones maléficas dominan los hilos del poder desde las sombras.

A esas películas les encanta reiterarse en la idea de corporaciones que conspiran con invenciones espantosas, que crean soldados-androides y que manejan lúgubres prisiones futuristas.

Para la mirada latinoamericana, es más que llamativo que esa cultura del miedo tenga evidentes correlatos en situaciones reales que en EEUU sólo son denunciadas por unos pocos liberales y radicals loquitos. Una realidad olímpicamente ignorada en la construcción interior y for export que hacen los EEUU sobre sí mismos. Y de nuevo, una cultura reciclada en los márgenes por lo más berreta de la industria cinematográfica.

En los últimos 30 años en EEUU, particularmente desde los tiempos neoconservadores de Ronald Reagan y la “guerra contra las drogas”, la tasa de encarcelamiento creció hasta niveles delirantes: el 500%. En EEUU existen más de 5.700.000 personas judicializadas, lo que representa el 5% de los mayores de 18 años. 3.260.000 personas viven con sentencias de prisión en suspenso. 685.000 están en libertad condicional. Poco más de dos millones una ciudad de buen tamaño están directamente presos.

EEUU goza hoy del privilegio, representando apenas el 5% de la población mundial, de tener al 25% de los presos a escala global. De manera inversa, el 63% de sus encarcelados pertenece a las minorías negra y latina, las más pobres, siendo que esas minorías sólo constituyen una cuarta parte de la población nacional.

Es evidente que los EEUU no constituyen una sociedad segura pese a esos índices de castigo y encarcelamiento, así como las ciudades argentinas no se hicieron más seguras por el hecho de que la seguridad privada pasara de casi cero a contar con un ejército de 110 mil vigiladores privados hacia fines de la década del 90, ni la ciudad de Buenos Aires se hizo más apacible por tener más policías por cada mil vecinos que Nueva York o Los Ángeles (10 contra 6,6 y 3,5), ni el conurbano se convirtió en una pradera bucólica por la sanción apresurada de las leyes duras demandadas por Juan Carlos Blumberg, a quien, por sus saberes, debemos llamar ingeniero.

La larga batalla ha llevado a extremos para nosotros inconcebibles, aún cuando vista desde nuestro lugar en el mundo parezca eternamente perdida. Como sociedad dada a la eficiencia y el pragmatismo, resistente además a la acción del Estado y al pago de impuestos, hace un cuarto de siglo en Estados Unidos comenzó a plantearse que la crisis del sistema carcelario se estaba haciendo terminal y que ya resultaba imposible contener a los centenares de miles de antisociales que merecían ser encerrados (nada que ver con lo que sucede en las cárceles y comisarías bonaerenses).

Invocando a la víscera sensible del bolsillo de los ciudadanos, la campaña contra el sistema público penitenciario fue liderada por sectores que comenzaron a propagandizar cuentas. Que cada interno cuesta a los contribuyentes unos 21.000 dólares anuales. Que los reclusos de Nueva York le quitan al erario público 590 millones de dólares anuales.

Naturalmente, del cuestionamiento a la ineficiencia y el despilfarro de las agencias estatales se pasó a las efectividades conducentes. La solución propuesta desde lobbies privados fue la construcción y el gerenciamiento de cárceles a cargo de… empresas privadas.

A mediados de los años ’80, Kentucky y Texas se convirtieron en los primeros estados en traspasar prisiones a manos de compañías con fines de lucro. Un activista republicano, Thomas Beasley, fue uno de los impulsores de la iniciativa e inmediatamente se hizo fundador de la Corrections Corporation of America (en adelante CCA, Corporación de Establecimientos Penitenciarios de América), en alianza con un inversionista y especulador llamado Jack Massy, conocido por ser el co-creador de un ícono estadounidense: la cadena de los Kentucky Fried Chicken.

0800 BARROTE

Puede que sea útil adelantar que esto que comenzó en EEUU hace unos veinte años, es lo que viene sucediendo en América Latina, particularmente desde la quiebra de los estados, la imposición de planes de ajuste, la catástrofe social generalizada y la multiplicación de la violencia social. Lo más siniestro sucede cuando esa misma violencia social se convierte también en objeto de negocio.

Si uno rastrea por Internet cómo andan las paranoias del mundo, no se encuentra únicamente con referencias a presuntos terroristas musulmanes detenidos, legal o ilegalmente, sino con páginas sorprendentes y muy profesionales, como por ejemplo Segured.com.

En Segured.com uno puede encontrarse de movida con links que llevan a informes acerca de las bondades de la AK o la edición de nuevos manuales antisecuestro.

Más interesante resulta atender al discurso de la propia página y encontrarse con párrafos como este: “Segured.com es la red de la seguridad en el mundo hispano parlante. Es el ágora de la seguridad”.

Tras una breve relación acerca de lo que significaba el ágora en la Grecia Antigua, se dice que “Segured.com nace en un momento crucial para el ámbito hispanoamericano, cuando el terrorismo pasó de ser un factor de importancia local a una de las fuerzas que modelan el mundo”.

Y de ahí, ya más tranquilos, se puede pasar a la lectura de un documento cualquiera. Uno en que se dice, como quien se restriega las manos de entusiasmo, que “el sector de la seguridad privada tendrá un crecimiento exponencial durante los próximos años, en parte por la incapacidad del sector público para llenar las demandas del ciudadano en cuanto a protección (…) Para las empresas de seguridad privada, hay múltiples nuevas oportunidades de negocios que…” (etc., etc.).

Claro que en EEUU los negocios se vislumbran antes y se realizan mejor. El de las cárceles privadas es uno que hizo furor apenas nacido. Se calcula que en la actualidad los ingresos derivados del gerenciamiento de las cárceles privadas y otros servicios anexos superan los cuatro mil millones de dólares.

Finalizada la década de los ’90 el número de prisiones privadas era de 163 a lo largo de 30 estados, aunque la mitad ubicadas en Texas (38 en los pagos donde George Bush fue gobernador, además de recordman de la pena de muerte), California, Florida y Colorado.

El negocio se extendió y repartió entre cerca de 20 empresas. Pero muy particularmente entre dos corporaciones: la CCA y Wackenhut Corrections, que manejan más del 75 por ciento de todas las camas de las cárceles privadas.

La CCA sigue siendo la mayor empresa privada en el sector y maneja contratos en Estados Unidos, Puerto Rico, Inglaterra y Australia. CCA fue pionera también en el arte especulativo de construir edificios para cárceles antes de que se firme algún contrato para su uso eventual.

Cuando un gobierno está lo suficientemente desesperado por quitarse de encima su excedente de presos, entonces, como por milagro, aparece la CCA, como única oferente y garantizando por tanto márgenes de rentabilidad maravillosos.

A tal punto floreció el negocio que la industria carcelaria se hizo niña mimada de Wall Street. La revista Fortune Magazine publicó un artículo con el título “Cómo enriquecerse gracias a las empresas que crecen más rápido”.

Allí se decía: “¿Aspira usted a obtener retornos elevados de sus inversiones, pero desconfía de las acciones sobrevaluadas de las grandes empresas? Las acciones de Corrections Corporation of America, que maneja cárceles privadas, crecieron en un 747%, lo cual es un magnífico montón de plata”.

El sueño del laburante ideal

Existe un aspecto particularmente bello que hizo tan rentable a esta industria: los ingresos de las cárceles privadas no sólo provienen de los contratos con el Estado, el traslado de presos, la tercerización de servicios, sino del uso de la cuantiosa mano de obra encerrada en esas mismas prisiones, algo prohibido en una convención de la OIT que los EEUU no ratificaron.

Esa fuerza de trabajo carcelaria ya había crecido en un 358% entre 1980 y 1994. Muchos de los presos no reciben siquiera el salario mínimo legal y por supuesto que compiten con los trabajadores del mundo exterior pero sin poder negociar colectivamente.

En algunos estados, incluso se retiene parte del salario o bien para asignarlo a los gastos de “alojamiento” de los presos, o bien para indemnizar a las víctimas de los delitos.

Ya para 1993, el universo penal-laboral de EE.UU. contaba con 600.000 trabajadores, con lo cual se convirtió en el tercer empleador del país, apenas por debajo de General Motors y de Wal-Mart. De los bajísimos salarios de las cárceles privadas supieron aprovecharse empresas notorias: TWA, Boeing, Konika, Texas Lockhart Technologies, Microsoft, Starbucks o Colgate Palmolive, a menudo a través de subcontratistas.

Al mismo tiempo, las prisiones privadas hacen lo imposible por no contratar personal afiliado a sindicatos y acude a mano de obra barata, con frecuencia proveniente de zonas rurales en decadencia o enclaves industriales desmantelados.

Como se verá, el hecho de apelar a un tipo de personal lumpen, no sólo que resiente la “calidad del servicio” en las cárceles, sino que atenta lisa y llanamente contra los derechos más elementales de los presos, amén de su integridad física y de su vida.

Acaso lo más perverso de la lógica de la industria del barrote sea que su origen y su prosperidad son directamente proporcionales a la cantidad de violencia que produzca una sociedad; muy particularmente a la de la cantidad de presos que esa sociedad fabrique.

Se calcula que una cárcel privada es rentable si su disponibilidad de camas está ocupada en un 90%. La consecuencia es que los habituales problemas de derechos humanos en las cárceles se multiplican por distintas causas: la necesidad empresaria de ahorrar costos y aumentar ganancias, la ausencia de responsabilidad ante la sociedad, la necesidad de sólo ofrecer explicaciones y optimización de beneficios ante los accionistas, las cláusulas de confidencialidad entre las empresas.

En las prisiones privadas se registran mayores índices de violencia y de violaciones a los derechos humanos: ataques contra prisioneros, abuso físico y sexual, agresiones de presos contra presos, motines y fugas, el sufrimiento de quienes padecen de alguna enfermedad y no son bien atendidos por el ajuste de los gastos médicos.

¡A por nuevos mercados!

Alvin Bronstein es un típico viejo abogado y activista estadounidense, miembro entre otras cosas de la Junta Directiva de Reforma Penal Internacional (PRI).

Impugnador histórico del régimen de las cárceles privadas, Bronstein alerta acerca de un fenómeno de los últimos años: “Las empresas penitenciarias de lucro ponen su atención en el mundo en desarrollo, donde los gobiernos que están bajo presiones financieras extremas, por el manejo de una sobrepoblación extrema y el derrumbe de las prisiones, son un blanco atractivo para los vendedores de la industria de las prisiones privadas”. Con buenas razones, el hombre dice que si en EEUU ocurre lo que ocurre, cuánto peor podría hacerse la situación en las naciones del Tercer Mundo.

Las denuncias acumuladas contra el funcionamiento de las cárceles privadas, sumada a la falta de cumplimiento de las promesas que se hicieron sobre ellas (ahorro de recursos públicos, mejor trato a los presos, disminución de los índices de reincidencia), hicieron que los EEUU viera disminuir el crecimiento del fenómeno.

Pero al igual que ocurre con las industrias contaminantes o el uso de fármacos que son prohibidos en los países centrales, justo cuando en EEUU comienza a desecharse la alternativa de la industria del barrote, ésta amenaza con venirse a América Latina. De hecho, existen centros de reclusión operados por empresas privadas no sólo en EEUU sino en Inglaterra, Escocia, Australia, Sudáfrica, Canadá, Nueva Zelanda y Puerto Rico. Y se acumularon iniciativas para implementar el sistema en países como Costa Rica, Belice, Venezuela, México, Brasil y Chile.

Nunca faltarán lobbies a la hora de alentar esa salida. La presión de los grupos de interés está en el corazón del fenómeno de las cárceles privadas en EEUU y en el de las denuncias que se acumulan. Las empresas penitenciarias forman parte del poderoso Consejo Americano de Intercambio Legislativo y se mostraron cuestión de expandir mercados como las más activas a la hora de sancionar leyes que limitan la libertad condicional y requieren sentencias obligatorias más prolongadas.

Según un informe de Alvin Bronstein, “en estados con poblaciones penitenciarias de crecimiento rápido, empresas como la Corrections Corporation of America y la Wackenhut han contribuido con cientos de miles de dólares a las candidaturas de gobernadores y legisladores estatales (…) También han ofrecido contratos lucrativos de asesoría y empleos a quienes hacen las leyes y a empleados ejecutivos del sector penitenciario, hasta el extremo de fomentar el soborno y la corrupción”.

Chile, el modelo tan bien mirado por la derecha argentina, es uno de los países que, frente a la crisis de su sistema penitenciario, anunció la implementación de la industria del barrote. En un documento redactado por Lucía Dammert y Javiera Díaz, del Programa de Seguridad y Ciudadanía de FLACSO, se menciona que parte de esa crisis se hace visible en encuestas como una realizada por el Centro de Estudios La Tercera, que mostró que el 69% de los chilenos considera que las fugas en las cárceles se deben a la negligencia y corrupción de los gendarmes (servicio penitenciario).

“La respuesta pública frente a esta situación”, dicen Dammert y Díaz, fue poner en marcha ese nuevo sistema que, presuntamente, debe “disminuir el hacinamiento, aumentar la calidad de vida de los presos, disminuir la reincidencia y paralelamente reducir los costos públicos en el mantenimiento de las cárceles”.

Esa vía de solución fue denominada “Modernización del Sistema Carcelario” y se inició en el 2002, con Ricardo Lagos como presidente. “Se inició, entonces, un programa de concesiones que consiste en la construcción de 10 nuevos establecimientos penitenciarios de reclusión con una capacidad total estimada en 16.000 plazas y con una inversión de 280 millones de dólares.

Dicha infraestructura en un principio se construiría en etapas hasta el año 2005”. Hasta el año pasado, prácticamente no hubo avances en el programa, de lo que se puede deducir que algunos chilenos tomaron nota de la experiencia estadounidense a la hora de resistir.

Será que el sufrimiento argentino en cuanto a violación sistemática de los derechos humanos fue y es monstruoso. Será que, a golpe de gatillo fácil y afano, es demasiado el desprestigio de las fuerzas de seguridad y penitenciarias.

Será que algo se ha aprendido en los últimos treinta años de historia que nadie se atreve en vos alta a traer la receta marketinera de las cárceles privadas. Será que hay la suficiente resistencia a la criminalización de la pobreza. La cuestión es que el horno de Argentina no está para nuevas privatizaciones. Pero nunca se sabe, ingeniero.

Datos

Según el Departamento de Justicia, en Estados Unidos hay 690 presos por cada 100.000 habitantes.
En la mayor parte de los países europeos, salvo Rusia, la proporción está por debajo de los 100 por cada 100.000.
La tercera parte de la población adulta masculina de EEUU, 30 millones de personas, está fichada.
Entre 1979 y 1990, los gastos penitenciarios de los EEUU subieron 325% en concepto de funcionamiento y 612% en el rubro construcción

Una ocasión imperdible

LISBOA, Oct (IPS) América Latina tiene por delante una oportunidad enorme de asegurarse un buen ritmo de desarrollo sustentable. Tiene que aprovecharla. George W. Bush y Tony Blair están inevitablemente llegando al final de sus mandatos, sin gloria ni éxito.
Por otro lado, el neo-liberalismo que quisieron implantar a escala universal está dando evidentes señales de agotamiento. El reformismo económico-social-ambiental es el único camino posible que conduce a la paz y al progreso. Pero es absolutamente necesario
que el reformismo moderado (que han adoptado Chile, Argentina, Brasil y
Uruguay, entre otros), no entre en conflicto con el reformismo radical de
países como Venezuela y Bolivia. Es importante para ambos reformismos que
así sea.

El desprestigio de la política de Estados Unidos (y de la Unión Europea (UE)
por omisión y complacencia ante los Estados Unidos), es muy grave para el
Occidente. Explica la arrogancia con la cual algunos países ahora se
permiten desafiar la potencia hegemónica, cuyas fragilidades fueron puestas
a la prueba por Corea del Norte y de Irán, entre otros países y están
favoreciendo un re-alineamiento de las potencias mundiales. No sólo las
potencias llamadas emergentes, los BRICs: Brasil, Rusia, India, China, sino
también Japón, Indonesia, Sudáfrica y, obviamente, América Latina, cuyos
“hispánicos” empiezan a ser una preocupación para el Estados Unidos
protestante, blanco y de lengua inglesa. Véase el último libro de Samuel
Huntington.

La Administración Bush, debido a las dificultades en las que se envolvió en
los últimos años, descuidó un poco la tradicional vigilancia de los Estados
Unidos en relación a sus vecinos del sur. Esto facilitó una cierta evolución
positiva en el plan económico, social y político de la región, sobretodo en
el Mercosur y en los países de la Región Andina. Todo está en desarrollo
acelerado y se presiente un esfuerzo de integración solidaria con el claro
respeto de las identidades nacionales que parece ser un buen presagio.

El modelo de libre-comercio igual a democracia está cayendo en desuso,
cediendo el paso a tesis reformistas, moderadas y radicales. Parece que las
reformistas tienen más visibilidad internacional, aunque talvez no se
revelen, en los próximos años, como las más eficaces

Pero no hay duda de que la importancia dada a un modelo económico
sustentable, con una auténtica dimensión social para así fomentar sociedades
más igualitarias y justas, y una dimensión ambiental, tan decisivamente
importante hoy para la supervivencia del planeta, tiende a aproximar a los
países latinoamericanos a la UE, lo que considero, como portugués, ibérico y
europeo extremamente provechoso para ambas partes.

Estoy convencido de que España y Portugal tendrán ahí un papel importante y
que la presidencia portuguesa de la UE, que tendrá lugar en el segundo
semestre del 2007, hará todo lo que esté a su alcance para estimular las
relaciones de solidaridad entre América Latina (y no sólo Mercosur) y la UE.

No olvidemos que la gran mayoría de los países latinoamericanos habla
español o portugués, idiomas cercanos y comprensibles entre ellos, lo que
hoy constituye un conjunto lingüístico en expansión, hablado por cerca de
800 millones de seres humanos (220 millones portugués, 550 millones
español), en los cinco continentes, lo que representa más de la décima parte
de la población de la población mundial.

Es probable que entretanto la situación internacional registre una
distensión. Si como creo es posible evitar el conflicto entre Irán y Estados
Unidos a través de negociaciones, en una primera fase mediadas por la Unión;
si la intervención, bajo el patrocinio de las Naciones Unidas en El Líbano,
alienta una solución de paz, que conviene vitalmente a Israel, hasta para
facilitar el regreso indispensable al diálogo entre Israel y Palestina, sin
el cual no habrá paz, estabilidad ni progreso en el Medio Oriente; si la
presidencia alemana de la Unión, en el primer semestre de 2007, dá, como
espero, un nuevo impulso a la construcción europea, es muy posible que se
asista a una distensión internacional, muy necesaria para estimular la
economía mundial, tan afectada con el crecimiento en flecha del precio del
petróleo.

De la capacidad de los dirigentes latinoamericanos para establecer un puente
de convergencia entre los dos reformismos puede depender la abertura de una
oportunidad única para toda la región. Con la solidariedad ibérica y,
consecuentemente, de la UE, podrá tomar impulso en la región un nuevo ciclo
de afirmación y progreso que tanto necesita el mundo tan conturbado e
inseguro de nuestro siglo XXI. (FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Mario Soares, Presidente de Portugal en el período 1986-1996

Carta al Embajador de los Estados Unidos

Estimado Embajador Douglas Barclay:
He leído atentamente su discurso pronunciado en el foro “Logros de El Salvador: cómo mantenerlos”, patro-cinado por FUSADES y sin duda, que se trata de un importante documento que recoge los elementos políticos que, a su juicio, lo llevan a afirmar correctamente, que estamos viviendo un momento “Crítico para El Salvador”.
Usted ha tocado, Señor Embajador, una serie de aspectos sobre los cuales se piensa, se discute, se propone y se indigna una parte importante del pueblo salvadoreño y, aunque hubiera deseado que abordara la determinante Crisis Ambiental de la sociedad salvadoreña, lo cierto es que los temas abordados por usted describen el momento actual de nuestra sociedad y resulta evidente, estimado Embajador, su esfuerzo por presentarlos de manera clara, ordenada y rotunda.
Es cierto que El Salvador ha cambiado desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, y es también cierto que ese cambio se acentúa antes de la firma de ese acuerdo político porque la guerra constituye el acontecimiento político más importante de nuestra historia republicana. Los avances referidos al Sistema Político no alcanzaron a reformar sustancialmente los fundamentos económicos de la sociedad y por eso, estimado Señor Embajador, aun cuando hay un aumento en la producción de la riqueza también hay un aumento en la producción de la pobreza y, de esta manera, toda la ayuda que su gobierno ha dado al gobierno de El Salvador parece fugarse en los pliegues de una realidad que sigue dictando su voluntad y así, la riqueza continúa produciendo pobreza.
El tema de la violencia criminal no es la mejor parte de su discurso, aunque, es la de mayores resonancias por sus pesos coyunturales y por sus impactos; usted sabe muy bien que el abordaje unilateralmente policial no es el camino demostrable de abordaje correcto tampoco es un tema cuantitativo ni de mayor control, y por eso es importante, que se escuchen opiniones y pareceres de todos los entornos, más allá del jardín gubernamental, para no seguir agotando en el aguijón de la vida, sucesivas políticas o tácticas. Este es el presupuesto para lograr un programa unificado, completo e integral sobre este tema.
La parte medular de su discurso se sitúa, en mi opinión, en los recursos que el gobierno necesita y aquí está tocando el problema esencial de la actual administración, porque si el gobierno no cuenta con los fondos necesarios pues tampoco tendrá políticas sociales ni políticas antidelincuenciales y tampoco contará con gobernabilidad y esto remonta, con mucho, al áspero tema de la delincuencia y nos sitúa en el candente tema de la Hacienda Pública.
Es fundamental su opinión cuando dice que “las personas y los empresarios deben pagar los impuestos que deben, ahora” porque aquí, estimado Embajador, funciona una grieta insuperable hasta ahora, de crisis gubernamental, y en verdad, con solo que se lograran niveles racionales de justicia tributaria y de sana administración del tributo, se construiría un nuevo rostro para el país y se reduciría el inmenso flujo de seres humanos que viajan hacia el norte, hacia su país Embajador, y que ahora tendrán que salvar un inútil, largo y culebreante muro. En este tema tributario hay mejorías y avances pero no debe haber espacio para “gorrones” porque nadie debe robarle a nadie la posibilidad de un mejor futuro. Coincidimos plenamente, en que pagar los impuestos como debe ser, es el primer paso para exigir un manejo probo de los mismos y esto debe ser ley para débiles y poderosos. Hasta ahora no ha sido así.
Hizo muy bien en tocar el tema de La Transparencia y La Ética en la administración pública porque éste es un agobiante problema en pleno crecimiento, por momentos parece insuperable y estalla y restalla en las interioridades del aparato gubernamental quebrando la confianza social en la gestión pública. La lucha contra este mal lacerante supone un trabajo político muy participativo, multicolor, muy ciudadano y muy patriótico.
Señor Embajador, los y las salvadoreñas sabemos de las cosas a las que usted se refirió en su discurso, pero es importante que usted las repita aun cuando lo haga en vísperas de retirarse del país, porque siempre hacen falta opiniones francas e inteligentes para que logren ser oportunas.
Cuando usted afirma que “no podemos solucionar sus problemas” además de ser una inmensa verdad, sitúa al país y a sus sectores más poderosos, en el terreno de la realidad más real porque si nuestra sociedad va a superar La Crisis Civilizatoria en que se encuentra ha de hacer acopio de todas sus energías y responsabilidades. No hay nada más peligroso para un país que entregar a otro sus sueños, esperanzas, problemas y posibilidades; por eso, el recordatorio final que usted nos hace resulta útil e importante porque los problemas de El Salvador no son los de Estados Unidos y los problemas de los Estados Unidos no deben ni pueden ser los problemas de El Salvador. Esto está claramente expuesto, Señor Embajador, y es una parte con bastante luz en su discurso. Compartimos la confianza, que usted dice tener, en nuestro país y en la capacidad de trabajo de los y las salvadoreñas. Mi pueblo es constructor de esperanzas que, día a día, se cincelan en la lucha cotidiana por la vida.
Le deseo muchos éxitos en su vida diplomática y espero que su permanencia entre nosotros sea un puente saludable entre dos pueblos que pueden convivir en la armonía y entendimientos que las realidades compartidas apremian.

Sobre el centralismo democrático

CUADERNO No. 6
SOBRE EL CENTRALISMO DEMOCRÁTICO
Lenin encontró que para el funcionamiento interno de este Partido proletario es el Centralismo
Democrático la base de su funcionamiento.
Estaba diciendo que la proletarización del Partido es una práctica integral. Se trata de dominar la teoría
del Marxismo-Leninismo que es la teoría del proletariado. Pero además ponerla en práctica y tomar conciencia y
practica de su proletarización. Para esto no basta con sólo el elemento del porcentaje del proletariado dentro del
Partido, sino que además este Partido debe asumir las características principales del proletariado. Asumir los
objetivos fundamentales del proletariado como su causa propia. Proletarización significa no sólo la teoría
Marxista, sino que su práctica y además los intereses del proletariado por parte del partido y tomar las cualidades
fundamentales del proletariado.
Con ese concepto Lenin concibió la base del funcionamiento de este partido proletario revolucionario
en el Centralismo Democrático. Fíjense que Centralismo Democrático está integrado por la combinación de dos
elementos: el elemento de la Centralización férrea Leninista del Partido y el elemento de su funcionamiento
democrático, ambos aspectos dialécticamente combinados.
El Partido del proletariado tiene que ser estrictamente centralizado en todos los aspectos; en primer
lugar, una centralización que parte de su ideología, una sola centralización en ideología. En su línea general
estratégica, político-militar, en la aplicación práctica política y militar de esta línea, tiene que venir de un sólo
centro, es decir debe haber una Unidad Ideológica, una Unidad Política, basada en una sola línea estratégica
político-militar revolucionaría y eso permite cohesionar a todos los miembros y organismos del Partido en una
sola voluntad y en una sola dirección de acción. En ese sentido, dentro del partido del proletariado no se permite
la formación de fracciones ni de grupos que estén al margen de la Dirección Centralizada y en eso el Partido del
Proletariado se distingue de todos los Partidos pequeño-burgueses que están formados por agrupamientos
diferentes dentro de si. En el Partido hay una sola ideología, una única línea, que cohesionan en una sola
voluntad y en una sola dirección de acción de todos sus miembros.
Firme Centralización
En el Partido no se permiten fracciones ni grupos que puedan conformar corrientes y eso es lo que le
diferencia a los partidos pequeño burgueses. El Partido de la Clase Obrera no permite corrientes en su seno.
Los partidos pequeño-burgueses tienen un montón de corrientes. Son conjuntos formados por
pensamientos diversos. El partido del proletariado no admite corrientes, no admite grupos internos, ni admite
fracciones. Hay diferentes escalones en un proceso para llegar a formar fracción: primero se forman
pensamientos diversos y luego se forman agrupamientos pequeños o grandes y finalmente se forma la fracción,
que es ya convertir una corriente y grupo que surja en otro centro paralelo. Dotarlo de otra dirección, paralela a
la Dirección Central. Al margen de la Dirección Central, el agrupamiento fraccional se va formando por
individuos que coinciden en una corriente diferente del pensamiento y de la línea estratégica o táctica y van
coincidiendo, van formando un círculo y finalmente adquieren una dirección reaccionaria paralela a la dirección
central.
Elementos básicos del Centralismo del Partido es que ningún miembro de dirección ni de base puede,
dentro la centralización proletaria de la organización, hacer propaganda a sus propios puntos de vista que no
estén expresando los acuerdos, la línea y los puntos de vista y decisiones tomadas por el Comando Central y el
Consejo.
Los acuerdos fundamentales de línea los toma el Consejo. Allí comienza la centralización. El Comando
Central los aplica, plasmándolos en las líneas políticas en cada momento determinado y la Comisión Política
ejecuta los acuerdos del Comando-Central. Ningún miembro de partido, ni de la Comisión Política, ni del
Comando Central, puede salirse de los acuerdos que toma en determinados momentos el Comando Central, ni
andar propagando su propio punto de vista que no esté de acuerdo con ellos. Sino que es el Comando Central en
su conjunto el que debe aprobar una línea y no cada miembro propagar su propio punto de vista: ya sea la
Comisión Política, ya sean Comisiones, o ya sean simples miembros, porque entonces esto conduce a una
fragmentación que debilita totalmente al Partido. La condición centralizada estrictamente del Partido es lo que le
da precisamente su potencia de fuerzas, porque une todas las voluntades en su torrente común de lucha contra el
Imperialismo y contra los enemigos internos. Eso es lo que hace precisamente que sea una organización de una
calidad superior, esta centralización, esta voluntad única: aún cuando algún compañero no esté convencido
totalmente digamos de la línea, de algún punto de esta línea. Eso es posible, pero lo que une es precisamente que
está comprometido a cumplir esa línea como los demás, con todo el entusiasmo. Por eso es importante el
conocimiento que se adquiere de la base, luego la discusión colectiva, luego la toma de determinaciones básicas
a través del CENTRALISMO DEMOCRÁTICO. Muchos acuerdos se toman por unanimidad, pero cuando no se
logra un acuerdo, se toma por votación y la minoría tiene que acatar ese acuerdo aunque no haya estado de
acuerdo con él. Por ejemplo, yo he sido el más abierto defensor de una propuesta y estoy seguro de que esa
propuesta es la correcta, entonces yo honestamente tengo la obligación de aportar todos los elementos necesarios
para que esa propuesta sea tomada como decisión y no haría bien si en forma liberal me plegara desde el
principio sin aportar los elementos que puedan ayudar a comprender que esa es la propuesta correcta. No haría
bien si me plegara en forma liberal para no contradecir a los compañeros. No haría bien en no defender con
argumentos, con análisis, con informes, la propuesta que yo considero honestamente correcta. Pero media vez se
tome la votación (y eso vale para todos los órganos del Partido), media vez se toma la votación, si mi propuesta
no ha sido aceptada, desde ese momento yo tengo que ser el más entusiasta aplicador de la decisión que ha sido
tomada. Esa es la condición de cohesión dentro del Partido, no importa que yo no esté convencido de que esa
propuesta ha sido correcta o no ha sido correcta, porque en el Partido del Proletariado se adopta el principio
dialéctico de que es la vida, la práctica la que demuestra cuáles cosas son correctas y cuáles cosas son
incorrectas. Desde ese momento que se ha tomado un acuerdo, los compañeros que tenían una propuesta que
quedó en minoría, tienen dos deberes fundamentales:
1. Aplicar aquella línea, con todo el entusiasmo; es decir no regatear la aplicación porque entonces sale
perjudicada la línea tomada, sino que aplicarla con entusiasmo como si yo hubiera estado convencido desde el
principio, como si yo hubiera hecho esa propuesta.
2. Ponerme “zipper” en la boca y no andar propagando mi propuesta anterior, sino dejar que sea la vida
la que demuestre que yo tenía la razón, o que no tenía razón y entonces el Partido sale ganado, ya sea en uno o
en otro caso.
Si yo tenía razón, es valioso que yo pueda precisamente en los balances exponer. Es decir, nuevamente
cuando se vuelva a hacer la síntesis; pero no estar fregando a cada momento, ni andar regando mi punto de vista
contrario a los acuerdos del Co-Cen o de los otros organismos, ni volviendo a pedir consideraciones en todas las
reuniones; sino que ya, cuando la vida ha demostrado la certeza o lo no justo. Entonces, cuando se llegan los
balances de la aplicación de las líneas, allí se ven las debilidades y los aciertos y entonces, allí les puedo decir yo
a los compañeros, “Miren, fíjense, que la propuesta que yo hice, era por esto y por esto y el acuerdo tomado no
ha marchado mucho y no es porque no hayamos puestos entusiasmo, sino que porque realmente lo que se acordó
tal vez no era lo más adecuado, sino que era esto y esto”. Entonces volver a exponer y eso es valioso, porque en
esa purificación de línea, como ya decíamos, de la masa hacia la dirección y luego, nuevamente de la dirección a
su aplicación en la masa, y en 1a vida, viene nuevamente su consideración, su balance, para poder sacar la línea
más depurada y luego otra vez se va a la práctica.
Entonces esa sabiduría que va adquiriendo la dirección, tiene como condición que se cumplan los
acuerdos y que no antojadizamente se anden propagando líneas que se consideran que para el futuro van a ser las
mejores, pero que en un momento determinado están vigentes los acuerdos del Comando Central en cuanto a la
aplicación de una línea determinada. Entonces el Centralismo-Democrático tiene ese elemento que es el de la
supeditación de la minoría a la mayoría.
Otro elemento que tiene el Centralismo es el que ya dije, que no permite direcciones paralelas. El que
abandera o fomenta una corriente o fracción dentro del Partido, está cometiendo traición. El Partido no permite
en lo absoluto que se formen direcciones paralelas, centros de dirección paralelo. El partido no puede permitir
dos direcciones. Debe realizarse la lucha ideológica que permita rescatar o hacer entrar el Centralismo
Democrático a aquellos que puedan inclinarse a formar una Fracción, y en último caso no se puede admitir que
funcione una fracción.
Y en un Partido en guerra, precisamente eso es un daño todavía mucho mayor que se le hace al Partido
y a la revolución.
Supeditación de los organismos inferiores a los superiores y de lo individual a lo colectivo
El otro elemento es la Supeditación de los organismos inferiores a los superiores. El Co-Cen, Comando
Central, está completamente supeditado a los acuerdos del Consejo, e incluso es el Consejo el que elige al
Comando Central. E1 Comando Central en el momento en que considere que es necesario.
Luego, la supeditación de la Comisión Política al Comando Central. La Comisión Política no puede
traspasar los acuerdos del Comando Central, sino que está supeditada a esos acuerdos. El Comando Central tiene
sus instrumentos de trabajo que son las Comisiones Nacionales. Las Comisiones Nacionales están supeditadas al
Comando Central y en su efecto, es decir cuando el Comando no está reunido, están supeditadas a la Comisión
Política. Luego; las direcciones de zonas, de subzonas, y los demás de localidad, etc. en su orden, y finalmente
las células, están supeditadas a sus direcciones inmediatas y a los órganos superiores.
Entonces la Centralización es una centralización que viene desde el órgano superior Consejo y Co-Cen,
que son la suprema dirección central; luego comisiones políticas, comisiones nacionales, que son instrumentos
de trabajo del Co-Cen, y luego direcciones zonales, direcciones subzonales y células. Dentro de las células a
veces se habla de formar células madres. Realmente las células no son órganos de dirección, son la base. A
veces, por necesidad, la célula comienza en un periodo provisional, tal vez como a crear otra célula, pero una
célula no es órgano de dirección interno de partido, sino que la célula o las células tienen que depender de sus
respectivos organismos, ya sea subzona, ya sea comisiones de población,
municipales, ya sea por dirección de Partido de barrio, o incluso una dirección de partido en una fábrica en
donde ya tengamos 5, 6, 7, 8 células. Entonces, si, pero una célula para otra no es órgano de dirección.
La Célula es la base del Partido. Así va la supeditación a los órganos superiores de los órganos
inferiores hacia los superiores y esto forma la centralización. Los acuerdos del Consejo, del Co-Cen, de la
Comisión Política en aplicaciones de los del Co-Cen, tienen que ser aplicados estricta mente por las direcciones
de zona, luego las direcciones de subzona tienen que acatar los acuerdos de las direcciones de zona y así
sucesivamente, y las células tienen que acatar los acuerdos de sus órganos de dirección central y de los órganos
de dirección intermedia.
Esa es la dinámica del funcionamiento del Centralismo en el aspecto orgánico. Luego viene otro
aspecto que es el siguiente: la supeditación del individuo al colectivo, ese es el otro aspecto del Centralismo
Democrático; es decir que no son los intereses del individuo los que tienen que primar sobre los intereses del
colectivo, sino que éste tiene que sujetarse a los intereses colectivos, los intereses personales tienen que
supeditarse a los intereses del Partido y a los intereses del colectivo. Es decir, el individuo está supeditado al
colectivo. Ese es otro aspecto del Centralismo Democrático.
El Partido del Proletariado tiene no sólo el carácter de Centralización estricta, de disciplina estricta, de
disciplina férrea conciente y voluntaria. A veces hay quienes no interpretan bien lo de voluntario; Es lo
siguiente: DESDE EL MOMENTO EN QUE ENTRA UNO AL PARTIDO, VOLUNTARIAMENTE TOMA
DETERMINADAS OBLIGACIONES, SUPEDITA SUS INTERESES AL COLECTIVO, LLEVA A CABO
ESTRICTAMENTE LA LÍNEA DE LA ORGANIZACIÓN, etc. Es decir toma todas esas obligaciones
voluntaria y conscientemente. De allí que la disciplina, aunque uno no está de acuerdo con algo, la disciplina
tiene que llevarla a cabo en forma estricta por conciencia, porque uno está conciente de que si no, se debilita el
partido. Si cada uno, cada persona dentro del Partido tuviera la posibilidad de llevar a cabo su propio punto de
vista, entonces aquí no hay partido. Por eso, la disciplina tiene que ser estricta, basada en la conciencia
revolucionaria, adquirida al entrar al Partido y en la voluntad que uno ha demostrado al entrar al Partido.
Disciplina basada en la conciencia, no significa que uno está escogiendo qué acuerdo aplicarla “porque no tengo
voluntad de aplicar esto o voluntad de aplicar este otro”. Eso seria prácticamente no tener partido, no haber
disciplina única para todos. Significaría tener tantas disciplinas cuantos individuos tiene el partido.
Disciplina Férrea y Única
Y hay otro elemento en cuanto a la conciencia y a la disposición: que esta disciplina es incondicional.
Incondicional, porque se basa en las normas de funcionamiento de los organismos. Eso es bien lógico, porque si
una persona pone condiciones, eso quiere decir que allí realmente no hay centralización, ni hay disciplina. Si yo
pongo condiciones, por ejemplo de que “este acuerdo lo voy a aplicar bien, pero éste otro lo voy a aplicar pero
con estas y estas condiciones o no lo voy a aplicar, o lo aplico si previamente se cumplen estas condiciones”,
realmente no habría centralización, ni habría partido verdadero. Por eso el Centralismo exige disciplina férrea,
incondicional, basada en la conciencia revolucionaria y en la voluntad revolucionaria y además se combinan
estas características de la centralización con el funcionamiento democrático.
Funcionamiento Democrático
¿Qué quiere decir funcionamiento democrático? Que los organismos y los miebbros así como tienen
deberes, tienen también determinados derechos democráticos. Por ejemplo, dentro de los estatutos se establece:
los miembros tienen derecho a ser electos para los distintos cargos, para los cuales muestran capacidad debida.
Según los estatutos, desde los dos años de ser miembro del Partido, puede ser electo para consejal y por
tanto, el Consejo puede elegirlo para miembro del Comando Central, Comisión Política, etc. Ese es un derecho
de los miembros, el derecho de que se le confía por parte del Partido los cargos de responsabilidad, de
comenzando por la célula y demás cargos de responsabilidad para los que hayan demostrado capacidad y
disposición efectiva en la práctica. Esto es una cosa de vital importancia para el Partido. El Partido sólo puede
tener una vida dinámica si se va vigorizando con los cuadros, con los miembros más concientes, activos y
entregados a los intereses de su pueblo; si se va vigorizando y fortaleciendo. Una de las características
principales de las FPL, por la cual el enemigo no la pudo destruir ni siquiera en sus primeros años, cuando era
apenas un pequeño grupo de compañeros, es que su Dirección se ha ido renovando con sangre extraída de la
propia lucha, con fuerzas nuevas con compañeros que se han ido forjando en el sacrificio de la guerra y se han
ido convirtiendo en jefes, en dirigentes.
Las FPL tuvo su gran vitalidad por eso, porque su núcleo inicial se fue renovando con los nuevos
compañeros, enriqueciéndose (no era un grupo cerrado), con los compañeros revolucionarios que se iban
forjando en la lucha. Así fue como el compañero Felipe Peña, compañera Eva, Chico, distintos compañeros,
fueron fortaleciendo los órganos, las comisiones de dirección, y de esa manera nuestra organización pudo
transpasar los ciclos más difíciles.
Ahora estamos en guerra, ahora ese proceso es bastante más difícil, porque la renovación tenemos que
hacerla a través de los estatutos que aún no preveen totalmente la situación en la cual el Consejo no pueda
reunirse. Pero esa situación si se prolonga mucho tiempo, puede conducir a aniquilar los órganos de dirección, a
que un pequeño número de compañeros tenga sobre si enormes responsabilidades e incluso que se vayan
desfazando de la situación, que se vayan burocratizando, sin tener el contacto vivificante de nuevos miembros
que la misma revolución ha ido dando.
Este es verdaderamente un peligro para nuestra organización: el aniquilamiento de su dirección, el no
renovamiento con los nuevos revolucionarios que se han distinguido en las FAPL, en las FPL y entre las masas.
Entonces una cosa importante es el problema de los cuadros para el desarrollo del Centralismo Democrático,
para la misma aplicación de la Democracia, porque cada compañero tiene el derecho, no sólo la obligación
propia, sino el derecho de que el Partido le dé las condiciones para ir ampliando sus conocimientos,
preparándose práctica y teóricamente más y también con mayores responsabilidades que le permitan irse
desarrollando como cuadro.
Por eso, la política de cuadros es una de las cosas fundamentales para llevar a cabo los derechos
democráticos de los mismos.
Otro es el derecho a que no se cometan injusticias contra un miembro. Por eso, por ejemplo, en la escala
de penas, de sanciones se establece que cada compañero tiene derecho a defenderse de los cargos graves, por
ejemplo la suspención, pero más todavía la expulsión o sea quitarle el grado de miembro a un compañero, se ha
previsto dentro de los estatutos (precisamente para garantía de los derechos democráticos de los miembros), que
la expulsión como miembro, es decir bajarlo de calidad de miembro a aspirante o a colaborador sólo puede ser
puesto en práctica después de haber sido estudiado por la Comisión Política.
El grado de miembro se lo puede dar la Comisión de Organización e incluso el órgano superior de las
células en consulta con la Comisión de Organización: pero la separación de un miembro o sea la expulsión
temporal o definitiva de un miembro de la organización, eso tiene que ser sobre la base de un juicio, más bien
dicho, que se estudie el caso en forma seria, que se lo dé oportunidad al compañero o compañera de exponer su
defensa y de que sólo puede ser últimamente aprobado por una última instancia que es la Comisión Política; de
manera que cuando una célula puede llegar a determinar y decir “bueno este compañero no merece ser
miembro”, debe pasar el caso con su opinión a un organismo superior, digamos su subzona o su zona o la
Comisión que la dirige y esta Comisión también podría llegar a la conclusión de que la opinión colectiva de los
compañeros es correcta y pasarlo entonces a la Comisión de Organización. Pero la expulsión tiene un último
término: hay una instancia que es la Comisión Política. Eso es parte de los derechos democráticos.
Interrelación entre Dirección y Base
Pero en lo democrático también está la siguiente: la necesidad de la fluidez de los acuerdos; es decir que
como ya vimos, esto va en dos sentidos: que las direcciones tienen que conocer, tienen que tratar de consultar, de
recoger desde las raízes, desde las bases y de direcciones intermedias, la situación, su opinión sobre las
cuestiones modulares, para poder recogerlas en la elaboración de las decisiones básicas y al mismo tiempo hacer
llega éstas a las direcciones intermedias y bases. Esto significa una fluidez en la comunicación y funcionamiento.
Es decir, esto no es un embudo de abajo para arriba, que la dirección sólo recibe, sino que también a su vez es
una obligación de la dirección de mantener informada de los acuerdos medulares y de la situación a la base y a
sus órganos, a todos los órganos. Muchas cosas naturalmente tienen que ser informadas compartimentadamente,
de acuerdo con las tareas y misiones que tenga cada escalón. Pero la Dirección Central, tiene la obligación de
estar manteniendo informado de la situación política, de la situación general, a las bases y a los organismos
intermedios, para que éstos pueden cumplir mejor sus tareas, porque por ejemplo: Aparece Radio Venceremos
diciendo que se van a hacer negociaciones dentro de 8 días o que estamos dispuestos a hacer una negociación,
inmediata sin condiciones, etc. Entonces, ¿Cómo van a aplicar la línea de nuestra organización o saber si nuestra
organización tiene exacta ese pensamiento como organización, cómo van a aplicar nuestra línea los miembros,
los cuadros, si no tienen la argumentación, los elementos que la organización tiene para toma determinada línea?
Allí está obligada la Dirección Nacional a dar aquellos elementos que no sean secretos, secretos de guerra, y sin
descompartimentar, para dar todos aquellos elementos para que los compañeros dinámicamente cumplan la línea
correcta de la organización, para que no se dejen confundir por determinados compañeros que vienen de otras
corrientes, que expresen puntos de vista que no son de nuestra organización.
Los órganos internos deben de tener el sello de la Organización y que deben tener los canales de orientación de
la Dirección, para mantener las propias características y la propia imagen y la orientación cómo organización,
como el Partido del Proletariado.
La Identidad de Partido
Es vital que la gente de nuestra Organización, cuando lea algo que es de la Organización, vea que es de
la Organización del Proletariado, de nosotros, que se está guiando por nuestra línea, de su dirección, porque
todavía no nos hemos fundido 5 direcciones en una sola, sino que todavía para nosotros el Centralismo es el
Consejo, el Comando Central, la Comisión Política de las FPL. No es la Comisión Política del PRTC, del ERP.
Ellos tienen su comisión política propia, su propia centralización y la obligación de acatar los acuerdos de “su”
dirección, mientras todavía tengan funcionamiento como Partido.
Mientras nosotros tengamos funcionamiento como Partido, y precisamente la tarea más grande es que
ese funcionamiento sea del verdadero Partido Marxista-Leninista, para nosotros la voz que vale es la voz de
nuestros órganos de dirección y entonces mal haríamos nosotros por ejemplo, si en un documento del Comando
Central o del Consejo o de la Comisión Política para nuestros miembros y como parte de nuestra vida interna,
mal haríamos con comenzar diciendo: “El FMLN-FDR ha acordado tal cosa y, por tanto,”etc., y solo referirse a
los argumentos y acuerdos del FMLN-FDR, eludiendo la obligación de orientar como Partido a su membresía.
Con tal método despersonalizaríamos totalmente por dentro a nuestra organización, disminuiríamos la mística de
nuestra organización y desacostumbraríamos la obligación de nuestros miembros de acatar sólo las órdenes de
nuestra Comisión Política y del Comando Central. La misma Comisión Política estaría despersonalizándose ante
sus miembros porque es Comisión Política de las FPL, no es un conducto político general. Todavía,
lamentablemente, no se ha podido, ni se podrá formar por ejemplo en pocos meses, el Partido Único de la
Revolución. Tenemos la situación de que hay cinco comisiones políticas diferentes, cinco direcciones nacionales
diferentes y no sabemos si también hay cinco consejos o congresos diferentes. Entonces tenemos que ser serios
en cuanto a dar la personalidad de nuestra propia dirección y de nuestra propia organización.
Y nuestros miembros lo que tienen que acatar son los acuerdos de nuestra Organización y no los
acuerdos genéricos que nos vengan por los distintos radios, sino que es nuestra Organización la que va a decir si
tales acuerdos del FMLN son correctos y si nosotros nos hemos comprometidos, y sólo cuando nuestra dirección
diga que esos acuerdos han sido ya tomados como propios por nuestro partido, por nuestra organización, sólo
entonces nuestros compañeros saben que están cumpliendo bien. Por esto debe de haber una interrelación, la
fluidez de las comunicaciones de abajo hacia arriba para capacitar a nuestra dirección de tomar buenas
decisiones y la fluidez también en sentido contrario: de que nuestra dirección tiene la obligación de mantener
informado de sus enfoques, de sus acuerdos y de sus razones a la base, a las direcciones intermedias, a las
comisiones, etc. Omitiendo, naturalmente lo secreto y compartimentado. Pero dotando a los organismos, cuadros
y miembros de los elementos y argumentos necesarios que les permitan aplicar, defender y llevar a las masas la
orientación del partido. Ese es parte del funcionamiento democrático.
Entonces como ven, ya vamos a agotar los elementos fundamentales de Centralización, ya vimos
también algunos elementos fundamentales de lo democrático. Faltaría aquí expresar lo siguiente: en lo
democrático el Partido debe funcionar de tal manera que dé la posibilidad de que todos los miembros participen
en la elaboración de los acuerdos fundamentales. Todavía, nosotros no hemos llegado a tener Congreso.
Congreso es diferente que Consejo. Nosotros tuvimos que formar Consejo porque no había posibilidad de
Congreso, además posiblemente ya va a ser posible en una reestructuración de Estatutos, porque el Congreso le
da un carácter más democrático a la voluntad, a la opinión de sus miembros.
Consejo Revolucionario y Congreso
El Consejo Revolucionario es electo por el mismo Consejo. ¿En que sentido? Al consejo todos los
consejales tienen derecho a presentar candidaturas para nuevos consejales y el mismo consejo elige a los
consejales, después de la valoración de los candidatos presentados.
El Congreso es diferente. En el Congreso las condiciones son más democráticas; el Consejo es más
centralizado, sus elecciones también. Pero el Congreso es centralizado con mayores elementos democráticos.
¿Qué quiere decir eso? Al Congreso tienen que asistir naturalmente los miembros del Comando Central con
derecho propio. Pero no es el Congreso el que elige, sino que son los órganos y las bases las que eligen sus
representantes al Congreso.
Por ejemplo cada número determinado de células eligen a un congresal. La elección es en la base. Este
Congreso está formado por congresistas electos en las bases y no electos allá arriba, sino que van enviados de
aquí.
Las Direcciones de Zona tiene derecho a elegir uno o dos y en la elección en la base tienen que
aquilatarse cuál es el mejor compañero que se va al Congreso. Así es como se forma el Congreso.
Nuestra organización posiblemente necesite ya, que los que tengan honor de ser congresales, sean
escogidos por sus propios compañeros en elección. Así los que pasen a ser miembros del Co-Cen (o Comité
Central), y de la Comisión Política han sido previamente aquilatados por los organismos y las bases.
Esto es una ampliación del elemento democrático dentro de lo que se llama Centralismo Democrático.
Como vemos, el Centralismo Democrático es una combinación que lleva dos elementos lo más dialécticamente
posible y armónicamente posible combinados: los elementos de centralización estricta y los elementos
democráticos que permiten a la membresía expresar también su voluntad a través de las decisiones tomadas por
los órganos supremos.
En este sistema, esa expresión de la voluntad de las bases es mucho más clara, mucho más fresca: pero
además deben de darse mecanismos para que las células y los organismos intermedios hagan propuestas, que
puedan hacer llegar sus opiniones, sus sugerencias y sus criticas hasta los órganos que correspondan. Eso no es
sólo un deber, sino también un derecho y por tanto deben de establecerse los mecanismos que puedan conducir la
opinión de las células y de los organismos a la Dirección. De lo contrario si no se lleva a cabo esta regla
democrática, la dirección se convierte en algo enquistado en sí mismo, en una dirección separada digamos del
pensamiento de la membresía y de los problemas reales que existen.
El Partido en Guerra Popular
Aquí es necesario tomar en cuenta un elemento que no es antojadizo, sino que es de la propia realidad
de la lucha y del propio proceso: nuestro Partido, las FPL, y en su conversión en el Partido Marxista-Leninista,
es un Partido en guerra, es un Partido que tiene que dirigir lo militar, lo político y lo externo, pero dentro de una
guerra popular, encarnizada, cruel. Que tiene que conducir hasta la victoria dentro de las situaciones sumamente
complejas de la zona y de nuestro proceso. Esto hace que algunos aspectos democráticos se vean limitados y no
es posible cumplirlos con toda amplitud, pero es que no es lo mismo en un momento en que hay bastante
posibilidad de moverse libremente de salir a plazas publicas, de organizarse en lo abierto bastante ampliamente,
que cuando los escuadrones fascistas andan tratando de adivinarlo hasta en los ojos a la gente, que si esta gente
es progresista para matarla. No es lo mismo.
En tales condiciones, algunos elementos básicos de la vida del Partido tienen que acentuarse más: la
clandestinidad tiene que ser muchísmo más estricta, la secretividad tiene que ser muchisimo más estricta, las
reglas de seguridad y compartimentación tienen que ser más estrictas que en tiempos que podría llamar
“normales”. No es la mismo como se manifiesta y se mueve un Partido abierto y legal.
No es lo mismo como se puede mover un Partido Marxista de la clase obrera en donde muchas de las
reglas de compartimentación no son tan necesarias, que lo que debe hacerse por ejemplo en El Salvador. Es una
distancia como de la luna a la tierra, o quizás mayor de la luna, la del sol, una distancia enorme.
La guerra obliga y la guerra es un hecho objetivo que no le estamos inventando. Ya no estamos en
teoría, por suerte, en la cuestión de la guerra; sino que es una verdadera guerra popular. Algunos aspectos
democráticos tienen que limitarse y al mismo tiempo tiene que ampliarse la COMPARTIMENTACION,
CLANDESTINIDAD, SECRETIVIDAD, REGLAS DE SEGURIDAD para todos los organismos, adentro y
fuera. Porque son organismos de este partido, de esta Organización en guerra; son células de un partido en
guerra. Esto hay que tomarlo en cuenta para su funcionamiento.
De lo contrario, este partido sin esas células de partido en guerra, no podría dirigir el proceso de la
guerra y no sólo las células, sino que todos los organismos tienen que considerarse organismos de un Partido en
guerra. No sólo las escuadras, las UV, las FES y todos estos miembros de un partido en guerra, sino que todos
los miembros del partido en las masas o en cualquier tarea que tienen y todos los organismos y sus bases, es
decir, sus células tienen que considerarse que son parte de un partido en Guerra, que tiene que dirigir el proceso
político de lo interno del país en condiciones de una guerra dura, que tiene que dirigir el proceso militar, que
tiene que organizar sus células en el Ejército, entre las milicias en la población en guerra y que tienen que dirigir
el trabajo de un Partido en guerra, en lo externo, en el exterior. Por tanto, las células y miembros de Partido que
se encuentran en el exterior no pueden considerarse en otra situación diferente, que la de un Partido en Guerra, y
por tanto aún cuando el ambiente no sea exactamente igual el de San Salvador sin embargo tienen la obligación
de llevar a cabo las normas estrictas de clandestinidad en su funcionamiento, de compartimentación, etc. Aunque
ellos sientan que actúan “más libremente”.
La compartimentación, las reglas de la clandestinidad, de seguridad, tienen que llevarse a cabo también
en el sector del Partido del exterior. Les voy a poner un ejemplo: Un “pequeño deslize” en cuanto a cuestiones de
seguridad puede costar vida a saber cuantos compañeros. Por ejemplo, uno sabe que un compañero va a salir
mañana de aquí, y le dice a un fulano, “mi compa va a salir mañana para allá”, y esto se riega donde no debe
regarse. ¿Quien garantiza que eso no llegue a los oidos de alguien que esté en infiltración, quién garantiza eso, y
que este compañero al llegar allá inmediatamente lo apartan, lo hagan a un lado y le comiencen un chequeo
mucho mayor, de sus papeles, de sus bolsillos, de todo, y luego lo hagan desaparecer?
Estas, aunque estén en el exterior, son células de un partido en guerra porque la guerra no es sólo contra
los títeres del Imperialismo y los servicios la CIA. Y estos están en todas partes y están bajo el seguimiento, es
espionaje de querer saber, de oír para poder darnos golpes adentro y afuera, donde más nos duela. Por eso es más
necesario que afuera y adentro se lleven a cabo bien las reglas de secretividad. No tenemos derecho a exponer la
vida de compañeros en lo interno y en lo externo y no tenemos derecho en circunscribir nuestra guerra
exclusivamente a los 21.000 km2. Estamos en guerra contra el imperialismo en todo el mundo.
La CIA nos sigue a nosotros en todas partes y el Imperialismo sabe quién es su principal enemigo, cuál
es la fuerza más consecuente, el Imperialismo fundamentalmente considera que las FPL es el enemigo principal
para él, dentro del pueblo.
Las FPL son la Organización a la que considera irreconciliable y como enemigo a muerte. Y lo dice a
cada rato. Porque saben que las FPL-Farabundo Martí están total e indisolublemente comprometidas con la clase
obrera y el campesinado pobre y con los intereses fundamentales del pueblo. Y que aspiran, luchan y lograrán el
honor de convertirse en el verdadero Partido Marxista-Leninista del Proletariado Salvadoreño.
¡REVOLUCIÓN 0 MUERTE!
¡EL PUEBLO ARMADO VENCERÁ!
MARCIAL
Primer Responsable del Comando Central de
las Fuerzas Populares de Liberación FPL – Farabundo Marti

Etnopopulismo

Etnopopulismo

Por Segundo E. Moreno Yánez

En su afán de definir una estrategia política revolucionaria, Lenin explica que el “populismo”, como sistema de ideas, comprende tres rasgos: la concepción del capitalismo como una decadencia o regresión; la originalidad del régimen comunitario campesino bajo una visión armónica, donde la contradicción social brilla por su ausencia; y el desconocimiento de las relaciones existentes entre la intelectualidad populista y los intereses materiales de determinadas clases sociales, que buscan “arrastrar la historia por otra vía”. A estas reflexiones añade Lenin en su artículo “¿A qué herencia renunciamos?” (en: Obras escogidas, vol. I, Moscú, s.d.: 95): “He tenido ya la oportunidad de hacer notar antes (…) que nuestros adversarios revelan una miopía sorprendente al interpretar los términos reaccionario, pequeño burgués, como recursos polémicos, mientras que estas expresiones tienen un sentido filosófico- histórico absolutamente definido”. En los últimos años y gracias a la ausencia de un verdadero pensamiento marxista-leninista, el proyecto romántico del populismo ha devenido hacia una “utopía arcaica”, según la cual las comunidades indígenas (formaciones sociales precapitalistas), como “tipos ideales weberianos”, son modelos de redistribución permanente de la riqueza, ajenas a las contradicciones sociales, plenas de armonía con la “madre” naturaleza. (Cfr. Díaz- Polanco: Indigenismo, populismo y marxismo. México, 1978). Este “etnopopulismo”, debe recordar la advertencia de Lenin (op.cit.: 96) sobre la idealización utópica: “Luchando desde su punto de vista romántico y pequeño burgués contra el capitalismo, el populista (se podría calificar “indigenista”) arroja por la borda todo realismo histórico, al confrontar siempre la realidad del capitalismo con la ficción del orden precapitalista”.
Huérfana de ideología por la desmemoria o ignorancia de las propuestas marxistas, la izquierda latinoamericana ha olvidado al proletario y se ha deslumbrado con el folclor indígena que conlleva el convencimiento racista de una superioridad estética con pretensiones de superioridad moral. El indio, como símbolo de la pureza y del bien, enfrenta a la corrupción capitalista y al malvado neoliberalismo. No fue otro el anuncio de una “new age” nativista, teatralizado por Evo Morales en el escenario de Calasasaya, a los pies de la mal o bien llamada figura de “Huiracocha” que, entre genios alados, domina la “Puerta del Sol”, en Tiahuanaco. Bajo sus lágrimas ornitomorfas, un personaje corpulento del Collasuyo (“poquis colla, mapa colla”, diría el arrogante indio chinchay Guamán Poma), tocado con un gorro de cuatro puntas y vestido al estilo de los recipientes cerámicos Robles Moqo 1B, con solemnidad sacerdotal, y en castellano, anunció a sus oyentes de los “cuatro suyos” la panacea indígena. Recuerde la izquierda que le vivó que es más fácil unir a los pobres bajo el lema de “proletarios del mundo, uníos”, que “indios del mundo, uníos”.