Jesús frente a Cesar

En este texto clásico Jesús se enfrente con una clara situación política. Sus adversarios le presentan una moneda del imperio y le exigen que se defina. La respuesta de Jesús era muy esperada porque rebelaría su orientación ideológica de apoyo u oposición al imperio romano.

Este es un texto que ha sido ampliamente utilizado por los poderosos para legitimar una religión alienante que promueve la opresión y una iglesia que se coloca siempre al lado de los ricos, hasta que descubre que el mensaje de Jesús era diferente. Y no es fácil esta lectura liberadora porque por siglos se ha tergiversado la esencia del pensamiento revolucionario de Jesús de Nazaret.

Pero puede existir otra lectura. Debemos de leer la Biblia con los ojos del corazón. Y en esta orientación interpretar este texto como un claro rechazo a la dominación romana, como denuncia contra el imperio y afirmación de la esperanza frente al Cesar de la guerra.

En esa época se consideraba que los emperadores romanos eran dioses todopoderosos a los que debía de rendirsele culto. Y había judíos que renunciaban a su religión y abrazaban las religiones del imperio. Cambiaban al Yahvé, Dios de la liberación por el culto al Cesar romano que los dominaba.

La vida de Jesús, el desarrollo de su pensamiento y su práctica liberadora transcurrieron bajo el signo del imperio romano conducido por el Cesar. El enfrentamiento fundamental fue entre Jesús y Cesar. Dos proyectos históricos universales y dos visiones de mundo, de los oprimidos y de los opresores, todavía en pugna.

Frente a Cesar considerado como dios Jesús hace una declaración irreverente y subversiva. Expresa que Cesar únicamente tiene dominio sobre sus territorios pero que existe otra dimensión de la realidad, la de Dios de la cual esta privado. Eso significa dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. ¡Semejante atrevimiento!

La historia de toda la humanidad -como justamente lo señala el Antiguo Testamento y el Manifiesto Comunista de Marx y Engels-es la historia de la lucha entre opresores y oprimidos, entre poderosos y humildes, entre imperios y resistencia popular, entre Jesús el rebelde y Cesar el soberbio.
Jesús heredero d e una larga tradición de lucha antiimperialista

Jesús fue heredero de una larga tradición de lucha antiimperialista. El Antiguo Testamento es la crónica, el diario de vida de estos esfuerzos populares de resistencia contra los imperios egipcio, asirio, babilónico, persa y helénico. Los héroes y heroínas populares surgen al calor de estas jornadas. Así encontramos a Josué, Moisés, los profetas Isaías, Jeremías, Amós, Ester, Judit, los hermanos Macabeos.

Cada momento de la vida del pueblo judío esta marcado por la resistencia a los imperios. El salmo 69 por ejemplo nos traslada a Babilonia y como los hebreos que habían sido llevados cautivos soñaban a la orilla de los ríos con regresar a la patria amada. Es el sueño de todos los exilados en todas las épocas. Es el sueño de nuestros hermanos en Washington, en Chicago, en Nueva York, en Los Ángeles. Fue el sueño de los argelinos en Paris.

Sobre el cautiverio en Babilonia es muy interesante que la liberación se logró a partir de la decisión de Ciro de permitirles que regresaran a su tierra, como resultado de las contradicciones entre los imperios. Ellos regresan a la patria y reconstruyen sus muros de independencia.

La resistencia de los hermanos Macabeos contra la dominación de los macedonios es otro capítulo impactante. El pueblo rechaza las imágenes de los invasores y se levanta en insurrección. Y luego fue la resistencia contra los romanos, que fue la que marcó a Jesús de Nazaret.

Cada pueblo adquiere su propia experiencia de resistencia en la vida de la lucha. Y cada persona recibe esas raíces al nacer, sea que lo descubramos o que muramos sin saberlo. Nuestros abuelos y abuelas llamaban a esta experiencia el conocimiento de nuestro nahual. Es una experiencia de lucha, de resistencia.

Una vez con Ricardo (el pastor Cornejo) desayunamos con Schafik Hándal, nos invitó a su casa y nos contó como sus abuelos enfrentaron la opresión en Palestina, en Belen, del imperio otomano, del imperio turco. Nos decía que los soldados llegaban cuando las familias estaban comiendo y las apartaban de las mesas y se sentaban a engullirse los alimentos. Eran rapaces, depredadores nos decía.

La invasión de los aztecas

En nuestra historia enfrentamos también imperios e invasiones, igual que los hebreos. Les voy a compartir una experiencia poco conocida. Antes de la invasión española hubo la invasión azteca. Tribus guerreras procedentes de lo que hoy es México invadieron en oleadas y desplazaron violentamente a los pobladores mayas en el occidente y lencas en el oriente que vivían en nuestro territorio. Nos globalizaron.

Impusieron su idioma, el nahuat, su religión panteista y su forma de gobierno autoritario. Los sufijos tepet (cerro) y apan (río) en la mayoría de nuestras poblaciones dan testimonio de esa huella colonial. Esto sucedió unos trescientos años antes de la llegada de los españoles. Hubo pueblos que resistieron y mantuvieron su independencia como Jayaque y Talnique, dos pueblos lencas en territorio pipil. Necesitamos investigar, saber más de estas luchas porque dejaron huella. La huella de la opresión y la huella de la resistencia.

Luego los españoles impusieron su dominio por trescientos años. Y perdimos el nahuat y adquirimos el español. Perdimos la visión panteísta y adquirimos el cristianismo. Una nueva globalización. Se modificó radicalmente nuestra identidad, nuestra visión de mundo.

Y hoy nos encontramos ante una nueva situación en la que el inglés surge como lingua franca de la globalización neoliberal. Y así como los hebreos vivían cautivos en Babilonia, y los cristianos vivían como esclavos en Roma así nuestra gente vive como indocumentados en Washington. La historia va mezclando las vidas de los pueblos.

Y así como Jesús enfrentó al imperio romano y rechazo arrodillarse frente a la efigie del Cesar, nos corresponde como iglesia mantener la herencia de dignidad de las comunidades primitivas y rechazar el consumismo y el militarismo promovido desde Washington. Identificarnos con los que luchan y sueñan. Hay un hilo de resistencia que recorre la historia que debemos de buscar y enlazar. En esa búsqueda nos jugamos la vida, como lo hizo Jesús. ¡Adelante!

*Predicación realizada por Rev. Roberto Pineda, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador el 16 de octubre de 2005.

El puesto de mando ¿dónde está hoy?

(Segunda parte)
Entre la primera parte de esta historia y la segunda, pasaron cosas. La muerte de un amigo, la erupción de un volcán y una llovedera salvaje que dejó su triste huella de lágrimas y muerte. Además, por situaciones extrañas, como el insidioso ataque verbal del cual fui objeto en ausencia, por parte de un político de cierta notoriedad, estuve a punto de no escribir esta entrega.

Después de pensarlo un poco decidí, de todas maneras, escribirlo. Es una especie de compromiso con los lectores, a quienes de nuevo agradezco sus lindas notas, con la historia y conmigo mismo. Antes de entrar en materia quisiera poner algunas íes bajo los puntos.

La guerra en el país está contada de manera bastante manipulada y, en el mejor de los casos, idealizada. No creo que sea bueno que las futuras generaciones tengan una visión sesgada del más intenso capítulo de nuestra historia. Por ello lo que escribo no tiene el afán ni de ensalzar ni de atacar. Escribo lo que recuerdo, lo que vi y lo que viví tal como lo analizo, ahora, desde la distancia.

No es la mejor metodología para compilar la historia, pero el lector debe tener la certeza de que es un testimonio sincero de alguien que, como dije en la primera parte, estuvo donde se cocinó el arroz. No tengo ataduras con ningún partido o movimiento político. Eso es importante para escribir con libertad. Mi énfasis estará siempre puesto en los perfiles humanos de los protagonistas.

Los otros tres miembros de la comandancia general del Ejército Revolucionario del Pueblo fueron, sin duda, los de mayor peso político y militar. Sobre ellos recayó la conducción de los principales frentes de guerra y la toma de trascendentales decisiones políticas. Ellos son Jorge Meléndez, (Jonás); Juan Ramón Medrano (Balta) y Joaquín Villalobos (Atilio).

Conocí a Jonás en Morazán, a principios de 1982. Era moreno, delgado, de mediana estatura y muy dinámico. Una cabellera permanentemente desaliñada, un espeso bigote y una mirada intensa le daban un aire de idealismo y rebeldía. Lo recuerdo en las marchas, caminando rápido, no en el camino, sino al lado, con el fusil sobre el hombro, como un gladiador moderno. Empujando, ordenando, conduciendo. Siempre adelante. Parecía tener tres pulmones.

Cuando un combatiente se ahuevaba, Jonás lo agarraba de la mano y él mismo lo llevaba a la línea de fuego. Y disparaba, con medio cuerpo fuera de la trinchera. Su puesto de mando era una casa abandonada; su asistente, un niño llamado Gutiérrez; su compañera, una campesina de la zona; su pasión, planificar las operaciones y aniquilar, en combate cerrado, al enemigo. Era idolatrado por los combatientes, temido por el enemigo. Una leyenda.

A mediados de los 80 salió del frente de guerra. Le operaron las destrozadas rodillas en Moscú. Regresó a finales de esa década. Pero ya no volvió a ser el mismo. Se hizo prudente y cuidadoso. Ya no iba a las líneas de fuego. Alguien que lo conoció bien me dijo que Jonás había cambiado desde que había nacido su hijo en Managua.

Ahora vive con su compañera y su hijo, Jorge Mario, su máximo orgullo. En política vive en una confusa identidad entre los comunistas y los social demócratas.

Juan Ramón Medrano era el jefe del frente sur oriental. Le tocó conducir, sin ser un apasionado militar como Jonás, grandes y memorables batallas. Sin duda el más instruido de todos los comandantes y quizá el más frío al analizar situaciones concretas. Eso que podía haber sido su fortaleza, también fue su debilidad. Cuando los demás comandantes creían que el poder estaba a la vuelta de la esquina, Balta pronosticó una guerra larga, difícil y con pocas probabilidades de terminar en una insurrección triunfante.

A mediados de los 80, molestos por los demasiado objetivos análisis de Balta, que desmoralizaban a cualquiera, los comandantes lo acusaron injustamente de cualquier cosa y lo degradaron. Lo humillaron en público. El hombre aguantó el escarnio con la cara en alto

Y de simple combatiente escaló de nuevo la máxima dirección. En la actualmente dirige una fundación, tiene una licenciatura y dos maestrías y da clase en una universidad privada. Vive con Norma, su esposa, en una casa con un precioso jardín.

Joaquín Villalobos fue, sin lugar, a dudas el líder natural del FMLN. El más brillante comandante y el mejor estratega político. Nunca, ni en las peores condiciones, lo vi doblarse. Siempre a la ofensiva. Ni un cigarro, ni una taza de café. 24 horas al día pensando cómo destruir al enemigo para tomar el poder. Querido por los combatientes. Respetado por todos.

Después de la caída del Muro de Berlín y del fracaso de la ofensiva del 89, algo cambió en él y para siempre. Tras los Acuerdos de Paz, dilapidó su capital político. Actuó con inusitada indiferencia con los combatientes. Se metió en un vértigo de desaciertos políticos. Uno a uno, sus mejores amigos de lucha fueron rompiendo con él y su grupo. La izquierda lo odia. La derecha desconfía. El peor de los escenarios.

En la actualidad vive en Oxford, Inglaterra, y es asesor de partidos políticos y algunos gobiernos como el de Álvaro Uribe en Colombia. Su estrategia política en el país: cooptar un partido del llamado centro. Y lo está logrando.

Las razones que la razón desconoce o el reconocimiento a Medardo Gómez

Hey miren, es que……

Todavia no puedo digerir algo que paso en el evento de ahora: oir a Fredy Tejada y a Esther Portillo participar en la misa, representando al exterior, el reconocimiento a Don White de CISPES Los Angeles,
todo estuvo vergon, casi todo, pero lo que me vino a perturbar es el reconocimiento que el FMLN le hizo al Obispo Luterano Medardo Gomez. No lo entiendo o sera que ya ando mal, o el FMLN estara motivando a Gomez para ver si se arrepiente de sus pecados con el pueblo, o que se yo!

Soy un pendejo porque eso que paso no lo puedo digerir, despues de lo que hizo con los pastorcitos revolucos de despedirlos, y otras cosas mas, viene el Frente y le da un reconocimiento?

Oi bien o ya ando mal?

Porque si fue asi….no es que no puede ser!

Pero si fue verdad lo que oi en la MayaVision?……. o sera por el trabajo que hizo en el pasado?..porque si fue asi, estamos jodidos, le daran un reconocimiento a Joaquin Villalobos?…no, me parece que el proximo reconocimiento sera para Facundo Guardado o para Ileana Rogel, o mejor a Oscarito o a Zamora?…

Y si estan ahora dando reconocimientos a jerarcas? ….el proximo reconocimiento sera para Toby? o para Saenz Lacalle? quiza sera a nivel de exterior y le daran un reconocimiento a Pat Robertson…
que se yo!….

Puta! no puedo dejar de pensar…espero que sea nomas una maniobra para bien……
Pero estoy quemando cerebro…Medardo Gomez, el obispo Luterano que es tan pura mierda, el que se vendio, el que apoyo a Flores para la OEA y felicito a Saca porque “Gano las elecciones” ..
si! el mismo que le quito el trabajo a Pineda y a Cornejo por andar en manifestaciones apoyando al pueblo, si vos, son los pastorcitos que la ves pasada los verguio la Peinece porque estaban defendiendo al pueblo, los olvidados en los eventos, si quien se va a acordar de esos viejitos,

No se….quiero saber el porque….

Bueno, me tomare un Te de Manzanilla para poder conciliar el sueño,

Clama a vos en cuello y no te detengas,
Alza tu voz como trompeta y
denuncia al pueblo de Jacob su pecado…

COMUNIDAD DE APOPA GANA JUICIO A PROTEGIDO DE OBISPO LUTERANO

SAN SALVADOR, 5 de octubre de 2005 (SIEP) “No sentimos muy alegres porque después de muchas dificultades y confiando en la justeza de nuestra causa logramos que se nos hiciera justicia” dijo Noe Cerritos, habitante de la Comunidad Gómez-Anderson.

Este mediodía el Juez Cuarto de Sentencia, falló favorablemente a favor de la demanda presentada hace dos años por un movimiento de vecinos de esta comunidad, en la que se acusaba al Sr. José Molina de malversación de fondos de la cooperativa de este lugar.

El Sr. Molina contó con el apoyo del Obispo Medardo Gómez, del Sínodo Luterano salvadoreño, para ocupar por más de 11 años la presidencia de la Cooperativa. Y el Obispo Gómez desafiando la fuerte lluvia estuvo acompañando fuera del tribunal a su protegido.

La Comunidad Gómez-Anderson, ubicada al norte de Apopa y con alrededor de 70 familias, fue construida con ayuda internacional por el Sínodo Luterano salvadoreño luego del terremoto del 10 de octubre de 1986.

Hace dos años, la vicepresidenta de la Cooperativa, Sra. María Aminta Gonzalez y un grupo de vecinos, denunciaron ante el Obispo Gómez la corrupción que caracterizaba a su protegido, el Sr. Molina. El Obispo Gómez no obstante la presentación de pruebas, decidió respaldar al Sr. Molina e iniciar una campaña de difamación contra los denunciantes.

Posteriormente, el Comité de Administración de la Cooperativa solicitó al Instituto Salvadoreño para el Fomento del Cooperativismo (INSAFOCOOP) la realización de una auditoría de nueve meses, la que comprobó un faltante de 65,000 colones, o sea 7,428 dólares.

Al conocer los resultados de la auditoría y frente a la actitud cómplice del Obispo Gómez, los vecinos presentaron una demanda ante la Fiscalía, la cual fue admitida, y dada la existencia de pruebas, se procedió a la captura del Sr. Molina y a su encarcelamiento en el Penal de Mariona, en el que estuvo mes y medio detenido.

Posteriormente el Sr. Molina fue puesto en libertad condicional hasta este día, en el que se logró que como parte inculpada aceptara los cargos y se comprometiera a pagar a la Cooperativa lo adeudado, por medio de la entrega de un terreno.

Finalmente Noe Cerritos manifestó que “aunque hemos triunfado con nuestra paciencia, unidad y determinación, lamentamos que el Obispo Gómez que mantiene un discurso progresista, en la práctica apoye a este tipo de personas corruptas vinculadas a la derecha de este país.”

BPS solicita ayuda de Cuba frente a desastre nacional

SAN SALVADOR, 5 de octubre de 2005 (SIEP) “Como Bloque Popular Social solicitamos formalmente al Presidente Antonio Saca que frente a la situación de emergencia del país se pida la colaboración del Contingente Internacional para Atención a Emergencias y Desastres Henry Reeve” dijo esta mañana el Rev. Roberto Pineda, dirigente de esta coalición popular.

Agregó que “esta contingente cubano fue creado con motivo del desastre en Nueva Orleáns pero estamos seguros que si es solicitado al gobierno cubano, este responderá positivamente. Son médicos con experiencias en situaciones de desastres como la que estamos viviendo.”

Informó que “hemos recibido mensajes de solidaridad de iglesias cubanas, del Centro Martín Luther King, del Movimiento Cubano por la Paz y estamos seguros que el pueblo y gobierno cubano se encuentran en actitud de apoyo solidario. Ojala que las diferencias políticas pasen a segundo plano y se solicite y reciba la ayuda cubana.”

Por otra parte, Gloria Rivas de Acción Ciudadana contra el Anillo Periférico (ACAP) explicó que “estamos trabajando en labores de rescate en todo el país, la situación es muy grave y el gobierno trata de ocultarla pero son decenas de muertos y miles de damnificados.”

Añadió que “es evidente la incapacidad gubernamental para manejar esta crisis por medio del Comité de Emergencia Nacional. Proponemos que sea COMURES, las alcaldías en todo el país las que asuman este reto ya que ellas están más cerca de las comunidades y sus necesidades.”

Dio a conocer que como Bloque Popular Social han establecido como Centro de Acopio el local de las Comunidades de Fe y Vida, ubicado en barrio San Miguelito, 6ta. Avenida Norte, numero 1622. Teléfono 22351651.

Asimismo Alfonso Linares, dirigente comunal de Santo Tomas, señaló que “hay cerca de 350 personas refugiadas en los cuatro albergues instalados por la Alcaldía Municipal. La mayoría son niños y niñas y adultos mayores. Y no están recibiendo ningún tipo de ayuda del Gobierno central.”

Denunció que “el gobierno esta jugando con la ayuda y solo se la están dando a los simpatizantes de ARENA, cuando este desastre ha afectado a todos. Es importante una supervisión internacional para que no se instrumentalice la ayuda con fines electorales.”

Los dirigentes del Bloque Popular Social reiteraron su voluntad de coordinar esfuerzos en un Comité de Emergencia Nacional que coordine las acciones de evacuación y atención de damnificados, que se realiza en todo el país de manera caótica.

Cómo definir a la «banda renovadora» de FMLN

SI ERASMO VIVIERA

¿Sabía usted que Erasmo de Rótterdam, cuyo pensamiento fuera afluente de ese caudaloso río denominado “Renacimiento”, publicó en París en 1511, Elogio de la Locura, pequeña obra, en dimensiones, pero grande por su contenido? Pienso que la importancia del libro se destaca especialmente, si meditamos sobre los personajes de que se ocupó Erasmo hace casi medio milenio. Elogio de la Locura, como dice Max Figueroa Esteva, “pone al desnudo, sin tapujos, el falso cristianismo de los monjes y de la Iglesia misma, la hipocresía, la gula, la avaricia, la concupiscencia, la envidia, el egoísmo, la mezquindad y la vanidad de todos aquellos falsos ‘intermediarios’ entre Dios y los hombres, y ni papas ni monarcas, como comprobará el lector, escapan al acerado puñal de su crítica sarcástica.”

Erasmo no incluyó, específica-mente, entre sus personajes a los políticos ni a prospectos de la variadísima fauna que pulula en nuestras sociedades, hasta convertirlas en un megazoológico. Si Erasmo viviera, pienso que la incluiría. A propósito de este vacío, explicable por razones históricas, opino que sería un buen ejercicio académico para estudiantes de letras y de filosofía, intentar seguir los pasos del inmortal humanista, quien decía del Elogio: “Es un divertimento literario”.

En un actual “divertimento literario”, no faltarían los “analistas políticos” o “todólogos”, los banqueros, los pastores-mercaderes, los contrabandistas, los y las proxenetas, los extranjeros que hacen de El Salvador su “tierra prometida”, los monopolistas de todo color, los cofrades del mutuo bombo de ese extraño mundo de “escritores” y “poetas”, de la mal llamada “clase política”, del “quinto poder” de los buseros, de los propietarios de los medios de comunicación masiva, etc., etc. Resulta claro que no faltarían los “renovadores” del FMLN, dirigidos por Facundo Guardado y su mano derecha, Francisco Jovel.

HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA

Característica común que define a los renovadores (y a ciertas gentes de otras corrientes del FMLN), es su anticomunismo. Facundo Guardado, cuyas escasas luces culturales son una verdad cartesiana, por claras y evidentes, fue dirigente del Bloque Popular Revolucionario (BPR). Recuerdo, como si fuera ayer, que en una de las muchas manifestaciones en el ahora llamado “Centro Histórico de San Salvador”, una de las consignas que coreaba la masa, era la de “¡Mueran los comunistas!”, Lo cual estaba acorde con los recelos, y hasta odio visceral, que varias organizaciones político-militares de la época, cultivaban como expertos jardineros, contra el Partido Comunista de El Salvador (PCS). Ese “¡Mueran los comunistas!”, no era un antojadizo decir sino anhelo de verlos hechos cadáveres.

En lo que concierne al BPR, debemos recordar que era un ala de las FPL dirigidas por Salvador Cayetano Carpio. Este, un ex comunista de larga militancia, fundó las FPL inspirado en un anti partidismo comunista galopante, patológico, aunque años después, cuando se intentara dar un paso en el proceso de unificación (con vistas a su fusión) de las organizaciones político-militares en un solo partido, el PCS estuvo anuente. Sin embargo, lo percibible era que Carpio esperaba darse un hartazgo, engulléndose al PCS. Como éste advirtiera las intenciones de esa “unidad”, el proyecto se fue enfriando.

Además, las restantes organizaciones en armas (aunque integraban la Comandancia General del FMLN), tuvieron reticencias pues, “históricamente —como me decía Mario López, vilmente asesinado— cada una de las organizaciones no quiere perder su identidad.” De tal manera, que el camino para formar un partido unificado de la revolución se hizo humo en el primer quinquenio de los años ochenta. Debo recordar, asimismo, que durante la guerra, cualquier combatiente que pasara a territorio dominado por las FPL, era tomado como un espía y que hubo no pocos casos de fusilados por esta causa.

EL CASO DEL PRTC

En cuanto al Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), uno de cuyos fundadores fue Francisco Jovel, dejo constancia sólo parte de lo que conozco. Fue fundado por un congreso que duraría del 14 de diciembre de 1975 al 25 de enero de 1976.

La característica remarcable del PRTC era su centroamericanismo. Por eso el PRTC nació como partido istmeño. Sus ideólogos partían de estas tesis: 1a.) En Centroamérica existe una sola formación económico-social. 2a.) Las posibilidades de triunfo de un movimiento revolucionario confinado a un solo país, sin desarrollo paralelo y simultáneo en todos o en la mayoría de los cinco países, debe considerarse como nula. 3a.) El imperialismo norteamericano es el enemigo fundamental de la revolución en todas las etapas. Poco tiempo después, los ideólogos, entre ellos Francisco Jovel, se dieron cuenta de que las dos primeras tesis se daban de bofetadas con la realidad.

En efecto, en el proceso de desarrollo de los países centroamericanos, y de su incorporación al mercado capitalista mundial, se habían configurado formaciones económico-sociales específicas, con muchos puntos de semejanza y hasta idénticos, pero también con muchas diferencias. Esto contradecía la tesis de la supuesta necesidad del paralelismo y simultaneidad de los movimientos revolucionarios en la región.

Si me refiero a tales concepciones erróneas de los ideólogos del PRTC, y, concretamente a Francisco Jovel, es para refrescarles garrafales estupideces teóricas que los comunistas les señalaran en esa época.

En honor a la verdad, el PRTC, nació con pensamiento unitario de las fuerzas de izquierda y no era ni anticomunista ni anti PCS. Se trazó, como objetivo estratégico, la toma del poder, la construcción de un gobierno democrático revolucionario de obreros y campesinos dirigido por el proletariado, llegar a la revolución socialista e instaurar la dictadura del proletariado con vistas a crear la sociedad comunista.

Cabe recordar, que cuando fue creada la “Coordinadora Revolucionaria de Masas Político-Militar” (CR-PM), el 17 de diciembre de 1979, sólo fue integrada por el PCS, las FPL y la RN. El ERP quedó excluido por reiterada oposición de Eduardo Sancho, de la RN. El PRTC no fue invitado por sus traspiés organizativos, ya que no salía del laberinto centroamericanista.

Lo mismo sucedió cuando se creó la “Coordinadora Revolucionaria de Masas” (CRM), el 11 de enero de 1980, y, enseguida, el 22 de mayo de 1980, cuando nace la “Dirección Revolucionaria Unificada Político-Militar” (DRU-PM). El PRTC era presa de vacilaciones, no encontraba ni una veredita que le llevara de la mera teoría de cafetín a las acciones armadas. Cuando tiró sus primeros balazos en El Salvador, se desató una acalorada discusión interna sobre “lo correcto o incorrecto” de la decisión.

¿Qué dirá hoy Francisco Jovel de la línea estratégica general del PRTC de hace 26 años? ¿Cuál es la fuente de su anticomunismo visceral que en nada difiere del de los areneros y de la gente ignorante que, a pesar de sus andrajos y de ser “chuñas” creen que los comunistas comen niños estofados día a día? Si traemos a cuento lo anterior, es para señalar que Francisco Jovel nuevamente se equivoca en sus posiciones “renovadoras”.

¿QUÉ ES LO QUE IMPELE A LOS RENOVADORES?

Me resulta imposible dejar de expresar que Francisco Jovel y su banda de diputados, cuyo business manager es Facundo Guardado, saben que toda organización tiene normas que deben ser observadas fielmente, y que aún los mafiosos y salteadores de caminos, poseen las suyas; que la violación de tales normas acarrea sanciones.

En el caso de las organizaciones políticas, existen principios y objetivos por los cuales se lucha y, además, están las instancias respectivas que velan por su cumplimiento. Dejo constancia de que en un partido político (o en cualquier otra organización) deben caber variadas corrientes de pensamiento, menos aquellas que tiendan a la destrucción de la organización o que alimenten contradicciones irreconciliables. Es inconcebible, por ejemplo, que en el FMLN haya una corriente fascista o derechista por más camuflajes que use.

Además, existe un principio universal en los partidos políticos: El derecho a conservar la opinión una vez sea votada democráticamente una resolución. La resolución votada, será la que deba cumplirse por todos los miembros asociados. Sin embargo, si la práctica demuestra que la opinión reservada era la correcta, puede plantearse nuevamente.

Estas reglas elementales, las debe conocer Francisco Jovel y su banda, pero su virulento antico-munismo, a mi entender, hunde sus raíces en varios estratos que resumo así:

lo.) Protagonismo enfermizo. Siempre quieren aparecer en el proscenio del escenario político y público, como divinas garzas.

2o.) Oportunismo. “La oportunidad la pintan calva”, se dice popularmente. Ellos se agarran, aunque sea de un pelo de cualquier color que sea, para lograr sus inconfesables propósitos.

3o.) Pragmatismo. Los pragmáticos fundamentan sus concepciones en que el criterio de verdad de las doctrinas científicas, políticas o religiosas, es el resultado que ellas producen en la práctica.

Por ejemplo: “Si yo soy efemelista de pura cepa, no puedo llegar a integrar la mesa directiva de la Asamblea Legislativa; pero si soy renovador, y demuestro mi incondicionalidad con ARENA, entonces puedo. Los gringos tienen este apotegma: “Si yo veo que un animal camina como pato, nada como pato, come como pato y grazna como pato, no hay duda de que es un pato”. Los “renovadores” son, efectivamente, “patos”.

4o.) Abjuran del poder. Al observar ese protagonismo enfermizo, ese oportunismo y ese pragmatismo, la banda de los renovadores socavan conscientemente los cimientos del FMLN. De allí, es fácil deducir que los renovadores anhelan no llegar al poder ejecutivo ni tener mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa. Los gritos estentóreos de Jovel acusando en este sentido a la Corriente Revolucionaria Socialista, no son sino una maloliente cortina de saliva.

¿SOLUCIÓN AL PROBLEMA?

Hay dos caminos para cortar de raíz la estulticia de los renovadores: Uno, su expulsión estatutaria; y otro, que voluntariamente renuncien al FMLN y levanten carpa en otra parte. Sin embargo, ellos hablan de quedarse dentro del FMLN. ¿Por qué? Porque es adentro como pueden llevar adelante su trabajo de división y de permanentes y desgastantes tensiones que, desgraciadamente, distraen al FMLN, de las cuales se aprovechan todos sus adversarios, incluidos los periodistas a sueldo que les pasan, debajo de mesa, cheques de la Presidencia de la República.

Es difícil evadir estas preguntas: ¿Por cuánto se habrán vendido Facundo, Jovel y su banda de diputados? ¿Qué privilegios o canonjías les han sido ofrecidos? Además, es muy importante decirlo, que los renovadores no se arriesgan a levantar su propia carpa política porque la praxis nos dice que tanto Joaquín Villalobos como Eduardo Sancho, quienes quisieron desde adentro destruir al FMLN y no lo lograron, levantaron las suyas las cuales, al primer pequeño ventarrón, se les cayeron. Esto confirma que fuera del FMLN los renovadores no serán sino aspirantes a “orejas” de la inteligencia estatal, como ha pasado con Villalobos, Ana Guadalupe Martínez y el ex Comandante “Chico”, Rabindranath Armijo y otros.

Si se opta por la expulsión, esta debe ser pronta. El tiempo para las próximas elecciones corre vertiginosamente lo cual sumado a las dificultades internas del FMLN, le será a éste muy difícil tratar, correcta y profundamente, la problemática nacional y su estrecha vinculación con el pueblo.

Homenaje a Rafael Antonio Arce Zablah

Oxford, Inglaterra. Eran las tres de la madrugada de un día de 1969. El padre Alfonso Navarro Oviedo nos hizo salir con urgencia de la casa parroquial de San Juan Opico, y no nos permitió abordar el autobús en el pueblo. Caminábamos por unas veredas tropezándonos, intentando seguir al guía sin hablar ni usar lámpara. Íbamos indignados, jamás habíamos caminado en la oscuridad y, la verdad, no entendíamos lo que pasaba, teníamos 18 años y recién empezábamos la Universidad. Yo estaba allí ayudando a Rafael Arce Zablah en un programa de alfabetización campesina que ofrecía la Iglesia Católica. Nos sentíamos bien enseñando a la gente a leer, pero nunca pensamos que aquello fuera tan peligroso. Una carta anónima amenazándonos de muerte llegó a la casa parroquial.

El padre Navarro confirmó que la carta venía de la Guardia Nacional y nos pidió salir de inmediato. ¡No estamos haciendo nada malo!, le dijimos, Rafael propuso incluso discutir con los guardias y demostrarles que no era ilegal enseñar a leer, sobre todo porque al avanzar el curso leíamos la Constitución Política. ¡Están locos!, nos dijo el padre, ¡mejor apúrense!; ¡mi papá es militar!, insistía Rafael. La madre de Rafael era miembro de una familia muy conocida en el país y su padre, efectivamente un coronel del ejército, era muy amigo del coronel Molina. El general Humberto Romero era incluso padrino de Rafael. Navarro fue sensato e hicimos bien en obedecerle; en 1977 lo asesinaron.

Desde aquel día nos sentimos profundamente retados en nuestra dignidad y bromeábamos sobre si podíamos o no arrebatarle el fusil a un guardia, pero ni buenos deportistas éramos. La lucha armada contra el gobierno militar se nos volvió un tema persistente. El gran problema era que no sabíamos cómo hacerlo, no teníamos ni idea de cómo proteger una organización en caso de capturas y torturas. Por aquella época llegó al país la película “La batalla de Argelia”. En ésta un general francés explica en detalle el funcionamiento básico del Frente de Liberación Nacional Argelino. Una estructura piramidal permitía compartimentar y proteger la información. Rafael era mi mejor amigo y nos entendíamos con la mirada. Al salir del cine me dijo: ¿Estás pensando lo mismo que yo?, si, le respondí, bueno, ¡entonces ya la hicimos! afirmamos los dos. Hablamos de cómo podíamos llamar al movimiento. Rafael propuso “Jaraguá” porque proporcionaba identidad nacional y se asociaba con rebeldía, desgraciadamente eso no prosperó.

La historia es más larga, luego descubrimos que había otros grupos intentando hacer lo mismo. Pero empezó allí, en San Juan Opico y en el Cine Regis, no en La Habana ni en Moscú. El general de la película sólo nos había resuelto cómo no morir en el primer intento. Había un problema mucho más difícil, ¿cómo hacer una guerra de guerrillas en un país sin montañas ni selvas?; ¿cómo superar a los cien mil paramilitares y 60 mil miembros de la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN), que estaban presentes en todos los caseríos y barrios del país?; ¿cómo no ser detectados en un país en donde no se podían caminar veinte minutos sin encontrar una casa o dos horas sin encontrar una calle transitable en vehículo? En definitiva, cómo hacer la guerra revolucionaria en un país donde eso era imposible.

Rafael era poseedor de una inteligencia extraordinaria, segundo bachiller de la república y el primero en la Universidad, hablaba y escribía inglés perfecto. Fue su inteligencia la que resolvió aquel complejo problema. Hizo una gira y se reunió con campesinos de Morazán, Usulután, San Vicente, Chalatenango, Santa Ana y La Unión. Sus conclusiones fueron contrarias a lo que la izquierda pensaba y la derecha temía, sostuvo que no eran los jornaleros de las grandes haciendas el centro de gravedad de una rebelión; planteó que la clave eran los campesinos minifundistas medios y pobres de Morazán, San Vicente y Chalatenango.

La tradición de la izquierda era dirigirse al proletariado y organizar donde habían más conflictos de clase. Los departamentos de minifundistas eran bastiones conservadores donde el Partido Conciliación Nacional doblaba en votos a la oposición. Rafael señaló que zonas como Morazán tenían conflictos con el Estado por abandono social y falta de créditos, y que contrario a los campesinos de Usulután o Santa Ana, que tenían problemas graves de alcoholismo, delincuencia y emigraban constantemente, los de Morazán eran estables, responsables y, si bien había pobreza, por lo menos tenían tierra y sobrevivían.

Aquello en realidad era quitarle cuerpo social al enemigo y aparecerle en donde menos se lo esperaba. Rafael señaló que esas zonas era posible controlarlas primero políticamente y luego militarmente, pero requerían una organización territorial que incorporara a los grupos familiares completos, incluso a miembros de las patrullas y de ORDEN. En vez de enfrentar había que reclutar.

Así fue como nació el concepto de zona de control y fueron esas ideas las que transformaron a Morazán en la retaguardia estratégica de la guerrilla salvadoreña, algo que no pudo ser destruido ni con matanzas como la del Mozote. Esa retaguardia fue la que permitió que el Ejército Revolucionario del Pueblo se convirtiera en una de las guerrillas militarmente más eficaces que ha existido en Latinoamérica. Esas mismas ideas hicieron que Jucuarán, en las costas de Usulután, contara con una organización social que recibió miles de armas por mar sin que las Fuerzas Armadas interceptaran jamás una sola de las operaciones durante once años de guerra.

Rafael murió en combate un 26 de septiembre, hace treinta años, en el municipio de El Carmen en La Unión. Un puñado de jóvenes con más indignación que entrenamiento militar tomamos por primera vez un puesto de la Guardia Nacional. Rafael no pudo conocer a su hijo, ni ver al país en paz y democracia, pero la brigada guerrillera que llevó su nombre y los combatientes de Morazán alcanzaron San Salvador en noviembre de 1989. Rafael fue parte de una generación de jóvenes educada en la excelencia, que abandonaron un futuro personal exitoso para rebelarse y transformar al país. Su imaginación e inteligencia junto a la de otros revolucionarios como Felipe Peña y Lil Milagro Ramírez, sentaron las bases de un movimiento que sólo estaba subordinado a buscar una vida mejor para los salvadoreños. Sin su influencia jamás se hubiese firmado una paz basada en el interés nacional y en un programa democrático.

Dicen que la guerra es una lucha provocada por viejos que se conocen, pero que no se matan, en la que pelean jóvenes que no se conocen, pero que sí se matan. Cuando me preguntan sobre las causas de la guerra, suelo contar que al firmarse la paz fui invitado por un grupo de empresarios para hablar sobre el proceso que se iniciaba. Terminada mi charla una señora, perteneciente a una de las familias más ricas del país, me dijo en tono recriminatorio: ¿Por qué no pensaron en toda la destrucción que provocarían?, señora, le respondí, sólo hay dos posibilidades: o nosotros a los 19 años fuimos tan inteligentes para armar un conflicto que duró 22, o ustedes fueron tan torpes para gobernar que llevaron al país a una guerra”.

Antecedentes y datos sobre la fundación del FMLN

El Surgimiento de nuevas organizaciones revolucionarias en los primeros años de la década de los setentas, estimuló e impulsó la lucha popular por conquistar los ideales de democracia y justicia social y, en parte, generó condiciones para que a mediados de esa década se produjera el nacimiento de grandes organizaciones populares que dinamizaron con fuerza el proceso revolucionario que avanzaba hacia niveles superiores de la lucha popular. Dentro de ese contexto, el escandaloso fraude de las elecciones presidenciales celebradas en febrero de 1977 mediante el cual la dictadura militar impuso por la fuerza al General Carlos Humberto Romero y la posterior agudización de la represión fueron factores que confirmaron que cualquier posibilidad de avance democrático por la vía político-electoral estaba cerrado, situación que condujo a que miles de ciudadanos apoyaran y se incorporaran a la lucha armada como única posibilidad de avanzar en la lucha por conquistar la democracia.
En ese entorno, pero de manera más sistemática durante 1978-1979, se ampliaron y formalizaron los contactos e intercambios de información y de opiniones sobre la realidad nacional entre las diferentes Organizaciones Revolucionarias y se empezaron a producir algunos casos de cooperación entre ellas. El 19 de Julio de 1979, los revolucionarios nicaragüenses habían accedido al poder mediante una generalizada insurrección. La Victoria de la Revolución Sandinista ocurrió después que las tres corrientes del Sandinismo (Proletaria, Guerra Popular Prolongada e Insurrecional o Tercerista) surgidas, en 1976, de una división interna se reunificaran. Ese proceso de reunificación de los revolucionarios nicaragüenses y la posterior victoria de su revolución estimuló, de manera significativa, al Movimiento Revolucionario Salvadoreño y le fortaleció la idea de iniciar un proceso de mayor entendimiento, cooperación y finalmente de unificación de los partidos y organizaciones de la izquierda revolucionaria.
El golpe de Estado del 15 de octubre de 1979 cerró la tercera fase del modelo de Dictadura Militar iniciado en 1932. Los fallidos intentos que las diferentes fuerzas revolucionarias y democráticas hicieron por impulsar un programa de reformas económicas y sociales aprovechando la situación conformada a partir del golpe del 15 de octubre se vio enfrentada con la represión profundizada y mas generalizada que ejercían los poderosos militares derechistas que se aferraban al poder y que arremetían, incluso, en contra de sus propios compañeros de armas que buscaban una salida no militar a la crisis. La Nación entera estaba polarizada y la lógica y la dinámica de la guerra revolucionaria estaba planteada. A finales de octubre de 1979 varias Organizaciones Revolucionarias expresaron su voluntad de buscar acuerdos entre sí para la coordinación primero y la unificación posterior de los revolucionarios salvadoreños y en el mes de noviembre solicitaron, por separado, a los amigos cubanos su cooperación para que facilitaran su territorio y poder encontrarse en la Habana en un entorno seguro y tranquilo para discutir, de manera relajada, los aspectos que podrían conducir a la unificación de la izquierda revolucionaria de El Salvador. El 16 de Diciembre los dirigentes de tres organizaciones pudieron reunirse en Cuba y durante el atardecer habanero del 17 del mismo mes Ernesto Jovel de la R.N., Salvador Cayetano Carpio, (Marcial), de las FPL y Schafik Jorge Hándal (Simón), del PCS tomaron la resolución de suscribir el primer acuerdo de unidad y constituir la Coordinadora Político Militar, CPM, en cuya dirección estarían seis personas, o sea, dos por cada organización : Salvador Cayetano Carpio y Mélida Anaya Montes, (FPL), Ernesto Jovel y Julia R.(RN), Schafik J. Hándal y Américo M. Araujo (PCS). Dentro de la CRM, de manera informal, se creó un código sencillo para referirse a cada uno de sus miembros; así : Felipe para las FPL, René para la RN y Paco para el PC. Allí se discutió el ingreso de las otras dos Organizaciones Político Militares existentes: ERP y PRTC. En aquel primer momento se recomendó al PRTC, que entonces era un Partido con estructura orgánica regional a nivel de Centro América, que reformaran su estructura y quedara claramente establecida una conducción nacional propia para poder concertar acuerdos y pudiera formar parte del la Coordinadora Político Militar, (CPM), que era la expresión salvadoreña de la unidad de la izquierda y al ERP se le solicitó que esclareciera más el acontecimiento en derredor de la muerte de Roque Dalton. En la misma reunión de constitución de la CPM se acordó dar por terminado los intentos por modificar, desde dentro, el rumbo del Gobierno de la Junta surgida el 15 de octubre, y persuadir a los aliados que estaban en ese gobierno a abandonarlo; así mismo, acordaron constituir la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, que incluiría a las organizaciones sociales identificadas con todas las cinco organizaciones político militares; así, estaría conformada por el Bloque Popular Revolucionario, BPR, de las FPL y que había surgido en Julio de 1975; el Frente de Acción Popular Unificado, FAPU, de la RN que había surgido en el primer semestre de 1977 después que hubo un primer intento de formar una organización, con el mismo nombre, en 1974; la Unión Democrática Nacionalista, UDN, Partido Político por medio del cual el PCS había participado en la coalición electoral UNO en 1972 y 1977; las Ligas Populares 28 de febrero, LP-28, del ERP surgida después del gran fraude electoral cometida contra la UNO en 1977, y el Movimiento de Liberación Popular, MLP, surgido en 1978, del PRTC. En la CRM, a diferencia de la CPM, sí estaban incluidas todas las cinco fuerzas en sus expresiones sociales. Días después se acordó lanzar el 10 de enero de 1980 el primer pronunciamiento público de la nueva Coordinadora Político Militar, CRM, donde se proclamaría el carácter democrático de la revolución, su orientación socialista, sus fundamentos históricos y los contenidos programáticos inmediatos y al siguiente día 11 de enero hacer la presentación y lanzamiento público de la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, acto que se celebró en el Auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. Ambos acontecimientos tuvieron un impacto de grandes proporciones. La cresta de la situación revolucionaria se elevaba y la Coordinadora Político Militar tomó el acuerdo de convocar para el 22 de Enero, aniversario 48 de la insurrección popular de 1932, a una manifestación para celebrar la unificación de las fuerzas políticas y sociales de izquierda, apoyar a las organizaciones nacientes y repudiar la política del nuevo gobierno militar-democristiano. Aquel 22 de enero se realizó la más grande movilización ciudadana de El Salvador ocurrida en la segunda mitad del siglo XX. La manifestación, la mañana de ese martes, fue reprimida a fuego de metralleta por la guardia nacional y el ejército. Si el 30 de Julio de 1975, cuando se cometió la masacre contra los estudiantes universitarios y de secundaria, se puede considerar como la bisagra que cambió el rumbo de la lucha popular, el 22 de enero de 1980 podemos considerarlo como el día en que el camino de la guerra popular-revolucionaria quedó sellado. El Partido Demócrata Cristiano empezó a fracturarse y el asesinato, el 4 de marzo de aquel año, a manos de un escuadrón de la muerte ligado a los cuerpos de seguridad, de Mario Zamora Rivas, Procurador General de la República y miembro de la Comisión Política del PDC provocó la renuncia de Héctor Dada de la Junta de Gobierno y, días después, la dirección del PDC expulsó a un grupo de militantes encabezados por Rubén Zamora y Jorge Villacorta. Este grupo de ex pedecistas, con la excepción de Héctor Dada, se constituyó en Movimiento Popular Social Cristiano, MPSC. Durante el mismo mes de marzo empezó la formación del Frente Democrático, FD, con la participación del Movimiento Nacional Revolucionario, MNR; del recién fundado MPSC, del Movimiento Independiente de Profesionales y Técnicos de El Salvador, MIPTES, conducido por Enrique Álvarez Córdoba, miembro de una reconocida familia oligárquica salvadoreña; se sumó, también, un grupo de organizaciones e instituciones como observadores entre las cuales estaban: la Federación Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa de El Salvador, FENAPES; La Universidad de El Salvador, UES; La Universidad Centroamericana, UCA; varios sindicatos independientes y otros grupos de personalidades. El asesinato de Monseñor Romero el 24 de marzo apresuró los acontecimientos y el 18 de abril, mediante acuerdo entre el Frente Democrático, recién constituido, y la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM se fundó el Frente Democrático Revolucionario, FDR, el que se adhirió al Programa del Gobierno Democrático Revolucionario, (GDR), y así se selló la alianza FMLN-FDR que perduraría durante casi toda la guerra.
Un mes más tarde, los tres principales dirigentes de la Coordinadora Político Militar, CPM, viajaron nuevamente al exterior para reunirse con los representantes del ERP quienes habían solicitado, de manera insistente, ser incorporados pronto a la Coordinadora Político Militar. El 22 de mayo de 1980 se acordó incorporar al ERP e iniciar un proceso que garantizara el paso de la Coordinación a la unificación de las organizaciones revolucionarias. Así, en aquella misma ocasión se formó la Dirección Revolucionaria Unificada, DRU, que estaría compuesta por doce personas, tres por cada organización miembro: Por el ERP: Joaquín Villalobos, (René Cruz), Jorge Meléndez, (Jonás Montalvo) y Ana Guadalupe Martínez, ( María) en el exterior y quien, en el interior, sería substituida por Sonia Medina, (Mariana); por las FPL: Salvador Cayetano Carpio, (Marcial), Mélida Anaya Montes, ( Ana María) y Atilio Montalvo, (Salvador Guerra); por la R.N.: Ernesto Jovel, Eduardo Sancho, (Fermán Cienfuegos) y Alberto Ramos; por el P.C.S.: Schafik J. Hándal, (Simón), Américo M. Araujo, (Hugo) y Mario Aguiñada C. (Viera). En esa reunión también se organizó el frente diplomático y se acordó realizar las primeras giras por Europa, América Latina y Países Socialistas. Durante ese mismo mes se convocó a una huelga nacional para el 12 de junio, día en el cual más de un millón de trabajadores paralizaron el país. La Situación Revolucionaria estaba en su momento más alto, casi en su pico; otra huelga, no exitosa, se convocó para los días 13, 14 y 15 de agosto. La actividad de los Escuadrones de la Muerte vinculados al Ejército y a los Cuerpos de Seguridad Pública era intensa. Ellos introdujeron la práctica del “descuartizamiento” de los cuerpos de sus víctimas; esos grupos del terror regaban los cadáveres decapitados y mutilados de sus víctimas por el Centro de San Salvador y otras cabeceras departamentales, por las principales carreteras del país y en zonas rurales era común ver los cuerpos de los ciudadanos asesinados colgando de algunos árboles. Monstruosos crímenes fueron cometidos por esos escuadrones y, hasta la fecha, ninguno de esos criminales ha sido encontrado, juzgado y condenado pues siguen contando con la protección de los mismos sectores a los que servían. Esos sectores también contaban con la indiferencia benéfica de los altos funcionarios pertenecientes al Partido Demócrata Cristiano. Entonces nació la impunidad que aún prevalece hoy y que fue impuesta por los sectores poderosos de la derecha del país con la benevolencia del Partido Demócrata Cristiano. Los gobiernos del área centroamericana se mostraban preocupados por la situación salvadoreña y la DRU decidió formar dos delegaciones para visitar a varios presidentes del área. A mediados de Agosto la primera delegación compuesta por Marcial, Jonás y Domingo Santacruz (Eduardo), prepararon las reuniones con algunos gobiernos del área; luego se reunieron con la Junta de Gobierno de Nicaragua y el 30 de agosto con el Presidente Rodrigo Carazo Odio de Costa Rica. Ambas reuniones fueron de mucho éxito para el proceso revolucionario unitario. Mientras, para los primeros días de septiembre Ernesto Jovel tenía concertada una cita con el General Omar Torrijos, presidente de Panamá y padre de Martín Torrijos actual presidente del mismo país. El General Torrijos mantenía fluidas relaciones con los militares salvadoreños y poseía mucho conocimiento sobre ellos a partir que era un graduado de la Escuela Militar Capitán General “Gerardo Barrios”.
El país ardía y el primero de septiembre el Coronel José Guillermo García, Ministro de la Defensa, de común acuerdo con el Coronel Abdúl Gutiérrez miembro de la Junta, publicó una Ordenanza Militar donde se daban a conocer cambios de mandos y bajas dentro del cuerpo castrense que dejaba muy debilitado al grupo de la Juventud Militar que representaba al sector progresista dentro del cuerpo militar. El contenido de aquella Ordenanza se había aprobado con el consentimiento de la Embajada de Estados Unidos en San Salvador y no había sido consultada, mucho menos discutida, con el Coronel Adolfo Majano, líder de la Juventud Militar y miembro de la Junta Cívico Militar. La idea era desplazar a Majano y sus compañeros de los puestos de mando y, por otro lado, fortalecer al Partido Demócrata Cristiano, PDC, aliado contrainsurgente de la administración Reagan y el sector fascista de las FAES y su principal líder Napoleón Duarte. Un importante grupo de militares se rebelaron contra aquella maniobra y el Ejército se fracturó. La peor crisis política institucional post octubre 79 de ese cuerpo se desató en la primera semana de septiembre de aquel año. La crisis global nacional se profundizó y la DRU discutía qué posición adoptar ante la rebelión militar: ¿neutralidad, apoyo activo o pasivo, rechazo pasivo o frontal? Miembros de los diferentes partidos que conformaban la DRU y de las organizaciones sociales que conformaban la CRM y los miembros del Frente Democrático, FD, nombraron a personas para darle seguimiento a esta crisis y para buscar contactos con algunos militares. Las FPL, entre otros, nombraron a Milton Méndez, (Medardo Gonzáles), actual Coordinador General del FMLN como responsable de estas actividades. Muy activos y en contacto con los jóvenes militares estuvieron, durante aquellos aciagos días, los sacerdotes jesuitas de la UCA. Algunas personas de los grupos que se relacionaban con los militares rebeldes consideraban que el apoyo a esos militares y la búsqueda de una salida negociada a aquella crisis del ejército sería la solución también para la crisis nacional. Así, afirmaban, se evitaría la guerra y los partidos y movimientos revolucionarios junto con las organizaciones sociales, supuestamente, se verían obligados a apoyarles. Esa tesis no consideraba, de manera suficiente, que quienes negociarían serían, por un lado, la Juventud Militar, (apoyados por una parte del movimiento popular), y por la otra el sector fascista de la Fuerza Armada apoyado por el Gobierno de los Estados Unidos, la burguesía nacional y centroamericana, los ejércitos del área, el Partido Demócrata Cristiano apoyado por la Organización Demócrata Cristiana Internacional. Esa estrategia fue llamada la “Tercera Vía”. Esa correlación negociadora no daba ninguna garantía para una apertura a la democratización del país pero sí para la continuidad del estatus quo. Finalmente, los fascistas se impusieron y obligaron a Majano a salir del país quien desde entonces vive en el exilio. El coronel Majano, no hay duda, intentó cambiar el rumbo de su Institución y promover la democratización del país pero su ingenua visión sobre el mundo que lo rodeaba y la insuficiente fortaleza de sus convicciones le impidió descubrir la naturaleza vil de las clases y sectores dominantes de El Salvador y enfrentarles con firmeza.
Por esos mismos días la DRU hacía los preparativos para estructurar la organización que conduciría la guerra popular. Se discutía la estructura, su funcionamiento, los normativos, el nombre, la simbología, etc. A mediados de Agosto hubo dificultades para tomar acuerdo en relación al mecanismo a utilizar por la DRU para la toma de decisiones. Algunos de los principales dirigentes de la DRU, incluyendo Ernesto Jovel de la R.N., realizaban giras diplomáticas por diversas partes del mundo. El resto de la DRU permanecía dentro del país. Alberto R. asumió, en aquellos días, la representación de la RN ante la DRU en el interior del país. Alberto, quien mantenía estrechas relaciones con el grupo de militares rebeldes se opuso, de manera enérgica, al método de tomar decisiones por mayoría y, por lo contrario, demandaba que la metodología debía ser por unanimidad o por consenso para impedir que alguna de las Organizaciones pudiese hegemonizar. Como la opinión de las otras tres Organizaciones fue que las decisiones, para hacer ágil y funcional a la CRM, se deberían acordar por mayoría Alberto, en consulta con Julia R (de la Dirección Nacional de la RN), decidió retirar a la R.N. de la DRU y tomar, como le llamaron, un “Camino Propio”. El FAPU, por su parte, estuvo muy cerca de salirse de la CRM y, por lo tanto, del FDR, pero un importante grupo de dirigentes del FAPU impidió que ese intento prosperara. Ernesto Jovel, principal dirigente de la R.N., en los primeros días de septiembre ya se encontraba en Panamá para atender la reunión con el General Torrijos, Presidente de Panamá, y cuando supo que la R.N. se había retirado de la DRU decidió suspender la gira y retornar de inmediato al país para enmendar el error, abordó una avioneta particular con destino a El Salvador en compañía de otro dirigente de la R.N., el Pastor Bautista Augusto Coto pero, la avioneta, desgraciadamente se accidentó minutos después de despegar de suelo Panameño. El 6 de septiembre de1980 la DRU recibió, en San Salvador, la confirmación de la trágica muerte de Ernesto Jovel. Dos semanas después la RN se reincorporó a la DRU y los preparativos para el lanzamiento de la nueva organización continuaron de manera normal. La mayoría de los miembros de la DRU que habían salido del país ya estaban de regreso y así se distribuyeron responsabilidades individuales entre su membresía. Se nombró un Estado Mayor Unitario y en conjunto con el FDR propusieron, también, los nombres de los representantes y grupos diplomáticos conjuntos que el FMLN-FDR tendría por todo el mundo. La mayoría de las personas propuestas aceptaron los cargos diplomáticos y desempeñaron importantes labores representando al FMLN-FDR durante los siguientes años, otros solicitaron ser nombrados en otros países diferentes a los propuestos y hubo pocos que no aceptaron las propuestas de aquellos nombramientos. Entre los propuestos estaban:
Costa Rica: Dr Fabio Castillo Figueroa, Luis A. Posada, Jorge Villacorta, Daniel Ríos L
Panamá: Antonio Martínez Uribe, Tránsito Monge, Herberth Guzmán y Oscar Mejía.
Ecuador: Renán Rodas L., Héctor Silva, Roberto Rubio
Venezuela: Gerardo Godoy, Elías Julián Guerra y Guerra
República Dominicana: Hugo Navarrete y Julio Aguilar
España: R.Sánchez, Fidelina Martínez y Ricardo Guiringelo
Bélgica: Álvaro Guillén, José Roberto López y Miguel Bonilla.
Austria: Margarita Gasteazoro, Leandro Uzquiano, Leopoldo Vides y Manuel Reyes
Suecia: Raúl Flores Ayala, Abel Cuenca y Milton Colindres
Países Socialistas con sede en Praga: Jorge Arias Gómez
Canadá: David Márquez
EEUU: David Orellana C., Víctor Manuel Valle y Francisco Atschull,
México: Héctor Oquelí, Oscar Acevedo, Nicolás Pereira
ONU: Rafael Moreno y Salvador Samayoa
Nicaragua: Santiago Ruiz G, Hugo Molina y G. Villalta. Meses después se completaron los grupos por países y se nombraron los Representantes Diplomáticos en otros países del mundo. Igualmente se nombró un grupo de compañeros para darle seguimiento a la CRM y al movimiento popular y social en general. Uno de ellos fue Salvador Sánchez Cerén, entonces miembro de la Comisión Política de las FPL, ex Coordinador General del FMLN y actual Diputado a la Asamblea Nacional
Finalmente, el 29 de Septiembre se logró el acuerdo sobre el nombre que llevaría la nueva organización: Se habían presentado dos propuestas de nombre. La primera, Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí (FLN-FM) y el segundo Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FFMLN). La mayoría de los participantes en aquellas reuniones se inclinaron por el segundo nombre y cuando Jorge Arias Gómez conoció el acuerdo envío una nota a la DRU señalando que gramaticalmente lo correcto era usar una sola F para las siglas; o sea, leerse FMLN y cambiar el “de Liberación” por el “para la Liberación”. Con esa corrección quedó definido el nombre del FMLN. El 3 de Octubre, se discutieron largamente tres propuestas de bandera: la primera consistía en una bandera roja que llevaba, en su ángulo superior izquierdo, una hoz y un martillo sobrepuestos de color oro; la segunda consistía en una bandera con tres franjas horizontales, una de las cuales era roja y cubría la mitad de la bandera y las otras franjas cubrían 1/3, de ellas una era azul y la otra blanca y la tercera propuesta era una bandera roja y en el centro una estrella blanca. Ninguna de ellas, en su formato original, fue aprobada sino que la aprobada fue una combinación de la primera con la tercera propuesta: bandera roja, en medio de ella las siglas FMLN y sobre estas la estrella blanca. Algunas semanas después las letras y la estrella se “estilizaron” que es la bandera vigente que durante estos 25 años últimos se ha cubierto de gloria. Además, se eligió el lema “UNIDOS PARA COMBATIR HASTA LA VICTORIA FINAL”y se nombraron cuatro Frentes de Guerra con los siguientes nombres:
Frente Central: “Francisco Sánchez”
Frente Paracentral: “Anastasio Aquino”
Frente Occidental “Feliciano Ama”
Frente Oriental• “Mario Zapata”
Aquellas propuestas fueron aceptadas y se acordó que el 10 de Octubre se organizaría una conferencia de prensa con un pequeño grupo de periodistas nacionales e internacionales a quien se les hizo invitación especial y en un operativo complejo se les recogió en diferentes lugares de la capital, y tirados sobre el pisote varios vehículos se les condujo hasta una casa de seguridad que los compañeros de las FPL habían facilitado ese día. En aquella casa, se realizó el 10 de octubre de 1980 la conferencia de prensa donde se dio a conocer a la opinión pública nacional e internacional el nombre del FMLN como la Organización Unitaria Político Militar que conduciría la guerra popular revolucionaria en El Salvador, allí se hizo el primer pronunciamiento público como Frente, se difundió su lema, bandera, los nombres de los Frentes de Guerra y su determinación de luchar hasta vencer. El impacto de aquella noticia estremeció al país y fue noticia de primera plana en los principales periódicos del mundo. Desde entonces se considera que el 10 de octubre de 1980 es la fecha de fundación del FMLN.
En Octubre de aquel año el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, PRTC, disolvió su estructura regional a nivel de Centroamérica y cada Partido a nivel local adquirió autonomía. Así, el camino para que el PRTC ingresará al FMLN quedó abierto lo que sucedió el 5 de diciembre de 1980 por lo que la DRU se amplió con tres personas más: Roberto Roca (Francisco Jovel), Venancio Salvatierra (Mario López) y Jacinto Sánchez (Dr. Roberto Galeano). Finalmente, así quedó conformado el llamado FMLN histórico. El 9 de Diciembre de 1980, en medio de una frenética preparación para el lanzamiento de nuestra ofensiva general, un grupo de miembros de la DRU, por primera vez, presenció una Parada Militar Unitaria de los primeros Oficiales graduados pertenecientes a todas las organizaciones del FMLN. Estos oficiales fueron quienes dirigieron, en el campo de batalla, la Ofensiva del10 de Enero del 81, día en que la Guerra Revolucionaria inicio su despliegue en todo el territorio nacional.
Doce años después, una vez concluida la heroica gesta político-militar que libró el FMLN por medio de la cual logró que el país se transformara y que se firmaran los Acuerdos de Paz como desenlace de la guerra popular, y una vez superado los obstáculos políticos que la derecha imponía, el uno de septiembre de 1992 fue firmada la escritura pública de fundación legal del FMLN. Como testigos de aquel acto se tuvo a Monseñor Arturo Rivera y Damas, Arzobispo de San Salvador y a Monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de la arquidiócesis. Inmediatamente el Partido ARENA, por medio de Armando Calderón Sol, interpuso una demanda para que el Consejo Central de Elecciones no inscribiera como Partido Político al FMLN alegando que ningún Partido Político puede llevar el nombre de una persona y que los Partidos en El Salvador, se constituyen por personas naturales y no por grupos organizados. La ONU tuvo que intervenir y presionar, igual Estados Unidos, España, México, Venezuela y Colombia. Así, el Consejo Central de Elecciones (CCE), hoy Tribunal Supremo Electoral (TSE), se vio obligado a admitir su registro legal el 14 de diciembre de aquel año, solo 24 horas antes que las Naciones Unidas, por medio de su Secretario General, declarara formalmente, en un acto realizado en la Feria Internacional, el cese del enfrentamiento armado en todo El Salvador. Ese soleado día de diciembre de 1992 concluyeron más de sesenta años de lucha clandestina y legítima de los revolucionarios salvadoreños y comenzó esta nueva etapa de luchas dentro del marco legal, lucha que ha de ser aun larga y sin descanso hasta conquistar la plena democracia, propósito por el que se fundó el FMLN, el que hoy mantiene plena vigencia y por el que murieron miles de heroicos compatriotas enarbolando la bandera roja con las siglas FMLN y la estrella blanca en su centro. Esos muertos, los héroes del pueblo salvadoreño, son quienes gritan que debemos continuar “UNIDOS PARA COMBATIR HASTA LA VICTORIA FINAL”

El Surgimiento de nuevas organizaciones revolucionarias en los primeros años de la década de los setentas, estimuló e impulsó la lucha popular por conquistar los ideales de democracia y justicia social y, en parte, generó condiciones para que a mediados de esa década se produjera el nacimiento de grandes organizaciones populares que dinamizaron con fuerza el proceso revolucionario que avanzaba hacia niveles superiores de la lucha popular.
El Surgimiento de nuevas organizaciones revolucionarias en los primeros años de la década de los setentas, estimuló e impulsó la lucha popular por conquistar los ideales de democracia y justicia social y, en parte, generó condiciones para que a mediados de esa década se produjera el nacimiento de grandes organizaciones populares que dinamizaron con fuerza el proceso revolucionario que avanzaba hacia niveles superiores de la lucha popular. Dentro de ese contexto, el escandaloso fraude de las elecciones presidenciales celebradas en febrero de 1977 mediante el cual la dictadura militar impuso por la fuerza al General Carlos Humberto Romero y la posterior agudización de la represión fueron factores que confirmaron que cualquier posibilidad de avance democrático por la vía político-electoral estaba cerrado, situación que condujo a que miles de ciudadanos apoyaran y se incorporaran a la lucha armada como única posibilidad de avanzar en la lucha por conquistar la democracia.
En ese entorno, pero de manera más sistemática durante 1978-1979, se ampliaron y formalizaron los contactos e intercambios de información y de opiniones sobre la realidad nacional entre las diferentes Organizaciones Revolucionarias y se empezaron a producir algunos casos de cooperación entre ellas. El 19 de Julio de 1979, los revolucionarios nicaragüenses habían accedido al poder mediante una generalizada insurrección. La Victoria de la Revolución Sandinista ocurrió después que las tres corrientes del Sandinismo (Proletaria, Guerra Popular Prolongada e Insurrecional o Tercerista) surgidas, en 1976, de una división interna se reunificaran. Ese proceso de reunificación de los revolucionarios nicaragüenses y la posterior victoria de su revolución estimuló, de manera significativa, al Movimiento Revolucionario Salvadoreño y le fortaleció la idea de iniciar un proceso de mayor entendimiento, cooperación y finalmente de unificación de los partidos y organizaciones de la izquierda revolucionaria.
El golpe de Estado del 15 de octubre de 1979 cerró la tercera fase del modelo de Dictadura Militar iniciado en 1932. Los fallidos intentos que las diferentes fuerzas revolucionarias y democráticas hicieron por impulsar un programa de reformas económicas y sociales aprovechando la situación conformada a partir del golpe del 15 de octubre se vio enfrentada con la represión profundizada y mas generalizada que ejercían los poderosos militares derechistas que se aferraban al poder y que arremetían, incluso, en contra de sus propios compañeros de armas que buscaban una salida no militar a la crisis. La Nación entera estaba polarizada y la lógica y la dinámica de la guerra revolucionaria estaba planteada. A finales de octubre de 1979 varias Organizaciones Revolucionarias expresaron su voluntad de buscar acuerdos entre sí para la coordinación primero y la unificación posterior de los revolucionarios salvadoreños y en el mes de noviembre solicitaron, por separado, a los amigos cubanos su cooperación para que facilitaran su territorio y poder encontrarse en la Habana en un entorno seguro y tranquilo para discutir, de manera relajada, los aspectos que podrían conducir a la unificación de la izquierda revolucionaria de El Salvador. El 16 de Diciembre los dirigentes de tres organizaciones pudieron reunirse en Cuba y durante el atardecer habanero del 17 del mismo mes Ernesto Jovel de la R.N., Salvador Cayetano Carpio, (Marcial), de las FPL y Schafik Jorge Hándal (Simón), del PCS tomaron la resolución de suscribir el primer acuerdo de unidad y constituir la Coordinadora Político Militar, CPM, en cuya dirección estarían seis personas, o sea, dos por cada organización : Salvador Cayetano Carpio y Mélida Anaya Montes, (FPL), Ernesto Jovel y Julia R.(RN), Schafik J. Hándal y Américo M. Araujo (PCS). Dentro de la CRM, de manera informal, se creó un código sencillo para referirse a cada uno de sus miembros; así : Felipe para las FPL, René para la RN y Paco para el PC. Allí se discutió el ingreso de las otras dos Organizaciones Político Militares existentes: ERP y PRTC. En aquel primer momento se recomendó al PRTC, que entonces era un Partido con estructura orgánica regional a nivel de Centro América, que reformaran su estructura y quedara claramente establecida una conducción nacional propia para poder concertar acuerdos y pudiera formar parte del la Coordinadora Político Militar, (CPM), que era la expresión salvadoreña de la unidad de la izquierda y al ERP se le solicitó que esclareciera más el acontecimiento en derredor de la muerte de Roque Dalton. En la misma reunión de constitución de la CPM se acordó dar por terminado los intentos por modificar, desde dentro, el rumbo del Gobierno de la Junta surgida el 15 de octubre, y persuadir a los aliados que estaban en ese gobierno a abandonarlo; así mismo, acordaron constituir la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, que incluiría a las organizaciones sociales identificadas con todas las cinco organizaciones político militares; así, estaría conformada por el Bloque Popular Revolucionario, BPR, de las FPL y que había surgido en Julio de 1975; el Frente de Acción Popular Unificado, FAPU, de la RN que había surgido en el primer semestre de 1977 después que hubo un primer intento de formar una organización, con el mismo nombre, en 1974; la Unión Democrática Nacionalista, UDN, Partido Político por medio del cual el PCS había participado en la coalición electoral UNO en 1972 y 1977; las Ligas Populares 28 de febrero, LP-28, del ERP surgida después del gran fraude electoral cometida contra la UNO en 1977, y el Movimiento de Liberación Popular, MLP, surgido en 1978, del PRTC. En la CRM, a diferencia de la CPM, sí estaban incluidas todas las cinco fuerzas en sus expresiones sociales. Días después se acordó lanzar el 10 de enero de 1980 el primer pronunciamiento público de la nueva Coordinadora Político Militar, CRM, donde se proclamaría el carácter democrático de la revolución, su orientación socialista, sus fundamentos históricos y los contenidos programáticos inmediatos y al siguiente día 11 de enero hacer la presentación y lanzamiento público de la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, acto que se celebró en el Auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. Ambos acontecimientos tuvieron un impacto de grandes proporciones. La cresta de la situación revolucionaria se elevaba y la Coordinadora Político Militar tomó el acuerdo de convocar para el 22 de Enero, aniversario 48 de la insurrección popular de 1932, a una manifestación para celebrar la unificación de las fuerzas políticas y sociales de izquierda, apoyar a las organizaciones nacientes y repudiar la política del nuevo gobierno militar-democristiano. Aquel 22 de enero se realizó la más grande movilización ciudadana de El Salvador ocurrida en la segunda mitad del siglo XX. La manifestación, la mañana de ese martes, fue reprimida a fuego de metralleta por la guardia nacional y el ejército. Si el 30 de Julio de 1975, cuando se cometió la masacre contra los estudiantes universitarios y de secundaria, se puede considerar como la bisagra que cambió el rumbo de la lucha popular, el 22 de enero de 1980 podemos considerarlo como el día en que el camino de la guerra popular-revolucionaria quedó sellado. El Partido Demócrata Cristiano empezó a fracturarse y el asesinato, el 4 de marzo de aquel año, a manos de un escuadrón de la muerte ligado a los cuerpos de seguridad, de Mario Zamora Rivas, Procurador General de la República y miembro de la Comisión Política del PDC provocó la renuncia de Héctor Dada de la Junta de Gobierno y, días después, la dirección del PDC expulsó a un grupo de militantes encabezados por Rubén Zamora y Jorge Villacorta. Este grupo de ex pedecistas, con la excepción de Héctor Dada, se constituyó en Movimiento Popular Social Cristiano, MPSC. Durante el mismo mes de marzo empezó la formación del Frente Democrático, FD, con la participación del Movimiento Nacional Revolucionario, MNR; del recién fundado MPSC, del Movimiento Independiente de Profesionales y Técnicos de El Salvador, MIPTES, conducido por Enrique Álvarez Córdoba, miembro de una reconocida familia oligárquica salvadoreña; se sumó, también, un grupo de organizaciones e instituciones como observadores entre las cuales estaban: la Federación Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa de El Salvador, FENAPES; La Universidad de El Salvador, UES; La Universidad Centroamericana, UCA; varios sindicatos independientes y otros grupos de personalidades. El asesinato de Monseñor Romero el 24 de marzo apresuró los acontecimientos y el 18 de abril, mediante acuerdo entre el Frente Democrático, recién constituido, y la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM se fundó el Frente Democrático Revolucionario, FDR, el que se adhirió al Programa del Gobierno Democrático Revolucionario, (GDR), y así se selló la alianza FMLN-FDR que perduraría durante casi toda la guerra.
Un mes más tarde, los tres principales dirigentes de la Coordinadora Político Militar, CPM, viajaron nuevamente al exterior para reunirse con los representantes del ERP quienes habían solicitado, de manera insistente, ser incorporados pronto a la Coordinadora Político Militar. El 22 de mayo de 1980 se acordó incorporar al ERP e iniciar un proceso que garantizara el paso de la Coordinación a la unificación de las organizaciones revolucionarias. Así, en aquella misma ocasión se formó la Dirección Revolucionaria Unificada, DRU, que estaría compuesta por doce personas, tres por cada organización miembro: Por el ERP: Joaquín Villalobos, (René Cruz), Jorge Meléndez, (Jonás Montalvo) y Ana Guadalupe Martínez, ( María) en el exterior y quien, en el interior, sería substituida por Sonia Medina, (Mariana); por las FPL: Salvador Cayetano Carpio, (Marcial), Mélida Anaya Montes, ( Ana María) y Atilio Montalvo, (Salvador Guerra); por la R.N.: Ernesto Jovel, Eduardo Sancho, (Fermán Cienfuegos) y Alberto Ramos; por el P.C.S.: Schafik J. Hándal, (Simón), Américo M. Araujo, (Hugo) y Mario Aguiñada C. (Viera). En esa reunión también se organizó el frente diplomático y se acordó realizar las primeras giras por Europa, América Latina y Países Socialistas. Durante ese mismo mes se convocó a una huelga nacional para el 12 de junio, día en el cual más de un millón de trabajadores paralizaron el país. La Situación Revolucionaria estaba en su momento más alto, casi en su pico; otra huelga, no exitosa, se convocó para los días 13, 14 y 15 de agosto. La actividad de los Escuadrones de la Muerte vinculados al Ejército y a los Cuerpos de Seguridad Pública era intensa. Ellos introdujeron la práctica del “descuartizamiento” de los cuerpos de sus víctimas; esos grupos del terror regaban los cadáveres decapitados y mutilados de sus víctimas por el Centro de San Salvador y otras cabeceras departamentales, por las principales carreteras del país y en zonas rurales era común ver los cuerpos de los ciudadanos asesinados colgando de algunos árboles. Monstruosos crímenes fueron cometidos por esos escuadrones y, hasta la fecha, ninguno de esos criminales ha sido encontrado, juzgado y condenado pues siguen contando con la protección de los mismos sectores a los que servían. Esos sectores también contaban con la indiferencia benéfica de los altos funcionarios pertenecientes al Partido Demócrata Cristiano. Entonces nació la impunidad que aún prevalece hoy y que fue impuesta por los sectores poderosos de la derecha del país con la benevolencia del Partido Demócrata Cristiano. Los gobiernos del área centroamericana se mostraban preocupados por la situación salvadoreña y la DRU decidió formar dos delegaciones para visitar a varios presidentes del área. A mediados de Agosto la primera delegación compuesta por Marcial, Jonás y Domingo Santacruz (Eduardo), prepararon las reuniones con algunos gobiernos del área; luego se reunieron con la Junta de Gobierno de Nicaragua y el 30 de agosto con el Presidente Rodrigo Carazo Odio de Costa Rica. Ambas reuniones fueron de mucho éxito para el proceso revolucionario unitario. Mientras, para los primeros días de septiembre Ernesto Jovel tenía concertada una cita con el General Omar Torrijos, presidente de Panamá y padre de Martín Torrijos actual presidente del mismo país. El General Torrijos mantenía fluidas relaciones con los militares salvadoreños y poseía mucho conocimiento sobre ellos a partir que era un graduado de la Escuela Militar Capitán General “Gerardo Barrios”.
El país ardía y el primero de septiembre el Coronel José Guillermo García, Ministro de la Defensa, de común acuerdo con el Coronel Abdúl Gutiérrez miembro de la Junta, publicó una Ordenanza Militar donde se daban a conocer cambios de mandos y bajas dentro del cuerpo castrense que dejaba muy debilitado al grupo de la Juventud Militar que representaba al sector progresista dentro del cuerpo militar. El contenido de aquella Ordenanza se había aprobado con el consentimiento de la Embajada de Estados Unidos en San Salvador y no había sido consultada, mucho menos discutida, con el Coronel Adolfo Majano, líder de la Juventud Militar y miembro de la Junta Cívico Militar. La idea era desplazar a Majano y sus compañeros de los puestos de mando y, por otro lado, fortalecer al Partido Demócrata Cristiano, PDC, aliado contrainsurgente de la administración Reagan y el sector fascista de las FAES y su principal líder Napoleón Duarte. Un importante grupo de militares se rebelaron contra aquella maniobra y el Ejército se fracturó. La peor crisis política institucional post octubre 79 de ese cuerpo se desató en la primera semana de septiembre de aquel año. La crisis global nacional se profundizó y la DRU discutía qué posición adoptar ante la rebelión militar: ¿neutralidad, apoyo activo o pasivo, rechazo pasivo o frontal? Miembros de los diferentes partidos que conformaban la DRU y de las organizaciones sociales que conformaban la CRM y los miembros del Frente Democrático, FD, nombraron a personas para darle seguimiento a esta crisis y para buscar contactos con algunos militares. Las FPL, entre otros, nombraron a Milton Méndez, (Medardo Gonzáles), actual Coordinador General del FMLN como responsable de estas actividades. Muy activos y en contacto con los jóvenes militares estuvieron, durante aquellos aciagos días, los sacerdotes jesuitas de la UCA. Algunas personas de los grupos que se relacionaban con los militares rebeldes consideraban que el apoyo a esos militares y la búsqueda de una salida negociada a aquella crisis del ejército sería la solución también para la crisis nacional. Así, afirmaban, se evitaría la guerra y los partidos y movimientos revolucionarios junto con las organizaciones sociales, supuestamente, se verían obligados a apoyarles. Esa tesis no consideraba, de manera suficiente, que quienes negociarían serían, por un lado, la Juventud Militar, (apoyados por una parte del movimiento popular), y por la otra el sector fascista de la Fuerza Armada apoyado por el Gobierno de los Estados Unidos, la burguesía nacional y centroamericana, los ejércitos del área, el Partido Demócrata Cristiano apoyado por la Organización Demócrata Cristiana Internacional. Esa estrategia fue llamada la “Tercera Vía”. Esa correlación negociadora no daba ninguna garantía para una apertura a la democratización del país pero sí para la continuidad del estatus quo. Finalmente, los fascistas se impusieron y obligaron a Majano a salir del país quien desde entonces vive en el exilio. El coronel Majano, no hay duda, intentó cambiar el rumbo de su Institución y promover la democratización del país pero su ingenua visión sobre el mundo que lo rodeaba y la insuficiente fortaleza de sus convicciones le impidió descubrir la naturaleza vil de las clases y sectores dominantes de El Salvador y enfrentarles con firmeza.
Por esos mismos días la DRU hacía los preparativos para estructurar la organización que conduciría la guerra popular. Se discutía la estructura, su funcionamiento, los normativos, el nombre, la simbología, etc. A mediados de Agosto hubo dificultades para tomar acuerdo en relación al mecanismo a utilizar por la DRU para la toma de decisiones. Algunos de los principales dirigentes de la DRU, incluyendo Ernesto Jovel de la R.N., realizaban giras diplomáticas por diversas partes del mundo. El resto de la DRU permanecía dentro del país. Alberto R. asumió, en aquellos días, la representación de la RN ante la DRU en el interior del país. Alberto, quien mantenía estrechas relaciones con el grupo de militares rebeldes se opuso, de manera enérgica, al método de tomar decisiones por mayoría y, por lo contrario, demandaba que la metodología debía ser por unanimidad o por consenso para impedir que alguna de las Organizaciones pudiese hegemonizar. Como la opinión de las otras tres Organizaciones fue que las decisiones, para hacer ágil y funcional a la CRM, se deberían acordar por mayoría Alberto, en consulta con Julia R (de la Dirección Nacional de la RN), decidió retirar a la R.N. de la DRU y tomar, como le llamaron, un “Camino Propio”. El FAPU, por su parte, estuvo muy cerca de salirse de la CRM y, por lo tanto, del FDR, pero un importante grupo de dirigentes del FAPU impidió que ese intento prosperara. Ernesto Jovel, principal dirigente de la R.N., en los primeros días de septiembre ya se encontraba en Panamá para atender la reunión con el General Torrijos, Presidente de Panamá, y cuando supo que la R.N. se había retirado de la DRU decidió suspender la gira y retornar de inmediato al país para enmendar el error, abordó una avioneta particular con destino a El Salvador en compañía de otro dirigente de la R.N., el Pastor Bautista Augusto Coto pero, la avioneta, desgraciadamente se accidentó minutos después de despegar de suelo Panameño. El 6 de septiembre de1980 la DRU recibió, en San Salvador, la confirmación de la trágica muerte de Ernesto Jovel. Dos semanas después la RN se reincorporó a la DRU y los preparativos para el lanzamiento de la nueva organización continuaron de manera normal. La mayoría de los miembros de la DRU que habían salido del país ya estaban de regreso y así se distribuyeron responsabilidades individuales entre su membresía. Se nombró un Estado Mayor Unitario y en conjunto con el FDR propusieron, también, los nombres de los representantes y grupos diplomáticos conjuntos que el FMLN-FDR tendría por todo el mundo. La mayoría de las personas propuestas aceptaron los cargos diplomáticos y desempeñaron importantes labores representando al FMLN-FDR durante los siguientes años, otros solicitaron ser nombrados en otros países diferentes a los propuestos y hubo pocos que no aceptaron las propuestas de aquellos nombramientos. Entre los propuestos estaban:
Costa Rica: Dr Fabio Castillo Figueroa, Luis A. Posada, Jorge Villacorta, Daniel Ríos L
Panamá: Antonio Martínez Uribe, Tránsito Monge, Herberth Guzmán y Oscar Mejía.
Ecuador: Renán Rodas L., Héctor Silva, Roberto Rubio
Venezuela: Gerardo Godoy, Elías Julián Guerra y Guerra
República Dominicana: Hugo Navarrete y Julio Aguilar
España: R.Sánchez, Fidelina Martínez y Ricardo Guiringelo
Bélgica: Álvaro Guillén, José Roberto López y Miguel Bonilla.
Austria: Margarita Gasteazoro, Leandro Uzquiano, Leopoldo Vides y Manuel Reyes
Suecia: Raúl Flores Ayala, Abel Cuenca y Milton Colindres
Países Socialistas con sede en Praga: Jorge Arias Gómez
Canadá: David Márquez
EEUU: David Orellana C., Víctor Manuel Valle y Francisco Atschull,
México: Héctor Oquelí, Oscar Acevedo, Nicolás Pereira
ONU: Rafael Moreno y Salvador Samayoa
Nicaragua: Santiago Ruiz G, Hugo Molina y G. Villalta. Meses después se completaron los grupos por países y se nombraron los Representantes Diplomáticos en otros países del mundo. Igualmente se nombró un grupo de compañeros para darle seguimiento a la CRM y al movimiento popular y social en general. Uno de ellos fue Salvador Sánchez Cerén, entonces miembro de la Comisión Política de las FPL, ex Coordinador General del FMLN y actual Diputado a la Asamblea Nacional
Finalmente, el 29 de Septiembre se logró el acuerdo sobre el nombre que llevaría la nueva organización: Se habían presentado dos propuestas de nombre. La primera, Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí (FLN-FM) y el segundo Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FFMLN). La mayoría de los participantes en aquellas reuniones se inclinaron por el segundo nombre y cuando Jorge Arias Gómez conoció el acuerdo envío una nota a la DRU señalando que gramaticalmente lo correcto era usar una sola F para las siglas; o sea, leerse FMLN y cambiar el “de Liberación” por el “para la Liberación”. Con esa corrección quedó definido el nombre del FMLN. El 3 de Octubre, se discutieron largamente tres propuestas de bandera: la primera consistía en una bandera roja que llevaba, en su ángulo superior izquierdo, una hoz y un martillo sobrepuestos de color oro; la segunda consistía en una bandera con tres franjas horizontales, una de las cuales era roja y cubría la mitad de la bandera y las otras franjas cubrían 1/3, de ellas una era azul y la otra blanca y la tercera propuesta era una bandera roja y en el centro una estrella blanca. Ninguna de ellas, en su formato original, fue aprobada sino que la aprobada fue una combinación de la primera con la tercera propuesta: bandera roja, en medio de ella las siglas FMLN y sobre estas la estrella blanca. Algunas semanas después las letras y la estrella se “estilizaron” que es la bandera vigente que durante estos 25 años últimos se ha cubierto de gloria. Además, se eligió el lema “UNIDOS PARA COMBATIR HASTA LA VICTORIA FINAL”y se nombraron cuatro Frentes de Guerra con los siguientes nombres:
Frente Central: “Francisco Sánchez”
Frente Paracentral: “Anastasio Aquino”
Frente Occidental “Feliciano Ama”
Frente Oriental• “Mario Zapata”
Aquellas propuestas fueron aceptadas y se acordó que el 10 de Octubre se organizaría una conferencia de prensa con un pequeño grupo de periodistas nacionales e internacionales a quien se les hizo invitación especial y en un operativo complejo se les recogió en diferentes lugares de la capital, y tirados sobre el pisote varios vehículos se les condujo hasta una casa de seguridad que los compañeros de las FPL habían facilitado ese día. En aquella casa, se realizó el 10 de octubre de 1980 la conferencia de prensa donde se dio a conocer a la opinión pública nacional e internacional el nombre del FMLN como la Organización Unitaria Político Militar que conduciría la guerra popular revolucionaria en El Salvador, allí se hizo el primer pronunciamiento público como Frente, se difundió su lema, bandera, los nombres de los Frentes de Guerra y su determinación de luchar hasta vencer. El impacto de aquella noticia estremeció al país y fue noticia de primera plana en los principales periódicos del mundo. Desde entonces se considera que el 10 de octubre de 1980 es la fecha de fundación del FMLN.
En Octubre de aquel año el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, PRTC, disolvió su estructura regional a nivel de Centroamérica y cada Partido a nivel local adquirió autonomía. Así, el camino para que el PRTC ingresará al FMLN quedó abierto lo que sucedió el 5 de diciembre de 1980 por lo que la DRU se amplió con tres personas más: Roberto Roca (Francisco Jovel), Venancio Salvatierra (Mario López) y Jacinto Sánchez (Dr. Roberto Galeano). Finalmente, así quedó conformado el llamado FMLN histórico. El 9 de Diciembre de 1980, en medio de una frenética preparación para el lanzamiento de nuestra ofensiva general, un grupo de miembros de la DRU, por primera vez, presenció una Parada Militar Unitaria de los primeros Oficiales graduados pertenecientes a todas las organizaciones del FMLN. Estos oficiales fueron quienes dirigieron, en el campo de batalla, la Ofensiva del10 de Enero del 81, día en que la Guerra Revolucionaria inicio su despliegue en todo el territorio nacional.
Doce años después, una vez concluida la heroica gesta político-militar que libró el FMLN por medio de la cual logró que el país se transformara y que se firmaran los Acuerdos de Paz como desenlace de la guerra popular, y una vez superado los obstáculos políticos que la derecha imponía, el uno de septiembre de 1992 fue firmada la escritura pública de fundación legal del FMLN. Como testigos de aquel acto se tuvo a Monseñor Arturo Rivera y Damas, Arzobispo de San Salvador y a Monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de la arquidiócesis. Inmediatamente el Partido ARENA, por medio de Armando Calderón Sol, interpuso una demanda para que el Consejo Central de Elecciones no inscribiera como Partido Político al FMLN alegando que ningún Partido Político puede llevar el nombre de una persona y que los Partidos en El Salvador, se constituyen por personas naturales y no por grupos organizados. La ONU tuvo que intervenir y presionar, igual Estados Unidos, España, México, Venezuela y Colombia. Así, el Consejo Central de Elecciones (CCE), hoy Tribunal Supremo Electoral (TSE), se vio obligado a admitir su registro legal el 14 de diciembre de aquel año, solo 24 horas antes que las Naciones Unidas, por medio de su Secretario General, declarara formalmente, en un acto realizado en la Feria Internacional, el cese del enfrentamiento armado en todo El Salvador. Ese soleado día de diciembre de 1992 concluyeron más de sesenta años de lucha clandestina y legítima de los revolucionarios salvadoreños y comenzó esta nueva etapa de luchas dentro del marco legal, lucha que ha de ser aun larga y sin descanso hasta conquistar la plena democracia, propósito por el que se fundó el FMLN, el que hoy mantiene plena vigencia y por el que murieron miles de heroicos compatriotas enarbolando la bandera roja con las siglas FMLN y la estrella blanca en su centro. Esos muertos, los héroes del pueblo salvadoreño, son quienes gritan que debemos continuar “UNIDOS PARA COMBATIR HASTA LA VICTORIA FINAL”

Frei Betto, entre Lula y la moderna imaginería religiosa colonial

Frei Betto en un articulo titulado “Desafíos a la nueva izquierda” (01/02/2005), falsea a Lenin y manipula el pensamiento de José Carlos Mariátegui bajo el propósito de sostener una idea política que beneficia a los grupos de poder y al imperialismo y no a los movimientos que buscan el cambio social en América Latina. Su planteamiento político se resume en anteponer la “fuerza de las ideas” a la fuerza de la rebelión popular para buscar el cambio. La esencia de este discurso, como veremos en el desarrollo de este artículo, es anunciar que no hay que tocar al Estado opresor (no hay que asaltarlo) y dejar que todo siga igual sin que nada cambie. Según Betto, en la “actual coyuntura latinoamericana queda descartada la estrategia liberadora centrada en la propuesta de asalto al Estado… antes de apelar a la idea de fuerza es necesario recurrir a la fuerza de las ideas. La elección de Lula es expresión de este nuevo camino”.

Lenin decía que si los axiomas geométricos chocasen con los intereses de los hombres (grupos de poder), “seguramente habría quien los refutase” (1). Algo parecido se da en la distorsión que hace Frei Betto de la concepción socialista propuesta por el marxismo. Usa para ello el problema de la electrificación y del progreso material en Rusia socialista de los bolcheviques. Según Frei Betto, “el ideario socialista” se vino abajo “víctima de su pragmática identificación con el progreso material”, y acusa a Lenin de haber enfatizado “el socialismo como sinónimo de electrificación” (2).

Desde el punto de vista de la teoría del socialismo científico es un error ubicar en el mismo nivel un elemento tecnológico (electrificación) y la concepción socialista de la sociedad. Lenin nunca hizo una amalgama conceptual de electrificación y socialismo. La electrificación en la Rusia soviética de los años 20 fue concebida, de acuerdo al mismo Lenin (3), como parte del programa de desarrollo socialista de este país para “reconstituir la economía nacional, y que mostrara la manera de asentar a Rusia sobre la verdadera base económica necesaria para el comunismo”. El aspecto principal de este planteamiento tiene que ver con el atraso económico de este país al momento de la revolución y con la necesidad que tenía el nuevo sistema de dotarse de un aparato de producción moderno y competente. La agricultura en Rusia era una de las más atrasadas de Europa donde millones de familias ligadas a la tierra eran víctimas de un sistema de explotación casi feudal y alejado de todo rasgo tecnológico en la producción. Cerca del 90% de los campesinos pobres eran analfabetos, y miles de pueblos y millones de personas sobrevivían en un estado de atraso medieval sin electricidad y al margen de cualquier elemento que les aliviara la vida cotidiana y las duras jornadas de trabajo.

No se puede reducir el socialismo a un elemento de naturaleza tecnológica importante pero que no hace parte de la concepción doctrinaria de la teoría socialista. La conquista del poder político y el establecimiento de la dictadura del proletariado es el primer paso hacia la construcción del socialismo. Pero la nueva sociedad no se reduce a la destrucción del viejo Estado y las antiguas relaciones de producción capitalistas, sino también a edificar el Estado socialista que sólo puede desarrollarse en la medida que consolide bases materiales de producción socialistas y que las necesidades de los trabajadores sean resueltas y satisfechas plenamente. Materialmente, y en todo los aspectos de la vida social (económico, científico, ideológico y cultural), el nuevo sistema tiene que ser superior a la sociedad abolida. El socialismo no significa la distribución de la miseria engendrada por el sistema que ha sido reemplazado, sino más bien desarrollar la economía en función de abolir para siempre los sufrimientos materiales de la población. Para cumplir este objetivo estratégico (suprimir la miseria y la explotación) se plantea no solamente la electrificación, sino también la industrialización del país. En el supuesto caso de que el socialismo, ya sea en China, Vietnam u otro parte del mundo, no sea capaz de desarrollar su base material bajo el propósito de suprimir la miseria, la desocupación, la prostitución, la corrupción y otras lacras propias del sistema capitalista, no podrá sobrevivir mucho tiempo al desarrollo de sus propias contradicciones internas y a las inevitables explosiones de la lucha de clase.

Es una tergiversación de la historia de la lucha de clases y del socialismo, admitir que la bancarrota y fragmentación de la ex Unión Soviética, tuvo como causa primordial, como dice Frei Betto, en una “pragmática identificación con el progreso material”. Esta idea hace creer que si los soviéticos se hubieran quedado en los marcos de una economía de autarquía y atrasada, el socialismo se hubiera mantenido sano y robusto hasta ahora. Eso no es así. La electrificación, junto con el desarrollo industrial, constituyó uno de los logros más grandes de la época del socialismo en Rusia. Por ello hay que anotar que las causas fundamentales de la caída del socialismo en la ex Unión Soviética, no hay que buscarlas en los éxitos industriales y materiales de este país, sino más bien en el desarrollo de la intensa lucha de clases en el seno mismo del socialismo.

Desde 1917 se inicia una aguda contienda entre la burguesía que había perdido el poder, y las fuerzas socialistas que hacían su experiencia en el manejo del Estado y la nueva sociedad. Esta lucha fue más aguda en las altas instancias del Estado y en el Partido Comunista donde el revisionismo y el oportunismo complotaron con el apoyo de burgueses y terratenientes. El fin del socialismo en la Unión Soviética se relaciona al triunfo político de la alianza burguesía y revisionismo que en acción conjunta (apoyados por las potencias mundiales) actuaron desde adentro y desde afuera contra la dictadura del proletariado y el Estado socialista. Cuando en 1956 Nikita Kruschev implanta el capitalismo monopolista burocrático y da inicio al desmantelamiento del socialismo, a pesar que habla en nombre del socialismo, lo hace en función de los intereses de la burguesía rusa y de las potencias imperialistas. El proceso de restablecimiento del capitalismo en la ex Unión Soviética y su bancarrota económica posterior, bajo la dirección de Kruschev, Brezhnev, Kosygin y Gorbachov, no hay que cargarlo a la cuenta del sistema socialista diseñado por Marx y Engels, sino más bien al fracaso del revisionismo moderno.

Betto y Mariategui

Según Frei Betto, Mariátegui “latinoamericanizó el marxismo” y propugno un “socialismo a partir del pueblo”, contrario al progreso y basado en la cuestión indígena y no en “el proletariado industrial”. En resumen, dice Frei Betto, tomó “más atención al pueblo y menos rigor en la óptica de clase” (4).

¿Verdad o mentira?

No es la primera vez que se tergiversa el pensamiento de Mariátegui. Por lo general los intentos de manipulación provienen más del campo de la “izquierda”, que de la propia derecha que en este terreno ha perdido toda esperanza de ganar alguna batalla. Aquí hay una confusión, y se trata de adjuntar a los postulados de Mariátegui, las ideas reaccionarias y anticlasistas de Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador en 1924 del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), que durante toda su existencia propuso una “revolución antiimperialista”, al margen de la lucha de clases y del socialismo. Alan García Pérez, actual líder de este partido reaccionario a señalado que la “lucha de los pueblos por su desarrollo no es una lucha de clases sino de pueblos… Esa es la diferencia entre el comunismo científico y el socialismo democrático, cuyo fundador en América Latina es Haya de la Torre” (5). Haya de la Torre cobró notoriedad como promotor de las más sucias campañas contra el comunismo y contra la revolución bolchevique en Rusia. Durante sus 50 años de carrera política, pactó y colaboró con los peores regímenes civiles y militares del Perú. El jefe del APRA buscó un entendimiento con el imperialismo yanqui y los grupos de poder en el Perú, mientras que Mariátegui postuló una total ruptura con el capitalismo, la semifeudalidad y el sistema imperialista mundial.

Las tergiversaciones a Mariátegui comienzan a partir de su famosa frase de que la “revolución peruana no será ni calco ni copia sino creación heroica”. Es cierto que el revolucionario peruano hizo de la teoría revolucionaria marxista no un simple calco o copia (más cerca del estilo dogmático religioso que científico) sino más bien una creación heroica del proletariado y su partido comunista. En esta dirección supo combinar la ciencia marxista surgida en Europa donde la lucha de clases había alcanzado pleno desarrollo (por el rol preponderante del proletariado) a la situación concreta del Perú con una economía semifeudal y de capitalismo incipiente. Desde esta perspectiva internacionalista él precisó que: “La revolución latinoamericana, será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial” (6).

Mariátegui es internacionalista, y su forma de aplicar el marxismo no niega de ninguna forma la importancia de la experiencia revolucionaria mundial, sobre todo la revolución Rusa a la que Mariátegui consideró paradigma y ejemplo universal del tránsito del capitalismo al socialismo. “La Aurora de una edad nueva”, dice el marxista peruano (7). Mariátegui, nunca habló de un “socialismo a la peruana”, o un socialismo a la brasileña, o ecuatoriana, alejado de la ciencia marxista y de la lucha de clases. El marxismo es universal y su aplicación depende de las circunstancias objetivas de la realidad, pero ello no significa ningún cambio en sus principios y en sus propuestas estratégicas. Como él mismo lo señala, el marxismo es “un método fundamentalmente dialéctico que se apoya íntegramente en la realidad en los hechos” (8). Y en esta misma dirección señala en 1929: “El Partido socialista adapta su praxis a las circunstancias concretas del país, pero obedece a una amplia visión de clase, y las mismas circunstancias nacionales están subordinadas al ritmo de la historia mundial” (9).

Acusar a Mariátegui de haber concebido la revolución como un hecho alejado de las clases dejando de lado al proletariado, es una exageración pocas veces vertida contra el fundador del Partido Comunista del Perú. Para Mariátegui ningún cambio social se realizaba al margen de la lucha de clases. Enfatiza que sólo la lucha política dirigida por el proletariado tenía carácter liberador. En 1923 analiza problemas históricos en Perú, Brasil, Ecuador y Bolivia y otros países de América Latina. Su conclusión resume su posición clasista y revolucionaria para resolver las reivindicaciones del campesinado pobre (principalmente indígena), y de otras clases oprimidas. Señala que el problema de la tierra y el brutal sistema de explotación semifeudal impuesto contra millones de campesino, se resolvía únicamente con la lucha por el poder político y el establecimiento del socialismo. Como él mismo lo dijo, estas eran “tareas que incumben a los Partidos Comunistas de la América Latina”, y que los partidos tenían que infundir en las masas “una clara conciencia de clase, orientándolas a sus reivindicaciones concretas y revolucionarias”, alejándolas de soluciones utópicas de carácter moral o religioso. “Sólo una conciencia de clase, sólo el “mito” revolucionario” hará avanza a las masas hacía su liberación dice Mariátegui (10).

El pensamiento de Mariátegui, tiene su más alta materialización en la fundación del Partido Comunista del Perú (PCP) en octubre de 1928. Esta organización, que en sus inicios se llama Partido Socialista, fue concebida como organización del proletariado, y en tanto ello, hizo parte de la Tercera Internacional Comunista dirigida por los bolcheviques rusos. Su concepción de la revolución y el socialismo es científica y dialéctica, cuya gestación es parte del proceso de la agudización de la lucha de clases y de la crisis del sistema económico social imperante. Basándose en el marxismo sabe que el socialismo se gestaba en las mismas entrañas del capitalismo, pero para llegar a ella, no bastaba que se desarrollen las causas objetivas (crisis del sistema) sino que era fundamental la actuación conciente (factor subjetivo) y la decisión de lucha del sujeto revolucionario, es decir del proletariado y sus partido de vanguardia. Pero Mariátegui no sólo habla de la lucha violenta para llegar al socialismo, sino que plantea su concepción doctrinaria sobre socialismo y modernidad. No hay ninguna contradicción dice él en respuesta a sus enemigos que han tratado de adjudicarle sin ninguna razón posiciones campesinistas y hasta anti modernidad. El no concibe el socialismo al margen de la tecnología, la ciencia y en todo lo adquirido por la “civilización moderna”, comprendiendo en esto lo que en toda su existencia ha producido el capitalismo. Dice Mariátegui: “El socialismo presupone la técnica, la ciencia, la etapa capitalista, y no puede importar el menor retroceso en la adquisición de las conquistas de la civilización moderna, sino, por el contrario, la máxima y metódica aceleración de la incorporación de estas conquistas en la vida nacional.” (11).

Como quiera que sea, Mariátegui en aplicación del marxismo-leninismo, proclamó que no había lucha antiimperialista sin lucha por el socialismo, y que no habría solución al problema de los pobres del campo sin una tenaz contienda de clase por el poder político. Mariátegui sustenta su estrategia revolucionaria en un profundo análisis de las clases sociales y sus relaciones en el proceso de producción de bienes materiales. Para él, la clase más oprimida de la sociedad peruana es el campesinado (a causa de la semifeudalidad), pero admite que esta clase, no era portadora del nuevo régimen social, el socialismo, al cual se llega solamente bajo la dirección del proletariado y de su partido revolucionario. Mariàtegui sostuvo romper con cualquier relación con el capitalismo y el imperialismo, y llamo a luchar contra las posiciones pequeño burguesa “adversa a toda fórmula de populismo demagógico e inconcluyente y de caudillaje personalista” (12). De ahí que quedan refutados todos los intentos de sociólogos, historiadores, curas y otros personajes, de poner a Mariátegui como un teórico abstracto y no clasista.

Frei Betto y el camino de Lula

Frei Betto, no tiene ningún problema para anunciar su concepción abstracta sobre el “mal y el bien” en las acciones políticas en América Latina. Recurrir a la fuerza y asaltar el Estado es lo malo, lo importante es la fuerza de las ideas, dice. Y para reforzar sus argumentos anuncia que la “elección de Lula es la expresión de este nuevo camino”. () “En la actual coyuntura latinoamericana queda descartada la estrategia liberadora centrada en la propuesta de asalto al Estado… antes de apelar a la idea de fuerza es necesario recurrir a la fuerza de las ideas. La elección de Lula es expresión de este nuevo camino” (13).

Hace más de 500 años el fraile Bartolomé de las Casas (14), uno de los máximos exponentes del movimiento pro indigenista de su época, no con pocos méritos, había recurrido a la fuerza de las ideas para convencer a los conquistadores españoles de mantener una relación “humana y cristiana” con los indios americanos. Era posible, había dicho él, “colonizar a los indios sin arrebatarles sus derechos sobre sus tierras, ni atropellarles física o culturalmente” (15). De las Casas, dedicó gran parte de sus 82 años, y entre 1515 y 1566 fue el autor de numerosas denuncias y textos plenos de razones morales, éticas y evangélicas, con el propósito de defender a los indios del crimen, tortura y genocidio practicado contra ellos por los españoles. Como se conoce, los españoles, entre ellos los reyes católicos de España, si bien es cierto leyeron las bien documentadas denuncias de Bartolomé de las Casas, ello no sirvió para detener el genocidio y la inhumana explotación de los indígenas americanos. Los conquistadores se quedaron 300 años y fueron expulsados de las tierras conquistadas, no con razones morales o cristianas, sino más bien cuando los pueblos se levantaron en armas, y con cañones, fusiles, y cuchillos, violentamente acabaron con el Estado colonial y el sistema impuesto a la fuerza por los conquistadores.

¿Alguien cree, que bastará la “fuerzas de las ideas” (razones morales, éticas, etc.) para que los americanos y las otras potencias mundiales dejen de matar de hambre y de miseria a los pueblos latinoamericanos?. ¿Se puede concebir una América Latina justa, en paz y de pleno confort para sus habitantes, sin echar abajo al Estado y los testaferros del imperialismo que tienen el control del poder político?.

Se equivocan quienes piensan así. Como ya lo hemos señalado anteriormente (16), y ahora lo volvemos a repetir, la gran burguesía y los terratenientes, además del imperialismo, no van a ceder voluntariamente y en forma pacifica el poder político y económico a las masas populares. Ninguna “clase social opresora, así lo confirma la historia social, abandona el poder si antes no es derrotada completamente en el terreno militar y político. El cambio histórico de una sociedad a otra, no se realiza por cuestiones de carácter moral, ético, humanista o religioso, sino más bien por la contienda en torno a intereses económicos, sociales y políticos propios de las clases que componen una sociedad determinada… El esclavismo fue sepultado sólo cuando los esclavos se levantaron en armas contra los grandes imperios esclavistas. La feudalidad sólo fue liquidada como sistema cuando los siervos armados lucharon por su libertad. El sistema capitalista, solo será reemplazado por el socialismo cuando la clase obrera, como en Rusia en 1917 y en China en 1949, se organice en su propio partido revolucionario y se plantee decididamente dirigir una guerra de clases (en alianza con otras clases oprimidas) que culmine en la derrota definitiva de los grupos de poder y del imperialismo.

El aspecto esencial del discurso de Frei Betto, convocar a la “fuerza de la idea”, antes de “recurrir la fuerza” resume un planteamiento político que se desarrolló en América Latina desde mediados de la década del 80 y que cobra fuerza en 1990 cuando la Perestroica, se había convertido en el libro de cabecera de la burguesía internacional, y cuando el naufragio de la URSS se había consumado. A partir de aquí, la izquierda latinoamericana se puso a la cabeza de una campaña internacional con el claro objetivo de defender y apoyar los “acuerdos de paz”, en Centroamérica y en toda América Latina, incentivar el abandono de la lucha armada, proponiendo al mismo tiempo la participación electoral y el abandono de la lucha por el socialismo. Estos puntos servirán de base para que en los inicios de la década del 90, una centena de organizaciones de izquierda de diferentes países de América Latina, entre ellos el Partido de los Trabajadores de Brasil (PT) representado por Luis Ignacio Da Silva (Lula, actual presidente de Brasil) crean lo que se conoce como el Foro de Sao Paulo. Este Foro en su III encuentro de julio de 1992, realizado en Managua (Nicaragua), y en el que estuvieron presentes los máximos dirigentes de los grupos guerrilleros latinoamericanos , entre ellos las FARC-EP (Colombia) y la Unión de Liberación de Guatemala (URNG). En dicho evento, exigió la “agilización del proceso negociador en Guatemala y en Colombia”, indicando que el contenido de esta negociación constituía “una respuesta viable” para lograr una solución política y no militar al conflicto armado” (17). Las conclusiones de este evento, apuntalaron la campaña para que los grupos guerrilleros capitulen y se integren al sistema político burgués. Las discusiones y resoluciones de este Foro, como lo señalaron sus voceros en 1993, durante la clausura del IV encuentro realizado en La Habana (Cuba), significaban para la llamada izquierda latinoamericana: “el programa de la izquierda de América Latina y del Caribe” (18). ¿Y cuál fue este “programa”?. El programa, que aún esta vigente se resume en lo fundamental en el rechazo a la vía armada para la conquista del poder político, y descarta la lucha por el socialismo, en tanto no “hay condiciones subjetivas ni objetivas”, se dice. Se privilegia la lucha electoral, y aboga por una economía, “Social de Mercado”, en contraposición al “capitalismo salvaje”. Y es aquí que nace lo que se conoce como “antineoliberalismo”.

La aplicación de estos planteamientos han sido desastrosos para el movimiento popular en América Latina, y ha entregado grandes beneficios al imperialismo (sobre todo a los americanos) y a los grupos de poder locales. Los primeros en poner en ejecución las directivas del Foro de Sao Paulo fueron los grupos guerrilleros (M-19 en Colombia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, etc.) que mediante acuerdos de paz y salidas electorales capitularon frente a la gran burguesía, los terratenientes y el imperialismo. Más fresco aún se refiere a la guerrilla Zapatista, que públicamente ha renunciado a la lucha por el poder del Estado, cuya acción política y guerrillera, sirve más a la especulación turística que a los intereses de los campesinos pobres en México. Una acción renovada de las ideas del Foro de Sao Paolo, se han materializado en los conceptos de gobierno “antiimperialista” y “antineoliberalismo” acuñados por una izquierda que ha perdido completamente el paso de la historia de la lucha social. El producto, más reciente y destacado de este peregrinaje hacia la derecha y el engaño, son Lula en Brasil, Lucio Gutiérrez en Ecuador, Néstor Kirchner en Argentina, Carlos Mesa en Bolivia, y ahora ultimo la participación gubernamental de los Tupamarus en Uruguay.

Es esencial tener claro la dimensión histórica clasista del Estado, y como en más de 190 años de República no ha cambiado su carácter de clase. En los gobiernos (sistema de gobierno) se han turnado civiles, militares, democráticos, dictaduras, cholos, blancos, obreros y otros, pero ello no ha afectado en nada el lugar preponderante en el Estado de burgueses y terratenientes. No tomar en serio la lucha contra el Estado, es como recibir la muerte por cucharadas. Mientras se mantenga la intangibilidad del Estado, se continuará pagando la deuda externa, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones imperiales seguirán dictando la política interna, el hambre y la miseria seguirán en alza, y los grupos de poder locales y el imperialismo seguirán explotado brutalmente a los oprimidos de este sub continente.

¿Lula es el camino como se dice?. Los hechos hablan por si solos y no hay necesidad de ningún argumento adicional. En Brasil nada ha cambiado para los pobres. El hambre y la miseria sigue en desarrollo, los campesinos siguen sufriendo el brutal sistema de explotación semifeudal. La lucha de los pobres se criminaliza como en las peores épocas dictatoriales. Los grandes propietarios de tierras siguen asesinado a cientos de pobladores. Los ricos siguen explotando y manejado el Estado y la política de este país a su antojo. La gran burguesía y los terratenientes no han perdido un milímetro de su poder con la llegada al gobierno del líder del Partido de los Trabajadores de Brasil. El discurso de Lula disfrazado de populista, de antiimperialista o de antineoliberalismo, es parte del juego político que le conviene ahora a la burguesía, y que en lo inmediato sirve como elemento de una estrategia de largo alcance que refuerza (momentáneamente) el Estado y el cimiento jurídico-político donde descansa la falsa democracia y el derecho de los opresores. Además, los gobiernos de “izquierda” como el de Brasil, aparte de constituir una mascarada de gobierno burgués-terrateniente, son una especie de espejismo en los ojos de los pobres y contribuye a desactivar (por poco tiempo), las explosiones sociales en América Latina, cuyo crecimiento es inevitable a causa de la aguda lucha de clases y del sufrimiento de los pobres. Terminamos este artículo con la opinión de uno de los fundadores del PT de Brasil, cuyo argumento es un contundente desmentido a la plegaria de Frei Betto en torno a la validez política del ejemplo de Lula en esta región. “La dirección del partido se convirtió de manera fanática al neoliberalismo y las reformas que están siendo hechas en Brasil son mucho más profundas y perversas que las reformas que ya venían del gobierno anterior de Fernando Henrique Cardozo”. (19).

Bruselas, 25 de febrero 2005.

Notas

1. Lenin, Marxismo y Revisionismo, 16 de abril 1908.
2. Frei Betto, Desafíos a la nueva izquierda, Rebelión, 01/02/05.
3. Lenin, VIII Congreso de los Soviet de toda Rusia, diciembre 1920, publicado en Obras Completas N° 42.
4. Frei Betto, Desafíos a la nueva izquierda, Rebelión:1/2/2005. “El peruano José Carlos Mariátegui , que latinoamericanizó el marxismo, denunció en sus escritos el culto supersticioso de la idea de progreso. Interesado en superar el positivismo y el determinismo, propuso un socialismo como ‘creación heroica’ a partir del pueblo, poniendo en el centro, en América Latina, la cuestión indígena, el universo campesino, la multitud de pobres, y no el prometeico proletariado industrial. En resumen, más atención al pueblo y menos rigor en la óptica de clase”.
5. Alan García Pérez, Modernidad y Política en el siglo XXI, mayo 2003.
6. José Carlos Mariátegui, “Mensaje al Congreso Obrero”, 1923 publicado en Ideología y Política. Obras Completas.
7. José Carlos Mariátegui, “Mensaje al Congreso Obrero”, 1923 publicado en Ideología y Política. Obras Completas.
8. Mensaje al Congreso Obrero, 1923 publicado en Ideología y Política. Obras Completas.
9. Programa del Partido Socialista Peruano. Este programa fue redactado por José Carlos Mariátegui en octubre de 1928, y aprobado en el Comité Central del partido, en 1929.
10. J.C. Mariátegui, 1923, El Problema de las razas en la América Latina.
11. Programa del Partido Socialista Peruano. Este programa fue redactado por José Carlos Mariátegui en octubre de 1928, y aprobado en el Comité Central del partido, en 1929.
12. J.C. Mariátegui, 1923 Punto de Vista Antiimperialista.
13. Frei Betto, Desafíos a la nueva izquierda, Rebelión:1/2/2005.
14. Bartolomé de las Casas, nació en Sevilla (España) en 1484 y murió en julio de 1566. Fue actor de memorables denuncias de defensa de los indios y de la sanguinaria conducta de los españoles en el “Nuevo Mundo”.
15. José Alcina Franch, prológalo a Bartolomé de las Casas, Obra Indigenista, 1986.
16. Luis Arce Borja, El Estado Sagrado en América Latina, 29 de noviembre 2003.
17. Declaración de Managua, III Encuentro del Foro de Sao Paulo, julio de 1992.
18. Fidel Castro, discurso en la clausura del IV Encuentro del Foro de Sao Paulo, julio de 1993.
19. Declaraciones de Plinio Arruda Sampaio Junior, fundador del Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), O4/02/05).

Desafíos de la izquierda brasileña

ALAI-AMLATINA 21/09/2005, São Paulo.- Entre el sector de la
izquierda brasileña que no tomó las armas hubo un cierto tono de
“¿yo no dije?” cuando el otro sector comenzó a caerse, a partir del
secuestro del embajador norteamericano Charles Elbrick, en Río,
en septiembre de 1969. La historia casi siempre da un giro brusco
en nuestros análisis de coyuntura, en nuestros pronósticos, en
nuestras previsiones sombrías arropadas con pesados abrigos de
conceptos supuestamente científicos. ¿Cuál intelectual o dirigente
político previó la caída del Muro de Berlín?

“¿Yo no dije?” exclamaron los trotskistas cuando salieron a luz los
crímenes de Stalin, denunciados por Kruchev. Y los pro-soviéticos
brindaron con vodka al ver a la camarilla de los cuatro, en China,
desencadenar la “revolución cultural”, una onda de
fundamentalismo ideológico que implantó el terror en nombre del
“auténtico comunismo proletario”. Su versión latinoamericana fue
Sendero Luminoso, en el Perú, que asesinaba a compañeros que
“vacilaban ideológicamente”.

Con la redemocratización de Brasil, la izquierda intelectualizada,
que conoció más el exilio que la prisión, se dividió entre el PT y el
PSDB. “¿Yo no dije?” subrayaron los primeros cuando el gobierno
de Fernando Henrique Cardoso (FHC) reveló su carácter neoliberal,
privatizó el patrimonio público e instituyó el Programa de Estímulo
para la Reestructuración y Fortalecimiento del Sistema Financiero
Nacional (PROER), canalizando valores que hacen aparecer al flujo
del “valerioduto” (1) como una broma de centavos.

Ahora, frente a la estrella que cae, las agoreras del mal
conmemoran eufóricas: “¿yo no dije?” Y la derecha,
confortablemente sentada en el camerino de lujo de este teatro
trágico, aplaude la escena cruel de antropofagia de la izquierda.
¿Pero cuál izquierda? ¿La que baila al ritmo de la música de la
ronda financiera? ¿La que destina 30 mil millones de reales al
agronegocio y sólo 8.000 mil millones a la agricultura familiar? ¿O
la que adjetiva sectariamente sus críticas, exhibe sus manos
limpias frente a la “tsulama” (2), pero no es capaz de presentar una
propuesta viable ­ no utópica ­ de política económica alternativa?
¿O la que se llena la boca y el papel de palabras grandilocuentes,
pero no consigue movilizar media docena de movimientos
populares?

La izquierda brasileña habla de un Brasil quimérico, pero tiene
dificultad de lidiar con las mediaciones ineludibles para alcanzarlo.
Como si en algún lugar del mundo ella hubiera llegado al poder sin
política de alianzas. Y como si en algún país ella hubiese
alcanzado el desarrollo sin serias concesiones al capitalismo.
Basta ver a China, que hoy insiste en ser reconocida como una
“economía de mercado”, y Cuba, que flexibilizó la propiedad estatal
y se volvió asociada de poderosas transnacionales en las áreas de
infraestructura, energía y turismo.

Nada más ridículo que la izquierda que erige sus convicciones
ideológicas en dogmas religiosos. Y trata a sus líderes como
verdaderos Mesías portadores del camino de la salvación.
Fundamentalista, excomulga a los críticos, expulsa a los herejes,
condena al infierno a los adversarios. Incapaz de alianzas dentro
del ámbito de la propia izquierda (véase las elecciones para la
nueva dirección del PT), se inclina por la derrota de sus
contendores, en la expectativa de que llegue el día en que, desde
lo alto de su arrogancia, enfatizará solemnemente: “¿Yo no dije?”

Vías de liberación

No veo futuro para la izquierda fuera de estas tres vías: el rigor
ético, el trabajo de base y la elaboración de un proyecto socialista.

El rigor ético es una virtud soportable mientras no se llega al
poder. Cualquier esfera de poder: gobierno, dirección del partido,
coordinación del núcleo de base, gerente, síndico de edificio etc.
Como todo poder, reviste a quien lo ocupa de una autoridad, de
una identidad que lo hace sentir por encima del común de los
mortales, casi nadie quiere dejarlo. El poder es más tentador que
el sexo y el dinero, porque vuelve a estos dos últimos más
accesibles. Que lo digan los beneficiarios de las “comisiones” del
Banco Rural

¿Cómo asegurar el rigor ético? Con la democracia interna. Líder o
dirigente que no soporta la crítica, es mala señal. Pero no basta
decir “pueden criticarme”. Es necesario crear mecanismos a
través de los cuáles eso se haga regularmente.

El trabajo de base es el gran desafío de la izquierda. Esta última
adora hacer reuniones, manifiestos, mítines. ¡Pero ir a la periferia,
subir a la favela, meterse en el “sertão” (3) ocupa el último lugar!
No es fácil gustar del olor del pueblo, reunirse con los pobres,
aprender su lenguaje (que nos obliga a descender del egregio
trampolín de nuestros conceptos académicos), rezar con ellos,
estrechar los lazos efectivos y afectivos con quienes tiene la gracia
de vivir desprovistos de la lógica maniqueísta que divide a la
humanidad en “buenos y malos”.

Elaborar un proyecto socialista no consiste sólo en criticar el
capitalismo. Implica autocrítica profunda de los errores cometidos
en las recientes experiencias socialistas. Errores teóricos,
estructurales, sociales y personales. Comenzar a analizar en qué
momento el PT borró de su horizonte el proyecto socialista que
figuraba en sus primeros documentos.

A quien pueda interesar: buenas escuelas de ética, trabajo de
base y perspectiva socialista, son el MST y las Comunidades
Eclesiales de Base. (Traducción ALAI)

– Frei Betto es escritor, autor, en asociación con Leandro Konder,
de “El individuo en el socialismo” (Perseu Abramo), entre otros
libros.

Notas de la traducción:

(1) Valerioduto: se refiere al esquema de corrupción organizado por
el empresario Marcos Valério para distribuir recursos a los
parlamentarios, escándalo que ha sacudido al gobierno de Lula.

(2) “Tsulama”: palabra portuguesa que, parafraseando al tsunami,
significa una ola muy grande de inmundicia.

(3) Sertão: Región agreste, distante de las poblaciones o tierras
cultivadas.