Los partidos políticos y la crisis política

Los partidos políticos y la crisis política

Dagoberto Gutiérrez

En ningún momento como en el actual, las instituciones han funcionado con tanta salud, desempeñando cada cual su papel correspondiente; pero, a diferencia del pasado, mostrando ante el pueblo su verdadera naturaleza política. Así las cosas, el pueblo tiene ahora la oportunidad de descubrir, adentro de una ley, la maniobra política que la sustenta, y en el caso del decreto 743, el verdadero objetivo político de maniatar a la Sala de lo Constitucional.

La Sala de lo Constitucional, al sentenciar políticamente, es decir, basándose en la política de la Constitución, libera el hacer estatal del control partidario y, fundamentalmente, rescata la política del secuestro partidario y la pone en manos de la ciudadanía como un instrumento de lucha por la democracia. Al mismo tiempo, determina que los ciudadanos están por encima de los partidos políticos. Aquí estamos ante un rompimiento con un antiguo orden, que establecía el predominio partidario sobre la voluntad ciudadana, y esto significa un golpe al régimen burocrático de partidos que se estableció constitucionalmente desde 1983.

Todos los partidos han declarado la guerra a la Sala de lo Constitucional y todos se enfrentan a la ciudadanía, sin percatarse de ese enfrentamiento y, en algunos casos, como el del Partido FMLN, rompiendo incluso con un discurso de izquierda, y apareciendo y pareciendo a la derecha del partido ARENA.

La situación de este partido resulta ilustrativa, porque al finalizar la guerra de 20 años, el FMLN, que fue una alianza política de comunistas, anticomunistas y no comunistas, desaparecen, al agotarse el acuerdo político que le dio origen. Aparece el partido FMLN que rompe la continuidad histórica y es creación estatal dedicado a la lucha electoral, a la captura de posiciones en el aparato del Estado, al cultivo de una posición positiva ante la realidad, y a una especialización en el fortalecimiento del orden estatal. Una de las primeras decisiones teóricas fue, por eso, la renuncia a la figura de post guerra y a su substitución por la figura de la paz.

Este partido renuncia a la lucha política y adopta todo el trafico partidario electoral, ganando experiencia en la defensa de un orden, del cual se beneficia y al cual le debe sus avances electorales. Este orden es, justamente, el de la democracia representativa que sepulta toda forma de democracia participativa. Es un orden capitalizado y monopolizado por los partidos, que establece que políticos son los que controlan los aparatos estatales y que política es la que se hace en esos aparatos. Semejante visión busca impedir que el ciudadano haga política, es decir, que establezca sus intereses, los medios para lograrlo, construya sus instrumentos políticos y establezca sus alianzas, independientemente de los partidos políticos, y que sea la comunidad el ámbito determinante del hacer político.

Así se establece una distancia creciente entre este partido y los seres humanos de carne y hueso y también entre este partido y el pueblo; porque cada persona equivale a un voto y cada ciudadano es un votante que hay que capturar.
Las sentencias de la Sala de lo Constitucional rompen las reglas y también el juego del orden en el que este partido se amamanta; y el sentido y la fuerza transformadora de las sentencias que alteran las reglas, y en esa medida el mismo juego, han permitido mostrar a la cúpula del partido FMLN como una fuerza conservadora, precisamente, del orden, del orden partidario repudiado por toda la ciudadanía. Su defensa del decreto 743 ante la propuesta arenera de derogarlo ha puesto a esta cúpula en el lugar que le corresponde y en el que está desde hace años: a la derecha de la sociedad, y como una fuerza que renuncia a una posición negativa ante la realidad, porque resultando beneficiada por esa realidad que hay que cambiar, no puede respaldar, sin lesionar gravemente sus beneficios, cualquier cambio en las reglas del juego, ni mucho menos, del juego mismo.

Los militantes de este partido han de aprender a mirar a su cúpula y a su partido a partir de la conducta real ante los hechos políticos concretos y no a partir de discursos, colores, o concentraciones. Porque de otro modo, estarán obligados a creer que todo aquel que critica semejante conducta política es porque proviene de la derecha, o a aceptar, como de izquierda, una posición que choca con las opiniones y las posiciones del movimiento social y político del país. Y esto es, en todo caso, un tremendo contrasentido que solo es explicable por la renuncia a reflexionar políticamente y a sustituir esta reflexión por el simple cálculo electoral.

Es plenamente sabido, y todo militante medianamente relacionado con la sociedad, lo sabe, que es vigorosamente creciente la opinión de retirarle el voto favorable a este partido y a este gobierno en las próximas elecciones, y por supuesto, que aquí está planteada la distancia política creciente entre una victoria electoral de este partido y su significado como victoria del pueblo, o lo que es lo mismo, que el pueblo no considera suyas las ganancias electorales, porque al convertirse los partidos políticos en fines en sí mismos, y dejar de ser instrumentos de la gente para convertirse en instrumentos del Estado, facilitan la comprensión del pueblo sobre la necesidad de construir sus propios instrumentos, y ante la renuncia de los partidos de hacer política en beneficio de la gente, la convicción popular de construir sus propios instrumentos se impone.

La presente coyuntura determina, por eso, la necesidad del pueblo de construir una política independiente, de contar con sus propios instrumentos, de construir comunidad, de convertirse en sujeto político y actuar desde su poder a favor de un nuevo orden y una nueva sociedad.

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¿Qué pasa con los gobiernos de izquierda en América Latina?

¿Qué pasa con los gobiernos de izquierda en América Latina?

Por Leonardo Gabriel Ogaz Arce

Los gobiernos de izquierda en América Latina, cuyas propuestas de cambio se han trastocado en una “sensatez” funcional a los poderes nacionales y mundial merece ser reflexionada y explicada.

“Dilma Rousseff ha dado en estas últimas semanas un espectacular giro a la derecha en su política económica: anuncia la privatización de los principales aeropuertos del país y la derogación de la hoja de pago para la previsión social, conforme a una vieja reivindicación de la patronal, y su base parlamentaria aprueba cambios en el Código Forestal que favorecen al agro negocio y comprometen el futuro del medio ambiente.” Paulo Kliass. Bolpres. Tomado de “Línea de fuego”.

Cuando la ex guerrillera Dilma Rousseff, heredera de Lula y militante del Partido de los Trabajadores ahora presidenta del Brasil está aplicando políticas neoliberales, resulta indispensable iniciar una reflexión de lo que ha pasado con los gobiernos de izquierda en América Latina.

Situaciones como esta dan sentido a esas pancartas que hemos visto en la Puerta del Sol en Madrid que decían “ni izquierda ni derecha” o en la reciente movilización estudiantil de Chile “Unidos sin partidos”, ya que si la izquierda en el Estado español es el PSOE que aplica políticas neoliberales y el Partido Popular de derecha también aplica políticas neoliberales, es evidente que para los jóvenes desempleados, para trabajadores y otros sectores populares en realidad tiene mucho sentido decir ni izquierda ni derecha sino todo lo contrario.

En Chile ocurrió algo parecido, la socialista Michel Bachelet administró el modelo económico neoliberal dejado por Pinochet con la Constitución que también dejó el Dictador. La coalición “Concertación por la Democracia” que se presentaba como progresista dio paso al actual gobierno de derecha quien no ha tenido empacho en seguir una política cuasi continuista en relación a los gobiernos “progresistas” anteriores.

Los partidos y las coaliciones de partidos, sean estos de izquierda de centro o de derecha ya no son más los mediadores entre la sociedad civil y el Estado, sino parte del aparato de dominación estatal que oprime al conjunto de la sociedad, es decir, lo que en Ecuador se ha denominado la “partidocracia”, así cobra sentido decir como dicen los estudiantes en Santiago “unidos sin partidos”, vale decir, sin esos partidos.

La situación de los gobiernos de los ex frentes guerrilleros de El Salvador y Nicaragua no difieren en lo sustancial a lo que ocurre en Brasil, el ex guerrillero Tupamaro José Mujica en el Uruguay no desentona en nada a los Centroamérica, al socialista indígena Evo Morales presidente de Bolivia un verdadero levantamiento popular lo hizo retroceder de aplicar un “paquetazo” económico contra el pueblo. El presidente Lugo del Paraguay aplica con ejemplar ortodoxia las recetas neoliberales ajeno totalmente a la teología de la liberación y con serias resistencias desde el ámbito laboral.

En el artículo titulado “El giro a la derecha de Chávez: realismo de Estado frente a solidaridad internacional” James Petras señala lo siguiente: “El 26 de abril de 2011, funcionarios de inmigración de Venezuela, basándose exclusivamente en información facilitada por la policía secreta colombiana (DAS), detuvieron a un ciudadano de nacionalidad sueca, Joaquín Pérez Becerra, periodista de origen colombiano, que acababa de llegar al país.

Basándose en las denuncias de la policía secreta colombiana de que el ciudadano sueco era un líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Pérez fue extraditado a Colombia a las 48 horas. A pesar de la violación de los protocolos diplomáticos internacionales y la Constitución venezolana, esta acción tuvo el apoyo personal del presidente Chávez. Un mes más tarde, las fuerzas armadas venezolanas junto a sus homólogos de Colombia capturaron a un líder de las FARC, Guillermo Torres (alias Julián Conrado), que está a la espera de extradición a Colombia en una cárcel venezolana sin acceso a un abogado. El 17 de marzo, la inteligencia militar venezolana (DIM) detuvo a dos presuntos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Carlos Tirado y Carlos Pérez, y los entregaron a la policía secreta colombiana” (Tomado de Kaos en la Red).

Resulta impresentable que el gobierno bolivariano de Chávez realice este tipo de acciones con un gobierno tan pronunciadamente derechista y conservador como el de Santos en Colombia.

El gobierno del Ecuador encabezado por el economista Rafael Correa insiste en su confrontación con el movimiento indígena y en su política extractivista minera.

Ollanta Humala de nacionalista de izquierda pasa a ganar las elecciones con el apoyo de un sector de la derecha peruana emblematizada por el escritor y actual premio Nobel Mario Vargas Llosa.

La izquierda latinoamericana de las últimas décadas parece condenada a seguir la lógica de presentarse como alternativa al neoliberalismo para terminar haciendo políticas que se le parecen mucho o tratando de impulsar proyectos neo desarrollistas. En general y no en todos los casos estos gobiernos han hecho alianzas con algún sector de las clases dominantes y están sirviendo de puentes abridores de nuevas hegemonías empresariales.

El discurso del poder los asimila como gobiernos pragmáticos, esto significa que han renunciado a sus programas de cambio y han negociado con alguna fracción de la clase dominante un programa de estabilización que deja intocado el injusto orden social existente. Se han llenado de una “sensatez” funcional al poder nacional y mundial, pero muy lejana al socialismo del siglo XXI o al Sumak Kawsay.

¿Cómo explicar estos hechos?

Aquí propongo algunas hipótesis explicativas, la discusión está abierta.

Cada país en realidad merece un análisis y una explicación particular, pero también puede haber elementos comunes.

Hay sin duda un problema de concepción: la deriva reformista que propone evolución sin rupturas los termina atrapando en las lógicas de la razón de Estado, es decir, al no modificar profundamente las estructuras y las relaciones sociales terminan remozando al viejo Estado burgués y en vez de procesos de cambio se convierten en procesos de modernización encubiertos en el aforismo neblinoso y ambiguo del pos neoliberalismo.

Otro de los factores, que en cierta medida es consecuencia del primero, radica en que el proceso venezolano que aparecía como la avanzada, va a cumplir ya 12 años sin mostrar todavía cambios estructurales decisivos y se ha convertido en una larga transición que parece haber perdido el rumbo.

Otro factor más estructural es la constatación, que el grado de atraso es tal en las formaciones sociales que sin un proceso de alianza orgánica, estructurada, voluntaria, consciente y liberadora entre varios países latino americanos le es muy difícil enfrentarse al imperialismo y romper dependencias y casi todos los gobiernos de izquierda han preferido o llevarse bien con el imperio o diversificar las dependencias y en algunos casos ambas cosas.

El ejemplo de Cuba no les resulta muy atractivo. Las intenciones unitarias e integracionistas avanzan a paso de tortuga, El ALBA, UNASUR Y EL MERCOSUR no terminan por consolidar nada serio, puesto que los intereses, las visiones, las voluntades políticas, las intenciones de los países miembros todavía difieren en mucho.

Tres de los países que aparecen más claros en sus propuestas izquierdistas Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen liderazgos personales y semi populistas que no contemplan o debilitan los procesos tanto organización política como los de organización social. Pero es claro que en ninguno de los gobiernos de izquierda de Latinoamérica existe una voluntad política de construir un poder popular alternativo desde abajo.

Lo que si queda claro es esta actuación de las izquierdas está dando paso a movimientos autónomos en ruptura con el sistema y este tipo de “izquierdas sensatas” y en búsqueda de nuevas alternativas. Cuando los estudiantes en Chile convocan a 100.000 personas para cuestionar el lucro en la educación, esto en el fondo tiende a cuestionar no solo el daño que esto produce a la academia sino a toda una sociedad que se sustenta en el lucro.

Fuente: Kaosenlared.Net

El Salvador: la derecha se fortalece y el presidente Funes se debilita

El Salvador: la derecha se fortalece y el presidente Funes se debilita

Al hacer un balance del choque de trenes ocurrido el pasado 2 de junio en la Asamblea Legislativa, el saldo de asustados, golpeados, heridos y fallecidos favorece a la derecha empresarial (ANEP y FUSADES), la cual ha logrado trepar al vagón del avance democrático, e impacta fuertemente, en especial al presidente Funes, que sale gravemente herido de este accidente. Y se encuentra todavía hospitalizado.

A continuación plantearemos cuatro hipótesis sobre la actual situación. La primera es que la derecha ha salido fortalecida de esta crisis, la segunda que el presidente Funes se ha debilitado, la tercera que se ha producido una peligrosa brecha entre los sectores democráticos y revolucionarios, y la cuarta que esta crisis en las alturas del poder se encuentra con un movimiento popular y social débil y desorientado.

Una derecha audaz y con visión de largo plazo

Dos años le tomó a la derecha descifrar el enigma de la Esfinge, encontrar la formula para romper la alianza entre fuerzas democráticas y fuerzas revolucionarias, que permitió la victoria del 15 de marzo de 2009, y lograr provocar una profunda crisis institucional, donde el principal herido de gravedad es el presidente Mauricio Funes.

Lo han logrado con el decreto 743. Es una derecha audaz, que abandona a sus instrumentos políticos que ya no les son de utilidad, y hasta se atreve a salir a las calles bajo la cobertura de sociedad civil. Ha pasado ya casi un mes desde que la derecha quitó la espoleta para el estallido de una crisis institucional que ha venido a modificar la percepción ciudadana sobre la validez del proyecto de cambio y de la ética de sus operadores.

Y aunque la izquierda avance estratégicamente en la conquista de nuevos territorios institucionales en la Corte de Cuentas, TSE, RNPN, ha perdido legitimidad ante la ciudadanía, y esto es grave. En política la imagen y la realidad son hermanos gemelos, que exigen atención. Se debe ser y parecer.

La derecha ha avanzado. Tiene claridad y cuenta con recursos. Detener este avance se torna urgente. Ha logrado la derecha deslegitimar al presidente Funes y paralizar al FMLN. Ha logrado que entre los 4 magistrados de la Sala de la Constitucional y el FMLN se abra una brecha. Lo cual es grave porque deberían ser aliados naturales. Ha logrado atraerse a sectores del movimiento popular e incluso de la izquierda.

Además calculan que la victoria del candidato presidencial General Otto Pérez, del Partido Patriota en Guatemala en septiembre próximo, va venir a modificar la actual correlación de fuerzas a nivel regional, inclinándola hacia las fuerzas conservadoras.

Un presidente agotado y confuso

Ha pasado un mes y el presidente Funes en vez de resurgir vigoroso con una propuesta de solución a la crisis institucional, como se esperaría del primer mandatario, cada día que pasa se hunde más en un remolino que incluso puede amenazar, no solo con atrasar el proceso de cambios iniciado el 1 de junio de 2009, sino incluso con descarrilarlo.

La decisión del presidente Funes de sancionar el decreto 743 puede calificarse ya sea como una evidente demostración de candidez o como una palpable acción teñida de astucia. La historia se encargara de aclararnos de que tipo de semilla estamos hablando. Lo evidente es que tal decisión al presidente Funes le ha generado costos que superan ampliamente los logros obtenidos desde que iniciara su marcha triunfal, desde el corazón del FMLN hacia la presidencia, en el estadio Cuscatlán, el 11 de noviembre de 2007.

Es un presidente que es rechazado por la derecha empresarial, la cual se da el lujo de regatearle sobre el impuesto a la seguridad, y que cada día pierde más el respaldo de los sectores populares, los cuales observan preocupados que las medidas para paliar la crisis de seguridad, de empleo y de alto costo de la vida, no son suficientes. Es un presidente paralizado. Si no fuera por el apoyo del FMLN este gobierno ya hubiera caído.

La prepotencia del presidente Funes ante esta crisis va a conducirle a un mayor nivel de aislamiento de diversos sectores democráticos, del cual no podrán librarlos ni sus amigos en Washington ni el mismo Carlos Slim. Al final esta brecha va venir a debilitar el avance del proyecto democrático que el junto con el FMLN encabeza, y a fortalecer el proyecto de restauración oligárquica.

El apoyo a las habilidades pascuales de la Asamblea Legislativa de resucitar muertos, no va a favorecerlo. Tampoco su negativa a que se publiquen en el Diario Oficial las sentencias de la CSJ. Lo que necesita es tomar la dirección de este barco y conducirlo a puerto seguro. Y no esta fácil, pero es que nadie dijo que sería fácil. Se necesita humildad, visión y voluntad.

Un FMLN indefinido y ambiguo

Y lamentablemente es una crisis que afecta también al FMLN, que lejos de acompañar y seguramente conducir este proceso de modernización del sistema político, ha optado por la defensa del status quo, y es comprensible, ya que toda su estrategia esta orientada a avanzar dentro del sistema, y lo viene haciendo de manera exitosa desde 1994, pero no se justifica, ya que los intereses del proyecto de democratización rebasan los intereses partidarios.

El FMLN no es un fin en si mismo sino un medio, un instrumento popular para alcanzar los cambios sociales que nuestro país necesita. Como lo fue el PCS durante 40 años. Y además el FMLN es el depositario de una tradición histórica de lucha popular, que tiene como una de sus características la versatilidad para adaptarse a las nuevas situaciones, sin abandonar nunca los principios.

Eso permitió desplegar una amplia organización y movilización que se plasmaron en la lucha popular en los años setenta; una hábil política de alianzas y la construcción de un ejército popular para la lucha armada de los años ochenta, y últimamente en los últimos veinte años, una extraordinaria experiencia de lucha electoral. Son cuarenta años de acumulación política de miles de personas, en todo el país.

Hoy la dinámica nacional exige un nuevo viraje para ir al encuentro de nuevos desafíos, como son los de en primer lugar, reconstruir el tejido organizativo popular y también el de encabezar los avances del proceso democrático, que incluyen sin duda alguna a las candidaturas independientes (que vamos a disputar con la derecha) y a las listas desbloqueadas y abiertas de candidatos. No debemos de temerle a esto. No podemos ponernos a la defensiva.

Que esto va a dificultar el avance, sin duda alguna, pero lo va a legitimar y el esfuerzo vale la pena hacerlo. No podemos cerrarnos a las nuevas realidades. Y dos años de gobierno de centro izquierda enseñan que solo se puede avanzar uniendo una solida maquinaria política electoral con un amplio y consolidado movimiento popular y social, que no existe, que hay que reconstruir. Se cuenta con lo primero, pero hay que reconstruir lo segundo, y de manera acelerada. De no hacerlo, la restauración oligárquica en el 2014 se volverá una posibilidad real.

El desafío principal para el FMLN es el definir con claridad su compromiso con una reforma política, que le permita restablecer su alianza con fuerzas progresistas y democráticas, que incluyen a diversos componentes sociales que hoy acompañan la campaña por la derogatoria del 743. El FMLN puede pero no debe colocarse como el más fiel defensor del status quo de la Constitución de 1983. Y mucho menos prestarse para amenazas de destitución o traslado a los 4 magistrados de la CSJ.

De seguir defendiendo la gobernabilidad institucional, el potencial transformador para el cambio social, acumulado durante estos años se va diluir o acabara por ser abandonado. El FMLN se debe a los sectores populares y no al sistema de partidos políticos de la derecha. Y mucho menos al imperio.

En segundo lugar, el FMLN debe recuperar su credibilidad como fuerza del cambio por medio de explicar detalladamente a la población, la necesidad de establecer alianzas con fuerzas de la derecha legislativa, para poder avanzar. En tercer lugar, escuchar con mayor atención los reclamos y opiniones de la gente en la escogitacion de sus candidatos municipales y legislativos. En cuarto lugar, impulsar, acelerar -mejor dicho iniciar-el proceso de abandono de la política económica arenera neoliberal.

Un movimiento social débil y desorientado

Existe la certeza que la actual crisis no se resolverá a favor de los intereses populares a menos que exista un amplio, multifacético y vigoroso movimiento popular y social en las calles, exigiéndole a la Administración Funes que cumpla con sus promesas y profundice –o inicie- la reforma política y la reforma económica.

Lo que caracteriza la conducta actual del movimiento popular es la pasividad y la ausencia de propuestas. Con raras excepciones, como la resistencia en Cabañas y en Nejapa. Es únicamente un reducido sector el que esta saliendo a las calles por el 743, más que todo de las ONGs, aunque su voz es simbólica y significativa. En general, el grueso de la población esta a la expectativa o en la lucha por la supervivencia.

Mientras que la discusión sobre el poder institucional siga girando alrededor de las instancias gubernamentales y partidarias, no podremos avanzar. Se necesita que los sectores populares organizados asuman la responsabilidad de empujar el proceso democratizador hacia nuevos niveles.

Sin organización y movilización popular, Funes seguirá rehén de los intereses oligárquicos y de las transnacionales. Sin organización y movilización popular, el FMLN seguirá enfrascado en los laberintos de la burocracia estatal. Sin organización y movilización popular, la restauración oligárquica en el 2014 pasara de posibilidad a realidad.

Perspectivas.

La derecha podrá seguir avanzando en la medida que los sectores populares no retomen su papel histórico de fuerzas activas a favor de los cambios sociales. La derecha sabe que sus instrumentos políticos (ARENA, GANA, PCN, PDC) están agotados, y por eso confía que la actual crisis permita equilibrar este desgaste y que tanto el presidente Funes como el FMLN aparezcan como integrantes activos de un sistema de partidos políticos corrupto e ilegitimo, lo cual dispare el abstencionismo como respuesta.

Lo único que puede revertir esta tendencia hacia el fortalecimiento de la derecha empresarial, es la posibilidad que el presidente Funes retome la iniciativa política y se posicione como conductor de un proceso de cambios y no como un mero operador político del sistema, como lo ha venido haciendo hasta ahora. Proceso que no se profundiza, retrocede. Y el FMLN lo sabe. Y el pueblo también lo sabe. Por lo que una política de carpe diem es insostenible. Marzo del 2012 se esta acercando.

Por otra parte, es evidente que el mayor logro político del actual proceso de cambios ha sido la elección de una nueva Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, ya que su independencia es garantía del avance del proceso democratizador. Y ojala que lo mismo suceda con los cambios que se están dando en la Corte de Cuentas, en el TSE y en el RNPN. Porque no solo se trata de cambiar funcionarios, sino de cambiar practicas heredadas de autoritarismo y corrupción. La gente esta observando lo que pasa y esto es un rasgo de esperanza.

Roberto Pineda

San Salvador, 29 de junio de 2011

De periodista a Presidente

De periodista a Presidente
Con o sin Tamaulipas, seguirán usando al país como ruta

Busco que México dé visa temporal a los salvadoreños: Mauricio Funes
Para gobernar, por razones pragmáticas tuve que hacer acuerdos con la derecha

Periódico La Jornada
Miércoles 22 de junio de 2011, p. 2

El presidente Mauricio Funes, en entrevista con La Jornada, asegura que pese a las carencias, El Salvador ha cambiadoFoto Marco Peláez
Dos años como presidente y le quedan tres. Primer gobernante de su país, El Salvador, que no procede de los grupos oligárquicos. Reivindica su pragmatismo como un atributo indispensable en su coyuntura. Mauricio Funes Cartagena, de 53 años, reconoce de antemano que en 2014, cuando salga de la casa presidencial, se habrá quedado a la mitad del camino, sin lograr muchas de las aspiraciones que llevaron a las bases del izquierdista Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) y a los sectores populares a votar por él en 2009.

“Estoy consciente de que la gente se va a decepcionar. Nunca pensé utópicamente; sabía que me iba a distanciar de las aspiraciones históricas de la población. Entiendo que los sindicatos estén frustrados, entiendo la frustración de los maestros con los que pacté una mejora en su condición salarial y hoy no vamos a cumplir eso en los términos en los que acordamos. Es que no tengo más recursos para mejorar los hospitales, para mejorar el nivel de vida de muchos. Pero pese a todo, El Salvador ha cambiado.

“Lo que queda dentro de mis posibilidades es trabajar para que esa decepción no lleve a la gente a perder la esperanza; que se entienda que hemos iniciado una etapa de transformación que no tiene vuelta atrás. Pero las demandas más sentidas será un próximo presidente quien pueda materializarlas. Por eso trabajo… para garantizar continuidad del proyecto.

Mi mayor frustración es que llegara un presidente que echara al traste lo que se ha construido. Mi esperanza es que llegue un hombre o mujer con credenciales democráticas pero con visión de futuro para entender que las transformaciones que se empezaron a engendrar en este periodo tienen que profundizarse

–¿Candidato o candidata del FMLN o de otra fuerza política?

–Puede ser del FMLN. Pero el FMLN debe cambiar su visión estratégica y entender que una elección no se gana y las esperanzas del pueblo no se representan en función de si el candidato es o no es orgánico de su partido. El mejor ejemplo soy yo.

Funes pertenece a la generación que vivió la guerra civil, la polarización. Después de su militancia estudiantil en contra de la ocupación militar de la Universidad de El Salvador, en el fragor de la guerra en los años ochenta, ejerció el periodismo 20 años antes de lanzarse a las lides políticas. Buscando siempre el centro, hizo campaña para la presidencia con camisa blanca, para diferenciarse del rojo del FMLN, que lo abanderó. Pese a ello, él se dice de izquierda.

En su segundo día de visita oficial a México desajusta totalmente el horario del protocolo y al mediodía, a la hora que tenía que estar saliendo en comitiva a depositar una ofrenda floral, recibe a La Jornada.

Recuerda que la noche anterior también desajustó la agenda porque, después de la cena, tenía prevista una reunión de una hora con el magnate Carlos Slim. Fueron tres horas. Hablaron de negocios. Slim invertirá 300 millones de dólares adicionales en El Salvador.

En la perspectiva de promover la inversión extranjera en su país, Funes busca figuras emblemáticas. La sola presencia de Slim puede mover voluntades y atraer a otros empresarios.

No más indocumentados

También abunda sobre el otro objetivo que lo trajo a México: proponerle al presidente Felipe Calderón un acuerdo que otorgue a los migrantes salvadoreños que viajen de paso hacia Estados Unidos una visa temporal para que no crucen como indocumentados el terreno minado en el que se ha convertido nuestra geografía.

Con Tamaulipas o sin Tamaulipas (Funes se refiere a las masacres de migrantes y viajeros en ese estado y a las fosas comunes donde se han encontrado varios cuerpos de sus conacionales), los salvadoreños seguirán usando a México como ruta. Como gobierno tenemos obligación de trabajar en dos vías. Una, lograr con México un compromiso para que en territorio mexicano se respete la integridad de los salvadoreños. Y en eso estamos. O se hace efectivo un acuerdo de 1979 de supresión de visas o se avanza en la vía que ayer le propuse al presidente Calderón, y que él vio con aceptación, de que a los salvadoreños se les otorgue una visa de tránsito, de tal manera que no tengan que buscar los caminos irregulares y minimizar el nivel de riesgo.

–¿Que los salvadoreños no sean indocumentados mientras van en tránsito?

–Esa es nuestra propuesta. Pero no es suficiente. Lo que hay que hacer es evitar la emigración, que no se logra con muros o leyes xenofóbicas. Eso se hace con la creación de oportunidades en los países de origen de la migración, que hoy en día es puramente de carácter económico. Esas oportunidades todavía no las estamos creando.

Entrevistador entrevistado

Entrevistador fogueado, al presidente Funes no es fácil llevarlo a terrenos que no quiere pisar. No incursiona en lo personal, en la memoria, en las emociones. Tampoco se sale del discurso que tiene previsto.

–Usted llegó a la presidencia con un programa político de justicia social, pero además con preocupaciones personales para abordar esta agenda. ¿Cómo califica su cumplimiento?

–Nunca pensé que iba a vivir una luna de miel, ni con los sectores populares ni con la derecha. Supe desde el primer momento que uno de los problemas más complejos que iba a tener era cómo hacerle frente a la cantidad de demandas insatisfechas durante dos décadas. Cuando se vota por un cambio, no sólo se hace por uno en el estilo de gobierno, sino por una solución expedita a los problemas más inmediatos.

“Lo que he logrado en dos años –me quedan tres– es ordenar la casa. Es obvio que el movimiento social se siente insatisfecho porque sus necesidades no están atendidas. Pero la economía no da para más. Necesitamos por lo menos dos periodos presidenciales, construir una plataforma de desarrollo para satisfacer esas demandas más sentidas”.

–¿Lamenta haber dejado de hacer algo en particular?

–No hice algo que debí haber hecho desde el principio. Tuve que haber construido un pacto social desde el primer día. No lo hice porque tuve que enfrentar al FMLN, que pensó que había ganado la presidencia y que se podía vaciar en el gobierno. Se encuentra con un presidente que les dice no, la población votó por un proyecto pero también por una persona; para que quien esté al frente del Ejecutivo haga lo que se puede hacer y eso requiere una gran dosis de sensatez, de pragmatismo, visión de mediano y largo plazo. Incluso una gran dosis de sinceridad, de reconocer que algunas de las viejas utopías no son posibles en El Salvador, dadas las circunstancias en que recibimos el país. En ese enfrentamiento con el partido, en esa discusión a veces pública, a veces privada, se me fue el tiempo.

El liderazgo del FMLN no entendió el tipo de gobierno que se podía hacer. Si hubiera entendido desde el principio lo que se podía hacer y lo que no, nos hubiéramos podido enfilar hacia ese pacto social. Y luego está la derecha, a la que hay que hacerle entender que por su propia sobrevivencia, el pacto es necesario.

–Caminando en el filo de la navaja.

–Así mismo. En el gobierno anterior el presidente Antonio Saca era el presidente del partido oficial, Arena, tenía el control del Legislativo, del Ministerio Público y el órgano judicial. Y desaprovechó ese capital político para hacer transformaciones.

Yo no controlo el partido en el gobierno ni el Congreso y tengo que negociar con la derecha. No controlo el órgano judicial y mejor que así sea. No controlo a las gremiales empresariales ni al movimiento social. Esta presidencia está atacada por la izquierda y por la derecha.

El tamaño del desafío

Los tres presidentes de la posguerra (1994-2009) fueron areneros, de corte neoliberal, conservador. Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca.

Es larga la lista de quejas de Funes sobre el legado que le dejó Arena: un hoyo fiscal tremendo, remesas con 16 por ciento menos, fuga de inversiones, pérdida de 40 mil empleos, tasa de homicidos que era la más alta del continente, 67 por cada mil habitantes y hasta 18 o 20 asesinatos por día, una policía corrompida, sin recursos, un ejército al que se le utilizaba en tareas de seguridad pública pero sin capacitación ni medios.

“Hoy mi desafío es fortalecer las instituciones: vamos a depurar la policía, fortalecer a la fuerza armada, vamos a promover un ejercicio público con independencia de poderes, vamos a poner la divisa de la negociación como parte del ejercicio cotidiano de nuestro gobierno que antes no se daba. Antes el gobierno y Arena imponían todo, siempre. Yo no lo hago así: yo doy y cedo. Si no es así, nos hundimos.

–¿Ve llegar un punto de ruptura con el FMLN?

–No. Yo estoy convencido de que una cosa es el discurso público del FMLN y otra cosa es su práctica política. En el discurso el frente no puede renunciar a sus utopías como partido revolucionario y socialista. Pero la práctica cotidiana, donde el frente tiene representación y ejerce el poder, debe tener visión de largo plazo. Los alcaldes y diputados del FMLN no han tomado ninguna decisión que haga pensar que se quiere construir el socialismo del siglo XXI. Ellos quieren reducir la pobreza y para eso hay que fortalecer el tejido productivo nacional; quiere fortalecer instituciones y para eso tienen que ser independientes; quieren fortalecer la democracia y para eso las decisiones tienen que ser consultadas.

Las diferencias de concepción y estrategia que a veces exhibimos públicamente no llevan a un punto de ruptura.

–En aras de este pragmatismo, ¿hay alguna reivindicación histórica que haya tenido que dejar de lado y que le haya pesado personalmente? Por ejemplo, la justicia: caso monseñor Óscar Arnulfo Romero, Ignacio Ellacuría y sus compañeros, el poeta Roque Dalton… (Funes reacciona como si le hubiera picado una avispa.)

–Éste es el gobierno que más ha hecho en ese sentido. Ninguno había pedido perdón en nombre del Estado salvadoreño por las atrocidades cometidas en la guerra. Ningún gobierno había creado una comisión gubernamental de reparación. Y nosotros la hemos creado.

–Pero ese es el piso mínimo, ¿no? La aspiración era una justicia plena.

–Claro, pero eso no depende del Ejecutivo. Depende de un órgano judicial depurado, comprometido. ¿Qué puedo hacer yo como presidente para aclarar el magnicidio de Romero, de los jesuitas?

–¿Qué pacto es posible entre fuerzas tan antagónicas?

–Nosotros teníamos que haber logrado entendimientos con todos los sectores de la vida nacional. Por razones pragmáticas tuve que empezar con los acuerdos con la derecha, de lo contrario no podía sacar muchos proyectos que pasan por la Asamblea. Por ejemplo, los créditos que negociamos con la banca internacional para proyectos de los sectores más vulnerables: vivienda social, programas de primer ingreso, red solidaria en las zonas rurales, útiles escolares gratuitos que nos ayudan a evitar la deserción. Eso lo financiamos con préstamos. Y para obtenerlos, me tuve que entender con la derecha.

Entre dos huesos duros

–A la hora de negociar, ¿quién es un hueso más duro de roer, la derecha representada en Arena o la izquierda representada en el FMLN?

–No cabe duda que Arena. Porque el FMLN ha venido madurando, su práctica política corresponde a las circunstancias. Arena no; ellos perdieron el botín. Perdieron sus privilegios y los quieren seguir manteniendo. Apuestan a que este gobierno fracase para recuperar estos privilegios. En caso del FMLN, ellos tienen la bancada más numerosa y seguramente en las elecciones del año próximo van a sacar más diputados; controlan importantes municipios, en el gabinete tienen áreas estratégicas: seguridad, obras públicas, gobernación, relaciones exteriores. Entenderse con ellos es mucho más fácil porque tienen una cuota de responsabilidad que los obliga a ser más pragmáticos.

Si mi gobierno fracasa en los tres años que le quedan, en 2014 el FMLN no vuelve a ganar la elección presidencial. Ellos saben que tienen que hacer que este gobierno funcione. Al revés, Arena sabe que si nosotros no fracasamos, ellos no vuelven al gobierno. Entonces le apuestan al fracaso, Por eso es más difícil negociar con ellos, afirma el mandatario salvadoreño.

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De periodista a Presidente
Los Zetas, en busca de armas en El Salvador
Blanche Petrich

Periódico La Jornada
Miércoles 22 de junio de 2011, p. 3
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, asegura que, según los estrategas de la lucha antimaras y contra el crimen organizado de su gabinete, en su país, a diferencia de lo que ocurre en Guatemala, “los cárteles mexicanos no operan directamente: ni Zetas ni Golfo ni Pacífico. Estamos seguros de que en el país no existen esas estructuras”.

Lo que no quiere decir que estén ausentes: “Lo que hacen es contratar a las pandillas –las maras– para el narcomenudeo, y a través de esto para la obtención de armas”.

En la entrevista con este diario reconoce uno de los más riesgosos legados de la guerra civil que formalmente concluyó en 1992: “Nosotros tenemos el problema de muchas armas no legalizadas. El desarme de la guerra –parte de los acuerdos de paz entre el gobierno de entonces y la guerrilla– quedó a medio término. Estamos empujando iniciativas de ley que todavía no han encontrado el respaldo de la derecha legislativa, para iniciar un proceso de desarme de la población, reducir la tenencia y portación de armas”.

–¿Se registra en El Salvador un desborde de cárteles mexicanos?

–Tenemos información de que Los Zetas, que no operan como tales en el país –no hay ningún hecho criminal que nos lo indique, a diferencia de lo que se ve en Guatemala, donde el mismo presidente Álvaro Colom ha dicho que operan cinco o seis grupos narcomilitares–, incursionan para comprar armas en El Salvador. Hemos detectado una célula muy pequeña dentro del ejército y la policía, que se dedicaba a la sustracción de armas, fusiles de asalto, granadas, explosivos, para vendérselo a Los Zetas.

–¿Las maras son su mayor desafío?

–Las pandillas de los ochenta, los noventa, ya mutaron en estructuras de crimen organizado, pero porque se les dejó evolucionar. Hoy son más de 20 mil y puede haber un subregistro. Viven de delinquir.

“En los gobiernos de Arena, en la estrategia anticrimen faltó la prevención. Hoy lo estamos haciendo. Impusimos un servicio obligatorio para jóvenes de alto riesgo –que no es servicio militar obligatorio– de 16 a 24 años, donde los concentramos y les damos destrezas en áreas de protección civil, que tienen un gran déficit. Paralelamente estamos depurando a las policías y a las fiscalías. Pero además, eso sí, criminalizamos la pertenencia a las maras. ¿Porqué? Porque cometen crímenes.

–¿Quien lleva el peso de la seguridad, la policía o el ejército?

–El gabinete de seguridad. Fundamentalmente la policía, pero comparten el peso con el ejército, la dirección de centros penales, migración, el consejo nacional de juventud, la fiscalía. El órgano judicial nunca se ha querido incorporar. Y eso lo coordina el secretario de asuntos estratégicos, Hato Hasbún.

–Estados Unidos ve al narcotráfico de México y Colombia como una amenaza a su seguridad interna. ¿El Salvador lo es?

–No, y en Washington nos lo han dicho. El Salvador no representa una amenaza de ese calibre, pero tenemos que evitar que la delincuencia adquiera esas dimensiones. Yo creo que lo que Estados Unidos tiene que hacer es llegar a un acuerdo con la región centroamericana en pleno antes de que el problema se nos vaya de las manos. Y no llegar a los niveles de violencia concentrada que tiene México ahora y que Colombia tuvo.

–¿Puede desbordarse el problema de los cárteles de México a El Salvador?

–Lo que hay es cambio territorial. Si en México cercan a los grupos criminales se mueven a otros lados donde hay instituciones débiles. Es lo que ha ocurrido en Guatemala. Pero hasta ahora no han llegado a El Salvador. Nuestro territorio es más complicado para su operación, por la densidad poblacional, el tamaño del territorio y porque hay una presencia territorial armada mucho mayor de la que puede tener Guatemala, incluso México.

REBELDÍA DE AYER, REBELDÍA DE HOY

Hace casi sesenta años nació un niño que en un corto tiempo se incorporó a las filas de las y los rebeldes que –a inicios de la década de 1970– no querían vivir en un país donde las mayorías populares sufrían tanto. Sufrían por la exclusión económica, social y política imperantes, en un escenario donde las instituciones estaban secuestradas por grupos de poder intocables. De este personaje, Salvador Samayoa opinó hace unos años que durante el conflicto armado había sido un militante y dirigente con “brillo y fogosidad”. Se trata de quien tuvo como nombre de guerra “Milton Méndez”, integrante de las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí”; las famosas y aguerridas FPL.

El órgano oficial de esta legendaria organización guerrillera era un boletín llamado “El Rebelde”, impreso en mimeógrafos artesanales desde la clandestinidad. Fundada el 1º de abril de 1970 por su líder máximo –Salvador Cayetano Carpio– y unas cinco o seis personas más “ante la necesidad histórica –según sus bases estatutarias– de dotar al pueblo de sus instrumentos revolucionarios de lucha frente a la defección de las organizaciones tradicionales de izquierda, especialmente el P.C.S., hundidas en las corrientes de derecha del oportunismo, el revisionismo, el reformismo burgués, el economismo y el burocratismo se platearon impulsar la guerra popular prolongada como estrategia de lucha”. Para quien no sepa, “PCS” eran las siglas del Partido Comunista Salvadoreño”.

Las “efe”, como también eran conocidas, se plantearon como estrategia de lucha la “guerra popular prolongada”. En el citado documento, explicaban el porqué de su nombre. “Fuerzas”, encerraba lo que eran en sus inicios “y también la perspectiva del desarrollo inmediato y futuro de esta organización revolucionaria”; “Populares” por no ser un ente “aislado del pueblo (…), sino un producto del mismo”; “el creador de su propio destino –afirmaba la “felipa”, como también se le llamaba– y el único que puede llevar hasta la victoria final la causa de la revolución y construir el futuro régimen socialista”. “De liberación”, porque era lo que pretendían alcanzar: la “liberación de las garras del imperialismo yanqui; de la burguesía interna; de los sangrientos regímenes de los opresores, sostenes de las clases explotadoras, para que sobre la base de la destrucción del poder de las clases dominantes explotadoras, llevar a cabo su Revolución Popular hasta la construcción del Socialismo”.

Era la rebeldía en su más alta expresión y duró poco más de diez años. Con el paso del tiempo y la guerra, sumado a un escenario político y económico mundial muy distinto de 1989 en adelante, las cosas fueron cambiando. Era entendible. Pero ahora, a principios de la segunda década del siglo XXI, “Milton Méndez” ya no existe, ya no dio para más; su lugar lo ocupa Medardo González, diputado y secretario general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

El FMLN, sí. Pero no aquel que derrochó entrega y sacrificio desde su fundación hasta el 16 de enero de 1992, cuando su máxima dirigencia firmó un documento llamado “Acuerdo final de Paz” en el Castillo de Chapultepec, allá en la capital mexicana. El de las y los combatientes hinchados de heroísmo; el de las decenas de miles de salvadoreñas que en el campo y la ciudad se integraron a la lucha política dentro del mismo o que colaboraron en el esfuerzo; el que generó tantas simpatías y esperanzas dentro y fuera del país.

No, por favor. Ahora es el partido electorero cuyo secretario general –el mentado Medardo González y no el rebelde “Milton Méndez”– critica a Belarmino Jaime, Rodolfo González, Florentín Meléndez y Sidney Blanco por hacer bien su trabajo; por eso que debiera ser la regla y no la excepción en la administración estatal. “No es correcto –dijo hace poco González– que simple y sencillamente asumamos una postura, que se entre a un estado de rebeldía (…) No compartimos la actitud de cuatro magistrados de declararse en rebeldía; es peligroso para la estabilidad y gobernabilidad”.

¿Y no cuando era joven fue rebelde sin cuidar el riesgo en que ponía a la “estabilidad” y la “gobernabilidad” de entonces? Ese argumento junto al de la agresión comunista y otras torpezas más, eran parte del discurso oficial. Y ahora, ¿quiénes realmente están llevando al país a una situación de inestabilidad y desgobierno?

Hoy por hoy, como antes, la injusticia social y las irresponsabilidades de quienes dirigen los partidos políticos junto a la inseguridad, la violencia y la impunidad están perfilándose como las condiciones para una situación sumamente arriesgada. Ante eso, no queda más que aplaudir a esos cuatro magistrados y reclamarle tanto a la juventud como a toda la población decente seguir el ejemplo de “Milton Méndez”; no así el de Medardo Gonzáles. ¡La rebeldía y la imaginación al poder!

Lo bueno, lo malo y lo feo del FMLN

Lo bueno, lo malo y lo feo del FMLN
Escrito por Ernesto Rivas Gallont
Domingo, 26 junio 2011 00:00

netorivas@gmail.com

Hace poco más de tres años, en mayo de 2008, escribí un artículo titulado igual que el de hoy. En aquel entonces, el FMLN ya había nominado a Mauricio Funes como su candidato presidencial y analizando las cualidades del periodista de entonces, califiqué la nominación de Funes como lo bueno del FMLN.

En mi criterio, lo malo del FMLN fue la nominación de Salvador Sánchez Cerén como candidato a vicepresidente, ignorando a otros más potables como Óscar Ortiz para que acompañara a Funes en la fórmula.

Y lo feo, también era la gala que hacía el FMLN de las imágenes y los símbolos de líderes comunistas desde Marx, pasando por Fidel Castro, Che Guevara y Farabundo Martí y Hugo Chávez, su más visible aliado. En política, tres años es mucho tiempo y las cosas han cambiado.

Mauricio Funes ya no es el “hombre” del FMLN. Nunca lo fue y para recordar eso al partido, nunca vistió de rojo, como lo ha confesado en México la semana que termina.

La historia salvadoreña no registra un hecho como el que estamos viviendo hoy, en el que el presidente y su partido difieren de criterios con inusitada frecuencia y, a pesar de que ambos tratan de maquillar las diferencias, estas son evidentes a grado de que, si bien difícilmente habrá un divorcio, la pareja se ha separado y duermen no solo en distintas camas, sino que en distintas habitaciones.

En los años de las dictaduras militares, cuando el presidente y su partido –que era el ejército con nombre de partido político– se distanciaban, pues lo quitaban en un golpe de Estado. ¡Fácil se arreglaban las cargas!

El FMLN también ha sufrido una metamorfosis que, si bien se mantiene ideológicamente estable, está experimentando un fenómeno muy propio. Su alianza con el régimen chavista de Venezuela ha resultado en el surgimiento de una clase capitalista dentro de la más alta dirigencia del partido. Alba Petróleos de El Salvador ha sido fuente de riqueza para sus dirigentes corporativos que han acumulado fortunas que no tienen nada que envidar a los 14 de antaño.

Ese hecho no ha afectado mayormente a la cúpula de la cúpula del FMLN que continúa bajo el control de los de siempre, la élite de la ortodoxia política. Pero como los quehaceres corporativos no le permiten a algunos de ellos dedicarse íntegramente a los intereses partidarios, el balance de las fuerzas ha sufrido alteraciones y hoy han surgido como los más poderosos, el secretario general, Medardo González; la diputada jefe de fracción, Norma Guevara; el diputado presidente de la Asamblea, Sigfrido Reyes; y otros menos visibles como Roberto Lorenzana. Sánchez Cerén ya no figura con la fuerza de ayer, sus quehaceres en el cargo y el peso de los años agregados a su salud debilitada ya no se lo permiten.

¿Ha cambiado el FMLN? Probablemente el partido no ha cambiado, pero sus dirigentes sí. De lo que poco o nada se sabe es de las nuevas generaciones de efemelenistas que vienen buscando posiciones de liderazgo las que aún se mantienen infranqueables en poder de la élite ortodoxa.

El FMLN habla con frecuencia de su intención de mantenerse en el gobierno hasta que hayan implementado su agenda de “cambios”, pero ARENA mantiene su posición de fuerte oposición y las encuestas muestran a ambos partidos en una contienda cuyo resultado final es difícil de predecir.

Vea más sobre este tema hoy en mi blog: http://netorivas.net y escúchenos en nuestro programa de radio en la 92.5Club, miércoles a las 7 a. m.

Una fiesta sin antifaces

unes, 20 de Junio de 2011 / 11:22 h
Una fiesta sin antifaces

Dagoberto Gutiérrez
La crisis es una buena palabra aunque produce sobresaltos y temores; pero en sus pliegues sinuosos esconde las oportunidades para aquel o aquellos con el poder suficiente para resolver la crisis a su favor. De eso se trata la lucha política y eso es, precisamente, lo que encierra la actual coyuntura.

Es necesario saber que no son las instituciones las que están en crisis, porque estas, Los Aparatos de Poder, están funcionando a todo vapor como siempre funcionan, pero mostrando y demostrando, como nunca antes, su verdadera naturaleza política, su rostro real, sus vísceras retintas, sus intereses reverberantes, tal como corresponde a todo Aparato de Estado que concentra poder político. Esto y no otra cosa son La Asamblea Legislativa, La Corte Suprema y El Poder Ejecutivo. En otras palabras, el pueblo esta asistiendo, sin invitación, a una fiesta total de transparencia total, donde nadie puede usar antifaz y donde todos los reyes están desnudos.

Pocas veces ocurre este evento en la vida de los pueblos, es como nacer y morir que solo ocurre una vez en la vida y no vuelve a repetirse. Esta crisis nos ofrece aparatos políticos saludables actuando al desnudo, sin ninguna crisis, precisamente por eso, es que la gente sabe que el decreto 743 es, realmente una maniobra y no solo una figura jurídica, no se necesita ser un jurista para saber esto, el pueblo también puede saber que no existe Asamblea Legislativa sino partidos políticos que la integran, que no decide la asamblea sino los partidos, que son, los reales legisladores.

Esta desnudez también alcanza, mas allá de los aparatos fundamentales, a otros aparatos que como el partido FMLN han mantenido una naturaleza llena de sombra y una imagen sostenida con la luz del heroísmo, la sangre y las lágrimas del pueblo, heroico y maravilloso que produjo al FMLN durante los años de acero y luz.

La coyuntura permite ubicar a una cúpula partidaria que intenta, con desesperación, impedir el surgimiento de un Sujeto Político que le de continuidad al proceso histórico, proceso interrumpido cuando EL ESTADO, luego de terminada la guerra y muerto el FMLN, produce un actor político: el partido FMLN, dedicado totalmente a las campañas electorales, al usufructo del botín de la cosa publica, a la producción de funcionarios públicos y a la fabricación de una historia en el que, una izquierda gubernamental puede actuar como derecha y pensar como izquierda o actuar como izquierda y pensar como derecha, todo de acuerdo a las circunstancias; pero en ningún caso asumiendo las banderas reales de la lucha real de la gente real, y por el contrario, erigiéndose en defensores fieles de las instituciones y de su institucionalidad, sobre todo de aquellas que le son beneficiosas, pero en ningún caso, defendiendo a los débiles, mucho menos cuando esa defensa los puede enfrentar a los poderosos, pero siempre pidiendo los votos a los votantes.

Esto es lo que ocurre cuando en la actual coyuntura en la que entra en crisis El Poder Político Tradicional levantado a fines del siglo XIX, y cuando la sociedad entera se levanta contra la burocracia partidaria incluida la del partido FMLN, la cúpula de este partido se afana en presentar el fenómeno critico como una conspiración de la derecha contra su partido , como si sus funcionarios pudieran distinguirse de los de derechas o como si el pueblo hiciera distingos entre partidos de derechas e izquierdas; este abordaje resulta cómodo para aquellos que se niegan a pensar mínimamente y piensan, de manera equivocada, que el pueblo carece de cabeza política y que a estas alturas pueda haber persona que no piense que ARENA y FMLN son los dos pilares que sostienen el régimen político salvadoreño y que por eso mismo, en una gran consecuencia ideológica, la cúpula del partido FMLN, resulta ser la defensora mas segura del sistema político del país, mucho mas segura que el partido ARENA.

Esto resulta ser como una gota cristalina de agua cristalina, cuando esa cúpula se convierte en defensora firme del decreto 743, el que amordaza y silencia a la sala de lo constitucional, para impedir que esta sala restaure la condición política de la CSJ y la saque del pantano del partidismo. El partido ARENA, en una dificultosa maniobra, desnudó a la cúpula efemelenista, que se ubica cómodamente a la derecha de la posición arenera. Esta postura resulta indefendible ,porque una vez mas el rey esta desnudo y entonces esta cúpula piensa que es la hora de las fábulas, como aquellas que dicen que si el partido FMLN se debilita la derecha se fortalecerá , o aquella otra que dice que el pueblo que se manifiesta en las calles pidiendo la derogatoria del decreto 743, que es lo que pide todo mundo, es la derecha viva porque ahora, según esta cúpula, los enemigos son los 4 magistrados de la sala de lo constitucional, los que han resuelto que cualquier ciudadano puede ser candidato libre de los partidos, han resuelto que sea diputado aquel que sea mas votado por el pueblo, sin que sea controlado por las cúpulas partidarias. Por esto, según esta cúpula, son los enemigos más peligrosos y quieren o creen que el pueblo crea semejante barbaridad.

En todo caso, la mejor de las historias de esta cúpula, consiste en creer, e intentar hacer creer que una cúpula partidaria, puede actuar como derecha, hacer lo que hace la derecha, pensar como derecha, soñar como derecha, persignarse como derecha y luego, durante esta festividad de derechas, pedirle a la gente que piense o acepte que esta cúpula es de izquierdas. Este drama aparece en aquellas sociedades donde antiguos y muy antiguos insurgentes, renuncian a una postura crítica y dejando de ver la realidad de una manera negativa, como debe ser, si se intenta negar esta realidad, pasan a ver esta misma realidad de manera positiva, como la miraría un banquero, un poderoso industrial o un exitoso comerciante.

Resulta que esta crisis del poder político también esta mostrándonos, con todas sus luces, la crisis de la filosofía del poder de las derechas, de todas las derechas incluidas aquellas que gustan presentarse en salones humildes como de izquierdas y en salones suntuosos como de derechas. El momento ya no permite juegos de palabras porque los actores, como los partidos políticos, han dejado de ser instrumentos para actuar como fines y esta mutación los hace depender del aparato estatal en la misma medida, que los aleja, sin retorno, del pueblo que los desconoce y los niega.

El Salvador: los senderos opuestos del 743

La crisis institucional desatada el 2 de junio con la aprobación por la derecha de la Asamblea Legislativa del decreto 743, que horas después fue convertido en ley por el presidente Funes, refleja la fragilidad del proceso democratizador iniciado a partir de los Acuerdos de Paz de 1992, que hoy se ve asaltado por los fantasmas de la guerra encriptados en la Constitución de 1983. El pasado reclama su derecho a la permanencia y amenaza al futuro.

Este decreto 743 modifica el sistema de la Sala de la Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para aprobar sentencias, que pasa de mayoría a la exigencia de la unanimidad. Su aprobación legislativa y sanción presidencial ha generado una profunda y significativa polémica más política que jurídica, entre los tres órganos del estado, entre los partidos políticos, y entre la sociedad civil.

Han sido dos semanas de una intensa lucha ideológica. En otras palabras de una intensa lucha de clases. Y esto es saludable y una extraordinaria escuela de educación política para los sectores populares. Es un debate que merece realizarse porque aborda en esencia los problemas del poder. ¿Quien tiene el poder? ¿Cómo se usa el poder? Son preguntas que la gente se esta haciendo. Y de su respuesta dependerá la conducta a seguir en las urnas en marzo próximo. Y es que estas elecciones del 2012 son el trasfondo inmediato de esta coyuntura.

A la base de esta disputa se encuentra el conflicto histórico entre el avance de la democracia política y el estancamiento e incluso retroceso de la democracia social y económica. No marchan a la par, lo social y económico va quedando rezagado de lo político. Los teóricos bíblicos para describir esta situación usaron la imagen que no se puede echar vino nuevo en odres viejos, porque estos se rompen. Y es lo que esta sucediendo, el vino nuevo de los cambios políticos esta rompiendo con los moldes viejos autoritarios y oligárquicos.

En el plano político este choque se manifiesta entre la continuidad del modelo autoritario presidencialista heredado y retratado en la Constitución de 1983, al que Schafik se atrevió a calificar como “cadáver maloliente” y la ruptura provocada el 15 de marzo de 2009 con la derrota de la derecha y la llegada al gobierno de una coalición de centro izquierda.

En el plano económico y social se refleja entre la continuidad del modelo neoliberal iniciado con Cristiani en 1989 y la ruptura prometida y esperada de cambios a partir de la llegada a la presidencia del periodista Mauricio Funes, al menos de recuperar la consigna constitucional de “propiedad privada en función social.”
Y los temas que atemorizan a los poderes constituidos son precisamente aquellos que por su naturaleza controversial ameritan la discusión pública. Me refiero a la Ley de amnistía, a la dolarización, al TLC, entre otros. Son esqueletos que hay que sacar de los armarios de la historia y definir mecanismos para procesarlos. El silencio impuesto no es la solución porque fabrica fantasmas que amenazan lo avanzado hasta ahora.

En esta situación es clave evaluar los discursos y las conductas de los principales actores, para identificar los intereses y necesidades que los explican y justifican sus acciones. Como recurso didáctico evaluaremos las situaciones surgidas a partir de las visiones y acciones de seis actores: la Administración Funes, los partidos políticos, la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia, los grandes empresarios y el movimiento social y popular.

La Administración Funes
El presidente Funes se apresuró a firmar el decreto de los partidos de la derecha ARENA, GANA, PCN y PDC, y a asegurar que este fuera publicado con fecha de ese mismo día en el Diario Oficial. Su primera acción denota un claro compromiso – previo o del momento-con los contenidos del decreto. Posteriormente se ve obligado a recorrer el mismo camino que ARENA y tuvo que explicar que se había equivocado. Su segunda acción lo retrata como inepto e influenciable.

En un presidente hacer una declaración de ingenuidad puede conducir a pagar un alto costo político. La gente espera que el presidente de la nación sea una persona inteligente y prudente. ¿Cómo salir de este hormiguero y evitar que la derecha empresarial y mediática lo aniquile? Con humildad y habilidad, que son cualidades que ojala tenga porque las va necesitar para salir de este enredo.

Los partidos políticos
El principal partido de izquierda, y partido de gobierno, el FMLN, se abstuvo de firmar el decreto 743. Y lo expreso categórica y públicamente. Pero a la vez dos de sus dirigentes firmaron “por razones administrativas” el decreto así como su secretario general expresó críticas a lo que calificó como intromisiones de la Sala de lo Constitucional de la CSJ en “asuntos legislativos.”

Su primera acción deja entrever dudas al respecto del decreto. Su comunicado es también ambiguo. Pero al no suscribirlo le quebró el esquema a la derecha. Y esto es lo importante. Posteriormente, el FMLN es seleccionado por ARENA para acompañarlo en el intento fallido de su derogación. El FMLN en una segunda acción, se niega a hacerlo alegando que no va a salvar a los partidos de derecha del error cometido.

Frente a este posicionamiento de negarse a derogarlo, tanto la derecha como la oposición ciudadana al 743 acusan al FMLN de no contribuir a resolver la crisis. El FMLN confía tranquilamente en que su maquinaria electoral le permitirá aumentar su número de diputados en el 2012. Y mientras tanto continúa aumentando su presencia institucional, a partir del 16 de este mes, penetrando en la estratégica Corte de Cuentas, y aumentando su influencia en el TSE.

El principal partido de oposición, ARENA, fue de los impulsores del decreto 743. Cristiani estaba preocupado por la ley de amnistía y embarcó al partido en esta aventura. Aunque otros alegan que fue el expresidente Saca el que los embaucó. Unos días después salen arrepentidos, luego que la ANEP y FUSADES los emplazaran. Y tratan de enmendar su acción trasladándole al FMLN la culpa por la no derogatoria del 743. Al final han quedado como ineptos e irresponsables. Y por lo que pasó en la plenaria legislativa de hace dos días, hasta irrelevantes.

Por su parte, GANA, surgido en octubre de 2009 de una división de ARENA; fue también impulsor del 743. Y no se ha retractado. Su actitud ha sido la de enfocar su atención hacia otras áreas de interés nacional, como la elección del quinto magistrado del TSE y de los magistrados de la Corte de Cuentas. GANA amplía así su nivel de poder institucional, el cual tendrá que ser refrendado electoralmente en marzo próximo.

EL PCN fue uno de los principales impulsores del 743. Y no se ha retractado. Es un partido en vías de extinción como resultado precisamente de una sentencia de los 4 magistrados de la SC de la CSJ. Ha decidido aceptar su “desaparición” y ha logrado el apoyo del FMLN y de GANA para “salir a flote” rápidamente. EL PCN acaba de perder uno de sus principales espacios de poder institucional, al terminar su conducción de 27 años de la Corte de Cuentas. Antes había perdido su magistrado ante el TSE. El partido de la antigua dictadura militar se encuentra en una crisis que puede ser terminal.

El PDC también participó activamente en la odisea del 743. Y no se retractado. Junto con el PCN esperan la sentencia de muerte del TSE. Es un cadáver político. Y no obstante esto, ha logrado maniobrar para insertarse en la Corte de Cuentas.

La Asamblea Legislativa
Este es el espacio donde las fuerzas políticas legislan a través de alianzas ya que ningún partido cuenta con la mayoría simple que son 43 votos. O la mayoría calificada que son 56. Desde la llegada del FMLN al Parlamento en 1994, por lo general la derecha ha tenido la capacidad de aislar a la izquierda. El FMLN cuenta con 35 votos. La derecha con 48. El FMLN necesita 8 votos para alcanzar mayoría simple y por medio de un pacto con GANA, ostenta la presidencia. Sigfrido Reyes es el primer presidente de izquierda del órgano legislativo.
Y la dinámica legislativa consiste precisamente en la búsqueda de alianzas para aprobar leyes y decretos. Esa es la naturaleza de ese espacio político. Quien no establece alianzas se aísla. Durante los últimos gobiernos de derecha, del PCN (1962-1979), PDC (1984-1989) ARENA (1989-2009) el órgano Ejecutivo ha controlado al legislativo y al Judicial. Y el papel del Parlamento era el de respaldar las decisiones del ejecutivo. Eso ha cambiado.

No obstante esto, en el marco de la polémica por el 743 la Asamblea Legislativa como ente ha jugado un papel conservador, en defensa del sistema de partidos políticos como lo establece la Constitución contrainsurgente de 1983. Por otra parte, no ha sido sumisa ante el Ejecutivo.

La Corte Suprema de Justicia
Ha sido históricamente, desde los tiempos de la dictadura militar, un espacio para retardar la justicia y favorecer la corrupción. No es sino a partir de julio de 2009 que este papel empieza a modificarse, principalmente en la Sala de lo Constitucional, con la elección por la Asamblea Legislativa de 4 magistrados que han cambiado el rumbo de este órgano a través de sentencias, que vinieron a trastocar el sistema político vigente.

Y de ser el ente más conservador la CSJ pasó a jugar un papel de vanguardia en el proceso de democratización del país. Y cada sentencia de la SC de la CSJ se convirtió en un avance democrático, que despertó la ira de los sectores conservadores, incluso dentro de la misma izquierda. Y no es casual que el 743 este enfilado a “castigar” a estos 4 magistrados que han tenido la osadía de legalizar las candidaturas independientes, y de obligar a los partidos políticos a presentar listas abiertas de candidatos a diputados. Y frente al nefasto 743 estos cuatro magistrados respondieron sencillamente que era “inaplicable” y derrotaron así la maniobra de la derecha.
Los grandes empresarios.

Desde el primer momento los grandes empresarios y sus entes gremiales como la ANEP, así como la derecha mediática, manifestaron su desacuerdo con el 743. Y no solo de palabras, sino se subieron al autobús de las protestas populares. Y los vimos en la calle, ejerciendo su “derecho a la libertad de expresión.” Pero además movieron sus influencias para “convencer” a Cristiani que lo adecuado era “retractarse” y pasarle la pelota al FMLN.

Y han seguido así, esperando lograr mediante este movimiento, el debilitamiento de la Administración Funes y quitarle así legitimidad para que implemente la reforma tributaria, a la que se oponen. Así como mediante las “candidaturas independientes” deslegitimar al FMLN ya que según ellos este forma parte “de la argolla de los partidos.”

Este es su discurso: rechazar el sistema de partidos políticos, que ellos mismo diseñaron en 1983 y optar por la “sociedad civil” y lo peligroso es que es un discurso que esta penetrando en diversos sectores, incluso de izquierda o progresistas, que hoy se manifiestan como “antipartidos.” Al acusar a los “partidos políticos” de ser los únicos responsables de la crisis nacional (delincuencia, baja inversión, alto costo de la vida, etc.) se llevan de encuentro al FMLN, y este es el propósito oculto y manifiesto de esta campaña. ¡Ojo! Es una campaña contra la izquierda partidista disfrazada como campaña “ciudadana.”

Y de la noche a la mañana vemos a una ANEP que sale a las calles y lucha “cívicamente” por “la derogatoria del 743.” La ANEP y FUSADES han identificado que la independencia de la CS de la CSJ puede ser un factor que les ayude a aumentar la rentabilidad de sus empresas y como un mecanismo que les permite construir nuevos instrumentos “independientes” para mantener su hegemonía, ante la crisis de los partidos de derecha.

Los grandes empresarios pretenden trasladarle al FMLN la factura por la crisis de los partidos políticos de derecha. Y presentarse como luchadores por la democracia, cuando sabemos que han sido los responsables y son los que se siguen beneficiando del modelo neoliberal que ha hundido a nuestra patria en la actual crisis.

El movimiento social.
La coyuntura del 743, que parece ya alcanzó su clímax y tiende a debilitarse, aunque seguramente permanecerá como issue hasta las elecciones de marzo del próximo año, generó un interesante y variado movimiento cívico de protesta, que va desde coaliciones de ONGs (MIRE, ISD), universidades (UCA, UTEC, UDB), organizaciones estudiantiles, hasta sindicatos (AGEPYM). Y va desde sectores socialdemócratas hasta sectores movimentistas como el MDP. Aglutina desde sectores de derecha empresarial hasta la izquierda extraparlamentaria.
Y de manera destacada ha permitido la salida a escena de la diáspora irredenta, a través de las redes sociales, como sector con opinión y compromiso sobre lo que sucede en el país. Es un nuevo desarrollo que permitirá contar con nuevas ideas y nuevos actores. En general, desde la diáspora se repudio el 347 y se exige su derogatoria. El hecho de insertarse activamente es lo novedoso y positivo.
Ya que somos una nación fracturada en varios territorios, disgregada en el espacio y el tiempo, pero unida por el sueño de un nuevo El Salvador, justo y democrático. Y en esta coyuntura la diáspora rebelde ha jugado un papel fundamental. Y seguramente lo seguirá haciendo. Y su aporte reúne la calidad de la visión de conjunto y de la independencia de criterio, elementos claves para las futuras luchas por la democracia y el socialismo.
Lo social y lo electoral
La proclamación de Jorge Schafik Handal como candidato del FMLN para disputar la alcaldía de San Salvador inicia una estratégica batalla política que incidirá decisivamente en las elecciones del 2014. Quien controla San Salvador se acerca a La Casona. Y esta dinámica electoral nacional gradualmente ira apoderándose del escenario político y desplazando otras dinámicas, como la de la lucha por profundizar la democratización (743) o la lucha sindical o popular.
Hay una lucha popular sindical y una campaña represiva en Cabañas que ha quedado opacada por esta crisis. Se trata de la lucha por medio de huelga de los trabajadores de la Empresa Lido, iniciada el 8 de junio, y que incluyó la captura ese día y posterior liberación del secretario general de SELSA, Atilio Jaimes. Van ya 11 días de huelga. Y la patronal se niega a negociar y los trabajadores continúan firmes en sus demandas de aumento salarial. Debemos incrementar nuestras acciones solidarias con esta huelga ubicada en el Km. 14 del Boulevard del Ejército
Por otra parte, en Cabañas el 3 de junio desapareció otro activista en contra de la minería que fue posteriormente encontrado el 14 de junio asesinado de un disparo en la cabeza. Se trata de Juan Francisco Duran Ayala, de 30 años. Un día antes había sido amenazado por policías municipales de la localidad. Este crimen se suma al de Marcelo Rivera, Ramiro Rivera y Dora Alicia Sorto. La lucha por el juicio y castigo de los responsables de estos asesinatos es una urgente bandera de lucha del movimiento popular.
Perspectivas.
Con respecto al 743 se pueden deslindar tres escenarios. Agudización del conflicto, mitigación del conflicto y desaparición del conflicto. En el primer escenario, una nueva sentencia “controversial” de la CSJ seria el detonante para un nuevo intento de la AL para “castigar” a los 4 magistrados, lo que iniciaría una nueva ola de protestas ciudadanas y de polarización institucional. El 743 no se derogaría.
El segundo escenario comprendería esfuerzos desde diversos sectores para iniciar “entendimientos” que condujeran a “”acuerdos” para reducir los niveles de conflictividad. Me parece que este es el escenario más probable. El 743 no se derogaría pero la AL aceptaría la tesis de la “inaplicabilidad” de este decreto por parte de la CSJ. Y se dejaría que la correlación de fuerzas surgida de marzo 2012 resuelva la situación.
El tercer escenario involucraría a los tres órganos y a los partidos políticos en la búsqueda de un acuerdo global, que comprenda la derogatoria del 743. No es muy probable dado los niveles de polarización existentes. El presidente Funes tendría que jugar un papel destacado en el caso de avanzar esta modalidad.
Finalmente, es interesante señalar que en el desarrollo de esta crisis ha estado públicamente ausente la embajadora de EE.UU. No hemos escuchado ninguna declaración al respecto. Es parte de su estilo. Pero si registramos el inicio el 15 de este mes de ejercicios conjuntos en nuestro territorio, entre los ejércitos latinoamericanos y el Comando Sur. Interesante la actual diplomacia silenciosa.
Roberto Pineda
San Salvador, 18 de junio de 2012

Una mirada hacia el Perú de Humala…

Debemos de ver hacia el Perú. La victoria de Humala no es cualquier cosa. Derrotó a Keiko, y con ello al fujimorismo, pero también derrotó a El Comercio, a la poderosa CONFIEP, e incluso a las gestiones desesperadas de la embajadora estadounidense. Es una derrota de la derecha continental. Es en el Perú que gravita el remolino de los cambios en América latina y el Caribe. Hay que ponerle atención.

Una encarnizada campaña

La campaña entre Fuerza 2011 conducida por la derrotada Keiko Fujimori y Gana Perú del presidente electo Ollanta Humala desde su inicio fue una campaña caracterizada por un violento enfrentamiento entre dos visiones: la visión neoliberal y la visión del cambio. Fue una campaña que polarizó a este país sudamericano.

Keiko levantó la bandera de la defensa del sistema, como este había logrado altos niveles de crecimiento económico y que un cambio pondría en peligro este progreso. Humala explicó que debería de complementarse el avance económico realizado con la distribución de sus logros entre todos los peruanos. Y la gente más pobre escuchó y decidió apoyarlo. No fue una victoria aplastante. Pero fue una victoria significativa.

Y el mismo día de las elecciones la derecha empresarial y mediática peruana amenazaba con sacar sus capitales y provocar una mortal caída en la bolsa de valores. Y lo hicieron. Pero luego sus sectores más visionarios han cambiado su estrategia hacia Humala para tratar de asimilarlo y enrumbarlo hacia sus propósitos. Humala asume la presidencia el próximo 28 de julio.
¿Quien es Ollanta Humala?

Nació en 1963 en la provincia sureña de Ayacucho. Su nombre significa en quechua “el guerrero que todo lo ve.” En 1982 ingresa al ejército. En el año 2000 junto con su hermano Antauro encabeza una sublevación militar contra la reelección del dictador Alberto Fujimori, en la población sureña de Tacna. Este levantamiento realizado el 29 de octubre se conoce como de Locumba.

Aunque esta sublevación fracasó, junto con otras acciones de los sectores populares incluida la marcha de los 4 Suyos sirvió para acelerar la caída de Fujimori, y permitió que los hermanos Humala fueran reconocidos como militares demócratas. En el 2005 Ollanta funda el Partido Nacionalista y el siguiente año 2006 compite por la presidencia. Es derrotado por Alan García del APRA. La derecha lo acusó de estar vinculado con Hugo Chávez.

Para estas elecciones del 2011 el pueblo peruano construyó una coalición electoral bajo el nombre Gana Perú que incluye al partido de Humala, el Partido Nacionalista, así como a diversas fuerzas aglutinadas en la Unidad de Izquierdas, como el Movimiento Nueva Izquierda, Partido Comunista Peruano, Partido Socialista, Partido Socialista Revolucionario, Voz Socialista y además un fuerte sector de Lima para Todos.
La izquierda peruana

La izquierda peruana nace en 1928 con la creación del Partido Comunista Peruano por José Carlos Mariátegui, uno de los pensadores marxistas latinoamericanos más originales, que abordo la problemática indígena en su obra clásica Siete ensayos sobre la realidad peruana. Es esta izquierda la que luego de más de ochenta años de lucha, con sus respectivos desgajamientos, victorias y derrotas, hoy se reunifica en la Unidad de Izquierdas y manifiesta su apoyo a la candidatura de Ollanta Humala, con quien firma un acuerdo político.
Y a partir del 28 de julio la izquierda asumirá la responsabilidad desde Gana Perú de conducir el país en el marco de una alianza de centro-izquierda, que enfrentará inmensos desafíos pero que se perfila como una oportunidad para que el pueblo peruano avance en su justa lucha por el progreso y la independencia. Y es un proceso que se suma al de Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina, El Salvador.

La derecha y el imperio al acecho

Al nomás saber que Humala había derrotado a Keiko, la derecha amenazó con provocar la crisis económica y de manera abusiva exigió que se revelara el nombre del futuro Ministro de Economía, para de esta forma “llevar tranquilidad a los mercados financieros.”
Y esta será la táctica a seguir. Amenazar para influir. Y de esta forma mediatizar el proceso. Pero el imperio y la oligarquía olvidan el caudal de experiencia y de organización acumulado por el pueblo peruano, hoy con un gobierno popular.
Perspectivas

El solo hecho que Perú tome distancia de la Alianza del Pacifico (México, Colombia Chile y Perú) y de su mercado Integrado (MILA) es un hecho clave que favorece a las fuerzas progresistas latinoamericanas y debilita significativamente la estrategia de la Administración Obama. Y lo será más si decide acercarse a UNASUR y al Mercosur.

Dos puntos. Fortalece estratégicamente a Brasil. Aísla a Colombia. Es por esto que debemos apoyar este esfuerzo y darle seguimiento. Es un cambio geopolítico importante. Y la primera visita de Humala ya como presidente electo a Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile, ratifica su rumbo.

Roberto Pineda
San Salvador, 15 de junio de 2011

Un punto de vista diferente sobre los fallos de la Sala de lo Constitucional

Por Jorge Metztli

La actual Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha emitido varias resoluciones que han causado mucha polémica en los diferentes sectores políticos del país. He aquí algunas de sus sentencias:

a) La que declaró inconstitucionales varios artículos del Código Electoral y abrió el terreno para las candidaturas no partidarias para diputados (Sentencia 61-2009 proveída el 29 de julio del 2010) En este caso la Asamblea Legislativa, después que los partidos del régimen dentro de ella no lograran mediante una reforma constitucional conjurar la Sentencia, tuvieron que entrar a legislar dos aspectos de esta última. Por un lado normaron los requisitos y demás elementos de las candidaturas no partidarias y entraron sustituir los artículos del Código Electoral declarados inconstitucionales. Lo primero lo hicieron aprobando en diciembre de 2010 el D.L. 555 y lo segundo, más reciente, lo hicieron por medio del D.L. 365, el cual fue vetado por Funes.

b) La sentencia que declaró inconstitucional el artículo único del Decreto Legislativo número 87 del 31 de julio de 2009, que permitió en aquel momento la elección de los Magistrados del TSE Julio Eduardo Moreno Niños y Oscar Morales Herrera (Sentencia 7-2011 del 13 de mayo del año en curso) la cual tiene como efecto inmediato la invalidación de tal elección;

c) La declaratoria de inconstitucionalidad del inciso segundo del artículo uno del Decreto Legislativo n° 586 del 19 de enero de 2005, que en aquel momento sirvió para que la inscripción de los partidos de derecha PDC y PCN fuera cancelada al no obtener el mínimo requerido de votos en las elecciones de 2004.

La posturas políticas ante el fenómeno de los fallos de la Sala son variadas y pueden examinarse desde la adoptada con matices distintos, por los partidos del régimen, pasando por ong´s y asociaciones patronales, hasta aquella dentro de la izquierda no partidaria que ve en la Sala y sus fallos una reivindicación de aquellos sectores burgueses “progresistas” y un argumento para vendernos la idea de que si las instituciones funcionan podemos “humanizar” el capitalismo.

Estado, Régimen Político y Gobierno.

Creemos imprescindible para que los revolucionarios entendamos este fenómeno, mencionar que el Estado, como concepto político que se refiere a una forma de organización social, política y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones que tiene el poder de regular la vida nacional está determinado por la clase social que detenta el poder económico y político en una sociedad, poder que se concreta en instituciones como los parlamentos, los tribunales (el órgano judicial, dentro de este la Corte Suprema de Justicia y dentro de la Corte la Sala de lo Constitucional), los gobiernos, la policía, fuerzas armadas, etc.

Por su parte el Régimen, sistema político por el que se rige, gobierna o administra una nación, está definido en razón de aquellas instituciones predominantes dentro del Estado. Dentro de un mismo estado pueden sucederse varios regímenes, desde una dictadura de tipo fascista hasta una democracia burguesa. En esta última pueden haber diferentes matices ya que puede ser el parlamento el eje del régimen o puede ser la presidencia. En el caso salvadoreño se trata de esta última. Cabe destacar acá que la mayoría de regímenes de democracia patronal o burguesa están basados en Constituciones Políticas, la norma fundamental escrita de un Estado, establecida o aceptada para regirlo. La constitución fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado.

Dentro del esquema anterior, ¿dónde se ubican los cambios generados por las últimas resoluciones de la Sala de Lo Constitucional?

Teniendo claro las definiciones anteriores, podemos establecer que las resoluciones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país, al ser resoluciones emitidas por una institución que forma parte del Estado de la burguesía nacional e internacional (capital nacional y transnacional), intentan abrir pequeños espacios democráticos a las masas, esto como una forma de establecer una válvula de escape al inestable régimen político salvadoreño basado en la Constitución elaborada en 1983 por la Asamblea Constituyente convocada en medio de la más dura represión contra el movimiento popular y dirigida por el tenebroso Roberto d’Aubuisson, régimen al cual mediante los Acuerdos de Paz le fueron introducidas tímidas reformas que no tocaron el fondo de la estructura política, social y económica del país, esto con el objetivo de evitar que en el mediano plazo las masas puedan cuestionar el fondo del asunto, es decir, el Estado burgués.

Quiénes se enfrentan en esta coyuntura y dónde deberíamos ubicarnos los trabajadores y la izquierda revolucionaria?

Podemos decir, entonces, que la coyuntura política actual se caracteriza por la existencia de un enfrentamiento entre sectores de la burguesía que utilizan los poderes del Estado para tal fin. Casualmente, sin quererlo o no, le conceden a las masas una especie de régimen de democracia “moderna”, pero por retazos, ante la perspectiva de que éstas pongan en entredicho, mediante su movilización espontánea (en ausencia de verdadera organización popular), ya no solo al gobierno, sino al Régimen y al Estado capitalista;

Esta fracción burguesa que está enfrentada y que, casualmente, produce reformas, está representada hoy día por la Sala de lo Constitucional y su “base social”, la Coalición para la Reforma Política Electoral (CREE): conformada por MIRE, Funde, Instituto Social para la Democracia (ISD), ANEP, Cámara de Comercio, FundaUngo, Universidad Centroamericana (UCA), Universidad Tecnológica, Centro de Estudio Jurídicos (CEJ), FUSADES y el IUDOP , la que se enfrenta a otra fracción burguesa que cierra filas en torno a no permitir más concesiones democráticas a las masas ya que dichas concesiones limitan sus prerrogativas obtenidas del Estado actual de los capitalistas, fracción que hoy representan todos los partidos del régimen, desde ARENA hasta el FMLN, pasando por GANA y agregándole, finalmente, la figura de Funes como representante de un sector de la burguesía con clase política emergente, así comolos capitalistas internacionales. Funes intenta arbitrar entre las dos facciones mencionadas anteriormente; sin embargo, estas facciones burguesas tienen un acuerdo tácito de fondo: todos ellos aplican una política que, salvando diferencias, intentan poner a salvo tanto el Régimen como el Estado capitalista en nuestro país.

La política justa debe ser: Ni sectarismo, ni oportunismo.

Pero, llegados ya a este punto, debemos preguntarnos cuál debería ser entonces la política de la izquierda revolucionaria? Los revolcuionarios deberían cuidarse de no caer en el oportunismo. Es decir, no caer en el apoyo político a las resoluciones de la Sala de lo Constitucional y a la propia Sala, obviando denunciar ante las masas el antidemocrático régimen político salvadoreño y en ese sentido sembrar esperanzas en el régimen basado en la constitución de Roberto d’Aubuisson de 1983 y en la misma medida reforzar los prejuicios democrático burgueses en las masas. Esto último lo está haciendo, lamentablemente, el MDP de Dagoberto Gutiérrez, planteando, por ejemplo, que el problema se resuelve con las candidaturas independientes y con otorgar mayor libertad e independencia a la Sala de lo Constitucional.

La política de la verdadera izquierda revolucionaria, ante las resoluciones de la Sala de lo Constitucional, abarca por lo menos tres aspectos fundamentales:

1) Denunciar ante las masas el antidemocrático régimen político salvadoreño basado en la constitución de 1983, lo que no puede dejar de incluir la denuncia de todos los partidos del régimen, en especial del principal partido de la llamada “izquierda electoral”, el FMLN, por la traición que implica defender dicha Constitución.

2) Denunciar las resoluciones de la Sala en la medida que son proveídas por una de las principales instituciones del Estado de los patronos, como maniobra de un sector de la derecha que va desde la ANEP, pasando por FundaUngo hasta la Universidades como la UCA, para mantener lo fundamental del actual Régimen y Estado capitalista ante la inminencia de nuevos enfrentamientos entre las clases sociales fundamentales.

3) No obstante lo anterior, se debe reivindicar nuestra disposición a utilizar esos “retazos de democracia” que están planteados mediante las resoluciones de la Sala para elevar la conciencia y organización de la clase trabajadora y preparar de esta manera los nuevos enfrentamientos contra el Régimen y el Estado de la burguesía y la clase dominante. Ha llegado la hora de tirar a la basura la Constitución de d’Aubuisson de 1983, su antidemocrático régimen y sus partidos: preparemos al calor de las luchas la Asamblea Constituyente!