La OTAN mete sus narices en América Latina

La polémica sobre el tipo de relación entre Colombia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está demás. El país sudamericano que es el que mayor asistencia militar estadounidense recibe desde la implementación del Plan Colombia, a principios del 2000, ya le abrió las puertas de América Latina a ese instrumento mundial de intervención luego de actuar, como socio cooperante y bajo bandera española, en la invasión “de las fuerzas aliadas” a Afganistán en octubre de 2001.

Lo que agrava la situación es la decisión del gobierno del presidente José Manuel Santos de subir un peldaño más en la relación con la OTAN abierta por su predecesor Álvaro Uribe, en medio de una contraofensiva estadounidense en el continente que busca recuperar el espacio perdido desde la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), su brazo económico. De hecho, la Alianza Pacífico, que la integran todos los países que tienen firmado Tratado de Libre Comercio (TLCs) con EE.UU., al mismo tiempo es la cobertura para una consolidación de sus posiciones militares.

La decisión colombiana, que será debatida en el Consejo de Seguridad de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) ha pedido de Bolivia, representa también una amenaza real a la revolución bolivariana, permanentemente asediada por la ultraderecha de ese país desde el principio, y para los diálogos de paz que se llevan adelante en La Habana (Cuba).

La situación no sería delicada si no estuviera en vigencia un Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN desde noviembre de 2010, aprobado en la Cumbre de Lisboa, donde en una clara señal de su ingreso al cuarto desplazamiento de su historia desde que fuera creada en 1948, esa fuerza militar multinacional se atribuye al derecho de intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea.

La dimensión del paso que está dando Colombia solo es posible tener en cuenta, además de los elementos señalados líneas arriba, a partir de inscribir los últimos movimientos del imperio en un contexto más amplio y de una manera menos fragmentada. La continuidad de la intervención en Afganistán, donde en más de una década y media no se ha podido derrotar al Talibán y mucho menos desmantelar Al Qaeda, y la presencia militar en Irak, donde jamás se encontró las armas de destrucción masiva que presuntamente tenía Saddam Hussein, así como las amenazas permanentes contra Corea del Norte e Irán y el activo respaldo a la dura represión israelita contra el pueblo palestino, constituyen datos de ese contexto.

Es más, si bien las formas de la intervención en América Latina se muestran, todavía, distintas a las observadas en los continentes de África y Asia, la contraofensiva política y militar de los Estados Unidos contra procesos progresistas y revolucionarios hay que analizarla como parte de una estrategia de dominación de espectro global, cuyo objetivo es garantizar las condiciones de reproducción de un sistema de dominación mundial que, por sus propias contradicciones, no logra encontrar la fórmula “no militar” para salir de la crisis de rotación transnacional del capital que se hace más profunda.

Pero el capital siempre oculta su presencia y la disfraza en discursos e instituciones nacionales e internacionales. Todas, desde el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta la Organización de los Estados Americanos (OEA), pasando por la OTAN, sirven para caminar, respaldados por un amplio despliegue mediático, en la dirección de lograr ciertos niveles de legitimidad.

Los alcances del Nuevo Concepto Estratégico

En la cumbre de Lisboa, en la que participaron 28 estados miembros y 21 asociados, se adoptó por unanimidad el documento presentado por un equipo encabezado por la estadounidense Madeleine Albright, la ultraderechista exsecretaria de Estado del gobierno de Bush a la que Obama le dio su más amplio respaldo a poco de asumir la conducción de la Casa Blanca, en enero de 2009. El “grupo de expertos” estableció los límites del concepto, identificó las amenazas y precisó las cuatro misiones militares del siglo XXI.

El nuevo Concepto Estratégico, el tercero desde el derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el bloque socialista del Este, establece que “La OTAN debe estar dispuesta a desplegar fuerzas militares robustas donde y cuando sea requerido por nuestra seguridad y ayudar a promover seguridad común con nuestros socios alrededor del globo”. Los dos anteriores conceptos de seguridad “guiaron” a las fuerzas militares de la Alianza en los períodos 1991-1999 y 1999-2010. Por lo demás es importante subrayar que ya a partir de 1991, tras el paso de la bipolaridad a la unipolaridad mundial, se van registrando en términos teóricos y prácticos modificaciones en las líneas táctico-estratégicas de la OTAN, que va dejando atrás el concepto de “respuesta flexible” que la acompañó más de cuatro décadas.

Más claro, ni el agua. Con esta redefinición del papel de la OTAN –que se ha constituido desde su fundación, en 1949, en la prolongación de los largos brazos del Pentágono-, las fuerzas militares de la Alianza –que es otra manera de camuflar la hegemonía estadounidense- pueden intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que consideren necesario o suficiente.

No hay que olvidar que la OTAN surgió poco después de culminada la II Guerra Mundial con el objetivo de neutralizar la influencia de la URSS en Europa y cuyo poder militar, sin el cual el fascismo no habría sido derrotado a partir de la batalla de Stalingrado, se consideraba una amenaza para los estados conducidos por ideas liberales, democracias representativas y economías capitalistas.

El primer país en que se concreto el Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN es Libia, donde con el pretexto de respaldar a los focos de resistencia militar opuestos al “régimen dictatorial” de Gadafi, la fuerza militar multinacional le ha abierto las puertas a las corporaciones para que se apoderen del petróleo y otros recursos de ese país situado al Norte de África, donde la situación de la población civil desde septiembre de 2011 se ha agravado por el hambre y las violentas disputas entre las tribus.

Pero a la OTAN hay que hacerle un seguimiento más largo. Desaparecido el campo socialista a principios de los 90 y, por tanto, desestructurado el Pacto de Varsovia –alianza militar de los países socialistas en respuesta al peligro que representaba la articulación de Europa occidental y Estados Unidos-, la OTAN no desapareció. La razón esgrimida para su fundación ya no existía y lo que se pasó es a inventar otros pretextos y crear otros enemigos. Todo lo contrario, se le asignaron nuevas misiones que en los hechos empezaron a expandir la zona de influencia militar y política de los países del capitalismo central.

La OTAN ya no tiene los 12 miembros con los que nació en 1949 (de los que 5 primero conformaron el Tratado de Bruselas de 1948: Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos y a los que se sumaron Estados Unidos y Canadá y luego ese primer grupo invitó a otros 5: Italia, Dinamarca, Noruega, Portugal e Islandia). Su número alcanza ahora a 28. De los 14 Secretarios Generales que ha tenido esa Alianza militar, ninguno ha sido estadounidense. Sin embargo, el liderazgo de Estados Unidos es inobjetable e incuestionable por varias razones: su alianza estratégica con Gran Bretaña y Francia, su capacidad militar y su habilidad de salir siempre bien parado de las contradicciones y las pugnas dentro del bloque de países del capitalismo central.

De ahí que no sea una casualidad que el liderazgo de Estados Unidos en la guerra contra Libia haya encontrado en Gran Bretaña y Francia sus dos entusiastas operadores. De hecho, entre esos tres países hay una convergencia de intereses por controlar el Oriente Medio. De hecho, el imperialismo colectivo del que habla el intelectual Samir Amín para hacer mención a Estados Unidos, Japón y Europa siempre tuvo la intención de constituir un Mercado Común de Medio Oriente para aprovechar los recursos naturales y en el pasado de la bipolaridad hizo alianzas con los gobiernos monárquicos, autocráticos y nada democráticos de la región, así como suministro armas, dinero y entrenamiento a grupos musulmanes anti-comunistas –como Al Qaeda- con el objetivo de neutralizar cualquier intento de expansión de la URSS.

Otro dato, no menor, a tener en cuenta y que refuerza el liderazgo de Estados Unidos en la OTAN y su nuevo concepto estratégico es el alcance de los planes operativos. Lo que se aprobó en Lisboa en 2010 está previsto hasta el 2020 y el plan estratégico de la CIA –de la que ya se ha confirmado su activa presencia en Libia- también llega a ese mismo año.

América Latina, ¿fuera de peligro?

¿La aplicación del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN es una amenaza para América Latina? Su importancia está dada a partir del peligro que representa ese rediseño estratégico de la OTAN para los gobiernos progresistas y revolucionarios en el continente, especialmente para Cuba y Venezuela –en primer lugar- y Bolivia, complementariamente.

La primera visita de Obama a tres países de América Latina en marzo de 2011 (Brasil, Chile y El Salvador), las permanentes giras de Hillary Clinton por el hemisferio, el golpe de Estado en Honduras contra el presidente legítimo Manuel Zelaya, el intento estadounidense de mostrar a Bolivia y Venezuela como una suerte de “narco-estados”, las agresiones permanentes contra Cuba, la ampliación de sus bases militares en el continente y la activación de la IV Flota son datos de la realidad que no se los puede ignorar.

Hasta ahora, desde la perspectiva de la Doctrina Monroe, en la que Estados Unidos se asigna una paternidad sobre América Latina y el Caribe, la mayor parte de las campañas de desestabilización de procesos progresistas se han apoyado en fuerzas armadas locales, obviamente con mandos entrenados en la Escuela de las Américas y en grupos paramilitares de corte fascista, aunque también se han dado casos de intervenciones directas de tropas estadounidenses en Guatemala (1954), República Dominicana (1965), Granada (1983), Panamá (1989) y Haití (1994). Todas con la complicidad de la OEA.

Pero si hay algo que tampoco puede ignorarse, es el papel que Estados Unidos ha decidido darle a Colombia en la aplicación de su estrategia global, aplicada ya sea desde el Pentágono o su brazo multinacional, la OTAN. En 2008, a iniciativa estadounidense y con la fachada de España, el presidente Álvaro Uribe logró que el estado colombiano participara a través de sus fuerzas armadas –las mejores equipadas en América Latina- en las operaciones de la Alianza Atlántica en Afganistán.

La participación de Colombia en la OTAN en calidad de observador se mantiene, pero la figura es más o menos similar a lo que ocurrió con muchos de los países del Mediterráneo, no considerados formalmente dentro de la lista de potenciales miembros. En 1994, desaparecido el bloque socialista, se invitó a varios países de esa parte del mundo (Israel, Egipto, Marruecos, Túnez y Mauritania) y en 2004, en la Cumbre de Estambul, se establecieron acuerdos para garantizar la seguridad y la estabilidad regionales. Es decir, no es una exageración que a partir del nuevo Concepto Estratégico –intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea-, la OTAN vaya facilitando la incorporación colombiana como socio cooperante y de otros países afines a los intereses imperiales en la región que se alistan a fortalecer la Alianza Pacífico.

De todas las amenazas que la Alianza Atlántica identificó en Lisboa para la “civilización occidental” y que justificaría su intervención: proliferación de misiles balísticos y armas nucleares y de destrucción masiva, el terrorismo, los ataques a las vías de comunicación, los ciberataques y la inestabilidad o los conflictos más allá de las fronteras de la OTAN y los problemas derivados del cambio climático y de la escasez de los recursos naturales, los dos últimos son los que podrían invocarse para intervenir en América Latina, donde se ha puesto en cuestión la hegemonía estadounidense y bastante rico en agua dulce, petróleo y gas, biodiversidad, plantas medicinales y otros.

La historia contra los procesos emancipadores no es nueva. Los Estados Unidos ya pretendieron en 1961 montar una cabeza de playa en Bahía de Cochinos que justificara su intervención, pero no contaban que el plan sería derrotado en menos de las 72 horas que Fidel Castro estableció como tiempo máximo para evitar la invasión imperial. Otra rápida derrota, con distintas características, sufrió Estados Unidos en agosto-septiembre de 2008 en Bolivia, cuando se pretendía generar un conflicto que dividiera el país y allanara la presencia de las fuerzas de paz de la ONU. A la cabeza de la operación estaba Philiph Golberg, un experto en temas militares que operó en la división de Yugoslavia y que ahora es responsable de una unidad de inteligencia en el Departamento de Estado.

Lo nuevo es que las injerencias estadounidenses estarán camufladas en las banderas de la OTAN y en la plena subordinación de la ONU, cuya reestructuración es necesaria y urgente.

OTAN Chicago 2012: El Salvador, la presencia latinoamericana en la Cumbre

OTAN Chicago 2012: El Salvador, la presencia latinoamericana en la Cumbre
Por Octavio López, 5/21/2012, 5:28 pm

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21 de mayo de 2012. Los 22 soldados salvadoreños se dedicaron, durante su estancia en Afganistán, a entrenar a tropas policiales y militares afganas. ARCHIVO GETTY

Patricia Maza-Pittsford, decana del Cuerpo Consular de Chicago, está representando a los diplomáticos de las distintas naciones que tienen representación en Chicago en la Cumbre de la OTAN que se llevó a cabo en McCormick Place este 20 y 21 de mayo.

Maza-Pittsford, cónsul general de El Salvador en Chicago, también se está desempeñando como una de los diez miembros latinos del Comité de Bienvenida del Comité Patrocinador de la OTAN.

Es el evento en el que se desempeña como una embajadora oficial de la ciudad al mundo. “Es el escaparate de Chicago para los visitantes internacionales y para la prensa extranjera”, comentó Jennifer Martínez, portavoz del Comité Patrocinador de la OTAN.

Pero no sólo eso, Maza-Pittsford es la representante en Chicago del único país latinoamericano que tiene presencia militar en Afganistán.

El Salvador es miembro de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (International Security Assistance Force o ISAF), una misión de seguridad en Afganistán liderada por la OTAN desde 2003, que fue establecida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el 20 de diciembre de 2001.

El objetivo es ayudar al gobierno afgano a extender y ejercer su autoridad e influencia en el territorio, así como a crear las condiciones necesarias para la reconstrucción y estabilización del país después de la guerra.

“El Salvador es miembros del ISAF, estamos ayudando a que Afganistán pase a otro nivel, a que sea un estado de derecho; sentimos la obligación ante el resto del mundo de colaborar y contribuir con todos los países que están tratando de lograr los acuerdos de paz”, dijo Maza-Pittsford.

“Nosotros tenemos tropas en Afganistán, no son muchos, alrededor de 25, pero están presentes en Afganistán. Somos el único país latinoamericano que es miembro de ISAF”, agregó la cónsul.

En total, la fuerza aliada tiene en Afganistán una presencia de unos 130,000 soldados, indicó la cónsul.

“Esta participación es parte de nuestro compromiso con el resto del mundo, porque nosotros también tuvimos involucramiento de personal de seguridad y de servicio de todas partes del mundo, después de los acuerdos de paz en El Salvador”, explicó Maza-Pittsford.

El primer contingente militar que El Salvador envió a Afganistán regresó a El Salvador en abril pasado luego de cumplir con una misión de asistencia de ocho meses, según el Ministerio de Defensa.

Los 22 soldados salvadoreños se dedicaron, durante su estancia en Afganistán, a entrenar a tropas policiales y militares afganas, y colaboraron en el mantenimiento de aeronaves, entre otras actividades, de acuerdo con el Ministerio de Defensa.

La misión de El Salvador inició el 28 de agosto de 2011 y estaba supuesta a terminar ese mismo año, pero la Asamblea Legislativa la prorrogó hasta el próximo 13 de octubre a petición del presidente salvadoreño Mauricio Funes, por lo que las autoridades castrenses enviarán en los próximos días un nuevo contingente, reportó la prensa salvadoreña.

El nuevo grupo militar, también de 22 uniformados y adscrito al ISAF, realizará tareas de adiestramiento a las fuerzas afganas, dijo el gobierno salvadoreño a la agencia EFE, sin precisar la fecha exacta de la salida del contingente.

El grupo de los 22 soldados estaba formado por oficiales superiores, subalternos y suboficiales, bajo la responsabilidad del teniente coronel Darío Salvador Hernández Vega.

Además de Afganistán, otro contingente será enviado a Líbano para unirse, en misión de paz, a las Fuerzas Interinas de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), en donde tiene presencia desde 2008. El nuevo contingente salvadoreño de la FINUL lo integran 52 miembros de la Fuerza Armada.

La cónsul mencionó que era un honor “representar a todos los colegas cónsules que no participaron”.

A pesar de la relevancia que pudiera tener la participación de El Salvador en la Cumbre de la OTAN, los principales medios de San Salvador, capital de El Salvador, apenas reportan sobre el desarrollo del evento y no hacen mención a la presencia de Maza-Pittsford en las reuniones.

Sitios como El Diario de Hoy, La Prensa Gráfica, El Mundo o El Gráfico apenas reportan algunos de los temas que se discutieron en la OTAN y que tenían que ver con el retiro de tropas y el futuro de la seguridad en Afganistan.

Se refuerza el dominio geopolítico y militar de EEUU y la OTAN hacia el Sur

Las acciones de Washington para conformar un vasto “Mare Nostrum” imperial en la Cuenca del Pacífico, se han vuelto cada vez más visibles y agresivas en las últimas semanas. Igualmente, aquellas con que va fortificando todo el sistema de control ejercido sobre nuestra Región Caribeño-Centroamericana y hacia el Sur del hemisferio, en estrecha alianza con los gobiernos serviles de Colombia y México. Y lo que no podía faltar: la adecuación, a las emergentes realidades, del poder hegemónico protegido por el escudo de la seguridad militar centrado en el pacto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (la OTAN) y en el Comando Sur o US SOUTHCOM localizado junto con la IV Flota en La Florida.

No olvidemos que, en nuestra región, ya se hallan en ejecución dos planes específicos en materia de seguridad: el Plan Mérida, para cubrir el eje México-Centroamérica, y el Plan Colombia hacia el flanco sur, así como el Plan Puebla-Panamá o PPP, rebautizado “Plan Mesoamérica”, y sendos tratados de libre comercio que funcionan en línea paralela al blindaje militar atando las economías a esquemas de apertura y privatización. Sin embargo, las medidas que vamos percibiendo rebasan los estrechos límites geográficos de estas iniciativas y constituyen una muestra del globalismo belicoso de la Casa Blanca; por lo cual, no hay manera dejar fuera de foco al rol de la OTAN, como la alianza militar ofensiva y de espionaje encabezada por EEUU que cuenta con el mayor poderío destructivo aire-tierra-mar (incluido el nuclear y químico-bacteriológico de punta) a escala planetaria.

El objetivo: echar atrás la iniciativa UNASUR-CELAC

Asimismo, se hace más y más evidente el que la ofensiva estadounidense está destinada a contrarrestar y revertir los progresos del proyecto integracionista latinoamericano tejido alrededor de la Unión de Naciones Suramericanas o UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños o CELAC, como ya lo hemos venido señalando en columnas anteriores.

Van en ese rumbo las acciones dirigidas a forjar todo un sistema de alianzas trans-pacíficas, a partir de dos organismos promotores del libre comercio y la integración profunda con Washington: la “Alianza del Pacífico” o AP, que aglutina a países costeros latinoamericanos (donde, por cierto, acaba de aceptarse la membrecía de Costa Rica en mayo durante su VII Cumbre de Cali); y la “Alianza Trans- Pacífica” o ATP, que persigue lo mismo con aquellos de la zona Asia-Pacífico, a excepción de China. La reciente visita del presidente Obama a San José y del vicepresidente Biden a Colombia, ambas durante el mes de mayo, fueron inequívocas señales de esta política de endurecimiento del poderío imperial en ese sentido.

La OTAN va a entrar en el juego definitivamente

Pero eso no es todo. Es imperativo, para entender lo que está pasando, mantener la mira puesta sobre la OTAN. Téngase en cuenta que allí junto al de EEUU, se halla el poderío militar de la Unión Europea (UE) con las fuerzas armadas de Alemania, Inglaterra y Francia al centro. Además, es una alianza debe estrecharse aún más en momentos cuando se plantea negociar un gran TLC o “Acuerdo de Asociación Transatlántica Estados Unidos – Unión Europea”.

Veamos por qué

En estos momentos, las instalaciones y comandos militares de los llamados “países aliados” se coordinan mediante los mandos multinacionales de la OTAN, pero preferentemente a través de los US COMMANDS extendidos alrededor del mundo, los cuales manejan las cerca de 800 bases militares y de inteligencia (espionaje) de EEUU esparcidas por 63 países a lo largo y ancho del mundo. Estos son los comandos: el NORTHCOM (Northern Command instalado en la Peterson Air Force Base, Colorado, USA), el USPACOM (US Pacific Command en Honolulu, Hawai´i), el S0UTHCOMMAND (en La Florida, USA) el CENTCOM (Central Command en la Air Force Base de MacDill, también en la Florida), el EUCOM (European Command en Stuttgart-Vaihingen, Alemania), el Joint Forces Command (en Norfolk, Virginia, USA), el Special Operations Command (también en la base aérea de MacDill), el Transportation Command (en la Scott Air Force Base, Illinois, USA) y el STRATCOM (US Strategic Command en la Offutt Air Force Base de Nebraska, USA).

Entre esos USA-comandos geoestratégicos, el encargado de “cuidar” al Caribe y Latinoamérica es el SOUTHCOM, que tiene a su servicio la IV Flota. Desde este comando imperial se planifican, coordinan y dirigen las acciones de una vasta y poderosa red de 47 bases militares estadounidenses ubicadas entre el Río Grande y La Patagonia. Y ahora viene lo que deseamos destacar y que para muchos pasa inadvertido: a esa red debemos agregar las estructuras militares de EEUU destacadas en el Pacífico y dirigidas por el arriba mencionado “United States Pacific Command” o USPACOM con sede en la isla de Hawai´i.

Y, por lo antes dicho, debe entenderse que ambos comandos giran alrededor del dispositivo mayor de la OTAN; el pivote que se desempeña como un “gran policía global” y que ahora mismo anda en busca de amigos en nuestra región Caribeño-mesoamericana, para así extender los anillos estratégicos y operacionales de una OTAN dispuesta a reinventarse globalmente, ello mediante el mecanismo llamado «partenariado» (del inglés “partnertship”) montado para la adquisición de socios estratégicos. Hoy día ese “partenariado” integra a cerca de 40 países que se definen como “Partners Across the Globe” (PAG) o «socios alrededor del globo».

Según una publicación del Ministerio de Defensa de España, esta política de alianzas de amplio espectro, para la OTAN “es una manera de acercarse a las potencias emergentes de Asia, África o América Latina con las que la OTAN desea contar. Ya ha atraído a China –con la que lleva años tratando de acercarse– y a la India, y ambas han participado en una reunión 28+n sobre piratería. Según cálculos de la OTAN, ese acercamiento a los países emergentes asiáticos podría estimular a otros países, principalmente latinoamericanos, a participar en algunas de las reuniones y dejar de lado algunas reticencias y percepciones sesgadas que tienen de la OTAN.” (Ver: Gobierno de España. Documentos de Seguridad y Defensa, No. 54, febrero de 2013).

Esa misma publicación oficial destaca, a modo de ejemplo, el caso de El Salvador, donde el presidente Mauricio Funes ha declarado que el envío de tropas a Afganistán en operaciones de la OTAN, entre otras iniciativas de apoyo a este organismo- responde a una “alianza estratégica” con EEUU, en la cual Washington colabora con El Salvador en un plan de seguridad y ellos lo hacen enviando tropas al país asiático. Y hay otros casos más recientes y sobresalientes, y con mayor importe geoestratégico.

Mucha atención a los sureños tentáculos expansivos de la OTAN

Anotamos antes que el SOUTHCOM coordina sus actividades en el marco de una OTAN expandida globalmente y cuya pauta estratégica este comando (al igual que los otros) ha comenzado a seguir para Latinoamérica, a fin de no aparecer como un solitario vigilante o agresor. No cabe duda de que, en general y al final de cuentas, una base militar de EEUU en cualquier país, lo es también de la OTAN y viceversa.

Aparte de ese recurso de Comando Sur, actualmente la alianza atlantista cuenta con otros recursos en nuestra región por el lado europeo y que conviene develar.

Se trata de bases militares británicas de apoyo en las islas Malvinas (Base Aérea de Mount Pleasant) definida como “bastión de la OTAN”, por la ministra de Defensa argentina, Nilda Garré en marzo de 2010, donde hay estacionado armamento nuclear y misiles. También hay una base británica en la Isla Ascensión en medio del Atlántico. Desde ambas bases se amenaza a la Argentina directamente y se atemoriza a los demás países cercanos de la UNASUR-CELAC.

La Unión Europea (entiéndase también la OTAN) también tiene sus bases, entre ellas las francesas en Martinica (Fort France), en Guadalupe (Lamentin-Raizet) y en la Guayana (Estación de Degrad des Cannes, bases de Cayena y Saint- Juan du Maroni, y la Base Aeroespacial Europea en Kourou). Se estima que la UE-OTAN disponen de cerca 8.000 efectivos estacionados en esas bases terrestres, aéreas y navales.

Más aún, la OTAN viene realizando frecuentemente maniobras conjuntas y haciendo “misiones” con fuerzas armadas latinoamericanas, en particular con las de Colombia, Brasil, Chile, Uruguay y Argentina, en un manifiesto afán por crearle ambiente positivo a una eventual “Organización del Tratado del Atlántico Sur” (OTAS); o sea, una OTAN del Sur. Esta es una manera de acercarse a Latinoamérica, a la cual ya considera su “frontera Occidental” y cuyos recursos naturales (petróleo y otros minerales, agua y biodiversidad) busca hacerlos parte de su proyección estratégica hemisférica.

Los casos colombiano y chileno pueden esclarecer aún más la pauta

Es muy posible que Colombia sea ya en este momento la mejor punta de lanza del imperio y de la OTAN en nuestra región. En efecto, Diana Quintero, viceministra de Defensa participó en la reunión de la OTAN de Monterrey, California -bautizada “Construyendo Integridad” entre los 138 países allí presentes. Lo puso en evidencia cuando declaró el 28 de Febrero pasado y sin tapujos, lo siguiente: “Nosotros (Colombia) venimos haciendo todos los acercamientos con la OTAN para ser uno de sus aliados globales y esta invitación responde a las buenas prácticas y experiencias, que la OTAN está mirando para compartirlas con otros países”. Y agregó: “La OTAN no es solamente una organización militar, sino que adicionalmente es una comunidad con las mejores prácticas, tanto en presupuesto, en defensa, como en doctrina y entrenamiento”.

Nada de lo señalado es de extrañar. Ya que se sabe que Colombia está destinada por la Casa Blanca y el Pentágono a volverse el “Israel de Suramérica”.

Por ejemplo, hace poco la OTAN votó por incluirla en la “Comunidad OTAN ATP-56 AAR”, con estatus similar al que tiene en la actualidad Australia; lo cual hace posible –entre otras cosas- que la fuerza aérea colombiana pueda ser elegible para establecer acuerdos de interoperabilidad y de reabastecimiento en vuelo con cualquier miembro de la OTAN y sus socios. Puede afirmarse que Colombia es hoy día el germen de un bloque anti-bolivariano militarizado capaz de contrarrestar el peso que va desarrollando en paralelo el proceso integracionista alrededor de la UNASUR-CELAC. Divisionismo que es apoyado por Chile (quien ya tiene el mismo status de Colombia en la OTAN como “Aliado importante no-OTAN”) y de México y Perú (aspirantes), junto a otros aliados menores de la Región Caribeño-Mesoamericana.

El gobierno de Colombia proclama oficialmente su aspiración de integrarse a la OTAN

Una novedad más. El presidente colombiano Juan Manuel Santos acaba de declarar, el pasado 1 de junio, el interés de Colombia por formar parte de la OTAN como miembro pleno. Habló de “emprender todo un proceso de acercamiento y de cooperación, con miras también a ingresar a esa organización”. Ante ello, voceros de ese organismo afirmaron que no es posible establecer una asociación formal debido a “criterios geográficos”; pero se supo en medios europeos que prepara desde Bruselas un acuerdo para el intercambio de información clasificada con Colombia.

De inmediato, el anuncio provocó reacciones muy airadas y críticas de parte de los gobiernos de Venezuela y Bolivia, entre otros, que ven en este intento una forma de dividir y desestabilizar los avances de integración en varios campos que llevan adelante UNASUR y CELAC, incluidos los alcanzados en materia de seguridad y coordinación de sus fuerzas armadas.

Sin embargo, el inesperado anuncio pone en claro lo anuente que está el gobierno de Santos de jugar el papel de “caballo de Troya” en este terreno tan delicado, para lo cual cuenta con el aval de Washington que tiene siete bases militares en el país. Por eso, no sorprende que la Casa Blanca expresara tres días después de las declaraciones de Santos que daría apoyo a su iniciativa de ingresar a la OTAN, justificada supuestamente por las “capacidades” en pleno desarrollo de sus fuerzas armadas profesionales, las mayores y las más poderosas de toda Latinoamérica. Manifestó al respecto la secretaría de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson: “Nuestro objetivo es ciertamente apoyar a Colombia como miembro capaz y fuerte de muchas organizaciones multilaterales, y eso puede incluir la OTAN”.

El caso parecido de Chile

Chile, por su lado, viene desde tiempo atrás buscando el otorgamiento de la categoría de “aliado extra-OTAN” que tienen países como Australia, Nueva Zelandia, Israel, Corea del Sur y Egipto, esto con el apoyo de EEUU; y debido a que, para el año 2010, ya había logrado alcanzar los estándares militares de la OTAN en armamento de punta como para poder inter-operar con sus fuerzas armadas, así como para recibir ayuda financiera y militar de EEUU y la OTAN que de otro modo no se daría. Esto permitirá a Chile mantener su programa de gastos militares hasta por $11.000 millones para el período 2005-2025, esto aparte de los $9.136 millones invertidos entre 1990-2012 en la compra de sofisticado hardware militar, incluidos aviones C295 de Airbus Military (EADS), submarinos Scorpene, y varias brigadas blindadas. Todo lo cual tiene muy alarmados a sus vecinos. Porque la pregunta es: ¿para pelear cuáles guerras?

Desde hace varios años las fuerzas armadas chilenas participan en juegos de guerra australes de EEUU y la OTAN, especialmente en el mayor de los mundiales en el campo naval, el bienal “Margen del Pacífico” (RIMPAC), donde participan además Japón, Corea del Sur, Australia, Ecuador, Colombia, México y los países centroamericanos, incluida Costa Rica.

También existe el interés de reforzar a Chile por su rol respecto a la Antártida. Según el analista Rick Rozoff de la organización canadiense Global Research: “Los cuatro países directamente al norte del Océano Antártico son Chile, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda y los cuatro se encuentran en distintos grados de ser integrados en alianzas militares occidentales, los cuatro tienen lazos militares bilaterales con Estados Unidos y con otros países de la OTAN, tres directamente con la propia OTAN.”

Conclusión

Observamos de este modo en nuestro entorno, cómo se teje una serie de maniobras geopolíticas y diplo-militares encaminadas desde Washington a redefinir mejor su estrategia de dominio imperial en toda la zona Centro-Sur del hemisferio; con la doble mira puesta en la integración del mayor número de países como “socios” en las alianzas trans-pacíficas en plena ebullición y también en las redes de “partenariado” de la OTAN. Mediante estas iniciativas, la gran potencia imperial pretende disimular la gestión de su hegemonía y aparecer como un actor indirecto y de bajo o nulo perfil; cuando de hecho se halla reforzando los mecanismos que hacen posible esa hegemonía a un nivel superior de dominio regional y global, extendido hacia el Sur y hacia el Pacífico.

Alianza para el Pacífico (AP) o, quinta columna huérfana del ALCA

Haber alcanzado gobiernos de centro e izquierda y haber hecho retroceder al neoliberalismo no significa que el monstruo del ALCA haya muerto.

En la pasada cumbre de la Alianza para el Pacífico (Cali, Colombia, 20 al 24 de mayo de 2013), la prensa amarilla colocó el foco en la parafernalia del libreto del presidente Santos, quien dijo que esta cumbre adquiere “importante peso en el escenario mundial”, y que este es “el siglo del Pacífico y de América Latina”. La Alianza para el Pacífico (AP), dicen los corifeos, parte en dos la historia del Pacífico, al punto que, si Paul Rivet hubiese conocido al cuarteto neoliberal de la AP sus teorías poblacionales desde el Pacífico hubiesen gozado de mejor y mayor fama mundial. Ni siquiera Deng Xiaoping, el impulsor de las cuatro modernizaciones en China (1978) se salvó, pues Santos no se ruborizó al citarlo y hacer la comparación. El sainete también incluyó en su libreto una ‘imprevista’ y ‘coincidente’ visita del vicepresidente del imperio, Joe Biden, quien, estupefacto, exclamó: “¡Pero qué cambio!” Seguidamente y pasando revista en un campo de explotación para la producción de flores de capital gringo, el funcionario gringo rogó (risas…) a Santos que le permitiese a los EE.UU ser observador en la AP, pues una economía con un PIB (nominal) de 15 088 000 millones de dólares, necesita y confía su futuro a la ‘locomotora’ de la economía colombiana con un PIB (nominal) de 365.402 millones de dólares.

Con ADN neoliberal

Un año después de la creación Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC (23/2/10)-, la derecha del continente, liderada por el renegado Alan García, convocó la creación de la AP en abril de 2011. En la década anterior la derecha del continente menospreció los gobiernos de centro e izquierda, que fueron capaces de reorientar el MERCOSUR. Su dogma no les permitió ver, que gobiernos de origen distinto al credo neoliberal, en alianza con sectores de la burguesía nacional, configuraban un nuevo escenario político eludiendo la trampa de los TLC. En esa dirección, antes de la CELAC, se dieron dos pasos significativos, primero el ALBA (2004) y posteriormente la UNASUR (2008), cuyos objetivos no se supeditan al libre comercio ni al poder de los capitales trasnacionales. Para no abundar en datos, basta con leer este aparte del acta de constitución de UNASUR:

La Unión de Naciones Suramericanas tiene como objetivo construir, de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus pueblos, otorgando prioridad al diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento y el medio ambiente, entre otros, con miras a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la soberanía e independencia de los Estados.

Por el contrario, si nos detenemos en su carta de intención, la AP no es solamente una idea bondadosa para hacer negocios, promover el crecimiento y de carácter apolítico. Es una reacción clara frente a los virajes soberanos en la región, pues han despertado y tomaron nota, en el sentido de que lo de UNASUR no es una simple declaración, sino que ha tomado forma, materializándose en cambios reales para los trabajadores y los sectores populares. Es por ello que la derecha y los gringos necesitaban un nuevo espacio para trabajar por el libre comercio, la competencia y el crecimiento, cuyos excedentes “serán repartidos” por la mano invisible del mercado. No en vano, y en contraste con UNASUR, los objetivos de la AP son:

1. Construir, de manera participativa y consensuada, un área de integración profunda para avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas;

2. Impulsar un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías de las Partes, con miras a lograr un mayor bienestar, la superación de la desigualdad socioeconómica y la inclusión social de sus habitantes; y

3. Convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis en Asia-Pacífico.

No se necesita hacer un examen exhaustivo para indicar que el ADN de la AP y sus fundadores, Calderón, Piñeira, Santos y del ex presidente Alan García es totalmente neoliberal. Lo anterior se respalda en el hecho que, estas cumbres, en realidad, son grandes ruedas de negocios, esta vez reforzada con la cómica presencia del primer ministro español Mariano Rajoy y la presidente de Costa, Rica, que, por lo menos, tuvo el recato de no usar el narco avión para asistir al sainete.

Delirios de grandeza y astucia para ingresar a la APEC

Los delirios de Santos, que se hace meter en la lista de invitados a ser miembros del Club de los países ricos desarrollados del OCDE (1989) y que ahora aspira a ser miembro de la OTAN (risas de nuevo), se soportan en una innegable campaña mediática, una red de favores al capital trasnacional y medidas concretas dirigidas al crecimiento para favorecer los negocios de un puñado de oligarcas criollos.

Su voltereta contra Uribe no encierra contradicciones de fondo en cuanto al libre comercio, pues ambos son neoliberales; la diferencia radica en quién y con qué alianzas se debe gobernar. Santos le ha apostado a distanciarse, en esta etapa, de la oligarquía agraria más matona, al tiempo que hace cuña para reencontrase plenamente con el sector financiero nacional, mientras pragmática y tramposamente se relaciona con el vecindario.

En la zaga, primero rescató a María Emma que acababa de abandonar el barco del PDA y, con aroma de centro izquierda, posó en la foto e hizo el show, copresidiendo la UNASUR al lado de Nicolás Venezuela; segundo, como recurso ante el fracaso de sus múltiples pedidos de ingreso al foro de la APEC desde 1995, sacó su verdadero as y se hizo coparticipe en el impulso de la AP. Como es sabido, Chile, Perú y México son miembros de la APEC y se supone que tienen la tarea de lagartear la incorporación de Colombia a este foro.

Con el delirio de gran motor de la economía regional, que ni ellos mismos se creen, han colocado un manto de optimismo y, mientras tanto, se dan a la tarea de reorganizar a la derecha neoliberal, jugando el papel de Quinta columna en el proceso de unidad latinoamericana, tal como sucedió en 1826 con el Congreso Anfictiónico de Panamá.

El papel de quinta columna y los peligros de la nostalgia por el ALCA

En alguna ocasión dijimos, que si bien habíamos derrotado el ALCA en Mar del Plata (2005), ello no significaba que estuviera muerto, y que no había que bajar la guardia, porque los gringos no se iban a resignar a perder su patio trasero. Pues bien, ahora, aprovechando los gobiernos de derecha y la ambivalencia del actual gobierno nacionalista del Perú, se revive el monstruo, mientras Santos encabeza la Quinta columna, sonriendo a la izquierda, cooptando el centro, pero operando efectivamente en la derecha al servicio del Consenso de Washington y de los huérfanos del ALCA. Tenemos que tener presente que la condición de ingreso a la AP, entre otras, es tener un TLC vigente con los EE.UU., no ser miembro del ALBA, no practicar el proteccionismo comercial y sobre todo, que “tengan los mejores entornos regulatorios para hacer negocios en toda América Latina según Doing Business 2013 del banco Mundial” .

Hay que recordar que la astucia no es muy original, pues ya los alumnos más adelantados, los neoliberales chilenos, desde el 2005 encabezaron el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (Trans-Pacific Partnership, TPP), que en realidad es un TLC multilateral integrado por modestos países de la de la APEC (Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur); con el mismo guión, hoy grandes economías solicitan o ‘ruegan’ ser miembros del TPP, como es el caso Japón, Australia, Estados Unidos entre otros. Recordemos, que también Alan García se alcanzó a tomar la foto al lado de Barak Obama, en el marco de una reunión del TPP en el 2010.

Tampoco podemos soslayar que la derecha no solo anda organizando mecanismos de integración alternativos y formales a la CELAC, UNASUR y ALBA, pues allí están los golpes de Estado que han terminado con el derrocamiento de gobiernos en Honduras y Paraguay, y los intentos fallidos en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Que hayan fallado en sus intentos no significa que cesen de torpedearlos, pues han aprendido lecciones y tienen la capacidad de unir, financiar y brindar un fuerte apoyo internacional a la derecha. Ya vimos recientemente como actuaron en las elecciones presidenciales en Venezuela, desconociendo el triunfo de Nicolás Maduro y llamando a la desestabilización.

Los socios de la AP, ni tan iguales ni tan competitivos

• Por algo la cumbre no se hizo en Buenaventura. Es claro que el Pacífico colombiano sufre una de las peores asimetrías en comparación con el resto de los países de la región. Si de comercio se trata, lo lógico es que la Cumbre se hubiera realizado en Buenaventura, pero no tenía presentación hacerlo en el abandonado, violento y destartalado Puerto. No convenía un escenario como Buenaventura para tan adinerados huéspedes ni para el hiperbólico discurso de Santos, pues según el diario El Comercio de Lima ((abril 25 2012), “el puerto del Callao (Perú) movilizó 1,6 millones de contenedores en el 2011 con crecimiento del 20%, Guayaquil movilizó 1,4 millones de contenedores el año pasado y se ubicó en segundo lugar. El tercer y cuarto lugar lo ocuparon los puertos chilenos de Valparaíso y San Antonio con 973.000 y 854.000 contenedores movilizados, respectivamente. Les sigue Buenaventura de Colombia que movió 748.000 contenedores.” En este dato, hay que tener en cuenta que Colombia tiene 17 millones de habitantes más que Perú, 30 más que Chile y cerca de 31 más que Ecuador. La comparación con los puertos de México sería más que odiosa.

• Sale más barato el transporte de un contenedor de mercancías desde la China hasta Buenaventura, que de Buenaventura a Bogotá. Y no es un chiste, se trata de una realidad constatable, pues el propio Santos en agosto del 2012, en otro globo mediático, dijo que “el transporte de un contenedor desde los puertos en el Caribe o en el Pacífico hasta Bogotá, tiene un costo de USD 2.400”. El informe de competitividad global sobre infraestructura indica que “mientras que el país ocupa el puesto 68 en la tabla de competitividad global, que mide a 139 naciones, en calidad de carreteras cae al puesto 108, por debajo de Ecuador y Perú, puestos 83 y 92, respectivamente.” Y no es un secreto que un contenedor para llegar de Buenaventura a Bogotá dura en promedio 20 horas, si no hay lluvias, derrumbes o trancones en la vía etc.

• Enorme disparidad en la calidad educativa. Bastante trecho hay entre las universidades colombianas y la UNAM de México, la San Marcos de Lima y las universidades Nacional y Católica de Chile. Chile, que ha privatizado en gran medida la educación, se ha adecuado desde los 80 para ser competitivo colocando la educación al servicio del libre comercio. Este país con relación a Colombia tiene un promedio alto de calidad en Educación superior, pero no logra acercarse significativamente a los promedios del OCDE, del cual es miembro pleno.

Según el Observatorio de la Universidad en Colombia, nuestro país solo genera, “en promedio, unos cien doctores anuales, mientras que en México y Brasil esa cifra asciende a 2.000 y 9.000, respectivamente. (…) Solo el 12,4% de los profesores universitarios en el país tienen doctorado, mientras en otros países de la región su participación está entre 30% y 50%”. En tal sentido, también hay una exageración al afirmar que el libre tránsito nos permitirá exportar profesionales. En el caso de los intercambios estudiantiles, de lejos y sin tanta alharaca, en Argentina hay muchos más estudiantes universitarios colombianos que en Chile, Perú y México juntos.

Falacias

• La AP no es una comunidad económica, se trata una unión aduanera, adecuada para países firmantes de los TLC con EE.UU. Desde la teoría general de la integración comercial aún no hay claridad de que se trata la AP, no sabemos cuál es su naturaleza jurídica y no ha cumplido sus trámites ni en el parlamento colombiano ni en las cortes. Santos nos ha dicho que es un proceso de integración similar a la Unión Europea, superior al MERCOSUR, pero esta es una exageración en el sentido que la libre circulación de trabajadores es una caricatura y la libre circulación de capitales está atada a las trasnacionales con grandes inversiones en Chile y México. En realidad se trata de un esquema comercial que permite hacer uso de la cláusula de nación más favorecida, donde cada una de las partes garantiza a la otra un tratamiento tan favorable como le haya otorgado a terceras naciones, y como la condición es tener TLC con EE.UU, lo que empieza es a constituirse el ALCA indirectamente y así ganan en control las trasnacionales y tienen la vía libre para encadenarnos a Minería.

• No hay tal salto del comercio con Asia. Países como Chile, Perú y México tienen ya una larga experiencia, afinidad y conexidad con los países de Asía, de allí que también es exagerado decir que la AP inaugura una nueva era. Más vale sacar las cuentas de los costos que implicará bajar los aranceles y exponernos a la avalancha asiática vía la AP. Instalar dos burócratas en una embajada conjunta en Singapur no representa el gran salto ni mucho menos.

• Si son tan buenos los beneficios, porqué un gremio cúpula como la SAC se ausentó de la Cumbre. Presentar la suma mecánica de las economías, cifras de comercio y que por tener 210 millones de habitantes somos la octava potencia mundial raya con el delirio, pero en realidad es una argucia para forzar la realidad y así poder presentar a la AP como el escenario ideal para la integración. Sin embargo, la SAC que no se hizo presente en la cumbre, dice que están en juego más de 1’254.000 empleos, y que van a darse pérdidas en más de 200 subpartidas arancelarias, dado que se van disminuir las barreras de protección que hoy se tienen.

No nos dice el Gobierno que está juego la Franja Andina de precios que impide, en parte, que estemos invadidos de productos agrícolas, asunto lesivo para la producción nacional, pues basta ver nuestra balanza comercial con los socios de AP, y solo por nombrar un ejemplo, Colombia tiene una balanza comercial desfavorable con México de 5.000 millones de dólares.

• El libre tránsito de personas. La visa AP no es más que un contentillo mediático, pues los trabajadores y el común de los pobladores, en realidad, nunca o casi nunca viajan a esos destinos, y quienes realmente lo hacen son los comerciantes, que en realidad nunca han tenido ese tipo de problemas. Nadie puede decir que viajar en el pasado por los países al sur de Colombia ha tenido serios impedimentos, más allá de las distancias y claro, los costos. En promedio un vuelo Bogotá-Lima cuesta 380 dólares, Bogotá-Santiago 720, Bogotá-México 820 con relativamente pocas frecuencias, mientras que el promedió entre Bogotá y Miami es de 450 dólares y con un número grande de frecuencias diarias, de allí que la AP no va a impulsar a quienes hacen negocios para que radicalmente cambien sus nichos de comercio.

Conclusiones

– La AP no es una astucia original ni mucho menos autónoma. Obedece, en gran medida, a los intereses de los EE.UU., en el marco de la APEC, y su operación es similar a la iniciada por los chilenos con el TPP – Asia Pacífico.

– Dado que, los cambios en América Latina son de mediano y quizá largo alcance, la ganancia de la derecha colombiana es que aprovecha el contexto para ser bendecido en todos estos foros internacionales y desde luego jugar como Quinta columna. Gráficamente podemos decir que Santos y compañía, son los utileros que hoy le instalan los flotadores al ALCA, sin perder la vieja tradición de perros falderos del imperio en el Congreso de Panamá en 1826, la guerra de Corea, la agresión en las Malvinas, el voto en contra del Estado en Palestina y el apoyo a la invasión a Irak.

– La AP no integrará realmente la economía Colombiana en el pacífico, se trata de una vitrina para ofertar negocios, esconder los tristes resultados del TLC con EE.UU, lavar imagen política ante la Unión Europea y servir de peón de brega haciéndole los mandados a los gringos, hoy en la disputa con las grandes economías asiáticas.

– Este catálogo de ‘buenas intenciones’, esconde una nueva ofensiva del capital trasnacional y vienen por la construcción de un ALCA recargado. Sus cumbres son, en realidad, ruedas de negocios, que nada tienen que ver con la Democracia, pues en estas decisiones poco cuentan los parlamentos y nada tiene que ver con los pueblos, pues la alfombra en la cumbre de Cali se extendió para 400 empresarios del más alto estirpe, escondiendo la pobreza local y con la cordillera occidental como cortina para impedir que se viera la triste realidad de los pueblos que habitan el Pacífico colombiano.

El escenario está abierto y será la continuación de lucha, el reagrupamiento de fuerzas, la creatividad para fortalecer la autonomía y la unidad lo que permitirá reorganizar la resistencia contra el ALCA recargado. El avance del bloque de izquierdas en Chile, el avance del FMLN en el Salvador, la resistencia del pueblo Mexicano, las luchas desde abajo en Perú para rectificar el rumbo, la consolidación del revolución ciudadana en el Ecuador, la reafirmación de la Revolución Sandinista, además de la solución pacífica del conflicto en Colombia, son las tareas políticas que desde el corredor del Pacífico le cerrarán el paso a la llamada AP y al ALCA y, al tiempo, permitirán el avance hacia la consolidación de la CELAC y la autodeterminación de nuestros pueblos.

El Salvador aborda el barco Alianza del Pacífico

“No.
No soy un desertor,
Mi siglo no me asusta:
Mi siglo miserable, escandaloso,
Mi siglo valeroso, grande, heroico.
No me ha pesado nunca
Haber venido demasiado pronto al mundo.
Al siglo veinte pertenezco, y me llena de orgullo.
Me basta con estar ahí donde estoy,
Entre vosotros. Y con luchar
Por un mundo nuevo…”
Nazim Hikmet

La reciente visita del presidente chileno Sebastián Piñera vino a refrendar el ingreso de El Salvador como observador a la Alianza del Pacifico, integrada inicialmente por Chile, Colombia, México y Perú, con Costa Rica ya miembro pleno desde la recién finalizada Cumbre de Cali y Panamá en lista de espera. La Cumbre de Cali estuvo acompañada por una reunión de 400 empresarios de 14 países, incluyendo las primeras 50 empresas de América Latina. Y hasta Rajoy se dejó venir desde España para ver que pescaba.

El flautista de Santiago vino a tratar de impresionarnos con unas tonadillas neoliberales tales como privatizaciones, concesiones y asocios públicos privados ya que la solución propuesta es entregar el país a las empresas transnacionales para poder alcanzar progreso y bienestar. Y el barco se llama Alianza del Pacífico.

Olvidó Piñera mencionar la represión a las protestas estudiantiles por lo elitista que es la educación en su “exitoso” modelo. Afortunadamente el FMLN no se tragó el cuento y refutó sus afirmaciones. Pero el presidente Funes si aplaudió la actuación del presidente chileno.

En unas pocas horas la espada combativa exhibida en su discurso del cuarto año de gobierno contra la derecha criolla de la ANEP y ARENA se derritió frente a la retórica neoliberal de este representante de la derecha latinoamericana y en particular de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC chilena.

La alianza del Pacífico

La Alianza del Pacífico, que representa el 35 % del PIB y el 50% de las exportaciones de América Latina, viene a sustituir a la fracasada ALCA. La embajadora Mari Carmen Aponte junto con el Presidente Funes, ARENA, la ANEP y el Capital Transnacional han de estar felices así como Jonathan Nellis en Washington, ya que nos subimos al barco que le disputara a Brasil, al Mercosur y al ALBA la hegemonía económica del continente.

Era un desarrollo esperable dado el alineamiento de nuestro país a los Estados Unidos con el Asocio por el Crecimiento, el Fomilenio y al hecho que existen tratados de libre comercio con tres de los cuatro países que integran esta nueva coalición comercial; con Chile desde 2002, con Colombia desde el 2010, con México desde el 2011 y se está en negociaciones con Perú.

Una de las primeras medidas de la Alianza del Pacifico fue la creación en mayo de 2011 del Mercado Integrado de América Latina, MILA, que unifica los mercados bursátiles de Colombia, Chile y Perú, lo que asegura la capitalización de esta nueva coalición de países, permitiendo que sus recursos puedan fluir hacia donde sean más rentables.

Otra medida es la búsqueda de nuevos socios así como la apertura de una oficina consular conjunta en Shanghai, RPCh. La mirada está puesta en los mercados asiáticos. La apuesta formal es la eliminación de aranceles que permitan la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas hacia los mercados de Asia Pacífico.

El enfrentamiento global entre los imperios

Es claro que el teatro de operaciones de las guerras del futuro, sean estas económicas, políticas, culturales o militares se libraran en la región Asia-Pacifico, lo que significa un cambio histórico de inmensas proporciones. Atrás va quedando el Atlántico de los siglos pasados. Y mucho más lejos el Mediterráneo de los romanos. Y muchísimo más lejos el Nilo de los egipcios.

Y va apareciendo el creciente oleaje del Mar del Sur junto con el rol de la Organización Mundial del Comercio (integrada por 159 países), que será dirigida a partir de septiembre por el brasileño Roberto Azevedo, que ya prepara la caipirinha programática de seguimiento a la próxima reunión ministerial de diciembre en Bali, Indonesia, para continuar la prolongada ronda de Doha (2001), que tiene como meta liberalizar el comercio mundial de los sectores agrícola, industrial y de servicios.

En el fondo de estas readecuaciones se encuentra la pugna estratégica por la hegemonía económica entre Estados Unidos y la Republica Popular China, RPCh y es en el movedizo terreno del comercio, las inversiones y las finanzas que se desarrollaran hoy por hoy no sabemos en el futuro las principales batallas.

Pero esto también significa que los preparativos de los imperios incluyen en la agenda el fortalecimiento económico, político, cultural, militar, tecnológico, mediático, geopolítico y educativo. Y hasta el religioso y deportivo. El nuevo Papa Francisco I es jesuita y de Argentina (Mercosur y G-20). Brasil (BRICS y G-20) será la sede del Mundial de Futbol 2014.

El mundo unipolar surgido a finales del siglo pasado, a partir del derrumbe de los países del socialismo real, que colocó a los Estados Unidos como la única superpotencia en la faz de la tierra, duró muy poco. Y hoy es ya abiertamente desafiado por la RPCh y los países que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, Sudáfrica) así como por la debilitada Unión Europea.

Cada uno de estos tres bloques busca posicionarse y la intensa actividad diplomática misionera de sus principales interlocutores obedece a esta necesidad. Están viajando y están negociando, posicionándose, neutralizando adversarios, sumando adherentes, buscando socios y oportunidades para insertarse y obtener ganancias.

El desafío para los movimientos sociales de nuestra época es el de fortalecer una visión global de resistencia frente a esta estrategia de los imperios, que retomando nuestras tradiciones nacionales de lucha, permita aumentar nuestra solidaridad y coordinación, intercambio de experiencias y construcción de teoría revolucionaria. Y para esto hay que seguirles la pista a los nuevos emperadores y a las nuevas rebeldías. Porque donde hay opresión, hay resistencia.

Los viajes de los emperadores y sus heraldos

El presidente Obama estuvo en mayo en México y Costa Rica en una Cumbre del SICA en la que participó el presidente Funes y la agenda fue comercio y seguridad. En enero había estado en Asia: Tailandia, Mianmar y Cambodia. En marzo había estado en Oriente Medio: Israel, Palestina y Jordania. A mediados de este mes estará en Europa: Irlanda del Norte para una Cumbre de los países industrializados del poderoso G-8 (Reino Unido, EE.UU. Francia, Italia, Rusia, Japón, Alemania y Canadá) luego viajará a Alemania. Luego visitará África: Senegal, Sudáfrica y Tanzania.

En septiembre viajará a Rusia para Cumbre del G-20 (el G-8 junto con la Unión Europea, y los “emergentes” Arabia Saudita, Australia, RPCh, Corea del Sur, India, Indonesia, Sudáfrica, Turquía y Argentina, Brasil y México. En octubre viajara de nuevo al Asia: a Indonesia para reunión de la APEC y a Brunei para la 8va. Cumbre de esta misma organización.

El presidente Jinping estuvo en junio en Trinidad y Tobago, Costa Rica, México, Estados Unidos. Visitó los países que en América reconocen el principio de “una sola China.” En Washington se reunió con Obama y le expresó el derecho al “sueño chino.” Su primera visita como presidente de la RPCh fue a Rusia, su socio del BRICS. Luego viajó en marzo a África: Tanzania, Sudáfrica (reunión de BRICS) y a la Republica del Congo.

Por su parte, el venezolano Maduro estuvo con sus socios desde el año pasado del Mercosur: Uruguay, Argentina, Brasil con el que habló en Planalto de una “alianza estratégica”, y con sus socios de ALBA: Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Y Maduro estará en julio próximo en Guayaquil, Ecuador para una Cumbre de presidentes del ALBA. El chileno Piñera por su lado, estuvo en Panamá, El Salvador, Estados Unidos y Canadá.

La brasileña Dilma Rousseff ha viajado en mayo a Etiopía para la celebración del 50 aniversario de la Organización de la Unión Africana, OUA. En abril estuvo en Lima, Perú para la Cumbre de UNASUR. En marzo había estado en el Vaticano y en Sudáfrica para la Cumbre del BRICS. En febrero había estado en Guinea Ecuatorial y Nigeria. En enero había estado en Santiago de Chile para la cumbre Celac-UE. Este mes estuvo en Portugal. Son otros horizontes ya que Brasil (BRICS) busca una plaza en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Las prioridades de un imperio en crisis

Es por este enfrentamiento global que los Estados Unidos necesitan urgentemente sacar sus tropas de Afganistán, evitar involucrarse militarmente en Siria y enfocarse prioritariamente en fortalecer su tejido productivo industrial y agrícola, para lo cual es clave la reforma migratoria, así como la generación de alianzas geopolíticas como la Alianza Trans Pacífico (TPP) y la Alianza del Pacífico (AdP), que le permita enfrentar desde el comercio los nuevos desafíos de un mundo en franca disputa, en particular con la RPCh. Y sin descuidar la conducción de la OTAN y del Consejo de Seguridad de la ONU. Comercio, defensa y diplomacia.

Y el gobierno Obama recién concluye de completar un singular equipo de política exterior que cumplirá esta misión, con el nombramiento de Susan Rice, como Consejera Nacional de Seguridad y de Samantha Power como Embajadora ante la ONU. Estas dos mujeres de trayectoria civilista, odiadas por la derecha republicana, vienen a sumarse a los ya nombrados Secretario de Estado John Kerry, secretario de Defensa Chuck Hagel y Director de la CIA, John Brennan.

La RPCh, el principal socio comercial de Estados Unidos, necesita por su parte, complementar su ya amplia y creciente presencia comercial internacional con un nuevo nivel de reconocimiento político. Y la gira del presidente Xi Jinping a América Latina y el Caribe forma parte de esta ofensiva diplomática y comercial. Y cuando los presidentes chinos viajan lo hacen con chequera en mano, a diferencia del presidente estadounidense Obama. Y Costa Rica y México pueden dar fe de este comportamiento.

La disputa latinoamericana

A nivel latinoamericano se perfilan tres grandes bloques en disputa: el de Brasil y el MERCOSUR (Argentina, Uruguay ( que también es observador de la Alianza del Pacífico) , Brasil, Venezuela, Paraguay); el de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, ALBA (Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) con vínculos a Cuba, el Caribe, Argentina, Uruguay; y los países de la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia, México, Costa Rica) con vínculos a Panamá, Guatemala, El Salvador.

Existe también el esfuerzo desde la Unión Europea del Acuerdo de Asociación (AdA). Además se encuentra una nueva institucionalidad política continental reflejada en la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, creada en 2008 por 12 países y su Consejo de Defensa Sudamericano y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, CELAC creada en 2010 e integrada por 33 países.

Este Acuerdo de Asociación de la Unión Europea es novedoso ya que se realiza de región a región y no por países individuales, y consta de tres componentes: el del diálogo político; el de cooperación y un tratado de libre comercio. Es un tratado que para nuestra región entrará en vigencia a partir del 1 de agosto de este año. Ya fue ratificado por la Unión Europea y por Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. Faltan que lo ratifiquen los congresos de Guatemala y El Salvador y el plazo vence el 15 de julio.

Con el Mercado Común del Sur, Mercosur, la Unión Europea lleva negociando más de diez años. Por otra parte, es interesante que los actuales integrantes de la Alianza del Pacífico hayan ratificado acuerdos bilaterales de asociación, México en 2000, Chile en 2002, y Colombia y Perú en 2010. En enero de este año la Unión Europea realizo en Santiago de Chile una Cumbre junto con la CELAC. Andan en la jugada.

La Alianza del Pacífico: México, Colombia, Chile y Perú

En esta disputa global México es un país apetecido por los imperios. Con frontera con Estados Unidos, firmante del CAFTA (TLC con EE.UU. y Canadá); asociado a la Unión Europea desde el 2000; integrante del Foro de Cooperación Económica Asia Pacifico, APEC, integrado entre otros por Australia, Canadá, Chile, RPCh, EE.UU, Perú, Rusia, Vietnam, Indonesia, Japón, Corea del Sur; integrante de la Alianza del Pacífico. Pertenece al G-5 (en relación al G-8) junto con RPCh, India, Sudáfrica y Brasil. Además inventaron el tequila, los tacos y el mole.

Por eso no es casual que el presidente Enrique Peña Nieto (del PRI) reciba en su tierra en mayo al presidente Obama y en junio al presidente Jinping. Esta iniciativa le permite a México superar la fijación “impuesta” en la guerra contra los cárteles del narcotráfico y focalizarse en potenciar su inserción en la disputa comercial global.

Al presidente Santos de Colombia le permite superar la fijación “impuesta” de jugar el papel de contención militar del imperio frente a Venezuela y potenciar las ventajas de su infraestructura productiva. A Piñera de Chile le permite asumir el papel de misionero continental de sus ideas neoliberales, a la vez que le reporta ganancias a sus socios comerciales locales. A Humala de Perú le permite ofrecer una alternativa atractiva para el empresariado de su país.

A nivel centroamericano se manifiestan estos enfrentamientos globales, con sus respectivos traslapes, conflictos, alianzas, encuentros y desencuentros. Guatemala busca insertarse en la Alianza del Pacífico. Honduras superar su aislamiento. Nicaragua pertenece al ALBA y se dispone a lanzar un proyecto faraónico de construcción de un canal interoceánico en alianza con la RPCh. El Salvador camina hacia la Alianza del Pacífico. Costa Rica es la única aliada formal de la RPCh, a la vez que pertenece a la Alianza del Pacífico.

Nuestros principales socios comerciales

En este complejo panorama internacional los intereses de nuestros 18 principales socios comerciales tienen un considerable peso en la definición de nuestra línea política y diplomática así como en las coordenadas para impulsar la resistencia popular frente a los imperios. Y frente a los gobiernos serviles a los imperios.
Estados Unidos aparece inequívocamente y para largo rato como nuestro principal socio comercial. Y por eso la lucha es ya dentro y fuera de nuestras fronteras. Somos un país ocupado pero en resistencia. Somos parte ya de la clase obrera multirracial y multinacional de Estados Unidos y de sus luchas.

Estados Unidos ocupa el primer lugar en términos de exportaciones (46.4%) e importaciones (38.3%). Y sí a esto le agregamos el hecho que dos millones de salvadoreños habitan en la nación del norte la relación de subordinación que debemos como movimiento popular de rechazar, queda claramente establecida. Esto explica el Asocio para el Crecimiento y los Fomilenios.1

El segundo socio estratégico es Guatemala2. Ocupa el segundo lugar en términos de exportaciones (14.0%) e importaciones (9.9%). Guatemala esta meritoreando para ingresar a la Alianza del Pacífico, incluso su presidente Otto Pérez asistió a la reciente Cumbre de Cali.

En el caso del tercer lugar esta compartido. Honduras es el tercer importador de nuestros productos y eso explica el pánico del presidente Funes ante el golpe de estado contra el presidente Zelaya en 2009. Una ruptura de relaciones significaba la perdida de nuestro tercer cliente y todavía Honduras sigue pagando el costo de esa interrupción del proceso democrático. México es nuestro tercer exportador. Un 6.6 de nuestras compras las realizamos con el país azteca. Les compramos mucho pero les vendemos poco. Y lo mismo hace la RPCh con México. Cada quien encuentra la horma de su zapato.

El cuarto lugar también esta compartido. Nicaragua es el cuarto importador de nuestros productos mientras que la Republica Popular China, con la cual no mantenemos relaciones diplomáticas, es nuestro cuarto exportador. Nos inunda con juguetes y artículos electrodomésticos. En este nivel relaciones con el ALBA y con el BRICS.

1.http://elpais.com.sv/elsalvador/?p=13440
2.http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=47861&idArt=7561467

El quinto lugar es compartido. Costa Rica es el quinto importador de nuestros productos. Costa Rica es un caso sui generis. Integrante ya de la Alianza del Pacífico, con una relación privilegiada con la RPCh, y también con Estados Unidos, y han ratificado ya la Asociación con la Unión Europea. Como México, en mayo reciben la visita de Obama y en junio de Jinping. Solo les faltaría ingresar al ALBA para estar completos. Y como quinto exportador aparece Honduras. Nos compra mucho (13.4%) y nos vende poco (4.5%).

El sexto lugar compartido. Panamá es el sexto importador de nuestros productos. Candidato para la Alianza del Pacífico. Mientras que Colombia es nuestro sexto exportador. Y dueño de la mitad de nuestra banca y compañías de seguros. Y de nuevo Alianza del Pacífico. El séptimo importador es Alemania (2.4%) mientras que el séptimo exportador es Costa Rica. Nos compra más que lo que nos vende.

El octavo importador es República Dominicana mientras que el octavo exportador es Ecuador, integrante del ALBA. El noveno importador es Canadá mientras que el noveno exportador es Nicaragua. El decimo importador es México mientras que el decimo exportador es Venezuela, la cabeza del ALBA. (Ver Gráfica 1)

Y a nivel de importadores continúa Brasil, la cabeza del Mercosur, el gigante industrial asiático Japón, Corea del Sur (APEC), Panamá, y la isla de Taiwán. En total son 18 socios comerciales principales a los que hay que darles seguimiento y consolidar relaciones con sus movimientos populares y sociales.

De estos 18, 3 pertenecen a la Alianza Trans Pacífico (EE.UU, Canadá y Japón) 5 a la Alianza del Pacifico (México, Costa Rica, Colombia, Panamá y Guatemala) 3 a al ALBA (Nicaragua, Venezuela y Ecuador) 2 pertenecen al BRICS (RPCh y Brasil) 1 pertenece a la Unión Europea (Alemania) 2 a la APEC (Corea del Sur y Taiwán) y los otros 2 no están ubicados en ninguna alianza todavía (Honduras, República Dominicana,). (Ver Gráfica 2)

En el caso de Canadá, sus exportaciones incluyen papel y productos de cartón (35%), maquinaria eléctrica y mecánica (19%) y grasas y aceites (16%). Las importaciones hacia Canadá desde El Salvador se valoraron en $129.4 millones en 2011 (un aumento del 48.7% en relación con el 2010). Las importaciones hacia Canadá incluyen café (37%), azúcar (35%) y ropa y textiles (21%).

En relación a Taiwán, con quien curiosamente tenemos relaciones diplomáticas, en el 2012 logramos a duras penas venderle $14 millones, mientras que ellos nos vendieron $140 millones. Y todavía algunos piensan que debemos de mostrarnos agradecidos.

Gráfica 1:
EXPORTACIONES DE ES (2010) IMPORTACIONES A ES (2012)
1 EE.UU. (46.4%) Maquila EE.UU. (38.3%) Maquinaria para producir; petróleo y algunos de sus derivados, trigo, maíz, materias primas para la industria textil como algodón, materias primas para la industria plástica, productos farmacéuticos y vehículos
2 Guatemala (14.0%) Ropa interior y complementos de vestir; cajas, bolsas, botellas, tapones; materias textiles, hierro, acero, papel higiénico, prendas de vestir, panadería Guatemala (9.9%)
Alimentos, procesados, frutas y verduras
3 Honduras Ídem + Maquila México Maquinaria para producir;
medicamentos, vehículos, petróleo, electrodomésticos, equipos de música, televisores y algunos celulares.
4 Nicaragua Ídem RPCh Maquinaria para producir;
juguetes, celulares, electrodomésticos, refrigeradoras, equipos de música, televisores
5 Costa Rica Ídem Honduras Alimentos, procesados, frutas y verduras ,productos agroalimentarios, materias primas, productos agroindustriales, aceites, mantecas, bananos, quesos
6 Panamá Ídem Colombia
7 Alemania Café, azúcar sin refinar Costa Rica
8 República Dominicana Ecuador
9 Canadá Ropa interior y complementos de vestir, Nicaragua
10 México Maquila Venezuela
11 Brasil
12 Japón
13 Corea del Sur
14 Panamá
15 Taiwán

Gráfica 2:
Alianzas de nuestros socios Países
Alianza Transpacífico EE.UU., Canadá y Japón
Alianza del Pacífico México, Costa Rica, Colombia (Guatemala y Panamá en lista de espera)
ALBA Nicaragua, Ecuador y Venezuela
BRICS Brasil y RPCh
Unión Europea Alemania
APEC Corea del Sur, Taiwán
Independientes Honduras, República Dominicana,

De acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva, las exportaciones a febrero de 2013, registraron un total de US$914.5 millones mientras que las importaciones acumularon US$1,716.5 millones. O sea que seguimos comprando más que lo que vendemos. A febrero de 2013, el saldo de la balanza comercial presenta un déficit de US$802.0 millones, 8.2% mayor que a febrero 2012, según la Gerencia del Banco Central de Reserva.

Nuestro principal producto de exportación es el café, le siguen la ropa interior, el azúcar, los envases, cajas y botellas, medicamentos preparados, hierro y acero, materias textiles, papel higiénico, agua envasada, y piedras y metales preciosos (no oro). En términos de importaciones el principal producto es el combustible, le siguen las maquinas para producción y aparatos mecánicos; medicinas, hierro y metales; plásticos, automóviles, aparatos eléctricos de telefonía; papel y cartón, productos químicos no orgánicos, y prendas de vestir y complementos. (Ver Gráfica
3)
Gráfica 3:
Productos de exportación3 Productos de importación
1 Café Combustible
2 Ropa interior Maquinas para producción y aparatos mecánicos
3 Azúcar Medicinas
4 Envases, cajas y botellas Hierro y metales
5 Medicamentos preparados Plásticos
6 Hierro y acero Automóviles
7 Materias textiles Aparatos eléctricos de telefonía
8 Papel higiénico Papel y cartón
9 Agua, agua envasada Productos químicos no orgánicos
10 Piedras y metales preciosos
( no oro) Prendas de vestir y complementos

3. http://elmundo.com.sv/los-10-grandes-productos-del-comercio-exterior-salvadoreno

Perspectivas

Turquía y su rebelión popular y juvenil contra la dictadura de Erdogan simbolizan en la actualidad la esperanza de la resistencia contra los imperios. Es hoy el grito mundial de los oprimidos y en el espíritu subversivo de Nazim Hikmet, el hermano de nuestro Roque Dalton, se encuentra la convicción de la victoria aquí y allá. El pueblo turco nos enseña que solo en la lucha nace la esperanza.
Los Estados Unidos como potencia hegemónica están finalizando el diseño en El Salvador de una economía que responda a sus intereses globales. Y también de una política de seguridad. Es en este marco que se inserta la nueva legislación que está siendo aprobada y que tiene como buque insignia la ley de Asocios Públicos Privados, que fue votada desgraciadamente de manera unánime.

Y esta también las reformas a la ley de Inversiones, y la ley de la Función Pública, con especial dedicatoria al movimiento sindical. A partir de concluir esta fase inicia un nuevo ciclo de “asocios” que incluirán como proyectos estratégicos la adjudicación del puerto de Cutuco y la modernización del de Acajutla; el mejoramiento al aeropuerto de Comalapa; la licitación de 350 megavatios de energía, la construcción en San Salvador del primer tramo del SITRAMSS; y el Fomilenio II con el “desarrollo” de la franja costera marina.

La apuesta estratégica es –Segovia dixit- por una parte, convertirnos en una país productor de sus propios alimentos y al mismo tiempo con el suficiente excedente para exportar y por la otra, aprovechando la carretera del Litoral, el aeropuerto de Comalapa y los puertos de Acajutla y Cutuco, orientarnos al desarrollo turístico. En síntesis, producción de alimentos, pesca, agroindustria y turismo como motores del crecimiento económico, como rumbo estratégico. Y es desde estas nuevas canchas que hay que dar la lucha popular…

“Yo jugué un papel muy importante para viabilizar la Ley de Amnistía”

Desata odios y amores, pero pocos se atreverán a negar que el exguerrillero Joaquín Villalobos (reconvertido en un codiciado consultor internacional) tiene el pulso de los buenos analistas, al margen de que gusten o no sus conclusiones. Esta entrevista en la que repasa la paz en El Salvador la concedió en Bogotá a los compañeros del periódico digital LaSillaVacia.com, y, obvio, tampoco le faltan frases polémicas, como esta: “No conozco un proceso de paz en el que no haya que tragarse un poco de impunidad para poder viabilizarlo”.
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Por Juanita León (LaSillaVacia.com) / El Faro
Publicado el 1 de Junio de 2013

Joaquín Villalobos, ex comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), hoy convertido en un cotizado consultor internacional. Foto Juan Pablo Pino (LaSillaVacia.com).
Joaquín Villalobos, ex comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), hoy convertido en un cotizado consultor internacional. Foto Juan Pablo Pino (LaSillaVacia.com).

Joaquín Villalobos hizo la guerra en El Salvador durante 13 años. Luego, como jefe político y militar del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), uno de los cinco grupos disidentes que integraron el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) durante la guerra civil salvadoreña, firmó los Acuerdos de Paz con el Gobierno en enero de 1992. Desde entonces, ha sido asesor en temas de seguridad y de negociaciones de paz, incluida la que en la actualidad mantiene el Gobierno de Colombia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La Fundación Saldarriaga Concha, una oenegé dedicada a mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad y a los adultos mayores, lo trajo a Colombia para participar en el foro ‘Sociedad Civil y Postconflicto, una mirada a experiencias internacionales’. Villalobos habló junto a Frederik de Klerk, el ex presidente sudafricano y premio Nobel de Paz.

La Silla entrevistó a Villalobos, quien como ex combatiente y ex signatario de un proceso de paz está en una posición privilegiada para hablar sobre una negociación de paz.

¿Cómo fue su decisión de dejar las armas?
El FMLN, incluida el ala más radical, era un grupo con una gran vocación política; entonces, no fue traumático. En el caso de El Salvador, quien plantea la idea de una solución de política negociada es la insurgencia. El Gobierno la rechazaba y hubo varios intentos que fueron saboteados por la derecha y el Ejército. Es muy distinto a lo que aquí se vive. Teníamos dudas sobre nuestra seguridad pero confiábamos que habíamos hecho un buen acuerdo, que era lo fundamental.

¿En qué momento toman la decisión de que ya era el momento de dar el paso?
Quizás la mejor manera de sintetizarlo fue una noche del 31 de diciembre de 1991: llevábamos un poco más de un año negociando y estábamos en la fase del desenlace. El Secretario General de la ONU nos hizo un resumen de lo logrado hasta ese momento y era demoledor. Nos dijo: han logrado una revolución negociada, reducción del ejército, depuración del ejército, la comisión de la verdad, reformas al sistema judicial, la disolución de las antiguas policías, la creación de una nueva policía y la reforma del sistema electoral. ¿Qué más? Daba como pena decir sigamos en la guerra.

¿Cómo lidió el FMLN con la idea de los “costos enterrados”, esa idea de que hemos estado tantos años en la lucha armada y todo para negociar antes de ganar la guerra?
De lo que se trata es de cuanta fe tienes de que al final de cuentas es la continuación de la guerra por la política. Y cuánta fe tienes en que por la vía política puedes lograr muchas cosas. Colombia se ha transformado, el continente se ha reafirmado en la vida política más que suficiente. Es obvio que seguir en la lucha armada es una perdera de vida, de tiempo, para el país y para la propia gente. No es tanto la duda lo que debe primar, sino la confianza de que pueden actuar políticamente. Mira Ecuador y Bolivia… en El Salvador el FMLN gobierna. ¿Dónde hay una correlación conservadora tal que la izquierda no sea importante?

En Colombia.
Por las FARC. Las FARC son el principal factor de bloqueo a una hegemonía conservadora. En Paraguay, en Guatemala ha habidos gobiernos de izquierda.

Entonces usted realmente cree que es posible hacer la revolución sin las armas.
Si se evalúa lo que se hizo en El Salvador a partir de lo que fueron los ideales, los sueños de una revolución radical que pertenece a una etapa contestataria, nosotros perdimos. Pero si se evalúa a la luz de toda la transformación democrática que le provocamos al país, indiscutiblemente que ganamos. Es un problema de madurez. Era muy difícil entrar a un proceso gritando reforma o muerte. En el camino eso se transformó en una forma de hacer política que contribuyera a transformar el país.

Las FARC tienen como modelo e ilusión seguir los pasos de Chávez. ¿Se puede repetir “la revolución del siglo XXI” en América Latina?
Las FARC tienen derecho a pensarlo, tienen derecho a intentarlo porque si no, no tiene sentido estar haciendo la paz con ellos. De que eso sea posible es otra cosa. Cuba viene de regreso. Y en Venezuela nunca ha habido una revolución. En Nicaragua, donde hubo una revolución, la economía de mercado está funcionando muy bien.

El tema de las víctimas es crucial en esta negociación. ¿Qué hizo el FMLN frente a sus víctimas? ¿Qué se hace cuando los victimarios también han sido víctimas, como en el caso de Colombia y El Salvador?
En el caso nuestro, el mecanismo fue la comisión de la verdad para todos. El resultado fue asimétrico porque así tenía que ser: el informe le atribuía más del 85% de las violaciones al Estado, y al FMLN, el 15%. La base de este proceso fue un empate, y eso permitió que se llegara al otro componente, que fue la amnistía. Era otro momento y un contexto distinto al de ustedes.

¿En qué sentido era diferente?
No había Corte Penal Internacional. Quien quería que no se hiciera nada era el Gobierno, que estaba completamente a la defensiva. El asesinato de Monseñor Romero, que detona la guerra, y el de los padres jesuitas, que detona el proceso de paz, dejaban al Gobierno en una situación muy difícil. Yo jugué un papel muy importante, con resistencia de muchos compañeros del FMLN, para viabilizar la Ley de Amnistía y darle viabilidad al proceso. Estábamos disolviendo las policías, los batallones élite del Ejército, echando el 85% del Ejército, incluido todo el alto mando. Querer procesarlos solo se lograba si los hubiéramos derrotado militarmente. Yo dije en televisión: “No hemos ganado esta guerra y no podemos humillarlos”.

¿Cree que una lógica parecida pero a la inversa se debe aplicar en Colombia?
No sé. Es un tema muy complicado. Solo diría que no conozco un proceso de paz en el que no haya que tragarse un poco de impunidad para poder viabilizarlo. Los procesos de paz son sobre el futuro.

¿Qué quiere decir con eso?
En nuestro caso teníamos un conjunto de transformaciones que iban a resolver el tema de la democracia en el país. Esa transformación tenía tales implicaciones: el cambio de la justicia, el cambio de doctrina militar, la inclusión de la izquierda en la competencia electoral, incluso los programas de reinserción, tenían una importancia tan vital que arriesgarlo por juzgar a los militares no valía la pena. Un proceso de paz tiene una relación directa con la correlación de fuerzas. Tú puedes meter al otro en la cárcel cuando le has ganado completamente la guerra. Si no, no.

¿Qué significaría pensar en el futuro en Colombia?
Tienen que dimensionar lo que implica el proceso. Yo lo llamaría la reconciliación entre la Colombia rural salvaje y la Colombia sofisticada urbana. Tienen que valorar eso y dimensionar cuánto perdón necesitan de cara a ese futuro.

Hubo compañeros suyos que eran importantes en la guerrilla y que en la vida civil no lograron ningún protagonismo. ¿Era ese escenario un obstáculo para negociar?
Cuando se firmó la paz, había tal entusiasmo que nadie fue tan egoísta para pensar que iba a ser de él. Paradójicamente, los dirigentes pedimos muy poco, no tuvimos ningún programa de reinserción, por ejemplo. Si negocias cosas para ti, pierdes la capacidad de negociar políticamente.

¿Cree que hay una oportunidad ideal para hacer la paz que no se repite?
Eso es muy importante. Si lo dejas pasar, es difícil que se vuelva a repetir. Voy a señalar solo un elemento contingencial: si la situación en Venezuela se altera, este proceso puede alterarse. Una inestabilidad sostenida en Venezuela deja huérfano el proceso en el entorno regional que lo hace viable.

¿Por qué Venezuela sigue siendo tan vital para el proceso de paz?
Por la relación con las FARC. Voy a ejemplificarte en El Salvador cómo era el alineamiento: la correlación militar estaba definida por la ofensiva de la guerrilla que entra a la capital y sienta la base de que no estaba derrotada sino que era fuerte. La respuesta del Ejército, que fue el asesinato de los jesuitas, le quitó el apoyo de sus soportes, como era Estados Unidos. Los presidentes centroamericanos habían suscrito una serie de acuerdos entre insurgencia y gobiernos. Acababa de terminar su período Reagan, y ahora había un presidente pragmático en Estados Unidos que era George Bush padre; había un presidente conservador con poder en El Salvador, lo cual era muy importante porque la Democracia Cristiana era un gobierno débil y el sabotaje de la derecha lo impedía. Nosotros estábamos en mejor momento. Y se cae el muro de Berlín y borra la parte ideológica: la Guerra fría nos colocaba como un apéndice e impedía ver las causas internas del conflicto. Cuando se cae, nos ven como lo que éramos. A esto súmale que en Nicaragua pierde el sandinismo las elecciones. Este conjunto de elementos crearon una oportunidad. Solo de imaginarme que por un trasnochamiento ideológico nuestro, o una cerrazón de la derecha, hubiéramos perdido esa oportunidad…

¿Qué habría pasado?
No estaría platicando contigo. Es posible que al final nos hubiéramos desmovilizado, pero no hubiéramos obtenido ninguna de las transformaciones que logramos. Las cosas tienen su momento. El ejemplo más patético es el de Sendero Luminoso en Perú. Abimael Guzmán, ya preso, le manda una carta a Fujimori, que ahora sí hablarían. La concesión que obtuvo fue un pastel de cumpleaños y una mejor celda.

¿Cree que en Colombia están dadas las condiciones para que este sea el momento?
Hay una oportunidad. Y la oportunidad es: o se negocia la paz o las FARC caen en un bandidismo con bandera política.

¿Lo dice por la penetración del narcotráfico?
No creo que las FARC tengan futuro como guerrilla. El futuro de las FARC es hacerse bandidos con el cambio generacional, porque cada vez van a estar en una desventaja estratégica más seria, estarán más débiles. La única oportunidad es hacerse bandidos. Es un absurdo continuar por ese lado, perderían la oportunidad extraordinaria de hacer política con la bandera que más les guste.

¿Cómo fue la dinámica de la negociación en El Salvador?
Tiene tres fases. En la primera etapa la guerra está en el primer plano. En la segunda, comienzas a hacer la guerra para apoyar la negociación. Ya sabes que no vas a ganar y lo que buscas es cómo mejorar la posición en la mesa. La tercera fase es cuando la negociación toma por completo el escenario mediático y se hace difícil justificar la acción de guerra, la guerra se devalúa.

¿En cuál fase estamos nosotros?
Es difícil tomarlo en el sentido de un mecanismo. Me atrevo a pensar que están entrando en ese proceso en el que la negociación está cobrando vida propia.

Hablando del proceso de paz actual, ¿cree que tiene sentido que sea tan confidencial?
No puedo responder eso.

¿Tiene sentido que nada esté acordado hasta que todo esté acordado?
Esa es una regla básica para negociar. Porque no hay resultado parcial.

¿Tiene sentido que dejen las armas antes de hacer los cambios? ¿Ustedes lo hicieron?
En el caso nuestro fueron acciones simultáneas.

¿Cómo pueden ser simultáneas la dejación de las armas que dura una hora y cambios que pueden tomar diez años?
Por eso es que los acuerdos tienen que ser cosas bien concretas. En temas con impacto social, el inicio del programa o la constitución de una institución o la participación en una institución es la prueba de que cumplió. No es lograr la meta. Si no es así, es una carta al niño Dios. El inicio de esos procesos es el cumplimiento del acuerdo. En definitiva, lo importante es si toman la apuesta política de actuar en política. Si hay una agenda de transformación agraria de Colombia en la cual vas a tener que ver, yo consideraría que eso para un grupo insurgente es una buena plataforma para hacer trabajo político. Si yo fuera ellos, estaría con prisa de dejar las armas y actuar políticamente.

El genocidio de la Unión Patriótica es un fantasma que ronda a los guerrilleros, entre otros temores de que al final les hagan ‘conejo’. ¿Qué garantías tuvieron ustedes para que les cumplieran?
Por eso fue que los acuerdos fueron cosas muy concretas. Lo que no se podía medir no existía. Cuando se firmó el acuerdo en Guatemala, decían que era superior al salvadoreño. Pero el FMLN ya gobernó y va a seguir siendo un poder real en mi país. En cambio, en Guatemala la exguerrilla tiene tres diputados y no va a llegar al Gobierno nunca. Tenían muchas cosas pretensiosas en su acuerdo.

¿Cuál es la diferencia entre una vida sin armas y una con armas?
Te doy un ejemplo: yo tenía en mi casa, cuando llegamos a San Salvador, aproximadamente 15,000 cartuchos, 12 armas largas y una seguridad de 10 combatientes. Mi casa era un cuartel. Andaba armado con dos pistolas, una en el zapato. Durante toda la guerra yo era el principal blanco del ejército y me buscaba la CIA. En la medida en que lo que habíamos teorizado que políticamente iba a ocurrir comenzó a ocurrir, las armas se volvieron un estorbo, porque no hay peor cosa que tener un arma y platicar con una persona.

¿Qué sentido tuvo el proceso de paz para El Salvador?
El Salvador desgraciadamente tuvo un proceso de paz exitoso pero transitó de una violencia espontánea en los 70 a una organizada que fue la guerra, a una anárquica criminal de gran escala que estamos viviendo ahora.

¿Esa violencia que viven ahora es una consecuencia de la guerra?
No son hijos de la guerra. Las pandillas se generan por la migración a Estados Unidos y las deportaciones; migró la tercera parte de la población, lo que generó una catástrofe. No se le puso ninguna atención y se le aplicaron medidas represivas. Esto multiplicó el problema. Ahora se aplica mano blanda con esto de la tregua.

¿La sociedad todavía no ha visto los beneficios del acuerdo de paz?
La violencia producto del deterioro social es otra cosa. No quiere decir que el proceso no haya valido la pena. No hay peor cosa que matarse por las ideas.

© La Silla Vacía
Esta entrevista fue publicada originalmente el 29 de mayo de 2013 en LaSillaVacía.com

Rosa Luxemburgo y el FMLN: Reforma o Revolución.

“Las luchas revolucionarias son justo lo opuesto a las luchas parlamentarias… Hemos tenido… sonoras ´victorias´ parlamentarias, íbamos precisamente de victoria en victoria. Y el resultado de todo ello fue, cuando llegó el día de la gran prueba histórica… una aniquiladora derrota política y moral, un naufragio inaudito, una bancarrota sin precedentes”.
Rosa Luxemburgo

El orden reina en Berlín

No pretendemos acá apuntar nada nuevo. Todo lo dicho, dicho y comprobado por la práctica histórico-social está. Sin embargo, creímos necesario estas pequeñas notas, dado que han pasado 4 años de gobierno de Funes-FMLN, y pese a ser incuestionablemente un gobierno que aplica totalmente las políticas económicas del imperialismo y pese a ser evidente su carácter burgués[i], una gran parte de sectores populares, trabajadores, estudiantes, campesinos y en fin, miles de hombres y mujeres honradas, aún siguen viendo este gobierno, como “su gobierno”.

Rosa Luxemburgo, ¡la flor más roja del socialismo! La mujer inmortalizada del ¡Socialismo o Barbarie! Nos ha legado no solamente una vida al servicio de la revolución, sino también una serie de aportaciones, de herramientas teóricas para desenmascarar el oportunismo y revisionismo de hoy.

No era su intención. Cuando escribió Reforma o Revolución su interés era sacar a luz las consecuencias prácticas del revisionismo de Eduard Bernstein y las tareas planteadas para la socialdemocracia de la época. Sin embargo en ese esfuerzo nos ha legado este texto de enorme importancia en la actualidad. En momentos de crisis, de revoluciones, de luchas sociales a escala global, pero también de florecimientos de viejos reformismos al estilo Bernsteniano, de pasividad y de “transiciones graduales y ordenadas hacia el socialismo”.

En El Salvador, este 1º de Junio se cumplieron 4 años del gobierno de Funes-FMLN, después de un verdadero triunfo popular sobre la oligárquica ARENA; el triunfo se transformó en derrota y las conquistas en retrocesos.

En su texto Rosa Luxemburgo comienza a refutar, a desmentir una a una las anotaciones de Bernstein sobre la construcción del socialismo. Bernstein había dicho que el socialismo no se produciría como resultado de una gran crisis del capitalismo y que por tanto su implantación debía ser por medio de las reformas sociales.

Las reformas lentas y moderadas eran el camino que llevarían a ese ideal socialista. La implantación del socialismo por medio de reformas se llevaría a cabo mediante el parlamento, para el cual había que ganar una amplia mayoría. Se promoverían las reformas, que serían “pequeños trozos” de socialismo, hasta que al final, la burguesía pasaría de ser propietaria a ser simplemente una administradora de la propiedad. Es decir la propiedad privada se habría vuelto social, la riqueza se habría hecho de la humanidad entera y los burgueses habrían colaborado para ello, tanto así que se habrían convertido sin ningún reniego en los administradores de la nueva forma de propiedad, viendo como su anterior usufructo, se caía en el fondo del abismo.

Este es el esquema de Bernstein y Konrad Schmidt. Es el esquema de la afirmación de que la revolución social es posible mediante la gradual y ordenada aplicación de reformas sociales impulsadas desde el aparato del Estado, las cuales pueden llevarse a cabo armónicamente con las clases dominantes, es decir sin resistencia de estas; en fin pues es el esquema de que la revolucion social puede llevarse a cabo sin lucha de clases, y así Marx y Engels se equivocaron al plantear que el motor de la historia es la lucha de clases.

Es la afirmación de que es imposible y hasta peligroso expropiar a la burguesía de una sola vez, que es mejor implantar poco a poco reformas, que son en realidad pequeños “trozos” de revolución y que en un futuro no muy lejano el socialismo estaría construido, sin ninguna gota de sangre. Baste nada más esperar a que los señores parlamentarios hagan esas reformas sociales.

Es el esquema de esperar que el Estado burgués, instrumento de la clase dominante, se transforme en el “Estado de todo el pueblo”. Este es el esquema del reformismo, del oportunismo, de los elementos dañinos insertos en el movimiento obrero y de trabajadores, es el esquema que conduce a la derrota de las luchas de masas, es el esquema de reformar el capitalismo y no transformarlo, es el esquema de la traición a las luchas sociales.

¿A caso no es este –en el “mejor” de los casos– el esquema del FMLN?, no se plantean al caso una transición ordenada, sin cambios radicales, sin expropiaciones, ni nacionalizaciones.

Exactamente, si lo es.

¿Qué les diría a estos reformistas Rosa Luxemburgo?

Hay que ser coherentes y nombrar a las cosas por su nombre. Esto es traición. Es la renuncia en la práctica –como también en el discurso– a la revolución social, es la renuncia a lucha por la liberación de la humanidad, es pues la traición a los pueblos explotados y oprimidos.

Contra los revisionistas que pregonaban que las reformas eran una manera ordenada de llegar al socialismo, Rosa Luxemburgo decía:

“La reforma y la revolución no son… distintos métodos de progreso histórico, que pueden optarse libremente en el mostrador de la historia, como cuando se eligen salchichas calientes o frías, sino que son momentos distintos en el desarrollo de la sociedad de clases… La reforma legal no posee impulso propio, independiente de la revolución, sino que en cada período histórico se mueve en la dirección marcada por el empujón de la ultima revolución”.

Y continuaba:

“Es en lo absoluto falso y completamente anti-histórico considerar las reformas como una revolución ampliada y, a su vez, la revolución como una serie de reformas encontradas. La reforma y la revolución no se distinguen por su duración sino por su esencia”

Y así culminaba sentenciando:

“Por tanto, quien se pronuncie por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social, no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, prefiere unas modificaciones insustanciales de la antigua… no busca la realización del socialismo, sino la reforma del capitalismo”[ii]

Así pues, estas frases a veces olvidadas de Rosa, son ineludiblemente la constatación, de que los reformismos de ayer, como los de hoy, deben ser rebatidos hasta la muerte. Así, en lugar de capitular, de rendirse, o de otorgar supuestos “beneficios de la duda” al gobierno de Funes-FMLN es necesario emprender la construcción de un nuevo instrumento político, rescatando lo mejor de toda la tradición política y organizativa del siglo XX, para las futuras luchas que sin duda han de venir, y podremos decir con Rosa Luxemburgo:

“¡El orden reina en Berlín!”, ¡esbirros estúpidos! Vuestro orden está edificado sobre arena. La revolución, mañana ya ´se elevará de nuevo con estruendo hacia lo alto´ y proclamará, para terror vuestro, entre sonido de trompetas: ¡Fui, soy y seré![iii]

[i] Ya hemos abordado esta situación en un artículo anterior. Véase Joel Arriola y Alberto Quiñónez. ¿Qué es el gobierno de Funes-FMLN? Elementos para un debate en la izquierda en EL Salvador. 16-05-2013 Disponible en http://www.elsoca,org

Rosa Luxemburgo. Reforma o Revolución. Ocean Press. Págs. 137-138. En Manifiesto. Tres textos clásicos para cambiar el mundo. Cuba 2006

Rosa Luxemburgo. El orden reina en Berlín.(14 de enero de 1919). Versión digital, disponible en: http://www.marxists.org/espanol/luxem/01_19.htm

MCA conmemora cuarto año de gobierno Funes

SAN SALVADOR, 1 de junio de 2013 (SIEP) “Estos cuatro años de gobierno del presidente Funes han significado utiles, uniformes y zapatos para nuestros niños y niñas, que son nuestros tesoros…”indicó el Lic. Humberto Carrillo, coordinador del Movimiento Ciudadano de Ayutuxtepeque, MCA.

Carrillo junto a dirigentes comunales de municipios del departamento de San Salvador, se reunieron esta mañana ene. Ministerio de Gobernación, para escuchar el discurso del presidente Funes así como dialogar con los integrantes del Gabinete de Gestión Departamental, integrado por funcionarios de diferentes ministerios y entidades autónomas, como ANDA, CEL, CEPA, etc.

La actividad fue convocada por la Mesa Ciudadana de San Salvador del Movimiento Ciudadano por el Cambio, en el que funcionarios y líderes comunales comparten ideas para impulsar en sus respectivos municipios la participación ciudadana.

La Vicegobernadora de San Salvador, Licda. Cristina Rivas, indicó en la actividad que “es preciso que nos unamos desde una ciudadanía activa en la defensa de estos cambios y que por medio de la organización ciudadana abracemos estos cambios, los hagamos permanentes, los asumamos…”

La actividad concluyó con la participación del asesor ministerial de Gobernación, Marcelo Cruz Cruz quien hizo un llamado a que “rescatemos la institucionalidad, ya que si no hay ciudadanía seria, organizada, hay funcionarios perversos y lo que necesitamos es ciudadanos funcionarios….”

La Desaparición de la FARN

En fecha 12 junio de 1969 se dio a conocer en gran portada a través de los diarios principales del país la existencia de una nueva organización político-militar, con lo que se aclaraban y justificaban las masivas capturas realizadas principalmente en el Occidente del país por la OSN, las fotos de los involucrados y sus declaraciones (jóvenes entre 17 y 21 años de edad) eran parte del hit propagandístico del aparato represivo. El Jefe de la OSN, Samuel Genie, dio por aclarado el secuestro realizado días atrás, del hacendado chinandegano Aquileo Venerio Plazaola y el frustrado intento de extorsión al también propietario chinandegano Pablo Ubilla.

En noviembre del año pasado en el artículo “Las FARN de Nicaragua”, publicado en END, extrajimos de la invisibilidad a esta organización, hechos conectados con la misma, así como también a algunos de sus protagonistas, como Jacinto Baca Jerez, considerado el máximo dirigente de las FARN. Todo esto ha sido parte de un proceso reconstructivo que incluye la revisión de fuentes periódicas y principalmente nuestro involucramiento en el proyecto de rescate oral “Archivo de la Palabra” de la Biblioteca del BCN, que nos ha permitido entrevistar a algunos de los sobrevivientes de los hechos.

Ahora, vamos a abordar un aspecto que implicó muchas especulaciones y se considera hasta hoy como una incógnita al hecho de que una organización que según los informes del enemigo y los hechos tuvo una estructura y connotación nacional, haya desaparecido del escenario político sin aparentemente dejar huellas.

Entre los principales ejes especulativos que se manejaron (y se manejan) sobre el particular, estuvieron los siguientes:
a) Al caer Jacinto Baca, desaparecieron las FARN.

b) El PSN hizo desaparecer las FARN.

A la luz de las entrevistas y conversaciones con sobrevivientes de esta experiencia, se puede arribar a ciertas conclusiones:
a) Es cierto que las FARN se debilitaron con la caída de Jacinto Baca Jerez, porque era un dirigente que había logrado gran carisma en la organización. Su muerte causó desconcierto e incertidumbre y la dirigencia de las FARN no tuvo capacidad de asimilar su caída. Fue evidente que algunos de sus connotados militantes y colaboradores, al perder los contactos, pasaron al FSLN, entre estos, Manrique Arteaga, Leonardo Real Espinales y Edwin Meléndez. Esto no se puede comprender si no se sabe qué pasaba en esos años en lo interno de la reorganización gestora de este brazo armado: el Partido Socialista Nicaragüense, lo que nos enviaría al segundo eje especulativo que se manejó.

b) Este período fue de grandes problemas internos en ese partido que, por supuesto, trascendieron en la experiencia del experimento armado. Desde la renuncia, primero de Álvaro Ramírez en 1968 como Secretario General, y después la de Onofre Guevara, en julio de 1969, agregado a la muerte de Jacinto, en noviembre de 1969, el ala radical del PSN entró en un proceso de declive. Como resultado de esto, la dirección la asumió Luis Sánchez Sancho, quien en la voz del mismo Onofre, años después, vino a reencauchar poco a poco las concepciones y prácticas conservadoras que se creían superadas con la salida de Pérez Estrada y de los hermanos Lorío, en 1967. Éste no fue un paso brusco en esas circunstancias; Sánchez quien al poco tiempo de asumir la dirección es encarcelado no habló de oponerse a la lucha armada abiertamente. Pero, desde entonces, empieza a propagar la idea de que la forma en que se está llevando a cabo la lucha armada con las FARN era aventurera, “que había que preparar seriamente la lucha armada”, que la aventura podía obrar en el liquidacionismo. A su salida de la cárcel en 1971, ésta, entre otras, fue la idea que muy sutilmente se propagó entre cuadros y militantes del PSN hasta plantearse abiertamente en una reunión plenaria en este mismo año.

En auxilio de esta situación, ocurrieron otros hechos, como fueron: el encarcelamiento de uno de los principales dirigentes: César Cortés Téllez, quien a la vez fue su expulsado de las filas del PSN por razones disciplinarias; la acusación contra Abdul Sirker, quien había salido clandestino para la Unión Soviética, de ser agente de la CIA. Esta acusación, propagada por los expulsados hermanos Lorío y Manuel Pérez Estrada, a pesar de que resultó ser a todas luces infundada, tuvo serias consecuencias en la imagen de Sirker entre las bases del PSN y de las FARN. A su regreso, además de ser detenido por la OSN, tras su cautiverio, ya no retornó ni a dirigir la Comisión Militar, ni a reactivar el aparato armado, ni al mismo partido.

Por esos años, falleció otro de los grandes impulsores del brazo armado: el doctor Nicolás Arrieta. Otros dirigentes del aparato armado fueron ubicados en actividades legales, o fueron enviados al exterior (URSS) como fue el caso de Roger Cabezas. Otros cuadros o militantes que no se incorporaron a las estructuras del FSLN, pasaron a ser fundadores de pequeñas fuerzas de izquierda (como Isidro Téllez y Pablo Martínez en el Movimiento de Acción Popular). Es decir, que la tendencia radical se debilitó y la idea de las FARN se vino diluyendo.

La tendencia de Luis Sánchez Sancho se fortaleció en la dirección del partido; en la práctica, ésta no pasó a preparar seriamente la lucha armada como lo predicó el mismo Sánchez, sino que, por el contrario, se produjo un acercamiento con fuerzas de la oposición burguesa (CON, UDEL, etcétera). Por esos años, contradictoriamente, el PSN incrementó su influencia en el movimiento sindical (principalmente en el sector de construcciones) logrando espacios nunca antes alcanzados.

A fines de 1975, siendo responsable de la Comisión Especial (Militar) Álvaro Montoya Lara, se convocó a un pleno extraordinario de la Comisión Política del partido, donde hubo un fuerte reclamo por el abandono del trabajo militar y se tomó la decisión de retomarlo. El no cumplimiento de este acuerdo – entre otros problemas de funcionamiento- condujo a una nueva división entre 1976-77 entre los radicales dirigidos por los doctores Julio Briceño-Álvaro Ramírez, y los conservadores por Sánchez. Todo lo cual, forma parte de otra historia.

En síntesis, el ala radical se debilitó de manera tal manera en los años 1969-1972, que la tendencia conservadora desde la dirección del partido logró debilitar el brazo armado, al extremo de hacerlo desaparecer. Los radicales tendrían que acumular fuerzas para dar un último empuje, hasta 1975. Entonces a las FARN, el que la hizo desaparecer no fue el partido como tal, sino la tendencia conservadora.

En estas circunstancias, el FSLN como organización político-militar, tras los golpes sufridos entre 1967 y 1969, planteó la estrategia de acumulación de fuerzas en silencio, asimilando los restos de la estructura y logística de la desaparecida FARN, principalmente en Occidente. No siendo, por lo tanto, inútil los esfuerzos del ala radical del PSN y de Jacinto Baca Jerez, en tanto favorecieron el desarrollo y fortalecimiento del FSLN en esta región.

Próximamente: cómo se produjo la muerte de Jacinto Baca Jerez.

Fuentes Periódicas.

La Prensa y Novedades entre mayo de 1969 y abril de 1970.

Fuentes Orales

Entrevistas a: Roger Cabezas Gómez, Abdul Sirker, Jorge Galo Espinoza, César Cortez Téllez y Álvaro Ramírez González.

Conversaciones con: Rubén Jiménez, Juan Isabel Galeano, Francisco Brenes, Adolfo Espinoza, Abdul Sirker y Guillermo Baltodano.

*Historiador de la Sala de Investigadores de la BBCN

Historia ocultada por sectarismo

El historiador Rafael Casanova Fuertes publicó un artículo referente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Nicaragua, FARN (END, 13/11/2009). Considero encomiable la labor de quienes rescatan hechos como el mencionado, porque las generaciones actuales deben conocerlos, por los múltiples sacrificios que se realizaron para lograr la derrota definitiva de la dictadura, en julio de 1979. En esta línea, quisiera dejar constancia de algunos hechos que me tocó vivir como partícipe en esta experiencia, hace más de cuatro décadas.

En 1954, cuando tenía 21 años, me inicié en las luchas políticas en el Partido Socialista Nicaragüense (PSN), donde tuve la oportunidad de conocer y compartir distintos momentos con compañeros como Jorge Galo, los hermanos Juan y Augusto Lorío, Domingo Sánchez, Onofre Guevara, Nicolás Arrieta y otros compañeros que después fundarían el Frente Sandinista de Liberación Nacional, como Carlos Fonseca, Tomás Borge, Francisco Buitrago, Oscar Turcios, Gladis Báez y Doris Tijerino.

A mí me tocó trabajar en el campo sindical, particularmente en el Sindicato de Choferes de Managua, porque yo era mecánico y chofer; logré laborar en algunas empresas privadas para mantener a la familia, pero a nosotros en aquellos tiempos, ya con una conciencia política y de clase, la vida se nos dificultaba, nos costaba encontrar sosiego en un trabajo, porque a la menor oportunidad ya estábamos creando un sindicato, y ahí nomás nos corrían. Para colmo, teníamos encima la represión militar. Estuve detenido en diversas ocasiones. Me correspondió dirigir huelgas de los choferes con Rolando “Bacho” Alvarado, o de solidaridad con los zapateros, gráficos y los constructores.

Detrás de nosotros estuvo primero, en 1957, la Unión General de Trabajadores (UGT) y después, en los años sesenta, la célebre Federación de Trabajadores de Managua, que fuera la base sobre la que surgió la Confederación General de Trabajadores Independiente, CGT (i).

Hacia 1965, un grupo de compañeros empezamos a revisar con más atención los estatutos y el programa del Partido, porque nos preocupaba el hecho de que aún cuando habíamos hecho una labor organizativa muy importante, estábamos a la defensiva, entre encarcelamiento y torturas. En el programa, encontramos un punto que planteaba que el Partido debería estar preparado para toda forma de lucha. Esto nos sirvió de base para discutirlo en las estructuras del Partido; pero, para ser justos, todos estuvimos de acuerdo con la lucha armada, incluido a los mismos hermanos Lorío y Pérez Estrada, aunque éstos sostenían que no era el momento.

Pero las posiciones de la mayoría “entre los que puedo recordar a Abdul Sirker, Álvaro Montoya, Federico Krauddy, Julio Briceño, Luis Sánchez, Rigoberto Palma, Wilfredo López Balladares y otros” era que se debería estar preparado para ese momento en que el pueblo respondiera con las armas en la mano a la dictadura. Esta posición prevaleció en la Comisión Política y otros organismos de dirección del PSN.
El nombre de las FARN
De allí surgió la creación del Frente de Acción Revolucionaria Nicaragüense FARN, después, creo que fue Luis Sánchez quien sugirió cambiar lo de Acción por Armado, pero no se hizo oficial, y con el tiempo un grupo de compañeros decidió llamarle Fuerzas Armadas Revolucionarias de Nicaragua, FARN. Pero éste tampoco se oficializó, por lo que su nombre verdadero es el primero. Con la salida de los Lorío y Pérez Estrada, en 1967, las posiciones nuestras se consolidaron y se pasó a crear una estructura militar nacional. En Jinotega con los Aráuz, Centeno, Martínez, Cristóbal Villegas; en Matagalpa con Bernardino Díaz Ochoa, los Flores Ortega y Antonio Castro; en Juigalpa con los Galeano; en Carazo con los Lacayo y los Navarro, Guillermo Baltodano, César Cortés Téllez; en Chinandega y León con Jacinto Baca Jerez, Rigoberto Palma, los Montoya Lara, Toruño, Aragón, Pérez; en Masaya con Suárez; en Rivas con los Lara y Bejarano.

Posteriormente, a inicios de los setenta, se produjo lo que pudiera definirse como la desmovilización de las FARN, porque uno de sus gestores, Luis Sánchez Sancho, se convirtió en uno de los sepultureros de esta experiencia, alegando lo que ya el historiador Casanova señaló. Nosotros continuamos la lucha dentro del Partido hasta que en una reunión plenaria, en 1976, logramos la mayoría. En esta situación desempeñó un papel muy importante el doctor Julio Briceño, quien pasó a ser el Secretario General del PSN, en 1977.

El grupo de Sánchez Sancho, no aceptó las nuevas posiciones, y crearon una fracción con el mismo nombre e hizo alianzas con la derecha antisomocista, y el PSN de nosotros fue a crear una unidad con la izquierda y a preparar la lucha armada, camino que nos llevó a fusionarnos con el FSLN en 1979, y a ocupar responsabilidades en el Estado Revolucionario, en los años ochenta. En lo personal, yo no participé en el pleno de 1976, porque me encontraba en la Unión Soviética, pero a mi regreso en 1977 me identifiqué de lleno con las posiciones revolucionarias, reafirmadas en un congreso de abril de ese año.
Los aportes del FARN.
El FARN, como dijo el historiador Casanova, no tuvo las dimensiones del FSLN, pero uno de sus principales aportes fue haber dejado formada una estructura que sirvió para fortalecer al FSLN en años posteriores, porque el trabajo organizativo y logístico del FARN en los territorios lo asimiló el Frente. Los compañeros entrenados militarmente en la época, fueron útiles entre los años de 1978-1979 para la creación de la nueva organización que formó el Partido: la Organización Militar del Pueblo, OMP, cuyas columnas en todo el país, en estrecha coordinación con el FSLN, desempeñaron un papel muy importante en la derrota de la dictadura militar.

Esto, hay que investigarlo bien, sin que los prejuicios sectarios afecten la aclaración de los hechos. Sobre el Partido, sólo se tiende a exponer lo negativo; hubo hechos que no se han mencionado, tales como que la red de colaboradores rurales y urbanos del Frente, provinieron del Partido. En mi caso particular, me tocó tener en mi casa a varios compañeros clandestinos del Frente, entre ellos, el mismo compañero Carlos Fonseca Amador. Es cierto que hubo diferencia de líneas políticas, pero esto no impidió niveles de relación y de colaboración entre ambas organizaciones. Creo que es tiempo de ir aclarando estas partes de la Historia.

*Comandante® del MINT,
Fundador del FARN y de la OMP.